domingo, 14 de febrero de 2010

Las 700 bases militares en Afganistán


Los sitios negros del Imperio de las Bases

15-02-2010
Nick Turse
TomDispatch
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

En el siglo XIX era un fuerte utilizado por las fuerzas británicas. En el siglo XX, las tropas soviéticas se instalaron entre sus destartaladas paredes. En diciembre de 2009, en ese lugar del distrito de Shinwar, de la provincia de Nangarhar en Afganistán, las tropas estadounidenses se reunieron con miembros del Ejército Nacional afgano para allanar el camino para la siguiente ronda de ocupaciones extranjeras. Se quería levantar una nueva base en sus terrenos, una más de entre los cientos de campos y puestos de avanzada diseminados por todo el país.


Casi diez años después de que la administración Bush lanzara su invasión de Afganistán, TomDispatch ofrece el primer recuento actualizado de las bases de EEUU, de la OTAN y de las pertenecientes a la coalición, así como de las instalaciones utilizadas por las fuerzas de seguridad afganas. Esas bases van desde lugares relativamente pequeños como Shinwar, hasta megabases que parecen pequeñas ciudades estadounidenses. Actualmente, según fuentes oficiales, aproximadamente 700 bases de todos los tamaños salpican el territorio afgano, y hay más, como la de Shinwar, que están en construcción o que pronto serán parte del boom de construcción de bases que empezó ya el pasado año.

Este programa de construcción de bases, latente en medio de las sombras y del que apenas se informa y raramente se habla, es sin embargo escalofriante en tamaño y alcance, y muy dependiente de los suministros importados de fuera, lo que significa que es también extraordinariamente caro. Se ha añadido de forma significativa a la ya larga lista secreta de propiedades del Pentágono en el exterior y plantea muchos interrogantes acerca de cuánto tiempo, después de ese supuesto inicio de retirada de las tropas estadounidenses en 2011, va a permanecer acuartelado EEUU en Afganistán.

400 bases extranjeras en Afganistán

El coronel Wayne Shanks, portavoz de la Fuerza de Ayuda de Seguridad Internacional (ISAF, por sus siglas en inglés) dirigida por EEUU, ha manifestado a TomDispatch que hay, en estos momentos, casi 400 bases estadounidenses y de la coalición en Afganistán, incluyendo campos, bases de operaciones de avanzada y puestos de combate. Además, hay al menos 300 bases del Ejército Nacional afgano (ENA) y de la Policía Nacional Afgana (PNA), la mayoría de ellas construidas, mantenidas o apoyadas por EEUU. Hay un número reducido de sitios de la coalición que son megabases, como el campo aéreo de Kandahar, que alardea de tener las pistas más ocupadas del mundo, y la Base Aérea de Bagram, una anterior instalación soviética remozada y completada con cadenas de Burger King y Popeyes, donde ahora se alojan más de 20.000 soldados estadounidenses, además de miles de efectivos de la coalición y de contratistas civiles.

De hecho, se espera que Kandahar, que recientemente, en 2007, albergaba a 9.000 soldados de la coalición, tenga una población de 35.000 soldados en el momento en que se complete el incremento del Presidente Obama, según el Coronel Kevin Wilson, que supervisa los esfuerzos de construcción, en la mitad sur de Afganistán, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU. Por otra parte, el sitio de Shinwar, según el Sargento Tracy J. Smith, del Equipo de Combate de la 48ª Brigada de Infantería, será una pequeña base de operaciones de avanzada (BOA) que albergará tanto a tropas afganas como extranjeras.

El pasado otoño se informó que había un presupuesto por valor de 200 millones de dólares para proyectos de construcción –desde barracas a instalaciones para almacenes de carga- en Bagram. La Fuerzas Aéreas de EEUU han reservado también fondos importantes para mejorar su capacidad y potencial aéreo en Kandahar. Por ejemplo, se han destinado 65 millones de dólares para construir más espacio para pistas (donde los aviones puedan aparcar, ser atendidos, cargar y descargar) para facilitar más apoyo aéreo directo a los soldados sobre el terreno y mayor capacidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Se han asignado también otros 61 millones de dólares para la construcción allí de una pista para helicópteros de carga y otra pista para facilitar un puente aéreo táctico.

Kandahar es justo uno de los muchos lugares que actualmente están mejorándose. No se dispone de cifras exactas de la cantidad de instalaciones que se están ampliando, mejorando o reforzando pero, según un portavoz de la ISAF, el ejército planea ampliar varias bases más para acoger el incremento de tropas como parte de la estrategia del comandante de la guerra afgana Stanley McChrystal. En resumen, al menos van a construirse doce bases más para poder albergar a los nuevos 30.000 soldados estadounidenses y a los miles de fuerzas de la OTAN que van a empezar a llegar al país.

“En la actualidad, tenemos en marcha trabajos en Afganistán por valor de 3.000 millones de dólares”, dice el Coronel Wilson, “y para el verano, probablemente, cuando el polvo de todo el incremento se pose, tendremos entre 1.300 millones y 1.400 millones de dólares de esa cantidad en el Sur”. En comparación, entre 2002 y 2008, el Cuerpo de Ingenieros gastó más de 4.500 millones de dólares en proyectos de construcción en Afganistán, la mayoría dedicados a construcción de bases.

En el lugar de la futura BOA en Shinwar, más de 135 contratistas privados de construcción asistieron a lo que se denominó el “rodeo de contratistas afganos y de la coalición”. Según el Teniente Fernando Roach, técnico contratista de los Guerreros de la Montaña del Destacamento Especial del Ejército estadounidense, el evento de preparó “para proporcionar a los potenciales contratistas una descripción detallada de la zona para que tuvieran una sólida visión general del ámbito de trabajo”. Las firmas constructoras pujaron después sobre tres proyectos separados: la renovación de las instalaciones soviéticas de más de treinta años de antigüedad, la construcción de nuevos cuarteles para las fuerzas de la coalición y afganas, y la construcción de un muro para la base de dos kilómetros.

En las semanas que siguieron al “rodeo”, el ejército estadounidense anunció nuevos planes para mejorar instalaciones en otras bases de operaciones de avanzada. En la BOA aerotransportada, localizada cerca de Kane-Ezzat, en la provincia de Wardak, por ejemplo, el ejército intenta crear búnkeres de hormigón reforzado y barreras de protección contra explosivos, así como cimientos de hormigón para Edificios Reubicables (estructuras prefabricadas tipo trailer utilizadas como cuarteles de trabajo y albergues). También se han proyectado trabajos similares para la BOA de Altimur, un campo del ejército en la provincia de Logar.

El boom de las bases afganas

Recientemente, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense en el distrito de Kabul, en Afganistán, anunció que iba a buscar ofertas para “evaluar lugares” por toda la nación donde establecer instalaciones para cuarteles de distrito de las fuerzas de seguridad nacional afganas. No está clara la cifra precisa de bases afganas diseminadas por todo el país.

A preguntas de TomDispatch, el Coronel Radmanish, del Ministerio afgano de Defensa, afirmó que las bases importantes se ubicarían sólo en Kabul, Pakteya, Kandahar, Herat y Mazar-e-Sharif, y que las unidades del ENA actúan por todo Afganistán. Sin embargo, los recientes contratos del ejército para el mantenimiento de los servicios proporcionados a las bases de la policía y ejército afganos, sugieren que no hay menos de 300 de esas instalaciones, que, según un portavoz de la ISAF, no están registradas en el inventario de bases de la coalición.

Al contrario de las bases estadounidenses atiborradas de franquicias de comida rápida, las afganas son a menudo decididamente mucho más rústicas. Los cuarteles de la policía en el Distrito de Khost Farang, en la provincia de Baghlan, es un buen ejemplo. Según una valoración detallada del lugar llevada a cabo por un contratista local para el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y el gobierno afgano, los cuarteles del distrito consisten en unas construcciones de adobe y piedra rodeadas de un muro de adobe. El lugar carece incluso de un pozo de agua. Una zanja alimentada por un manantial cercano es la única fuente de agua disponible.

Las bases estadounidenses que más se parecen a las austeras instalaciones afganas son los puestos de combate, conocidos también como COPs (siglas en inglés). El especialista medioambiental Michael Bell del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, División Inmobiliaria del Distrito Sur de Ingenieros en Afganistán, describió recientemente las instalaciones y la vida en esa base que, él y su ayudante, el Especialista en Bienes Inmuebles Damian Salazar, vieron a finales de 2009:

“El COP de Sangar… es un recinto rodeado de muros de adobe y paja. Los dormitorios sólo están dotados de catres… La tienda de campaña con el puesto de mando, la farmacia y el médico ocupaba el centro del COP y se completaba con unos cuantos ordenadores con acceso a Internet y tres primitivas mesas de operaciones. Se acababan de instalar duchas con aguo caliente, de la que sólo de disponía de 8:00 a 10:00 de la mañana y desde las 14:00 a las 16:00 horas…

“El Día de Acción de Gracias se levantó una tienda de campaña para el recreo, bienestar y la moral de la tropa dotada de un televisor; sin embargo, apenas se utilizaba la tienda debido al frío. La mayor parte de los soldados utilizaban para distraerse una tienda de campaña que tenía equipo de gimnasia… Un trailer con la cocina proporcionaba un sencillo almuerzo y cena calientes. La comida era preparada. Las noches eran como boca de lobo sin luz alguna en la base o en la ciudad”.

¿Cómo se construye una base?

Según una valoración local oficial, en la futura construcción de los cuarteles policiales de Khost Farang se utilizará arena, grava y piedra, todo ello adquirible en la zona. Además, se ha podido localizar cemento, acero, ladrillos, piedra caliza y yeso en la ciudad de Pol-e Khomri, a unos 130 kilómetros de distancia.

Sin embargo, construir una base para las tropas estadounidenses es otra cuestión. Para las mucho menos modestas necesidades de las tropas estadounidenses, los constructores dependen sobre todo de productos importados de lugares extremadamente lejanos, con dificultades de transporte, teniendo que atravesar en ocasiones líneas de combate, todo lo cual se añade a un coste extraordinariamente alto. “Nuestro negocio depende de los materiales”, decía el Teniente General Robert Van Antwerp, comandante del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, a una audiencia en una reunión en el ayuntamiento en Afganistán en diciembre de 2009. Tienes que traer mamadera, tienes que traer el acero, tienes que traer los contenedores y todo lo demás. El transporte no es fácil en este país –número uno: las mismas carreteras, número dos: tener que atravesar otros países hasta llegar-, hay que afrontar desafíos enormes hasta llegar aquí con los materiales”.

Para facilitar los proyectos de construcción de bases estadounidenses, la Agencia de Logística de Defensa del Pentágono (DLA, por sus siglas en inglés) ha lanzado un nuevo “escaparate virtual” –un portal de compras online-. La página web de Operaciones, Mantenimiento y Reparaciones del Escaparate Virtual de de Uzbekistán y las instalaciones de un almacén de mortero y ladrillo, a cuyo frente está un contratista de defensa que también es su propietario, sirven al objetivo de proporcionar materiales de construcción producidos en la región para acelerar los esfuerzos de construcción que el incremento requiere.

Desde unas instalaciones situadas en Termez, Uzbekistán, pueden transportarse rápidamente al cercano Afganistán para acelerar los esfuerzos de construcción de bases, materiales como cemento, hormigón, vallas, tejas, cuerda, arena, acero, canaletas, cañerías, etc. “Tener los productos más cerca del combate facilitará la acción de los guerreros al reducir el tiempo de entrega y la respuesta de la logística”, dice Chet Evanitsky, el jefe de la división de la cadena de suministros de equipamiento y construcción de la DLA.

El oscuro mundo de las bases estadounidenses

El inventario más reciente del Pentágono de bases enumera un total de 716 lugares en el extranjero. Ahí se incluyen las instalaciones que poseen y arrendan por todo Oriente Medio, así como una importante presencia en Europa y Asia, especialmente en Japón y Corea del Sur. Quizá incluso más imponente que la cartera de propiedades públicas en el extranjero son los muchos lugares que han quedado fuera de ese inventario oficial. Aunque las bases en los países del Golfo Pérsico como Bahrain, Kuwait, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, están todas en la lista, hay un lugar notablemente ausente como es el la Base Aérea de Al-Udeid, una instalación por valor de miles de millones de dólares en la cercana Qatar, donde la Fuerza Aérea estadounidense supervisa en secreto las guerras que tiene en marcha con aviones no tripulados.

El recuento no incluye tampoco ninguno de los lugares de Iraq donde, en agosto de 2009, había aún casi 300 bases y puestos de avanzada estadounidenses. De forma muy parecida, las bases en Afganistán –un porcentaje importante de los 400 lugares diseminados por todo el país- están notoriamente ausentes del inventario del Pentágono.

Contando las bases que quedan en Iraq –se espera que hasta 50 bases sigan operativas después de la fecha límite fijada por el Presidente Barack Obama del 31 de agosto de 2010, para sacar a todas las “tropas de combate” estadounidenses del país- y las que están en Afganistán, así como los lugares negros como Al-Udeid, la cifra total de bases estadounidenses en el extranjero debe en este momento superar, y en mucho, la cifra de 1.000. Será muy difícil saber nunca públicamente y con exactitud cuántas bases militares de EEUU (e instalaciones aliadas que las fuerzas estadounidenses utilizan) hay esparcidas por todo el planeta. Lo que sabemos –desde la experiencia de las bases en Alemania, Italia, Japón y Corea del Sur- es que, una vez construidas, tienen una tendencia a la permanencia que ni el cese de hostilidades ni siquiera una paz indiscutible pueden en forma alguna alterar.

Después casi de una década de guerra, casi 700 bases militares estadounidenses, aliadas y afganas salpican todo Afganistán. Sin embargo, hasta ahora, existen sitios negros que muy pocos estadounidenses conocen fuera del Pentágono. Queda por ver, en una década futura, cuántos de esos lugares seguirán estando ocupados por las tropas aliadas y estadounidenses y cuál será la bandera que ondeará en el siempre cambiante (británico, soviético, estadounidense/afgano) emplazamiento de Shinwar.

Nick Turse es editor asociado de TomDispatch.com y ganador del Premio Ridenhour 2009 a la Distinción Informativa, así como el Premio James Aronson para el Periodismo de Justicia Social. Sus trabajos se publican en Los Angeles Times, The Nation, In These Times y, regularmente, en TomDispatch. Turse es actualmente miembro del Center for the United States and the Cold War de la Universidad de Nueva York. Es autor de “The Complex: How the Military Invades Our Everyday Lives”, (Metropolitan Books). Su página en Internet es: NickTurse.com

Fuente: http://www.tomdispatch.com/post/175204/tomgram%3A_nick_turse%2C_america%27s_shadowy_base_world/#more

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Musawi a Al Manar: la Posibilidad de otra Agresión Israelí es Muy Débil


Al-Manar
12/02/2010

El miembro del grupo parlamentario Lealtad a la Resistencia, Nauwaf Moussawi, dijo el viernes que la posibilidad de una guerra israelí contra Líbano era demasiado débil.
Hablando con Al Manar, Moussawi dijo que una guerra israelí no podría tener lugar sin una luz verde estadounidense. “En nuestra evaluación política y militar creemos que la probabilidad de una guerra israelí contra Líbano en el inmediato futuro es demasiado débil,” señaló, subrayando al mismo tiempo la preparación de la Resistencia para hacer frente a cualquier contingencia.

Según el diputado de Hezbollah, la Resistencia tiene que recordar al enemigo israelí cuál es su fuerza de vez en cuando como respuesta a las continuas amenazas contra Líbano. “Cuando respondemos a las amenazas israelíes, buscamos asustar al enemigo, no a nuestro pueblo,” señaló. “Los dirigentes israelíes tienen que comprender que cualquier decisión loca de lanzar una guerra contra Líbano sería el principio del fin de su carrera política. Por su parte, los israelíes ordinarios tienen que percibir que no estarán a salvo en caso de guerra. Siempre que los dirigentes y los individuos se asustan, las posibilidades de una guerra disminuyen.”

Musawi alabó las posturas de los responsables libaneses en respuesta a las amenazas israelíes, destacando las adoptadas por el presidente Michel Suleiman, el primer ministro Saad Hariri y el presidente del Parlamento Nabih Berri. “Tales posturas son parte de una posición en favor de la unidad nacional frente al peligro israelí,” señaló.

Volviéndose a la declaración adoptada por el ministro de Exteriores Avigdor Lieberman, en la que él acusaba a Hezbollah de matar al primer ministro Rafiq Hariri, Mussavi cree que tales manifestaciones ponen de manifiesto claramente los planes israelíes para crear sedición entre las fuerzas políticas libanesas. De este modo, él hizo un llamamiento a las fuerzas políticas libanesas para que consoliden y refuercen la cohesión interna y la hagan llegar al nivel público.

Preguntado acerca de la manifestación que se celebrará el domingo para conmemorar el quinto aniversario del asesinato del antiguo primer ministro Rafiq Hariri, el miembro del grupo Lealtad a la Resistencia dijo que su grupo habría deseado que tal ocasión hubiera podido ser conmemorada en un clima de unidad, señalando que todos los partidos políticos habrían participado si una ceremonia hubiera sido celebrada con tal ocasión. “Sin embargo, las cosas tomaron otra perspectiva porque hay un cierto grupo político, la así llamada Coalición del 14 de Marzo, que está buscando decir al mundo que todavía está políticamente viva. Es su derecho,” señaló.

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Brasil: Campaña por la liberación inmediata de los presos políticos del MST


La lucha social y, especialmente, la lucha por la reforma agraria vuelven a ser fuertemente criminalizadas. Otra vez se enviste de manera grotesca contra el Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil. En este momento, decenas de “sin tierra” están presos en varias ciudades del país, y otros tantos fueron condenados a largas penas por el simple hecho de buscar tierra para sobrevivir y producir, una acción que el propio Superior Tribunal de Justicia ya decidió que no configura los delitos de “despojo posesorio” y “formación de cuadrilla”, por los cuales muchos de los militantes han sido acusados.

La ofensiva, articulada en conjunto por los grandes medios de comunicación, latifundistas, agronegocio, diversos sectores de la Policía y del Poder Judicial, se muestra más evidente con nuevas represiones y encarcelamientos de trabajadores en São Paulo y en Santa Catarina. Estas configuran un escenario agravado de criminalización que ya estaba presente en otros estados (como Río Grande do Sul, Pará y Pernambuco, entre otros). Medidas represivas que se suman y se articulan también, milimétricamente, con el inicio de una investigación parlamentaria sobre el MST (como desea la gran prensa), que, a su vez, está siendo usada por la bancada rural y por otros sectores reaccionarios como un gran escenario y verdadero instrumento para las disputas electorales de 2010, que ya están en pleno desarrollo en todo Brasil.
La intensificación de la criminalización y de la estigmatización del MST, así como la tentativa forzada de vincular al MST con grupos, candidatos y partidos políticos, apuntan, por lo tanto, no sólo a la represión contra los militantes sociales que luchan por tierra y dignidad, sino que pretenden confundir y manipular la opinión pública brasileña, atentando contra la frágil democracia del país.
Estado de São Paulo
El estado de São Paulo es uno de los lugares donde la situación es más grave y escandalosa en este momento. El 25 de enero, la policía puso en marcha un cerco a los asentamientos y campamentos de la reforma agraria en la región de Iaras, interior del estado, portando órdenes de “búsqueda, incautación y cárcel”, con el objetivo de intimidar, reprimir y aprehender militantes del MST. Nueve militantes asentados y acampados fueron detenidos y llevados a la comisaría de Bauru, de donde fueron conducidos a diferentes cárceles de la región, para dificultar su contacto y su asistencia. Entre ellos, se encuentran el ex alcade de Iaras -SP, Edilson Granjeiro Xavier, y la actual concejala por la ciudad, Rosimeire Pan D'Arco de Almeida Serpa, ambos del Partido de los Trabajadores (PT). EL intento de uso electorero de la situación es evidente, ya que los propios “investigadores” involucrados en el caso admiten que no efectúan ninguna acción sin el total conocimiento del Secretario de Seguridad Pública del Gobierno de São Paulo, de la administración José Serra.
De aquí para allá, en un proceso oscuro, lleno de arbitrariedades políticas y fragilidades jurídicas, más de 50 militantes del MST ya fueron sindicados; 20 militantes ya tenían sus “detenciones” decretadas; y 7 militantes continúan presos, sin posibilidad de salida. Además, otros procesos antiguos contra militantes del MST, en diversas regiones del estado – como Campinas, Ribeirão Preto, Puntal y el Vale del Paraíba -, están siendo resucitados en una increíble “coincidencia”. Sólo en el Vale del Paraíba hay más de 11 militantes condenados, siendo que dos de ellos (Eulino Oliveira - Suyo Lino - y Luciano Correia) están cumpliendo penas de más de 6 años de reclusión. Hay la posibilidad de más detenciones y otros tipos de represión en el estado.
En el caso específico y urgente de Iaras, tal represión representa todo un proceso de criminalización y persecución que fue acelerado a partir del circo espectacularmente montado por la gran prensa (sobre todo por la Red Globo), y de los acontecimientos políticos ocurridos con ocasión de la ocupación de la hacienda Capín, una inmensa área grilada (1) por la transnacional Sucocítrico Cutrale. El MST reivindica desde hace años para la reforma agraria aquellas áreas públicas del Complejo Monzones, comprobadamente griladas a la Unión por esta poderosa empresa del agronegocio. Es lamentable que, en lugar de acelerarse el proceso de reforma agraria y la democratización del uso de la tierra, una vez más lo que hay es mayor arbitrariedad, represión y violencia, tan acelerada cuanto más indeciso ha sido el Estado para recuperar tierras públicas y expropiar tierras desocupadas para fines de reforma agraria y democratización del acceso a la tierra.
En un clima de terror, además de apresar a militantes de Iaras-SP, los policías cercaron casas y barracas, amedrentando a las familias y también tomando pertenencias personales. Todo eso con el objetivo de forjar pruebas contra los agricultores, induciendo que los objetos habrían sido robados durante la ocupación de octubre de 2009 a las tierras griladas por la Cutrale. Lo curioso es que, pasados más de 4 meses desde la ocupación y de los hechos calificados como delitos, el comisario de la Policía Civil ya escuchó a más de 47 personas entre funcionarios y exfuncionarios de la Cutrale e integrantes del MST (acampados y asentados) en la región de Iaras, que participaron de la ocupación. Sólo no diligenció para oír a los 20 investigados antes mencionados. En relación al comprobado grillo efectuado por la transnacional a las tierras públicas, obviamente ninguna diligencia o medida concreta ha sido tomada.
Otro elemento grave es que el juez que firmó las órdenes de captura se valió de hipótesis, conjeturas y subjetivismo personal, articulados por el comisario de Policía y endosados por el Promotor de Justicia, para decretar la cárcel temporal de los investigados, por cinco días, ya prorrogada por un tiempo mayor. La "justificación" es que, si las 20 personas continuas libres, podrían obstaculizar las investigaciones, ya que son “peligrosas, violentas, que ejercen influencias sobre los demás “sin tierra” y que causan temor y miedo a las personas y, que por ser del MST, pueden fácilmente esconderse en un lugar u otro”. Ocurre que, en cuatro volúmenes de investigación, no existe una prueba siquiera que respalde el acuerdo de estas tres autoridades oficiantes en los autos. Eso muestra la ilegalidad de las órdenes de detención. Desde hace más de 5 años, la billonaria transnacional Cutrale ha sido acusada e investigada por prácticas monopólicas en el sector de las naranjas y por beneficiase de las peores formas de utilización de agrotóxicos y venenos, así como de relaciones laborales absolutamente precarias, generando perjuicios y destrucción para centenas de miles de trabajadores rurales, sin embargo ninguna medida ha sido tomada, ni tampoco sus billonarios propietarios son considerados “peligrosos, violentos” para la sociedad brasileña.
El hecho es que las detenciones de los “sin tierra” no encuentran motivación fáctica, están desviadas de las exigencias legales, no atienden a los dictámenes de la Justicia sino al egoísmo de quienes las requieren, de quien las endosó y de quien las decretó, pues, con ellas, pasaron a ganar notoriedad y evidencia en los mass media, sobre todo en la Red Globo (vía su filial local, TV TEM). Emisora esta que, a diferencia del tratamiento dado a los abogados de los trabajadores, los cuales deberían tener constitucionalmente asegurada una amplia información sobre los autos, siempre tiene de primera mano, en cuestión de minutos, lo que se pasa en los autos de la investigación. Y más grave aún: muchas veces, obtienen con anticipación informaciones que deberían ser secretas y restringidas a la Justicia. Medidas que, lejos de ser imprescindibles para el curso de las investigaciones criminales y para la información de la opinión pública, están orientadas a satisfacer las demandas políticas de los latifundistas, del agronegocio y de la elite local, opuestos a la realización de la reforma agraria en la región.
Los abogados de los trabajadores están intentando, con mucha dificultad, acompañar la situación y obtener información sobre los procesos, pues la policía no asegura a las partes plenamente el derecho constitucional de la información sobre los autos y, sobre todo, sobre las cárceles.
Santa Catarina, Río Grande do Sul, Pará, Pernambuco...
En Imbituba (SC), Altair Lavratti, uno de los coordinadores del MST catarinense, fue arrestado el 28 de enero. Cerca de 30 policías militares realizaron la “detención preventiva” en el momento en que el dirigente del MST realizaba una reunión pública, en un galpón de reciclaje de basura de la ciudad. La acusación fue que Lavratti, junto con otros sindicalistas y militantes sociales, preparaba una ocupación de tierras en la región. Al igual que en otros lugares, fue llevado bajo la acusación de “formación de cuadrilla”. Otras dos personas también fueron detenidas, una de ellas, Marlene Borges, presidenta de la Asociación Comunitaria Rural, está embarazada. Su casa estaba vigilada desde la madrugada del mismo día y fue llevada a Criciúma (SC). El otro militante, Rui Fernando da Silva Junior, fue llevado a Laguna (SC).
Desde neutro punto de vista, claramente se trata de un nuevo “globo de ensayo”, semejante a los ya realizados en estados como Río Grande do Sul – donde el Ministerio Público regional llegó a listar, en las actas de las reuniones, una serie de estrategias buscando la “disolución del MST”-, igual como en los estados de Pará – región en la que entre 1982 y 2008, fueron asesinados más de 680 trabajadores rurales, según la Comisión Pastoral de Terra (CPT), y prácticamente ningún latifundista fue juzgado o castigado- y de Pernambuco –que está viviendo un aumento de encarcelamiento y asesinatos significativos de trabajadores rurales y militantes sociales “sin tierra”. En todos estos estados, siguiendo el ejemplo de los montajes recientes de São Paulo, los grandes medios de comunicación, se han especializado en convertir en crimen y anarquía, el derecho constitucional a la reunión y organización popular por reivindicación de derechos. Para eso actúan cada vez más descaradamente junto a la policía y las elites locales, forjando “reportajes”, “pruebas” y “escándalos” que son utilizados para aumentar la criminalización y estigmatización de los luchadores sociales y de la población más pobre en general, describiéndolos como “anarquistas”, “bandoleros” y “terroristas”. Así contribuyen, de forma absolutamente ilegal e irresponsable, al aumento de la tensión en el campo.
Criminalización y Derechos Humanos
Un cuadro terrible que sólo ratifica la creciente criminalización de los pobres y sus movimientos sociales en todo el país, el cual viene siendo ampliamente denunciado y detallado, de forma muy amplia, por cientos de organizaciones sociales, sindicatos de trabajadores y trabajadoras, foros sociales, medios de comunicación independientes, movimientos populares, y militantes de derechos humanos.
Un escenario que sólo refuerza la urgencia de la aprobación e implementación integral del Programa Nacional de Derechos Humanos 3 (PNDH-3), firmado por decenas de ministros y por el propio Presidente de la República, el cual prevé una serie de medidas y avances importantes en el sentido de disminuir la violencia y garantizar los derechos humanos fundamentales a la sociedad brasileña y a su incipiente democracia. En el caso específico de los conflictos rurales, se orienta a la creación de nuevos mecanismos de mediación previa antes de la concesión de providencias de reintegración de posesión y de las órdenes de prisión en el medio rural brasileño, con el objetivo de disminuir la violencia contra los trabajadores rurales.
Otro elemento importante, que coincide con ese cuadro de violencia y criminalización agravado en el campo brasileño, está relacionado al hecho de que el gobierno Lula no ha cumplido con la meta (ya rebajada) de reforma agraria, y no haber tenido la voluntad de ordenar al Ministro de la Agricultura, Reinhold Stefanes – representante del latifundio en su Gabinete –, que firme la instrucción de actualización de los Índices de Productividad –, aspecto que fue mencionado por el Presidente en 2009, y que está también previsto y reiterado en el PNDH-3.
Solidaridad y libertad
Se trata de una situación urgente, vivida ahora con más violencia por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y sus militantes, pero que tiene motivaciones y estrategias muy semejantes a aquellas utilizadas contra militantes sindicales en sus huelgas y movilizaciones (que cada vez más sufren “interdictos prohibitorios”); contra militantes de la comunicación popular, de radios comunitarias y otros medios (expropiados, presos y criminalizados); contra mujeres que se levantan contra el machismo y el sexismo, dentro de casa y en el espacio público (sobre-violentadas); contra comunidades indígenas, quilombolas, ribereñas y de poblaciones afectadas por inundaciones y represas (victimizadas y desatendidas); y sobre todo contra trabajadores pobres y negros de las periferias urbanas, donde se vive desde hace tiempo un verdadero genocidio clasista y racista.
Es obvio que no somos nosotros, trabajadores y trabajadoras pobres, quien estamos llevando a cabo este verdadero proyecto de destrucción, vía explotación de las personas y de los recursos naturales del país. Es obvio que el dinero de toda esta explotación y de toda esta destrucción no sale de nuestras manos, mucho menos regresa en forma de lucro y corrupción a nuestros bolsillos; sin embargo somos nosotros quien estamos sufriendo, cada vez más, las violencias de este proceso de segregación y de acumulación sin limites, teniendo aun que sufrir en nuestra piel con más intensidad los terribles daños socio-ambientales de una elite irresponsable, además de ser cada vez más criminalizados, reprimidos y estigmatizados por un Estado y por unos grandes medios serviles a los intereses de sus propietarios y financistas. Ahora, la organización social se tornó, para ellos, en sinónimo de “formación de cuadrilla”.
Por todo esto es urgente que nos solidaricemos unos con otros, en nombre de la democracia y de la libertad. En este momento, “somos tod@s sin tierra” y exigimos la inmediata liberación de los presos y presas políticas del MST. Convocamos también a todos los simpatizantes políticos, organizaciones de derechos humanos y periodistas comprometidos con la lucha por la reforma agraria y con la lucha del pueblo brasileño a divulgar ampliamente y acompañar más de cerca toda esta urgente situación. Es necesario que se formen Núcleos de Denuncia de la Criminalización y de Solidaridad entre los trabajadores y trabajadoras de cada región. Y, así, deberemos hacerlo en cada sector, en cada movimiento, en cada persona de nuestra clase social que esté siendo víctima de violencias y abusos semejantes.

Traducción Minga Informativa de Movimientos Sociales.
Nota:
1) NdT. Grillar significa apoderarse de tierras ajenas con falsos títulos de propiedad.

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