viernes, 28 de agosto de 2009

La crisis financiera y económica y su impacto en los sistemas de proteccion social europeos


29-08-2009
Vicenç Navarro
Rebelión

PARTE I
¿QUÉ HA ESTADO OCURRIENDO EN LA EUROPA SOCIAL ANTES DE Y DURANTE LA CRISIS?

Introducción

Para responder a la pregunta de cómo está afectando la crisis a los sistemas de protección social en la Unión Europea, tenemos primero que analizar qué ha estado ocurriendo en estos sistemas antes de la crisis, es decir, en los años que antecedieron las crisis financieras y económicas. En realidad, tal como mostraré en el artículo, la crisis ha acentuado lo que ya estaba ocurriendo en los sistemas de protección social en los años anteriores que la precedieron. Nunca mejor dicho lo de que para entender el presente hay que conocer y entender el pasado.

Comencemos, pues, preguntando qué ha estado ocurriendo con los sistemas de protección social de la UE, que constituyen el eje de lo que se ha llamado, erróneamente, el Modelo Social Europeo. Y digo erróneamente porque, en realidad, tales sistemas de protección social no corresponden a un modelo europeo, cuya explicación varía según el país en el que nos encontremos. La protección social española, por ejemplo, no es la versión española del modelo europeo. En lugar de un modelo, hay veintisiete modelos, que son muy distintos entre ellos, y que de ninguna manera se pueden considerar como la aplicación local de un modelo general. Existen varios modelos que responden primordialmente a las sensibilidades políticas que los han establecido. Una breve tipología permite agruparlos en cuatro tipos de sistemas de protección social que aparecen en distintos grupos de países:


Los países escandinavos del norte de Europa, tienen los sistemas de protección social más desarrollados (como consecuencia de haber sido gobernados por gobiernos socialdemócratas por más tiempo desde la II Guerra Mundial) y se caracterizan por incluir los derechos sociales y laborales dentro del concepto de ciudadanía. De ahí que tales derechos sean universales, es decir, que cubren a toda la población en protección social. Su gasto social es elevado (del 28 al 32% del PIB). Están financiados, en su mayoría, por fondos generales del Estado (sea éste central, autonómico o municipal) con una carga impositiva elevada, lo cual quiere decir que los impuestos son elevados y, lo que es incluso más importante, que hay mucha gente que trabaja y paga impuestos (el 82% de la población adulta). Esto último se consigue a base de tener unas tasas de participación femenina en el mercado de trabajo muy elevadas (el 76%).


Los países del centro de Europa cuyos sistemas de protección social han sido financiados predominantemente a base de cotizaciones sociales basadas en el mercado de trabajo. Han sido gobernados por la democracia cristiana (o por partidos conservadores de raíces cristiano judaicas) durante la mayoría del tiempo desde la II Guerra Mundial. Estos países han enfatizado más las transferencias públicas que los servicios públicos. Y su gasto público social (del 26 al 29% del PIB) es menor que el de los países del norte de Europa. Históricamente han estructurado los beneficios sociales según las aportaciones de los empresarios y trabajadores a las arcas de las diferentes cajas de la seguridad social, gestionadas por los empresarios, por los sindicatos y por el Estado. En estos países los servicios de beneficencia cuidaban a los ciudadanos que tenían menos recursos y que estaban fuera del mercado de trabajo. Estos países han ido evolucionando hacia la universalidad de beneficios sociales aunque continúan dependiendo en gran manera de la Seguridad Social para financiar su modelo social.


Los países del Sur de Europa que se han caracterizado por su bajo gasto en sus sistemas de protección social, como consecuencia de haber sufrido dictaduras conservadoras con escasa conciencia social. Y aún cuando han visto reducido, durante su periodo democrático, su déficit de gasto público social con respecto a la media europea, tal gasto continúa siendo de los más bajos de la Unión Europea de los Quince (del 19 al 22% del PIB).


Gran Bretaña e Irlanda siguen un modelo liberal (excepto en sanidad) que desenfatiza la responsabilidad pública, complementando las transferencias públicas con transferencias privadas, dejando al sector privado la cobertura de gran número de servicios. Su gasto social es del 21% y 17% del PIB respectivamente.


Por último, los países del Este de Europa, salidos de dictaduras comunistas, tienen un amplio abanico de servicios públicos de carácter universal (poco financiados), con gasto público muy bajo (del 14 al 18% del PIB) y muchos de ellos están en un periodo de profunda transformación, moviéndose hacia el modelo liberal.


Ni que decir tiene que hay enormes diferencias dentro de cada grupo de países y dentro de cada tipo de estado de bienestar. Pero, a grandes rasgos, existen estos cuatro grupos de modelos sociales que se han ido configurando según las tradiciones políticas que han gobernado cada país por más tiempo.


Pero, ¿existen elementos comunes que nos permitan hablar de modelo social europeo?

El hecho de que no haya un Modelo Social Europeo no quiere decir, sin embargo, que no haya algunos elementos comunes que expliquen que, a pesar de lo dicho anteriormente, se continúe hablando de un Modelo Social Europeo. En la mayoría de países de la Unión Europea existe, por ejemplo, una aceptación generalizada de que el Estado debiera responsabilizarse de la protección social de sus ciudadanos, garantizando una cierta universalidad de derechos sociales (como la sanidad, las pensiones, la educación o los servicios sociales). Como promedio, el gasto público social de la UE (27% del PIB) es superior al existente en EEUU (19%) y en otros bloques de países continentales (en Latinoamérica es de un 12%, en Asia un 11% y en Africa un 8%). Ello no quiere decir que no haya excepciones a la regla y que en otros continentes algunos servicios públicos puedan estar más desarrollados que en los países de la Unión Europea. Así, el porcentaje de niños que van a las escuelas públicas en EEUU es más elevado (87%) que en el promedio de países de la Unión Europea (76%). Pero en general, los estados del bienestar y su protección social son más extensos en la Unión Europea que en otras partes del mundo. De ahí que, a pesar de lo que indiqué en los párrafos introductorios, se hable con cierta frecuencia del llamado Modelo Social Europeo. Desde este punto de vista (es decir, desde la visión compartida en varios sistemas de protección social), se acepta que en la mayoría de países de la UE, el Estado tiene responsabilidad sobre:


Las transferencias sociales, de las cuales las más importantes son las pensiones de jubilación. Sin ellas, la gran mayoría de ancianos (64%) en la UE serían pobres. Constituyen el programa anti pobreza más importante de cualquier país en la UE.
Los servicios públicos, como sanidad, educación, servicio de apoyo a las familias (como escuelas de infancia y servicios domiciliarios a las personas con dependencia), servicios sociales, vivienda, integración de la inmigración y prevención de la exclusión social.
El desarrollo de normativas y sanciones para proteger al ciudadano como ciudadano, ya sea como trabajador, como consumidor o como residente a través de sus responsabilidades en temas laborales, ambientales y en la defensa del consumidor.
El desarrollo de las condiciones necesarias para que el sector privado o público puedan crear buen empleo.
La reducción de las desigualdades sociales (por clase social, género, raza y región) a fin de optimizar la igualdad de oportunidades y permitir el desarrollo del potencial existente en cualquier ciudadano o residente.
Ni que decir tiene que el grado de desarrollo y aceptación de estos cinco tipos de intervenciones varía considerablemente dentro de la UE. Pero, en general, al menos a nivel teórico, se acepta tal responsabilidad pública. Habiendo dicho todo lo anterior, la gran paradoja es que las instituciones de la UE no tocan, en su mayoría, gran parte de las responsabilidades apuntadas en el llamado “Modelo Social Europeo”. Las instituciones de la UE han sido hasta ahora escasamente sociales, y ello a pesar de que existe la característica en la UE de que la mayoría de los estados que la componen tienen modelos sociales avanzados. En realidad, hay una percepción generalizada (que definiré más tarde) de que las políticas llevadas a cabo a nivel de la UE están debilitando, en lugar de reforzar, los modelos sociales nacionales. De ahí que no pueda hablarse del futuro del modelo social en Europa o de la Europa Social sin analizar cómo las políticas públicas realizadas a nivel de la UE están afectando a los 27 modelos de protección social.


¿Qué está pasando en la Europa Social?

Hablar de promedios en la UE es siempre difícil debido a la gran variabilidad existente dentro de ella. Ahora bien, parece ser que sí que podemos hablar de una cierta evolución de la situación social de la Unión Europea (y muy en particular de los países de la UE-15 y de la eurozona) que ha ido ocurriendo desde la década de los años ochenta, en el sentido señalado en este texto, que también resume otro texto (Navarro,V. “¿Cómo está evolucionando la situación social de la Unión Europea?” en Josep Borrell (coord.), Europa en la encrucijada. Ed. Cajamar. Diciembre 2007). Lo que sigue es un breve resumen de lo que ha estado ocurriendo antes y durante la crisis.


El crecimiento del desempleo ha ido aumentando en la UE desde los años ochenta. La Unión Europea de los Quince, que había tenido un desempleo menor que EEUU en la época 1960-1980, pasa a tener un desempleo mayor que EEUU en el periodo 1980-2007. Este desempleo se ha incrementado en los dos últimos años, años de la crisis financiera y económica.
Un crecimiento del porcentaje de la población trabajadora, en todos los países de la UE-15, que declaran estar trabajando en condiciones estresantes. En el promedio de la UE-15, este porcentaje pasó de ser un 32% en 1991 a un 45% en 2005. Este porcentaje ha aumentado todavía más en los dos últimos años, aun cuando no existe información homologable para toda la UE. En aquellos países que han utilizado la misma metodología de estudio (Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y Dinamarca), los porcentajes han aumentado considerablemente, pasando a ser más de la mitad de la población (54%)
La tasa de crecimiento del gasto público social para el promedio de la UE-15 ha ido descendiendo, pasando de ser un 6% en el año 1990 a un 3,8% en el 2007. Tal tasa continuó descendiendo durante los dos últimos años (excepto en el capítulo de ayudas al desempleado, que ha aumentado considerablemente como consecuencia del crecimiento del desempleo).
Los derechos sociales se han reducido en la gran mayoría de los países de la UE-15, disminuyendo la tasa de cobertura de los seguros públicos de enfermedad, accidente laboral y desempleo, así como la intensidad de los beneficios sociales (tasa de sustitución de los salarios en caso de enfermedad, accidente laboral y desempleo). Este debilitamiento de los beneficios sociales ha ido ocurriendo desde los años ochenta, adquiriendo su máxima expresión en los últimos diez años, incluyendo los dos años de crisis.
Un aumento de la dispersión salarial en el promedio de los países de la UE-15 durante el periodo 1980-2007, aumentando de una manera muy notable en los dos últimos años.
Una disminución de las rentas del trabajo como porcentaje de las rentas nacionales, pasando de representar el 68% de la renta total en 1978 al 58% en 2005 (en el promedio de los países de la UE-15). Este porcentaje ha continuado disminuyendo en los últimos dos años, aunque no existan todavía datos homologables para toda la UE después del 2005.
Un aumento de los beneficios empresariales: un 33,2% en la UE-15 y un 36,6% en la zona euro durante el periodo 1999-2006. Durante el mismo periodo los costes laborales crecieron sólo un 18,2%. No existen tampoco datos homologables desde el 2006.
Un crecimiento del nivel de desaprobación de la población hacia el aumento de las desigualdades en los países de la UE-15 (no se ha hecho tal encuesta en los países de la UE del este de Europa). Un 78% de la población en 2007 consideraba que las desigualdades eran “excesivas” en su país, Este porcentaje ha aumentado considerablemente (82%) en los últimos años, alcanzando el mayor porcentaje experimentado desde la II Guerra Mundial.
La distancia de las clases populares hacia las instituciones europeas (que las encuestas señalan) ha sido influenciada (además de por factores locales) por los ocho puntos enunciados en el párrafo anterior. La evidencia de ello es sólida y robusta. De ahí que se perciba el marco institucional de la UE como responsable, en parte, de esta situación. Existe una percepción generalizada de que la manera como se están construyendo las instituciones europeas está afectando negativamente al bienestar social de las poblaciones. Ni que decir tiene que estas percepciones varían enormemente. En los países del sur de España, que son los que se han beneficiado más de las ayudas europeas, tal percepción no está tan generalizada. Pero sí que lo está en la mayoría de países de la UE, y sobre todo entre la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares de los países nórdicos y de centro de Europa (y de Gran Bretaña). El rechazo hacia la Constitución Europea entre las clases trabajadoras de los países donde se hizo el referéndum (Francia, Holanda, Irlanda –donde el referéndum no fue aprobado- y en Luxemburgo –donde sí fue aprobado- así como en los países donde se le preguntó a la población qué hubieran votado en caso de referéndum) es un indicador de tal percepción. Es un gran error atribuir este rechazo a un “chauvinismo”, “nacionalismo”, “provincialismo”, “localismo” o “ignorancia” de las clases populares. Estos factores pueden haber contribuido al rechazo a las instituciones europeas, pero la mayor causa es el crecimiento de la inseguridad entre las clases populares, y la atribución de ello a las políticas públicas promovidas por la Comisión Europea y por el Banco Central Europeo, tema de los siguientes párrafos. La limitada respuesta de la mayoría de gobiernos de la UE a la Gran Recesión ha incrementado, todavía más, el desapego de las clases populares a las instituciones europeas.


¿Están las instituciones europeas facilitando u obstaculizando la Europa Social?

Durante estos últimos quince años ha habido un consenso en Bruselas sobre medidas macroeconómicas que se ha reflejado en las políticas de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (entre otros). Así, la reducción de impuestos se ha considerado por tales instituciones como la política más exitosa para estimular la economía, más que el aumento del gasto público. Otro elemento de este consenso ha sido considerar el control de la inflación como objetivo prioritario del Banco Central Europeo. Los intereses del Banco Central Europeo han sido históricamente más altos que los del Federal Reserve Board (el Banco Central Estadounidense). Tal consenso se ha promovido también a través del Pacto de Estabilidad, que fue pensado, sobre todo, para unas economías estables en momentos de expansión y que ha significado en este momento de profunda crisis un obstáculo para el crecimiento del gasto público, necesario como estimulante de la economía. La respuesta a la crisis actual refleja esta situación. El déficit público estatal, promedio de los países de la Unión Europea, es de un 4,2% del PIB. En EEUU es un 13%. Y el estímulo económico promedio de los países de la UE (mucho menor –un 3,2% del PIB- que en EEUU, con un 5,8%) también traduce este consenso de Bruselas. La mayoría del estímulo económico en la UE se ha basado en reducción de impuestos y transferencias personales, al revés que en el estímulo de la Administración Obama, que se ha basado, primordialmente, en gasto público en infraestructuras y en servicios públicos. En realidad, EEUU no hubiera sido aceptado en la UE. Su déficit (promedio desde 1980, y antes de la crisis) era de un 3,9% del PIB.


Estas políticas institucionales han afectado negativamente al desarrollo del Modelo Social Europeo. La percepción generalizada, pues, no está del todo equivocada. Y la gran abstención de las clases populares en las últimas elecciones se basa en ello. De ahí que la viabilidad del Modelo Social requiera cambios en el marco institucional como:


Permitir mayor flexibilidad del Pacto de Estabilidad, con redefinición del tipo de gastos que debieran contabilizarse para calcular el déficit. No es lo mismo que un país esté deficitario debido a una inversión en educación, a que lo esté por aumentar los gastos menos rentables de cara al futuro.
Equilibrar mejor los objetivos del Banco Central Europeo, para dar más peso al estímulo económico, haciéndolo (como lo es el Federal Reserve Board) más “accountable” al Parlamento Europeo y mejorando su transparencia.
Incrementar el presupuesto del gobierno europeo, para alcanzar al menos un 7% del PIB europeo, tal como ya indicaron los fundadores de la ECC en Roma, asignándole una responsabilidad de reducción de las desigualdades regionales.
Coordinar las políticas económicas y fiscales.
Desarrollar políticas de pleno empleo para toda la UE.
Desarrollar legislación a nivel europeo que permita los convenios colectivos a nivel continental europeo. El desarrollo de un modelo social europeo –que no existe- requiere un pacto capital-trabajo que es el que permitió en cada país el desarrollo del Estado del Bienestar. Es condición necesaria para implantar tal Modelo Social el establecer a nivel europeo el Pacto Social capital-trabajo, dentro de un marco legal y jurídico europeo.
Propuestas para mejorar la viabilidad de la Europa Social

Hay que distinguir dos componentes de esta pregunta. Uno es cómo asegurarnos de la viabilidad del estado del bienestar en cada país, y el otro cómo europeizar los estados del bienestar homologando derechos sociales, laborales y políticos.


La respuesta a la primera pregunta consiste en:


Aumentar el número de personas activas que paguen impuestos y contribuyan a crear riqueza en el país. Lo primero se consigue primordialmente a base de facilitar la integración de la mujer en el mercado de trabajo, una de las medidas más importantes para crear riqueza. Para tener una idea del gran potencial de crecimiento laboral en Europa, basta citar el ejemplo de España. Si España tuviera el porcentaje de mujeres en el mercado de trabajo que tiene Suecia, habría tres millones más de trabajadoras creando riqueza y pagando impuestos. Otro ejemplo: si todos los países de la UE tuvieran la tasa de participación de la mujer que tiene Suecia, el aumento del número de trabajadores en la UE sería comparable al incremento del número de trabajadores en la UE como consecuencia de la integración de Turquía a la UE. De ahí que la inversión en escuelas de infancia y servicios domiciliarios de ayuda a personas con dependencia (que ayudan a la mujer a compaginar sus responsabilidades familiares con un proyecto profesional personal) sean enormemente importantes. Es lo que en su día llamé el cuarto pilar del bienestar (cuando asesoré a Josep Borrell y a Joaquín Almunia en las elecciones legislativas del año 2000), y que luego ha hecho fortuna. Ni que decir tiene que se exige también un cambio de valores en el hombre para corresponsabilizarse de las responsabilidades familiares, cambio excesivamente lento en el sur de Europa.
Aumentar la fecundidad a base, sobre todo, de la disponibilidad de los servicios del cuarto pilar del estado del bienestar. Estos servicios son mucho más importantes que las ayudas familiares, puesto que además de ayudar a la integración de la mujer en el mercado de trabajo, crean empleo. La propia entrada de la mujer en el mercado de trabajo crea la demanda de servicios personales (restaurantes, servicios de limpieza, etc.) que antes hacía el ama de casa y que ahora las tiene que proveer el mercado. En contra de lo que las voces conservadoras señalan, la entrada de la mujer en el mercado de trabajo no tiene por qué disminuir la fecundidad. La mujer escandinava tiene 1,8 niños como promedio, y el 76% trabajan en el mercado laboral. La del sur de Europa tiene 1,3 y sólo el 52% trabajan en el mercado laboral
Aproximar la edad real a la edad legal de jubilación, dificultando que el mundo empresarial utilice las prejubilaciones forzosas como mecanismo de reducción o cambio de sus plantillas.
Regular altamente la inmigración, pues hay que equilibrar los beneficios que la inmigración conlleva con los costes que por regla general absorben las clases populares, y muy en especial la clase trabajadora no cualificada con la que compite, dando origen a grandes tensiones. Hay que ser consciente de que no es racista el más ignorante sino el más inseguro, y hay mucha inseguridad hoy en la UE.
Tomar medidas que aumenten la productividad, tanto la productividad horaria del trabajador como la productividad del sistema. Entre las primeras medidas destaca la importancia de adaptar el sistema educativo a las necesidades de la sociedad, incluyendo su sistema productivo. Se necesita un cambio profundo de los sistemas educativos, desde las escuelas de infancia, que debieran sustituir a las guarderías, a la escuela primaria, secundaria y terciaria, y dentro de ésta, potenciar mucho más la formación profesional, el punto más flaco en el sistema educativo. En cuanto al incremento de la productividad sistémica, hay que mejorar los sistemas de protección social, sin los cuales la clase trabajadora se resistirá, con razón, a la necesaria flexibilidad, requisito para la eficiencia económica. Mostraré en la segunda parte de la presentación cómo la equidad es condición de eficiencia. Y de ahí la enorme importancia de mejorar la protección social, no sólo desde el punto de vista social sino también desde el punto de vista económico. Es más, el futuro mismo de la Europa Social depende de su productividad (tal como mostraré al discutir la mal llamada crisis de los sistemas de pensiones). De ahí la gran importancia de este punto.
La transición demográfica y la supuesta inviabilidad del Modelo Social Europeo

Es ya tradicional comenzar cualquier discusión sobre el futuro del estado del bienestar en Europa refiriéndose a los grandes problemas que representa el hecho de que, por una parte, haya cada vez más ancianos y por otra, menos jóvenes que les sustenten. Se han escrito muchos artículos y libros indicando que el hecho de que las personas de más de 65 años en la Unión Europea pasarán de ser el 16% en el año 2007 al 27% de la población en 2060, hacen inviable e insostenible el Modelo Social Europeo. Se asume que esta transición demográfica sobrecargará a la sanidad y a las pensiones públicas haciéndolas inviables.


Aunque es un hecho al que hay que prestar atención y responder a los retos que ello supone, hay que clarificar que se está exagerando el impacto que esta transición tendrá en la viabilidad del sistema. Se ignoran hechos como que hoy una persona a los 70 años tiene el nivel de salud que hace sólo 30 años tenía una persona de 60 años. Menos de un 10% del incremento del gasto sanitario en EEUU en los últimos años se debe al aumento del porcentaje de ancianos en la población. El mejoramiento de la salud y el descenso de la incapacidad y dependencia ha sido uno de los hechos que ha tenido mayor importancia en los últimos veinte años. En realidad, la transición demográfica ha tenido poco impacto en el incremento del gasto sanitario en los últimos veinte años. Más importante que el aumento de personas por encima de los 65 años, es el aumento del grupo etario por encima de los 80 años, pero este grupo representará sólo un 6% (algunos calculan el 8%) de la población en 2060. El reto de la transición demográfica no es en el área de financiación sino en las áreas de cómo responder a las nuevas necesidades que el grupo de más de 65 años determina, y de cómo utilizar sus habilidades. Es importante, por ejemplo, flexibilizar voluntariamente la edad de jubilación, a fin de permitir a la población que lo desee continuar relacionada con el mercado de trabajo. Y hay que facilitar la aparición de toda una serie de industrias encaminadas a satisfacer las demandas del grupo etario por encima de los 65 años. No es un problema tanto de gasto público (que es resoluble) como de ingenuidad y creatividad en respuestas a estas nuevas necesidades.


Referente a las pensiones, la variable más importante para su sustento en aquellos países que financian las pensiones a partir de las cotizaciones sociales, no es el número de jóvenes versus el de ancianos, sino el número de cotizantes (y tamaño de la cotización) versus el número de beneficiarios (y tamaño del beneficio). Se ignora en los discursos alarmistas que el aumento de la población activa (que puede aumentar un 30% de la tasa actual existente) y el aumento de los salarios y de las cotizaciones (consecuencia del aumento de la productividad) podrán cubrir las necesidades futuras. Pero para ello es importante que continúen las tasas de crecimiento de la productividad hoy existentes. Así, si la tasa de productividad aumentara un 1,5% por año (el promedio de los últimos treinta años para la UE-15) desde ahora al año 2060, significaría que el PIB europeo habría aumentado 2,3 veces el actual. Ello quiere decir que si el PIB de ahora es 100, en el año 2060 será 230. Pues bien, si ahora el promedio en la UE-15 de gasto en pensionistas es 11% del PIB, ello quiere decir que nos gastamos en no pensionistas el resto, es decir, 100 menos 11, igual a 89. Si en el año 2060 nos gastáramos en pensiones el 15% del PIB (cifra que la Comisión Europea ha estimado como el probable gasto en pensiones para aquel año), ello querría decir que nos gastaríamos en pensionistas el 15% del PIB del 2060, es decir, 33, quedando para los no pensionistas el resto, es decir, 223 menos 33, que es 190, una cantidad mucho mayor para los no pensionistas de lo que nos gastamos ahora, que es 89. En realidad, hace cincuenta años España se gastaba 3% del PIB en pensiones. Hoy nos gastamos 8% (más del doble que entonces) sin que ello signifique que tenemos menos recursos para los no pensionistas. De ahí la enorme importancia de mantener y aumentar la productividad, pues es un factor determinante para la viabilidad del sistema. Pero ahí no hay razón para la alarma, porque el cálculo que he mostrado se basa en mantener el nivel de productividad que ya tenemos. Es probable que incluso aumente más, teniendo incluso más recursos para pensionistas y no pensionistas. El aumento de la población activa y el aumento de la productividad son las bases de la expansión del estado del bienestar y sus sistemas de protección social.


Otros cambios demográficos

Las familias cambiarán aumentando las vulnerabilidades (madres solteras) y las oportunidades (matrimonios con dos salarios). Es importante estimular el aparejamiento como instrumento para evitar la vulnerabilidad y también como medida de estímulo de la fecundidad. El número de niños deseados por pareja en la Unión Europea es de dos, un número superior al existente. Hay que facilitar que las familias puedan tener el número de niños que quieran, llegándose al nivel de 2,1, que sería la tasa de fecundidad que la población europea necesitaría para no disminuir en tamaño. En este sentido es también fundamental que la vivienda (el alquiler) se facilite a la juventud, a fin de permitir la formación familiar. La propiedad de la vivienda no debiera favorecerse, pues es una de las causas de la rigidez en la movilidad laboral. Existirá, por cierto, un problema en la vivienda para las personas ancianas, ya que la mayoría de personas que viven solas son mujeres ancianas, lo cual requerirá (como ya se requiere ahora) toda una serie de medidas para romper su aislamiento y soledad. Estas últimas medidas no deberían resolverse a base de su institucionalización aunque se llega a un nivel de dependencia tal que dicha institucionalización podrá ser necesaria. En el año 2060 las personas de más de 80 años representarán el 6% de la población.


Otras medidas relacionadas con la transición demográfica: la necesaria eliminación de la polarización escolar

Los niños son los ciudadanos del futuro y los que sostendrán los sistemas de protección social del futuro. De ahí que las políticas sociales debieran estar encaminadas a invertir en la infancia, niñez y adolescencia. Es de enorme importancia que no exista una polarización educativa (por clase social) como ocurre en el sur de Europa con dos tipos de escuelas: las escuelas privadas (con apoyo público) que educan a los descendientes de las familias de mayor renta, y las escuelas públicas que educan a los hijos e hijas de las clases populares. Este tipo de educación polarizada es, además de injusta, enormemente ineficiente pues obstaculiza el desarrollo del potencial de grandes sectores de la población, con el consiguiente enorme coste económico, social y humano que ello implica. La polarización del sistema educativo, que en el sur de Europa se inicia ya en la escuela primaria, es una de las causas del subdesarrollo educativo de tales países. Las mejores escuelas en la UE son las escuelas nórdicas escandinavas (y muy en especial Finlandia y Suecia), escuelas multiclasistas, donde en la misma escuela coinciden los hijos de los banqueros con los hijos de los empleados de la banca. Tal diversidad social en las escuelas es fundamental para crear el concepto multiclasista de ciudadanía, evitando la discriminación social. Estudios realizados en varios centros educativos estadounidenses señalan que la diversidad social es un componente muy importante para configurar el estímulo intelectual y desarrollo humano del individuo. Los sistemas educativos polarizados, como ocurre en el Sur de Europa, son ineficientes.


La europeización de los derechos sociales. La necesaria democratización de la UE.

Las instituciones europeas debieran facilitar el desarrollo social de Europa, a través de: 1) medidas que apoyen el desarrollo social en cada país, y 2) la inclusión a nivel de toda la UE del objetivo de alcanzar los niveles de desarrollo social de los países más avanzados. Esta última medida está muy poco desarrollada, lo cual explica, en parte, su escaso atractivo entre las clases populares, las cuales se sienten cada vez más amenazadas con las propuestas que está haciendo la Comisión Europea y los dictámenes que aprueba el Tribunal Supremo de la UE. Tal situación debiera revertirse viéndose tales instituciones como instrumentos para aumentar, en lugar de para disminuir los beneficios sociales.


De ahí que debieran desarrollarse normativas (apoyadas por una responsabilidad sancionadora) de indicadores sociales que los países miembros debieran alcanzar como condición de admisión y/o pertenencia a la UE. Esta dimensión es de gran importancia y está poco desarrollada. La concepción de ciudadanía europea, el día que llegue, se alcanzará a base de su identificación con derechos sociales y laborales. Si lo segundo no ocurre, lo primero tampoco cuajará. Para que ello ocurra, se debe corregir el enorme déficit democrático de la UE, el tema de mayor importancia para poder desarrollar la Europa Social. Sin mayor democracia en la UE, no habrá un Modelo Social Europeo.




PARTE II


EL FUTURO DE LA PROTECCION SOCIAL EN LA UE. RESPUESTA A LOS ESCÉPTICOS





Europa no es menos competitiva que EE.UU.

En esta segunda parte responderé al coro de voces (la mayoría de persuasión liberal), que cuestionan la viabilidad de los sistemas de protección social y su permanencia (y expansión), atribuyéndoles erróneamente una supuesta ineficiencia de sus economías. Me centraré primordialmente en los países de la UE-15 y en la eurozona.


Una tesis extendida en círculos liberales (tanto en EEUU como en Europa) es que Estados Unidos es más eficiente que la UE-15, y ello como consecuencia de que EEUU tiene un estado social más disminuido y sus políticas públicas son menos redistributivas que en la UE-15. En esta tesis se postula que la dimensión social que caracteriza el modelo europeo y su preocupación por políticas redistributivas entra en conflicto con la eficiencia económica. Se establece así un supuesto conflicto entre eficiencia económica y equidad, que ha sido la causa de que algunos pensadores y gobiernos europeos hayan propuesto reducciones del modelo social y una dilución de los beneficios sociales con abandono de las políticas redistributivas a fin de alcanzar el nivel de eficiencia económica de EEUU. Esto se ha acentuado en estos años de crisis en la mayoría de países de la UE como he señalado en PARTE I.


Los que han propuesto la tesis de que la supuesta ineficiencia de las economías europeas se basa en la excesiva equidad de su modelo social, muestran, como evidencia que apoya sus propuestas, el hecho de que el crecimiento económico de EEUU durante el periodo 1975-2007, dividido en cuatro periodos: 1975-1985, 1985-1990, 1990-1995, y 1995-2007, ha sido respectivamente de 3,4%, 3,2%, 2,4% y 3,2%, unas tasas de crecimiento mayores que las experimentadas por la UE-15 (me limito a la UE-15 por ser los países que han existido como parte de la UE por más tiempo) en los mismos periodos: 2,3%, 3,2%, 1,5% y 2,3%.


Lo que tales autores ignoran, sin embargo, es que no se puede derivar de estos datos que EEUU sea más eficiente que la UE-15. El mayor crecimiento económico en EEUU no se debe a su mayor eficiencia sino a su mayor crecimiento demográfico en cada uno de estos cuatro periodos. En realidad, cuando se compara el crecimiento económico per cápita (que es el indicador que debe utilizarse para comparar la eficiencia de los dos continentes) por cada uno de los cuatro periodos, entonces vemos que las tasas son muy similares en los dos lados del Atlántico. El crecimiento económico per cápita durante el periodo 1981-1990 fue de 2,1% en la UE-15 y 2,2% en EEUU. Para el periodo 1991-1995, tal tasa fue de 1,2% en la UE-15, ligeramente superior al 1,1% de EEUU. Y para el periodo 1996-2000, el crecimiento fue de 2,4% en la UE-15, ligeramente inferior al de EEUU, 2,8%. En realidad, la tasa de crecimiento económico per cápita de EEUU y de la UE-15 es bastante semejante a partir de los años ochenta, habiendo sido mucho mayor en el promedio de los países que pasaron a constituir la UE-15 que en EEUU durante el periodo anterior 1960-1980.


Esta supuesta (y no existente) superioridad de EEUU sobre la UE-15 queda incluso más cuestionada cuando se compara EEUU con países específicos de la UE-15. En realidad, la tasa de crecimiento económico anual promedio de EEUU (1,9%) desde los años ochenta ha sido inferior a Austria 2,1%, Bélgica 1,9%, Irlanda 6,6%, Holanda 2,4%, Portugal 3%, España 2,4% y Dinamarca 1,8%. Todos estos países tienen un gasto social más extenso que EEUU, y la polarización de las rentas es menos acentuada que en EEUU.


¿Es Estados Unidos más rico que la UE-15?

Cuando se considera la renta per cápita podemos concluir que el PIB per cápita de EEUU era ya 36.102 dólares en el año 2000 (cuando se escribió la estrategia de Lisboa, que tenía como objetivo hacer de Europa la entidad económica más competitiva del mundo) inferior a Dinamarca 44.740$, Suecia 37.870$, Alemania 37.150$, Finlandia 36.659$ y Austria 38.477$. Todos estos países tienen una dimensión social más extendida y unas desigualdades menores que EEUU. Es sólo cuando, en lugar de dólares per cápita se utilizan unidades de poder de compra, que EEUU está en el número uno de países ricos. Pero ello se debe a que el sistema de homologación de la moneda que se utiliza para medir la renta en unidades de compra discrimina aquellos sectores públicos que no están en el mercado y que no contabilizan cuando se calculan las unidades de compra que se basan sobre el precio de lo que se compra y vende y mide la capacidad adquisitiva en el mercado. Si estos servicios públicos (sanidad, educación, etc.) se pusieran en la cesta de la compra donde se calcula el valor de los productos comparables, entonces la renta de EEUU sería menor que en gran número de países de la UE-15.


La situación social de EEUU en comparación con la UE-15

Los indicadores sociales son, en general, peores en EEUU que en la UE, aún cuando la variabilidad de tales indicadores en EEUU es menor que la existente dentro de la totalidad de la UE. Las desigualdades sociales son mayores en EEUU (el nivel de renta de la decila superior es 5,45 veces mayor que el nivel de renta de la decila inferior) que en la UE (4,13 veces), aún cuando las diferencia regionales en EEUU sean menos acentuadas que las diferencias entre estados de la UE. Ello es consecuencia de la ausencia de un gobierno europeo con los recursos que tiene el gobierno federal de EEUU para redistribuir recursos entre estados, punto que elaboro en este artículo. Un tanto semejante ocurre con la pobreza, mayor en EEUU que en el promedio de la UE pero con menor variabilidad en EEUU que en la UE.


En cuanto al desempeño educativo, el nivel de conocimiento de matemáticas en EEUU es de los más bajos de la OECD junto con los países del sur de la UE. La tasa de encarcelamiento en EEUU es la más alta de la OECD (724 prisioneros por cada 100.000 habitantes),siendo los países nórdicos de la UE los que tienen tasas menores.


La tasa de movilidad (porcentaje de personas en las dos decilas inferiores de renta que suben a otras decilas superiores durante un año) es en EEUU de las más bajas en la OECD, más bajas que en la mayoría de países de la UE, incluyendo los países del sur de la UE que son los menos movibles dentro de la UE-15 (la UE-15 es el único grupo de países de la UE donde se ha hecho tal estudio).


Ni que decir tiene que hay otros indicadores sociales (porcentaje de licenciados y diplomados universitarios, porcentaje de estudiantes en formación profesional, recursos públicos en el sistema educativo y otros) que tienen grandes implicaciones económicas y que EEUU tiene mejores indicadores que la UE-15. Pero, en general, EEUU tiene una gran polarización social, con escasa movilidad vertical, que dificulta la igualdad de oportunidades para los sectores con menos recursos. El “sueño estadounidense” fue y continúa siendo una realidad, pero se limita predominantemente a los hijos de inmigrantes de clase media y trabajadora cualificada. Pero incluso tal sueño se ha comenzado a diluir. El 46% de las familias estadounidenses no cree que sus hijos vivirán mejor que sus padres. Tal porcentaje es menor en la UE-15 (un 36%).


Las rigideces en el mercado laboral estadounidense son consecuencia de la privatización del estado del bienestar estadounidense.

No existe plena conciencia, en círculos económicos de la UE, de los costes económicos que suponen para EEUU la privatización de su estado del bienestar. La crisis económica de Estados Unidos (a diferencia de la crisis financiera) se debe en gran parte a la privatización de las transferencias y servicios que en la Unión Europea son públicos. El caso de la sanidad es un ejemplo de ello. El hecho de que el 62% de estadounidenses consigan su cobertura sanitaria a través del aseguramiento sanitario privado, financiado por los empresarios y trabajadores en su lugar de trabajo (negociando la cobertura a base de los muy descentralizados convenios colectivos) añade una gran rigidez en los mercados de trabajo estadounidenses, pues los trabajadores son reacios a cambiar de puestos de trabajo, porque pueden perder o ver su cobertura sanitaria (para él o ella y su familia) disminuida. Este sistema de financiación a través del lugar de trabajo se estableció a partir de la Taft-Harley Act, y ha sido durante muchos años un sistema de control de la fuerza del trabajo por parte del empresariado. Cuando un trabajador pierde su trabajo, pierde su salario y la cobertura sanitaria de él o ella y su familia. De ahí que EEUU tenga el número de días laborales perdidos debido a huelgas más bajo de la OECD. El trabajador se lo piensa dos veces antes de enfrentarse con el empresario


Pero tal sistema ha repercutido negativamente en los costes empresariales, haciendo las empresas menos competitivas. Hoy el coste de cobertura de aseguramiento sanitario privado significa un gravamen muy acentuado al empresariado. General Motors se gasta más en cubrir los costes sanitarios de sus empleados que en la compra de cualquier componente de la producción del automóvil, situación que no encuentra homologación en ningún otro país. El coste por coche es de 1.500 dólares. Toyota, en Japón, sin embargo, gasta sólo 97 dólares por coche para el mismo objetivo (pagando en impuestos en lugar de en pólizas de aseguramiento privado). De ahí que el Presidente Obama haya definido como objetivo prioritario el cambiar este sistema, pues está dañando la competitividad económica de EEUU. Cuando estuve trabajando con la Sra. Hillary Clinton en la Casa Blanca, en su reforma sanitaria, un objetivo era precisamente el desligar el aseguramiento de la ciudadanía de su lugar de trabajo, universalizando el derecho de asistencia al sistema sanitario. Los elevados costes que la privatización del sistema sanitario le está representando a la economía estadounidense explican que las empresas manufactureras y exportadoras más importantes de EEUU estén hoy apoyando elementos de la reforma del Presidente Obama.


Los límites de la estrategia de Lisboa: El error de sus supuestos.


El error de la estrategia de Lisboa fue asumir que Europa era menos competitiva que EEUU, definiendo como objetivo de tal estrategia el alcanzar el nivel de eficiencia y competitividad de EEUU.


Lo que se ignoraba en tal declaración era que muchos países de la UE ya eran más eficientes que EEUU. Si consideramos la productividad por hora trabajada en EEUU como el punto de referencia (100) vemos que varios países europeos tenían ya una productividad mayor (el año que tal estrategia se aprobó) que EEUU: Francia 103, Austria 109, Bélgica 110, Holanda 106, Noruega (que no es miembro de la UE) 136. Lo mismo ocurre en cuanto al crecimiento anual de la productividad. En EEUU, el crecimiento anual promedio durante el periodo 2000-2007 ha sido de un 1,4%, semejante o menor que en muchos países de la UE: Alemania 1,2%, Gran Bretaña 2,3%, Francia 1,1%, Austria 1,8%, Bélgica 1,7%, Dinamarca 1,4%, Finlandia 2,9%, Holanda 4,1 %, España 1,9% y Suecia 2,6%.


Las diferencias con EEUU no eran en productividad y crecimiento de la productividad: eran en el número de trabajadores (más alto en EEUU que en la Unión Europea, excepto en los países escandinavos) y en el número de horas trabajadas por trabajador. Esto último era consecuencia, en gran parte, de que el número de vacaciones era mayor en la mayoría de países europeos que en EEUU, consecuencia de una mayor fuerza de los sindicatos en Europa que en EEUU. En realidad, si la población activa en la mayoría de países de la UE fuera tan elevada como en EEUU y el número de horas trabajadas por año en la UE fuera muy semejante al de EEUU, el PIB por habitante de la UE sería superior al de EEUU, como señalo en un apartado anterior. El problema pues, no es tanto el de competitividad sino el de participación en la fuerza laboral, aún cuando una postura sostenible es que las poblaciones europeas han preferido tener más tiempo libre a tener un mayor nivel de riqueza.


El error de asumir que los mercados laborales en Europa son rígidos y son los responsables del elevado desempleo en la UE-15, mayor que en EEUU.

De nuevo, la situación es más compleja de lo que esta tesis apunta. Es cierto que como promedio, la UE-15 ha tenido un desempleo mayor que EEUU en la mayoría de años durante el periodo 1980-2005. Pero no fue así durante el periodo 1950-1980, cuando el desempleo era mayor en EEUU que en el promedio de los países que más tarde pasarían a ser los países de la UE-15. Durante este periodo 1950-1980, los mercados laborales europeos eran ya más rígidos que los estadounidenses y a pesar de ello el desempleo era menor. Es más, los mercados laborales europeos se han ido flexibilizando, perdiendo rigidez durante el periodo 1980-2005, precisamente durante el periodo en que el desempleo ha ido aumentando sobrepasando el desempleo de EEUU. Es difícil, por lo tanto, sostener la tesis de que el problema radica en la rigidez de los mercados laborales.


Es más, varios países de la UE-15 tienen mayor flexibilidad en sus mercados laborales (Dinamarca es uno de ellos), y tienen desempleos menores que EEUU. La flexibilidad laboral tiene cuatro dimensiones: 1) movilidad de un sector de empleo a otro, 2) movilidad de un territorio a otro, 3) movilidad de un puesto de trabajo a otro y 4) movilidad de entrada y salida del mercado de trabajo. Existen, por lo tanto, varios tipos de flexibilidad, y por lo tanto, de rigideces. No todas ellas están relacionadas. EEUU es muy móvil en movilidad 4, pero no tanto en movilidades 1, 2 y 3, y ello como consecuencia de que el trabajador estadounidense recibe sus beneficios sociales (como el aseguramiento privado sanitario) a través de su lugar de trabajo. Ello implica que cuando el trabajador pierde su puesto de trabajo, pierde no sólo su salario sino la cobertura sanitaria suya y de su familia. Ello añade una enorme rigidez en el mercado de trabajo. Adjunto un artículo donde hablo de este tema.


Las políticas macroeconómicas explican el mayor desempleo en la UE.

En la discusión sobre las causas del desempleo se está dando excesiva importancia en Europa a los comportamientos de los mercados laborales y poca importancia a las políticas macro económicas, muy distintas en la UE de las que se han seguido en EEUU. El Pacto de Estabilidad ha considerado siempre como un tema prioritario el de controlar el déficit público, lo cual podía ser razonable en tiempos de expansión, pero, como dije antes, obstaculiza la respuesta fiscal en momentos de recesión. Si a esta circunstancia se suma la prioridad del Banco Central Europeo de controlar la inflación (como objetivo principal), entonces puede entenderse como la tasa de crecimiento económico en el periodo 1980-2005 ha sido menor en el promedio de la UE-15 que en el periodo 1950-1980. De ahí que el desempleo en la UE-15 haya sido mayor en el periodo 1980-2005 que en el periodo 1950-1980.


En EEUU, la política fiscal ha sido mucho más activa, de manera que el promedio del déficit del gobierno federal (del periodo 1980-2005) ha sido un 3,8%. Y un objetivo también primordial del Federal Reserve Board ha sido el estimular el crecimiento económico. Los intereses bancarios del Federal Reserve Board han sido menores, en general, que los del Banco Central Europeo. La respuesta a la crisis actual refleja también esta situación. Como dije antes, el gobierno federal de EEUU se está gastando un 5,8% del PIB en estímulo económico (con un déficit federal de un 13% del PIB). En la UE-15 el déficit promedio es un 3,8% del PIB y el estímulo económico promedio de los países de la UE-15 es un 3,6% del PIB.


La necesidad de unos Estados Unidos de Europa como condición del desarrollo de la Europa Social.

A esta situación se añade una estructura político administrativa en la UE muy diferente a EEUU y que no alcanza a ser como unos Estados Unidos de Europa, es decir, un Estado Federal, lo cual dificulta enormemente la respuesta colectiva. El Estado Federal tiene un mandato de reducir las desigualdades entre los estados. De ahí que haya menos desigualdades interregionales en EEUU que en la UE-15. La diferencia, por ejemplo, en los niveles de desempleo entre el menos elevado (Massachussets 5,2%) y el más elevado (Alabama 9%) en EEUU es mucho menor que entre el más elevado (Polonia 21%) y el menos elevado (Suecia 4,2%) en Europa. El gobierno federal es altamente intervencionista (como decía el Ministro de Defensa del Gobierno Reagan, “el gobierno federal es el que tiene la política industrial más avanzada de todos los países desarrollados, a través del gasto militar”), y su gasto representa el 19% del PIB. El gasto redistributivo y estimulante en la UE-15 (1,2%) es mucho menor. Ni que decir tiene que es mejor utilizado en la UE-15 que en EEUU. Pero la cantidad es sustancialmente mayor. De ahí que el futuro de la Europa Social dependa, en gran parte, no sólo de su democratización sino también de su futura estructuración, creándose una Europa más federal y más democrática, en las líneas de los Estados Unidos de Europa que, siendo muy distinto al de EEUU de ahora, tendrá elementos comunes. Sin tal estructura, el futuro social es cuestionable.


Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra. Ex Catedrático de Economía Aplicada. Universidad de Barcelona. Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University. Director del Observatorio Social de España.

Conferencia en las Jornadas “Europa ante la crisis: Perspectivas de la Presidencia Española en la UE”. Universidad Internacional Menéndez y Pelayo. Santander, 27 agosto 2009

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Tirando a Blackwater por el water


29-08-2009
Jeremy Scahill
The Nation

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Blackwater, la compañía de mercenarios privados propiedad de Erik Prince, ha vuelto a constituirse en centro de la atención pública ante una serie de revelaciones asombrosas sobre su papel en los programas secretos de EEUU. Desde al menos el año 2002, Blackwater está trabajando en Afganistán y Pakistán para la CIA con contratos “negros”.

El 19 de agosto, el New York Times revelaba que la compañía era, de hecho, la pieza central de un programa de asesinatos de la CIA que supuestamente Dick Cheney ordenó perpetrar ocultándoselo al Congreso.

El documento informaba que Blackwater continúa ocupando un papel esencial en la ampliada guerra aérea en Pakistán y Afganistán, donde se encarga de equipar y armar los aviones teledirigidos. Estas revelaciones son continuación de las acusaciones –efectuadas bajo juramento por ex empleados de Blackwater- de que Prince asesinó o facilitó el asesinato de potenciales informantes del gobierno y que “se consideraba a sí mismo como una especie de cruzado cristiano que tenía encomendada la tarea de eliminar la fe islámica y los musulmanes del planeta”.
Además, Blackwater está siendo investigada por el Departamento de Justicia por una serie de posibles delitos, que van desde contrabando de armas a homicidios, y también por el del Tesoro por posible evasión de impuestos. Asimismo, está teniendo que hacer frente a demandas en los tribunales federales por acusaciones de crímenes de guerra y asesinatos extrajudiciales. Dos de sus hombres han sido declarados culpables de la acusación de contrabando de armas; otro, culpable del homicidio de un civil iraquí sin que mediara provocación, y otros cinco han sido acusados de crímenes similares. El ejército estadounidense está investigando la matanza de civiles perpetrada por Blackwater en Afganistán el pasado mes de mayo, y están apareciendo informes de que la compañía puede estar también implicada en el programa de entregas extraordinarias.
Pero, a pesar de todos esos estigmas, la administración Obama continúa manteniendo a Blackwater en la nómina del gobierno. En Afganistán y Pakistán, Blackwater sigue trabajando para la CIA, para el Departamento de Estado y para el de Defensa por la friolera de cientos de millones de dólares, y su continuada presencia es un indicador de lo muy atrincheradas que están las corporaciones privadas en la maquinaria bélica estadounidense. EEUU está desplegando actualmente en Afganistán más fuerzas privadas (74.000) que soldados de uniforme (57.000). Aunque la mayoría de esos contratistas no van armados, un número considerable de ellos sí lleva armas y sus filas siguen creciendo. Un censo reciente del Departamento de Defensa informaba que el 30 de junio, los contratistas armados en Afganistán del Departamento de Defensa habían aumentado en un 20% respecto al primer trimestre de 2009.
Con la excepción de unos pocos congresistas, especialmente los representantes Henry Waxman y Jan Schakowsky, el Congreso ha permitido que la utilización de contratistas militares privados quede en gran medida sin control. Pero las recientes revelaciones acerca de las actividades secretas de Blackwater puede que finalmente fuercen al Congreso a tomar cartas en el asunto. Al menos, debería exigir a la administración Obama que revele todos los contratos federales firmados en el pasado y en la actualidad con todas las compañías y filiales de Prince, incluidas las que están registradas en el exterior.
El Congreso puede asumir la iniciativa de Schakowsky y preguntarle a la administración Obama por qué sigue trabajando con Blackwater. Schakowsky le ha pedido a la Secretaria de Estado Hillary Clinton y al Secretario de Defensa Robert Gates que revisen todos los contratos existentes con la compañía y que no concedan ninguno más a sus muchas filiales. Los comités de inteligencia del Congreso deberían también llevar a cabo una amplia investigación sobre las implicaciones de Blackwater en el programa de asesinatos de la CIA. ¿Están implicados los operativos de Blackwater en los últimos asesinatos? ¿Quién aprobó que la compañía se implicara en ellos? ¿Se notificó al Congreso? ¿Hasta qué nivel de la cadena de mando llegó la relación secreta con la compañía? ¿Actuaba también Blackwater en suelo estadounidense? ¿Qué papel, si es que tuvo alguno, jugó Blackwater en el transporte secreto de prisioneros?
La investigación debe incluir también el testimonio bajo juramento de antiguo altos oficiales de la CIA que fueron después contratados o pagados por Blackwater. Entre estos están Alvin “Buzzy” Krongard, el ex número tres de la agencia, que fue quien le dio a Blackwater el primer contrato de la CIA, incorporándose más tarde a la junta de la compañía, y J. Cofer Black, el ex director de la unidad de contraterrorismo de la CIA, que dirigió el programa de asesinatos. Black se convirtió después en el vicepresidente de Blackwater y dirigió las denominadas Total Intelligence Solutions, la CIA privada de Prince. Las Total Intelligence han sido simultáneamente utilizadas por el gobierno de EEUU, gobiernos extranjeros y compañías privadas, un acuerdo que puede haber creado diversos conflictos de intereses que los comités de inteligencia del Senado y del Congreso están obligados a investigar. El Congreso debería también averiguar si la seguridad nacional está comprometida en el momento en que los conocimientos, los contactos y el acceso de antiguos altos funcionarios de la CIA como Black y Krongard se ofertan en el mercado abierto.
John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, ha cuestionado que Blackwater utilizara la autorización del Departamento de Estado como tapadera para reunir información para los asesinatos selectivos. Kerry debería celebrar vistas en las que Hillary Clinton y Condoleeza Rice deberían ser obligadas a testificar sobre la materia. Los comités de supervisión deberían probar las acusaciones de que Blackwater estuvo implicada en el contrabando de armas y en los asesinatos extrajudiciales en Iraq, mientras los comités que se ocupan de los asuntos militares deberían investigar el impacto que las acciones de Blackwater han tenido en Iraq en la seguridad de las tropas estadounidenses. Un activo inestimable para esas investigaciones podría ser la comisión para los contratos en tiempo de guerra, establecida por los Senadores Jim Webb y Claire McCaskill. Finalmente, el Departamento de Justicia debería probar las acusaciones de asesinato, contrabando y otros delitos contra Prince y sus ejecutivos.
Con todas estas historias, Blackwater se ha probado a sí misma que es como una especie de juego del whack-a-mole [*]: que reaparece una y otra vez. A pesar de que el gobierno iraquí proscribió a la compañía, sus operativos siguen allí dos años después de que se produjera la masacre de la Plaza Nisour de septiembre de 2007, en la que mataron a tiros a diecisiete civiles iraquíes. Esta resistencia significa que la investigación de la compañía debe ser global y debe estar coordinada.
Por último, es un error pensar que Blackwater es el único problema. En Iraq, por ejemplo, la administración Obama está sustituyendo a Blackwater con la contratista privada Triple Canopy, que, además de contratar a algunos de los hombres de Blackwater, tiene su propio y cuestionable historial, que incluye acusaciones de disparar a civiles y alquilar soldados de países con una historial de abusos de los derechos humanos. Blackwater no es más que una de las frutas del árbol podrido de las subcontratas militares. Es fundamental que el Congreso se enfrente a los profundos vínculos entre los beneficios de las corporaciones en las guerras estadounidenses y las letales operaciones secretas.
N. de la T.:
[*] Whack-a-mole, su traducción literal sería la de “atízale al topo”, se designa así a uno de los juegos típicos para niños que hay en las ferias y en el que tienes que golpear con una maza a los topos que salen de los agujeros para volverlos a meter dentro.
Enlace con texto original:
www.thenation.com/doc/20090914/scahill

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GIRA EUROPEA DE NETANYAHU


Israel no cede y ni se plantea dejar de ampliar las colonias sionistas.

27/08/2009

LONDRES-. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sigue haciendo oídos sordos a las demandas occidentales de que detenga la expansión de las colonias sionistas en Cisjordania para permitir que se retome el diálogo con la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas.

Netanyahu se reunió ayer por la mañana en Londres con George Mitchell, el enviado de EEUU a Oriente Medio. Tras cuatro horas de encuentro, hicieron público un comunicado conjunto en el que se destaca que "es necesario comenzar negociaciones constructivas entre Israel y los palestinos para avanzar hacia un acuerdo de paz regional".

Nada más. El documento, muy diplomático, no hacía ninguna referencia a las exigencias estadounidenses a Israel de que detenga los planes para ampliar las colonias sionistas.

Según el diario británico "The Guardian", Mitchell estaba dispuesto a ofrecer a Netanyahu una postura mucho más firme de Washington frente a Irán y su programa nuclear a cambio de la paralización de la ampliación de las colonias sionistas.

Desde la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca se han deteriorado las relaciones de EEUU e Israel, puesto que, a diferencia de lo que ocurría con George W. Bush, se exige al Estado sionista que no continúe construyendo colonias que incumplen los establecido por la legislación internacional.

El documento hecho público por ambos, sin embargo, no hace referencia a este aspecto, por lo que lo más probable es que Netanyahu mantuviera ante Mitchell la misma postura de firmeza que ofreció la víspera ante el primer ministro británico, Gordon Brown.

Es decir, considerar que las demandas de paralización de los planes de extensión de las colonias sionistas en Jerusalén Este suponen una intromisión en la soberanía israelí -pese a que mantiene una ocupación ilegal de este territorio-, destacar que Jerusalén es la capital del Estado judío de Israel y que las colonias instaladas, también ilegalmente, en el resto de Cisjordania necesitan ser ampliadas debido al crecimiento de la población que las habita.

Aunque tras la reunión ni Mitchell ni Netanyahu hicieron declaraciones, Nir Hefez, asesor del primer ministro israelí, señaló que "ambos coincidieron en que hay una necesidad de empezar negociaciones significativas entre Israel y los palestinos para avanzar hacia un acuerdo regional".

Netanyahu y Mitchell también estuvieron de acuerdo en que "todas las partes deben dar pasos prácticos para impulsar la paz", indicó Hefez, quien agregó que funcionarios de su país continuarán la próxima semana las conversaciones con Mitchell.

Fuentes palestinas citadas por Al-Jazeera señalaron que Abbas podría reunirse con Netanyahu en el marco de la reunión de la Asamblea General de la ONU, que se celebrará en Nueva York el próximo mes.

Tras entrevistarse con Mitchell, Netanyahu se dirigió a Berlín, donde hoy se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel, quien señaló ayer que "Israel debe prepararse para la solución de los dos estados".

Desde Ramallah, el presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, subrayó ayer que sólo aceptará la creación de un Estado palestino "en el territorio de Palestina, ni más ni menos que eso", haciendo alusión a Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, es decir, las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días de 1967.

En este sentido, en una entrevista publicada el martes en el diario británico "The Times", el primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, defendió la posibilidad de proclamar unilateralmente un Estado palestino para obligar de este modo a Israel a "poner sus cartas sobre la mesa" y retirarse de los territorios palestinos.

A juicio de Fayyad, si existiera un Estado de facto que funcionara, con o sin la cooperación de Israel, y que éste incluyera unas fuerzas de seguridad competentes, unos servicios públicos funcionales y una economía próspera, ésto obligaría a Israel a mostrar si realmente está comprometido con la retirada de Cisjordania tras 42 años de ocupación.

Rechazo de Hamas y Yihad

Hamas y la Yihad Islámica rechazaron ayer el plan de Fayyad y afirmaron que la resistencia es la única forma de establecer un Estado palestino.

"El plan de Fayyad resalta la división palestina y la presencia de la ocupación israelí", afirmó el portavoz de Hamas Fawzi Barhum, que añadió que "satisface el deseo de ocupación en línea con la política de Netanyahu".

"Tenemos un camino para establecer el Estado palestino, la única manera de hacerlo es a través de la resistencia y de un Estado sin colonias, cuando todos los detenidos sean liberados y regresen a su hogar los refugiados", añadió Barhum.

El portavoz de la Yihad Islámica, Nafeth Azzam, también destacó que la resistencia es la única vía, especialmente "cuando Israel no está concediendo a los palestinos los derechos más básicos".

Por su parte, el primer ministro en funciones de Líbano, Saad Hariri, afirmó que Hizbulah participará en el futuro Gobierno de unidad nacional:
“Quiero asegurar al enemigo israelí que Hezbollah estará en el gobierno, le guste o no, porque los intereses del país requieren que todos formemos parte del gabinete,” dijo el primer ministro designado, Saad Hariri, durante un iftar en honor de las familias de Beirut en su residencia en Qoreitem el martes.

El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, ha advertido a Líbano en contra de la participación de Hezbollah en el próximo gabinete, diciendo que el gobierno libanés sería responsable de cualquier acción militar por parte del grupo de resistencia.

En el tira y afloja de las negociaciones sobre el gabinete, Hariri dijo que cada partido “ostenta sus propias posiciones y presenta sus propuestas. Sin embargo, la formación del gobierno está asociada constitucionalmente al primer ministro designado en cooperación con el presidente.” Él señaló que las consultas sobre la formación del gobierno no precisaban de declaraciones públicas, sino de diálogo entre los distintos grupos políticos. “Yo busco el diálogo ya que los temas que nos unen son muchos más que los que nos dividen,” dijo Hariri.

El primer ministro designado insistió en que él está decidido a formar un gobierno de unidad nacional para “reforzar el país y cumplir las promesas que hicimos a los ciudadanos de Líbano durante las elecciones parlamentarias del 7 de junio.” Él subrayó la importancia de atender a las necesidades diarias de la población con respecto a la salud, la energía, el agua y la educación.

Hariri continuó las discusiones sobre la composición del gabinete cuando se reunió en Qoreitem el martes con el líder druso, Walid Yumblatt. Durante el encuentro, Yumblatt señaló que apoyaba la fórmula 15-10-5 para la formación del gobierno, sobre la que ya existe un acuerdo.

El líder del Partido Socialista Progresista dijo al periódico As Safir el miércoles que Hariri estaba haciendo “todo lo posible” para formar un gobierno de unidad al intentar alcanzar un acuerdo entre todos los partidos, añadiendo que Hariri “tomará pronto nuevas iniciativas”. Yumblatt también dijo que él compartía el punto de vista de Hariri de que un gobierno de unidad nacional era necesario para hacer frente a “la inminente amenaza israelí.”

Por su parte, el ministro de Trabajo de Hezbollah, Mohammad Fneish, criticó, durante una entrevista con As Safir, los recientes llamamientos para que Hezbollah ejerza una mediación con el líder del grupo Cambio y Reforma, Michel Aún, con el fin de que éste suavice sus demandas, entre ellas el nombramiento de nuevo del ministro de Telecomunicaciones, Yibran Bassil, y la obtención del Ministerio del Interior, y señaló que le corresponde a Hariri tomar la iniciativa en la búsqueda de alternativas. Fneish añadió que “si Hezbollah ve que puede jugar un papel positivo, al partido no le importará ayudar a resolver los actuales desafíos a los hace frente la formación del gabinete.”

Hariri se reunió también el lunes con Hayy Hussein Jalil, asesor político del secretario general de Hezbollah Sayyed Nasrallah.

El periódico Al Liwaa dijo que Hariri había pedido a Hezbollah que “haga todos los esfuerzos posibles” ante su aliado, el Movimiento Patriótico Libre, para resolver el así llamado “obstáculo Aún”. El diario citó fuentes de la oposición que señalaron que Halil informó a Hariri de la disposición de Hezbollah a ayudar a resolver los obstáculos que impiden la formación del gobierno “pero no a través de ejercer presiones sobre Aún.”

El periódico kuwaití Al Qabas informo que el diputado del grupo Lealtad a la Resistencia, Hussein Hayy Hassan, dijo que Sayyed Hassan Nasrallah, a través de su asesor político, envió un “mensaje muy claro” a Hariri con respecto a “los intentos árabes de politizar el Tribunal Especial para Líbano.” Hayy Hassan añadió que Hariri “conoce” que Hezbollah “no tiene ninguna vinculación” con el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri e hizo un llamamiento a manejar esta situación de manera racional.


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Recesión de "doble fondo"


28-08-2009
La hipótesis del Financial Times es que se afianza el peligro de una recaída de la crisis
IAR Noticias

La hipótesis coincidente que proyectan la mayoría de los medios y analistas del sistema es la del "crecimiento débil" (salida lenta de la recesión), con una recuperación leve de las variables económicas que no alcanzará para reactivar los dos pilares básicos del crecimiento económico mundial: El empleo y el consumo.

Los números oficiales, la proyección de los datos de la economía real, revelan un fenómeno contrapuesto: Hay señales leves, los países imperialistas centrales comienzan a salir suavemente del proceso recesivo, pero no hay datos ni señales que revelen una recuperación inmediata del empleo y de los niveles de consumo.

La economía global comienza a "tocar fondo" (salir de la desaceleración), después de pasar por la peor recesión y crisis financiera desde la Gran Depresión, señala el Financial Times, el otro gran vocero emblemático del sionismo financiero angloestadounidense.

Para el diario, en el cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009, el ritmo de contracción de las economías más avanzadas era similar a la caída libre del PIB en los comienzos de la crisis de 1929.

Ante la actual situación -señala el Financial -, cabe plantearse tres cuestiones. ¿Cuándo terminará la recesión global? ¿Cómo será la recuperación económica? ¿Hay riesgos de que se produzca una recaída?

En cuanto a la primera pregunta, todo indicaría que la economía global tocará fondo en la segunda mitad de 2009. En muchos países desarrollados, (EEUU, Reino Unido, España, Italia y otros miembros de la zona euro) y en algunas economías emergentes (casi todas europeas) "los brotes verdes siguen estando rodeados de malas hierbas".

En otras economías avanzadas, como Australia, Alemania, Francia y Japón, y en la mayor parte de mercados emergentes, como China, India, Brasil y otras zonas de Asia y América Latina, la recuperación ya ha comenzado a percibirse levemente, lo que es indicativo -según el diario- de que hay una salida suave de la desaceleración económica.

Como será la recuperación

Con respecto a como será la recuperación, el Financial dice que vendrá en forma U (recesión larga y salida lenta), con crecimiento débil y por debajo de la media durante al menos un par de años.

Para el diario, en la hipótesis de una recuperación en forma de U, el empleo seguirá cayendo drásticamente en EEUU y en otros países: en las economías avanzadas, el índice de desempleo superará el 10% en 2010.

"Ésta es una mala noticia para la demanda y las pérdidas bancarias, pero también para los trabajadores cualificados, un factor fundamental para el crecimiento de la productividad laboral a largo plazo".

La salida en U se afianza por la contracción crediticia de los bancos, que limita la capacidad de gastar de los hogares y de invertir de las empresas, los endeudados consumidores se enfrentan a la caída del precio de la vivienda y de los mercados de valores, de sus ingresos y del empleo.

El sistema financiero -continúa Financial Times-, a pesar de las medidas adoptadas, sigue estando sumamente deteriorado. "Las entidades bancarias tradicionales se enfrentan a unas pérdidas potenciales derivadas de préstamos y activos de billones de dólares, además de sufrir una grave falta de capitalización".

La baja rentabilidad, debido al alto endeudamiento y a los riesgos de impago, al bajo crecimiento y a las constantes presiones deflacionistas sobre los márgenes corporativos limitarán la disposición de las empresas a producir, contratar personal e invertir, señala el diario.

El endeudamiento del sector público a través del aumento de los grandes déficit fiscales amenaza con desplazar la recuperación del gasto del sector privado. Además, los efectos de los paquetes de estímulos, se dejarán de notar a principios del próximo año, lo que "aumenta la necesidad de un incremento de la demanda privada para sostener el crecimiento continuo".

La reducción de los desequilibrios globales implica que los déficit por cuenta corriente de las economías más pródigas como EEUU, reducirán los excedentes de países que tienden al exceso de ahorro, como China y otros mercados emergentes, Alemania y Japón. No obstante, si la demanda interna no crece a un ritmo suficientemente rápido en países excedentarios, la recuperación del crecimiento global será más débil.

La recesión de "doble fondo"

Según el Financial Times, este escenario de "crecimiento débil" aumenta el riesgo de que se produzca una recesión de doble fondo, en forma de W (alza temporal cuando la economía siente el impulso del estímulo fiscal que luego se desvanece).

Hay riesgos -señala- asociados a estrategias de salida de la relajación monetaria y fiscal: hagan lo que hagan la autoridades, saldrán mal paradas. Si se toman en serio los grandes déficit fiscales y aumentan los impuestos, recortan el gasto y acaban con el exceso de liquidez en poco tiempo, frenarán la recuperación, haciendo que la economía vuelva a un estado de estagflación (recesión más deflación).

Otro motivo para temer en una recesión de doble fondo es que "los precios del petróleo, la energía y la alimentación crecen ahora mismo por encima de los fundamentales económicos y podrían subir más, por la liquidez excesiva y la demanda especulativa. Los 145 dólares el barril registrados el año pasado afectaron seriamente a la economía mundial y, más en concreto, a la actividad comercial. La economía mundial no podría resistir otro golpe, si la especulación hace que el petróleo supere rápidamente los 100 dólares el barril".

En resumen, para el Financial Times lo probable es que la recuperación sea débil (recesión larga y salida lenta) y se sitúe por debajo de la media en las economías avanzadas, y hay un gran riesgo de que se produzca (cuando se desvanezca el efecto de los salvatajes de empresas y bancos por parte del Estado) una recesión de doble fondo, o sea una recaída de la crisis impulsada por la falta de reactivación del crédito, el consumo y el empleo.

En líneas generales, la hipótesis del financiero angloestadounidense está en línea con la proyecciones que realizan los expertos y economistas alineados en una visión "pesimista" respecto de la salida de la crisis.

La clave alfabética

Según una encuesta de The Wall Street Journal realizada a fines de abril entre economistas, las posibilidades de una recuperación atraviesa un complicado escenario cuya salida está marcada por letras del alfabeto.

La letra "V", señala el tipo de recuperación rápida que suele llegar después de una profunda recesión.

La letra "U", marca una recesión más larga y una recuperación más lenta.

La letra "L", señala años de crecimiento lento y doloroso.

En la la "W", se produce un alza temporal cuando la economía siente el impulso del estímulo fiscal que luego se desvanece.

Finalmente está la "D" mayúscula, no por su forma sino por otra Gran Depresión.

¿ Qué letra del alfabeto marcará finalmente el desenlace de la crisis?

Pese a que los reportes son complicados y detallados, su esencia es fácil de resumir.

Los optimistas creen que la recuperación tendrá forma de V. Los escépticos sostienen que se verá más como una W (alza temporal) , o incluso como una sucesión de letras W, concluye.

O sea que, en la visión los pesimistas, la recuperación es solo un espejismo transitorio que tiende a desvanecerse.

Hay que puntualizar que en Wall Street y en los principales centros financieros de Europa y EEUU se impone -en general, entre los expertos- la visión "pesimista" encabezada claramente por el Financial Times y el Wall Street Journal, que representan la tendencia masiva del pensamiento económico-financiero imperial.

Los que pagan la crisis

Pero, más allá de la visión de los analistas del sistema, la llamada "salida de la crisis" tiene claramente dos lecturas paralelas:

Por un lado, los pulpos financieros de Wall Street y las bolsas mundiales, reciclan una nueva "burbuja" ganancial, no ya con dinero especulativo proveniente del sector privado, sino con fondos públicos (de los impuestos pagados por toda la sociedad), puestos compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de rentabilidad capitalista con la crisis.

Y por otro, mientras el proceso inflacionario-recesivo desatado desde las economías centrales (EEUU y Europa) ya genera hambre, pobreza y devaluación acentuada del poder adquisitivo de las mayorías a escala planetaria, un selecto grupo de mega-empresas y multimillonarios multiplican a escala sideral sus activos empresariales y sus fortunas personales.

Simultáneamente, la economía real del Imperio y de las potencias centrales colapsa en todas sus variables, y los sectores más desprotegidos ya sufren los "ajustes" mientras una crisis social, todavía de efectos imprevisibles, asoma de la mano de los despidos masivos en Europa y EEUU.

Está claro entonces que lo que es "crisis" para unos (los despedidos y los sectores más desprotegidos de la sociedad), resulta "burbuja ganancial" para otros (el capitalismo financiero que desató la crisis con la economía del apalancamiento especulativo).

Y también está claro que los masa asalariada (mayoritaria y peor pagada) y los pobres, son a su vez los mayores perjudicados por la utilización fraudulenta (estafa con el Estado capitalista) de fondos de impuestos públicos para salvar a empresas privadas, ya que no cuentan con los recursos (ahorros y medios capitalistas de supervivencia) de las clases altas o medias altas.

Y que serán esos mismos sectores quienes absorberán y cargarán -nuevamente- sobre sus hombros todo el peso de la nueva etapa de "ajustes" fiscales y despidos que se avecina con la "recaída" de la crisis, pronosticada por los propios voceros del poder económico sionista que desató el colapso recesivo con la especulación financiera.


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¿A quién le hace el juego Obama?


28 de agosto de 2009
Amy Goodman (DEMOCRACY NOW!)

El primer día de sus vacaciones en Martha’s Vineyard pareció ser moneda corriente para el Presidente Barack Obama, ya que pasó cinco horas jugando al golf con Robert Wolf, presidente del banco de inversión UBS y presidente y director general de UBS Group Americas.

Wolf, uno de los primeros en otorgar respaldo financiero a la campaña presidencial de Obama, recaudó 250.000 dólares para él en 2006, y en febrero pasado fue designado por el presidente para integrar el equipo del Consejo Asesor para la Recuperación Económica de la Casa Blanca. ¿Recuperación económica para quién?

Resulta interesante que Wolf fuera designado en su cargo el mismo mes en el que UBS, luego de llegar a un acuerdo, accedió a pagar 780 millones de dólares para cancelar los cargos civiles y penales en su contra por ayudar a estadounidenses a evadir impuestos. No hay por qué preocuparse. UBS, una entidad bancaria enferma, con problemas de salud preexistentes, tenía un excelente seguro de salud. En los hechos, había recibido una inyección de 2.500 millones de dólares a través de un rescate financiero encubierto, desgranado del rescate otorgado a la gigante de los seguros AIG. “Pareciera que simplemente estamos haciendo lavado de dinero a través de AIG”, dijo la senadora republicana de Maine Olympia Snowe. UBS, el banco que acoge a los evasores de impuestos adinerados, en los hechos estaba siendo rescatado por los diligentes contribuyentes estadounidenses.


UBS, antes conocido como Unión de Bancos Suizos, se fundó hace más de un siglo. Su éxito responde a las famosas leyes de secreto bancario de Suiza, que permiten a personas individuales ocultar dinero en “cuentas numeradas” imposibles de rastrear. Las cuentas bancarias secretas en Suiza se convirtieron en la forma preferida por las personas adineradas de Estados Unidos para evadir impuestos. En julio de 2008, un informe del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de Estados Unidos concluyó que “al menos desde 2000 hasta 2007, UBS realizó un esfuerzo concertado para abrir cuentas en Suiza a nombre de acaudalados clientes estadounidenses, y empleó prácticas que facilitarían—y que efectivamente generaron—la evasión impositiva de sus clientes estadounidenses”.


Como parte del acuerdo, UBS accedió a compartir información sobre las cuentas de sus clientes con el gobierno de Estados Unidos. Aunque podría haber hasta 52.000 cuentas secretas, UBS sólo divulgará la identidad de unos 4.450 clientes. El Comisionado del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), Doug Shulman, informó en un comunicado de prensa: “Recibiremos una cantidad sin precedentes de información sobre los contribuyentes que evadieron sus obligaciones fiscales al ocultar dinero en el exterior a través de UBS”. UBS comunicará a los titulares de cuentas que sus nombres podrían encontrarse entre aquellos que se enviarán al IRS, y el IRS, a su vez, mostrará indulgencia hacia los evasores fiscales que se entreguen voluntariamente antes del 23 de septiembre. Pero los titulares de las cuentas no sabrán si sus nombres serán incluidos o no, así que los más arriesgados podrían mantenerse callados con la esperanza de que sus cuentas continúen en el secreto.


El viernes pasado, mientras Wolf se preparaba para jugar al golf con Obama, el informante y ex directivo de UBS Bradley Birkenfeld fue condenado a 40 meses de prisión por facilitar la evasión fiscal a través de cuentas bancarias de UBS en el extranjero. Birkenfeld fue condenado a pesar de haber ayudado a los investigadores federales a revelar los secretos del banco.


En la parte superior de la entrada de la sede de UBS en Zurich se encuentra esculpido un busto del dios griego Hermes, que no sólo es el mensajero de pies alados de los dioses, sino también el dios de los ladrones y los comerciantes. El simbolismo impresiona. Wolf puede haberle ganado o no el partido de golf a Obama, pero es evidente que UBS se anotó un “hoyo en uno”.


colaboró en la producción periodística de esta columna.


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Qué se dirime en Bariloche


28-08-2009
Luis Bilbao
Rebelión

Los presidentes de las 12 naciones suramericanas se reunirán en pocas horas más en Bariloche. Una porción ínfima de la ciudadanía conoce la trascendencia del tema a debatir en esta reunión de emergencia.Hay motivos para la ignorancia. La historia registrará la conducta en esta coyuntura de políticos, analistas y medios de comunicación, como un caso sobresaliente de irresponsabilidad y enajenación. Arrastrados por intereses inmediatos, el grueso de ellos o bien ha guardado silencio, o bien se ha prestado a burdas maniobras diversionistas que ocultan la magnitud del problema: Estados Unidos avanza por el camino de la guerra en América Latina y el Caribe.

Ya no es un mandatario brutal quien habita la Casa Blanca. Ya no gobierna en Estados Unidos el partido identificado públicamente con el complejo militar-industrial. Pero Washington amenaza sistemática, inexorablemente, con la guerra en nuestros países. Eso es la reactivación de la IV Flota de la US Navy en las aguas del Caribe. Eso es el golpe de Estado en Honduras. Eso es la instalación de siete bases militares en Colombia. De modo que queda claro: la dinámica belicista en la que Estados Unidos ha embarcado al mundo en los últimos años, con aceleración irracional desde fines de 2001, no tiene como motor a tal o cual presidente, sino a la crisis estructural del sistema, que les estalló en las manos un año atrás. Queda claro que el capitalismo imperialista nos lleva a la guerra.De esto se discutirá en Bariloche. El resultado dependerá de la posición que adopten gobernantes hasta ahora indefinidos, ambiguos. Los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador ya se han expedido sin rodeos exigiendo que Unasur se pronuncie contra la intalación de las bases en Colombia. Los de Perú y, naturalmente, Colombia, siguen el dictado de Washington. Los restantes navegan en el estrecho espacio de la complicidad, la perplejidad y el temor. Excepto en los tres primeros países mencionados, la ciudadanía no ha sido informada por sus gobernantes; tanto menos convocada a analizar y debatir tamaña encrucijada histórica. Ése ya es un dato por demás elocuente acerca de convicciones y metodologías de quienes ocupan los más altos cargos. Dicho sea de paso, la elección de una pequeña ciudad del extremo austral argentino, repite la táctica de otras cumbres que huyen de lugares poblados y de fácil acceso para impedir la participación ciudadana. Cabe temer que las sesiones de debate no sean televisadas siquiera para los periodistas acreditados. Si así ocurriera, el escamoteo sería total. Y el crimen perfecto.Por eso cobra especial relevancia una propuesta lanzada como piedra de David por el presidente boliviano Evo Morales: “¿por qué no ir a un referendo en Suramérica?”, propuso ante una concentración de pobladores de Coipasa, en el sur andino boliviano. El argumento es llano: “que los pueblos digan sí o no; que el pueblo decida y no que el imperio imponga sobre las bases militares”.Se trata de una reivindicación estrictamente democrática, que nadie comprometido con el republicanismo y los propósitos de Unasur podría negar: ¿cómo en una Unión de Naciones se podría admitir que un gobierno ceda el territorio de su país para la instalación de bases militares extranjeras, tanto menos estadounidenses? ¿cómo oponerse a una resolución democrática de la ciudadanía involucrada?Una de las incógnitas que quedará aclarada en Bariloche, por tanto, es si los participantes de esa gran conquista histórica que es Unasur conciben efectivamente una unión suramericana. La otra, dirá acerca del compromiso de cada quién con la democracia allí donde ésta cuenta.Quedará dirimido igualmente, positiva o negativamente, un tercer aspecto clave de la coyuntura histórica: el alineamiento geopolítico y estratégico de cada gobierno. Los tiempos de la demagogia y la prestidigitación se han agotado. Nadie podrá hablar de paz, crecimiento, democracia, soberanía y justicia, si no suma su voz a la de quienes condenan las bases en Colombia, el golpe de Estado en Honduras y la descontrolada agresividad mediática del imperialismo con todo su dispositivo hemisférico, pero además de condenar verbalmente, toma medidas efectivas para impedir esta carrera hacia el abismo.Los y las presidentes de Unasur deben asumir una responsabilidad que no admite dilación ni subterfugios. Pero allí no acaban las exigencias de la hora: partidos, sindicatos, organizaciones sociales de todo género y dimensión, periodistas, intelectuales, estudiantes, trabajadores, tenemos la obligación de observar con lupa lo que ocurra en Bariloche, transmitirlo a cientos de millones de compatriotas, acompañar a los gobiernos que salgan en defensa de sus pueblos y, desde las raíces mismas de la sociedad, con la participación de todos, llevar a cabo la gran tarea de unión suramericana, con prescindencia de los gobiernos que defeccionen en esta hora crucial.Luis Bilbao es Director de América XXI.

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Sudáfrica: "La oligarquía blanca compró a los negros"


28-08-2009

IPS
La estrategia del gobierno de Sudáfrica para fortalecer la economía de la población negra fue en realidad creada por la oligarquía blanca para comprar a los líderes del histórico movimiento de resistencia, sostuvo Moeletsi Mbeki, hermano del ex presidente Thabo Mbeki (1999-2008).
En su libro "Arquitectos de la pobreza: por qué se debe hacer frente al capitalismo de África", Mbeki critica a la elite gobernante señalando que la estrategia conocida como Potenciación Económica de los Negros (BEE, por sus siglas en inglés) paradójicamente ha sido un "golpe fatal contra la emergencia de un empresariado negro".

En realidad, sostiene, "crea una pequeña clase no productiva pero rica de capitalistas negros compinches constituida por políticos del CNA (Congreso Nacional Africano, partido gobernante), algunos retirados y otros no".
Sostuvo que la estrategia BEE, que entre otras cosas busca asegurar el acceso de la población negra al liderazgo de importantes empresas, no fue invención del CNA, sino que fue creada por oligarcas blancos para adquirir poder en el partido oficialista.
La iniciativa le aseguró a los oligarcas blancos asientos en la mesa principal del CNA donde se formulan las políticas económicas y le dio a sus empresas una parte de los contratos oficiales, afirmó.
Se promocionó la estrategia como una ayuda a los menos favorecidos, pero eso está lejos de la realidad, pues la elite política se ha quedado con los verdaderos beneficios, sostuvo.
IPS dialogó con Mbeki, vicepresidente del Instituto Sudafricano de Asuntos Internacionales, centro de estudios independiente con sede en la Universidad de Witwatersrand.
IPS: ¿Usted cree que la BEE fue un sistema bien conceptualizado que pudo haber concretado la meta de darle más poder a las masas?
MOELETSI MBEKI: Nunca fue un buen sistema. Nunca estuvo destinada a lograr el progreso de las masas. Tuvo el objetivo de comprar y atraer a líderes del movimiento de resistencia. La BEE no puede funcionar para la mayoría. Sólo tiene el objetivo de fomentar los intereses de unos pocos.
Las masas no están contentas con lo que está sucediendo, y estamos comenzando a ver esto en las revueltas (comunitarias). La gente comienza a reaccionar contra la desigualdad y se dirigen a las autoridades municipales, que son vistas como parte de la elite porque fueron elegidas por el CNA, que no están repartiendo (los beneficios).
IPS: Y sin embargo el CNA ganó una importante victoria en las urnas a comienzos de este año…
MM: El CNA perdió su mayoría de dos tercios. Yo perdí apoyo en todas las provincias excepto en KwaZulu Natal (lugar de origen del actual presidente Jacob Zuma y donde aún tiene un gran respaldo). El CNA está comprando a los pobres con beneficios sociales: 13 millones de personas en este país reciben subsidios.
El proyecto para recapacitar a aquellos que estaban en riesgo en el sector privado fue sólo un mero intento del gobierno de dar la imagen de que estaba resolviendo los problemas públicos. ¿Cómo van a ser recapacitadas estas personas? ¿Y en qué sector serán volcadas?
El gobierno se da cuenta que la gente está molesta e intenta calmarla con planes insostenibles.
El país afronta un conflicto de clase dentro de la población negra. Por un lado, están las elites políticas y por el otro las masas. Sudáfrica todavía es una "nación arco iris", pero el conflicto tiene potencial para agravarse.
IPS: Sudáfrica es visto como un ejemplo para otros países africanos. ¿Considera que esta visión está justificada?
MM: El sector privado sudafricano es muy poderoso. Es por eso que se encuentran compañías como Shoprite, MTN y el Standard Bank en varias otras naciones africanas. Esas corporaciones ofrecen grandes servicios y calidad.
Pero el Estado sudafricano va en declive. Hay un alto grado de corrupción, el sistema de salud está al borde del colapso y el educativo es deficiente.
Entre 2000 y 2008, Sudáfrica cayó 20 lugares en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, del 34 al 54. La corrupción crece a un gran ritmo, y su impacto afecta severamente a los pobres. Las ganancias destinadas a los pobres son malversadas, lo cual significa que hay una falla en la distribución.
IPS: Algunas personas señalan que blancos capacitados dejan el país por la falta de oportunidades a causa de la estrategia BEE.
MM: Tanto los negros como los blancos se ven afectados. No hay incentivos para quedarse en el país si sabes que los principales trabajos van para la elite y para sus compinches. La acción afirmativa y la estrategia BEE se convirtieron en favoritismos para unos pocos elegidos.
En el momento hay 500.000 puestos vacantes para profesionales. Cada profesional empleado puede crear oportunidades laborales para otros menos calificados.
Sudáfrica se está convirtiendo en un país "desindustrializado". Dependemos de las importaciones más que de las exportaciones. En 1985, 31 por ciento de nuestro producto interno bruto provino del sector manufacturero. Ahora llega sólo a 16 por ciento. Miles han perdido sus trabajos. Nuestra industria del calzado colapsó y los que están calificados para fabricar han desaparecido. Vamos para atrás.
IPS: ¿Cómo se afrontan estos problemas?
MM: Necesitamos reformar el sistema electoral. Los parlamentos no deberían ser elegidos sobre una base de representación proporcional, sino representando directamente distritos específicos. Esto ayudaría a aumentar la responsabilidad. Actualmente no hay sistema para llamar a cuentas (a los legisladores).
El sistema educativo debe ser revisado. Necesitamos trabajadores calificados. Pero el dinero que va a la educación es usado para la BEE y dado a políticos que construyen grandes palacios y compran autos caros.
Los temas clave aquí son el incremento de la desigualdad económica y el aumento de la dependencia de las importaciones. La combinación de esos dos factores es letal. Está creando una tendencia al desempleo en Sudáfrica, lo que causa conflictos entre los negros. Y en el medio quedan atrapados los extranjeros, como se pudo ver en los ataques xenófobos del año pasado.

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¿Qué busca China en la pequeña Moldavia?


28-08-2009
Oleg Cherkoviets
Pravda
Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín

El paso firme de la República Popular China se convierte realmente en un fenómeno global
El desarrollo vertiginoso de la actual crisis financiera y económica global, lleva a analistas y expertos de los más diversos ámbitos y tendencias, a replantearse con la misma rapidez sus propias valoraciones de hace tan sólo un año y los pronósticos para un futuro próximo de la economía mundial.

El principal motivo de esa revisión en la estimación es evidente: China, segunda superpotencia económica del mundo, se acerca rápidamente al primer lugar que todavía ocupan los Estados Unidos. El crecimiento chino es el responsable directo de que se estén salvando las principales economías occidentales; así los economistas y políticos de Alemania y Francia pueden respirar con alivio: sus economías en el último trimestre han crecido en un ínfimo 0’3% y ello, precisamente gracias a la ampliación de exportaciones de maquinaria y piezas de repuesto para la creciente economía china.
Los datos corregidos de crecimiento económico del gigante socialista en base a los resultados del primer semestre del 2009 demuestran, que el Producto Interior Bruto de la República Popular China creció en un 7,1%, y si tomamos el crecimiento por trimestres, observamos cómo en el segundo trimestre el crecimiento ha superado considerablemente al del primer trimestre llegando ya al 7,9% . Los analistas parecen todavía más convencidos de que a juzgar por los resultados del año, el crecimiento total de la economía china no será inferior al 8%.
Lo que significa una cifra como esa en unas condiciones de crisis rampante en otros países no creo que haga falta explicárselo a ninguna persona con sentido común. Es suficiente echar un vistazo a nuestra propia realidad rusa. Los datos oficiales del Ministerio Desarrollo Económico de la Federación Rusa hablan de que la caída total de la economía rusa en el primer semestre ha alcanzado el 10,1 %. Una caída de más del 10% es ya por sí misma una cifra catastrófica , y no en vano el presidente Medvedev hace unos días, en una de sus reuniones en Sochi reconocía, que nos” hemos desmoronado” más fuerte que muchos otros países. Sin embargo los datos actualizados recientemente por el Ministerio de Desarrollo Económico muestran como teniendo en cuenta la caída por trimestres, el PIB del segundo trimestre ha caído todavía más, llegando hasta el 11% y quién sabe si influirá esto a corto plazo en la revisión de los datos generales de la caída semestral, hasta alcanzar una cifra aún mayor…
Ante este desarrollo de los acontecimientos, aquí en casa, suenan ridículos los comentarios que suelen aparecer periódicamente en los medios de comunicación rusos (incluyendo los canales estatales de la televisión), en los que se hace referencia a que para China un crecimiento del 6% no se puede considerar siquiera un crecimiento, sino una cuestión de supervivencia y por eso, que el crecimiento chino pueda llegar al 8% no tiene nada de especial… ¿Qué se puede responder ante perlas como ésa? Prueben ustedes, señores míos a llegar siquiera a la mitad, que digo la mitad, a una cuarta parte de ese crecimiento “nada significativo” y luego pónganse a dar y hacer valoraciones.
No me canso de repetir por décima vez o cien veces si hace falta, que el crecimiento de China responde al desarrollo del sector real de la economía. Esa asignación de una cifra gigante, cerca de 600.000 millones de dólares, está destinada a acelerar el desarrollo de la red de carreteras, a reemplazar la maquinaria de las empresas del sector manufacturero, a aumentar la demanda interna de la población. Y por supuesto a continuar ejecutando el principal papel estratégico de China en el mundo actual: el de seguir siendo la fábrica mundial que suministre producción ya manufacturada a los principales países del mundo. Desde Rusia hasta los EEUU.
Por cierto, en el comercio con estos últimos, el crecimiento del superávit chino tanto en cifras totales, como en los tiempos de crecimiento, está rompiendo todos los records imaginables. Así, si en el año 2002 significaba 100.000 millones de dólares, en el 2003 superó los 120.000 millones de dólares (es decir un crecimiento anual del 20%), en el 2004 alcanzó 162.000 millones de dólares, un 35% más, y en el 2005 los 202.000 millones de dólares, aumentando cada año casi un 25%. Pero lo que ocurrió en los últimos tres años en general, no tiene análogos en la historia de la economía de mundial. El superávit en la balanza comercial china (y en correspondencia con ello el déficit de los Estados Unidos) en el comercio entre ambos, ha aumentado en un 50-60% anualmente y según datos del año pasado, del 2008, superó la cantidad de 680.000 millones de dólares. ¡En sólo un año!
Y todo esto no es a costa de las materias primas, el petróleo o el gas, sino de producción real: desde camisas, camiseta, accesorios de baño, hasta automóviles. Sí sí, automóviles, que por cierto han empezado a exportarse al mercado usamericano. En lo que respecta a las reservas de oro de China, que se forman partiendo de las exportaciones a nivel global, ya han superado los dos billones de dólares, convirtiéndose en algo legendario. Por cierto, se suele considerar, que aproximadamente el 40% de esa cifra (es decir del orden de los 800.000 millones de dólares) estaría invertido en obligaciones del tesoro americano, lo que convierte a la China socialista sin duda en el mayor acreedor de la principal potencia capitalista.
Por supuesto los analistas y expertos recuerdan, que surge una simbiosis única, cuando China con sus gigantes reservas depende a su vez de la situación económica en los principales países occidentales y ante todo en los mismos Estados Unidos, que se han convertido al mismo tiempo en los principales consumidores de su producción. Es cierto, nadie niega esa interdependencia, sin embargo hay un detalle importante: según las leyes elementales de la economía, el que posee el superávit comercial y unas reservas en divisas gigantescas tiene una ventaja colosal, que a menudo ninguno de esos analistas menciona. Esa misma enorme masa en divisas que se puede utilizar de un modo pasivo, manteniéndola únicamente como bonos del tesoro, es decir dejando sin vida al dinero y no movilizándolo (como hace Rusia) o se puede utilizar de un modo activo, dando créditos a sus socios comerciales, ampliando de este mismo modo los mercados para la exportación. Algo que, por ejemplo Rusia prácticamente no hace, pero que China sí que pone en práctica de un modo muy activo.
Así por ejemplo, poco antes de la repetición de las elecciones parlamentarias en Moldavia celebradas recientemente, los medios de comunicación occidentales discutían activamente la noticia de que China había aprobado las condiciones para conceder a Moldavia un crédito que rondaría los mil millones de dólares. En relación con esto una serie de expertos occidentales se hacían la pregunta: ¿Qué persigue con esto la República Popular China?
En mi opinión, la respuesta la podemos encontrar en un artículo publicado por una de las publicaciones de vanguardia en temas económicos del mundo occidental: el diario británico “Financial Times”. China, escribe el autor experto en temas moldavos, O’Neill, hacía tiempo que mantenía conversaciones para la concesión del crédito, ofreciendo condiciones muy favorables: el crédito millonario sería otorgado por un plazo de quince años al 3% de interés anual (o sea un interés practicante nominal) con un periodo de gracia de cinco años durante los cuales no habría ni que pagar intereses. Y aún más, el crédito chino, no sería una acción aislada, sino la apertura de una línea de crédito bancario. Que podría superar significativamente esos mil millones iniciales. “China puede garantizar el financiamiento de cualquier proyecto que necesite la parte moldava, a los que ellos den el visto bueno”-cita “Financial Times” a la parte china.
Ningún país en el mundo por rico que sea dentro de los países occidentales, incluyendo los Estados Unidos, puede permitirse hoy día hacer declaraciones de este tipo, en las condiciones de crisis. Surge entonces la pregunta lógica: ¿Dónde está el beneficio para China? La respuesta habría que buscarla en la dirección del crédito chino. Tanto los primeros mil millones y toda la línea potencial crediticia, persiguen la modernización de los centros energéticos, del suministro de agua, la industrialización del sector agrario, la construcción de carreteras, así como, y esto es especialmente subrayable, la realización de proyectos altamente tecnológicos.
No sé si estará a familiarizado el respetable analista con el trabajo clásico de Lenin “En relación con la cuestión así llamada de los mercados”, pero en su artículo acierta a señalar que: el proyecto de crédito chino está claramente encaminado a la ampliación a largo plazo del mercado interno de Moldavia mediante la creación de una gran cantidad de puestos de trabajo que sean atractivos y el mejoramiento de las condiciones de vida, en las ciudades más importantes así como en el campo. Sí, es cierto que Moldavia es hoy un país pobre, pero que tiene mano de obra cualificada y que ya hoy compran productos chinos, y mañana, cuando se amplíe la demanda interna y el consumo, con ayuda china, los moldavos podrán comprar esos productos en mayor cantidad.
Pero Moldavia no es un caso aislado. Los expertos señalan que hoy la estrategia china de crédito a largo plazo, se está poniendo en práctica por todo el mundo, tanto en los países desarrollados capitalistas como en los que están en vías de desarrollo, hasta hace poco bajo la órbita y la influencia a todos los niveles de los Estados Unidos. En los últimos años China ha firmado acuerdos de inversión en los más importantes sectores del mercado de materias primas de Argelia, Gabón, Sudán, Canadá (petróleo), Irán y Arabia saudita (gas natural), Australia, Brasil, Jamaica, Perú y Zambia (minería), cerrando acuerdos con una serie de países que poseen significativos recursos naturales y un mercado interno prometedor.
El paso firme de la superpotencia socialista es indudablemente un fenómeno global. No es casual que el mismo “Financial times” definiese así este fenómeno: mientras Rusia se pelea con sus más cercanos vecinos del” extranjero cercano”, para China todo el mundo se ha convertido en “extranjero cercano”.

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