martes, 4 de agosto de 2009

Comunicado de la UJFP: El CRIF es una oficina de propaganda y el gobierno francés su cómplice


04-08-2009
André Rosevègue
UJFP
Traducido para Rebelión por Caty R.

La Unión Judía Francesa por la Paz está preocupada ante la proliferación de las declaraciones del CRIF, u organizaciones pertenecientes a ese «Consejo», erigidas en portavoces de las corrientes más belicistas del Estado israelí, que pretenden obtener del Estado francés un alineamiento incondicional con las posiciones del gobierno de Netanyahu.

Esas mismas organizaciones quieren conseguir la condena penal del antisionismo (porque consideran que sólo es una máscara del antisemitismo) y de las llamadas al boicot de los productos israelíes (comparándolo con una voluntad, pura y simple, de destrucción de la sociedad israelí).

El comunicado del CRIF a propósito de la convocatoria al embajador israelí por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés es, sencillamente, asombroso.

Mientras que el gobierno francés se ha mostrado más que discreto en sus reacciones frente a los crímenes de guerra de Israel (especialmente en Gaza en diciembre y enero pasados), a la continuación de la colonización y de la construcción del muro, así como al trato infligido al estudiante franco palestino Salah Hamouri.

Mientras que ha permanecido prácticamente silencioso frente a las vejaciones y humillaciones sufridas por sus representantes diplomáticos (la última, la prohibición a nuestra representante consular de asistir a la audiencia del domingo, en la que se denegó la liberación a Salah).

Cuando, finalmente, se convoca al embajador de Israel en relación con las destrucciones ilegales, según el Derecho Internacional, de barrios enteros de Jerusalén Este, y a pesar de todas las precauciones tomadas por Bernard Couchner y Nicolas Sarkozy para reafirmar que Francia comparte con Israel los mismos valores, el CRIF se conmociona, afirma que la ley israelí debe aplicarse sobre la ciudad de Jerusalén en su totalidad, incluso en contra de las resoluciones de la ONU, y exige que se trate a Israel como a un amigo.

Anteriormente varias organizaciones, entre ellas la Unión de Patronos Judíos de Francia (UPJF –por favor, no confundir con la UJFP-), difundió una «llamada a la clemencia» para los matones de la Liga de Defensa Judía, culpables de la devastación de la librería Résistances, con la excusa de que «no creen en la justicia de su país» ante la «oleada antisemita» que vive Francia, debido, en particular a las acciones de boicot y a la benevolencia de la justicia con los culpables del proceso Halimi (1).

Ya hemos señalado el carácter de huida hacia delante criminal y suicida de la política israelí, que ve en la impunidad que le ha concedido hasta ahora la «comunidad internacional» (actualmente esperamos que las declaraciones de Obama se traduzcan en actos) las razones para seguir despojando al pueblo palestino, lo que únicamente sirve para alejar, cada vez más, la posibilidad de una solución de paz justa y duradera.

Consideramos que el denominado Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia, al alinearse con esa política, compromete a los judíos de Francia en el mismo atolladero de una guerra interminable contra todos, desarrollando una ideología de fortaleza asediada por enemigos y traidores.

Consideramos que corresponde al presidente de la República y al gobierno no ceder a ese increíble chantaje de la comunidad judía, como acaba de pasar desgraciadamente en la apelación del juicio en el asunto Halimi.

Consideramos que corresponde al presidente de la República francesa y al gobierno contribuir a que se rompa esta tendencia con el establecimiento de una posición cerrada de defensa de los derechos humanos de todos los pueblos. Lo que debería empezar, en particular, con la suspensión del acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel (como prevé el artículo 2) y con la exigencia de la liberación inmediata de Salah Hamouri.

Nota:

(1) En febrero de 2006, un joven judío, Ilan Halimi, fue secuestrado en París por una banda que lo mantuvo recluido durante tres semanas con objeto de pedir un rescate antes de torturarlo hasta matarlo. El presunto líder de la banda dijo que lo habían escogido porque era judío y, por lo tanto, rico. El suceso suscitó protestas en las que participaron decenas de miles de manifestantes en París y otras partes del país. El 13 de julio de 2009, en aparente respuesta a las quejas de la levedad de las penas, la ministra de Justicia francesa, Michèle Alliot-Marie ha pedido un nuevo juicio.

http://www.ujfp.org/modules/news/article.php?storyid=583


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