domingo, 31 de enero de 2010

Las prisiones secretas de Obama

Asaltos nocturnos, centros de detención ocultos, la “Cárcel Negra” y los perros de la guerra en Afganistán

01-02-2010
Anand Gopal
TomDispatch.com
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

[El Fondo para el Periodismo de Investigación ha subvencionado la investigación de esta historia]

Una tranquila noche de invierno del pasado año en la ciudad afgana de Khost, un joven empleado del gobierno de nombre Ismatullah se esfumó, sencillamente. Se le había visto en el bazar de la ciudad con un grupo de amigos. Sus familiares estuvieron registrando durante días las polvorientas calles de Khost. Los patriarcas de la ciudad contactaron con los comandantes talibanes en la zona que solían secuestrar a trabajadores del gobierno, pero nunca habían oído hablar del joven. Hasta el gobernador se implicó en la búsqueda, ordenando a su policía que investigara entre las peligrosas bandas criminales que en ocasiones acosaban y cazaban a jóvenes asiduos al bazar para pedir luego un rescate.

Pero la búsqueda no dio fruto alguno. La primavera y el verano llegaron y se fueron y no hubo señal alguna de Ismatullah. Un día, mucho después de que la policía y los patriarcas de la aldea hubieran abandonado su búsqueda, un correo entregó una pulcra nota escrita a mano en el puesto de la Cruz Roja que estaba cerca de la vivienda de su familia. En ella, Ismatullah informaba de que se encontraba en Bagram, una prisión estadounidense situada a más de 320 kilómetros de distancia. Las fuerzas estadounidenses le habían capturado cuando iba desde el bazar camino de su casa, afirmaba la tersa carta y no sabía cuando le liberarían.

En algún momento de los últimos años, los aldeanos pastunes de la escarpada zona central de Afganistán empezaron a perder la fe en el proyecto de EEUU. Y muchos de ellos pueden señalar el momento preciso de esa transformación, que normalmente se produjo a altas horas de la noche, cuando la mayor parte del país se encontraba dormido. En el hermético proceso de detenciones implementado por EEUU, habitualmente se arresta a los sospechosos en la oscuridad, enviándoles después a una de las áreas de detención establecidas en las bases militares, a menudo por la más ligera sospecha y sin conocimiento de sus familias.

Este proceso ha conseguido crear incluso más miedo y odio en Afganistán que los ataques aéreos de la coalición. Los asaltos y detenciones nocturnos, poco conocidos fuera de esas aldeas pastunes, han ido poniendo poco a poco a los afganos contra las mismas fuerzas que saludaron como liberadoras hace tan sólo unos años.

Una oscura noche de noviembre

Era el 19 de noviembre de 2009, a las 03,15 horas de la madrugada. Una fuerte explosión despertó a los aldeanos de una arbolada zona de las afueras de la ciudad de Ghazni, una ciudad de antiguos orígenes del sur del país. Un equipo de soldados estadounidenses dinamitó la puerta principal de la casa de Majidullah Qarar, el portavoz del ministro de agricultura. Qarar se encontraba en Kabul en aquellos momentos, pero sus parientes estaban en casa, cuatro de ellos dormían en la habitación para invitados de la familia. Uno de ellos, Hamidullah, que vende zanahorias en el bazar local, corrió hacia la puerta de la zona de invitados. Inmediatamente le dispararon, pero se las arregló para arrastrarse hacia adentro, dejando un reguero de sangre tras él. Después, Azim, panadero, se lanzó corriendo hacia su primo herido. También le dispararon y se dobló contra el suelo. Los dos hombres atacados le gritaron a los dos familiares que quedaban en la habitación que se quedaran allí, pero ellos –niños ambos- no se atrevieron ni a moverse y se quedaron paralizados y callados en sus camas muertos de miedo.

Los soldados extranjeros, la mayoría de ellos con barba y tatuajes, se dirigieron a la zona principal. Tiraron las ropas por el suelo, haciendo añicos la vajilla y forzando los armarios. Finalmente, encontraron al hombre que buscaban: Habib-ur-Rahman, programador de ordenadores y empleado del gobierno. Rahman era el responsable de convertir Microsoft Windows en inglés al lenguaje pastún local para que las oficinas del gobierno pudieran utilizar el software. Había pasado un tiempo en Kuwait, y el traductor afgano que acompañaba a los soldados declaró que habían actuado a partir del chivatazo de que Rahman era miembro de al-Qaida.

Se llevaron descalzo a Rahman y a un primo suyo a un helicóptero que esperaba a una cierta distancia y les transportaron hasta una pequeña base estadounidense situada en una provincia vecina para interrogarles. Después de dos días, las fuerzas estadounidenses liberaron al primo de Rahman. Pero, desde entonces, a Rahman ni se le ha visto ni se sabe nada de él.

“Hemos llamado a su móvil pero no responde”, dice su primo Qarar, el portavoz del ministro de agricultura. Utilizando sus poderosos contactos, Qarar consiguió la ayuda de la policía local, de los parlamentarios, del gobernador e incluso del mismo ministro de agricultura en la búsqueda de su primo, pero no lograron que les dijeran nada. Los funcionarios del gobierno que investigaron de forma independiente el escenario tras el asalto y que corroboraron las afirmaciones de la familia, presionaron también exigiendo una respuesta de por qué se había asesinado a dos miembros de la familia Qarar. Las fuerzas estadounidenses emitieron un comunicado diciendo que los muertos eran “combatientes enemigos que habían mostrado una intención hostil”.

Semanas después del asalto, la familia siente una gran amargura. “Todo el mundo en la zona sabía que éramos una familia que trabaja para el gobierno”, dice Qarar. “Rahman ni siquiera podía salir de la ciudad porque si los talibanes le pillaban en el campo le hubieran matado”.

Sin embargo, más allá de la pregunta de si Rahman era inocente o culpable, la forma en que fue capturado ha dejado un residuo de odio y rabia en su familia. “¿Por qué tenían que matar a mis primos? ¿Por qué tenían que destruir nuestra casa?”, pregunta Qarar. “Sabían donde trabajaba Rahman. ¿Es que no podían venir con una orden judicial durante el día? Habríamos obligado a Rahman a cumplirla”.

“Yo solía aparecer en televisión diciendo que la gente debía apoyar a este gobierno y a los extranjeros”, añade. “Pero estaba equivocado. ¿Por qué van a apoyarles? No me importa que me disparen por decir esto, porque sólo estoy diciendo la verdad”.

Los perros de la guerra

Los asaltos nocturnos son sólo el primer paso en el proceso de detención que EEUU lleva a cabo en Afganistán. Normalmente se envía a los sospechosos a una de entre las series de prisiones habilitadas en las bases militares estadounidenses por todo el país. Oficialmente hay nueve cárceles de ese tipo, denominadas en la jerga militar Campos de Detención. Son zonas pequeñas, a menudo tan sólo un puñado de celdas divididas por paneles de contrachapado, y se utilizan fundamentalmente para interrogar a los prisioneros.

En los primeros años de la guerra, esas áreas no eran sino lugares de paso para quienes enviaban a la prisión de Bagram, una instalación con una reputación infame de malos tratos y torturas. Como en los últimos años, el foco de la atención internacional cayó sobre Bagram, los guardianes empezaron a comportarse mejor y el maltrato de prisioneros empezó a perpetrarse en los menos conocidos Campos de Detención.

De los 24 ex prisioneros entrevistados para esta historia, 17 afirman haber sido torturados en esos lugares o en el camino hacia los mismos. Doctores, funcionarios del gobierno y la Comisión Independiente Afgana por los Derechos Humanos, una institución encargada de investigar las denuncias por abusos, corroboran doce de esas afirmaciones.

Uno de esos ex detenidos es Nur Agha Sher Khan, que era oficial de policía en Gardez, una ciudad de casas de adobe situada en la parte oriental del país. Según Sher Khan, fuerzas estadounidenses le detuvieron en un asalto nocturno en 2003 y le llevaron a un Campo de Detención en una base cercana de EEUU. “Me interrogaron toda la noche”, recuerda, “pero no tenía nada que decirles”. Sher Khan trabajó para un comandante de policía al que las fuerzas estadounidenses habían detenido por sospechar que tenía vínculos con la insurgencia. De forma ocasional, había sido conductor de ese comandante, lo cual le convirtió en sospechoso a los ojos de los estadounidenses.

Los interrogadores le taparon los ojos, le taparon la boca y le encadenaron al techo, acusa. Ocasionalmente soltaban a un perro, que le mordía una y otra vez. En un determinado momento, le quitaron la venda de los ojos y le obligaron a arrodillarse sobre una larga barra de madera. Me ataron las manos a una polea por encima de mí y me empujaban adelante y atrás mientras la barra rodaba a través de mis espinillas. Yo no paraba de dar alaridos”. Entonces le empujaban al suelo y le obligaban a tragar doce botellas de agua. “Dos tipos me abrían la boca y derramaban el agua por mi garganta hasta que el estómago se me llenaba y perdía el conocimiento. Era como si alguien me inflara”, dice. Cuando volvía en si tras el desmayo, no paraba de vomitar agua.

Esto continuó así toda una serie de días, algunas veces le colgaban boca abajo del techo, y otras veces le vendaban los ojos durante amplios períodos. Finalmente, le enviaron a Bagram, donde cesaron las torturas. Cuatro meses después, fue liberado silenciosamente con una carta de disculpa de las autoridades estadounidenses por haber encarcelado por error.

Una investigación del caso de Sher Khan por la Comisión Afgana Independiente por los Derechos Humanos y un doctor independiente hallaron que tenía heridas que se correspondían con el maltrato y torturas que afirma haber padecido. Las fuerzas estadounidenses han declinado comentar nada de su caso, pero un portavoz dijo que algunos de los soldados implicados en las detenciones en esa parte del país habían recibido “castigos administrativos” no especificados. Añadió que “todos los detenidos son tratados humanamente”, excepto casos aislados.

Los desaparecidos

Algunos de los que llevan a los Campos de Detención nunca llegan a Bagram, sino que son sencillamente liberados después de que las autoridades consideran que son inofensivos. Aún así, algunos afirman haber sido torturados. Como fue el caso de Hajji Ehsanullah, secuestrado en una noche de invierno de 2008 de su hogar en la provincia sureña de Kabul. Fue conducido a un sitio de detención en la provincia de Khost, a unos 320 kilómetros de distancia. Volvió a su hogar trece días después, con la piel llena de cicatrices de las mordeduras de los perros y con dificultades de memoria que, según su doctor, eran consecuencia de un golpe en la cabeza. Las fuerzas estadounidenses le arrojaron en una gasolinera de Khost después de tres días de interrogatorio. Le llevó más de diez días encontrar la forma de volver a su casa.

Otros de los que llegan a esos sitios no acaban en Bagram por razones muy diferentes. En los escarpados pueblos del sur pastún, donde los rumores crecen con mayor abundancia que la más abundante de las cosechas, las gentes del lugar susurran historias de personas que fueron capturadas y ejecutadas. Muchas veces no hay pruebas. Pero de vez en cuando, aparece algún cuerpo. Tal fue el caso en el campo de detención de una base del ejército estadounidense en la provincia de Helmand, donde en 2003 un coronel del ejército estadounidense escribió en el informe de la autopsia de un detenido que murió bajo custodia estadounidense (del que más tarde se pudo disponer a través del Acta de Libertad de Información): “La muerte sobrevino por múltiples heridas causadas por un objeto contundente en el torso inferior y en las piernas, complicadas con rabdomiliósis (La rabdomiólisis es una destrucción de las fibras musculares estriadas con liberación de sustancias a la circulación, entre ellas la mioglobina. La mioglobina es la responsable del daño renal por obstrucción de estructuras renales o liberación de sustancias tóxicas. La rabdomiólisis se produce en casos de accidente por aplastamiento, convulsiones o necrosis musculares, entre otros). Forma de morir: homicidio”.

En la polvorienta provincia de Khost, un día del pasado mes de diciembre, las fuerzas estadounidenses lanzaron un asalto nocturno contra el pueblo de Motai, matando a seis personas y capturando a nueve, según casi una docena de autoridades del gobierno local y de testigos oculares. Dos días después, los cuerpos de dos de los detenidos –con esposas de plástico en las manos- fueron hallados a más de un kilómetro de distancia de la mayor base de EEUU en la zona. Un portavoz del ejército de EEUU rechaza cualquier implicación en las muertes y se niega a comentar los detalles del asalto. Sin embargo, los oficiales afganos y los patriarcas locales, mantienen con toda firmeza que los dos fueron asesinados cuando estaban bajo vigilancia estadounidense. Las autoridades estadounidenses liberaron a cuatro de los otros aldeanos en los días siguientes. Se desconoce el destino de los tres restantes cautivos.

El asunto podría aclararse si el ejército estadounidense fuera menos hermético acerca de su proceso de detención. Pero el secretismo ha estado al orden del día. Los nueve Campos de Detención están envueltos en secretismo oficial, pero al menos la Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias saben que existen. Sin embargo, puede haber otros de cuya existencia, en las decenas de bases militares que salpican todo el país, no se sabe nada. Un ejemplo, según antiguos detenidos, es la instalación de detención en Rish Khor, una base del ejército afgano que se alza en lo alto de una montaña con vistas a la capital, Kabul.

Una noche del pasado año, las fuerzas estadounidenses asaltaron Zaiwalat, una diminuta aldea encajada entre las montañas de la provincia de Wardak, a unas cuantas docenas de millas al oeste de Kabul, y capturaron a nueve vecinos. Llevaron a los cautivos a Rish Khor y les interrogaron durante tres días. “Nos tuvieron en un contenedor”, recuerda Rehmatullah Muhammad, uno de los nueve. “Estaba hecho de acero. Nos tuvieron esposados los tres días. Apenas dormimos esos días”. Los interrogadores, vestidos de paisano, acusaron a Rehmatullah y a los otros de proporcionar refugio y comida a los talibanes. Los sospechosos fueron después enviados a Bagram y liberados después de cuatro meses. (Un número de ex detenidos dijeron que fueron interrogados por funcionarios de paisano pero no sabían si esos funcionarios pertenecían al ejército, a la CIA, o eran contratistas privados).

Los activistas afganos por los derechos humanos están preocupados de que las fuerzas estadounidenses puedan estar utilizando sitios secretos de detención como Rish Khor para llevar a cabo interrogatorios fuera de cualquier control. Sin embargo, el ejército estadounidense niega incluso tener conocimiento de la instalación.

La Cárcel Negra

Mucho menos secreta es la parada final para la mayoría de los cautivos: las Instalaciones de Internamiento de Bagram. Aunque se la denomina con el inquietante nombre del “Guantánamo de Obama”, sin embargo, Bagram ofrece, ahora, las mejores condiciones de todo el proceso de detención para los cautivos.

Su vida moderna como prisión empezó en 2001, cuando pequeños cifras de detenidos de toda Asia eran encarcelados allí en la primera parte de una odisea que les arrojaría finalmente en las instalaciones estadounidenses de detención de la Bahía de Guantánamo, en Cuba. Sin embargo, se ha convertido en el principal destino para los capturados dentro de Afganistán como parte de la creciente guerra que el país padece. En 2009, la población de presos había aumentado hasta más de 700. Construida en un viejo hangar sin ventanas de la época soviética, la prisión consiste en dos filas de atestadas celdas que parecen jaulas bañadas de forma continua con luz blanca. Los guardias caminan a lo largo de una plataforma que va pasando a través de la parte superior de las alambradas, una posición fácil desde la que vigilar a los prisioneros abajo.

Infames y habituales torturas, al estilo de la prisión de Abu Ghraib en Iraq, marcaron los primeros años de Bagram. Por ejemplo, Abdullah Mujahed, fue capturado en el pueblo de Kar Marchi en la provincia oriental de Paktia en 2003. Mujahed era un comandante de la milicia tayica que había dirigido un levantamiento armado contra los talibanes en sus días de decadencia, pero las fuerzas estadounidenses le acusaron de tener conexiones con la insurgencia. “En Bagram, estuvimos esposados, con los ojos vendados y con los pies encadenados durante días”, recuerda. “No nos permitieron dormir ni un momento durante trece días y trece noches”. Un guardia le golpeaba las piernas cada vez que se quedaba dormido. A diario podía oír los alaridos de los presos torturados y el inconfundible sonido de los grilletes arrastrándose por el suelo.

Después, llegó un día en que un grupo de soldados le arrastró hasta un avión, negándose a decirle adónde le llevaban. Finalmente, aterrizó en otra prisión, donde pudo sentir que el aire era denso y húmedo. Cuando caminaba a través de la fila de jaulas, los presos empezaron a gritar: “¡Esto es Guantánamo! ¡Estás en Guantánamo!”. Allí se enteró que le acusaban de dirigir el grupo islamista pakistaní Lashkar-e-Taiba (que en realidad dirigía otra persona que tenía el mismo nombre y que había muerto en 2006). Finalmente, EEUU le liberó y le devolvió a Afganistán.

Los ex detenidos de Bagram afirman que eran golpeados con regularidad, sometidos a música estridente durante 24 horas al día, que se les impedía dormir, que se les desnudaba y que se les forzaba a adoptar lo que los interrogadores denominaban “posiciones de estrés”. El peor momento llegó a finales de 2002, cuando los interrogadores golpearon a dos presos hasta matarles.

Las Fuerzas Especiales de EEUU también dirigían una segunda y secreta prisión en la Base Aérea de Bagram, a la que la Cruz Roja no tiene aún acceso. Utilizada sobre todo para interrogatorios, es tan temida por los prisioneros que la han denominado la “Cárcel Negra”.

Un día de hace dos años, las fuerzas estadounidenses fueron a por Noor Muhammad, en las afueras de la ciudad de Kajaki, en la provincia sureña de Helmand. Muhammad, que es médico, dirigía una clínica que atendía a todo el que llegaba hasta ella en búsqueda de cuidados, incluidos los talibanes. Los soldados asaltaron su clínica y su casa, matando a cinco personas (incluidos dos pacientes) y deteniendo tanto a su padre como a él. Al día siguiente, los vecinos encontraron el cadáver esposado del padre de Muhammad, muerto, al parecer, de un disparo.

Los soldados se llevaron a Muhammad a la Cárcel Negra. “Había un pasillo muy estrecho con montones de celdas a ambos lados y una gran puerta de acero y luces brillantes. No sabíamos cuándo era de noche y cuándo de día”. Le mantuvieron en una habitación de hormigón sin ventanas, totalmente confinado en solitario. Los soldados le arrastraban siempre por el cuello y le negaban el alimento y el agua. Le acusaron de proporcionar cuidados médicos a los insurgentes, a lo cual él les contestaba: “Soy médico. Mi deber es proporcionar cuidados a cualquier ser humano que llegue a mi clínica, ya sea talibán o del gobierno”.

Finalmente, Muhammad fue liberado, pero cerró su clínica y dejó su ciudad natal. “Me aterran tanto los estadounidenses como los talibanes”, dice. “Me alegro de que mi padre haya muerto, de que no tenga que vivir en este infierno”.

Miedo a la oscuridad

A diferencia de la Cárcel Negra, los oficiales estadounidenses, en los últimos dos años, han tratado de reformar la principal prisión en Bagram. Las torturas se han acabado allí, y ahora los oficiales de la prisión alardean de que los presos suelen engordar unos siete kilos mientras están detenidos. En algún momento de los primeros meses de este año, los oficiales planean abrir una deslumbrante nueva prisión –que finalmente sustituirá a la de Bagram- con celdas grandes y ventiladas, el último equipamiento médico y salas para formación vocacional. La prisión de Bagram se traspasará el año que viene a los afganos aunque el resto del proceso de detención permanecerá en manos estadounidenses.

Pero los defensores de los derechos humanos dicen que continúan estando preocupados por el proceso de detención. El Tribunal Supremo de EEUU dictaminó en 2008 que no se les puede negar a los presos de Guantánamo su derecho al habeas corpus, pero no decidió la misma resolución en relación a los detenidos en Bagram. (Los oficiales estadounidenses dicen que Bagram está en medio de una zona de guerra y por tanto no se aplica allí la legislación relativa a los derechos civiles que se establece dentro de EEUU). A diferencia de Guantánamo, los presos no tienen derecho allí a acceder a un abogado. La mayoría dice que no tiene ni idea de por qué están detenidos. Los presos aparecen ahora ante un panel de revisión cada seis meses, que intenta volver a considerar su detención, pero su capacidad para plantear preguntas sobre su situación es limitada. “Sólo se me permitió decir sí o no y no pude explicar nada durante mi vista”, dice Rehmatullah Muhammad.

Sin embargo, la mejoría en las condiciones de Bagram plantea la pregunta de si EEUU es capaz de combatir una guerra más limpia. Eso es lo que el comandante de guerra en Afganistán, el General Stanley McChrystal prometió este verano: menos bajas civiles, menos temidos asaltos de las casas y un proceso de detención más transparente.

Las tropas estadounidenses que operan bajo el mando de la OTAN han empezado a cumplir normas de comportamiento más estrictas: ahora sólo pueden mantener oficialmente a los detenidos 96 horas antes de transferirles a las autoridades afganas o liberarles, y las fuerzas afganas deben tomar el mando en el registro de las casas. Cuando se les pregunta a los soldados estadounidenses, se indignan por esas restricciones, y tienen diversos métodos para sortearlas. “Algunas veces detenemos a gente y después cuando pasan las 96 horas, les transferimos a los afganos”, dice un marine estadounidense, que habla bajo anonimato. “Ellos les dan unas cuantas palizas por nosotros y nos los devuelven para otras 96 horas. Esto puede prolongarse hasta que obtengamos lo que queremos”.

Una forma más sencilla de pasarse por alto las normas es llamar a las Fuerzas de Operaciones Especiales de EEUU –los Focas de la Marina, los Boinas Verdes y otros- que no están bajo el mando de la OTAN y por tanto no están obligados por las normas más estrictas de comportamiento. Esas tropas de elite son las que están detrás de la mayoría de los asaltos nocturnos y de las detenciones en la búsqueda de “sospechosos de alto valor”. Los oficiales del ejército estadounidense dicen en las entrevistas que las nuevas restricciones no han afectado en absoluto al número de asaltos y detenciones. No obstante, el actual cambio es más sutil: el proceso de detención se ha trasladado casi enteramente a las zonas y actores que mejor pueden evitar el escrutinio público: las Fuerzas de Operaciones Especiales y las pequeñas prisiones de campo.

El cambio señala hacia una realidad profunda de la guerra, los soldados estadounidenses dicen: no puedes combatir a las guerrillas sin asaltos y detenciones invasivos, sería como combatir sin balas. A los ojos de un soldado estadounidense, Afganistán es un lugar tenebroso. Los hombres llevan barba y turbante. Rezan incesantemente. En la mayor parte del país, a las mujeres se les prohíbe salir de casa. Muchos afganos poseen un Kalashnikov. “No puedes confiar en nadie”, dice Rodrigo Arias, un marine que se encuentra en una base en la provincia nororiental de Kunar. “Estuvieron a punto de matarme en varias emboscadas, pero los aldeanos no nos dicen nada. Aunque normalmente saben algo”.

Un oficial que ha trabajado en los Campos de Detención dice que son necesarios docenas de asaltos para que aparezca un sospechoso útil. “Algunas veces tienes que reventar las puertas. Algunas veces tienes que retorcer brazos. Tienes que utilizar toda una amplia red, pero cuando atrapas a la persona correcta, eso es lo que marca la diferencia”.

Para Arias, es una cuestión de supervivencia. “Quiero volver a casa de una pieza. Si eso significa que tengo que acorralar a la gente, la acorralaré”. Cuestionar esto, dice, es cuestionar si merece la pena luchar la guerra misma. “Ese no es mi trabajo. La gente de Washington es la que tiene que encargarse de eso”.

Si los asaltos nocturnos y las detenciones son una parte inevitable de la guerra moderna de contrainsurgencia, entonces, lo mismo sucede con el resentimiento que engendran. “Nos alegramos cuando llegaron los estadounidenses. Pensábamos que traerían paz y estabilidad”, dice el ex detenido Rehmatullah. “Pero ahora casi todo el mundo en mi pueblo quiere que se larguen. Un año después de que soltaran a Rehmatullah, capturaron a su sobrino. Dos meses después, se llevaron también a otros vecinos.

Se ha convertido en una pauta de conducta predecible: Las fuerzas talibanes lanzan emboscadas sobre los convoyes estadounidenses cuando pasan por el pueblo, y después se retiran a los densos huertos de frutales que cubren la zona. Después, los estadounidenses vuelven por la noche para llevarse sospechosos. Según los aldeanos, en los dos últimos años, se han llevado a dieciséis personas y han asesinado a otras diez en este pequeño pueblo de unos 300 habitantes. En el mismo período, dicen, los insurgentes mataron a un vecino y no se llevaron a ningún rehén.

Por lo tanto, las gentes de ese pueblo temen más los asaltos nocturnos que a los talibanes. Ahora las noches en que los niños de Rehmatullah oyen el lejano zumbido de un helicóptero, corren a su dormitorio. Él les consuela, pero admite que también necesita que le tranquilicen. “Sé que ya soy demasiado mayor para eso”, dice, “pero esta guerra me ha hecho tener miedo de la oscuridad”.

Anand Gopal ha informado desde Afganistán para el Christian Science Monitor y el Wall Street Journal. Pueden leerse sus trabajos en: analdgopal.com. Actualmente está trabajando en un libro sobre la guerra afgana. Este artículo se ha publicado en el último número de la revista Nation. Para escucharle en una entrevista de audio con Timothy McBain, de TomDispatch, hablando de cómo consiguió este reportaje, pínchese aquí.

Fuente:

http://www.tomdispatch.com/post/175197/tomgram%3A_anand_gopal%2C_afraid_of_the_dark_in_afghanistan/#more

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Chalabi: EEUU Favorece el Retorno de los Baasistas al Poder

Joe Biden


Al-Manar
27/01/2010

Un alto responsable iraquí ha advertido que Washington apoya el retorno al poder de antiguos miembros del Partido Baaz en un intento de obligar a Iraq a suscribir pactos de seguridad con Israel.

El jefe de la Comisión de Justicia y Responsabilidad, Ahmed Chalabi, dijo a Press TV que EEUU intenta implicar a Iraq en su política de seguridad en la región mediante el retorno de los baasistas al poder.

Según Chalabi, Washington ha desarrollado un orden de seguridad en Oriente Medio, que incluiría a varios países árabes e Israel y señaló que EEUU consideraría a Iraq como una amenaza si no participa en tal sistema.

Chalabi dijo que la decisión de Bagdad de prohibir a los candidatos pro-Baaz participar en las elecciones generales era una medida acorde con la Constitución.

El organizador de las elecciones en Iraq, la Alta Comisión Electoral Independiente, ha prohibido a unas 500 personas concurrir a las elecciones del 7 de marzo.

Según el Comité de Justicia y Responsabilidad del Parlamento de Iraq, todos los candidatos prohibidos tenían vínculos con el aparato político y militar de Saddam Hussein.

Trece candidatos eran miembros del Partido Baaz y otros 182 pertenecieron a los Fedayin de Saddam, una notoria unidad militar, y al servicio de inteligencia del antiguo régimen.

El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, llegó la pasada semana a Bagdad para hablar con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, sobre la descalificación de los candidatos. Su visita estuvo dirigida a convencer a los responsables iraquíes para que derogaran la prohibición de participar a los candidatos que tuvieran vínculos con el Partido Baaz.

Chalabi, sin embargo, dijo que el Parlamento rechazó la propuesta de Biden y que la sugerencia no halló ningún eco en el liderazgo iraquí.

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Campos de concentración en los Estados Unidos



por Durand

Durante la segunda guerra mundial e incluso después de ella, entre 1942 y 1947, el gobierno norteamericano deportó a campos de concentración a unos 11.000 ciudadanos americanos de origen alemán y a otros 3.000 de origen italiano. El internamiento de norteamericanos de origen japonés en campos de concentración de los EEUU es conocido por el cine, pero este asunto de los alemanes e italianos lo es mucho menos. Una comisión del Senado en Washington estudiará ahora qué trato se dio a aquellos miles de personas, privadas de su libertad, sus bienes y sus empleos por haber nacido en la patria del enemigo.

En 1943 el estudiante de diecisiete años Eberhard Fuhr fue arrestado por unos agentes del FBI en su instituto de Cincinnati. Acto seguido le ingresaron en un internado para “enemigos de los aliados” en Tejas, donde estuvo cuatro años y medio con su familia. Miles de alemanes experimentaron una suerte similar. Sin embargo, el número de detenidos fue mucho menor que el de japoneses.

La historia no ha prestado demasiada atención a estos hechos. El senado americano dio un paso adelante al respecto cuando dio orden de votar sobre el tratamiento recibido por los alemanes y otros europeos en Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. El estatus de la legislación es incierto, ya que se ésta se aprobó como una enmienda al proyecto de ley sobre inmigración.

“A pesar de ello, el hecho de que se vote sobre este tema es ya un gran avance”, dice el Senador Russ Feingold, quien representa a un gran número de alemanes. Durante los últimos seis años una negativa por parte de un senador republicano anónimo impidió que este tema fuera votado.

“El Congreso y los Estados Unidos hicieron lo correcto reconociendo y pidiendo perdón por el maltrato de japoneses americanos durante la Segunda Guerra Mundial”, dijo Feingold. “Sin embargo, no se ha mostrado el mismo respeto por los alemanes, italianos, y latinos europeos americanos.”

El acta que estudia el tratamiento de enemigos o posibles sospechosos durante los períodos de guerra, “Wartime Treatment Study Act” de Feingold, creará una comisión encargada de investigar cómo se trató a los alemanes, italianos y otros europeos. Una segunda comisión estudiará cómo se trató a los refugiados judíos que huían de la persecución nacionalsocialista.

El senador Jeff Sessions, sin embargo, se opone a esta ley, ya que dice que se basa en averiguaciones “que ponen a América en lugar incorrecto. Averiguaciones que dicen que, en parte, la políticas de nuestro país durante los períodos de guerra fueron devastadoras para los alemanes e italianos que vivían en los Estados Unidos.”

Disparidad de opiniones

El asistente del Fiscal General, Richard Hertling, sacó a colación una carta fechada a ocho de mayo durante las sesiones del Comité Judicial del Senado. Hertling dijo que el Departamento de Justicia se había puesto en contacto con el ya consagrado historiador del Museo de la Memoria del Holocausto en el año 2001. Éste les dio su opinión sobre el tema. “Todo esto se está sacando de quicio. Es exageradísimo".

La carta no identificaba al historiador por su nombre, aunque un portavoz del museo dijo que se trataba de Peter Black. Comentó también que el museo no haría ningún comentario sobre la legislación. “Las ideas del historiador no contribuyeron a hacer ver que una comisión era necesaria”, dijo Feingold, que es judío.

“Los hechos fueron muy graves: les quitaron sus trabajos o sus negocios, fueron internados en Texas y se les hicieron otras barbaridades totalmente injustificables, ya que estas personas no habían hecho nada. Eran inocentes. Cuando tiene lugar un conflicto, el peligro para aquellos que pertenecen al mismo medio que nuestros enemigos es real. Y siempre hay que cuidarse de ello”.

Tal y como cree el profesor de historia ya retirado Stephen Fox, quien ha escrito un libro sobre el tratamiento de los americanos alemanes durante la II Guerra Mundial por parte del FBI, unos tres mil italianos y once mil alemanes fueron detenidos en América. Cifras que incluyen alemanes que fueron enviados desde latino América y judíos alemanes. Además de ciento veinte mil japoneses americanos, incluyendo ciudadanos estadounidenses, fueron encerrados durante la Segunda Guerra Mundial.

Para Fox, en general, el FBI señaló como objetivos a alemanes aliados residentes en territorio estadounidense que tuvieran relación con organizaciones alemanas, hicieran comentarios favorables a Hitler o tuvieran contacto con sus familiares en Alemania. Sin embargo, la mayoría era inocente.

Fuhr dijo que fue arrestado meses después de que sus padres hubieran sido internados. Se le reunió con sus hermanos en el campo de concentración Crystal City, de Tejas. “La vida en el campamento era aburrida pero no desagradable”, dijo Fuhr. Lo que realmente le indigna es que no le soltaran hasta 1947, dos años después de que terminara la contienda. “No tengo ninguna objeción sobre mi estancia en el campo de concentración, excepto a partir del día de la victoria aliada. A partir de entonces lamento cada minuto que perdí allí.”

Anneliese Krauter, de setenta y dos años, nacida en Estados Unidos pero de padres alemanes, fue enviada al campo de concentración Crystal City en 1943 junto con su madre y su hermano. Allí se reunieron con su padre, quien había sido arrestado el año anterior. “Su delito era haber alquilado una habitación a un espía alemán. Mi padre, sin embargo, no sabía la condición de este hombre,” dice Krauter. Obligaron a esta familia a cerrar su pequeño negocio familiar, una carnicería, en el barrio de Brooklyn.

Krauter, que ahora vive en las afueras de Indianápolis, describe la vida en el campo de concentración como “divertida”. “Nos ponían películas, aprendíamos de otras culturas gracias a la convivencia con los refugiados japoneses y nos daban clases. Desde luego, no se puede comparar con un gulag o un campo de concentración nacionalsocialista”, dijo Krauter.

En 1944 la familia aceptó la propuesta de los Estados Unidos de ser enviada a Alemania. “Así lo quiso mi padre. Estaba desilusionado y harto”. Ella volvió a los Estados Unidos en 1953 y sigue viviendo allí.

Ambos, Fuhr y Krauter, participan en una exposición organizada por el Centro histórico y cultural en Minneápolis bajo el nombre “Olvidados: el internamiento de civiles alemanes americanos, 1941-1948.”

http://error98.blogspot.com/2007/07/est ... os-de.html


Si alguien os pregunta por qué habéis luchado y muerto en esta guerra, decidles: por las mentiras de nuestros padres.
Rudyard Kipling

Notapor Durand » 16 Mar 2008, 11:32
Los campos de concentración de Estados Unidos utilizaron el nombre oficial de "Relocation Camps" o Campos de Reubicación. Para los efectos prácticos, el uso fue el mismo que los campos rusos, alemanes o ingleses.

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Puntos donde estaban distribuidos los campos.

La diferencia fundamental radica en que en esos campos fueron internados ciudadanos norteamericanos, cuyo único delito fue el ser japoneses o descendientes de japoneses.También se internaron una gran cantidad de japoneses o hijos de japoneses, residentes en países latinoamericanos en especial del Perú. Recientemente, el Gobierno norteamericano pidió disculpas por la enorme injusticia cometida contra esas, personas.

Campo de Concentración de Gila
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Ubicación: 72 Kms al sureste de Phoenix, en el condado de Pinal, Arizona, cerca a Sacaton. Terrenos alquilados a la Reservación India de Pima.

Extensión: 6800 Ha divididas en dos campos: Canal y Butte.

Máxima población: 13348 al 30 de Dic 1942. Abierto el 20 de Julio de 1942.

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Vista de campo.

Clima y medioambiente: desértico con temperaturas de 52 Grados C. Grandes tormentas de polvo.
Cont......
Población penal: 10814 nipoamericanos.

Situación Sanitaria: diarrea, tuberculosis, fiebre del valle y otras menos importantes.


Campo de Concentración de Granada
Imagen

Ubicación: Prowers County Colorado 22 Kms al este de Lamar, 32 Kms al oeste de Kansas. Comprado a propietario privado. Ubicado en una colina a 1100 metros sobre el nivel del mar.

Extensión: 600 ha

Clima y medioambiente: Campo árido y polvoriento.

Población penal: 7319. 6285 americanos, la mitad de origen rural y el resto urbano.

Situación Sanitaria: La poliomelitis fue el problema mas grave de este campo.


Campo de Concentración de Heart Mountain

Ubicación: Propiedad Federal. Elevación 1400 m.

Extensión: 18400 ha

Máxima Población penal: 10767.

Clima y medioambiente: Severo con temperaturas de 35 gradosC bajo cero. Polvoriento. El mayor problema el polvo y las serpientes.

Situación Sanitaria: El mayor problema sanitario se debió a que los internos procedían de zonas calurosas.


Campo de Concentración de Jerome

Ubicación: En los condados de Drew y Chicot al sureste de Arkansas

Extensión: 4000 ha

Población penal: 8497

Clima y medioambiente: tropical, verde y húmedo

Situación Sanitaria: Buena. El campo no estaba muy vigilado puesto que estaba rodeado por áreas donde se desarrollan la mayor cantidad de serpientes en el país.

Campo de Concentración de Manzanar
Imagen

Ubicación: Inyo County, Ca, en el Valle Owens 360 Kms al norte de Los Angeles

Extensión: 2400 ha

Población penal: 10046.

Clima y medioambiente: desértico, inviernos y veranos muy severos.

Situación Sanitaria: Buena. Fue uno de los campos más custodiados debido a la agresividad de los pobladores de la zona.

Última edición por Durand el 16 Mar 2008, 12:36, editado 2 veces en total

Si alguien os pregunta por qué habéis luchado y muerto en esta guerra, decidles: por las mentiras de nuestros padres.
Rudyard Kipling

Notapor Durand » 16 Mar 2008, 12:46
Campo de Concentración de Minidoka



Ubicación: en Jerome County en el centro sur de Idaho 10 Kms al norte de Eden

Extensión: 13400 ha

Población penal: Población 9397

Clima y medioambiente: hostil con grandes tormentas de polvo. Considerado uno de los "mejores" campos por la homogeneidad de la población y la administración benevolente.


Campo de Concentración de Poston
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Ubicación: Yuma County Arizona 27 Kms al sur de Parker, en la Reserva India de Colorado

Extensión: 28400 ha

Población penal: 17814 internos

Clima y medioambiente: Desértico, el más caluroso de todos los campos.

Situación Sanitaria: Buena


Campo de Concentración de Rohwer
Imagen

Ubicación: Desha County al sureste de Arkansas

Extensión: 4000 ha

Población penal: 8475 internos.

Clima y medioambiente: lluvioso caliente y húmedo

Situación Sanitaria: Buena. La mayoría de los internos de procedencia urbana.


Campo de Concentración de Topaz
Imagen

Ubicación: Millard County, Utah, near Abraham, 224 Kms al Sur de Salt Lake City. A 1400 m sobre el nivel del mar.

Extensión: 8000 ha

Población penal: 8130 internos

Clima y medioambiente: Temp 41 grados C en verano y -35 gradosC en invierno. Mucho viento y tormentas de polvo.

Situación Sanitaria: Buena


Campo de Concentración de Lago Tule
Imagen

Ubicación: Klamath Falls Basin en el norte de California, justo al sur de la frontera con Oregon.

Extensión: 10400 ha

Población penal: 18789 internos
Imagen

Clima y medioambiente: Relativamente tolerable, a 1220 m sobre el nivel del mar, en lo que fue un lago.

Situación Sanitaria: Buena

Fuentes:
http://www.taringa.net/posts/imagenes/1 ... es-y-ahora
http://www.exordio.com/1939-1945/milita ... .html#gila.

Si alguien os pregunta por qué habéis luchado y muerto en esta guerra, decidles: por las mentiras de nuestros padres.
Rudyard Kipling

Notapor xoom » 16 Mar 2008, 14:32
Gracias Durand por la información. Desconocía que hubiera tantos campos en eeuu.
Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada. Edmund Burke

Notapor Danix! » 16 Mar 2008, 20:10

Grandiosa info...

Prefiero guardar mis comentarios sobre la actitud del tipo 'Republicano'
Campos de concentración en EEUU

Notapor by:imlp: » 11 Sep 2008, 03:47
Los campos de concentración en los Estados Unidos alojaron a unas 120.000 personas, en su mayor parte de etnia japonesa, más de la mitad de las cuales eran ciudadanos estadounidenses, en establecimientos diseñados a ese efecto en el interior del país, durante 1942 y 1948. El objetivo fue trasladarlos desde su residencia habitual, mayoritariamente en la costa oeste, a instalaciones construidas bajo medidas extremas de seguridad; los campos estaban cerrados con alambradas de espino, vigilados por guardias armados, y ubicados en parajes alejados de cualquier centro poblacional. Los intentos de abandono del campo en ocasiones resultaron en el abatimiento de los reclusos

ORIGENES

La acción fue tomada en respuesta al ataque a Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial, donde Estados Unidos se incorporó tardíamente a las Fuerzas Aliadas contra el Eje Roma-Berlín-Tokio, pero fueron mayoritariamente las personas de etnia japonesa que vivían en la costa del Pacífico las que fueron sometidas a este internamiento.

Establecimiento de los campos [editar]Inicialmente se pensó en obligar a los japoneses étnicos a vivir en una áreas seleccionadas en el interior del país, pero los pobladores de estas áreas protestaron contra la medida y se decidió internar a los prisioneros en campos especialmente creados para este fin.

Entonces, los japoneses étnicos, unos 110 mil, fueron obligados a vender sus viviendas y negocios en ocho días, aunque en algunas partes este tiempo se rebajó a cuatro días o se elevó a dos semanas. Al enterarse de esta medida, aparecieron compradores hostiles, que compraron las posesiones japonesas a precios muy bajos. En aquellos días, los japoneses étnicos poseían un 0.02% de la tierra cultivable de la Costa Oeste, pero el valor de sus tierras, en promedio, era siete veces superior al del promedio regional. Cuando a un afectado por la medida se le negaron unos días adicionales para recolectar su cosecha, la destruyó. Inmediatamente fue arrestado acusado de sabotaje, este fue el mayor caso de sabotaje japonés reportado en Estados Unidos durante la guerra.

Muchos japoneses colocaron sus posesiones en almacenes, esperando reclamarlas después de la guerra, pero mientras tanto fueron vandalizadas y robadas. Algunos las arrendaron, pero los ocupantes luego se rehúsaron a pagar el alquiler. Algunos dueños de plantaciones descubrieron después de la guerra que sus trabajadores habían vendido los terrenos a terceros. Muchos que decidieron no vender sus propiedades, descubrieron después de la guerra que sus casas habían sido invadidas o que el Estado las había expropiado por no haber pagado impuestos.

Una vez finalizado el tiempo para la preparación, los japoneses étnicos fueron llevados a centros de reunión en trenes o autobuses, vigilados por guardias armados. En la mayoría de los casos, estos centros eran hipódromos, y los evacuados tenían que dormir en los establos.

Al final de mayo de 1942, los evacuados fueron instalados en campos rodeados por alambrado de púas. Dichos campos fueron llamados "centros de reubicación", pero las condiciones de vida allí eran ligeramente mejores que las de los campos de concentración.

En los campos, a cada familia se le entregaron placas con un número grabado para cada miembro, que fueron utilizadas para identificarse.

Un campo de internamiento fue el de Crystal city en Texas, donde se albergó entre otros a japoneses, japoneses-latinos y alemanes. En dicho campo los internados recibieron un trato agradable por parte de las autoridades estadounidenses. Por otro lado el campo de Tule Lake estuvo bajo un régimen más severo; se reservó para los descendientes de japoneses y sus familias que eran sospechosos de espionaje, traición o deslealtad, así como para líderes comunitarios, como sacerdotes o maestros. Otra familias fueron llevadas a Tula Lake al solicitar ser repatriadas a Japón. En este campo hubo algunas manifestaciones pro-japonesas en el transcurso de la guerra

El Teniente General John L. DeWitt, comandante de la Defensa Oeste de los Estados Unidos, fue el encargado de internar a los japoneses étnicos. Aunque DeWitt comandó en la evacuación forzosa, inicialmente expresó su molestia por esta orden a un superior, alegando que:

Un ciudadano estadounidenses es, después de todo, un ciudadano estadounidense.
De Witt también aseguro que sí era posible diferenciar a los extranjeros leales a los Estados Unidos de los no leales.

El Secretario de Guerra Henry Stimson estuvo de acuerdo con DeWitt, pero la histeria contra los ciudadanos de origen japonés pronto alcanzó los niveles militares y gubernamentales.

El 10 de diciembre de 1941, se esparció el rumor de que 20 mil Nisei estaban preparándose para iniciar un levantamiento armado en San Francisco. Nisei es el nombre que los estadounidenses daban a todos los japoneses étnicos que vivían en América, aunque originalmente englobaba solamente a la primera generación de japoneses nacidos en el país. DeWitt pensaba arrestar de inmediato a todos los japoneses étnicos, pero el jefe local del FBI logró convencerlo de que la información era falsa.

Algunas organizaciones estadounidenses clamaron por el encarcelamiento de todos los Nisei, entre las que destacan la Legión Americana y los Hijos Nativos del Dorado Oeste. El Secretario de la Armada Frank Knox añadió más pólvora a la histera anti-nipona al declarar que se había llevado a cabo una efectiva labor de quinta columna en Hawái, y al recomendar la evacuación de todas las personas con sangre japonesa de Oahu. No obstante, la declaración de Knox fue desmentida, confidencialmente, por personas cercanas al Presidente Roosevelt.

El Congresista Leland Ford escribió a mediados de enero una carta recomendando que todos los japoneses "sean colocados en campos de concentración en el interior", asegurando que los japoneses étnicos naturalizados que realmente quisieron demostrar su patriotismo deberían estar dispuestos a aceptar este sacrificio. El Gobernador de Oregón Charles A. Sprague demandó más protección contra actividades extranjeras, haciendo énfasis en los japoneses residentes en la costa. Por su parte, el Alcalde de Seattle, Earl Millikin, aseguró que aunque la gran mayoría de los japoneses étnicos no eran una amenaza, otros eran capaces de "quemar el pueblo" y facilitar un ataque aéreo japonés. El Gobernador de California, Culbert Olson]], también participó en la histeria asegurando que algunos residentes japoneses estaban comunicándose con el enemigo o se estaban preparando para formar una quinta columna.

A inicios de febrero, Los Angeles Times participó en incrementar la histeria contra los japoneses:

Una víbora es una víbora, sin importar donde se abra el huevo. De la misma manera, un japonés-estadounidense, nacido de padres japoneses, se convierte en un japonés, no en un estadounidense.

Luego DeWitt ordenó que se realizasen cateos en las casas de japoneses étnicos, con el objetivo de incautar cámaras y armas "subersivas". Cuando el Fiscal General Francis Biddle alegó que era necesario presentar una posible causa de arresto, DeWitt aseguró que ser descendiente de japonés era una. No obstante, después de realizar varias búsquedas sin órdenes de registro, incluso en casas de ciudadanos estadounidenses, el FBI reportó que no se encontraron armas que pudiesen ser utilizadas para ayudar al enemigo, ni cámaras que estuviesen siendo usadas en labores de espionaje.

El 25 de enero de 1942, Biddle fue convencido por Stimson, que a su vez fue convencido por DeWitt, de establecer zonas prohibidas para los extranjeros de países enemigos, y zonas restringidas, donde los extranjeros podrían estar pero bajo vigilancia. Posteriormente, Biddle explicó que había aceptado porque creía que solamente los extranjeros se verían afectado, no los extranjeros naturalizados o los ciudadanos descendientes de extranjeros.

El 9 de febrero, DeWitt solicitó a Biddle incluir a Portland, Seattle y Tacoma en la lista de zonas prohibidas, lo que significaba la evacuación de miles de personas. Biddle se negó, alegando que no había recibido una justificación para acceder. Sin embargo, Biddle agregó que si esta evacuación era una "necesidad militar", la decisión debía ser tomada por el Departamento de Guerra, no por el Departamento de Justicia.

Casi de inmediato, el Presidente Franklin D. Roosevelt fue presionado por Stimson para que accediese al plan de DeWitt. Luego, una delegación del Congreso envió una resolución a Roosevelt solicitando la evacuación inmediata de los japoneses étnicos, sin distinguir entre extranjeros o ciudadanos.

El 14 de febrero, DeWitt recomendó formalmente la "evacuación de japoneses y otras personas subersivas de la costa del Pacífico. DeWitt aseguró:

El hecho de que no haya ocurrido algún sabotaje hasta la fecha es una indicación perturbante de que dicha acción ocurrirá.
El 17 de febrero, Biddle insistió ante el Presidente de que no tomase esta medida por última vez, argumentando que no había evidencia de un ataque inminente y que el FBI no tenía evidencias de algún posible sabotaje. El Director del FBI, J. Edgar Hoover, también le recomendó a Roosevelt que no evacuase a los japoneses, pero fue en vano.

El 19 de febrero, Roosevelt firmó la orden ejecutiva Nº 9066, autorizando al Departamento de Guerra para que deliniase áreas militares donde la permanencia de las personas sería decidida por el Secretario de Guerra Henry Stimson. Este último le aclaró a DeWitt que los descendientes de italianos no deberían ser molestados, y que solamente algunos refugiados alemanes debían recibir ser considerados.

Una apelación presentada por organismos de defensa de los derechos humanos intentó impugnar el derecho del gobierno a encerrar personas por razones étnicas, pero la Suprema Corte de los Estados Unidos rechazó la petición.

El 23 de febrero, un submarino japonés, I-17, disparó contra un almacen de combustible en Santa Bárbara, incendiando unos barriles sin provocar bajas. Al día siguiente, unidades del Ejército estadounidense en Los Ángeles se vieron afectadas por la histeria y dispararon sus armas anti-aéreas al cielo. El ruido sobresaltó a algunas unidades de artillería que también dispararon sus cañones, unas 1.430 cargas. Aunque posteriormente ese episodio fue llamado burlonamente la Batalla de Los Ángeles, en esos días sólo contribuyó a incrementar la histeria de la población.

El 2 de marzo, DeWitt estableció el Área de Exclusión Militar 1, que ocupaba el oeste de Washington, Oregón, California y la mitad sur de Arizona. El Área de Exclusión militar 2 ocupaba el resto de los estados mencionados. DeWitt no pudo iniciar de inmediado la evacuación porque se percató que no era considerado un crimen que un civil se negase a cumplir una orden militar. Stimson solucionó el problema creando una ley que condenaba a todo civil que desobedezca a un militar en un área militar a un año de prisión y a una multa de 5 mil dólares. El 9 de marzo, la ley fue presentada ante el Congreso, solamente un senador republicano se opusó, y nadie votó en contra de la ley. El 21 de marzo la ley fue firmada por Roosevelt y DeWitt finalmente obtuvo la luz verde para iniciar la evacuación forzosa de los Nisei.

El 31 de marzo de 1942 la Zona 1 se declaró fuera de límites para cualquier persona de ascendencia japonesa. De inmediato se ordenó que aquellos japoneses o descendientes de japoneses residentes que se preparasen para partir, sin especificarse su destino final y limitándose su equipaje a un bolso de mano. Aunque 7 de cada 10 étnicos japoneses afectados por la medida habían nacido en los Estados Unidos, la órden no hacía distinción sobre nativos o extranjeros.

También se pensó en internar a los extranjeros alemanes e italianos, pero se generaron tantas protestas que el gobierno estadounidense desistió de la idea, argumentando que la estructura económica de los Estados Unidos se vería afectada y que la moral de los ciudadanos descendientes de alemanes e italianos decaería.

Fuente: wikipedia
Se buscan hombres para peligroso viaje. Salario reducido Frío penetrante Largos meses de completa oscuridad Constante peligro. Dudoso regreso sano y salvo. En caso de éxito, honor y reconocimiento Ernest Shackleton

Re: campos de concentracion en usa

Notapor LARRY » 11 Sep 2008, 09:19
Saludos
Os dejo una ampliación de Exordio:

Los campos de concentración de Estados Unidos utilizaron el nombre oficial de "Relocation Camps" o "Campos de Reubicación", un nombre eufemístico.

Para los efectos prácticos, el uso fue el mismo que los campos de concentración rusos, alemanes o ingleses.

La diferencia fundamental radica en que en esos campos fueron internados ciudadanos estadounidenses, cuyo único delito fue el ser japoneses de nacimiento o descendientes de japoneses o "Niseis" (nombre con el que los estadounidenses conocían a los ciudadanos de etnia japonesa).

También se internaron una gran cantidad de japoneses o hijos de japoneses, ciudadanos de países latinoamericanos en especial del Perú, tambien por el sólo hecho de ser japoneses de nacimiento o Niseis.

Recientemente, el Gobierno de Estados Unidos pidió disculpas por la enorme injusticia cometida contra esas, más de 100.000 personas que fueron tratadas de manera tan vil.


CAMPO DE GILA

Ubicación: 72 Kilómetros al sureste de Phoenix, en el condado de Pinal, Arizona, cerca a Sacaton. Terrenos alquilados a la Reserva India de Pima.

Extensión: 6.800 Hectáreas divididas en dos campos: Canal y Butte.

Máxima población: 13.348 el 30 de Diciembre de 1942. Abierto el 20 de Julio de 1942.

Clima y medioambiente: Desértico, con temperaturas de 52º C. Grandes tormentas de polvo.

Población penal: 10.814 "nipo-americanos".

Situación Sanitaria: Diarrea, tuberculosis, fiebre del valle y otras menos importantes.


CAMPO DE GRANADA

Ubicación: Prowers County, Colorado. 22 kilómetros al este de Lamar, 32 kilómetros al oeste de Kansas. Comprado a un propietario privado y ubicado en una colina a 1.100 metros sobre el nivel del mar.

Extensión: 600 hectáreas.

Clima y medioambiente: Campo árido y polvoriento.

Población penal: 7.319 reclusos. 6.285 americanos, la mitad de origen rural y el resto urbano.

Situación Sanitaria: La poliomelitis fue el problema mas grave de este campo.


CAMPO DE HEART MOUNTAIN

Ubicación: Propiedad Federal. Elevación de 1.400 metros sobre el nivel del mar.

Extensión: 18.400 hectáreas.

Máxima Población penal: 10.767 internos.

Clima y medioambiente: Severo, con temperaturas de -35º C. Polvoriento. El mayor problema el polvo y las serpientes.

Situación Sanitaria: El mayor problema sanitario se debió a que los internos procedían de zonas calurosas.


CAMPO DE JEROME

Ubicación: En los condados de Drew y Chicot, al sureste de Arkansas

Extensión: 4.000 hectáreas.

Población penal: 8.497 personas.

Clima y medioambiente: Tropical, verde y húmedo

Situación Sanitaria: Buena. El campo no estaba muy vigilado puesto que estaba rodeado por áreas donde se desarrollan la mayor cantidad de serpientes en el país.


CAMPO DE MANZANAR

Ubicación: Inyo County, California, en el Valle Owens, a 360 kilómetros al norte de Los Angeles.

Extensión: 2.400 hectáreas.

Población penal: 10.046 reclusos.

Clima y medioambiente: Desértico, inviernos y veranos muy severos.

Situación Sanitaria: Buena. Fue uno de los campos más custodiados debido a la agresividad de los pobladores de la zona.


CAMPO DE MINIDOKA

Ubicación: En Jerome County, en el centro sur de Idaho, 10 kilómetros al norte de Eden.

Extensión: 13.400 hectáreas.

Población penal: 9.397 seres humanos.

Clima y medioambiente: Hostil, con grandes tormentas de polvo. Considerado uno de los "mejores" campos por la homogeneidad de la población y la administración benevolente.


CAMPO DE POSTON

Ubicación: Yuma County, Arizona, 27 kilómetros al sur de Parker, en la Reserva India de Colorado.

Extensión: 28.400 hectáreas.

Población penal: 17.814 internos.

Clima y medioambiente: Desértico, el más caluroso de todos los campos.

Situación Sanitaria: Buena.


CAMPO DE ROHWER

Ubicación: Desha County, al sureste de Arkansas.

Extensión: 4.000 hectáreas.

Población penal: 8.475 internos.

Clima y medioambiente: Lluvioso, caliente y húmedo.

Situación Sanitaria: Buena. La mayoría de los internos de procedencia urbana.


CAMPO DE TOPAZ

Ubicación: Millard County, Utah, cerca de Abraham, 224 kilómetros al Sur de Salt Lake City. A 1.400 metros sobre el nivel del mar.

Extensión: 8.000 hectáreas.

Población penal: 8.130 internos.

Clima y medioambiente: Temperaturas de 41º C en verano y -35º C en invierno. Mucho viento y tormentas de polvo.

Situación Sanitaria: Buena.


CAMPO DE LAGO TULE

Ubicación: Klamath Falls Basin, en el norte de California, justo al sur de la frontera con Oregon.

Extensión: 10,400 hectáreas.

Población penal: 18.789 internos.

Clima y medioambiente: Relativamente tolerable, a 1.220 metros sobre el nivel del mar, en lo que fue un lago.



"¡Defender la ciudad o morir en el intento!"
Chuikov en Stalingrado

Re: campos de concentracion en usa

Notapor xoom » 11 Sep 2008, 10:19
Lo uno al que existía previamente.

Por cierto magnífica ampliación.
Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada. Edmund Burke

Re: campos de concentracion en usa

Notapor LARRY » 11 Sep 2008, 10:39
Saludos

Vaya, es cierto, ya lo recuerdo...

Simplemente os dejo unos libros sobre el tema muy recomedables:


"Childrens Of The Relocation Camps" ("Los Niños De Los Campos de Recolocación")

De Catherine A. Welch.


Imagen

http://www.amazon.com/dp/1575053500?tag ... amp=211189

En este link se puede adquirir el libro usado por 2,54$

"Adios To Tears: The Memoirs Of A Japanese-Peruvian Internee in U.S. Concentration Camps" ("Adiós a Tears: Las Memorias de un Japonés-Peruano Internado En Los Campos De Concentración Americanos")
De Seiichi Higashide

En este link pueden comprar el libro por 17,95$

http://www.amazon.com/dp/0295979143?tag ... k_code=as3

"And Justice For All: An Oral History Of The Japanese American Detention Camps" ("Y Justicia Para Todos: Un Relato Oral De Los Campos De Detención De Americanos-Japoneses")

De John Tateishi

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Tony Blair y su inmaculada conciencia


31-01-2010
Robert Fisk
The Independent

Para retomar una de las más viles expresiones de lord Blair de Kut al Amara, hay una "distinción binaria". Sangre que me empapó los zapatos en la sala de urgencias de un hospital de Bagdad en marzo de 2003, seres humanos que aullaban por sus quemaduras de fósforo, el anciano que con un pañuelo intentaba secar la sangre que brotaba de la órbita hueca de su ojo, las pilas de cadáveres en descomposición que había en la morgue de la capital iraquí. Y los gritos, sí los gritos, y los ruegos y los quejidos de animal moribundo de los heridos y agonizantes.

Este viernes, lord Blair se sentó en el Centro de Convenciones Reina Isabel II con su inmaculado traje, con su inmaculada corbata roja, su inmaculada camisa blanca y su inmaculada conciencia. Por Dios, eso sí que era una "distinción binaria". La diferencia que existe entre el infierno del dolor y el infierno de la mendacidad dichosa.

Tendrían que haber estado en Medio Oriente para sentirlo con la debida intensidad. Lord Blair estaba físicamente a solamente 3 mil 200 kilómetros de distancia de mí. Sicológicamente, sin embargo, se encontraba en otra galaxia, mientras componía y recomponía la historia.

Está el papel de Al Qaeda. Todos sabíamos de esta institución particular. "Lo cambió todo", como nos recordó una y otra vez lord Blair. Fue una de las razones por las que británicos y estadunidenses invadieron Irak. Supuestamente Saddam tenía nexos con Al Qaeda, o al menos eso dijo Washington, y podía darle a la organización armas de destrucción masiva, según lord Blair.

Pero cuando resultó que los nexos eran tan inexistentes como las armas, lord Blair se sorprendió mucho al ver a la red Al Qaeda reaparecer después de la invasión a Irak. "La gente no pensó que Al Qaeda e Irán jugarían el papel que tienen".

Lord Blair fue a la guerra porque pensó que Al Qaeda lo dejaría ganar en Irak. Por lo tanto, todo es culpa de Al Qaeda. NOSOTROS no matamos a 100 mil iraquíes (nótese que utilicé el saldo mortal más benévolo registrado). Fueron ELLOS, los terroristas, los insurgentes de Al Qaeda, los "sectarios", los malos.

Blair hizo uso del mismo truquito deshonesto al hablar de la guerra Israelí-palestina. "Es un problema constante para Israel", nos informó. "Ellos usan enormes fuerzas en sus réplicas y se prolongan fácilmente dos semanas, pero fueron los otros quienes lo comenzaron todo".

Pero no. No es así, lord Blair. Nadie pone en duda que los cohetes de Hamas precedieron la agresión israelí contra Gaza hace un año. De lo que se acusó a Israel fue de causar un número grotescamente desproporcionado de víctimas. Pero desde luego, eso no fue lo que Blair dijo, porque trabaja en Jerusalén, donde no puede ofender a ninguna de las partes. En su calidad de enviado para Medio Oriente, su trabajo consiste en impedir una carnicería masiva, cosa en la que fracasó abiertamente, como fracasó no poniendo fin a la carnicería en Irak.

Pasamos por un invierno frío en Medio Oriente, pero el miércoles me tuve que alojar de vez en cuando el cuello de la camisa. Pareciera que Blair fue tan exitoso en Irak como lo fue en Gaza hace un año. Todo está mejorando. La vida en Irak es mejor a lo que era en 2007, 2003, 2002, y para el caso, 2001. Si, ya entendí. Antes de la invasión, todo era culpa de Saddam. Después de la invasión todo es culpa de Al Qaeda e Irán. ¿Hay suponer que ahora vamos a invadir Irán?

En un momento dado, este hombre miserable alardeó del legado histórico británico al implantar un gobierno iraquí en alrededor de los año 20, y omitió toda mención de una insurgencia masiva contra los británicos en Bagdad, Fallujah y Najaf, en 1922, que bien pudo haber sido una advertencia para él de la anarquía que surgiría después de 2003.

De vez en cuando, tuvo un resbalón, o al menos, el interrogatorio tocaba algún punto antes obviado. Cuando trató de decirnos que no se tomaron decisiones en su tristemente célebre reunión con George W. Bush en Crawford, lord Blair de pronto expresó (de hecho parece que se le escapó) que él creía que en esa ocasión hubo "conversaciones con los israelíes". ¿Qué? ¿Israelíes? ¿En la crítica reunión en Crawford? Israel fue la única nación, además de Estados Unidos y Gran Bretaña, que apoyó la guerra y, de hecho, la alentó.

Un amigo mío en Jerusalén me hizo el favor de revisar sus archivos y ahí encontró que una "fuente" de la cancillería israelí declaró que una invasión a Irak "definitivamente distraería la atención de la gente sobre el asunto israelí-palestino". La investigación jamás se topó con esta interesante pista.

Al final de la comparecencia, al tiempo que Lawrence Freedman leía la lista de muertos cada año y yo recordaba haber visto algunas de esas tragedias con mis propios ojos, Irak se coló al recinto.

El ministro Adam Price tiene razón: "nunca escucharemos una disculpa de este hombre", dijo. No podemos, claro, porque lord Blair hablaba de su propio juicio, de ser "franco", "absoluta y completamente" honesto y "absolutamente claro". Debíamos "quedarnos ahí y solucionarlo". Así que de eso se trataron todos los muertos, heridos, bombardeos, cuerpos despedazados, las violaciones y las torturas en Abu Ghraib.

Era un recinto demasiado pequeño para escuchar todo esto. No sorprende que no pudieron retacar ahí dentro a todos los deudos británicos. Casi 200 soldados ingleses no tuvieron representación en el acto. Esto llevó a que me preguntara cómo retacar las almas en el Centro de Convenciones Reina Isabel II de 100 mil iraquíes muertos.

© The Independent

Traducción para La Jornada: Gabriela Fonseca

http://www.jornada.unam.mx/2010/01/30/index.php?section=opinion&article=019a1mun

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Hariri en El Cairo: Hezbollah es un Socio en el Gobierno de Unidad Nacional


Al-Manar
28/01/2010

El primer ministro libanés, Saad Hariri, concluyó el jueves una visita oficial de dos días a El Cairo manteniendo un encuentro con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, un día después de que éste declarara desde la capital egipcia que Hezbollah es un socio en el gobierno libanés de unidad nacional.

El primer ministro libanés llegó a El Cairo el miércoles con el fin de llevar a cabo su primera visita oficial a Egipto. Él estuvo acompañado por el ministro de Exteriores libanés Ali Shami, el ministro de Economía Mohammad Safadi, el ministro de Información y otros responsables. Él estuvo también acompañado por primera vez por su esposa Lara, que vive en Arabia Saudí con los tres hijos de la pareja.

“El amenazar a cualquier parte del Líbano es una amenaza contra su gobierno, que actuará sobre esta base,”advirtió Hariri tras su encuentro con el presidente egipcio. Él dijo que habría una posición árabe unificada hacia las amenazas israelíes.

Un día antes, Hariri mantuvo una ronda de conversaciones con su homólogo egipcio y otros responsables.

En una conferencia de prensa en El Cairo, Hariri dijo que el tema de la célula de Hezbollah era un tema egipcio. “El tema de la célula de Hezbollah es un tema interno egipcio y rechazamos la intervención extranjera en los temas egipcios,” subrayó.

“Hezbollah es parte de las fuerzas políticas que emergieron como resultado de las elecciones parlamentarias,” dijo Hariri en ese momento. Hezbollah es “un socio del gobierno de unidad nacional,” enfatizó.

La visita de Hariri se produce después de las visitas a Francia y Turquía de este mes y después de su importante viaje a Siria del pasado mes de diciembre.

Comentando la visita de estado de Hariri a Egipto, el ministro de Exteriores egipcio, Ahmad Abu al Gueit, dijo a los reporteros en París que las conversaciones se dirigirían a promover la cooperación. Él también condenó las recientes amenazas israelíes contra Líbano. “Estamos en contra de cualquier acto que sea injustificado e inaceptable,” señaló.

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Los media de América Latina y Oriente Medio


Una espina en el ojo de los militares estadounidenses en Haití
28-01-2010
Nikolas Kozloff
Counterpunch
Traducido para Rebelión por LB

Viendo los media de EE.UU. y su cobertura de la crisis de Haití uno tiene la impresión de que Estados Unidos es una potencia benévola que hace todo lo posible para socorrer con ayuda de emergencia al país caribeño. Pero sintonizando al-Jazeera en inglés o la cadena sudamericana de noticias Telesur uno acaba con una visión de las cosas muy diferente. A mí me impresionó particularmente un duro reportaje de al-Jazeera colgado en You Tube que sirve como eficaz antídoto contra la mercancía habitual que nos venden los media dominantes.
El reportaje es muy crítico con los EE.UU., país que, según el reportero, ha concentrado la mayor parte de su energía en asegurar la estabilidad y en posar sus botas sobre el país más que en la reconstrucción de la sociedad haitiana.

No es la primera vez que Al Jazeera se las tiene tiesas con militares de EE.UU. De hecho, la cadena ya perdió el favor de las autoridades estadounidenses hace siete años, durante la invasión de Irak. Al-Jazeera, una cadena de noticias integrada por muchos editores, periodistas, presentadores y personal técnico que anteriormente habían trabajado con la BBC en Londres, transmitió imágenes sorprendentemente gráficas de soldados norteamericanos muertos y capturados.

Cuando la cadena transmitió imágenes de los soldados usamericanos capturados, el entonces Secretario de Defensa Donald Rumsfeld acusó a Al-Jazeera de violar la Convención de Ginebra. La cadena, sin embargo, no expresó ningún arrepentimiento. "Miren quién fue a hablar de leyes y reglamentos internacionales", dijo el portavoz de la cadena, Jihad Ballout. "Nosotros no hicimos las fotos: las fotos están ahí. Es uno de los rostros de la guerra. Nuestro deber es mostrar la guerra desde todos los ángulos", agregó.

Yosri Fouda, jefe de la oficina de Al-Jazeera en Londres, intervino para decir que "Ya sé por qué a los líderes políticos y militares estadounidenses y británicos no les gusta que enseñemos esas imágenes", comentó. "Muestran un aspecto de la guerra que no quieren ver difundido porque puede afectar negativamente a la opinión pública de su país. En estos asuntos los medios de comunicación occidentales son muy asépticos. No se ve lo que la guerra, esta guerra, es realmente".

Durante la breve guerra Al-Jazeera desplegó a varios de sus corresponsales en Irak. Mientras que los media dominantes de EE.UU. alimentaban su propia narrativa sobre el avance victorioso de las fuerzas de la coalición, al-Jazeera retransmitió imágenes horribles de las víctimas iraquíes de los bombardeos de la coalición. En una de ellas se veía la cabeza de un niño de corta edad separada del tronco, al parecer tras un ataque de la coalición contra Basora.

Es posible que los militares de EE.UU. estuvieran cañoneando literalmente a Al-Jazeera a causa de la polémica cobertura de noticias que estaba ofreciendo la cadena. Durante un ataque aéreo y artillero estadounidense contra Bagdad tropas estadounidenses mataron al menos a tres periodistas, incluido un corresponsal de Al-Jazeera, Tariq Ayoub. El edificio fue alcanzado por dos misiles aire-tierra. El periodista se encontraba en el techo de la estación de Al-Jazeera retransmitiendo en directo.

Los funcionarios militares de EE.UU. dijeron lamentar las muertes de los periodistas y afirmaron que no conocían todos los lugares en los que operaban los periodistas. Al-Jazeera, sin embargo, declaró que había comunicado previamente al Pentágono la localización de su oficina de Bagdad. De hecho, en una carta al Pentágono la cadena de Oriente Medio había dado las coordenadas exactas de su edificio.

No era la primera vez que Al-Jazeera sufría a manos de los militares de EE.UU.. Durante la invasión de Afganistán, la oficina de Al-Jazeera en Kabul fue destruida por bombas ”inteligentes” usamericanas dos horas antes de que la Alianza del Norte tomara la ciudad. Según un informe, en el curso de una reunión con el entonces primer ministro Tony Blair el presidente Bush pudo incluso haber sugerido bombardear las oficinas de Al-Jazeera en Qatar.

Aunque al-Jazeera proporcionó una cobertura crítica sobre la actuación del ejército de EE.UU., la cadena nunca se ha convertido en vocera de los regímenes árabes de Oriente Medio. A pesar de que muchas cadenas de televisión en árabe (incluida la de Irak antes de la invasión) se referían al ejército de EE.UU como "fuerzas de agresión", Al-Jazeera optó por la expresión "fuerzas invasoras". Es más, Al-Jazeera realizó largas entrevistas a Tony Blair, Condoleezza Rice, Donald Rumsfeld, e incluso a Ariel Sharon.

Además, la cadena se ha ganado la inquina de varios gobiernos árabes y sus periodistas han sido vetados o acosados en Egipto, Kuwait, Jordania y en la Autoridad Palestina. Al-Jazeera fue criticada por Arabia Saudita, y Bahrein acusó a la cadena de ser pro-sionista. Debido a la imparcialidad e independencia de la cadena muchos árabes se han convertido en sus usuarios, pues creen que Al-Jazeera ve el mundo como lo hacen ellos.

A raíz de la tragedia en Haití al-Jazeera está trasladando al Caribe su cobertura crítica. Por mucho que la cadena no sea del agrado del ejército de USA que opera actualmente en la isla caribeña, los comandantes estadounidenses tendrán que hacer frente al mismo tipo de estrecho marcaje mediático que tuvieron que soportar en Oriente Medio. Para los militares de EE.UU., sin embargo, el malestar ahora es más profundo. Además de al-Jazeera, los comandantes deben vérselas ahora con los medios comunicación de Venezuela y con Telesur.

***

Como Al-Jazeera, que recibe financiación del gobierno de Qatar, Telesur (Televisión del Sur) también recibe apoyo del gobierno, específicamente de gobiernos de izquierdas de América Latina y del Caribe, incluidos los gobiernos de Venezuela, Cuba, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. E, igual que al-Jazeera, Telesur es una empresa de comunicación diseñada para competir con franquicias usamericanas tradicionales del estilo de CNN.

Cuando el presidente venezolano Hugo Chávez ayudó a fundar Telesur en 2005 como una filial de la cadena televisiva estatal Venezolana de Televisión, los conservadores estadounidenses comenzaron a preocuparse. Connie Mack, congresista republicano por Florida, señaló que la nueva cadena estaba "inspirada en Al-Jazeera" y que amenazaba con extender ideas antiestadounidenses por toda América Latina.

Cuando en 2006 Telesur anunció un acuerdo de distribución de contenidos con Al-Jazeera, Mack se ciñó la cartuchera y declaró que la decisión tenía como objetivo crear una "cadena de televisión global para terroristas". Atizando aún más la ira de los conservadores, Telesur firmó un acuerdo con Al-Jazeera en virtud del cual la cadena de Oriente Medio impartiría formación al personal latinoamericano.

Si la guerra de Irak fue el bautismo de fuego de al-Jazeera, la prueba crucial para Telesur fue Honduras en 2009. Tras el golpe de Estado derechista que depuso al democráticamente electo Presidente José Manuel Zelaya el ejército hondureño cortó las emisiones locales de Telesur. Pese a ello, la señal de la cadena siguió disponible en Internet y una estación de radio local transmitía intermitentemente el audio de Telesur.

Adriana Sivori, corresponsal de Telesur en Tegucigalpa, se encontraba en la habitación de su hotel hablando por teléfono con su cadena cuando irrumpieron en la habitación diez soldados con las armas en ristre. Los soldados desconectaron el equipo de edición de Telesur tratando de silenciar la cobertura que Telesur estaba dando sobre las protestas que tenían lugar a favor del depuesto presidente Zelaya.

Cuando un soldado golpeó ligeramente la mano de Sivori para obligarla a que colgara el teléfono, la periodista se alarmó. "Nos llevan presos a punta de pistola", comentó. Sívori, junto con el productor José María Díaz y el camarógrafo Larry Sánchez, fueron conducidos a una oficina de inmigración en una caravana militar. Allí, las autoridades los golpearon y pidieron ver sus visas de Honduras. Poco después, los periodistas fueron liberados y las autoridades advirtieron a los periodistas de Telesur que cesaran de transmitir imágenes de apoyo de Zelaya, so pena de ser nuevamente detenidos. Desafiante, sin embargo, Telesur siguió dedicando una gran cantidad de sus recursos a los acontecimientos de Honduras. De hecho, durante la primera semana tras el golpe Telesur fue a veces el único canal que retransmitió en vivo. Telesur llegó incluso a emitir en exclusiva una entrevista telefónica en directo con Zelaya desde su avión venezolano, cuando el derrocado presidente trataba de regresar a Tegucigalpa.

***

La visibilidad de Telesur aumentó indudablemente a causa de su innovadora cobertura sobre los acontecimientos de Honduras. Sin embargo, lo que ha dado más credibilidad a Telesur es la voluntad de la cadena de abordar otros temas polémicos, algunos de los cuales han sacudido a gobiernos de izquierdas de América del Sur. Uno de esos temas es Haití.

Al igual que Al-Jazeera, que ha ejercido el periodismo independiente en Oriente Medio, Telesur se fue a Haití y se marcó como objetivo informar sin tapujos. Según el gerente de la cadena Aram Aharonian, al que entrevisté para mi libro ¡Revolución! América del Sur y el surgimiento de la Nueva Izquierda (Palgrave-Macmillan, 2008), la cobertura de Telesur sobre Haití generó fricciones con los gobiernos de Chile, Argentina y Uruguay.

Una de las primeras historias que transmitió Telesur desde la isla caribeña trataba de la MINUSTAH, la Misión de Estabilización de la ONU en Haití. En el reportaje, los haitianos dijeron que los soldados latinoamericanos desplegados en Haití como fuerzas de la ONU estaban reprimiendo al pueblo. El reportaje levantó ampollas y "algunos funcionarios de varios países" llamaron a Aharonian para protestar por la cobertura.

Ahora, tras el terremoto de Haití, Telesur se ha unido a Al-Jazeera para informar críticamente sobre los acontecimientos. Dejando atrás el tema de la misión de la MINUSTAH, Telesur ha concentrado su atención como un haz de láser sobre las erróneas prioridades establecidas por los Estados Unidos en el país caribeño. Mientras que la mayoría de los estadounidenses ven los medios mayoritarios y se abandonan rendidos a un baño de autocomplacencia, Telesur ha dibujado una imagen más oscura de la respuesta dada a la crisis por EE.UU..

Por ejemplo, en un reportaje Telesur se centró en la política de EE.UU. hacia los inmigrantes haitianos. Según la historia, los funcionarios de EE.UU. han elaborado planes para albergar a los inmigrantes en la base naval de EE.UU. en Guantánamo, en lugar de trasladarlos a los Estados Unidos. Mientras tanto, barcos de EE.UU., incluyendo el portaaviones USS Carl Vinson, están listos para interceptar y repatriar a los desesperadamente necesitados, si fuera menester.

En otro reportaje Telesur informó del malestar de la Unión Europea con respecto a las actividades de ayuda de EE.UU. en Haití. Según el reportaje, la UE desea más coordinación en las labores de socorro y menos presencia militar extranjera en Haití. Reed Lindsay, corresponsal de Telesur en Haití, señala que son los militares usamericanos los que deciden quién entra y quién sale del aeropuerto de Puerto Príncipe, así como qué tipo de ayuda humanitaria se canaliza a través de él. Según los reportajes de Telesur, el malestar de la UE es compartido por muchos gobiernos latinoamericanos, que temen que los EE.UU. utilicen la crisis de Haití para poner en marcha una ocupación militar.

¿Podrían los militares de EE.UU. perder la paciencia con las informaciones que difunden los medios extranjeros, que han demostrado ser mucho menos deferentes con Washington en lo que respecta a la cobertura de Haití? Merece la pena mencionar aquí un reciente informe de Prensa Latina, de Cuba. Según la noticia, marines de EE.UU. prohibieron recientemente a periodistas de Venezolana de Televisión la entrada a los hospitales de Haití. En el hospital central de Haití los haitianos que buscaban ayudar a sus seres queridos internados en el recinto fueron supuestamente maltratados. Los que trataron de llevar agua y comida a sus familiares no pudieron entrar en el hospital, pues los marines les impidieron entrar en las instalaciones.

Al-Jazeera siempre ha demostrado ser una espina en el ojo de los militares estadounidenses. Ahora Washington también debe lidiar con la estrella ascendente, Telesur. En los próximos días, a medida que los esfuerzos de socorro progresen en Haití, las relaciones entre el Pentágono y estas nuevas cadenas de información pueden hacerse cada vez más problemáticas.

Fuente: http://www.counterpunch.org/kozloff01222010.html

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Diario pinochetista "El Mercurio" miente sobre Venezuela

31-01-2010
Chevige González Marcó
Rebelión

El diario El Mercurio de Chile, que fue uno de los medios que allanó el camino para un golpe de estado en Chile y luego fue cómplice del dictador Augusto Pinochet, publicó este sábado una editorial para atacar a Venezuela y su proceso político. El Mercurio se une a la nueva ofensiva internacional de la derecha en contra de la Revolución Bolivariana.

En cada párrafo, los dueños de El Mercurio, propiedad de la familia Edward miente sobre la situación venezolana actual. Enumeremos las mentiras:

1: El Mercurio: "Renunció su Vicepresidente, por las restricciones que impuso a canales por cable, incluida, transitoriamente, la señal internacional de Televisión Nacional de Chile". Realidad: El Vicepresidente nunca expresó ningún tipo de disconformidad con la política del gobierno y ello quedó asentado en su renuncia. La señal internacional de TV Chile fue suspendida en Venezuela por las empresas de servicios de televisión por suscripción, porque esta empresa fue ineficiente para entregar la documentación requerida según las leyes venezolanas.

2: El Mercurio: (el Vicepresidente)... "No es el primero de sus colaboradores que se margina del gobierno: a lo menos tres de sus ministros han pagado sus disidencias con prisión, por largo tiempo y sin proceso".Realidad: en Venezuela hay estado de derecho, no es posible tener en prisión a nadie sin que se le siga el debido proceso, ello sería muy difícil de ocultar. Entre los ministros a que se refiere el diario pinochetista podrían estar contando a funcionarios del gobierno de Chávez que fueron Ministros y participaron en el golpe de estado del 2002 (esto lo suponemos para sacar la cuentra del "a lo menos tres"; otro ministro, coimo Raúl Baduel es juzgado por corrupción y se le sigue el debido proceso.

3: El Mercurio: "Al mismo tiempo, crecen las protestas en Venezuela: estudiantes y pobladores reclaman libertades, por el desabastecimiento de alimentos y por los racionamientos de agua y luz. Las manifestaciones deberían aumentar por la inflación, que supera los dos dígitos, y por los encarecimientos provenientes de la abrupta devaluación del bolívar". Realidad: las protestas registradas en Venezuela son protagonizadas por pequeños grupos de estudiantes universitarios en su mayoría provenientes de Universidades y Colegios Privados".

4: El Mercurio: "Igualmente, los gobernantes extranjeros reaccionan ante las intromisiones y atropellos del Presidente venezolano. El primer desafío lo hizo Honduras, con un cambio de gobierno para liberarse de la dependencia de Chávez. Resistió a la presión internacional, logró elegir un nuevo Mandatario y puso término a la asociación con el ALBA". Realidad: es evidente que El Mercurio sigue siendo un diario golpista, ignora olímpicamente que en Honduras se ejecutó un golpe de estado. Olvida que el primer país en intervenir en los asuntos internos de Honduras es Estados Unidos, ya que posee una BASE MILITAR en esa nación centroamericana.

5. El Mercurio: "Hace poco, Francia denunció el atentado a las inversiones francesas en una cadena de supermercados y contra la libertad de expresión que afectó las transmisiones de un canal de su nacionalidad". Realidad: ningún canal francés ha sido sancionado en Venezuela, tampoco ninguna señal televisiva francesa ha salido de las transmisiones de los servicios por suscripción. Francia no protestó formalmente con respecto a la cadena de supermercados. Por el contrario, el Presidente Chávez anunció que Venezuela podría asociarse al grupo francés Casino, para adelantar proyectos con los supermercados expropiados. Esa cadena comercial tenía asociado capital colombiano a quien los franceses acusan de las políticas de especulación.

6. El Mercurio: "Tras 11 años en el poder, Hugo Chávez recibe sucesivos golpes por sus excesos. Para muchos se ha iniciado su cuenta regresiva, que buscará detener por la fuerza, respaldado por las Fuerzas Armadas, sobre las que ejerce férreo control". Realidad: una media verdad, si el gobierno legítimo y democrática de Chávez ha sufrido varios intentos de golpe y derrocamiento por parte de la derecha venezolana asociada a Estados Unidos. La segunda realidad es que El Mercurio incita a un nuevo golpe de estado y señala una cuenta regresiva que para nada coincide con el proceso democrático venezolano.

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Algunas verdades sobre el Cementerio Nuclear que la lluvia de euros no puede ocultar


31-01-2010
Ecologistas en Acción
Rebelión

El proyecto de cementerio nuclear que hay sobre la mesa es la construcción de un almacén para albergar los residuos radiactivos de alta actividad de las centrales nucleares españolas durante 60 años. Una instalación cuyas consecuencias, sobre el medio ambiente y la población, pueden ser devastadoras y en modo alguno obviadas a pesar del intento de compra de conciencias por parte de las administraciones y el lobby nuclear.

Este es un primer problema, ya que estamos hablando de residuos que son activos durante cientos de miles de años. Si las sociedades humanas no somos capaces de planificar de cara a los próximos 50 años, ¿cómo vamos a poder hacerlo en los próximos 10.000 o 100.000?, ¿no sería más razonable no generar esos residuos?

Acoplado al cementerio nuclear ira un Centro Tecnológico Asociado, que no es otra cosa que un reactor nuclear de transmutación que pretende conseguir las dicha tecnología para hacer que la vida de actividad radiactiva de los residuos decaiga. Sin embargo esta es una tecnología que se lleva prometiendo desde el inicio de la energía nuclear, hace más de 50 años, y de la que todavía no hay nada. En el mejor de los casos, lo que estaríamos hablando es de unos residuos que serían activos durante cientos o miles de años, una cifra que sigue escapando cualquier intento de regulación posible en las circunstancias sociales actuales y futuras.

Además este cementerio no estará exento de riesgos. Además de los accidentes propios de la falibilidad humana, Ecologistas en Acción quiere señalar tres ejemplos.

El primero es el terremoto que se produjo en julio de 2007 en Japón y que generó un escape de agua radiactiva. Japón probablemente es el país que más seguridad del mundo tenga en este aspecto. Sin embargo se produjo dicho escape. Justo un mes antes se había producido un terremoto similar en Guadalajara, muy cerca de Yebra.

El segundo es el informe de los servicios secretos franceses sobra la seguridad de la última generación de reactores, el EPR. El informe plantea que estos reactores son susceptibles a un ataque tipo 11-S. Sobre el informe existe polémica, pero la mera duda ya genera inquietud.

Un tercer ejemplo es la mina de Asse en Alemania, donde se estaban guardando los residuos de este país. A pesar de la alta cualificación técnica y científica del personal alemán herraron clamorosamente al poner los residuos en un lugar que ahora tiene peligro de derrumbarse.

De este modo no es extraña la amplia respuesta social y política a la instalación del cementerio nuclear, ya que es imposible garantizar durante los próximos cientos de miles de años al seguridad de ningún emplazamiento, máxime con las limitaciones que tenemos los seres humanos.

Lo único que está sobre la mesa a favor del cementerio son los puestos de trabajo y el dinero. Sobre los puestos de trabajo, Ecologistas en Acción quiere recordar que, frente a los algo más de 300 que parece que crearía el cementerio, el final de las subvenciones a la solar fotovoltaica destruyó 20.000 el año pasado.

De este modo, lo único que queda sobre la mesa es la generosa lluvia de millones pero, ¿cuánto vale la salud? Para Ecologistas en Acción, y para cualquiera que haya sufrido cáncer, no hay compensación económica que valga que compense el aumento de probabilidades de que esto vuelva a ocurrir.

No habrá posibilidad de construir un cementerio hasta que no se detenga la generación de residuos radiactivos. Es como si nuestra casa estuviese inundada y nos preocupásemos de ver como achicamos el agua antes de cerrar el grifo.

Poner en marcha la solución a los residuos nucleares significa aprobar un calendario de cierre del parque nuclear español. Un parque nuclear que, además de los residuos nucleares tiene múltiples problemas como la inseguridad inherente a esta fuente de energía, su carácter no renovable, la dependencia que nos genera del exterior (el 100% del uranio es importado), el tapón que supone para la entrada de más energías renovables en la red (una central nuclear no se puede apagar para dar entrada a las renovables) y su inestabilidad e imprecidibilidad (en 2009 el conjunto de centrales nucleares españolas estuvo parado un total de 572 días, cuando para la recarga de “combustible” sólo tendrían que haber parado 200).

De este modo la repentina conversión a antinucleares de políticos como el Sr Montilla o la Sra Cospedal debería empezar por promover la finalización del parque nuclear español para, una vez que no se generan más residuos, pasar a ve cómo resolvemos el problema de los que ya tenemos.

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Guerra contra el Islam y desinformación


Las injusticias sufridas por Youssef Nada: un caso emblemático

31-01-2010
Silvia Cattori
silviacattori.net
Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

El deber de un periodista es aportar al público los elementos de información y de análisis que le permitan comprender lo que ocurre. Cuando los Estados «occidentales» se han comprometido en guerras unilaterales devastadoras y en campañas de odio racista contra el Islam, lo que los periodistas dicen – o callan – puede contribuir a que países y pueblos sean injustamente aplastados y humillados, y a que personas – sobre todo de confesión musulmana – sean arbitrariamente detenidas, torturadas e inscritas en listas terroristas, y destruidas para siempre.

Cuando se ejerce esta profesión es imprescindible permanecer libre de toda atadura, porque una información correcta requiere del periodista una ética y un trabajo de investigación valiente para poner en conocimiento del público lo que tratan de ocultar quienes detentan el poder.

Desde la década de 1990, tras unas campañas de denigración bien orquestadas – y, desgraciadamente, todavía en marcha - la vida de muchas personas de confesión musulmana ha basculado hacia el horror. Para su gran desgracia y la de su familia, Youssef Nada, un ingeniero y banquero italiano de origen egipcio, ha sido una de ellas.

La dolorosa historia de Youssef Nada, inscrito tras el 11 de septiembre de 2001 en la lista negra de las personas acusadas de apoyar el terrorismo sin que hubiera nada lo justificara [1] – y finalmente excluido de esta lista [2] tras ocho años de «vicisitudes kafkianas», según palabras del senador suizo Dick Marty – debería hacernos meditar para que este tipo de abominaciones no se repita más. La injusticia sufrida por Youssef Nada - una figura política muy respetada en el mundo y que ocupaba una posición eminente en el seno del movimiento Hermanos Musulmanes – nos parece emblemática del papel pervertido de una parte de la prensa y de sus conexiones con los servicios de inteligencia.

El cielo cayó por primera vez sobre la cabeza de Youssef Nada cuando en 1997 el periodista [italiano] Guido Olimpio publicó un artículo [3] en el influyente periódico milanés Corriere della Sera afirmando si aportar ninguna prueba tangible que Youssef Nada «financiaba al movimiento Hamás», movimiento de resistencia – hay que precisarlo – contra el que desde hacía tiempo luchaba y se esforzaba por criminalizar el ocupante israelí, y transformarlo en una amenaza planetaria a ojos de «Occidente».

Las insensatas acusaciones de Guido Olimpio fueron debidamente desmentidas. Sin embargo, los acontecimientos iban a demostrar que se había alcanzado el objetivo que tenían estas informaciones falsas: atraer la atención de los servicios de inteligencia y de los medios de comunicación de todo el mundo sobre la persona de Youssef Nada matando así dos pájaros de un tiro. Dar un rostro planetario a la «amenaza musulmana» a través de un pacífico financiero; estigmatizar a los bancos que son propiedad de musulmanes para incitar a Occidente a considerar sospechosas de antemano sus transacciones financieras y a considerar las donaciones entregadas a organizaciones de beneficencia administradas por el movimiento de los Hermanos Musulmanes como destinadas a financiar el «terrorismo»; infundir miedo a la opinión pública haciendo creer que los musulmanes que viven entre nosotros podrían ocultar a potenciales «terroristas», etc.

Las cosas, pues, no acabaron ahí. En varios países, considerados «estratégicos», aparecieron «expertos en terrorismo» para retomar sin vergüenza como aunténicas las fantasías de Guido Olimpio.

En Suiza el periodista francés Richard Labévière retomó, empeorándolas, las afirmaciones de Guido Olimpio desde 1997. En esa época de intoxicación y de intensa desinformación destinadas a criminalizar el movimiento de los Hermanos Musulmanes Richard Labévière trabajaba en la Televisión Pública Suiza Francófona (TSR, en sus siglas en francés). Describió a Youssef Nada y al movimiento de los Hermanos Musulmanes con unos rasgos fanáticos de los que había que desconfiar. Lo que él afirmaba tuvo un impacto enorme sobre los periodistas suizos que no tenían conocimiento alguno del mundo musulmán y que se inspiraron en él con total buena fe.

El «documental» realizado por Richard Labévière, difundido en mayo de 1998 en el programa Tiempo Presente de la TSR, mezclaba la figura de Youssef Nada con imágenes del atentado en Luxor que el 17 de noviembre de 1997 costó la vida a varios turistas suizos, lo que podría dejar pensar que había una relación entre ambos.

Con frecuencia Youssef Nada evoca esta película de Richard Labévière como el momento más doloroso y ofensivo porque relanzó la polémica y atrajo así de nuevo la atención de los servicios de inteligencia sobre sus actividades; él, el hombre respetado en el mundo entero, que se codeaba con los jefes de Estado, que intervenía como mediador de paz, a raíz de esta nueva oleada de calumnias y de sospechas vio su reputación comprometida sin posibilidad de marcha atrás y el vacío hacerse en torno a él.

Hoy es bien sabido a qué han llevado estas campañas que tienen el objetivo de volver a la opinión pública contra la población de confesión musulmana y que se han hecho ad nauseam. En 2001, después del atentado contra el World Trade Centre – atentado en el que, según la versión oficial, sólo estarían implicados un puñado de terroristas – Occidente pudo colar fácilmente su guerra contra el «terror musulmán».

Las listas negras en las que fueron inscritos los nombre de Youssef Nada, de movimientos políticos, de empresas y de miles de musulmanes con una moralidad irreprochable, asociados de manera infamante a atentados terroristas (de los que a día de hoy se ignora quiénes son los verdaderos responsables), a Ben Laden, a al-Qaeda, han resultado ser arbitrarias e ilegales. «Un hombre, cualquier ciudadano que se encuentre en estas listas instantáneamente es precipitado a un pozo sin fondo», señaló Dick Marty [4].

¿Por qué los llamados «especialistas del mundo árabe» o «expertos en terrorismo» actuaron para propagar un clima de miedo y de inquietud en relación a la religión musulmana y para abundar en el sentido buscado por la propaganda israelí, es decir, atacar continua y prioritariamente al movimiento de los Hermanos Musulmanes y considerarlo el peligro absoluto? ¿Por qué se convirtieron en instigadores de estas campañas falsas? ¿Cuál era, en última instancia, su agenda? ¿Actuaban de manera independiente o dentro del marco de una estrategia organizada y, en caso afirmativo, por quién? La pregunta «¿cui bono?*» podría ponernos sobre la buena pista.

La estrategia de Israel ha consistido siempre en intentarlo todo para arrastrar a las grandes potencias a sus confrontaciones con sus vecinos árabes e iraníes. Las campañas orquestadas para acreditar la «amenaza terrorista» debían contribuir a desestabilizar a los movimientos de resistencia al ocupante israelí en Palestina y Líbano, y a los Estados que como Siria e Irán estaban en la línea de mira de Estados Unidos [5].

Los sucesivos gobiernos israelíes siempre han presentado como «terroristas» que suponen una amenaza para toda la región a la legítima resistencia palestina, a quienes resisten al ocupante – resistencia que antes encarnaba el movimiento Fatah (al que Israel ha logrado meter en vereda) y desde la década de 1990 encarna el movimiento Hamás. Insistiendo machaconamente en que Hamás y el movimiento de los Hermanos Musulmanes, que en Egipto se opone a Hosni Moubarak, no eran sino uno, Israel ha logrado la plena adhesión del dictador egipcio.

Del mismo modo, presentando a la resistencia libanesa encarnada por Hizbolá como sometida a Irán y al propio Irán como una amenaza nuclear, el Estado de Israel – fuertemente apoyado en su propaganda de guerra por la red pro-israelí y por diversos servicios de inteligencia en Estados Unidos y en Europa - ha logrado arrastrar a Occidente a su confrontación regional sobre un fondo de miedo al Islam.

El cielo cayó por segunda vez sobre la cabeza de Youssef Nada cuando, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, su nombre, el de sus sociedades y el de sus socios fueron inscritos en la lista negra de personas e instituciones acusadas de financiar a al-Qaeda.

Hoy, gracias a su formidable tenacidad, tras ocho años de acciones extenuantes y costosas ante los tribunales para salvar su honor y el de su familia, y tras ser reconocida su inocencia y que era ajeno al terrorismo, ha logrado que se retiraran las acusaciones infamantes contra él y que su nombre sea excluido de la lista terrorista de Naciones Unidas, pero todavía no ha logrado que lo sea el de todas sus sociedades [6].

Así, pues, ¡sus tribulaciones no han terminado! En esta historia demencial ha sufrido daños morales y perdidas calculadas en más de 380 millones de francos suizos**. ¿A quién va a poder presentar la factura de este alucinante despilfarro al que han contribuido activamente unos periodistas sin escrúpulos?

Preguntamos a Youssef Nada si estos periodistas que en las avalanchas de artículos y de libros traducidos a varias lenguas lo describieron insistentemente como el «jefe de un proyecto islámico que quería conquistar Occidente» habían rectificado sus errores y reconocido el mal que le habían causado cuando dos tribunales lo declararon inocente. Nos respondió que ninguno de ellos le había dirigido nunca la menor excusa ni escrito una línea en los medios de comunicación que habían difundido sus acusaciones falaces para dar a conocer a sus lectores su inocencia, establecida desde 2005, y admitir que se habían equivocado.

Ante las deliberadas invenciones de un supuesto «enemigo islamista», conviene elegir el propio campo: el campo de la verdad y la justicia; el campo de la defensa de aquellos que son incriminados por nuestras sociedades «civilizadas».

Uno es el mejor defensor de sí mismo. Durante estos años de pesadilla en los que tuvo que afrontar preocupaciones y humillaciones Youssef Nada tomó la pluma para señalar a los «vándalos» que destruyeron su vida y la de su familia. Una familia que hasta entonces vivía en el tranquilo confort de una gran casa sobre el lago de Lugano y que privada de la noche a la mañana de sus ingresos y de sus haberes, tuvo que despedir a todo su servicio y vivir con estrecheces, pero que supo hacerle frente con la fe de las personas que saben que no tienen nada que reprocharse y que la justicia está de su parte.

Partiendo de su doloroso caso Youssef Nada ha querido hacer justicia a tantos otros hermanos y hermanas musulmanes anónimos que no tenían los medios de hacer oír sus voces y mucho más maltratados que él por las manipulaciones mediáticas que precedieron a los atentados del 11 de septiembre y por la manía de la seguridad que vino a continuación.

En su página web personal [7] (nunca terminada por falta de tiempo) Youssef Nada cuenta con distancia y precisión lo que él observó, constató, comprendió y analizó en el curso de esta penosa odisea.

Herido por las injusticias sufridas, profundamente afectado, debilitado por su avanzada edad, pero infinitamente digno ante la adversidad, resume así en el preámbulo su estado de ánimo de entonces: «Youssef Nada, banquero supuestamente terrorista, armado de fe y de valor, que lucha por establecer su inocencia y obtener justicia».

Les invitamos a leer lo que Youssef Nada presenta como un «estudio de caso sobre la utilización abusiva de consignas sobre la lucha contra el terrorismo para estigmatizar la lucha de los militantes políticos musulmanes».

Extractos del relato de Youssef Nada [8]:

«LA “SMOKING GUN”***

En octubre de 1997 me llamó un banquero para preguntarme si había leído un artículo que publicado sobre mí el Corriere della Sera. Le respondí que no. Me dijo: es muy grave, debería leerlo y transmitírselo a su abogado para que él emprenda una acción judicial.

Tuve que luchar desde 1997 hasta 2005 para lograr del Tribunal Penal de Milan una condena contra el autor de este artículo, Guido Olimpio [9] del Corriere della Sera. Actualmente hay en curso un proceso civil contra él [en Milan, ndt al francés].

Las mentiras de Guido Olimpio en su artículo del Corriere della Sera se difundieron y extendieron por todas partes.

Entre aquellos que contribuyeron a difundir estas mentiras, ya fuera por celos o por odio, conscientemente o no, intencionadamente o no, ya fueran contratados para designar a los «activistas islamistas », o estuvieran motivados política o financieramente, o por su propia agenda profesional, o hubieran sido inducidos al error, revelamos los siguientes nombres: Richard Labévière [10], Roland Jacquard, Leo Sisti, Kevin Coogan, Paolo Fusi, Daniel Pipes [11], Victor Comras, Sylvain Besson [12], Lorenzo Vidino [13], Mike Isikoff, Mark Hosenball, Douglas Farah y otros cuyos nombres se indicarán más adelante.

Cada uno de ellos fue utilizado para difundir unas historias inventadas a través de los medios de los que disponía, ya fueran periódicos, películas, cadenas de televisión, páginas web, informes de seguridad y testimonios ante la Cámara de Representantes.



Tratando de juntar las piezas del mosaico, las grandes agencias de información fueron aún más lejos añadiendo graves modificaciones que pusieron en tela de juicio su credibilidad. La Television Suiza Francófona, la BBC y AFP son las que más daño me causaron.

Cuando me puse a buscar en Google lo que se había escrito sobre mí, encontré 200.000 páginas que repetían las mismas mentiras.

A lo largo del largo proceso de investigación fueron sobre todo la ignorancia y la falta de conocimiento las que llevaron a malas interpretaciones; todo ello llevó finalmente a mantener unas acusaciones sin fundamento. Éstas se convirtieron en un problema para aquellos que debían investigarlas en el mundo. Ningún investigador ha podido utilizar elemento de prueba alguno para apoyar estas falsas acusaciones simplemente por que no existen.

Aquellos investigadores a los que engañaron las mentiras que ellos retomaron en sus informes oficiales o en sus testimonios no pueden seguir amparándose tras la excusa de que sus pruebas son clasificadas cuando unos abogados empiezan a verificar y a investigar. Les recomiendo sinceramente reconsiderar sus fuentes y reconocer su error.

La investigación penal empezó en varios países en relación a esta difusión de falsas filtraciones. Siguieron otras acciones para desenmascarar a quienes utilizaron estas mentiras para elaborar con ellas artículos, libros o informes oficiales. (…)

Empecemos por aquel a través del cual que llegaron los males



El 20 de octubre de 1997 el Corriere della Sera publicaba en la página 4 (Corriere economia) un artículo firmado Guido Olimpio titulado «Hamas perde meta’ del tesoro» («Hamás pierde la mitad de su tesoro»).

¿QUIÉN ES GUIDO OLIMPIO?



Nació en Albania el 15 de abril de 1957. No se conoce qué nivel educativo tiene. Empezó a trabajar en el periódico Il Tempo con 23 años. Fue corresponsal del Corriere della Sera en Israel. El 9 de octubre de 2002 declaró ante el Tribunal Penal de Milán, antes de ser acusado, que tenía contactos con el FBI de Estados Unidos, que «había asistido a una audiencia al Congreso de Estados Unidos en 1996 y que había dado testimonio ante la comisión de seguridad del Congreso de Estados Unidos».

El caso AL TAQWA / NADA forma parte de su testimonio [el banco de Youssef Nada que será llevado a la quiebra, ndt al francés].

El artículo de Guido Olimpio se titulaba: «Hamás pierde la mitad de su tesoro». En él figuraba también un cuadro que contenía las declaraciones agresivas sin fundamento alguno en relación a los llamados magos de las finanzas, a banqueros que operaban desde los paraísos fiscales del Caribe y de las montañas suizas.



El autor, Guido Olimpio, designaba en él varias veces, sin prueba alguna, al Banco Al Taqwa como la principal fuente de financiación de Hamás y de otros grupos islamistas, sobre todo la Jamaa Islamia egipcia, el FIS argelino y el Alnahda tunecino.

También escribía que los dirigentes de Hamás estaban investigando para saber dónde habían desaparecido los «cincuenta mil millones de liras» que el Banco Al Taqwa había dado a Hamás; este banco, que tenía su cuartel general en las Bahamas y oficinas en Lugano, era considerada el «pulmón del aparato financiero de los integristas».



También afirmaba que el Banco Al Taqwa era el motor financiero de los partidos islamista a nivel de todo el planeta. Señalaba al presidente del banco YOUSSEF NADA y afirmaba que éste había encargado a su socio y adjunto Ghaleb Himmat la misión de apoyar a Hamás, a la Jamaa Islamia egipcia, al FIS argelino y al Alnahda tunecino.

El artículo trataba también de la financiación de los grupos armados acusados de promover el terrorismo y atribuía esta financiación al Banco Al Taqwa, al organismo de gestión Al Taqwa, a su presidente YOUSSEF NADA y a su adjunto Ghaleb Himmat. (…)

LA SEGUNDA OLEADA

En noviembre de 1997 recibí una llamada de los señores Schreiber y Richard Labévière de la Televisión Suiza Francófona. Querían entrevistarme en relación al artículo del Corriere della Sera. Les informé de que nuestro abogado había emprendido una acción judicial contra Guido Olimpio y el Corriere della Sera ante el Tribunal Penal de Milan y no quise concederles la entrevista.

El 14 de mayo de 1988, [más de un año] después del inhumano y bárbaro atentado terrorista de Luxor, en Egipto, en el que murieron varios turistas suizos, la Televisión Suiza Francófona difundió un documental realizado por Richard Labévière.

¿QUIÉN ES RICHARD LABÉVIÈRE?



Ciudadano francés, nacido el 4 de mayo de 1958, con domicilio en 01210 Ferney-Voltaire/Ain/France, 23 bis Rue de Meyrin [colaboraba con la Televisión Suiza Francófona (TSR). Afirma que actualmente vive entre Líbano y Francia (ndt al francés)]. Bachiller y periodista. Corrió el rumor de que desde 1991 hasta 1997 fue utilizado para actividades de inteligencia en el Centro de Naciones Unidas de Ginebra para países de Europa y de Oriente Medio. No sabemos si es cierto o no.

Lo que resulta sorprendente es que a continuación Labévière hizo de su documental [14] un libro [15] en el que añadió aún más fábulas. Como sus conocimientos [de la cuestión musulmana] eran mediocres, trató de recoger información en Oriente Medio. El mismo fenómeno se constata en todos aquellos que han tratado de investigar sobre cualquier facción islamista, ya se trate de periodistas o de agentes de inteligencia. Utilizó como fuente a personas a las que él calificaba de expertos que sabían más que él pero, con todo, eran ignorantes en la materia aunque menos que él, o a personas ¡que tenían los mismos objetivos que él! Todas las personas a las que presentó como referencias en su documental para que contribuyeran a calumniarnos pertenecían a esta categoría.

Ni en su documental ni en su libro presentó ningún elemento de prueba de lo que él mismo o sus expertos sostenían, excepto a algunas personas a las que había comprado en Oriente Medio y el artículo mentiroso de Guido Olimpio en el Corriere della Sera. Presentó estos elementos comunes como pruebas fiables, mientras que Guido Olimpio, por su parte, durante un sesión del juicio en su contra en el Tribunal Penal de Milán en el que resultó acusado, trató de hacer valer como prueba ¡el libro de Labévière para apoyar sus propias invenciones!

Entre las fantasías escritas por Labévière figura la historia inventada según la cual durante la Segunda Guerra Mundial, es decir en 1940, Youssef Nada había trabajado para el III Reich alemán, para el Abwehr del almirante Canaris, y había participado en un complot contra el rey Faruk. Así Labévière demostró ser negado para la aritmética porque en aquel momento yo era un niño de nueve años (nací en 1931).



En sus publicaciones, que datan de septiembre de 2002, otro supuesto experto internacional de la misma ralea llamado Kivin Coogan y al que los medios de la inteligencia acostumbran a consultar, escribió lo siguiente: «En este sentido, Labévière cita también unos informes egipcios según los cuales Youssef Nada trabajó para los servicios de inteligencia militar del Abwehr alemán en las décadas de 1930 y de 1940 (recordamos al lector que en su libro Labévière escribió 1940 y que Coogan añadió otra fantasía: 1930). Igualmente conviene recordar que Francois Genoud, el banquero nazi suizo, empezó a desarrollar contactos en el mundo árabe para los servicios de inteligencia en la década de 1930».

Al tiempo que repetía las falsas historias de Guido Olimpio en el Corriere della Sera la película de Labévière añadía imágenes sin relación alguna de Luxor, de Afganistán, de Ben Laden y de otros.

Carla Del Ponte y el dr. Urs Von Daeniken

Carla Del Ponte, entonces Fiscal Federal suiza, y el dr. Urs Von Daeniken, jefe de la seguridad en el seno de la Policía Federal suiza, fueron ambos entrevistados en el documental [de Richard Labévière] donde se les preguntaba por qué no querían abrir un expediente para investigar sobre los hechos que él relata respecto a Y. Nada y a Al Taqwa. La respuesta que dan en el documental es que los elementos presentados por los autores no contienen ninguna sustancia o prueba que permita la apertura de un proceso de investigación.

Cuando vi el documental llamé dos veces al despacho de la Carla Del Ponte y del dr. Von Daeniken el 26 de mayo de 1998 para pedir una cita.



Una semana después, el 2 de junio de 1998, recibí un fax de ellos fijando una cita (…).

El resultado de este encuentro es que para ellos la película no tenía sentido; de ser creíble se debería haber abierto un expediente de investigación; eso es también lo que Carla Del Ponte decía en la película. Al mismo tiempo, el dr. Von Daeniken se dirigió directamente a mí y me dijo: «Aparte de la película, tengo unas preguntas concernientes a dos transacciones que se nos han señalado». Le aseguré que estaba muy tranquilo por el hecho de que nuestras transacciones no podían venir o ir a fuentes dudosas y que estábamos dispuestos a dar respuestas o aclaraciones concernientes a cualquier documento relativo a cualquier transacción a cualquier parte del mundo. Me respondió que sus colaboradores especialistas se pondrían en contacto conmigo.

Unas semanas después sus asistentes, Christian Duc y Serge Bacci me llamaron para concertar una cita y vinieron a mi despacho. Las supuestas transacciones sobre las que habían recibido informaciones eran falsas; nunca habían tenido lugar ni podían haber tenido lugar; les expliqué la razón y respondí a sus preguntas concernientes a nuestra historia y nuestras actividades. Comprendimos que todo estaba en orden y que, por su parte, no tenían nada que decir. Apreciamos su comportamiento respetuoso y profesional.

LA TERCERA OLEADA



Como era de esperar, las calumnias contenidas en el artículo del Corriere della Sera y la película de Labévière empezaron a desarrollarse y a dar sus ponzoñosos frutos.

El 9 de diciembre de 1999 llegué al aeropuerto de Atlanta procedente de Zurich, en tránsito para Nassau en las Bahamas. Los servicios de emigración estadounidenses me detuvieron, me impidieron embarcar en mi vuelo para Nassau y me devolvieron a Zurich en el vuelo de vuelta de Swissair.



Cuando les pregunté la razón, me respondieron: «Contacte con el consulado de Estados Unidos más próximo y pregúnteles». Al examinar mi pasaporte italiano vi que habían escrito un número de código; ese código era 217.4’6’A7811 5412 ATC 212 ‘0’.

El 15 de diciembre de 1999 llamé al cónsul de Estados Unidos en Milán y fui a verle. Cuando vio el pasaporte me dijo: «Debería usted abrir un dossier. Para abrir un dossier tiene que pedir un visado, aportar todo lo que se ha escrito sobre usted en los medios de comunicación, traducirlo al inglés y aportar también todos sus datos bancarios, acciones, obligaciones, interlocutores, y traducirlo al inglés. Aporte el número de registro de su empresa»

De hecho, me eché a reír y no pude evitar preguntarle: «¿Habla usted en serio? ¿Quiere que le traiga cinco o seis camiones? No quiero ir a Estados Unidos, todo lo que quiero es limpiar mi nombre de toda sospecha. Desconozco la razón por la que ha pasado esto. Podría ser un error o una información falsa». Con todo, hice la solicitud de visado como me había indicado.

Cuatro meses después, el 27 de abril de 2000, recibí una carta que decían que me lo «denegaban en virtud del artículo 212’a’’3’’b’ que estipula sobre todo que a todo extranjero comprometido en acciones terroristas o que es representante o miembro de una organización terrorista extranjera se le deniega. Las alegaciones del periódico italiano según el cual usted era la financiación de organizaciones terroristas podrían ser la base una negativa en virtud del artículo 212’a’’3’’b’; usted puede contratar un abogado en Estados Unidos o contactar directamente con el INS».



Volví a ver al cónsul. Estaba muy distendido y me dijo: «Tiene que pedir un nuevo visado categoría I. Es el procedimiento oficial. Si usted no lo hace, yo no puedo ayudarle».



Me fui y después le envié una carta con los documentos jurídicos; también envié otra carta al Servicio de Inmigración y Naturalización (IMS, en sus siglas en inglés) en Atlanta diciendo: «Mi principal preocupación no es viajar a Estados Unidos o a otro país, es únicamente que mi nombre quede limpio de toda sospecha. Estoy dispuesto a someterme a una investigación, ya sea formal o informal, para poder responder a cualquier pregunta que pueda llevar a que mi nombre sera rehabilitado».

Dos meses después, el 23 de junio de 2000, recibí su respuesta diciendo que lo que había ocurrido [el ser expulsado el 9 de diciembre de 1999 en el aeropuerto de Atlanta. Ntd al francés] se debía a las instrucciones de la sede, en Washington D.C. Y que mi carta había sido transmitida a su oficina.

Tres meses después, el 29 de septiembre de 2000, al no haber recibido respuesta alguna de la oficina en cuestión, les envié otra carta pidiendo una respuesta.



Siete meses después, el 8 de febrero de 2001, recibí una respuesta diciendo: «Usted nos ha consultado quién sería la persona con la que tendría que contactar para discutir su caso. La persona apropiada sería el cónsul estadounidense en su país de residencia. Le agradecemos que nos haya planteado esta pregunta y nos haya dado la ocasión de responder a sus preocupaciones».

El 30 de marzo de 2001 volví a contactar con el cónsul de Estados Unidos en Milán y le di una copia de mi correspondencia con el Departamento de Justicia. Me respondió (en un papelito Post-it amarillo 3M): «No se puede tomar ninguna otra medida en su caso mientras no haga una nueva solicitud de visado».

El 22 de mayo de 2001 hice una nueva solicitud de visado siguiendo su consejo.

El 13 de junio de 2001 le envié un fax para tratar de obtener una cita puesto que no había respondido a mi carta ni a mi solicitud de visado, y puesto que no lograba contactar con él por teléfono; no obtuve respuesta alguna.

Así pues, durante un año y medio, desde de diciembre de 1999 hasta junio de 2001, traté de obtener una respuesta, pero en vano. Decidí entonces esperar a su respuesta.

LA FECHA FATÍDICA DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001

Nosotros [falsamente asociados a la financiación del terrorismo antes de estos atentados ndt al francés] condenamos debidamente el acto bárbaro e inhumano que consideramos contrario a toda civilización y a toda religión y publicamos en los periódicos nuestras condolencias a las familias de las víctimas. Se envió copia de este comunicado de prensa a los consulados de Estados Unidos en Milán y Berna.

Los nombres de los piratas del aire fueron distribuidos en todos los bancos del mundo entero con instrucciones precisas para que se señalara toda cuenta u operación concerniente o vinculada a cada uno de ellos.



El 20 de septiembre de 2001 verificamos todos nuestros dossieres y no encontramos en ellos ninguno de esos nombres. (…) Seguimos y respetamos las instrucciones y una vez hecho el informe que se nos requería, incluidos todos los documentos referentes a ello, y lo enviamos todo al Banco central de las Bahamas. El Banco central lo transmitió al Fiscal General de las Bahamas, quien lo envió a Estados Unidos.

El 29 de octubre de 2001 el consulado de Estados Unidos en Roma me llamó y me dijo: «El 27 de abril de 2000 usted envió una carta a Washington diciendo que quería que su nombre quedara limpio de toda sospecha. Alguien le llamará mañana de Washington, ¿estará usted disponible a las 08:30 hora de Washington, 14:30 hora suiza?». Respondí que sí.

Al día siguiente John Cosenza del FBI me llamo y me dijo que iba a tomar un avión para Milán al día siguiente y me pedía que me encontrara con él en el consulado. Llegué al consulado a la hora en punto; había una larga cola de espera a la entrada. Pedí al guardia que les informara por medio del interfono de que había llegado. La respuesta fue: «OK, por favor, permanezca en la cola de espera». Le pedí que les dijera: «Joussef Nada no se queda en la cola de los mendigos» y me marché.

Cuando llegué a casa me dijeron que el consulado de Estados Unidos me había llamado cuatro veces. Me volvieron a llamar y se excusaron diciendo que me esperaban abajo. Llevé conmigo una copia del archivo que había dado al Banco central y se la entregué. Le conté mi conversación con el cónsul y que éste me pedía aportar unos documentos que habrían llenado varios camiones; les dije que como ese señor apenas conocía más en materia de finanzas que su salario, el contrato de alquiler de su casa, su comida, su ropa y la de su mujer, ¿cómo iba a comprender algo de los documentos financieros de un banco? Y ¿cómo se los habría podido entregar?

Me hicieron preguntas, respecto a lo que había publicado el Corriere della Sera, respecto a mí y respecto al Banco Al Taqwa, respecto al Centro Islámico de Milán, respecto a Ahmed Idris Nasreddin [16] así como respecto a mi familia y a mi actividad como político y como banquero. Eran dos, John Cosenza y Linda Viti; comprendí que eran agentes basados en Roma. Cuatro años después pude leer su informe y descubrí que habían hecho todo lo posible para reproducir honestamente la entrevista pero que habían mezclado algunos nombres y algunos hechos.

El 5 de noviembre de 2001, el sr. Hosenball, de News Week, me llamó para hacerme muchas preguntas respecto a Nasreddin y la mezquita de Milán, así como respecto a nuestro abogado, cuyo número de teléfono me pidió. Llamó a mi abogado y le informó de su conversación conmigo. Pero lo que le dijo no era exacto, daba otros significados a nuestra conversación y liaba las cosas. Cuando el abogado me informó de ello, le pedí que enviara oficialmente al sr. Hosenball el contenido correcto de la conversación y que le considerara responsable si hacía el menor cambio. Al día siguiente llamé a John Cosenza y le informé de esta conversación.

El 5 de noviembre 2001 Nasreddin llegó de Marruecos; acompañé a su hijo a ir a recibirlo al aeropuerto de Milán. En Chiasso, de camino en dirección a Lugano, la policía suiza de fronteras nos detuvo, nos mantuvo dos horas encerrados en un garaje con el coche y lo inspeccionó de arriba a abajo. Duró dos horas; cuando llegué a casa llamé a mi abogado y le pedí hora para el día siguiente por la mañana».

En nuestra página web se pueden leer otras partes del relato de Youssef Nada en las que cuenta, por ejemplo, cómo las cosas se precipitaron de manera dramática para él y sus socios un fatídico 7 de noviembre de 2001 cuando decenas de policías irrumpieron en su domicilio mientras su mujer dormía, así como en el de su socio Himmat y en sus oficinas de Lugano para llevar a cabo un registro bajo la dirección de Claude Nicati, sustituto del Fiscal General suizo, que le hizo sabe sin miramientos que «estaba acusado de utilizar su sociedad Al Takwa Mamagement y su Banco Al Taqwa para financiar una organización terrorista» [17].

Esa misma noche el propio presidente George W. Bush aparecía en la televisión para acusar a Youssef Nada, a sus socios y a su banco de apoyar el terrorismo y para declarar: «Los vamos a matar de hambre».

Los medios de comunicación se volvieron a desatar contra él. Era el inicio de ocho años de pesadilla durante los cuales, como dice Youssef Nada: «Reaparecieron los vándalos. Los medios de comunicación repitieron las viejas historias y las mentiras. (…). El artículo del Corriere della Sera de Guido Olimpio y el documental de Labévière empezaron a circular con nuevas invenciones y falsificaciones».

Algunas lecciones que se pueden sacar

La mayoría de las personas ignoran que los periodistas y los responsables de las redacciones que trabajan en los medios de comunicación tradicionales no son necesariamente neutros: a menudo se hacen eco de noticias sesgadas que participan activamente en la guerra de propaganda de algunos Estados en guerra y contribuyen a justificar lo inaceptable; o, por los mismos motivos, callan deliberadamente algunos acontecimientos [18].

Por desgracia, también se suele ignorar que los nuevos medios de comunicación tampoco se libran de las manipulaciones estatales [19]. Algunos blogs y páginas web que se considera que son honestas, militantes, radicales, los crean agentes de inteligencia quienes por medio sobre todo de los foros tratan de infiltrarse en los medios disidentes, tratan de medir el impacto de los artículos que estos difunden, de suscitar falsos debates entre falsos mensajeros para, a continuación, alertar a los responsables políticos sobre, por ejemplo, las dimensiones de la amenaza «antisemita» y, por último pero no menos importante, tratan de identificar a los «islamistas» que caen en sus provocaciones.

En 1990 Israel y Estados Unidos lograron arrastrar a la organización de Naciones Unidas a la Guerra del Golfo que opuso a Iraq contra una coalición de 34 Estados. Esta guerra que, según ellos, debía aportar la «paz en Palestina» y «un nuevo orden mundial» no aportó ni lo uno ni lo otro. Al contrario, fue el punto de partida de guerras cada vez más mortales y que continúan hoy. Países enteros fueron destruidos, desmembrados, contaminados por las miles de bombas de uranio empobrecido. Se arrojó a pueblos a la miseria, la hambre y al miedo al cáncer que aumenta sin cesar. No comprenden que esta barbarie pueda seguir abatiéndose sobre ellos sin suscitar una oleada de indignación a nivel mundial que podría permitir detenerla.

¿Cómo nuestro llamado mundo «civilizado» ha llegado a este grado de falta de humanidad?

El periodista británico John Laughland [20] aporta unos elementos de respuesta a esta lancinante pregunta. Ha analizado brillantemente las técnicas de desinformación utilizadas para condicionar a la opinión pública con el fin de lograr unos objetivos políticos [21]. Se refiere sobre todo a la obra de Serge Tchakhotine Le viol des foules par la propagande politique [La violación de las masas por medio de la propaganda política] [22] para recordarnos lo siguiente: « … el papel de los periodistas y de los medios de comunicación es fundamental para asegura que la propaganda es constante (…) la propaganda no se debe interrumpir (…) Una de las reglas fundamentales de la desinformación moderna es que el mensaje se debe repetir con mucha frecuencia (…) Las campañas de propaganda deben estar dirigidas de manera centralizada y muy organizada… ».

Laughland se basa también en las afirmaciones del periodista de Sky TV, Tim Marshall, para ilustrar las perversas relaciones establecidas entre periodistas y miembros de los servicios secretos. Cita como ejemplo los acontecimientos que llevaron a la caída de Milósevic, donde Tim Marshall «se vanagloria de sus muchos contactos con los servicios secretos, en particular los de Gran Bretaña y Estados Unidos (…). Uno de los temas que están presentes en su libro [23] sin que él quiera es que la frontera entre los periodistas y los espías es tenue. Al principio del libro Marshall habla de pasada de los “inevitables vínculos entre los agentes, los periodistas y los políticos” y dice que “todos ellos trabajan en el mismo dominio”. Sigue en un tono de broma afirmando que fue una “asociación de espías, de periodistas y de politicastros, además del pueblo” lo que provocó la caída de Milósevic. Se adhiere al mito de la participación del «pueblo» pero el resto del libro demuestra que en realidad el derrocamiento de presidente yugoslavo sólo pudo tener lugar gracias a una estrategias políticas concebidas en Londres y Washington».

Seamos claros: en efecto, los Estados de derecho necesitan a los servicios de inteligencia para garantizar su seguridad, pero los ciudadanos no deben aceptar que estos Estados les engañen por medio de la fabricación de informaciones falsas. Por ello es inaceptable que algunos periodistas entren en este juego.

Notas:

[1] Véase :

- «L’incroyable histoire de Youssef Nada», Silvia Cattori, Mondialisation, 13 de junio de 2008.

- «Islam: el enemigo fabricado», Silvia Cattori, Rebelión, 17 de noviembre de 2008. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76055

[2] Véase: «Nous avons toujours cru en l’innocence de Youssef Nada», Silvia Cattori, silviacattori.net, 24 de septiembre de 2009.

[3] Véase: «Hamas perde meta’ del tesoro», Guido Olimpio, Corriere della Sera, 20 de octubre de 1997.

[4] Periódico suizo italiano Corriere del Ticino del 25 de septiembre de 2009. Sin la denuncia de Dick Marty de estas listas negras ilegales, que contribuyeron a mediatizar la suerte de Youssef Nada, quizá éste seguiría en esta lista, asociado al «terrorismo» fabricado, como tantas otras personas más desafortunadas que él.

* N. de la t.: La locución latina ¿Cui bono? (¿A quién beneficia?) hace referencia a lo esclarecedor que puede resultar a la hora de determinar la autoría de un acto que se desconoce el preguntarse por, y llegar a determinar, quiénes se habrían de beneficiar con sus resultados. Se considera un principio del Derecho Romano

[5] Véase el vídeo en tres partes titulado: «Criminal State: A Closer Look at Israel’s Role in Terrorism», Jeff Gates.

[6] El 23 de septiembre de 2009, se retiró de la lista el nombre de Youssef Nada y el 22 de octubre de 2009 los nombre de su BANCO AL TAQWA y de AL TAKWA MANAGEMENT. Los nombres de sus dos socios habían sido retirados anteriormente: el de Ali Ghaleb Himmatt el 10 de agosto de 2009 y el de Albert Huber (fallecido en mayo de 2008) el 12 de agosto de 2008. Véase: http://www.un.org/sc/committees/1267/docs/De-listed.htm.

En cambio, los nombres de sus otros socios, BA TAQWA FOR COMMERCE AND REAL ESTATE COMPANY LIMITED; NADA INTERNATIONAL ANSTALT; WALDENBERG AG; YOUSSEF M. NADA & CO. GESELLSCHAFT M.B.H, continúan en la lista en el momento de redactar estas líneas (véase: http://www.un.org/sc/committees/1267/consolidatedlist.htm).

** N de la t.: Equivalen a 258 millones de euros.

[7] Véase: http://www.youssefnada.ch/

[8] Extractos traducidos del inglés [al francés] por JPH.

*** N. de la t.: “Smoking gun” , la “pistola humeante” es una expresión anglosajona (aparecida por primera vez en uno de los relatos de la serie de Sherlock Holmes, The Gloria Scott, 1893) que tiene el significado metafórico de prueba concluyente.

[9] Guido Olimpio, corresponsal del Corriere della Sera. En 1996 Guido Olimpio había prestado testimonio en Washington ante la "Task force" sobre el terrorismo y las armas no convencionales. Presentado como un «experto en terrorismo internacional», Olimpio cubrió Oriente Medio desde la década de 1980. De 1999 al verano de 2003 fue corresponsal jefe del Corriere della Sera en Israel.

Ha publicado varias recopilaciones de sus artículos que tanto han perjudicado al mundo musulmán, entre otros La rete del terrore. Come nascono e agiscono i militanti delle Guerre Sante, Sperling & Kupfer, 2002.

Sus supuestas revelaciones contribuyeron también a las desgracias de Kassim Brittel. Este italiano de origen marroquí, víctima de una «extraordinary rendition» (detención especial basada en el secuestro y la transferencia por parte de la CIA a centros de detención secretos) viajaba a Pakistán cuando fue secuestrado por los servicios de inteligencia paquistaníes el 10 de marzo de 2002. Fue torturado y luego «vendido» a los agentes del FBI y de la CIA, y entregado finalmente a los servicios secretos marroquíes; continúa encarcelado en Marruecos aunque se ha demostrado su inocencia y a pesar de la apremiante invitación al gobierno italiano, contenida en la Resolución del Parlamento Europeo sobre los «vuelos secretos de la CIA», para que Italia «dé pasos concretos para su liberación».

Su mujer nos confesó: «Ya en 2001, cuatro meses antes de que mi marido fuera secuestrado ilegalmente y entregado a los agentes de la CIA en Pakistán, Guido Olimpio había escrito un artículo en el que lo presentaba como un peligroso terrorista».

Para más detalles véase:«Islam: el enemigo fabricado», Silvia Cattori, Rebelión, 17 de noviembre de 2008. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76055

[10] Jefe del servicio político internacional en RFI de 1999 a 2008, Richard Labévière continuó investigando sobre los Hermanos Musulmanes y el terrorismo islámico. Se pueden leer sus artículos y las entrevistas que concedió respecto a este tema, sobre los motores de su investigación. Teniendo en cuenta las informaciones falsas que propagó sobre Youssef Nada, y sobre el movimiento de los Hermanos Musulmanes – Hamas es el movimiento de la resistencia contra el ocupante que hasta el momento ha evitado la liquidación de la causa palestina -, ¿no es inquietante verle aparecer hoy como defensor de la causa palestina?

[11] Véase: «Daniel Pipes, experto del odio», Red Voltaire, 12 de julio de 2004. http://www.voltairenet.org/article126383.html

[12] Autor de «La conquête de l’Occident», Sylvain Besson, periodista del periódico ginebrino Le Temps, ¿acaso se ha dejado atrapar en esta espiral demencial de la amenaza exagerada, incluso fabricada? El hecho es que en su increíble ensayo afirma de manera fantasiosa que entre los documentos secuestrados en casa de Youssef Nada había un plan de los Hermanos Musulmanes de conquistar Occidente. ¡Exactamente lo que los servicios de propaganda israelíes y sus socios trataban de hacer creer!

[13] Autor de «Al Qaeda in Europe: The New Battleground of International Jihad». Los escritos de Lorenzo Vidino, consagrados al Islam político y al terrorismo en Europa contribuyeron a la fabricación del enemigo musulmán. Vidino testificó ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre el extremismo islámico en United Europa.

[14] La TSR difundió el 14 de mayo de 1998 un documental hecho de amalgamas y vaguedades dirigido por Richard Labévière sobre el bárbaro ataque terrorista del 17 de noviembre de 1997 en Luxor en el que murieron muchos turistas suizos.

[15] Les Dollars de La Terreur - Les Etats-Unis et Les Islamistes, Grasset & Fasquelle, 1999.

Richard Labévière también publicá más tarde y en la misma vena Les coulisses de la terreur, Grasset, 2003.

[16] Responsable con Youssef Nada del banco suizo Al-Taqwa, su nombre fue incluido injustamente en la lista de las organizaciones sospechosas de tener vínculos con al-Qaeda.

[17] Véase (en inglés) el acta de este día elaborada por Y. Nada en su página web: http://www.youssefnada.ch/7%20NOVEMBER%202001.asp

[18] Véase: «Une répression passée sous silence», Seumas Milne, Réseau Voltaire, 10 de enero de 2010.

[19] Véase, por ejemplo: «Pagan a usuarios de Twitter para que difundan propaganda israelí», Jonathan Cook, Rebelión, 22 de julio de 2009. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=89002

[20] John Laughland fue administrador de British Helsinki Human Rights Group, una asociación que estudia la democracia y el respeto de los Derechos Humanos en los antiguos países comunistas, y miembro de Sanders Research Associates. Hoy es director de investigación del Instituto para la Democracia y la Cooperación.

[21] Véase: «La technique du coup d’État coloré», John Laughland, Réseau Voltaire, 4 de enero de 2010.

[22] Le viol des foules par la propagande politique, Serge Tchakhotine, Gallimard, reedición en libro de bolsillo en 1992.

[23] Shadowplay, Tim Marshall, Beograd: Samizdat B92, 2003.

Fuente: http://www.silviacattori.net/article1084.html

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