domingo, 6 de septiembre de 2009

Comentario de Cuarenta Hadices -XXXII


Sharhe Chehel Hadiz
Imam Jomeiní

Traducción de Raúl González Bórnez

Cuarto hadiz
Arrogancia (kibr)
Séptima parte
La envidia es, a veces, la fuente de la arrogancia


Debes saber que, algunas veces, la persona que carece de perfección se manifiesta arrogante ante el que la posee. Por ejemplo, el pobre frente al rico, el ignorante frente al sabio. Y debes saber que, de la misma manera en que la vanidad, a veces, es la fuente de la arrogancia, la envidia, a veces, también es la fuente de la que surge la arrogancia.

Puede que la persona carente de perfección sienta envidia de la persona que la posee y que esa envidia le lleve a comportarse con él de manera arrogante y a humillarle y ofenderle siempre que pueda.
En la noble obra Al-Kafí, se recoge en un hadíz de Imam Yafar al-Sádeq, sobre él la paz, que dijo: «La arrogancia, a veces, se encuentra en los seres humanos más degradados de ambos géneros.» Después de algunas otras consideraciones, relató: «Una vez que el Profeta de Dios iba caminando por los callejones de Medina, había una mujer muy oscura recogiendo estiércol. Alguien le dijo que se echase a un lado para dejar pasar al Mensajero de Dios, a lo que ella respondió que el callejón era bastante ancho para que pudiera pasar. Algunos de sus compañeros quisieron castigarla, pero el Mensajero de Dios dijo: Dejadla, es una mujer arrogante.»

Algunas veces, este defecto se encuentra también entre una persona con estudios, que suele justificarse diciendo que no es adecuado mostrarse humilde ante los ricos. Su ego le sugiere que la humildad ante la gente rica es una imperfección en la fe. El pobre desgraciado no puede ver la diferencia entre humillarse ante la riqueza de los ricos y ser humilde con la gente rica.
A veces, la persona disimula con falsa humildad el pecado del amor por las cosas mundanas y el deseo de obtener una posición social elevada. A eso no se le dice modestia sino adulación y bajeza y es uno de los defectos del alma. Quien se comporta de esa manera no es humilde con la gente pobre, a no ser que necesite algo de ellos o los quiera utilizar para obtener sus objetivos.
La humildad es un sentimiento interior que induce a la persona a comportarse con modestia y respeto con los demás, sea rico o pobre, posea una posición envidiable o no, es decir, su humildad no ha de estar contaminada, su espíritu ha de ser puro y purificado, sin que en su corazón exista deseo de reconocimiento y posición social. Esa humildad es adecuada tanto para los pobres como para los ricos. Todo el mundo debe ser tratado con el respeto y la consideración que se merece. Esa actitud de menosprecio y de arrogancia hacia la gente que posee posición y consideración social no es debida a que no seas un adulador, sino a que eres un envidioso y estás completamente equivocado. Si esa persona te mostrase un respeto y una consideración inesperadas, te comportarías humildemente con ella.
En cualquier caso, las trampas y astucias del ego son tan sutiles que uno nada puede hacer contra ellas excepto buscar el refugio en Dios.
Alabado sea Dios al principio y al final.

Leer más...

Affaire Lockerbie - alevosa manipulación de la información


6 de septiembre de 2009
José Petrosino

La Nación publica hoy un pequeño art. de las "Agencias AP y EFE" sobre el tema del asunto: Polémica admisión del gobierno de Brown , que es paradigmático de como a través de la prensa "potable", los "políticos"(o la "política"), dan vuelta la realidad cuando esta les es adversa y podría resultar que "la gilada" empezara a tomar conciencia de que existe algo muy tenebroso que se les está ocultando.
La "estrategia desinformativa" consiste en ocultar lo esencial de la cuestión, que es en éste caso:

Que el convicto libio Al Megrahi(un agente menor de la inteligencia de su país) por la voladura de un avión de la PanAm sobre la aldea de Lockerbie, como condición para obtener su liberación "por motivos humanitarios???"(gobiernos british "humanitarios", ¡ya es el colmo!), tuvo que abandonar el recurso extraordinario de revisión de su condena firme por "error de justicia"("miscarriage of justice"), que la "justicia escocesa" finalmente le había aceptado en el 2005 y que le era absolutamente favorable.
Este recurso es una instancia totalmente excepcional en el sistema jurídico escocés, que en este caso prosperó(no tuvieron otra alternativa que aceptarlo) ya que el prestigio de la "justicia escocesa"(hasta ahí intachable) había quedado muy dañado por las arbitrariedades alevosas y ostensibles del juicio oral de 2000(cualquier similitud con el nuestro de la AMIA del 2004 o el más reciente del 11M español, por supuesto son "meras coincidencias"), que había refrendado una infundada y totalmente disparatada acusación de la CIA, exclusivamente al libio condenado y a un amigo suyo, empleado civil de la aerolínea libia en Malta, que fue absuelto "por insuficiencia de pruebas".
De esto todos los observadores independientes estuvieron contestes ni bien finalizado el juicio oral y llevó a la defensa de Al Megrahi a batallar incansablemente para que esa injusticia fuera corregida, lo que recién logró en el 2005 y que debería haber finalizado, con resultado favorable para el acusado, en menos de un año.
Pero esto hubiera puesto en evidencia, que la CIA mintió para fabricar imputaciones falsas y que los gobiernos de Escocia y Gran Bretaña, presionaron a la "justicia escocesa" para que aceptara condenar sin pruebas. Todo para proteger a los que realmente habían puesto la bomba en el avión, que indudablemente eran "otros", distintos de los que se pretendía hacer creer que habían sido.
Era mucho más de lo que los "humanitarios" británicos podían soportar y ahí empezó a trabajar su "humanitarismo" a pleno:
1. Primero que nada dilataron el procedimiento de revisión. Que es de práctica, que una vez aceptado, es decir que la defensa del acusado a aportado pruebas concluyentes del "error de justicia" que alega, se resuelva en menos de un año.
2. En el 2006 el destino ayudó a estos "humanitarios". A Al Megrahi se le detectó un cáncer de próstata terminal que se supuso en principio debería haber terminado con su vida (y con la acusación y con el procedimiento de revisión), en pocos meses.
3. Pero esto no ocurrió y el pobre libio inocente(una más de las víctimas y no la menor, precisamente) lograba, sobreponerse a su cáncer. Esto fue aprovechado por los "humanitarios", para extorsionarlo, ofreciéndole la pronta liberación si aceptaba abandonar el procedimiento de revisión que le era favorable(que fue lo que realmente ocurrió).
Kadafi que ya había sido extorsionado a su vez por los "humanitarios", obligándolo primero a entregar a los 2 libios falsamente acusados por la CIA y luego a "aceptar "responsabilidad civil"(civil) e indemnizar a los familiares de las víctimas con 10 palenques verdes por cada una(la friolera de 165 x 10 = 1.650 millones), también aceptó esta nueva extorsión, como mal menor seguramente, o porque ya está medio reblandecido por los años en el poder.
Es de destacar que cuando se produjo la extorsión a Kadafi para que pagara las indemnizaciones para que le levantaron el "embargo comercial" que la "ONU" le había impuesto en 1993, las usinas de difusión de "humanitaridades" de los "humanitarios", repetían como loros "que éste había aceptado la responsabilidad(omitiendo civil) por el atentado". Dando a entender lo contrario de lo que realmente había sido: que siempre había terminantemente negado que su gobierno tuviera algo que ver y que Al Megrahi por la suyas(que fue por lo que lo condenaron), tampoco tuviera algo que ver.
Volviendo al art. de La Nación que originó este mail.
Su objetivo(único) es ocultar la verdad detrás del mistongo "acuerdo" y paliar el impacto en la opinión pública manijeada con la culpabilidad Al Megrahi, de la aberración que significaría liberar con sólo 8 años en una cárcel VIP de Escocia(menos de lo que Telleldin estuvo preso en peores condiciones por la AMIA) al "único y total culpable" de tamaño crimen (el más cruento atentado terrorista en el mundo a la época). Así es que veladamente pretenden instalar que se habría tratado de "un acuerdo económico"??? entre el gobierno británico(Brown) y el libio(Kadafi). Como si a este último (otro "humanitario"), le hubiera interesado en algún momento la suerte de Al Megrahi y hubiera dado(voluntariamente) algo para cambiarla.
Kadafi también se vio perjudicado por este "acuerdo" y ha debido ser debidamente presionado para que lo aceptara, ya que si Al Megrahi hubiera resultado absuelto(lo que debería haber ocurrido de no mediar su "oportuno" abandono del recurso), no sólo hubiera borrado la sospecha de participación de su gobierno, que aún sin acusación explícita, quedó flotando, sino que hubiera podido reclamar la restitución de los 1.650 millones de dólares que le obligaron a pagar(al pedo) como reparación civil.
El próximo viernes 11 se cumple el 8vo. aniversario del más paradigmático de los "atentados" tipo false flag(*) del llamado "terrorismo internacional", en este caso en yankilandia, que justamente comenzaron con el de Lockerbie (al cual finalmente han logrado cerrar con un moñito ahora) y siguieron con los nuestros en la AMIA/Embajada y que también incluyeron entre los más conspicuos, el de Atocha en Madrid en el 2004 y el de Londres en 2005, todos igualmente de inesclarecidos hasta ahora y con similares "historias oficiales" falsas, que prueban sin lugar a dudas que en el mundo existe una "red mundial terrorista", que bajo la férula de la omnipresente y cuasi omnipotente CIA yanki e integrada por los services de sus países "aliados", cuentan con la total cobertura de sus gobiernos, para realizar impunemente por el mundo los crímenes más horrendos. JP.
(*) False flag o "de falsa bandera": operativos de servicios secretos cuyo objetivo es culpar de los mismos a sus enemigos. Su nombre deviene de la guerra naval de siglos pasados, cuando los barcos "alzaban falsa bandera" para confundir a sus enemigos.

Leer más...

El imperio en ultramar: La demencia como base de política exterior


4 de septiembre de 2009
Toni Solo
(TORTILLA CON SAL, especial para ARGENPRESS.info)

Las creencias falsas se han apoderado de la vida pública en Estados Unidos y en los países de Europa a tal grado que sería perfectamente razonable certificar sus dirigentes principales como dementes. Aquí, una declaración de la oficina del Senador John Kerry, una vez candidato presidencial en Estados Unidos, sobre la crisis en Honduras.


"El golpe del 28 de junio, el intento despiadado de agarrar el poder del Señor Micheletti y las crecientes pruebas de abusos de autoridad - sorprendentemente parecidos a aquellos que hemos condenado del hombre fuerte venezolano Hugo Chávez - lanzan una sombra oscura sobra cada aspecto de las preparaciones para las elecciones programadas para noviembre."

Esta declaración tiene como fecha el 26 de agosto. Entre lo que el Senador Kerry llama suavemente "abusos de autoridad", aun la conservadora Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos consta en su informe preliminar del 21 de agosto:

* "el golpe de Estado está acompañado de una fuerte presencia militar en distintos ámbitos de la vida civil"
* "la suspensión de garantías mediante la implementación de un toque de queda que no cumple con los estándares del sistema interamericano y la ineficacia de los recursos judiciales para salvaguardar los derechos esenciales de las personas."
* "los recursos judiciales disponibles en Honduras no ofrecen en la actualidad una protección eficiente y eficaz contra violaciones de los derechos humanos en el contexto del golpe de Estado."
* "la Comisión ha recibido testimonios e información sobre el hecho de que algunos Jueces Ejecutores del hábeas corpus han sido maltratados, amenazados e intimidados para que no realicen sus funciones."
* "la Comisión confirmó durante su visita un patrón de uso desproporcionado de la fuerza pública, detenciones arbitrarias, y control de la información dirigido a limitar la participación política de un sector de la ciudadanía. La Comisión constató la represión ejercida contra las manifestaciones a través de la colocación de retenes militares, la aplicación arbitraria de toques de queda, detenciones de miles de personas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, y malas condiciones de detención."
* "la CIDH recibió testimonios que indican la consumación de actos de hostigamiento perpetrados en perjuicio de aquellas personas que, públicamente, han demostrado afinidad política con el Presidente Zelaya. Gobernadores, diputados, alcaldes y líderes sociales que habrían exigido la restitución del presidente constitucional, han denunciado que fueron objeto de represalias, amenazas, actos de violencia, cortes presupuestarios y ocupación militar de las instalaciones públicas donde desempeñan sus labores, entre otros".
* "en las manifestaciones que fueron reprimidas en todo el territorio, incluyendo Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma, Comayagua y la localidad de El Paraíso, hubo un patrón de uso excesivo de la fuerza pública. Efectivamente, varias de las manifestaciones realizadas desde el 28 de junio de 2009 fueron disueltas por la fuerza pública, tanto policial como militar, dejando como consecuencia muertes, torturas, malos tratos, cientos de heridos y miles de detenciones arbitrarias."
* "la CIDH verificó que hombres, mujeres y ancianos mostraban moretones en diversas partes del cuerpo y escuchó varios relatos de personas que fueron objeto de vejación y tortura. Particularmente, en San Pedro Sula, se informó a la Comisión que durante los actos de represión, agentes policiales violaron a una mujer y que varias personas recibieron golpes en el abdomen y en los genitales, y se les tiró gas pimienta en los ojos."
* "la CIDH recibió información sobre graves y múltiples agresiones sufridas por periodistas por actos de la fuerza pública o de particulares, pero siempre con el objetivo de impedirles el ejercicio libre de su labor."

Es peor que absurdo que el Senador John Kerry plantea una legítima comparación entre estos niveles de abuso de los derechos civiles y políticos más fundamentales y el comportamiento tolerante y humanitario del gobierno venezolano. Aunque sí es cierto que esos tipos de abuso sucedieron en Venezuela en abril 2002. Precisamente bajo el breve régimen de facto - apoyado por los Estados Unidos - del pinochetti aspirante, Pedro Carmona, lo primero que hizo fue suspender los garantes de la Constitución de la República.

Las falsa creencias del Senador Kerry son las de una persona "progresista" en la política nacional estadounidense. Las fuentes de esas falsas creencias son las agencias de noticias y medios de comunicación corporativos que dependen, en la mayor parte por su información y análisis, del Departamento de Estado y del Departamento de Defensa de gobierno estadounidense. Las grandes agencias de noticias - Reuters, Associated Press, Agence France Presse, los principales medios de Estados Unidos y Europa, todos reciclan constantemente las falsas creencias más absurdas como si fueran informaciones confiables y verdaderas. Aquí se ofrecen algunos ejemplos de estas creencias falsas en relación con América Latina.

* el Presidente Hugo Chávez es un tirano anti-democrático militarista;
* Álvaro Uribe es una contraparte fidedigna en la "guerra contra la droga";
* los principales abastecedores de la cocaína a Estados Unidos son las FARC;
* Cuba es un Estado fallado;
* México, Colombia y Perú son estados con sociedades exitosas y democráticos;
* el CAFTA ha traído la prosperidad a América Central;
* el gobierno de Nicaragua es incompetente, corrupto y antidemocrático;
* Irán está construyendo una enorme embajada en Managua;
* el Presidente Manuel Zelaya es un izquierdista que buscaba una reelección inconstitucional;
* Venezuela desestabiliza América Latina y el Caribe por medio del ALBA;
* la política regional de Estados Unidos respeta la soberanía y promueve la paz y la democracia;
* el gobierno de Estados Unidos no quiere bases en Colombia ni aumentará su personal militar allá.

Cada uno de estas creencias falsas son, pues... falsas. Sin embargo, se ofrecen con toda seriedad por funcionarios gubernamentales tipo Walter Mitty, como Hillary Clinton o por los medios corporativos que viven en una demencia permanente, como, por ejemplo, el Wall Street Journal. Forman la base de la política exterior del gobierno de Estados Unidos. Son un tipo de catequismo de los medios de comunicación no solamente en Estados Unidos, sino también en sus países aliados. Es inevitable que la cobertura de los medios corporativos principales resulte ser una especie de habla-en-lenguas catártico, órfico que efectivamente asusta su audiencia a tal grado que cae en una aceptación pasiva y completa.

De hecho:

* desde 1998 Hugo Chávez y sus gobiernos han ganado las elecciones nacionales siempre con mucho más del 50% de la votación;
* desde los años ochenta Álvaro Uribe ha tenido una historia larga de involucramiento en las actividades narcotraficantes y paramilitares;
* en Estados Unidos sólo un miembro de las FARC ha sido condenado por actividades de narcotráfico y eso en base a testimonio sospechoso con respecto a un cargo de conspiración - la gran mayoría de cocaína que entra Estados Unidos desde Colombia procede de zonas controladas por el gobierno Colombiano;
* de acuerdo con las cifras de la ONU, Cuba - bloqueado por casi 50 años por Estados Unidos - tiene una sociedad más exitosa que la de México, miembro del TLCAN;
* México, Colombia y Perú notoriamente tienen sociedades sumamente corruptas y desiguales en que la protesta popular se reprime brutalmente por medio del ejército y una policía paramilitarizada;
* el CAFTA ha hecho mucho peores los desequilibrios comerciales entre la región y Estados Unidos, ha disminuido los ingresos estatales y tiende a agudizar la desigualdad social;
* el gobierno de Nicaragua ha mejorado dramáticamente los indicadores de salud y de educación, ha erradicado el analfabetismo, recuperado la seguridad energética y reactivado la agricultura y el sector PYME, entre muchos logros más, en base a un extenso diálogo social;
* Irán no está construyendo una embajada en Managua;
* Manuel Zelaya es un político reformista de una tradición política del centro, quien respetó la prohibición constitucional sobre la reelección, por cuál motivo promovió una encuesta no-vinculante sobre la posibilidad de pedir una Asamblea Nacional Constituyente;
* Venezuela ha promovido de una manera incondicional y dinámica la seguridad energética y alimentaria de más de 20 países en América Latina y el Caribe;
* sin ninguna necesidad legítima, el gobierno de Estados Unidos ha reactivado su Cuarta Flota y está estableciendo una red de bases militares en todo el continente cuyo único propósito puede ser una futura agresión militar;
* casi todos los gobiernos de la región piensan que Estados Unidos miente sobre las siete bases que ahora busca usar en Colombia, por ese motivo han insistido en tener el derecho de inspeccionar dichas bases.

Psicótico es el único adjetivo que sirve para el contraste entre los hechos verdaderos en la región y las creencias falsas difundidas por las autoridades estadounidenses y sus portavoces en los medios corporativos. Es el mismo casi-razonamiento psicótico, habla-a-sí-mismo, delincuente que impulsó el colapso financiero y económico actual en Estados Unidos. Aquella debacle económica se refleja más y más en la debacle que ahora se empieza desencadenarse en su política exterior.

En la política exterior, el equivalente a la imprenta de billetes y la inflación estupenda del balance general de la Reserva Federal es el expansionismo militar. La Reserva Federal miente y esconde lo que está haciendo con las finanzas públicas (trasladar la riqueza masivamente de las mayorías estadounidenses a una élite avariciosa) de la misma manera el Departamento de Estado y el Pentágono mienten y disfrazan sus fechorías en el exterior. Estados Unidos es una economía fallada con una política exterior cada vez más fallada también. Existe una relación inversa entre el fracaso en política doméstica del Presidente Obama y la creciente agresión militar de su gobierno en el extranjero.
En la medida en que se puede hablar de decisión con respecto a un títere corporativo, la crisis en Honduras ha revelado de una manera decisiva que el candidato presidencial del "¡Cambio!", de "¡Sí se puede!" ha acabado avalando la continuidad bárbara del régimen Bush. Los países de América Latina han manejado relativamente bien, hasta el momento, la crisis internacional provocada por el capitalismo salvaje del libre mercado y la desregulación. El dilema global ahora es cómo sobrevivir el quehacer internacional de la nueva pandilla de dementes genocidas, allá, en el gran manicomio blanco en Washington.

Leer más...

Efectos de la regresividad fiscal


06-09-2009
Vicenç Navarro
Público
Desde el inicio de la época neoliberal, la mayoría de países de la Unión Europea (incluyendo España) han implementado políticas de reducción de impuestos, con un aumento muy notable de su regresividad. Como consecuencia, las rentas del capital y las de los grupos más pudientes de la sociedad han visto reducir sus impuestos de una manera muy marcada, aumentando, así, sustancialmente sus ingresos.

Durante la década 1996-2006, los beneficios empresariales aumentaron un 33% en la media de la Unión Europea de los Quince (UE-15) y un 36% en la zona euro. En España, tales incrementos fueron incluso superiores. Las empresas españolas vieron aumentar sus beneficios netos un 73% (más del doble de la media de la UE-15).

Este aumento de las rentas de capital tuvo lugar a costa de las rentas del trabajo. La masa salarial (que mide tales rentas) descendió muy marcadamente, pasando de representar el 70% de la renta nacional en la zona euro, en el año 1992, al 62% en el año 2005, descenso que fue, incluso, más acentuado en España, que pasó de representar el 72% de la renta nacional al 61%. Ello fue resultado de que el crecimiento de la riqueza del país no se estaba distribuyendo equitativamente. Mientras los beneficios empresariales crecían exuberantemente, los costes laborales aumentaron sólo un 18,2% durante el periodo 1999-2005 en la zona euro, un crecimiento, incluso, mucho menor en España, donde tales costes laborales subieron sólo un 3,7%, cinco veces menos que en la zona euro.

Este descenso de la masa salarial (que ocurrió independientemente de los ciclos económicos y a pesar del aumento de la población activa) fue una de las mayores causas de la crisis económica, crisis que se debe a la falta de demanda. Las familias de las clases populares (la clase trabajadora y clases medias) intentaron sustituir la reducción de la masa salarial endeudándose (proceso facilitado y estimulado por las empresas financieras), lo cual pudieron hacer gracias al precio de su aval, la vivienda, que fue subiendo. Pero cuando éste colapsó, las familias se quedaron con enormes deudas, que además de no poder pagarlas, tampoco pudieron obtener créditos para liquidarlas.

A este problema de la demanda, consecuencia del descenso de la masa salarial, se añadió la crisis financiera, resultado directo de la exuberancia de las rentas del capital y sectores pudientes de la sociedad, los cuales no invirtieron –a través de la banca- en las empresas productivas, pues la rentabilidad de tales empresas era baja, consecuencia de la falta de demanda. No era rentable invertir en la industria automovilística, por ejemplo, pues había un descenso muy marcado de la demanda de coches, resultado de que la gente no tenía dinero para comprarlos. De ahí que invirtieran en actividades especulativas, tales como el sector inmobiliario, alcanzando unos niveles de beneficios del complejo bancario-inmobiliario-construcción escandalosamente altos, inflándose los precios de la vivienda un 32%. Este complejo fue el motor del crecimiento económico en España y su enorme poder político y mediático es una de las mayores causas del retraso en la recuperación económica en España (ver Navarro, V., “Las rigideces del mercado bancario-inmobiliario” en http://www.vnavarro.org/). Incluso hoy, cuando el precio de la vivienda ha descendido en otros países (como EEUU) hasta un 30%, en España sólo ha descendido un 8%. Si no se da un descenso mucho mayor, no se reavivará el mercado de la vivienda, y con ello la recuperación económica.

La solución de la crisis exige una reversión de esta enorme polarización de las rentas, que ha sido facilitada por unas políticas fiscales regresivas, que han beneficiado las rentas del capital y de las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo. Esta situación es particularmente acentuada en España, ya que tiene la menor carga fiscal de la UE-15, y cuyo estado es el menos redistributivo de tal grupo de países. Varios estudios internacionales han mostrado que la intervención del estado español (a través de sus políticas impositivas y de gasto público) es una de las que en la UE-15 altera menos la mala distribución de la renta, con una enorme concentración de la renta en los grupos superiores, siendo uno de los países de tal comunidad con mayores desigualdades sociales.

Estas políticas fiscales y la consiguiente enorme polarización de las rentas, tienen no sólo un coste económico elevado (las economías más eficientes en la Unión Europea incluyen las escandinavas, de tradición socialdemócrata, que tienen una polarización social menor), sino también un gran coste social (tenemos el gasto público, incluyendo el gasto público social per cápita, más bajo de la UE-15) y un coste político elevado (el grado de distanciamiento de las clases populares hacia el estado es de los más elevados de la UE-15), coste que es particularmente acentuado para las izquierdas gobernantes, que han promovido políticas fiscales semejantes a las de los gobiernos de derechas. Estos últimos gobiernos se han beneficiado de tales políticas, pues sus políticas fiscales han conseguido movilizar a sus bases electorales, que han sido beneficiadas con tales políticas regresivas. No así los gobiernos de centroizquierda que han alienado a sus militantes (el partido socialdemócrata alemán perdió la mitad de sus militantes durante el gobierno Schroeder) y a sus bases electorales, estando hoy en una crisis profundísima. De ahí que se requieran cambios muy notables de las políticas fiscales para que estos gobiernos de centroizquierda (incluyendo el español) recuperen el apoyo popular. Para ello tienen que recuperar unas prácticas y una narrativa que enfatice que las clases dominantes (término prácticamente desaparecido del discurso político, dando a entender que no existen) del país son responsables de la crisis y tienen que poner los recursos para resolverla. Presentar el tímido aumento de impuestos de los grupos más pudientes como necesario para cubrir el déficit del estado transmite una visión gestora con escasa capacidad de movilización entre sus bases electorales. Las izquierdas deben recobrar los valores y el lenguaje de izquierdas, subrayando que hay que redefinir la mala distribución de poder económico (que determina también el poder político), revirtiendo unas políticas fiscales liberales que han sido, durante todos estos años, muy exitosas para una minoría a costa del sacrificio de la mayoría de nuestra población.

Leer más...

Nuestro idioma es mejor porque se entiende


Jorge Majfud
(Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

En Francia continúa y se profundiza la discusión y el rechazo al uso de la nicáb en las mujeres musulmanas. Quienes proponen legislar para prohibir el uso de este atuendo exótico y de poco valor estético para nosotros, van desde los tradicionales políticos de la extrema derecha europea hasta la nueva izquierda, como es el caso del alcalde comunista de Lyon.

Los argumentos no son tan diversos. Casi siempre insisten sobre los derechos de las mujeres y, sobre todo, la “defensa de nuestros valores” occidentales. El mismo presidente francés, Nicolás Sarkozy, dijo que “la burka no es bienvenida al territorio de la República Francesa”. Consecuente, el estado francés le negó la ciudadanía a una mujer marrueca por usar velo. Faiza Silmi es una inmigrante casada con un ciudadano francés y madre de dos niños franceses.
Para el ombligo del mundo, las mujeres medio vestidas de Occidente son más libres que las mujeres demasiado vestidas de Medio Oriente y más libres que las mujeres demasiado desnudas de África. No se aplica el axioma matemático de transitividad. Si la mujer es blanca y toma sol desnuda en el Sena es una mujer liberada. Si es negra y hace lo mismo en un arrollo sin nombre, es una mujer oprimida. Es el anacrónico axioma de que “nuestra lengua es mejor porque se entiende”. Lo que en materia de vestidos equivale a decir que las robóticas modelos que desfilan en las pasarelas son el summum de la liberación y el buen gusto.
Probablemente los países africanos, como suele ocurrir, sigan el ejemplo de la Europa vanguardista y comiencen a legislar más estrictamente sobre las costumbres ajenas en sus países. Así, las francesas y las americanas que ejerzan su derecho humano de residir en cualquier parte del mundo deberán despojarse de sus sutiens y de cualquier atuendo que impida ver sus senos, tal como es la costumbre y son los valores de muchas tribus africanas con las que he convivido.
Todas las sociedades tienen leyes que regulan el pudor según sus propias costumbres. El problema radica en el grado de imposición. Más si en nombre de la libertad de una sociedad abierta se impone la uniformidad negando una verdadera diferencia, quitando a unos el derecho que gozan otros.
Si vamos a prohibir el velo en una mujer, que además es parte de su propia cultura, ¿por qué no prohibir los kimonos japoneses, los sombreros tejanos, los labios pintados, los piercing, los tatuajes con cruces y calaveras de todo tipo? ¿Por qué no prohibir los atuendos que usan las monjas católicas y que bien pueden ser considerados un símbolo de la opresión femenina? Ninguna monja puede salir de su estado de obediencia para convertirse en sacerdote, obispo o Papa, lo cual para la ley de un estado secular es una abierta discriminación sexual. La iglesia Católica, como cualquier otra secta o religión, tiene derecho a organizar su institución como mejor le parezca, pero como nuestras sociedades no son teocracias, ninguna religión puede imponer sus reglas al resto de la sociedad ni tener privilegios sobre alguna otra. Razón por la cual no podemos prohibir a ninguna monja el uso de sus hábitos, aunque nos recuerden al chador persa.
Al señor Sarkozy no se le ocurre pensar que imponer a una mujer quitarse el velo en público puede equivaler a la misma violencia moral que sufriría su propia esposa siendo obligada a quitarse los sutiens para recibir al presidente de Mozambique.
En algunas regiones de algunos países islámicos —no en la mayoría, donde las mujeres extranjeras se pasean con sus pantalones cortos más seguras que por un barrio de Filadelfia o de San Pablo— la nicáb es obligatoria como para nosotros usar pantalones. Como individuo puedo decir que me parece una de las peores vestimentas y como humanista puedo rechazarla cuando se trata de una imposición contra la voluntad explícita de quien lo usa. Pero no puedo legislar contra un derecho ajeno en nombre de mis propias costumbres. ¿En qué suprime mis derechos y mi libertad que mi vecina se haya casado con otra mujer o que salga a la calle ataviada de pies a cabezas o que se tiña el pelo de verde? Si en nombre de la moral, de los valores de la libertad y del derecho voy a promover leyes que obliguen a mi vecina a vestirse como mi esposa o le voy a negar derechos civiles que gozo yo, el enfermo soy yo, no ella.
Esta intolerancia es común en nuestras sociedades que han promovido los Derechos Humanos pero también han inventado los más crueles instrumentos de tortura contra brujas, científicos o disidentes; que han producido campos de exterminio y que no han tenido limites en su obsesión proselitista y colonialista, siempre en nombre de la buena moral y de la salvación de la civilización.
Pero las paradojas son una constante natural en la historia. La antigua tradición islámica de relativa tolerancia hacia el trabajo intelectual, la diversidad cultural y religiosa, con el paso de los siglos se convirtió, en muchos países, en una cultura cerrada, machista y relativamente intolerante. Los Estados Unidos, que nacen como una revolución laica, iluminista y progresista, con el paso del tiempo se convirtieron en un imperio conservador y enfermo de una ideología mesiánica. Francia, la cuna del iluminismo, de las revoluciones políticas y sociales, en los últimos tiempos comienza a mostrar todos los rasgos de sociedades cerradas e intolerantes.
El miedo al otro hace que nos parezcamos al otro que nos teme. Las sociedades españolas o castellanas lucharon durante siglos contra los otros españoles, moros y judíos. En el último milenio y antes de las olas migratorias del siglo XX, no había en Europa una sociedad mas islamizada ni con un sentimiento más antiislámico que en España.
En casi todos los casos, estos cambios han resultado de la interacción de un supuesto enemigo político, ideológico o religioso. Un enemigo muchas veces conveniente. En nuestro tiempo es la inmigración de los pueblos negros, una especie de modesta devolución cultural a los abrasivos imperios blancos del pasado.
Pero resulta que ahora una parte importante de esta sociedad, como en Estados Unidos y en otros países llamados desarrollados, nos dicen y nos practican que “nuestros valores” radican en suprimir los principios de igualdad, libertad, diversidad y tolerancia para mantener una apariencia occidental en la forma de vestir de las mujeres. Con esto, solo nos estamos demostrando que cada vez nos parecemos más a las sociedades cerradas que criticamos en algunos países islámicos. Justo cuando se ponen a prueba nuestros valores sobre la real tolerancia a la diversidad, se concluye que esos valores son una amenaza para nuestros valores.
El dilema, si hay uno, no es Oriente contra Occidente sino el humanismo progresista contra el sectarismo conservador, la sociedad abierta contra la sociedad cerrada.
Los valores de Occidente como los de Oriente son admirables y despreciables. Es parte de una mentalidad medieval trazar una línea divisoria —“o están con nosotros o están contra nosotros”— y olvidar que cada civilización, cada cultura es el resultado de cientos y miles de años de mutua colaboración. Consideremos cualquier disciplina, como las matemáticas, la filosofía, la medicina o la religión, para comprender que cada uno de nosotros somos el resultado de esa infinita diversidad que no inventaron los posmodernos.
Nada bueno puede nacer de la esquizofrenia de una sociedad cerrada. La principal amenaza a “nuestros valores” somos nosotros mismos. Si criticamos algunas costumbres, algunas sociedades porque son cerradas, no tiene ningún sentido defender la apertura con una cerradura, defender nuestros valores con sus valores, pretender conservar “nuestra forma de ser” copiando lo peor de ellos.
Ahora, si vamos a prohibir malas costumbres, ¿por qué mejor no comenzamos prohibiendo las guerras y las invasiones que solo en el último siglo han sido una especialidad de “nuestros gobiernos” en defensa de “nuestros valores” y que han dejado países destruidos, pueblos y culturas destrozadas y millones y millones y millones de oprimidos y masacrados?
Jorge Majfud es uruguayo residente en Estados Unidos.

Leer más...

Creación del Frente Por la Democracia y los Derechos Humanos, América Latina Libre de Bases Militares


Palabras de Sr. Alfredo Rojas Díaz Durán en el evento en que fue creado el Frente por la Paz.

Actualmente, los gobiernos progresistas de América Latina enfrentan una nueva amenaza con la instalación de una serie de Bases Militares en Colombia como parte de una estrategia general de agresión en contra de los Estados democráticos que defienden el derecho soberano en el manejo de su riqueza nacional.

Muchos creíamos que en pleno Siglo XXI se habían superado las tentaciones golpistas y que los cuerpos militares de algunas naciones tomarían un camino diferente a la represión, violación sistemática a los derechos humanos y evitar servir como palanca de concentración de la riqueza en unas cuantas manos.

Por lo que vemos con profunda preocupación que la Casa Blanca ha echado a andar una nueva estrategia renovada al Plan Cóndor, que va desde la desestabilización social hasta el conculcamiento de las instituciones democráticas latinoamericanas como sucedió recientemente en Honduras y hace no mucho en Haití.

Incluso, el mercado de las drogas no solo se ha enriquecido las arcas de instituciones financieras internacionales sino que ahora sirve de pretexto global para militarizar las calles y perseguir a grupos rebeldes, sin dejar de mencionar que nuestros territorios son vistos tanto como un campo de pruebas de armas químico bacteriológicas como un mercado rentable de vacunas que solucionan las nuevas enfermedades de probeta como mecanismo de control y subordinación tecnológica.

Los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Honduras y Nicaragua, entre otros, se encuentran en este momento en el ojo del huracán y algunas de estas naciones son un posible blanco de escenarios bélicos y violación de los derechos humanos en manos de las fuerzas norteamericanas. No lo merecemos en AL. Creíamos que se había terminado la guerra de la Colonia en latinoamérica.

Recordemos que ayer mintió la Casa Blanca en Irak cuando acusó a un gobierno que poseía armas de destrucción masiva. Hoy quedó descubierto que era una falacia para apoderarse de sus riquezas petroleras y posicionarse de un territorio más en Oriente Medio que ha costado cerca de dos millones de vidas. Hoy la historia se repite pero en territorio latinoamericano y con un nuevo argumento, erradicar al narcotráfico y de paso tanto a grupos rebeldes como aquellos gobiernos progresistas que amenazan al mundo al desterrar el analfabetismo, incrementar las percepciones de los trabajadores, otorgar más derechos democráticos a sus pueblos o que el Estado retenga entre sus manos la rectoría sobre la economía y particularmente, la soberanía de sus yacimientos petroleros, gas o silicio. Aquellos gobiernos que han implementado políticas económicas con las cuales se garantiza un mayor crecimiento que cualquier modelo neoliberal son considerados una verdadera amenaza para el mundo que hay que extirpar, desacreditar, deponer, encarcelar o matar.

Aquellos pueblos latinoamericanos que decidieron apartarse del modelo neoliberal porque ya no soportaban décadas de hambre, miseria y pobreza generalizada entre sus pueblos, son ahora campo propicio de estrategias de desestabilización y lo que es peor, inducir un posible conflicto bélico para arrebatarles el petróleo del Orinoco , el Gas y Silicio de Bolivia o los nódulos de manganeso y el petróleo del Golfo Mexicano pasando por la eliminación de una Isla bajo la complicidad de las autoridades.

Por tal motivo, los abajo firmantes convocamos a las organizaciones sociales, ciudadanas, artistas, intelectuales, partidos políticos, ONGs a integrar un Frente Latinoamericano que defienda la Democracia y los Derechos Humanos y que propugne por una América Libre de Bases Militares.

De tal manera, que hacemos un llamado al presidente Obama para que impida que quienes concentran las riquezas más grandes del mundo, incendien nuestro territorio Latinoamericano por el solo interés económico de incrementar la concentración de la riqueza mundial en unas cuantas manos y evite que se instalen bases militares que representan el canto de los tambores de guerra.

Por ello, felicitamos y nos adherimos a la iniciativa que lanzara el presidente Evo Morales así como reiteramos nuestra solidaridad a la Senadora Piedad Córdova para iniciar un proceso general de pacificación en Colombia sin la necesidad de introducir al ejército norteamericano en Latinoamérica ya que viola nuestra soberanía, amenaza la paz y transgrede los principios libertarios y de respeto mutuo que nos legaron Don Benito Juárez y Simón Bolivar.

Hacemos desde aquí un llamado a las FARC para que se sumen a estos esfuerzos humanitarios que encabezan tan honorables personalidades y convocamos a la comunidad europea para que no permita que el ejército norteamericano cometa un genocidio más pero ahora en nuestra tierra que ha sido mancillada por siglos.

Y para que nos escuchen en todo el mundo informamos que hemos organizado la Jornada por la Paz, denominada "Por la Democracia y los Derechos Humanos, América Libre de Bases Militares" con una serie de actividades que iniciarán en el Hemiciclo a Juárez el sábado 5 de septiembre.

Por último, se coadyuvará a la misión de paz y por la democracia que viajará a la frontera de Nicaragua y Honduras en septiembre para encontrarse con dirigentes y legisladores amantes de la democracia y perseguidos por la represión militar sanguinaria así como se promoverán otras actividades culturales en diferentes puntos para que fortalezcan el frente amplio latinoamericano en contra de la guerra. SUSCRIBEN EL DOCUMENTO POR LA DEMOCRACIA Y LOS DERECHOS HUMANOS, AMÉRICA LIBRE DE BASES MILITARES:


Alfredo Rojas Díaz Durán Fundación Unidos por la Paz, la Justicia y el Medio Ambiente
Gral. Fco. Gallardo Agrupación Gral. Francisco Gallardo
Clara Brugada Delegada Electa
Dr. Manuel Calero FSLN (representante)
Yeikol Polenvsky Senadora
Rosario Ibarra Senadora
Edgar Sánchez Luchador Social
Gustavo Ortega Diálogo Nacional
Rodolfo Pichardo Asamblea de Barrios Vanguardia Ciudadana
Jesús Escamilla Movimiento Solidaridad con Honduras
Raquel Rodríguez Nuestra América
Enriqueta Martínez Proyecto Esperanza


Leer más...

Naomi Klein muestra cómo boicotear a Israel sin cortar el diálogo sobre Palestina


05-09-2009
Cecilie Surasky
AlterNet
Traducido para Rebelión por S. Seguí

Pocas campañas sobre un tema de justicia global son más polarizadoras, incluso explosivas, que el intento de utilizar el boicot, la desinversión y las sanciones internacionales para presionar a Israel a fin de que ponga fin a la ocupación, tras 42 años, de los territorios palestinos.
Pregúntenle a Neve Gordon.

Recientemente, Gordon, jefe del departamento de Ciencias Políticas en la Universidad Ben Gurión y veterano activista por la paz, publicó un desgarrador artículo de opinión en el diario Los Angeles Times, haciendo suyo el llamamiento palestino al boicot, la desinversión y las sanciones (BDS).
Después de oponerse inicialmente a esta táctica, se convenció de su utilidad y escribió que la presión externa "es la única manera de salvar a Israel de sí mismo."
Gordon estaba preparado para una reacción, pero no para la que ha sufrido en las últimas semanas: miembros del parlamento israelí, el Knesset, pidieron su inmediata destitución; el ministro de Educación calificó su artículo de repugnante; y la presidenta de su universidad lo puso a los pies de los caballos, cuando afirmó que invitaba a las personalidades académicas que tengan estos sentimientos a que se busquen un hogar académico y personal en otro lugar. Más tarde, dio a entender que las declaraciones de Gordon podrían constituir un acto de traición. Evidentemente, la estrategia del BDS, que fue parte de la llamada estrategia de Sudáfrica, traza una línea en la arena para muchos que creen que ejercer la presión económica sobre Israel es necesariamente antijudío.
Sin embargo, para sus precursores el BDS es una táctica no violenta que ha demostrado su validez y que puede presionar a Israel para que acate el derecho internacional y así lograr un impacto en un ámbito en que los esfuerzos de diversos gobiernos han fracasado miserablemente.
Aunque la sociedad civil palestina hizo el llamamiento al BDS en 2005, este movimiento tomó impulso tras el brutal ataque de Israel a Gaza el pasado diciembre y enero.
Ahora es innegable que sigue creciendo, especialmente en el mundo de la creación. Autores consagrados como John Berger, Eduardo Galeano y Adrienne Rich lo han apoyado, y los festivales de cine de Israel se enfrentan a una sucesión de boicots.
El anuncio reciente de que el Toronto International Film Festival va a dedicar una sección especial Ciudad a ciudad en honor de Tel Aviv amenaza con convertir el segundo festival de cine más importante del mundo (después del de Cannes) en sede de airadas protestas.
Una de las figuras de más alto perfil que ha apoyado la convocatoria del BDS es la escritora y activista canadiense Naomi Klein, que suele reunir multitudes y gran cobertura mediática, y altas ventas de sus libros en sus viajes de promoción de sus obras.
En el momento de publicar su ultimo superventas, The Shock Doctrine, en hebreo y árabe, Klein decidió que la situación política en Israel y Palestina exigía un enfoque radicalmente diferente.
En oposición a la ocupación de Israel, Naomi decidió no firmar un contrato de publicación tradicional, con sus anticipos y sus derechos de autor. En su lugar, donó el libro a Andalus, una editorial que trabaja activamente contra la ocupación. Es el único editor de Israel dedicado exclusivamente a la traducción de textos del árabe al hebreo, algo que su fundador Yael Lerer describe como "la política editorial entendida como un acto de resistencia".
Klein y Lerer también decidieron emprender una gira promocional que hiciese honor a la llamada de los palestinos en favor de un boicot cultural contra Israel, y que a la vez mostrase que el boicot no implica cortar la comunicación y el diálogo, tan necesarios.
Con estas premisas, Klein y Lerer aprovecharon la gira para llamar la atención sobre el boicot y la lucha palestina, y para provocar un diálogo interno, en Israel, sobre el boicot como modo de presionar a este país para que cumpla con el derecho internacional.
El mes pasado, en Tel Aviv, me senté con Klein y Lerer para preguntarles acerca de los objetivos, el significado y los detalles concretos de la aplicación de un boicot cultural, y también por qué Lerer, un judío israelí, está diciendo al mundo: "Por favor, boicotéenme."
He aquí algunos extractos de esa entrevista. - Cecilia Surasky
________________________
Cecilie Surasky: ¿Qué es esta llamada al boicot, la desinversión y las sanciones? ¿Y, por qué la apoyan?
Naomi Klein: Boicot, desinversión y sanciones (BDS) es una táctica con un objetivo muy claro: obligar a Israel a cumplir con el derecho internacional.
La llamada al BDS la hizo en 2005 una serie extraordinariamente amplia de grupos palestinos de la sociedad civil, partidos políticos y sindicatos. Pero en realidad no comienza a ganar un perfil internacional hasta el ataque israelí contra el Líbano en el verano de 2006.
En plena guerra, el escritor John Berger, envió una carta, firmada por muchos artistas conocidos, en su mayoría europeos, declarando su apoyo a la estrategia de boicot. Cuando esta carta se conoció, yo estaba de lleno en la escritura de The Shock Doctrine, y tomé una decisión personal en el momento que salió el libro, de que no haría lo que había hecho con las traducciones al hebreo de mis dos libros anteriores, que fueron publicados por editoriales comerciales bastante tradicionales.
En cambio, pensé hacer lo que John Berger estaba pidiendo, que era encontrar una manera de publicar en hebreo que fuese un apoyo directo a los grupos que trabajan para poner fin a la ocupación. Así es como conocí a Yael, que no tiene nada que ver con el típico editor israelí, y que ha manifestado abiertamente su apoyo al BDS, a un alto costo profesional.
Surasky: Usted debe haber meditado bien esta idea de un boicot cultural. Muchos críticos dirían que cierra la comunicación en lugar de abrirla. ¿Qué le decidió a dar este paso?
Klein: Bueno, tiene que ver con el hecho de que el gobierno israelí utiliza abiertamente la cultura como herramienta militar. Aunque las autoridades israelíes creen que están ganando la guerra real por el territorio, también sienten que el país sufre porque casi todo lo que el mundo oye de la región en las noticias es sobre el conflicto: la militarización, la anarquía, la ocupación y Gaza.
Así que el Ministerio de Asuntos Exteriores puso en marcha una campaña llamada Israel, más allá del conflicto, que incluye el uso de la cultura –películas, libros, artes, turismo y academia– para crear todo tipo de alianzas entre los países occidentales y el Estado de Israel, y para promover la imagen de un país normal y feliz, en lugar de una potencia ocupante agresora. Por esto estamos siempre oyendo hablar de festivales de cine y ferias del libro con un énfasis especial sobre Israel.
Y así, aunque en general estoy totalmente de acuerdo en que la cultura es positiva –los libros son buenos, las películas son algo positivo y la comunicación es maravillosa– tenemos que entender que se trata de una estrategia estatal de cooptación, para hacer una brutal ocupación más aceptable.
Hay otras cosas que también entran en esta categoría: el Estado de Israel tiene una estrategia abierta de meter los derechos de gays y lesbianas y el feminismo en el conflicto, poniendo frente a frente el fundamentalismo de Hamás y el supuesto liberalismo ilustrado de Israel, como otra justificación para el castigo colectivo de los palestinos, obviando el poder y la intolerancia cada vez mayores de los judíos ultraortodoxos. Es una estrategia muy sofisticada.
Esto significa que tenemos que idear estrategias igualmente sofisticadas que defiendan los derechos humanos y la cultura, por una parte, pero que, por otra parte, rechacen todo intento de utilizar nuestro trabajo y nuestros valores para encubrir la fea realidad de la ocupación y la segregación.
Surasky: Usted ha hecho una gira muy distinta de cualquier otra, para la promoción de un libro. Yael Lerer y su editorial, Andalus, publicaron el libro en hebreo. Aparentemente, hay una contradicción inherente a venir a Israel y Palestina y hacer una gira de promoción a la vez que apoya un boicot. Sin embargo, han conseguido ustedes que funcionara. ¿Pueden explicarlo?
Yael Lerer: Andalus ha lidiado con esta contradicción desde el principio. Publicamos los escritores árabes que se oponen a la normalización de la ocupación, igual que nosotros. Siempre tratamos de hallar la manera de enfrentar estas contradicciones.
En realidad, esta es la primera vez que hemos hecho una gira de promoción, porque nuestro modo habitual de hacer frente a estas contradicciones es traducir libros, no celebrar fiestas. Nuestros escritores nunca vienen aquí. Así que aquí hemos tenido este desafío por primera vez.
Hemos hecho el gran lanzamiento de la edición en hebreo no en Tel Aviv sino en Haifa, en un teatro árabe, donde nuestros anfitriones no eran instituciones oficiales israelíes sino instituciones minoritarias palestinas. Como usted sabe, hay una minoría palestina de un 20 por ciento de la población de Israel.
Pero este evento no sólo iba dirigido a esta comunidad: invitamos también a los judíos israelíes a venir. Se podía leer en todas partes, en hebreo: Naomi Klein viene a Haifa, ven a escucharla.
Al mismo tiempo, ha sido importante celebrar los primeros actos relacionados con el Jerusalén Este y Ramallah, con la edición en árabe, y también que, antes de cualquier presentación del libro, Naomi participara en una manifestación en Belén contra el muro de separación.
Así que hablamos con el público israelí en los eventos y a través de los medios de comunicación israelíes. El libro está disponible en hebreo. Pero, al mismo tiempo, expresamos una fuerte posición contra la normalización. No actuamos como si la situación fuera del todo normal.
Klein: Esta es la cuestión: esto no es un boicot a los israelíes. Es un boicot al fingimiento de que todo es normal en Israel, porque es para esto para lo que invitan a los productores culturales.
Ha habido una enorme cantidad de declaraciones falsas acerca de la campaña de boicot, afirmando que se trata de un boicot a los israelíes, o a los judíos, o que es antisemita. Estamos tratando de aclarar estos conceptos erróneos con esta gira. Hay algunas reglas claras: no vamos a trabajar con una feria del libro patrocinada por el Estado, por ejemplo. He rechazado invitaciones para venir a Israel para hablar en festivales de cine patrocinados por el Estado israelí, y cosas así.
Si mi intención fuera boicotear a los israelíes, yo no estaría en Israel en interacción con los israelíes. Me hubiera quedado en casa.
Una de las cosas que estamos tratando de manifestar con esta gira es que para una extranjera como yo, sea cual sea la razón por la que decidas venir a Israel, estás haciendo una opción, estás colocándote al lado de una de las partes. Es posible pretender que no es así, pero esto sólo es posible por el éxito de Israel en hacer invisible el conflicto, dentro de una burbuja cuidadosamente construida.
En mi libro hay un largo capítulo sobre Israel y la construcción del Estado de Seguridad Nacional. Se analizan en detalle las empresas que fabrican el muro, las cercas metálicas y los puestos de control de alta tecnología que mantienen a los palestinos de los territorios ocupados en un estado de vigilancia constante.
La eficacia del sector de la seguridad nacional hace posible llegar a ciudades como Tel Aviv y estar casi completamente ajeno a lo que está sucediendo en Ramallah o en Gaza. Este Estado es como una comunidad cerrada gigante. Se ha perfeccionado el arte de construir una burbuja de seguridad, lo que es, en cierto sentido, su marca.
Es una marca que se vende a los judíos de la diáspora como yo. Nos dicen: "Podemos manteneros a salvo, podemos crear, en un mar de enemigos, una burbuja de seguridad para que disfrutes, tengas unas vacaciones de playa maravillosas, puedas ir a festivales de cine y ferias del libro, incluso en el momento en que nosotros bombardeamos de Gaza o convertimos Cisjordania en una cadena de minibantustanes, rodeados de muros y asentamientos en expansión, y de carreteras a las que los palestinos no tienen acceso."
Son las dos caras de una misma moneda: la burbuja de la normalidad, la brutalidad del confinamiento. Así pues, que no es un acto políticamente neutral participar de la burbuja.
Es muy importante que tenga lugar este diálogo, y por esto es tan importante para nosotros que se haya publicado el libro en hebreo, tanto para sacar esta información a la calle israelí como para desafiar a las personas que están tergiversando esta táctica como si fuera un boicot a los judíos o un boicot a los israelíes. No estamos haciendo nada de eso.
He donado mis derechos de autor a la editorial Andalus, es decir que no tengo ningún beneficio en esto. He escogido esta editorial porque es una editorial activista que mantiene una clara posición en contra de la ocupación.
Si el libro se vende bien, les ayudará a continuar su trabajo. La campaña de boicot no pide a la gente que no venga a Israel o a los Territorios Ocupados para compartir ideas y arte, pide que lo hagan en una actitud clara contra la ocupación y la discriminación.
Surasky: ¿Y cómo han reaccionado los medios de comunicación israelíes ante esta primera gira de oposición al boicot?
Klein: No muy bien. Una de las contradicciones que estamos enfrentando es que realmente queríamos provocar un debate en Israel, porque mientras el BDS se está discutiendo en Europa y Canadá, es casi invisible dentro de Israel; hay una auténtica censura en torno a esta cuestión.
Prácticamente, la única opinión que se oye es: "Oh, son sólo un montón de antisemitas; odian a los israelíes y a los judíos." Una opinión muy, muy distorsionada.
Así que nuestra idea era hacer más difícil este falseamiento, poner algunos datos sobre la mesa y decir: "Miren, hemos traducido este libro, y estoy aquí en Israel. Vamos a celebrar el diálogo y la comunicación que Israel supuestamente defiende con tanto ahínco."
Lo que estamos encontrando es mucho interés por parte de los israelíes, pero una gran resistencia de los medios de comunicación israelíes ante el mero hecho de abrir el debate tanto sobre el papel del sector de la seguridad en la presión contra la paz como sobre el posible papel de un movimiento de boicot en la creación de nuevos grupos de presión en favor de la paz.
Una vez manifestada mi posición clara a favor del boicot, en el diario Ha'aretz, muchos medios de comunicación se cerraron para nosotros, lo cual no dice mucho en favor de la amplitud del debate, pero no es en absoluto sorprendente tampoco.
Surasky: ¿Cuál es el objetivo de esta campaña? ¿Qué te gustaría que saliera de todo esto?
Klein: Se basa en la estrategia de Sudáfrica, que la lucha contra el apartheid en Sudáfrica utilizó con gran éxito en la década de 1980. Había boicot académico, boicot cultural y boicot de los consumidores.
Pero la palanca económica realmente fundamental fue la desinversión por parte de universidades y municipios en las empresas que hacían negocios con la Sudáfrica del apartheid. La campaña comenzó a ser demasiado costosa tanto para las empresas de Sudáfrica como para las transnacionales occidentales que tenían inversiones importantes en Sudáfrica.
Había también una situación un poco similar a la de Israel, en la que una minoría blanca, boer, que se consideraba parte de Europa, parte de Occidente. Y de repente comenzaron a no poder escuchar los conciertos americanos y europeos que deseaban, a no poder acoger las ferias del libro que querían, y todo esto no les gustó.
Así que ejercieron presión sobre su gobierno para pusiese fin a la situación, a pesar de que los sudafricanos blancos se tenían por muy virtuosos y les enfurecían los boicots y las sanciones.
La esperanza es que este tipo de dinámica funcione también aquí, dado que es tan importante para la propia imagen de Israel que el país sea visto como un miembro honorario de la Unión Europea o un adjunto de Estados Unidos.
Cuando escritores y artistas dejen de participar en la estrategia del gobierno israelí de utilizar la cultura para ocultar lo que hay del otro lado del muro de hormigón, los israelíes puede llegar a la conclusión de que dicho muro es una rémora y decidan acabar con él.
Lerer: Estoy completamente de acuerdo. Como ciudadano israelí, estimo necesario el boicot por dos razones.
En primer lugar, quiero que los israelíes sean más conscientes que todo no es normal. No significa nada que muchos israelíes que se consideran de izquierda digan: "Es horrible lo que está ocurriendo en Gaza y en Hebrón", mientras siguen con sus vidas como si tal cosa.
Estas personas van a los espectáculos y los conciertos, son las élites de este país. Son los periodistas que trabajan en los periódicos. Quiero conmoverlos, quiero sacudir estas personas y hacerles entender que no pueden continuar su vida normal cuando los palestinos de Qalqiliya [una ciudad de Cisjordania completamente rodeada por el muro de separación], a sólo 15 minutos de Tel Aviv, viven en una prisión.
La segunda razón por la que me interesa el boicot es porque he perdido la esperanza de crear el cambio desde dentro, que era lo que yo traté de hacer como activista durante muchos años.
Hace veinte años, nunca me hubiera imaginado esta situación de semiapartheid. Me preocupa el futuro en este lugar, me preocupan mis compatriotas israelíes. Tengo una gran familia aquí y muchos, muchos amigos.
Conozco a muchas personas que no tienen otro pasaporte y que no tienen otras opciones. Creo que la solución para este lugar, el único futuro posible, es la convivencia. Lamentablemente, en esta etapa, no veo cómo este futuro pueda alcanzarse sin la presión internacional.
Y creo que el boicot es una herramienta no violenta que ya ha demostrado que puede funcionar. Por eso pido: por favor, boicotéenme.
Klein: Yo también pienso que tenemos que ser muy claros: éste es un conflicto extraordinariamente asimétrico donde el Estado de Israel es el mayor boicoteador de todos: la economía de Gaza y Cisjordania ha sido totalmente destruida por el cierre fronterizo.
Además de cerrar las fronteras para que los productores en Gaza no puedan sacar sus frutas y verduras, más de 200 instalaciones industriales en Gaza fueron atacadas durante el ataque, a finales de diciembre y enero. Fue una destrucción sistemática de esa economía, para dar una lección a Gaza por haber votado por Hamás. Así que, el boicot ya está teniendo lugar.
Según entiendo el BDS, es una táctica a la que estamos recurriendo a causa de la impunidad israelí. Hay una absoluta falta de voluntad de aplicar el derecho internacional al Estado de Israel. Hamás ha cometido crímenes de guerra, pero hay una respuesta internacional a esos crímenes. Sin embargo, no hay respuesta a los crímenes de guerra israelíes, de una escala exponencialmente mayor.
Estábamos hace poco en Gaza. Lo que realmente me impresionó fue la sensación de choque entre tanta gente por el hecho de que después de los ataques de diciembre-enero, después de que cientos de niños fueran asesinados, la comunidad internacional no ha emprendido ninguna iniciativa para responsabilizar a Israel.
Es decir, se trataba de una muestra de total impunidad y desprecio por el derecho internacional, por las leyes de la guerra, que, por cierto, fueron creadas en respuesta directa a las atrocidades nazis de la Segunda Guerra Mundial. Y, sin embargo, no sólo no hay consecuencias para los crímenes, sino el asedio ilegal de Gaza sigue adelante.
Lo que manifiesta el BDS es que nuestros gobiernos han fracasado, las Naciones Unidas han fracasado, la llamada comunidad internacional es una broma. Tenemos que llenar este vacío.
Creo también que este movimiento puede hacer cambiar el juego de Estados Unidos. Recordemos que una gran parte del éxito de la lucha contra el apartheid en los años 80 se debió a la educación popular.
Una vez que se llegaba a la conclusión de que nuestra escuela, o nuestra ciudad, debe desinvertir en la Sudáfrica del apartheid, de inmediato se tenía que hacer campaña educativa, y explicar qué era el apartheid, y había que hacer exponer las razones de un modo convincente. Y la gente fue persuadida.
La llamada campaña palestina en favor del BDS podría desempeñar esta función de agitación en la actualidad, proporcionando a la gente algo concreto en torno a lo que organizarse en sus escuelas y comunidades.
Tanto si lo reconoce como si no, el Presidente Barack Obama necesita de la lucha palestina para ganar en popularidad entre los movimientos de base, como en su día significó la lucha de Sudáfrica. El presidente ha dado pasos muy pequeños para forjar un nuevo tipo de acuerdo con Israel, pero aún así está enfrentando una enorme presión de la derecha. Tiene que haber una presión contrapuesta sobre Obama que le diga: En realidad, usted no va lo suficientemente lejos. ¿Dice usted no a los nuevos asentamientos? ¿Y si dijéramos: no los asentamientos, punto?
Así que la única esperanza de que no se limite a su actual posición provisional, sino de que mejore la situación, es que haya un movimiento popular que sea muy claro en sus exigencias de que Israel acate el derecho internacional en todos los frentes, y eso es exactamente lo que es el BDS.
Surasky: ¿Cómo están respondiendo los israelíes de izquierda a la idea de un boicot?
Lerer: Algo sucedió en la última guerra de Gaza, en enero. Quinientos cuarenta israelíes, entre los cuales había destacados académicos, actores y cineastas, firmaron una petición solicitando la presión internacional sobre Israel.
Un párrafo de dicha petición afirmaba que sólo el boicot ayudó en el caso de Sudáfrica. Todavía no era una llamada directa al boicot, pero fue un paso muy importante. Ahora estamos formando un nuevo grupo de ciudadanos israelíes que apoya el llamamiento palestino al boicot, llamado Boicot desde dentro (BFM, Boycott From Within).
En 2005, tratamos de organizar un grupo de artistas en apoyo del llamamiento palestino al boicot académico y cultural, y fracasamos. La gente nos preguntaba: ¿Cómo podemos boicotearnos a nosotros mismos? Es muy difícil, es demasiado radical. Muchas de estas personas ya han firmado la petición de Gaza, y que se están uniendo a nuestro nuevo grupo Boicot desde dentro.
Ellos entendieron que no se trata de boicotearnos a nosotros mismos, sino de pedir a la comunidad internacional, a nuestros conciudadanos en todo el mundo que actúen: Por favor, ayúdennos con su boicot.
Surasky: Hablemos de ejemplos concretos de otras personas que estén apoyando esta convocatoria.
Klein: La mayoría de los artistas no conocen la llamada al BDS, a pesar de que viene de cientos de grupos palestinos. Estamos trabajando en un contexto en el que las voces palestinas son prácticamente inaudibles en Occidente.
Así pues, las personas vienen a Israel a recibir un premio, o a dar un concierto en Tel Aviv, no saben que básicamente están rompiendo un boicot. La mayoría no sabe ni siquiera que se ha hecho una llamada a la resistencia no violenta por un pueblo que, recordemos, han sido absolutamente vilipendiado por utilizar cualquier tipo de resistencia armada. Lo que intento decir es lo siguiente: si rechazamos la resistencia armada, y también rechazamos el boicot y las sanciones ¿qué queda?, ¿firmar peticiones en Internet?, ¿realmente creemos que esto va a terminar con la ocupación?
Pero sí, algunos cineastas políticamente activos han decidido no participar en festivales de cine israelíes patrocinados por Israel.
Ken Loach se retiró del Melbourne International Film Festival cuando supo que estaba patrocinado por el gobierno israelí. El director de cine canadiense John Greyson retiró una película, magnífica, llamada Fig Trees, del festival de cine gay y lésbico de este año en Tel Aviv.
Más recientemente, los Yes Men escribieron una carta muy atenta al Festival de Cine de Jerusalén, explicando por qué decidieron retirar del festival su nueva película, The Yes Men Save the World.
Y ahora se habla de la organización de un festival de cine pro BDS en Ramallah, una vez más para boicotear lo que se entiende por normalidad y a la vez llevar estas películas allí.
Surasky: Acabo de leer una crítica del BDS según la cual si no se pide el boicot de Corea del Norte, o de Estados Unidos por lo de Afganistán o Irak, entonces la llamada al boicot es antisemita. ¿Cómo se puede abordar esta crítica?
Klein: Yo también la he oído, pero yo no estoy llamando a un boicot de nadie. Estoy respetando un llamamiento a un boicot que han hecho cientos de grupos palestinos.
Creo en el principio de que las personas en circunstancias de opresión tienen derecho a la libre determinación. Eso está en el corazón de esta lucha. Esta es una táctica no violenta que ha sido elegida por una amplia gama de grupos de la sociedad civil.
Los iraquíes, por lo que yo sé, no han pedido un boicot contra Estados Unidos, aunque sería sin duda su derecho. Y sin embargo, algunas personas reaccionan como si yo, en cierto modo, hubiera pensado en mi habitación "A ver a quién boicoteamos hoy. Pito-pito-colorito…, Corea del Norte, Zimbabue, Birmania… ¡Israel!"
Una vez más, la única razón de esto pueda suceder es debido a que las voces palestinas están efectivamente marginadas en la prensa occidental.
Por cierto, la mayoría de los ejemplos que se sacan a relucir en estos debates son ejemplos en los que hay sanciones muy claras en contra de estos países. Así que no estamos tratándolos con la impunidad con que estamos tratando a Israel.
En este caso, se necesita un proyecto desde la base para estar presentes donde los gobiernos han renunciado completamente a su responsabilidad de ejercer presión en nombre del derecho internacional.
Lerer: Pero no sólo eso, los países citados no tienen festivales de cine y Madonna no va a dar un concierto en Corea del Norte.
El problema aquí es que la comunidad internacional trata a Israel como si fuera un estado occidental normal, europeo. Y esta es la base del llamamiento al boicot, la relación especial que tienen las universidades israelíes con universidades europeas y estadounidenses, que las universidades de Zimbabwe no tienen.
Estoy convencido de que Israel no podría continuar la ocupación ni un solo día sin el apoyo de los Estados Unidos y la Unión Europea. La comunidad occidental apoya la ocupación. Como Naomi estaba diciendo, no hacer nada es actuar.
Surasky: Algunos opinan que esto no va a ayudar, que los israelíes se consideran en estado de sitio, que los judíos están en estado de sitio, y que realmente la iniciativa va a hacer a los israelíes menos abiertos a la paz.
Klein: Es inevitable que, al menos en el corto plazo, va a alimentar este sentimiento de sitio en Israel.
Pero no es racional, porque en realidad, lo que estamos tratando es un contexto en el que Israel se ha visto recompensado. Si nos fijamos en estos años clave, desde la elección de Hamás, cuando el sitio de Gaza se hizo completamente brutal e ilegal sin lugar a dudas, el comercio con Israel de hecho ha aumentado sensiblemente. Se han puesto en marcha nuevos acuerdos especiales entre la Unión Europea e Israel, y también con América Latina. El año pasado, las exportaciones israelíes a Canadá aumentaron en un 45 por ciento.
A pesar de que Israel está siendo recompensado por este crimen y se está saliendo con la suya con una violencia extraordinaria, la sensación entre muchos israelíes de estar en estado de sitio está en aumento.
La pregunta es, ¿vamos a fomentar esta irracionalidad? Si es así significará que no hacemos nada, que entregamos voluntariamente las herramientas más efectivas del arsenal no violento.
Israel, a pesar de la abrumadora evidencia en contra, cree que el mundo entero está en contra suyo y que todas las críticas a que se enfrenta son formas de antisemitismo.
Esto es simplemente falso, y como activistas ya no podemos permitir que el complejo de víctima de un país enmascare la victimización real de la población palestina.
© 2009 Independent Media Institute.
Cecilie Surasky es vicedirectora de la organización Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz).
S. Seguí es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.
http://www.alternet.org/story/142341/

Leer más...

Cuando el stay-behind quiso derrocar a De Gaulle


El golpe de los generales del 21 de abril de 1961

por Thierry Meyssan*

La opinión pública espera de De Gaulle, en primer lugar, el restablecimiento de la paz en Argelia. De forma implícita, «el» general se había comprometido a darle un tratamiento diferente al de las demás colonias, a mantener su condición de departamento francés. Pero la realidad se impone. A pesar de la importancia de los medios desplegados, las operaciones militares en Argelia están condenadas al fracaso, sobre todo porque los reservistas, los reclutas movilizados y sus familias no están dispuestos a luchar por la Argelia francesa.


Este artículo es la continuación de « Cuando el stay-behind llevó a De Gaulle al poder »

En privado, el general-presidente no esconde lo que piensa. Y le dice a Alain Peyrefitte: «Está muy bien que haya franceses amarillos, franceses negros, franceses morenos. Ellos demuestran que Francia está abierta a todas las razas y que tiene una vocación universal. Pero, a condición de que sigan siendo una pequeña minoría. Si no Francia ya no sería Francia. Somos ante todo un pueblo europeo de raza blanca, de cultura griega y latina, y de religión cristiana […] ¿Cree usted que Francia puede absorber 10 millones de musulmanes, que mañana serán quizás 20 millones y 40 millones pasado mañana? Si practicáramos la integración, si todos los árabes y los bereberes de Argelia fuesen considerados como franceses, ¿cómo les impediríamos que vinieran a instalarse en la metrópoli cuando el nivel de vida es aquí mucho más alto? ¡Mi pueblo ya no se llamaría Colombey-les-Deux-Eglises [En español, Colombey-las-Dos-Iglesias. Nota del Traductor.] sino Colombey-las-Dos-Mezquitas!» [1]

En público, por supuesto, se expresa con más cuidado. El 16 de septiembre de 1959, en una conferencia de prensa, Charles de Gaulle deja entrever su preferencia por «el gobierno de los argelinos por los argelinos, con el apoyo de la ayuda de Francia y en estrecha unión con ella».

El Día de las barricadas
En enero, la prensa alemana [2] reporta una entrevista con el general Jacques Massu, en la que éste deplora que el ejército haya optado por De Gaulle. Massu se queja del viraje político del gobierno y afirma que el ejército proseguirá su acción. Aunque Massu desmiente inmediatamente las declaraciones que le han sido atribuidas, De Gaulle le ordena venir a París a dar explicaciones.

En Argel, los “ultras”, tanto civiles como militares, que creían poder contar con el apoyo de Massu, se lanzan a las calles el 24 de enero de 1960, en lo que habrá de conocerse como “el día de las barricadas”. El coronel Jean Gardes, del 5º Buró Militar, lanza la orden de insurrección. A la cabeza de los amotinados se encuentran el diputado Pierre Lagaillarde y el abogado Jean-Baptiste Biaggi, Joseph Ortiz (propietario de un bar) y el sindicalista estudiante Jean-Jacques Susini. En la madrugada del día 26 ya hay 25 muertos. Varios oficiales rebeldes emiten un comunicado a través de las ondas de Radio-Alger: “Ha llegado la hora de la esperanza (…) No podemos seguir esperando para resucitar el espíritu del 13 de mayo (…) Nuestro ejército está a la cabeza del combate por Occidente. Nos esforzamos por no imponerle el problema de una disyuntiva que pueda dividirlo y debilitarlo”. Para restablecer el orden, el general Maurice Challe, comandante en jefe de las fuerzas armadas en Argelia, proclama el estado de sitio, pero prohíbe disparar contra los amotinados.

En París, se emiten 80 órdenes de arresto contra los instigadores de la insurrección. El diputado Jean-Marie Le Pen, quien ha llamado a extender las barricadas hasta París, y el teórico Georges Sauge son puestos en prisión preventiva. En la noche del día 29, el general-presidente aparece ante las cámaras de la televisión de completo uniforme y pronuncia una alocución. “He tomado, en nombre de Francia, la siguiente decisión: los argelinos serán libres de escoger su destino. Cuando, de una u otra manera –por haber alcanzado un acuerdo de cese del fuego o por haber aplastado totalmente a los rebeldes– hayamos puesto fin a los combates; cuando, después de un periodo prolongado de apaciguamiento, las poblaciones hayan podido tomar conciencia de lo que está en juego y, por otro lado, [hayan podido] alcanzar, gracias a nosotros, los progresos necesarios en los sectores político, económico, social, escolar, etc…, en ese momento serán los argelinos quienes dirán lo que quieren ser (…) Franceses de Argelia, ¿cómo pueden ustedes prestar oídos a los mentirosos y los conspiradores que les dicen que al conceder a los argelinos la libertad de decidir, Francia y De Gaulle quieren abandonarlos a ustedes, retirarse de Argelia y dejarlos a ustedes a merced de la rebelión? (…) A todos nuestros soldados les digo: La misión de ustedes no implica ni ambigüedades ni interpretaciones. Ustedes tienen que liquidar la fuerza rebelde que quiere expulsar a Francia de Argelia y hacer reinar sobre ese país su dictadura de miseria y de esterilidad (…) Finalmente, me dirijo a Francia. Mi querido y viejo país, henos aquí, juntos nuevamente, ante una dura prueba. En virtud del mandato que el pueblo me ha confiado y de la legitimidad nacional que yo mismo represento desde hace 20 años (sic), les pido a todos y a todas que me apoyen pase lo que pase”.

Esta intervención logra restablecer la calma, luego de 5 días de motines. Pero la insurrección ha puesto de relieve la importancia de las contradicciones internas del gaullismo. “El” general, después de haberse apoderado del poder en nombre de la Argelia francesa, no tiene cómo cumplir sus promesas. Al movilizar 500 000 hombres –o sea, 2 soldados por cada colono– De Gaulle se ha metido en un callejón sin salida. Por un lado, no logra aplastar al FLN. Por el otro, De Gaulle sabe que no podrá mantener eternamente ese enorme esfuerzo militar. Al desarrollar una guerra de enormes proporciones ha exacerbado los ánimos y perdido toda posibilidad de lograr una solución política al estilo de los dominion. Cuando se agoten las fuerzas del país, no quedará otro remedio que resignarse a la independencia [de Argelia]. De Gaulle no tiene entonces de qué asombrarse al ver su autoridad puesta en duda precisamente por “quienes lo hicieron rey”. Su posición no le permite sancionar a los oficiales que apoyaron la insurrección, así como el general Challe no podía ordenar dispararles. Lo más que puede hacer es sancionar a los civiles y confiar en una improbable victoria militar sobre el FLN. Para mantener la presión, De Gaulle pide y obtiene de la Asamblea los plenos poderes durante un año. Pierre Lagaillarde y el abogado Jean-Baptista Biaggi son encarcelados. Alain de Serigny es arrestado. El FNF de Joseph Ortiz y el MP13 del general Lionel Chassin son disueltos. Se reestructura el gobierno: Jacques Soustelle, demasiado rígido, queda excluido y tiene que dejar el ministerio de Información en manos de Louis Terrenoire, que sale de la RTF [Radio y Televisión de Francia. Nota del Traductor.]. El legionario Pierre Mesmer es nombrado ministro de Defensa, y disuelve los 5º Buroes. Esas estructuras, existentes en el seno de cada uno de los ejércitos franceses, habían elaborado los principios teóricos de la “guerra revolucionaria”, incluyendo la justificación de la tortura. En efecto, durante la guerra de Indochina, varios oficiales, como Roger Trinquier y Lionel-Max Chassin, entraron en contacto con la doctrina militar de Mao y –partiendo de ella– elaboraron una serie de principios para la dirección de las guerras coloniales. Su idea de base es que, para poder utilizar a la población en funciones de soldados, hay que someter el cuerpo antes de modelar las mentes. Bajo la autoridad de Geoffroy Chodron de Courcel, por aquel entonces Secretario General Permanente de la Defensa Nacional (SGPDN), es Jean Ousset, jefe espiritual de la Ciudad Católica y representante del Opus Dei en Francia, quien se encarga de la coordinación de los 5º Buroes. Al principio, los oficiales se formaban en el Centro de Instrucción y Preparación en Contraguerrilla (Arzew). Posteriormente, Jacques Chaban-Delmas agregó a ese dispositivo el Centro de Entrenamiento en Guerra Subversiva Jeanne-d’Arc (en Philippeville, Argelia), cuya dirección puso en manos del coronel Marcel Bigeard. En las paredes de la gran sala de reuniones de aquel centro se podía ver la siguiente frase: “Este Ejército tiene que ser fanático, despreciar el lujo, movido por el espíritu de los cruzados”. Por su parte, un miembro del stay-behind católico, Georges Sauge, ofrece conferencias y seminarios de formación permanente. En otras palabras, Messmer disuelve estructuras que habían desempeñado un papel esencial en la toma del poder por parte de De Gaulle, pero algunas de cuyas unidades se han puesto ahora en contra de él. La “guerra revolucionaria” quedará en lo adelante bajo el estricto control del general gaullista André Beaufre.

En mayo de 1960, la oposición de la MNEF al envío de reservistas y reclutas franceses [a Argelia] provoca una cisma en el seno de ese sindicato y la creación de la Federación de Estudiantes Nacionalistas (FEN) alrededor de Dominique Venner (ex miembro de Jeune Nation y del MP13), Francois d’Orcival y Alain de Benoist. La nueva federación publica el “Manifiesto del estudiantado de los 60”, de inspiración abiertamente fascista. En junio, se forma en París un Frente Nacional por la Argelia Francesa (FNAF) en el que aparecen todos los que no entienden el cambio de actitud de actitud de De Gaulle y simpatizan con los amotinados de Argel. Alrededor del propio Jacques Soustelle aparecen hombres como Claude Dumont, Georges Sauge e Yvon Chautard, los abogados Jean-Louis Tixier Vignancourt y Jacques Isorni, así como Victor Barthelemy, Francois Brigneau y Jean-Marie Le Pen.

En el bando opuesto, los adversarios de la guerra publican un “Manifiesto de los 121” en el que llaman a los reclutas del servicio militar a no obedecer las órdenes de la oficialidad. Indignado, el general Raoul Salan emite una declaración en la que denuncia, al mismo tiempo, a los simpatizantes [En francés, “porteurs de valise”. NdT.] del FLN y la nueva política gubernamental. Pierre Messmer lo trae de regreso de Argelia y lo acuartela en París. Pero Salan pasa a la clandestinidad y huye a España, donde lo esperan el Caudillo Francisco Franco y el Opus Dei. Pierre Lagaillarde y Jean-Jacques Susini, que estaban en libertad provisional desde el día de las barricadas, se unen a él en Madrid. Los tres crearán la OAS (Organización del Ejército Secreto, siglas en francés.).

En diciembre, mientras que los “ultras” preparan una nueva insurrección en Argel, son los musulmanes quienes se rebelan. De Gaulle ordena restablecer el orden en Argel y disuelve el FNAF en la metrópoli.

Los que se pronuncian contra la guerra crean entonces el Agrupamiento de la Izquierda Democrática (Rassemblement de la gauche democratique), conformado por el SFIO y el Partido Radical y los sindicatos FO, CFTC y FEN, etc., entre otras organizaciones, que paradójicamente está de acuerdo con De Gaulle. El general-presidente aprovecha la oportunidad que se le ofrece y convoca a un referéndum en apoyo a su viraje político. El 8 de enero de 1961, el Sí obtiene un 75% en la metrópoli y sólo un 41% en Argelia. Es indudable que la opinión pública de la metrópoli está en contra de los “ultras”, que sólo pueden contar con sus propias fuerzas. No les queda otra salida que derrocar a De Gaulle o emprender una secesión al estilo rhodesiano.

Washington abandona a De Gaulle
En Washington, el 9 de noviembre de 1960, el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) concluye que “la incapacidad del gobierno francés y de los rebeldes argelinos para llegar a un acuerdo, o por lo menos a un modus vivendi, que ponga fin al conflicto, sigue siendo un importante obstáculo para la realización de los objetivos americanos en África del Norte” [3]. La CIA considera que haber seleccionado a De Gaulle [para ponerlo en el poder] cuando el golpe del 13 de mayo de 1958 fue un error. Y estima que es preferible apartarlo y poner en su lugar a otro oficial, más dócil y sobre todo más eficaz. Pero su ex compañero de armas, el general Dwight D. Eisenhower rechaza los posibles escenarios de injerencia que se le proponen.

La CIA, que ha adquirido cierta autonomía, utiliza entonces al Opus Dei como contratista para los contactos preparatorios con vistas a un nuevo golpe de Estado en Francia. El Opus Dei se pone en contacto con el general retirado Edmond Jouhaud, ex jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea francesa. Posteriormente, el propio director de Operaciones Especiales de la CIA, Richard M. Bissell Jr., jefe supremo del stay-behind, se reúne con Jacques Soustelle en Washington [4].

El 17 de enero de 1961, al término de su segundo y último mandato, el presidente Eisenhower pronuncia un discurso de adiós a través de la radio. Después del tradicional balance de su acción como presidente, Eisenhower sorprende a sus conciudadanos con un mensaje de alerta sobre el riesgo que la guerra fría implica para la democracia. “La conjunción de un inmenso establishment militar y de una amplia industria armamentista es nueva en la historia americana”, señala Eisenhower. “Su influencia total –económica, política e incluso espiritual– se percibe en cada ciudad, en cada Estado, en cada administración federal. Nosotros reconocemos la imperativa necesidad de ese desarrollo. Pero no podemos dejar de comprender sus graves implicaciones. Nuestro trabajo, nuestros recursos, nuestras vidas están ligadas a él. O sea, la estructura misma de nuestra sociedad. En los consejos de gobierno, tenemos que tener cuidado con la adquisición de una influencia ilegítima, que el complejo militaro-industrial pudiera o no tratar de obtener. El peligro de desarrollo desastroso de un poder usurpado existe y va a persistir. No debemos permitir nunca que el peso de esa conjunción ponga en peligro nuestras libertades o los procesos democráticos. No debemos dar nada por sentado. Únicamente una vigilancia y una conciencia ciudadanas pueden garantizar el equilibrio entre la influencia de la gigantesca maquinaria industrial y militar de defensa y nuestros métodos y nuestros objetivos pacíficos, de forma tal que la seguridad y la libertad puedan incrementarse a la par”.

Dwight D. Eisenhower deja la Oficina Oval en manos de John Fitzgerald Kennedy. El joven presidente no tiene la experiencia necesaria para lidiar con la CIA. Desde el momento mismo de su llegada a la Casa Blanca se ve obligado a enfrentar el fracaso de Bahía de Cochinos. Mientras tanto la agencia emprende ya una nueva operación a sus espaldas.

El general Maurice Challe, que acababa de ser ascendido al cargo de jefe de estado mayor de las fuerzas de la OTAN para la zona Centro Europa, obtiene un retiro anticipado a viaja a Argel. Varias reuniones del stay-behind tienen lugar en París, en la oficina del coronel Lacheroy en la Escuela Militar, mientras que el coronel Godard moviliza a un grupo de hombres del 11º Regimiento Paracaidista de Choque.

El golpe del 21 de abril de 1961
El 21 de abril de 1961, los generales Maurice Challe, André Zeller y Edmond Jouhaud tratan de dar un golpe militar. El general Raoul Salan no tarda en unirse a ellos, traído directamente desde España por el cuñado del Caudillo Francisco Franco. Los golpistas promulgan una orden militar en la que instauran el estado de sitio y estipulan: “Los individuos que hayan participado directamente en el intento de abandono de Argelia y del Sahara serán arrestados y enviados ante un tribunal militar que será creado al más corto plazo para juzgar los crímenes contra la seguridad del Estado”.

Radio-Alger se convierte en Radio-France y adopta como tema musical de identificación el canto de las SS Wir Marchieren gegen England. A través de sus micrófonos, el general Challe declara: “Oficiales, suboficiales, gendarmes, marinos, soldados y aviadores, estoy en Argel con los generales Zeller y Jouhaud y en contacto con el general Salan para cumplir con nuestro juramento: conservar Argelia. Un gobierno de abandono se prepara para dejar el departamento de Argelia en manos de la rebelión. ¿Quieren ustedes que Mers-el-Kebir y Argel se conviertan mañana en bases soviéticas? Yo conozco el coraje, el orgullo, la disciplina de ustedes. El ejército no fallará en su misión y las órdenes que yo les impartiré no tendrán otro objetivo”.

En París, el gobierno se pregunta si Estados Unidos lo ha abandonado. Y decreta entonces el estado de urgencia. El primer ministro Michel Debré se dirige a la ciudadanía a través de la RTF: “Informaciones coincidentes permiten pensar que a muy corto plazo una acción sorpresiva pudiera tener lugar en la metrópoli, específicamente en la región parisina. Varios aviones están listos para lanzar o desembarcar grupos de paracaidistas en diferentes aeródromos con vistas a preparar una toma del poder (…) Los vuelos y aterrizajes en todos los aeropuertos de la región parisina están prohibidos a partir de la medianoche. En cuanto suenen las sirenas, diríjanse a ellos [a los aeropuertos], a pie o en automóvil, para convencer a los soldados engañados de su tremendo error. Es preciso que el sentido común venga del alma popular y que cada cual se sienta parte de la nación”.

Ante el peligro, el Partido Comunista expresa su apoyo al gobierno gaullista para luchar contra los fascistas y llama a la huelga general. Doce millones de franceses abandonan sus puestos de trabajo y grupo de voluntarios comienzan a organizarse.


El general-presidente evalúa rápidamente la situación ya que el dispositivo utilizado en su contra es precisamente el mismo que lo llevó al poder hace dos años. Y no tarda en darse cuenta de que, en Argelia, los generales comandantes de Orán y Constantina le siguen siendo fieles y de que el ejército no se ha movido en la metrópoli. Envía entonces a uno de sus parientes lejanos, el coronel Georges de Boissieu, a negociar con la junta. Protege los edificios oficiales con los blindados de la gendarmería pero, como medido prudencial, ordena el acuartelamiento de los blindados de las fuerzas terrestres. Y se presenta nuevamente en la televisión de completo uniforme: “Ordeno que se utilicen todos los medios –he dicho todos los medios– para cerrar el paso a estos hombres en todas partes, con la intención de reducirlos (…). Ante la desgracia que pende sobre la patria y la amenaza que pende sobre la República (…) he decidido suspender el articulo 16 [5] de nuestra constitución. A partir de hoy, yo tomaré, directamente de ser necesario, las medidas que estime convenientes en estas circunstancias”. Finalmente, De Gaulle firma una instrucción destinada a todas las instancias de las fuerzas armadas: “En caso de que algún elemento amotinado trate de violentar algún nivel del mando o alguna fuerza bajo sus órdenes, deberá ser rechazado por todos los medios, incluyendo el fuego. Cada vez que se presente la necesidad de someter a un elemento amotinado, será necesario hacerlo, utilizando las armas de ser necesario. Si estas disposiciones no bastaran para provocar el derrumbe de la insurrección, posteriores instrucciones indicarán las operaciones que habrá que emprender para reducirla”.

Bruscamente liberados, los reclutas del servicio militar y algunos oficiales leales vuelven sus armas contra los golpistas. El golpe ha fracasado. Los jefes golpistas se unen a la Organización del Ejército Secreto (OAS, siglas en francés) en la clandestinidad. Las principales unidades implicadas en el golpe son disueltas. Así sucede con el 1er REP de la Legión Extranjera que se componía, en cerca de un 45%, de ex fascistas húngaros y, en un 45%, de ex miembros de las SS. También es disuelto el Frente Nacional de los Combatientes de Jean-Marie Le Pen. Se prohíbe el semanario L’Esprit public de Hubert Bassot y Jean Mabire. Son destituidos los 6 principales generales y los 4 principales coroneles implicados en el golpe. Por su parte, De Gaulle tiene que poner fin lo más rápidamente posible a la presencia militar [de Francia] en Argelia y apresurar la independencia que su llegada al poder supuestamente debía prevenir.

El presidente Kennedy envía un mensaje de simpatía a su homólogo francés. La embajada estadounidense desmiente toda implicación de la CIA en el fracasado golpe. Pero el ministerio francés de Relaciones Exteriores, conciente de la realidad, alimenta la prensa con revelaciones sobre el apoyo de la agencia a los golpistas.

Al término de la tormenta, Charles de Gaulle incita a Edmond Michelet a dejar el ministerio de Justicia e implicarse en el Opus Dei, ya que estrechar los lazos es la mejor manera de prevenir nuevos problemas. Michelet logra obtener la presidencia del Centro Europeo de Documentación Internacional (CEDI), el tanque pensante del Opus Dei en Madrid.

La Organización del Ejército secreto
El programa de la OAS estipula: “En el estado en que se encuentra Francia, se necesita una verdadera operación quirúrgica que extirpe definitivamente las causas de su decadencia. Sólo los nacionalistas franceses pueden llevar a cabo esa operación. Ya no hay más que dos soluciones: el nacionalismo o el comunismo. Es por eso que los nacionalistas franceses han instaurado este programa inicial a partir del cual será posible la aplicación de un programa de reconstrucción nacional”. El programa “inicial” incluye la disolución de los partidos políticos, la supresión de las asambleas parlamentarias, la expulsión de los norafricanos que han emigrado a la metrópoli, la implantación del control francés sobre los medios de prensa, etc.

El emblema de la OAS es la cruz céltica. Su organigrama reproduce el del FLN. La organización de masas (OM), o sea la movilización forzosa de los franceses residentes en Argelia o allí nacidos, estará en manos del coronel Jean Gardes, miembro de la Ciudad Católica y ex responsable del 5º Buró. Jean-Jacques Susini se encarga de la acción política y la propaganda (APP) y, para terminar, Jean-Claude Perez se ocupa de las cuestiones organizativas, la inteligencia y las operaciones (ORO, siglas en francés). De esta tercera rama dependen los comandos del teniente Roger Degueldre, alias “Delta”, que desatan una ola de atentados. Esa misma rama garantiza además el financiamiento de la organización mediante la realización de asaltos a mano armada. Todo este conjunto se encuentra bajo la dirección del general Raoul Salan, alias “Soleil” [“Sol”, en francés. NdT.] (por analogía con el emblema de la organización).

La OAS se extiende por la metrópoli con una rama militar, creada por el capitán Pierre Sergent, y una rama dedicada a la propaganda alrededor de la casa de ediciones La Table Ronde, de Roland Laudenbach. Alrededor de estos personajes se mueven el inevitable doctor Martin, el stay-behind Jean Dides y, por supuesto, los hermanos Sidos.

Finalmente, la OAS reconoce una dirección exterior, ubicada en Madrid bajo la autoridad del coronel Antoine Argoud, de Charles Lacheroy (ex miembro del 5º Buró y de Ciudad Católica), a quienes se unen los líderes del “día de las barricadas”, el diputado Pierre Lagaillarde (Ciudad Católica) y Joseph Ortiz.

Varios servicios estadounidenses, que siguen actuando a espaldas del presidente Kennedy, aportan su ayuda a la OAS utilizando como pantalla un misterioso American Comité for France y activando contactos privilegiados con el general Challe. En todo caso, la agencia no se arriesga en lo más mínimo ya que se mantiene en contacto con las tres partes, apoyando también a los nacionalistas argelinos y al gobierno francés. Incluso eleva ese triple juego al rango de estrategia para debilitar a todas las partes y conservar para sí misma el total control de los hechos.

En la metrópoli, la OAS cambia rápidamente de objetivos, abandonando parcialmente sus atentados contra el poder para concentrarse en la acción contra los comunistas. El 8 de febrero de 1962, varias organizaciones de izquierda convocan a una manifestación en París contra los terroristas de la OAS. La policía ataca a los manifestantes comunistas en la estación del metro de Charonne. La agresión deja 8 muertos. Nadie entiende la actitud de los gaullistas: tratan a la OAS como una simple oposición política interna y movilizan medios militares únicamente contra el FLN. Una inmensa multitud –500 000 personas según un bando, un millón según el otro– participa en los funerales de las víctimas.

El 18 de marzo, Francia firma un cese del fuego con el FLN en Evian. El ejército francés recibe órdenes de cooperar con el FLN para garantizar que el paso a la independencia se desarrolle en forma pacífica. La OAS reacciona tratando de tomar el control de los barrios europeos de Bad-el-Oued. Pero esta última insurrección es barrida por el ejército, leal al gobierno francés, que ahora considera al FLN como un aliado mientras que la OAS es el único enemigo. Los principales dirigentes de la OAS son arrestados o se dan a la fuga. Su causa ha sido derrotada. El 8 de abril los franceses aprueban los acuerdos de Evian a través de un referéndum, con un 90% de los votos válidos. La independencia de Argelia es proclamada el 3 de julio.

Al obligar a Jacques Soustelle y Georges Bidault a optar por el exilio, Charles de Gaulle se deshace de sus principales rivales políticos. En Roma, éstos últimos tratan de constituir un Consejo Nacional de la Resistencia (CNR), denominación cuyo objetivo es recordar que, en 1944, De Gaulle no salvó a Francia él solo y que ellos habían desempeñado un papel tan importante como el suyo. Fracasan los últimos atentados contra el general-presidente. Los últimos activistas que aún quedan en libertad se esconden por toda Europa. Francia presenta pedidos oficiales de gextradición. Pero, en secreto, Charles de Gaulle envía un comisario principal de Renseignements Generaux [La policía política francesa. NdT.], Michel Baroin, a proponerles individualmente el regreso al ejército o a los servicios franceses. Ya concretada la independencia de Argelia, los fugitivos sólo tienen dos motivaciones: la preservación de lo que queda del Imperio y la lucha contra el comunismo. Por lo menos 250 de esos elementos se acogen a la “Operación Reconciliación”.

Los plenos poderes presidenciales
El “fin del régimen de los partidos” y el “restablecimiento de la autoridad del Estado” son consignas esenciales de la propaganda gaullista. Su objetivo es lograr que la ciudadanía acepte el fin del régimen republicano haciéndole creer que lo está garantizando. Al aceptar la presidencia del Consejo (el 1º de junio de 1958), Charles de Gaulle había exigido que se le otorgaran plenos poderes hasta la promulgación de una nueva Constitución. Al promulgarse la nueva Constitución (el 4 de octubre de 1958), los plenos poderes se prorrogaron automáticamente durante 4 meses más para garantizar la continuidad del Estado.

Para poder hacer frente al golpe de los generales (el 21 de abril de 1961), el general-presidente se arroga plenos poderes, en virtud del “artículo 16”, por un periodo de 6 meses (decreto del 23 de abril de 1961), poderes que posteriormente se prorrogan por 6 meses más (decreto del 29 de septiembre de 1961). Poco antes del fin de ese segundo periodo, De Gaulle logra la aprobación de su nueva política sobre Argelia y obtiene mediante un referéndum una nueva prolongación de los plenos poderes (el 8 de abril de 1962).

Después del reconocimiento de la independencia de Argelia (el 3 de julio de 1962), el propio De Gaulle pone fin a su dictadura y restablece el normal funcionamiento de las instituciones, a lo cual se había comprometido anteriormente. Pero lo hace para modificar inmediatamente la Constitución, reforzando la función presidencial. Mediante el referéndum del 28 de octubre de 1962, De Gaulle perfecciona su obra constitucional. Modifica el modo de elección del presidente de la seudorepública al instaurar el sufragio universal directo. A partir de ese momento, el desequilibrio institucional llega al máximo: el presidente de la República es el jefe supremo del ejecutivo, dispone de la mayor legitimidad. Ese mismo presidente nombra el gobierno, que confisca el poder legislativo ya que puede propiciar leyes, imponer su propia agenda a las Asambleas e impedir el debate parlamentario (Artículo 49-3). En caso de rebelión de la Asamblea, el presidente puede ordenar su disolución. Los diputados, que ya no pueden hacer otra cosa que marchar al paso de la voz de mando, comienzan a calificarse a sí mismos de alabarderos del régimen. El presidente acapara también el poder judicial ya que preside el Consejo Superior de la Magistratura.

En cuatro años, Charles de Gaulle ha gozado de plenos poderes a lo largo de 22 meses. Y finalmente ha logrado que una opinión pública anestesiada apruebe un régimen antirrepublicano enteramente organizado alrededor de un poder personal y en el que todos los contrapoderes han sido neutralizados.

La consecuencia de este sistema es que la vida política se gira esencialmente alrededor de la fidelidad o de la hostilidad a la persona del presidente, lo cual permite que De Gaulle incorpore a su gabinete una serie de personalidades provenientes de las filas de los colaboradores de la ocupación nazi que él mismo había combatido, pero que se unieron tardíamente a la Resistencia. Maurice Couve de Murville, quien fue durante dos años el principal responsable de la Colaboración Económica del Estado Francés con el Reich nazi, se convierte así en ministro de Relaciones Exteriores bajo la presidencia de De Gaulle.

De esa misma manera, el Opus Dei se instala en el ministerio de Finanzas del general-presidente. Antoine Pinay, ex miembro del Consejo Nacional del Estado Francés del mariscal Petain, es miembro del Opus Dei. Wilfrid Baumgartner, ex miembro del Consejo del Banco de Francia en la época de Petain, también coopera con el Opus Dei. Demasiado marcado por la condecoración que le había concedido Petain, el banquero que se ocupa de los fondos del Opus Dei en Francia, Edmond Giscard d’Estaing renuncia a ser el sucesor de los dos personajes anteriormente mencionados a la cabeza del ministerio de Finanzas y deja ese puesto a su hijo Valery [Futuro presidente de Francia. NdT.].

(In)Dependencia nacional
Charles de Gaulle se esforzó enormemente por cultivar su imagen de salvador de la independencia nacional, sobre todo porque su regreso al poder se lo debía a la ayuda de los Estados Unidos.

Al alcanzar el poder en 1958, De Gaulle instaura un gabinete negro bajo control estadounidense. A su llegada al palacio del Elíseo lleva como asistente a Jacques Foccart, cofundador de las redes stay-behind en Francia, y su primer ministro, Michel Debré, tiene como asistente a Constantin Melnik, un protegido del cardenal Tisserand entrenado en Estados Unidos por la Rand Corporation [6].

Charles De Gaulle nunca se opone a los acuerdos del Plan Marshall, que estipulan que los estadounidenses deben tener acceso a las materias primas del Imperio francés. Es precisamente con sociedades de capitales mixtos franco-estadounidenses que De Gaulle explotará el “espacio reservado”, expulsando a las empresas de los demás Estados occidentales. Y hace del petróleo y del átomo el eje de su política exterior.

Pone en manos de Jean-Marcel Jeanneney, ministro de Industria, la misión de agrupar y fusionar las empresas y agencias públicas del sector petrolero. Para realizar esa ardua tarea, Jeanneney pone a la cabeza de su gabinete a un hábil técnico de la economía, Raymond Barre. Gracias a los esfuerzos de ambos, ese sector se reestructura en 1962 alrededor de una poderosa empresa, Elf. Para dirigir esa empresa, Pierre Guillaumat, fundador histórico de la Dirección General de Servicios Especiales y viejo amigo de la familia de De Gaulle, abandona su cargo de ministro de Defensa. Elf se convierte simultáneamente en la reserva financiera y brazo armado del “espacio reservado”. Los que estorban son eliminados, como Enrico Mattei, director de la empresa italiana rival Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), víctima de un falso accidente de aviación el 26 de octubre de 1962. Sin embargo, observando el mayor respeto por sus protectores atlantistas, Elf renuncia a dotarse de suficientes servicios de investigación y de autoequipamiento. Para explotar el petróleo, esta empresa francesa se alía a varias empresas estadounidenses de investigación y de fabricación de equipamiento.

En el sector del átomo, De Gaulle hereda un programa nuclear muy adelantado. A partir de 1954 [7], el gobierno estadounidense transfiere, de forma secreta e ilegal, sus secretos atómicos a Francia e Israel [8]. Pero se trata de un regalo de doble filo. En efecto, durante la guerra de Corea, Estados Unidos comprueba que es imposible utilizar la bomba atómica sin exponerse a una respuesta soviética. A partir de ese momento, la amenaza nuclear pierde el carácter disuasivo que hubiese podido en los conflictos menores, carácter disuasivo que se ve limitado entonces a las agresiones de gran envergadura capaces de poner en peligro la existencia misma de Estados Unidos. El uso de la bomba atómica en una situación que no implique riesgo para la existencia de los Estados Unidos implica que esa bomba sea lanzada por una potencia periférica aliada de Washington, que se expondría así a la respuesta soviética, en lugar de los estadounidenses. De Gaulle decide propagandizar el desarrollo del programa nuclear y presentarlo a la opinión pública como la adquisición de un arma suprema que sitúa a Francia entre las grandes potencias, al mismo nivel que Estados Unidos, la URSS y el Reino Unido. Pero De Gaulle escamotea al público el hecho que Francia no es dueña de su propia bomba y que Estados Unidos la utiliza en realidad como agente provocador y carnada. Washington le sigue la corriente a París, y de muy buena gana, sobre todo porque el Congreso ha decidido prohibir la proliferación del arma nuclear y, por lo tanto, la transferencia de ese tipo de tecnología es ilegal. Así que, para no verse obligados a proporcionar la bomba a los demás miembros de la OTAN, en 1966 Washington y París simulan la retirada de Francia de la OTAN y retrasan su regreso hasta la firma de los Tratados que prohíben la experimentación, en 1995.

El 2 de julio de 1958, Eisenhower logra que el Congreso estadounidense modifique la ley MacMahon. Se autoriza así la transferencia de tecnología nuclear a favor de los países aliados que ya hayan alcanzado avances sustanciales en ese campo. El 4 de julio, el secretario de Estado John Foster Dulles viaja a París para preparar, en conversación directa con “el” general, la continuación de la aventura nuclear de Francia y su futura salida de la OTAN. En mayo de 1959, Estados Unidos proporciona oficialmente uranio enriquecido a Francia para la realización de ensayos terrestres con un prototipo de motor nuclear para submarinos. Y el 13 de febrero de 1960 la primera explosión nuclear francesa tiene lugar en Reggane.

Una guardia pretoriana
En cuanto a la política interna, el poder personal crea un sistema de policías paralelas. Ya en 1947, Charles de Gaulle, cuya filosofía es contraria a la existencia de partidos políticos, había establecido una diferenciación entre su propia formación política, el Reagrupamiento del Pueblo Francés (RPF), y su “servicio de orden” (SO), al que había otorgado total independencia jurídica. El RPF se hallaba bajo la dirección de Jacques Soustelle (ex director de los servicios secretos gaullistas en Argel, y más tarde en Londres) y pasa posteriormente a estar bajo el control del teniente coronel Jacques Foccart. El RPF Estaba conformado por personalidades e investía candidatos con vistas a las elecciones. La dirección del “servicio de orden” estaba en manos de Dominique Ponchardier, Roger Barberot y Jean-Baptiste Biaggi. Esta estructura reclutaba militantes anticomunistas que, a su paso por la Resistencia, habían perdido los escrúpulos en cuanto a la posibilidad de transgredir la ley. Muchos miembros del “servicio de orden” ni siquiera pertenecían al RPF y preferían militar en partidos o grupúsculos de extrema derecha. El SO siguió existiendo después de la disolución del RPF, en 1952, y del retiro de De Gaulle a su residencia de Colombey-les-Deux-Eglises y participó activamente en el “complot del 13 de mayo de 1958”. En diciembre de 1959, Jacques Foccart lo reorganiza bajo el nombre de Servicio de Acción Cívica (SAC) y pone como presidente a Pierre Debizet, guardaespaldas de De Gaulle y activista del Partido Patriota Revolucionario del abogado Jean-Baptiste Biaggi (favorable a la reconciliación entre los partidarios del mariscal Petain y los gaullistas sobre la base de una línea nacionalista y anticomunista). Debizet presenta su dimisión en pocas semanas, por solidaridad con los responsables del Día de las Barricadas y con el abogado Biaggi, que acaba de ser arrestado. Pero, por consideración al “general”, Debizet es esfuerza por servir de intermediario entre los movimientos de la Argelia francesa y los gaullistas para “proteger al viejo”. El sucesor de Debizet como presidente del SAC fue Paul Comiti.

A pesar de que se han mencionado cifras muy superiores, el SAC contaba con unos 5 000 hombres repartidos por toda Francia, con excepción, claro está, de los Territorios de Ultramar, que eran parte del “espacio reservado” [9].

En la metrópoli, los hombres del SAC eran utilizados para “aporrear a los izquierdistas”, mientras que en el espacio reservado servían para dirigir las fuerzas militares o policiales locales. Parte de ellos se integró a los stay-behind de la OTAN.

En 1961, Roger Frey, convertido en ministro del Interior, instauró un dispositivo antiOAS cuyo eje eran Alexandre Sanguinetti, quien había sido miembro de La Cagoule, y el Movimiento Por la Comunidad (MPC) de Jacques Dauer y Lucien Bitterlin [10]. Con la ayuda del abogado Pierre Lemarchand, Dauer y Bitterlin reclutan algunos elementos dentro del SAC, pero el SAC nunca se implicará como organización en la lucha contra la OAS. Un centenar de individuos se dedican a realizar atentados dinamiteros contra bares y otros lugares de reunión de los partidarios de la Argelia francesa. En ese caso se encuentran los mafiosos Marcel Francisci y Dominique Ventura, que desatan contra los comandos Delta de la OAS una atroz guerra secreta, caracterizada por secuestros, torturas y asesinatos.

Mientras tanto, otros elementos pertenecientes al SAC tratan de calmar el juego convenciendo a ciertos dirigentes de la OAS para que cambien de casaca. Es de esa manera que el patrón de bar Joseph Ortiz, exilado en España, acaba siendo reclutado por el director de exportaciones de la empresa Pastis Ricard, Charles Pascua, también responsable nacional del SAC.

Si la OAS representaba una oposición interna que el gobierno francés combate mediante la utilización de fuerzas secretas, el FLN era en cambio un adversario extranjero que las fuerzas oficiales reprimían de forma implacable. El periodo de prisión preventiva pasa a ser de 15 días, sin derecho a visitas de abogados o médicos. Esa decisión equivale a autorizar y generalizar la tortura en las instalaciones de la policía. El 17 de octubre de 1961, el prefecto de policía de París, Maurice Papon, dirige contra los inmigrantes argelinos una redada que deja varios cientos de muertos. Sometida a la censura, cuando no está directamente a las órdenes del gobierno, la prensa no publica ni una palabra al respecto.

El régimen tampoco vacila en recurrir a la manipulación política. A principios del año 1959 aparece un grupo de oficiales y tecnócratas que responde al nombre de Patria y Progreso. Este grupo proclama ideas nacionalistas y sociales y atrae al bando gaullista a toda una serie de elementos que pudieran sentir la tentación de apostar por una aventura enteramente fascista. Su jefe es Philippe Roussillon y cuenta con el apoyo de Louis Pauwels y Michel Massenet. Entre los jóvenes que se acercan a Patria y Progreso se encuentran Jean-Pierre Chevenement y Alain Gomez. Patria y Progreso es en realidad una fachada del coronel Roger Barberot.

Métodos expeditivos
Los “sucesos de Argelia” sirven de justificación a la utilización del terror. El general-presidente usa y abusa de los poderes excepcionales a su disposición y de la complicidad internacional de las redes stay-behind. Somete todos los libros y periódicos a la censura. Haciendo de Francia un Estado terrorista, ordena el asesinato de los opositores políticos que han buscado refugio en otros países. Los asesinatos llevan la firma de una organización títere llamada la Mano Roja [11], detrás de la cual apenas se esconden los servicios secretos franceses. Constantin Melnik reclamará más tarde la autoría de más de un millar de asesinatos políticos. Entre estos se cuentan la eliminación del comerciante de armas alemán Georg Puchert, asesinado en Francfort el 3 de marzo de 1959; la de su colega suizo Marcel Leopold, envenenado en Ginebra el 19 de septiembre de 1959; o la explosión del barco mercante Atlas en pleno puerto de Hamburgo y la captura del carguero checo Lídice en el Mediterráneo.

Para impedir que los marxistas del FLN se aprovisionen en armas, la CIA favorece un acuerdo entre los servicios secretos franceses para el extranjero (SDECE) y el “padrino de padrinos” italo-estadounidense Lucky Luciano. Este último había comenzado a colaborar con la OSS estadounidense, durante la Segunda Guerra Mundial, haciendo posible los preparativos del desembarco aliado en Sicilia. Al final de la guerra, el jefe mafioso pasó a integrar las redes stay-behind. Así que los hombres de la Cosa Nostra indican los barcos que transportan armas a través del Mediterráneo con vistas a su captura. A cambio de este servicio, Francia se hace de la vista gorda con las operaciones de contrabando y el tráfico de estupefacientes. El contacto del SDECE con Lucky Luciano es un criminal y ex colaborador francés con los nazis, Etienne Leandri, reclutado por el stay-behind después de la Liberación de Francia [12].

La CIA también autoriza a algunos stay-behind europeos a colaborar con sus homólogos franceses. Se recurre así al más alto magistrado suizo, el fiscal general de la Confederación René Dubois, para obtener informaciones recogidas por la policía suiza y transcripciones de escuchas telefónicas. Puesto al descubierto por un policía suizo, René Dubois se suicida el 23 de marzo de 1957 para no revelar lo que sabía sobre la red secreta de la alianza atlántica.

El general De Gaulle no se conforma con la utilización de métodos expeditivos en Argelia. Recurre a ellos en todas partes cada vez que se trata de su “espacio reservado” [13] y siempre que puede utilizar el equilibrio Este-Oeste como justificación.

Para castigar a Guinea, el general-presidente corta los vínculos con ese país desde el día mismo de su independencia. Al retirarse de Guinea, los funcionarios franceses reciben órdenes de destruir todos los archivos de sus respectivos sectores de trabajo. Cuando Guinea se retira de la zona CFA y crea su propia moneda, De Gaulle trata de llevarla a la ruina. En París, el coronel Beaumont [14] imprime moneda falsa guineana, que es enviada a Senegal para ser introducida después en Guinea por el comandante Maurice Robert. Cuando Sekou Touré, en busca de ayuda externa, se vuelve hacia la URSS y Checoslovaquia, se le denuncia como la encarnación misma del peligro comunista en África. Jacques Foccart trata de eliminarlo varias veces. Los proyectos de atentados contra Sekou Touré son supervisados desde Costa de Marfil por Yves Guena, que acaba de dejar el gabinete de Michel Debré para convertirse en Alto Comisario en Abidjan [15].

En el caso de Camerún, la administración colonial [francesa] enfrenta en ese país la oposición de la Unión Popular de Camerún (UPC) cuyos miembros pertenecen mayoritariamente a la etnia bamikelé. El alto comisario Pierre Messmer pone la represión en manos de Maurice Delauney. Los principales líderes de la UPC son asesinados y sus bases de retaguardia en el Camerún británico son objeto de expediciones punitivas. Al proclamarse la independencia, el 1º de enero de 1960, Jacques Foccart instaura un gobierno títere presidido por su amigo Ahmadou Ahidjo. Ese mismo día, el joven Estado camerunés firma con Francia un acuerdo de asistencia militar. París envía 5 batallones, al mando del general Max Briand. Bajo el manto de una seudo independencia, Charles de Gaulle hace lo no se atrevió a hacer en el marco de la Comunidad. 156 aldeas de la etnia bamikelé son arrasadas e incendiadas. Decenas de miles de personas son asesinadas [16]. La prensa francesa, amordazada y ciega ante la crisis argelina, no dirá ni una palabra sobre esa terrible represión. Finalmente, el nuevo líder de la UPC, Felix Moumié [17], es ultimado en Ginebra por los asesinos del SDECE, el 2 de octubre de 1960.

En 1960, Francia desentierra un acuerdo de 1883 y reclama el Congo-Kinshasa (Zaire) cuando los belgas se retiran de ese país. Al no poder anexarlo, Francia apoya la rebelión de Moise Tschombé en la región minera de Katanga, en detrimento de la autoridad de la ONU. Se producen envíos de armas, a través de la firma Barracuda, de Dominique Ponchardier. El coronel Roger Trinquier y el comandante Roger Faulques dirigen las tropas rebeldes en la zona en conflicto. Irving Brown viaja al Congo para coordinar las operaciones franco-estadounidenses. A través de sus redes francesas y belgas, la CIA pone en manos del stay-behind Otto Skorzeny la planificación del asesinato del primer ministro del gobierno legalmente constituido del Congo, Patrice Lumumba, y favorece el fortalecimiento del coronel Joseph Mobutu. Acentuando cada vez más el apoyo a Moise Tschombé, Jacques Foccart envía mercenarios encabezados por el francés Bob Denard, un matón implicado en un intento de asesinato contra Pierre Mendes-France [18], y el belga Christian Tavernier. En el sector de la propaganda, Foccart establece una Radio-Katanga, bajo la conducción de François Duprat.

En el Congo-Brazzaville, Charles de Gualle apoya contra viento y marea al abate Fulbert Youlou. Este ultimo tiene como consejero a Jean Mauricheau-Baupré, el ex redactor jefe del Courrier de la Colère.
Para el manejo del “espacio reservado”, el general-presidente pone en manos de Jacques Foccart todos los medios a su alcance. Este consejero de la sombra dispone de una oficina contigua a la del presidente de la seudorepública, en el palacio del Elíseo. Dispone además de una especie de ministerio, situado en el palacete Noirmoutiers, de la calle Grenelle. Sin embargo, Foccart se identifica únicamente como secretario general de la Comunidad, no como ministro, evitando así tener que rendir cuenta de sus actividades ante los parlamentarios.
Foccart trae de regreso a París a Maurice Robert, que ocupaba hasta entonces un puesto en Senegal, y pone en sus manos el manejo de los dirigentes africanos que viajan a París. Para ello se crea en pleno centro de París la “base Bison”, estrechamente vinculada a los stay-behind estadounidenses.

* * *
En mayo de 1958, Charles de Gaulle se apoderó del poder aprovechándose de una conjunción de intereses: los de los imperialistas franceses que contaban con él para que Argelia siguiera siendo francesa y los de los imperialistas estadounidenses que querían evitar a cualquier precio la influencia que la URSS podía ejercer sobre una Argelia independiente. Para alcanzar ambos objetivos –que finalmente no cumplió– De Gaulle comenzó por “restablecer la autoridad del Estado”, o sea reemplazó el régimen republicano por su sistema de poder personal. Recurrió después al uso de la fuerza en la metrópoli y, sobre todo, en los territorios que habían estado bajo el control del Imperio. En todo momento supo sacar el máximo de ganancia de su propia sumisión a los servicios estadounidenses, a los que en realidad servía cuando simulaba combatirlos, haciendo así de Francia “el más fiel y el más turbulento aliado de los Estados Unidos”. Exigió de los franceses que aceptaran las restricciones de las libertades democráticas para disponer de un Estado fuerte capaz de garantizar la independencia nacional y la influencia del país en el plano internacional. Pero, ¿es posible ser independiente sin ser libre?

Thierry Meyssan

Analista político. Fundador y presidente de la Red Voltaire.


Los artículos de esta autora o autor
Enviar un mensaje





--------------------------------------------------------------------------------


[1] Entrevista del 5 de marzo de 1959 narrada por Alain Peyrefitte in C’était De Gaulle, tome 1, Ediciones Fallois, 1994.

[2] Cf. Süddeutsche Zeitung del 18 de enero de 1958.

[3] Cf. Foreign Relations of The United States, 1958-1960, Vol. VII, Government Printing Office, 1993; ya citado anteriormente en De Gaulle et les Américains, Bernard Ledwidge, Flammarion, 1984.

[4] Cf. The Daily Mail del 2 de mayo de 1961.

[5] En virtud del artículo 16 de la Constitución de 1958, el presidente de la República puede “tomar las medidas que exijan las circunstancias” cuando “las instituciones de la República, la independencia de la nación, la integridad de su territorio o la ejecución de sus compromisos internacionales se vean amenazados de forma grave e inmediata y se interrumpe el normal funcionamiento de los poderes públicos constitucionales”. El presidente puede, por lo tanto, arrogarse los poderes de un dictador romano cuando lo crea necesario para los intereses del país.

[6] Principal fundación del lobby militaro-industrial estadounidense, la Rand Corporation es el think-tank o tanque pensante de la Dirección de Ciencia y Tecnología de la CIA.

[7] En 1954, las pretensiones atómicas de Francia impiden su incorporación a la Comunidad Europea de Defensa (CED) y dan lugar a la creación de la Unión de Europa Occidental (UEO).

[8] La dependencia francesa en el plano nuclear se dio a conocer a través de un artículo de David Bruce in Foreign Policy, mayo de 1989, y fue confirmada más tarde por el ex presidente Valery Giscard d’Estaing en sus memorias (Le Pouvoir et la Vie, Ediciones Compagnie douze, vol. 2, 1991). Los interesados encontrarán una exhaustiva síntesis de la política de diseminación nuclear en Affaires atomiques, Dominique Lorentz, Ediciones Arènes, 2001.

[9] Cf. Patrice Chairoff, B comme Barbouzes, Ediciones Alain Moreau, 1975; Commission d’enquête sur les activités du SAC, informe n° 955, Ediciones Assemblée nationale, 1982.

[10] Cf. Lucien Bitterlin, Histoire des Barbouzes, Ediciones Palais-Royal, 1972; Alexandre Tislenkoff, J’accuse Lemarchand, Ediciones Saint-Just.

[11] La Mano Roja [En francés, la Main Rouge] era inicialmente una milicia de autodefensa creada en Túnez por algunos colonos, en 1954, y dio nacimiento a otro movimiento aún más radical, el Comité Antiterrorista Norafricano (CATENA). Ambas apelaciones fueron retomadas sin muchos escrúpulos por el SDECE.

[12] Cf. Jacques Kermoal, L’Onorata Societa, Ediciones La Table ronde, 1971; Time del 4 de septiembre de 1972; Julien Caumer, Les Requins, un réseau au cœur des affaires, Flammarion, 1999

[13] Sobre la continuidad de la política de Francia en África, cf. La Françafrique, le plus long scandale de la République, François-Xavier Verschave, Stock, 1998. Noir silence, François-Xavier Verschave, Ediciones Arènes, 2000. Dado que la obra anterior presenta la versión de una de las partes implicadas en los hechos, su contenido fue imputado por Denis Sassou-N’Guesso (presidente del Congo-Brazzaville), Idriss Deby (presidente del Chad) y Omar Bongo (presidente de Gabón) en el marco de un importante proceso judicial que finalmente perdieron. Sobre el debate que provocó Noir silence, ver Noir procès, François-Xavier Verschave y Laurent Beccaria, Ediciones Arènes, 2001.

[14] Coronel Beaumont es el seudónimo de René Bertrand.

[15] Cf. La Piscine, les services secrets français, 1944-1984 de Roger Faligot y Pascal Krop, Seuil, 1985.

[16] Cf. Main basse sur le Cameroun, Mongo Beti, Maspero, 1972.

[17] Cf. Jean-Francis Held, L’Affaire Moumié, Maspéro, 1961.

[18] Según parece este atentado, tendiente a impedir la evolución institucional de Túnez en 1954, fue ordenado por Jean Mauricheau-Baupré.

Leer más...