28-01-2010
Alejandro Nadal
La Jornada
El mandato de Ben Bernanke en la Reserva Federal concluye el 31 de enero. Obama le ha pedido continuar otros cuatro años al frente del banco central. El Senado debe confirmar el nombramiento y el debate es intenso. Probablemente sea aprobado, pero no se descarta un rechazo.
La polémica arde. Bernanke es herencia de Bush, pero Obama sintió que no tenía opciones y tuvo que adoptarlo como suyo. Hoy los demócratas están asustados por el revés electoral en Massachusetts la semana pasada. Varios senadores republicanos votarán en contra. Quince senadores buscan su relección y todavía están indecisos. El electorado está molesto porque la recuperación todavía no les llega.
La Casa Blanca dice que Bernanke salvó a la economía de Estados Unidos de caer en otra Gran Depresión. Se trata de un especialista reconocido y fue una feliz coincidencia que hubiera estado al frente de la Fed al estallar la crisis en 2008. Gracias a las medidas espectaculares que aplicó, sólo se sufrió una recesión y además la recuperación está en puerta.
Ese cuento es absurdo. Es cierto que mejora la bolsa de valores, pero los indicadores de la economía real no transmiten mensajes de recuperación. El desempleo abierto en Estados Unidos se mantiene en 10 por ciento de la población económicamente activa (PEA). Y si se cuenta a los que se han dado por vencido y desistieron en su búsqueda de trabajo, el desempleo sube a 17 por ciento de la PEA. En diciembre también se desplomaron las ventas al menudeo. Los consumidores siguen reduciendo sus deudas, lo que conducirá a varios años de crecimiento mediocre con alto desempleo. Valiente recuperación.
Hay indicios de que algunas de las medidas espectaculares de Bernanke agravaron la crisis. Por ejemplo, Bernanke ha inflado la hojas de balance de la Fed de manera exponencial. Y en los rescates de bancos y aseguradoras, en los que el Departamento del Tesoro desempeñó un papel poco transparente y usó a la Fed como caja chica, Bernanke sale muy mal parado.
Por si fuera poco, bajo su dirección la Fed incumplió su mandato regulatorio sobre bancos y mercados financieros, promoviendo la especulación entre 2006-2008. Así que la crisis es en buena parte algo de su cosecha. Con razón en 2007 y principios de 2008 hacía declaraciones sobre los mercados bien portados y lo modesto del ajuste en el sector de bienes raíces. Todo eso ayudó a provocar la catástrofe. Sólo que con sus medidas espectaculares, Bernanke se convirtió en el piromaniaco que apaga su propio incendio.
Este funcionario puede arrepentirse de sus declaraciones, pero no se despoja de la teoría económica que le aprisiona. Sigue pensando que los mercados convergen hacia un mítico equilibrio. Ésta es su cárcel intelectual: por eso sus aportaciones sobre metas de inflación se basan en una teoría inconsistente y sus ideas sobre el mercado laboral son absurdas.
A Bernanke se le describe como el experto en la gran depresión de 1929 que salvó al mundo de una crisis parecida en 2009. La realidad es otra. Su análisis sobre las causas de la depresión ignora el problema del endeudamiento excesivo como precursor de la deflación. Ése es un rasgo común entre las crisis de 1929 y 2009. Y el endeudamiento en los últimos 30 años en Estados Unidos proviene de una caída en los salarios reales. Es decir, uno de los motores de la crisis es un problema de distribución del ingreso de proporciones históricas. Ese hecho se le escapa a Bernanke.
Para el ex profesor de Princeton uno de los problemas claves en la crisis de 1929 fue la rigidez en los salarios. Según Bernanke, el desempleo no se podía absorber porque los salarios no se reducían debido a factores como leyes y sindicatos. Eso es absurdo, pero no le impide a este personaje pensar que la flexibilidad de salarios en Estados Unidos es un elemento clave para superar el desempleo, no importa que sea desmentido por los datos arriba mencionados.
Bernanke piensa que cuando el endeudamiento provoca una deflación, la demanda agregada se mantiene estable porque sólo existe una redistribución entre deudores y acreedores. Eso es tener fe en el equilibrio. La realidad es que, por definición, cuando hay un exceso de endeudamiento los mercados no están en equilibrio y cuando los deudores no pueden enfrentar sus deudas, la demanda agregada tiene que derrumbarse. Y si a esto añadimos el apalancamiento ilimitado tolerado por las autoridades y la especulación, se tiene un caldo de cultivo de una gran hecatombe.
Obama está preocupado. Para calmar al electorado anunció recientemente la separación entre bancos de inversión y bancos comerciales, así como límites al tamaño de los grandes bancos. Pero como esas medidas no se traducen en alivio inmediato para la población, el argumento principal de la Casa Blanca sigue siendo el temor: si Bernanke no es ratificado, la recuperación se verá truncada. Puede ser, pero si Bernanke es confirmado, se podrían sentar las bases para una nueva crisis, más profunda y espectacular.
http://www.jornada.unam.mx/2010/01/27/index.php?section=opinion&article=027a1eco
miércoles, 27 de enero de 2010
La crisis y el misterioso caso Bernanke
lunes, 23 de noviembre de 2009
Encubridores de la mafia planetaria
23 de noviembre de 2009
Andrés Soliz Rada (especial para ARGENPRESS.info)
La revista “Forbes” ha declarado a Obama el personaje más poderoso del mundo. La desorientadora decisión oculta que el poderío del planeta está en los Bancos. Los Bancos controlan a los gobiernos (incluyendo al de EEUU) y deciden cuanto dinero manejan, y no a la inversa.
“Forbes” silencia que el Banco Central de EEUU, denominado Banco de la Reserva Federal (BRF), es una asociación de Bancos privados, que, desde 1913, imprime dólares en forma exclusiva, sin fiscalización adecuada, en cantidades que él decide y fija las tasas de interés. Los grandes Bancos se fundan, se organizan, se auto financian y se rescatan con dinero de los contribuyentes. Predican el libre mercado, pero sólo caerán si cae el sistema, por que son su esencia.
Nadie eligió a los poderosos banqueros. Son el poder más totalitario y anti democrático imaginable ¿De dónde salen los dólares que emite el BRF? La respuesta es increíble: Del aire. ¿Y cuánto vale el dólar? Lo que los banqueros deciden. Todas las monedas del mundo dependen del dólar y el dólar de la voluntad de los banqueros. El BRF emite dólares respaldados por deudas reconocidas por los gobiernos, los que, a su vez, las garantizan con el patrimonio de las naciones. Si incumplen sus obligaciones, se produce fuga de divisas, recesiones, insolvencias y quiebras, con lo que los banqueros se apropian de esos bienes.
Desde 1944, el BRF emite dólares sin respaldo del oro. A partir de 1973, (guerra de Israel contra Egipto y Siria), emergieron los petrodólares (dólares respaldados por reservas de petróleo). Hoy, gran parte de esas reservas son de empresas estatales, lo que precipitó los bombardeos a Irak y Afganistán. China, gracias a su crecimiento, comparte con EEUU el manejo de divisas y la India acumula oro, en reemplazo del devaluado billete verde.
El BDF tiene sus sabuesos: El FMI y el Banco Mundial. Digita los Paraísos Financieros que lavan el dinero del narcotráfico, del comercio de armas, de las mafias farmacéuticas y de transgénicos, con la bendición del Vaticano, otro paraíso financiero, que guarda sus capitales en Suiza, la capital de la delincuencia de cuello blanco.
La reciente quiebra de Bancos tradicionales ha mostrado las fisuras del sistema. Pero aún así, se trata de quiebras controladas, ya que han afectado, de manera premeditada, a Bancos de EEUU, conectados a Francia y Alemania, a fin de equilibrar las pérdidas. El déficit fiscal de EEUU es monstruoso e irresoluble. El desempleo, que avanza junto al narcotráfico y la inseguridad ciudadana, se ha instalado en el corazón del sistema e irá creciendo como alud, sin respuestas estructurales.
El cambio climático aparece ahora como el único responsable de los mil millones de hambrientos que hay en el mundo, en tanto las petroleras, que cuentan con el silencio de sus ONG, deciden explotar el petróleo de Alaska, la zona más vulnerable de la tierra.
El neoliberalismo postula la total independencia de los Bancos Centrales de los gobiernos, para que dependan directamente del poder mundial. Evo dice luchar contra el capitalismo, pero, al igual que otros presidentes de la región, envía las reservas monetarias de Bolivia a Bancos de EEUU y Europa. El vicepresidente García Linera cree que el país se industrializará con créditos del Banco Mundial.
Para luchar contra los banqueros se requiere mostrar su corrupción y desenmascarar a sus encubridores no sólo de “Forbes”, sino también del ultra indigenismo y las ONG, quienes sostienen que la lucha contra el imperialismo y sus banqueros no es prioritaria, sino la destrucción de débiles estados nacionales, sustentados en entramados indo mestizos. La conclusión es inversa: Si los pueblos, incluyendo el pueblo norteamericano, no acaban con la mafia de los bancos, esa mafia acabará con la especie humana.