lunes, 24 de agosto de 2009

Comentario de Cuarenta Hadices -XXX

Sharhe Chehel Hadiz
Imam Jomeiní

Traducción de Raúl González Bórnez

Cuarto hadiz
Arrogancia (kibr)
Quinta parte
Algunas otras causas de la arrogancia


Debes saber que, además de los factores anteriormente señalados como causa de la arrogancia, existen algunos otros, tales como la poca inteligencia, la poca capacidad, la mediocridad y la falta de paciencia.
La persona que posee poca inteligencia, en cuanto ve en sí cualquier virtud o cualidad, cree haber alcanzado un grado y un nivel, cuando, si lo sometiese a un juicio razonable y lo pensase con equidad, se daría cuenta que sus cualidades, sean las que sean, que él consideraba una gran virtud y que le hacían sentirse tan orgulloso y arrogante, o no lo son en absoluto o, si lo son, no son comparables con las virtudes que otras personas poseen, y se sonrojaría de vergüenza.

Por ejemplo, el gnóstico que, debido a su conocimiento, contempla a los demás como seres inferiores a él, les trata con arrogancia y les considera superficiales ¿Qué es lo que posee de los conocimientos divinos, aparte de un puñado de conceptos que no son sino velos de las realidades e impedimentos para la comprensión y unos cuantos términos deslumbrantes sin ninguna relación con el verdadero conocimiento de Dios ni de los Nombres y Atributos divinos? La gnosis es un atributo del corazón y, según el que esto escribe, todas estas son ciencias prácticas, no el puro conocimiento de conceptos y de una trama de términos. En esta corta vida y con este conocimiento limitado que posee, he visto en algunos llamados gnósticos, y en sabios del resto de las ciencias, a quienes ni la gnosis ni las ciencias han causado efectos en sus corazones, más bien lo contrario.
¡Oh querido! El conocimiento de Dios, en tus propias palabras, hace del corazón el lugar en el que se manifiestan los Nombres, los Atributos y la naturaleza de la Esencia divina y el lugar donde habita el Señor Verdadero, Quien elimina todos los efectos, anula todos los colores y destruye todas las delimitaciones.
En verdad, cuando los reyes entran en un país, lo corrompen totalmente y arruinan a los poderosos de él.
Hace del corazón el lugar de la fe en el Uno y de la alabanza a Él. ¿Por qué ha hecho, entonces, de tu corazón el lugar de tu propia glorificación? ¿Por qué ha incrementado sus colores y determinaciones y te ha apartado de la Verdad Altísima y de la teofanía de Sus Nombres? ¿Por qué ha hecho de tu corazón la mansión de Satanás y que consideres inferiores a los siervos de Dios, a los santos de la corte divina, manifestaciones de la belleza del Amado?
¡Ay, gnóstico! Tu estado es el peor de todos y las pruebas en contra tuya las más definitivas. Eres arrogante ante Dios y te comportas como Faraón ante los Nombres, Atributos y manifestaciones de la Esencia divina.
¡O buscador de conceptos! ¡Oh extraviado de la Verdad! Reflexiona un poco y mira a ver cuánta gnosis posees. Cuántos efectos de la Verdad y de Sus atributos encuentras en ti. Es posible que la música y la armonía sean conocimiento más precisos que los que tú posees. La astronomía, la mecánica y el resto de las ciencias naturales y matemáticas prestan tanta atención a los conocimientos y a los términos como la ciencia que tú profesas. De la misma manera en que esas ciencias no están directamente relacionadas con el conocimiento de los asuntos divinos, tus conocimientos de la terminología y de los conceptos gnósticos, son para ti un espeso velo que te impide acceder a la realidad. No se puede esperar que te transformen cualitativamente ni que te aporten un estado de iluminación. Al contrario, a los ojos de la reglamentación islámica, las ciencias físicas y las matemáticas son mejores que el conocimiento que tú posees, ya que ellos aportan sus resultados, mientras que a ti no te aportan ninguno o te aportan lo contrario de lo que deberían. Un ingeniero obtiene resultados de sus cálculos, un herrero de sus trabajos, pero tú no has obtenido los beneficios de este mundo y tampoco has alcanzado los propios de la gnosis y el velo de tus ojos es mayor que antes.
Cuando surge la conversación de la Unidad divina, imaginas una tiniebla ilimitada y cuando escuchas hablar de los Nombres y los Atributos divinos te imaginas una multiplicidad sin fin. Por tanto, esos términos no te han permitido encontrar la vía de las verdades y el conocimiento divino, solamente te han aportado orgullo y arrogancia frente a los que conocen Su verdad. El conocimiento que incrementa la oscuridad del corazón no puede ser considerado conocimiento. ¡Ay del conocimiento que hace a su dueño heredero de Satanás! La arrogancia es un atributo propio de Satanás. Él fue arrogante ante tu padre Adán y por ello fue expulsado de la corte divina.
Tú que te comportas de manera arrogante con los descendientes de Adán eres también de los rechazados y expulsados.
De todo esto puedes llegar a entender el papel del resto de las ciencias. El sabio, si es verdaderamente sabio y establece la relación que existe entre Dios y la creación y entre él mismo y Dios, elimina de su corazón la arrogancia. Pero el desgraciado buscador de terminología especializada y de conceptos, extravía su sabiduría en ellos aunque se crea el más sabio. A veces, se considera a sí mismo como adornado de los atributos del Ser necesario y dice que la sabiduría es uno de los atributos divinos: «La sabiduría se asemeja a la divinidad.» Otras veces se incluye entre los profetas y mensajeros divinos, diciendo: «Y les enseña la Escritura divina y la sabiduría.
Otras, cita:
«La sabiduría es el objetivo del creyente.
Así pues, a quien le es dada sabiduría le ha sido otorgado un gran bien.»
Su corazón ignora lo que es la sabiduría y se encuentra a miles de grados de distancia de los dones de Dios.
El gran pensador y filósofo islámico, Muhahqeq Mir Damód, que Dios esté satisfecho de él, dice:
«Sabio es aquel cuyo cuerpo es para él como un vestido. Cada vez que lo desea se desprende de él.»
¡Ved la elevación de sus palabras y ved la pobreza de las nuestras! ¡Ved lo que él entiende por sabiduría y lo que nosotros entendemos!
Por tanto, queda claro tu poca capacidad y la pequeñez de tu espíritu cuando, por haber aprendido unos cuantos conceptos y unos cuantos términos deslavazados, te ensalzas a ti mismo y te comportas arrogantemente con los demás.

Los pobres desgraciados que se consideran a sí mismos guías (murshid) de las criaturas y capacitados para asistirles espiritualmente y que se pretenden sufis, se encuentran en un estado aun más bajo que los dos grupos mencionados anteriormente y sus pretensiones son aun mayores. Roban la terminología de los dos grupos mencionados y ponen su mercancía a la venta en el mercado, apartando de Dios los corazones de los siervos y atrayéndolos hacia sí mismos y llevando a estos pobres simples e incontaminados a tener una mala opinión de los sabios islámicos y del resto de sus semejantes. Buscando su propio beneficio, consciente o inconscientemente, acuñan términos atractivos como «Machdúb Ali Shah» (Loco por Su Majestad Ali) o «Mahbúb Ali Shah» (Amante de Su Majestad Ali) haciendo creer a la gente simple y crédula que tales expresiones generan amor por Dios y llevan al éxtasis.
¡Oh buscador de los beneficios mundanales y ladrón de los significados! Lo que haces no es para sentirse tan orgulloso y arrogante.
El pobre desgraciado, debido a su pobreza de espíritu y la pequeñez de su mente, se cree su propio juego y piensa que ha alcanzado una posición espiritual. El amor a sí mismo y al mundo le hace identificarse con los conceptos ajenos de los que se ha apropiado y adoptar una impostada personalidad.
Con todo lo adquirido realiza una extraña mezcolanza y, a pesar de todas estas carencias y defectos, se considera un guía moral (murshid) llamado a salvar a la comunidad y dueño de los secretos de las disposiciones islámicas. A veces, esa desfachatez sobrepasa todos los límites y se imagina haber alcanzado la estación espiritual de la santidad y la guía espiritual absolutas (wilaya kul.liya). Todo ello producto también de su poca capacidad y cualidades, su carencia de grandeza y su debilidad de corazón.
Tampoco tú, que te ocupas del estudio de las leyes islámicas, de las tradiciones proféticas y del resto de las disciplinas religiosas, has obtenido más que unos pocos términos técnicos. Si estos conocimientos, que guardan todos ellos relación con la práctica, no han conseguido hacer de ti alguien mejor y no te han servido para corregir tus defectos, sino que te han corrompido la moral y la práctica, tus conocimientos son de menos valor que los de los estudiosos del resto de las ciencias e incluso que los de las personas comunes. Todos estos conceptos superficiales, significados literales y debates inútiles, la mayoría de los cuales no guardan relación alguna con la religión divina y no pueden ser considerados como conocimientos, no merecen ser denominados frutos de la ciencia. No son para sentirse tan complacido y orgulloso. Dios es testigo de ello y kafa bihi shahidan (Él es testigo suficiente) que si el resultado de las ciencias es éste y no sirve para guiarte y para alejarte de la decadencia moral y práctica, el más humilde de los trabajos es mejor que lo que te ocupa, puesto que aquel procura resultados prácticos inmediatos y menores problemas en este mundo y en el otro, mientras que lo que tú, pobre desgraciado, haces no te procura más que una pesada carga difícil de llevar y corrompe tu moral y tus obras. Por lo tanto, tus conocimientos no acreditan, desde el punto de vista científico, esa actitud arrogante. Pero, el horizonte de tus ideas es tan limitado que, con la adquisición de un par de conceptos deslavazados, te hace sentirte un sabio y ver al resto de las personas como ignorantes y pones las alas de los ángeles querubines bajo tus pies y creas dificultades a los siervos de Dios en las asambleas y en las calles, menospreciando el conocimiento y a los eruditos, ofendiendo con ello a todos.

De todos ellos, el más infame y despreciable es el que se comporta con arrogancia debido a cuestiones como la riqueza, la posición, la familia y la sangre. El pobre se encuentra muy alejado del conjunto de normas morales y de las buenas maneras propias de los seres humanos. No posee el más mínimo conocimiento, pero como va vestido con ropas de lana de cordero y su padre es fulano de tal, se comporta con las personas arrogantemente. ¡Qué poca cabeza, qué corazón tan pequeño y qué obnubilado está para reducir todas las perfecciones a una ropa hermosa y todas las hermosuras a un turbante y una capa. El pobre desgraciado se siente feliz viviendo en el plano animal y satisfecho de haber cambiado todas las altas estaciones propias del ser humano por una apariencia vacía de contenido y una forma vacía de realidad y, a pesar de ello, considera que posee una posición espiritual elevada. Es tan bajo e impresentable que, si alguien posee un nivel social mínimamente superior al suyo, se comporta ante él como el siervo se comporta ante su amo. Por supuesto, quien no tiene otra meta en la vida que la mundanal, es esclavo de este mundo y pertenece a este mundo.

De cualquier manera, algunos de los factores que fortalecen la arrogancia son la estrechez del horizonte mental y la poca capacidad intelectual y, por eso, aquellas cosas que no poseen perfección ni valor alguno, ejercen sobre él una fuerte influencia y le hacen sentirse vanidoso y comportarse con arrogancia. Cuanto mayor sea el amor a sí mismo y a las cosas mundanas de una persona, mayor será la influencia que estos asuntos ejercerán en él.


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Boicot Desinversión Sanciones: Comunicado conjunto de la UJFP y la IJAN


UJFP- IJAN, 13-07-2009
Traducción: Rocío Anguiano
Rebelión
¿Por qué, siendo asociaciones judias, boicoteamos los productos israelíes?

Puesto que todas las demás formas de acción, por muy útiles que sean (condenas verbales, llamamientos a nuestro representantes políticos y a los gobiernos, testimonios, peticiones...), no bastan para doblegar al Estado de Israel, nuestras dos asociaciones, la Unión Judía Francesa por la Paz y la Red Internacional Judía Antisionista, llaman a participar activamente en la CAMPAÑA INTERNACIONAL (B.D.S.) Boicot Desinversión Sanciones hasta el fin de la ocupación y hasta que Israel respete el derecho internacional

Como asociaciones judías que defienden los derechos de los pueblos y como ciudadanos que luchan por la igualdad, la justicia y la libertad, no podemos consentir:

Que el Estado de Israel prosiga su política sionista de colonización, exclusión, desposesión, represión, humillación, apartheid y limpieza étnica contra el pueblo palestino.
Que goce de impunidad política en el ámbito internacional mientras que se burla constantemente del derecho internacional y, en particular, de las resoluciones de la O.N.U., entre ellas la del derecho al retorno de los refugiados.
Que frente a los que se oponen a su política, se entregue al odioso chantaje del antisemitismo, a la vergonzosa manipulación de la memoria del genocidio, chantaje y manipulación que extienden por otros países sus agentes, como por ejemplo el CRIF (“Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia”), que cuenta con el apoyo activo de la política de Sarkozy.
Puesto que todas las demás formas de acción, por muy útiles que sean (condenas verbales, llamamientos a nuestro representantes políticos y a los gobiernos, testimonios, peticiones...), no bastan para doblegar al Estado de Israel, nuestras dos asociaciones, la Unión Judía Francesa por la Paz y la Red Internacional Judía Antisionista, llaman a participar activamente en la CAMPAÑA INTERNACIONAL (B.D.S.) Boicot Desinversión Sanciones hasta el fin de la ocupación y hasta que Israel respete el derecho internacional

Esta campaña, iniciada por una gran coalición de organizaciones de la sociedad civil palestina y apoyada por los refugiados palestinos, los palestinos de Israel y la minoría judía anticolonialista israelí, ha empezado a dar sus frutos: la empresa Véolia se ha retirado de la construcción del tranvía que une Jerusalén con las colonias israelíes.

Hoy se producen movilizaciones contra la venta de productos israelíes en las grandes superficies y contra el proyecto de Georges Frêche, Presidente del Consejo Regional de Languedoc Roussillon, de transformar el puerto de Sète en cabeza de puente para la venta en Europa de los productos procedentes de las colonias israelíes.

¡Basta ya de “planes de paz” cínicos, tipo Netanyahu, Kadima o Partido Laborista!

¡No toleraremos que Israel aplaste al pueblo palestino y amenace con su política beligerante la paz en el mundo!

¡No olvidemos los horrores perpetrados en Gaza y exijamos el levantamiento inmediato del bloqueo! Frente a la cobardía de las autoridades políticas, se impone una respuesta moral y política de la sociedad civil.

El boicot a Sudáfrica contribuyó a acabar con el régimen del apartheid: hoy esta acción política es necesaria y posible contra Israel.

París, 7 de julio de 2009

Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP)
21 ter rue Voltaire 75011 PARIS
Teléfono: 06 61 33 48 22 – Correo electrónico: contact@ujfp.org
Página web: www.ujfp.org

International Jewish Anti-zionist Network (IJAN)
Correo electrónico: europe@ijsn.net
UJFP- IJAN

NdT:
1. UJFP: Unión Judía Francesa por la Paz. IJAN: Red Internacional Judía Antisionista

Fuente en francés: http://www.protection-palestine.org/spip.php?article7560

Traducción: Rocío Anguiano, miembro de www.rebelión.org y Tlaxcala

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Aproximación histórica a la crisis política en Guinea-Bissau


24-08-2009
Aaron Liendo y Georalberth Oliver
Revista Pueblos

La celebración de elecciones presidenciales celebradas entre los meses de junio y julio del presente año constituye un nuevo ciclo político en Guinea Bissau. El asesinato del presidente Joao Bernardo Vieira y el Jefe del Estado Mayor Tagme Na Waie a principios del mes de marzo de 2009 fracturó la situación interna del país africano. Ambas figuras constituían un factor importante en el desarrollo histórico del país desde su independencia de Portugal en 1973. Las contradicciones entre el sector militar y el Ejecutivo constituyen una constante en el devenir político de Guinea Bissau reflejado en las disputas entre Vieira y Na Waie. La supresión de la principal figura política y militar del país puso fin a la contradicción histórica entre ambos personajes y marca un nuevo compás político, económico y social en un panorama local caracterizado por la inestabilidad y la pugna por el poder.

La convergencia de factores internos y externos hacen de Guinea Bissau un terreno fértil para la imposición – por parte de las potencias neocoloniales europeas- de modelos económicos, políticos y el desarrollo de fenómenos como el tráfico de armas y el narcotráfico.
“… se debe tener plena conciencia del hecho de que cada Estado constituido después de una lucha de liberación nacional, es necesariamente un movimiento antiimperialista, un movimiento de liberación nacional; o si no, traiciona” (Amílcar Cabral)
El carácter atípico del fenómeno político guineano se proyecta con el asesinato de Na Waie y Vieira y la transición política, la cual fue catalizada por las fuerzas armadas de Guinea Bissau y las principales figuras políticas locales. La celebración de elecciones presidenciales generó grandes expectativas y permite precisar una aproximación en torno a la formación histórica de Guinea Bissau y el desenvolvimiento de una dinámica política que pueda ofrecer una proyección sobre la definición del futuro del país africano.
Guinea Bissau: los actores mueven sus fichas de poder
La pugna por el poder político constituye una constante en el devenir histórico de Guinea Bissau. Las contradicciones entre el gobierno y el sector militar se remontan a la llegada al poder de Joao Bernardo Vieira en 1980. La formación de Guinea Bissau, bajo la égida colonial portuguesa, sentó las bases para la materialización de los antagonismos políticos que muestran su cenit con la muerte del Presidente y el Jefe del Estado Mayor. La convergencia de factores e intereses políticos, sociales y étnicos marcan la pauta en Guinea Bissau. Esta situación se concatena con la vigencia de una estructura económica dependiente de la producción agrícola y la ayuda internacional.
El proyecto político progresista impulsado por el caboverdiano Amílcar Cabral dirigido a la transformación de las bases sociales, políticas y económicas de Guinea Bissau vislumbraba la consolidación del socialismo africano, con sus virtudes y contradicciones, y la construcción de un gobierno sustentado y dirigido por las bases. La muerte de Cabral en 1973 y el ascenso al poder de Vieira generaron un viraje en el proyecto nacional, el cual fue reorientado hacia los principios del neoliberalismo pautado por los países industrializados a través de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). A pesar de contar con un gran respaldo social sustentado en el carisma (autorita) que revestía a Vieira como héroe de la gesta independentista, convirtió a Guinea Bissau en un “conejillo de indias” para la práctica de reformas macroeconómicas. Ello se sustentó en el control político a través de la formación de un sistema político caracterizado por el dominio del poder centralizado en la figura de Vieira.
El golpe de Estado dirigido al gobierno de Vieira en 1999 y su posterior victoria en los comicios presidenciales de 2005 incrementaron los niveles de conflicto entre el gobierno y el sector militar obstaculizando el desenvolvimiento socioeconómico y político del país. Por ello, se plantea que la muerte del presidente y el jefe del Estado Mayor guineano constituyen una estrategia de los sectores de poder local -con respaldo de factores foráneos- dirigida a depurar el sistema político a través de la supresión de dos de las figuras políticas de gran influencia en las fuerzas populares, económicas y militares.
El papel del Partido para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC) como principal fuerza política guineana será fundamental para la reconfiguración del sistema político y económico del país. El PAIGC ha sido permeado por la influencia de los distintos grupos de poder locales perdiendo la esencia progresista que le imprimió su fundador, Amílcar Cabral, para convertirse en el mecanismo de defensa de la clase dominante local, la cual detenta el principal medio de producción guineano: la tierra; además de manejar los proyectos mineros y energéticos en el país. Vale destacar que existe la presencia de corrientes políticas en el seno del partido que reivindican el proyecto político de Cabral, sector generador de pugnas a lo interno del PAIGC.
En el plano militar, las fuerzas armadas, posteriormente a la muerte de Na Waie, ejercen el mecanismo de la violencia y la defensa para generar las condiciones necesarias para el desenvolvimiento de la transición política local. El papel de las fuerzas armadas en la formación histórica de Guinea Bissau es fundamental como elemento de presión e instrumento para la reconfiguración del sistema de dominio político. El jefe del Estado Mayor tiene tanta influencia y poder como el presidente generando fuertes contradicciones con el despliegue político ejercido por el ejecutivo. Las alianzas de poder entre las facciones gubernamentales y militares han sido de vital importancia para la constitución o desarticulación del sistema político local.
Las reacciones en el plano internacional no se hicieron esperar. El presidente de Libia Muanmar al Gadafi, visitó al país días después de los asesinatos de Vieira y Na Waie en representación de la Unión Africana (UA). La posición de condena ante los hechos ocurridos en marzo de 2009 refleja la posición del organismo regional en evitar el desarrollo de un conflicto en Guinea Bissau sustentado en la situación actual de su población, altamente empobrecida y el carácter volátil de la región de África Occidental. El desarrollo del conflicto en la región de Casamance (sur senegalés), área fronteriza de Guinea Bissau con Senegal, constituye un factor de preocupación para el gobierno de Abdoulaye Wade tomando en consideración la reactivación de las confrontaciones entre el gobierno senegales y el Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) producto de la profundización del conflicto armada en Guinea Bissau.
Las contradicciones en plano local hacen de Guinea Bissau un caso atípico en la región pero con muchos elementos en común con el contexto histórico africano. El desarrollo de grandes civilizaciones, la práctica esclavista, el dominio colonial, la lucha por la independencia y el enfrentamiento de factores sociales negativos como la pobreza, la dependencia y el dominio neocolonial reflejan la necesidad de precisar los elementos claves en la formación histórica de Guinea Bissau para comprender y abordar de forma coherente los problemas estructurales y coyunturales del país africano y así poder establecer un diagnóstico sólido y acorde a la realidad guineana.
Construcción histórica de Guinea Bissau
El territorio actual de Guinea- Bissau fue parte del desenvolvimiento histórico de varios pueblos africanos. El desarrollo de grupos sociales en el área se inicia a partir de la aparición de pequeños núcleos de cazadores nómadas hasta el asentamiento de nuevos grupos étnicos agricultores, cazadores y “algunos pocos ganaderos procedentes de las sabanas del este” (Ikuska, 2009). La definición de estructuras sociopolíticas en territorio guineano se esbozó con la expansión del Imperio de Malí y Songhai a partir del siglo XII, dominando bastas zonas del interior y la costa. La importancia de esta área como corredor comercial de los pueblos subsaharianos y mediterráneos fue concatenada con la llegada de los navegantes portugueses y la imposición comercial esclavista.
La llegada de los portugueses al actual territorio guineano se inició alrededor de 1446 con los viajes de exploración impulsados por Nuno Tristán y Diogo Gomes tomando como referencia comercial la ciudad costera de Cacheu. A partir del establecimiento de la presencia lusitana en el área se originó un incipiente intercambio comercial el cual consistía en alcohol, caballos, productos manufactureros, textiles y armas a cambio de oro, marfil, aceite de palma, entre otros productos. Aunque se constituyeron canales comerciales entre Portugal [1] y África Occidental, el interés europeo era claro: dominio del comercio esclavista. Se estima que a finales del siglo XVIII “alrededor de 600.000 personas fueron enviadas desde Guinea al mercado internacional” (Ibid) a través del eje Guinea- Cabo Verde – Europa- América. El establecimiento de acuerdos en torno al comercio esclavista en Guinea contó con el sustento de grupos locales a través de la imposición de acuerdos, uso de la fuerza militar, y la resistencia de algunos grupos locales tales como Balantas, Nalu, Felupe, Manjaco, entre otros.
“La historia de los portugueses en Guinea es más antigua que la del colonialismo tradicional del siglo XIX. Se remonta a la segunda mitad del siglo XV con el establecimiento de oficinas comerciales en la costa guineana. Llegó a ser uno de los centros más importantes de lo que se llamó la “trata de negros”. Al menos un millón de nativos fueron enviados como esclavos a las Américas, pasando por las islas de Cabo Verde y las Indias Occidentales” (Armengol, 1974, p. 15).
La primera etapa del proceso de implantación europea en África se consolidaba a medida que el comercio esclavista se intensificaba en la región para dar respuestas al proyecto económico europeo de acumulación incipiente de capital, por medio de la empresa colonial en América. En el marco de la discusión sobre la vigencia del modo esclavista y la proliferación de movimientos anticoloniales en Guinea en el siglo XVIII, Portugal se ve presionado a abolir la práctica esclavista en 1837, reorientando su estrategia política y económica colonial dirigida al continente africano en los frentes Atlántico- Índico- austral. Durante el siglo XVIII, portugueses, mestizos y caboverdianos de ascendencia portuguesa comenzaron a establecerse en Guinea Bissau e implantaron la práctica agrícola de grandes plantaciones de cacahuate, caña de azúcar, café y algodón. La reorientación de la política imperial de Europa hacia África que implicó la implantación de modelos societales y económicos foráneos sentaron las bases para que Portugal creara el estatuto de Provincias de Ultramar; instrumento colonial portugués que incorporaba a Guinea Bissau en 1879.
La colonización portuguesa abarcó todos los ámbitos locales. En materia económica, la práctica agrícola y comercial quedó a cargo del monopolio privado portugués, agrupados en la denominada Unión Fabril, reorientando la producción para la exportación y generando patrones de explotación y desarticulación de la práctica agrícola de subsistencia. El establecimiento de fórmulas capitalistas- en función de los intereses foráneos- generarían un gran impacto en el plano local africano; en el caso específico de Guinea Bissau, “la presencia portuguesa era limitada y los africanos, aunque divididos, comenzaron a resistirse a la nueva situación del control portugués que imponía trabajos forzados…” (Ikuska, 2009). Portugal no tuvo un dominio pragmático del área hasta la llegada al poder de la dictadura salazarista en Portugal en la década de 1920. La imposición del régimen salazarista impulsó una férrea política colonial orientada a la centralización y explotación de los territorios portugueses en África: “los portugueses controlaban la administración, y los mestizos caboverdianos ocupaban el 70 por ciento de los puestos administrativos. Las autoridades, o “jefes tradicionales” eran designados por la administración portuguesa (…) se impuso el trabajo forzado para la extracción de aceite de palma, plantaciones de arroz y cacahuate (…) y la imposición del pago de impuestos que impulsó al africano a vender su mano de obra…” (Ibidem).
En el ámbito social, Portugal impulsó una política segregacionista basado en el acceso restringido para el ejercicio de altos cargos administrativos a los guineanos. Para ello, “aquellos africanos que contaban con educación, empleo, propiedad de la tierra, o servicio militar, podían lograr el privilegio del Estado asimilado, o ciudadanía portuguesa con todos los derechos, circunstancia que se daba en contadas excepciones” (Ibidem). Estas políticas se orientaban a crear rivalidades entre los distintos grupos étnicos locales y desmantelar cualquier movimiento que trastocara los intereses coloniales portugueses. Las condiciones socioeconómicas sirvieron de base para la profundización de la pobreza y las contradicciones sociales en el país africano. Según el Instituto para el Tercer Mundo (2008) en la década de 1950, la mortalidad infantil alcanzó el índice de 600 muertos por cada 1.000 nacimientos (…); había 11 médicos en todo el país y sólo el 1% de la población rural estaba alfabetizada y para 1960 apenas 11 guineanos tenían educación secundaria.
Bajo la influencia de factores internos y externos, surge en 1956 el movimiento político Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), liderado por el caboverdiano Amílcar Cabral, teniendo como objetivos centrales “el acceso a la independencia nacional, la democratización y la emancipación de la población africana, así como el desarrollo económico del país” (Armengol, 1974, p.19). Si bien en sus orígenes el PAIGC tuvo una fuerte orientación política, la represión del gobierno portugués impulsó al movimiento político liderado por Cabral a la lucha armada, la cual se mantendría por más de 18 años. Con gran apoyo de los países africanos, socialistas y gran respaldo popular, el partido controló con eficacia dos tercios del país antes de 1968, a pesar del envío de casi 50.000 efectivos militares portugueses; tomando en cuenta el respaldo de la población local, la cual rechazaba los abusos del gobierno colonial portugués (Ikuska, 2009). EL PAIGC era dirigido por Amílcar Cabral, Luís Cabral y Aristides Pereira.
En enero de 1973 en Guinea Conakry, Amílcar Cabral es asesinado en el curso de una redada organizada por el gobierno de Lisboa dirigida a desmantelar al PAIGC [2]. La crisis interna portugués y la avanzada del PAIGC generó las condiciones necesarias para que el PAIGC emitiera la declaración unilateral de independencia de Guinea Bissau y Cabo Verde el 24 de septiembre de 1973, la cual contó con el reconocimiento de varios países africanos y posteriormente de la Organización de Naciones Unidas (ONU). A su vez, la Asamblea Nacional Popular (ANP), creada en 1972 por medio de la celebración de comicios en las zonas ocupadas por el PAIGC, aprobó una Constitución nacional y la conformación del Consejo de Estado, liderado por Luís Cabral como Presidente y Francisco Mendés (Chico Té) Primer Ministro. Finalmente el gobierno de Portugal reconocería a Guinea Bissau en 1974 y Cabo Verde en 1975.
Guinea Bissau independiente: El PAIGC y la democracia nacional revolucionaria (1973-1980)
El gobierno independiente liderado por Luís Cabral impulsó medidas dirigidas al bienestar social a través de la diversificación agrícola y la concreción de la reforma agraria, campañas de alfabetización y estimulo de la educación en la población. En torno a la política exterior, Guinea Bissau se “definió por el no alineamiento, el fin del colonialismo en África y el apoyo condicional a la lucha contra el apartheid (…) se priorizó la integración económica con el archipiélago de Cabo Verde, con vistas en una futura integración de los dos Estados” (Guía del Mundo, 2007). La celebración del III Congreso del PAIGC en noviembre de 1977 sentó las bases políticas de Guinea Bissau orientadas a la constitución de un Estado socialista. El buró político estuvo conformado por Aristides Pereira, Luís de Almeida Cabral (presidente de la República, ratificado en marzo de ese mismo año por el Consejo de Estado para un periodo de cuatro años), Joao Bernardo “Nino” Vieira, Francisco “Chico” Mendes [3], Pedro Pires, Abilio Duarte, Umaru Diallo y Constantino Texeira.
En contraste al escenario político, el país enfrentaba una crisis económica [4] de gran peso producto de las consecuencias de la guerra por la independencia contra el régimen portugués y las constantes sequías que azotaron al sector agrícola – principal actividad económica de Guinea Bissau- entre otros factores que conllevaron al gobierno a flexibilizar la reforma agraria autorizando la propiedad privada de la tierra, aunque bajo estricto control del Estado. Se redujeron los impuestos y se estimularon los proyectos pesqueros, el desarrollo industrial, la explotación minera y la silvicultura. En la búsqueda de diversificar la economía, altamente dependiente del sector agrícola, el gobierno de Bissau auspició la exploración y explotación mineral para la cual contaba con el apoyo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que se ocupó de la prospección minera con base en el potencial que el país podría tener en reservas de bauxita, fósfatos y petróleo costa afuera (Tenaille, 1981).
Si bien existían las condiciones políticas para impulsar el modelo socialista, la presión de las potencias europeas, la movilización de sectores internos, y la dependencia de Guinea Bissau de las exportaciones agrícolas, sujetas a las constantes fluctuaciones del mercado internacional obstaculizaron la necesaria formación del capital indispensable para el desarrollo agrícola, industrial y social del país africano. La efervescencia económica y social interna generó un quiebre en el sistema político guineano reflejado en el golpe de Estado liderado por “Nino” Vieira el 14 de noviembre de 1980. Complementario a la crisis económica del país se caldean los intereses etnicos locales de grupos como los balantas, el cual constituye alrededor del 30% de la población del país [5] con una gran influencia en el sector militar.
Joao Bernardo “Nino” Vieira (I): entre el centralismo, el pragmatismo y la apertura económica neoliberal (1980-1994)
Considerado uno de los héroes de la gesta independentista, Joao Bernardo “Nino” Vieira toma el poder en 1980, hecho que marcará la dinámica política, económica y social vigente. En el plano político, centralizó el poder de los organismos constitucionales mediante un Consejo de la Revolución, junta de naturaleza cívico- militar cuyos integrantes eran guineanos autóctonos (Cidob, 2009).
La convulsión política sería la constante durante el gobierno de Vieira: desarticulación de complots políticos y levantamientos militares – encabezados por sectores balantas-, arrestos de colaboradores al gobierno; uno de lo más representativos ocurrió en 1986 con la condena a muerte de varios funcionarios que fueron fusilados y algunos desparecidos. En este contexto, aparece la figura de Batista Tagmé Na Waie, comandante de la Policía Militar y hombre de gran influencia sobre el sector militar, encarcelado junto a otros efectivos militares balantas, debido a las críticas al gobierno central. Vieira interrumpió el proceso de integración con Cabo Verde [6] sepultando en definitiva el proyecto político construido por Amílcar Cabral y le sirvió como plataforma política para la elección de “Nino” como secretario general del PAIGC en su Primer Congreso Extraordinario, en 1981. Por otra parte, el gobierno de Vieira contó rápidamente con el reconocimiento de los países vecinos como Guinea- Conakry, país que había tenido fricciones con el gobierno de Cabral en torno a la soberanía marítima, área donde se cree existe un gran potencial hidrocarburífero.
En el plano económico, “el país se embarcó en los planes de ajuste estructural neoliberales con sus nocivos efectos sociales, la moneda no paraba de devaluarse y el coste de la vida no dejaba de crecer (Conchiglia, 2009). Así, el proyecto socialista impulsado por el PAIGC fue suplantado por los programas de ajuste estructural, de clara orientación neoliberal, profundizando los niveles de dependencia económica con el respaldo, además, de la ayuda condicionada por parte de los países europeos. Las siguientes tres (3) experiencias nos revelan el proyecto político dirigido por Vieira:
Se priorizó la asistencia económica con los países occidentales, principalmente Francia y Portugal. Ello se refleja en la inclusión de Guinea Bissau en la zona del franco CFA – “que, al tratarse de una moneda ajustada al franco francés con un tipo de cambio fijo y gozar de convertibilidad parcial por estar respaldada por el Tesoro galo, debía poner término la crisis económica guineana” (Cidob, 2009), fenómeno que a largo plazo constituye un elemento de dominación económica ejercida por el gobierno francés-. Por otra parte, el acercamiento del gobierno de Vieira con Portugal se evidencia con la visita del presidente lusitano Ramalho Eanes a Bissau en 1982 y la visita de Vieira a Lisboa en 1984; visita que sirvió de marco para el establecimiento de un acuerdo bilateral en el cual Portugal se comprometía a conceder créditos y reestructuración de la deuda a cambio del retorno de las propiedades que le fueron arrebatadas a los lusos durante el proceso de nacionalización impulsado por Cabral.
En marzo de 1985, el gobierno de Bissau y Conakry estudiaron la posibilidad de realizar prospecciones conjuntas en el área costera para la explotación del posible potencial energético.
La aplicación del primer plan de desarrollo (1983-1986) requirió de una inversión inicial de 118,6 millones de dólares, 75% proveniente de la ayuda externa; plan que fracasó por el auge de la crisis económica del país producto de la caída de los precios internacionales de los productos agrícolas y recursos naturales.
El acercamiento con las potencias europeas, la apertura al capital externo y la adopción de la política económica neoliberal propulsada por las instituciones financieras internacionales constituyen los pilares de la política exterior de Vieira, concatenada con la consolidación de una política interna sustentada en la centralización del poder y la desarticulación de redes políticas y militares contrarias al gobierno de Bissau. La dinámica local caracterizada por la relación entre una centralización política [7] y la liberalización económica se reflejarían en la profundización de la pobreza, la desigualdad social y la dependencia externa de Guinea Bissau.
La década de los noventa reveló la gran crisis económica del país: la deuda externa ascendía alrededor de 600 millones de dólares, la caída de los precios de productos agrícolas debilitó la capacidad de respuesta económica guineana y las expectativas para fortalecer las exploraciones en materia energética y mineral contaban con menos fuerza. La presión internacional y la adopción de la política económica neoliberal conllevaron al gobierno de Vieira a impulsar una nueva reforma al sistema político, la cual se amoldaría a las exigencias de las potencias neocoloniales, la ayuda económica condicionada y salvaguarda de los intereses del buró político de Vieira. El V Congreso del PAIGC a finales de 1991 adoptó la política multipartidista y la reposición del cargo de primer ministro, asumido por Carlos Correia. El congelamiento de salarios, la reducción del gasto público, la reestructuración de la deuda, la privatización de los medios de producción y una política monetaria restringida por la política del CFA [8], no rindieron respuestas oportunas a la crisis económica del país, la cual, junto a la convulsión política y militar interna sirvieron como pantalla de humo para aplazar las elecciones generales en 1992, 1993 y 1994.
Joao Bernardo “Nino” Vieira (II): profundización de la distensión interna y las políticas neoliberales (1994-1999)
El año de 1994 marcaba el horizonte para una transformación política y económica que rescatará al país de la grave crisis socioeconómica desde su independencia de Portugal. El clima político previo a las elecciones generó fuertes roces entre el sector gubernamental y la oposición. Este último sector, consolidado a través de la reforma al sistema político local, auspiciaba la realización de marchas y protestas contra el gobierno de Vieira, lo cual se tradujo en dos hechos relevantes: los arrestos de Joao da Costa – presidente del Partido Renovación Democrática (PRD)- y del ex General Tagmé Na Waié, miembro del Partido de la Resistencia de Guinea Bissau- Movimiento Bafatá (PRGB- MB).
Las elecciones se llevaron a cabo a mediados de 1994 dando a Vieira el triunfo, en segunda vuelta, contra el candidato opositor Kumba Ialá (Partido de Renovación Social- PRS) con 52% de los votos. En el ámbito legislativo, el PAIGC aseguró 62 de 100 escaños en la ANP. El triunfo del PAIGC contó con el aval de los observadores internacionales frente a las denuncias de un posible fraude realizadas por la oposición. El triunfo político de “Nino” tendría una razón de ser: el gobierno de Vieira seguía a plenitud las medidas económicas y políticas dictadas por los centros de poder capitalista, a través de sus instituciones financieras y acuerdos bilaterales. Había que premiar las “buenas acciones” del gobierno de Vieira. Para complementar el poder ejecutivo asume como primer ministro el secretario general de PAIGC, Manuel Saturnino da Costa.
Para el nuevo mandato, el gobierno de Vieira se trazó una meta básica: el rescate de la economía y el reforzamiento de las relaciones con los países vecinos. En torno a la primera idea, se implementó el II Plan de Ajuste Estructural (1994-1997), el cual contó con la concesión de un nuevo crédito de 14 millones de dólares por el FMI. Por otra parte, se dio un acercamiento importante con el gobierno de Dakar (Senegal), que permitieron negociar la explotación conjunta de los recursos energéticos y minerales comunes; por ello, “a fines de 1995, Guinea Bissau ratificó un acuerdo limístrofe con Senegal (firmado en 1993), que redefine sus fronteras marítimas y estipula la explotación conjunta de un área que, se presumía, podría ser rica en petróleo” (Guia del Mundo, 2008).
El acercamiento a Senegal va más allá del simple hecho de combinar propuestas económicas y la incorporación de Guinea Bissau a la Unión Económica y Monetaria de Africa Occidental en 1997. El conflicto en la región de Casamance, área fronteriza entre ambos Estados se convertiría en un factor fundamental para la aparición de nuevos actores además de cambios políticos en Guinea Bissau. Las acusaciones a dirigentes guineanos por colaborar con las tropas del Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MDFC) al norte del país generó fricciones políticas internas, reflejado en la destitución del jefe del Estado Mayor General guineano Ansumane Mané, héroe de la independencia de Guinea Bissau. Las acusaciones en torno al resguardo de tropas rebeles del MDFC y el tráfico de armas constituyeron el basamento de la destitución de Mané. La jefatura recayó en el General Humberto Gomes.
Crisis 1998- 1999: juego de alianzas de poder cívico- militar
El período comprendido 1998- 1999 develaría la crisis política interna en Guinea Bissau. El alzamiento de Mané y los enfrentamientos armados locales debilitaron las bases políticas del gobierno de Vieira, a pesar del esfuerzo de los países vecinos en el auspicio del diálogo entre las facciones rebeldes, lideradas por Mané y el gobierno. Los acuerdos de paz de Abuja (Nigeria) y Lomé (Togo) [9] no pudieron evitar la salida de Vieira de la Presidencia a través de la vía del golpe militar en 1999. La correlación de fuerzas favoreció al General Mané quien el siete de mayo de 1999 había derrocado al presidente Vieira. La firma del documento de rendición incondicional ante el Comando Supremo de la Junta Militar encabezada por Mané obligó a Vieira al exilio en Portugal.
El golpe de Estado no supuso una ruptura total del hilo constitucional guineano. La presidencia de la República fue liderada por el Presidente de la ANP y miembro del PAIGC, Malam Bacai Sanhá. El Gobierno de Unidad Nacional junto a Fadul quedaba intacto. La estocada final a Vieira se dio en el III Congreso Extraordinario del PAIGC en 1999, en el cual se expulsa al mítico “Nino” Vieira del Partido siendo reemplazo en la dirección del partido por Saturnino da Costa y posteriormente Francisco Benante. De esta manera, el ascenso, auge y caída del régimen de Vieira llegaría a su clímax en 1999, periodo que refleja la formación de un pacto cívico- militar, liderado por el PAIGC y las Fuerzas Armadas para expulsar a “Nino” del gobierno sin desquebrajar el sistema. Una vez más la alianza política- económica- militar desempeñaría el papel central en esta coyuntura.
La expulsión de Vieira era previsible tomando en cuenta el descontento que existía en el seno del PAIGC frente a al liderazgo de Vieira, concatenado con los intereses del sector militar del país. La dupla cívico- militar había jugado un rol clave en la dinámica política del país desde su independencia y el presidente “Nino” Vieira no estaría al margen de ello. Le sucedió una junta militar, la cual organizó elecciones siendo electo el enemigo histórico de Vieira: Kumba Ialá. En este contexto, “la victoria de Ialá, balante, tradicionalista y un poco voluble, resonó como un justo vuelco a la situación (…) pero los conflictos no cesaron” (Conchiglia, 2009). Las apetencias de poder de Mané lo llevaron a autoproclamase Jefe del Estado Mayor sobre la autoridad del General Verissimo Correia Seabra, quien detentaba el cargo por nombramiento de Ialá. Se intensificaban así las tensiones entre el ejercito y el gobierno hasta la muerte de Mané en el 2000.
La convulsión en el seno de las Fuerzas Armadas de Guinea Bissau aunado a los presuntos rasgos autoritarios y de ineficacia frente a la dirección política del Estado, sentaron las condiciones para que el Jefe del Estado Mayor Seabra derrocara al gobierno dirigido por Ialá a través de un golpe de Estado en septiembre de 2003. En este contexto, la Junta Militar impulsó la formación de una coalición política conformada por el Secretario General del PRS Antonio Artur Sanhá, el empresario independiente Henrique Pereira Rosa (presidente interino), y un Consejo Nacional de Transición presido por el propio Correia (Cibod, 2009). La misma buscaría fijar solidez al sistema político interno previo a las elecciones regionales de 2004 y presidenciales en 2005.
En las elecciones regionales de 2004, el PAIGC obtuvo la victoria frente a los sectores opositores tradicionales. Por otra parte, la muerte de Seabra a finales de 2004 permitió el ascenso de una de las figuras políticas y militares de gran influencia en el plano interno: Tagme Na Waie, quien asume como Jefe del Estado Mayor. En el marco de un fuerte clima de inestabilidad interna se realizan las elecciones presidenciales en 2005, en las cuales resulta electo “Nino” Vieira, quien había regresado del exilio en Portugal y era respaldado por un partido independiente, frente a las figuras de Ialá (PRS) y Bacai Sanhá por el PAIGC. Si bien existían disposiciones contempladas en la Carta Nacional de Transición que prohibían a los antiguos jefes de Estado a postularse en los Comicios, ello no influyó para las candidaturas; por ello, algunos sectores de la sociedad guineana expresaron su temor frente a un posible incremento del riesgo de una nueva etapa de confrontación y sectarismo étnico (Ibid).
Joao Bernardo “Nino” Vieira (III): hacia el principio del final
Joao Bernardo “Nino” Vieira asume la presidencia por tercera vez el primero de octubre de 2005 bajo la proclama “Desde hoy, Guinea Bissau toma la dirección correcta”.Discurso esperanzador para afrontar las duras condiciones internas caracterizadas por la desarticulación de la industria productiva afectada por los enfrentamientos político- militar, el descenso de la ayuda e inversión internacional y la profundización de la pobreza que, para ese momento, afectaba al 80% de la población del total nacional (1. 500.000 habitantes aproximadamente). El gobierno de Vieira se enfrentó a varios focos:
La fuerte tensión con los partidos tradicionales de Guinea- Bissau. Para ello, Vieira recurrió a la conformación de un gobierno de “unidad” destituyendo al primer ministro Carlos Gomes por Aristides Gomes, dirigente del PAIGC, “en una especie de tensa cohabitación con la gestión de Vieira” (Conchiglia, 2009). El PAIGC buscaba reforzar sus espacios de poder e influencia frente al regreso de Vieira como presidente de Guinea- Bissau.
La grave crisis económica que enfrenta el país producto de la inestabilidad política y la aplicación del paquete de reformas macroeconómicas inducidas por el FMI y el BM.
La problemática con algunos países vecinos. Tal es el caso de Senegal y la región de Casamance, área limístrofe al norte con Guinea Bissau y de constante inestabilidad producto de los enfrentamientos entre el ejército senegalés y las fuerzas del MDFC.
El tráfico de drogas fortalecido por la inestabilidad interna de Guinea Bissau. Los cárteles de la droga, especialmente de América Latina se manejan a través de pactos secretos, negocios y sobornos para utilizar al país africano como puente para el traslado de droga dirigida al mercado europeo.
Las tensiones con algunas facciones de las Fuerzas Armadas de Guinea Bissau, lideradas por el veterano de guerra y hombre de gran influencia política Tagmé Na Waie. Las fricciones entre Vieira y Na Waie tienen fuertes antecedentes desde el golpe de Estado de “Nino” en 1980 y constituirían la constante entre ambos líderes hasta 2009. De hecho, “fueron necesarias intensas negociaciones a nivel regional- en las cuales se implicó especialmente al presidente guineano Lansana Conté- para convencer a Na Waie de que permitiera el regreso de Vieira del exilio (…) el destino de Vieira y Na Waie estaban unidos por un odio que venia de lejos…” (Conchiglia, 2009).
Para sentar las bases políticas del gobierno, el PAIGC propuso una moción de censura contra el primer ministro Aristides Gomes forzando su destitución en marzo de 2007. En su lugar asumió el cargo Martinho Ndafa Kabi (vice- presidente del PAIGC). La figura de Ndafa Kabi fue “la opción consensuada por el PAIGC, el PRS y el PUSD, que firmaron un pacto de estabilidad política antes de repartirse los puestos ministeriales” (Cibod, 2009). Pese a los esfuerzos de generar un gobierno de “unidad”, las contradicciones con el Jefe del Estado Mayor constituyeron el día a día del panorama local al igual que algunos roces con la ANP. Las diferencias entre el Presidente y Kabi se concatenaron con el liderazgo que proyectaba Na Waie, los cuales le restaban protagonismo a Vieira en el plano político local.
En otro ámbito, el tema del narcotráfico generaba asperezas dentro de la correlación de fuerzas internas en Guinea Bissau. Los escándalos e impugnaciones entre las distintas fuerzas políticas y militares sobre el tema del tráfico de drogas se incrementaron convirtiéndose en un aditivo explosivo para la relativa estabilidad del país. El imaginario del “narcoestado” se proyectaría a nivel internacional, colocando a Guinea Bissau al servicio de los cárteles latinoamericanos para transportar grandes cargamentos de droga hacia el mercado europeo. Francesc Relea, corresponsal de prensa plantea que “alrededor del 27% (40 toneladas) de la cocaína que se consume cada año en Europa llega por la nueva ruta africana, que atraviesa países como Nigeria, Ghana, Liberia, Sierra Leona, Guinea, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Senegal, Malí y Mauritania” (Relea, 2009).
En el caso específico de Guinea Bissau, la inestabilidad del gobierno producto de las pugnas políticas, los altos índices de pobreza y la desprotección del territorio (fronteras y áreas marítimas) hacen de este país de África occidental un punto clave para los carteles de la droga. La influencia ejercida por los narcotraficantes es reflejada en declaraciones de Antonio María Costa – director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito- quien afirma que “los carteles de la droga no sólo compran propiedades inmobiliarias, bancos y empresas, compran también elecciones, candidatos y partidos. En una palabra, compran poder" (Ibidem). En torno al tráfico de drogas a través de Guinea- Bissau, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (ONUDC) plantea que:
“… el número de incautaciones de droga en Guinea Bissau ha aumentado de manera exponencial. Ese país, con las instituciones debilitadas por el ciclo de violencia, una pobre gestión de la economía y enormes dificultades para pagar a los funcionarios o para regular las indemnizaciones de retiro de los soldados de su abundante ejército, se ha convertido en una presa escogida por los narcotraficantes. En septiembre de 2006, la policía detuvo a dos venezolanos y les requisó, además de las armas y los radiotransmisores, 674 kilos de cocaína. El botín, de un valor de 30,5 millones de euros, se depositó en una caja del Tesoro Público y después desapareció, según ha declarado un funcionario guineano a Antonio Mazzitelli, representante de la ONUDC para África del oeste. “Un grupo de soldados llegó para evaluar la droga requisada, después nunca volvieron los paquetes”. Episodio emblemático del combate desigual entre los poderes del dinero y un país de instituciones caducas” (Conchiglia, 2009).
La influencia de los carteles de la droga y la alianza con grupos locales constituyen una dinámica particular de gran peso en el desenvolvimiento interno guineano. La denominación de “narcoestado africano” no precisa el papel del narcotráfico en el país, el cual no es productor sino simplemente una zona de paso hacia el mercado europeo. Por ello, la validez de esa aseveración se presta a confusión colocando al tema del narcotráfico como tema central en el acontecer guineano cuando el tráfico ilícito de drogas constituye uno más de los distintos elementos que convergen en el desarrollo político, social y económico contemporáneo del país. No por ello debemos negar la formación de alianzas entre facciones locales y foráneas para mantener las condiciones necesarias para el libre paso de la droga por África Occidental y alimentar la demanda del mercado europeo.
Bajo un clima de escándalos y acusaciones para generar inestabilidad entre funcionarios del gobierno y las fuerzas armadas se llevan a cabo las elecciones legislativas de 2008. El PAIGC refuerza su poder político obteniendo 67 escaños frente a la oposición del PRS y el Partido Republicano para la Independencia y el Desarrollo (PRID); este último liderado por Arístides Gomes, quien buscaba restarle poder al PAIGC. Por otra parte, Carlos Gomes vuelve al cargo de primer ministro. El desarrollo de varios atentados dirigidos a Vieira y Na Waie develan la “mano invisible” del poder político y económico presentes en Bissau centrados en la generación de las condiciones necesarias para omitir ambas figuras de gran autorita local.
Elecciones en Guinea Bissau: la búsqueda del equilibrio político
La muerte de Vieira y Na Waie representa el nuevo punto de partida de los factores políticos y económicos guineanos. La maquinaria militar cumplió su rol histórico particular: reconfigurar el equilibrio político a través de la vía de las armas sin una apropiación total del poder. Las facciones del ejercito que tomaron el poder, posterior a los asesinatos, sirvieron como intermediario ante la transferencia del poder “respetando el hilo constitucional”. Así lo declaraba el Alto Mando miliar guineano en una nota pública, en la cual reiteraba su compromiso y la determinación de obedecer a las instituciones democráticas elegidas. En este contexto, el presidente de la ANP de Guinea Bissau, Raimundo Pereira se convirtió en el nuevo jefe de Estado provisional y el General José Zamora Induta como Jefe del Estado Mayor provisional.
La ocupación de la presidencia por Pereira, miembro del PAIGC y la asignación del nuevo Jefe del Estado Mayor tiene un objetivo en común: preservar los intereses de los sectores de poder locales a través del establecimiento del equilibrio de las fuerzas políticas y militares. La supresión de Vieira y Na Waie se incorpora al proceso de “depuración” del espacio político que pudiese generar la estabilidad necesaria para afianzar el poder de los sectores económicos internos y la apertura al capital financiero internacional. Para materializarlo, los actores mueven sus fichas reflejadas en la celebración de elecciones presidenciales el 28 de junio de 2009 y la gira del Jefe del Estado Mayor provisional por los cuarteles del interior del país para generar conciencia entre los militares sobre la significación de los venideros comicios. En el marco de la gira, el General Induta afirmó que después de la necesaria reforma en el sector de seguridad y defensa es preciso avanzar en la reforma política” (Bissau Digital, 05-05-2009).
En declaraciones del Presidente de la Comisión Nacional Electoral de Guinea Bissau (CNE) Desejado Lima da Costa se reconoce el “apoyo que hemos recibido de la comunidad política guineana y de la comunidad internacional (…); pienso que están reunidas las condiciones materiales, políticas y psicológicas para que los guineanos puedan votar el 28 de junio” (Africada, 23-04-2009). En el plano internacional, la celebración de los comicios presidenciales contó con el aval de la Ecowas, la CPLP [10], la UE y la UA, organismos que procuran la estabilidad del país previendo el efecto dominó que pueda generar un conflicto a gran escala en una región altamente volátil. Con base en las condiciones materiales señaladas por el presidente de la CNE guineana se presentaron las candidaturas [11] para la elección presidencial, con el aval del Supremo Tribunal de Justicia; entre los más destacados: Malam Bacai Sanhá (PAIGC), Kumba Ialá (PRS) y Henrique Pereira Rosa (ex presidente de transición de Guinea Bissau en 2003 y candidato independiente). Las principales facciones políticas imponen a sus candidatos, figuras de vieja data orientadas a la ocupación y mantenimiento de los espacios de influencia consolidados a lo largo de la historia de Guinea Bissau.
A pesar del asesinato, previa a la celebración de los comicios, del candidato presidencial Baciro Dabo y el ex Ministro de Defensa Helder Proenza [12], las elecciones se llevaron a cabo con una relativa normalidad. Los resultados fueron emitidos a principios del mes de julio de 2009 por el CNE confirmando la celebración de una segunda vuelta electoral entre Malam Bacai Sanhá y Kumba Ialá, los cuales fueron los candidatos más votados, entre 11 candidatos que concurrieron a los comicios Presidenciales. El candidato el PAIGC obtuvo 39, 59 % (133, 786 votos) y Kumba Ialá del PRS con 29, 42% (99.428 votos) (Bissau Digital 02-07-2009). Según el CNE, la población inscrita en el registro electoral fue de 593.765 personas de las cuales 356.340 asistieron a las 2.500 urnas habilitadas. La abstención se ubicó alrededor del 40%, cifra que supera la celebración de comicios anteriores. Algunos de los temas claves manejados por la agenda pública local en el marco de la celebración de los comicios presidenciales fueron:
Buen gobierno Justicia, cultura y ciudadanía Promoción del aparato productivo nacional Desarrollo agrícola Incentivos a la exploración y explotación minera (bauxita, fosfatos, petróleo y gas) Educación Paz y reconciliación nacional Reforma de las Fuerzas Armadas Revisión de la Constitución
La disputa por la Presidencia entre Sanha y Ialá constituye la segunda contienda. En 1999, posterior al golpe de Estado a Vieira el líder del PRS venció con a Sanha un 72% de los votos. Si bien la diferencia de votos entre ambos candidatos fue de 10% aproximadamente, la segunda vuelta electoral prometía ser reñida. Algunos de los principales objetivos que ambos candidatos concretaron fueron orientados a capitalizar el voto del electorado de Henrique Rosa, el cual se ubica alrededor del 24% de la población electoral, y estimular los votos reflejados en el 40% de abstención que caracterizo la primera vuelta. Pese a las distintas proyecciones, Bacai Sanhá obtuvo 224. 259 votos (63,52%) frente a los 129.963 votos (36%) obtenidos por Kumba Ialá en la segunda ronda electoral. La abstención se ubico en 39%, un punto menos que la primera vuelta. Previa a la celebración de las elecciones, Ialá anunció que avanza para la segunda vuelta con la intención de destruir al PAIGC (Guinea Bissau, 05-07-2009), discurso que se desvaneció al reconocer los resultados de la segunda vuelta comicial tal y como lo establecía el memorando de entendimiento acordado por ambos candidatos que exhortaba a reconocer y aceptar los resultados publicados por el CNE.
Presidente interino (1999- 2000) y ex candidato presidencial, Sanhá constituye la cúspide del iceberg político local y la carta de juego del PAIGC que buscará centralizar el dominio político. La trayectoria política de Sanhá es de un amplio espectro. Desde su inicial participación política a través de la militancia activa en el PAIGC a partir de 1962, Sanhá ocupó altos cargos en la administración Estatal: administrador de la región de Biombo, gobernador de la región de Bafatá e Gabu (1975), Ministro de la Provincia del Este, Secretario General de la Unión Nacional de Trabajadores de Guinea Bissau (UNTG), Ministro de Información y de las Telecomunicaciones, Presidente de la Asamblea Nacional Popular, entre otros. La victoria de Sanhá en los comicios Presidenciales venideros constituye la consolidación del PAIGC en el plano político “interrumpido”- relativamente- desde hace diez años. En el marco de la publicación de los resultados de la segunda vuelta electoral, Sanhá indico que “su gobierno encaminará sus pasos hacia el logro de la paz, la estabilidad y el desarrollo (…) tenemos que demostrar madurez y responsabilidad con el pueblo” (Prensa Latina 30-07-2009). La campaña del candidato del PAIGC estuvo orientada a la búsqueda de la reconciliación y la unidad nacional; propuesta que busca dirimir las controversias entre el poder político y el militar.
Reflexiones finales
La situación interna de Guinea Bissau constituye un eslabón delicado en el área de África Occidental. Las elecciones presidenciales venideras marcaron un nuevo inicio en la reconfiguración del espectro político guineano y la búsqueda del equilibrio entre las facciones políticas y las fuerzas militares. Ambos actores son claves en la construcción histórica guineana desde la independencia de Portugal en 1974 concatenado con los intereses neocoloniales centrados en el potencial agrícola, minero e hidrocarburífero. Por ello, para la nueva administración se presenta el reto de construir canales que garanticen la estabilidad del país a través de alianzas con los sectores de poder locales y las Fuerzas Armadas de Guinea Bissau.
En este plano, existe en el seno del partido de gobierno un eslabón de gran poder de influencia la cual seguramente jugará un rol importante en el desarrollo económico del país africano: Carlos Gomes Junior. Secretario General del PAIGC y actual primer ministro, constituye una figura de referencia en materia económica del país. En el plano energético, Gomes fue fundador de la Sociedad de Abastecimiento Petrolífero de Guinea Bissau (PETROMAR) y administrador de la Distribuidora de Combustibles y Lubricantes de Guinea Bissau (PETROGAS). En el ámbito económico, fue presidente de la Comisión Ejecutiva del Banco de África Occidental y de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Guinea Bissau. Experimentado banquero y uno de los hombres de poder en el país le asigna un rol determinante entre los grupos de poder local para capitalizar el dominio del país. El proyecto económico impulsado por la élite local sustentado en el impulso del desarrollo agrícola, minero y la exploración en materia petrolera proyectan a Carlos Gomes como un eslabón indispensable en la reorientación del sistema político y económico del país. Su formación en materia petrolera y económica en Occidente devela la posibilidad de una futura incursión del país en materia hidrocarburífera y futuros acercamientos con el gobierno de Estados Unidos (EEUU), Francia, Portugal y China.
La credibilidad del PAIGC como principal fuerza política del país se debate entre el legado histórico revolucionario y el aumento de los niveles de dependencia, exclusión y pobreza en Guinea Bissau, producto de la aplicación masiva de reformas económicas neoliberales. Las raíces progresistas del PAIGC fueron permeadas poco a poco por la influencia de pequeños grupos locales alineados con los intereses neocoloniales; es por ello que la posibilidad del pueblo guineano de superar el subdesarrollo y la explotación desmedida hacia una nueva etapa histórica ha sido truncada por la imposición del neocolonialismo, el cual “no ha hecho más que acentuar las contradicciones inherentes a la realidad social africana” (Armengol, 1974, pag. 39) producto del saqueo imperialista. Las Fuerzas Armadas de Guinea Bissau juegan un papel clave en la recomposición interna del país y la búsqueda del equilibrio de poder en el país africano. La relación entre el Ejército y el Ejecutivo constituye uno de los puntos principales de la agenda local. La interacción entre ambos elementos del Estado africano jugarán un rol clave en el devenir histórico contemporáneo de Guinea Bissau post Viera.
La situación socioeconómica [13] de la población constituye un detonante interno frente a la posible estabilidad política que pueda brindar la elección de nuevas autoridades, las cuales buscarán resguardar los intereses de la clase dominante. Las contradicciones étnicas- elemento que, en la historia de Guinea Bissau, ha sido utilizado como instrumento para obtener espacios de participación política o simplemente llegar al poder- también constituye un elemento clave en la configuración interna del país. Las contradicciones sociales y la falta de un Estado fortalecido convierten a Guinea Bissau en un punto fundamental para el narcotráfico dirigido al mercado europeo. El calificativo de “narcoestado” aun es incipiente tomando en cuenta que el país africano constituye una zona de paso para el tráfico de drogas y no un Estado productor. Por otra parte, el potencial hidrocarburífero de las costas guineanas se proyecta como uno de los factores de interés internacional. Francia, China, EEUU y España son sólo algunos de los países que han mostrado interés en explorar su potencial costa afuera.
Dada las condiciones antes planteadas, Guinea Bissau experimentará cambios políticos y económicos, los cuales no propiciaran una transformación local que beneficie a la mayoría del pueblo guineano. Los principios postulados en la génesis del PAIGC sustentados en la independencia total, la unidad africana, la apropiación y transformación de los medios de producción al servicio del pueblo, un gobierno democrático socialista, anticolonialista y antiimperialista fueron- y continúan siendo- traicionados por las principales figuras políticas del país sujetas al servicio de los intereses de la élite política- económica local y foránea, en el marco de la dominación neocolonial.
La esperanza de un horizonte distinto reside en el pueblo guineano y algunas corrientes progresistas vigentes en el PAIGC los cuales deben ser los propulsores de una verdadera transformación del Estado guineano caracterizado por el mantenimiento de una independencia artificial alineada a los intereses ajenos a la mayoría de la población. El rescate de los valores promulgados en el pensamiento de Amílcar Cabral y otros personajes de la historia progresista de Guinea Bissau conducirían a materializar la liberación nacional, vista como un fenómeno esencialmente popular y revolucionario.
Principales Fuentes consultadas
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BERTAUX, P (1989): África: desde la prehistoria hasta los Estados actuales, Editorial Siglo XXI, Ciudad de México, México.
Biografía de Joao Bernardo Vieira (2009) (recuperado el 18/04/2009).
Bissau Digital (28-04-2009): "Guiné-Bissau: Eleições presidenciais dominam a agenda guineense" (recuperado el 04-05-2009).
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Prensa Latina (30-07-2009): "Presidente electo de Guinea Bissau trabajará por unidad del país" (recuperado el 30-07-2009).
Portal Oficial del PAIGC (2003).
RELEA, F (2009): "La nueva ruta de la droga corrompe África" (recuperado el 12-03-2009).
TENAILLE, Frank (1981): Las 56 áfricas, Siglo XXI editores, México DF. México.
United Nations Conference on Trade and Development (2008).
Country Profile Guinea Bissau (recuperado el 12-02-2009).
United Nations Development Program (2008): Human Development Report (recuperado el 03-02-2009).
Universidad Bolivariana de Venezuela (2006): Amílcar Cabral, Ediciones Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Caracas, Venezuela.
Artículo realizado por Lic. Aaron Liendo y el Br. Georalberth Oliver (Venezuela). Cátedra Libre África- Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).Notas
[1] En torno a los intereses portugueses en África, Pierre Bertaux plantea que en un primer momento los portugueses no impulsaban una política colonial férrea, sino buscaban asegurar bases para sus redes comerciales, escalas en la ruta a las Indias y núcleos comerciales de intercambio con los pueblos locales. No obstante, Lisboa se convertirá en uno de los eslabones fundamentales en el comercio y trata de africanos esclavizados (Bertaux, 1989).
[2] La unidad del PAIGC fue consolidada en el II Congreso celebrado en Medina de Boé Oriental en 1973. Allí se definió un Secretariado Permanente integrado por Aristides Pereira como nuevo Secretario General del Partido, Luís Cabral, sucesor del anterior como secretario general adjunto, Francisco Mendes (Chico Té) y Bernardo Vieira, quien continuó como comandante operativo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias populares (FARP).
[3] En julio de 1978, el jefe de gobierno Francisco Mendes muere en un accidente automovilístico; en su lugar es reemplazado por Joao Bernardo Vieira.
[4] Para finales de la década de 1970, Guinea Bissau contaba con una población de 990.000 habitantes, de la cual alrededor de 90.000 hab. se hallaban en la capital del país Bissau. La producción era esencialmente agrícola, sustentada en las plantaciones de arroz, cacahuate, palmito, etc. Existía un gran déficit en la producción de subsistencia desde la independencia aunque hubo un aumento progresivo de la producción. La ganadería fue desmantelada casi en su totalidad producto de los ataques portugueses y epidemias de 160.000 ovinos y 75.000 caprinos para 1975. El déficit de la balanza de pagos se refleja, en 1977 con un saldo de 427.000 pesos en las exportaciones y 1. 235.000 en importaciones. Para 1975, los principales proveedores de Guinea Bissau eran Portugal (43%), URRS (16%), Comunidad Económica Europea (15%); principales clientes: Portugal (70%) y Cabo Verde (14%) (Tenaille, 1981).
[5] En el plano histórico, el pueblo balanta se ha dedicado a la actividad agrícola (principalmente arroz), pero su tradición política organizativa se diferenciaba de la estructura política vigente post- independencia. A lo largo de la historia de Guinea Bissau el pueblo balanta juega un rol clave en status quo nacional, especialmente su presencia e influencia en el ámbito militar (Ikuska, 2009).
[6] Algunos autores señalan que la ruptura del proceso de integración con Cabo Verde debido a las diferencias internas en el PAIGC aupado por el resentimiento de la población del continente por la pasada colaboración de caboverdianos con la administración colonial portuguesa fue la “punta de lanza” utilizada por el gobierno de Vieira para desarticular la unificación de ambos países.
[7] El año 1984 marca el inicio de las transformaciones políticas en Guinea Bissau. El Consejo de la Revolución fue transformado a Consejo de Estado; se llevaron a cabo las elecciones de los consejos regionales, los cuales nombraron a los nuevos miembros del ANP. Para mediados de año se adoptó una nueva Carta Magna, en la cual, entre otros aspectos, se abolía el cargo de Primer Ministro, restablecía el Consejo de Estado como supremo órgano ejecutivo y consagraba el continuismo del PAIGC como principal fuerza política en el país. En el IV Congreso del PAIGC (1986) Vieira fue reelecto líder del partido y titular de la presidencia, ratificado en 1989 por la ANP para un nuevo periodo presidencial.
[8] La característica común de los países que conforman la zona franco constituye la pérdida de la soberanía monetaria cediendo el control de financiero de los países miembros bajo la égida francesa.
[9] Con el fracaso de los acuerdos de alto al fuego bilaterales, las facciones lideradas por Vieira y Mané firmaron varios acuerdos. El Acuerdo de Abuja se contemplaba el despliegue de 1.500 soldados del Grupo de Monitorización de la Comunidad de los Estados de Africa Occidental (ECOMOG), la formación de un gobierno de unidad nacional y la celebración de elecciones generales en 1999. Como parte de la estrategia política del gobierno del PAIGC, Vieira nombró primer ministro a Francisco José Fadul, antiguo miembro del PAIGC y asesor legal de Mané. El respaldo de las tropas desplegadas por Guinea- Conakry y Senegal mantuvieron en el poder a Vieira, además de contar con el respaldo de las potencias europeas.
[10] Algunos países miembros de la CPLP como Portugal y Timor del Este anunciaron su intención de donar fondos a la CNE para el desarrollo de los comicios de 2009. Se prevé que otros países miembros también realicen alguna donación con la misma intención. La organización electoral de Guinea Bissau presentó un presupuesto de alrededor de 4 millones de euros para la realización de las elecciones de 2009, fondos que provienen, en su mayoría, de la colaboración de la comunidad internacional.
[11] Entre las candidaturas tradicionales también se presentaron Francisco José Fadul (PADEC), Serifo Baldé (Partido Jovem), Aregado Manteng Té (Partido dos Trabalhadores), Yaia Djalo (Partido Nova Democracia), Eusébio Sebastiao da Silva (Partido Democratico Guineense), Cirilo Rodrigues Vieira (Partido Socialista), y Viriato Fadia (Partido para Democracia e Luta contra Pobreza). En la actualidad se espera la publicación del total de los candidatos, los cuales giran en torno a veinte aspirantes, según el diario Bissau Digital.
[12] Según informaron las autoridades del gobierno de transición guineano ambos personajes estaban implicados, junto a otros funcionarios, en un posible golpe de Estado.
[13] En la actualidad Guinea Bissau se haya en el puesto n° 175 de la clasificación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) con 0.374, tomando en cuenta que la expectativa de vida gira alrededor de 45.8 años (2005) y el PIB per capita se ubica entre 300$- 800$ anuales. La población total de Guinea Bissau es de 1.695.000 habitantes (2007) con un gran predomino del sector rural (71.4%) sobre el urbano (29.6 %). La agricultura aporta alrededor de 60.8% del total del PIB y una de las principales fuentes de empleo sobre una población económicamente activa de 42.3 del total nacional. El acceso a los servicios básicos se limita tan sólo a un 40% de la población al igual que la deserción estudiantil.

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¿Podemos hablar? La “industria de la paz” de Oriente Próximo


23-08-2009
The Electronic Intifada
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Tras descubrir que soy palestino, muchas personas a las que conozco en la facultad de Estados Unidos están deseando informarme de las diferentes actividades en las que han participado para promover la “coexistencia” y el “diálogo” entre ambas partes del “conflicto”, sin duda esperando mi aprobación. Sin embargo, estos esfuerzos son perjudiciales y minan el llamamiento de la sociedad palestina al boicot, la desinversión y las sanciones a Israel, la única manera de presionar a Israel para que cese sus violaciones de los derechos de los palestinos.

Cuando estudiaba en el instituto de Ramala, una de las iniciativas “de pueblo a pueblo” más conocidas, Seeds of Peace [Semillas de Paz], solía visitar mi instituto para pedir a los alumnos que se unieran a su programa. Casi cada año enviaban a unos cuantos de mis compañeros a un campo de verano en Estados Unidos con un grupo similar de estudiantes israelíes. Según la página web de Seeds of Peace, en el campo se les enseñaba a “desarrollar tanto la empatía, el respeto y la confianza como las habilidades de liderazgo, comunicación y negociación”. Dibujaban un cuadro bastante halagüeño y la mayoría de la gente en la facultad se sorprende mucho al conocer mi opinión de que en el mejor de los casos estas actividades son equivocadas y en el peor, inmorales. ¿Por qué diablos estoy en contra de la “coexistencia”?, preguntan invariablemente.
En los últimos años ha habido cada vez más llamamientos a acabar con la opresión por parte de Israel del pueblo palestino por medio de un movimiento internacional de boicot, desinversión y sanciones [a Israel] (BDS). Una de las objeciones más comunes al boicot es que es contraproducente y que el “diálogo” y “promover la coexistencia” es mucho más constructivo que los boicots.
Con el inicio de los Acuerdos de Oslo en 1993 se ha generado toda una industria que trabaja para unir a israelíes y palestinos en estos grupos de “diálogo”. El propósito declarado de estos grupos es crear el entendimiento entre “ambas partes del conflicto” para “construir puentes” y “superar las barreras”. Sin embargo, las asunción de que estas actividades ayudarán a facilitar la paz no sólo es incorrecta sino que en realidad carece de moralidad.
La presunción de que se necesita el diálogo para lograr la paz ignora totalmente el contexto histórico de la situación en Palestina. Asume que ambos lados han cometido, más o menos, una cantidad igual de atrocidades uno contra otro y que son igualmente culpables de los males que han causado. Se asume que ningún lado tiene razón completamente ni está completamente equivocado, sino que ambos lados tienen reivindicaciones legítimas que se deberían considerara y, desde luego, puntos débiles que habría que superar. Por consiguiente, ambos lados deben escuchar el “otro” punto de vista para fomentar el entendimiento y la comunicación, lo que se supone llevará a la “coexistencia” y la “reconciliación”.
Se considera que este enfoque es “equilibrado” o “moderado”, como si eso fuero algo bueno. Sin embargo, la realidad sobre el terreno es completamente diferente de la visión “moderada” del denominado “conflicto”. Incluso la palabra “conflicto” es engañosa porque implica una disputa entre dos partes simétricas. La realidad es otra; no se trata de un simple desacuerdo o de odio mutuo que se interpone en el camino a la paz. El contexto de la situación en Israel/Palestina es el de colonialismo, apartheid y racismo, una situación en la que hay un opresor y un oprimido, un colonizador y un colonizado.
En casos de colonialismo y apartheid la historia demuestra que los regímenes coloniales no renuncian al poder sin lucha y resistencia populares, o sin la presión internacional directa. Una visión particularmente ingenua es asumir que la persuasión y el “hablar” convencerán a un poder opresor de que renuncie a su poder.
Por ejemplo, se acabó con el régimen de apartheid Sudáfrica tras años de lucha con la ayuda vital de una campaña internacional de sanciones, desinversiones y boicots. Si se hubiera sugerido a los oprimidos sudafricanos que vivían en bantustanes que trataran de entender el punto de vista del otro (es decir, el punto de vista de los supremacistas blancos sudafricanos), se hubieran reído de una idea tan ridícula. De manera similar, durante la lucha india de emancipación del dominio colonial británico, no se habría venerado a Mahatma Gandhi como un luchador por la justicia si hubiera renunciado al satyagraha (“atenerse fielmente a la justicia”, el término que él usaba para su movimiento de resistencia no violenta) y, en vez de ello, hubiera defendido el diálogo con los ocupantes colonialistas británicos para comprender su parte de la historia.
Es cierto que algunos blancos sudafricanos fueron solidarios con los oprimidos negros sudafricanos y participaron en su lucha contra el apartheid. Y, con toda seguridad, hubo disidentes británicos de las políticas coloniales de su gobierno. Pero estas personas se mantuvieron explícitamente del lado de los oprimidos con el claro objetivo de acabar con la opresión, de luchar contra las injusticias perpetradas por sus gobiernos y sus representantes. Por consiguiente, toda reunión conjunta de ambas partes sólo puede ser moralmente firme cuando los ciudadanos del Estado opresivo son solidarios de los miembros del grupo oprimido, no bajo la pancarta del “diálogo” con el propósito de “entender la otra parte de la historia”. El diálogo sólo es aceptable cuando se lleva a cabo con el propósito de entender la difícil situación de los oprimidos, no bajo de el marco de “escuchar a ambas partes”.
Con todo, los defensores palestinos de estos grupos de diálogo ha argumentado que se pueden usar estas actividades como herramienta, no para proponer el llamado “entendimiento”, sino para ganarse a los israelíes para la lucha palestina por la justicia convenciéndolos o “haciendo que reconozcan nuestra condición de seres humanos”.
Esta asunción, sin embargo, también es ingenua. Por desgracia, la mayoría de los israelíes son víctima de la propaganda con la que los alimenta desde muy temprana edad la clase dirigente sionista y sus muchos medios de comunicación. Además, será necesario un esfuerzo descomunal y coordinado para contrarrestar esta propaganda por medio de la persuasión . Por ejemplo, la mayoría de los israelíes no se convencerán de que su gobierno ha alcanzado un nivel de criminalidad que justifica un llamamiento al boicot. Aun estando convencidos de manera lógica de las brutalidad de la opresión israelí, lo más probable es que no sea suficiente para provocar en ellos ninguna acción en contra de ella. Una y otra vez se ha demostrado que esto es verdad y evidente en el abyecto fracaso de estos grupos de diálogo a la hora de crear un movimiento total contra la ocupación desde el mismo memento en que aparecieron a raíz del proceso de Oslo. En realidad, sólo una presión continua (no la persuasión) hará que los israelíes se den cuenta de que se tienen que rectificar los derechos de los palestinos. Ésta es la lógica del movimiento de BDS, que se opone por completo a la falsa lógica del diálogo.
Basándose en un informe de 2002 inédito del Centro Israel/Palestina para la Investigación y la Información, el San Francisco Chronicle informó el pasado mes de octubre que “[sólo] entre 1993 y 2000 los gobiernos y fundaciones occidentales habían gastado entre 20 y 25 millones de dólares en los grupos de diálogo”. Un minucioso informe subsiguiente de los palestinos que habían participado en los grupos de diálogo reveló que este enorme gasto no había logrado producir “un solo activista por la paz en ninguno de los dos lados”. Esto confirma la creencia entre los palestinos de que toda esta empresa es una pérdida de tiempo y de dinero.
El informe revelaba también que los participantes palestinos no eran totalmente representativos de su sociedad. Muchos participantes eran “hijos o amigos de altos cargos palestinos o de su elite económica. Sólo el 7% de los participantes eran residentes de los campos de refugiados, a pesar de que estos suponen el 16% de la población palestina”. El informe descubrió también que el 91% de los participantes palestinos no volvía a mantener ninguna relación con los israelíes que habían conocido. Además, al 93% no se le propuso actividades de campo de seguimiento y sólo el 5% estuvo de acuerdo en que en conjunto esta dura experiencia ayudara a “promocionar la cultura de paz y el diálogo entre los participantes”.
A pesar del rotundo fracaso de estos proyectos de diálogo, se sigue invirtiendo dinero en ellos. Como explicaba en The Electronic Intifada Omar Barghouti, uno de los miembros fundadores del movimiento de BDS en Palestina, “ha habido tantos intentos de diálogos desde 1993 ... que se ha convertido en una industria, la llamamos la industria de la paz” [1].
En parte esto se puede atribuir a dos factores. El factor dominante es el útil papel en relación a las relaciones públicas que tiene estos proyectos. Por ejemplo, la página web de Seeds of Peace fomenta su legitimidad publicando un impresionante despliegue de adhesiones de políticos y autoridades populares, como Hillary Clinton, Bill Clinton, George Mitchell, Shimon Peres, George Bush, Colin Powell y Tony Blair, entre otros. El segundo factor es la necesidad de algunos “izquierdistas” y “liberales” israelíes de sentir que están haciendo algo admirable al “cuestionarse”, mientras que en realidad no adoptan una postura significativa contra los crímenes que su gobierno comete en su nombre. Los políticos y los gobiernos occidentales siguen financiando estos proyectos, con lo que reafirman su imagen de defensores de la “coexistencia” y los participantes “liberales” israelíes pueden exonerarse de toda culpa al participar en el noble acto de “fomentar la paz”. Una relación simbiótica.
No es sorprendente la falta de resultados de estas iniciativas ya que los objetivos declarados de los grupos de diálogo y de “coexistencia” no incluyen convencer a los israelíes de ayudar a los palestinos a conseguir que se respeten sus derechos inalienables. El requisito mínimo de reconocer la naturaleza inherentemente opresiva de Israel está ausente en estos grupos de diálogo. En vez de ello, estas organizaciones operan bajo la dudosa asunción de que el “conflicto” es muy complejo y multifacético, un conflicto en el que “cada historia tiene dos lados” y cada versión tiene, sin duda, tanto reivindicaciones válidas como aspectos sesgados.
Como deja claro el autorizado llamamiento de la Campaña Palestina para el Boicot Cultural a Israel, toda actividad conjunta palestino-israelí (ya sea la proyección de una película o un campamento de verano) sólo puede ser aceptable cuando su objetivo declarado sea acabar con la opresión de los palestinos, protestar por ella y/o concienciar sobre ella.
Todo israelí que desee relacionarse con los palestinos con el claro objetivo de la solidaridad y ayudarlos a acabar con la opresión será bienvenido con los brazos abiertos. Sin embargo, hay que ser cauteloso cuando se invita a participar en diálogos entre “ambas partes” del llamado “conflicto”. Toda petición de un discurso “equilibrado” sobre este tema (en el que se venera casi religiosamente la máxima “en cada historia hay dos partes partes”) es intelectual y moralmente deshonesto e ignora el hecho de que cuando se trata de casos de colonialismo, apartheid y opresión, no existe equilibrio alguno. Por lo general, la sociedad opresora no renunciará a sus privilegios sin presión. Ésta es la razón por la que la campaña de BDS es un instrumento tan importante de cambio.
Faris Giacaman es un estudiante palestino de Cisjordania que está estudiando su segundo año de facultad en Estados Unidos.

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Chile Declaración de los historiadores en apoyo al pueblo Mapuche


Adital -
20.08.09 - CHILE

"Con dolor e indignación", destacados historiadores e historiadoras de diferentes universidades afirmaron que la interpelación que le hicieron a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, en enero de 2008, "en torno a acoger las demandas históricas del pueblo mapuche no sólo no ha sido escuchada, sino que, por el contrario, el cerco represivo y mediático se ha intensificado. Prueba de ello es el asesinato el miércoles 12 de agosto del joven comunero mapuche Jaime Mendoza Collío". Por tanto , los académicos e investigadores difundieron este miércoles una nueva declaración en que reconocen al "Gulumapu", como el territorio histórico del pueblo Mapuche.


Luego del asesinato del joven Weichafe Jaime Mendoza Collio, perpetrado por funcionarios policiales del Estado chileno, historiadores de las más prestigiosas universidades públicas y privadas nuevamente volvieron a señalarle a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, que acoja "las demandas históricas del pueblo Mapuche" y rechazaron que el gobierno y las empresas de comunicación masiva hayan "intensificado el cerco represivo y mediático" en el "Gulumapu, territorio histórico" de este pueblo indígena del cono sur de América.
Esta es la declaración de los historiadores:
"Con dolor e indignación, los historiadores e historiadoras que suscribimos esta declaración, constatamos que la interpelación que le hiciéramos a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, en enero de 2008, en torno a acoger las demandas históricas del pueblo mapuche no sólo no ha sido escuchada, sino que, por el contrario, el cerco represivo y mediático se ha intensificado. Prueba de ello es el asesinato el miércoles 12 de agosto del joven comunero mapuche Jaime Mendoza Collío. Queremos, en consecuencia, ratificar ante el pueblo chileno y la comunidad internacional lo señalado hace un año y medio atrás.
1. Rechazamos la militarización del Gulumapu (territorio histórico del pueblo mapuche), la instauración de un régimen permanente de vigilancia y terror policial, el encarcelamiento y procesamiento de comuneros mapuches y el cobarde asesinato de Jaime Mendoza Collío.
2. Consideramos que situaciones de esta naturaleza tienen una larga génesis histórica, que arrancó con el proceso de conquista y ocupación militar de la Araucanía por las huestes españolas en el siglo XVI, cuando empezó el proceso de usurpación de las tierras indígenas. Si bien la resistencia mapuche logró contener durante los siglos coloniales y en las primeras décadas republicanas el avance invasor, durante la segunda mitad del siglo XIX, a medida que el Estado nacional chileno se consolidaba, nuevamente la clase dominante fijó sus ojos en esos territorios, desplegando la mal llamada "Pacificación de la Araucanía", que culminó con el despojo violento de las tierras del pueblo mapuche y su confinamiento en reducciones que han perpetuado su pobreza, marginación y discriminación hasta nuestros días.
3. Desde entonces la lucha de los mapuches por recuperar sus tierras ancestrales no ha cesado aunque se ha manifestado de manera diversa y ha conocido avances y retrocesos según los momentos históricos. Comenzando con la constitución de las primeras organizaciones mapuches (mutualistas y culturales) a comienzos del siglo XX hasta las actuales recuperaciones de tierras, pasando por la participación en partidos políticos, el levantamiento de Ranquil de 1934 (en alianza con campesinos pobres chilenos) y las "corridas de cerco" de los años de la Reforma Agraria, se puede observar una notable continuidad histórica en las demandas de tierra, justicia y libertad de este pueblo.
4. En los últimos años las reivindicaciones históricas mapuches han sido enfrentadas por el Estado de Chile de manera esencialmente judicial y policial, criminalizando sus luchas y negándose al reconocimiento de su autonomía como pueblo. Esto se ha traducido en una creciente militarización de la Araucanía, la aplicación de la Ley Antiterrorista, heredada de la dictadura militar, y el cerco mediático oficial respecto de la realidad que se vive en ese territorio.
5. Los principales agentes del Estado, al igual que las autoridades regionales y locales de la Araucanía, los partidos políticos representados en el Parlamento, las organizaciones empresariales y la mayoría de los medios de comunicación social han patrocinado o avalado esta ofensiva represiva contra las comunidades mapuches, guardando un silencio cómplice o deformando groseramente lo que está ocurriendo.
6. Esta situación requiere un drástico cambio de política del Estado de Chile, que debe asumir un reconocimiento pleno de la diversidad de pueblos originarios existente en nuestro país, lo que implica, entre otros puntos, la autonomía política de las comunidades indígenas, la devolución de sus tierras arbitrariamente usurpadas en base al "derecho de Conquista" y el pleno respeto de los Derechos Humanos de sus integrantes.
7. Frente a la justicia de las demandas históricas del pueblo mapuche y teniendo presente el actual escenario represivo que el Estado chileno ha configurado en la Araucanía, manifestamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo mapuche y advertimos a las autoridades de gobierno que la violencia desatada por la policía en la región sólo legitima el derecho a la autodefensa de aquellos históricamente agredidos.
Santiago de Chile, 19 de agosto de 2009.
Sergio Grez Toso, Universidad de Chile.
Igor Goicovic Donoso, Universidad de Santiago de Chile.
Julio Pinto Vallejos, Universidad de Santiago de Chile.
Jorge Pinto Rodríguez, Universidad de La Frontera (Temuco).
Patrick Puigmail, Universidad de Los Lagos (Osorno).
Milton Godoy Orellana, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, Universidad Diego Portales.
Augusto Samaniego Mesías, Universidad de Santiago de Chile.
Margarita Iglesias Saldaña, Universidad de Chile.
Alberto Díaz Araya, Universidad de Tarapacá (Arica).
Pablo Aravena Núñez, Universidad de Valparaíso.
Alejandra Brito, Universidad de Concepción.
Manuel Loyola, Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez.
Pedro Rosas Aravena, Universidad ARCIS.
Luis Corvalán Márquez, Universidad de Valparaíso.
Nelson Castro, Universidad de Valparaíso.
Sergio Caniuqueo Huircapán, Comunidad de Historiadores Mapuche.
Luis Vitale Cometa, Universidad de Chile.
Claudia Videla, Universidad de Chile.
Karen Alfaro Monsalve, Taller de Ciencias Sociales Luis Vitale Cometa (Concepción).
Pablo Artaza Barrios, Universidad de Chile.
Alexis Meza Sánchez, Universidad ARCIS.
Patricio Quiroga Zamora, Universidad de Valparaíso.
Claudio Robles, Universidad Austral de Chile (Valdivia).
Beatriz Areyuna Ibarra, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Mario Valdés Vera, Universidad ARCIS (Concepción).
Leonardo León Solís, Universidad de Chile.
Claudio Pérez Silva, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
César Leyton Robinson, Universidad de Chile.
Manuel Fernández Gaete, Universidad Bolivariana (Los Ángeles).
Ivette Lozoya López, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Marcos Fernández Labbé, Universidad Alberto Hurtado."


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