viernes, 29 de mayo de 2009

El asesinato de Malik Ashtar


Abul Hasan Ali b. Muhammad b. Hubaysh al-Katib me transmitió de al-Hasan b. Ali al-Za'farani, quien lo transmitió de Ibrahim b. Muhammad al-Thaqafi, quien lo hizo de Muhammad b. Zakariyya, de Abdullah b. al-Dhahhak, de Hisham b. Muhammad, que dijo:
“Cuando las noticias del asesinato de Muhammad b. Abu Bakr, que Dios esté complacido con él, llegaron a Amir al-Muminín, la paz sea con él, éste escribió a Malik
b. Al-Hariz al-Ashtar, que Dios le bendiga con Su misericordia, a la sazón residente en Nasibayn:
"Tú eres a quien puedo pedir ayuda para mantener el estandarte del Islam en alto y para aplastar la soberbia de los desobedientes y fortificar la frontera amenazada.

Yo había designado a Muhammad b. Abu Bakr, que Dios le bendiga con Su misericordia, para gobernar Egipto, pero los rebeldes atacaron y él, que no poseía experiencia sobre la guerra, fue martirizado. ¡Que Dios le bendiga con Su misericordia!
Ven a mí lado para que podamos estudiar la cuestión relativa a Egipto y nombrar en su lugar a una persona sana y digna de confianza de entre sus compañeros.”

Entonces, Malik, quiera Dios estar satisfecho de él, nombró a Shabib b. Amir al-Azadi para que quedase en su lugar y marchó al encuentro de Emir al-Muminín Ali, la paz sea con él.
Ali le explicó la situación en Egipto y le informó de su pueblo. Luego le dijo:
"No hay otro para asumir esta tarea salvo tú, así pues, prepárate para viajar allá.
Si hay algo sobre lo que no te he orientado dependerás de tu propio criterio y deberás pedir la ayuda de Dios para que guíe tus pasos.
En tus relaciones con los egipcios, mezcla la severidad y dureza con la ternura y delicadeza. Se amistoso con ellos y firme cuando no tengas otra alternativa."

Entonces Malik Al-Ashtar se marchó y dispuso su viaje.

Por su parte, Ali, la paz sea con él, envió una carta al pueblo de Egipto, antes de que Malik llegase, en ella decía:

"En el nombre de Dios, el Clementísimo, el Misericordiosísimo.
Alabo a Dios. No existe nada digno de ser adorado sino Él, y pido a Dios que bendiga a Su Profeta Muhammad y a su descendencia.
Ciertamente, he enviado a vosotros un siervo de los siervos de Dios que no dormirá en los días peligrosos y que no retrocederá ante el enemigo por temor a cualquier dificultad. Él es uno de los más fuertes y nobles entre Sus siervos y más peligroso para los transgresores que el fuego abrasador, así como el más alejado de la ignorancia y los defectos.
Él es Malik b. al-Hariz Al-Ashtar. Paciente en medio de las amenazas, calmado y dispuesto en tiempos de guerra. Es de naturaleza resuelta y moderada.
Por lo tanto, escuchadle y obedecedle.
Si les ordena avanzar avancen, y si les ordena detenerse, deténganse y no avancen ni se detengan excepto si él se lo ordena.
Le he enviado a ustedes, a pesar de cuánto le necesito a mi lado, en aras de su bienestar y a causa de mi profunda preocupación respecto a sus enemigos. Ruego a Dios que le guarde y le proteja con Su guía y fortalezca su temor de Él.
Que la paz y la misericordia de Dios y Su bendición sea sobre vosotros. "

Cuando Malik Al-Ashtar hubo completado los preparativos para su viaje a Egipto, los espías escribieron a Muawia ainformándole de ello.
Él quedó muy preocupado, porque tenía su mirada puesta en Egipto y sabía que si Malik Al-Ashtar llegaba a él lo perdería, ya que Málik era una persona más capaz y poderosa que el hijo de Abu Bakr.
Se puso en contacto con el jeque de un lugar llamado al-Qulzum, que le pagaba impuestos y le informó de que Ali había nombrado a Malik al-Ashtar gobernador de Egipto, y le dijo: “Si se libra de él, yo le libraré de pagarme impuestos el resto de su vida. Así que, piense en un plan para matarlo si le es posible.”
Tras eso, Muawia se dirigió al pueblo de Siria y dijo:
"Ciertamente, Ali ha enviado a Egipto a Malik al-Ashtar. Recemos a Dios para que nos libre de él."
Entonces rezó y también lo hizo la gente con él.

Mientras, Malik Al-Ashtar viajó y llegó a al-Qulzum. El jeque le recibió y saludó y luego le dijo: "Soy responsable del pago de los impuestos. Tú y tus compañeros tenéis derecho a todo lo que crece en mi tierra. Por lo tanto, se mi invitado y permíteme servirte y servir a tus compañeros y deja que los animales pasten libremente en mi tierra.”
Así, Al-Ashtar quedó allí como su invitado y el jeque les atendió, a él y a sus compañeros y cubrió todas sus necesidades. Trajo para ellos alimentos, entre ellos algunos refrescos de miel con veneno y, cuando Malik Al-Ashtar bebió de ellos se envenenó y murió.
Cuando Muawia recibió la noticia, convoco a los sirios y dijo:
"Tengo buenas noticias para ustedes! Dios Altísimo ha respondido a sus oraciones y ha acabado con Malik al-Ashtar".
Y todos ellos se alegraron.

Cuando la noticia de la muerte de Malik Al-Ashtar llegó a Emir al-Muminín, la paz sea con él, suspiró apesadumbrado y dijo:
"Malik fue un hombre excelente! Si hubiera sido una montaña, habría sido su roca firme.
Juro por Dios que algunas personas se habrán alegrado de su muerte, pero muchos serán quienes lloren su pérdida.
Somos de Dios y a Él regresamos. Alabado sea Dios, Señor del Universo.
Su muerte es una de las mayores calamidades del mundo. Que Alá bendiga a Malik con Su misericordia. Sin duda, cumplió fielmente su tarea, terminó el plazo fijado para su vida y se reunió con su Creador, mientras que nosotros mismos nos vemos soportando con paciencia cada adversidad después de haber sido afligidos con la pérdida del Profeta, la paz sea con él y con su descendencia, que ha sido la mayor calamidad que hemos tenido que soportar.”

Fuente: Al-Amali, Los dictados del Sheij Al-Mufid


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