Berlusconi presionó a un miembro del AGCom, organismo que controla la pluralismo y la imparcialidad informativa, y al director del telediario de la RAI1
Antonio Massari
Il Fatto
Traducido para Rebelión por Susana Merino
Silvio Berlusconi quería “cerrar” Annozero. Un miembro de la Agcom [Agencia para las comunicaciones] después de haber hablado con el premier – solicitaba denuncias contra Michele Santoro, presentador del programa Annozero. El director del telediario de RAI1, Augusto Minzolini – hablando telefónicamente con el jefe de gobierno - le anunciaba haber preparado programas especiales sobre los jueces politicizados listos para emitir. Sus conversaciones telefónicas terminaron formando un archivo explosivo. Berlusconi. Minzolini y el comisario de la Agcom, Giancarlo Innocenzi fueron interceptados durante varias semanas por la Guardia de Finanzas de Bari, mientras discutían sobre las transmisiones de la TV pública.
Según Il Fatto Quotidiano serán indagados en la causa abierta en la fiscalía de Trani. El tema de las “manos en la Rai” surgió de una investigación iniciada hace mucho. La investigación – realizada por el fiscal Michele Ruggiero – se vinculaba en sus orígenes con algunas tarjetas de crédito de American Express. Fue una intrascendente investigación sobre intereses usurarios, iniciada hace más de un año, la que desveló los verdaderos vínculos entre Berlusconi, el director general de la Rai Mauro Masi (que no está entre los investigados), el director de TG1 y la Agcom. A esas tarjetas de crédito las llamaban en jerga, “revolving card”. Están comercializadas por American Express y según las hipótesis de la acusación, aplican intereses usurarios a las deudas morosas. En otras palabras: el cliente que no paga su deuda en los tiempos previstos, corre el riesgo de pagar altísimas tasas de interés. De ahí que [el fiscal] Ruggiero empezara a investigar. Durante meses y meses. Desde comienzos del 2009.
Hasta que un rastro lo deriva a otra pista. El fiscal y la policía judicial descubren que alguien – probablemente jactándose – está seguro de poder circunscribir el alcance del escándalo: hay alguien que tiene los contactos debidos dentro de la Agcom, que es también Garante de los consumidores. Alguno presume – siempre jactándose – de tener buenos contactos incluso en el TG1 [telediario más importante de la RAI1]: y está convencido de poder bloquear los servicios periodísticos sobre ese tema, interviniendo ante su director, Augusto Minzzolini. Los llamados telefónicos se entrelazan. Crecen las sospechas La investigación pega un salto. Y la suerte es extraña: Minzzolini difundirá la información sobre las tarjetas de crédito “revolving”. Pero entre tanto la Guardia de Finanzas descubre la red de relaciones que pesan sobre la Agcom y la Rai. Llamada telefónica sobre llamada telefónica se percibe el peso de Berlusconi en dichas conductas. Los investigadores descubren que el Presidente del Consejo se halla periódicamente en contacto con el director de la TG1, La fiscalía escucha directamente las presiones del premier sobre Agcom. Registra la fibrilación en cada emisión de Annozero. Escucha en directo las lamentaciones del premier: “Il cavaliere” no puede más. Quiere que Annocero y otros “gallineros” – como los llama públicamente - sean cerrados. Y Agcom debe hacer algo. Berlusconi es telefónicamente explícito: cuando confronta con Innocenzi – que debería ser la garantía del estado, habla de clausura. E Innocenzi no solamente lo favorece sino que trata de buscar la manera de sancionar a Santoro y para eso sirven las denuncias. Y por lo tanto busca alguien que las firme.
Los papeles se trastocan: y Agcom busca a alguien dispuesto a firmar las denuncias contra Santoro. Innocenzi, está dispuesto llegado el caso a proporcionarle al abogado un político, el asesoramiento de los mismos funcionarios. La cadena se arruina, un miembro del Agcom (que desempeña un papel público) trata de ofrecer la colaboración competente de los mismos funcionarios (pagados con dinero público), con la ventaja de un político para poder sancionar a Santoro (periodista del servicio público) En todo caso se busca tantear la presentación de una denuncia por un general de los Carabineros. La imagen de Berlusconi que surge de la investigación es la de un Jefe de gobierno alérgico a cualquier crítica y a la libertad de opinión. Se lamenta por la presencia del director del diario La Repubblica, Ezio Mauro y de “Parla con me”, Serena Dandini, por otra parte es reincidente. Hace muy poco invitó, como subraya el premier, también al fundador de Repúbblica, Eugenio Scalfari. El premier se descompone en el estudio de la Dandini, dos periodistas (del calibre de Mauro y de Scalfari) lo han atacado. Se pregunta – y cómo – puede intervenir la Agcom. Inocenzi razona. Soporta cotidianos llamados telefónicos. Berlusconi acosa a Innocenzi, insistentemente al punto de decirle que dado que toda la Agcom no puede frenar a Santoro debería renunciar.
El premier demuestra que no distingue entre el papel de la Agcom y su papel de Jefe de Gobierno. Parece que la autoridad de garantía debe actuar como su garantía personal. Se le escapa que también la Agcom puede intervenir solo después de la transmisión de Annozero. No antes. Y en efecto – luego de haber escuchado el desahogo telefónico de Innocenzi sobre las quejas de Berlusconi – un día el director de la Rai, Mauro Masi, se ve obligado a admitir que ciertas presiones no se escuchan ni siquiera en Zimbabwe.
El paroxismo llega a fin de año. Cuando Santoro hace dos programas que tienen récord de audiencia y tocan de cerca al premier. La primera acerca del proceso al abogado inglés Mills, investigado en cierto momento por corrupción, delito actualmente prescrito. La segunda sobre latratativa entre el Estado y la Cosa Nostra, en las que Santoro se apoya en las declaraciones del capo mafioso Spatuzza a propósito de las relaciones entre la mafia y la creación de Forza Italia. No se deben mostrar en la TV procesos judiciales que se deben desarrollar en los tribunales: eso brama Berlusconi con Innocenzi. Según el premier – Innocenzi se desahoga con Masi – se le podría decir a Santoro que no puede hablar del proceso a Mills en TV. No es así como funcionan las cosas, replica Masi. No funcionan así ni en Zimbabwe. Sin embargo, Masi no se ahorra las intimaciones.
Para el presidente a la Rai no le faltan ocasiones para amenazar con la suspensión de Santoro y sus transmisiones. Al amparo de las transmisiones sobre Spatuzza, también Marcello Dell’Utri lo llama a Innocenzi. Es toda otra música la que se escucha cuando el premier habla con Mizzolini a quien Berlusconi llama Directorísimo. Sobre los problemas palermitanos, Minzolini le comunica que está dispuesto a intervenir si otros quieren juego sucios. Al día siguiente aparece puntualmente en el editorial de la TG1 : Spatuzza dice “balas”. Todos esos llamados telefónicos. Reunidos ahora en un solo fascículo, con relación al inicial deberán ser evaluados desde el punto de vista judicial. Si existen delitos, deberán se evaluados y si constituyen pruebas tendrán peso en el juici. Todo está por verse y por verificarse obviamente, pero es un hecho cierto que todas esas llamadas telefónicas son “pruebas” del régimen. Están demostrando la imperceptible diferencia entre los papeles del controlado y del controlador, de lo público y de lo privado.
Berlusconi, que siendo jefe de gobierno lo es también de Mediaset, habla como jefe a quién no debería, a Giancarlo Innocenzi, demostrando que no existe la separación entre los dos poderes. Otro tanto se puede decir de las palabras deferentes de Innocenzi que al contrario de declinar las invitaciones exhibe telefónicamente su propia obediencia y complace a Berlusconi: muy pronto se producirá el encuentro con Santoro. Detrás de las afirmaciones parece delinearse un plan. Es solo una impresión. Pero el premier sostiene que esas transmisiones deben ser suspendidas, bajo el estímulo de la Agcom, pero por acción de la Rai. Tres meses después de este diálogo, asistimos a la suspensión de Annozero, Bailaré, Puerta a puerta y Ultima Palabra por la propia mano de la Rai, en todo el último mes de la campaña electoral. Luego : la noticia de la crónica judicial dice que Berlusconi, Innocenzi y Minzolini están implicados en la investigación.
La noticia más interesante es sin embargo otra: el régimen ha sido transcripto. En miles de páginas. Es lo que se desprende de los chanchullos de las escuchas telefónicas. Habla con las palabras del “presidente” El territorio de conquista es la RAI. El conflicto de intereses del premier Silvio Berlusconi – gracias a estas investigaciones – es hoy un hecho “probado”. No más discutible.
http://antefatto.ilcannocchiale.it/glamware/blogs/blog.aspx?id_blog=96578&id_blogdoc=2454542&yy=2010&mm=03&dd=12&title=cos
sábado, 13 de marzo de 2010
Berlusconi ordenó: Cierren el programa 'Annozero'
martes, 8 de diciembre de 2009
Berlusconi, entre el repudio y la debacle
Editorial de La Jornada
La Jornada
07-12-2009
Las masivas movilizaciones que tuvieron lugar ayer en Roma, en repudio al todavía presidente del Consejo de Ministros de ese país, Silvio Berlusconi, son indicativas de la debacle política que enfrenta quien se ha llamado a sí mismo el mejor primer ministro que podemos encontrar hoy.
La amplia y diversa participación de sectores políticos y sociales en estas protestas –que surgieron a iniciativa de un grupo de jóvenes blogueros y a las que asistieron desde políticos de centro hasta representantes del Partido Comunista– sugiere algo más que una pérdida coyuntural de popularidad de Il Cavaliere, involucrado recientemente en distintos escándalos sexuales: el hartazgo suscitado por un ejercicio del poder desenfrenado, mafioso y corrupto, que ha llevado la institucionalidad italiana a extremos graves de descomposición.
En la vía legal, estas expresiones de repudio son complementadas por el fallo emitido hace casi dos meses por el Tribunal Constitucional italiano que determinó la inconstitucionalidad del llamado laudo Alfano, el cual garantizaba la impunidad a Berlusconi –sobre quien pesan señalamientos por sobornos, fraudes, lavado de dinero, vínculos con la delincuencia organizada y hasta homicidio– y había sido impuesto por la coalición legislativa mayoritaria, sometida al jefe de gobierno.
Dicha resolución judicial ha desbloqueado los procesos emprendidos en contra de este magnate de los medios de comunicación que ostenta el máximo cargo político en Italia, y permite la continuación de juicios pendientes en su contra, entre los que destacan uno por un soborno de 600 mil dólares entregados al abogado inglés David Mills –para que rindiera falso testimonio en favor del mandatario– y otro por presunto fraude fiscal durante la compra de derechos televisivos por Mediaset, el consorcio mediático propiedad de Berlusconi.
A estas acusaciones se suman las realizadas por Gaspare Spatuzza, mafioso arrepentido convertido en informante de las autoridades, durante una pesquisa judicial en contra del empresario siciliano Marcello Dell’Utri, aliado empresarial y político de Berlusconi y cofundador del partido Forza Italia.
El pasado viernes, en una audiencia realizada en Turín, Spatuzza señaló que el hoy primer ministro estuvo vinculado a la organización criminal Cosa Nostra a principios de la década pasada, cuando forjó el emporio mediático-empresarial desde el cual tomó las instituciones italianas y las puso al servicio de sus intereses económicos y de los de sus socios.
En suma, los cuatro periodos de Silvio Berlusconi al frente del gobierno italiano han derivado en un enorme retroceso democrático, institucional y moral en ese país mediterráneo y para la Unión Europea en su conjunto.
Cabe esperar que, en consonancia con las muestras de repudio observadas ayer en la capital de Italia, la sociedad de ese país logre, por los mecanismos institucionales establecidos, sacar del Palacio Chigi a ese empresario metido en la política, llevarlo ante los tribunales correspondientes, para que responda por los delitos que se le atribuyen, y poner fin a una era vergonzosa para Europa y sobre todo para Italia, la cual, por decirlo con palabras del Nobel portugués, José Saramago, no merece el destino que Berlusconi le ha trazado.
http://www.jornada.unam.mx/2009/12/06/index.php?section=opinion&article=002a1edi