martes, 30 de junio de 2009

La ONU cifra en 1.800 los 'falsos positivos' del Ejército colombiano.


Asesinatos de civiles para disfrazarlos de guerrilleros

TRIBUNA LATINA

Los falsos positivos ya tienen número. Los asesinatos sistemáticos de jóvenes y campesinos cometidos por el Ejército colombiano para hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate son cerca de 1.800.

La cifra es de la ONU, y fue publicada en un informe de su relator, Philip Alston, quien aseguró además que estos asesinatos no son obra de unas cuantas ‘manzanas podridas’, como quiere hacer ver el gobierno de Álvaro Uribe. El relator afirma que el gran número de asesinatos, la amplia geografía abarcada y el elevado número de militares implicados, casi evidencia el hecho de que los homicidios "fueron llevados a cabo de una manera más o menos sistemática por una cantidad significativa de elementos del Ejército''.

Sin embargo, el relator confesó no encontrar indicios irrefutables que prueben la participación directa de los altos mandos del Gobierno de Uribe, y tampoco que el macabro sistema fuera de su conocimiento. Aunque si culpó de los asesinatos al sistema de recompensas que establece el programa de Seguridad Democrática implantado por el presidente Uribe para ganar la guerra a las FARC.

Por lo general las víctimas son jóvenes de extracción humilde, que son engañados con supuestas ofertas de trabajo a realizar lejos de su lugar de residencia, donde son asesinados y posteriormente disfrazados de guerrilleros.

Pero el drama de las familias de las víctimas no acaba con la desaparición y asesinato de uno de sus miembros. Alston declaró en entrevista al diario El Tiempo que varias familias “habían sido sometidas a una cantidad significativa de intimidaciones. La gran mayoría de estas familias ha tenido que abandonar sus hogares”. De hecho, Alson adelantó que su informe se centrará en el tema de las amenazas.

Los motivos de los asesinatos son las recompensas, promociones de ascenso o incluso permisos de algunos días, que ofrece la cúpula del Ejército por cada guerrillero muerto.

Alston también criticó el término utilizado para designar estos casos: falsos positivos, que es una derivación de positivos, término utilizado por los militares para referirse a las bajas de guerrilleros. Según el relator, falso positivo "brinda una suerte de aura técnica para describir una práctica que se caracterizaría mejor como el asesinato a sangre fría y premeditado de civiles inocentes, con fines de beneficio".

El caso de los falsos positivos horrorizó a la población colombiana cuando salió a la luz pública, en noviembre de 2008. Desde entonces, no han dejado de salir más testimonios sobre nuevos casos. A pesar de todo, la popularidad del presidente Uribe parece infranqueable: se mantiene por encima del 70% y aún es posible que se modifique la Constitución para favorecer una segunda reelección en el cargo.

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