viernes, 24 de julio de 2009

La agenda oculta de Israel: ¿Por qué es tan importante Jerusalén?


25-07-2009
Dan Lieberman
Al Ahram Weekly
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Tres inmensas piedras de granito reposan acomodadas en la parte alta de la Calle Midabar Sinai, en Givat Havatzim, el distrito situado más al norte de Jerusalén. Cortadas a medida, las imponentes piedras simbolizan diversos preparativos del Movimiento del Monte del Templo y la Fidelidad a la Tierra de Israel, que tienen como objetivo levantar un Tercer Templo sobre el Monte del Templo de Haram Al–Sharif. Ya que es el Culto Islámico quien posee y controla todas las propiedades en Haram Al-Sharif, ¿cómo es posible que esas piedras puedan ser trasladadas allí para construir un templo? No a través de medios legales, por supuesto.

Las piedras suponen una provocación pero el gobierno israelí se niega a quitarlas. Negligencia y pasividad han llevado a creer que una eventual reacción musulmana ante las crecientes provocaciones serviría de excusa a Israel para apoderarse del control total de la Cuenca Santa: las propiedades que Israel trata de incorporar a un Gran Jerusalén.
Durante décadas, las autoridades israelíes han hablado de un Jerusalén unido –apuntando una cualidad espiritual en su mensaje-, como si Israel quisiera ser la patria de las tres fes monoteístas para así ganar en solidez y estabilidad. Si llegara a establecerse una autoridad central, un Jerusalén unido ofrecería también la posibilidad de preservar una ancestral y común herencia.
Sin embargo, al subrayar la palabra “unido”, Israel oculta la ausencia de una narrativa histórica verificable de apoyo que refuerce su idea dominante de incorporar dentro de sus fronteras todo un Gran Jerusalén artificialmente creado. Además de un sinfín de contradicciones e inconsistencias, el ansia de Israel por crear un Gran Jerusalén bajo su total control es plenamente sospechosa. Tan intensiva concentración en un Jerusalén “unido” revela una agenda oculta que degrada la unificación religiosa de Jerusalén y fomenta la división, el odio y el enfrentamiento.
Examinemos la Cuenca Sagrada. La Cuenca Sagrada contiene instituciones y santos lugares musulmanes y cristianos bien señalados que desde hace milenios tienen su ubicación histórica. Aunque gentes de fe judía tuvieron mayor presencia en Jerusalén durante los siglos del Jerusalén Bíblico, representada por el gobierno del rey Hezekiah y el control de las dinastías hasmoneas, su dominio y presencia se vieron interrumpidos durante dos mil años.
Numerosas y extendidas crónicas han posibilitado que parezca que esos 2000 años de ausencia y falta de control nunca hubieran sucedido y que tan sólo hubiera transcurrido un breve tiempo desde los años de Hezekiah. En la “Ciudad Vieja” de la Jerusalén actual pueden encontrarse algunas moradas y baños rituales, pero muy pocos, si es que hay alguno, monumentos, edificios o instituciones judíos importantes del período bíblico. El tan a menudo citado Muro Occidental es el muro de apoyo de la plataforma de Herodes y no tiene relación directa alguna con el Segundo Templo. En Jerusalén no se ha encontrado resto alguno del Templo Judío, ni una sola piedra.
Según la escritora religiosa Karen Armstrom, los judíos de Jerusalén no rezaron ante el Muro Occidental hasta que los mamelucos les permitieron trasladar sus congregaciones desde un peligroso Monte de los Olivos, y es a partir del siglo XV cuando empezaron a orar a diario ante el Muro. Estima que puede que en esa época no hubiera más de 70 familias judías en Jerusalén. Una vez que los otomanos reemplazaron a los mamelucos, Suleiman el Magnífico emitió un edicto formal en el siglo XVI que permitía que los judíos tuvieran un lugar para rezar ante el Muro Occidental.
El único símbolo importante que queda de presencia judía en la Ciudad Santa de Jerusalén es el barrio judío, que Israel desalojó de árabes y volvió a construir en 1967. Durante sus operaciones de desalojo, Israel demolió el Barrio Baghribi, que estaba junto al Muro Occidental, destruyó la Mezquita Al-Buraq y la Tumba del Sheij Al-Afdhaliyah, desplazando a unas 175 familias árabes.
Aunque la población judía en siglos anteriores ocupó un gran segmento de la Ciudad Vieja (se estima que había 7.000 judíos a mediados del siglo XIX), los judíos fueron dejando gradualmente la Ciudad Vieja y emigraron a nuevas barriadas del Oeste de Jerusalén, quedando allí sólo unos 2.000 judíos. El control jordano tras la guerra de 1948 redujo el número a cero. En 2009, la población del barrio judío en la Ciudad Vieja ha crecido hasta 3.000 habitantes, el 9% de la población de la misma. Las poblaciones cristiana, armenia y musulmana son sus principales integrantes y sus barrios contienen casi todo el comercio de la Ciudad Vieja.
Tratando de vincular el antiguo Israel con la actual Jerusalén, las autoridades israelíes continúan adjudicando denominaciones falsas a los puntos de referencia de la Cuenca Sagrada, mientras proclaman que la falsificación se debe a los bizantinos. Los restos de la más temprana Torre del Rey David, por ejemplo, fueron construidos varios cientos de años después de la fecha en que la Biblia sitúa el reino de David. Ahora es un obvio minarete islámico. Los restos más tempranos de la Ciudadela del Rey David son del período hasmoneo (200 años a.C.). La ciudadela fue enteramente reconstruida por los otomanos entre 1537 y 1541.
La tumba del Rey David, que se encuentra en la Abadía de la Dormición, es un cenotafio cubierto por un paño (no hay restos) que honra al Rey David. El casco relacionado con David no es más que un huésped no verificado. Se considera que las Piscinas de Salomón, ubicadas en un pueblo cerca de Belén, forman parte de una construcción romana durante el reinado de Herodes el Grande. Las piscinas suministraban agua a un acueducto que llevaba el agua a Belén y Jerusalén. Está asumido que los Establos de Salomón, bajo el Monte del Templo, son unas criptas que el Rey Herodes construyó para ampliar la plataforma del Monte del Templo. La Tumba de Absalón es obviamente un edificio esculpido por los griegos y por tanto no puede ser la tumba del hijo de David.
La Ciudad de David contiene artefactos que datan de antes y durante la época de David. Sin embargo, algunos arqueólogos sostienen que su número es insuficiente para poder estar seguros de una presencia israelita, incluida la del Rey David, antes de finales del siglo nueve. En ningún caso, una presencia israelita podría haber aparecido en un asentamiento pequeño y sin fortificar.
El Parque Arqueológico de Jerusalén en el interior de la Ciudad Vieja, junto con el Centro de Reconstrucción Virtual y Exhibición Davidson, arrojan en realidad poca luz sobre la cuestión. El Centro Davidson contiene una exposición de monedas, de cuencos y vasijas de piedra de Jerusalén. El Parque Arqueológico en la Ciudad Vieja contiene entre otros muchos objetos, incluyendo estructuras de la época de Herodes, baños rituales, un suelo de un palacio omeya, una calzada romana, puertas otomanas y la fachada de lo que se ha denominado el Arco de Robinson, una entrada al parecer herodiana al Monte del Templo. Sin embargo, las exposiciones no muestran muchas, ni siquiera alguna, estructuras o instituciones antiguas hebreas de especial importancia.
Arqueólogos serios, tras examinar las excavaciones que han hallado fragmentos de cerámica y restos de edificios, han concluido también que los hallazgos arqueológicos no sostienen la historia bíblica de Jerusalén y su importancia durante las eras de un reinado judío único bajo David y Salomón.Margaret Steiner, por ejemplo, en un artículo titulado: “No es ahí: la arqueología prueba una negativa”, en la revista Biblical Archaelogy Review de julio/agosto de 1998, afirma que “desde el siglo décimo antes de Cristo no hay pruebas arqueológicas de que en Jerusalén hayan vivido muchos pueblos, sólo que fue una especie de centro administrativo público… No tenemos nada que indique que ahí hubo una ciudad durante los supuestos reinos [de David y Salomón]… Parece improbable, por tanto, que esta Jerusalén fuera la capital de un gran estado, la Monarquía Unida, como aparece descrita en los textos bíblicos”.
Jerusalén Oeste es ya otra canción. Con la proliferación del bandidaje y las puertas de la Ciudad Vieja cerradas antes de que anocheciera, la población prefería vivir dentro de las puertas de la ciudad. Sin embargo, el rico filántropo Moses Montefiore quería atraer a la población judía a los nuevos alrededores y construyó la primera comunidad judía fuera de la Ciudad Vieja; las primeras casas de Yemin Moshe se completaron en 1860. Desde aquel momento en adelante, la presencia judía jugó un papel fundamental en la creación de Jerusalén Oeste.
Otras instituciones –las ortodoxas griegas, católicas, ortodoxas rusas y musulmanas- se atrevieron pronto a salir también y empezaron a poseer propiedades en el desarrollo de Jerusalén Oeste.
En 1948, una vez que el ejército israelí se apoderó del control de Jerusalén Oeste, el nuevo gobierno israelí confiscó allí todas propiedades pertenecientes a instituciones musulmanas. La razón que se dio fue que eso era “propiedad del enemigo”. Pocos musulmanes y ninguna mezquita quedan hoy en la zona.
Pero esto suponía una contradicción. Al atacar y limpiar étnicamente las comunidades árabes cristianas de Deir Yassin y Ein Kerem, las fuerzas israelíes definían a los palestinos cristianos como su enemigo. Sin embargo, Israel no confiscó las propiedades cristianas, muchas de las cuales son evidentes en Jerusalén Oeste. La Iglesia Ortodoxa Griega posee amplias propiedades en Jerusalén Oeste, muchas de las cuales están marcadas por su símbolo “T…”, interpretado como la palabra “sepulcro”.
Otra contradicción es que Israel ha cuidado el cementerio judío del Monte de los Olivos y lo ha ampliado como patrimonio cultural. Parte del famoso cementerio musulmán Mamilla en Jerusalén Oeste ha sido clasificado como propiedad refugiada y se están haciendo los preparativos para demolerlo y construir el nuevo Museo de la Tolerancia.
Jerusalén Este revela aún más contradicciones. La repetida advertencia de los dirigentes israelíes de que no es posible la coexistencia y que hay que separar a las comunidades judías y musulmanas se contradice con el deseo israelí de incorporar Jerusalén Este a Israel. Esa incorporación significaría aceptar en una parte del estado judío entre 160.000 y 225.000 palestinos.
¿Sería así? Mientras que las antiguas e históricas barriadas judías en Jerusalén Este han mantenido sus particularidades meticulosamente cuidadas, o se han ido reconstruyendo en su estilo original, las barriadas antiguas de Jerusalén Este han sido totalmente descuidadas (todo el Jerusalén Este árabe está abandonado) o destruido. ¿Cuánto deterioro y destrucción son capaces de aguantar los palestinos antes de decidir marcharse?
La construcción de casas judías en las barriadas del Jerusalén Este Árabe prosigue imparable su marcha, así como la destrucción de hogares árabes, a base de declararlos ilegalmente construidos o ilegalmente adquiridos. Sobre 44 dunums [44.000 metros cuadrados] de tierra confiscada de familias palestinas, una compañía privada ha construido la comunidad cerrada de Nof Zion, y ha separado convenientemente el palestino Yabal Al-Mukabir de otras partes de Jerusalén Este. Ningún árabe puede concursar. Los condominios, por valor de millones de dólares, se anuncian para inversores estadounidenses.
El Ministerio israelí del Interior ha aprobado un plan para demoler un jardín de infancia y el mercado para mayoristas situado en la barriada Wadi Yoz de Jerusalén Este para construir un nuevo hotel cercano a la Ciudad Vieja y al Museo Rockefeller. La consecuencia será la destrucción de una barriada árabe y su sustitución por intereses judíos, a los que un día se unirán otros intereses judíos más.
Esos son sólo dos ejemplos de un plan maestro para sustituir la presencia árabe de siglos de antigüedad en Jerusalén Este con una moderna presencia judía. La antigua presencia árabe se sigue subdividiendo cada vez más por el Muro de Separación que discurre a través del paisaje de Jerusalén Este, separándolo de Cisjordania, haciendo que sea imposible que un estado palestino pueda tener su capital en Jerusalén Este.
El plan maestro amplía los límites de Jerusalén para incluir el gran asentamiento (ciudad) israelí de Maale Adumim. Entre Maale Adumim y Jerusalén Este, Israel se propone construir el Corredor E1, que uniría los asentamientos formando un anillo y reforzaría la separación de Jerusalén Este de Cisjordania. El Corredor E1 dividirá el norte y el sur de Cisjordania e imposibilitará el tránsito directo entre la Belén palestina, que está al sur de E1, y la Ramala palestina, que está al norte de la E1. La construcción del Corredor E1, partes del cual son propiedad palestina, podría así impedir la formación de un estado palestino viable.
Si Israel está destruyendo el patrimonio cultural de Jerusalén y aplastando su significación espiritual, ¿por qué Israel quiere unificar Jerusalén?
Israel es físicamente un pequeño y nuevo país con una población codiciosa y grandes ambiciones. Necesita conseguir más prestigio y quiere que la consideren como un poder emergente en la escena mundial. Para conseguir esas cosas, Israel necesita una capital que inspire respeto, contenga tradiciones antiguas y sea reconocida como una de las ciudades importantes del mundo. Casi todas las naciones principales del planeta, desde Egipto a Alemania a Gran Bretaña tienen capitales que son grandes ciudades. Para conseguir sus objetivos, Israel quiere una Jerusalén descomunal que contenga la Ciudad Santa.
Sin embargo, eso no es todo. Jerusalén tiene un importante mercado turístico que podría ampliarse. Eso podría proporcionarle nuevas oportunidades comerciales y una vía de entrada en todo Oriente Medio. Una Jerusalén indivisible bajo control israelí supondría un buen montón de shekels.
Israel compite con Estados Unidos como centro del pueblo judío. Necesita un Jerusalén unificado para conseguir reconocimiento como la patria del judaísmo. Al controlar todos los lugares sagrados, Israel conseguiría la atención de los dirigentes musulmanes y cristianos. Esos dirigentes se verían forzados a hablar con Israel, y éste tendría ventaja a la hora de negociar en las disputas.
Todo lo que Israel consiga, será a costa de los palestinos. Incluso aunque Israel esté de acuerdo con el establecimiento de un estado palestino, dirigirá sus políticas a limitar la eficacia de ese estado. Ya que Jerusalén Este y sus lugares santos benefician en gran medida la economía palestina y aumentan la legitimidad palestina, Israel hará todo lo que pueda para impedir que se ceda Jerusalén Este al nuevo estado de Palestina. Un Jerusalén “indivisible” forma parte de ese esfuerzo.
Jerusalén Oeste sólo le proporciona a Israel una capital norte/sur. Un Jerusalén íntegro le daría a Israel una mirada a largo plazo hacia una capital este/oeste, o una capital centralizada para la tierra de las anteriores tribus judías bíblicas.
Los ideales socialista sionista y el movimiento cooperativo de los kibbutzim recibieron apoyo durante muchos de gente idealista de todo el mundo. El equiparar a Israel con la tragedia del Holocausto extendió esa simpatía y apoyo. Con el fin del sueño sionista, la decadencia de la vida del kibutz y la vulgarización del Holocausto, Israel necesita un nuevo símbolo de identidad que pueda capturar la atención mundial.
Si es que Israel tiene algo que reivindicar sobre Jerusalén, esa reivindicación debería oírse y discutirse en un foro adecuado. Sin embargo, no es ese el proceso puesto en marcha. Al contrario, el gobierno israelí está utilizando procedimientos ilegales e ilegítimos, así como métodos falsos e hipócritas para cumplir a la fuerza su agenda. Israel no está defendiendo su postura sino empleando su poder para atropellar todas las consideraciones legales, morales e históricas.
En el Museo de la Ciudadela de David hay una inscripción: la tierra de Israel está en el centro del mundo y Jerusalén es el centro de la tierra de Israel.
Esta autoalabanza fue recogida recientemente en un café de Jerusalén Oeste durante una conversación que mantuve con varios israelíes. Un joven israelí que estaba sentado en la mesa intervino bruscamente en la conversación con las palabras: “El mundo mira a Jerusalén. Jerusalén es el centro del mundo y Jerusalén es la capital de Israel. Todo el mundo necesita a Jerusalén y por lo tanto tendrán que hablar con Israel”.
Esa es la razón por la que Israel necesita desesperadamente su Gran Jerusalén.

Dan Lieberman es editor de “Alternative Insight”, un boletín informativo que se publica de forma mensual en Internet.Enlace con texto original: http://weekly.ahram.org.eg

Leer más...

Ultima Hora: Zelaya pisa territorio hondureño protegido por su pueblo


25-07-2009
TeleSur

El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, cruzó la frontera con Nicaragua y llegó a territorio hondureño, en la localidad de "Las Manos", y en compañía de cientos de seguidores que lo han rodeado en una suerte de cadena humana para protegerlo.

Más temprano, a su llegada pidió a las fuerzas militares de su nación que "no usen la violencia, ya que tengo el derecho legítimo de regresar a mi país y atender el mandato que el pueblo hondureño me dio".

Mientras cruzaba la frontera, el mandatario dijo que sólo está defendiendo sus derechos "y los señores que están en esta actitud deben bajar sus fusiles y dialogar, yo creo que en el mundo está en riesgo el sistema democrático y no debemos ceder en este campo".

Sobre la posibilidad de que las autoridades de facto lo apresen, Zelaya afirmó que la justicia de los "golpistas es una justicia nula", por ello indicó que si lo ponen preso el régimen de facto "cometería un gran error porque esa situación no la aceptaría nadie".

La enviada especial de teleSUR en Nicaragua, Adriana Sívori, detalló que el presidente de Honduras será detenido si cruza la frontera entre Nicaragua y Honduras, orden dada por autoridades superiores.

"Apenas toque suelo hondureño el presidente Zelaya será detenido", reportó Sivori desde el puesto fronterizo de Las Manos.

Rodeado de medios de comunicación, Zelaya dijo que los militares en la zona "deben ser juzgados por tribunales internacionales. "Muéstrenme los francotiradores", dijo el mandatario dirigiéndose a la multitud que lo acompaña.

"Aquí vamos a esperar a que pase mi familia y la gente que esta ahí presionando por entrar a El Paraíso. Tenemos tiempo para actuar con la debida prudencia y esperar que las personas lleguen hasta acá", aseveró.

En otra parte de su intervención, Zelaya ratificó que su regreso se produjo luego de agotar todas las vías diplomáticas para retomar el hilo constitucional en el país centroamericano.

Aseguró que el acuerdo de San José, presentado por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias fue aceptado en sus siete puntos originales y ratificado por la comisión que designó para la negociación.

"El régimen golpista no aceptó ninguna de las propuestas porque ellos no están de acuerdo con mi restitución, en el fondo el problema es que un grupo económico se opone a la reforma que yo he planteado", aseveró.

Manuel Zelaya indicó que la llamada cuarta urna no estaba fuera de lo que establece la Constitución de Honduras. "El término de ilegalidad es un manejo que ellos han intentado hacer para hacer ver que las propuesta era ilegal", insistió.

Manifestó que su regreso tiene como objetivo devolver la estabilidad a Honduras y para que retorne la calma y la paz a la nación centroamericana.

"Yo he invitado a varias personalidades para que me acompañen en esta travesía, con el fin de luchar por un retorno pacífico en el país, nosotros no podemos esperar que la diplomacia dé todos los resultados", afirmó.

Asimismo, dijo que confía en que existen sectores dentro de las Fuerzas Armadas hondureñas, que no avalan este golpe, "yo sé que son las cúpulas militares las responsables junto con los títeres políticos de este golpe".


Leer más...

Colapso laboral en EEUU: Se multiplican los riesgos de explosión social


24-07-2009
IAR Noticias

Lo que suena como un panorama fantástico para el Imperio norteamericano (las huelgas y los conflictos sociales) es un escenario de corto plazo que ya están manejando entre líneas analistas y medios norteamericanos a la luz de la crisis industrial y de las quiebras empresariales que están desatando una creciente ola de despidos y un récord de la desocupación en EEUU.

Desde el estallido de la crisis financiera, en septiembre pasado, la ONU, el Banco Mundial, la mayoría de los expertos y últimamente el G-8, vienen advirtiendo sobre el peligro de estallidos sociales a escala global que podrían generarse por el impacto de la crisis recesiva con despidos masivos y por la escalada de los precios de la energía y de los alimentos en los países más pobres de Asia, África y América Latina.

Esta semana, el Grupo de los Ocho (G-8), considerado el "Directorio del Mundo", afirmó en una declaración que la situación "sigue incierta" en la economía global, con "riesgos significativos para la estabilidad". De acuerdo con las potencias centrales nucleadas en la entidad, el aumento de la desocupación este año y el próximo puede producir estallidos y revueltas sociales.

Sorpresivamente, la evolución de la crisis (que devino de financiera a crisis estructural con la recesión) hoy golpea con más fuerza a las potencias centrales que a los países emergentes o subdesarrollados.

El malestar social que generan la desocupación creciente y el deterioro de las condiciones salariales, así como el achicamiento de la capacidad de consumo, alimenta y exacerba el estado de frustración colectiva, provoca pérdida de confianza en los políticos y alienta las huelgas y protestas sociales que ya comienzan a extenderse por toda la geografía europea y amenazan con extenderse a EEUU.

La crisis social (consecuencia de la caída del consumo y los despidos laborales) se perfila como un potencial emergente de la crisis recesiva- laboral que detonó escalonadamente como consecuencia de la crisis financiera en EEUU.

Las señales son claras: La crisis financiera ya devino en recesión y amenaza (por efecto de la desocupación masiva) en convertirse en una crisis social de difícil pronóstico en EEUU.

"El mercado laboral de Estados Unidos tiene un desempeño aún peor que el de la economía en general, lo que causa temores dentro y fuera del gobierno de que el resultado podría ser el de una recuperación sin empleos incluso cuando termine la recesión", señala este jueves The Wall Street Journal.

"En un desafío a las normas históricas, la tasa de desempleo --que asciende a 9,5%-- es de 1 a 1,5 puntos porcentuales más alta que lo que se hubiera previsto bajo el sentido común económico, dice al Journal Lawrence Summers, uno de los asesores económicos del presidente de EEUU, Barack Obama.

Desde que comenzó la crisis en diciembre de 2007, la economía estadounidense perdió 6,5 millones de trabajos, 4,7% del total de empleos en el país. La tasa de desempleo subió cinco puntos porcentuales mientras que la economía se ha contraído alrededor del 2,5%.

En los últimos días, Summers, el director de presupuesto de la Casa Blanca Peter Orszag y el presidente de la Fed Ben Bernanke han hecho declaraciones públicas sobre la "desconexión inusual" entre el crecimiento y el desempleo.

El propio presidente estadounidense, Barack Obama, pronosticó el miércoles pasado que el desempleo en el país, que alcanzó un récord de 9,5%, probablemente seguirá en aumento en los próximos meses, pues los puestos de trabajo tardan más en recuperarse que otros sectores de la actividad económica.

Según The Wall Street Journal, las recuperaciones económicas sin empleos no son nada nuevo: las empresas suelen ser reacias a contratar cuando recién sube la demanda.

Sin embargo, hay posibilidades más sombrías --agrega--, ya que los trabajadores con problemas podrían arrastrar una economía frágil a una recesión más profunda.

En un cuadro recesivo, la pérdida de empleos en EEUU se aceleró el mes pasado y la tasa de desempleo aumentó a 9,5%, arrojando dudas sobre la capacidad de recuperación de la primera economía imperial.

"La demanda final y la producción han mostrado señales tentativas de estabilidad", dijo el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, a reguladores el miércoles, como parte de su presentación ante el Congreso de EEUU. No obstante, aclaró: "El mercado laboral, sin embargo, sigue debilitándose".

Según los últimos datos, en un récord histórico, el rojo fiscal en EEUU se disparó a más de US$ un billón (doce ceros, un millón de millones) en los primeros nueve meses del ejercicio anual e implica ya el 8% del PBI. Pero cerraría en más de US$ 1,8 billón, contra "sólo" US$ 455.000 millones del año pasado.

El Departamento del Tesoro de EEUU informó que entre octubre de 2008, cuando empieza el año presupuestario, y junio último, el "rojo" fue de 1,086 billón de dólares, una marca sin antecedentes.

La crisis económica recesiva en la mayor economía del mundo, ya se expresa en recesión, desempleo, menos recaudación impositiva y más gastos para paliarla, entre otras variables, complica las cuentas públicas.

En este marco, lo que suena como un panorama fantástico para el Imperio norteamericano (las huelgas y los conflictos sociales) es un escenario de corto plazo que ya están manejando entre líneas analistas y medios norteamericanos a la luz de la crisis irresuelta del sector automotriz y de las quiebras empresariales que están desatando una creciente ola de despidos en EEUU.

Cada jornada de la economía norteamericana (desde finales de 2008) se convirtió en un vértigo marcado por una dinámica inevitable: Recesión industrial y comercial con baja del consumo y desempleo masivo que se proyecta desde EEUU y los países centrales al mundo periférico "subdesarrollado" y/o emergente.

De esta manera, la desocupación (emergente de la desaceleración económica) se ha convertido en una cuestión clave para el equipo de Obama y el establishment de poder estadounidense que temen que su propagación convierta a EEUU, la primera potencia mundial, en un polvorín de huelgas y conflictos sociales que terminen paralizando aún más a la economía.

En un orden secuencial, para que se produzca un desenlace del proceso recesivo, tiene que haber una convergencia interactiva de la "crisis financiera" (los mercados del dinero), la "crisis estructural" (la economía real) y la "crisis social" (el impacto de la crisis económica-financiera en la sociedad).

Por estas horas, medios y analistas norteamericanos coinciden en que la desocupación (como emergente de la recesión industrial) se ha convertido en la prioridad absoluta de la agenda de Obama y su equipo.

Desde hace varios meses, el protagonismo de la crisis financiera-bursátil fue rebalsado y cedió paso a un nuevos actores: Las quiebras empresariales y los despidos masivos.

Los billonarios paquetes de "rescate bancario" estatal con dinero de los impuestos (pagado por toda la población estadounidense) no han servido de antídoto y han fracasado estrepitosamente como medida para enfrentar la crisis que ha devenido de financiera a recesiva a escala global.

El mapa de la crisis social

El desempleo en la región occidental de Estados Unidos superó el 10% en mayo pasado, la primera vez en 25 años que una región del país tiene ese porcentaje de desocupación.

Ocho estados alcanzaron cifras de desempleo sin precedente y sólo dos - Nebraska y Vermont - no reportaron aumento alguno.

El Departamento del Trabajo informó en junio pasado que 48 estados y el Distrito de Columbia sufrieron aumento en el desempleo en mayo. La peor situación es en Michigan, donde las empresas automotrices se han visto obligadas a eliminar miles de empleos. La tasa de desocupación allí ascendió a 14,1%.

La región occidental del país fue la que tuvo mayor desempleo, con 10,1%. La última vez que una región tuvo esa cifra fue en septiembre del 1983, cuando el país apenas se recuperaba de una recesión.

En esa región se encuentra California, donde el desempleo ascendió a un récord de 11,5% el mes pasado, Nevada, donde ascendió a otro récord con 11,3% y otros estados golpeados por la crisis de vivienda y donde han descendido el empleo y los ingresos.

California es el mayor Estado del país por población (36,75 millones de habitantes) y por PIB (con 1,84 billones de dólares supone el 13,3% de todo EEUU, según datos de 2008). Si fuera un país independiente estaría entre las diez primeras potencias del mundo.

La debacle de la construcción (tanto residencial como terciaria) ha sumido a California en la mayor recesión desde la Gran Depresión. Así, el Estado ha perdido 904.300 puestos de trabajo desde diciembre de 2007.

La Casa Blanca indica que California es el tercer estado con más créditos fallidos. Además, en lo que va del año 391.611 propiedades inmobiliarias han comenzado el proceso de ejecución hipotecaria, la cifra más alta de EEUU, que supone un alza del 15% respecto al mismo periodo de 2008. Esta coyuntura está afectando a la banca de EEUU, sobre todo a Bank of America, el primer banco del país, que tiene una gran exposición a la costa oeste.

Los otros seis estados que tienen una tasa de desempleo inédita desde 1976 son Carolina del Norte, Oregón, Rhode Island, Carolina del Sur, Florida y Georgia.

En cuanto a despidos, Arizona y Florida fueron los que más sufrieron, seguidos por Oklahoma, Arkansas, Kentucky y Michigan.

El riesgo del estallido

Los despidos masivos de obreros y empleados en EEUU son el barómetro y marcan el momento en que la crisis comienza a salir de la "superestructura" económico financiera y a meterse dentro de la sociedad estadounidense.

Todo el planeta (globalizado y nivelado por el sistema capitalista "único") está aquejado de los mismos síntomas: Nuevo repunte y vuelta a la especulación financiera del petróleo y de las materias primas, devaluación de las monedas y revaluación el dólar, crisis crediticia con achicamiento del consumo, suba de precios internos de los alimentos y la energía y oleadas de despidos laborales constantes en EEUU y las potencias centrales.

En su última reunión el G-8 sostuvo que para atacar la crisis, "hay que sostener la demanda y recuperar el crecimiento", lo que implica afrontar la situación con nuevos recursos si hacen falta.

Pero mientras Alemania quiere frenar la hemorragia de fondos públicos en la economía, EEUU, Gran Bretaña y otras naciones como Francia creen que es necesario impedir que la crisis -ya devastadora- se convierta en una bomba social por el alza del desempleo.

En marzo de este año, el diario francés Le Monde publicó un informe con un pronóstico de especialistas del LEAP/Europa 2020, un grupo de reflexión europeo, en el que anticipó que la crisis financiera y económica generará explosiones sociales violentas en Europa y EEUU donde podrían crearse las condiciones de una guerra civil.

De esta manera, la crisis podría incluso fomentar violentas rebeliones populares cuya intensidad se vería agravada por la libre circulación de armas de fuego, pronostica el LEAP.

América Latina, pero también los EEUU, son las zonas que corren mayores riesgos. "Hay 200 millones de armas de fuego en circulación en los EEUU y la violencia social ya se manifiesta a través de pandillas", advierte Franck Biancheri, quien preside la asociación.

Esta visión apocalíptica parecería "fantástica" si este grupo de reflexión no hubiese vaticinado, en febrero de 2006, con una precisión asombrosa la actual crisis recesiva mundial.

Hace tres años, la asociación describía la llegada de una "crisis sistémica mundial", iniciada por una infección financiera global vinculada al endeudamiento norteamericano, seguido por la caída bursátil, particularmente en Asia y en los EE.UU. (de -50% a -20% en un año) y el estallido de las burbujas inmobiliarias mundiales. Un paquete que provocaría recesión en Europa y una "muy Grande Depresión" en los EEUU.

De cualquier manera, y a la luz de los datos económicos, un escenario de huelgas y conflictos sociales en el Imperio USA no está sacado de una novela de Julio Verne sino (además de la crisis global) de una proyección lógica y emergente de la desocupación desatada por la recesión industrial y empresarial estadounidense, para la cual ni la administración saliente de Bush ni la administración de Obama han conseguido soluciones concretas.






Leer más...

El dedazo que valió una corona


Hace 40 años, el 22 de julio de 1969, Franco decidió que Juan Carlos fuera su sucesor como jefe de Estado

FERRAN CASAS - BARCELONA - 22/07/2009 07:20

Eran poco más de las 19,00 horas del 22 de julio de 1969. Hoy se cumplen 40 años. Estados Unidos aún celebraba su alunizaje y aquella tarde, a 34 grados, el dictador Francisco Franco, de blanco y veraniego uniforme militar, llegaba a la Carrera de San Jerónimo. Estaba dispuesto a escenificar la respuesta de las Cortes al ¿y después de Franco qué?, una pregunta que durante una década atormentó a un régimen personalista y genocida.

La Ley de Sucesión a la Jefatura de Estado iba a dar solución en la persona de Juan Carlos de Borbón, nombrado Príncipe de España, al complejo proceso de designación del sucesor por el propio dictador. Franco pretendía perpetuar su régimen cuando no estuviera. La dictadura no sobrevivió a los setenta, pero el elegido se aseguró para él y los suyos una Corona que aún hoy ostenta.

A la mañana siguiente de aprobarse la ley, Juan Carlos aceptaría el encargo y, "recibiendo de Su Excelencia", dijo "la legitimidad política surgida del 18 de julio", juró el cargo de sucesor y los principios del Movimiento. Cuarenta años después hay quien ve en todo aquello una jugada maestra del actual jefe del Estado para atar en corto a los sectores del régimen refractarios al proceso democratizador que, de forma imparable, se abrió tras la muerte de Franco. Pero también están los que sostienen que fue la consolidación de una secuela del franquismo que, años más tarde, se blindó con una Constitución cuya reforma en lo referente al modelo de Estado sólo es comparable a un cofre de siete llaves.

Sea como sea, Juan Carlos I consiguió que los Borbones volvieran al trono pese a que ello le costó una trifulca familiar con su padre, Juan de Borbón, legítimo sucesor de Alfonso XIII (depuesto en 1931), a quien Franco vetaba. De Juan Carlos sí pensó el dictador, y así lo afirmó en las Cortes aquel día, que había dado "claras muestras de lealtad a los principios e instituciones del Régimen".

Los historiadores consultados por Público coinciden en que su nombramiento tuvo que ver con las presiones de capitostes del régimen como el entonces presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, o Laureano López Rodó. "Querían garantizar el franquismo sin Franco y estaban convencidos de que un príncipe que jurase fidelidad a los principios y leyes del Movimiento y traicionara a su padre sería fácil de pilotar", asegura Joan B. Culla, profesor de Historia de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Enrique Moradiellos, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Extremadura, constata la voluntad de "institucionalizar" el régimen. Y Julián Casanova, catedrático en la Universidad de Zaragoza, exhibe documentación donde, ya entonces, Carrero se refería a la "monarquía del Movimento Nacional".

El contexto no era baladí y era necesario transmitir imagen de renovación. Era el año del escándalo Matesa, seguía el enfrentamiento búnker-reformistas y la sociedad española hacía su particular transición social y cultural. Tendrían que pasar unos años para que la política diera respuesta a la realidad de la calle.
Sin muestras de apertura

Casanova señala que es difícil juzgar al príncipe de entonces con el prisma actual. "No hay duda de que el de ahora se parece más al de la Transición que al de hace 40 años. Entonces no se le veían atisbos de apertura", señala. De hecho, recuerda el catedrático, después de 1969 pasaron cosas graves, con penas de muerte que horrizaron al mundo, y el ahora rey calló.

En este aspecto ahonda más Iñaki Errazkin, periodista autor de Hasta la coronilla. Autopsia de los Borbones. "Fue nombrado sucesor del dictador y, antes de aprobar la Constitución, ejerció formalmente como tal. Franco delegó en él en dos ocasiones por salud, se puede hablar de él como dictador suplente", apunta. Le apoya el catedrático de la Pompeu Fabra Vicenç Navarro. Para él, Juan Carlos I nunca nombró gobiernos con prioridad democrática y estableció "la continuidad entre aquel régimen y el sistema actual". Fueron las demostraciones de fuerza en la calle y la tensión social y política "las que le obligaron a abrirse".

Hay acuerdo en que la legitimidad democrática no llegó, en todo caso, hasta la Constitución de 1978 que redactaron las Cortes tras las primeras elecciones democráticas. Moradiellos rechaza "prejuzgar" a una democracia y a una monarquía por cómo se instaura. En esta línea, sostiene que la democracia española es más garantista que la portuguesa, "que llegó tras una revolución y no tras una transición".
La Constitución, todo o nada

Al igual que Vicenç Navarro, discrepa Iñaki Errazkin. Apunta que la Constitución fue un trágala para salvar la monarquía. "Fue según él una operación de blanqueo e hipnotismo ejemplar: o te comes la manzana con gusano o no hay manzana". La Transición, compleja y cargada de renuncias, llevó al rey a ganarse "otras fuentes de legitimidad", admiten historiadores como Moradiellos. El momento clave fue el 23-F. Según Culla, pasó de ser "el rey de Franco al salvador de la democracia". Errazkin los enmienda: "En el 23-F se trataba de consolidar al rey ya fuera con el golpe o con su fracaso. Y se consiguió".

En todo caso, como zanja el catedrático de Derecho Constitucional Francisco Balaguer, en la Transición pocos pudieron "debatir entre monarquía o república; el tema era democracia o dictadura". Ganó lo primero. Pero con corona incorpodada.
El debate sobre la legitimidad del monarca

Julián Casanova. Catedrático de Historia
"Cuando se le nombró [Príncipe] no pensaba en democracia, eso fue una evolución lógica"

Francisco Balaguer. Constitucionalista
"La forma en que se le nombró sirvió para tener legitimidad en sectores del régimen"

Iñaki Errazkin. Escritor
"La última vez que en España se decicidió sobre la monarquía fue en 1931"

Enrique Moradiellos. Catedrático de Historia
"El rey sobrevivió la Transición porque, entre libertad y paz, la gente quería paz"

Joan B. Culla I Clarà. Profesor de Historia
"No ha sido el rey que quería Franco. Se ganó la legitimidad al margen del régimen"

Vicenç Navarro. Catedrático de Políticas
"Durante estos años, ha sido el símbolo del poder que retuvieron las derechas"


El rey juró lealtad a Franco y todas sus leyes

El dictador avisó que no restauraba la vieja monarquía sino que instauraba una propia

F. C. - BARCELONA - 22/07/2009 07:21

491 síes, 19 noes y 9 abstenciones. Fue el resultado que arrojó la votación nominal entre los procuradores y que nombró a Juan Carlos I sucesor de Franco y heredero de la corona. Lo aprobado no era más que oficializar más pronto que tarde el nombramiento del relevo, el atado y bien atado que buscaban los duros del franquismo. Los poderes del tirano eran totales y sólo él podía nombrar a su sucesor.

Aquel día lo hizo de acuerdo con la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 1947 y la Ley Orgánica del Estado de 1967. Ambas se aprobaron en referéndums con mayorías aplastantes, como marcan los cánones en una dictadura. Todo se regía por leyes que, recuerda Joan B. Culla, tenían "vocación de eternas". La Ley de Principios del Movimiento Nacional no contemplaba, por ejemplo, mecanismos de reforma.

Más allá de la anécdota, a Juan Carlos no se le darían nunca "todos" los poderes del Estado. Enrique Moradiellos recuerda que Juan Carlos no tendría las atribuciones de Franco, que tenía un poder "divino". Los decretos del Gobierno golpista de Burgos daban al Caudillo "todos los poderes" del Estado. Y esos, en tanto que divinos, no eran transferibles a otra persona.

Franco dejó claro en la ley de aquel 22 de julio que aquello no "era una restauración [de la monarquía caída en el 31] sino una instauración [de una monarquía surgida del 18 de julio]". En su artículo 1, exponía que "al producirse la vacante en la Jefatura del Estado, se instaurará la corona en la persona del Príncipe Juan Carlos de Borbón que la transmitirá, según el orden regular de sucesión". Afirmaba además que el rey debería jurar como sucesor, y así lo hizo el día siguiente, "lealtad a su excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás leyes fundamentales del Reino".

Francisco Balaguer apunta que no se puede, pues, hablar en ningún caso de legitimidad, pese a que la ejerció durante la Transición, hasta la Constitución de 1978. "En todo caso señala la legitimidad difusa sí valió para que se convirtiera de forma indirecta en un freno a la involución".
Las portadas

Exultante de felicidad
El ‘Abc’ de la época estaba satisfecho y destacaba el amplio consenso con el que, en votación, fue elegido Juan Carlos.

Relevo tranquilo
‘La Vanguardia’ se hacia eco del discurso de Franco y de la arenga contra la “trágica” República frente a la “seguridad ante el futuro”.

Majestad, está usted despedido

La fuerte inversión publicitaria y el blindaje mediático ayudan al producto

ISAAC ROSA - 22/07/2009 08:00

Por experiencia histórica sabemos bien lo que cuesta echar a un rey. En España lo hemos intentado ya varias veces, pero reaparecen en cuanto bajas la guardia. La última vez que lo conseguimos fue en 1931, con Alfonso XIII, y aquí seguimos, con su nieto ejerciendo, y el bisnieto calentando en la banda.

Cualquiera pensaría que a estas alturas la monarquía es ya un producto viejo, pasado de moda. Pero lo cierto es que sigue contando con una cuota de mercado importante, y son muchos todavía los consumidores que valoran bien el producto. Juancarlistas los llaman. La clave del éxito está en la fuerte inversión publicitaria, claro, pero también en el blindaje mediático que lo protege. Lo que ya no está tan claro es que cuando llegue al mercado la última actualización del producto, Felipe 6.0, los usuarios mantengan el entusiasmo. Tal vez por eso sigue activa la vieja versión, pese a que ya empieza a tener fallos; porque no confían en las prestaciones del relevo.

Así que los republicanos podemos esperar sentados a que los consumidores se cansen y la empresa quiebre. O podemos pensar en otras vías. A mí se me ocurre una posibilidad, muy adecuada a estos tiempos: despidamos al rey. Echemos al rey por la vía laboral, mediante un despido en toda regla, con su preaviso, su finiquito y adiós muy buenas. Ya sé que parece poco serio derrocar un rey en la magistratura de trabajo, pero déjenme fantasear un poco.

¿No llevamos años escuchando que es un gran profesional, que está al servicio de los españoles? Pues muy bien: ya que no parece dispuesto a jubilarse ni dimitir, llamémosle hoy mismo al despacho y comuniquémosle el despido. Gracias por los servicios prestados, ha sido un placer, recoja sus cosas y adiós.

De entrada, echemos un vistazo a su vida laboral para estudiar el caso. En su expediente dice que fue contratado para el puesto un 22 de julio de 1969, aunque ya llevaba 20 años en período de formación. Pasó seis años de becario a la sombra de Franco, al que sustituyó un par de veces cuando enfermó. Por fin, tomó posesión del puesto un 22 de noviembre de hace treinta y cuatro años. Y en 1978 se le renovó en el cargo, se le hizo indefinido, y así hoy.

Con esta trayectoria, hay varias posibilidades para despedirlo. Podemos declarar el contrato en fraude de ley. Sobran los motivos para ello: no se ajusta a la legislación laboral vigente (que no contempla puestos de trabajo hereditarios) y, en caso de que lo sometamos a la ley monárquica, también hubo fraude, pues se saltó la sucesión natural,ya que le tocaba heredar a su padre.

Lo ideal sería que dejase la empresa de manera amistosa, por finalización de contrato o por realización de obra o servicio, pero ya vimos que tiene contrato indefinido. De manera que habrá que intentar un despido procedente, o de lo contrario nos saldrá por un pico. Hagan cuentas: una indemnización de 45 días por año trabajado, con cuarenta años de servicio son 1.800 días, es decir, cinco años de sueldo. Si pensamos que cada año recibe nueve millones de euros, la broma nos saldría muy cara. Y además, si declaran el despido improcedente tendremos que readmitirlo.

Más barato nos saldría un despido disciplinario, que de paso nos resarciría por tantos siglos de monarquía. Basta algún motivo de incumplimiento de contrato, como por ejemplo abuso de confianza. Para ello tendríamos que conocer cuánto hay de cierto en todos esos rumores que desde hace años adornan al rey, sobre sus negocios y amistades peligrosas, imposibles de comprobar por el blindaje informativo.

Si conseguimos despedir al rey, todavía nos quedará la extensa familia real. Para ella haría falta un ERE, un despido colectivo que incluya el cierre del negocio, o el traslado de la producción a otro país donde quieran contratarlos quizá alguna de esas petromonarquías con las que tienen buena relación.

En cuanto a los monárquicos, haría falta un plan de reconversión para recolocarlos. Es esperable que la mayoría de juancarlistas se recicle sin protestar cuando falte, pero siempre quedarán unos cuantos yonquis que necesitarán ayuda para superar el mono.


Todos pendientes de la nueva sucesión

Los sectores republicanos alimentan esperanzas de reabrir el debate cuando el rey pase el testigo

PERE RUSIÑOL - MADRID - 22/07/2009 07:25

40 años después de prometer fidelidad a Francisco Franco, el rey Juan Carlos I ha llevado a la Monarquía a un estado de excelente salud en apariencia: ganó legitimidad pilotando la transición y frenando el golpe de Estado que en parte impulsó su entorno, cuenta con el apoyo de los grandes partidos incluido el del PSOE, la principal formación de tradición republicana y, según las encuestas oficiales, goza de respaldo popular.

Y sin embargo, la realidad es más compleja: a los 71 años, Juan Carlos I ni siquiera se plantea ceder el testigo a su hijo para ayudarle a consolidarse como rey. Y la reforma constitucional para acabar con la discriminación de la mujer en el orden sucesorio está paralizada sine die. En ambos casos subyace el peligro, alimentado por sectores republicanos y aceptado tácitamente por los monárquicos, de que abrir un melón aparentemente inofensivo aliente el debate sobre la Monarquía misma. O sea: su salud no sería tan buena.

"Si hubiera libertad de expresión, la Monarquía no duraría ni diez minutos", opina el senador Iñaki Anasagasti, que tras años de contención se ha despachado ahora con la publicación de Una monarquía protegida por la censura (Foca). Y añade: "Si el rey tuviera encima la lupa que se pone a Berlusconi, se vería carne bastante putrefacta".

Su Partido Nacionalista Vasco sigue instalado en el accidentalismo ni monárquico ni republicano, pero la dureza de uno de sus militantes más destacados no es una anécdota: muestra las fisuras del gran consenso de la transición.

Izquierda Unida fue el primero en desmarcarse del consenso, cuando en la década de los noventa Julio Anguita desanduvo el camino del PCE y recuperó la bandera del republicanismo activo y militante. Ahora, la federación está entregada a la causa de la III República con la mirada puesta en el momento que todo el mundo juzga clave: la sucesión.
Utilidad

"Cuando acabe este recorrido y quiera pasarse el testigo habrá que poner el debate republicano sobre la mesa", opina también Joan Herrera, secretario general de Iniciativa. La izquierda alternativa no es la única que cree que aún hay partido: "La Monarquía ha demostrado utilidad, pero debe superar el reto de la sucesión y demostrar que puede seguir siendo útil", abunda Carles Campuzano, diputado de Convergència i Unió.

"Se forjó un mito en torno al rey que ha dado legitimidad carismática a lo que es un lastre democrático. Pero hay más juancarlistas que monárquicos y vete a saber qué pasará con el relevo", añade Joan Ridao, secretario general de Esquerra Republicana (ERC).

El juancarlismo esa especie de republicanismo presidido por el rey Juan Carlos tiene su gran caldo de cultivo en el PSOE. Pero en opinión de Salvador Clotas, diputado de este partido en el Congreso durante casi 25 años y ahora director de la Fundación Pablo Iglesias, no hay caso. Y menos después de que algunos sectores de la derecha, capitaneados por Federico Jiménez Losantos, exhiban su desafección al rey: "No existe necesidad de referéndum: tenemos una Monarquía parlamentaria, refrendada por la Constitución y claramente apoyada por el pueblo", subraya Clotas.

Las encuestas oficiales apuntan que la mayoría valora la Monarquía por encima del resto de instituciones. Pero un Publiscopio del pasado diciembre desveló que el 58% es partidario de poder volver a decidir entre Monarquía o República. "No sé cuánto se tardará, pero llegará el día en que la Monarquía se verá como una antigualla", concluye Cayo Lara, coordinador general de IU.
La Constitución blinda la Monarquía

La Constitución española de 1978 hace prácticamente imposible pasar de Monarquía a República. Teóricamente, incluye la posibilidad, pero exige requisitos mucho más duros que para los demás artículos.

La reforma exigiría el apoyo de 2/3 en ambas Cámaras, cuando la mayoría exigida para el grueso de reformas es de 3/5. Pero la dificultad es mucho mayor: a continuación, deberían disolverse las Cámaras, convocarse elecciones y lograrse de nuevo 2/3 de apoyos en el Congreso y el Senado. El último paso sería convocar un referéndum. Ninguno de estos pasos puede saltarse.

El mismo blindaje dificulta la reforma, presentada como técnica, de acabar la discriminación de la mujer en el orden sucesorio. Los criterios están detallados en el Título II, que regula la Corona y cuya reforma está blindada. La posibilidad de una Iniciativa Legislativa Popular no es aplicable a la Corona, como tampoco a las leyes orgánicas.

Articles relacionats:

La monarquia, a més d'antidemocràtica, HOMÒFOBA (Antifeixistes.org)

Fills i néts de republicans exiliats es neguen a jurar fidelitat al Rei per nacionalitzar-se (Antifeixistes.org)


Leer más...

El «Eje del Mal» de la administración Obama


Irán/Nicaragua: nueva mentira de Hillary Clinton
por Thierry Meyssan*

La secretaria de Estado Hillary Clinton expresó públicamente inquietud por la construcción de una megaembajada iraní en Nicaragua. Ante las cámaras de las cadenas televisivas estadounidenses, varios «expertos» disertaron posteriormente sobre las operaciones militares secretas que los Guardianes de la Revolución iraníes estarían preparando en América Latina contra los intereses estadounidenses e israelíes. Pero ¿en qué hechos se basa realmente todo este escándalo mediático?

El 1º de mayo de 2009, la secretaria de Estado Hillary Clinton denuncia la construcción de una enorme embajada iraní en Managua durante su intervención en el Dean Acheson Auditorium (Foto: Michael Gross/State Department). Aunque el complejo militaro-industrial y el Estado Mayor conjunto estadounidense revisaron su enfoque sobre Irán, específicamente después del informe Baker-Hamilton y de la «revuelta de los generales» [1], los neoconservadores (israelíes y anglosajones) han multiplicado sus campañas de propaganda contra ese país.

La opinión pública occidental está siendo así ampliamente desinformada y cree actualmente que el objetivo del presidente Ahmadinejad no es acabar con el apartheid en Palestina sino con los israelíes [2]; o que está tratando de fabricar una bomba atómica, aunque el imán Khomeiny declaró esa arma de destrucción masiva como contraria a los valores del Islam. En junio de 2009, se persuadió a la opinión pública occidental de que el Irán actual es una dictadura clerical que “arregló” la elección presidencial y reprimió manifestaciones populares de forma sangrienta, cuando lo que en realidad sucedió fue un enfrentamiento de tendencias en el seno de la clase dirigente en el que la alta burguesía –incluyendo a la alta dirigencia clerical que rodea al ayatollah Rafsandjani– trató de derrocar, con el apoyo de los anglosajones, a un partido populista de ex combatientes de la guerra contra Irak, partido que cuenta con la protección del Guía Supremo [3].

Pero los neoconservadores han abierto ahora otro frente en la guerra contra la verdad: la «Iranian Connection» en América Latina.


Los presidentes de Irán y de Venezuela, Mahmud Ahmadinedjad y Hugo Chávez. Es sabido que el bloque revolucionario latinoamericano (Cuba, Bolivia, Ecuador, Honduras, Nicaragua, la República Dominicana y Venezuela) y el bloque revolucionario del Medio Oriente (Irán, la resistencia libanesa, la resistencia palestina y Siria) han emprendido un proceso de acercamiento, a la vez para burlar las restricciones que Estados Unidos les impone y para crear instituciones internacionales alternativas a las que se encuentran bajo el control de Washington. La desinformación consiste en hacernos creer que esos Estados y grupos políticos, que desarrollan una política inspirada en el Movimiento de Países No Alineados, tienen un plan expansionista y una agenda militar secretos.

El balón de ensayo de esa campaña fue lanzado a través de un artículo del cronista argentino basado en Estados Unidos Andrés Oppenheimer publicado en el Miami Herald [4]. Según este periodista, que comenta la gira del presidente Ahmadinejad por América Latina, Irán no sólo busca romper su aislamiento diplomático sino también exportar su ideología «fascista» (sic) para sorprender a Estados Unidos por la retaguardia. De paso, Oppenheimer denuncia la creciente presencia de extraños diplomáticos iraníes en América Latina, sobre todo en Nicaragua. 
La primicia parece especialmente impresionante por provenir de un periodista cuya reputación se basó en la revelación del Irángate, en la época en que la administración Reagan apoyaba a los contrarrevolucionarios nicaragüenses a espaldas del Congreso gracias a una complicada operación montada a través de Israel, operación que engrosó la fortuna personal del ayatollah Rafsandjani.

Esa primicia hubiera pasado inadvertida de no haberla mencionado Nancy Menges durante una audiencia del Congreso. El senador Eliot Engel había invitado a esta «experta» a declarar, el 5 de marzo de 2008, sobre la evolución de Cuba después de la enfermedad de Fidel Castro. Nancy Menges fue presentada a los congresistas como miembro del Center for Security Policy, el tanque pensante de los halcones en Washington [5]. Los conocedores del microcosmo washingtoniano saben que, a pesar de la diferencia de edad, Nancy Menges es la viuda de Constantin Menges. El nombre de este peculiar personaje evoca esencialmente su apoyo a los contras nicaragüenses y a la invasión de la isla de Granada [en el Caribe]. La señora Menges vela actualmente por la memoria de su esposo y sigue publicando su boletín, el Americas Report.

La señora Menges aseguró a sus oyentes que no debían alegrarse demasiado rápido por la enfermedad del Comandante Castro ya que la Cuba socialista estaba siendo reemplazada por la Venezuela bolivariana en las pesadillas del «mundo libre». Peor aún, según la señora Menges, Hugo Chávez ha abierto la puerta del continente a los revolucionarios islamistas iraníes y a los guerrilleros del Hezbollah y del Hamas. Después de hacerse eco de todo tipo de espantosos rumores, incluyendo la posible entrega de uranio a Irán por parte de Venezuela y Bolivia o la posible influencia del Protocolo de los Sabios de Sión sobre Hugo Chávez, Nancy Menges declaró: 
«La presencia iraní puede verse también en Nicaragua. Irán abrió recientemente una enorme embajada en Managua. Diplomáticos que gozan de inmunidad van y vienen y el edificio es inmune a cualquier tipo de espionaje. No hay control de los movimientos de los diplomáticos iraníes. A mediados de 2007 se descubrió que [el presidente] Ortega autorizó 21 iraníes a entrar en el país sin visa. Esto demuestra claramente que el régimen de Ortega, al igual que el de Chávez, no vigila quién entra en sus respectivos países. Eso puede tener serias consecuencias para la seguridad de nuestra región.» [6]

En el momento en que Nancy Menges comparecía ante la Cámara, su amigo Michael Rubin publicaba a nombre del American Enterprise Institute un breve informe titulado «La ambición global de Irán» [7]. Rubin fue consejero del secretario de Defensa Donald Rumsfeld para las cuestiones vinculadas a Irak e Irán. Participó activamente en la fabricación de las mentiras que sirvieron para justificar la invasión de Irak y se incorporó posteriormente a la dirección de la Autoridad Provisional de la coalición. Militó a favor de la ampliación de la guerra, primeramente contra Siria y más tarde contra Irán, y aconsejó públicamente que se asesinara a los presidentes de ambos países. 
Dirigiéndose a un público que desconoce la historia del Medio Oriente, Michael Rubin contribuyó enormemente a implantar el mito de un Irán expansionista. En ese pequeño informe, Rubin reúne rumores recogidos aquí y allá, con tal de que respondan a su objetivo de demonizar a Irán. Entre esos rumores, Michael Rubin retoma a su manera la primicia de Oppenheimer: «La embajada de Irán en Managua es ahora la misión diplomática más grande de la ciudad» [8].

Lo que no es todavía otra cosa que una «primicia» periodística o una «información» de experto se convierte en una verdad oficial al confirmarlo la secretaria de Estado Hillary Clinton. Durante el encuentro de preguntas y respuestas al personal del Departamento de Estado organizado en ocasión del Día de las Relaciones Exteriores, el 1º de mayo de 2009, la señora Clinton declara: «No me parece que en el mundo de hoy, que es multipolar, en el que rivalizamos [en América Latina] por lo menos con los rusos, los chinos y los iraníes, sea conveniente para nosotros el darle la espalda a los Estados de nuestra región (…) Estamos buscando cómo tratar con [el presidente] Ortega. Los iraníes construyen una enorme embajada en Managua, y ustedes pueden imaginarse para qué». [9] O sea, hay que resolver el problema antes de que la Revolución Islámica se instale a las puertas de Estados Unidos.

Instantáneamente, todas las networks estadounidenses organizan programas sobre el tema. Se diserta en ellos sobre las acciones militares secretas que los Guardianes de la Revolución iraní seguramente van a fomentar desde su imponente cuartel general de Managua.

Durante una teleconferencia organizada por el Israel Project, el 1º de junio de 2009 [10], el representante republicano por el Estado de la Florida, Connie Mack, comenta lo siguiente: «La creciente influencia de Irán en América Latina me recuerda la relación entre Rusia (sic) y Cuba cuando tuvimos que enfrentar la crisis de los misiles» [11].

Pero de pronto, el Washington Post revela en su edición del 13 de julio de 2009 que la construcción de la megaembajada nunca existió [12]. Y que no se trata de una exageración o de una deformación sino de un puro invento. 
Durante los últimos años, Irán abrió 6 nuevas embajadas en América Latina, donde ya disponía de 4. Eso representa en total 10 embajadas para 33 países latinoamericanos. En Managua, Irán está representado por un embajador… que vive con su esposa en un apartamento alquilado. Nada de «extraños diplomáticos que van y vienen» y menos todavía de consejeros militares. Es cierto que se proyectó la construcción de una pequeña residencia para usarla como embajada, pero no se abandonó el proyecto por falta de financiamiento. Las relaciones políticas entre Nicaragua e Irán son excelentes, pero no hay intercambio económico por causa de una deuda nicaragüense de 160 millones de dólares.

Ante la lluvia de preguntas, el vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly, no tuvo más remedio que batirse en retirada. Pero en vez de reconocer el error de la señora Clinton, se regocijó por la buena noticia de que no exista una megaembajada iraní en Managua, aunque Estados Unidos no es precisamente el más indicado para aconsejar a nadie en cuanto a las proporciones de sus representaciones diplomáticas [13]. Y cuando le preguntaron con quién había verificado la secretaria de Estado aquella falsa información, el señor Kelly trató de desviar la atención hacia un universitario estadounidense detenido en Irán. Después de todo, poco importa la veracidad cuando lo importante es reafirmar que los iraníes son peligrosos.

Recordemos la época en que George Bush denunciaba un imaginario pacto militar antiestadounidense entre Irán, Irak y Corea del Norte, el famoso «Eje del Mal». Es verdad que en Washington los dirigentes son otros, pero los métodos siguen siendo los mismos.

Documentos adjuntos



« Iran’s Global Ambition », por Michael Rubin (American Enterprise Institute, 2008).


(PDF - 133.7 KB)


Thierry Meyssan

Periodista y escritor, presidente de la Red Voltaire con sede en París, Francia. Es el autor de La gran impostura y del Pentagate.


Los artículos de esta autora o autor
Enviar un mensaje





--------------------------------------------------------------------------------


[1] «Washington decreta un año de tregua global », por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 de diciembre de 2007.

[2] «Reuters participa en una campaña de propaganda contra Irán», Red Voltaire, 14 de noviembre de 2005.

[3] «Las elecciones iraníes: el timo del robo electoral », por James Petras; «La CIA y el laboratorio iraní », «¿Por qué tendría yo que repudiar la voluntad de los iraníes?» y« La "revolución de color" fracasa en Irán », por Thierry Meyssan; Red Voltaire, 17, 19, 21 y 24 de junio de 2009.

[4] «Beware Iran in Latin America», por Andrés Oppenheimer, Miami Herald, 30 de septiembre de 2007.

[5] «Los manipuladores de Washington», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 13 de noviembre de 2002.

[6] «Iran’s presence can be felt in Nicaragua as well. Iran recently established a huge embassy in Managua. Diplomats have immunity coming and going and the building is protected from espionage. There is no control over the movements of Iranian diplomats. In mid 2007 it was discovered that Ortega permitted 21 Iranians to enter the country without visas. This clearly shows that the Ortega regime, like Chavez, is not monitoring who is entering their respective countries. This could have serious implications for the security of our region» Texto íntegro.

[7] Ver documento adjunto.

[8] «Iran’s embassy in Managua is now the largest diplomatic mission in the city.»

[9] « I don’t think in today’s world, where it’s a multipolar world, where we are competing for attention and relationships with at least the Russians, the Chinese, the Iranians, that it’s in our interest to turn our backs on countries in our own hemisphere (…) We are looking to figure out how to deal with Ortega. The Iranians are building a huge embassy in Managua, and you can only imagine what it’s for.» Texto íntegro.

[10] «Venezuela and Iran: The Case for Concern», Grabación íntegra (formato MP3).

[11] «The growing influence of Iran in the Western Hemisphere reminds me of the relationship between Russia and Cuba when we dealt with the Cuban missile crisis».

[12] «Iran’s Invisible Nicaragua Embassy. Feared Stronghold Never Materialized», por Anne-Marie O’Connor y Mary Beth Sheridan, Washington Post, 13 de julio de 2009.

[13] Texto íntegro del encuentro con la prensa en el Departamento de Estado, 13 de julio de 2009.





Leer más...

Frente al avance de los movimientos indígenas, se recurre a la criminalización de sus protestas


La respuesta represiva de los Estados
Wilwer Vilca Quispe
Alai-amlatina
24-07-2009
El viernes 5 de junio una noticia conmovió al mundo: en la amazonía peruana, la represión policial provocó 34 muertes (24 policías y 10 indígenas). La indignación nacional e internacional ante esta matanza provocada por el Estado peruano se expresó de inmediato en una corriente de solidaridad pocas veces vista antes.

¿Cómo se llegó a esta situación? Desde el 2008, los pueblos indígenas de la amazonía venían pidiendo al Estado peruano el respeto sobre sus derechos territoriales, reconocidos por la Constitución e instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Y en la primera semana de abril, los indígenas amazónicos se declararon en huelga indefinida exigiendo la derogatoria de varios decretos legislativos que atentan contra el derecho de posesión sobre su territorio.Sucede que el gobierno de Alan García, haciendo uso y abuso de las facultades conferidas por el Congreso mediante Ley 29157 con la finalidad de implementar el TLC celebrado entre el Perú y los Estados Unidos, emitió 102 decretos legislativos, ocho de los cuales afectan directamente los derechos de los pueblos indígenas, específicamente los derechos a la consulta previa e informada, a la libre determinación y a su territorio. Estas normas priorizan la inversión privada a costa desproteger a los pueblos y sin importar el derecho a la libre determinación sobre su desarrollo y forma de vida.Luego de 54 días de paro, obstinado en su negativa de solucionar el pedido de los pueblos, el 5 de junio el gobierno ordenó la intervención policial en la zona conocida como Curva del Diablo (Bagua, Amazonas), lo que provocó un enfrentamiento entre los indígenas que defendían sus derechos y los policías que tenían el mandato de poner orden e imponer los decretos legislativos del TLC. La represión no terminó (ni había empezado) ahí: fue seguida por la persecución judicial a los dirigentes indígenas, denunciándolos por secuestro, asesinato, alteración del orden social, entre otros graves delitos.NeoliberalismoLa criminalización de la protesta se inició en la dictadura de Alberto Fujimori. Y se fue agudizando al punto que en julio del 2007 el gobierno de Alan García emitió once decretos legislativos gracias a los cuales las fuerzas armadas son inimputables ante el uso de su arma reglamentaria cuando se trata de protestas sociales, es decir tienen licencia para matar; el bloqueo de carreteras o vías publicas puede ser condenado hasta con 30 años de privación de la libertad, pena más drástica a la que recibe un asesino; y las autoridades locales y regionales están prohibidas de apoyar las movilizaciones de sus pueblos, entre otras medidas que atentan contra el derecho nacional e internacional.¿Cuál es el meollo del asunto? La historia reciente muestra que en el Perú, desde el gobierno de Alberto Fujimori, continuado por Valentín Paniagua, Alejandro Toledo y el actual Alan García, se ha aplicado una política económica de libre mercado, diseñada para favorecer el crecimiento económico y la inversión privada, sin importar los derechos de los pueblos históricamente olvidados, discriminados y menospreciados.Esta política económica aplicada desde los años noventa, ha generado una serie de conflictos en todo el territorio nacional, principalmente por la presencia de empresas extractivas como las mineras, petroleras y forestales, que han incursionado en territorios de las comunidades y pueblos indígenas del ande y la amazonía sin el permiso ni la autorización de los pobladores, sólo con el consentimiento legal otorgado por los gobiernos, que declara los proyectos extractivos “de interés nacional” para que nadie se oponga a tales inversiones.A la fecha, según información de la Defensoría del Pueblo, se registran 47 conflictos mensuales, en 3300 comunidades afectadas, solo por la presencia de la actividad minera. Producto de estos conflictos, el gobierno viene persiguiendo a más de 740 líderes indígenas, a quienes se les imputan los más graves delitos con tal de silenciar y desarticular el sistema organizativo de las comunidades y pueblos indígenas.Lacra continentalEsta realidad no sólo se da en el Perú. Casos similares de criminalización, exclusión total y violación a los derechos de los pueblos indígenas se repite con las mismas fórmulas en países como Colombia, Chile, Argentina y Ecuador, por mencionar algunos en Latinoamérica.En Colombia la historia oscura de la actuación del Estado marca que desde 1974 hasta el 2007 un total de 339.323 indígenas Nasa en el departamento del Cauca afectados por asesinatos, lesiones graves, torturas, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado, secuestro, violencia sexual, allanamiento, amenazas, entre otros. En el periodo de Álvaro Uribe (entre el 2001 y el 2006), 211 mil indígenas Nasa fueron victimizadas. Y; entre los años 2008 y 2009 los asesinatos a líderes indígenas no han parado, los últimos fueron el de Edgar Legarda, esposo de la líder del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) Aída Quilcue, que fue acribillado por las fuerzas militares. Sólo en el último periodo de gobierno de Alvaro Uribe se suma más de 1200 indígenas masacrados. Estos genocidios al que están sometidos los pueblos indígenas queda en la más absoluta impunidad.Dicho incremento en la vulneración de los derechos de los pueblos indígenas está asociado con la expansión geográfica del conflicto y especialmente con la implementación de la política de Seguridad Democrática de los dos últimos gobiernos de Álvaro Uribe, cuya justificación es terminar con la presencia de las FARC, cuando se trata en realidad de la imposición de políticas económicas privatizadoras que benefician a las empresas transnacionales, especialmente forestales y mineras.“Democracia” chilenaEn el caso chileno, los pueblos indígenas mapuches, al igual que sus similares en otros países del continente, históricamente fueron sometidos al despojo de sus tierras. En el proceso de pacificación de la Araucanía (segunda mitad del siglo XIX), el Estado Chileno de manera unilateral despojó el 95% del territorio mapuche. Ya en el siglo XX, tras el golpe militar de Augusto Pinochet, las tierras dejaron de ser indígenas porque se entregó títulos de propiedad individual a empresas forestales.En los últimos años se expanden proyectos viales para favorecer a las empresas madereras que operan dentro de territorios de pueblos indígenas. También está la construcción de las hidroeléctricas que despojan aguas para desviar para el consumo de las empresas mineras y abastecimiento de las ciudades, dejando sin agua los campos agrícolas de las comunidades. Otro proyecto es el de la celulosa que desplaza a las comunidades aledañas al mar. Con todo esto, los pueblos indígenas ya no solo están negados del acceso a sus tierras sino hasta del mar.Por estas realidades, los pueblos mapuches se organizaron alrededor de la Iglesia Católica y en partidos políticos. El Estado reaccionó creando la Ley Antiterrorista, al amparo de la cual se procesa y encarcela a líderes indígenas. Entre noviembre de 2001 y octubre de 2003 se registraron 209 mapuches procesados, sólo en la región de la Araucanía. A esto se debe agregar la práctica común de allanamientos ilegales a las viviendas, detenciones, vigilancia policial, maltratos en operativos, interrogatorios sin ser procesados, torturas, etc.Expropiaciones en ArgentinaLuego de la crisis económica y social de fines del 2001, que se agudizó en el 2002, a partir de 2003 Argentina crece económicamente por la exportación, en especial de la soja. En ese contexto, de 2003 hacia adelante, el bienestar de la población dejó de ser prioridad para las políticas del Estado, que se concentró en las exportaciones con el objetivo de lograr un mayor avance del crecimiento económico, dejando de lado las políticas agrarias, de salud, educación y otros sectores.Pero las políticas de expropiación de territorios comunales no habían empezado con las crisis económica del 2001, sino desde años atrás. Entre 1995 y 2000, en el Chaco se vendieron más de 700 mil hectáreas de tierras, por lo que la provincia del Chaco tuvo que reformar su Constitución para detener la venta de tierras indígenas hasta que se entregue titulo de propiedad a los pueblos originarios. Sin embargo, hasta la actualidad no se otorga esos títulos, pero se sigue vendiendo territorio de pueblos indígenas a empresas transnacionales norteamericanas, sobe todo en el norte de Argentina, donde existen 1500 yacimientos mineros.En el norte, además de los hidrocarburos y la minería, esta la tala de árboles del monte nativo. En la provincia de Salta se tala 103 hectáreas por hora. Todo por la política económica que prioriza la inserción en la economía global de mercado.Producto de estos despojos de tierras, existen 347 conflictos indígenas que comprenden a un millón 300 mil hectáreas, sin considerar otros conflictos que no se reportan. Por ejemplo, en Santa Rosa se reclaman 535 hectáreas de territorio que fue despojado por la Compañía Benenton. Frente a las legítimas demandas de los pueblos indígenas, se criminaliza su protesta con persecución judicial, secuestro, tortura, vigilancia permanente, entre otras acciones.Respuesta globalEcuador, en el contexto del boom petrolero, los pueblos indígenas son perturbados por el desastre de la naturaleza, al punto que en la actualidad hay 30 mil personas afectadas y muchos casos de cáncer. En el periodo de Lucio Gutiérrez se empezó una ofensiva apostando por la inversión privada en el sector minero, producto de lo cual se llegó a asignar unas 4,500 concesiones. Este modelo de economía dejó como secuela un incremento en la deuda externa y la migración de alrededor de tres millones de ecuatorianos.Frente a estas políticas económicas, los indígenas levantan permanentes movilizaciones. En uno de los casos, en 1992, por defender la tierra fueron asesinados 18 líderes indígenas, inaceptable solución política dentro de un estado democrático y de derecho.Todas estas formas de operar por parte de los estados frente a conflictos sociales, se convierten en una plantilla en todos los países, que en vez de dar soluciones políticas y prevenir conflictos, lo que hacen es agudizar las crisis para luego justificar la intervención policial y militar con la finalidad de desarticular a las organizaciones indígenas.Además, no sólo es una forma de operar política y militarmente en contra de los pueblos indígenas, sino de desprotegerlos jurídicamente y negarles una adecuada administración de justicia. Todo bajo el silencio de los medios de comunicación de alcance nacional, que no visibilizan los problemas a los que se enfrentan los pueblos, excepto cuando estos son objetos de noticia policial o para burlarse de sus formas de vida, diferentes a las habitantes de las ciudades capitalinas.Por ello, frente a un problema global, la respuesta debe ser global: la articulación de los movimientos indígenas en el continente avanza, y con ella se fortalecen sus organizaciones y se unifican sus propuestas. La criminalización no detendrá su lucha contra la imposición de la economía neoliberal.* Este artículo se basa en los testimonios de líderes de organizaciones indígenas de los cinco países mencionados.- Wilwer Vilca Quispe, es M.Cs. Derechos Humanos, Especialista en Derecho de Pueblos Indígenas y Miembro del Consejo Consultivo de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas.

Leer más...

Palestina, provincia de Eurasia


por Tiberio Graziani*
19 de julio de 2009

La Palestina está situada en el Medio Oriente y mientras tanto ésta exista, la «Cuestión Palestina» parece ser un asunto medio-oriental. En realidad, observa el geopolítico Tiberio Graziani, la colonización judía de Palestina es una decisión de las grandes potencias, una manera de resolver sus problemáticas y sus ambiciones. De esta manera, la paz en el mundo en esta región se está jugando sin la participación de la misma Palestina.

Es propio del rito publicitario y político de la literatura académica europea y estadounidense introducir en el debate científico y político concerniente a regiones extraoccidentales definiciones inexactas que, además de expresar una presunta superioridad occidental, condiciona con prejuicios el análisis y las pesquisas.

Lo que la historiografía y la literatura de las políticas contemporáneas definen sin propiedad como “cuestiones palestinas” en referencia a los aún no solucionados acontecimientos de Oriente Medio y que enfrenta a las poblaciones palestina y judía, son en realidad un aglomerado de cuestiones políticas y geopolítica, especificas de Occidente.

Un ejemplo de esta actitud intelectualmente poco honesta nos lo da la así llamada “Cuestión de Oriente” hija de aquella “Palestina” donde las finalidades políticas y de poder sustituyen el análisis objetivo y de la realidad.

En un arco de tiempo que corre desde la guerra rusa-turca de 1768-1774 hasta los primeros años del novecientos, las cancillerías europeas, y la británica en particular, utilizaban la expresión “La cuestión de Oriente” para indicar la política que los diferente gobiernos tenían con el imperio Otomano. El debate de la “Cuestión de Oriente” y de todas las acciones necesarias para “resolverla” escondían un preciso diseño estratégico: extender la influencia del Viejo Continente sobre algunos territorios otomanos.

Palestina: una cuestión toda “occidental”
Las potencias europeas con Gran Bretaña a la cabeza apuntaban a deshacer desde adentro la fortaleza otomana. Esto ocurría aprovechando las tensiones internas o sosteniendo, por ejemplo, el sentimiento nacionalista en Bulgaria, Rumania y la península balcánica (Albania, Serbia, Montenegro, Grecia), verdadero “talón de Aquiles” del imperio, y hasta interviniendo en las disputas entre Estambul y sus gobernadores y los virreyes, como en el caso del Egipto de Mehmet Alí, las Potencias europeas consiguieron, en el transcurso de un siglo, erosionar gran parte del “exterior cercano” del edificio geopolítico otomano.

La Cuestión de Oriente se solucionó, como es sabido, sólo al terminar la primera guerra mundial. Con la disolución del imperio y su partición entre las potencias victoriosas fue nítido que La Cuestión de Oriente era en primer lugar una “cuestión del expansionismo ingles” en el cercano y medio Oriente; La expresión indicaba un viejo proyecto británico: la eliminación del imperio otomano.

También Palestina es una cuestión toda occidental. Comprende, y oculta, cuanto menos cinco “sub-cuestiones”, que por orden metodológico podemos dividir en dos grupos, uno histórico, con fechas que van del 1881 a 1948 y uno contemporáneo que va desde la auto proclamación del estado sionista, acontecida el 14 de mayo de 1948, hasta a nuestros días.

Las dos cuestiones históricas se refieren a:
una “cuestión hebraica” o del “sionismo pre-estatal [1], relativa a las primera inmigraciones y asentamientos de judíos provenientes de Europa (1881 -1903);
una cuestión inglesa, relativa a la penetración económica, politica y militar de Gran Bretaña en el Cercano Oriente (1922-1948).

Mientras que las contemporáneas se refieren a:
una cuestión sionista —fundada sobre el mito laico y religioso de la tierra prometida— que engloba los siguientes tres ámbitos:
a) la política demográfica actuada (Actual) [2] con las continuas corrientes de bolsones inmigratorios (1904-2009);
b) la construcción del aparado estatal y del complejo militar/industrial israelí. [3];
c) las relaciones de los vértices del Estado hebreo con las organizaciones internacionales pro-israelíes presentes en Europa y, de especial manera, en EEUU [4].
una cuestión israelí relativa:
a) la construcción de la identidad “nacional” israelí y una “religión” civil nacional que gira en torno al holocausto [5];
b) la consolidación del aparado cultural, estatal y del complejo industrial/militar israelí,
c) la limpieza étnica en contra de a población palestina [6]; d) el expansionismo del estado hebreo, estratégicamente puesto a realizar, según el deseo de uno de los padre fundadores, Ben Gurión, “el gran Israel, desde el Nilo al Eufrates.
una cuestión estadounidense relativa a la penetración económica, política y militar de Estados Unidos en el Mediterráneo y en el Oriente Medio, consolidada en su "special relationship" con Tel Aviv [7].

En términos geopolíticos, la expresión “Cuestión Palestina” esconde también, como aquella de Oriente, un proyecto bien definido: la eliminación y expulsión de los palestinos de su tierra como condición para la existencia del Estado de Israel.

Palestina provincia deI Imperio Otomano
Por un largo período histórico que cubre por entero la Edad Moderna y parte de la contemporánea, Palestina no constituye un específico caso geopolítico. De hecho, por casi cuatro siglos es parte del Imperio Otomano luego que en 1517 fue sustraída a los mamelucos. Hasta la Declaración de Balfour de 1917, Palestina es una provincia que gracias a la estabilidad de Estambul asegura a todo el imperio un gran desarrollo económico, social y cultural.

En éste considerable arco de tiempo, las únicas tensiones que le atañen y dignas de ser citadas no duran más de diez años, exactamente desde 1831 a 1840, cuando Palestina cae bajo el control egipcio a causa de una controversia surgida entre el sultán Mahumud II y el pachá Mehmet Alí de Egipto. La disputa relativa a los territorios de Siria (incluyendo Palestina, Transjordania, Líbano y Siria) que el futuro soberano de Egipto reclamaba como compensación por haber prestado ayuda a la Sublime Puerta cuando la guerra contra de Grecia (1821), se recompuso en 1840 luego de la muerte del sultán, gracias a la intermediación de Prusia, Austria, Rusia y Gran Bretaña en la Convención de Londres.

Inmigración judía
Por tanto sería justo, en un análisis geopolítico correcto de la Palestina contemporánea, comenzar por los Acuerdos Sykes-Picot, 6 de mayo de 1916; de la declaración Balfour, 2 de noviembre de 1917, y el Tratado de Sèvres, 10 de agosto de 1920. Es necesario, sin embargo, recordar como incidió de manera fundamental el rol de los flujos inmigratorios y de los asentamientos que atañen a la población judía al final del siglo XIX para determinar las sucesivas tensiones locales y parte de la actual práctica expansionista del Estado sionista.

En 1880 la comunidad hebrea en Palestina es poco consistente, con apenas 24.000 individuos. Pero a partir de ese año un considerable flujo de judíos se dirige hacía Palestina. La creciente inmigración, la compra de tierras y edificios por parte de la comunidad judía europea, en un específico territorio del Imperio Otomano preocupan a la Sublime Puerta al punto de decidir, en noviembre de 1881, dictar algunas medidas restrictivas relativas a los nuevos asentamientos judíos en el territorio.

Las normas contemplaban que los judíos inmigrantes podían establecerse en todo el territorio del Imperio, excepto en Palestina. La finalidad era no crear desequilibrios demográficos locales y no constituir un potencial elemento de tensión en una provincia otomana, considerada delicada por su significado simbólico y religioso para los creyentes de las tres religiones monoteístas. No obstante, sostenida por algunos países europeos la creciente afirmación del sionismo como movimiento internacional organizado y la ineficiencia administrativa en ejercer un riguroso control, el flujo inmigratorio en Palestina anuló las normas migratorias existentes. En el lapso de treinta años, desde 1880 a 1908, la población judía creció de 24.000 a 80.000 individuos, o sea: como señala el historiador Robert Mantran [8]. del cinco al 10% de toda la población palestina.

La inmigración judía en Palestina continúa de manera sorprendente bajo el mandato inglés (1922-1948), intensificándose desde 1948 hasta nuestros días. Actualmente la población judía en Palestina se estima entorno a los seis millones de personas.

La tan temida subversión demográfica prevista por la Sublime Puerta se ha vuelto realidad con consecuencias catastróficas para las poblaciones locales: los palestinos autóctonos se ven progresivamente privados de sus propias tierra y expulsados del neo Estado judío.

En el 1951, según fuentes de la ONU (General Progress Report and Supplementary Report of the United Nations Conciliation Commission for Palestine) el número de palestinos expulsados sumaban las 711.000 personas, hoy la cifra de los palestinos en condición de prófugos es de alrededor de 4.600.000 individuos [9].

Palestina en el sistema bipolar
En los últimos años del mandato británico, en el nuevo cuadro geopolítico que se formó a consecuencia de las victorias de la segunda guerra mundial, Palestina se transforma en un objetivo estratégico tanto de EEUU como de la URSS. Wáshington y Moscú [10] –por razones diferentes pero con la misma finalidad– sostienen la consolidación y la expansión del nuevo Estado sionista. Los colosos mundiales entienden que por medio del “dispositivo” israelí pueden extender su propia influencia en Oriente Próximo.

Stalin estima en un primer tiempo, más o menos a partir de diciembre de 1947 y hasta septiembre /octubre del año siguiente, que un Estado judío virtualmente “socialista” y antes de nada antibritánico puesto en el Mediterráneo, puede ser útil a las finalidades de la revolución mundial en general y a la URSS en particular. Pero, en un lapso breve el Kremlin cambia de opinión. El cambio de la URSS en sus relaciones con el Estado judío se manifiesta en los últimos meses del 1948, cuando la primera embajadora de Israel, Golda Meir, visita Moscú. Las relaciones entre Moscú y Tel Aviv se deterioraron aún más en los años posteriores –hasta la ruptura definitiva en 1953 [11].

Para Stalin, entonces, el apuntalamiento de Estado judío en Palestina en perjuicio de los árabes demostraba ser lo que efectivamente es: una estrategia de "containment" y un aumento de la influencia estadounidense en el Mediterráneo y en Oriente Próximo.

También Estados Unidos considera a Palestina, por su posición geográfica, una importante base estratégica para controlar junto a Grecia y Turquía, adherente de la OTAN desde 1952, la parte oriental del Mediterráneo y Oriente Próximo . Por este motivo Washington estima a Israel el aliado más fiel de toda la región.

El apoyo incondicional estadounidense al Estado hebreo muestra evidentes finalidades de volver rehenes de un estado de tensión permanente a la comunidades árabes, pero principalmente a Egipto, Siria y Jordania. Una condición de tensión que será utilizada maquiavélicamente para la conquista de nuevos territorios del Estado de Israel en junio de 1967, luego de que las discusiones diplomáticas fracasaron.

A pesar de que Israel es un aliado de Washington desde 1950, a principios de la guerra de Corea, será con la crisis de Suez en 1956 y su participación en la guerra contra Nasser que el Estado israelí se consagra como "partner" insustituible de Estados unidos en Oriente Próximo. A partir de entonces las cuestiones geopolíticas palestinas tienen una dimensión siempre más relevante en el ámbito de la política exterior estadounidense y en as doctrinas geopolíticas que se determinan.

Los EEUU apoyan el proyecto expansionista y neocolonialista de Estado judío y consecuentemente la política de expulsión de los habitantes no judíos que las autoridades israelíes persiguen con constancia y determinación desde 1948.

Al finalizar los años ’50, “Israel es integrada en secreto a una alianza geopolítica pro estadounidense que comprende a Irán, Turquía y Etiopía” [12].

Una nítida manifestación del apoyo de EEUU a Tel Aviv tuvo lugar durante la Guerra de los seis días, cuando israelíes y árabes se enfrentaron militarmente.

La estrecha relación que ata a Washington y Tel Aviv se refuerza por todo el periodo de la Guerra Fría. En este arco de tiempo la resistencia de los palestinos, representados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) cruza fases alternas que no consiguen una solución definitiva. El así llamado “proceso de paz” patrocinado por Estados Unidos se convierte en una broma para los palestinos, cuyas condiciones empeoran cada vez más.

Palestina en el instante unipolar
Con la caída del muro de Berlín y el colapso soviético, Estados Unidos, ya única potencia a nivel planetario, imponen un nuevo orden global que prevé en primer lugar la organización del Cercano y Medio Oriente. Las etapas principales del nuevo orden son:
la Guerra de Golfo (1990- 1991)
la ocupación de Afganistán (2002)
y la agresión a Irak (2003).

Sucesivamente los estrategas neocon de Washington insertan al Oriente Próximo y Medio en el ámbito de un proyecto más ambicioso denominado Gran Medio Oriente. Este proyecto, que repropone algunas líneas estratégicas hechas públicas en 1975, en el ámbito de los acuerdos de Helsinki, prevé la “balcanización” de una vasta área desde Marruecos hasta las regiones euroasiáticas, es decir: su reorganización a lo largo de las fronteras étnico-confesionales.

Con este proyecto geopolítico, Washington pretende contener la nueva Rusia de Putin, apropiarse de las reservas energéticas en Asia central y mantener la región rehén de un estado de tensión permanente –en el cuadro de una doctrina de choque de civilizaciones–- a gran parte de los pueblos euro-asiáticos. Referidos a este cuadro, para Palestina está prevista la solución llamada de “dos Estados”, uno israelí, que ocuparía la casi totalidad del territorio palestino y uno –con soberanía limitada y sin recursos hídricos– atendido por la Autoridad Nacional Palestina.

Tal solución, de realizarse, haría formalmente oficial el proceso de “bantustanización” ya ejercido en el lejano 1948, con la consecuencia de agudizar mucho más las tensiones entre las poblaciones palestinas y el Estado colonial hebreo.

En términos reales el diseño estratégico de Tel Aviv parece más bien apuntar a la expulsión total de las poblaciones no judías residentes en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Los palestinos expulsados, según este proyecto, deberían formar parte de una Confederación jordano-palestina. [13]

La era multipolar: Palestina provincia de Eurasia
En el nuevo sistema multipolar, excluyendo la hipótesis de una acción militar llevada a cabo por Israel y Estados Unidos contra Irán, los proyectos de expulsión y ampliación de la franja de Gaza y Cisjordania para afirmar la soberanía de Tel Aviv serían de difícil implementación y no podrían realizarse sin tener en cuenta los actores principales de las áreas en cuestión como Turquía, Jordania, Siria, Egipto e Irán.

Tampoco se pueden ignorar países "globales", como Rusia y China. Moscú y Pekín tienen todo el interés en contener la expansión de Israel y su afirmación en Oriente Próximo. Un Israel militar y económicamente fuerte constituiría a medio plazo para las dos potencias euroasiáticas una real amenaza estratégica por la estrechez de las relaciones entre Tel Aviv y Washington y por la influencia del "lobby" israelí en la formación y conducción de la política exterior de Estados Unidos.

De hecho, Israel está completamente identificado en convalidar con firmeza el proyecto del “Nuevo Gran Oriente", que asegura el dominio de EEUU en toda el área con la ambición de transformarse en la única potencia regional.

Por esta razón, el Estado judío, pone obstáculos y perturba las relaciones que con mucha paciencia la Federación Rusa y la Republica China, tejen teniendo en cuenta los planes de una integración euroasiática con otros actores regionales, en particular con la Turquía de Erdogan, el Irán de Ahmadinejad y la Siria de Bashar al Asad. La consolidación y el ulterior desarrollo de tales relaciones señalarían puntos a favor de la seguridad y defensa regional, y encaminarían un real y promisorio inicio para las soluciones de las cuestiones surgidas por la creación del Estado judío, o sea: para el regreso de Palestina como provincia de Eurasia en un concepto geopolítico unitario.

Tiberio Graziani

Director de Eurasia –Rivista di studi geopolitici– y de la colección Quaderni di geopolitica (Edizioni all’insegna del Veltro), Parma, Italia. Cofundador del Istituto Enrico Mattei di Alti Studi per il Vicino e Medio Oriente, Ha dictado cursos y seminarios de geopolítica en universidades y centros de investigación y análisis. Docente del Istituto per il Commercio Estero (Ministerio de Asuntos Exteriores italiano), dictando cursos en distintos países, como Uzbekistán, Argentina, India, China, Libia.


Los artículos de esta autora o autor
Enviar un mensaje




Traducción para Surysur de Luigi Lovecchio, director de Los Buenos Vecinos.


--------------------------------------------------------------------------------


[1] Eli Barnavi, Storia d’Israele, Bompiani, Milano 2005, p. 138.

[2] Fréderic Encel, François Thual, Géopolitique d’Israël, Édition du Seuil, Paris, 2006, pp. 23-25.

[3] Diana Carminati, Alfredo Tradardi (a cura di), Boicottare Israele, Derive Approdi, Roma 2005.

[4] John J. Mearsheimer, Stephen M. Walt, La Israel Lobby e la politica estera americana, Mondadori, Milano 2007 (Hay versión española, El lobby israelí, Taurus, 2007).

[5] Según Bruno Guigue, la “resurrección del holocausto” que se manifestó en la segunda mitad de los años setenta del siglo pasado, constituyó un acontecimiento cultural de importancia fundamental para reforzar los ya estrechos vínculos entre Washington y Tel Aviv e influir ulteriormente en la opinión pública estadounidense a favor de Israel. Aux origines du conflit israélo-arabe. L’invisible remords de l’Occident, L’Harmattan, Paris 2008, p. 135-139. Para Norman Finkelstein, controvertido autor de L’ industria dell’Olocausto. Lo sfruttamento della sofferenza degli ebrei, Rizzoli, Milano 2004 (hay traducción española en Siglo XXI de España Editores: La Industria Del Holocausto. Reflexiones Sobre La Explotación Del Sufrimiento Judío), en cambio, el tema del holocausto se convirtió en un instrumento de presión y propaganda en apoyo de Israel inmediatamente después del conflicto árabe-israelí de 1967.

[6] Ilan Pappe, La pulizia etnica dei palestinesi, Fazi Editore, Roma 2008 (Hay traducción española: La limpieza étnica de Palestina, Crítica, 2008).

[7] Para el orientalista francés de origen hebreo, Maxime Rodinson (1915-2004), el asentamiento de la colonia judeo-sionista y la formación del estado de Israel de 1948 son el resultado ‘de un proceso que se inserta perfectamente en el gran movimiento de la expansión euro-americana de los siglos XIX y XX para poblar o dominar económica y políticamente a otros pueblos’, cita extraída de Serge Cordellier (editor), Le dictionnaire historique et géopolitique du 20e siécle, La Découverte, Paris 2007, p. 574. Para profundizar en el pensamiento de M. Rodinson respecto a la cuestión palestina, véase su Israele e il rifiuto arabo, Einaudi, Milano 1969.

[8] Robert Mantran, Storia dell’impero ottomano, Argo, Lecce 2000, p. 588.

[9] Datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, consultables en el sitio oficial de internet.

[10] Los EEUU reconocen a Israel de facto, a penas ‘diez minutos después de la proclamación del Estado, cuando en Washington había pasado la media noche ’, (cfr. Leonid Mlecin, Perché Stalin creò Israele, Sandro Teti editore, Roma 2008, p. 128), el reconocimiento de jure tendrá lugar en enero de 1949. Moscú reconoce al estado sionista el 18 de mayo, cuatro días después de la autoproclamación de la nueva entidad estatal.

[11] Sobre las complejas relaciones entre Stalin, el movimiento sionista e Israel remitimos a Leonid Mlecin, op.cit.

[12] Aymeric Chauprade, Chronique du choc des civilisations, Éditions Chronique-Dargaud s.a., Pèrigueux 2009, p. 143.

[13] Benny Morris, Due popoli, una terra, Rizzoli, Milano 2009, pp. 190-197.



Leer más...