martes, 9 de junio de 2009

Seyed Nasrulá: Comencemos a Construir Nuestro País


08/06/2009 El secretario general de Hezbollah, Seyed Hasan Nasrulá, pronunció un discurso en Al Manar TV.

Yusuf Fernández

Esta noche abordaré el tema de las elecciones del domingo y su resultado. En primer lugar, me gustaría felicitar a todo el pueblo libanés, a la oposición y al bloque pro-gubernamental por este gran acontecimiento nacional. Me gustaría también alabar la participación popular que refleja una gran responsabilidad nacional. Éste es un punto positivo. También aprovecho para agradecer a los ministerios y a la administración pública y al ejército y las fuerzas de seguridad libanesas por manejar el proceso electoral y preservar la seguridad y estabilidad. Estas instituciones públicas estuvieron al frente del enorme desafío que supuso el celebrar las elecciones en un solo día.

A pesar de algunos fallos, a los que me referiré más tarde, este desafío fue afrontado con responsabilidad. Felicito a los ganadores a los que el pueblo ha otorgado la responsabilidad de gobernar. Aceptamos los resultados anunciados por el ministro del Interior.
El posible planteamiento de objeciones a los resultados en el Comité Constitucional es otro tema. Aceptamos los resultados y aceptamos que el campo rival ha logrado la mayoría de los escaños parlamentarios, sabiendo también que la oposición ha mantenido los suyos. En los pasados discursos dije que había una diferencia entre disponer de una mayoría parlamentaria y una mayoría popular. Si la mayor parte de los votos han ido a parar al bloque del 14 de Marzo, lo aceptaremos con independencia de cuál sea nuestra evaluación de todo el proceso. Aceptamos los resultados con independencia de los enormes fondos gastados, lo que quedará ilustrado en los próximos días, con independencia de las incitaciones de tipo sectario y las mentiras dirigidas a intimidar a la opinión pública, especialmente en algunos distritos en particular, y con independencia de la injerencia extranjera. Sin embargo, no trataré de estos temas esta noche y esto no afectará a nuestra aceptación de los resultados.

Me gustaría señalar que dos grandes alegaciones se han venido abajo: la primera es la retórica política que afirmaba que la oposición no quería que las elecciones tuvieran lugar y que trabajaría para sabotear la situación política y de seguridad con vistas a impedir su celebración. También se afirmó que la oposición no aceptaría los resultados si éstos no eran en su favor. No estoy diciendo que ésta fuera la retórica de todos los líderes del 14 de Marzo, sino de la mayoría de ellos. Los resultados han sido publicados y ésta ha demostrado ser, pues, la mayor mentira utilizada en la campaña. Hemos sido testigos de un día memorable de elecciones con una amplia participación y sin problemas.

La segunda mentira fue su afirmación de que las elecciones no podían tener lugar si Hezbollah conservaba sus armas, porque esto significaría que la gente se vería presionada y no sería capaz de expresarse. Varios artículos fueron escritos sobre este punto. Si la oposición hubiera ganado, este tema habría sido planteado de nuevo, pero ahora que el bloque del 14 de Marzo ganó, nadie lo está mencionando. De este modo, otra gran mentira ha quedado expuesta. Las elecciones tuvieron lugar en un momento en el que Hezbollah tiene un arsenal de armas, pero nada ocurrió. Una de las principales conclusiones es que estas armas no buscan imponer realidades políticas. El pueblo se ha expresado libremente. Todo el proceso electoral ha mostrado la integridad del partido que utiliza estas armas. Lo que es importante en esta experiencia es que los libaneses han demostrado su capacidad para preservar la seguridad y estabilidad y mantener, al mismo tiempo, una competencia incluso en sus aspectos más duros.

Me gustaría felicitar a todos los líderes y cuadros de los partidos de la oposición y decirles que hemos fijado un objetivo nacional honesto dirigido a promover el proyecto de reforma. Esto es por lo que hemos buscado la mayoría en el Parlamento: para servir a este proyecto y no para conseguir poder o autoridad. Hemos luchado juntos en esta batalla y nos hemos enfrentado a lo que puede ser denominado como una guerra global dirigida en nuestra contra, utilizando, por supuesto, los términos del General Michel Aún. Si no fuéramos capaces de servir al proyecto desde la posición que habíamos buscado -siendo una mayoría- esto no significa que no tengamos la obligación de servirlo desde otra posición. Hoy, yo renuevo la promesa y llamo a todos los líderes de la oposición a renovar también la suya de que continuaremos comprometidos con nuestro proyecto de reforma. Ésta es una responsabilidad permanente. Aunque son importantes, las elecciones no son, sin embargo, más que una estación en un largo camino de lucha para lograr estos objetivos. Tenemos que determinar el paso siguiente y la forma que abordaremos los temas de la elección del presidente del Parlamento y el nombramiento de un primer ministro.

Me gustaría expresar mi profunda gratitud a todos los hermanos de Hisbolá y a los que apoyan a Hisbolá.
No hubo competición en los distritos de Sur de Líbano y en el de Baalbek-Hermel así como en el suburbio del sur de Beirut, pero llamamos a los votantes a mostrar una fuerte presencia para expresar sus opciones y convicciones políticas, particularmente con respecto al tema de la Resistencia. Hemos observado que la participación en estos distritos fue enorme y en algunos casos excedió la que se produjo en otros donde estaba teniendo lugar una reñida competición. Esto no nos sorprendió, pues sabemos que ésta es la convicción de los votantes. Me gustaría agradecer a los que votaron en los restantes distritos y al personal de campaña que trabajó de manera incesante para asegurar una participación masiva en los distritos con escaños shiíes donde los candidatos de Hisbolá estaban concurriendo y en todos los demás, porque consideramos que la oposición en su conjunto estaba enfrascada en la batalla de Hisbolá.
Por otro lado, tengo que condenar la retórica sectaria que afirma que una cierta mayoría en un cierto distrito debería determinar en exclusiva su futuro. ¿Por qué esta retórica es considerada sectaria aquí (cuando se refiere a la oposición) y patriótica allí (14 de Marzo)? Todos los libaneses, con independencia de su religión, tienen el derecho a votar. Es su deber nacional.

Yo quiero felicitar a todos mis hermanos del grupo de Lealtad a la Resistencia porque ellos han logrado un apoyo popular sin precedentes. El pueblo ha dicho al mundo que la Resistencia es su elección; que ésta es la opción de la Resistencia y no la de una banda armada y que esta elección no les ha sido impuesta por la amenaza de las armas ni es fruto de la tentación de dinero. Cuando esas personas votaron, ellas dijeron al mundo que la elección de la Resistencia era una opción popular que expresaba su voluntad. No hay necesidad de preocuparse acerca de la Resistencia mientras continúe siendo una opción popular. El tema será discutido con calma y de forma objetiva.

Digo a los libaneses que la oportunidad de construir un Estado justo, capaz y fuerte todavía está ahí, con independencia del resultado de las elecciones. Todos estamos de acuerdo en que hay grandes desafíos ante nosotros en los niveles económico, social y administrativo. Debemos pues promover nuestra convicción de que el salvar este país y desarrollarlo y también preservar su independencia y soberanía requieren de la colaboración de todas las partes. Esta oportunidad no se ha perdido. Está vinculada ahora al partido que ha conseguido la mayoría en el Parlamento. ¿Cuál es su programa real? ¿Cuáles son las prioridades? ¿Cómo será su actuación con respecto a los temas públicos? ¿Hará uso de las experiencias disponibles?

Intentemos construir una república basada en la sinceridad y no en mentiras, temores y acusaciones. No respondí a lo que fue dicho durante la campaña electoral, que está ya detrás de nosotros. Comencemos a construir nuestro país y a sacarlo de sus crisis. Estamos ante una nueva fase y una nueva situación. Tenemos que aprender del pasado, determinar cuáles son nuestros puntos débiles y puntos fuertes y ampliar nuestra presencia. Sin embargo, lo que nunca cambiará es nuestro compromiso con nuestra gente y nuestro país y con aquellos que ofrecieron su sangre para liberar Líbano y defenderlo.

Que la Paz sea con vosotros.”


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