sábado, 7 de marzo de 2009

Estados Unidos juega en Polonia la carta de los misiles Patriot





Andrei Fediashin (RIA NOVOSTI)

3 de marzo de 2009


Por lo visto, la Administración del presidente estadounidense Barack Obama se prepara para vender a Rusia a un precio bastante elevado la negativa de emplazar en el territorio de la república Checa y de Polonia elementos del su sistema nacional antimisiles DAM.
Por lo visto, la Administración del presidente estadounidense Barack Obama se prepara para vender a Rusia a un precio bastante elevado la negativa de emplazar en el territorio de la república Checa y de Polonia elementos del su sistema nacional antimisiles DAM.La Administración del presidente anterior George W. Bush tenía planes de instalar para el año 2013 diez cohetes interceptores en Polonia y una central de radar en la República Checa para contener supuestos ataques con misiles lanzados desde Irán.Obama todavía no ha anulado los planes de Bush, pero a nivel oficial, que dice que esa iniciativa se encuentran en una fase de "reconsideración", en el sentido de que hay que analizar con detalle su eficacia y la necesidad real de su emplazamiento y también una revisión desde el punto de vista de su justificación económica.En el lenguaje de la Casa Blanca o del Departamento de Estado, esa anunciada "reconsideración" puede significar prácticamente cualquier cosa.Desde la renuncia definitiva a los planes de la DAM en Europa o su ratificación y realización completa o parcial.Aunque queda también una tercera variante que se traduce en las posibles ventajas que se pueden obtener de la renuncia de los planes de la Administración anterior sobre todo si esas ventajas compensan los gastos realizados.La reciente visita de tres días a Washington del Ministro de Asuntos Exteriores de Polonia Radoslaw Sikorski indican de que la Casa Blanca ha optado por probar la tercera variante.Al concluir conversaciones con la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton el 25 de febrero, Sikorski declaró que independientemente de que EEUU instale o no los diez misiles interceptores en el territorio de su país, en Polonia se instalarán baterías con misiles Patriot, análogos a los sistemas de defensa antiaérea y antimisiles rusos S-300.Todavía bajo el mandato del ex presidente Bush en agosto del año pasado, en Varsovia se firmó el acuerdo correspondiente para el emplazamiento de Patriot en el norte de Polonia, cerca a la localidad de Redzikovo, a cuatro kilómetros de la ciudad de Slupsk, donde se instalarán los cohetes interceptores de la DAM.La propuesta de instalar en Polonia baterías con misiles fue promovida más que todo por el Gobierno polaco argumentando la necesidad de medidas adicionales de defensa para su país y también para los misiles interceptores de la DAM, que supuestamente, quedarían vulnerables ante posibles ataques.Tras firmar los acuerdos, las partes acordaron que las baterías con misiles Patriot serán trasladadas desde Alemania, en una primera etapa en régimen temporal.Es necesario destacar que la información sobre el emplazamiento de los Patriot en Polonia (independientemente de la DAM) proviene exclusivamente de la parte polaca.Incluso antes, el Ministerio de Defensa de Polonia informó que los Patriot serán emplazados temporalmente hasta el año 2013 y después de esa fecha permanecerán en el territorio polaco de forma definitiva y se suspenderá el traslado de ese armamento desde Alemania.Después de la visita de ministro polaco a Washington, ninguna fuente oficial de la secretaria de Estado o del Pentágono confirmó o desmintió las declaraciones de Sikorski.Para el Gobierno polaco, el emplazamiento de la DAM y los misiles Patriot es un asunto ventajoso desde punto de vista económico, porque en las negociaciones sobre la autorización para emplazar los cohetes interceptores de la DAM en su territorio, los polacos pidieron 20 millones de dólares para modernizar sus Fuerzas Armadas y ahora en condiciones de crisis es mucho dinero.Pero EEUU tiene otras razonas para continuar con el juego de los Patriot en Polonia.La Casa Blanca ha insinuado que en calidad de retribución a la renuncia a la DAM en Polonia y la República Checa, les gustaría recibir una pronta respuesta de Moscú a la propuesta de reducir el arsenal estratégico nuclear de Rusia y EEUU en un 80 %, es decir, que el tope mínimo de ojivas nucleares sea de 1.000 ojivas nucleares para cada país.Rusia tiene pocas razones para responder con entusiasmo a la propuesta estadounidense que entre otras cosas porque la oferta todavía no ha sido expuesta de forma concreta y oficial.Teniendo en cuenta que la estrategia militar del Pentágono actualmente hace énfasis en la DAM y en el desarrollo de los misiles nucleares de alcance medio (hasta 3.000 kilómetros) a Moscu no le conviene renunciar a su arsenal nuclear estratégico.Sobre todo en estos momentos cuando puso en marcha un programa para modernizar el "parque de misiles balísticos".La opinión que prevalece en Moscú es que si se acepta la propuesta estadounidense de reducir el arsenal estratégico, se producirá un desbalance en el equilibrio nuclear entre ambos países. Ese desbalance automáticamente proporcionaría a EEUU una enorme ventaja en cohetes de alcance medio y en defensa antimisiles.Cualquier sistema de armamentos, incluidos los sistemas antimisiles emplazados en las zonas fronterizas al denominado escenario de confrontación entre las potencias nucleares (con la DAM Polonia se convierte en una de esas zonas) automáticamente se convierte en instrumentos de interacción geopolítica y los Patriot no pueden ser una excepción.Porque EEUU necesita los Patriot en Polonia como una carta que puede garantizar el triunfo en el asunto iraní.A mediados de febrero, en declaraciones al diario polaco Rzeczpospolita, el jefe del Pentágono Robert Gates abiertamente declaró que el destino de la DAM y los Patriot en Polonia depende directamente de la postura de Moscu con respecto a Irán.Si Rusia acepta el punto de vista estadounidense y presiona a Teherán con una postura fuerte que obligue al Gobierno persa renunciar a su programa nuclear, la DAM y los Patriot ya no serán necesarios en Polonia.Pero es poco probable que Rusia cambie su postura con respecto a Irán. Moscú ya concluyó la construcción de la central nuclear de Bushehr, y se prepara a firmar otros contratos para continuar la cooperación nuclear, y presionar a Teherán significa perder todos esos contratos.A propósito, si EEUU renuncia a la DAM automáticamente desaparece la necesidad de los Patriot, puesto que Polonia ya está protegida con el sistema de defensa antiaéreo de la OTAN.

Leer más...

Barack Obama y su juego geoestratégico




4 de marzo de 2009


La decisión del gobierno de Barack Obama, de retirar las tropas norteamericanas de Irak , y dar empuje a la guerra en Afganistán causó frustración en todos los que creyeron en la retórica pacifista del carismático líder.


Vicky Peláez (EL DIARIO, Nueva York. Especial para ARGENPRESS.info)


“Para los EE.UU. la derrota de la URSS en Afganistán fue más importanteque el surgimiento de talibanes y su consecuencia”(Z. Brzezinski, 1996)


La decisión del gobierno de Barack Obama, de retirar las tropas norteamericanas de Irak , y dar empuje a la guerra en Afganistán causó frustración en todos los que creyeron en la retórica pacifista del carismático líder.Así, a medida que pasan los días se aclara más la siempre viva agenda del Gran Patrón por el dominio del mundo, y que después de una ligera cirugía estética a su viejo esqueleto, deja intacto su original contenido. Pero no es solo eso, en el libro “Obama, The Postmodern Coup, the Making of a Manjurian Candidate” el famoso historiador norteamericano Webster Tarpley advierte que detrás de Barack Obama están globalizadores como Zbigniew Brzezinski, George Soros, Richard Holbrooke entre muchos, cuyos planes son más ambiciosos y peligrosos que los de los neoconservadores.Para ellos Afganistán es el corazón de Asia que abre acceso a Rusia y China. Al fracasar todo intento de conquistarlo, la Rusia zarista, el imperio británico y los chinos, siempre lo utilizaron como ‘país valla’ para proteger sus intereses, a base de sobornos y presiones militares. Durante la Guerra Fría, los norteamericanos asesorados por el jefe del servicio secreto francés Alexandre de Marenches crearon condiciones para que los soviéticos entren en Afganistán en 1979. Después, financiaron y armaron una cruzada musulmana gastando más de 10 mil millones de dólares para combatir a los soviéticos.Mientras Nancy Reagan marchaba a la cruzada “Dile No a la Droga”, su marido autorizaba a la CIA iniciar la Operación Mosquito para aumentar la producción de opio en Afganistán, en zonas cercanas a las bases soviéticas, y de paso inducir su uso a los habitantes de la URSS.Así, con mujahidines, armas sofisticadas y droga lograron derrotar a los soviéticos, y tras la retirada de éstos, los norteamericanos se olvidaron de Afganistán que se convirtió en el primer productor del opio, hachis y heroína en el mundo. Tampoco les importó que los talibanes lleguen al poder, es más, corporaciones estadounidenses, como Unocal, firmaron contratos de construcción de gasoductos a través de su territorio. Solamente se acordaron de su existencia, cuando decidieron poner fin a la esfera de influencia rusa en Asia Central. Para muchos éste fue el real pretexto de la invasión a Afganistán en 2001. Las consignas de lucha contra el nunca hallado Osama bin-Laden, talibanes, terrorismo, al-Qaeda, narcotráfico etc., sólo fue cobertura.Con Afganistán bajo su control, EE.UU. podría sacar el gas y el petróleo de Asia Central, y de Irán al Mar Árabe sin acudir a los gasoductos y oleoductos rusos, e instalar sus bases militares en los ex países socialistas para encerrar a Rusia, no solamente en Europa sino en Asia. De paso también, controlarían el suministro de recursos energéticos a China. Los analistas dicen que Afganistán es también punto clave para controlar Pakistán, aliado cercano de China. Dicen que para fortalecer su poder en la región, también necesitarán distanciar a Irán de Rusia.El Gran Patrón está siguiendo la premisa de Brzezinski, “el control del mundo es imposible sin dominio de Rusia y China”, pero los indomables afganos son la piedra en su camino.

Leer más...

Sobre Temps sionista




Es muy significativo que el movimiento comunista haya unido históricamente los conceptos izquierda y laicismo militante.
Las revoluciones o los procesos revolucionarios que se dan en Irán, Venezuela o Paraguay, por poner unos pocos ejemplos, no todos, demuestran claramente que esa ecuación es falsa. Se puede ser antiimperialista y anticapitalista y al mismo tiempo ser creyente. Es más, la revolución social está abocada a un callejón sin salida si no contempla la dimensión espiritual del ser humano y el contenido moral del mensaje divino. Todo el paradigma revolucionario esta modificándose.
La posición actual anti islámica de los intelectuales de izquierda históricos no puede llegar a ser entendida si se desconoce el papel fundacional que los ideólogos judíos laicistas han tenido en el mismo.
Cuando los viejos intelectuales de “izquierda” se posicionan contra los movimientos islámicos revolucionarios, precisamente por ser islámicos, están sacando a la luz su verdadera y principal lealtad al sionismo ateo, laicista y anti islámico.
Coinciden en ello con la actitud vaticana contra la teología de la liberación.
Es evidente que, en este nuevo siglo, se está produciendo un nuevo alineamiento de las fuerzas revolucionarias caracterizado por su defensa de valores morales y religiosos y de las fuerzas reaccionarias, caracterizado por su posicionamiento antirreligioso y, sobre todo, anti islámico. Aquí, desde luego habría que hacer una precisión en el sentido que la hizo Imam Jomeini: existe un Islam revolucionario y un Islam americanizado, que el sistema acepta como un mal menor. Ese análisis también podría hacerse extensible al cristianismo y, parece, parece, que a un incipiente judaísmo antisionista.

Para compensar el carácter telegráfico de mi nota, he rescatado de mi archivo de noticias este artículo, bastante esclarecedor de una militante de izquierdas europea:


Intervención en el Foro Internacional de Beirut para la resistencia, el antiimperialismo, la solidaridad de los pueblos y las alternativas.
La posición de la izquierda europea ante las resistencias al imperialismo

Nadine Rosa-Rosso
Rebelión
27-01-2009

La pregunta clave de este foro es el apoyo a las resistencias al imperialismo en todas partes del mundo. Como militante comunista belga, independiente, quisiera abordar el problema de la posición de la izquierda europea ante este tema.
Las manifestaciones masivas en las capitales y en las grandes ciudades de Europa en apoyo al pueblo de Gaza han puesto de relieve otra vez el problema central: la gran mayoría de la izquierda, incluyendo a los comunistas, acepta apoyar al pueblo de Gaza ante la agresión israelí pero se niega a apoyar sus expresiones políticas como son Hamas en Palestina o Hezbollah en el Líbano.
No solamente la izquierda no las apoya sino que las denuncia y las enfrenta. Su apoyo al pueblo de Gaza se sitúa en el plan humanitario y no en el plan político. En cuanto a Hamas y a Hezbollah, la principal preocupación de la izquierda es el apoyo de las masas árabes a estas formaciones y no la intención deliberada y altamente proclamada de Israel de aniquilarlas.
En el plan político podemos afirmar sin exagerar que el deseo (más o menos confesado) de la izquierda se ubica en la misma línea que la del gobierno israelí: liquidar el apoyo popular a Hamas o a Hezbollah. Este asunto no solamente se debate en Medio Oriente sino en el seno de las capitales europeas, ya que la gran masa de los manifestantes de Bruselas, Londres o París la constituye poblaciones provenientes de la inmigración marroquí.
Las reacciones de la izquierda ante estas manifestaciones son todo un síntoma. Les citaré tan solo algunas, si bien son decenas los ejemplos. El sitio de Res Publica, en Francia, titulaba así después de la gran manifestación parisina del 3 de enero :
«¡Nos negamos a ser engañados por los islamistas del Hamas, del Jihad islamista y del Hezbollah!».
«Algunos militantes de izquierda o de ultraizquierda (quienes movilizaron a muy poca gente) se encontraron literalmente ahogados por una muchedumbre cuyas opiniones están en las antípodas de lo que encarna el movimiento republicano francés y de lo que pregona la izquierda del siglo XXI. Más del 90% de los manifestantes defendían una visión del mundo integrista, comunitarista, fundada en la guerra de civilizaciones, antilaica, anti-republicana, y han pregonado un relativismo cultural del cual ya conocemos todas las derivas nefastas, incluyendo en Inglaterra».
Res Publica no es marxista ni tampoco comunista, pero buscaríamos en vano en los sitios marxistas una sola palabra positiva sobre Hamas. Encontraremos afirmaciones tales como «Sea lo que sea que uno pueda pensar sobre Hamas, hay algo indiscutible: la población lo eligió democráticamente para dirigir Gaza en elecciones que se desarrollaron bajo control internacional (1).» Y cuando uno busca más lejos sobre «lo que se puede pensar de Hamas», encontramos tanto en el sitio del Partido Comunista Francés como del Partido del Trabajo de Bélgica un artículo titulado «Cómo Israel puso a Hamas en el poder». Nos explican que Hamas fue apoyado por Israel, los EEUU y la Unión Europea, punto y raya. Subrayo que este artículo fue puesto en línea el 2 de enero al cabo de una semana de bombardeos de Israel intensivos y en vísperas de una ofensiva terrestre cuyo objetivo proclamado era la destrucción de Hamas.
Vuelvo sobre la cita de Res Publica ya que resume bastante bien la actitud general de la izquierda no solo en relación con la resistencia palestina sino también con las masas árabes musulmanes en Europa.
Lo más interesante de esta cita se encuentra en el paréntesis: la izquierda y la ultraizquierda (que movilizaron a muy poca gente). Podríamos esperar, tras tal confesión, un balance algo autocrítico de esta ausencia de movilización en plena masacre del pueblo palestino.
Pero no, toda la carga se dirige contra la masa de los manifestantes (90%) a quienes se les reclama por llevar a cabo la «guerra de civilizaciones».
En todas las manifestaciones en las cuales participé en Bruselas, pedí a los manifestantes que me tradujeran los lemas en árabe y lo hicieron cada vez con gusto. Escuché mucho apoyo a la resistencia palestina y mucha denuncia a los gobiernos árabes, en particular al gobierno del presidente egipcio Mubarak, a los crímenes de Israel, al silencio ensordecedor de la comunidad internacional o a la complicidad de la Unión Europea. A mi juicio son lemas perfectamente apropiados a la situación. Pero a lo mejor algunos solo escuchan «¡Allahu Akbar !» y se forjan su opinión en base a este solo elemento.
El hecho mismo de que los lemas sean gritados en árabe basta a veces para enfadar a la izquierda. Así el comité organizador de la manifestación del 11 de enero estaba preocupado por los idiomas que se fueran a usar. ¡Pero no se podría simplemente difundir las traducciones de estos lemas ¿Seria un posible primer paso en la comprensión mutua. Cuando marchábamos e 1973 contra el golpe militar pro-norteamericano de Pinochet en Chile, nadie se habría preocupado por decir a los manifestantes latinoamericanos “Griten en francés por favor¡” Para llevar a cabo ese combate habíamos aprendido algunos lemas en castellano y aquello no chocaba a nadie.
El problema si está dentro del paréntesis: ¿por qué la izquierda y la ultraizquierda movilizan a tan poca gente? O para ser más claro ¿serán la izquierda y la ultraizquierda aún capaces de movilizar sobre estos temas?
El problema ya era obvio cuando se produjo la invasión israelí del Líbano en el verano 2006. Me gustaría citar a un israelí anti sionista que encontró un refugio en Londres, el músico de jazz Gilad Atzmon, quien ya decía a seis meses de la invasión : «Desde hace bastante tiempo queda claro que la ideología de izquierda se debate desesperadamente para encontrar su vía en medio de la batalla que emerge entre Occidente y Medio Oriente. Los parámetros de lo que se suele llamar el "choque de civilizaciones" están tan claramente instalados que el militante de izquierda “racional” y “ateo” se ve condenado sin lugar a dudas a encontrarse más cercano a Donald Rumsfeld que a un religioso musulmán».
Sería difícil plantear el problema con mayor claridad.
Entre los parámetros quisiera considerar brevemente dos que paraliza literalmente a la izquierda en su apoyo a la resistencia palestina, libanesa y más generalmente árabe y/o musulmana: la religión y el terrorismo.
La izquierda y la religión
Aterrada por los sentimientos religiosos presentes entre las masas populares provenientes de la inmigración, la izquierda, marxista o no, cita a menudo la frase famosa de Marx «La religión es el opio del pueblo». Piensa así agotar el tema. Procede a someter al pueblo a una seria cura de desintoxicación y ello antes de cualquier otra cosa. Voy a leerles la cita de Marx quien llega a esa conclusión y si cito a Marx no es para esconderme detrás de su autoridad sagrada sino porque espero poder llevar a reflexionar al menos a los que lo reivindican.
«La religión es la teoría general de este mundo, (..) su lógica bajo la forma popular, su punto de honor espiritualista, su entusiasmo, su sanción moral, su comportamiento solemne, su razón general de consuelo y de justificación (…) La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y por otra parte la protesta contra esa miseria. La religión es el suspiro del ser afligido, el corazón de un hombre sin corazón como es el espíritu de los tiempos desprovistos de espíritu. Es el opio del pueblo … ».
Siempre fui atea y lo sigo siendo pero no me asombra para nada el auge de los sentimientos religiosos entre los pueblos. En el mundo de hoy, a la mayoría de los políticos, incluyendo a los de izquierda, les gusta proclamar su impotencia: nada pueden en contra de la superioridad militar de los EEUU, no pueden nada, o cuasi nada, contra las especulaciones financieras o la lógica de la ganancia que arruinan, reduce al hambre y matan a miles y miles de seres humanos de este planeta. Todo aquello es «la mano invisible del mercado». Pero cual será la diferencia entre una «mano invisible» y «la intervención divina»? La única diferencia está en que la teoría de la «mano invisible» desarma totalmente las masas en su sed de justicia social y económica y que la «intervención divina» parece a menudo ayudarlos a aguantar y a resistir. Nos guste o no, no es escupiendo a los millardos de seres humanos que vamos a acercarnos a ellos.
La izquierda hace exactamente lo mismo que lo que critica a los islamistas: no analiza la situación sino en términos religiosos. Se niega a escuchar a los discursos religiosos como «una protesta contra la miseria». Y podríamos añadir hoy en día contra el imperialismo, el colonialismo y el neo-colonialismo. Y con este rechazo se corta totalmente de una inmensa parte de las masas populares. Y no puedo decir mejor que Gilad Atzmon cuando afirma «En lugar de imponer nuestras creencias a los demás deberíamos mejor aprender a entender en que creen los demás.» Porque si seguimos negándonos a aprender a entender pasaremos el resto de nuestras vidas lamentándonos sobre los sentimientos religiosos de las masas en lugar de juntarnos a ellas en su lucha por la paz, la independencia y la justicia social y económica.
Hablando de la religión es importante añadir que la suerte reservada a la religión musulmana es muy diferente de la que se reserva, aun por la izquierda, a la religión cristiana.. Nunca he percibido ninguna reticencia de parte de la izquierda para solidarizarse con los obispos latinoamericanos de la teología de la liberación en la lucha contra el imperialismo yankee en los años 70 o con el catolicismo declarado de la resistencia irlandesa en lucha contra el imperialismo británico. Nuca escuché a la izquierda criticar a Martin Luther King por sus referencias al evangelio que fueron una poderosa palanca para movilizar a las masas de trabajadores norteamericanos privados de todos los derechos políticos, económicos y sociales en los EEUU de los años sesenta. La diferencia de tratamiento, la desconfianza sistemática hacia los musulmanes, todos sospechados, sin distinción, de querer imponernos la Sharia, no se puede explicar sino por la impronta indeleble del colonialismo en nuestras conciencias. Nunca olvidemos que los comunistas, como los del Partido Comunista Belga, llegaron a valorar los méritos de la colonización comportados con entusiasmo por los misioneros cristianos. Así en 1948, al salir de una resistencia heroica de los partidos comunistas contra el ocupante nazi, podíamos leer en el programa del Partido Comunista de Bélgica para Congo :
a) Realización de una entidad única Bélgica-Congo ;
b) Desarrollo de los intercambios con la colonia y valoración de sus recursos nacionales ;
c) Nacionalización de las riquezas y de los trusts empresarios en Congo ;
d) Desarrollo del colonato blanco, del campesinado y de la artesanía negros ;
e) Extensión progresiva a las poblaciones negras de los derechos y de las libertades democráticas ;
Fue esta clase de educación política de los trabajadores que llevó a la cuasi total ausencia de reacción ante el asesinato de Patrice Lumumba y de Pierre Mulele, como de decenas de dirigentes y militantes africanos antiimperialistas. Pues nuestra “civilización cristiana” es algo civilizada, no es así ? Y no podemos extender los derechos y libertades democráticas a las masas del tercer mudo sino de forma «progresiva», ya que son demasiado bárbaras para hacer un buen uso de ellas.
Es exactamente este tipo de razonamiento político colonial que hace que la izquierda se muerda los dedos hoy en día por haber apoyado unas elecciones democráticas en Palestina. Qué lástima. Debió ser más «progresivo» ya que la mayoría votó a favor de Hamas. Peor aún, la izquierda critica a Occidente por haber «forzado la mano de la OLP para organizar elecciones legislativas en 2006 cuando todo indicaba que Hamas iba a triunfar». Es lo que podemos leer hoy en el sitio del Partido Comunista Francés y del Partido del Trabajo de Bélgica.
Si dejáramos de focalizarnos sobre las convicciones religiosas podríamos quizás «aprender a entender» porque las masas árabes y musulmanas que marchan hoy en día gritan «cero» a un dirigente árabe y musulmán como Mubarak y vitorea el nombre de Chávez, un dirigente latinoamericano y cristiano. No será que la lectura que expresan esas masas no es, en primer lugar, la religión sino la posición ante el imperialismo norteamericano y sionista?
¡Y si la izquierda plantease radicalmente el problema en esos términos, no podría volver a encontrar algo del apoyo popular que hizo su fuerza?
La izquierda y el terrorismo
La segunda causa mayor de parálisis de la izquierda en el combate antiimperialista es la angustia ante la idea de ser asimilada al terrorismo.
El presidente de la Cámara de representantes alemana, Walter Momper, dirigente de la fracción de los verdes, Franziska Eichstädt-Bohlig, un jefe del Linke, Klaus Lederer, y otros más marcharon en Berlín en apoyo a Israel bajo el lema «Alto al terror del Hamas». Hay que saber que la formación alemana de izquierda Die Linke es considerada por muchos como una alternativa creíble y novedosa para la izquierda.
Toda la historia de la colonización y de la descolonización es una historia de tierras robadas por la fuerza militar y reconquistadas por la fuerza. De Argelia a Vietnam, de Cuba a Sudáfrica, de Congo a Palestina, ninguna potencia colonizadora renunció a través de la negociación o del diálogo político a su dominación. Este es también el sentido que Gilad Atzmon acaba de dar la semana pasada a los disparos de cohetes de Hamas : «Esta semana supimos algo mas sobre el arsenal balístico de Hamas. Es obvio que Hamas ha demostrado cierta moderación en relación a Israel desde hace mucho tiempo. Hamas se abstuvo de extender el conflicto al conjunto del Sur de Israel. Me vino a la mente que los vuelos de cohetes que se abatieron esporádicamente sobre Sderot y Ashkelon no eran en realidad nada sino un mensaje de los palestinos encarcelados. Era primero un mensaje a la tierra, a los campos y a los vergeles robados: ’Nuestra tierra adorada, no te hemos olvidado, seguimos combatiendo por ti, volveremos lo antes posible, retornaremos en el punto donde nos detuvimos». Lo que puede entender un judío nacido en el suelo de Israel permanece incomprensible y en todo caso indefendible para la izquierda europea: la necesidad y el derecho de los pueblos a recuperar por la fuerza lo que les fue quitado por la fuerza..
Porque desde el 11 de septiembre 2001, todo uso de la fuerza en la lucha anticolonial y antiimperialista entra en la categoría del «terrorismo» ; ya no cabe la duda al respecto.
Habría que recordar que Hamas fue colocado por los EEUU en la lista de las organizaciones terroristas mucho antes del 11 de septiembre. Fue en 1995. En enero 1995 los EEUU elaboraron la «Specially designated terrorist List (SDT)» en la cual se volvía a encontrar prácticamente a todos los movimientos, partidos y organizaciones del tercer mundo que recurrieron a la lucha armada contra el imperialismo. Pero fue sobre todo después del 11 de septiembre, y con el lanzamiento de la «global war on terror (GWAT)», la guerra global contra el terrorismo, de la administración Bush, que la capitulación de gran parte de la izquierda empezó. El temor de ser catalogado entre los terroristas o de ser considerado como simpatizantes del mismo ya no es solamente política o ideológica, también es práctica. La directiva de la Unión europea sobre la lucha contra las organizaciones terroristas fue traducida en la mayoría de las legislaciones nacionales por un «cortar-pegar» que permite a los tribunales perseguir a un número de militantes de los que se sospecha que puedan apoyar el terrorismo. En Londres, militantes que vendían folletines incluyendo un análisis marxista de Hamas fueron detenidos y sus publicaciones decomisadas. En otros términos, informarse o informar a los demás sobre el programa político o las actividades de Hamas o de Hezbollah se vuelve una empresa ilegal.
Cada uno se ve pues invitado, para vivir en paz, a tomar sus distancias como mínimo y si es posible a condenar sin reservas estas formaciones políticas. En estas condiciones se ve mal como la lucha política entre la izquierda y estas corrientes podría llevarse de forma sana.
Tengo `pues una propuesta muy concreta que hacer: tenemos que lanzar un llamado para sacar a Hamas de la lista de las organizaciones terroristas. Tenemos que oponernos a los actuales intentos europeos de añadir Hezbollah a la lista. Es lo menos que podemos hacer si pretendemos apoyar la resistencia palestina, libanesa y árabe. Es la condición democrática mínima para que un apoyo a la resistencia sea posible y que una confrontación de las corrientes políticas diferentes en el seno de la resistencia al imperialismo se vuelva posible. Es la condición política indispensable para que la izquierda tenga la oportunidad mínima de hacerse escuchar por las masas en lucha contra el imperialismo.
Tengo plena conciencia de que mis convicciones políticas son minoritarias en la izquierda y en particular entre los comunistas europeos. Esto me preocupa profundamente, no tanto por mi propia suerte, pues no soy sino una militante entre otras, sino por el porvenir del ideal comunista que significa abolir la explotación del hombre por el hombre, y desde luego, ineluctablemente, la abolición de la opresión imperialista, colonialista y neo-colonialista.


Traducción : Thierry Deronne

Envía esta noticia

Leer más...

El Temps sionista


El Temps sionista




Pepe Gutiérrez-Álvarez (Para Kaos en la Red) 2009-02-15 14:26:28


Resulta inquietante que una revista catalanista, situada en el área de la izquierda tripartita, redoble sus alegatos sionistas. Y que estos además vengan de una señora tan respetable como Marta Pessarrodona
No hay que decir lo que El Temps significa para la cultura catalana, y aunque habría mucho que hablar de su vocación de izquierda (lejana y cada vez más adaptada), pero, aún y así, uno no puede por menos que reconocer que representa una tradición, que se trata de la única editada en lengua catalana con caras y ojos, que se pueden leer con interés muchos de sus colaboradores y colaboradores, y sobre todo porque de tanto en tanto hace uno gesto memorable como que el de darle un apoyo inequívoco a la Comisió de la Veritat, y todo ello desde la Baviera española, esa Valencia gobernada por neoliberales corruptos capaces de arrasar territorios enteros.
Cierto que alo tendrá que ver esa izquierda que es como la otra mano de la derecha, discretamente instalada en las instituciones, incapaz de movilizar por las cuestiones más elementales, ni tan siquiera por algo tan clamoroso como el "Guernica" de Gaza, y de ahí también que El Temps puede hacer gala de las mejore relaciones con las autoridades sionistas, y que, invariablemente, de su amplio espacio derechista cubierto por personajes de la estirpe de Pilar Rahola, a la que cedió el monopolio acostumbrado para su diatriba incluso en casos tan ignominioso como el de la acusación de "judeofobia al trabajo…"Els republicans i les republicanes en els camps de concentració nazis. Testimonis i recursos didáctics per a l'ensenyament secundari, escrito por Joan Pagès junto con Montserrat Casas, ambos profesores de DCS de la UAB, libro –insisto- que recopila didácticamente los testimonios republicanos en los campos de exterminio, y que por la gracia de "lobby" sionista ha acabado en los sótanos perdidos del Ayuntamiento barcelonés.
Y todo hay que decirlo: con muy pocas voces con ganas de defender la causa de los republicanos…
Dicho "lobby" no está solamente ubicado en el área convergente. También tiene sus poderosas ramificaciones en el PSC, y de ahí que su principal órgano de expresión, La Vanguardia, aprovechara que el Pisuerga pasa por Valladolid para entrevistar (17-1-09) a uno de sus "barones", José Zaragoza, secretario de organización, primero para explicar que la "sociovergencia" es posible, pero también para que los periodistas dejaran claro que "Usted no estuvo en la manifestación del sábado bajo el lema "Paremos la masacre en Gaza. Boicot a Israel", a lo que el Señor Zaragoza respondió: "En este tema comparto las posiciones de Joan B. Cullá (defensor de las tesis israelitas). A Cullá le amenazan por lo que dice: Lo sé es, inaceptable". La verdad es que no sé de qué amenazan al Sr. Cullá, un antiguo militante del PSUC ahora convertido en un historiador conservador, más anticomunista que cualquier otra cosa. Zaragoza viene a decir que apoya el "derecho" de Israel a defenderse, lo que es lo mismo que afirmar que apoya el terrorismo de Estado y su total impunidad. El señor Zaragoza se tendría que preocupar de Cullá sí este señor fuera un mero palestino de Gaza.
Leyendo estas cosas, uno se pregunta, ¿pero es que no hay dentro de la intelligentzia catalana nadie que hable por las víctimas? Pues para que no, que no la hay, es más que las plumas que escriben en El Temps no parece diferenciarse de la señora Rahola, y la muestra la tuvimos el 3 de febrero con un articulo (Memòria personal de l´exili) la escritora Marta Pessarrodona, con un "curriculum" cultural de primera como "Poetessa i crítica literària", autora de una vasta producción literaria que no he tenido tiempo de cultivar, y de la que únicamente guardo en casa un Homenatge a Walter Benjamin (1988), amén de sus biografías de mujeres radicales y emblemáticas, estoy hablando concretamente de Montserrat Roig: un retrat, Maria Aurèlia Capmany: un retrat i Frederica Montseny: un retrat. Trazos que en mi pequeña configuración, me hacía relacionarla con posiciones políticas y sociales avanzadas, aunque la verdad es que dicha memoria data de los setenta, y que luego mis atenciones han pasado por otros lugares.
Algo ha cambiado, pongo su nombre en el Google, y aparece una entrevista de Marta sobre Doris Lessing, y me encuentro de súbito con unas notas sobre el "comunismo" en la que responde que no se podía decir que fuese comunista porque había denunciado a Stalin en 1962. Deliro cuando además leo que esto entonces no lo hacía casi nadie. Debo de venir de otro planeta, primero porque las denuncias de stalin y desde el estalinismo se dieron ya "en el huevo", y la Marta debe haber oído hablar en familia de un tal Andreu Nin aunque solamente fuese porque tuvo un efímero y tórrido romance con Mercè Rodoreda, o porque influyó en la evolución de Joan Sales al que, según contaba su viuda en El Temps, informó sobre lo que se estaba convirtiendo la URSS. Y en consecuencia debería saber que ser comunista implica ser antiestalinista al igual que ser cristiano significa ser antifranquista, o ser liberal ser antibush…Al menos en el buen sentido de las palabras.
Marta nos recuerda que el aniversario de la ocupación franquista de Barcelona es el 26 de enero, un día antes del día del Holocausto. La entiendo cuando habla de aquel tiempo en el que temía que no se le viera demasiado la estrella de David, no me tiene que convencer que "hace medio siglo, era tan tabú hablar de aquella guerra como del genocidio nazi". Ciertamente, bajo el franquismo la judeofobia formaba parte de las tradicionales que se tanto se exaltaban. En mi infancia, sentí muchas veces la expresión "judiada" como equivalente a una canallada sucia, la empleaba mi santa abuelita que no sabía lo que significaba. Nosotros jugábamos a la cántara, un divertimento infantil que encerraba a las víctimas en un círculo en el suelo, y los que quedaban dentro tenían que escapar a los salivazos de los quedaban fuera. Cuando el salivazo le alcanzaba, entonces los de fuera le "chuleaban": ¡judío, judío, judío¡.
El antisemitismo era una seña de identidad de las tradiciones del régimen, y quizás alguien lo pueda comprobar leyendo la biografía que un joven Pedro Laín Entralgo dedicó a Marcelino Menéndez Pelayo y que estaba en la magnifica colección Austral. No he tenido ocasión de repasar su contenido, pero recuerdo que en sus páginas se exaltaba al ilustre conservador (al final parece que dejó bastante de serlo), al látigo de los heterodoxos, porque ya él había planteado algunas de las ideas que estaban haciendo grande Alemania…
Esta lectura coincidió con mi descubrimiento del holocausto a través del cine, concretamente de dos películas emblemáticas, El diario de Ana Frank, y El juicio de Nüremberg, que aquí se tituló ambiguamente ¿Vencedores o vencidos?. Películas que me dejaron clavados en el asiento, y que me llevaron a la lectura de dos obras sobre la cuestión, de las primeras que llegaron a nuestras librerías: Treblinka, de Jean-François Steiner, y sobre todo, La indagación, de Peter Weiss. En 1966, este sentimiento me llevó a dirigir (sin apenas experiencia teatral) dos capítulos de Terror y miseria en el III Reich, de Brecht, que habían sido editadas por la revista Primer Acto. No fue hasta por entonces que el régimen aflojó un poco la censura, y se pudieron ver películas antinazis, no sin censura. Si echamos un vistazo a algunas producciones cinematográficas "nacional-católicas" como Alba de América, se podrá comprobar el antisemitismo dominante. Marta no olvida aquellas "carracas" con que "picaban en los bancos eclesiásticos, mientras nos predicaban que los judíos eran malísimos, porque habían crucificado a Cristo. La explicación no incluía que Cristo era también judío, claro está".
Peo sí bien es verdad que lo que cuenta Marta va a misa, como lo es que la derecha española se manifestó como negacionista (recuerdo un debate televisivo con ocasión del pase de la serie Holocausto, y la intervención del insigne representante de la "España nacional" Vizcaíno Casas), un discurso que, ¡oh sorpresa¡ ha cambiado radicalmente como ha cambiado el de la Francia antiDreyfus, y ahí está Le Pen, admirando el Estado de Israel. Mata pasa por encima de este cambio como sobra ascuas, y sin mayores análisis desemboca en la "judeofobia occidental que padecemos actualmente", una judeofobia sobre la que no ofrece ninguna precisión, pero que, obviamente, no puede ser la de los gobiernos, de Estados Unidos o de la Unión Europea. No puede referirse a Bush, Berlusconi, Sarkozy o Aznar. Solamente puede referirse a los que se manifiestan contra el "Guernica" de Gaza.
Como una profesional de la política cualquiera, como una émula de Pilar Rahola, la biógrafa de Montserrat Roig y Federica Montseny, dice lamentar "el gran número de muertos palestinos en Gaza", pero indica que los muertos israelitas han sido "silenciados", lo que me recuerda aquel periodista de la Vanguardia que hablando sobre los muertos de la guerra del Vietnam se había olvidado…de los vietnamitas. Lo mismo es uno que mil. Mark Twain escribió en una ocasión, "Malditos judíos, son tan canallas como nosotros", y esa es la clave de la cuestión. Hablar de los asesinos de Cristo, o incluso del Holocausto para legitimar el Estado sionista erigido sobre la expulsión de los "fariseos", me parece obsceno. Primero, porque el Holocausto fue una coproducción europea con el consentimiento del Vaticano y la abierta complicidad de las democracias imperiales. Segundo, porque los palestinos no pusieron ni un grano de arena en su ejecución. Tercero, porque haber sido victima (los que lo fueron, una minoría exigua en la población del actual Israel), no le da derecho a apoderarse de tierras ajenas, y menos a practicar el genocidio.
Marta nos dice que Israel es un "Estado que hace tres años que soporta ataques que, seguramente, no elevaría ninguno de los nuestros, por decirlo así". Olvida que los ataques palestinos son una bagatela comparado con la política de gran potencia en la zona, y olvida que ninguno de nuestros Estados se ha compuesto en base a la ocupación. Nadie imagina que os ocupantes de la Alemania derrotada se hubieran quedado y hubieran echado a los alemanes hacia tierras baldías…Efectivamente, estos judíos pueden ser tan canallas como nosotros.
Marta, la estrella de David la llevan hoy los palestinos. La tuya es la estrella de los privilegios.

Leer más...