jueves, 16 de abril de 2009

El Sagrado Corán y algunas reflexiones contemporaneas








Pero cuando Jesús sintió la falta de fe de ellos, dijo: « ¿Quiénes serán mis partidarios [en la defensa de la causa que lleva] hacia Dios? »
Los apóstoles dijeron: « Nosotros somos los partidarios de Dios. Hemos creído en Dios. Testifica, pues, que nosotros somos musulmanes [a Él sometidos] 3:52

Y cuando inspiré a los apóstoles para que tuvieran fe en Mí y en Mi Mensajero y dijeron: « Creemos. Sé testigo de que nos sometemos a Ti, de que somos musulmanes. » 5:111

¡Y esforzaos por Dios con un esfuerzo verdadero por Él!
Él os ha elegido y no ha puesto en la religión, la creencia de vuestro padre Abraham, ninguna dificultad para vosotros. Él os ha llamado musulmanes anteriormente y en éste (mensaje), para que sea el Mensajero testigo sobre vosotros y seáis vosotros testigos sobre la gente.
Por tanto, haced la oración, dad el impuesto purificador de la riqueza y aferraos a Dios. Él es vuestro Señor y Protector. Un excelente Protector y un excelente Defensor. 22:78

Aquellos a quienes Nosotros dimos la escritura ante del él (antes del Corán), creen en él y cuando se les recitan, dicen: “Creemos en él. Ciertamente, es la Verdad que proviene de nuestro Señor. Ciertamente, nosotros éramos musulmanes desde antes de él. ” 28:52 y 53

Y Abraham se lo encomendó a sus hijos y también Jacob:
« ¡Oh hijos míos! ¡Ciertamente, Dios ha escogido para vosotros la religión, no muráis sin ser musulmanes! 2:132

Decid: « Creemos en Dios y en lo que nos fue revelado y en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las Tribus, y en lo que fue dado a Moisés y a Jesús, y en lo que fue dado a los profetas por su Señor. No hacemos diferencias entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él. (wa nahnu la hu muslimún)» 2:136


Abraham no era judío ni era cristiano, sino que era un buscador de la Verdad, sometido a Dios [ muslim ] y no era de los politeístas. 3:67

Di: «Creemos en Dios y en la revelación que fue hecha descender para nosotros y en la que fue hecha descender para Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las Tribus, y en lo que le fue dado a Moisés y a Jesús y a los profetas procedente de su Señor. No hacemos diferencias entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él. » 3:84

Y ¿Quién posee mejores creencias que quien inclina su rostro en señal de sometimiento a Dios y es bueno y sigue la creencia de Abraham, el buscador de la Verdad? 4:125

En verdad, Nosotros te hemos enviado la revelación [ ¡Oh Muhammad! ], tal como enviamos la revelación a Noé y a los profetas que vinieron tras él. Y enviamos la revelación a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las Tribus [ de los Hijos de Israel ], y a Jesús, Job, Jonás, Aarón y a Salomón. Y a David le otorgamos los Salmos. 4:163

Di: « En verdad, mi Señor me ha guiado a un camino recto, a una creencia auténtica, la creencia de Abraham, el buscador de la Verdad. No fue de los que adoran otros dioses junto a Dios. » 6:161

¡Y esforzaos por Dios con un esfuerzo verdadero por Él!
Él os ha elegido y no ha puesto en la religión, la creencia de vuestro padre Abraham, ninguna dificultad para vosotros.
Él os ha llamado musulmanes anteriormente y en éste, para que sea el Mensajero testigo sobre vosotros y seáis vosotros testigos sobre la gente.
Por tanto, haced la oración, dad el impuesto purificador de la riqueza y aferraos a Dios. Él es vuestro Señor y Protector. Un excelente Protector y un excelente Defensor. 22:78

Él ha establecido para vosotros los mandatos de la fe que ya había encomendado a Noé y que también Nosotros te hemos revelado a ti, y lo que habíamos encomendado a Abraham, Moisés y Jesús: «Estableced la creencia y no os dividáis por causa de ella.»
A los idólatras les resulta difícil aquello a lo que tú les convocas.
Dios escoge para Sí a quien Él quiere y guía a Él a quien se vuelve con arrepentimiento. 42:13

Y a Él pertenecen quienes están en los cielos y en la Tierra. Todos están sometidos a Él. 30:26

En verdad, los creyentes, tanto judíos, como cristianos o sabeos, quienes crean en Dios y en el Último Día y actúen rectamente, tendrán su recompensa junto a su Señor. No tendrán que temer y no estarán tristes .2:62

En verdad, los creyentes, los judíos, los sabeos y los cristianos, quienes crean en Dios y en Último Día y obren rectamente, no tendrán por qué temer y no estarán tristes. 5:69

Y no seáis de los idólatras, de esos que escinden su religión haciendo partidos, cada partido contento de lo que posee. 30:31 y 32







Desde el triunfo de la revolución islámica en Irán, estamos asistiendo a la última fase del enfrentamiento entre el viejo mundo que se resiste a desaparecer y el nuevo mundo que puja por surgir.

El viejo mundo, como un invierno que llega a su fin, en sus intentos desesperados por no desaparecer, parece dispuesto a destruir el mundo en una guerra nuclear antes que ceder el poder que ha detentado durante siglos.

Las fuerzas de una nueva primavera se extienden y coordinan, aun de forma tímida y primaria, pero imparables y decididas.

Los ejércitos del proyecto sionista de dominación totalitaria mundial son derrotados por la naciente resistencia en el sur del Líbano y en Palestina y se debaten impotentes en Iraq y Afganistán.

Sin lugar a dudas, el viejo poder imperial agoniza y muere, pero en su caída amenaza con arrastrar a toda la humanidad al caos y la destrucción.

Para impedirlo es necesario que las fuerzas del nuevo mundo que nace se organicen y comiencen a llenar el vacío que deja la caída de los viejos imperios con nuevas formas de acción directa, de organización social y de estructuras acordes con los ideales de justicia social y hermandad que propugna.
Si las fuerzas nacientes de la revolución islámica quieren jugar el papel que les corresponde en la creación de ese nuevo mundo, los musulmanes deberemos entender con claridad que el Islam no es una religión más y la última de ellas, sino la religión eterna del Único Dios. Que no existen muchas religiones y el Islam es la última de ellas, sino que sólo existe una religión a la que Dios ha denominado genéricamente Islam y musulmanes a quienes se someten voluntariamente a Sus mandamientos y orientaciones desde el principio de los tiempos.
Los musulmanes debemos, pues, llamar a nuestros hermanos musulmanes y a todos los creyentes a trabajar unidos por nuestra fe común, que nos compromete ante Dios y nos obliga a luchar por la creación de un mundo que responda a Sus parámetros de justicia y de defensa de los pobres y oprimidos, tal como, entre otros, lo entienden los seguidores de la teología de la liberación.
Nuestra tarea fundamental no es convertir a las personas al Islam, eso es algo que está en manos de Dios, nuestra tarea es responder al llamado divino para defender a los débiles y los oprimidos y para construir un mundo basado en la justicia social y comprometernos en ese camino con todos aquellos, musulmanes y no musulmanes, creyentes y no creyentes que estén implicados en esa misma tarea, aportando nuestras elaboraciones y puntos de vista y trabajando codo con codo y sin reservas con ellos, para construir ese mundo nuevo mejor que decimos es posible.

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