miércoles, 29 de julio de 2009

Comentario de Cuarenta Hadices -XXI


Sharhe Chehel Hadiz
Imam Jomeiní

Traducción de Raúl González Bórnez

Tercer hadiz (II)
Vanidad (uchb)
Segunda parte
Sobre los grados de la vanidad


Debes saber que, para cada una de las tres clases de vanidad mencionadas anteriormente, existen grados y niveles. Algunos de ellos son evidentes y claros y cualquiera que preste un poco de atención puede descubrirlos. Otros están bien ocultos y se manifiestan de maneras sutiles y mientras la persona no realice un análisis profundo y atento de sus comportamientos no puede llegar a percibirlos.

E, igualmente, algunos de sus grados son más intensos y destructores que otros.

El primer nivel, que es el más elevado de todos y el más destructivo, consiste en que la persona afectada, debido a la intensidad de la vanidad que padece, siente en su corazón que está haciendo un favor al Benefactor Supremo, al Rey de reyes, por tener fe en Él o por las acciones que lleva a cabo.
Piensa que, gracias a su fe se han incrementado las bendiciones del Reino de los Cielos o que contribuye al esplendor de la religión divina. Que gracias a que él difunde Su mensaje, que gracias a su guía y orientaciones, o porque él ordena el bien y prohíbe el mal, o aplica las prescripciones de la ley, o que gracias a sus sermones desde púlpito, o a las oraciones de la comunidad que dirige, incrementa el esplendor de la religión divina. Que gracias a su presencia en las reuniones de los musulmanes, o por organizar las sesiones de duelo y lamento por Su Santidad Abu Abdel lah al-Huseyn, sobre él la paz, incrementa la magnificencia de la religión. Que él está favoreciendo a Dios, al señor de los oprimidos y al noble Mensajero, las bendiciones de Dios sean con él y su familia. Y aunque no manifieste estos sentimientos, lo siente así en su fuero interno. Que está haciendo un favor a los siervos de Dios cuando se ocupa de los asuntos religiosos, cuando da la limosna obligatoria o recomendable, o cuando atiende las necesidades de los pobres y los necesitados.
A veces ese sentimiento de estar haciendo un favor con sus obras permanece oculto incluso para él. Y ya hemos visto en el segundo hadíz como no es el siervo quien favorece a su Señor con sus obras, sino que, al contrario, es Dios quien favorece a sus criaturas.

Otro de los niveles de la vanidad es el que manifiesta la persona que piensa que se merece que Dios Altísimo le recompense por su fe o por sus buenas cualidades y obras y que tiene derecho a ser recompensado por ello.
Así que, cree que Dios tiene la obligación de ser generoso con él en este mundo y de otorgarle una elevada posición en el otro, pues se considera un creyente puro y completo. Cada vez que escucha hablar de los creyentes, se incluye entre ellos y piensa en su fuero interno que si Dios es justo con él, le dará la recompensa que se tiene merecida.
¡Algunos esperan incluso ser recompensados hasta por sus malas acciones!
Y, si le sobreviene algún problema o dificultad, se siente injustamente tratado e interiormente se queja de cómo Dios se porta con él. Se sorprende de que Dios, siendo justo, ponga en dificultades a un creyente puro como él, mientras que favorece a los hipócritas corruptos y en su interior se siente disgustado con Dios bendito y ensalzado y con Sus decisiones, aunque exteriormente se manifiesta conforme y satisfecho. Culpa de su disgusto al Supremo Benefactor pero se muestra conforme ante Sus criaturas.
Cuando escucha que Dios pone a prueba a los creyentes en este mundo, enviándoles dificultades, se compadece de las dificultades que está sufriendo por ser creyente. No sabe que también los hipócritas sufren difíciles pruebas y que no todo el que sufre dificultades es un creyente.

Otro de los niveles de la vanidad es el de la persona que se cree mejor que los demás y piensa que su fe es mayor y más perfecta que la del resto de los creyentes. Que sus virtudes son mayores que las del resto de los virtuosos y también su manera de cumplir con lo obligatorio y de apartarse de lo prohibido, de realizar lo aconsejable, de cumplir con la oración en comunidad y con el resto de los rituales y de abstenerse de lo que ha sido desaconsejado. Siente que todo ello lo hace mejor que los demás y que por ello merece mayor recompensa. Se siente lleno de seguridad en sí mismo y en su fe y actos y considera a las demás personas insignificantes e imperfectas, las contempla como seres inferiores a él y habla o trata a los siervos de Dios con arrogancia y desprecio.
Aleja a todo el mundo de la corte de la misericordia divina, considerando que solo él y un pequeño grupo semejante a él so merecedores de ella.
Quien padece este grado de vanidad, llega al punto de no reconocer cualquier acto bueno que vea realizar a otras personas y le busca los defectos, mientras que ve sus propios actos libres de defectos y imperfecciones.
No valora las buenas acciones de la gente, pero si es él quien hace esas mismas cosas, las sobrevalora y magnifica. Ve rápidamente los defectos de los demás pero ignora los suyos.
Esas son las señales de la vanidad, aunque la persona no se dé cuenta de ellas.
Existen otros grados de vanidad, algunos que no he mencionado y otros que ignoro.


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Las fronteras del imperio


Resumen de la ponencia presentada en el Simposio Internacional "Justicia para Palestina", en Las Palmas de Gran Canaria

por Carlo Frabetti*

La batalla contra el imperialismo -es decir, contra el capitalismo- se libra, fundamentalmente, en dos grandes frentes: América Latina y Oriente Medio.

En Latinoamérica, la semilla de la Revolución Cubana ha arraigado con más o menos fuerza en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Brasil, Argentina..., y estamos asistiendo, en los últimos años, a la consolidación de un bloque regional que está poniendo fin a décadas -por no decir siglos- de dominio estadounidense y que ha obligado al Gobierno de Washington a replantearse su estrategia en la zona.

Porque al celebrar, este año, el cincuenta aniversario de la Revolución Cubana estamos celebrando sobre todo su continuidad, el triunfo continuo de una revolución continua, de un proceso imparable. La Revolución Cubana ha obtenido al menos tres grandes victorias. La primer fue, obviamente, la toma del poder en enero de 1959. La segunda, la superación del denominado “período especial” en los años noventa, que supuso, además, la ratificación de la primera victoria, pues solo un pueblo cohesionado por la solidaridad revolucionaria podía sobreponerse, tras el desmembramiento de la Unión Soviética, a las durísimas condiciones impuestas por el bloqueo estadounidense. Y la tercera victoria, a la que estamos asistiendo, es la superación de ese bloqueo, marcada por la emergencia en Latinoamérica de un gran proceso emancipatorio que en buena medida es heredero de la Revolución Cubana.

Quienes durante muchos años hemos luchado en el Estado español por el socialismo, primero contra el fascismo explícito y luego, tras la farsa de la Transición, contra el fascismo solapado de la seudodemocracia borbónica, sabemos por amarga experiencia lo difícil que es mantener la continuidad tanto espacial como temporal, a veces incluso en el seno de una misma organización, y ya no digamos entre organizaciones distintas. Por eso resulta sumamente esperanzador ver que en los últimos años han surgido, sobre todo en Cuba o alrededor de Cuba, una serie de iniciativas vigorosas y eficaces encaminadas a conectar entre sí los distintos frentes de la lucha anticapitalista y a dar continuidad a esas conexiones.

Pero no solo en Cuba y en sus aledaños geográficos y culturales. En Oriente Medio, la heroica resistencia de los pueblos palestino e iraquí, junto con las dificultades de Estados Unidos y sus aliados para controlar Afganistán y amedrentar a Irán, están desbaratando el proyecto neocolonialista en la zona y poniendo en entredicho la hegemonía de Israel, a la vez que han puesto en evidencia la abyecta complicidad de los países ricos (incluido el Estado español) con la barbarie sionista. Solo los muy ingenuos pueden seguir pensando que el fascismo fue derrotado en la II Guerra Mundial; tal vez perdiera la batalla de las armas, pero se impuso en el terreno ideológico. Y el mayor daño que los nazis hicieron a los judíos no fue exterminar a varios millones de ellos, sino crear las condiciones para que otros tantos se transformaran en los más despiadados herederos del nazismo. Paradójicamente, los nazis tomaron del judaísmo el mito del “pueblo elegido”, lo pusieron al servicio de una supuesta “raza aria” y lo utilizaron para exterminar a los propios judíos; y los supervivientes de ese brutal exterminio retomaron la vieja fórmula, corregida y aumentada, de manos de los nazis para dedicarse, con la misma ferocidad que sus verdugos, al exterminio de los palestinos y a la usurpación de sus territorios. Paradójicamente, los judíos son los verdaderos “antisemitas” (puesto que los árabes son tan semitas como los hebreos), del mismo modo que los estadounidenses son los verdaderos “antiamericanos”. Y no es casual que los verdaderos antisemitas y los verdaderos antiamericanos sean aliados incondicionales. El sionismo, al igual que la mafia (y por las mismas razones), encontró en el despiadado capitalismo estadounidense su caldo de cultivo ideal, su perfecto anfitrión simbiótico. Y el Imperio engendró en el corazón de Oriente Próximo su metástasis letal: el espúreo y genocida Estado de Israel.

Nos enfrentamos a la tiranía de un IV Reich que solo se distingue del tercero en la medida en que ha sustituido el cinismo por la hipocresía y la propaganda política directa por la manipulación mediático-cultural. El nuevo Eje tiene sus polos en Washington y Tel-Aviv, y a su alrededor gira la Unión Europea como un manso buey uncido a una noria. Quienes se escandalizan de que algunos todavía nieguen el Holocausto, quienes se asombran de que el pueblo alemán no se sublevara, en pleno siglo XX, contra el horror de los campos de exterminio, ¿qué hacen -qué hacemos- para evitar, en pleno siglo XXI, la barbarie sionista?

No podemos poner condiciones a la lucha del pueblo palestino ni dejar de apoyarla por todos los medios. Todo lo que valió contra el nazismo, vale contra el sionismo y sus cómplices.

Y la mejor forma de apoyar la lucha del pueblo palestino es contribuir a su articulación. No solo a su articulación interna y con los demás núcleos de resistencia antiimperialista de la región, sino también a su coordinación con el frente latinoamericano, tan lejano geográfica y culturalmente, pero tan próximo en cuanto a sus problemas y objetivos. Una coordinación que, por otra parte, ya está en marcha (tanto a nivel institucional como popular) y que desde Europa, y muy especialmente desde el Estado español, debido a nuestros estrechos vínculos tanto con el mundo árabe como con Latinoamérica, podemos propiciar de distintas maneras. Tanto la geografía como la historia nos convierten en el puente natural entre Oriente Medio y América Latina, los dos grandes diques de contención de la expansión imperialista, las fronteras del Imperio.

Puente y a la vez “quinta columna”, pues luchamos contra el capitalismo salvaje desde sus propias entrañas, en el corazón de la bestia, como decía el Che. Y en estos momentos en que la lucha armada no parece tener mucho sentido por estas latitudes, nuestra batalla es, hoy más que nunca, la batalla de las ideas, en la que siempre insistió tanto Fidel.

Una batalla de las ideas, un frente mediático-cultural en el que podemos y debemos participar todas las personas que aspiramos a conseguir un mundo libre, igualitario y fraterno. Porque no somos -no podemos ser- meros receptores pasivos de informaciones, opiniones y productos culturales generados por los grandes medios. Podemos y debemos, en primer lugar, seleccionar nuestras fuentes de información, y convertirnos, además, en elementos activos del proceso de discusión y difusión de ideas. En este sentido, las nuevas tecnologías y los llamados “medios alternativos” ofrecen accesibles y eficaces vías de actuación, y nos invitan a tejer nuevas redes de confianza y credibilidad.

La Revolución Cubana, y ese ha sido su mayor triunfo, ha demostrado que el socialismo es posible incluso en las circunstancias más adversas. Ya no hay excusas para el derrotismo. Ya no hay coartadas para la pasividad. Tenemos el derecho y el deber -el privilegio y la responsabilidad- de dar continuidad y difusión al proceso revolucionario iniciado hace cincuenta años en Cuba y hoy prolongado en Latinoamérica, Oriente Medio y las demás fronteras del Imperio. Hasta la victoria final, es decir, inaugural.


*El escritor Carlo Frabetti es miembro de la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas y colaborador de inSurGente




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Rodolfo Walsh, ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina), 1976



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Obama no sufrió el racismo de su país como los asesinados Malcolm X o Luther King


29 de julio de 2009
Pedro Echeverría
(especial para ARGENPRESS.info)

1. ¡Qué lejos está el presidente Barack Obama (nacido en 1961) de aquellas grandes batallas y asesinatos de los esclavos y activistas negros norteamericanos (de sus padres y abuelos) que tuvieron que sufrir (y aún sufren) y enfrentar el brutal racismo de los yanquis opresores! Gracias a buenos escritores y cineastas hemos vivido –como si fuera en carne propia- los pasajes de esos seres humanos tratados con peores golpes y humillaciones que a los animales.

Basta leer las historias biográficas de líderes como Malcolm X (asesinado en 1965) y Luther King (muerto en 1968), así como de las pequeñas, pero muy heroicas batallas de los pueblos para conquistar derechos humanos, para entender que esa nación, que desde hace un siglo domina al mundo, tardará otro siglo para limpiar su cara, sobre todo su conciencia.

2. En tanto Obama estudia y se integra a la cátedra universitaria en 1992, cuando existen todas las posibilidades para hacerlo, treinta años antes los negros luchaban hasta por un lugar para sentarse en un autobús de pasajeros. Malcolm X, el más grande líder negro, fue perseguido con la mayor saña porque también luchaba contra el sistema capitalista. Decía: “No creemos en librar una batalla en la cual nuestros opresores van a dictar las reglas. No creemos que podemos ganar una batalla donde las reglas las dicten los que nos explotan. No creemos que podemos continuar una batalla tratando de ganarnos el afecto de aquellos que por tanto tiempo nos han oprimido y explotado”. Malcolm X era un líder muy peligroso para el sistema opresor que tanto combatió de manera abierta, al mismo tiempo que organizaba la lucha radical de los negros.

3. Martin Luther King, a pesar de su honestidad, de su entrega a la causa de los derechos civiles y de dar su vida para favorecer a los negros, con su pacifismo, como dice el escritor Esteban Morales, había quedado enrolado en la mecánica del sistema y en realidad había terminado siendo instrumentalizado para propósitos que no eran los que le habían animado desde el principio; aunque ello no le salvó la vida, porque también sus ideas comenzaban a topar seriamente contra los “límites de disidencia” que el sistema de poder norteamericano estaba en condiciones de admitir. Sin embargo la nación ha tenido en este campo de la integración racial importantes avances, pero a pesar de tener a un negro como presidente no deja de ser un imperio económico, político y militar que no ha dejado de someter al mundo.

4. Barack Obama, ante el terrible desprestigio que tienen los EEUU en el mundo, pretende cambiar la cara del imperialismo, limpiarla en todo lo que se pueda, de ninguna manera hacerlo desaparecer. Esa es la enorme tarea que tiene al frente y parece estarla cumpliendo con mucha visión y cuidado. Ignacio Ramonet, el analista de Le Monde Diplomatique, buscando ser muy objetivo en sus investigaciones, ha escrito que el nuevo Presidente (Obama) no ha cometido ningún error grave en sus casi seis primeros meses de gobierno; errores que por diversas circunstancias sí tuvieron Kennedy (invasión a Cuba), Reagan (sufrió atentado) y Clinton (estallido de camión de explosivos en Nueva York). Señala después que la simpatía de Obama se mantiene a un nivel alto y pone ejemplos de algunas medidas importantes.

5. Escribe Ramonet que sin rechazar la economía de mercado, Obama ha vuelto a colocar al Estado en el corazón de la vida económica y social (General Motors y la intervención del Estado); que el plan de ayuda a los bancos alcanzó cerca del billón de dólares; el penal de Guantánamo se cerrará en enero de 2010; la tortura se ha prohibido; las tropas se retirarán de Irak antes de agosto de 2010; cuatro millones de niños pobres disponen ahora de un seguro de salud; nueve millones de propietarios de viviendas tienen la posibilidad de renegociar sus hipotecas; la investigación médica sobre las células madre se ha autorizado; el financiamiento público de la planificación familiar se ha restablecido; y se ha lanzado un amplio programa para el desarrollo de energías renovables. Medidas aún no efectivas pero llaman la atención.

6. James Petras, también pensador internacional, con quien durante 15 años he coincidido, habla de una “Estrategia de retroceso” de Obama que cuenta con un renacimiento de políticas derechistas de masas para legitimar la reafirmación del dominio estadounidense. Escribió que a lo largo de 2008 en Argentina cientos de miles de manifestantes de clase media y baja salieron a las calles en el interior del país bajo la dirección de las asociaciones de grandes terratenientes pro-estadounidenses para desestabilizar el régimen de centro-izquierda de Fernández. En Bolivia, masas de estudiantes de clase media, empresarios, propietarios y afiliados a ONG, tomaron Santa Cruz y otras cuatro provincias ricas y, bien financiados por el embajador Goldberg, por la Agencia para el Desarrollo Internacional y la Donación Nacional para la Democracia se lanzaron a las calles, generando el caos y asesinando a 30 indígenas seguidores del presidente Morales en un intento de expulsarle del poder.

7. Otras tantas manifestaciones derechistas, muy similares, se han realizado (además de Venezuela, Honduras e Irán organizadas recientemente) en más de veinte ciudades como México, Guatemala, Paraguay, Nicaragua, con todo el apoyo empresarial, de los gobiernos derechistas y de los medios de información; todo con el fin de intimidar a los gobiernos progresistas y a la lucha social izquierdista. Son manifestaciones masivas de sectores acomodados gritando “democracia” con el fin de dar legitimidad a los intentos deslegitimadores de EEUU contra sus adversarios democráticamente elegidos. El investigador y en cierta manera activista, Petras señala que Obama ha aumentado enormemente el presupuesto militar, el número de tropas de combate, ha marcado nuevas regiones como objetivo de la intervención militar y respaldado golpes militares en regiones tradicionalmente controladas por Estados Unidos.

8. Aunque parece muy clara la posición de Obama, sobre todo en las últimas semanas por el golpe de Estado de Honduras, aún hay algunos analistas honestos que piensan que ha logrado avances importantes dentro de la terrible estructura empresarial trasnacional yanqui. La realidad está demostrando otra cosa, sobre todo en Honduras, Afganistan, Irak e Irán. ¿Cómo puede vivir ese enorme país del gran consumo sin asegurar petróleo, recursos naturales, venta de armas y las guerras tan necesarias para apropiarse todo? Obama conoce muy bien la historia del racismo yanqui, sabe perfectamente al sistema social que sirve y es el líder mundial más importante. Todos los pasos que dé son de su total responsabilidad como representante del gobierno más poderosos sobre la tierra. Así que por favor, no hay que buscar más pretextos para descargarlo de responsabilidad.


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La situación económica mundial (III)


29 de julio de 2009
Umberto Mazzei
(IREI desde Ginebra)

La economía de la deuda

En Bretón Woods hubo dos propuestas para un sistema de divisas internacional: la de Keynes - que bien puede servir hoy – con una entidad emisora neutra y la de Harry Dexter White, con el dólar como moneda de referencia internacional. Prevaleció White, pero con el compromiso de fijar el dólar en un patrón oro de US$35 la onza.

Los que leímos a Paul Samuelson recordamos su clásico ejemplo de política económica donde un gobierno que escoge entre producir mantequilla o producir cañones. Richard Nixon pensó que no hay que escoger, que se puede tener los dos. Los Estados Unidos tenían una balanza comercial desfavorable que agravó el alza de los precios agrícolas y el petróleo en 1971. El 15 de agosto, el gobierno de Nixon anunció el repudio del patrón oro acordado en Bretón Woods; esto es, la devaluación de sus deudas. Cuando los colegas europeos protestaron, el Secretario del Tesoro, John Connolly, respondió con su célebre frase: “El dólar es nuestra moneda, pero es su problema”.

A partir de entonces Estados Unidos paga sus deudas emitiendo dólares cada vez más insolventes. En los 70 el precio en dólares del petróleo subió, pero el dólar bajo. Las economías sólidas revaluaron. El dólar cayó con respecto al Marco alemán y al Franco suizo en cerca de un 250%; mas o menos lo que había subido el petróleo. Esos petrodólares no los guardaron los sheiks árabes en sus cofres; los depositaron en los bancos de occidente. Los bancos tampoco guardan el dinero, lo colocan y los banqueros salieron a prestar dólares en todos los rincones del orbe. Así sucedió la “Deuda del Tercer Mundo”.

Durante los años 80, los créditos fáciles al Tercer Mundo hicieron crisis. Sucedió entonces la primera intervención de países desarrollados para salvar a bancos imprudentes, con dinero de sus contribuyentes. Al Banco Mundial y al FMI se le dieron fondos públicos para que se substituyesen a los bancos privados como acreedores; se disfrazó así el salvamento de los bancos como el salvamento de los países deudores. Con el dinero para pagar a los bancos se ató a los deudores a las condiciones que conocemos como el “Consenso de Washington”.

En 1986, durante esas maniobras financieras, Peter Drucker publicó un ensayo titulado “La cambiante economía mundial” (1) - que aún se consigue en Internet- donde describía el efecto de ese flujo de dinero inorgánico, que se movía en el circuito de los centros financieros con independencia de la producción y el comercio. Mucho dinero circulando y poca inversión productiva. La filosofía económica que describe la frase del personaje Gordon Gekko, del film Wall Street: “Yo no produzco, yo soy dueño” (2).

Riqueza virtual y especulación

La economía de la deuda crea dinero de la nada. Créditos que sólo son cuentas e intereses, realidades virtuales, un toque en la computadora. Hace un siglo, los también bancos sumaban o restaban pero sobre depósitos. También emitían sus propios billetes: una promesa de pago algo aleatoria; por eso, para garantizar la moneda, se crearon los bancos centrales como únicos emisores. Pero el viejo enfoque subsiste en algunos países anglosajones, donde se mira la creación del crédito como un asunto privado y no como asunto de interés público. Por eso la Reserva Federal es un consorcio de bancos privados que presta al Tesoro. Por eso son de anglosajones los mayores mercados financieros y también las mayores crisis económicas.

Los Estados Unidos tienen un sideral déficit fiscal y comercial que cubren con una creciente emisión de dólares virtuales, respaldados por venta de más deuda, como los bonos del tesoro. Esos dólares se invierten en papeles, porque la economía productiva no puede absorberlos. La invención de papeles para la venta enajenó unas cuantas mentes, que creyeron crear riqueza y crearon enormes escándalos. Son notorios los fraudes de Long-Term Capital Management , WorldCom y Enron, cuyas secuelas aún arrastran los mercados financieros. Son casos que revelan ignorancia económica, complicidad gubernamental y corrupción empresarial. Con esquemas burdos, empresas sin activos se expusieron por millardos (3) repartiendo premios gordos entre altos ejecutivos.

Ver gráfico 1

Ese clima ya había llevado Estados Unidos a la recesión en 2001, cuando sucedió el ataque al World Trade Center y la “Guerra contra el Terror” aplazó la crisis. En marzo del 2006 la situación era tan grave que dejó de ser pública la cuenta M3, la que muestra la deuda total. En 2007 la masa de dólares desbordó las bolsas e inundó los mercados de compras a futuro de bienes tangibles y de oro.

Las burbujas de la crisis

La colocación de la creciente masa de dólares sin fondos debe ser, por fuerza, cada vez más riesgosa y eso causa “burbujas” en serie. Es una deuda del Primer Mundo que revienta en la colosal combinación de cuatro burbujas especulativas: la especulación en materias primas y alimentos, la especulación inmobiliaria, la especulación en bolsa y la especulación en divisas.

a) materias primas y alimentos

Las materias primas mantuvieron precios bajos en los 80, aún cuando crecía la demanda. En 2007 su valor aumentó súbitamente, sin que pueda atribuirse a un mayor consumo. Las oscilaciones dramáticas – triple- del precio del petróleo no pueden explicarse como comportamientos de oferta y demanda o por acumulaciones estratégicas.

Los alimentos subieron súbitamente sin que aumentasen población o estómagos. Primero sucedió en México, que parece laboratorio de fechorías, con la crisis de la tortilla. Una escasez creada, en 2006, por la exportación del maíz mexicano e importación de maíz cuando los precios habían subido. Obra de Carghill, que controla los cereales mexicanos, dijeron los medios alternativos. En enero 2007 la tortilla ya costaba el doble, a 15 pesos el kilogramo.

Al alba del 2008, subió repentinamente el precio internacional de los cereales. Se habló de una supuesta demanda para agro-combustibles, pero sin correspondiente aumento de la producción. Se usó un silogismo para culpar a los chinos: los chinos salían de la pobreza y comían más carne; se criaban más animales que devoraban más cereales. Súbitamente, bajaron los precios, con igual número de chinos carnívoros y nadie ha dado una explicación.

b) La especulación inmobiliaria

La especulación inmobiliaria es la burbuja más comentada. Fue muy grande en Estados Unidos, Gran Bretaña y España. El contagio se realizó en las bolsas financieras, donde se venden hipotecas. Con el curioso nombre de Vehículo Estructural de Inversión (4) aparecieron unos paquetes de hipotecas inmobiliarias donde el valor de garantía era inferior al préstamo y daban crédito a personas con poca capacidad de pago; cosa que, claro, aumentaba la comisión. Esos paquetes bomba los adquirieron bancos de inversión, cuyos bien pagados ejecutivos decían – en serio- que ese “instrumento” repartía y equilibraba el riesgo; como si acumular riesgos no fuese más peligroso. Para colmo, los créditos se aseguran con otros “productos” revendidos a no se sabe quien; pero que ya explotarán en algún lugar.

c) La especulación en bolsa

La ganancia en la bolsa funciona bajo el simple principio de comprar a la baja y vender en alza. Hay profesionales “insiders” que pueden conocer las cifras antes de que sean publicadas y otros que van más allá: las hacen. La víctima clásica es el ahorrista común, que invierte siguiendo acciones. Muchas acciones suben y suben con independencia del rendimiento. Una razón, según casos conocidos (Enron, Freddy, Mae, etc, etc, etc.), es el premio en acciones que se da a los directores por los buenos resultados de las acciones... en la bolsa. Eso ha motivado innumerables fraudes contables.

En los 90 aparecieron unos paquetes financieros bajo una variedad de nombres, pero el más conocido es “derivatives”, derivados; son certificados cuyo valor se estima en base a otro certificado cuya cotización cambia en el tiempo: acciones, bonos, monedas, opciones, productos básicos, etc. Se dice que protegen de variaciones de precio, pero es un eufemismo de “Bussines School” para una pirámide financiera. La venta de “productos financieros” se concentro en Nueva York y Londres y sus principales clientes fueron los bancos.

La dimensión de la estafa la evidenció el súbito colapso de bancos y casas financieras, que días antes tenían alta cotización en bolsa y excelente evaluación de riesgo. En ese mundo mañoso, parece que la crisis actual se manipula para el beneficio de unos pocos. La intervención de la Reserva Federal –es decir, algunos grandes bancos- fue poco homogénea. Los beneficiarios del mejor trato han sido Goldman Sachs, J.P.Morgan y CitiGroup.

d) La especulación en divisas y oro

Es notorio que los cambios de divisas oscilan, a pesar de tener el respaldo de una misma cantidad de reservas y con las mismas cifras macroeconómicas nacionales; también intriga la milagrosa levitación del dólar, cuyo patrón ahora es sería el plomo, por el peso de las deudas más grandes de la historia. El precio del oro también sube y baja sin causa razonable. En marzo 2008, la onza pasó los 950 dólares y luego bajo entorno a los 600 para volver a subir en marzo 2009 por encima de los 1000. Pareciera que los joyeros tomaron vacaciones entre marzo 2008 y marzo 2009.

La supervisión de los especuladores

La teoría de una economía de mercado dice que a esta la mueven los precios. En los mercados que conocemos los precios los suelen mover rentistas y especuladores. Un robo que debieran impedir los gobiernos, pero del que son cómplices. Complicidad añeja, como lo demuestra la circulación de personas entre la dirección en grandes empresas y cargos de responsabilidad económica en los gobiernos; unos más y otros menos, pero en casi todos los gobiernos.

En Estados Unidos, el sendero trillado entre Goldman Sachs y el Departamento del Tesoro es bien conocido. En épocas recientes destacan dos casos: Robert Rubin, que era su CEO antes de ser Secretario del Tesoro con Clinton y el actual Secretario, Henry Paulson que entro con Bush, a mitad del 2006, después de presidir 8 años a Goldman Sachs. El salario de Paulson en Sachs rondaba los 37 millones, más unos 500 millones en acciones del banco (5); en el Tesoro sólo gana 191.500 dólares anuales, pero sigue estoicamente allí.

Con socios tan bien ubicados, era inevitable que le diesen a los banqueros un par de billones (trillions) públicos para salvarlos de la quiebra, hace apenas unos meses. Dinero público para que entre banqueros se pagasen sus astronómicas deudas, no para prestar al público como se hizo creer y que hubiese necesitado mucho menos. Saldadas sus deudas, vuelve la dicha a ese circuito tan diferente a la economía general norteamericana. En aquella aumentan las quiebras y el desempleo, caen las ventas y se ejecutan hipotecas. Es un panorama oscuro y peligroso donde contrasta como un faro Goldman Sachs, que recién decretó los dividendos más altos de su historia y dobló los bonos millonarios de sus brillantes ejecutivos. (6)

Ver también:
- La situación económica mundial (II)
- La situación económica mundial (I)

Notas:
1) The changing World Economy, by Peter Drucker.1986. www.foreignaffairs.com
2) “I create nothing. I own.” Película Wall Street de Oliver Stone.
3) Roger Lowenstain : When Genius failed, Random House y The origins of the Crash, Penguin books
4) Structural Investment Vehicle – SIV, en la jerga financiera.
5) Henry Paulson’s Treasury, The Nation, 26/06 2006
6) “ Goldman Sachs declared record earnings for the three months to June of $3.4 billion (£2.1 billion), only months after it accepted government assistance”; Three Cheers for Goldman Sachs by Guy de Blonay, Telegraph.co.uk 24/07/09
“Over all, Goldman’s revenue was $9.43 billion, up 13 percent from the first quarter a year ago” Goldman Sachs Inc. Bussines, New York Times, 27/07/09

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La administración Obama prohíbe el testimonio del FBI sobre el 11 de septiembre


Respondiendo a una demanda judicial de los familiares de las víctimas del 11 de septiembre de 2001, las compañías aéreas implicadas afirman que los atentados hubieran tenido éxito de todas maneras, por mucho que ellas reforzaran las medidas de seguridad.


Según los abogados de las compañías aéreas, es la inacción de las autoridades lo que condujo al desastroso resultado de aquel día. Para fundamentar ese razonamiento, los abogados defensores expresaron su intención de obtener el testimonio de los agentes del FBI.

En efecto, después de los atentados, el FBI llevó a cabo una amplia investigación. Y elementos obtenidos durante esa pesquisa parecen demostrar que el gobierno no tomó aquel día las medidas reglamentarias que hubiesen reducido las proporciones de los atentados.

Sin embargo, como consecuencia de una intervención del secretario de Justicia de los Estados Unidos, Eric Holder, el juez Alvin Hellerstein prohibió el testimonio de los agentes del FBI, impidiendo así que las compañías aéreas desarrollaran su defensa. La audiencia debe reanudarse el 28 de julio. 8 años después de los atentados, ningún tribunal ha podido examinar la investigación del FBI, que incluye 155 000 pruebas y 167 000 actas de interrogatorios. Su contenido no se conoce más que a través de procesos sobre otros casos vinculados [1] y declaraciones de agentes a la prensa. Estos últimos aseguran que su investigación desmiente la versión gubernamental de los hechos [2].

En flagrante contradicción con las declaraciones de los responsables de la CIA y de los sucesivos secretarios de Justicia, el FBI siempre se ha negado a atribuir los atentados del 11 de septiembre a Osama Ben Laden y ni siquiera lo está buscando como autor de esos hechos.

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[1] Por ejemplo, durante el juicio contra el francés Zacarias Mousaoui, acusado de haber conspirado para participar en el secuestro del vuelo 93 de la American Airlines, el FBI rechazó las conversaciones telefónicas grabadas aquel día entre pasajeros de los aviones secuestrados y sus familiares en tierra. Los funcionarios declararon –bajo juramento– que, según la investigación que ellos realizaron, aquellas llamadas, citadas tan repetidamente, nunca tuvieron lugar y son falsas.

[2] «41 anciens responsables états-uniens de l’anti-terrorisme et du renseignement mettent en cause la version officielle du 11-Septembre», por Alan Miller, Réseau Voltaire, 9 de junio de 2009.

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Pakistán y el mito de la «bomba islámica»


por Nicolas Ténèze

28 de julio de 2009
DesdeToulouse (France

Washington esgrime el riesgo de que la bomba atómica pakistaní pueda caer en manos de «terroristas islámicos» u otros «talibanes» para justificar su participación militar en Afganistán y Pakistán. Sin embargo, según el estudio de Nicolas Ténèze que presentamos, dicha amenaza es imaginaria: la bomba pakistaní se ha desarrollado con asistencia técnica de China y Estados Unidos. Más allá de las peripecias políticas, en la actualidad, Washington sigue conservando el control.

La Coalición, comprometida desde noviembre de 2001 en «el cementerio de los imperios», Afganistán tiene que enfrentarse a un agravamiento de la situación desde 2005, con bajas civiles y militares en constante aumento, una islamización rampante y las violencias de insurgentes de todo tipo: talibanes, señores de la guerra recalcitrantes, traficantes, separatistas étnicos o simples bandidos. La guerra se propaga hacia Pakistán (se habla de la guerra AfgPak), de la que en realidad forma parte. El país oscila entre una colaboración moderada, y a veces forzosa, con la Coalición y una voluntad de respetar a los talibanes para preservar el frágil equilibrio político interno. En los últimos meses, el avance de los «estudiantes» los aproxima a la capital, Islamabad.
Pakistán, Estado artificial de mayoría musulmana suní, fundado el 14 de agosto de 1947, sobre la base de una federación de regiones autónomas, teóricamente posee la bomba atómica más o menos desde 1987, pero al parecer no la probó por primera vez hasta el verano de 1998; actualmente se considera esa fecha como la del estatuto nuclear del país, que en la actualidad tendría entre 20 y 100 cabezas nucleares, los estudios son divergentes. Pakistán no ha firmado el Tratado de No Proliferación (TNP), ni el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (TICE), ni el Código de Conducta de La Haya sobre la Proliferación Balística. Además, varios informes concordantes de 1966 recuerdan la existencia de un programa biológico, centrado en el ántrax, a pesar de que la Convención sobre las Armas Químicas (CAC) y la de las Armas Bacteriológicas (CAB) fueron firmadas y ratificadas. Su presencia fue una consecuencia de su empleo por los soviéticos en Afganistán.

Zulfikar Ali Bhutto (1928-1979).
En la actualidad, los medios de comunicación mantienen el miedo de que ese arsenal caiga en manos de «terroristas», que entonces podrían utilizarlos o amenazar con hacerlo contra «Occidente», Israel, sus aliados, o contra el enemigo indio. Sin embargo, surgen muchas preguntas con respecto a la misteriosa «red Khan», a la que se acusa de estar en el origen de todos los males de la proliferación y de la «bomba islámica», según la expresión del presidente Zulfikar Ali Bhutto (1972-1977). Se puede dudar de que Pakistán realmente haya proseguido sus investigaciones a espaldas de las grandes potencias y que su arsenal escape efectivamente al control de éstas. Para saber de qué se trata, es necesario hacer una revisión histórica del programa nuclear pakistaní.

Un programa poco "secreto"
Una iniciativa china-occidental

El programa nuclear debutó en los años 70, oficialmente en reacción a la guerra contra la India de 1971 y a su ensayo atómico de 1974. En esa época, la India era un «país amigo» de la Unión Soviética mientras que Pakistán, aunque no alineado, «eligió» por reacción el campo estadounidense. También Islamabad se lanzó a un programa atómico competidor del de su vecino, con el beneplácito de Estados Unidos. La bomba estaba llamada a desempeñar un papel en la «contención» de la influencia soviética que, tras la invasión de Afganistán en 1979, amenazaba a Pakistán.
Washington y Pekín organizaron conjuntamente esa proliferación (especialmente después de la visita de Nixon a China, en febrero de 1972). Pekín, aunque reticente a entregar sus conocimientos, apoyó al «País de los puros» proporcionándole tecnología y misiles rudimentarios a través de la China National Nuclear Corporation. Desde los años 60, en efecto, la República Popular China se disoció del Gran Hermano soviético, con la excusa de divergencias ideológicas, para asumir su propia política exterior. Aunque sobre muchos puntos, chinos y occidentales, ceden. En esa perspectiva, Pekín e Islamabad se aliaron sobre la cuestión de Cachemira, de la que ambos países reclaman parte a la India… Así, las bombas indias, chinas y pakistaníes permitirían un equilibrio en la región.
El padre de la bomba pakistaní es el doctor Abdul Qadeer Khan. En la actualidad, los medios de comunicación occidentales le presentan como un peligroso científico loco. Es un ingeniero formado en 1976 en Almelo (Grupo Urenco), en los laboratorios de dinámica física FDO, en los Países Bajos, Bélgica y Alemania. El reactor de Kahuta, primer núcleo del programa, se construyó en 1979 con China y Francia, y se puso en servicio en 1984. Los medios de comunicación transmitieron la idea de que los planos de Almelo (que sirvieron para crear Kahuta) fueron robados por Khan, mientras que en realidad Urenco los entregó en secreto con la aprobación de Estados Unidos.
Desde la llegada de los soviéticos a Kabul, Estados Unidos delegó en China la transferencia de los planos de armas nucleares a Pakistán para proteger el país. Pero en 1983, el Washington Post denunció la negociación, y en 1985 lo hizo el senador Alan Cranston. Así pues, es probable que Pakistán, desde esa fecha, posea una bomba nuclear, pero no su propia bomba.
Con el fin de legitimar sus propios «proyectos» nucleares, Israel denunciaba el peligro pakistaní, alternándolo con los de Iraq y Libia, mientras que ambos países tejían, por aliados interpuestos (EEUU y Arabia Saudí), interesantes relaciones secretas. Entonces se instrumentalizó la noción de «bomba islámica», hecho que molestó a Pakistán porque la expresión mezcla dos conceptos, uno religioso y otro político estratégico, con una connotación peyorativa: Pakistán no sería un Estado de derecho, sino un nido de terroristas. Es entonces cuando apareció la idea de que los activistas podrían robar o simplemente utilizar esas bombas. Abdul Sattar, ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, recordó que en los años 70 Zulfikar Ali Bhutto señalaba que las bombas atómicas occidentales no eran «bombas cristianas» ni las israelíes «bombas judías».
A continuación, Pakistán adquirió la capacidad de enriquecer el uranio por ultracentrifugación en Dera Ghaza Khan. Arabia Saudí y Libia participaron en la financiación de esa etapa: Trípoli para su propio programa (al parecer sin el aval de EEUU), y Riad por orden de Estados Unidos. En cambio para China y Francia, los dos principales proveedores, eran divisas suplementarias. Washington presionó a París, en 1976, contra la venta de una instalación de tratamiento, sometida al control de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA). De hecho, Francia habría proporcionado la tecnología atómica bajo orden de Estados Unidos, pero tomando algunas iniciativas. En cualquier caso, Francia suspendió su contrato pero proporcionó una planta de extracción de plutonio.
Tras el golpe de Estado contra el presidente Bhutto en 1977, el general Zia ul Haq (1977-1988) recibió una ayuda de Washington más importante. Dicha ayuda pasó de 5 millones a 10, después a 35 millones y luego a 1.000 millones de dólares para esa most favored nation (nación más favorecida), una de sus «mejores aliadas fuera de la OTAN». En 1986, el país empezó a producir el UAE (Uranio Altamente Enriquecido).
A menudo se afirma que la entrega de misiles stinger a los rebeldes afganos impulsó la retirada soviética de Afganistán. Eso es exagerado. Aunque ese punto explica el estancamiento del Ejército Rojo, no justifica su retirada. Según el director adjunto de la CIA, Richard Kerr, por el hecho de que Pakistán obtuviese su primera arma nuclear en 1987, la URSS, para evitar una crisis mayor, decidió retirarse gradualmente de Afganistán. El 31 de diciembre de 1990, Pakistán compró a China un potente reactor nuclear de 300 megavatios del que algunos elementos procedían de Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania e Italia. Se habló de la compra de otros tres reactores y 5.000 imanes especiales.
En 1988, el presidente Ghulam Ishaq Khan y la Primera Ministra Benazir Bhutto tomaron las riendas de un país que se había vuelto inútil en una Guerra Fría que agonizaba. En el tumulto, en 1990, la subvención estadounidense de 574 millones de dólares anuales se interrumpió.
Pero el temor de que el arsenal pakistaní pasara de la defensa a la ofensiva y la filtración de tecnología hacia China y los «Estados canallas», pronto suscitaron la inquietud de Washington. El 6 de enero, el senador republicano Larry Pressler anunció que Pakistán poseía el arma y dio a entender que Islamabad cooperaba con Teherán a la vista de las estancias de Khan en ese país. De repente, George H. Bush denunció la «bomba islámica» que hasta entonces había evitado. Acusada de corrupción, Benazir Bhutto fue derrocada en beneficio de Nawaz Sharif, más próximo a los militares. El centro de investigación de Karachi se modernizó y el de Kahuta ya tenía capacidad para producir uranio enriquecido. La CIA denunció, pero dejaba hacer, encargando a varios servicios de investigación occidentales, entre ellos el BVD holandés (¡una prueba de la pista Almelo!), para que vigilaran que el programa no se volviera incontrolable y demasiado ambicioso.
En 1993, Washington favoreció el regreso de Benazir Bhutto al poder después de que ella aceptase apoyar a las fuerzas pastunes (talibanes) en Afganistán contra las fuerzas tadjiks (las del comandante Massud). Sin embargo, Bill Clinton presionó al presidente Faruq Leghari para que firmase el TNP, pero este último se negó.
En 1996, Benazir Bhutto fue destituida nuevamente por corrupción y sustituida por su eterno rival Nawaz Sharif. Parecía que éste había aceptado que Pakistán no produjese más materiales de uso nuclear.
1998: Los ensayos oficiales de una potencia presuntamente no nuclear
El doctor Samar Mobarik Mand, jefe del programa nuclear, efectuó sus primeros ensayos nucleares el 28 y 29 de mayo de 1998, como respuesta a los ensayos indios. Esas pruebas, cinco, eran de 30 a 40 kilotones, la del 30 de mayo de 15 a 18 kilotones. Las cargas eran escasas pero Mand pretendía que el país pudiera efectuar pruebas termonucleares. El Primer Ministro pakistaní triunfó: «Hemos igualado a la India (…). Pakistán se ha visto obligado a ejercer su opción nuclear debido a la militarización del programa nuclear indio» (…). Khan explicaba: «Las bombas testadas el 28 de mayo eran de fisión mejorada, es decir, las cargas utilizan el uranio 235, como en los ensayos indios. Una de las explosiones era una poderosa bomba de unos 30 ó 35 kilotones. Las otras cuatro cargas pakistaníes eran tácticas, de baja potencia».
Para los occidentales, el problema no eran los ensayos indios, sino los pakistaníes. Aunque después del golpe de Estado del general Musharraf en 1999, Pakistán era un régimen militar autoritario próximo a los islamistas radicales, en esa época la India estaba dirigida por los hindúes radicales del BJP
¿Cuál es la razón de esa parcialidad? En realidad, Islamabad buscaba arrebatar el liderazgo «islámico» disimulando sus relaciones occidentales, incluido Israel, sobre el que fabulaba pero no amenazaba. Así, el 27 de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores Shamshad Ahmed informó a Estados Unidos de que los ensayos se debían al temor de un ataque aéreo nuclear… indio-israelí, procedente de la India, del tipo del bombardeo del reactor Osirak por Israel. El embajador de Pakistán en Egipto, Tayyab Siddiqui, señaló que Israel apoyaba claramente a la India a mejorar su disuasión nuclear.
El 1 de junio, el asesor mediático de Benjamín Netanyahu, Shay Bazaq repitió que Tel Aviv no tenía intención de atacar a Pakistán. Por su parte, el embajador indio en El Cairo afirmó falsamente que no existía cooperación militar entre la India e Israel.
Las preocupaciones israelíes sobre esta proliferación se relativizaron el 5 de junio por la declaración de un oficial pakistaní: «Pakistán ha llevado a cabo las pruebas nucleares únicamente para su defensa y no con la intención de transferir su tecnología a otros». Pakistán quiso incluir en el protocolo de negociación no sólo la prohibición de la futura producción de materias fisibles, sino además la instauración de un control internacional sobre las existencias, decisiones que afectaban en primer lugar a la India e Israel. Pero los Estados dotados del arma nuclear (EDAN) rechazaron la iniciativa.
Washington aseguró que esos rumores sólo eran pretextos que disimulaban las intenciones hostiles hacia Nueva Delhi, que se iba convirtiendo poco a poco en un aliado de Occidente a medida que éste rebajaba la colaboración con Pakistán.
Oficialmente, Israel no es aliado de Pakistán. Pero, sorprendentemente, Tel Aviv raramente ha denunciado al único país musulmán realmente nuclear, pertrechado de misiles competentes, salvo para justificar su propio programa en la materia. Pakistán casi nunca ha amenazado a Israel, pero le ha atacado en la OIEA. Sin embargo, sus madrasha (escuelas religiosas) nutren los circuitos «terroristas» y el doctor Khan colabora con los programas iraní y libio. El embajador israelí en Estados Unidos recibió la confirmación de que Islamabad no tenía intención de compartir su poder con Irán «u otros adversarios de Oriente Próximo». Sin embargo, Pakistán exportaba al menos su conocimiento balístico, acelerado por la visita del ministro de Asuntos Exteriores iraní, Kamal Harrazi en mayo de 1998.
También Simon Peres consideraba que, al contrario, esa situación retrasa las negociaciones sobre la desnuclearización de Oriente Próximo (Middle East Nuclear Free Zone – MENFZ) ya que Pakistán es una clara amenaza para Israel: «Me sentiría más seguro si se destruyeran todas las armas nucleares, es la forma más segura para todo el mundo».
Pero sabemos que su diplomacia es de geometría variable. Sin embargo Pakistán, al contrario que Irán, Libia, Corea del Norte e Iraq, nunca ha amenazado a nadie con sus armas de destrucción masiva, excepto a la India, y no posee, salvo que se demuestro lo contrario, vectores capaces de llegar a Israel.
Pakistán y la India anunciaron finalmente su decisión de no divulgar su tecnología nuclear, ¡con la condición de que no los reconocieran como poseedores de la bomba! Esto se hizo cuando los cinco Estados dotados del arma nuclear (EDAN) declararon que «a pesar de sus ensayos nucleares, la India y Pakistán no tienen el estatuto de Estados dotados de armas nucleares», es decir, ironizaba Lorentz «¡Estados que poseen la bomba atómica pero no son potencias nucleares!».
Así, el Senado francés hizo un análisis de medias tintas: «En realidad, los ensayos nucleares indios y pakistaníes de 1988 hicieron oficial la ascensión de ambos países, que no forman parte del TNP, al rango de potencias nucleares (…) El hecho de que la India y Pakistán estén actualmente prácticamente reconocidas como potencias nucleares de hecho, refuerza la expresión de ese sentimiento de desigualdad».
La hipocresía, o al contrario, la honestidad occidental (si la teoría de los ensayos practicados por otros es la buena), se hizo efectiva cuando los miembros permanentes se pusieron de acuerdo en Ginebra: «A pesar de sus recientes ensayos nucleares, la India y Pakistán no tienen el estatuto de EDAN, según el TNP». En cualquier caso, en principio los ensayos indios y pakistaníes pagaron sanciones formales que se levantaron un año después ante la indiferencia general.
En 1999 y 2000, el general Pervez Musharraf tomó el poder convirtiéndose sucesivamente en Primer Ministro, presidente y jefe de los ejércitos, con el apoyo de Estados Unidos, con el fin de estabilizar el país contra el islamismo.
Para obligar a Libia a abandonar sus armas de destrucción masiva y dar la apariencia de la que comunidad internacional lucha contra la proliferación denominada clandestina, se arrestó a Khan en 2001. Estaba acusado vender secretos a Libia, Irán y Corea del Norte; después le liberaron… ¡A cambio de que se excusase públicamente! Estados Unidos presionó para que la investigación se terminase enseguida. El doctor, sólo condenado a confinamiento, precisó las condiciones en las cuales pudo adquirir en el extranjero ciertas tecnologías nucleares esenciales y llevar a cabo con éxito sus investigaciones, por un coste reducido de 20 a 30 millones de dólares anuales. Realmente Khan es la cabeza de la red de proliferación, pero únicamente la «cabeza visible» que enmascara la implicación de otros países. La implicación de las firmas BSA Tahim, Gulf Techinical Industries, SMB computer, SCOMI Precision Engenering, y de los intermediarios como John Meyer, es conocida. Por otra parte, el Senado francés lo explica ocultando la ayuda francesa:
«Eso no significa que el gobierno malasio tenga una responsabilidad en esta situación. Los Emiratos Árabes Unidos son una zona de paso importante y los países europeos están implicados en esas redes. En Alemania, Austria o España, se encuentran empresas que han contribuido a esa red pakistaní convertida en mundial, con corresponsales por todas partes, a veces empresas de buena fe que han entregado, con certificados de utilización final en regla, los componentes que se han desviado después hacia terceros países».
La OIEA subraya que la cadena de aprovisionamiento usa falsos certificados de utilización de forma que en algunos casos, el suministrador de origen puede ignorar el auténtico uso final de los equipamientos y materiales. ¿Es una forma de ocultar a los medios los bajos fondos reales de la proliferación?
El reactor de Kushab, que se puso en marcha en marzo de 2000, podría producir suficiente plutonio para fabricar 4 ó 5 armas nucleares al año, con una capacidad de 1.000 megavatios térmicos (MWth).
A finales de 2001, Condoleezza Rice saludó a ese país como «nuestro importante aliado en la guerra contra el terrorismo». Y «curiosamente», a partir de esa fecha, la «bomba islámica» ya no es objeto de discordia. Pero con la intensificación de la lucha en Afganistán y la mala voluntad de Islamabad, el asunto se vuelve a recordar… A partir de imágenes de satélite del 19 de mayo de 2009, el ISI señaló que Pakistán había aumentado las capacidades de dos sitios estratégicos, entre ellos el de Dera Ghazi Khan, así como el número de las cabezas nucleares.

Una potencia vectorial con fuerte dependencia extranjera
Pakistán se fijó como un reto producir sus propios misiles, a pesar de sus modestas capacidades industriales; Estados Unidos en principio se negó a suministrar los cazabombarderos F16 y los misiles de largo alcance y alta tecnología para evitar la proliferación y una escalada. Pero en febrero de 2003, Estados Unidos aceptó la venta de los F16. Mientra tanto, la francesa Dassault, por cuenta de Washington, vendió los Mirage III de potencial atómico. Francia (DCNS) y Alemania (HDW) se disputaban el mercado para la venta de submarinos. Francia ya había vendido los Agosta 90B, que contenían los derivados de M-11 (Tarmuk) y de Tomawack (Babur).
La National Developement Complex de Mund y la PAEC estudiaban los misiles a carburante sólido mientras que los propulsados por carburantes líquidos incumbían a la KRL.
Sobre todo eran los sistemas de orientación, navegación, control de impulso y escudos térmicos los que planteaban problemas. Es porque, en realidad desde los años 70, Islamabad alberga balísticas chinas y norcoreanas. En enero de 1989, tuvo lugar una serie de ensayos de Hatf 1 y 2, con capacidades bastante modestas, que en los años 80 se destinaban a golpear objetivos soviéticos en Afganistán y después en la India. Los científicos trataban de aumentar los alcances, pero China y Estados Unidos no podían, por razones diplomáticas, vender misiles de largo alcance. A partir de 1991, se entregó a Pakistán una cantidad indeterminada de M-9 y M-11 los cuales, una vez modificados, dan lugar a dispositivos que alcanzan 700 kilómetros. Sin embargo hubo que esperar hasta el 15 de abril de 1999 para que tuviera lugar el primer ensayo del Sahaheen-1. En 1999, China vendió al menos 30 misiles M-11 en piezas sueltas, de un alcance de 300 kilómetros. Parece que se montaron en serie desde 1997, para una cabeza atómica de 500 kg., que se probó por primera vez en 1998.
Sin embargo, China cedió a las presiones occidentales, en particular estadounidenses e israelíes, preocupadas por tales ejercicios. Islamabad se volvió hacia Corea del Norte, que subcontrató el negocio por cuenta de China con el fin de evitarle problemas diplomáticos. La transferencia está relacionada con la tecnología No-dong y Taepo-dong, de mayor alcance, pero de precisión nula.
El 6 de abril de 1998 tuvo lugar el primer ensayo exitoso del Ghauri-1, con un alcance de 1.100 kilómetros. Se proclamó falsamente como nacional, mientras que plagiaba el No-Dong-1. Le siguió el Ghauri-2 (Hatf-6) testado con éxito el 14 de abril, tres días después del ensayo del Agni-2 indio. Aunque la capacidad de carga no había evolucionado, en cambio el alcance máximo se elevaba a 2.500 kilómetros, lo que permitiría amenazar a más del 50% del territorio de la India. Un Sahaheen se probó con éxito el 15 de abril de 1999.
En 25 de junio de 1999, las autoridades indias arrestaron a un cargo norcoreano que hacía la ruta hacia Pakistán transportando los planos y manuales de instrucciones, así como elementos de misiles. En mayo, Anwarul Haq, responsable de los Ghauri en Kahuta, prometió una tercera versión con un alcance de 3.000 kilómetros.
En 2003, Estados Unidos impuso sanciones a una compañía norcoreana (Changgwang Sinyong Corp) que exportaba misiles a Pakistán e Irán. Los misiles de largo alcance con propulsor líquido (laboratorios Khan) y con propulsor sólido (laboratorios Samar Mubarak Mand), desembocaron en el misil de alcance medio (2.400 kilómetros) Shaheen-2, desvelado en marzo de 2000. Para defender a un país transformado en aliado, el Pentágono aseguró, en enero de 2001, que sólo se trataba de un prototipo, como el Ghaznavi, de un alcance de 2.000 kilómetros.
Comenzó el estudio de un misil de un alcance similar lanzado por un submarino. En marzo de 2006, Pakistán efectuó, con éxito, un segundo disparo de prueba de un misil de crucero de tipo Hatf-7 Babur, capaz de transportar una carga nuclear a 500 kilómetros. El presidente Pervez Musharraf estalló en un discurso ditirámbico que ocultaba las ayudas externas. «La nación se enorgullece de sus investigadores y de sus ingenieros, que han demostrado una vez más su capacidad para dominar tecnologías excepcionales con facilidad y profesionalidad (…). El programa estratégico, que simboliza la determinación del país de garantizar su seguridad, proseguirá, se hará más poderoso y su piedra angular será la constitución de un umbral mínimo de disuasión creíble». El ministerio de Asuntos Exteriores pakistaníes no informó a Nueva Delhi «porque nuestro acuerdo va únicamente sobre los ensayos de misiles balísticos. Hemos propuesto a la India incluir los misiles de crucero, pero lo ha rechazado».
El 19 de abril de 2008, el país disparó los Shaheen-2, aunque hasta ahora no existe ninguna prueba de un eventual apoyo de Pekín.

Pervez Musharraf
Una potencia que no es propietaria de su disuasion

¿Un arsenal bajo llave y bajo vigilancia?
Si China y Estados Unidos han permitido a ese país pobre obtener la bomba, se plantea una cuestión legítima: ¿Pakistán es propietario de su bomba o está bajo llave estadounidense o china?
En primer lugar, ¿las bombas de 1998 eran de los mini-nukes chinos? Islamabad prueba, quizás, las bombas iraníes o chinas, Pekín (aliado de Irán) cumple una moratoria desde agosto de 1996. La periodista Dominique Lorentz desarrolla esta teoría en su obra, prologada por Jacques Attali y Alexandre Adler, en la que considera que los ensayos se realizaron por cuenta de Irán o China: «Ellos necesitan llevar a cabo una última campaña de disparos antes de evaluar únicamente los simulacros».
Durante la guerra del Kargil, de mayo a julio de 1999, Islamabad fantaseaba con emplear el arma nuclear tras la contraofensiva india en Cachemira, según una conversación entre Bill Clinton y Nawaz Sharif, en julio. El proyecto fue destacado por la prensa. Pero más bien se trataba de presionar para que Washington interviniera. Sin embargo, Attali nos enseña que, curiosamente, «esos dos países han establecido un acuerdo mutuo de no agresión de sus instalaciones nucleares». Ya que Estados Unidos y China llaman a la contención, eso indicaría que la bomba no es pakistaní.
La idea de una bomba estrictamente nacional choca con la opinión de los especialistas de investigación que tienen, por definición, un poco más de credibilidad que los expertos, para pasar del análisis a la fuente. El dispositivo estaría claramente bajo vigilancia estadounidense.
Así, según Éric Denece, especialista reconocido, si se temiera una confiscación por parte de los terroristas o un chantaje de un Estado incontrolable, la Junta Especial de Operaciones Comando estadounidense y el Sayeret Matkal israelí, estarían preparados para evacuar las bombas nucleares pakistaníes en caso de necesitad.
El periodista Rashid Zujbair también considera que: «Los estadounidenses quieren desestabilizar el país. Pakistán debe considerarse un Estado fallido, con el fin de poder requisar de nuevo su arsenal nuclear. El ejército estadounidense ya dispone de una unidad especial para esta tarea (…) En cuanto a las bombas atómicas, no son petardos de feria que se puedan llevar en el bolsillo (…) 80 ojivas nucleares necesitan 70.000 personas, entre ellas algunos miles de científicos».
Hasta el año 2000 no se creó una autoridad nacional de mando para gestionar el arsenal. Por otra parte, a finales de 2001, Estados Unidos financió por importe de 100 millones de dólares el sistema de seguridad de las instalaciones e incluso propuso hacerse cargo de los propios códigos de disparos. En realidad, las bombas ni siquiera estarían montadas, los elementos están dispersos precisamente para evitar un empleo accidental y abusivo.
Incluso en caso de robo, habría que pasar además el sistema de permiso «Action Link». Por regla general, sólo tres personas por Estado nuclear poseen las claves y el código, como es el caso, por ejemplo de Israel. Incluso existen «códigos informáticos programados para destruir los componentes estratégicos del arma en caso de intrusión no autorizada».
Por su parte, el resumen de las agencias de investigación presentado al Senado de Estados Unidos en febrero de 2008, menciona que:
«Aunque Nueva Delhi e Islamabad tienen en servicio una grande y madura estrategia nuclear, no parece que estén comprometidas en una carrera armamentista de tipo numérico como durante la Guerra Fría. Consideramos que la incertidumbre política que existe en Pakistán no amenaza seriamente el control militar de las capacidades nucleares, aunque la vulnerabilidad existe. El ejército pakistaní supervisa el programa nuclear y consideramos que sus responsabilidades, incluida la seguridad física del arsenal atómico, no se han resentido por la crisis».
Así, si las palabras tienen un sentido, el término «supervisar» significa que el ejército pakistaní vigila una disuasión de la cual no es propietaria. Todo lleva a pensar que la «bomba islámica» sólo es un nombre.
Esta tesis está confirmada por numerosas declaraciones oficiales, tanto estadounidenses como pakistaníes, e incluso indias.
Así, el Primer Ministro de Pakistán, Raza Gilani confirmó que: «la defensa de Pakistán está en buenas manos. Y nuestro programa de armas nucleares está seguro». El almirante Mike Mullen, jefe de la junta de jefes de estado mayor de Estados Unidos, también declaró que «el arsenal nuclear de Pakistán está seguro», aunque los talibanes están en el distrito de Buner, donde está ubicada una planta de enriquecimiento. Por otra parte, este aspecto es muy plausible según otro especialista (un experto del Mossad muy conocido, aunque controvertido), que señala que «en efecto, Benazir Bhutto confesó que ¡Ni siquiera ella estaba autorizada a entrar en los laboratorios de su propio país!».
Tel Aviv afirma que la posición de los centros pakistaníes ya está integrada en sus programas informáticos, ¡entregada por el propio Pakistán a la CIA! En junio de 2009, Mustafá Abu Al-Yazid, un «responsable de Al Qaeda en Afganistán», tuvo este lapsus en Al-Jazeera: «Con la ayuda de dios, las armas atómicas no caerán en manos de los estadounidenses y los muyahidines, se tomarán para utilizarlas contra los estadounidenses».
Parece que el país no ha repetido los ensayos de 1998, lo que confirma esta tesis.

Un programa conocido y encuadrado
En segundo lugar, ya lo dijimos, la red Khan no puede ser totalmente secreta, debido a sus ramificaciones occidentales y asiáticas (China, Malasia, Dubai, Tailandia, Irán Libia, Corea del Norte, EEUU, Países Bajos, Alemania, Francia, España, Austria, Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica).
En 2009, los principales proveedores de armas de Pakistán estuvieron en Suiza, Dinamarca, Alemania, EEUU, Francia y Arabia Saudí. Como reconoció el Senado francés: «Es muy probable que al menos una parte de sus actividades (de Khan) no sea conocida por las autoridades estatales» de los países proliferantes.
El especialista Bruno Tertrais mantiene esta teoría:
«No se puede decir que Khan actúe solo, pero tampoco se puede decir que en los más altos niveles del Estado hayan estado siempre al corriente de los movimientos de este hombre. Ciertamente se ha beneficiado de complicidades gubernamentales (sobre todo militares), pero eso no quiere decir que el Estado pakistaní, como tal, sea directamente responsable de ese tráfico (…). En términos de riesgos de utilización del arma nuclear, Pakistán es el más peligroso (…) Sin duda Pakistán será inducido a “lanzar el primero” el arma nuclear».
Así, resulta difícil de creer, como indica el New York Times, que «La administración del presidente Obama se pregunta sobre la capacidad de los militantes para conseguir un arma durante un transporte o de infiltrar a los simpatizantes en los laboratorios o instalaciones de enriquecimiento de combustible nuclear. Washington no sabe exactamente dónde están situados todos los centros nucleares pakistaníes y la preocupación ha crecido durante las dos últimas semanas tras la entrada de los combatientes talibanes en Burner».
Sin embargo, si la CIA puede elaborar informes muy precisos sobre los arsenales iraníes y norcoreanos (Estados aislados y opacos), ¿por qué no puede tenerlos sobre el arsenal de su aliado pakistaní? Existen satélites apropiados para vigilar los sitios nucleares de todo el mundo. En 1955, el tratado «Open Sky», entre Estados Unidos y sus socios, autorizaba el sobrevuelo de los territorios respectivos a cambio de la venta de tecnologías sensibles.
Por otra parte, unas semanas después, el mismo periódico informaba finalmente de que el Congreso estadounidense temía que la ayuda anual no financia un programa que «crece rápidamente», de 80 a 100 cabezas. El Congreso está tan preocupado… que vota la ayuda de 3.000 millones anuales, a pesar de la aseveración del jefe de la junta de jefes de estado mayor, el almirante Mike Mullen, de que los fondos tendrían muchas posibilidades de financiar la disuasión del país.
En sus informes, en todo caso, la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), aparece perfectamente informada. En el año 2000, el arsenal no parece plantear problemas. El organismo estipula que el programa nuclear pakistaní garantiza un 1,7% de sus necesidades de electricidad.
En 2001, la OIEA incluso firma con Pakistán «contratos de investigación y desarrollo y programas de ensayo». En un anexo de su informa anual, la OIEA clasifica los acuerdos que enmarcan los programas nucleares de cada Estado, entre ellos el de Pakistán, bajo el título: «Situación relativa a los acuerdos de garantías y de protocolos adicionales». Se puede leer y dice así:
Fecha
Nº de acuerdos
Vigentes el 5 de marzo de 1962
34
Vigentes el 17 de junio de 1968
116
Vigentes el 17 de octubre de 1969
135
Vigentes el 18 de marzo de 1976
239
Vigentes el 2 de marzo de 1977
248
Vigentes el 10 de septiembre de 1991
393
Vigentes el 24 de febrero de 1993
418
En el informe 2005, todavía se lee: «A la vista de sus resultados, Pakistán ha adoptado un programa de desarrollo a largo plazo previendo la construcción de centrales nucleares de 8.800 MW (T) durante los próximos 25 años».
Los reactores se mencionan claramente en un documento anexo denominado Cuadro A5. Instalaciones bajo garantía de la OIEA o que contienen materiales bajo garantía, a 31 de diciembre de 2005: «KANUPP (tramo 1), Karachi y Chasnupp-1 (tramo 1), Kundian. Reactores de investigación y montajes críticos: PARR-1 [1], Rawalpindi, PARR-2 [1] Rawalpindi. Instalaciones de almacenaje independientes: Depósito de Hawks Bay Karachi».
Ciertamente, no todas las instalaciones están sometidas a la OIEA (como en la India e Israel). Pero es curioso que la OIEA, cuyo presupuesto es inferior al 1% del conjunto de la inteligencia estadounidense, sea la mejor informada…

Conclusión
Desde los atentados del 11-S, Pakistán y Estados Unidos, con relaciones tibias desde el fin de la Guerra Fría, se reconciliaron. Su deuda de 1.700 millones se aplazó sine die. Washington concedió una ayuda de 3.000 millones de dólares para 2004-2009 en el marco de la lucha contra el terrorismo.
La ayuda total al ejército pakistaní ascenderá a 7.000 millones de dólares entre 2008 y 2012.
En 2008, de los 21.000 millones de ayudas internacionales a Kabul, un tercio se esfumó entre los donantes y los receptores, de los cuales algunos son pakistaníes. En Afganistán, 242.000 armas se han «perdido» por la coalición, el ejército y la policía afgana, pero sobre todo por el ejército estadounidense, según el Governement Accontability Office (GAO).
En este momento, la guerra cuesta 100 millones de dólares diarios. Esta cifra se explica por las deserciones en el ejército y la policía afganas, cuyos soldados se pasan con armas y equipos al enemigo, e informan sobre las tácticas aliadas. Hay que decir que gracias a los tráficos de todo tipo, los rebeldes pagan mucho mejor que los aliados.
Suponemos que en el desarrollo de las ayudas, Islamabad ha prometido un vasallaje atómico. Está prevista la creación de un gasoducto que unirá Uzbekistán con el océano Índico a través del puerto de Gwadar. La visita de Georges W. Bush el 22 de septiembre de 2006 dio continuidad a la asociación contra el terrorismo, renovada bajo Obama con un efecto inmediato: la contraofensiva pakistaní.
Los talibanes, originariamente entrenados y armados por el ISI, acaban de obtener concesiones legislativas en las zonas tribales y lo único que quieren es una autonomía local y en absoluto la bomba. Eso corrobora la opinión de la investigadora asociada al CERI-Sciences Po, Mariam Abu Zahab. Cuando le preguntaron «En caso de que ganen en Pakistán, ¿cuál es el programa de los talibanes?», ella respondió «La cuestión ni siquiera se plantea, porque los talibanes pakistaníes son un movimiento periférico, al margen de la sociedad y el Estado».

A principios de 2009, Islamabad llegó a un acuerdo con los talibanes de la región de Swat, restituyó al antiguo reinado su autonomía legislativa y se comprometió a no llevar a cabo acciones militares. Pakistán elaboró un doble juego. Oficiosamente, la «bomba islámica» disuadirá a Rusia y China (actualmente, el país se disputa entre Washington y Pekín) en un futuro conflicto. Pero la India, convertida en aliada de Washington e Israel, podría cumplir ese papel. Entonces, China podría ampliar el acercamiento nuclear con Pakistán. En la actualidad, Islamabad hace que crezcan las apuestas entre China y EEUU…
El programa disuasorio pakistaní, deseado por Occidente y China, parece que está controlado y no puede ser utilizado por los terroristas, porque necesitarían saber dónde se encuentran las armas y conocer los códigos y sus funcionamientos. Incluso la posibilidad de una «bomba sucia» exige un mínimo de conocimientos, infraestructura y equipamiento que los talibanes no poseen.
Por otra parte, ¿quién se opone al programa nuclear pakistaní como se hace con Irán y Corea del Norte? Esto demuestra que Pakistán no es en absoluto la amenaza nuclear islamista que Bernard Henri-Lévy quiere hacernos creer en su obra Qui a tué Daniel Pearl. No existe realmente ese peligro, ya que Estados Unidos viola con frecuencia la frontera pakistaní de Afganistán para golpear a los talibanes, sin miedo a represalias atómicas. ¿Qué pasaría si lo hiciera la India (salvo en Cachemira)? Tanto es así, que algunos think tank ya no creen oportuno hablar de la amenaza de la "bomba islámica", ni considerar que el país es una potencia nuclear independiente, como ocurre con la disuasión británica, que depende de la voluntad estadounidense.

Nicolas Ténèze
Doctorado en Historia por el Instituto de Estudios Políticos de Toulouse en abril de 2009. Su tesis, financiada en parte por el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IHEDN) trata de la disuasión, convencional y no convencional, israelí."


Traducido por Caty R.

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Consternación mercenaria


28 de julio de 2009

Manuel E. Yepe
(especial para ARGENPRESS.info)

Consternación entre los disidentes cubanos asalariados de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana debe haber causado la noticia de que esa representación había negado el visado a un muy destacado contrarrevolucionario, con un amplio expediente de acciones contra su país que el mercenario suponía que lo hacía merecedor de todos los honores del imperio.

Según información difundida por la BBC Mundo, de Londres, a partir de un despacho fechado el 27 de julio por su corresponsal en La Habana Fernando Ravsberg, “la representación diplomática no respondió a las consultas hechas por la BBC respecto a la aplicación de esta política en el caso de Cuba, donde normalmente los activistas políticos violentos siempre habían recibido visado estadounidense, incluso en casos de asesinato”.El propio “activista anticastrista”, nombrado Tomás Ramos y conocido en los medios contrarrevolucionarios por “Dumbo”, informó al periodista que la Sección de Intereses de Estados Unidos le negó la visa aduciendo que realizó actividades violentas contra el gobierno cubano.Ramos le relató que comenzó sus “loables” actividades desde la década de los años 60 en que vivió en la Florida, cuando era enviado por grupos anticastristas de Miami a introducirse en Cuba clandestinamente para realizar acciones terroristas tales como la destrucción de torres de comunicación y organizar alzamientos armados. Fue capturado varias veces y por ello fue condenado a largas penas de prisión. El pasado año salió de la cárcel después de cumplir 18 años de encierro e inmediatamente inició los trámites para regresar a EE.UU., donde su madre se encuentra viviendo en un asilo.Tomás Ramos dijo a la BBC que se siente traicionado porque "el gobierno de EE.UU. siempre supo de las actividades que desarrollábamos, porque entrenábamos en los Everglades (en la Florida), nos movíamos con armas por Miami y hasta hice un curso de explosivos". Precisó que su última entrada clandestina en Cuba en 1989 fue organizada por el denominado Partido Unidad Nacional Democrática (PUND), con sede en Miami. El objetivo del comando era derribar las antenas de comunicaciones de hoteles habaneros, pero aseguró que él, además, traía la misión de contactar con altos oficiales del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas para organizar un golpe de Estado.La tarea, según relató al corresponsal de BBC, le había sido encargada por el Coronel de la CIA Frank Sturgis, el oficial que lo había reclutado y con quien "tenía una vieja relación en Miami ya que él me entregaba US$500 mensualmente”.“Cuando iba a salir para Cuba me dio una cápsula plástica con los nombres de los oficiales cubanos que debía contactar para organizar el golpe".Tomás Ramos se quejó ante el periodista por el hecho de que se le negara la visa aduciendo su pasado violento, cuando esa no era la política que se aplicaba a los cubanos. “De hecho por las calles de Miami se pasean libremente muchos de estos militantes, el más destacado de los cuales es Luis Posada Carriles, autor confeso de muchos atentados, entre ellos el derribo de un avión civil con decenas de pasajeros”.El corresponsal de BBC Mundo afirma que Ramos no entiende "como es que se me niega a mí y no a toda esa gente, entonces ellos tampoco podrían estar en los Estados Unidos. También a esos luchadores por la libertad -que se merecen todos mis respetos- se les está llamando terroristas"."No entiendo cómo me pueden negar la visa cuando el gobierno de EE.UU. fue el promotor de todas las organizaciones violentas en las que estuve. Nuestras acciones eran bien conocidas por el gobierno. Todas las organizaciones a las que yo pertenecí eran legales allí", dijo el sicario al periodista.“Esta nueva política afecta a muchos hombres que lucharon por la libertad, mandados por ellos mismos (por Washington) y que hoy están en prisión. ¿Cómo se le puede negar el derecho de asilo a una persona que luchó por ellos? Cumplí misiones para varias organizaciones y para la CIA y hoy me niegan la entrada a EE.UU. Yo me siento herido, me siento frustrado y me siento engañado. No entienden que nosotros trabajábamos con el gobierno”, declaró iracundo el esbirro.Cabría elogiar el cambio de actitud por parte de las autoridades migratorias estadounidense al negar el visado a un tan connotado terrorista -aunque lo fuera en cumplimiento de tareas que le eran encargadas por Washington-, si no fuera porque el golpe de estado en Honduras de estos días indica que el gobierno de los Estados Unidos mantiene en vigor métodos tan repugnantes como aquellos que ahora condena hipócritamente en “Dumbo”.

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"Las bases militares de EEUU en Colombia son un foco bélico en potencia"


Entrevista al cineasta y activista político argentino Fernando Pino Solanas

29-07-2009
Telesur

El activista político argentino, Fernando Pino Solanas, sostuvo que el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos (EE.UU.) para la instalación de cinco bases militares en territorio colombiano son "un foco bélico en potencia" que tiene como objetivo potenciar la prensencia militar del país norteamericano en Suramerica.

Durante una entrevista exclusiva que concedió a teleSUR, Pino Solanas analizó también la situación que se vive en Honduras, tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio, al respecto enfatizó que el presidente constitucional de la nación centroamericana, Manuel Zelaya, debe retornar al poder y culminar su mandato.

A continuación el texto completo de la entrevista

1. Nos puede expresar su opinión en relacion al golpe militar que por estos días está viviendo el pueblo hondureño.

Yo creo que una vez más estamos viendo los coletazos de un mundo reaccionario, de las oligarquias terranientes que están en algunos paises de centroamerica y que se oponen al cambio, pero esto tampoco se pudo haber hecho sin un respaldo de los Estados Unidos, la verdad. El mismo día del golpe yo vi una entrevista por otro canal internacional donde la vicepresidenta del parlamento hondureño manifestaba que se había pasado un mes en la embajada norteamericana discuetiendo el caso. No es una cosa que tome desprevenido a la dirigencia de las américas.

Por supuesto el golpe es absolutamente repudiable, es inadmisible que nosotros podamos volver a las prácticas del pasado que atenta contra la estabilidad democrática de los paises.

La realidad de la América Latina democrática unida no puede construirse, primero sin el respeto a la democracia, la no injerencia en los asuntos internos y después con una suerte de solidaridad entre todos.

Saludo la ruptura de relaciones con los golpistas, la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) que sin embargo demuestra la ineficiencia de este organismo, porque dijo que no a esta situación y aún continúa. De pronto ponen un mediador para que coloque al mismo nivel a los golpista con el presidente consitucional, todo eso me parece un disparate, pero bueno si eso va llevar a alguna solución bienvenida sea, pero el caso es que no hubo solución.

2. ¿Usted cree que fue un fracaso la mediación del presidente Oscar Arias?

Por supuesto que fue un fracaso, si vuelve Zelaya volverá para defender sus derechos legítimos y constitucionales, por supuesto seguramente traerá una reacción y no estará ajeno a un enfrenetamiento violento, esa es la historia a escribirse, pero es interesante porque en el caso hondureño se juega cuál es el destino de los pueblos latinoamericanos. ¿Vamos a soportar o tolerar que las oligarquías o cooporaciones reaccionarias unidas con las cúpulas armadas repitan la historia de décadas atrás?, en fin me resulta interesante.

También me resulta interesante la desaparación de Brasil de este escenario, lo cual demuestra el entendimiento Brasil -norteamericano, en donde los asuntos centreomericanos quedan en el area norteamericana y los de suramerica en el área de la diplomacia brasilera, así parecería estarse dibujando, sin embargo no lo puedo confirmar pero parece una división de roles, no apareció ni el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil.

3. Argentina tuvo un golpe militar en los años 70 y usted padeció el exilio ¿Cómo ve la situación de Honduras y del presidnete Manuel Zelaya, debe volver a us país?.

Estados Unidos no tiene que hacer nada ahí, es un foco bélico en potencia con el propósito de no dismunuir su presencia militar, colocar esas cinco bases en el vértice estratégico entre Venezuela y Ecuador.

Por supuesto, ningún mandatario puede aceptar una situación como esta, su deber legítimo como mandatario constitucional es hacer todo posible para que sea respuesto en su cargo y debe agotar todas las instancia para ello, y ponerse al frente de su pueblo. Es inadmisible que a un presidente se lo despierte en medio de la noche, se le secuestre y se saque de su país y se pretenda que todo siga igual. Supongo que en Honduras, habrá sectores sociales y militares capaces de encabezar una resistencia y una marcha hacia la reconsquista de ese poder. Todo mandatario y líder de un país debe, si es necesario, dar la vida por él.

4. ¿Cuál es su opinión sobre el acuerdo entre colombia y EE.UU. para colocar cinco bases militares en el país del presidente Uribe?.

Sigue siendo la política de la intromisión y presencia norteamericana en suramerica, absolutamente repudiable, Estados Unidos no tiene que hacer nada ahí, es un foco bélico en potencia con el propósito de no disminuir su presencia militar. Colocar esas cinco bases en el vértice estratégico entre Venezuela y Ecuador, el Plan Colombia, todo eso sigue su curso.

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) debe pronunciarse y avanzar en la creación del Consejo sudamericano de Defensa en perspectiva estratégica en la construción de esta nación emergente política, y deben tener su propia fuerza de seguridad interna, se debe marchar hacia eso.

Es inamisible la presencia de bases militares extranjeras, así como es inadmisible la presencia de bases europeas inglesas en las Malvinas, esos son focos bélicos.





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Entrevista al dirigente haitiano Henry Boisrolin


“Nuestro pueblo seguirá resistiendo a las tropas de ocupación de las Naciones Unidas”
29-07-2009
Carlos Aznárez
Rebelión

En Latinoamérica hay un país que no sólo fue el primero en liberarse sino que ayudó a que otras naciones sojuzgadas por los españoles aceleraran el camino de su emancipación. Se trata del más olvidado y mancillado de los sitios de nuestro continente: Haití.
Allí precisamente se está desarrollando una importante escalada de resistencia popular no sólo contra el mal gobierno de René Preval sino también contra quienes afirman estar en suelo haitiano para colaborar con su población. Nos referimos a las tropas de las Naciones Unidas (MINUSTAH).

Más concretamente, a finales de 2008, la MINUSTAH contaba con la participación de 9.028 uniformados (7.009 soldados y 2.019 policías), apoyados por 502 funcionarios internacionales, 1.197 funcionarios nacionales y 205 voluntarios de la ONU, todos bajo la comandancia de militares brasileños.

Estas tropas mercenarias, entre las que hay argentinos, uruguayos, brasileños, chilenos, bolivianos y de otros países, operan represivamente contra la población haitiana y es por ello que desde allí surgen innumerables denuncias, que en general quedan en la total impunidad.

Uno de los casos documentados por organizaciones haitianas de derechos humanos es la masacre ocurrida el 22 de diciembre de 2006 en la comunidad de Cité Soleil, luego de una manifestación de cerca de diez mil personas que demandaban el retorno del ex presidente Jean-Bertrand Aristide al país y la salida de los efectivos militares extranjeros. Según relatos de la población local e imágenes de vídeos producidos por la organización Haiti Information Project – HIP (Proyecto de Información de Haití), las fuerzas de la ONU atacaron a la comunidad y mataron a cerca de 30 personas, incluyendo a mujeres y niños.

Esto ocurre también en un marco de silencio generalizado a nivel informativo. Haití no cuenta en las crónicas de periódicos y mucho menos en las pantallas televisivas. Sus gentes no entran en las estadísticas poblacionales. Pero a pesar de ello, el pueblo no se resigna a la dominación, y lucha.

De esta realidad y sus consecuencias en Latinoamérica conversamos con el dirigente del Comité Democrático Haitiano, Henry Boisrolin, quien recientemente ha llegado desde la capital haitiana en misión de recabar la urgente solidaridad con quienes hoy están a la cabeza de la resistencia popular, los estudiantes universitarios y secundarios que se encuentran, desde hace meses, ocupando varios de los establecimientos educacionales.



-Cuál es la situación de Haití en la actualidad?

-Haití se encuentra bajo ocupación pero la gran prensa internacional presenta este hecho como si fuera “ayuda humanitaria”. Incluso el nombre mismo de la Misión de la ONU dice que es “para la estabilización de Haití”. Hay una combinación de 40 países integrantes de esta Misión y desgraciadamente tenemos tropas latinoamericanas adentro del país. Como es sabido, la comandancia militar se encuentra bajo el liderazgo de Brasil. Esto es algo que nosotros rechazamos porque entendemos que es una violación de nuestra autodeterminación, de nuestra soberanía y dignidad como pueblo.

La resistencia proviene de distintos sectores de la población, pero últimamente son los estudiantes universitarios, a los que se suman algunos de colegios secundarios, los que han ganado las calles para exigir el retiro de las tropas y la promulgación de una ley sobre salario mínimo votada por el Parlamento. Lo que ocurre es que el gobierno de Preval no lo acepta, bajo el pretexto de que si Haití ya tiene un 70% de su población activa en el desempleo, promulgar una ley que signifique aumentar de 1,70 dólares a 4 o 5 dólares el salario mínimo por día, “va a provocar una avalancha de despidos y agravará aún más la situación de los trabajadores” Para los estudiantes, esta respuesta es una nueva falacia del gobierno, y han planteado acciones de resistencia, ocupando varias Facultades.


-¿Cómo reaccionó el gobierno de Preval?

-Reprimiendo a los estudiantes. Ha habido varios muertos y decenas de detenidos, profesores perseguidos, se lanzaron bombas de gases lacrimógenos y balas de plomo sobre los manifestantes. La Misión de las Naciones Unidas ha sido acompañar a la policía haitiana en toda esa tarea represiva. Esto es lo que queremos denunciar y a la vez pedir solidaridad para que los gobiernos latinoamericanos entiendan que esa no es la vía, que Haití no necesita de tropas militares. Lo que nosotros precisamos es el tipo de ayuda que brindan Cuba y Venezuela, ése es el modelo valedero de apoyo, de humanidad, de respeto a nuestra independencia y soberanía.


-Vamos a detenernos en este último tema. Las tropas de Naciones Unidas dicen que ellos van para cumplir tareas humanitarias. Eso es al menos lo que explican las cancillerías de los países que están complicados en esta maniobra, como Argentina, Uruguay, Brasil y otros. Incluso, algunos partidos progresistas se encargaron de explicar que “era mejor que vayan las tropas latinoamericanas a que Haití esté invadido por los EEUU”. ¿Qué opina de esos planteos?

- Antes que nada, hay que desmentir algo: no hubo ninguna autoridad legítima de mi país que pidiera tal intervención, eso es una mentira. En el año 2004, el del Bicentenario de nuestra independencia, había un presidente legítimo que era Jean-Bertrand Aristide. Había disturbios en el país, y bajo esa excusa entró un comando militar norteamericano que lo secuestraron, lo pusieron en un avión y lo mandaron al exilio, en la República Centroafricana y ahora está en Sudáfrica. Algo muy parecido a lo que han hecho ahora con el presidente Zelaya. No son casos aislados y sientan precedentes que amenazan la seguridad y la democracia en el resto de los países latinoamericanos.

Así es la historia, nadie pidió tal intervención. Ellos impusieron un gobierno de facto que organizó las elecciones y ahí ganó Preval, legitimando el golpe, igual al intento actual en Honduras.

Sí es cierto que el presidente Preval, que ganó los comicios, solicitó el mantenimiento de la Misión de la Minustah, pero originalmente no hubo ninguna autoridad haitiana que haya pedido esto.

Por otra parte, no porque Preval lo haya hecho, tiene que ser el sentir del pueblo haitiano, esa es otra falacia. Habría que ir a Haití y andar por las calles de sus barrios más populares, para comprender el rechazo mayoritario de la gente a la presencia de las tropas de ocupación.


-¿Cómo actúan esas tropas invasoras?

-El accionar de las tropas de las Naciones Unidas es algo que indigna a cualquier ser humano con un poquito de sensibilidad. En un país donde hay un 70% de su población activa que no tiene trabajo, donde tenemos una tasa de mortalidad infantil superior al 80 por mil y una tasa de analfabetismo, en el campo, que supera el 70% y en las ciudades el 50%, o donde se da una esperanza de vida que no supera los 50 años. Estamos hablando de un país con sus estructuras económicas destruidas, donde el 60% del presupuesto haitiano proviene de la ayuda internacional y de las remesas que envían los haitianos que trabajan fuera. Por todo ello, plantear que hay que ir con tanques, aviones y helicópteros para resolver eso, es totalmente falso y cruel.

¿Qué han hecho estos “salvadores”? Han violado a niñas y mujeres haitianas, han golpeado y torturado a nuestros jóvenes. No lo decimos nosotros, sino que una propia investigación de la ONU confirmó esos hechos, y lo único que se hizo fue sacar a algunos soldados y mandarlos a su casa, porque según el Convenio de la Resolución 545, que permitió la entrada de las tropas el 1º de junio del 2004, Haití no tiene derecho de juzgar a ningún militar extranjero, por más que haya cometido crímenes de lesa humanidad. Más sometimiento que eso, no puede existir. Y hay que decir que hay soldados de Sri Lanka, de Uruguay y de otros países, acusados de estos abusos.


-O sea, violaciones de derechos humanos realizados dentro de una “legalidad” impuesta, que asegura más impunidad…

-Exacto. Pero hay otro tema que quiero abordar y que a veces queda postergado porque profundizamos más en estudiar la realidad política o económica de un país. Me refiero a la dignidad humana, el valor de la relación y los sentimientos humanos, el contacto entre los pueblos. Es decir, una historia en común. Haití, después de independizarse, brindó una solidaridad efectiva a muchos pueblos latinoamericanos, ayudó a Miranda, a Bolívar, en dos oportunidades, con fusiles, con dinero y otros suministros, pero fundamentalmente con voluntarios. Centenares de haitianos murieron por la independencia de Venezuela y otros países. Por eso decimos, que recibir este trato actual es una afrenta para la historia. Nuestra gente no cometió ningún crimen, salvo pedir mayor justicia. Y sufrimos un comportamiento mercenario, porque muchos de estos invasores vienen por la paga, ganan miles de dólares sin gastar absolutamente nada. En seis o siete meses que están allí, vuelven a sus respectivos países con una buena cantidad de dinero en mano, cosa que no pueden tener en sus lugares de origen.

Entonces, aprovechando una situación de debilidad, de falta de capacidad del movimiento popular haitiano para revertir esta situación, vienen y te avasallan.

Hay que ver, por ejemplo, en Puerto Príncipe, en algunos de los barrios más acomodados, como a la noche (porque no hay prácticamente vida nocturna en Haití, no hay luz, ni los servicios que se pueden encontrar en otros países) se ve un continuo desfile de autos de las Naciones Unidas, al frente de los mejores bares y restaurantes, gastando muchos dólares, y afuera el pueblo durmiendo en las calles.


-Es realmente ofensivo e indignante…

-Esto llama a la reflexión, porque hemos escuchado a algunos gobiernos, cuando pasan los huracanes o suceden otros acontecimientos climáticos, decir que las tropas están alli precisamente para ayudarnos en los malos momentos. Pero eso no es lo determinante ni mucho menos. La ocupación de Haiti es un nuevo esquema para doblegar a la rebelión popular en un país donde las clases dominantes no tienen posibilidad alguna de ganar las elecciones de manera limpia. Entonces, hace falta imponer, por la fuerza de las armas una estrategia de dominación. Ese es el verdadero rol de los ocupantes. Y para quienes dicen que “mejor esas tropas en vez de las de EEUU”, nosotros decimos que es todo lo contrario. De la otra forma hubiéramos tenido enfrente al enemigo de manera más clara. En cambio, ver a hermanos latinoamericanos enviados por gobiernos que tendrían que tener otro tipo de comportamiento frente al drama haitiano, es durísimo. Yo estuve en barrios populares muy castigados por estas tropas, y escuché lo que dice el corazón de esa gente. La indignación con que cuentan cómo bombardean en horas de la madrugada para sacar supuestos bandidos de estos barrios. O cuando los soldados entran en tropel y patean las puertas, arrastrando fuera a los aterrorizados pobladores. Por eso no hay lugar a más mentiras: se trata de una ocupación lisa y llana de la República de Haití, y en la medida que esta situación siga, habrá más resistencia.

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