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miércoles, 9 de junio de 2010

BDS Israel


09-06-2010
Euken Barreña
Alternatiba

El ataque militar por parte de Israel a una expedición de activistas desarmados que transportaban ayuda humanitaria a la Franja de Gaza en aguas internacionales, saldada con la muerte de nueve personas y un número de desaparecidos aún sin concretar, se ha convertido en el último episodio de la deliberada política de violación de los derechos humanos que, con total impunidad y despreciando el derecho internacional, practica desde hace más de 60 años el Estado de Israel.

Esta realidad se refleja en la actuación de todos los poderes públicos de Israel. Así, las políticas públicas promueven la colonización judía mediante la confiscación o anexión de tierra palestina, invierten la composición demográfica persiguiendo el predominio judío y discriminan a los ciudadanos/as palestinos/as en la asignación de recursos. En los territorios ocupados la segregación, la demolición de casas y una red de más de seiscientos checkpoints que impiden la libertad de movimiento de la población palestina son otros medios para avanzar en la colonización.

Desde la Nakba de 1948, el Estado de Israel ha impedido el retorno de la población refugiada palestina por medio de la fuerza, la legislación y las resoluciones judiciales. Los tribunales israelíes niegan a las víctimas palestinas el derecho a procesos con garantías judiciales: el Tribunal Supremo ha autorizado el asesinato extrajudicial, la “detención administrativa” – que ampara la tortura y los maltratos - y comisiones oficiales de investigación han declarado inocentes a muchos soldados y colonos culpables de haber asesinado a civiles palestinos en casos documentados por organizaciones de derechos humanos.

Por su parte, el Parlamento israelí ha aprobado nuevas leyes discriminatorias y ha enmendado las leyes existentes con el fin restringir los derechos de los palestinos y su acceso a las indemnizaciones.

En el plano internacional Israel no ha acatado la resolución del Tribunal Internacional de Justicia sobre el Muro y niega que de su prolongada ocupación deriven obligaciones jurídicas de la IV Convención de Ginebra y del derecho humanitario internacional. Para mayor gravedad, estas posturas han sido avaladas en gran parte por el Tribunal Supremo.

En la Franja de Gaza, donde 1,4 millones de palestinos malviven atrapados, Israel prohíbe la circulación de personas y bienes, excepto en contados casos de primera necesidad. Sólo a un reducido número de personas enfermas se les permite salir para recibir tratamiento, mientras decenas han muerto esperando un permiso. Este bloqueo cuyo objetivo declarado es debilitar a los grupos armados, castiga a toda la población y sus efectos se hacen sentir especialmente entre los más vulnerables: los niños y las niñas y las personas ancianas o enfermas. En virtud del derecho internacional, Israel, como potencia ocupante, tiene el deber de garantizar el bienestar de la población de Gaza, incluido su derecho a la salud, la educación, los alimentos y una vivienda adecuada.

La impunidad con la que actúa el gobierno israelí es fruto de la complicidad de la comunidad internacional, poco interesada en exigir responsabilidades a Tel Aviv por el régimen de ocupación, colonización y apartheid al que somete al pueblo palestino.

Ninguno de los integrantes del “Cuarteto” ha tomado medidas para garantizar el respeto y acatamiento del derecho internacional, las resoluciones de NNUU o del TIJ por parte de Israel. Al contrario, la comunidad internacional y los medios de comunicación mayoritarios han adoptado una postura equidistante, situando al mismo nivel las violaciones del derecho humanitario realizadas por parte de actores no estatales palestinos en un contexto de resistencia y acoso sistemático y las violaciones cometidas por el Estado de Israel, transmitiendo la falacia de que se trata de un conflicto armado entre dos Estados.

Esta caracterización no deja de ser una lectura interesada del conflicto, que en el mejor de los casos presenta la resolución del mismo como inalcanzable debido a los extremismos de ambas partes que se retroalimentan continuamente o, en su versión más perversa, justifica las agresiones de Israel, considerándolas la respuesta inevitable a los ataques palestinos. Esta visión no es ajena al aumento de la islamofobia en Occidente y la consideración del Estado de Israel como un bastión de la civilización judeo-cristiana en Oriente Medio, al que se le ha dado carta blanca en su papel de gendarme de los países árabes. Estos postulados invisibilizan la existencia de una alternativa de lucha no violenta, formulada por la sociedad civil palestina y desmovilizan la opinión pública internacional, incómoda ante la perspectiva de no poder tomar partido más que por actores violentos.

Israel es un estado basado en el apartheid, el colonialismo y la ocupación. Sus orígenes se encuentran en un proyecto colonial sionista, basado en la concepción de Palestina como tierra deshabitada destinada a ser un estado exclusivo para la población judía. Este modelo se puso en marcha mediante la colonización de la Palestina histórica y el traslado forzoso de la población árabe originaria y se consagró con la proclamación del Estado de Israel en el que se ha institucionalizado un régimen de discriminación racial que oprime de forma sistemática a la población palestina. Así, las leyes de nacionalidad y de retorno permiten a los judíos mantener la nacionalidad y la ciudadanía, mientras que a los habitantes originarios palestinos sólo se les reconoce la ciudadanía y se les dispensa un trato discriminatorio. Además, desde 1967, el régimen militar represivo aplicado por Israel a la población palestina que vive bajo la ocupación, ha permitido extender el sistema de apartheid, caracterizado por la segregación, el asesinato selectivo, las torturas, la demolición de casas, las detenciones arbitrarias, los encarcelamientos ilegales y los castigos colectivos a la población, como en el caso de Gaza.

En consecuencia, en julio de 2005 un conjunto de asociaciones, sindicatos y organizaciones, inspirados en la experiencia sudafricana, realizaron un llamamiento para la puesta en marcha de una campaña de boicot, desinversión y sanciones (BDS) contra Israel. Esta campaña tiene como objetivo concienciar a la opinión pública sobre el régimen de apartheid del Estado de Israel y presionar desde la sociedad civil a los estados y NNUU hasta conseguir el fin de la ocupación y el respeto de los derechos del pueblo palestino.

En el marco de esta campaña se están impulsando una serie de iniciativas variadas: sensibilización pública sobre la realidad del régimen israelí; presión sobre NNUU, gobiernos y sector privado para suspender la cooperación económica, académica, cultural y deportiva con el Estado de Israel; suspensión del acuerdo de asociación entre la UE e Israel por no respetar el Estado israelí los estándares europeos de derechos humanos; procesamiento de israelíes responsables de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad…

Estas acciones ya están obteniendo resultados tangibles a nivel europeo, por ejemplo en el Reino Unido, donde varias universidades ya han boicoteado a homólogas israelíes, empresas británicas han dejado de hacer negocios con fabricantes israelíes por la presión de sus clientes o las demandas ante sus tribunales forzaron a Tzipi Livni, jefa de la oposición israelí a cancelar un viaje a Londres para pronunciar una conferencia.

La coordinación a nivel europeo y estatal de las diferentes campañas e iniciativas es vital para que la sociedad vasca realice su contribución en la lucha no violenta emprendida por la sociedad civil palestina, exigiendo en este caso que la investigación sobre al ataque a la flotilla se realice por parte de expertos relevantes de Naciones Unidas y no quede en manos israelíes, como preconiza Estados Unidos, dada la continua falta de credibilidad de las investigaciones israelíes sobre violaciones de derechos humanos en el contexto del conflicto de Gaza.

En definitiva, el apoyo e impulso de la campaña BDS es nuestra mejor arma para detener las agresiones del Estado israelí, desenmascarando la naturaleza racista de su régimen y contribuyendo a la lucha no violenta del pueblo palestino por el respeto de sus derechos fundamentales.



Fuente: Alternatiba ( http://www.alternatiba.net/idazlanak/377/bds-israel-euken-barrena-alternatiba)

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sábado, 5 de junio de 2010

Suecia: Trabajadores de los puertos bloquearan la entrada de barcos y productos israelís del 15 al 24 de junio


Del 15 al 24 de junio, el Sindicato de Trabajadores de Puerto de Suecia realizará un bloqueo de todos los barcos que comercien con Israel, evitando así la entrada y salida de productos con Israel.

Kaos. Internacional
4-6-2010

El Sindicato de Trabajadores de Puerto de Suecia realizará un bloqueo de todos los barcos que comercien con Israel, evitando así la entrada y salida de productos de procedencia o con destino al país hebreo. El bloqueo se llevará a cabo del 15 al 24 de junio, y será extensivo a todos los puertos del país.

Los trabajadores suecos son los primeros en responder así al llamamiento internacional hecho desde diversos ámbitos humanitarios que apela a los trabajadores y sindicatos de transporte y puertos de todo el mundo a rechazar la carga y descarga de barcos y aviones israelíes.

El llamamiento es una respuesta a los continuos atentados terroristas cometidos por el Estado sionista contra el pueblo palestino y las organizaciones de acción humanitaria que los apoyan en todo el mundo, cuyo último y dramático episodio ha sido el asesinato a sangre fría de más de una decena de activistas que integraban la Flotilla de la Libertad.

El sindicato de trabajadores de puerto de Suecia, ha hecho igualmente un llamamiento para que los responsables de la masacre de esta misma semana, sean entregados a la justicia y condenados ante un tribunal internacional por delitos contra la humanidad.

El bloqueo afectará principalmente a barcos de fruta israelí, y barcos suecos con material industrial destinado a ser exportado al país nazisionista. El bloqueo entrará en vigor el próximo 25 de junio y se prolongará hasta la media noche del 24 de junio.

Más información de los impulsores de la propuesta a nivel internacional que ha dado origen a la decisión valiente de los trabajadores portuarios suecos:
¡Ayúdanos a comunicar con los trabajadores y sindicatos de transporte y puertos de todo el mundo!

Somos un grupo de libaneses, egipcios y palestinos. Estamos abatidos por la masacre en la Flotilla de la Libertad perpetrada por Israel. Ello nos empuja a seguir el llamamiento del Boycott National Committee in Palestine (BNC), que apela a los trabajadores y sindicatos de transporte y puertos de todo el mundo a rechazar la carga y descarga de barcos y aviones israelíes.

Queremos ponernos en contacto con los trabajadores y sindicatos de transporte y puertos de cada país para informarles directamente de qué es el BDS y cuál es el llamamiento del BNC.

¿Puedes/quieres ayudarnos?

Aquí listamos lo que puedes hacer:

1. Envíanos por email la información de contacto de sindicatos de transporte y puertos de tu país (Organización, nombre, email, teléfono, fax).
2. Ayúdanos a traducir esta declaración a tu idioma local (por favor, envíanos un email antes a breaksiege2010@gmail.com).
3. ¡Difunde este llamamiento! Retweetea! Compártelo en Facebook! Usa #BoycottIsrael cuando twitees este mensaje y toda la información relacionada con el BDS.
4. Ayúdanos a extender el llamamiento y enviar los emails y faxes a los sindicatos de transporte y puertosen tu país y alrededor del mundo. Actualizaremos esta web con su información de contacto a medida que los vamos recibiendo.

El ejemplo histórico que ha sentado precedente es el del sindicato South African Transport and Allied Workers Union (SATAWU) en Durban en Febrero de 2009 (http://www.satawu.org.za/international/10-international), que fue seguido también por el sindicato Maritime Union of Australia (Australia Occidental). ¡Ahora podemos volver a hacerlo posible!

Para unirte a nosotros, por favor, envía un email a breaksiege2010@gmail.com
http://www.breaksiege.com/2010/06/help-us-communicate-with-transport-and-dock-workers-and-unions-around-the-globe/

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lunes, 31 de mayo de 2010

Manifestantes en Nueva York: sabotearemos las tiendas de Max Brenner hasta que puedan entrar golosinas a Gaza


31-05-2010
Haaertz

Manifestantes colgaron carteles en el frente de la sucursal de la chocolatería de Max Brenner, ubicada en Union Square . De esta manifestación participaron unas doscientas personas y convocaron a oponerse a la resolución del gobierno israelí de no permitir la llegada de la flota solidaria internacional a las costas de Gaza. En el último año, aumentaron los llamados en Europa y América del norte para boicotear el comercio y las inversiones en Israel por la ocupación de territorios palestinos.

Seis activistas colgaron un gran cartel en el frente de la sucursal ubicada en Union Square, en Nueva York de la cadena de cafés israelí Max Brenner. En el cartel podía leerse: “el sitio a Gaza no es dulce: boicot a Max Brenner”. Los manifestantes señalaron que en el marco del sitio que Israel impone a la Franja de Gaza desde hace tres años, prohíbe la entrada de golosinas, según informa el sitio de Internet Indymedia de los Estados Unidos. Ayer manifestaron unas doscientas personas en la Plaza Times contra la decisión del gobierno de Israel de no permitir a la flota de solidaridad internacional llegar a las costas de Gaza.

En el último año, aumentaron los llamados en Europa y América del norte para boicotear el comercio y las inversiones en Israel por la ocupación de territorios palestinos. Así, por ejemplo, el último fin de semana, dos cadenas grandes de almacenes italianas, Coop Italia y Nordiconad, anunciaron que dejan de comercializar productos agrícolas israelíes todo el tiempo que Agresco se niegue a separar los productos originarios de las colonias de los que provienen de Israel fronteras anteriores a 1967.

En el último mes de diciembre, aconsejó el gobierno de Gran Bretaña a los comercios de almacenes, separar en forma clara los orígenes de los productos, sean de las colonias ó del territorio de Israel. Algunos comentaristas dijeron que este señalamiento aumenta la posibilidad de organizar el boicot de los consumidores británicos.

En el mes de septiembre último, el gobierno noruego anunció el retiro de los fondos en Albitt inversiones por estar involucrados en la construcción del muro del apartheid. En el mes de agosto, se anunció que la compañía de inversiones privada Belakork, la segunda en tamaño de acciones, quitó sus capitales de Afrika-Israel de Lev Leviav, por el mismo hecho de estar involucrada en las construcciones de la Ribera Occidental.

El fondo de origen caritativo británico, Oxfam, y el fondo para los niños UNICEF se negaron, en el último año, a recibir donaciones de Lev Leviav, y la embajada británica en Israel decidió no alquilar un piso en una torre telavivense, propiedad de Afrika-Israel.

http://www.themarker.com/tmc/article.jhtml?ElementId=nh20100528_04&from=haaretz

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Los palestinos boicotean a los colonos

Colonos judíos armados

Por toda Cisjordania se ha lanzado un boicot total por encima de las facciones política en contra de los productos de las colonias judías


Khalid Amayreh
Al Ahram Weekly
31-05-2010
Traducido de inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

En Cisjordania hay nada menos que medio millón de colonos judíos que disfrutan de una constante protección armada. La vasta mayoría de ellos están adoctrinados en una ideología de extrema derecha que considera que los no judíos que viven en Israel y en los territorios ocupados son “infrahumanos”.

Algunos de los mentores religiosos de estos colonos enseñan abiertamente que se debería esclavizar, expulsar o aniquilar a los no judíos que viven bajo dominio judío (esto es, los palestinos). Cuando se les cuestiona, estos rabinos y mentores rápidamente citan el Viejo Testamento y el Talmud para corroborar sus muy genocidas puntos de vista.

Los colonos se oponen vehemente al concepto de paz con los palestinos. Afirman que conservar “la tierra de Israel” es mucho más importante que hacer la paz con los árabes. Su consigna más común es “árabes al desierto”. A los colonos más fanáticos, como los de Hebrón, se les ha oído decir “árabes a la cámara de gas”. Canciones con dichas consignas se canta abiertamente en el pequeño enclave judío de la ciudad palestina ocupada.

Esta semana la Autoridad Palestina (AP) empezó a implementar una campaña generalizada de boicot a los productos manufacturados en las colonias judías y a los productos agrícolas de nada menos que cien colonias judías de Cisjordania, muchas de ellas establecidas en tierra confiscada por la fuerza a sus propietarios palestinos.

Se considera que el boicot (que apoyan todas las facciones palestinas, incluida Hamás) es una baza palestina excepcional y eficaz para demostrar a Israel que la ocupación no sale gratis y que el pueblo palestino no tolerará ser él mismo quien financie la opresión y la represión israelí.

El presidente de la AP Mahmoud Abbas y su primer ministro Salam Fayyad mostraron un apoyo entusiasta al boicot: Abbas participó en la ceremonia de lanzamiento de la campaña de boicot celebrada en Ramala y se vio a Fayyad participando en la quema de productos de las colonias.

También se vio a Abbas pegando en la puerta de su villa de Ramala una pegatina que decía “Esta casa está llena de productos de las colonias”. Decenas de miles de pegatina similares se han pegado en las puertas de casas palestinas por toda Cisjordania.

Defendiendo este paso sin precedentes (que muchos palestinos consideran que es tardío y que tiene un efecto incierto dada la dificultad de determinar el origen de muchos de los productos israelíes que llegan al mercado palestino), Abbas afirmó que el boicot no constituye en modo alguno un boicot a los productos israelíes: “No estamos boicoteando a Israel, sólo boicoteamos a las colonias, y en lo que a nosotros respecta, las colonias no son Israel”.

El dirigente palestino llegó incluso a decir: “No incitaré en contra de Israel ni exhortaré a mi pueblo a boicotear a Israel”.

Israel, incluyendo las colonias, exporta a Cisjordania y Gaza productos por valor de más de 5.000 millones de dólares. En la mayoría de los casos los palestinos no tienen más opción que “importar” estos artículos ya que no tienen control sobre sus pasos fronterizos ni pueden importar directamente productos del extranjero. En resumen, cada cosa que necesitan los palestinos proviene o bien del propio Israel o a través de Israel, lo que significa que Israel tiene el monopolio absoluto de las importaciones palestinas.

Por otra parte, los palestinos no son libres de exportar a Israel ya que el ejercito de ocupación israelí restringe severamente su libertad de movimiento, en especial su capacidad de entrar en Israel. Israel emplea nada menos que a 25.000 trabajadores palestinos, la mayoría de los cuales sufren unas condiciones laborales extremadamente humillantes.

En general, los palestinos exportan a Israel productos manufacturados y productos agrícolas por valor de no más de 700 millones de dólares al año, [lo que supone] un escandaloso desequilibrio comercial entre ocupado y ocupante.

A pesar de todo, los colonos, que se han arrogado la mejor parte de los recursos acuíferos de Cisjordania y que continúan expandiendo sus colonias ilegales a expensas de sus vecinos, se han quejado del boicot al que califican de “terrorismo económico”. Algunos dirigentes de los colonos han pedido que el ejército israelí cierre los puntos de entrada a los centros de población palestinos y que inicie un contra boicot de los productos palestinos. Otros han pedido al gobierno israelí que deduzca cientos de millones de dólares de los derechos de aduana palestinos recaudados por Israel en nombre del gobierno de la AP.

Las colonias de la zona de Belén han advertido que despedirán a cientos de trabajadores palestinos de las fábricas locales. Otras han recurrido a volver a etiquetar sus productos como originarios del propio Israel para engañar a los equipos de inspectores de la AP.

Sin embargo, por el momento las contra-medidas y amenazas israelíes no han logrado parar o disuadir la campaña palestina casa por casa en contra de los productos de las colonias. De hecho, la AP ya ha dado un paso más aprobando una ley que estipula que cualquiera que comercie con productos de las colonias judías será condenado a entre dos y cinco años de cárcel, y multado con hasta 15.000 dólares.

Además, la ley estipula que quienes importen productos de las colonias a los territorios gobernados por los palestinos pueden enfrentarse a penas de cárcel de hasta seis años y a multas de hasta 3.000 dólares, y a que se les retiren las licencias y vehículos.

El primer ministro israelí Benyamin Netanyahu ha arremetido contra la campaña palestina en contra de los productos de las colonias calificándola de “contraproducente para la paz” y de “acto hostil”. En unas declaraciones a los medios israelíes, Netanyahu afirmó que la campaña palestina hará más daño a los palestinos que a Israel.

“Cuando los palestinos dan pasos que les perjudican, que perjudican a su propia población y que disminuyen su nivel de vida o cuando se niegan a avanzar (por ejemplo, cuando se niegan a construir plantas de purificación de agua, sin las cuales dañan los acuíferos que compartimos y contaminan sus propios suministros de agua), estas cosas no están en el espíritu de la paz”.

En respuesta, un alto cargo palestino, Mohamed Shtayyeh, calificó las palabras de Netanyahu de “hipócritas y falaces de la A a la Z”. “Este hombre es un mentiroso patológico. Cree que está perfectamente bien mantener a millones de palestinos en un estado de perpetua esclavitud económica sometida a la raza superior”.

Shtayyeh también criticó severamente el concepto de “paz económica” de Netanyahu calificándolo de truco o argucia para encubrir y desviar la atención de la expansión de las colonias judías. “Netanyahu cree que boicotear productos manufacturados por esos ladrones de tierra es contrario a la paz mientras que la incesante expansión de las colonias judías a costa de tierra palestina lleva a la paz. Esto es más que descaro, es enfermedad mental”.

El alto cargo palestino discrepó con Netanyahu al comparar la colonia de Maali Adumim, cerca de Jerusalén Oriental, con Tel Aviv en importancia para Israel: “Si cree que Maali Adumim es tan importante para Israel como Tel Aviv, entonces tenemos derecho a considerar Haifa y Yaffa tan importantes para nosotros como Ramala y Nablús”.

Netanyahu lleva mucho tiempo haciendo declaraciones acerca de forjar un a “paz económica” con los palestinos* que según él prepararía el terreno para una paz política. Sin embargo, la mayoría de los palestinos, incluyendo a la AP y a Hamás, han rechazado vehementemente las propuestas de Netanyahu descartándolas por ser un medio de desviar la atención para ganar tiempo con el fin de robar más tierra palestina y construir más colonias judías.

*N. de la t.: Véase Ziyaad Lunat, “Un año de `paz económica' de Netanyahu y Fayyad”, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100508

Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/2010/1000/re11.htm



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viernes, 21 de mayo de 2010

Al Nakba en Euskal Herria, boicot a Israel y solidaridad con Palestina


20-05-2010
www.askapena.org
Al-Nakba

Se han cumplido 62 años desde la creación del estado de Israel y el pueblo Palestino sigue viviendo 'la catástrofe' del 15 de mayo de 1948 a diario. Es más la ya injusta partición de Palestina por la ONU (al recién constituido estado sionista se le concedió el 55% de las tierra, siendo bastante inferior el número de inmigrantes judíos), se ha convertido seis décadas despues en la ocupación del 85% del territorio histórico Palestino.

Mientras que el pueblo palestino resiste tanto en Gaza aislada y sometida a un férreo bloqueo, como en Cisjordania, rodeados del muro de la vergüernza que alcanza ya los 750 km y plagado de colonias ilegales y puestos de control militares. Sin olvidar el millon y medio de palestinos que reside en territorio israelí totalmente exento de sus derechos civiles y políticos, la diáspora palestina que suma 5 millones de refugiados o los 11 mil presos y presas políticas. Mientras la comunidad internacional mira hacia otro lado el genocidio continua, y el pueblo palestino resiste, sobrevive. El boicot como arma de solidaridad

Para acabar con el Apartheid que sufrió la población negra en Sudáfrica durante años el boicot internacional fue una pieza clave en la lucha. De ahí que más de 200 asociaciones y organizaciones palestinas hayan hecho un llamamiento al boicot de Israel, con unas requerimientos asumibles para cualquier persona con un mínimo sentido de justicia y solidaridad:

* El derecho a retorno de los refugiados y refugiadas.

* El fin de la ocupación tanto militar como política y social de Gaza y Cisjordania

* El reconocimiento de los derechos civiles y políticos a las ciudadanas palestinas residentes en Israel.

En los pueblos del mundo esta campaña avanza rápidamente desde su lanzamiento hace ahora 4 años y va dando sus primeros frutos. En Euskal Herria cada vez más organizaciones de solidaridad, políticas, sociales o sindicales nos hemos adherimos al llamamiento de boicot y nos comprometemos a poner en práctica el principio solidario entre los pueblos llevando a cabo esta iniciativa internacional en nuestra tierra.

Acciones solidarias en Euskal Herria

Askapena ha querido aprovechar el 62 aniversario de la Nakba para profundizar en la solidaridad con Palestina y el boicot a Israel, en este sentido hay que destacar las siguientes iniciativas:

* En Bilbao y Donostia se llevaron iniciativas de protesta y llamamiento al boicot en dos establecimientos de H&M. Esta empresa ha emprendido una campaña de inversión y expansión en Israel y ya ha sido objetivo de solidarios con la causa palestina en los países nórdicos o en Paris.

* Se llevaron a cabo concentraciones de solidaridad con Palestina y apelando al boicot a Israel en Lizarra, Algorta, Sopela, Urduliz e Irun y charlas sobre la situación de Palestina y de la campaña de boicot a Israel en Altsasu, Billabona y en multitud de pueblos y ciudades vascas como Iruñea, Gasteiz, ... se colocaron banderas palestinas. También lo hicieron así distintos ayuntamientos vascos que colgaron la bandera palestina en sus corporaciones municiapelas (Oiartzun, Alegia, Zestoa) además cabe destacar, que varias organizaciones políticas y sindicales también pusieron la bandera palestina en sus sedes.

* En Bermeo realizaron un programa festivo cultural donde la música y la gastronomía palestina han sido las protagonistas, además de repartir información, comida y música a cientos de personas realizaron un mural para el boicot a Israel 'Israel? Ez eskerrik asko' (¿Israel? No muchas gracias).

* Por último en dos grandes festivales musicales y ante miles de personas solidarios y solidarias atabiados con kufiyyas (pañuelos palestinos) han hecho públicos los comunicados de boicot en mitad de los conciertos. Los grupos de música SuTaGar y Ken 7 ofrecieron canciones por Palestina.

Desde Askapena seguiremos trabajando la solidaridad internacionalista con el pueblo palestino mientras no se respeten los derechos fundamentales que le han sido negados durante largas décadas y cese tanto el la limpieza étnica como el Apartheid político de la mano sionista israelí. Gora Palestina askatuta! Israeli boikota! Gora herrion arteko elkartasuna!

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viernes, 5 de marzo de 2010

Starbucks, la taza de las incoherencias


Sabíamos que Starbucks era una empresa sionista que dedicaba un porcentaje de sus beneficios a financiar el Estado Sionista de Israel y sus crímenes, pero no sabíamos lo que viene a continuación.Todo ello la califica para incorporarse con todos los honores a la campaña de empresas a Boicotear.

ConsumeHastaMorir

STARBUCKS: LA TAZA DE LAS INCOHERENCIAS

A partir del 2 de marzo Starbucks ofrece a los consumidores españoles la posibilidad de realizar un consumo responsable y justo en los establecimientos de la cadena. Según ha anunciado la Asociación del Sello Fairtrade - Comercio Justo (FLO - Fair Trade Labelling Organization), desde esa fecha la transnacional fundada en Seattle contará con la certificación de que el 100% de la producción de café Espresso que comercializa en España es “justa”. Veamos algunas de las realidad subyacentes tras estas actuaciones empresariales:

Para quienes destacan las dificultades a la hora de realizar un consumo responsable y crítico en los contextos urbanos; para quienes discuten que las empresas multinacionales no pueden ser un elemento de transformación social; para quienes afirman que la distribución de la riqueza y el cuidado del medio ambiente no forman parte de las prioridades del capitalismo del Siglo XXI.... La Asociación FLO y Starbucks toman esta medida ejemplar, estableciendo una alianza para potenciar el consumo del café certificado de Comercio Justo.

¿Qué supone exactamente esta certificación? En primer lugar, una inserción parcial del Comercio Justo en el comercio convencional, a través de la participación de empresas lucrativas en la operativa. De esta manera, un café importado por Intermón Oxfam y certificado por FLO puede convivir y competir sin mayores conflictos con un café de Nestlé en los mismos lineales de Carrefour. O bien, como es nuestro caso, un café producido en el Sur, certificado en origen por FLO e importado y distribuido por Starbucks España. Sin duda, se trata de una convivencia física y publicitariamente viable, aunque parece dudosa desde una perspectiva ideológica.

Es lógico pensar que estas medidas conllevan un incremento notable de los volúmenes de ventas de productos de Comercio Justo. Esto es indudable, tanto como la concentración de poder comercial que tienen estas empresas transnacionales. También es incuestionable el incremento de la accesibilidad física de los productos y la notoriedad social de la idea de un comercio justo. Ahora bien: ¿cuáles son las ideas relativas a la justicia comercial que son más “accesibles” y “notorias” en los lineales de las grandes superficies o los establecimientos de las cadenas transnacionales?

Aunque, para este análisis no se puede perder de perspectiva que el Comercio Justo denuncia, no sólo los métodos productivos en el Sur económico, sino también al modelo de distribución y consumo en el Norte. Caso contrario, la crítica deja de ser sistémica, ya que, al limitarse a la producción en el Sur, obvia la relación de interdependencia y niega implícitamente al estilo de vida hegemónico en las economías enriquecidas como parte nuclear y determinante de la problemática socioambiental derivada del capitalismo. Las certificaciones ofrecen un atajo de dudosas implicaciones para incrementar la visibilidad y las ventas. En el trasfondo, la paradoja de una alianza entre un movimiento social que denuncia y contesta a un conjunto de reglas, actores e impactos del comercio en la economía globalizada y, precisamente, algunos de esos actores estelares, con sus mismos impactos y reglas, aunque con algunos productos “justos”.

Starbucks: a por todas

Como ejemplo más reciente veamos la última gran incursión empresarial en el mundo del Comercio Justo: la transnacional tostadora y proveedora de café nacida en 1971, Starbucks. Desde marzo de 2010 la compañía cuenta con la certificación FLO de que el 100% del café Espresso que comercializa en España es “justo”.

Con una sonada certificación, una potente campaña publicitaria y la puesta en marcha del dominio web con el nombre de, nada menos que, yoapoyoalcomerciojusto.org, el éxito comercial de esta empresa, en una sociedad en que la justicia es un reclamo teórico en alza, parece asegurado. A pesar de que la justicia certificada de esta parte de su actividad productiva en el Sur no se corresponda con la mayor parte de sus políticas y prácticas competitivas en el resto de ámbitos.

Esta empresa, además de las históricas críticas por abusos a los pequeños productores de café en el Sur, ha sufrido denuncias de todo tipo en los últimos años. A modo de ejemplo, en 2006 Intermón Oxfam, una de las organizaciones que actualmente integra FLO España, denunció a Starbucks por bloquear las patentes y el derecho a registrar sus propias variedades de café en un país especialmente empobrecido, Etiopía. Esta cuestión hubiera permitido ampliar el poder de negociación del país en los mercados internacionales de café y mejorar directamente los ingresos de los millones de sus pequeños agricultores, a los que hoy Starbucks dice defender.

En 2007 sindicatos de distintas partes del planeta en las que opera Starbucks denunciaron el acoso a sindicalistas de la cadena. En 2008 fue acusada de malgastar 23 millones de litros de agua diarios, a partir de su “política de higiene” que obligaba a tener los grifos abiertos de forma ininterrumpida en sus aproximadamente 10.000 sucursales. También hay lugar para otro tipo de denuncias: en 2010 el Gobierno mexicano, en concreto la Agencia Arqueológica Nacional, informó de que la compañía le debe pagos por derechos de propiedad intelectual por utilizar en algunos de sus productos imágenes precolombinas. Es más, Starbucks es una de las pocas empresas que cuenta entre sus lauros con un día propio, el Día de Acción Global contra Starbucks, organizado por el Sindicato de Comercio y Hostelería de CNT-AIT de Sevilla y el Sindicato de Trabajadores de Starbucks de la Industrial Workers of the World (IWW) de Estados Unidos.

Enfocando la mirada más al Norte, además de los casi 7.000 despidos anunciados como consecuencia de la reducción de sus beneficios económicos en 2009 a sólo 64,5 millones de dólares, la “justicia” de Starbucks se materializa en la precarización de sus trabajadores y trabajadoras y en su agresiva estrategia de emplazamientos de puntos de venta. Esta práctica empresarial ha promovido el cierre de muchos de sus pequeños competidores, privando a la ciudadanía de centenares de bares y cafeterías, uno de los espacios más utilizados para la socialización.

Así las cosas, si en algún momento esto supone un problema de imagen corporativa, probablemente aparezca otro sello que certifique que todos aquellos pequeños comerciantes que han debido abandonar su actividad económica por la competencia desigual de Starbucks se sienten agradecidos a esta transnacional porque tienen más tiempo libre para disfrutar de la vida.

Así, asistimos a una situación en la que los injustos sacan carné de justos, algunas organizaciones sociales apoyan esta iniciativa y gran parte de la desinformada ciudadanía confunde el problema con la solución. No es nueva la mercantilización de todo aquello que se ponga por delante del sistema económico, pero sí es una original vuelta de tuerca la fagocitación comercial de la rebeldía y la contestación, en este caso haciendo de la idea de la justicia comercial un rentable nicho de mercado.

El rechazo a este tipo de certificaciones tiene que ver con su concepción y con su instrumentalización y con la negativa a apoyar operaciones de “lavado verde” y “solidario”; porque esta idea de la justicia comercial olvida interesadamente el resto de las políticas y prácticas que llevan a cabo estas empresas. ¿Cuánta justicia tiene detrás un café con sello FLO que se vende en un formato de distribución social y ambientalmente insostenible, que promueve el consumismo, distribuye otro 99,9% de referencias no “ecológicas” ni “justas”, además de tener políticas criticadas hasta el hartazgo con sus empleados, sindicatos, proveedores y clientes? Dicen que La Justicia es ciega y que comprar café en Starbucks es consumir de forma responsable. Esta justicia de Starbucks, que nos señala hacia dónde hay que dirigir la mirada, parece ser, interesadamente, miope. Mientras que consumir su café creyendo que se apoya una justicia comercial parece ser, necesariamente, una incoherencia.

ConsumeHastaMorir, 5 de marzo de 2010

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jueves, 18 de febrero de 2010

Jerusalem String Quartet, motivos para un boicot


La "Plataforma Solidaria con Palestina-Valladolid" convoca protesta contra la actuación del grupo musical israelí.

Rebelión
18-02-2010

La Plataforma Solidaria con Palestina-Valladolid ha convocado a l@s ciudadan@s a concentrase el próximo sábado, 20 de febrero de 2010, a las 19:30 horas en el exterior del Auditorio Miguel Delibes para expresar su rechazo a la actuación de la formación israelí de música clásica Jerusalem String Quartet.

Como ha sucedido en anteriores llamamientos de la Plataforma para realizar actos de boicot a manifestaciones culturales procedentes de Israel (Mayumaná, Noa), se ha vuelto a suscitar el debate en torno a la legitimidad de este tipo de acciones dirigidas contra artistas, músicos, bailarines, películas, etc. El boicot económico y político a Israel parece asumido e incluso el boicot académico, dado el papel de las universidades hebreas en la investigación militar y en el soporte ideológico del sionismo. Sin embargo, tal unanimidad no existe en torno al boicot artístico e incluso suscita rechazo en muchas personas y organizaciones nada sospechosas de simpatizar con la agresión israelí al pueblo palestino.

En primer lugar, es necesario dejar bien claro que todas las convocatorias de boicot que realiza la Plataforma no son actos aislados, sino que forman parte de la Campaña Boicot, Desinversiones y Sanciones (BSD) contra el Estado de Israel. Esta campaña es una iniciativa no violenta que surge de las organizaciones populares palestinas, es decir, de la propia sociedad palestina y no de partidos políticos o instancia oficiales. Estas organizaciones han pedido la ayuda internacional para poder llevar a cabo el boicot. El llamamiento ha sido recogido por cientos de partidos, sindicatos, agrupaciones y organizaciones no gubernamentales, etc., de todo el mundo, entre ellos la Plataforma Solidaria con Palestina-Valladolid.

Una vez aclarado este punto, podemos pasar a desglosar los argumentos que legitiman el boicot a la cultura, ocio y espectáculos israelíes:

Las expresiones artísticas no son sólo cultura’. También constituyen, y cada vez más, productos económicos. Si se boicotea un producto alimenticio, como una naranja, ¿por qué no boicotear un producto cultural como es una película, un concierto, una novela o una exposición?

Íntimamente relacionada con el anterior argumento está la creencia de que el arte es algo neutro, puro, casi “virginal”, y que debería mantenerse apartado de cualquier movimiento de signo político. Esta extendida concepción “angelical” del arte es un error y, además, impide a quienes la sostienen percatarse del uso propagandístico y manipulador que con frecuencia se hace de las manifestaciones artísticas por parte de los poderes establecidos.

El Estado de Israel no es una excepción en este sentido. El arte ha sido, y continúa siendo, un pilar fundamental de la estrategia sionista. A finales de los años 40 y principios de los 50 se fundaron colonias de artistas en las ciudades recién arrebatadas a l@s palestin@s. Con generosas subvenciones, ventajas fiscales y otras ayudas se instaba a l@s artist@s a establecerse en las casas, e incluso en mezquitas, que legal y moralmente pertenecían a l@s árabes. Con estas colonias se perseguían dos objetivos. Por una parte, borrar las huellas de la milenaria presencia palestina en esos lugares. Por otro lado, se proyectaba al exterior una imagen ideal de una sociedad, la israelí, volcada en la creatividad, el arte y la espiritualidad. Así fueron surgiendo las colonias, actualmente en pleno funcionamiento, de Ein Hod, el barrio árabe de Safed o el casco viejo de Jaffa.

El Estado de Israel mantiene esta estrategia ‘cultural’ de cara al exterior, buscando proyectar una imagen de normalidad que oculte su continua agresión al pueblo palestino. Cuanto más se hable de música, cine o teatro menos se abordará el conflicto. “Israel tiene mucho más que el problema palestino. Es divertido, hace un tiempo estupendo, hay playa…”. Así se expresaba en julio de 2009 en El País el cantante Ivri Lider, contratado para actuar en el Día del Orgullo Gay de Madrid. L@s dirigentes israelíes buscan este tipo de declaraciones. Tras la masacre de Gaza, el Ministerio de Asuntos Exteriores destinó dos millones de dólares para mejorar la imagen del Estado de Israel a través de la cultura y los espectáculos. “Enviaremos por todo el mundo a nuestros novelistas y escritores más conocidos”, señaló el director general de Asuntos Culturales del citado Ministerio, Arye Mekel, “compañías de teatro, exposiciones… De esta forma mostraremos el rostro más amable de Israel y evitaremos que se nos identifique únicamente en un contexto de guerra” (recogido por The New York Times, el 3 de marzo de 2009).

Frente a esta estrategia, es lícito exigir a l@s artist@s, creador@s e intelectual@s israelíes una condena rotunda y sin paliativos de la ocupación militar y la política de agresión al pueblo palestino, la discriminación jurídica y social de los palestinos residentes en Irreal y la conculcación del derecho de retorno de l@s refugiad@s. No caben los silencios ni las declaraciones de neutralidad. Aquell@s que se refugian en el mutismo y miran hacia otro lado actúan de igual forma que l@s aleman@s durante la II Guerra Mundial, que fingían no saber qué ocurría en los guetos, campos de concentración y campos de exterminio mientras se dedicaban a sus labores cotidianas como si no pasara nada, tal y como recuerdan insistentemente –y con toda la razón histórica y moral de su lado- l@s judí@s.

Cabe recordar el boicot mundial al Apartheid sudafricano en los años 70 y 80, que culminó con el desmantelamiento del régimen racista de los afrikaaners. ¿A qué persona con un mínimo de sentido de la justicia y la democracia se le habría ocurrido defender la celebración de un concierto o una obra de teatro a cargo de un grupo afrikaaner con el argumento de que ‘se trata tan sólo de cultura’?

En el lado contrario habría que recordar nuestra propia experiencia. Si la comunidad internacional hubiera boicoteado a la dictadura franquista, tal vez no tendríamos que haber esperado 40 años a la llegada de la democracia. Franco, al final, murió en la cama. Quizás el turismo de sol y playa, las cinco copas del Real Madrid, Eurovisión, la normalización de relaciones diplomáticas o el ingreso en la ONU tuvieron algo que ver con ello.

Por todas estas razones, mientras no exista una condena explícita, desde la Plataforma Solidaria con Palestina-Valladolid consideramos justo el boicot a cualquier trabajador o trabajadora cultural israelí, con los que, no obstante, intentamos siempre contactar previamente para informarles de nuestra postura y recabar su opinión con respecto a la agresión de su país al pueblo palestino. Así se ha hecho, sin recibir ninguna respuesta, con Jerusalem String Quartet.



Por todas estas razones te pedimos que acudas a todas los actos relacionados con la Campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el Estado de Israel y que ayudes a difundir esta iniciativa.


CONCENTRACION. SABADO, 20 DE FEBRERO, 19,30 H. EXTERIOR DEL AUDITORIO MIGUEL DELIBES.


ACTO DE PROTESTA Y BOICOT POR LA ACTUACIÓN DE LA AGRUPACIÓN ISRAELÍ JERUSALEM STRING QUARTET EN VALLADOLID


¡¡¡NO CONSUMAS PRODUCTOS ISRAELÍES, TAMPOCO SUS PRODUCTOS CULTURALES!!! POR LA LIBERTAD DEL PUEBLO PALESTINO CONVOCA: PLATAFORMA SOLIDARIA CON PALESTINA-VALLADOLID

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lunes, 10 de agosto de 2009

Nada para Gaza: El Viaje de Cynthia McKinney a Israel



por Mumía Abu-Jamal

15/7/09

Cynthia McKinney, la ex Congresista por California, conocida por no tener pelos en la lengua y candidata a la Presidencia por el Partido Verde, salió recientemente de la cárcel.

Si. Es verdad. Salió de la cárcel.

Es probable que Usted no tenía la menor idea de que la Congresista McKinney estuvo en la cárcel.

Es cierto. Ella fué arrestada casi por una semana en Israel.

Su delito? La Congresista acompañó a un grupo del Movimiento por la Libertad de Gaza que llebaba medicinas, árboles de olivo, cemento y juguetes para los desesperados palestinos cuyo territorio de Gaza ha sido ocupado por Israel.

A McKinney y otros 21 miembros del grupo se les impidió desembarcar en las costas de Gaza; y fueron arrestados por la Marina de Israel, en lo que ella llamó, "una monstruosa violación de la ley internacional."

McKinney formaba parte de una misión humanitaria internacional para ayudar a un pueblo oprimido --no con armas-- sino con juguetes y medicinas -- y fueron tirados a la cárcel!

Me sorprendi mucho cuando supe en una reciente llamada telefónica lo que le había pasado en Israel a la Congresista; porque no había escuchado o leído absolutamernte nada sobre éso.

Un aliado favorito de los Estados Unidos, que recibe más ayuda militar norteamericana que ninguna otra nación en la Tierra, simple y llanamente, sin ningún reparo, tira a una celda de prisión a una mujer que fué Congresista, candidato a la Presidencia y líder del Movimiento Negro por los Derechos Civiles... y pocas fuentes de los medios de comunicación de Estados Unidos lo consideran noticia digna de reportar!

¿Fueron tan impenetrables los reportajes diarios, de tapa a tapa, sobre Michael Jackson?

Según un reportaje publicado después (que apareció por primera vez en su página, MySpace) McKinney escribió lo siguiente, a poco de ser puesta en libertad:

"Nosotros estábamos en aguas internacionales en un barco que llevaba ayuda humanitaria al pueblo de Gaza cuando barcos de la Marina israelí nos rodearon e ilegalmente nos amenazaron, desmantelaron nuestro equipo de navegación, subieron a bordo y confiscaron nuestro barco.... A todos los que estábamos a bordo nos sacaron del barco y nos arrestaron; nos llevaron a Israel y nos pusieron en prisión". {Fuente: Tribuna de Filadelfia, 7/7/09)

Increíble! Cynthia McKinney en la cárcel -- en Israel -- por llevar medicinas a los enfermos, juguetes para niños y niñas, por llevar auxilio y solidaridad a los oprimidos cuya tierra fué ocupada!

(Oh! Entre paréntesis, ¿el nombre del barco? El barco se llamaba, "Espíritu de Humanidad.")

¿Y éso no es noticia?

* MUMIA ABU-JAMAL ES PRISIONERO POLITICO EN EEUU Y ESTA EN EL "CORREDOR DE LA MUERTE" POR DEFENDER LOS DERECHOS DE LA COMUNIDAD NEGRA NORTEAMERICANA.

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viernes, 7 de agosto de 2009

Comunicado de la brigada de Askapena en Palestina


http://www.askapena.org

Desde la brigada de Askapena en Palestina queremos denunciar lo ocurrido en el aeropuerto de Tel-Aviv el pasado jueves. Dos de los miembros de la brigada fueron retenidos por las fuerzas de ocupación sionistas. Estuvieron mas de 10 horas durante las cuales tuvieron que soportar un interrogatorio asi como el registro de sus equipajes. Tras todo ello, fueron finalmente expulsados.

Esta actuación en contra de los brigadistas no se puede considerar como un hecho fortuito. No fueron identificados y retenidos como medida preventiva, sino que las fuerzas de ocupación sionistas no sólo fueron deliberadamente contra nuestros compañeros sino que les estaban esperando. Esto quiere decir que las autoridades españolas son, como mínimo, complices.
Queremos mandar un caluroso abrazo a nuestros compañeros y decirles que a pesar de la represión sionista el trabajo que debemos hacer aqui, por el cual hemos venido, lo llevaremos a cabo con mas ilusión y esfuerzo si cabe. Este año la solidaridad de Euskal Herria estará también presente en Palestina. A pesar de sus esfuerzos en golpearnos estamos un año mas junto a nuestro pueblo hermano.
Hay que recordar que el Gobierno de Zapatero vende armas al estado de Israel, y que sus amigos, los "socialistas" israelies perpetraron un cobarde genocidio en Gaza que costó la vida a unos 1.300 palestinos, y en donde siguen sufriendo un criminal bloqueo. Este bloqueo es un genocidio silencioso que sufre el pueblo palestino de la Franja de Gaza, el cual cuesta la vida a niñas y niños, mujeres y ancianos. No hay que olvidar el muro del apartheid en Cisjordania mediante el cual hacen mas dura la vida de las y los palestinos. Estos son quienes no quieren vernos en Palestina. Lo sentimos por ellos, pero aqui estamos y seguiremos viniendo. Tenemos un deber con Palestina y vamos a cumplirlo. Un elemental deber internacionalista.
A nuestros compañeros los han expulsado y han querido silenciar la solidaridad internacionalista del pueblo vasco en Palestina. Nos querian callar porque traemos al pueblo palestino nuestra solidaridad y nuestro cariño. No pueden soportar que luchemos por los derechos de Palestina .
Como hemos dicho, nuestro trabajo lo realizaremos con mas ilusión si cabe tras este acto represivo. Pero no es sólo el trabajo de los brigadistas que nos encontramos en Palestina el que hay que llevar a cabo. Es un deber de todas y todos. Debemos trabajar en favor del pueblo palestino y tenemos una poderosa herramienta para ello: el boicot a Israel. El boicot debe profundizarse y extenderse, y debemos trabajar en ello. Un boicot que debe ser institucional, deportivo, cultural, económico... en todos los ámbitos de la sociedad. Las razones para este boicot son muchas, casi innumerables, pero hay una que sobresale de todas: nos lo han pedido desde Palestina y es nuestro deber internacionalista el llevarlo a cabo.
Palestina askatu! Israeli boikot!
Palestinako brigada.

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jueves, 6 de agosto de 2009

¿Es legal el boicot contra los productos israelíes?


Entrevista con Jean-Claude Willem, ex-alcalde del pueblo francés de Seclin

06-08-2009
Silvia Cattori
Red voltaire

Jean-Claude Willem, de 75 años, cuenta en esta entrevista como, siendo alcalde (PCF) de Seclin, un pueblo francés de 12.000 habitantes, se vio envuelto en una tormenta jurídica de 7 años y fue condenado a pagar una multa de 1.000 euros por haber expresado su intención de eliminar de los comedores de la escuela comunal los jugos de fruta provenientes de las colonias israelíes ilegalemente implantadas en Palestina.

Finalmente, la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo (CEDH) acaba de rechazar la acción jurídica que había emprendido Jean-Claude Willem.


 Aunque reconoció como legítima la intención de Jean-Claude Willem de luchar contra el apartheid, la justicia francesa consideró por su parte que la acción de boicot contra cualquier producto del apartheid israelí representaba una forma de discriminación económica contra los productores israelíes. Así que la justicia francesa condenó a Jean-Claude Willem, al mismo tiempo como ciudadano que estaba llamando a ejercer una forma de discriminación basada en la nacionalidad y como autoridad local electa que estaba violando la neutralidad en el ejercicio de su función. 
 En cuanto a la Corte Europea, ésta última acusó además a Willem de querer tomarse la justicia por su mano al asumir, en lugar de las autoridades gubernamentales, la responsabilidad de establecer un boicot.

En momentos en que los partidarios del apartheid ejercen todo tipo de presiones para lograr que la ley francesa considere el antisionismo como antisemitismo, la Corte Europea acaba de publicar un veredicto traído por los pelos que presenta el antisionismo como una forma odio a los israelíes. 


A pesar de lo anterior, la Corte reconoció la supremacia de la libertad de expresión sobre la prohibición del boicot. La Corte indicó también que el llamado al boicot contra los productos del apartheid es legal cuando se produce en el marco de una «discusión libre sobre un tema de interés general».


Silvia Cattori: ¿Pudiera usted resumir brevemente lo sucedido desde el día que usted anunció, durante una reunión del consejo municipal de la comuna de Seclin, su intención de boicotear los productos israelíes provenientes de las colonias judías que explotan tierras pertenecientes al pueblo palestino?


Jean-Claude Willem: Todo comenzó en octubre de 2002. Yo era, en aquel entonces, alcalde de Seclin. Una noche tuve una reacción de cólera cuando vi en la televisión como las tropas israelíes intervenían en Nablus ejerciendo la violencia, tanto sobre los habitantes como sobre sus casas. Aquella misma noche teníamos una reunión del Consejo Municipal. Teníamos que discutir una serie de medidas vinculadas a la crisis de las vacas locas en Gran Bretaña. Al término de la discusión, en la que habíamos decidido mantener el rechazo gubernamental a la entrada de carne inglesa en Francia, en el marco de esa medida de boicot, yo agregué, como reacción a los actos israelíes de violencia contra el pueblo palestino, que yo había decidido que la cocina municipal de Seclin dejara de comprar productos provenientes de Israel, específicamente los jugos de frutas, que sabíamos que venían de las colonias implantadas en tierras palestinas. El boicot era una forma de protesta contra los actos de violencia, protesta a la que ya habíamos recurrido anteriormente, en otras circunstancias.

Como consecuencia hubo muchas reacciones positivas o negativas en el sitio de la alcaldía. Después de recibir un aviso de la asociación «Action Culturelle Israélite du Nord» [1], el fiscal decidió emprender una acción legal contra mí.

En marzo de 2003 tuve que comparecer ante el tribunal correccional que, al cabo de 8 días, me declaró inocente señalando que yo no había cometido ningún delito al expresar la intención de emprender un boicot, que eso formaba parte de mi libertad de expresión. En pocas horas, después de ese veredicto, el ministro de Justicia, Dominique Prevén, le ordenó a la Fiscalía que apelara. En junio de 2003 comparecí ante el Tribunal de Apelación, que me condenó en septiembre de 2003 a pagar una multa de 1 000 euros. En septiembre de 2004, la Cámara Criminal del Tribunal de Casación rechazó mi apelación [2]. Llevé entonces el caso a la Corte Europea por violación de la libertad de expresión y ésta última rechazó mi demanda el 16 de julio de 2009.

Silvia Cattori: ¿Le sorprendió el veredicto de la CEDH? [3]

Jean-Claude Willem: No, porque no me había hecho ilusiones al respecto. Usted sabe, la Unión Europea es cómplice de Israel. Incluso después de la agresión israelí contra Gaza (en diciembre de 2008 y enero de 2009), la posición de la Unión Europea sigue siendo la misma, la UE nunca ha condenado a Israel. Todo hacía pensar que la Corte Europea no iba a contradecir a los 27 países de la Unión Europea [4]. De los 7 jueces, sólo me apoyó el juez checo Karen Jungwiert. Este juez estimó que las declaraciones utilizadas para incriminarme reflejaban la expresión de una «opinión o de una posición política de un [responsable local] electo sobre una cuestión de actualidad internacional».

Silvia Cattori: La Corte europea no lo condenó a usted como ciudadano sino como [responsable] local electo cuya función lo obliga a «mantener cierta neutralidad». ¿Es así?

Jean-Claude Willem: Yo fui enviado a los tribunales como alcalde, y también como ciudadano. En la argumentación presentada a la Corte Europea como respuesta a mi demanda, el gobierno francés afirmó que mi libertad de expresión como ciudadano y mi libertad de expresión complementaria como [responsable] electo no se había visto disminuida. La Corte Europea retomó esos mismos argumentos para rechazar mi demanda, y me condenó al mismo tiempo como [responsable local] electo y como ciudadano.

Silvia Cattori: ¿Entonces, no se trata solamente de prohibir la práctica del boicot en el marco de una colectividad pública sino de un juicio que prohíbe, de forma general, el llamado al boicot contra productos israelíes?

Jean-Claude Willem: Eso es lo chocante en la decisión de la Corte Europea. Es realmente escandaloso que ese órgano se pronuncie contra la libertad de expresión, no sólo de un ciudadano de la Unión Europea sino de un [responsable local] electo por el pueblo de un país miembro de la Unión Europea.

Quiero recalcar que, en lo que me concierne, no he hecho nada que esté en contradicción ni con la ley francesa ni con la ley de la Unión Europea ya que la misma Unión Europea se opone a la importación de frutas, de legumbres, de materiales provenientes de las colonias [5]. Si la Unión Europea respetara sus propias decisiones, tendría que suspender inmediatamente el comercio con Israel. Pero nadie lo hace.

Es importante recordar aquí que, cuando este caso fue llevado a los tribunales, yo no había hecho más que expresar la intención de boicotear productos provenientes de las colonias ilegales que violan el derecho internacional, o sea [boicotear] cultivos que los colonos israelíes obtienen de las tierras palestinas.

Silvia Cattori: ¿En su opinión, ese veredicto de la Corte Europea es entonces un veredicto político?

Jean-Claude Willem: Sí, es una condena política porque no apunta solamente contra mi persona sino contra todo el que se decida a anunciar su intención de boicotear a Israel. Es la confirmación de una violación de la libertad de expresión y de la libertad en general.

Se trata de un juicio político porque no soy yo el único que está en la mirilla. Yo soy el pretexto para esta sentencia, pero detrás de todo eso se les está diciendo a todos los franceses y, por ende, a todos los ciudadanos de la Unión Europea que si quieren condenar a Israel por sus violaciones, van a tener problemas.

Silvia Cattori: ¡Es el mundo al revés! ¡Se castiga al ciudadano que no acepta la impunidad en la que se mantiene el Estado colonial de Israel! ¿Le resulta a usted chocante que ningún medio de prensa europeo haya comentado ese sorprendente veredicto?

Jean-Claude Willem: Claro que sí. Pero, sabe usted, esto no se mencionó ni siquiera en el diario comunista L’Humanité, siendo yo miembro del Partido Comunista. ¡Desde 2002, L’Humanité no hablado nunca de este caso! ¡Incluso yo escribí [a L’Humanité] expresándole mi asombro!

Silvia Cattori: El argumento de los tribunales franceses, avalado por la Corte Europea,es que un [responsable local] electo no puede reemplazar a las autoridades gubernamentales para declarar un boicot contra un Estado. ¿Puede servir ese punto de vista como justificación al veredicto de la Corte que afirma que la libertad de expresión de usted no fue violada?

Jean-Claude Willem: No, no lo justifica. Primeramente, es cierto que mediante mi llamado al boicot yo estaba implicando a la colectividad. Pero no hubo desaprobación por parte de los habitantes de Seclin. Por el contrario, la mayoría me dio su aprobación.

En segundo lugar, un alcalde es una figura política. En una ciudad industrial como Seclin, el alcalde ocupa un lugar político importante. Yo era también vicepresidente de la comunidad urbana de Lille. Es por eso que yo estaba llamado a tomar posiciones políticas.

Otros también lo hicieron. Tomaron conmigo decisiones que quizás no estén en conformidad con la ley tal y como se la concibe ahora. Poco antes de este asunto del boicot, yo había tenido que comparecer ante el tribunal correccional con otros cuatro alcaldes de la región Nord Pas-de-Calais porque nos negábamos a convocar a las empresas a que nos hicieran ofertas para la organización de las vacaciones de los niños. Nosotros estimábamos que no era posible organizar las vacaciones infantiles con el mismo método que se utiliza para determinar qué empresa va a realizar un trabajo de construcción, y que en ese caso no debíamos llamar a las empresas a presentarnos ofertas. Y fuimos declarados inocentes. Ese ejemplo demuestra que no hay que plegarse enteramente a la ley cuando el buen sentido y la justicia están de nuestro lado.

Silvia Cattori: El veredicto de la Corte Europea ayuda a proteger a Israel de algo que constituye el mayor temor de ese país: un boicot que siga el ejemplo del que se aplicó a Sudáfrica en otra época. ¡Usted actuó honorablemente cuando llamó al boicot contra un Estado que se cree por encima de las leyes –lo que sucede, desgraciadamente, con la complicidad de nuestras democracias! Hay que plantearse la siguiente interrogante: ¿No subestimó usted la fuerza aplastante del adversario?

Jean-Claude Willem: No lo creo. En primer lugar, porque no me considero derrotado. Mi posición recogió un amplio apoyo, no sólo en Francia [6], sino a través del mundo. Y recibí mucho apoyo en el momento de mi primera condena en la corte de apelación [7]. De todas partes me están llegando numerosos mensajes de gente que se moviliza a favor de la justicia en Palestina. Es posible que mi posición de alcalde, en aquel momento, haya contribuido a hacer que las reacciones fueran tan numerosas.

Por otra parte, yo siempre repito que esta posición de la Corte Europea no me hará abandonar la lucha que he emprendido. Tengo cada vez más gente que me rodea y que está dispuesta a proseguirla esa lucha.

Silvia Cattori: ¿El objetivo de los proisraelíes que lo llevaron a usted ante los tribunales no era quizás lanzar una advertencia a cualquier colectividad local que pudiera sentir la tentación de seguir su ejemplo? ¿Y hacerle pagar caro a usted mismo esta intención de boicot que usted había expresado?

Jean-Claude Willem: Por supuesto. Hace 14 años que yo soy Caballero del Honor Académico. Se trata de una condecoración que se otorga a las personas que se destacan por su actividad con la infancia y en el sector de la educación. Normalmente, ya tendrían que haberme promovido a la categoría de Oficial. Cuando un inspector de la Academia propuso que me promovieran a esa categoría, el ministerio se negó a hacerlo porque me habían condenado por este asunto del boicot. Peor aún, normalmente al cabo de 30 años de actividad como autoridad local electa uno tiene derecho a una medalla de honor que conceden las autoridades departamentales y regionales. En el pasado mes de abril, el prefecto se negó a concederme esa medalla argumentando que yo tenía antecedentes penales. Esto no tiene para cuando acabar.

Ese veredicto afirma que, debido a ese gesto de boicot, yo estaba perjudicando –como alcalde– la actividad comercial de los agricultores israelíes. El elemento principal que justificaba mi posición hacia Israel era que los frutos y legumbres provienen de las colonias ilegalmente implantadas en las tierras de los palestinos y que, conforme a la ley de la Unión Europea, [esos productos] están prohibidos en los Estados [miembros] de la UE.

Lo queda claramente demostrado es que todo esto se hace para evitar que se toque el fondo del problema: la cuestión política. Por eso se enfatiza en la defensa de la actividad comercial de Israel.

Silvia Cattori: ¿Tenía ese prefecto una posición previa a favor de Israel?

Jean-Claude Willem: Sí. Ese prefecto es conocido como amigo de Nicolas Sarkozy. Cuando el actual alcalde de Seclin anunció que no podía entregarme la medalla por la oposición del prefecto, yo fui ovacionado por todo el personal presente –300 trabajadores de los servicios de la alcaldía. Eso vale más que la medalla que me negó el prefecto.

Silvia Cattori: Es indudable que ese veredicto no podrá evitar que la gente que está en desacuerdo con los crímenes del Estado israelí siga implicándose individualmente en acciones de boicot. Pero, ¿no es posible que evite que las autoridades locales electas, que no han querido implicarse hasta ahora, respondan eficazmente a la campaña «Boicot, Retiro de Inversiones, Sanciones» convocada por la sociedad civil palestina desde el año 2004 [8]?

Jean-Claude Willem: Yo creo que soy el primer [responsable local] electo que ha sido condenado. Pero hay mucha gente que practica el boicot, gente que cuando compra un producto mira de dónde viene y no lo compra si viene de Israel.

Silvia Cattori: Mediante este valeroso gesto, usted ha puesto a las autoridades de la Unión Europea ante sus propias responsabilidades. Teniendo en cuenta el veredicto de la Corte Europea, ¿no exhortaría usted a las autoridades electas locales a presentar a sus consejos municipales mociones que comprometan a la ciudadanía a practicar el boicot y a intervenir en nombre de esa libertad de expresión que usted quiso ejercer?

Jean-Claude Willem: En este momento son más bien las asociaciones implicadas en la lucha por la paz y la justicia en el Medio Oriente las que pudieran hacer eso. Yo no dispongo ya de esa posibilidad.

Existen Consejos Municipales que han tomado claramente posición en cuanto a la injusticia contra los palestinos, que han exigido que la Unión Europea aplique a Israel las sanciones previstas por la ley. Hay responsables de las autoridades locales electas que viajan periódicamente a Palestina para expresar su apoyo a los palestinos.

Como ya le dije anteriormente, a veces hay que saber no respetar la ley cuando ésta contradice nuestra moral, cuando se opone a nuestros ideales de justicia y de fraternidad.

Y sobre todo, cuando no queda espacio para el optimismo. Las cosas no han hecho más que empeorar desde la llegada de Sarkozy. Francia no marcha por el camino correcto.

Enlace original: http://www.voltairenet.org/article161496.html

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