sábado, 28 de noviembre de 2009

Coca-Cola. Blancos y grises de la marca de refrescos


Beatriz Tostado
26 de noviembre de 2009

¿Una Coca-Cola y una sonrisa? Recordarán el spot de hace unos años. Parece que por aquí, por el Norte, sí sonreímos Coke en mano. Pero en India y en Colombia, entre otros lugares, saben de las lágrimas y el sufrimiento provocados por la famosa marca de refrescos. Como otras multinacionales, sin embargo, se ha encargado de compatibilizar, o más bien de tapar, su lado oscuro a través de magníficas campañas publicitarias cuyos anuncios han hecho las delicias de muchos.

Pero, como alguien dijo una vez, no hay estética sin ética. La estética de jóvenes de todo el mundo abrazándose sonrientes y felices botella en mano que han poblado televisores de todo el planeta, o las motivaciones a los escolares para que escriban más y mejor, o el apoyo a proyectos educativos, o la ayuda humanitaria... todo ello choca de frente con la ética cuando acumulan denuncias por robo de agua en la India o por amenazas a trabajadores y sindicalistas colombianos.

Esta empresa de refrescos ideó en 2007 una campaña de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) junto a Cruz Roja. Ambas entidades lanzaron un spot para concienciar a la población sobre la necesidad de donar sangre que iba unido a actividades varias como el reparto de un bocadillo y un refresco después de cada donación, difusión de materiales, talleres en los colegios y campañas educativas y de sensibilización entre jóvenes y niños. El presidente de Coca-Cola España lo destacaba como un compromiso parte de la RSC.

La acción más visible del convenio entre ambas entidades consistía en un anuncio de televisión creado para tal fin por la laureada agencia de publicidad Señora Rushmore, cuyo objetivo era concienciar respecto a la necesidad de donar sangre y llegar a todos lo sectores de la población. “La sangre es el regalo más precioso que una persona puede ofrecer a otra, es “el regalo de la vida”. Por eso te invitamos a salvar muchas vidas, muchas veces en su vida...” [1].

Coca-Cola en India

Ese mismo año (2007), sin embargo, continuaba la campaña internacional de India Resource [2] que denunciaba la actuación de esta multinacional en India. Los abusos sacados a la luz iban desde causar escasez severa de agua en comunidades indias a contaminación del agua y del suelo, pasando por la distribución como fertilizante a los campesinos de su desecho tóxico, o la venta de bebidas con pesticidas en India. Todo un dechado de agravios.

Desde los movimientos sociales de mujeres y campesinos de diferentes lugares del país asiático se denuncia que “Coca.-Cola está negando nuestro derecho fundamental que es el derecho al agua. Mientras continúa llevándose el líquido de los acuíferos quita el agua a los niños, a las mujeres y a los hombres, que se quedan sin ese preciado bien tan necesario para sus necesidades básicas, propiciando además que los campesinos pierdan sus cosechas”. Así lo cuenta Mahesh Yogi, del grupo de oposición a la presencia de la firma de refrescos norteamericana de Kala Dera, en la zona de Rajashan. ”Coca-Cola ha contribuido a que nos quedemos sin agua y debe cerrar su fábrica y marcharse”.

De entre las luchas que se han estado llevando a cabo en los últimos años destacan las siguientes:

En Kala Dera (Rajasthan). Ha habido denuncias por parte de medio centenar de comunidades, aproximadamente, sobre la escasez de agua debido a la extracción indiscriminada que hace Coca-Cola y de la contaminación. La embotelladora, sin embargo, siempre ha negado las acusaciones.
En Kerala. Se les ha acusado de destruir el sistema del agua y de contaminación de la zona. Hubo movilizaciones y, gracias a ello, la Alta Corte de Kerala decidió que Coca-Cola tenía que encontrar fuentes alternativas de agua y que el agua del suelo pertenece al pueblo.
En Mehdiganj. En esta localidad cerca de la ciudad santa de Varanasi, los residentes encabezaron una lucha en contra de Coca-Cola y más de un millar de ellos se manifestaron en 2003 y 2004 para pedir que se cerraran dos fábricas de esta compañía.

En suma, tal y como se denuncia en India Resource, Coca-Cola “está destrozando la seguridad alimentaria y, a través del robo y del envenenamiento del agua, es también responsable de forzar a una vida de miseria a las generaciones futuras”. Esta campaña internacional llevada a cabo desde India Resource reivindica que los derechos humanos, los derechos de justicia ambiental y los derechos laborales vayan de la mano. Y defienden los derechos de las comunidades sobre los recursos naturales, los derechos de las comunidades a vivir sin tóxicos y violencia, el derecho de los trabajadores a organizarse libremente y los derechos del agua como derecho fundamental humano. Las movilizaciones de los activistas tanto de India como de todo el mundo continúan hoy en día.

Sindicalistas en Colombia

Respecto a la actuación en Colombia, también se han denunciado prácticas como la intimidación de líderes sindicales y la presencia de hombres armados para vigilar a los sindicalistas. “Necesitamos tu ayuda para parar el gran número de asesinatos, secuestros y torturas de sindicalistas y militantes comprometidos en la lucha diaria dentro de las plantas embotelladoras de Coca-Cola en Colombia”. Así se denuncia en Killercoke [3], que desde hace varios años acumula quejas de la actuación de la marca de refrescos en Colombia, desde amenazas a relaciones laborales injustas. Acumula también, y esa es la parte positiva, apoyos y solidaridad con los trabajadores de esa empresa desde todo el mundo, principalmente de Estados Unidos y Canadá.

Bajo el título “Un trago amargo de Coca Cola” la agencia internacional de noticias Inter Press Service (IPS) describía así hace unos años la situación de los empleados de la marca de refrescos. “Coca Cola es acusada de violación de derechos laborales, tortura, secuestro y asesinato de trabajadores en plantas embotelladoras de la compañía, denuncia pública contradictoria con la imagen de alegría, amistad y tolerancia que exhibe la marca. Coca Cola ha contratado paramilitares para intimidar y asesinar a sindicalistas de Colombia”, informaban. Se hacían eco también de las movilizaciones y diferentes estrategias de denuncia como el boicot.

Coca-Cola Zero. La sospecha

Y hay más. También hay denuncias relacionadas con la salubridad del producto. Coca-Cola Zero está prohibida en EE.UU debido a que contiene una sustancia que se considera peligrosa, esta es el ciclamato de sodio. Este producto está prohibido en alimentos, bebidas y suplementos alimenticios en EEUU desde octubre de 1969; sin embargo, en América Latina y en algunos países como España se encuentra en el refresco citado. En España bajo la denominación E-952 [4].

“Los científicos han expresado muchas reticencias al uso de este edulcorante. El colectivo de licenciados y doctores en Química, Farmacia, Tecnología de los Alimentos y Biología que integran la empresa Bioaplicaciones Alimentarias y Medioambientales (...) En su web afirman que, a partir de 1970, ante la sospecha de que podía actuar como cancerígeno, se ha prohibido su uso como aditivo alimentario en muchos países, entre ellos EEUU, Japón e Inglaterra. Según ellos el ciclamato no tiene la consideración universal de aditivo alimentario sin riesgos. (...) Dosis altas de esta sustancia actúan como cancerígeno y produce defectos en los fetos. También se han indicado otros posibles efectos nocivos producidos por su ingestión en dosis enormes, como la elevación de la presión sanguínea o la producción de atrofia testicular. (...) Esta sustancia tiene mayores riesgos potenciales en el caso de los niños, a los que están destinados muchos productos que la contienen, ya que en ellos la dosis por unidad de peso es evidentemente mayor, al ser ellos más pequeños. También sería más cuestionable su ingestión por mujeres embarazadas. Por su parte, Ecologistas en Acción incluye el ciclamato en el listado de aditivos de inocuidad dudosa. Según esta organización ecologista con sede en España, “se debería evitar lanzar al mercado refrescos o alimentos con ese edulcorante en la medida en que hay dudas científicas razonables sobre su ausencia de toxicidad, el hecho de que varios países lo tengan prohibido debería despertar la suficiente precaución en las autoridades sanitarias del resto de países” [5].

A pesar de todas las pruebas que documentan el perjuicio a la salud de Coca-Cola Zero se sigue comercializando en España.

Además, no sólo no hay apenas información pública de la información indicada en este artículo sino que además Coca-Cola pone en marcha una enorme maquinaria de publicidad y de proyectos vinculados a la Responsabilidad Social Corporativa para evitar que su reputación se vea manchada. Entre los proyectos destaca el concurso literario juvenil Coca-Cola realizado en los colegios. Dicho proyecto es impulsado para “fomentar la expresión escrita como máximo exponente de la formación integral de los estudiantes”. De concurso de redacción ha pasado a concurso de relato corto, para potenciar el talento joven. “Se celebra en España desde hace casi 50 años y ha sido promovido desde sus inicios por la Fundación Coca-Cola España, si bien cuenta con la colaboración del Ministerio del Sanidad y Consumo, la Dirección General de Salud Pública y la ONCE. Gracias al acuerdo vigente entre la Fundación Coca-Cola España y la ONCE, los alumnos invidentes han podido participar en el concurso en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros”, difunden cada año en los medios de comunicación.

Como puede verse, Coca-Cola es una de las empresas reinas en combinar malas prácticas con RSC. Y prueba de ello son las diferentes campañas de “Bicis por África” y otras iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa. Y llegan de la mano, eso sí, de más productos, de más merchandising, y, en la actualidad, de “Menos es Más”, que tiene como plataforma la estructura de Somosloquehacemos. Una página que anima a realizar acciones bondadosas y difundirlas y que bajo la apariencia de movimiento social no es sino una especie de fundación que realiza obras de caridad, comercializa ciertos artículos que incitan a llevar a cabo buenas obras, lanzan campañas de corte social de mano de multinacionales y sirven de lanzadera comercial de nuevos productos. Ese es el caso de “Menos es más”, otro producto más de Coca-Cola, al que aliñan con el adjetivo eco, la “primera bebida para diluir que Coca-Cola lanza en España. Un producto de desarrollo español y que se comercializa en tres sabores: Naranja, Limón y Ice Tea bajo en calorías” [6].

Bajo en calorías, sí. Y bajo en buenas prácticas.

Beatriz Tostado
OMAL

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