jueves, 6 de agosto de 2009

Comentario de Cuarenta Hadices -XXIV



Sharhe Chehel Hadiz
Imam Jomeiní
Traducción de Raúl González Bórnez

Tercer hadiz (V)
Vanidad (uchb)
Quinta parte
Los destructores efectos de la vanidad


Sabe que la vanidad es sí misma es destructiva y aniquila la fe y las buenas obras de la persona y la corrompe. En respuesta a la persona que, en ese noble hadíz citado, le preguntó al Imam sobre los efectos destructivos de la vanidad, el Imam, sobre él la paz, habla de un nivel que corresponde a la vanidad en la fe. Acabamos de leer el hadíz que dice que la vanidad es peor que el pecado ante la corte de Dios Altísimo y que por esa razón Dios permite que el creyente cometa pecados, salvándole así de la vanidad.
El noble Mensajero de Dios, las bendiciones de Dios sean con él y su familia, ha considerado la vanidad una de los defectos más destructivos.
En la obra Amálí de Sadúq se recoge un hadíz con una cadena de transmisión que llega a Emir al-Muminín y que dice: «La vanidad destruye a quien la padece.»
Y la forma que adopta este pecado tras la muerte y en el mundo intermedio (barzaj) es tan terrorífica que nada puede compararse a ella.
En el testamento que el Mensajero de Dios dejó a Emir al-Muminín, le dijo:
«No existe soledad más terrible que la vanidad.»

Musa bin Imrán, sobre nuestro profeta y su familia y sobre él sea la paz, preguntó a Satanás:
«Infórmame del pecado que, cuando los hijos de Adán lo cometen, te posibilita entrar en su corazón y dominarles.»
Dijo: «Cuando su ego se vuelve vanidoso, magnifica sus actos y considera que sus pecados carecen de importancia.»

Dios Altísimo, dice al profeta David, sobre él la paz: «¡Oh Dawud! Anuncia la buena nueva a los pecadores y amonesta a los creyentes.»
David dijo: «¿Cómo es que debo dar la buena nueva a los pecadores y amonestar a los creyentes?»
Dios dijo: «Da a los pecadores la buena nueva de que, en verdad, Yo aceptaré su arrepentimiento y perdonaré sus pecados y amonesta a los creyentes para que no se envanezcan de sus actos, ya que, ciertamente, no habría un solo siervo que se salvase de la destrucción si le hiciese la cuenta que se merece.»
Me refugio en Dios Altísimo del rigor de la cuenta que destruiría incluso a los siervos sinceros (Sadiqín) y a quienes poseen una posición más elevada ante Dios que ellos.

Sheyj Sadúq, en su obra Al-Jisál, recoge, por una cadena de transmisión que llega a Hadrat Imam Yafar al-Sadeq, sobre él la paz, que éste dijo:
«Dice Satanás: Dejo de preocuparme por lo que haga el hijo de Adán cuando logro imponerle tres cosas, ya que no le serán aceptadas sus buenas obras: Que sobrevalore sus buenos actos, se olvide de sus pecados y le domine la vanidad.»

Además de los vicios que has oído referidos a la vanidad, ésta es un árbol maldito cuyos frutos son los pecados mayores y, cuando echa raíces en el corazón de la persona, lleva a ésta a la incredulidad, la idolatría y a cosas aun peores.
Uno de estos males es el no considerar importantes los pecados que se comenten. La persona vanidosa se considera pura y purificada y no presta, por tanto, atención a corregir y perfeccionar su alma, ya que no piensa que deba limpiarla de pecado alguno. El velo de la vanidad y la gruesa cortina de la autocomplacencia le impiden ver sus defectos. Esa desgracia no le permite avanzar hacia su perfeccionamiento y le hace padecer toda clase de defectos, destruyendo sus buenas obras para siempre e impidiendo que los médicos puedan encontrar remedios para curar su alma.
Otra de las consecuencias de la vanidad es que quien la padece siente una excesiva seguridad de sí mismo y de lo correcto de sus acciones. Eso lleva a este pobre desgraciado a sentir que no tiene necesidad de la ayuda divina y no presta atención a Sus favores. En su pequeña mente cree que Dios está obligado a favorecerle, pensando que, si la Verdad Altísima actúa justamente con él, está obligada a recompensarle.
Volveremos a este asunto más adelante, si Dios quiere.

Otro de los defectos que la vanidad alimenta en la persona es que le induce a contemplar a los siervos de Dios como criaturas inferiores y sus actos carentes de valor, ya que los suyos son siempre mucho mejores. Este defecto es una de las causas de destrucción de la persona y un gran obstáculo en su camino.
Otro de los defectos que la vanidad conlleva es que alimenta la ostentación. Ya que, cuando una persona considera que sus obras son insignificantes, su comportamiento y moral defectuosos, su fe algo que no merece la pena tomar en consideración y no se envanece de sí mismo, ni de sus cualidades y obras, sino que, al contrario, siente que él y todo lo que tiene que ver con él es imperfecto y sin valor, no hace manifestación de ellas ni de él mismo. No lleva sus mercancías defectuosas al mercado.
Pero cuando se considera perfecto y a sus obras aceptables, se anima a hacer gala de ello y se muestra a sí mismo con orgullo.
Los vicios y defectos que fueron mencionados en el segundo hadíz del capítulo dedicado a la ostentación, son también atribuibles a la vanidad.
La vanidad es causa de otros defectos. Uno de ellos es el destructivo defecto del orgullo (kibr), del que hablaremos en el capítulo siguiente, pero causa otros más de manera directa o indirecta, aunque comentarlos nos tomaría mucho tiempo.

Por tanto, la persona vanidosa debe saber que este defecto es la semilla de otros defectos más y la fuente de vicios capaces cada uno de ellos de provocar la destrucción y el castigo eternos de la persona.
Si estos defectos son entendidos correctamente, se les presta atención y se remite uno a los hadices que relatan las palabras y obras del noble Mensajero y de la Gente de la Casa Profética, las bendiciones divinas sean con todos ellos, existe la posibilidad de corregirlos. Desde luego, es necesario que la persona comprenda la necesidad de ponerles freno y de corregir su alma si quiere limpiarla de estos defectos y eliminar sus raíces de lo profundo de ella para que, Dios no lo quiera, no pase al otro mundo con estos feos atributos, pues cuando cierre sus ojos físicos en este mundo y amanezca al reino del mundo intermedio (barzaj) y al Día del Juicio, verá que la situación de la gente que ha cometido grandes pecados es mejor que la suya, ya que Dios ha dicho que a esos los sumergirá en el mar de Su misericordia gracias al remordimiento y al arrepentimiento que mostraron o gracias a la certeza que tuvieron en la misericordia y el favor de la Verdad Altísima. Pero, este pobre desgraciado, como se consideraba libre e independiente y en el fondo de su corazón pensaba que no necesitaba del favor divino, sufrirá el rigor con el que Dios le ajustará su cuenta. Como él mismo quería que le fuera aplicada la balanza de la justicia divina, se le hará entender que no sólo no realizó acto alguno de adoración para Dios, sino que todos los actos de adoración que realizó le alejaron de la presencia de la Verdad Altísima. Sus actos y su fe fueron vanos y carentes de valor, gratuitos. Fueron el motivo de su aniquilación, la semilla de un doloroso castigo y la fuente de su eterna permanencia en el Infierno.
¡No permita Dios que suframos la justicia divina! Pues si así fuese nadie, ni de los primeros ni de los últimos, se salvaría.
Los Imames de la Guía, sobre ellos la paz, y los grandes profetas, han suplicado en sus diálogos íntimos con Dios (munayat) la concesión de Su favor y expresaron el temor de verse sometidos a Su justicia. Las suplicas de Sus siervos escogidos ante la corte divina y de los Imames Purificados, las bendiciones de Dios sean con ellos, están llenas de confesiones de su imperfección, debilidad e incapacidad para responder adecuadamente a las demandas divinas de adoración y servicio, hasta el punto que, la mejor de Sus criaturas y la más cercana de todas ellas a Él, declara:
«No te conocemos como Tú debes ser conocido, ni te adoramos como Tú tienes derecho a ser adorado.»
Siendo así ¿Cuál será el estado del resto de nosotros?
Sí. Ellos conocen la grandeza de la Verdad Altísima y la relación de los seres contingentes con el Ser Necesario. Ellos saben que, aunque pasen toda su vida dedicados a la adoración y a la obediencia, a alabarle y glorificarle, no conseguirán agradecerle Sus favores. ¿Qué decir de rendir el tributo debido a Su Esencia y Sus Atributos?
Ellos saben que las criaturas no poseemos nada nuestro. Vida, fuerza, conocimiento, poder y el resto de los atributos son sólo la sombra de Su perfección y saben que el ser contingente está necesitado, es pura necesidad, una sombra dependiente no un ser independiente.
¿Qué perfecciones posee el ser contingente por sí mismo para que pueda vanagloriarse de perfección?
¿Qué poder posee para que pueda vanagloriarse de obras?
Ellos son gnósticos de Dios y gnósticos de la belleza y la majestuosidad de la Verdad. Ellos poseen un conocimiento testimonial de su imperfección e incapacidad y de la perfección de Ser Necesario, mientras que nosotros, pobres, a quienes el velo de la ignorancia, de la desatención y de la auto satisfacción y las cortinas de los pecados de nuestro corazón, nos han velado de tal manera los ojos, los oídos, la mente y el resto de las percepciones, que nos comportamos con pretensiones frente al Todopoderoso y nos creemos seres independientes.
¡Oh pobre ser contingente ignorante de ti mismo y de tu relación con el Creador! ¡Oh desgraciado ser contingente desentendido de tus obligaciones ante el Señor del Reino!
Esa ignorancia es la causa de todas nuestras desgracias y la que nos hace padecer toda esta oscuridad y tinieblas. Es la fuente de todos nuestros fracasos y de la turbidez de nuestras aguas. El ojo de nuestra visión interior está ciego y nuestro corazón muerto y esa es la causa de todos nuestros padecimientos y ni siquiera nos planteamos corregir tal situación.
¡Oh Dios! Otórganos la capacidad de arrepentirnos de nuestro comportamiento. Haznos conocer nuestras obligaciones. Otórganos una partícula de las luces de Tu conocimiento con las que Tú has desbordado los corazones de los gnósticos y de Tus amigos. Haznos contemplar nuestra imperfección y la inmensidad que Tu poder abarca. Haznos comprender el significado de «Alabado sea Dios, Señor de los mundos» (Al hamdu lil lahi rab bil alamín) a nosotros, pobres ignorantes que toda la alabanza la remitimos a las criaturas. Haz conocer a nuestros corazones que no existe nada digno de alabanza en las criaturas. Revélanos la verdad de «Todo lo bueno que os sucede proviene de Dios y todo lo malo que os sucede proviene de vosotros mismos».
Introduce en nuestros duros y confusos corazones la palabra sagrada de la Unidad divina.
Somos gente ignorante y ofuscada, gente hipócrita e idólatra, orgullosos y complacientes con nosotros mismos, ¡Saca de nuestros corazones el amor propio y el amor al mundo! ¡Haz de nosotros seres amantes y complacidos de Ti!
En verdad, Tú tienes poder sobre todas las cosas.


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Volver a imaginar Palestina. Autodeterminación, descolonización ética e igualdad


06-08-2009
Omar Barghouti
Znet
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Introducción [1]

Con la desaparición de Yassir Arafat, la duplicación de la población de colonos colonizadores judíos israelíes en los territorios palestinos ocupados, el último genocidio lento en Gaza y la rápida desintegración de los últimos vestigios de la “democracia” israelí, la “solución” de los dos Estados para el conflicto colonial palestino-israelí está finalmente muerta. ¡Por fin! Desde un principio ésta nunca ha sido una solución práctica o moral ya que su principal objetivo siempre ha sido obtener la legitimación oficial palestina de la existencia colonial y de apartheid de Israel en la mayor parte de la Palestina histórica. Ya es hora de avanzar hacia la solución más justa, más firme moralmente y más sostenible: un Estado unitario democrático y laico.

Cegado por la arrogancia de poder y la efímera comodidad de la impunidad que le otorgan su socio estadounidense y una Europa cómplice, Israel, en contra de sus propios intereses sionistas, no controló su apetito insaciable de limpiar étnicamente a más personas originarias de Palestina y de expandir su control a expensas de sus tierras, con lo que devoró hasta el último pedazo de la tierra que se suponía iba a formar los cimientos materiales de un Estado palestino independiente.

Con su último asedio a Gaza que culminó con la matanza televisada de más de 1.500 palestinos, la inmensa mayoría de ellos civiles, Israel ha entrado en una nueva fase en su implacable política de hacer la vida de los palestinos originarios tan intolerable que los obligue a partir: la fase del genocidio lento.

En este artículo argumentaré que un Estado laico, democrático y unitario en la Palestina del mandato británico es la solución más justa y moralmente coherente para el conflicto colonial de un siglo de duración, fundamentalmente porque ofrece la mejor esperanza de reconciliar lo aparentemente irreconciliable: los derechos inalienables de los palestinos originarios, particularmente el derecho a la autodeterminación, y los derechos adquiridos de los colonos colonizadores a vivir en paz y seguridad, individual y colectivamente, una vez que se hayan deshecho de sus privilegios coloniales.

Para establecer este Estado es absolutamente necesario un largo y complicado proceso de lo que denomino des-colonización ética o de-sionización, que implica dos procesos simultáneos y relacionados dialécticamente, reflexión y acción, en términos del educador brasileño Paulo Freire [2]

La descolonización ética anclada en el derecho internacional y los derechos humanos universales es un profundo proceso de transformación que por exige encima de todo un movimiento de resistencia popular palestina sofisticado, basado en principios y popular con una clara visión de justicia y una sociedad democrática e inclusiva, así como un movimiento internacional que apoye los derechos palestinos y luche para acabar con todas las formas del apartheid sionista y del gobierno colonial, y, en paralelo, desdicotomizar el conflicto. Sin visión y reflexión nuestra lucha sería como un barco sin patrón. Sin resistencia nuestra visión equivaldría a nada más que a un intelectualismo de salón, si no a una irrelevante sofistería.

La visión: de-sionización ética

Entre las alternativas más discutidas para resolver la cuestión de Palestina la solución de un Estado democrático plantea el mecanismo más claro para acabar con el régimen de injusticia en tres grados que han sufrido los palestinos desde que se creó el Estado de Israel sobre las ruinas de la sociedad palestina: la ocupación y colonización de territorio palestino (y de otros países árabes) ocupado por Israel en 1967; el sistema de discriminación racial institucionalizada y legalizada[3] o apartheid al que están sujetos los ciudadanos originarios palestinos de Israel por ser “no judíos”; y la constante negación de los derechos sancionados por la ONU de los refugiados palestinos, especialmente su derecho a retornar a sus hogares de origen y a reparaciones.

Una solución de dos Estados no puede abordar adecuadamente (si es que puede tratarlo de algún modo) la segunda o la tercera de estas injusticias, el centro de la cuestión palestina. Aparte de sus defectos inherentemente lógicos y legales, una solución binacional tampoco puede satisfacer el derecho al retorno tal como lo estipula la resolución 149 de la Asamblea General de la ONU, por no mencionar el hecho de que infringe, por definición, los derechos inalienables de los palestinos originarios sobre parte de su patria, particularmente el derecho de autodeterminación. Reconocer los derechos nacionales de los colonos judíos en Palestina no puede por menos que reconocer implícitamente su derecho a la autodeterminación, aparte de que contradecir precisamente la letra, el espíritu y el propósito del principio universal de autodeterminación como un medio de realizar sus derechos “para los pueblos que están bajo la dominación colonial o extranjera, o bajo ocupación extranjera” puede, en un extremo, llevar a reivindicaciones de secesión o de soberanía “nacional” judía sobre parte de la tierra de Palestina. Independientemente de la forma que tenga, un Estado judío en Palestina no puede menos que violar los derechos básicos sobre la tierra de la población originaria palestina y perpetuar un sistema de discriminación racial al que habría que oponerse categóricamente.

Aceptar a los colonos colonizadores como ciudadanos iguales y compañeros plenos en construir y desarrollar una nueva sociedad compartida, libre de toda subyugación y discriminación colonial como se exige en un modelo de Estado democrático es la oferta más magnánima que cualquier población originaria, oprimida durante décadas, puede presentar a sus opresores. Sin embargo, para que se logre y mantenga dicha sociedad los colonos deben deshacerse de su carácter y sus privilegios coloniales, aceptar la justicia, el derecho de los refugiados al retorno y a las reparaciones, y una igualdad absoluta. Por otra parte, una vez que se haya alcanzado la justicia y se hayan restaurado los derechos la población indígena debe estar dispuesta a perdonar y a aceptar a los colonos como ciudadanos iguales que disfrutan de vidas normales; ni amos ni esclavos.

Como se afirma en la Declaración de Un Estado [4], hecha publica por varios intelectuales y activistas palestinos, israelíes e internacionales:

“La tierra histórica de Palestina pertenece a todas las personas que viven en ella y a aquellas que fueron expulsadas o exiliadas de ella desde 1948, independientemente de su religión, etnia, origen nacional o actual estatuto de ciudadanía;

Todo sistema de gobierno debe basarse en el principio de la igualdad en derechos civiles, políticos, sociales y culturales para todos los ciudadanos. El poder se debe ejercer con una estricta imparcialidad en nombre de todas las personas en la diversidad de sus identidades; ...”

Aparte de la viabilidad, hay varias cuestiones clave que se deberían examinar al formular la consigna un “Estado democrático en la Palestina histórica”. En su mayoría estas cuestiones giran en torno a cómo, incluso cuándo, esta visión pretende tratar las siguientes cuestiones. Cualquier respuesta exhaustiva indudablemente exigirá una investigación generalizada, por consiguiente, sólo propondré breves respuestas que plantean los principios moralmente consecuentes que yo creo son necesarios para tratar estas cuestiones teniendo constantemente en mente la preeminencia de los principios de des-colonización, justicia y autodeterminación como condiciones mínimas para lograr una justicia relativa.

El derecho de autodeterminación y el pueblo palestino

Pero, ¿por qué el derecho de autodeterminación es un instrumento legal esencial en la búsqueda de los derechos palestinos y de una solución justa y duradera para el conflicto de colonos y colonial en la Palestina histórica?

Naciones Unidas ha calificado el derecho de autodeterminación de requisito previo para disfrutar de los demás derechos humanos. Este derecho se inscribió, al menos formalmente, en el derecho internacional en la Carta de Naciones Unidas, Artículo 1(2), que establece:

“El propósito de Naciones Unidas es desarrollar relaciones amistosas entre las naciones basadas en el respeto del principio de derechos iguales y de autodeterminación de los pueblos”.

Nótese que los derechos iguales de todos los pueblos siempre preceden al derecho de autodeterminación y a todos los demás derechos como el más fundamental de los principios de la Carta de Naciones Unidas.

En 1960, con la adopción de la Declaración sobre la Concesión de Independencia a los Pueblos Coloniales, resolución 1514 de la Asamblea General, el principio se elevó a la categoría de un derecho incondicional para los pueblos “bajo dominación extranjera, colonia u opresiva" y exigía un “fin rápido e incondicional del colonialismo en todas sus manifestaciones”.

En las décadas siguientes el alcance y aplicabilidad del derecho de autodeterminación se extendió a incluir a los pueblos indígenas que sufrían las consecuencias de un pasado dominio colonial, los pueblos sin representación y las minorías nacionales oprimidas dentro de los límites de un Estado.

La resolución 3236 de la Asamblea General de Naciones Unidas del 22 de noviembre de 1974 eleva a derecho “inalienable” la aplicabilidad del derecho de autodeterminación al pueblo de Palestina. La resolución:

1. Reafirma los inalienables derechos del pueblo palestino, incluyendo:


(a) El derecho de autodeterminación sin interferencia externa;


(b) El derecho a la independencia y a la soberanía nacionales;


2. Reafirma también el derecho inalienable de los palestinos a retornar a sus hogares y propiedades de los que fueron desplazados y desarraigados, y exige su retorno;


3. Hace hincapié en que el respeto de estos derechos inalienables del pueblo palestino y su plena realización son indispensables para la solución de la cuestión de Palestina ... .

Por consiguiente, un enfoque consecuente desde el punto de vista moral y basado en los derechos para resolver la cuestión de Palestina requiere abordar los tres derechos inalienables de los pueblos originarios de Palestina en armonía con los derechos humanos universales y con el derecho internacional.

Reconciliar el inalienable derecho palestino a la autodeterminación con los derechos individuales y colectivos judío-israelíes

Aparte de la cuestión fundamental del inalienable derecho palestino a la autodeterminación hay varias cuestiones clave relacionadas con los derechos que se deberían examinar cuando se formula la consigna de un Estado democrático en la Palestina histórica:


(1) Ciudadanía igual y democrática: esto excluye todo estatuto privilegiado para ciudadanos debido a su identidad étnica, religiosa o de otra forma, más allá de los requisitos iniciales de justicia y reparaciones para los desposeídos palestinos. Esta ciudadanía debería abarcar tanto a todos los palestinos dentro de la Palestina histórica como a los palestinos del exilio y de los campos de refugiados; comprende también a todos los judíos israelíes actuales.

(2) El derecho al retorno y a reparaciones para los refugiados palestinos: ¿Cómo se pueden implementar la repatriación y la reparación en este Estado? ¿Qué se debería hacer con las actuales colonias o asentamientos judíos israelíes construidos en tierras palestinas y con las casas expropiadas ilegalmente durante y desde la Nakba de 1948?

Según lo estipula el derecho internacional, la norma general es el derecho de cada refugiado y refugiada palestina a retornar a su casa originaria y a recibir reparaciones completas y retroactivas. Esto se debe hacer al tiempo que se evita la imposición de cualquier sufrimiento desproporcionado e innecesario a la comunidad judía en Palestina. Por consiguiente, es necesario distinguir entre dos tipos de propiedades saqueadas: (a) propiedades poseídas privada o colectivamente y (b) propiedades que fueron calificadas de propiedad del Estado antes de la Nakba.

De acuerdo con el derecho internacional, en el primer caso, propiedades poseídas privada o colectivamente, se deberían devolver a sus dueños legítimos. Cuando sea razonable esperar que hacerlo cause un daño injusto a una gran cantidad de ciudadanos (se debe desarrollar un criterio justo, inspirado en otros similares adoptados en Bosnia o en otras partes, para decidir qué grado de daño y el número de personas afectadas se considera injusto), se debería ofrecer a los dueños originales compensaciones en forma de propiedades con una ubización y un valor comparable.

En el segundo caso, el de las propiedades estatales, los edificios y estructuras actuales pueden permanecer intactas siempre y cuando beneficien a todos los ciudadanos del Estado democrático, sin discriminación.

(3) La comunidad judía en una Palestina democrática: ¿ha evolucionado en las seis últimas décadas una “identidad nacional judía-israelí”? En caso afirmativo, ¿a quién incluye? En todo caso, ¿tienen los judíos israelíes, como comunidad aparte, derecho a la autodeterminación en Palestina?

(a) Algunos investigadores, particularmente ideólogos sionistas y aquellos influenciados por las afirmaciones sionistas, han reivindicado un inherente o adquirido derecho judío a la autodeterminación en Palestina que es equivalente, incluso moralmente simétrico, al derecho palestino a la autodeterminación, desdibujando con ello las diferencia esenciales entre los derechos inalienables de las poblaciones indígenas y los derechos adquiridos de la población colona y colonial. Aun ignorando el formidable conjunto de pruebas que refutan el fundamenta derecho sionista histórico a la tierra de Palestina, no existe paridad moral o simetría legal entre los colonizadores modernos y las personas que fueron sometidas al colonialismo, y nunca la ha habido en ningún caso de colonialismo de colonos en toda la historia moderna. Después de todo, tal como lo define y aplica la ONU, el derecho de autodeterminación nunca se pensó como una herramienta para perpetuar los privilegios coloniales y reforzar regímenes discriminatorios de comunidades de colonos y coloniales. Por ejemplo, después de más de 300 años de dominación de colonos y colonial europea en Sudáfrica, los colonos nunca hicieron una reivindicación creíble del derecho de autodeterminación como un pueblo diferente.

(b) Una conferencia de la UNESCO de expertos en implementación del derecho de autodeterminación celebrada en Barcelona en 1998 [5] reafirmó que el derecho de autodeterminación se aplica a todos los pueblos según el derecho internacional contemporáneo, pero hizo hincapié en su particular aplicabilidad a “pueblos bajo represión que sufren regímenes coloniales, racistas y ocupantes, poblaciones enteras de Estados, en términos del derecho a determinar su estatuto político y su desarrollo económico, social y cultural, así como grupos dentro de la población de Estados, originarios o de otro tipo, que son considerados “pueblos” y sufren bajo formas contemporáneas de colonialismo, como el colonialismo de colonos, que no encajan en el concepto tradicional y arbitrario de ‘colonialismo de agua salada'*"[6]. En otras palabras, el derecho de autodeterminación es un instrumento para promover una paz justa y acabar con la opresión, no para consolidar ésta última.

(c) “La autodeterminación se logra por medio de procesos democráticos completamente participativos entre las personas que buscan la realización de la autodeterminación, incluyendo referéndumes cuando sea apropiado. (...) Es imprescindible impedir toda acción por parte de cualquier actor relevante, incluyendo gobiernos nacionales e internacionales, y otras organizaciones, individuos y corporaciones, que pueda dar como resultado la negación del ejercicio del derecho de autodeterminación, como la agresión o manipulación demográfica, la asimilación cultural y la destrucción del entorno natural, fundamentales para la supervivencia de los pueblos” [7].

La celebración de un referéndum es ampliamente aceptada como un acto de autodeterminación. Sin embargo, pueden surgir conflictos en las zonas que la comunidad que desea ejercer el derecho de autodeterminación comparte con otros pueblos y comunidades. A muchos expertos de la conferencia de la UNESCO le pareció que donde específicamente estos otros habitantes son colonos “estos no deben tener derecho a participar en estos referéndumes”. Un informe de la conferencia añade que “esto es particularmente cierto donde los colonos han sido trasladados a regiones originarias o han sido animados a hacerlo por un programa gubernamental con el objetivo de cambiar la composición demográfica de la region en cuestión. Ya sean abiertas o encubiertas, estas prácticas han provocado que muchos pueblos sean reducidos a una minoría numérica en su propia patria”.

Un buen ejemplo es el referéndum aprobado por la ONU en Sáhara occidental en 1975. Estableciendo un importante precedente, “Naciones Unidas ha decidido que las personas transferidas a la región a las que el gobierno marroquí animó a trasladarse desde 1975 no tienen derecho a votar en el referéndum”[8]

(d) Aparte del colonialismo de colonos, ¿constituyen un pueblo los judíos israelíes en el sentido de derecho al derecho de autodeterminación? La ampliamente aceptada “definición Kirby”, adoptada por un Encuentro Internacional de la UNESCO de Expertos en la Implementación del Derecho de Autodeterminación como una Contribución a la Prevención de Conflictos en 1989[9], puede sugerir una respuesta afirmativa a esta pregunta. Identifica a un pueblo como “un grupo de seres humanos individuales que disfrutan de alguna o de todas las características siguientes: historia, identidad étnica, cultura, lenguaje, conexión territorial, etc.”.

Con todo, los expertos de la UNESCO subrayan además que “el grupo como conjunto debe tener la voluntad de ser identificado como pueblo o la conciencia de ser un pueblo” como el elemento subjetivo clave común a otras definiciones legales de pueblo. Este elemento subjetivo es considerado una condición necesaria que falta en el caso de los judíos israelíes, que de forma predominante sólo reconocen una “nación judía” no una nación israelí, ni siquiera una nación judía-israelí. El Tribunal Supremo israelí también se niega a reconocer la nacionalidad israelí. Tal como lo plasma la Ley israelí del retorno, la “nacionalidad” israelí es una construcción extraterritorial que incluye a toda la población judía del mundo, contraviniendo las normas del derecho internacional público referentes a la nacionalidad [10]

(e) Aparte de ser un crimen de guerra e infringir el derecho de autodeterminación del pueblo originario de Palestina, la clase dirigente de Israel por medio de la destrucción sistemática y deliberada de la sociedad palestina y de la transferencia forzosa de una mayoría del pueblo palestino, considerado por dirigentes sionistas una condición necesaria para establecer un Estado de mayoría judía, no puede dar origen a un derecho de autodeterminación para la comunidad de judíos israelíes, que actualmente forman una mayoría en el Estado. Esto es acorde con el principio del derecho internacional de "ex injuria non oritur ius": ningún derecho puede derivar de la injusticia o de la comisión de un mal.

(f) Pero incluso si, pongamos por caso, ignoramos todo lo anterior, ¿tendrían los judíos israelíes como grupo derecho al derecho de autodeterminación en Palestina? Entre otros factores morales y legales, puesto que el derecho de autodeterminación implica en un extremo el derecho a separarse en un Estado independiente, no se puede aplicar a una comunidad colonial de colonos ya que inherentemente violaría y entraría en conflicto con el derecho de autodeterminación de la población originaria.

Pero la realización de la autodeterminación puede asumir una de muchas posibilidades en un espectro. Al fin y al cabo, los instrumentos internacionales, en particular la Declaración de Principios del Derecho Internacional Concerniente a las Relaciones Amistosas y Cooperación entre Estados, estipula que los modos de implementación del derecho de autodeterminación van más allá del derecho de secesión. La Declaración estipula[11]:

“El establecimiento de un Estado soberano e independiente, la libre asociación o integración dentro de un Estado independiente o la emergencia en cualquier otro estatus político libremente determinado por un pueblo constituyen modos de implementar el derecho de autodeterminación por ese pueblo ...”.

Aunque no existe una diferencia universalmente aceptable entre autodeterminación “interna” y “externa” puede ser instructivo investigar las diferencias entre ellas en el contexto del conflicto colonial en Palestina. La autodeterminación interna conlleva en gran parte democracia participativa: el derecho a decidir la forma de gobierno y a elegir a gobernantes por parte de toda la población de un Estado, así como el derecho de un grupo de población dentro del Estado a participar en la toma de decisiones a nivel estatal. La autodeterminación interna también puede significar el derecho a ejercer una autonomía cultural, lingüística, religiosa o política (territorial) dentro de los límites del Estado existente.

Por otra parte, la autodeterminación externa (que algunos describen como autodeterminación “plena”) significa “el derecho a decidir sobre el estatuto político de un pueblo y sobre su lugar en la comunidad internacional en relación a otros Estados, incluyendo el derecho a separase del Estado existente del que es parte el grupo concernido, y a establecer un nuevo Estado independiente”, según van Praag.

En todos los casos, dado que la elección se deja al pueblo que tienen derecho a ejercer el derecho de autodeterminación, no se puede acceder al derecho del grupo a la autodeterminación y al mismo tiempo restringir este derecho para excluir la posibilidad de separación en un Estado independiente. Incluso si dejamos de lado el extremo de la secesión, cualquier ejercicio de autodeterminación por parte de los judíos israelíes en cualquier parte de la Palestina histórica que excluya a los palestinos originarios, ya sean ciudadanos que viven en esa parte o refugiados desarraigados de ella, no puede ser legal, ya que infringiría el inalienable derecho de esta parte del pueblo palestino a la autodeterminación; tampoco puede ser moral, ya que negaría a aquellos palestinos sus derechos básicos, incluyendo el derecho a la igualdad, el más fundamental de todos los derechos en la Carta de Naciones Unidas y en las convenciones de derechos humanos.

(4) La “Ley del retorno” sionista y los derechos de los refugiados judíos de Estados árabes y de otros Estados

En un Estado democrático debe ser derogada la Ley del retorno y todas las demás leyes discriminatorias similares por ser una ley explícitamente racista que contraviene el derecho internacional y que ha desempeñado un papel clave en el proyecto sionista de colonos y colonial.

Por lo que se refiere a los judíos refugiados de los Estados árabes, según el derecho internacional tienen derecho a los mismos derechos que los refugiados en cualquier parte del mundo, incluyendo a los palestinos: el derecho a la repatriación y a reparaciones.

(5) Particularidades étnicas y culturales de los árabes palestinos y de los judíos israelíes

La identidad y particularidad cultural deberían ser alimentadas, y no simplemente toleradas por la sociedad y protegida por la ley. Durante siglos Palestina fue un fértil punto de encuentro de diversas civilizaciones y culturas que fomentó la comunicación, el diálogo y la aculturación entre ellas. Esta herencia, casi olvidada bajo la hegemonía cultural del dominio sionista colonial, debe ser revivida, alimentad y celebrada con independencia de cualquier asimetría de poder en el nuevo Estado. También tenemos que tener en cuenta que la población judía israelí, los judíos mizrahi, tienen sus raíces culturales en la cultura árabe y en otras culturas de Oriente Medio.

Con independencia de los componentes vitales de la visión que hemos señalado, quizá la cuestión más difícil a la que se enfrentan los defensores de un Estado es si nuestra visión es factible, si se puede llevar a cabo y en caso afirmativo, cómo. Muchos comentaristas y analistas, incluso entre quienes apoyan la solución de un Estado, parecen estar obsesionados con una pregunta a este respecto: ¿cómo se convence a los israelíes de que acepten esta visión?

El vehículo: resistencia y solidaridad eficaces

Hay un problema básico en la premisa asumida de esta pregunta, que una sociedad colonial puede o debería ser persuadida de renunciar a su dominación racista y a sus privilegios coloniales. A lo largo de toda la historia del colonialismo los colonizados sólo fueron capaces de acabar con su opresión por medio de una resistencia continua, ya fuera armada, civil o ambas, nunca por medio de ruegos, apaciguamientos o de cualquier otra forma de persuasión por medio del “diálogo”. Sólo después de alcanzar un terreno común basado en la igualdad, en los derechos humanos universales y en el derecho internacional puede haber un diálogo y una reconciliación genuinos. La experiencia de Sudáfrica es una importante fuente de inspiración a este respecto.

Además de desarrollar y promover de manera efectiva una visión moralmente consecuente y convincente, organizar un estado democrático alternativo implica fundamentalmente desarrollar una estrategia correspondiente de resistencia que tenga el objetivo de acabar con todas las formas de opresión sionista al tiempo que crea terrenos fértiles para las reconciliación y coexistencia pacífica futuras basadas en una igualdad absoluta, en la justicia y en los derechos humanos. Esto es lo que yo denomino la des-sionización/descolonización ética de Palestina, un proceso que conlleva una des-dicotomización de las dos identidades principales implicadas en este conflicto colonial.

La reconciliación moral entre comunidades en conflicto es imposible si se mantiene la esencia de la relación opresiva entre ellas. Las identidades objetivamente contradictorias de opresor y oprimido no pueden encontrar un terreno moral intermedio. Mientras impere la relación de opresión, los únicos resultados posibles son la coacción, la sumisión y la injusticia. Por lo tanto, la reconciliación y la coexistencia sólo pueden ser resultado de la descolonización ética.

¿Qué forma de resistencia y de acción se necesitan para acercarnos a la realización de la solución del Estado democrático laico? Creo que hay tres pilares en los que se debe basar un movimiento dirigido por palestinos por un Estado democrático:

El pilar palestino: El principal vehículo que puede llevar adelante este proceso debe ser un movimiento palestino unificado, democratizado y revolucionario que represente a los palestinos en todas partes, incluya a todos los partidos políticos sindicatos e instituciones de base, mantenga la visión democrática del Estado y dirija a la resistencia en todas sus formas a lograrlo. Un movimiento palestino que mantenga la igualdad, los principios universales de moralidad y el derecho internacional es más crucial que nunca (particularmente dada la desilusión que no deja de aumentar entre los palestinos respecto a la solución de los dos Estados) el los tres segmentos del movimiento palestino: en el exilio, en los territorios palestinos ocupados en 1967 y dentro de Israel.

El movimiento del derecho al retorno, que representa al mayor grupo de palestinos, los refugiados, ha estado entre los más fervientes defensores de la solución de un Estado democrático al darse cuenta de que el derecho al retorno y la solución de los dos Estado son básicamente incompatibles. En tres documentos históricos[12] publicados por destacadas instituciones, y entre ellos, dirigentes políticos e intelectuales, han adoptado en su mayor parte la consigna de “un Estado para todos sus ciudadanos”, que da crédito al enfoque y a los principios de la visión de un Estado. Recientes encuestas revelan[13] que incluso los palestinos en los territorios ocupados han estado expresando un apoyo cada vez mayor a un Estado a pesar del hecho de que ningún partido político lo está pidiendo.

Se necesita urgentemente volver a examinar de manera exhaustiva y crítica toda la estrategia palestina de resistencia para movilizar creativamente en la lucha a los palestinos de todos los sectores y puntos geográficos. Para ello promover la resistencia civil, como la campaña por el boicot, la desinversión y sanciones [a Israel] o BDS, es una prioridad fundamental[14]

Para lograrlo hay que reconstruir completamente la OLP con una participación masiva particularmente de los sindicatos democráticos de base; debe ser dirigida por una democracia sin restricciones que mantenga el principio de la representación proporcional[15]

El pilar árabe: Cualquier lectura de la historia de la región árabe nos dice que no se pueden mantener o desarrollar transformaciones en un parte sin la madurez de cultivar condiciones en el contexto que la rodea. Formar parte de la nación árabe, con toda su importancia estratégica, es uno de los factores básicos que ha librado a los palestinos del destino de los americanos originarios y de otras poblaciones aborígenes que fueron sometidas a un genocidio a gran estala en el “nuevo mundo”. Y aunque la mayoría de los regímenes árabes son hoy autocráticos, despóticos, no representan a sus propios pueblos y en su mayoría depende de la protección occidental para sobrevivir, las masa árabes son más conscientes de la lucha palestina y están más comprometidas con ella que nunca, como demostró la lluvia de apoyos (hay que reconocer que en su mayoría emocional) durante la criminal guerra de agresión a Gaza de Israel.

El factor palestino es considerado en gran parte un factor interno, no sólo en los países que rodean a Palestina, sino también en países árabes tan lejanos como Marruecos, Yemen y los Emiratos Árabes Unidos. Con todo, la emergencia de un liderazgo palestino que defienda una solución de un Estado democrático tienen todas las posibilidades de movilizar un apoyo de las bases árabes más amplio, que puede convertirse en una fuerza política que habrá que tener en cuenta. El boicot a Israel y a las compañías que se considera que perpetúan su opresión ya se está extendiendo por la mayor parte de todo el mundo árabe, si bien es cierto que sin una dirigencia organizada. Está desapareciendo rápidamente el llamado “dividendo de paz” con el que Israel ha contado desde Oslo sin conceder a cambio tierra o derecho alguno. Israel vuelve a ser considerado el enemigo estratégico de la nación árabe y una entidad inherentemente beligerante y artificial cuya existencia como puesto de avanzada colonial y racista no puede ser tolerada o normalizada.

El pilar internacional: Al igual que en la lucha contra el apartheid sudafricano, es indispensable conectar la lucha por los derechos palestinos con movimientos sociales, sindicatos, organizaciones basadas en la fe, grupos académicos y culturales internacionales, entre otros organismos de la sociedad civil. Si los grupos de solidaridad de la sociedad civil internacional comprometidos con la campaña de BDS para aislar a Israel empezaron a emerger desde la Conferencia Mundial del Naciones Unidas contra el Racismo de Durban en 2001, ahora, cuatro años después de que se lanzara el llamamiento a BDS de la sociedad civil palestina, estos grupos están empezando a tener el aspecto de y a actuar como un movimiento guiado por el llamamiento palestino y que está arraigando en varios países, desde Sudáfrica hasta Suecia y desde Australia a Canadá, sin olvidar, por supuesto, Reino Unido.

Este movimiento resueltamente antiracista y diverso está guiado por los principios de inclusión, gradualidad, sostenibilidad, sensibilidad con el contexto y de la primacía del derecho internacional y de los derechos humanos. Y aunque Occidente sigue siendo el principal campo de batalla para esta resistencia no violenta debido a su abrumador poder económico y político así como a su complicidad en la perpetuación de la dominación colonial y de apartheid de Israel, no se debería ignorar al resto del mundo. El movimiento de boicot debería llegar a China, India, Malasia, Sudáfrica, Brasil y Rusia, entre otros Estados que buscan desafiar el monopolio de poder de Occidente. La influencia sionista sigue siendo significativamente menor en estos Estados que en Occidente. Además, la sociedad civil sudafricana es hoy el más comprometido partidario de la lucha palestina por el BDS.

Sin embargo, ¿puede la campaña de BDS cambiar algo sobre el terreno dada la formidable influencia de Israel en el Congreso, en la Casa Blanca y, por extensión, en la Unión Europea? La todavía joven campaña palestina de BDS, inspirada en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, ya ha dado amplias muestras de que tiene posibilidades de unificar los movimientos de solidaridad palestino e internacional en una estrategia de resistencia que es moral, eficaz y sostenible. Sólo en los últimos años muchos grupos, sindicatos e instituciones influyentes y de la corriente dominante han hecho caso al llamamiento palestino de BDS y han empezado a considerar o a aplicar diversas formas de presión eficaz a Israel.

Desde la guerra de Israel contra Gaza y durante ella la sociedad civil palestina ha permanecido más unida que nunca en urgir a las personas de conciencia de todo el mundo que hagan a Israel responsable de sus crímenes tratándolo como se trató a la Sudáfrica bajo el gobierno de apartheid. En respuesta, sindicatos, grupos académicos organizaciones basadas en la fe, partidos políticos y otros han adoptado campañas de BDS creativas, sensibles con el contexto y sostenibles, desde Sudáfrica a Noruega, desde Australia a Canadá, desde Gran Bretaña a Venezuela, e incluso desde la tribuna del Presidente de la Asamblea General de la ONU.

El terrorismo de Estado de Israel en Gaza, posible gracias al apoyo casi ilimitado de Estados Unidos y de los gobiernos occidentales en general, fue un catalizador clave para difundir y profundizar la campaña de BDS por todo el mundo, que indujo a los defensores de los derechos palestinos a sentir que finalmente ha llegado nuestro momento sudafricano. A nivel de grupos de base, Israel es ahora considerado en general un paria internacional que comete crímenes de guerra con impunidad y al que hay que hacer responsable según el derecho internacional y los principios básicos de derechos humanos.

Con cada logro del movimiento de BDS se hace más corto el largo camino hacia la solución de un Estado democrático. Después de todo, aunque el movimiento de BDS nunca ha adoptado una postura en el debate sobre uno o dos Estados, al ser un movimiento basado en los derechos, la única solución que puede dar cabida lógicamente a los tres derechos básicos estipulados en el llamamiento de BDS es una solución de un Estado democrático. La difusión por todo el mundo del convincente mensaje de BDS está inspirando a nuevos sectores de la sociedad civil internacional a unirse a la lucha por los derechos palestinos; está despertando bastante eficazmente la conciencia del sistema de Israel de opresión en tres grados del pueblo palestino; e involuntariamente está convenciendo a muchos de que sólo vale la pena luchar por un Estado unitario y democrático.

Al hacer hincapié en que la igualdad de los seres humanos es su principio fundamental el Estado laico y democrático promete acabar con las injusticias fundamentales que han asolado Palestina y, al mismo tiempo, trascender las dicotomías nacional y étnica que ahora hacen casi imposible imaginar la coexistencia ética en una Palestina descolonizada, basada en la igualdad, la justicia y la libertad.

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Notas:

Este artículo es una contribución al Proyecto de Reimaginar la Sociedad de Zcommunications.

[1] Basado en dos ponencias, la primera en la Conferencia internacional sobre las soluciones de uno y dos Estados para Palestina/Israel, Boston, 28-29 marzo de 2009, patrocinada por el Instituto de Investigación Transárabe (TARI, en sus siglas en inglés) y el Centro para el estudio de la guerra y sus consecuencias sociales de la Universidad de Massachusetts, Boston; y el segundo para la conferencia titulada “Israel/Palestina: Trazar modelos de Estado y caminos hacia la paz, Toronto, 22-24 de junio de 2009, patrocinada por la Universidad de Queen y la Universidad York, Canadá.

[2] Paulo Freire, Pedagogy of the Oppressed. New York: Continuum Books, 1993 [traducción al castellano, Pedagogía de la educación].

[3] Incluso informes de derechos humanos publicados por el Departamento de Estado estadounidense han condenado la “discriminación institucional, legal y social” de Israel hacia los palestinos originarios. Véase, por ejemplo, el informe de 2008: http://www.state. gov/g/drl/ rls/hrrpt/ 2008/nea/ 119117.htm

[4] http://electronicin tifada.net/ v2/article9134. shtml

[5] http://www.unpo. org/content/ view/446/ 83/

*N. de la t.: El colonialismo “de agua salada” se refiere a la ocupación de tierras y territorios de pueblos indígenas, nativos o aborígenes en África, Asia y el Caribe, que estaban físicamente separados de sus potencias coloniales por mares y océanos.

[6] Amy Maguire, Law Protecting Rights: Restoring the law of self-determination in the neo-colonial world. En Law Text Culture, Volume 12, Nº 1. 2008. http://ro.uow. edu.au/cgi/ viewcontent. cgi?article= 1002&context=ltc

[7] Conferencia de expertos de la UNESCO, ibid.

[8] http://www.tamilnat ion.org/selfdete rmination/ 98unesco. htm

[9] http://www.unpo. org/downloads/ THE%20IMPLEMENTA TION%20OF% 20THE%20RIGHT% 20TO%20SELF. pdf

[10] Para más información al respecto, véase: United against Apartheid, Colonialism and Occupation - Dignity and Justice for the Palestinian People. Palestinian Civil Society Strategic Position Paper. Octubre de 2008. http://bdsmovement. net/files/ English-BNC_ Position_ Paper-Durban_ Review.pdf

[11] http://www.whatconv ention.org/ en/conv/0703. htm

[12] La Constitución Democrática (2007): http://www.adalah. org/eng/democrat ic_constitution- e.pdf; la Declaración de Haifa (2007): http://www.mada- research. org/archive/ haifaenglish. pdf; la Visión Futura (2006):http://www.adalah. org/newsletter/ eng/dec06/ tasawor-mostaqba li.pdf

[13] http://electronicin tifada.net/ v2/article10497. shtml

[14] www.BDSmovement. net

[15] Para más información al respecto, véase: http://www.palestin e-studies. org/journals. aspx?id=6804&jid=1&href=fulltext

http://www.zcommuni cations.org/ znet/viewArticle /22158

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Al-Fatah Celebra su Primer Congreso en 20 Años


Mientras Hamás dice que el discurso de Mahmoud Abbas es hostil

04/08/2009 El partido Fatah, liderado por el presidente Mahmud Abbas, inauguró su primer congreso en dos décadas el martes buscando poner fin a las disputas internas y reconstruir su influencia entre los palestinos.

El Congreso, que se prolongará durante tres días en la ciudad cisjordana de Belén, es el sexto desde que el partido fue fundado por el histórico líder palestino, Yasser Arafat, a finales de los años cincuenta. El partido tiene previsto aprobar un nuevo programa político y reemplazar a algunos de sus altos dirigentes.

Los 1.900 delegados tenían previsto renovar tanto el Comité Central como el Consejo Revolucionario, los principales órganos de gobierno del partido que se halla a la cabeza de la Autoridad Palestina.

Según un documento obtenido por AFP, Fatah reafirmará su negativa a reconocer a Israel como estado judío y a reanudar las “negociaciones de paz” hasta que Israel detenga la construcción en los asentamientos judíos situados en el Jerusalén Este y la Cisjordania ocupados.

Aunque es seguro que Abbas, que pronunció el discurso de apertura, permanecerá en su cargo, existen muchas especulaciones sobre quiénes serán elegidos para integrar el Comité Central, compuesto por 21 personas. Sin embargo, parece muy probable que algunos líderes veteranos dejarán paso a otros más jóvenes.

“En el nombre de los Shuhada (mártires) y en el nombre de Jerusalén, la capital del estado palestino, declaramos abierto el Sexto Congreso de nuestro movimiento, el movimiento Fatah,” declaró el antiguo primer ministro palestino, Ahmed Qureia, el martes por la mañana, inaugurando así el histórico congreso de Fatah, mientras permanecía sentado al lado de Abbas.

El presidente palestino atacó en su discurso al inicio del congreso de nuevo a “los príncipes de la oscuridad, que están dividiendo la patria y el pueblo y dañando la democracia al impedir a los miembros de Fatah unirse a la conferencia.” Él se estaba refiriendo aquí a los miembros de Hamas en la Franja de Gaza. Abbas señaló que el movimiento Fatah había liderado a la Organización para la Liberación de Palestina y la lucha nacional palestina. “Es la misma OLP que Hamas intentó eliminar, justo como otros en el pasado intentaron también. Sin embargo, la OLP continuará existiendo hasta que nuestro estado sea establecido.”

Las disputas internas han debilitado significativamente el partido. Hace unas pocas semanas, el secretario general de Fatah, Faruq Kaddumi, acusó públicamente a Abbas de conspirar junto con Israel para matar a Arafat, que falleció en 2004. Kaddumi, que reside en Túnez, se negó a que el congreso se celebrara en la Cisjordania ocupada, que él no ha visitado desde 1967.

Los preparativos se han visto también obstaculizados por la negativa de Hamas a permitir a algunos de los 400 delegados de Fatah viajar desde la Franja de Gaza a Cisjordania para asistir al Congreso. Israel ha dado luz verde a los aproximadamente 500 delegados que viven en el extranjero para que participen en el evento.

El Congreso fue convocado tras repetidas dilaciones, que fueron percibidas como un intento del veterano liderazgo para evitar el encuentro, que podría llevar a la salida de muchos líderes del cargo que ahora ocupan. El lunes por la noche y el martes de la mañana varios altos líderes de Fatah fueron vistos firmando pactos, construyendo coaliciones e intentando recabar apoyos.

miércoles 5 de agosto de 2009
Palestina: El movimiento de Hamás dice que el discurso de Mahmoud Abbas es hostil
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) criticó fuertemente el martes el discurso político que el presidente palestino Mahmoud Abbas pronunció durante el congreso del movimiento Al Fatah, por considerarlo "hostil".

"Este es un discurso hostil y no habla de una inminente reconciliación con él y con su movimiento Al Fatah", declaró a Fawzi Barhoum, portavoz de Hamás.

Durante su discurso en la sesión inaugural del sexto congreso de Al Fatah en la ciudad cisjordana de Belén, Abbas atacó a Hamás por impedir que los miembros de Al Fatah que residen en Gaza, se unieran a su primera conferencia del partido en veinte años.

Con la celebración de la conferencia, Abbas manifestó que "Al Fatah demuestra su rechazo a ser rehén en las manos de estos golpistas en la Franja de Gaza".

Abbas afirmó su compromiso con el diálogo entre Hamás y Al Fatah, mediado por Egipto, estableciendo que las pláticas "avanzan un paso y retroceden dos".

"Hamás dice que debe haber un completo acuerdo en todos los detalles o que no habrá un acuerdo en lo absoluto, lo cual es una condición imposible porque no hay tal cosa como un acuerdo absoluto en el contexto palestino", agregó el presidente palestino.

Barhoum dijo que tales acusaciones "significan que Abbas prefiere una asociación de seguridad con la ocupación sionista a expensas de la asociación nacional con Hamás".

Asimismo, el portavoz rechazó las declaraciones de Abbas respecto a que Hamás organizó un golpe de Estado contra Abbas en Gaza en junio de 2007, señalando que Hamás ha puesto fin al "golpe de Abbas y Al Fatah contra la legitimidad palestina".

Los desacuerdos entre Hamás y Al Fatah comenzaron en 2006, cuando el movimiento islámico ganó las elecciones parlamentarias. Un año después, Hamás tomó control de Gaza por la fuerza.


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El escándalo de los Organismos Geneticamente Modificados


06-08-2009
F. William Engdahl
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

En la actualidad, cualquier prueba científica sobre los mismos tiene que ser aprobada primero por la industria
Escándalo GMO: Efectos a largo plazo de los alimentos genéticamente modificados en los humanos

Uno de los grandes misterios que rodean la propagación de las plantas GMO [siglas en inglés de organismo genéticamente modificado] por todo el mundo desde que se obtuvieron las primeras cosechas comerciales en los primeros años de la década de los noventa en EEUU y en Argentina, ha sido la ausencia de estudios científicos independientes sobre los posibles efectos a largo plazo en los seres humanos, e incluso en las ratas, de la dieta a base de plantas GMO. Ahora tenemos muy clara ya la razón real. Las compañías agropecuarias GMO, como Monsanto, BASF, Pioneer, Syngenta y otras, prohíben las investigaciones independientes.

Un editorial de la respetada revista científica mensual estadounidense “Scientific American”, de agosto de 2009, revela la alarmante y escandalosa realidad existente tras la proliferación, desde 1994, de productos GMO por el planeta a través de toda la cadena alimentaria. Es por una sencilla razón que no se ha publicado ningún estudio científico independiente en ninguna revista científica seria del mundo: Que resulta imposible verificar de forma independiente que las cosechas GMO, como por ejemplo la soja preparada Monsanto Roundup o el maíz MON8110, actúan como la compañía afirma, o que, como la compañía también proclama, no tienen efectos dañinos colaterales, porque las compañías GMO ¡prohíben llevar a cabo esas pruebas!

Eso es como les cuento. Como condición previa para comprar semillas, o para plantar cosechas o para utilizar en estudios de investigación, Monsanto y las compañías de productos transgénicos gigantes deben firmar primero un Acuerdo de Consumidor Final con la compañía. Durante la década pasada, el período en el que tuvo lugar la mayor proliferación de semillas GMO en la agricultura, Monsanto, Pioneer (DuPont) y Sygenta vienen exigiendo a todo aquel que compre sus semillas GMO que firme un acuerdo que prohíbe explícitamente que las semillas se utilicen para realizar cualquier investigación independiente. Se prohíbe a los científicos que hagan pruebas con las semillas GMO para explorar bajo qué condiciones fructifican o se malogran. No puede compararse ninguna característica de las semillas GMO con cualquier otra semilla GMO o no GMO de cualquier otra compañía. Y lo más alarmante, tienen prohibido examinar si las cosechas genéticamente modificadas provocan efectos colaterales no previstos en el medio ambiente o en los animales o en los seres humanos.

La única investigación que se permite publicar en periódicos científicos serios, previamente revisados por científicos, son los estudios que habían sido aprobados con anterioridad por Monsanto o el resto de firmas de la industria de GMO.

Todo el proceso seguido en EEUU para conseguir que se aceptaran las semillas GMO, empezando por la proclamación, en 1992 y a petición de Monsanto, del entonces Presidente George H. W. Bush de que no se iba a realizar ninguna prueba especial de seguridad para las semillas GMO porque el Presidente consideraba que eran “sustancialmente equivalentes” a las semillas que no eran GMO, está plagado de intereses especialmente corruptos. Baste decir, como ejemplo, que se nombró a ex abogados de Monsanto como responsables en la EPA [siglas en inglés de Agencia de Protección Ambiental de EEUU] y en la FDA [siglas en inglés de Administración Alimentaria y Farmacéutica de EEUU] para elaborar las normas relativas a las semillas GMO y que, hasta el momento, el gobierno no ha realizado prueba alguna sobre la seguridad de dichas semillas. Todas las pruebas que se le han proporcionado al gobierno estadounidense sobre la seguridad de los GMO han sido llevadas a cabo por las mismas compañías, como en el caso de Monsanto. No es de extrañar que los GMO parezcan algo positivo y que Monsanto y otros puedan falsamente afirmar que los GMO son la “solución al hambre en el mundo”.

En EEUU, un grupo de veinticuatro importantes científicos universitarios especializados en los insectos del maíz han escrito a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) del gobierno estadounidense exigiendo que un cambio en las prácticas de censura de las compañías. Es como si Chevrolet o Tata Motors o Fiat trataran de censurar pruebas comparativas sobre los accidentes que se producen con sus coches en Consumer Reports, o en cualquier publicación comparativa dedicada al consumidor, porque no les gustan los resultados de las pruebas. Sólo sucede esto con la cadena alimentaria humana y animal. Los científicos defienden con toda razón ante la EPA que la protección ambiental y la seguridad alimentaría “dependen de que los cultivos estén a disposición del escrutinio científico regular”. Deberíamos pensárnoslo dos veces antes de comernos la próxima caja de cereales estadounidenses para el desayuno si el maíz que se ha utilizado es GMO.

N. de la T.:

Enlace con lista de alimentos transgénicos elaborada por Greenpeace:

http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/gu-a-roja-y-verde.pdf

F. William Engdahl es autor de “Full Spectrum Dominante: Totalitarian Democracy in the New World Order” y de “Seeds of Destruction: The Hidden Agenda of Genetic Manipulation” ( http://globalresearch.ca/books/SoD.html ). Puede contactarse con él en su página web: www.engdahl.oilgeopolitics.netc.

Enlace con texto original en inglés:

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=14570

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La militarizacion de la politica americana


06-08-2009
Alberto Moncada
Rebelión

No sabemos si Barack Obama logrará frenar esa militarización. De momento no se ha comportado de una manera contundente contra el golpe militar en Honduras, lugar desde donde la CIA organizó la lucha contra el sandinismo en la vecina Nicaragua y donde existe una importante base americana.

Un libro reciente, “The Mision:Waging War and Keeping Peace with American Military” (Norton, 2202) de Dana Priest, explica el desarrollo de esa militarización. Una buena parte de los neoconservadores que rodearon a Bush son militaristas y sus ideas se han incorporado al Proyecto de Nuevo Siglo Americano, que marca la ideología del grupo.
En la década de los noventa, la política de instalación de bases se amplía de Oriente Medio a Asia Central, otro lugar petrolífero importante. En conjunto cerca de 280 bases militares están desplegadas en todo el planeta como evidencia de la misión imperial que Washington ha asumido desde la caída de la Unión Soviética. Las bases militares sustituyen a las Embajadas y al dominio colonial.
La nueva política internacional se expresa también en la división del mundo en zonas que coinciden con los límites estratégicos de los Comandos. Hay un Comando para cada zona y, a veces, sus jefes, militares, tienen más influencia en Washington, que los canales diplomáticos a través del Departamento de Estado. A veces los jefes de los Comandos se permiten hacer declaraciones políticas, algunas llenas de insinuaciones. Recientemente, el jefe del Comando Sur, con jurisdicción sobre América Latina, se permitió decir que hay que tener cuidado con el terrorismo que podría amenazar a las riquezas acuíferas de la frontera Brasil Argentina, en una velada alusión a que el Ejército americano podría llegar a intervenir en el control del agua latinoamericana como ya lo hace con el petróleo del Oriente Medio. El dominio eminente americano sobre América Latina, a la que algunos denominan despectivamente como su “backyard”, su patrio trasero no ha disminuido con Obama puesto que se acaban de instalar nuevas bases militares en Colombia para sustituir a las que rechazan los países con gobiernos de izquierdas recién constituidos. Y esa implícita alianza con el conservador Uribe no presagia nada bueno para la democracia latinoamericana.
La militarización de la política americana tiene una versión nacional, de puertas adentro. En primer lugar, la industria militar forma parte especial de ese grupo de grandes corporaciones que deciden las elecciones, apoyando económicamente a los candidatos. De hecho, hay una primera selección de éstos que se produce mediante el apoyo económico. Los que no disponen de éste se quedan fuera de las campañas. Y el apoyo, naturalmente, hay que pagarlo luego en favores desde el poder. La industria militar, con la petrolífera, la farmaceutica y la de comunicaciones son los cuatro grandes sectores que deciden cada vez más quienes son candidatos en la carrera hacia la Casa Blanca y el Congreso. La industria militar tienen sus peones en la Administración a través de esa política de empleos públicos, ejemplificada por el Vicepresidente Cheney, en la que unas veces estás en la Administración y otras en las empresas que dependen de ella.
La importancia de la industria militar es tal que una nueva manera de hacer la guerra es subcontratarla.
Otra importante consecuencia de la militarización nacional son las nuevas leyes patrióticas dictadas a partir del 11 de Septiembre. Amparados por el ansia de seguridad de la población y en base a esa una ideología ultraconservadora, el Gobierno americano ha impuesto una política de controles y censuras que van desde la limitación de las libertades individuales al cercenamiento de la libertad de expresión y que tiene su máxima expresión en la obsesión contra los visitantes del país que les parecen sospechosos de antiamericanismo.
Alberto Moncada es presidente de Sociólogos sin fronteras internacional

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El Tratado de Lisboa es un caballo de Troya para destruir las libertades


Titine Kriesi y Gisbert Otto

El veredicto de la Corte Constitucional alemana sobre el Tratado de Lisboa clarifica el debate político. Los magistrados no sólo señalaron que el nuevo texto implica numerosas renuncias en términos de soberanía –lo cual constituye un pleonasmo– sino que concluyen además que su filosofía es incompatible con los principios democráticos.

Por consiguiente, la Corte Constitucional alemana ordenó que la ratificación del Tratado de Lisboa se enmarque dentro de la reafirmación, por parte del Parlamento alemán, de una serie de principios superiores. Pero otros Estados no han dado muestras de la misma sabiduría.

El tratado de Lisboa va a profundizar las condiciones antidemocráticas y asociales en la UE. En ese tratado los estados nacionales transfieren casi todos sus derechos a la UE. Aproximadamente 500 millones de ciudadanos pierden su posibilidad de práctica democrática. La UE va a intervenir en todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos. La brecha entre ricos y pobres se va a abrir todavía más. Ese proceso es contrario al Artículo 1 de la Ley fundamental que declara inviolable la dignidad del ser humano y obliga a Alemania a defender los derechos humanos.

Antidemocracia fundamental
Una constitución puede sólo ser legitimada por el pueblo, como está fijado en la Ley fundamental alemana: «El poder estatal emana del pueblo» (artículo 20 párrafo 2 frase 1 GG) y: «Esta Ley fundamental que rige para todo el pueblo alemán hasta la reunificación y libertad de Alemania, perderá su vigencia en el momento en que el pueblo alemán, por libre decisión, promulgue una constitución.» (art. 146 GG)

Según ese artículo, sólo un «pueblo europeo» podría legitimar la constitución – pero de hecho un «pueblo europeo» no existe. Un «estado europeo» supondría el acuerdo de los pueblos de Europa.

Sólo los ciudadanos tienen el derecho de decidir si desean transferir el poder estatal a la UE y de ser así, en qué medida. Contrariamente a la Ley fundamental, se evitó un referéndum sobre Lisboa porque el gobierno sabe muy bien que la mayoría de los ciudadanos habrían votado en contra de ese tratado. Pero no consultar al pueblo es contrario a la cláusula de inmodificación del art. 79 párrafo 3 GG: «No está permitida ninguna modificación de la presente Ley fundamental que afecte la organización de la federación en Länder, o el principio de la participación de los Länder en la legislación, o los principios enunciados en los artículos 1 y 20.» Las élites políticas ignoran ese principio fundamental conscientemente. Tratan de engañar a los ciudadanos. A través de la manipulación de la opinión pública quieren lograr sus metas de poder político. Una discusión pública o en los parlamentos no deberá tener lugar. Esa persecusión de poder es contraria a la ley fundamental – por ejemplo del artículo 1 GG «La dignidad de los seres humanos es inviolable» y del artículo 20 GG (Principios de la constitución). Esos artículos están por encima de toda política, para velar por la dignidad del ser humano y lograr para todos una existencia digna, en libertad, y sobre las bases de la verdad.

Sin democracia no es posible un estado de derecho
A través de la planeada integración antidemocrática de los estados en la UE, los pueblos retroceden a la época anterior a la revolución francesa. Se destruyen principios fundamentales del estado de derecho. Entre ellos, sobre todo la división de poderes, que protege a los ciudadanos de un abuso de poder. Resulta irresponsable que esa protección del derecho se pierda, en gran parte, por medio del tratado de Lisboa.

Sobre todo en la economía, las consecuencias van a ser más catastróficas de lo que ya lo son ahora. Por ejemplo, el «derecho al trabajo» que es parte de la Carta de los derechos fundamentales de la UE, así como en la declaración de los derechos humanos de 1948, se anuló en el tratado de Lisboa. También el derecho a una «remuneración adecuada y satisfactoria» del trabajo, que al trabajador le permita «asegurarse una existencia digna». Por el contrario, por primera en la historia de los derechos fundamentales se ha fijado en la Carta de la UE, la «libertad de comercio».

Acumulación de poder de la UE no declarada abiertamente
Inicialmente estaba previsto que la UE sólo podía ser activa, si era convocada explícitamente – el principio de la llamada «limitada autorización individual». Este principio es ignorado en los considerandos de la sentencia del Tribunal federal constitucional, a raíz de las autorizaciones extremadamente amplias atribuídas a la UE. Con el tratado de Lisboa, la UE puede actuar para lograr sus cometidos sin consultar a los parlamentos nacionales. Está incluso autorizada a subir los impuestos de la UE como le plazca. Además, por una resolución del Consejo europeo, con «procedimientos facilitados para cambios» puede cambiar totalmente, o en parte, el contenido del tratado (salvo lo referente a la política exterior y de seguridad). El tratado de Lisboa es así una ley de autorización; la UE se despide por completo de los principios constitucionales fundamentales, que son la base de la cultura europea. Ese engaño de las personas – con profundas repercusiones en la vida diaria – debe ponerse al descubierto.

Capitalismo desencadenado obtiene rango constitucional
La UE es una región del capitalismo global. Los pilares del capitalismo son las cinco «libertades fundamentales»: la libertad de tránsito de mercaderías, de capital, de asentamiento, de servicios así como de mano de obra, están fijadas en forma extrema en el tratado de Lisboa. Ese sistema del «mercado abierto y libre competencia» en el que el aspecto social es poco considerado, va a ser decisivo en nuestras condiciones de vida. El orden económico en Alemania tiene un fundamento social, en el que no sólo se considera el principio de eficiencia sino también el aspecto social: la economía debe tener también una función de servicio a la comunidad. En cambio, el tratado de Lisboa tiene una clara línea contraria a ese principio. La libre competencia no es más que un liberalismo que crea las condiciones de expoliación en nuestra actualidad, a costa del aspecto social.

Las exigencias para con los casi 8 millones que reciben la ayuda social Hartz IV, son vergonzosas. El sistema neoliberal de mercado y libre competencia no admite una política de trabajo estatal efectiva y lleva a la tiranía del capitalismo desencadenado.

Principio del país de origen arruina la economía nacional
Un ejemplo extremo de la competencia sin piedad es el principio del país de origen, el cual repercute negativamente en las economías internas. Ese principio permite a empresas extranjeras realizar su trabajo en Alemania, bajo las condiciones que rigen en su país de origen. Por ejemplo, una empresa polaca con empleados polacos y ucranianos puede realizar trabajos con salarios muy por debajo de los salarios alemanes. Además de los salarios, rigen también las condiciones del país de origen, entre otros, para el standard de calidad, obligaciones de garantía etc. La competencia sin límites que así resulta, amenaza sobre todo a las empresas medianas y también a la cogestión de las empresas en Alemania. Aún más empresas tendrán que cerrar, pero también las multinacionales resultan afectadas, por ejemplo, las de productos alimentarios; se corre el riesgo de que éstas ofrezcan productos de menor calidad a precios más bajos, para lograr una mayor ganancia.

Se debilita la protección de los derechos fundamentales
El tratado de Lisboa legaliza la Carta de los derechos fundamentales de la UE. En esa Carta, el capital no tiene ninguna obligación social – contrariamente a la Ley fundamental según la cual éste debe servir también al bien común. Además, está ausente el derecho al trabajo – un derecho elemental según el artículo 23 de la Declaración general de los derechos humanos.

La UE se atribuye el derecho a la guerra
Los estados miembros pierden cada vez más la soberanía de la defensa a causa de la integración de las fuerzas armadas en la defensa conjunta. Además el tratado de Lisboa no sólo obliga a los países miembros de la UE al rearme, sino que en el art. 43 párrafo 1 EUV le atribuye el derecho a la guerra, sobre todo dentro de la lucha contra el terrorismo en todo el mundo y en los propios países. Con ello queda eliminada la prohibición de una guerra ofensiva, contenida en el art. 26 párrafo 1 de la Ley fundamental alemana.

Apoyarse en la democracia
Las estructuras democráticas vigentes son la única protección contra la deslealtad de los que toman las decisiones, quienes obedecen al capital y a las constelaciones del poder. Lamentablemente, vivimos en una época en la que el derecho es violado constantemente. Eufemismos o simplemente mentiras están a la orden del día. La misión de los soldados alemanes en Afganistán, por ejemplo, según el gobierno no es una misión de guerra, aún cuando obviamente lo es. Mentiras como esas deben ponerse al descubierto. También los procedimientos de una política de poder para establecer el tratado de Lisboa, a través del cual se anularía la democracia. Los pueblos de Europa tienen el derecho de vivir en paz y libertad como ciudadanos soberanos en una auténtica democracia.

Titine Kriesi y Gisbert Otto
Traducción Horizons et débats

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¿Es legal el boicot contra los productos israelíes?


Entrevista con Jean-Claude Willem, ex-alcalde del pueblo francés de Seclin

06-08-2009
Silvia Cattori
Red voltaire

Jean-Claude Willem, de 75 años, cuenta en esta entrevista como, siendo alcalde (PCF) de Seclin, un pueblo francés de 12.000 habitantes, se vio envuelto en una tormenta jurídica de 7 años y fue condenado a pagar una multa de 1.000 euros por haber expresado su intención de eliminar de los comedores de la escuela comunal los jugos de fruta provenientes de las colonias israelíes ilegalemente implantadas en Palestina.

Finalmente, la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo (CEDH) acaba de rechazar la acción jurídica que había emprendido Jean-Claude Willem.


 Aunque reconoció como legítima la intención de Jean-Claude Willem de luchar contra el apartheid, la justicia francesa consideró por su parte que la acción de boicot contra cualquier producto del apartheid israelí representaba una forma de discriminación económica contra los productores israelíes. Así que la justicia francesa condenó a Jean-Claude Willem, al mismo tiempo como ciudadano que estaba llamando a ejercer una forma de discriminación basada en la nacionalidad y como autoridad local electa que estaba violando la neutralidad en el ejercicio de su función. 
 En cuanto a la Corte Europea, ésta última acusó además a Willem de querer tomarse la justicia por su mano al asumir, en lugar de las autoridades gubernamentales, la responsabilidad de establecer un boicot.

En momentos en que los partidarios del apartheid ejercen todo tipo de presiones para lograr que la ley francesa considere el antisionismo como antisemitismo, la Corte Europea acaba de publicar un veredicto traído por los pelos que presenta el antisionismo como una forma odio a los israelíes. 


A pesar de lo anterior, la Corte reconoció la supremacia de la libertad de expresión sobre la prohibición del boicot. La Corte indicó también que el llamado al boicot contra los productos del apartheid es legal cuando se produce en el marco de una «discusión libre sobre un tema de interés general».


Silvia Cattori: ¿Pudiera usted resumir brevemente lo sucedido desde el día que usted anunció, durante una reunión del consejo municipal de la comuna de Seclin, su intención de boicotear los productos israelíes provenientes de las colonias judías que explotan tierras pertenecientes al pueblo palestino?


Jean-Claude Willem: Todo comenzó en octubre de 2002. Yo era, en aquel entonces, alcalde de Seclin. Una noche tuve una reacción de cólera cuando vi en la televisión como las tropas israelíes intervenían en Nablus ejerciendo la violencia, tanto sobre los habitantes como sobre sus casas. Aquella misma noche teníamos una reunión del Consejo Municipal. Teníamos que discutir una serie de medidas vinculadas a la crisis de las vacas locas en Gran Bretaña. Al término de la discusión, en la que habíamos decidido mantener el rechazo gubernamental a la entrada de carne inglesa en Francia, en el marco de esa medida de boicot, yo agregué, como reacción a los actos israelíes de violencia contra el pueblo palestino, que yo había decidido que la cocina municipal de Seclin dejara de comprar productos provenientes de Israel, específicamente los jugos de frutas, que sabíamos que venían de las colonias implantadas en tierras palestinas. El boicot era una forma de protesta contra los actos de violencia, protesta a la que ya habíamos recurrido anteriormente, en otras circunstancias.

Como consecuencia hubo muchas reacciones positivas o negativas en el sitio de la alcaldía. Después de recibir un aviso de la asociación «Action Culturelle Israélite du Nord» [1], el fiscal decidió emprender una acción legal contra mí.

En marzo de 2003 tuve que comparecer ante el tribunal correccional que, al cabo de 8 días, me declaró inocente señalando que yo no había cometido ningún delito al expresar la intención de emprender un boicot, que eso formaba parte de mi libertad de expresión. En pocas horas, después de ese veredicto, el ministro de Justicia, Dominique Prevén, le ordenó a la Fiscalía que apelara. En junio de 2003 comparecí ante el Tribunal de Apelación, que me condenó en septiembre de 2003 a pagar una multa de 1 000 euros. En septiembre de 2004, la Cámara Criminal del Tribunal de Casación rechazó mi apelación [2]. Llevé entonces el caso a la Corte Europea por violación de la libertad de expresión y ésta última rechazó mi demanda el 16 de julio de 2009.

Silvia Cattori: ¿Le sorprendió el veredicto de la CEDH? [3]

Jean-Claude Willem: No, porque no me había hecho ilusiones al respecto. Usted sabe, la Unión Europea es cómplice de Israel. Incluso después de la agresión israelí contra Gaza (en diciembre de 2008 y enero de 2009), la posición de la Unión Europea sigue siendo la misma, la UE nunca ha condenado a Israel. Todo hacía pensar que la Corte Europea no iba a contradecir a los 27 países de la Unión Europea [4]. De los 7 jueces, sólo me apoyó el juez checo Karen Jungwiert. Este juez estimó que las declaraciones utilizadas para incriminarme reflejaban la expresión de una «opinión o de una posición política de un [responsable local] electo sobre una cuestión de actualidad internacional».

Silvia Cattori: La Corte europea no lo condenó a usted como ciudadano sino como [responsable] local electo cuya función lo obliga a «mantener cierta neutralidad». ¿Es así?

Jean-Claude Willem: Yo fui enviado a los tribunales como alcalde, y también como ciudadano. En la argumentación presentada a la Corte Europea como respuesta a mi demanda, el gobierno francés afirmó que mi libertad de expresión como ciudadano y mi libertad de expresión complementaria como [responsable] electo no se había visto disminuida. La Corte Europea retomó esos mismos argumentos para rechazar mi demanda, y me condenó al mismo tiempo como [responsable local] electo y como ciudadano.

Silvia Cattori: ¿Entonces, no se trata solamente de prohibir la práctica del boicot en el marco de una colectividad pública sino de un juicio que prohíbe, de forma general, el llamado al boicot contra productos israelíes?

Jean-Claude Willem: Eso es lo chocante en la decisión de la Corte Europea. Es realmente escandaloso que ese órgano se pronuncie contra la libertad de expresión, no sólo de un ciudadano de la Unión Europea sino de un [responsable local] electo por el pueblo de un país miembro de la Unión Europea.

Quiero recalcar que, en lo que me concierne, no he hecho nada que esté en contradicción ni con la ley francesa ni con la ley de la Unión Europea ya que la misma Unión Europea se opone a la importación de frutas, de legumbres, de materiales provenientes de las colonias [5]. Si la Unión Europea respetara sus propias decisiones, tendría que suspender inmediatamente el comercio con Israel. Pero nadie lo hace.

Es importante recordar aquí que, cuando este caso fue llevado a los tribunales, yo no había hecho más que expresar la intención de boicotear productos provenientes de las colonias ilegales que violan el derecho internacional, o sea [boicotear] cultivos que los colonos israelíes obtienen de las tierras palestinas.

Silvia Cattori: ¿En su opinión, ese veredicto de la Corte Europea es entonces un veredicto político?

Jean-Claude Willem: Sí, es una condena política porque no apunta solamente contra mi persona sino contra todo el que se decida a anunciar su intención de boicotear a Israel. Es la confirmación de una violación de la libertad de expresión y de la libertad en general.

Se trata de un juicio político porque no soy yo el único que está en la mirilla. Yo soy el pretexto para esta sentencia, pero detrás de todo eso se les está diciendo a todos los franceses y, por ende, a todos los ciudadanos de la Unión Europea que si quieren condenar a Israel por sus violaciones, van a tener problemas.

Silvia Cattori: ¡Es el mundo al revés! ¡Se castiga al ciudadano que no acepta la impunidad en la que se mantiene el Estado colonial de Israel! ¿Le resulta a usted chocante que ningún medio de prensa europeo haya comentado ese sorprendente veredicto?

Jean-Claude Willem: Claro que sí. Pero, sabe usted, esto no se mencionó ni siquiera en el diario comunista L’Humanité, siendo yo miembro del Partido Comunista. ¡Desde 2002, L’Humanité no hablado nunca de este caso! ¡Incluso yo escribí [a L’Humanité] expresándole mi asombro!

Silvia Cattori: El argumento de los tribunales franceses, avalado por la Corte Europea,es que un [responsable local] electo no puede reemplazar a las autoridades gubernamentales para declarar un boicot contra un Estado. ¿Puede servir ese punto de vista como justificación al veredicto de la Corte que afirma que la libertad de expresión de usted no fue violada?

Jean-Claude Willem: No, no lo justifica. Primeramente, es cierto que mediante mi llamado al boicot yo estaba implicando a la colectividad. Pero no hubo desaprobación por parte de los habitantes de Seclin. Por el contrario, la mayoría me dio su aprobación.

En segundo lugar, un alcalde es una figura política. En una ciudad industrial como Seclin, el alcalde ocupa un lugar político importante. Yo era también vicepresidente de la comunidad urbana de Lille. Es por eso que yo estaba llamado a tomar posiciones políticas.

Otros también lo hicieron. Tomaron conmigo decisiones que quizás no estén en conformidad con la ley tal y como se la concibe ahora. Poco antes de este asunto del boicot, yo había tenido que comparecer ante el tribunal correccional con otros cuatro alcaldes de la región Nord Pas-de-Calais porque nos negábamos a convocar a las empresas a que nos hicieran ofertas para la organización de las vacaciones de los niños. Nosotros estimábamos que no era posible organizar las vacaciones infantiles con el mismo método que se utiliza para determinar qué empresa va a realizar un trabajo de construcción, y que en ese caso no debíamos llamar a las empresas a presentarnos ofertas. Y fuimos declarados inocentes. Ese ejemplo demuestra que no hay que plegarse enteramente a la ley cuando el buen sentido y la justicia están de nuestro lado.

Silvia Cattori: El veredicto de la Corte Europea ayuda a proteger a Israel de algo que constituye el mayor temor de ese país: un boicot que siga el ejemplo del que se aplicó a Sudáfrica en otra época. ¡Usted actuó honorablemente cuando llamó al boicot contra un Estado que se cree por encima de las leyes –lo que sucede, desgraciadamente, con la complicidad de nuestras democracias! Hay que plantearse la siguiente interrogante: ¿No subestimó usted la fuerza aplastante del adversario?

Jean-Claude Willem: No lo creo. En primer lugar, porque no me considero derrotado. Mi posición recogió un amplio apoyo, no sólo en Francia [6], sino a través del mundo. Y recibí mucho apoyo en el momento de mi primera condena en la corte de apelación [7]. De todas partes me están llegando numerosos mensajes de gente que se moviliza a favor de la justicia en Palestina. Es posible que mi posición de alcalde, en aquel momento, haya contribuido a hacer que las reacciones fueran tan numerosas.

Por otra parte, yo siempre repito que esta posición de la Corte Europea no me hará abandonar la lucha que he emprendido. Tengo cada vez más gente que me rodea y que está dispuesta a proseguirla esa lucha.

Silvia Cattori: ¿El objetivo de los proisraelíes que lo llevaron a usted ante los tribunales no era quizás lanzar una advertencia a cualquier colectividad local que pudiera sentir la tentación de seguir su ejemplo? ¿Y hacerle pagar caro a usted mismo esta intención de boicot que usted había expresado?

Jean-Claude Willem: Por supuesto. Hace 14 años que yo soy Caballero del Honor Académico. Se trata de una condecoración que se otorga a las personas que se destacan por su actividad con la infancia y en el sector de la educación. Normalmente, ya tendrían que haberme promovido a la categoría de Oficial. Cuando un inspector de la Academia propuso que me promovieran a esa categoría, el ministerio se negó a hacerlo porque me habían condenado por este asunto del boicot. Peor aún, normalmente al cabo de 30 años de actividad como autoridad local electa uno tiene derecho a una medalla de honor que conceden las autoridades departamentales y regionales. En el pasado mes de abril, el prefecto se negó a concederme esa medalla argumentando que yo tenía antecedentes penales. Esto no tiene para cuando acabar.

Ese veredicto afirma que, debido a ese gesto de boicot, yo estaba perjudicando –como alcalde– la actividad comercial de los agricultores israelíes. El elemento principal que justificaba mi posición hacia Israel era que los frutos y legumbres provienen de las colonias ilegalmente implantadas en las tierras de los palestinos y que, conforme a la ley de la Unión Europea, [esos productos] están prohibidos en los Estados [miembros] de la UE.

Lo queda claramente demostrado es que todo esto se hace para evitar que se toque el fondo del problema: la cuestión política. Por eso se enfatiza en la defensa de la actividad comercial de Israel.

Silvia Cattori: ¿Tenía ese prefecto una posición previa a favor de Israel?

Jean-Claude Willem: Sí. Ese prefecto es conocido como amigo de Nicolas Sarkozy. Cuando el actual alcalde de Seclin anunció que no podía entregarme la medalla por la oposición del prefecto, yo fui ovacionado por todo el personal presente –300 trabajadores de los servicios de la alcaldía. Eso vale más que la medalla que me negó el prefecto.

Silvia Cattori: Es indudable que ese veredicto no podrá evitar que la gente que está en desacuerdo con los crímenes del Estado israelí siga implicándose individualmente en acciones de boicot. Pero, ¿no es posible que evite que las autoridades locales electas, que no han querido implicarse hasta ahora, respondan eficazmente a la campaña «Boicot, Retiro de Inversiones, Sanciones» convocada por la sociedad civil palestina desde el año 2004 [8]?

Jean-Claude Willem: Yo creo que soy el primer [responsable local] electo que ha sido condenado. Pero hay mucha gente que practica el boicot, gente que cuando compra un producto mira de dónde viene y no lo compra si viene de Israel.

Silvia Cattori: Mediante este valeroso gesto, usted ha puesto a las autoridades de la Unión Europea ante sus propias responsabilidades. Teniendo en cuenta el veredicto de la Corte Europea, ¿no exhortaría usted a las autoridades electas locales a presentar a sus consejos municipales mociones que comprometan a la ciudadanía a practicar el boicot y a intervenir en nombre de esa libertad de expresión que usted quiso ejercer?

Jean-Claude Willem: En este momento son más bien las asociaciones implicadas en la lucha por la paz y la justicia en el Medio Oriente las que pudieran hacer eso. Yo no dispongo ya de esa posibilidad.

Existen Consejos Municipales que han tomado claramente posición en cuanto a la injusticia contra los palestinos, que han exigido que la Unión Europea aplique a Israel las sanciones previstas por la ley. Hay responsables de las autoridades locales electas que viajan periódicamente a Palestina para expresar su apoyo a los palestinos.

Como ya le dije anteriormente, a veces hay que saber no respetar la ley cuando ésta contradice nuestra moral, cuando se opone a nuestros ideales de justicia y de fraternidad.

Y sobre todo, cuando no queda espacio para el optimismo. Las cosas no han hecho más que empeorar desde la llegada de Sarkozy. Francia no marcha por el camino correcto.

Enlace original: http://www.voltairenet.org/article161496.html

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