sábado, 8 de agosto de 2009

Choque de Civilizaciones: Europa y la guerra colonial israelí contra Gaza


08-08-2009
Issam Aburaiya
Pueblos

La atroz guerra que el Estado de Israel lanzó sobre Gaza (diciembre 2008-enero 2009) no es más que la última encarnación del proyecto de asentamiento colonial judío en Palestina. Obvia también decir que este proyecto ha sido siempre animado por, y entretejido con, prácticas culturales y representaciones. Las “culturas coloniales”, como afirma Nicholas Thomas elocuentemente, “no son simplemente ideologías que enmascaran, mistifican o racionalizan formas de opresión que son externas a ellas; también expresan y constituyen relaciones coloniales, por sí mismas. [1]”

Me gustaría destacar un hecho relativo a las recientes guerras israelíes, en el que se ha hecho poco hincapié, que se manifestó sobre todo en la última guerra contra Gaza. Estas guerras han sido incorporadas en el paradigma de las guerras culturales globales, más conocido como “choque de civilizaciones” (CdC), lo que conlleva profundas implicaciones materiales, particularmente debido a su representación distintiva de los enemigos de Israel. Éstos son presentados como una amenaza excepcional, por lo que requieren un despliegue de fuerzas y técnicas excepcionales. Más específicamente, esta representación ha tenido dos principales consecuencias. Primera, parece autorizar a priori, y prácticamente justificar, todos los niveles y tipos de crueldad que Israel emplea y puede llegar a emplear contra los enemigos supuestamente excepcionales contra los que lucha, como ilustró vivamente la guerra contra Gaza. Segunda, desconecta toda la cuestión de Palestina de su contexto colonial. Es decir, el paradigma del CdC, al menos en idioma israelí, metamorfosea la lucha palestina, pasando ésta de ser anticolonial y antirracista a ser otra faceta más de la supuestamente más amplia guerra cultural entre el “Islam” y “Occidente” o entre el “terror” (islámico) y el “mundo libre”.

Lo que hace que el discurso israelí del CdC sea aún más relevante es el hecho de que Israel, especialmente desde el 11 de septiembre de 2001 (11-S), se ha concebido a sí mismo, y ha sido pensado por políticos, think tanks, expertos en terrorismo y comentaristas mediáticos en todo el mundo, como ejemplar en la lucha contra el “terrorismo islámico”. Que este hecho permita y sea permitido por la rehabilitación de un imperio, un orientalismo envalentonado, la revitalización del racismo, el cambio en los patrones de la inmigración, y los ataques contra lo que se llama “multiculturalidad” en naciones europeas clave, hace que sea muy importante tenerlo en consideración. Dada esa importancia, es desafortunado que, hasta donde yo sé, no haya ni siquiera una pequeña investigación que haya examinado seriamente el discurso israelí sobre el CdC. Particularmente, ¿qué elementos incluye este discurso y sitúa en primer plano, y qué excluye y aparta del plano? ¿Cuáles son las bases más amplias, ontológicas y epistemológicas, que subyacen en él? ¿Cuáles son las principales características del contexto social y la configuración de poder en los que se despliega? Finalmente, ¿cuáles son las ramificaciones de este discurso cuando se adopta como principio para políticas exteriores y domésticas, especialmente en naciones multiculturales y multirraciales?

Israelizando el CdC

El conocido orientalista anglosajón Bernard Lewis fue el primero en invocar el paradigma del CdC para describir la relación entre “Occidente” y el “Islam” en la era post-Guerra Fría. Sin embargo, este paradigma fue incalculablemente popularizado por Samuel Huntington, en su ahora (tristemente) famoso tratado El Choque de Civilizaciones. Los cimientos del CdC de Huntington son simples (o más bien simplistas). “En el mundo post-Guerra Fría las distinciones más importantes entre los pueblos”, nos cuenta, “no son ideológicas, políticas o económicas. Son culturales.” En otras palabras, las diferencias culturales eclipsarán a las divisiones ideológicas como fuente principal de conflictos con consecuencias globales. O simplemente, “el choque de ideologías dará paso a un choque de civilizaciones”, entre “Occidente y el resto”. De esa forma, según Huntington, las guerras culturales serán la marca de fábrica del siglo XXI. Sin embargo, tras los ataques del 11-S, el paradigma del CdC ha pasado a ser prácticamente sinónimo de una supuesta confrontación global entre Occidente y su enemigo arquetípico, el Islam. Más rotundamente, “el 11 de septiembre de 2001 consolidó aún más una comprensión del mundo que define una marcada oposición entre “nosotros” y “ellos”, y que posiciona al Islam como el “nuevo enemigo para el nuevo orden mundial”.

Las declaraciones de la entonces ministra de Asuntos Exteriores israelí Tzipi Livni, tras un encuentro con el presidente francés Nicolas Sarkozy el 1 de enero de 2009, son un ejemplo de esta mentalidad. En esas declaraciones, Livni afirmó que la guerra contra Gaza “no es un problema israelí sino que en cierta manera Israel está en la primera línea del mundo libre y está siendo atacado porque representa los valores del mundo libre.” En otras palabras, Israel, nos cuentan, no sólo fue “atacado” y por lo tanto se vio “forzado” a responder con crueldad masiva. Más importante aún, fue atacado debido a lo que es y no a lo que hace. En la misma línea, Avigdor Lieberman, el líder del tercer mayor partido político en la Knesset israelí, Yisrael Beiteinu, y ministro de Exteriores designado, sugirió en una entrevista con el periódico Haaretz que Israel debería “explicar a Occidente que somos su primera línea. Que si caemos, Dios no lo quiera, Occidente también caerá.”

¿Cuál es la línea divisoria entre estos dos mundos supuestamente opuestos? El historiador de la Universidad de Haifa y director del Instituto Herzel para la Investigación y el Estudio del Sionismo, Yoav Gelber, describe una simple línea divisoria. Él sostiene que el CdC en general y en el conflicto israelí-palestino en concreto, puede ser, en el fondo, atribuido a la diferencia irreconciliable entre: “una cultura que santifica la vida y una cultura que anima al suicidio y promueve los mártires... entre una cultura que examina excepciones y una cultura que glorifica a los asesinos de niños como luchadores por la libertad.” El mencionado pensamiento está, obviamente, animado por, y predicado sobre, la racialización de los musulmanes en general y de los palestinos en particular.

La violencia de “nuestros” enemigos, siguiendo con el discurso israelí, emana de su “excepcionalista” cultura y religión, y por ello la negociación con ellos es absurda. Por lo tanto, nosotros, israelíes y occidentales, laicos y razonables (y perdón por la redundancia), nos encontramos en un estado de máxima excepción, e incomparables medidas se tienen que tomar para defender nuestras vidas y nuestro modo de vida. En este orden de cosas, “Israel enseña a las fuerzas de ocupación a verse a sí mismas como la parte del conflicto que está bajo ataque, forzada a responder con violencia excesiva: debido al hecho de enfrentarse a un enemigo irracional que busca ‘nuestra’ aniquilación; como parte de una cruzada moral para defender ‘nuestros’ valores y modo de vida; y para contraatacar a una nueva amenaza global (‘fascismo islámico’)... [Este enemigo] justifica cualquier tipo de violencia como respuesta. No hay límite a lo que se puede llegar a hacer para repeler a estas criaturas...”

Esta manera de pensar subyace en afirmaciones como la de Benny Morris de que “los americanos se pueden haber equivocado invadiendo Irak, y nosotros nos podemos haber equivocado yendo a la guerra con Líbano. Todo esto palidece por insignificante cuando miramos la inmensa batalla entre el radicalismo loco que quiere controlar el mundo y el Occidente que debe protegerse a sí mismo.” Aún hay más en la caja de herramientas “civilizadora” de Morris. En el contexto de un monumental, incluso metafísico, choque entre culturas, Morris lleva el sombrero de un psiquiatra y ofrece el siguiente diagnóstico del pueblo y la sociedad palestinos: “En este momento, esta sociedad se encuentra en un estado de ‘asesino en serie’. Es una sociedad muy enferma.” También se preocupa benignamente por la necesidad de “curar” a futuras generaciones de palestinos. “Quizá con el paso de los años”, reflexiona, “el establecimiento de un Estado palestino ayudará en este proceso de curación... Mientras tanto, hasta que no se encuentre la medicina”, prescribe el siguiente “tratamiento”: “tienen que ser contenidos para que no logren matarnos... Algo como una jaula tiene que ser construido para ellos. Sé que suena terrible. Es realmente cruel. Pero no hay otra opción. Hay un animal salvaje ahí que tiene que ser encerrado de una forma u otra.” Sin embargo, en realidad Morris está traspasando una puerta abierta. Sus recomendaciones ya están siendo llevadas a la práctica “sobre el terreno”, particularmente en lo que concierne al campo mortal llamado Gaza.

Esta manera de pensar (y comportarse) obviamente no puede sostenerse, usando las palabras de Edward Said ligeramente fuera de contexto, “sin una sensación bien organizada de que a esa gente de ahí afuera no ‘les’ gustamos y no aprecian ‘nuestros’ valores, el auténtico corazón del dogma orientalista tradicional... que se lleva por arte de magia... el sufrimiento en toda su densidad y dolor...”

Finalmente, esta forma de pensar es compartida y propagada por muchos neoconservadores sionistas en Europa y Norteamérica. Tomemos por ejemplo la respuesta de la actriz británica Maureen Lipman a una pregunta que le hicieron en una entrevista en la radio BBC el 13 de julio de 2006, sobre si los ataques israelíes contra los palestinos en el Sur y contra los libaneses en el Norte no eran de alguna forma desproporcionados respecto a los ataques de Hezbollah y Hamas, respectivamente. La respuesta de Lipman fue: “¿Qué tiene que ver la proporción? ¿Acaso es un tema de proporción? La vida humana no es barata para los israelíes. Y la vida humana en el otro lado es bastante barata porque de hecho atan bombas a las personas y las mandan a hacerse explotar.” Talal Asad, tras citar a Lipman, comenta: “Lo que Lipman quería decir cuando hablaba de vida humana era, por supuesto, no vida humana sino vida judía. De hecho, no era solamente que la vida humana “en el otro lado”, es decir, la vida árabe, era bastante barata, sino que justamente porque era barata podía ser tratada así por parte del ejército israelí.”

CdC, Europa y Palestina/Israel

El discurso público israelí sobre el CdC y su racialización de los palestinos parece sonar bien en los oídos de naciones europeas clave. Sin embargo, esto no se debe a su rigor intelectual o a su excepcional poder de explicación. Más bien, este discurso resulta seductor debido a su convergencia con unas agendas exteriores y domésticas muy particulares, en boga desde el 11-S. Respecto a las políticas exteriores, la “rehabilitación del imperio incluye la aceptación de los términos de referencia israelíes, sí, lo que hacemos es muy lamentable, pero es la menos mala de las opciones. La ‘guerra contra el terror’ resucita la ambición imperial como un lamentable pero necesario proyecto ideológico y este cambio político y cultural entre las naciones europeas clave sirve para consolidar más aún el apoyo a Israel y a la versión israelí sobre la necesidad de una ocupación violenta.”

El discurso público israelí sobre el CdC es igualmente seductor en lo que respecta al tema doméstico del estatus y las demandas de las minorías (musulmanas) en los países europeos líderes. Inglaterra bajo el Gobierno de Tony Blair es un ejemplo de ello. Su “adopción de la ‘guerra contra el terror’ y sus términos excluyentes,” escribe Gargi Bhattacharyya con vehemencia, “marcó un cambio respecto a intentos anteriores de acomodar culturas minoritarias. Ahora, nos presionan para que creamos que se acabó el juego. El multiculturalismo no ha funcionado y, de hecho, nunca podría funcionar. En su lugar debemos aprender la fea lección de que ‘nuestra’ cultura y ‘su’ cultura son absolutamente incompatibles...”

Además, esta manera de pensar parece no sólo validar las proclamas israelíes respecto a los palestinos sino también el discurso israelí sobre las minorías musulmanas en Europa. En el discurso mayoritario israelí, se percibe a Europa como particularmente vulnerable a la ‘amenaza islámica’ (en Israel se habla de Europa y Occidente, en la mayoría de casos, como términos intercambiables; sin embargo, una vez más, el enfoque es sobre Europa). Los israelíes, autoerigidos como guardianes de la civilización occidental, parecen creer que les incumbe recordar a Europa la naturaleza de la amenaza islámica a la que se enfrenta.

Además, un punto clave en el comportamiento de los musulmanes en general y en su hostilidad inherente hacia los no musulmanes en particular, nos cuentan, es la división islámica del mundo entre el “reino del Islam” (dar al-Islam) y el “reino de la guerra” (dar al-harb), con el principio rector de la Jihad. Según Sharon, por lo tanto, los musulmanes no tienen otra opción que vivir en un permanente estado de hostilidad y guerra con los no musulmanes, puesto que es “parte del plan divino.”

Dejando la suprema mala voluntad, los malos motivos y las declaraciones racistas de lado, un conocimiento sofomórico es suficiente para demostrar que el discurso israelí sobre el Islam se predica sobre una serie de asunciones que no se pueden sostener ni siquiera tras un mínimo escrutinio del análisis de la ciencia social. Por encima de estas asunciones está la que privilegia ontológicamente a la religión sobre cualquier otra dimensión en la formación de la identidad musulmana, como pueden ser la clase, el género, la pertenencia nacional, la lengua o la política. La epistemología más amplia que subyace en esta manera de ver las cosas es, para citar a Peter Worsley en otro contexto, que “las ideas pueden ser aisladas en alguna forma pura, original, embrionaria, o arquetípica...; a partir de ahí, son vistas como [simplemente] ‘tomadas’...[y] ‘traducidas’ en acción...”

Los mayores sucesos y transformaciones “globales” proveyeron al discurso israelí sobre el CdC de calidad seductora. Uno de los mayores resultados de esta transformación es un cambio en la posición oficial europea en relación al tema de Palestina/Israel en los últimos años. La posición actual “gravita más cerca del marco EE UU-Israel de una guerra contra el terror, un ‘choque de civilizaciones’, con una preocupación entre líneas por el auge del Islam.” La verdad es que es difícil identificar hoy sustanciales diferencias entre la posición estadounidense-israelí y la de los europeos en todo lo que concierne a la cuestión palestina. Los gobiernos europeos, por ejemplo, apoyaron (y apoyan) el terrible asedio a Gaza, justificaron, aunque sólo fuera indirectamente, la última guerra israelí contra Gaza, aceptaron la conceptualización estadounidense-israelí de que el problema fundamental en Gaza no es el encarcelamiento masivo de un pueblo, sino el “contrabando de armas.”

La ocupación colonial

Cualquier examen serio de la realidad contemporánea en Palestina/Israel en general y de la más reciente guerra israelí contra Gaza en particular, es meramente imposible sin situarlo en su apropiado contexto: el colonialismo. Haciéndolo, podemos recordar esa “geografía política de encarcelamiento masivo” israelí, vivamente ilustrada en el terrible asedio a Gaza.

El colonialismo, visto desde la perspectiva de aquellos que son forzados a vivir bajo su yugo, no es, por lo tanto, insignificante ni tampoco una excepción. Es más bien una exhaustiva y sistemática destrucción de cualquier sensación de llevar una vida normal. Dando un paso más, uno puede argumentar que las ocupaciones coloniales se ponen en movimiento a través de “la racionalización epistémica y la administración política de la muerte.” En otras palabras, siguiendo la línea de Michel Foucault, podríamos decir que si el principal objeto del (bio)poder es la vida, entonces el colonialismo puede ser conceptualizado de la mejor manera como (thanato)poder, o poder cuyo mayor objeto es la muerte.

Para ponerlo de otro modo, las colonias fueron y son aún, como el caso de Gaza dolorosamente atestigua, los “laboratorios” donde se despliega una violencia prácticamente ilimitada y desenfrenada, donde la excepción es la norma, la jerarquía entre las “razas superiores”, y la “gente inferior” (léase nativa) es presupuesta y profundamente “naturalizada”. “Como tales, las colonias,” escribe Achile Mbembe, “son la zona donde la violencia del estado de excepción se considera que opera al servicio de la civilización”.

Siguiendo de cerca las reacciones israelíes a la guerra contra Gaza, como se puso de manifiesto principalmente en los medios de comunicación masivos, es inevitable la impresión de que para la mayoría de generales, comentaristas y políticos, reformulando lo dicho por Mbembe, los salvajes palestinos son, por así decirlo, seres humanos “naturales” que carecen del carácter humano específico, de la realidad específicamente humana, “de forma que cuando los oficiales y soldados israelíes los masacraron de alguna forma no eran conscientes de que habían asesinado.” Si regresamos a Benny Morris y a sus colegas europeos y estadounidenses de mentalidad similar, probablemente nos aconsejarán ver estas atrocidades como necesarias, aunque lamentables, daños colaterales y un precio razonable para humanizar a los bárbaros y defender la civilización occidental en la era de las guerras culturales globales.

Issam Aburaiya es profesor asistente de Estudios Religiosos en Seton Hall University (EE UU). Este artículo ha sido publicado en el nº 38 de la edición impresa de Pueblos, julio de 2009, especial Oriente Próximo. Versión original en inglés. Traducido para Pueblos por Marcel Masferrer

Notas

[1] Ésta es una versión recortada del artículo original, editada para adaptarse a los criterios de la revista Pueblos. Para leer el artículo original en inglés, se puede visitar: www.alternativenews.org



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El corredor de riñones y los rabinos lavadores de dinero



09-08-2009
Saul Landau
CounterPunch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Pensé en el primo Harry cuando leí sobre la detención el 21 de julio de cinco rabinos ortodoxos de Nueva York y Nueva Jersey junto con numerosos funcionarios de Nueva Jersey. Como el bien afeitado, muy aseado y secular Harry, esos líderes religiosos de largas barbas y vestimentas negras y una red de políticos, se habían convertido en tramposos profesionales.

Se dedicaban a masivos lavados de dinero y operaciones de comercio ilegal de órganos, aparte de vender carteras Gucci y Prada falsificadas y cualquier otra cosa. La red al estilo Soprano operaba con rabinos de Brooklyn y Nueva Jersey que lavaban decenas de millones de dólares a través de obras benéficas que controlaban.
Los arrestados incluyeron a alcaldes de Hoboken, Secaucus y Ridgefield, dos legisladores estatales, el presidente del Concejo de la Ciudad de Jersey y su alcalde subrogante. Los rabinos enviaban parte de sus beneficios ilegales a yeshivas [centros de estudio ortodoxos judíos, N. del T.] israelíes ligados al ultra-súper ortodoxo Partido Shas y a su ‘über’ rabino Ovadia Yosef.
Los funcionarios federales también descubrieron que parte del dinero lavado por esos supuestos pilares de la ley y la ética judía provenía de la venta de riñones humanos por un judío ortodoxo de Brooklyn llamado Levi Izhak Rosenbaum.
Los sobornos a políticos, los negocios ilegales de venta de órganos y el lavado ilícito de dinero por los rabinos – supuestamente para apoyar a sus congéneres ultraortodoxos en Israel – representaron nuevos giros en la lógica talmúdica. En esta enrevesada narrativa el principal sospechoso de lavado de dinero, el buen compinche del rabino Eliyahu Ben-Haim en Israel, rabino David Yosef, es también hijo del jefe de Shas, Ovadia Yosef. Ben-Haim logró que judíos ricos en Nueva York financiaran el instituto. Debido al escándalo, concluye el reportero de Haaretz, Zvi Zrahiya, “se espera que esas donaciones cesen.” También informa que bancos no identificados también estuvieron aparentemente involucrados en el escándalo. (Haaretz, 26/07/2009) ¡Chocante!
Cuando era niño, acompañaba a mi abuelo a interminables servicios sabatinos en la sinagoga ortodoxa de East Bronx. Después de horas farfullando en hebreo, los hombres con taled y solideos se retiraban a una mesa llena de bizcochos y pasteles de miel junto con vasitos de whiskey. Mientras participaban, uno de los colegas en las plegarias de mi abuelo inevitablemente me ofrecía un vasito y contemplaba, con los otros, mientras un niño de siete años imitaba a sus piadosos mayores. Me quedaba mareado durante horas mientras los mayores reían diciendo: “el pequeño ‘pisher’ está borracho”.
El abuelo también me presentó a algunos rabinos de barbas largas, de apariencia extremadamente piadosa, vestidos del negro tradicional, con solideos o sombreros negros. Sólo unos pocos años después, a inicios de los años cincuenta, algunas de esas autoridades en la ley y la ética judías vieron sus nombres en los periódicos de Nueva York como dueños de tugurios de Harlem acusados por negarse a suministrar calor en el invierno, a hacer reparaciones básicas o llamar al exterminador en las propiedades repletas de ratas y cucarachas que poseían.
Por cierto, semejantes escándalos estallaban a menudo alrededor de la hipocresía de los predicadores fundamentalistas de la fe hebrea, como los llamaba mi abuela metodista de Texas. Pero la familia expresó su frustración y sorpresa cuando el Primo Harry fue atrapado en un sucio fraude de dinero en Florida y fue a la cárcel. “¿Cómo podía un buen muchacho judío hacer algo tan terrible?”
Después que murió mi abuelo y que reconocí a uno de los dueños de los tugurios como rabino amigo de mi abuelo, pregunté a mi abuela cómo era posible que un hombre religioso podía haberse negado a suministrar calor a familias negras pobres y no haber llamado a los exterminadores para que echaran a las ratas y las cucarachas. Se encogió de hombros.
“No son gente nuestra,” dijo mi abuela en yiddish.
En octubre de 1964, volvió a estallar una historia. Manifestantes judíos hicieron piquetes ante las oficinas en Manhattan del Consejo de Rabinos de Nueva York para protestar contra los dueños judíos de casas en mal estado. Los manifestantes – en su mayoría jóvenes – adolescentes y de unos veinte años – afirmaron que una lista publicada de dueños de tugurios contenía una gran proporción de nombres judíos y pedían que “los rabinos de Nueva York encontraran a los dueños de tugurios en sus congregaciones y los amenazaran con ser denunciados desde el púlpito e incluso con que serían excomulgados si no reparaban y mantenían sus propiedades.” Más de 250 propietarios judíos poseían más de 500 casas en mal estado sólo en Manhattan.
Los manifestantes trataron de ver al Rabino Principal Harold Gordon, pero se negó. Los piqueteros distribuyeron panfletos que acusaban que “la mayoría de los 600 edificios cuyos ocupantes se quejaron a ‘clínicas’ de la vivienda y a consejos de ‘inquilinos’ en Lower East Side tienen dueños judíos” y que “74 de los 80 edificios en Lower East Side afectados por las huelgas de arriendos tienen dueños judíos.”
Un rabino conservador declaró al periodista de Village Voice – negándose a dar su nombre o revelar su congregación – que la línea de piquete era “más exótica que efectiva.” Al preguntarle lo que habían hecho los rabinos,” dijo: “Hicieron lo que podían.” Al insistir en qué habían hecho específicamente los rabinos, respondió: “Específicamente, no lo sé.” (Stephanie Gervis Harrington, Village Voice, 7 de mayo de1964)
Cuarenta y cinco años después, otro escándalo que involucró a rabinos y prácticas de negocios cuestionables produjo el siguiente comentario de uno de mis primos: “Por lo menos no hacen pruebas de hemorroides y hernias a los niños pequeños como los curas católicos.”
Durante siglos, rabinos, como numerosos curas y ministros protestantes, se han involucrado en juegos sexuales así como en robos convencionales. A menudo, tratan de cubrir sus fechorías con pretensiones de celo religioso – como que se mantengan abiertos esos yeshivas necesitados de dinero en Jerusalén o que se financien otras obras benéficas. Pero el escudo invisible de la ética no impidió que esos supuestos hombres santos participaran en crímenes flagrantes.
Un fiscal de Nueva Jersey dijo: “parecía que todos querían participar. La corrupción era generalizada y omnipresente.” Los políticos vendían sus servicios a los rabinos, quienes “ocultaban su amplia actividad criminal tras una fachada de rectitud.”
El dinero lavado provenía de Israel, a través de bancos suizos y luego iba a Nueva Jersey. Malhechores israelíes compraban riñones a “gente vulnerable” en Israel por 10.000 dólares, y luego los enviaban a sus asociados rabínicos que los vendían en EE.UU. por 160.000 dólares, dijo. (AP, 25 de julio de 2009)
Como el Primo Harry, Levy Izhak Rosenbaum de Brooklyn se veía como “casamentero.” En una conversación grabada en secreto, Rosenbaum alardeó de juntar a los donantes de riñones con los receptores. “Lleva a un tipo lo que creo que sirve para su tío.” Rosenbaum, de 58 años, judío ortodoxo de Brooklyn, se parece a Tony Soprano quien trabajaba en “administración de desechos.” Rosenbaum afirmaba que tenía que ver con “construcción.” ¡Criminales que tienen vidas convencionales!
A diferencia del shotchen (yiddish para casamentero) tradicional, Rosenbaum promovía trasplantes ilegales de riñones, no matrimonios, como explicó a un informante del gobierno y a un agente del FBI que se presentó como secretario del informante. El agente afirmó que tenía un tío que estaba en diálisis, en una lista a la espera de trasplantes en un hospital en Filadelfia. Pero la escasez de riñones podría costarle la vida. 4.540 personas murieron en EE.UU. el año pasado mientras esperaban un riñón, según la Red Unida para la Compartición de órganos. ¡De ahí, el mercado negro de riñones!
En 2002, Nancy Sheper-Hughes de la Universidad de California Berkeley, advirtió al FBI que Rosenbaum era un intermediario para una banda internacional de tráfico de riñones. Utilizaba a aldeanos de Moldavia como donantes. Les prometía puestos de trabajo en EE.UU., luego los presionaba para que “donaran” sus riñones a receptores que se presentaban como parientes y los amenazaba con un arma si se resistían. Rosenbaum mostraba su verdadera pistola y luego simulaba una pistola con sus dedos y apuntaba a la cabeza del donante poco dispuesto. (Somatosphere: Science, Medicine and Anthropology. 27 de julio de 2009,
Algunos trasplantes de hígado utilizando a donantes de Rosenbaum fueron realizados en el Hospital Mount Sinai en Nueva York. Grabaciones secretas de Rosenbaum realizadas por el FBI mostraron que decía que tenía que distribuir generosamente dinero a doctores israelíes, preparadores de visas y a los que cuidaban a los donantes de órganos en EE.UU. Se informa que uno de sus dichos era: “Uno de los motivos para que sea tan caro es que hay que shmear (pagar a otros) todo el tiempo.” (AP, 25 de julio de 2009)
Como el Primo Harry, Rosenbaum alardeaba: “Hasta ahora, nunca he fracasado.”
Harry iba a la sinagoga en los principales días festivos y oraba. Rosenbaum iba más seguido. Los rabinos oraban a diario. En ninguno de los textos sagrados alguno de ellos encontró la cita: “La religión tiene que ver con enriquecerse, no importa cómo, y puedes usar a Dios para cubrir tu camino.” O: “Está bien cometer crímenes para ayudar a los yeshivas israelíes,” porque sionistas estadounidenses verdaderamente entusiastas – incluso criminales curtidos – tienen una relación emocional con Israel.
………….
Saul Landau es vicepresidente del consejo de fideicomisarios del Instituto de Estudios Políticos. Su libro más reciente es “A BUSH AND BOTOX WORLD” (CounterPunch / AK Press).

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Japón: Hiroshima conmemora el 64º aniversario de la bomba atómica


Mientras Taro Aso y las víctimas de las bombas atómicas firman un problemático acuerdo de ayuda.

6 de agosto de 2009
La ciudad japonesa de Hiroshima recordó el jueves el 64º aniversario del lanzamiento de la bomba atómica en esa ciudad por parte del ejército estadounidense a finales de la Segunda Guerra Mundial.

El alcalde de la ciudad, Tadatoshi Akiba, emitió una declaración por la paz, instando a la abolición de las armas nucleares en 2020.

"Las hibakushas (o víctimas de la bomba atómica) todavía sufren un infierno que aún continúa" dijo el alcalde.

"El gobierno nipón debe apoyar a los hibakushas, incluidas las víctimas de la lluvia negra y las que viven en el exterior", señaló Akiba.

"El gobierno japonés debería apoyar a los 'hibakusha', incluyendo a aquéllos que fueron víctimas de la lluvia negra y a los que viven en el extranjero".

Akiba también dijo que "el año 2020 es importante porque deseamos entrar en un mundo sin armas nucleares".

"Instamos al mundo a unir fuerzas con nosotros para eliminar todas las armas nucleares en 2020", manifestó.

El referencia a movimientos como los ecologistas, Akiba dijo que "la democracia global que respeta la voluntad del mundo y respeta el poder del pueblo ha empezado a crecer".

"Tenemos el poder. Tenemos la responsabilidad. Somos la 'obamajority'. Y podemos abolir las armas nucleares. Sí, podemos", dijo el alcalde.

Japón: Taro Aso y víctimas de las bombas atómicas firman un acuerdo de ayuda


El primer ministro japonés Taro Aso y las víctimas de enfermedades ligadas a radiación causadas por las bombas atómicas lanzadas en 1945 en Hiroshima y Nagasaki, firmaron este jueves una acuerdo de ayuda ofreciendo una resolución general a 306 querellantes.

El acuerdo se produjo después de seis años de batallas legales que involucran a 306 querellantes, de los cuales 109 aún debe ganar reconocimiento, incluyendo a 63 que no lograron obtener una certificación en la corte o quienes esperan por la decisión judicial.

Las nuevas medidas de ayuda estatales garantizan una certificación a los querellantes después de su victoria oficial a nivel de cortes distritales, aún cuando altos tribunales aún deben entregar su decisión sobre los casos.

La certificación oficial brinda a las víctimas tratamiento médico con recursos públicos, al igual que una pensión médica mensual.

Bajo el acuerdo, el gobierno compensará a los querellantes que fallaron en sus intentos por ganar un reconocimiento legal en sus primeros juicios, estableciendo un fondo que será realizado a través de una nueva legislación.

Sin embargo, la incertidumbre permanece sobre si el acuerdo realizado bajo la administración de Aso será mantenido más allá de las elecciones de la cámara bajo programadas para el 30 de agosto, según observaron analistas.


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Abjasia no confía en Estados Unidos


6 de agosto de 2009
RIA NOVOSTI

En ocasión del primer aniversario de la agresión lanzada por Georgia contra Osetia del Sur, un acontecimiento que marcó de forma definitiva el destino de los pueblos del Cáucaso, el ministro de Asuntos Exteriores de la república de Abjasia, Serguei Shamba, en entrevista a RIA Novosti comparte sus opiniones sobre el papel desempeñado por Estados Unidos en la guerra contra Osetia del Sur, la eficacia de la misión de paz de la Unión Europea en Georgia y sobre las leyes deben observar los ciudadanos de Bielorrusia.

- La semana pasada aparecieron informaciones de que observadores de Estados Unidos pueden integrar la Misión de Observadores de la Unión Europea (UE) en Georgia. Posteriormente, el representante especial de la UE para el Cáucaso del Sur, Peter Semnebi, declaró que este asunto se puede discutir el próximo otoño boreal. ¿Cuál es la postura de Abjasia con respecto a esa propuesta?

- Nosotros estamos categóricamente en contra. En primer lugar, porque esa propuesta no está prevista en el mandato de la misión de la UE establecida en los acuerdos firmados por los presidentes de Rusia y Francia. Según esos acuerdos, la misión de la UE no prevé la participación de observadores estadounidenses.

En segundo lugar, este asunto se podría estudiar en el caso de que exista el interés de las partes, pero en este caso, nosotros no lo consideramos adecuado porque no vemos que la presencia estadounidense sea un factor adicional de estabilidad. Por el contrario, nosotros siempre hemos subrayado que EEUU tiene mucha responsabilidad de lo que ocurrió en agosto 2008 en Osetia del Sur.

Por esta razón, no confiamos en los estadounidenses. Durante todos estos años, el gobierno de EEUU armó, equipó e instruyó a los militares georgianos y actualmente continúa haciendo lo mismo para restablecer la infraestructura bélica georgiana y entrena al ejército de ese país para que emprenda nuevas agresiones y esto es más que evidente.

El objetivo de los instructores estadounidenses cuando entrenaron a militares georgianos en el desfiladero del Kodori (territorio de Abjasia) fue adiestrar al ejército georgiano para un ataque contra Abjasia.

Nosotros entendemos perfectamente que los intentos de infundir en el ejército georgiano el revanchismo bélico suponen una amenaza para la región y no vemos cómo la parte estadounidense pueda contribuir a la estabilización en la región.

Por esa razón, nosotros estamos categóricamente en contra de la presencia de observadores estadounidenses y no vamos a permitir que entren en nuestro territorio.

Es más, de forma anticipada declaramos que los intentos de incorporar a los estadounidenses en la misión de la UE pueden cuestionar nuestra participación en los encuentros a cinco bandas para la prevención e investigación de incidentes en los que participan Abjasia, Rusia, Georgia, la UE y la ONU.

La propuesta de incluir observadores estadounidenses también cuestionará nuestra participación en las negociaciones de Ginebra sobre el Cáucaso Sur.

Es muy valioso recordar que recientemente se adoptó la decisión de prolongar por un año la misión de la UE en Georgia en el formato anterior que tampoco establece la presencia de observadores estadounidenses.

A su juicio, ¿en qué radica la eficacia de la misión del UE en la región?

- Actualmente, no vemos ninguna eficacia en las acciones de la UE en el territorio de Georgia. En varias ocasiones hemos declarado que la UE no reacciona de ninguna forma al reforzamiento militar de Georgia en las zonas fronterizas con Abjasia y Osetia del Sur y esto supone la creación de nuevos focos de tensión y amenazas.

Por esa razón consideramos que la misión de la UE es ineficaz. No obstante, las acciones conjuntas y reclamos que se pueden plantear en el marco de los encuentros a cinco bandas pueden ser eficaces, con el tiempo se verá.

¿Cómo puede comentar las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bielorrusia a sus ciudadanos de respetar las leyes de Georgia en Abjasia y Osetia del Sur?

Desafortunadamente, el representante de la cancillería bielorrusa no se expresó de la forma correcta. Incluso Alemania y Polonia que también formularon recomendaciones en el mismo sentido, lo hicieron de una forma más cauta y moderada. Los diplomáticos alemanes no aconsejaron a sus ciudadanos visitar Georgia después de estar en Abjasia.

La declaración del diplomático bielorruso fue una respuesta a las circunstancias que impusieron las autoridades georgianas con respecto a ciudadanos bielorrusos que fueron objeto de detenciones y arrestos, porque habían viajado a Abjasia y desde allí habían entrado en el territorio de Georgia.

Los diplomáticos bielorrusos debieron advertir a sus ciudadanos de este riesgo y tuvieron que hacerlo con mucho tacto.

En cambio, ya existe una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bielorrusia en la que se afirma que el asunto sobre el reconocimiento de Abjasia no se ha descartado y que continúa en la agenda.

- Recientemente, el Comandante de las Tropas Aerotransportadas de Rusia, Vladimir Shamanov, declaró que Moscú ayudará a Abjasia y Osetia del Sur a crear una escuadrilla de aviones. ¿Cómo valora las amenazas de Georgia de denunciar ante tribunales internacionales los vuelos de aviones rusos en el espacio aéreo de Abjasia y Osetia del Sur?

No comentamos ese tipo de declaraciones, porque para nosotros no tienen ninguna importancia. Desarrollamos la interacción con Rusia y cooperamos en la esfera militar, económica y otros aspectos.

En lo que se refiere al desarrollo de nuestras relaciones estratégicas, haremos todo lo posible y lo que sea indispensable para garantizar la seguridad de nuestro país. Hemos firmado con Rusia un tratado de vigilancia conjunta de la frontera. La infraestructura de esa frontera contará con los últimos avances tecnológicos.

Próximamente, firmaremos un tratado sobre el emplazamiento de una base militar y muchos otros acuerdos. En este sentido, la creación en Abjasia de una escuadrilla de aviones supone para nosotros mucho interés.

Lo más importante es que Abjasia no amenaza a nadie. Durante toda la historia de nuestras relaciones con Georgia, Abjasia nunca emprendió ningún acto de agresión contra Georgia. Al mismo tiempo, tras el desmoronamiento de la Unión Soviética (1991) Georgia ha perpetrado cuatro actos de agresión contra Abjasia.

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Canadá rechaza la petición de la OTAN para extender su misión en Afganistán


7 de agosto de 2009

Canadá rechazó el jueves la petición de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para extender su misión en Afganistán, estableciendo que retirará sus tropas en 2011, como está programado.

El nuevo secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, declaró a primeras horas del jueves que le gustaría que Canadá permaneciera después de la fecha programada para el retiro en 2011, de acuerdo a los reportes de la prensa canadiense.

"Por supuesto que no voy a interferir con las políticas domésticas de las naciones aliadas individuales, pero desde un punto de vista de la alianza, lamentaría fuertemente si ese fuera el resultado final de las consideraciones canadienses", indicó la fuente citando las declaraciones de Rasmussen en Afganistán.

"Al final del día, es una cuestión de nuestra propia seguridad (...), no podemos permitir que Afganistán se convierta de nuevo en un refugio seguro para los terroristas (...), y también considero que es en el interés de Canadá el asegurar que Afganistán sea pacífico y estable", reportó la Televisión Canadiense (CTV, siglas en inglés) y la Corporación de difusión canadiense (CBC), citando al funcionario.

El Ministerio canadiense de Asuntos Exteriores, Lawrenece Cannon, respondió rápidamente estableciendo que Ottawa se apegará a su plan.

"Sin embargo, respecto a los otros comentarios, nuestro gobierno permanece con la moción aprobada en el Parlamento en 2008 (...), por lo que nuestras fuerzas de combate dejarán ese país en 2011. Permaneceremos durante el proceso", añadió el nuevo ministro.

Canadá se ha quejado por mucho tiempo de que sus tropas están llevando a cabo grandes sacrificios en Afganistán, puesto que han perdido 127 soldados desde 2002. El gobierno conservador ha prometido retirar las tropas a inicios de 2011.

Los oficiales del Ejército han dicho que la Armada no puede seguir manteniendo el despliegue, y que necesitará de al menos de dieciocho meses para recuperarse una vez que la misión llegue a su fin.

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Informe global 2008 sobre la corrupción en el estado español (extractos)


TRANSPARENCY INTERNATIONAL ESPAÑA
Transparency International (TI)- según su propia definición -es una organización internacional, no gubernamental, no partidista, y sin fines de lucro, dedicada a combatir la corrupción a nivel nacional e internacional. Desde su fundación en 1993, TI ha sido reconocida ampliamente por colocar la lucha anticorrupción en la agenda global. El desafío de mantener el tema de la corrupción como un tema prioritario en la conciencia global es uno de los elementos principales de la misión continua de TI. Se recogen aquí extractos de su informe del año 2008 para el estado español.

INFORME GLOBAL 2008 SOBRE LA CORRUPCIÓN EN ESPAÑA

(...) La corrupción urbanística produce muy diversos efectos en tres niveles, en el nivel social, en el económico y en el político y todos ellos afectan a la calidad de la democracia. Veamos cómo operan estos efectos.

3.1. En el nivel social.

A) La ruptura del pacto intergeneracional.

Una de las consecuencias que la corrupción urbanística está generando es el deterioro de medioambiente. Otra consecuencia es el sobreprecio de la vivienda. Ambos efectos expresan un ruptura del pacto intergeneracional. En España se ha generado una ideología en la que parece aceptarse la idea de fondo de que cuanto más se construya, cuanto más se urbanice mejor. ¿Pero mejor para quién? Obviamente no para las generaciones futuras que se encontrarán una pérdida de bienestar y calidad de vida con respecto a la generación presente moralmente inaceptable.

B) Nuevos modelos de ciudad, dinero fácil, anomia social.

El Informe sobre corrupción urbanística de la Fundación Alternativas de 2007 nos muestra la relación existente entre la corrupción urbanística y la apuesta por un urbanismo desarrollista, altamente especulativo, insuficientemente planificado y escasamente participativo, orientado a la creación de ciudades difusas. Esta opción supone un claro atentado al modelo de sostenibilidad urbana, el modelo de ciudad compacta, proclamado en la Estrategia Temática para el Medio Ambiente Urbano de la UE en el borrador de la estrategia española en este ámbito. Actualmente en España existe una vivienda por cada dos habitantes (sólo en 2005 se construyeron 800.000 nuevas viviendas en nuestro país -tanta como en Reino Unido, Alemania y Francia en su conjunto-). Este aumento y exceso del producto no ha abaratado su precio, sino todo lo contrario, los precios de los pisos han subido un 150% en siete años aunque ahora parece que está finalizando tal incremento. Se ha conseguido así, una menor accesibilidad a la vivienda, con unos sobreprecios inflados por un boom inmobiliario y por una demanda mayoritaria de viviendas como activos financieros y no como valores de uso, a lo que se acompañan situaciones de menor calidad y, en muchos casos, peores condiciones de comunicación y servicios públicos.

Las decisiones tomadas supuestamente para el beneficio publico están en realidad motivadas por un deseo de obtener ingresos privados y resultan en políticas y proyectos que empobrecen antes que enriquecen al país, que se toman en una posición de monopolio y sin mecanismos que permitan exigir responsabilidad por lo realizado. De esta manera, la anomia se instala en nuestra sociedad.

Las normas y principios que rigen las relaciones interpersonales e institucionales de los miembros de una sociedad no son aplicados en los procesos de interacción, por una idea de que ‘si nadie los cumple, por qué yo los voy a cumplir’.

El panorama no puede presentarse como más desalentador: la corrupción incrementa la desconfianza y destruye el capital social. La desconfianza generalizada hacia los demás es en España de más del 60% y solo un 30% de los españoles confía en los demás. Por ello, entre otras razones, España es de entre los países desarrollados es el que tiene un menor nivel de participación política convencional y uno de los que tienen un menor nivel de participación política no convencional. Datos que aparecen refrendados por el Barómetro CIS 2672 (Enero 2007): el 65% de los encuestado afirmaron que, normalmente o casi siempre, todas las precauciones son pocas a la hora de tratar con gente, la política aparece como nada o poco importante para el 77% de los encuestados, el 70% esta d acuerdo con la afirmación de que ‘los políticos no se preocupan mucho de lo que piensa la gente com yo’, y más del 75% nunca ha pertenecido a ningún grupo o asociaciones voluntaria.

3.2. Económicos

Crecimiento sin desarrollo

La construcción aparejada al modelo urbanístico actual se ha erigido en los últimos años como uno de los principales motores de la economía española y, aunque las cifras sobre el peso de este sector en el conjunto de las actividades económicas de nuestro país son espectaculares, tanto desde e punto de vista del crecimiento como de generación de empleo (en la última década la construcción ha sido la causante del 24,4% del crecimiento económico y del 40,9% del incremento del empleo), claramente no ha dado lugar a desarrollo en sentido estricto y, además, ha generado efectos negativos sobre el medio ambiente, el respeto a la ley y la igualdad como ya hemos apuntado anteriormente. S considera que la preponderancia de la construcción en la economía española ha dado lugar a un patró de crecimiento muy particular, que detrae muchos recursos de otros sectores productivos a uno que no es productivo.

La corrupción genera, además, una distorsión en la asignación y composición del gasto público, pues aleja el gasto público de los necesarios gastos de operación y mantenimiento de equipo, dirigiéndolo hacia gasto en nuevo equipo. Nuestros ayuntamientos han encontrado en el suelo su principal fuente de financiación extra, pero en numerosos casos el suelo se ‘malvende’ o el dinero que obtienen con la recalificación tienen que emplearlo luego en dar servicios a los nuevos habitantes, con lo que acaban aumentado sus gastos, por lo que necesitan sacar mas suelo o a la venta o a recalificación, en un imparable circulo vicioso. De acuerdo al BBVA, “enfrentando ingresos y gastos municipales ligados al sector inmobiliario, resulta que este sector está aportando un 32% de los ingresos municipales, mientras que genera un gasto equivalente al 36% del total de gastos municipales”

3.3. Políticos

Déficit de institucionalidad.


La deslegitimación de las instituciones se presenta como uno de los efectos políticos mas graves de la corrupción. La corrupción socava las bases institucionales. Al dejar de garantizar la reglas del juego, las instituciones pierden su credibilidad y se deslegitiman.(...)

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El capitalismo al estilo de Sarah Palin


Naomi Klein en The Guardian (06/08/09)

Estamos viviendo un momento progresista, un momento en que el suelo se está moviendo bajo nuestros pies, cuando todo es posible. Lo que considerábamos inimaginable sobre lo que se podría decir y esperar hasta hace un año, ahora es posible. En una época como esta, es absolutamente crucial que seamos tan claros como sea posible sobre lo que queremos, pues puede que lo logremos.

Por lo tanto, las apuestas son altas.

Últimamente hablo sobre los paquetes financiero. Todos debemos entender eso, pues es un robo en marcha, el asalto más grande de la historia monetaria. Pero hoy quiero usar un abordaje diferente: ¿Y si realmente funciona el paquete, si se salva el sector financiero y si vuelve la economía al curso en que estaba antes de la crisis? ¿Es eso lo que queremos? ¿Y cómo sería este mundo?

La respuesta es que se parecería a Sarah Palin. Presten atención, esto no es un chiste. Creo que no consideramos suficientemente el significado del momento Palin. Piensen sobre esto: Sarah Palin entró en el escenario mundial como candidata a vicepresidente el 29 de agosto, en los comicios de la campaña de McCain, con mucho alarde. Exactamente dos semanas después, el 14 de septiembre, Lehman Brothers entró en colapso, determinando el inicio de la caída financiera global.

Así, de cierta forma, Palin fue la última expresión clara del capitalismo tradicional, antes que todo saliera mal. Eso es muy útil porque ella nos mostró -con su manera simple y sencilla- cuál era la trayectoria de la economía de los EE.UU. antes de su actual crisis.

Al ofrecernos esta vislumbre del futuro, casi evitado, Palin nos ofreció una oportunidad de hacer una pregunta esencial: ¿Queremos llegar allá? ¿Queremos salvar este sistema precrisis, volver a donde estábamos en septiembre de 2008? ¿O queremos usar esta crisis, y el mandato electoral para un cambio serio después de la última elección, para transformar radicalmente este sistema? Debemos estar seguros sobre nuestra respuesta ahora, pues desde 1930 no tuvimos la combinación potente de una grave crisis y un mandato claramente demócrata progresista para realizar cambios. Debemos usar esta oportunidad o la perderemos.

De esa forma, ¿Qué nos decía Sarah Palin sobre el capitalismo tradicional antes de ser groseramente interrumpida por el colapso?

En primer lugar, vamos a recordar que, antes que llegara, el público de los EE.UU., finalmente, estaba empezando a considerar la urgencia de la crisis climática, con el hecho de que nuestra actividad económica está en guerra con el planeta y que debemos hacer cambios radicales inmediatamente. Estábamos hablando en serio: los osos polares salieron en la portada de la revista Newsweek.

Y entonces llegó Sarah Palin. La parte esencial de su menaje era esta: Los ambientalistas, esos liberales, aquellos buenos samaritanos están todos equivocados. No necesitamos cambiar nada. No necesitamos repensar nada. Sigan manejando sus automóviles que consumen litros y litros de gasolina, sigan yendo al Wal-Mart para comprar todo lo que quieran. La razón de eso es un lugar mágico llamado Alaska. Venga y cometa todos los pecados que quiera.

"Americanos", dijo ella en la Convención Nacional Republicana, "debemos producir más petróleo y gasolina propios. Escuchen eso de una joven que conoce la Costa Norte de Alaska, tenemos mucho de los dos."

Y la multitud en la convención reaccionó cantando: Perfore, baby, perfore.

Al ver esta escena por la televisión, con aquella rara y repugnante mezcla de sexo, petróleo y patriotismo fanático, recuerdo que pensé: "Por Dios, la Convención Nacional Republicana se transformó en comicios a favor de destruir el planeta Tierra". Literalmente.

Pero lo que Palin estaba diciendo es lo que está empotrado en el propio ADN del capitalismo: la idea de que el mundo no tiene límites. Ella decía que no existen consecuencias o deficiencias del mundo real, pues siempre habrá otra frontera, otro Alaska, otra burbuja. Basta seguir adelante y descubrirla. El futuro nunca vendrá.

Esta es la mentira más confortante y peligrosa que existe: la mentira de que el crecimiento perpetuo, sin fin, es posible en nuestro planeta finito. Y debemos recordar que este mensaje fue increíblemente popular en aquellas primeras semanas, antes del colapso del Lehman. A pesar del histórial de Bush, Palin y McCain estaban en ventaja. Y, si no fuera por la crisis financiera y por el hecho de que Obama empezó a entrar en contacto con los electores de la clase trabajadora, al cuestionar la desregulación y la economía del suministro indirecto, ellos podrían haber ganado.

El presidente nos dice que quiere mirar hacia adelante, no hacia atrás. Pero para confrontar la mentira del crecimiento perpetuo y de la abundancia sin límites, que está en el centro de las crisis ecológica y financiera, debemos mirar hacia atrás. Y debemos mirar bien atrás, no sólo los últimos ocho años de Bush y Cheney, sino la propia fundación del país, la propia idea de un estado colonizador.

El capitalismo moderno nació con el llamado descubrimiento de las Américas. Fue el pillaje de los increíbles recursos naturales de las Américas que generó el capital en exceso que permitió la Revolución Industrial. Los primeros explotadores se referían a esta tierra como la Nueva Jerusalén, una tierra con una abundancia sin fin, allá, disponible, tan vasta, que el pillaje nunca tendría fin. Esta mitología está en nuestras parábolas bíblicas -de las inundaciones y de los nuevos comienzos, de los arrebatamientos y de las salvaciones- y está en el centro del Sueño Americano de la reinvención constante. Lo que este mito nos dice es que no debemos convivir con nuestros pasados, con las consecuencias de nuestras acciones. Siempre podemos escapar, empezar de nuevo.

Esas parábolas siempre fueron peligrosas, lógico, para las personas que ya estaban viviendo en las tierras "encontradas", para las personas que cultivaban esas tierras a través del trabajo forzado. Pero ahora el propio planeta nos dice que ya no podemos creer más en esas parábolas de eternos reinicios.

Es por eso que es tan significativo que, justo en el momento en que algún tipo de instinto humano de supervivencia surgió, en el momento en que finalmente parecíamos entender los límites naturales de la Tierra, Palin haya aparecido, la nueva encarnación del desbravador colonial, diciendo: Vengan a Alaska. Siempre hay más. No piensen, sólo tomen.

Eso no tiene nada que ver con Sarah Palin. Eso tiene que ver con el significado de aquel mito del constante "encuentro", y sobre lo que él nos dice del sistema económico con el que están gastando billones de dólares para salvarlo. Lo que él nos dice es que el capitalismo, dejado por su propia cuenta, nos llevará más allá del punto en el que el clima puede ser recuperado. Y el capitalismo evitará una contabilidad seria -sea ella de las deudas financieras o de las deudas ecológicas- cueste lo que cueste. Eso porque siempre hay más. Un nuevo arreglo rápido. Una nueva frontera.

Las personas estaban comprando aquel mensaje, como siempre lo hacen. Solamente cuando el mercado de acciones fue arruinado las personas dijeron: "Tal vez Sarah Palin no sea una buena idea en este momento. Vamos a apostar en el tipo vivo para tratar esta crisis".

Casi sentí que hemos ganado una última posibilidad, un aplazamiento. Intento no ser apocalíptica, pero todas las investigaciones científicas que leo sobre el calentamiento global son alarmantes. Esta crisis económica, terrible como es, nos sacó de aquel precipicio ecológico en el que estábamos prestos a caer con Sarah Palin, y nos dio un poquito de tiempo y espacio para cambiar el curso. Y creo que es significativo el hecho de que, al alcanzarnos, la crisis trajo casi que una sensación de alivio, como si las personas supieran que estaban viviendo más allá de sus posibilidades y ella las detuvo. A lo mejor, pasamos a tener la oportunidad de hacer cosas juntos, en vez de comprar, y eso tuvo un efecto profundo.

Pero no estamos libres del mito. Esa ceguera intencional con relación a las consecuencias, tan bien representada por Sarah Palin, está empotrada en la forma como Washington está reaccionando a la crisis financiera. Hay un absoluto rechazo a notar cómo es de mala la situación. Washington prefiere tirar billones de dólares a la basura en vez de descubrir el motivo de este problema. Tal es la fuerza de las ganas de no saber.

Además de eso, vemos muchas señales más de la vieja lógica regresando. Los sueldos de Wall Street están casi en los mismos niveles de 2007. Hay un cierto tipo de electricidad en las declaraciones de los que alegan que el mercado de acciones está reaccionando.

"¿Ya podemos dejar de sentirnos culpables?", prácticamente se pueden escuchar los comentaristas de la TV por cable diciendo. "¿Volvió la burbuja?"

Y puede que estén correctos. Esta crisis no va a matar el capitalismo, tampoco lo cambiará sustantivamente. Sin la enorme presión popular por reformas estructurales, la crisis va a probar que no fue nada más que un duro ajuste. El resultado será una desigualdad más grande todavía que la que había antes de la crisis, pues no todos los millones de personas que perdieron sus empleos y sus casas van a retomarlos, seguro que no. Y es muy difícil reconstruir la capacidad de producción, una vez que muchos equipos se vendieron a precios bajos.

Es apropiado llamarle a eso "socorro financiero". Están socorriendo a los mercados financieros para evitar que el navío del capitalismo financiero se hunda, pero lo que se está retirando no es agua. Son personas. Están sacando personas del navío en nombre de la "estabilización". El resultado será una embarcación más leve y más tacaña. Mucho más tacaña. Eso porque una gran desigualdad -los súper ricos viviendo al lado de los económicamente desesperados- requiere el endurecimiento de los corazones. Debemos pensar que somos superiores a los que fueron excluidos, para enfrentar cada día. Así, este es el sistema que se está salvando: el mismo, pero más tacaño.

Y la cuestión que enfrentamos es: ¿Deberíamos socorrer este navío, el mayor navío pirata que ya existió, o hundirlo y sustituirlo por un navío más robusto, con espacio para todos? Un navío que no exija esos rituales de purga, durante los que sacamos a nuestros amigos y vecinos para salvar a las personas de la primera clase. Un navío que comprenda que la Tierra no tiene la capacidad suficiente para que cada uno de nosotros viva cada vez mejor.

Sino un navío que tenga la capacidad de permitir, como el Presidente boliviano, Evo Morales, dijo recientemente en las Naciones Unidas, "que todos vivamos bien".

No se equivoquen: el capitalismo volverá. Y el mismo mensaje regresará, tal vez promovido por alguien nuevo: No hace falta que ustedes cambien. Sigan consumiendo todo lo que quieran. Hay mucho más. Perfore, baby, perfore. Tal vez exista algún arreglo tecnológico que haga con que todos nuestros problemas desaparezcan.

Y es por eso que debemos ser absolutamente claros en este momento.

El capitalismo puede supervivir a la crisis. Pero el mundo no podrá supervivir a otro regreso del capitalismo.

Artículo orginal:

http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2009/jul/30/sarah-palin-capitalism-climate

Traducido en

http://www.ar.terra.com/terramagazine/interna/0,,OI3901150-EI13927,00-El+capitalismo+al+estilo+de+Sarah+Palin.html

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