domingo, 9 de agosto de 2009

Mohammed VI y el torpe movimiento del Alfil


Nueva coyuntura política en el conflicto saharaui–marroquí

José Antonio Monje
Rebelión
09-08-2009

Después de algunos meses de estancamiento táctico, de prolongados silencios y movimientos circulares, la partida de ajedrez iniciada en el Magreb desde 1975 muestra ahora cambios importantes.

Durante una de las más recientes jugadas, a cargo de Estados Unidos de Norteamérica, Marruecos ha perdido una torre y el Polisario puede avanzar con relativa soltura unos pocos pero decisivos pasos. Se trata de una situación inesperada pues anteriormente el desequilibrio de fuerzas casi siempre se mostró favorable al régimen alauí. La visita oficial de Christopher Ross a Marruecos y la posterior carta de Barack Hussein Obama a Mohamed VI han sido los elementos clave en este reciente cambio de contrapesos. A diferencia del discurso belicista al que nos tenía acostumbrados George W. Bush, la misiva de Obama habla del buen deseo del gobierno norteamericano de alcanzar una solución “que responda a las necesidades de la población en términos de una gobernanza transparente, de confianza en el Estado de derecho y de una justicia equitativa”. Estas novedosas expresiones han despertado gran expectativa en la comunidad internacional y, de manera muy especial, en muchas de las organizaciones que apoyan a la causa saharaui.Sin embargo, para no pecar de ingenuidad (actitud que tanto en el deporte ciencia como en política sería un error letal), ante esta nueva situación cabe preguntarnos: ¿por qué el fiel aliado de Marruecos hoy muestra este revés tan poco usual?, ¿este cambio en la coyuntura tiene que ver algo con el inicio de la supuesta nueva era de “democracia”, “libertad” y “solidaridad” propugnada por el reciente gobierno norteamericano, ese mismo gobierno que ha decidido incrementar el número de tropas destinadas a Afganistán, seguir hostigando a Irán y no actuar en consecuencia contra el golpe de Estado perpetrado impunemente en Honduras?, ¿o tal vez el nuevo posicionamiento está más relacionado con la reciente preocupación de buena parte de la diplomacia estadounidense, encabezada por Susan Rice, cuando afirma que si volviera a estallar un conflicto en el Sahara Occidental tal escenario traería un inmanejable clima de desestabilización política donde el mayor beneficiado sería Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI)?En este perverso juego múltiple, el siguiente movimiento correspondía a Marruecos. Y, para beneplácito del Polisario, en esta oportunidad el monarca alauí cometió un grave error. En un intento por evitar nuevas pérdidas de posición, ganada durante mucho tiempo a través de la implementación de una estrategia de desgaste y de intenso lobby internacional, se decide cumplir con la amenaza lanzada desde hace dos años y regionalizar las mal llamadas “provincias del sur”. Una jugada que puede ser vista como muy arriesgada, desesperada y hasta imprudente pues, más allá de su utilidad coyuntural, la regionalización de Marruecos vista como proceso político en sí misma se convierte para su rey en un arma de doble filo. Por una parte, si la comunidad internacional (especialmente Estados Unidos, Francia y España) se mantiene silente e inmóvil frente a este atropello, permitiría la consumación de la ocupación ilegal del territorio saharaui, cerrando toda posibilidad de futura negociación desde la postura de la autodeterminación. Pero por otra parte, si ante la decisión unilateral de consagrar el irrespeto por la legalidad internacional a través de la regionalización del territorio saharaui, la comunidad de las naciones (o por lo menos la parte más honorable de ella) reaccione como corresponde y exije el cumplimiento de las normas mínimas de convivencia entre estos dos Estados, siguiendo simplemente la lógica de las numerosas resoluciones de Naciones Unidas emitidas al respecto, este posicionamiento internacional desautorizaría a Marruecos para proponer más soluciones arbitrarias en las próximas rondas de negociaciones con las autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).El riesgo de la jugada marroquí no queda allí. Existe otro peligro adicional de esta decisión para el monarca alauí. Si la experiencia descentralizadora se hace extensiva de manera progresiva al verdadero territorio marroquí, las fuerzas democráticas de la sociedad civil cobrarían una fuerza tal que podría poner en riesgo su poder absolutista a muy corto plazo. El fortalecimiento organizativo por el que están pasando las agrupaciones de estudiantes universitarios, activistas de derechos humanos, agricultores y minorías étnicas, a pesar de los esfuerzos realizados por los medios de comunicación nacionales para ocultarlo, ha dejado de ser un secreto hace ya mucho tiempo.El próximo movimiento corresponde al Frente Polisario. Y antes de hacerlo, es necesario que haga un exhaustivo balance estratégico. La mera presión política ejercida desde la advertencia del eventual retorno a las armas ya no es un factor decisivo ni para Marruecos, ni para la comunidad internacional ni mucho menos para el AFRICOM. Por tanto, como parte de este análisis se debe medir en su real dimensión, entre otras muchas cosas importantes, la actual ambigüedad de la posición política estadounidense, la lógica de actuación de AQMI y la reacción de la Iniciativa Transahariana de Lucha contra el Terrorismo (TSCTI), la complicidad manifiesta del gobierno español con la alternativa de autonomía y las reacciones de la comunidad internacional, tanto a nivel de gobiernos como de la propia sociedad civil. El lugar más adecuado para realizar esta decisiva jugada será la reunión preparatoria de la quinta ronda de negociaciones, la misma que se llevará a cabo dentro de pocos días en Viena. En esta reunión, como parte del establecimiento del nuevo marco de discusión, debe evidenciarse el despropósito mostrado por la decisión del monarca marroquí y solicitar, en honor a la justicia, que todos los actores directamente involucrados con este conflicto manifiesten su desacuerdo y tomen cartas en el asunto de manera efectiva. De otra manera, podrían verse seriamente bloqueadas dichas negociaciones y el alcance de una solución ajustada a derecho para el Sahara.
José Antonio Monje.
Coordinador de la Delegación Mundubat en la RASD

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Egipto: Pide a las Naciones Unidas que presione a Israel para que deje de expulsar palestinos


7 de agosto de 2009

El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Ahmed Abul Gheit, pidió al jefe de la ONU, Ban Ki-moon, y al Cuarteto que ejerzan presión sobre Israel para que deje de expulsar a familias de sus hogares en Jerusalén Oriental, dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hosam Zaki, en un comunicado.

Abul Gheit envió mensajes a Ban Ki-moon y al Cuarteto para reiterar que las medidas israelíes contra los palestinos son ilegales y para pedir a Israel que deje de expulsar a familias de sus hogares, dice el comunicado.

"A Egipto le preocupan los intentos de Israel para cambiar los hechos en el territorio", dijo Zaki.

Egipto hizo el llamado después de que la policía israelí forzara a dos familias palestinas de 53 miembros a salir de sus hogares en el vecindario árabe al-Sheikh Jarrah en Jerusalén Oriental después de que un tribunal determinara que las casas eran propiedad de colonos israelíes.

Sin embargo, las dos familias aseguran que tienen documentos que demuestran que han sido propietarios de estas casas durante más de 50 años, lo que contradice las reclamaciones de la ocupación israelí.

Durante la evacuación de las familias, de las que forman parte 20 niños, estallaron enfrentamientos entre soldados israelíes y residentes palestinos.

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Israel: El canciller Avigdor Lieberman visita el controversial pueblo fronterizo de Ghajar


6 de agosto de 2009

El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, visitó hoy Ghajar, un pueblo ubicado en la frontera entre Israel y Líbano y minimizó los informes en el sentido de que está considerando la construcción de un muro en medio del pueblo.

Después de la visita, Lieberman dijo que es "demasiado pronto" para sacar conclusiones en relación con decisiones permanentes vinculadas con el tema de Ghajar.

"Estamos aquí para ver la realidad y la realidad es complicada", dijo Lieberman, quien agregó que las decisiones de Israel sobre Ghajar "estarán basadas en inquietudes humanitarias y de seguridad", informó el diario local Ha'aretz. Israel volvió a ocupar la zona norte del pueblo de Ghajar en el 2006 durante la devastadora guerra de 34 días entre Israel y el grupo armado libanés chiíta Hizbulá.

La guerra concluyó después de que la resolución 1701 pidió el fin de las hostilidades entre ambas partes, incluyendo la retirada de los soldados israelíes de la parte norte del pueblo. Israel se ha negado a hacer esto argumentando motivos de seguridad.

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"Por cada foto que quiten vamos a colocar diez"


GARA
Euskal Herria

"Por cada foto que quiten vamos a colocar diez", han subrayado en Gasteiz representantes de sectores populares que rechazan la dispersión. Han denunciado "la cruzada que se está llevando a cabo" y han subrayado que "la solidaridad no es un delito".

Ertzaintzak presoen aldeko pankarta kendu du Gasteizko gaztetxean eta lagun bat eraman du
08/08/2009 16:08:00

GASTEIZ-. Representantes de sectores que rechazan la dispersión han comparecido en Gasteiz para denunciar las "graves actuaciones" y declaraciones sucedidas durante la Aste Nagusia, fruto de la "paranoia represiva que está viviendo Euskal Herria".

Han subrayado que "la solidaridad no es un delito" y han rechazado "la cruzada que se está llevando a cabo".

Horas antes y en una zona de txosnas vacía, efectivos de la Ertzaintza retiraran carteles y pancartas en apoyo a los presos políticos vascos.

En la rueda de prensa han denunciado la ocupación policial de la Plaza de la Virgen Blanca el día del txupinazo, las identificaciones y "diferentes hostigamientos" que se han producido a lo largo de las fiestas, la retirada de muestras de solidaridad, "cobra especial relevancia la retirada de carteles que denunciaban la muerte de Remi Ayestaran", así como la actuación de algunos medios que "se han dedicado a promulgar la criminalización de diferentes cuadrillas de blusas y neskas por haber lanzado mensajes de solidaridad".

Tras reafirmar su compromiso con "aquellas personas que sufren la dispersión, como así lo hemos hecho estos días con la colocación de miles de fotos", han manifestado que "por cada foto que quiten vamos a colocar diez".

Han animado a todos los gasteiztarras a mostrar su solidaridad. "Lo hicimos en el txupinazo, lo estamos haciendo en los recintos festivos y en el futuro lo seguiremos haciendo".

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¿De la Vega, o de las multinacionales?


08/Agosto/2009
Arjona

Preocupa a muchas organizaciones, observadores y gobiernos el avance de planes de guerra en Latinoamérica, y va, otra vez, la vicepresidenta De la Vega, y le regala al incendiador Uribe un apoyo dizque en nombre de nuestro gobierno..

No es la primera vez, ni ya resulta extraño, sin que entre en la normalidad de la lógica, el que nuestra Vicepresidenta se erija directísimamente en representante de nuestras multinacionales. Que se lo pregunten sino a los y las nicaragüenses, cuando fue a presionar al gobierno para mantener a la Unión FENOSA, pese a sus desastres contra la población. Y, sino, que se lo pregunten a la gente boliviana, cuando fue sin ningún rubor a procurar la permanencia de la Repsol, a pesar del robo ilegal que habia estado haciendo de los recursos y las reservas gasiferas y petrolíferas en el corazón de Latinoamérica.

Nuestras multinacionales presionan, y nuestro gobierno sirve sus intereses, contraviniendo normas elementales.

Pero en este caso, de echar leña al fuego en los planes guerreristas…¿En qué beneficiaría a las empresas multinacionales españolas, con tantísima presencia en Colombia, pero también en el resto de países que rechazan las bases militares norteamericanas?

Para empezar, si hacemos caso al economista Hector Mondragón.. http://www.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2009_1/transnacinal-es-.html

¿Serán tan españolas esas multinacionales? ¿O estarán copadas en buena parte sus efectivos por capitales norteamericanos, ingleses ?..y en ese caso ¿A qué intereses patrióticos sirve nuestro gobierno?

Sigue chocando por otro lado el apoyo irrestricto del gobierno español a un gobierno de extrema derecha como el de Uribe. Aunque para ello tenga que pasar por el trago diplomático de quebrar acuerdos de la semana anterior de Moratinos en Venezuela, al que De la Vega deja en ridiculo aparente.

¿Qué hay detrás de ese apoyo, a un elemento político cuya Corte Suprema tiene cuestionados, (y la mitad de ellos encarcelados) a 100 senadores, diputados, gobernadores uribistas…. cuyos tribunales señalan ejecuciones extrajudiciales en número superior al millar y medio?

¿Si se quisiera luchar contra el narco. Contra el paramilitarismo, te buscarías como aliado a sus jefes?

¿Cómo compagina el desteñido discurso de la alianza de civilizaciones, con esta entrada directa en la guerra Latinoamérica, este posicionamiento indigno con el que es considerado el Israel-latinaomericano?

¿Qué puede aportar al “prestigio” español la entrada de soldados colombianos, señalados por centenares de Informes Internacionales, y por sus propias Cortes colombianas, como los mayores violadores de los derechos humanos del continente?

Sólo la indicación rigurosa del profesor Mondragón nos da luces de lo que detrás hay: una supeditación nada patriótica de nuestro gobierno a los intereses de multinacionales que no son españolas, que son norteamericanas, y que se alimentan de la guerra y la rapiña.

Dela Vega, Zapatero, le regalan a Uribe en su macabro aniversario, un apoyo que sólo alienta la muerte y la destrucción.

Ese mismo día en la Amazonía colombiana asesinaban a otro líder indígena. De los que defienden la Vida y la preservación del Bosque.

Javier Arjona

Desde Siero, Asturias.

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Son los hijos de Lempira y Morazán


7 de agosto de 2009
Tania Nesterovsky
Desde Montreal, Canadá.
Especial para ARGENPRESS CULTURAL

Hoy los he visto
van ungidos de verde electrizante
empuñando espigas de maíz,
el pecho abierto y como escudo,
el ardiente sol del mediodía.
¡Miradlos!,
van avanzando envueltos en neblina;
a su paso restallan chispas los pedernales,
tiembla la tierra, se abren las raíces, nacen nuevos ríos.
¡Son los hijos de Lempira y Morazán!,
¡escuchad su corazón!:
es tambor batiente en las entrañas de la selva,
es ritmo redoblante que marcha a la batalla.
He visto en los ojos del pueblo hondureño,
torrentes de agua y fuego desbordados.
¡Avanzad!,
rescatad la patria abrazando tu bandera,
curad sus heridas, llenadla de ternura.
¡Florezca la tierra! y sus frutos sean compartidos:
el tierno maíz, los frijoles, los dulces bananos...
¡Florezca la tierra! y se llene de escuelas
que los niños, como abejas, las colmen.
¡Florezca la tierra para los humildes!

Hoy los he visto incontenibles:
Son los hijos de Lempira y Morazán.

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Poesía en la resistencia


Daniela Saidman (DIARIO DE GUAYANA)

Hay una poesía que nace de las entrañas, del grito más hondo y menos solo. Hay una poesía que protesta y aunque la tilden de panfletaria, le pertenece al pueblo, porque no calla y se vuelve abrazo y se torna bandera. Esa es la poesía imprescindible, la que sabe de los dolores y las luchas, de la ternura y la esperanza. Poesía en la resistencia de eso se trata, de resistir a los silencios impuestos y a la desmemoria como una mordaza.

La Antología de la Poesía en la Resistencia, publicada por Ediciones Centauro, Caracas 1982, da cobijo a las voces que se pronunciaron durante la dictadura de Pérez Jiménez. Allí convergen Alarico Gómez, José Vicente Abreu, Arnaldo Acosta Bello, Juan Liscano, Guillermo Sucre Figarella y Lucila Velásquez, entre otros poetas del compromiso.

Cuando nos negaron y nos fracturaron el derecho de ser nosotros mismos, de ser pueblo, saltaron estos versos como fusil de encuentros. En medio de la oscuridad nacieron para conquistar y sembrar la Patria luminosa.

José Vicente Abreu supo recobrar la memoria de Guasina, uno de los campos de concentración y tortura de esos años, escribió bajo el seudónimo de Máximo Miliciano…

“Si estallan las guerrillas del sur, / si estallan… Yo soy el guerrillero: / Búscame entre las sombras, / en el humo, / en el polvo, en el camino, / en un grano de pólvora encendida… / Búscame entre los gritos, / en el saqueo, entre las horcas, / en las huellas del canto / y en la sangre del latifundio derramada…! / Porque yo vivo en los ojos / de los fusilados…! / Ya te digo: si estallan las guerrillas del sur…”. (fragmento)

Alzó versos como despedidas, como alertas y abrazos, como las últimas primeras palabras de la desgracia, pero sobre todo no calló… no cayó, sino que cantó y se levantó entre los barrotes para saberse acompañada para decirse en su nombre y en el nuestro. Lucila Velásquez germinó en el papel el beso que supo decir hasta siempre.

“Te mueres en la cárcel, donde se niega todo, / donde tu pueblo es patria enterrada sin lápida, donde la sangre lleva cadenas en sus huesos, / donde la libertad perdió los ojos y anda / tocando en las paredes la frente de los hombres”. (Plegaria por las horas de su vida, fragmento)

Es al ser humano que cantan estos versos, al hombre de la calle, el que cruza la avenida, el que encerrado entre las opresiones gira en torno a las verdades, el que se fue al monte con sus fusiles y sus sueños. A ese que fue y que muriendo venció en los tiempos nuevos.

“Al hombre, sólo al hombre / le dedico la letra de mi mano, / a él le doy mis voces, / la sangre de mis brazos, / el hilo de mi frente, mi costado. / Al hombre, sólo al hombre / este inmenso sentir venezolano…!” (Helí Colombani, escrito en la cárcel de “El Obispo”, en Caracas)

Ni los poetas ni los libertarios gritos mueren. Están presentes en el presente. Vivos en nosotros, que leyendo sus versos inauguramos el sol y nos bebemos la vida. A ellos que se sembraron irremediablemente jóvenes debemos el futuro, porque su sangre no puede ser en vano. Demasiado dolor y demasiada lucha para que la Patria sea una hoja en blanco.

“Tú has resuelto vivir, yo fui testigo de tu juramento. De nuestra sangre, / y de otras, / y de otras, / viene naciendo el alba. / Entremos con sonrisa / hacia la vida, / hacia la hoja del árbol, / hacia el agua y la luz, / y hacia toda la tierra”. (En Guasina nace el hombre, fragmento. Artemio Yupanquí, seudónimo de Arnaldo Acosta Bello).

A ellas y a ellos, poetas de la vida y de los sueños, de las esperanzas y los anhelos, debemos la utopía que edificaremos realidad, desde lo más hondo y lo más claro de nuestro pueblo.

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Comentario de Cuarenta Hadices -XXVI


Sharhe Chehel Hadiz
Imam Jomeiní

Traducción de Raúl González Bórnez

Cuarto hadiz
Arrogancia (kibr)


Con una cadena de transmisión que llega a Muhammad ibn Yaqub, de Ali ibn Ibrahím, de Muhammad ibn Isa, de Yunus, de Abán, de Hakím que dijo: «Pregunte a Abu Abdel lah Imam Yafar as-Sádeq, sobre él la paz, cuál es el peor grado de herejía y él me respondió: Ciertamente, la arrogancia es el peor grado.»

La arrogancia es un estado del alma que hace sentirse a la persona superior y mejor a los demás. Sus señales son perceptibles en sus actos y se manifiestan claramente, de manera que cualquiera puede ver que esa persona está dominada por el orgullo.
Es un defecto diferente a la vanidad. Como dijimos anteriormente, este feo defecto, este sucio vicio moral, es hijo y fruto de la vanidad. La vanidad es un sentimiento de autocomplacencia, mientras que la arrogancia hace a una persona sentirse mejor y más importante que los demás y le lleva a manifestar abiertamente su grandeza.
A la persona que se considera a sí misma perfecta le sobreviene un estado de placer y coquetería, al que denominamos «vanidad».
Como cree que los demás carecen de esa perfección que él posee, se ve superior y por delante de los demás. Eso hace que crezca en él un sentimiento de grandeza e importancia, al que se denomina «arrogancia».
Todo esto se localiza en el corazón, pero se evidencia en el comportamiento exterior, tanto en sus gestos corporales como en sus actos y en la manera de hablar.
En resumen, la persona que es auto indulgente con sus defectos se vuelve auto complaciente. Cuando esa auto complacencia crece en él se transforma en auto adoración y cuando eso se manifiesta lo hace en forma de altivez y arrogancia ante los demás.
Debes saber que los atributos del alma, tanto los que tienen que ver con defectos y vicios como los que tienen que ver con virtudes y perfecciones, son cuestiones extremadamente sutiles y complicadas y, por esa razón, es difícil diferenciar con precisión unos de otros. Debido a ello, encontramos con frecuencia, en los mismos eruditos, grandes diferencias cuando tratan de delimitarlos con precisión, de tal manera que resulta imposible establecer definiciones categóricas de los estado interiores del alma. Por ello, es mejor que dejemos eso a la naturaleza y a la conciencia interior de cada individuo y nos ocupemos de los aspectos fundamentales del asunto que nos ocupa.
Debemos saber que la arrogancia también tiene diferentes grados, parecidos a los grados que vimos al tratar lo relativo a la vanidad y algunos otros, que por no considerarlos demasiado importantes cuando se referían a la vanidad, dejamos de lado entonces, pero que cuando tienen que ver con la arrogancia sí lo son y que habremos de mencionar.
Los grados que presentan semejanzas con los grados de la vanidad son seis:

1. Arrogancia por causa de la fe y las creencias religiosas .
2. Arrogancia por causa de la incredulidad y de las falsas creencias.
3. Arrogancia por causa de los hábitos virtuosos y las buenas cualidades.
4. Arrogancia por los vicios morales y las malas cualidades
5. Arrogancia por la realización de buenas obras y de los rituales religiosos.
6. Arrogancia por la realización de actos malvados y pecados.

Es posible que cada una de esas clases de arrogancia sea producida por su equivalente vanidad o puede que sea causada por otras cosas, como veremos más adelante.
Lo que ahora nos ocupa especialmente son las causas exteriores que provocan la arrogancia, del tipo: raíces familiares, riqueza, estatus social, y cosas semejantes y, posteriormente, analizaré, si Dios quiere y en la medida de mis posibilidades, las consecuencias negativas de este hábito y la manera de curarlo.
Pedimos la ayuda de Dios Altísimo para que tales remedios hagan efecto en nosotros y en vosotros.

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La criminalización de la política


Antes del 11-S, el interés por Afganistán se limitaba a la destrucción de unas esculturas.
EEUU hizo gala de una fuerza militar descomunal pero poca capacidad estratégica
La Administración Bush no quiso distinguir entre talibanes radicales y moderados

Por GERVASIO SÁNCHEZ (SOITU.ES)
08-08-2009
CET KABUL (AFGANISTÁN).-

Ponga en cualquier ordenador la fecha del 10 de septiembre de 2001 y busque información sobre Afganistán. Le recordarán que el 9 de marzo de ese mismo año los talibanes destruyeron los Budas de Bamiyan, patrimonio de la humanidad. Leerá cómo la comunidad internacional se indignó ante la voladura de aquellos "ídolos falsos", tal como los definió Mohamed Omar, el líder de aquel régimen radical. Quizá encuentre algunas referencias sobre los gravísimos problemas que soportaba la población en los informes de las organizaciones humanitarias. Y poco más.


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GERVASIO SÁNCHEZUn niño camina por una ciudad destruida. Kabul, enero de 2002.
Los enfrentamientos interétnicos y las imposiciones radicales de los talibanes no interesaban a casi nadie. La situación de las mujeres y las niñas, obligadas a enclaustrarse en sus casas o a moverse como sombras furtivas bajo la mirada férrea y brutal de jóvenes radicales, no provocaba manifestaciones en el mundo.

En cambio, ponga la fecha del 11 de septiembre de ese año y prepárese para leer lo que se parece a un gran guión cinematográfico sin un final previsible.

Estados Unidos decidió vengar los deleznables atentados contra las Torres Gemelas en uno de los países más pobres del mundo. Movilizó a su Ejército y lanzó miles de ataques aéreos contra las ciudades afganas para desestabilizar el régimen talibán y capturar a los líderes de Al Qaeda escondidos en sus montañas. Pero, sobre todo, la demostración de fuerza militar buscaba impresionar a la opinión pública estadounidense muy golpeada psicológicamente por los atentados de Al Qaeda.


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GERVASIO SÁNCHEZUnas mujeres con burka compran en un mercadillo. Kabul, enero de 2002.
En dos meses, el gasto militar superó los mil millones de dólares, la mitad de lo que Estados Unidos se había gastado durante la década de los ochenta en armar a los grupos afganos que combatían a los invasores soviéticos.

Pero como ocurriría menos de dos años después en Irak, los estadounidenses fueron incapaces de implementar un plan postbélico que permitiera estabilizar políticamente el país. Decidieron que la Alianza del Norte, repleta de criminales de guerra unidos contra los talibanes, serían sus nuevos aliados. Sus combatientes fueron rebautizados como "luchadores por la democracia".

Tras la caída talibán sus milicianos entraron en la capital y permitieron escenas inéditas protagonizadas por mujeres que se despojaban de la burka y se emocionaban, siempre bien recogidas por los protagonistas de la también invasión periodística.


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GERVASIO SÁNCHEZUn grupo de ciudadanos en un barrio destruido. Kabul, enero de 2002.
En aquel tiempo estuve un mes y medio en la zona bajo control de la Alianza del Norte. No pude entrevistar a ninguna mujer porque los traductores oficiales asignados lo impidieron. Viajé desde la frontera de Tayikistán hasta el norte de Kabul durante varios días, pero fue imposible ver escenas liberalizadoras. Las mujeres seguían sometidas a leyes feudales y sus derechos pisoteados con saña.

Todos sabemos que el acuerdo de Dayton, que puso fin a la guerra de Bosnia, no fue ideal porque legalizó la limpieza étnica. Pero los principales responsables de aquella tragedia balcánica se sentaron a negociar a puerta cerrada y con un límite de tiempo hasta que consiguieron silenciar las armas.


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GERVASIO SÁNCHEZUn anciano vende relojes. Kabul, enero de 2002.
Afganos muy poco influyentes acudieron a la reunión de Bonn de diciembre de 2001 con el objetivo de llenar el vacío de poder. Los señores de la guerra se quedaron en Afganistán fortaleciendo sus posiciones con la mirada puesta en el goloso reparto de la gran tarta económica que la comunidad internacional ya estaba preparando.

En aquellos meses los afganos más sensatos consideraban que sólo sería factible la paz si se desarmaba a las milicias, se creaba un Ejército nacional y se convertía el país en un protectorado de la ONU bajo la supervisión de fuerzas militares internacionales. De esta manera, las potencias regionales se limitarían a observar en vez de incordiar con sus peones afganos.

Pero Estados Unidos tenía sus propios planes bélicos y demonizó a los talibanes, de mayoría pastún, que conforma casi el 40% de la población afgana. Fue incapaz, como luego repetiría en Irak con el Ejército derrotado de Sadam Husein, de establecer una clara diferencia entre radicales islámicos dispuestos a seguir combatiendo y talibanes que se habían unido al movimiento rigorista por miedo a las represalias o gracias al siempre garantizado transfuguismo afgano.

La criminalización de la política ha impedido al presidente Hamid Karzai gobernar en las escasas áreas que controla sin el apoyo de los señores de la guerra, bien instalados en su Gobierno y el Parlamento. La vuelta de tuerca se ha dado en las elecciones del próximo 20 de agosto a las que se presenta en coalición con dos ilustres criminales. Parece más un simulacro que una consulta democrática. Si gana tendrá las manos atadas. Si pierde el país puede desbocarse y retornar a un pasado bélico de todos contra todos.

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Haciendo la guerra para traer ‘paz’


09-08-2009
Noam Chomsky
La Jornada

Se libra un debate en la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre una política que podría parecer indiscutible: un marco internacional para evitar crímenes graves contra la humanidad.

El marco es llamado responsabilidad para proteger, o R2P, en lenguaje de la ONU. Una versión restringida del R2P, adoptada durante la Cumbre Mundial de la ONU en 2005, reafirmó derechos y responsabilidades aceptadas con anterioridad por países miembros y, en algunas ocasiones, ejercidos por ellos.

Sin embargo, las discusiones sobre el R2P o sobre su primo, intervención humanitaria, son perturbadas regularmente por el cascabeleo de un fantasma en el armario: la historia, hasta el presente.

A lo largo de la historia, pocos principios de asuntos internacionales se aplican generalmente. Uno es la máxima de Tucídides de que los fuertes hacen lo que quieren mientras que los débiles sufren como deben.

Otro principio es que virtualmente todo uso de fuerza en asuntos internacionales ha venido acompañado de retórica excelsa sobre la solemne responsabilidad de proteger las poblaciones sufridas, así como de justificaciones objetivas para ello.

Prefieren olvidar la historia

Comprensiblemente, los poderosos prefieren olvidar la historia y mirar hacia adelante. Para los débiles, ésta no es una opción inteligente.

El fantasma del armario apareció en la primera disputa considerada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) hace 60 años; el caso del Canal de Corfú sobre un incidente que involucró a Gran Bretaña y Albania.

La CIJ determinó que únicamente puede considerar el supuesto derecho de intervención como manifestación de una política de fuerza, que como tal ha originado, en el pasado, los abusos más serios y, como tal, no puede, cualesquiera sean los defectos en la organización mundial, encontrar un lugar en el derecho internacional ... ; desde el origen de las cosas (la intervención) estaría reservada para los estados más poderosos, y fácilmente podría llevar a pervertir la propia administración de justicia.

La misma perspectiva moldeó el primer encuentro de la Cumbre del Sur de 133 estados en 2000. Su declaración, seguramente teniendo en mente el bombardeo de Serbia, rechazó “el así llamado ‘derecho’ de intervención humanitaria, que carece de sustento legal en la Carta de Naciones Unidas o en los principios generales del derecho internacional”.

El texto reafirma la Declaración sobre Relaciones Amistosas de la ONU (1970). Ha sido repetido desde entonces, entre otros, por el Encuentro Ministerial del movimiento de los no alineados en Malasia en 2006, representando otra vez a las víctimas tradicionales en Asia, África, América Latina y el mundo árabe.

Se llegó a la misma conclusión en 2004 por el Panel sobre Amenazas, Retos y Cambio de la ONU. Determinó que dentro de la Carta de la ONU el artículo 51 no necesita ni extensiones ni restricciones a su alcance desde hace tiempo entendido.

Añadió que para los impacientes con tal respuesta, ésta debe ser que, en un mundo lleno de amenazas potenciales percibidas, el riesgo para el orden mundial y la norma de no intervención sobre la que continúa basándose simplemente es demasiado grande para la legalidad de la acción preventiva unilateral, distintamente a la acción respaldada colectivamente, como para ser aceptado. Permitir que alguien actúe así es permitirles a todos –lo que por supuesto resulta impensable.

La misma postura básica fue adoptada por la Cumbre Mundial de la ONU en 2005, que también declaró disposición para tomar acciones colectivas ... a través del Consejo de Seguridad, de acuerdo con la Carta ... en caso de que los medios pacíficos sean inadecuados y las autoridades nacionales estén fallando manifiestamente en proteger a sus poblaciones de crímenes serios.

Cuando más, la frase agudiza la terminología del artículo 42 sobre la autorización para que el Consejo de Seguridad recurra a la fuerza. Y la frase conserva el fantasma en el armario –si podemos considerar al Consejo de Seguridad como árbitro neutral, sin estar sujeto a la máxima de Tucídides.

No obstante, ese supuesto es insostenible.

El consejo está controlado por sus cinco miembros permanentes, y no son iguales en autoridad operativa. Un indicador es el historial de vetos –la forma más extrema de violación a una resolución del Consejo de Seguridad.

Durante el último cuarto de siglo, China y Francia vetaron en conjunto siete resoluciones; Rusia, seis; Reino Unido, 10, y Estados Unidos, 45, incluso incluyendo resoluciones para exhortar a los estados a observar el derecho internacional.

Una forma de mitigar este defecto en el consenso de la Cumbre Mundial sería eliminar el veto, en concordancia con la voluntad de la mayoría de la población estadunidense. Pero tal herejía es impensable, tanto como aplicar el R2P en este momento a los que necesitan protección desesperadamente pero que no forman parte de la lista favorecida de los poderosos.

Ha habido alejamientos de la restricción del Canal de Corfú y sus descendientes. El Acta Constitutiva de la Unión Africana (UA) asevera el derecho de la Unión para intervenir en un país miembro ... en virtud de graves circunstancias. Eso difiere de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), que prohíbe la intervención, sin importar la causa, en asuntos internos o externos de cualquier otro Estado.

La causa de la diferencia es clara. La Carta de la OEA busca refrenar la intervención de Estados Unidos, pero luego de la desaparición de los estados apartheid, la UA no se enfrenta a ningún problema similar.

Técnicamente tengo conocimiento de una sola propuesta de alto nivel para extender el R2P más allá del consenso de la cumbre y la extensión de la UA: el reporte de la Comisión Internacional de Intervención y Soberanía de Estado sobre la Responsabilidad para Proteger (2001).

La comisión considera la situación en que el Consejo de Seguridad rechaza una propuesta o no la encara en tiempo razonable. En ese caso, el reporte autoriza acción dentro del área de jurisdicción de organizaciones regionales o subregionales ... sujeta a que soliciten autorización subsecuente del Consejo de Seguridad.

En este punto, el fantasma del armario se sacude ruidosamente. Los poderosos determinan unilateralmente su propia área de jurisdicción. La OEA y la UA no pueden hacerlo, pero la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sí puede, y así lo hace.

La OTAN ha determinado que su área de jurisdicción se extienda a los Balcanes, Afganistán y más allá.

Los derechos expansivos acordados por la Comisión Internacional en la práctica se ven restringidos únicamente a la OTAN, violando los principios del Canal de Corfú y abriendo la puerta al R2P como arma de intervención imperial a capricho.

La responsabilidad de proteger siempre ha sido selectiva. Por tanto, no se aplicó a las sanciones contra Irak impuestas por Estados Unidos y el Reino Unido y administradas por el Consejo de Seguridad, condenadas como genocidas por los distinguidos diplomáticos a cargo, ambos de los cuales renunciaron como protesta.

En la actualidad, tampoco se piensa en aplicar el R2P a la gente de Gaza, una población protegida de la que la ONU es responsable.

La peor catástrofe en África

Y nada serio está contemplado sobre la peor catástrofe en África, si no es que del mundo: el sanguinario conflicto en el este de Congo. Allí, recién informó la BBC, las multinacionales una vez más han sido acusadas de violar una resolución de la ONU contra el tráfico ilícito de minerales valiosos –con lo que se financia la violencia.

El R2P también es invocado para responder a la hambruna masiva en los países pobres.

Hace varios años, el Unicef informó que 16 mil niños mueren diariamente por falta de alimentos, muchos más a consecuencia de enfermedades fácilmente prevenibles. Las cifras ahora son más elevadas. Tan sólo en el sur de África se presentan las mismas muertes que en Ruanda, no en 100 días, sino diariamente. Sería fácil actuar bajo el R2P, si sólo hubiera voluntad.

En éstos y otros casos numerosos, la selectividad se ajusta a la máxima de Tucídides y a las expectativas de la CIJ de hace 60 años.

Pero las máximas que guían principalmente los asuntos internacionales no son inmutables y, de hecho, se han suavizado durante los años como resultado del efecto civilizador de los movimientos populares.

Para tal reforma progresiva, el R2P puede ser una herramienta valiosa, muy parecida a lo que ha sido la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Aun cuando los estados no se adhieren a ésta, y algunos la rechazan parcialmente de forma oficial (incluyendo, crucialmente, el país más poderoso del mundo), sirve empero como ideal al que pueden apelar los activistas para ingresar esfuerzos educacionales y organizacionales, a menudo efectivamente.

La discusión sobre el R2P pudiera ser similar. Con un grado de compromiso suficiente, desafortunadamente todavía no detectable entre los poderosos, podría resultar verdaderamente significativo.


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Estados Unidos devela su estrategia


Queda atrás la máscara democrática y el progresismo de Obama

09-08-2009
Luis Bilbao
América Siglo XXI

Es un ensayo con escasa posibilidad de éxito. El imperialismo estadounidense está dividido; cada día más rechazado en todo el planeta; debilitado económica y políticamente. Apela entonces a su última razón, la de la fuerza.

Con el golpe en Honduras, la poliferación de bases militares en torno a Venezuela, la desestabilización en Ecuador, Paraguay y Bolivia, el gobierno de Barack Obama traza su estrategia, apuntada a contrarrestar la pérdida de la iniciativa y la hegemonía políticas en el hemisferio. Ese plan ya en marcha no puede eludir las grietas crecientes en la burguesía imperialista estadounidense y la consecuente inconsistencia en el accionar del Presidente y su secretaria de Estado, Hillary Clinton. Es visible el choque de un complejísimo juego de fuerzas en la cúpula del poder imperial. Pero la resultante es inequívoca: decisión de actuar militarmente contra gobiernos constitucionales, preparación de un poderoso dispositivo de guerra contra la región, específicamente contra los países componentes del Alba (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América), con centro en la revolución socialista bolivariana.

Apoyado en la totalidad de la llamada gran prensa (diarios, radios, televisión y agencias en todo el mundo), está llevándose a cabo una maniobra de camuflaje, destinada a demorar la identificación franca de Obama con la violencia y las dictaduras. Mientras tanto, la Casa Blanca avanza sobre los eslabones que considera más débiles, calumnia con métodos de concepción goebbeliana al presidente Hugo Chávez, busca debilitar su figura ante la opinión pública internacional y aislarlo antes de intentar una agresión militar contra Venezuela. Esa embestida ya está proyectada desde territorio colombiano, con comando operativo y armamento estadounidense y con ejércitos mercenarios sostenidos desde hace años por el presidente Álvaro Uribe. Una reiteración aggiornada de la guerra contra la revolución sandinista en los años 1980, que usó a Honduras como plataforma territorial.

Para tender una cortina de humo que desdibuje el hecho de la instalación de cinco bases militares estadounidenses en su territorio, Uribe acusó a Chávez de entregar armas a las guerrillas colombianas. Con aquella decisión y esta burda mentira, que llevan el sello sobresaliente del Departamento de Estado, el imperialismo provoca tensión entre Colombia y Venezuela, en una dinámica apuntada a desembocar en ruptura de relaciones, eventualmente seguida de ataques colombianos en territorio venezolano, con la excusa de perseguir fuerzas insurgentes de las Farc o el Eln. El objetivo es desatar la guerra entre ambas naciones hermanas.

Por lo pronto Uribe anunció el 1 de agosto, el mismo día que recibió en Bogotá al jefe del Comando Sur del ejército imperialista, general Douglas Fraser, que ni él ni su canciller asistirán a la reunión del Consejo de Defensa de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas). Explicó que no corresponde, porque las bases donde se establecerán las tropas estadounidenses, estarán bajo mando de oficiales colombianos. En el mismo acto en que en su condición de Presidente acepta la orden estadounidense de romper de hecho con Unasur, Uribe asegura que los oficiales colombianos comandarán la maquinaria bélica imperialista más poderosa de la historia. Difícil definir si resalta más su cinismo o su condición de frágil animal acorralado.

Diversionismo

Hay otras cortinas de humo, de pareja gravedad. Desde atalayas de la intelectualidad reformista, se defiende la idea de que el accionar de Obama frente al golpe en Honduras prueba el cambio cualitativo operado en el Ejecutivo estadounidense con el recambio presidencial. Afirmaciones obvias como que Barack Obama no es George Bush, ocultan la marcha sistemática de la Casa Blanca en un cerco contra la revolución latinoamericana. Como se observa ahora en Venezuela, el pensamiento reformista se planta como el principal escollo para definir un plan de acción regional, que a la vez pueda detener la mano criminal de Estados Unidos y permita avanzar en las transformaciones anticapitalistas iniciadas con el Alba.

Al margen de la discusión sobre la subjetividad del primer presidente negro de Estados Unidos, los hechos demuestran que el golpe en Honduras fue ejecutado por hombres del Departamento de Estado y el Pentágono, desde la base militar estadounidense en aquel país. El propio presidente José Manuel Zelaya señaló los nombres de un cubano maiamero y un opositor venezolano que, dijo, actuando como agentes de lo que llamó “halcones del gobierno de George Bush”, fueron los articuladores del golpe. Zelaya hizo esta declaración inmediatamente después de reunirse en la embajada de Honduras en Nicaragua, el 30 de junio, con el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens. Este diplomático es otro cubano maiamero –o gusano, como gustan llamarlos los revolucionarios cubanos- con experiencia desde que Honduras era la base de los ejércitos mercenarios lanzados contra Nicaragua.

El resultado de ese zarpazo fue adelantado por esta columna en la madrugada del 29 de junio, 24 horas después de su ejecución y publicado en la edición anterior de América XXI. Nada ha cambiado sustancialmente un mes después: el régimen golpista no ha podido consolidarse, la reacción de masas creció y comenzó a ganar organicidad, el rechazo diplomático se extendió a todo el mundo. La única razón por la cual esa derrota no se consumó con la caída del régimen títere, es que la Casa Blanca lo sostuvo, presionando a Zelaya y montando un operativo con eje en una pseudo mediación a cargo del presidente costarricense Óscar Árias. Pero el envío de Llorens a Managua, muestra que la maniobra de Clinton se ha vuelto en su contra: después de un traspié, Zelaya radicalizó su posición al ritmo del crecimiento de la resistencia. El riesgo señalado un mes atrás continúa latente: que antes de dejar caer a Roberto Micheletti (por caso, ex militar integrante de los comandos de la muerte y figura relevante del Opus Dei), la Casa Blanca aliente un baño de sangre, destinado a cortar el paso al movimiento de masas que irrumpe por primera vez en la historia hondureña, garantía de que nada será como hasta ahora en aquel país.

Firmeza y vacilaciones

Frente a esta escalada refulgió primero la rápida y contundente respuesta del Alba y las contundentes posiciones adoptadas por Hugo Chávez y Rafael Correa cuando, simultáneamente, desde Bogotá los agentes de Washington lanzaron una doble provocación contra Ecuador y Venezuela. A la vez quedaron a la vista las vacilaciones de Unasur y Mercosur. Si bien este último organismo, en su reunión en Asunción (ver pág. Xx), dio una señal importante al adelantar que no reconocería a ningún gobierno surgido en Honduras de elecciones llamadas por el régimen golpista, al no invitar a Zelaya a esa cumbre y no definir con claridad una política para quitar de las manos del testaferro de Obama la mediación tramposa, omitió su participación plena en este conflicto decisivo para la historia próxima de la región. Unasur hizo otro tanto. Llevado por sus miembros de mayor peso, presumiblemente aconsejados por las metrópolis europeas, que ven en el conflicto centroamericano una oportunidad de negocios en detrimento de sus socios de Washington, este organismo que ha dado un salto histórico con la creación de un Consejo de Defensa propio, cedió la iniciativa política al imperialismo.

En la cumbre de Unasur en Quito el próximo 10 de agosto, se verá cómo actúa cada protagonista. Habrá que observar en detalle esa actuación, porque de ella depende en gran medida el margen que le quede a la Casa Blanca para continuar sin pausa en sus planes de agresión militar o, por el contrario, verse obligada a postergarlos. En efecto, el golpe en Honduras es un ensayo con escasa posibilidad de éxito. Pero si Unasur no acompaña al Alba en este punto, llevada por la visión reformista sea de cuño burgués o socialdemócrata, Estados Unidos tendrá mayor espacio para provocar una matanza en Honduras y avanzar en sus planes guerreristas contra Venezuela y Ecuador desde sus bases colombianas.

Sería útil tener en cuenta que en la hipótesis negada de un accionar imperialista exitoso contra el Alba, además de iniciarse una era de lucha armada a gran escala en toda la región, la onda expansiva arrastraría también al conjunto de gobiernos reformistas de la región. Nada menos que eso está en juego en estas horas: la guerra o la paz. O dicho de otro modo: la inercia del statu quo, o la revolución.

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