domingo, 8 de noviembre de 2009

Estados Unidos, Imperio de la barbarie


Detenido a la salida de una sesión de “acondicionamiento” en Guantánamo.

6 de noviembre de 2009

El secreto de Guantánamo
por Thierry Meyssan*

Usted cree quizás que está informado sobre lo sucedido en Guantánamo y le sorprende que el presidente Obama no logre cerrar ese centro de tortura. Pues se equivoca. Usted no conoce la verdadera finalidad de ese dispositivo y lo que lo hace indispensable para la actual administración. 

¡Cuidado! Si lo que usted quiere es seguir pensando que existen valores comunes entre nosotros y Estados Unidos y que debemos seguir siendo aliados de Washington, este artículo puede perturbarle.

Todos recordamos las fotos de torturas que circularon por Internet. Se presentaban como trofeos de guerra que habían recogido unos cuantos soldados estadounidenses. Pero, al no poder verificar su autenticidad, los grandes medios de difusión no se atrevían a reproducirlas. En 2004, la cadena CBS les dedicó un reportaje. Comenzó así un gran movimiento de denuncia de los malos tratos infligidos a los iraquíes.

La cárcel de Abu Ghraib demostraba que la supuesta guerra contra la dictadura de Sadam Husein era en realidad una guerra de ocupación como cualquier otra, con la misma secuela de crímenes. Washington aseguró, como era de esperar, que se trataba de excesos cometidos a espaldas de los mandos por unos cuantos individuos no representativos, calificados como «manzanas podridas». Algunos soldados fueron arrestados y juzgados para que sirvieran de ejemplo. Y se cerró el caso hasta las siguientes revelaciones.

Simultáneamente, la CIA y el Pentágono iban preparando a la opinión pública, tanto en Estados Unidos como en los países aliados, para un cambio de valores morales. La CIA había nombrado un agente de enlace con Hollywood, el coronel Chase Brandon (un primo de Tommy Lee Jones), y contratado a célebres escritores (como Tom Clancy) y guionistas para escribir nuevos guiones para películas y series de televisión. Objetivo: estigmatizar la cultura musulmana y banalizar la tortura como parte de la lucha contra el terrorismo. Como ejemplo de ello, las aventuras del agente Jack Bauer, en la serie 24h, han sido abundantemente subvencionadas por la CIA para que cada temporada llevara un poco más lejos los límites de lo aceptable.

En los primeros episodios, el héroe intimida a los sospechosos para sacarles información. En los episodios siguientes, todos los personajes sospechan unos de otros, y se torturan entre sí, con más o menos escrúpulos y cada vez más seguros de que están cumpliendo con su deber. En la imaginación colectiva, siglos de humanismo fueron así barridos y se impuso una nueva barbarie. Esto permitía al cronista del Washington Post, Charles Krauthammer (que además es siquiatra) presentar el uso de la tortura como «un imperativo moral» (sic) en estos difíciles tiempos de guerra contra el terrorismo.

La investigación del senador suizo Dick Marty confirmó al Consejo de Europa que la CIA había secuestrado a miles de personas a través del mundo, entre ellas varias decenas –posiblemente cientos– habían sido secuestradas en territorio de la Unión Europea. Vino después la avalancha de testimonios sobre los crímenes perpetrados en las cárceles de Guantánamo (en la región del Caribe) y de Baghram (Afganistán). Perfectamente acondicionada, la opinión pública de los Estados miembros de la OTAN aceptó la explicación que se le dio y que tan bien cuadraba con las novelescas intrigas que la televisión le venía sirviendo: para poder salvar vidas inocentes Washington estaba recurriendo a métodos clandestinos, secuestrando sospechosos y haciéndolos hablar mediante métodos que la moral pudiera rechazar pero que la eficacia había hecho necesarios.

Fue a partir de esa narración simplista que el candidato Barack Obama se levantó contra la saliente administración Bush. Convirtió la prohibición de la tortura y el cierre de las prisiones secretas en medidas claves de su mandato. Después de su elección, durante el periodo de transición, se rodeó de juristas de muy alto nivel a los que encargó la elaboración de una estrategia para cerrar el siniestro episodio. Ya instalado en la Casa Blanca, dedicó sus primeros decretos presidenciales al cumplimiento de sus compromisos en la materia. Aquella prontitud conquistó a la opinión pública internacional, suscitó una inmensa simpatía hacia el nuevo presidente y mejoró la imagen de Estados Unidos ante el mundo.

El único problema es que, al cabo de un año de la elección de Barack Obama, se han resuelto unos cientos de casos individuales pero en el fondo nada ha cambiado. El centro de detención creado por Estados Unidos en su base militar de Guantánamo sigue ahí y no hay esperanzas de cierre inminente. Las asociaciones de defensa de derechos humanos señalan además que los actos de violencia contra los detenidos han empeorado.
Al ser interrogado sobre el tema, el vicepresidente estadounidense Joe Biden declaró que mientras más avanzaba en el expediente de Guantánamo, más cosas que hasta entonces ignoraba iba descubriendo. Y después advirtió a la prensa, enigmáticamente, que no se podía abrir la caja de Pandora.
Por su parte, el consejero jurídico de la Casa Blanca, Greg Craig, quiso presentar su renuncia, no porque considere que haya fallado en su misión de cerrar el centro, sino porque estima en este momento que se le ha dado una misión imposible.

¿Por qué el presidente de los Estados Unidos no logra que lo obedezcan en su propio país? Si ya todo está dicho sobre los abusos de la era Bush, ¿por qué se habla ahora de una caja de Pandora y qué es lo qué es lo que causa tanto temor?

El problema es que el sistema es en realidad mucho más extenso. No se trata solamente de unos cuantos secuestros y una prisión. Y lo más importante es que su finalidad es radicalmente diferente de lo que la CIA y el Pentágono le han hecho creer al público. Antes de emprender este descenso al infierno, es conveniente aclarar algo.


El secretario de Defensa Donald Rumsfeld participó en las reuniones del Grupo de los Seis, que se encargó de escoger las formas de tortura que debían aplicar los militares estadounidenses.
Lo que hizo el ejército estadounidense en Abu Ghraib no tenía nada que ver, por lo menos al principio, con los experimentos que está realizando la US Navy [la Marina de Guerra de los Estados Unidos] en Guantánamo y en sus otras prisiones secretas. Se trataba entonces simplemente de lo que hacen todos los ejércitos del mundo cuando se transforman en policía y se enfrentan a una población hostil. Tratar de dominarla a través del terror. En este caso, las fuerzas de la coalición reprodujeron [en Irak] los crímenes que los franceses cometieron durante la llamada batalla de Argel contra los argelinos, a los que además los franceses seguían llamando «compatriotas». El Pentágono recurrió al general francés retirado Paul Aussaresses, especialista en «contrainsurgencia», para que se reuniera con los oficiales superiores.

Durante su larga carrera, Aussaresses acompañó a los Estados Unidos dondequiera que Washington emprendió «conflictos de baja intensidad», principalmente en el sudeste asiático y en Latinoamérica.

Al término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos instala dos centros de entrenamiento en esas técnicas, la Political Warfare Cadres Academy (en Taiwán) y la School of Americas [conocida en español como Escuela de las Américas] (en Panamá). En ambas instalaciones se impartían cursos sobre la tortura destinados a los encargados de la represión en el seno de las dictaduras asiáticas y latinoamericanas.

Durante los años 1960 y 70, la coordinación de ese dispositivo se desarrollaba a través de la World Anti-Communist League, de la que eran miembros los jefes de Estado interesados [1]. Aquella política alcanzó considerable extensión durante las operaciones Phoenix en Vietnam (“neutralización” de 80,000 individuos sospechosos de ser miembros del vietcong) [2] y Cóndor en América Latina (“neutralización” de opositores políticos a escala continental) [3]. El esquema de articulación entre las operaciones de limpieza en las zonas insurgentes y los escuadrones de la muerte se aplicó exactamente de la misma manera en Irak, sobre todo durante la operación Iron Hammer [4].

La única novedad en el caso de Irak es la distribución entre los soldados estadounidenses de un clásico de la literatura colonial, The Arab Mind, del antropólogo Raphael Patai, con un prefacio del coronel Norvell B. De Atkine, jefe de la John F. Kennedy Special Warfare School, nueva denominación de la siniestra Escuela de las Américas desde que ésta se mudó a Fort Bragg (en Carolina del Norte) [5]. Este libro, que presenta en tono doctoral toda una serie de estúpidos prejuicios sobre los «árabes» en general, contiene un célebre capítulo sobre los tabúes sexuales, utilizados en la concepción de las torturadas aplicadas en Abou Ghraib.

Las torturas perpetradas en Irak no son simples casos aislados, como afirmó la administración Bush, sino que se integran en toda una estrategia de contrainsurgencia. La única forma de ponerles fin no es la condena moral sino la solución de la situación política. Pero Barack Obama sigue dilatando el retiro de las fuerzas extranjeras que ocupan Irak.

Exitoso autor, inventor de la psicología positiva, profesor de la universidad de Pensilvania y ex presidente de la American Psychological Association, Martin Seligman supervisó las torturas experimentales aplicadas a los prisioneros en Guantánamo.

Los experimentos del profesor Biderman
Fue con una perspectiva muy diferente que el profesor Albert D. Biderman, siquiatra de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, estudió para la Rand Corporation el acondicionamiento de los prisioneros de guerra estadounidenses en Corea del Norte.

Mucho antes de Mao y del comunismo, los chinos habían perfeccionado refinados métodos destinados a quebrar la voluntad de un detenido e inculcarle el deseo de hacer confesiones. Su uso durante la guerra de Corea dio ciertos resultados. Prisioneros de guerra estadounidenses confesaban con toda convicción ante la prensa crímenes que quizás no habían cometido. Biderman presentó sus primeras observaciones durante una audiencia en el Senado, el 19 de junio de 1956, y más tarde, al año siguiente, ante la Academia de Medicina de Nueva York (Ver documentos disponibles en línea a través del vínculo que aparece al final de este artículo). Biderman definió 5 estados a través de los cuales transitan los «sujetos».

1. Al principio el prisionero se niega a cooperar y se encierra en el silencio.
2. Mediante una mezcla de brutalidades y gentileza, es posible hacerlo pasar a un segundo estado en que se le induce a defenderse de las acusaciones que se le hacen.
3. Posteriormente el prisionero empieza a cooperar. Sigue proclamando su inocencia pero trata de complacer a sus interrogadores reconociendo que quizás ha cometido alguna falta sin querer, por accidente o por descuido.
4. Cuando transita por la cuarta fase, el prisionero está ya completamente desvalorizado a sus propios ojos. Sigue negando las acusaciones de que es objeto, pero confiesa su naturaleza criminal.
5. Al final del proceso el prisionero admite ser el autor de los hechos que se le imputan. Incluso inventa detalles complementarios para acusarse a sí mismo y reclama que se le castigue.

Biderman examina también todas las técnicas utilizadas por los torturadores chinos para manipular a los prisioneros: aislamiento, monopolización de la percepción sensorial, cansancio, amenazas, gratificaciones, demostraciones del poder de los carceleros, degradación de las condiciones de vida, formas de sometimiento. La violencia física tiene un carácter secundario, la violencia sicológica se hace total y tiene carácter permanente.

Los trabajos de Biderman sobre el «lavado de cerebro» adquirieron una dimensión mítica. Los militares estadounidenses empezaron a temer que el enemigo pudiera utilizar contra Estados Unidos a los propios soldados estadounidenses ya acondicionados para decir cualquier cosa y quizás para hacer también cualquier cosa. Concibieron entonces un programa de entrenamiento destinado a los pilotos de caza estadounidenses para lograr que éstos se volvieran refractarios a aquella forma de tortura y evitar que el enemigo pudiera “lavarles el cerebro” si caían prisioneros.

Dicha forma de entrenamiento se denomina SERE, siglas que corresponden a Supervivencia, Evasión, Resistencia, Escape (Survival, Evasion, Resistance, Escape). En sus inicios, este curso se impartía en la Escuela de las Américas, pero hoy se ha extendido a otras categorías del personal militar y se imparte en varias bases. Este tipo de entrenamiento se ha implantado además en cada uno de los ejércitos que forman parte de la OTAN.

La decisión de la administración Bush, después de la invasión de Afganistán, fue utilizar esas técnicas para lograr inducir a los prisioneros a hacer confesiones que demostrarían, a posteriori, la implicación de Afganistán en los ataques del 11 de septiembre, validando así la versión oficial sobre los atentados.

Se procedió a construir nuevas instalaciones en la base naval estadounidense de Guantánamo y comenzó allí la realización de experimentos. La teoría del Albert Biderman se completó con los aportes de un psicólogo civil, el profesor Martin Seligman, conocida personalidad que fue presidente de la American Psychological Association.

Seligman demostró que la teoría de Ivan Pavlov sobre los reflejos condicionados tenía un límite. Se pone un perro en una jaula cuyo suelo está divido en dos partes. De forma aleatoria, se envían descargas eléctricas a uno u otro lado del suelo. El animal salta de un lado a otro para protegerse. Hasta ahí no hay nada sorprendente. Posteriormente, se electrifican los dos lados de la jaula.
El animal se da cuenta de que nada puede hacer para escapar de las descargas eléctricas y que sus esfuerzos son inútiles. Y acaba entonces por rendirse. Se acuesta en el suelo y cae en un estado de indiferencia que le permite soportar pasivamente el sufrimiento. Se abre entonces la jaula y… ¡sorpresa! El animal no huye. En el estado psíquico en que se encuentra ya ni siquiera es capaz de hacer oposición. Permanece acostado en el suelo electrificado, soportando el sufrimiento.

La Marina de Guerra estadounidense formó un equipo médico de choque. Esta envió al profesor Seligman a Guantánamo. Conocido por sus trabajos sobre la depresión nerviosa, Seligman es una vedette. Sus libros sobre el optimismo y la confianza en sí mismo son best-sellers mundiales. Y fue él quien supervisó experimentos realizados con personas como conejillos de indias. Algunos prisioneros, al ser sometidos a terribles torturas, acaban sumiéndose espontáneamente en el estado psíquico que les permite soportar el dolor, y que los priva también de toda capacidad de resistencia. Al manipularlos de esa forma, se les lleva rápidamente a la fase 3 del proceso de Biderman.

Basándose también en los trabajos de Biderman, los torturados estadounidenses, bajo la guía del profesor Martin Seligman, realizaron experimentos con cada una de las técnicas coercitivas y las perfeccionaron. Para ello se elaboró un protocolo científico que se basa en la medición de las fluctuaciones hormonales. Se instaló un laboratorio médico en la base de Guantánamo y se recogen muestras de saliva y de sangre de los “conejillos de indias” a intervalos regulares para evaluar sus reacciones. Los torturadoras han ido refinando sus métodos. Por ejemplo, en el programa SERE se monopolizaba la percepción sensorial impidiendo, mediante una música estresante, que el prisionero pudiese dormir.

En Guantánamo se han obtenido resultados muy superiores con los gritos de bebés reproducidos durante días enteros. Antes, el poderío de los carceleros se demostraba mediante golpizas a los prisioneros. En la base naval estadounidense de Guantánamo se creó la Immediate Reaction Force. Se trata de un grupo encargado de castigar a los prisioneros. Cuando esta unidad entra en acción sus miembros portan corazas de protección al estilo de Robocop. Sacan al prisionero de su jaula y lo meten en una pieza de paredes acolchadas y recubiertas de madera enchapada.
Proyectan al “conejillo de indias” contra las paredes, como para romperle los huesos, pero el tapizado amortigua parcialmente los golpes de forma que el prisionero queda atontado sin que se produzcan fracturas.

Pero el principal “adelanto” se ha logrado con el suplicio de la bañera [6]. Antiguamente, la Santa Inquisición sumergía la cabeza del prisionero en un tina llena de agua y lo sacaba justo antes de que muriera ahogado. La sensación de muerte inminente provoca una angustia extrema. Pero se trataba de un procedimiento primitivo y los accidentes eran frecuentes. Actualmente, ni siquiera hace falta una tina llena de agua sino que se acuesta el prisionero en una bañera vacía. Se le ahoga entonces vertiendo agua sobre su cabeza, con la posibilidad de parar inmediatamente. Ahora hay menos accidentes.

Cada “sesión” se codifica para determinar los límites soportables. Varios ayudantes miden la cantidad de agua utilizada, el momento y la duración del ahogamiento. Cuando esta se produce, los ayudantes recogen el vómito, lo pesan y lo analizan para evaluar el gasto de energía y el agotamiento provocado.
En resumen, como decía el director adjunto de la CIA ante una Comisión del Congreso de los Estados Unidos: «Eso no tiene nada que ver con lo que hacía la Inquisición, con excepción del agua» (sic).

Los experimentos de los médicos estadounidenses no se hicieron en secreto, como los del doctor Josef Menguele en Auschwitz, sino bajo el control directo y exclusivo de la Casa Blanca.
Todo se informaba a un grupo encargado de tomar las decisiones, grupo que se componía de 6 personas: Dick Cheney, Condoleezza Rice, Donald Rumsfeld, Colin Powell, John Ashcroft y George Tenet. Este último atestiguó que había participado en una docena de reuniones de trabajo de dicho grupo.

Pero el resultado de esos experimentos no es satisfactorio. Son pocos los “conejillos de indias” que han resultado receptivos. Se logró imponerles lo que debían confesar, pero su estado se mantuvo inestable y no ha sido posible presentarlos en público ante una contraparte.
El caso más conocido es el del seudo Khalil Sheikh Mohammed. Se trata de un individuo arrestado en Pakistán y acusado de ser un islamista kuwaití, aunque es evidente que no se trata de la misma persona.

Al cabo de un largo periodo de torturas, durante las cuales fue sometido 183 veces al suplicio de la bañera sólo durante el mes de marzo de 2003, el individuo dijo haber organizado 31 atentados diferentes a través del mundo, desde el atentado cometido en 1993 en Nueva York contra el WTC hasta los del 11 de septiembre de 2001, pasando por la explosión de una bomba que destruyó un club nocturno en Bali y la decapitación del periodista estadounidense Daniel Pearl. El seudo Sheikh Mohammed mantuvo sus confesiones ante una comisión militar, pero los abogados y jueces militares no pudieron interrogarlo en público porque se temía que, ya fuera de su jaula, se retractara de lo que había confesado.

Para esconder las actividades secretas de los médicos de Guantánamo, la Marina de Guerra estadounidense organizó viajes de prensa a Guantánamo para periodistas complacientes. El ensayista francés Bernard Henry Levy se prestó así para desempeñar el papel de testigo moral visitando lo que quisieron enseñarle. En su libro American Vertigo, Bernard Henry Levy asegura que el centro de detención de la base naval estadounidense de Guantánamo no se diferencia de las demás penitenciarías estadounidenses y que los testimonios sobre las torturas «han sido más bien inflados» (sic) [7].


Una de las cárceles flotantes de la US Navy. Se trata del navío USS Ashland. La cala de fondo aplanado fue modificada para recibir las jaulas con prisioneros y disponerlas en varios niveles. Las prisiones flotantes de la US Navy
En definitiva, la administración Bush estimó que era muy reducido el número de individuos que podían ser “acondicionados” al extremo de creer que habían cometido los atentados del 11 de septiembre. Concluyó entonces que una gran cantidad de prisioneros debían ser puestos a prueba para seleccionar a los más receptivos.

Teniendo en cuenta la polémica que se desarrolló alrededor de Guantánamo y para garantizar que fuese imposible cualquier acción legal en su contra, la Marina de Guerra de los Estados Unidos creó otras prisiones secretas y las situó fuera de toda jurisdicción, en aguas internacionales.

17 barcos de fondo plano, como los que se destinan al desembarco de tropas, fueron convertidos en prisiones flotantes con jaulas como las de Guantánamo. Tres de esos navíos han sido identificados por la asociación británica Reprieve. Se trata del USS Ashland, el USS Bataan y el USS Peleliu.

Si se suman todas las personas que han sido hechas prisioneras en diferentes zonas de conflicto o secuestradas en cualquier lugar del mundo y transferidas a ese conjunto de prisiones durante los 8 últimos años, resulta que un total de 80,000 personas deben haber pasado por ese sistema, entre ellas por lo menos un millar pudieran haber sido llevadas hasta las últimas fases del proceso de Biderman.

A partir de todo lo anteriormente mencionado, el problema de la administración Obama se resume de la siguiente manera: No será posible cerrar Guantánamo sin que se sepa lo que allí se hizo. Y no será posible reconocer lo que allí se hizo sin admitir que todas las confesiones recogidas son falsas y que fueron inculcadas de forma deliberada a través de la tortura, con las consecuencias políticas que ello implica.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, el tribunal militar de Nuremberg actuó en 12 juicios. Uno de ellos estuvo dedicado a 23 médicos nazis. Siete de ellos fueron absueltos, 9 fueron condenados a penas de cárcel y otros 7 fueron condenados a muerte. Desde entonces existe un Código Ético que rige la medicina a nivel mundial. Ese Código prohíbe precisamente lo que los médicos estadounidenses hicieron en Guantánamo y en las demás cárceles secretas.

Documentos adjuntos
«Communist attempts to elicit false confessions from Air Force prisoners of war», por Albert D. Biderman

Bulletin New York Academy of Medecine 1957 Sep ;33(9):616-25.

(PDF - 964 KB)


«The Manipulation of Human Behavior», bajo la dirección de Albert D. Biderman y Herbert Zimmer


John Wiley & Sons, Inc., New York (1961).


(PDF - 2.4 MB)


Documentos desclasificados por la Comisión del Senado de los Estados Unidos para las fuerzas armadas que demuestran el uso de la tortura de acondicionamiento en Guantánamo.


U. S. The Senate Armed Services Committee, 17 de junio de 2008.


(PDF - 3 MB)


Thierry Meyssan

Analista político francés. Fundador y presidente de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).

Este artículo se publicó inicialmente en la edición del 19 de octubre de 2009 del semanario ruso Odnako.

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[1] «La Liga Anticomunista Mundial, internacional del crimen», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 12 de mayo de 2004.

[2] «Operación Fénix», por Arthur Lepic, Red Voltaire, 16 de noviembre de 2004.

[3] Ver Operación Cóndor, Pacto criminal, libro de referencia de nuestra colaboradora la historiadora Stella Calloni. «Stella Calloni presentó en Cuba su libro “Operación Cóndor, Pacto criminal”», 16 de febrero de 2006. Ver también, en el sitio de la Red Voltaire: «Berríos y los turbios coletazos del Plan Cóndor», por Gustavo González, 26 de abril de 2006. «Los militares latinoamericanos no saben hacer otra cosa que espiar», por Noelia Leiva, 1º de abril de 2008. «El Plan Cóndor universitario», por Martín Almada, 11 de marzo de 2008.

[4] «La Operación US «Martillo de hierro» en la guerra de Irak», por Paul Labarique, Red Voltaire, 11 de septiembre de 2003.

[5] The Arab Mind, por Raphael Patai, prefacio de Norvell B. De Atkine, Hatherleigh Press, 2002.

[6] También conocido como “el submarino” o con el término inglés “waterboarding”. Nota del Traductor.

[7] American vertigo, por Bernard-Henry Lévy, Grasset & Fasquelle 2006.

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Jamenei Llama a Crear un Golfo Pérsico Seguro a Través de la Cooperación


07/11/2009
El Líder de la Revolución Islámica, Ayatollah Sayyed Ali Jamenei, hizo un llamamiento a los países regionales para convertir el Golfo Pérsico en una “región segura y próspera y en un lugar para la cooperación” en las conversaciones que mantuvo con el Emir de Qatar.

El Ayatollah Jamenei dijo que los enemigos están intentando impedir esa unidad entre los países regionales. El Líder realizó estas declaraciones en un encuentro con Sheij Hamas al Jalifa al Thani en Teherán el jueves.
El Líder pidió también una mayor cooperación entre los países musulmanes, diciendo que “todos los países de la región deben realizar esfuerzos para impedir la materialización de los designios extranjeros.”
El Ayatollah Jamenei también hizo un llamamiento en favor de la expansión de los vínculos regionales y económicos entre los dos estados litorales del Golfo Pérsico.

El Emir de Qatar, que realizó una visita oficial a la capital iraní para mantener conversaciones con oficiales de alto nivel, alabó la postura adoptada por la República Islámica con respecto al tema palestino.

Al Thani también pidió a los países regionales que hagan esfuerzos para mantener la paz y la seguridad en la región. Él añadió que los estados islámicos deben resistir los complots ideados por las potencias extranjeras. Poco antes, Al Thani discutió una gama de temas regionales e internacionales con el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad.

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Israel Deprimido: la Historia del Cargamento de Armas Inefectiva


Al-Manar
07/11/2009

Una vez más, la entidad sionista parece estar “deprimida” después de que otro intento de golpear a la Resistencia libanesa y palestina acabara resultando inútil.

El miércoles, el mando de la Marina israelí abordó con pequeños botes el buque Francop, propiedad de la compañía UFS y que viajaba con bandera de Antigua. Según los medios israelíes, la tripulación no opuso resistencia y dijo que no sabía lo que había en el gran contenedor del barco. El comando israelí abrió el contenedor y encontró misiles, cohetes, obuses, granadas y armas cortas.”

La “novela” israelí no acaba aquí. El punto principal es el siguiente; las armas eran iraníes y estaban destinadas a Hezbollah.

Concentrándose en este punto, la entidad sionista buscaba influir en la opinión pública internacional y “fabricar” una nueva historia en contra de la Resistencia.

Sin embargo, “desgraciadamente” Israel ha fracasado en convencer a la opinión pública internacional de la exactitud de su “novela.”.

Según el diario israelí Yedihot Ahronot, la entidad sionista se siente deprimida por dicho fracaso, especialmente dado que los más importantes diarios del mundo no han recogido la noticia como Israel esperaba. El diario israelí dijo que la noticia sobre la captura no produjeron ningún “shock” dentro de los medios internacionales, a diferencia de la negativa de Hezbollah, que ocupó los principales titulares. El hecho de que los grandes diarios como el New York Times y el Washington Post no creyeran la noticia fue un duro golpe para Israel.

Ellos la publicaron entre las noticias secundarias. Tampoco los diarios británicos, como el Daily Telegraph o The Guardian, le dieron relevancia.
Ellos refirieron la historia a sus fuentes iniciales israelíes sin adoptarla, mientras que otros muchos diarios dijeron abiertamente que todo el tema era una “fabricación” israelí.

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Fabien Pichon
en Rebelión

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El espectáculo de los 20 años de la "caída" del muro de Berlin es para esconder lo evidente: el fin de la historia era una mentira


08-11-2009
Pedro Aranda
unmundoporganar.blogspot.com

A Marco y Kyriakos,
porque la buena gente
se cuece a fuego lento en las islas.

Tres han sido los temas centrales en los medios de comunicación alemanes después del proceso electoral del 27 de septiembre: los acuerdos para la conformación de un gobiern neoliberal CDU(CSU)-FPD, la venta de Opel a Magna, y la celebración de los 20 años de la desaparición del muro de Berlin.

Si bien la tercera cuestión no carece de relavancia histórica, y la caída del muro supuso un acceso a ciertas libertades civiles para millones de personas que vivían bajo un sistema de control burocrático esclerotizado, la realidad es que este entusiasmo por el 20 aniversario ha sido artificialmente espoleado desde medios de comunicación e instituciones gubernamentales, y pretende algo más que celebrar: esconder.La "Ostalgia", un fantasma recorre el este alemán. La extrema derecha también se hace fuerte ante la desesperación social Esconder que un creciente descontento social que arrasa en la Alemania del este, donde tras la caída del muro muchas personas ganaron en libertades civiles individuales pero perdieron en derechos sociales -condición fundamental de la libertad y justicia real, y de la que tanto se olvidan los paladines del neoliberalismo. Se permitió a los burócratas mantener la posesión las empresas estatales del anterior régimen, enriquecerse y vender al mejor postor, destruyendo todo el sistema productivo y la riqueza colectiva acumulada en las pasadas dédacas a pesar de las deformaciones burocráticas de la RDA. Un ejemplo más de que cuando la elites pactan transiciones "por arriba", quien resulta perdedor siempre es el pueblo llano. La solución buscada por el gobierno occidental fue un trasvase financiero oeste-este, el mayor de la historia, en un intento de asimilar la economía de la ex-RDA a la de la RFA, pretendiendo crear un mercado libre unificado, de consumo e inversión privada. Se consiguió en términos relativos, pero a unos costes sociales aberrantes, y con una hipoteca de futuro que empieza a pasar recibo en la actulidad.La apuesta de los últimos gobiernos por una economía neoliberal con unos servicios sociales debilitados para el conjunto del país, lejos de mejorar la situación social la empeora, y fomenta un sentimiento anti-este entre las clases bajas y medias de la Alemania occidental, que tienenden a culpar a los orientales de parte de los problemas económicos del país. Esta idología perversa de "separa y vencerás" ha sido programada desde las elites económicas y culturales, y han conseguido crear un imaginario del "Wessi" y "Ossy", términos políticamente incorrectos, pero muy usados y con fuertes connotaciones en el imaginario popular. Mientras se suele asociar a la idea de "Wessi" (ciudadano de la antigua RFA) las nociones de laborioso, dinámico y exitoso, por el otro lado tenemos asociadas a la idea del "Ossi" (ciudadano de la antigua RDA) las nociones de pasivo, vividor de los subsidios estatales, sin iniciativa... Nada más lejos de la realidad. Sencillamente, en las zonas del este hay más precariedad que las ciudades occidentales, menos oportunidades laborales y de promoción personal, y un futuro juvenil mucho más incierto. Eso ha producido en las últimas décadas una masiva migración juvenil y de mano de obra cualificada hacia el oeste, y un más rápido envejecimiento poblacional y ralentización ecomómica de las zonas orientales del país, lo que lógicamente las hace más dependientes de la intervención estatal. No es exagerado hablar de una ciudadanía de segunda categoría para los antiguos pobladores del la extinta RDA, absorvidos por la Alemania occidental como un mal menor, pero sin un intento real de integración en igualdad de condiciones, incluso con cierto desdén y desinterés por su acervo cultural e historia reciente propia.Berlin es un lugar intermedio bastante ineresante en este curioso mapa de reunificación. Durante la época de separación de la guerra fría, ciudad de encuentro de gentes alternativas, artistas, antiguerra... Al ser ciudad en la que se podía escapar de la obligación de realizar el servicio militar propio de la RFA, pero sin interés para las centrales actividades económicas por estar rodeada georáficamente por la RDA.Situada en el centro de la separación simbólica actual, se presenta capital política y cultural pero no de la realidad económica productiva y financiera (que se distribuyen entre Munich, Stuttgart, Francfurt, Hamburgo, y algunas otras ciudades del sur y oeste). Con un ayuntamiento en bancarrota ("Berlin es pobre pero sexy" dijo su alcalde), una precariedad juvenil y migrante galopante, con un nivel de desempleo reconicido oficialmente mucho mayor que en las otras grandes ciudades alemanas, y una tasa de trabajo sumergido no reconocida que se cifra extraoficialmente en el 30 % de la actividad laboral, cualquier derecho laboral teórico sucumbe ante la situación de facto en numerosos sectores económicos propios de las capas sociales más débiles, agudizando su precariedad vital.Ante esta situación narrada en los párrafos anteriores, en su traducción política, no es de extrañar el éxito del antiguo PDS y actual Die Linke (La Izquierda) en los Bundeslaender (Estados-región) del este del país, sin más pretensiones aparentes que gestionar la miseria en coaliciones con el SPD (socialdemocracia), buscando la situación menos mala, pero sin una alternativa clara al modelo económico imperante. Pero también hay que atender a la fuerza emergente de la extrema derecha, que aprovecha la frustración -y desorganización- social creciente para intriducrise no solamente en instituciones (parlamentos regionales y ayuntamientos) sino en las calles, siendo ya peligroso en determinadas ciudades y pueblos caminar tranquilamente por la calle si se pertenece determinados sectores sociales "minoritarios". Y consiguiendo hacerse fuerte en lo que ya se consideran feudos propios, y desde ahí lanzarse a dar soporte logístico a encuentros y movilizaciones de extrema derecha a escala europea, como ocurre en Dresden con la marcha a mediodos de febrero en un homenaje neonazi a los caídos al final de la guerra mundial.Después del muro de Berlin ¿El fin de la historia? No, solamente el comienzo del segundo capítulo Quienes se apuntaron de forma oportunista al lema del fin de la historia en tanto lucha de clases propuganado por Fukujama no podían estar más equivocados. Esta campaña propagandística de edulcoración y depurado de la memoria histórica que se desarrolla con ocasión del 20 aniversario de la caída del muro no pretende más que ocultar las problemáticas actuales, y añadir una dosis de droga colectiva extra para ignorar durante algo más de tiempo las consecuncias de una crisis económica que han intentado ser puestas debajo de la alfombra durante la campaña electoral. Nada que comparar con los países del sur europeo, pero cada vez más familias de clase media empiezan a reducir sus aspiraciones consumistas y la contradicciones sociales empiezan a funcionar por debajo de una calma total aparente. Y en un nivel más profundo y estratégico, intenta conseguir que entre la juventud pese como una losa la idea que todos los intentos de alternativa al sistema dominante acabaron en fracaso... Pero la partera de la historia es tozuda, y empieza a asomar por la esquina de nuevo... y en adelante no va a resultar fácil esconder mediante meras campañas propagandísticas que la realidad cotidiana de millones de personas está cambiando a peor.Los poderosos de hoy tienen miedo de de un pasado que fue destruido, reprimido, pero nunca superado. Porque el capitalismo en su forma neoliberal que sufrimos hoy es la misma causa que llevó a producirse las revoluciones socialistas pasadas, aunque estas fracasaran en sus estrategias y chocaran con grandes traiciones y contradicciones internas que las arrojaron al fracaso. Pero los motivos siguen vigentes, esta crisis capitalista lo recuerda, y el fenómeno de la ostalgia (juego de palabras: nostalgia de derechos sociales -pocos pero seguros- de la Alemania del este, RDA) en la alemania oriental no es sino una muestra de lo que está por venir. El horizonte de la historia se abre de nuevo en Europa, después de 20 años de totalitarismo neoliberal disfrazado de libertad individualista y consumista, al redoble de unos medios de comunicación que ya no comunican sino que desinforman y trabajan codo con codo junto a los grande intereses privados para si perpetuación. Llegan las contradicciones reales de un sistema económico insostenible en el tiempo, destructor de vidas humanas y naturaleza. Vientos frescos del sur vienen de Latinoamérica para recordarnos que vivimos en un mundo más internacionalizado que nunca antes, y que la necesidad de cambio es global.Cuando las elites políticas y mediáticas de los países ricos se conjuran en llenar los telediarios no solamente de fútbol, sino también de spots publicitarios sobre el 20 aniversario de la caída del muro de Berlin, no lo hacen en rechazo al estalinismo (que les vino bien al fin y cabo, con la división del mundo en áreas de influencia) ni en defensa de las libertades y la justicia. Lo hacen para intentar enterrar la memoria de los logros de la Revolución de Octubre, y de la lucha de los movimientos obreros que durante dos siglos mantuvo a la elites europas en vilo. Lo hacen para extender el desánimo, llamar a la desmovilización social y repetir de forma más azucarada aquello que la Thatcher decía con voz metálica "There is not alternative" (TINA). Lo repiten como si de un mantra se tratara, de diferentes formas y en distintos tonos... tienen miedo.Saben que la historia del capitalismo en su fase neoliberal solamente tiene una final posible, muy bien simbolizado en la escena inicial de película La haine: "Cuando un tipo está cayendo desde la azotea piensa -por ahora todo va bien, por ahora todo va bien- pero llegará el momento en que llegue al suelo y eso es lo peor".Saben que los que nada tienen que perder, que comienzan a ser cada vez más, pueden dar sorpresas. Tienen miedo, y contra eso que temen usan la propaganda masiva.Los muros de la vergüenza alrededor del mundo... ¿Por qué se olvidan de ellos y los silencian? Quedan muchos otros por derribar y un mundo por cambiar Si decimos arriba que esta conjuración no se realiza en nombre de las libertades y la justicia, es porque estos mismos políticos, medios de comunicación e intelectuales que hablan con una boca muy grande exclusivamente de la caída del muro de Berlin como un problema único e incomparable del pasado, se olvidan conscientemente de traer la cuestión al presente y de realizar comparaciones que son obligatorias al hablar de muros políticos en el mundo actual.¿Cómo al hablar del muro de Berlin y olvidarse al mismo tiempo del muro de la vergüenza que destruye al publo palestino? ¿Y el muro que bloquea a los migrantes mexicanos en camino al "libre" mercado laboral estadounidense que al mismo tiempo se permite vender sus productos en México y toda la región? ¿Y el muro de Europa en su forma de sistema Frontex de control de fornteras y centros de internamiento (Guantánamos) para migrantes que buscan escapar de la miseria de países esquilmados por los intereses de esas potencias económicas que los rechazan? ¿Y los nuevos muros como los de Ostrovany en Eslovaquia o los campos italianos para gitanos? Estos son los muros del silencio. Construidos contra trabajadores migrantes y minorías étnicas. Muros de policias contra protestas de trabajadores y parados que empiezan a arreciar en diferentes países. Muros constriudos para destruir pueblos enteros, como en Palestina o el Sáhara occidental.Son los muros de la mentira oficial. Los muros construidos por los ministerios de defensa cuando deberían llamarse ministerios de ataque, los llamados medios de comunicación cuando se les debería llamar de incomunicación. Para hablar de liberalismo y la supuesta libertad que ofrece este sistema, hace falta ignorar y esconder esos muros, olvidarlos. Esos muros que muestran la contradicción flagrante entre la libertad de movimiento de mercancias y la restricción de moviento de personas. El capitalismo necesita de fuertes muros en su práctica cotidiana; los acuerdos de liberalización económica en el marco de la Organización Mundial del Comercio solamente han servido para privatizar y hundir la calidad de los servicios públicos, y solamente han necesitado como contrapartida que la sombra de la crisis asomara un poco para que los diferentes gobiernos reaccionaran de forma proteccionista con sus propios mercados, poniendo más muros a los productos de países empobrecidos.Está claro que detrás detrás de la épica y absolutización del muro de Berlin está el intento de hacer mirar hacia otro lado, de no querer ver los otros muros sobre los que se sustenta el sistema capitalista victorioso, ese que prometía libertad y justicia a todos los pueblos del mundo. Y que para conseguir esas supuestas bondades no encuentra otra forma que construir barreras físicas y legales para expulsar a migrantes que escapan de miseria, invasiones de países y destrucción del madio ambiente para disponer de materias primas baratas para un mercado mundial de materias cada vez más competitivo. Este sistema necesita de muchos más muros, más grandes y crueles, que cualquier otro sistema que haya existido sobre el planeta.Esto es lo que quieren escondernos dirigiendo todos los focos hacia un muro que ya no existe y cuya realidad actual se reduce a mero reclamo turístico. Reclamo el cual, que si todo los pedazos de muro que se venden en las tiendas del souvenirs berlinesas fueran verdaderos, debería haber sido tan largo como para rodear no solamente una ciudad sino un continente entero. Tal vez esta sea una buena metáfora de la crisis financiera que amenaza con llevarse todo por delante: se pretende vender todo lo más rápido posible, aunque no exista en realidad, y sin preucuparse por los métodos. Son vendedores de humo. Y para vender humo hace falta mucho espectáculo y propaganda. http://unmundoporganar.blogspot.com/2009/11/el-espectaculo-de-los-20-anos-de-la.html

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El gobierno español crea una consejería de Interior en Tel Aviv


08-11-2009
A pesar del conocido historial israelí de violación de Derechos Humanos

Mundo Árabe
El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, concluyó una visita a Israel, donde trató con el ministro de Seguridad Interior y miembro del partido neofascista Yisrael Beituna, el ex coronel Yitzhak Aharonóvitch, sobre la reciente apertura de una consejería de Interior en la Embajada española en Tel Aviv.
Camacho explicó que el seguimiento de las actividades del terrorismo radical nos obliga a ello, y en ese sentido éste es un lugar muy importante.
El secretario de Estado recordó la necesidad de estrechar la colaboración internacional para intercambiar información sobre las actividades de grupos radicales, y subrayó que en el cumplimiento de ese objetivo "Israel es un país que nos puede ayudar mucho". Camacho no abordó en sus reuniones las permanentes violaciones de Derechos Humanos que comete Israel contra la población palestina, ni mencionó el reciente informe de la ONU que acusa a Israel de crímenes de guerra y contra la humanidad.
Camacho asistió en la Universidad Hebrea de Jerusalén a una conferencia sobre la lucha contra el terrorismo desde los “Estados democráticos”. En esta conferencia, se trató la ocupación israelí de los territorios palestinos como un problema de seguridad, lo que contradice la postura oficial de España que exige un pleno reconocimiento de los derechos nacionales palestinos y el fin de la ocupación.
Fuente: http://www.mundoarabe.org/consejeria_interior_telaviv.htm

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Afganistán: Cara, pierdes; cruz, también pierdes


08-11-2009
Immanuel Wallerstein
La Jornada

La guerra en Afganistán es una guerra en la que tanto Estados Unidos como Obama perderán sin importar lo que hagan ahora Estados Unidos o el presidente Obama. El país y su presidente están en una situación de trabazón total.

Consideren la situación básica. El gobierno afgano en Kabul no tiene legitimidad alguna para la mayoría de la población. Tampoco tiene un ejército digno de su nombre. No tiene tampoco una base financiera. No hay casi seguridad militar ni personal por ninguna parte. Se enfrenta con la oposición de una guerrilla, los talibanes, que controlan la mitad del país y que de un modo constante se han fortalecido desde que el gobierno talibán fuera derrocado en 2001 por una invasión extranjera (en gran medida estadunidense). El New York Times informa de que los talibanes dirigen una sofisticada red financiera para pagar sus operaciones insurgentes, algo que los funcionarios estadunidenses intentan, infructuosamente, cortar.
Hace poco, el presidente Hamid Karzai fue relegido en una votación manifiestamente falsificada. El gobierno estadunidense aceptó tragarse esto porque Karzai es el único político importante pastún, el grupo étnico que es la base del apoyo de los talibanes. Por tanto es el único que puede tener la esperanza de llegar a algún arreglo político con algunos o todos los talibanes. Estados Unidos tuvo que pasar la vergüenza pública de reconocer el fraude electoral y recibió presiones para ponerle presión a Karzai para que aceptara unas elecciones extemporáneas de segunda vuelta. No hay duda de que Karzai ganaría esta segunda vuelta. Tras las elecciones, su posición política será muy débil.
El principal aliado político de Estados Unidos en la región, Pakistán, está claramente coludido con los talibanes –en gran parte para garantizar su propia supervivencia interna-. El comandante militar estadunidense, el general Stanley McChrystal, insiste en que necesita de inmediato 40.000 soldados más, o será demasiado tarde para ganar la guerra en Afganistán. Parece poco probable que obtenga la cifra completa de estas tropas, o con la celeridad suficiente, para cumplir con el plazo implícito. Hay muchas figuras militares que dudan de que tenga razón al argumentar que con sus 40.000 soldados más, si le llegaran de inmediato, pudiera cabiar la situación.
No es muy arriesgado sugerir que Estados Unidos tendrá que retirarse de Afganistán en algún momento. Quién llegará al poder en Afganistán en ese momento, es una cuestión demasiado abierta. Puede muy bien haber una guerra civil prolongada.
Dentro de de Estados Unidos, la opinión acerca de la guerra perdida se dividirá en extremo. Parece claro que la derecha republicana se prepara para acusar de traición entreguista a los demócratas en general y a Obama en particular. El general McChrystal puede muy bien ser su candidato a la presidencia, si no en 2012, entonces en 2016.
Obama no obtendrá crédito por nada de lo que haga. Si brinda respaldo pleno e inmediato a las peticiones de McChrystal, será de todos modos acusado por los republicanos de haberlo hecho demasiado tarde. Al mismo tiempo, habrá generado una ira profunda entre por lo menos la mitad, si no más, de quienes votaron por él en 2008.
La guerra en Afganistán se habrá convertido en la guerra de Obama. Cuando Estados Unidos pierda esa guerra, será Obama quien será acusado de haberla perdido. Aun si logra que se apruebe algún tipo de legislación sanitaria (lo cual es posible), y aun cuando la situación económica de Estados Unidos y del mundo mejore en los próximos años (lo cual es dudoso), la guerra en Afganistán seguirá siendo la sombra más grande y será, por sí sola, el elemento más importante para juzgar su presidencia.
¿Puede Obama revertir esta situación moviéndose dramáticamente en otra dirección –hacia un rápido acuerdo político con los talibanes y hacia una retirada completa?- Aparte del hecho de que no haya evidencia pública de con qué seriedad está Obama contemplando esto, no hay todavía el nivel de respaldo público en Estados Unidos como para que sea una opción política posible para él. Aún no cuenta con el grado de respaldo necesario dentro de su propio gobierno para un viraje dramático.
Así que Estados Unidos y Obama se tropezarán con el asunto, por uno o dos años, mientras la situación política y militar se deteriora. Para Estados Unidos y para Obama, si sale cara pierden, si sale cruz, también pierden.
Traducción: Ramón Vera Herrera
© Immanuel Wallerstein
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/11/07/index.php?section=opinion&article=022a1mun

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Estados Unidos negoció la solución del problema hondureño a espaldas de Zelaya y del pueblo


08-11-2009
Percy Francisco Alvarado Godoy
Rebelión

Al evaluar el desenlace actual de los acontecimientos en Honduras, en el que Estados Unidos logró capitalizar la solución a la crisis de manera tal que el principal perjudicado será el pueblo hondureño por un lado y, por otro, salen impunes totalmente los viejos resortes del golpismo, no me queda más remedio que recordar aquella frase expresada por Ernesto Guevara de la Serna en un discurso pronunciado en 1964, cuando expresó: “No se puede confiar en el imperialismo, pero ni un tantito así. Nada”.

La verdad es que en el rejuego político desatado en busca de una solución diplomática a un hecho repudiado mundialmente: el golpe anticonstitucional del 28 de junio de 2009 contra Manuel Zelaya Rosales, las naciones latinoamericanas se dejaron meter en la trampa urdida por la ultraderecha tácitamente dominante en Estados Unidos, dejando a la siempre veleidosa OEA, al genuflexo presidente de Costa Rica y a otros factores de dudoso compromiso con la restitución del orden democrático, como los miembros demócratas y republicanos del Senado de EE UU, así como al propio Departamento de Estado norteamericano, el papel de facilitadores y coordinadores de los arreglos posibles.

Mientras el pueblo ha combatido en las calles por la restitución democrática y un ingenuo Zelaya se enredaba en reclamos de ayuda a la diplomacia pervertida de la OEA y a la doble cara de Estados Unidos, las trampas fraguadas entre los golpistas y sus benefactores se estaban entretejiendo a espaldas de la opinión pública internacional.

¿De qué sirvieron, me pregunto, si realmente fueron sinceras, las tibias condenas de la Casa Blanca contra Micheletti, que incluyeron sólo vagas medidas para complacer a todos, como la negación de visas a los usurpadores del poder, mientras el Departamento de Estado y otras agencias estadounidenses apoyaban a los militares golpistas? Nunca Estados Unidos se opuso con energía a la violación de la constitucionalidad en Honduras. Nunca los emisarios de la Casa Blanca presionaron con todos los medios de que dispone la gran potencia para que se restituyera a Zelaya.

¿De qué sirvieron las declaraciones ambiguas y las visitas de los representantes del Partido Demócrata a Honduras a favor de la restitución de Zelaya, si éstas se realizaron casi en los mismos momentos en que miembros del Partido Republicano como Jim DeMint, Ileana Ross Lehtinen y los hermanos Mario y Lincoln Díaz Balart, santificaban el golpismo y brindaban su apoyo de forma descarada al usurpador Micheletti? La verdad es que tanto Obama como los demócratas tuvieron claro que los republicanos tenían la sartén por el mango y les chantajearían dentro del Congreso, tanto para desbloquear el nombramiento de Arturo Valenzuela como Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental como para flexibilizar sus posiciones con respecto a las reformas que ha querido llevar a cabo el presidente con respecto a los asuntos domésticos y sobre la guerra en Afganistán e Iraq, a cambio de santificar el continuismo golpista.

La verdad de Perogrullo es que si Estados Unidos hubiera querido sacar de su redil a Micheletti y comparsa, y hacer volver a los militares a sus cuarteles, podría haberlo logrado si ése hubiera sido su verdadero y legítimo deseo.

El golpe de Estado contra Zelaya no fue sólo, en realidad, la acción aislada de expulsarlo del palacio de gobierno. Fue una clara advertencia a las naciones latinoamericanas de que la Doctrina de la Seguridad Nacional todavía está vigente. Fue, sin lugar a dudas, un ataque contra el ALBA, golpeando su eslabón más débil.

Lo peligroso de este proceso en Honduras es que resulta, en la práctica, una modelación para evaluar la capacidad de respuesta de los países de América Latina, de la Unión Europea, que por cierto solo se quedó en un ruborizado estupor ante el golpe de Estado y en tibias declaraciones de repudio, y de las frágiles organizaciones internacionales como la ONU y la OEA, en el escenario actual.

Los peligros que entraña la impunidad de los golpistas en Honduras para las naciones de América Latina, son todavía invaluables e inimaginables. Significa, en esencia, el retorno a los viejos tiempos del garrote, a las abominables prácticas de la impunidad hegemónica y a forzar la desaceleración de los procesos revolucionarios en el continente.

No cabe duda de que los principales protagonistas para evitar que se viole impunemente la constitucionalidad en Honduras son, en primer lugar, el pueblo hondureño y, en segundo lugar, el accionar internacional de las naciones latinoamericanas, pues hoy ha sido Honduras y mañana podrá ser alguna de ellas como anuncian los actuales planes desestabilizadores contra los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Chile, Argentina, Nicaragua y El Salvador. El mundo tampoco puede hacerse cómplice con su silencio.

LAS TRAMPAS DE ESTADOS UNIDOS CONTRA LA CONSTITUCIONALIDAD EN HONDURAS.

● La primera de ellas es crear un estado de opinión desfavorable a Zelaya, declarándose "decepcionado" por la interrupción del proceso de diálogo y la necesidad de formar un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional en Honduras, para dar cumplimiento a lo pactado en el Acuerdo San José-Tegucigalpa, según declaró el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, el día 6 de noviembre.

La negativa de Micheletti de restituir a Zelaya en la presidencia y su interés por mantenerse al mando del Gobierno de Unidad y Reconciliación, bajo la bendición del Congreso, se ha constituido en una abusiva posición de fuerza, sabiéndose apoyado por Estados Unidos. La no aceptación del continuismo de Micheletti ha servido para que se tienda sobre Zelaya la culpa del estancamiento de los acuerdos.

El senador republicano Jim DeMint dio un espaldarazo a las pretensiones continuistas de Micheletti al declarar que la Secretaria de Estado, Hillary Clinton le prometió aceptar el resultado de las elecciones hondureñas del 29 de noviembre sea o no Zelaya restituido en la presidencia.

Hoy por hoy, todo parece indicar que Zelaya ha sido excluido definitivamente del sillón presidencial gracias a las maniobras dilatorias de Micheletti, en alianza con el Congreso, la Fiscalía General y el Tribunal Supremo hondureños y la sórdida complicidad norteamericana.

● La confirmación de Arturo Valenzuela por parte del Senado de Estados Unidos como Subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, a la que se oponían varios legisladores republicanos encabezados por Jim DeMint, parece haber sido el precio de un acuerdo negociado entre el ala republicana del Congreso y la administración del presidente Obama.

Las tácticas de Estados Unidos están encaminadas a inculpar a Zelaya y avalar los comicios inconstitucionales venideros, desconociendo de hecho la posibilidad de que sea restituido a la presidencia. Con Micheletti a cargo del Gobierno de Unidad y Reconciliación, Mel ha sido puesto a un lado por confiar en quienes no debía hacerlo. Al respecto, expresó el portavoz del Departamento de Estado para América Latina, Charles Luoma-Overstreet: "Nuestro compromiso de apoyar las elecciones hondureñas es producto de este acuerdo".

Mel Zelaya y el pueblo hondureño no pueden ser los únicos perdedores en este asunto. La administración de Barack Obama, enredada hasta los tuétanos en la guerra genocida en Iraq y Afganistán, comprometida a sacar al país de la acuciante crisis económica que padece y presionada a cumplimentar las reformas sociales que prometió al país, no ha evaluado el coste político que significó ceder ante la ultraderecha republicana con respecto a la solución hondureña.

La violación de la institucionalidad en Honduras y la actuación de Estados Unidos al bendecirla, lavándose las manos como Poncio Pilatos bajo el falso argumento de que la decisión final corresponde a los hondureños, deteriorarán sin lugar a dudas su imagen en América Latina.

No cabe la menor duda que Arturo Valenzuela será su carta de triunfo en el acercamiento hacia América Latina, dado que este diplomático y académico de origen chileno es un amplio conocedor de las características del continente. Un breve repaso a su currículo lo demuestra: Con un doctorado en Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia, Nueva York, ha sido un especialista en cuestiones latinoamericanas, tales como la consolidación de la democracia, sistemas electorales, partidos políticos, las relaciones militares-civiles y los lazos entre EE.UU. y América Latina. Es un experto en la política chilena, mexicana y en asuntos relacionados con América del Sur, así como asesor para las reformas políticas, electorales y constitucionales en Bolivia, Chile, Brasil, Ecuador y Colombia.

Su currículo se complementa con su labor docente como profesor de política gubernamental norteamericana y director del Centro para Estudios Latinoamericanos en la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown.

Su labor como diplomático alcanzó su cenit durante las dos administraciones de Bill Clinton, siendo de Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos en el primer mandato de Clinton (1993-1997) y Asistente Especial para Asuntos de de Seguridad Nacional y Director de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional en el segundo mandato clintoniano, entre 1997 y el año 2000.

La labor de Valenzuela, dirigida a ganar el terreno perdido por Estados Unidos en América Latina será, sin lugar a dudas, sumamente escabrosa, si de lograr mayor cooperación entre ésta y Estados Unidos se refiere.

LA PALABRA DE LA RESISTENCIA.

Si el Frente Nacional contra el golpe de Estado de Honduras ha encabezado la movilización contra los golpistas durante estas largas jornadas de lucha, convocando marchas de repudio ante cada maniobra de Micheletti, a él se han sumado diversos grupos inicialmente vinculados a la asonada, como es el caso de varios candidatos independientes y del Partido Unificación Democrática, de los sectores del Liberal e Innovación y Unidad Social Demócrata opuestos al golpe, quienes ya anunciaron su retiro de las elecciones amañadas de finales de mes.

El Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe tiene claro que su papel actual es movilizar a cada hondureño para sabotear el amañado proceso electoral venidero, si Zelaya no es restituido en su cargo.

En este sentido, millares de opositores al golpe pidieron la restitución de Zelaya ante el Congreso hondureño, el pasado seis de noviembre.

Mientras tanto, diversos hechos como el secuestro de Alfredo Jalil, padre del Vicejefe del Ministerio de Defensa hondureño, el asesinato de Enzo Micheletti, sobrino del usurpador presidencial, y el asesinato del Coronel Concepción Jiménez, gerente de INDUMIL, hacen pensar que varios sectores de la resistencia pueden estar apostando por enfrentar la represión con la violencia revolucionaria.

Está claro para todos que el futuro de Honduras está en juego y, con él, el futuro de América toda.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.



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Nuevo sistema Swift y nueva cesión de soberanía europea


08-11-2009
Jean-Claude Paye
Rebelión
Traducido por Rocío Anguiano

El caso Swift estalló cuando, en 2006, la prensa estadounidense reveló que, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, esta sociedad había transmitido al Departamento del Tesoro de Estados Unidos decenas de millones de datos confidenciales sobre las operaciones de sus clientes.

Swift (1), sociedad estadounidense de derecho belga, gestiona los intercambios internacionales de cerca de ocho mil instituciones financieras situadas en 208 países. Garantiza la transmisión de los datos relativos a los pagos, pero no mueve dinero.
A pesar de la violación flagrante del derecho de protección de datos, tanto europeo como belga, esta transmisión no solo no se ha cuestionado nunca sino que, además, la Unión Europea y Estados Unidos han firmado varios acuerdos destinados a legitimar esta apropiación.
Todos esos acuerdos se han justificado con la lucha antiterrorista. La captación de datos por parte de las autoridades estadounidenses ha sido posible gracias a las peculiaridades del sistema Swift. En efecto, todos los datos que contenía el servidor europeo estaban a su vez guardados en un segundo servidor situado en Estados Unidos, de forma que las aduanas estadounidenses podían apoderarse de ellos, ya que el derecho de EE.UU. autoriza esta apropiación.
Pero, en junio de 2007, se decidió que los datos Swift intereuropeos ya no se transfirieran a Estados Unidos, sino a un segundo servidor europeo. Este nuevo procedimiento se ajusta más al derecho de la Unión y eliminaría la posibilidad de que las autoridades estadounidenses pudieran apropiarse de esa información. El nuevo servidor, situado en Zurich, debería estar operativo en noviembre del presente año.
A raíz de esta reorganización del sistema Swift y frente a lo que se había afirmado en los acuerdos precedentes, el Comisario Europeo de Justicia, Jacques Barrot, explicó que los Veintisiete deseaban dar acceso a los inspectores del Tesoro de Estados Unidos a los centros de operaciones europeos gestionados por Swift. Declaró que “ahora sería muy peligroso dejar la vigilancia y el control de esos flujos de información" y afirmó que las operaciones estadounidenses en el servidor Swift de Estados Unidos habían resultado ser una “herramienta importante y eficaz”. Solo retomó las declaraciones del juez Burgière, la “personalidad eminente” designada por la Comisión para “controlar” el uso por parte de EE.UU. de los millones de datos trasmitidos anualmente. Este último afirmaba que esa apropiación había “permitido evitar un cierto número de atentados”. No se ofreció ningún dato que permitiera verificar estas alegaciones. La enunciación del carácter indispensable de la apropiación de los datos financieros es la prueba del éxito de esta política de lucha antiterrorista. Se identifica la palabra con el objeto.
La referencia a la lucha antiterrorista basta para justificar la apropiación de los datos financieros. Sin embargo, la realidad nos muestra que normalmente los atentados cuestan poco dinero y no necesitan importantes transferencias de fondos.
La razón alegada adquiere un carácter surrealista cuando uno se entera de que la comisión oficial que investiga los atentados del 11 de septiembre de 2001 no ha querido examinar los movimientos de capitales sospechosos, registrados los días anteriores a los atentados. Sin embargo, justo antes de los ataques del 11 de septiembre, los días 6, 7 y 8 hubo excepcionales opciones de venta de las acciones de las dos compañías aéreas [Americain y United Airlines] que fueron desviadas por los piratas, así como de Merril Lynch, uno de los grandes inquilinos del World Trade Center. Esta información la reveló en su momento Ernst Welteke, presidente del Deutsche Bank, quien también afirmó que hay muchos hechos que prueban que las personas implicadas en los ataques contaron con información confidencial para poder realizar operaciones turbias. Todos estos elementos, el hecho de que un atentado terrorista no necesite importantes movimientos de fondos y la voluntad política de no investigar las trasferencias financieras sospechosas, nos indican que la apropiación de los datos financieros de los ciudadanos es un objetivo en sí misma.
La Comisión quiere firmar primero un acuerdo transitorio, que entraría en vigor en cuanto empiece a funcionar el servidor de Zurich. Esta tarea ha sido confiada a la presidencia sueca, descartando así cualquier posibilidad de decisión conjunta con el Parlamento. Esto tiene una gran relevancia porque el Consejo sigue prácticamente siempre las posiciones de los funcionarios permanentes y estos resultan ser, la mayoría de las veces, simples portavoces de los negociadores estadounidenses. El comisario Jacques Barrot dice que el acuerdo es equilibrado, pero ha tenido que reconocer que el texto actual no incluye el acceso por parte de las autoridades europeas a las transacciones bancarias de EE.UU.
A este acuerdo transitorio debe seguirle un texto definitivo, igualmente unilateral. Se trataría de “renegociar”, un año después, lo que se aceptó en una situación de urgencia. Este acuerdo debería ser avalado por el Parlamento Europeo, cuando entré en vigor el Tratado de Lisboa, que da a esta asamblea más poderes en materia policial y de justicia. La voluntad manifiesta de esperar la ratificación del Tratado indica que se trata de que el Parlamento reconozca el derecho permanente de las autoridades estadounidenses a apropiarse, en suelo europeo, de los datos personales de los ciudadanos de la Unión. Los nuevos “poderes” concedidos al Parlamento tienen su razón de ser en la legitimación de las cesiones de soberanía de la Unión Europea a Estados Unidos.
Esta posición tiene el mérito de ser transparente, de presentar el Tratado no como un texto constitucional interno de la Unión, sino como un acto de integración de la UE en una entidad supranacional bajo soberanía estadounidense.
Este nuevo acuerdo, que permite a las aduanas de EE.UU. apropiarse, en suelo europeo y sin ninguna reciprocidad, de los datos personales de los ciudadanos de la Unión, representa un paso más en el ejercicio de la soberanía directa de las instituciones de Estados Unidos sobre la población europea.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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El imperio del mal: República de idiotas


08-11-2009
Paul Craig Roberts
CounterPunch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El gobierno de EE.UU. está ahora tan absolutamente dominado por grupos de intereses organizados que ya no puede responder a las preocupaciones del pueblo estadounidense que elige al presidente y a los miembros de la Cámara y del Senado. Los votantes descargarán sus frustraciones por su impotencia sobre el presidente, lo que implica un futuro de presidentes de un solo período. Pronto nuestros presidentes serán tan inefectivos como los emperadores romanos en los últimos días de ese imperio.

Obama ya va camino a una presidencia de un solo período. Prometió el cambio, pero no ha hecho ninguno. Su ley de atención sanitaria es rehén de compañías de seguros privadas que buscan más beneficios. El resultado más probable serán recortes en Medicare y Medicaid a fin de ayudar a financiar las guerras que enriquecen al complejo militar y de seguridad y a las numerosas compañías creadas mediante la privatización de servicios que los militares solían proveer por sí mismos a costes mucho más bajos. Sería interesante saber el porcentaje de los más de 700.000 millones de dólares en gastos de “defensa” que va a compañías privadas. En el “capitalismo” estadounidense, una cantidad sorprendente de ingresos de los contribuyentes van a firmas privadas a través del gobierno. Sin embargo, los republicanos chillan sobre la “socialización” de la atención sanitaria.

Republicanos y demócratas vieron oportunidades de crear nuevas fuentes de donaciones electorales privatizando la mayor cantidad posible de funciones militares. Ahora existe una gran cantidad de compañías privadas que nunca ganaron un dólar en el mercado y que sin embargo se alimentan en el abrevadero público que quita dólares a los contribuyentes mientras carga a los estadounidenses con obligaciones de servicio de la deuda.

Obama heredó una excelente oportunidad para devolver a casa a los soldados de EE.UU. de las guerras ilegales de agresión del régimen de Bush. En sus últimos días, el régimen de Bush se dio cuenta de que podía “ganar” en Iraq colocando a los insurgentes suníes en la nómina militar de EE.UU. Una vez que Bush tuvo a 80.000 insurgentes cobrando la paga militar de EE.UU., la violencia, aunque seguía siendo elevada, disminuyó a la mitad. Todo lo que Obama tenía que hacer era cantar victoria y traer a casa a nuestros muchachos, agradeciendo a Bush por ganar la guerra. Habría hecho callar a los republicanos.

Pero ese camino sensato había afectado a los beneficios y a los precios de las acciones de las firmas que componen el complejo militar/seguridad. De modo que en lugar de cumplir lo prometido, para lo que fue elegido por los votantes, Obama reinició la guerra en Afganistán y lanzó una nueva en Pakistán. Pronto Obama se hizo eco de las amenazas de ataque a Irán de Bush y Cheney.

En lugar de atención sanitaria para los estadounidenses, habrá más utilidades de las compañías privadas de seguro.

En lugar de paz habrá más guerra. Los votantes ya empiezan a ver lo que vendrá y se están apartando de Obama y de los demócratas. Los independientes que dieron a Obama su confortable victoria se han vuelto en su contra y acaban de elegir gobernadores republicanos en Nueva Jersey y Virginia para reemplazar a los demócratas. Es un voto de protesta, no un voto de confianza en los republicanos.

La credibilidad de Obama se acabó. Y también la del Congreso, suponiendo que alguna vez la haya tenido. La Cámara de Representantes de EE.UU. acaba de votar para mostrar a todo el mundo que la Cámara de Representantes de EE.UU. no es otra cosa que el títere servil y venal del lobby de Israel. La Cámara de Representantes de la “superpotencia” estadounidense hizo lo que quería su amo, AIPAC, y votó 344 contra 36 para condenar el Informe Goldstone.

Por si no lo sabéis, el Informe Goldstone es el informe de la Misión Investigadora de Naciones Unidas sobre el Conflicto de Gaza. El “Conflicto de Gaza” es el ataque militar israelí contra el gueto de Gaza, donde residen 1,5 millones de palestinos desposeídos, cuyas tierras, aldeas y casas fueron robadas por Israel. El ataque fue contra civiles y contra la infraestructura civil. Fue sin lugar a dudas un crimen de guerra según el estándar de Nuremberg que EE.UU. estableció para ejecutar nazis.

Goldstone no sólo es un jurista judío muy distinguido que ha dedicado su vida a hacer rendir cuentas a gente por sus crímenes contra la humanidad, sino también sionista. Sin embargo, los israelíes lo han satanizado como “judío que se odia a sí mismo” porque escribió la verdad en lugar de propaganda israelí.

El representante estadounidense Dennis Kucinich, quien es ahora sin duda un hombre marcado en la lista de exterminación política de AIPAC, preguntó a la Cámara si sus miembros se daban cuenta de la vergüenza que la votación de condena de Goldstone significaría para la Cámara y el gobierno de EE.UU. El resto del mundo acepta el informe Goldstone.

La Cámara respondió con su desequilibrado voto que el resto del mundo no cuenta ya que no hace donaciones electorales a los miembros del Congreso.

Este vergonzoso acto servil de la “mayor democracia del mundo” ocurrió la misma semana en la que un tribunal en Italia condenó a 23 agentes de la CIA de EE.UU. por secuestrar a una persona en Italia. Los agentes de la CIA son ahora considerados “fugitivos de la justicia” en Italia, y por cierto lo son.

La persona secuestrada fue entregada a Egipto, Estado títere de EE.UU., donde fue retenida durante años y repetidamente torturada. El caso en su contra era tan absurdo que incluso un juez egipcio ordenó su liberación.

Una de las agentes condenadas de la CIA, Sabrina deSousa, una atractiva joven, dice que EE.UU. violó la ley al secuestrar a una persona y enviarla a otro país para ser torturada para fabricar otro “terrorista” a fin de mantener activa la patraña terrorista en casa. Sin ella, las guerras de EE.UU. por motivos de intereses especiales serían transparentes hasta para los fanáticos de Fox “News”.

La señora deSousa dice que “todo lo que hice fue aprobado en Washington,” sin embargo el gobierno, que continuamente nos recrimina para que “apoyemos a los soldados,” no hizo nada para protegerla cuando ejecutó las órdenes ilegales del régimen de Bush.

Evidentemente, esto significa que el crimen ordenado por Bush, Cheney, el Pentágono y la CIA era demasiado monstruoso e inaceptable como para justificarlo, incluso mediante memorandos del despreciable John Hoo y la Sociedad Federalista Republicana.

Es obvio que la señora deSousa está preocupada por su persona. Pero, ¿dónde quedó su preocupación por la persona inocente a la que envió al infierno egipcio para que la torturasen hasta la muerte o admitiera que era terrorista? El remordimiento que expresa deSousa sólo se refiere a su persona. Hizo lo que le pedía su malvado gobierno y ese malvado gobierno, al que sirvió tan fielmente, le dio la espalda. No siente remordimiento por el mal que infligió a una persona inocente.

Tal vez deSousa y sus 22 colegas crecieron con videojuegos. Era tan divertido conspirar para secuestrar a una persona real y llevarla volando en un avión de la CIA a Egipto. ¿Fue como un pescador atrapando un pez o un cazador de venados matando un hermoso ejemplar? Evidentemente, lo pasaron bien a costa de su víctima ‘entregada’.

El dictamen del tribunal italiano, y tened en cuenta que Italia es un Estado títere comprado y pagado por EE.UU., indica que incluso nuestros títeres comprados descubren que EE.UU. va más allá de lo tolerable.

Bajando de la punta del iceberg, tenemos al embajador Craig Murray, rector de la Universidad de Dundee y hasta 2004 embajador del Reino Unido en Uzbekistán, que describe como Estado totalitario estalinista cortejado y apoyado por los estadounidenses.

Como embajador, Murray vio los informes de inteligencia de la CIA del MI5 que describían los más horribles procedimientos de tortura. “La gente era violada con botellas quebradas, torturaban a los niños delante de sus padres hasta que ellos [los padres] firmaban una confesión, hevían a personas vivas”.

La “inteligencia” de esas sesiones de tortura era pasada por la CIA al MI5 y a Washington como prueba de la vasta conspiración de al Qaeda.

El embajador Murray informa de que a los entregados por vuelos de la CIA a las prisiones de tortura de Uzbekistán “les decían que confesaran que eran miembros al Qaeda. Que confesaran que habían estado en campos de entrenamiento en Afganistán. Que confesaran que habían visto a Osama bin Laden en persona. Y la inteligencia de la CIA se hacía constantemente eco de esos temas.”

“Me quedé completamente conmocionado,” dice el embajador británico, que pensaba que servía a un país ético que, junto con su aliado estadounidense, tenía integridad moral. El gran bastión anglo-estadounidense de la democracia y los derechos humanos, las fuentes de la Carta Magna y de la Declaración de Derechos, las grandes democracias morales que derrotaron al nazismo y enfrentaron los gulag de Stalin, estaban dispuestas a cometer cualquier crimen con tal de maximizar los beneficios.

El embajador se enteró de demasiado y fue despedido cuando lo vomitó todo. Vio los documentos que demostraban que la motivación para la agresión militar de EE.UU. y el Reino Unido en Afganistán tenía que ver con los depósitos de gas natural en Uzbekistán y Turkmenistán. Los estadounidenses querían un gasoducto que evitara Rusia e Irán y pasara por Afganistán. Pare conseguirlo se necesitaba una invasión. Al público idiota de EE.UU. se le podía decir que la invasión era necesaria por el 11-S y para salvarlo del “terrorismo” y los tontos redomados se tragarían la mentira.

“Si se considera el despliegue de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán, en comparación con otras fuerzas de países de la OTAN en ese país, se verá que indudablemente las fuerzas de EE.UU. están posicionadas para proteger la ruta del gasoducto. De eso se trata. Tiene que ver con dinero, tiene que ver con energía, no tiene que ver con democracia.”

Adivinad quién fue el consultor que organizó con el entonces gobernador de Texas George W. Bush los acuerdos que darían a Enron los derechos de los yacimientos de gas natural de Uzbekistán y Turkmenistán y a Unocal, el desarrollo del gasoducto trans-Afganistán. Fue Karzai, el “presidente” impuesto por EE.UU., quien no cuenta con apoyo dentro del país aparte de las bayonetas estadounidenses.

El embajador Murray fue despedido del Foreign Service británico por sus revelaciones. Sin duda por orden de Washington a nuestro títere británico.


Paul Craig Roberts fue secretario adjunto del Tesoro en el gobierno de Reagan. Es coautor de The Tyranny of Good Intentions. Para contactos, escriba a: PaulCraigRoberts@yahoo.com

Fuente: http://www.counterpunch.org/roberts11062009.html


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