21 de diciembre de 2009
XINHUA
El presidente cubano Raúl Castro defendió el ritmo cauteloso en la "actualización del modelo económico" de la isla, "porque sencillamente no tenemos derechos a equivocarnos".
"Es preciso caminar hacia el futuro, con paso firme y seguro, porque sencillamente no tenemos derecho a equivocarnos", indicó en la clausura del período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del poder Popular (parlamento unicameral) de la isla.
Castro señaló que Cuba avanza con un enfoque integral en la actualización de su modelo económico, en lo cual no puede haber espacio a los riesgos de la improvisación y el apresuramiento.
El mandatario afirmó tener conciencia "de las expectativas y honestas preocupaciones, expresadas por los diputados y los ciudadanos en cuanto a la velocidad y profundidad de los cambios que tenemos que introducir en el funcionamiento de la economía, en aras del fortalecimiento de nuestra sociedad socialista".
Señaló que el año que concluye ha sido, como todos los transcurridos desde el triunfo de la Revolución en 1959, un verdadero desafío para la capacidad de resistencia de la isla.
El gobernante recordó que la nación se vio obligada a realizar dos ajustes consecutivos en el plan de la economía a causa de los negativos efectos de la crisis económica mundial que repercutieron en una sensible disminución de los ingresos proyectados y dificultades adicionales para la obtención de créditos.
"Y todo ello en medio de la batalla por la recuperación del país de los devastadores daños ocasionados por los tres huracanes del último cuatrimestre de 2008", expresó en referencia al paso de tres meteoros que dejaron pérdidas superiores a los 10.000 millones de dólares.
Explicó que otra de las prioridades en este año ha sido continuar el proceso de fortalecimiento de la institucionalidad en el país y perfeccionar el proceso de planificación de la economía nacional para elevar el papel del Ministerio de Economía y Planificación como Estado Mayor del gobierno en la conducción económica.
El presidente añadió que se ha retomado la planificación a mediano plazo y "esperamos en marzo del próximo año aprobar en el Consejo de Ministros, en primera instancia, la proyección 2011-2015".
Castro desestimó pronósticos triunfalistas acerca del inminente inicio de la recuperación de la economía mundial, para aclarar de que "partimos de que el año 2010 será difícil y se mantendrán las restricciones financieras derivadas de la crisis".
En otra parte de su intervención, el presidente cubano reiteró la disposición de su gobierno a "un dialogo respetuoso y entre iguales" con Estados Unidos para solucionar el diferendo que ambas naciones mantienen desde hace medio siglo.
"Esa solución debe ser a partir de un diálogo respetuoso y entre iguales, sobre cualquier asunto, sin menoscabo para nuestra independencia, soberanía y autodeterminación", subrayó el mandatario.
Castro afirmó que el gobierno de Estados Unidos "no renuncia a destruir la Revolución y generar un cambio de nuestro régimen económico y social" y denunció que en las últimas semanas ha habido una "multiplicación de los esfuerzos de la nueva administración con ese propósito".
En ese sentido, acusó al presidente Barack Obama de haber enviado al estadounidense detenido hace dos semanas en la isla para suministrar a la oposición sofisticados medios de comunicación.
El gobernante cubano señaló que la detención del estadounidense, el pasado 5 de diciembre y a quien, dijo, el Departamento de Estado "eufemísticamente denomina contratista", es una muestra de que "el enemigo está tan activo como siempre".
Castro acusó a Obama de desplegar una "enorme campaña propagandística" para "confundir al mundo" sobre "una aparente disposición de dar un giro en el diferendo bilateral", alegando el levantamiento de restricciones a los viajes de cubanoamericanos y al envío de remesas.
XINHUA
El presidente cubano Raúl Castro defendió el ritmo cauteloso en la "actualización del modelo económico" de la isla, "porque sencillamente no tenemos derechos a equivocarnos".
"Es preciso caminar hacia el futuro, con paso firme y seguro, porque sencillamente no tenemos derecho a equivocarnos", indicó en la clausura del período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del poder Popular (parlamento unicameral) de la isla.
Castro señaló que Cuba avanza con un enfoque integral en la actualización de su modelo económico, en lo cual no puede haber espacio a los riesgos de la improvisación y el apresuramiento.
El mandatario afirmó tener conciencia "de las expectativas y honestas preocupaciones, expresadas por los diputados y los ciudadanos en cuanto a la velocidad y profundidad de los cambios que tenemos que introducir en el funcionamiento de la economía, en aras del fortalecimiento de nuestra sociedad socialista".
Señaló que el año que concluye ha sido, como todos los transcurridos desde el triunfo de la Revolución en 1959, un verdadero desafío para la capacidad de resistencia de la isla.
El gobernante recordó que la nación se vio obligada a realizar dos ajustes consecutivos en el plan de la economía a causa de los negativos efectos de la crisis económica mundial que repercutieron en una sensible disminución de los ingresos proyectados y dificultades adicionales para la obtención de créditos.
"Y todo ello en medio de la batalla por la recuperación del país de los devastadores daños ocasionados por los tres huracanes del último cuatrimestre de 2008", expresó en referencia al paso de tres meteoros que dejaron pérdidas superiores a los 10.000 millones de dólares.
Explicó que otra de las prioridades en este año ha sido continuar el proceso de fortalecimiento de la institucionalidad en el país y perfeccionar el proceso de planificación de la economía nacional para elevar el papel del Ministerio de Economía y Planificación como Estado Mayor del gobierno en la conducción económica.
El presidente añadió que se ha retomado la planificación a mediano plazo y "esperamos en marzo del próximo año aprobar en el Consejo de Ministros, en primera instancia, la proyección 2011-2015".
Castro desestimó pronósticos triunfalistas acerca del inminente inicio de la recuperación de la economía mundial, para aclarar de que "partimos de que el año 2010 será difícil y se mantendrán las restricciones financieras derivadas de la crisis".
En otra parte de su intervención, el presidente cubano reiteró la disposición de su gobierno a "un dialogo respetuoso y entre iguales" con Estados Unidos para solucionar el diferendo que ambas naciones mantienen desde hace medio siglo.
"Esa solución debe ser a partir de un diálogo respetuoso y entre iguales, sobre cualquier asunto, sin menoscabo para nuestra independencia, soberanía y autodeterminación", subrayó el mandatario.
Castro afirmó que el gobierno de Estados Unidos "no renuncia a destruir la Revolución y generar un cambio de nuestro régimen económico y social" y denunció que en las últimas semanas ha habido una "multiplicación de los esfuerzos de la nueva administración con ese propósito".
En ese sentido, acusó al presidente Barack Obama de haber enviado al estadounidense detenido hace dos semanas en la isla para suministrar a la oposición sofisticados medios de comunicación.
El gobernante cubano señaló que la detención del estadounidense, el pasado 5 de diciembre y a quien, dijo, el Departamento de Estado "eufemísticamente denomina contratista", es una muestra de que "el enemigo está tan activo como siempre".
Castro acusó a Obama de desplegar una "enorme campaña propagandística" para "confundir al mundo" sobre "una aparente disposición de dar un giro en el diferendo bilateral", alegando el levantamiento de restricciones a los viajes de cubanoamericanos y al envío de remesas.
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