sábado, 14 de noviembre de 2009

Las mujeres soldados violadas por sus propios compañeros


14-11-2009
Guillermo Nova
Rebelión

Recientemente se ha editado el libro El soldado solitario: la guerra privada de las mujeres que sirven en Iraq , basado en 40 entrevistas donde se recogen las historias de mujeres que se desempeñaron como soldados y cuentan violaciones, abusos y acosos sexuales por parte de sus compañeros.

El número de denuncias de ataques sexuales creció un 8 por ciento en el 2008 y un 25 por ciento en Iraq y Afganistán, registrándose un total de 2.908 denuncias, incluyendo abusos o intentos de violación.

La autora Helen Benedict, profesora de periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York, afirmó que el título del libro nació del “aislamiento que las mujeres soldados experimentan al tener que manejar el trauma de sus deberes combativos y el constante acoso sexual del colectivo masculino donde se desenvuelven”.

Según estadísticas del Departamento de Defensa, en Iraq y Afganistán el diez por ciento de los soldados son mujeres y en estos dos conflictos han muerto más mujeres que en cualquier conflicto bélico desde la Segunda Guerra Mundial.

Los propios mandos del ejército estadounidense además de no ser capaces de controlar las calles de Bagdad tampoco pueden controlar a sus soldados dentro de los propios cuarteles y por eso han recomendado a las mujeres soldados que no vayan solas a las letrinas por la noche o que lleven siempre encima un cuchillo para defenderse en caso de ser atacadas.

Otro libro Dissent: Voices of Conscience de la veterana coronela Ann Wright, afirma que estos episodios se han vuelto ahora más vergonzosos a partir de que muchas mujeres han aparecido muertas después de haber sido violadas, a las que el Pentágono las califica como “caídas en situaciones no combativas”.

En la mayoría de los casos la impunidad es la tónica dominante no siendo llevados ante la justicia a los culpables de estos crímenes.

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"La islamofobia es una ideología fomentada"


14-11-2009
Entrevista a Abdennur Prado, presidente de la Junta Islámica Catalana

Diagonal

Abdennur Prado, que ha sido colaborador del ex relator especial de la ONU para la islamofobia, Doudou Diene, considera que muchas redadas antiterroristas son "la puesta en escena de una ideología, una estrategia de fabricación de un enemigo". Además de ser presidente de la junta islámica catalana, es promotor del Congreso Internacional de Feminismo Islámico
¿Qué es la islamofobia? ¿Cómo se expresa? El término islamofobia se refiere a la hostilidad y la aversión hacia el islam y los musulmanes, considerados como un grupo homogéneo y cerrado entorno a valores arcaicos, cuyas características negativas los hace peligrosos: una amenaza para la seguridad y para la cultura dominante. Esta hostilidad se manifiesta en forma de discriminaciones, prejuicios y agresiones. Los informes de la ONU, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de la UE demuestran que estas discriminaciones son reales en terrenos como el acceso a la vivienda o a un puesto de trabajo, pero también en las dificultades para abrir mezquitas o ejercer con normalidad sus derechos religiosos. Además, han catalogado centenares de ataques, agresiones, incendios de mezquitas, profanaciones de cementerios… incluso asesinatos. Todo esto está sucediendo en estos momentos en Europa. La islamofobia es una ideología dominante, no es tan sólo un odio irracional de gente ignorante y fanatizada, sino un discurso fomentado desde determinados centros de poder con una intencionalidad política.
¿Por eso sostienes que ocupa un lugar destacado en la política? La demonización de los musulmanes es parte fundamental de la geopolítica energética de Occidente, y se sitúa entre los mecanismos económicos y políticos que caracterizan el Nuevo Orden Mundial. La definición de los musulmanes como totalitarios, machistas y violentos sirve para justificar invasiones de países extranjeros. Está en relación directa con la distribución geográfica de las reservas mundiales de gas y de petróleo. Existe además una conexión entre la islamofobia y la ocupación israelí de Palestina, actuando la demonización del islam como ideología legitimadora de la colonización y la represión sin límites de la resistencia palestina.
Destacas que tiene una amplia aceptación en el mundo intelectual... La violencia se da allí donde existe un sustrato discursivo que la justifica. La aceptación e incluso respetabilidad de la islamofobia en el mundo académico occidental resulta significativa. Es inimaginable encontrar discursos racistas contra negros, judíos o gitanos entre la intelectualidad europea, y sin embargo numerosos intelectuales aceptan de forma acrítica el discurso islamófobo, la idea del inevitable choque de civilizaciones, la incompatibilidad de islam y democracia, la identificación del islam y la violencia, o la aceptación de estereotipos negativos sobre las mujeres musulmanas.
¿Por qué estableces una relación entre antisemitismo e islamofobia? La islamofobia es el viejo antisemitismo europeo, con un rostro nuevo. Todos y cada uno de los componentes de la judeofobia clásica son proyectados ahora hacia el islam: los musulmanes son representados con rasgos demoníacos, son acusados de no integrarse y de ser quintacolumnistas de una “invasión islámica de Europa”, las mezquitas son presentadas como lugares de conspiración... Se repite que la presencia del islam constituye "un problema", y que por tanto requiere “una solución”. Del "problema judío" hemos pasado al "problema islámico".
¿Crees que islamofobia y lucha antiterrorista están relacionados? Al Estado le interesa hacernos creer que existe una "amenaza yihadista". De ahí la proliferación de supuestos expertos sobre lucha antiterrorista que tienen acceso ilimitado a la prensa, y sobre todo las numerosas redadas realizadas, en las cuales no se ha encontrado ni una sola arma o explosivo, ni el más mínimo indicio que vinculase a los detenidos con el terrorismo... Puede decirse que estas redadas tienen finalidad propagandística: los enemigos están entre nosotros, pero "papá Estado" nos protege… Si no, ¿por qué la policía antiterrorista es acompañada en dichas operaciones por los medios de comunicación? Se trata de la puesta en escena de una ideología, una estrategia de fabricación de un enemigo, que persigue fines políticos y económicos precisos. Con todo esto se genera un clima de terror que justifica la deriva de las democracias occidentales hacia políticas basadas en la seguridad y la identidad nacional, en contra de las políticas basadas en el desarrollo de los derechos humanos y sociales.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-islamofobia-es-una-ideologia.html

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El saqueo del petróleo iraquí


14-11-2009
James Cogan
World Socialist Web Site
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

La concesión que el pasado miércoles se efectuó de los derechos para desarrollar el inmenso campo petrolífero de Qurna Oeste, en el sur de Iraq, a Exxon-Mobil y a la Royal Dutch Shell, subraya una vez más el carácter criminal de la continuada ocupación estadounidense. Como consecuencia directa de la guerra de Iraq, los principales conglomerados energéticos estadounidenses y transnacionales están ahora intensificando su control sobre algunos de los mayores campos petrolíferos del mundo.

Qurna Oeste tiene unas reservas de 8.700 millones de barriles de petróleo. El total de las reservas de Iraq se sitúa en la actualidad en 115.000 millones de barriles, aunque hay docenas de potenciales campos que aún no se han explorado adecuadamente. Antes de la invasión estadounidense de 2003, el régimen baazista de Saddam Hussein había concedido los derechos sobre Qurna Oeste a la firma petrolera rusa Lukoil. El régimen-títere pro-estadounidense ha procedido a anular todos los contratos anteriores a la guerra.
Exxon-Mobil, que tiene su sede en EEUU, es el primer gigante petrolero en beneficiarse. Bajo las condiciones de un contrato de veinte años de duración, la Exxon-Mobil y Shell planean incrementar la producción diaria en Qurna Oeste desde menos de 300.000 barriles a 2,3 millones de barriles al día en los próximos seis años. De la misma forma en que el gobierno iraquí compensa a las compañías por los costes que puedan implicar las mejoras del campo –que pueden llegar hasta los 50.000 millones de dólares-, éstas le pagarán 1,90 dólares por cada barril que extraigan, es decir, alrededor de 1.500 millones de dólares al año. Exxon-Mobil tiene una participación del 80% y Shell del restante 20%.
El contrato es tan sólo el segundo firmado por el régimen de Bagdad con compañías energéticas extranjeras. El pasado martes, el gobierno iraquí concluyó un acuerdo con British Petroleum (BP) y con la China National Petroleum Corp (CNPC), dándoles los derechos de explotación del inmenso campo de Rumaila y sus reservas de 17.000 millones de barriles. BP mantiene un participación de un 38% y CNPC el 37%. El plan es incrementar la producción desde alrededor de un millón de barriles al día a 2,85 millones, lo que generará unos beneficios de 2.000 millones de dólares al año.
El único punto de fricción con que se han topado las transnacionales es que los contratos no se basan en el modelo postulado por el Acuerdo de Producción Compartida (PSA, por sus siglas en inglés), que concede hasta el 40% de los ingresos totales de un campo petrolífero. Incluso los venales individuos que componen el gobierno iraquí rechazaron traspasar los mayores campos petrolíferos del país bajo esas condiciones. En su lugar, los pactos aparecen clasificados como acuerdo de “servicio”. Esto ha posibilitado que el Primer Ministro, Nuri al-Maliki, y su Ministro de Petróleo, Hussain al-Shahristani, ignoren al parlamento y se aprovechen de la ausencia de una ley de hidrocarburos que regule la industria energética.
Pero hay más acuerdos a punto de ultimarse. Un consorcio compuesto por la compañía italiana ENI, Occidental, con sede en EEUU, y Kogas, de Corea del Sur, han firmado un acuerdo provisional para el campo petrolífero de Zubair, que cuenta con unas reservas de 4.000 millones de barriles. Eni, el gigante japonés Nippon Oil y la firma española Repsol están pujando por un campo en Nasiriya que tiene unas reservas de similar tamaño. En el norte de Iraq, la Royal Duth Shell está negociando un contrato para desarrollar zonas sin explotar del importante campo de Kirkuk, del que se cree pueda tener hasta una reserva de 10.000 millones de barriles a pesar de estar en producción desde 1934.
Tras exigir inicialmente mejores condiciones, las compañías energéticas están llegando a acuerdos para mejorar los campos existentes con la esperanza de que así se encuentren en posición ventajosa cuando haya contratos más lucrativos que utilicen el modelo PSA en los 67 campos no explotados que serán subastados este año o el próximo. Aunque les ha llevado más tiempo de lo previsto, los conglomerados energéticos importantes han decidido ahora que Iraq está ya lo suficientemente estabilizado como para que empiece a manar dinero ampliando en gran medida la producción petrolífera del país. El primer paso se ha dado ya al abrir la industria petrolera iraquí, nacionalizada en 1975, a los inversores extranjeros.
Subrayando la naturaleza neo-colonial de esta operación, dos ex altos funcionarios estadounidenses de la administración Bush están ahora facilitando acuerdos corporativos en Iraq. Jay Garner, el primer cargo de la administración ocupante estadounidense en Iraq tras la invasión, es asesor de la compañía energética canadiense Vast Exploration, que tiene una participación del 37% en un campo petrolífero del norte kurdo. Zalmay Khalilzad, ex embajador en Afganistán, Iraq y ante las Naciones Unidas, ha establecido su propia firma de consultoría para las corporaciones en la ciudad kurda de Irbil.
La invasión y ocupación estadounidense de Iraq fue siempre una guerra por los recursos energéticos. Más de un millón de iraquíes han sido masacrados, millones más heridos y traumatizados, sus ciudades e infraestructuras destruidas y decenas de miles de soldados estadounidenses muertos o heridos, todo ello para que EEUU obtuviera el control y dominio de las inmensas reservas de petróleo de Iraq como parte de sus vastas ambiciones en Oriente Medio y Asia Central.
EEUU no pudo conseguir todos sus objetivos regionales tras la primera Guerra del Golfo en 1990-91. El régimen de Husein permaneció en el poder y, a pesar de las continuadas sanciones de las Naciones Unidas, estuvo firmando contratos con compañías como el gigante petrolero francés Total y Lukoil. Desde los últimos años de la década de los noventa del siglo pasado, Rusia y las potencias europeas presionaron para que se levantaran las sanciones y esas compañías pudieran recoger beneficios. La guerra se convirtió para EEUU en el único medio para impedir que sus intereses corporativos quedasen recortados.
Los conglomerados energéticos estadounidenses no se limitaron a ser meros observadores pasivos. Representantes de alto nivel de Exxon-Mobil, Chevron, Conoco-Phillips, BP America y Shell participaron a principios de 2001 en varias negociaciones con el “Grupo de Trabajo para la Energía” de la administración Bush, que estaba encabezado por el Vicepresidente Dick Cheney. Uno de los documentos que se prepararon para las discusiones contenía un mapa detallado de los campos de petróleo, oleoductos y terminales iraquíes, y una lista de las compañías extranjeras, no estadounidenses, que proyectaban instalarse allí. Un informe de mayo de 2001 de ese grupo de trabajo afirmaba sin rodeos el objetivo de EEUU: “El Golfo será el foco principal de la política energética internacional de EEUU”.
Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 ofrecieron un pretexto para la guerra. Las mentiras sobre las armas de destrucción masiva iraquíes se entrelazaron con las patrañas sobre las conexiones iraquíes con Al-Qaida. En el período preparatorio a la invasión, los ejecutivos de la industria petrolífera se reunieron repetidamente con los funcionarios de la administración Bush. Como el Wall Street Journal comentó el 16 de enero de 2003: “Las compañías petrolíferas estadounidenses empiezan a prepararse para el día en que puedan conseguir una oportunidad para trabajar en uno de los países más ricos en petróleo del mundo”.
Tras ahogar en sangre al pueblo iraquí, la oligarquía financiera y corporativa estadounidense cree finalmente llegado el día. Aunque las corporaciones estadounidenses no son las únicas beneficiarias de los contratos, no hay duda de quién tiene la última palabra sobre el suelo iraquí. Con inmensas bases militares en el país y con el régimen de Bagdad vinculado a Washington, EEUU está posición de dictar condiciones a sus rivales europeos y asiáticos y, en medio de las tensiones entre las grandes potencias, blandir la amenaza de cortar los suministros de petróleo, una premisa que no es precisamente nueva en la política estratégica estadounidense.
Fuente: http://www.wsws.org/articles/2009/nov2009/pers-n11.shtml

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Obama aprovecha la masacre de Fort Hood para promover sus guerras


14-11-2009
Bill Van Auken
World Socialist Web Site
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El Presidente Barack Obama utilizó su discurso en el funeral celebrado el martes por los trece hombres y mujeres asesinados la pasada semana en Fort Hood, Texas, para promover las dos guerras en que EEUU está inmerso y su propio plan de escalada para la intervención en Afganistán.

El Presidente hizo llegar sus comentarios en un momento en que su administración está ultimando planes para enviar a decenas de miles de soldados estadounidenses más a Afganistán.
Obama habló ante miles de soldados del ejército y los familiares de los doce soldados y un civil que murieron asesinados el pasado jueves en un tiroteo indiscriminado supuestamente perpetrado por el Mayor del ejército estadounidense Nidal Hasan.
Hasan, psiquiatra del Ejército, está acusado de disparar con revolver en el interior del Soldier Readiness Processing Center, donde se llevan a cabo los trámites para el despliegue de soldados a zonas de guerra en Iraq y Afganistán.
“Son tiempos de prueba para nuestro país”, dijo Obama. “En Afganistán y Pakistán, los mismos extremistas que mataron a casi 3.000 estadounidense siguen poniendo en peligro a EEUU, a nuestros aliados, a los afganos y los pakistaníes inocentes. En Iraq, estamos trabajando para poner fin cuanto antes a la guerra, aunque todavía hay quien le niega al pueblo iraquí el futuro por el que los estadounidenses e iraquíes han hecho tantos sacrificios”.
Sostuvo que “las historias como las de Fort Hood reafirman los valores esenciales por los que estamos luchando”, mientras alababa a las tropas estadounidenses por haber “cumplido período tras período de servicio en lugares distantes, diferentes y difíciles… sirviendo juntos para proteger a nuestro pueblo y dándoles a otros, que están al otro lado del mundo, la oportunidad de tener una vida mejor”.
El discurso de Obama consiguió el elogio inmediato de los medios. El New York Times especulaba con que si su “elevada retórica” conseguiría aumentar los índices de apoyo a su gestión.
Sin embargo, el contenido de sus elogios se basaba en las mismas mentiras que han servido como piedra angular de la política exterior estadounidense durante los pasados ocho años.
Obama sostuvo que EEUU está combatiendo contra “los mismos extremistas que mataron a casi 3.000 estadounidenses” el 11 de septiembre, y que las tropas estadounidenses están en Iraq y Afganistán para proporcionar la “oportunidad de autogobierno a pueblos que han sufrido la tiranía y la guerra”. Esas son las mismas y esenciales proclamas hechas por la administración Bush para justificar las guerras en Afganistán e Iraq, así como la beligerancia internacional y la ausencia de ley que han caracterizado la “guerra global contra el terrorismo”.
El despliegue de 68.000 tropas estadounidenses en Afganistán y de 120.000 en Iraq no tuvo como objetivo perseguir a los responsables del 11/S y mucho menos llevar la democracia a los pueblos de esos dos países. No son más que las proclamas propagandísticas hechas por la administración Bush para promover las guerras, que Obama ha recogido, continuándolas y ampliándolas.
Las guerras y ocupaciones militares estadounidenses en el Golfo Pérsico y en Asia Central fueron planeadas y preparadas mucho antes de los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Se empezaron con Bush y se continúan con Obama con objeto de perseguir los intereses estadounidenses en dos de las regiones estratégicamente vitales del globo, que contienen juntas el grueso de los recursos energéticos mundiales conocidos.
El brutal carácter colonial de esas guerras y el impacto que han tenido sobre las tropas enviadas a combatirlas –por utilizar las palabras de Obama- “cumpliendo período tras período de servicio” son, en última instancia, la causa de la matanza indiscriminada de la pasada semana en Fort Hood.
El intento de Obama de proyectar estas guerras de agresión como cruzada por la libertad no tiene sólo el mero objetivo de confortar los seres queridos de los que murieron por los disparos del pasado jueves. Más bien es parte de un intento consciente por aplastar el sentimiento antibelicista del pueblo estadounidense en un momento en que se prepara una importante escalada de la guerra en Afganistán.
Citando fuentes de la administración, CBS News informó el lunes por la noche que la Casa Blanca de Obama ha decidido ya garantizar “gran parte, si no todos” de los 40.000 soldados más requeridos por el General Stanley McChrystal, el alto comandante de EEUU en Afganistán. Esto haría que el total de tropas ocupantes estadounidenses superara la cifra de 100.000.
Según la información de CBS, las primeras nuevas tropas de combate llegarían a Afganistán a principios del próximo año, pero, debido a la escasez de soldados, llevará hasta finales de 2010 completar el despliegue. Al contrario del “incremento” en Iraq, declaró la cadena, “se espera que el aumento de tropas dure alrededor de cuatro años”. Esta estimación se basa en la muy optimista asunción de que EEUU va a tener éxito, en ese período de tiempo, en la labor de formar un ejército y una fuerza de policía afganos mucho más amplios y eficaces.
Aunque la Casa Blanca negó que Obama haya establecido ningún plan, el informe de CBS es uno de los muchos que en los últimos días citan a oficiales de la administración declarando que se van a enviar a la guerra entre 30.000 y 40.000 nuevos soldados.
Obama volvió a Washington el martes por la noche y celebró un encuentro final con su consejo de guerra antes de embarcarse en un viaje de nueve días por Asia. A su regreso, se espera que anuncie su decisión de escalada de la guerra de Afganistán.
Es esta decisión lo que subyace en la compulsión de la administración por falsificar la naturaleza de las guerras y distorsionar el carácter de los asesinatos de Fort Hood.
Según múltiples relatos, el supuesto pistolero, Nidal Hasan, era profundamente contrario a las guerras y cada vez se sentía más desesperado ante las órdenes recibidas del ejército de desplegarse en Afganistán.
Ambos sentimientos se habían exacerbado tras sus seis años en el Centro Médico del Ejército Walter Reed, donde tuvo que atender a soldados físicamente mutilados y mentalmente destrozados, pasando días tras día escuchando lo que habían hecho y visto en combate intentando tratarles los traumas.
No hay duda de que esos sentimientos se intensificaron también a causa de las omnipresentes actitudes anti-musulmanas en el interior del ejército. Esos prejuicios, aunque oficialmente frenados por el mando militar, son el inevitable producto de la tendencia universal a vilipendiar y deshumanizar a aquellos a quienes los soldados van a matar, además de la incontrolada influencia del fundamentalismo cristiano en el ejército, y han llevado a muchos a considerar las campañas en Iraq y Afganistán como parte de una guerra santa. Hasan se había quejado repetidamente a familiares y amigos de estar sufriendo acoso por ser musulmán.
Estas presiones, interactuando con una evidente inestabilidad mental y emocional, provocaron una erupción de violencia que se ha convertido ya en un rasgo demasiado familiar en la sociedad estadounidense.
Dentro del ejército mismo, los continuos despliegues han tenido graves efectos, produciendo una epidemia de violencia a la que Fort Hood no ha sido extraño.
Según el New York Times, desde que empezaron las guerras de Afganistán e Iraq, se ha venido informando de que los incidentes de violencia doméstica en Killeen, Texas, donde Fort Hood está ubicado, han aumentado en un 75%, y los crímenes violentos en un 22% incluso aunque hayan descendido en ciudades de tamaño similar situadas en otras zonas de EEUU. Asimismo, desde 2003, 76 individuos asignados a Fort Hood se han suicidado.
Sin embargo, cada vez más, importantes personalidades políticas y gran parte de los medios están fomentando la teoría de que esas presiones sociales y psicológicas no tienen nada que ver con esos hechos, y que la masacre en Fort Hood fue un acto de terrorismo.
La supuesta prueba en que apoyar esa afirmación se basa en la religión de Hasan y en su oposición a la guerra.
Entre los hechos que se vienen citando, se refiere que Hasan acudió en 2001 a una mezquita cuando dos de los secuestradores del 11/s también la frecuentaban. Sin embargo, la mezquita es una de las más grandes de EEUU y en ella suelen congregarse miles de personas.
También se citan los correos de Hasan a un imán estadounidense de la mezquita, Anwar Al-Awlaki, que se trasladó a Yemen y proclamó su apoyo a la resistencia contra la política estadounidense en Oriente Medio. Los investigadores federales han informado que investigaron los correos y concluyeron que no tenían nada que ver con el terrorismo y sí con cuestiones religiosas y culturales coherentes con las investigaciones de Hasan.
Finalmente, se refieren también a que Hasan gritó las palabras “Allahu Akbar” (“Dios es grande” en árabe) durante su presunto ataque.
El Wall Street Journal publicó un editorial el martes afirmando: “La masacre de Fort Hood deja claro, de nuevo, que el terror islámico está también presente en EEUU como problema interno”.
El periódico iba más allá sugiriendo que el incidente demostraba la necesidad de que se intensificara el espionaje doméstico. “Antes de que los demócratas llegaran al poder en las elecciones de 2008, una de las cuestiones que más fuertemente apoyaron en el debate político fue su oposición a la vigilancia electrónica interna para perseguir las actividades terroristas islámicas”, afirmaba el editorial. Y añadía: “… deberíamos confiar en que la respuesta de nuestros legisladores no se va a limitar a encogerse de hombros y pensar que estos trece muertos no son más que el precio que tenemos que pagar por vivir en ‘nuestro sistema’”.
Asimismo, el Senador Joseph Lieberman, el supuesto demócrata independiente de Connecticut que preside el Comité de Seguridad Interna del Senado, se sumó a la opinión de que la masacre era un acto terrorista. Lieberman pidió una investigación sobre los disparos de Fort Hood, expresando su preocupación por que el Mayor del ejército fuera un “terrorista que ha crecido y se ha radicalizado en casa”. Postuló que “si eso es verdad, el asesinato de esas trece personas fue un acto terrorista y, en realidad, ha sido el acto terrorista más destructivo cometido en suelo estadounidenses desde el 11/S”.
El Jefe del Estado Mayor del ejército estadounidense, el General George Casey, manifestó el domingo su preocupación por estas actitudes, advirtiendo que “las especulaciones podrían potencialmente provocar reacciones violentas contra algunos de nuestros soldados musulmanes”. Con el ejército enfrentando una escasez desesperada de intérpretes en Afganistán, hay preocupación general de que la caza de brujas contra los musulmanes haga que los pocos que tienen se vayan del ejército.
Sin embargo, tales consideraciones parecen tener muy poco peso. Desde Lieberman y la derecha republicana a la administración Obama y los demócratas, el Washington oficial parece que intenta explotar este episodio sangriento para intimidar los sentimientos antibelicistas y justificar la escala de la guerra exterior y renovar los ataques contra los derechos democráticos en casa.
Fuente: http://www.wsws.org/articles/2009/nov2009/obam-n11.shtml

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Militares de Honduras planean masacre


Denuncian la existencia de un plan para disfrazar soldados y hacerlos pasar por miembros de un supuesto comando armado de la Resistencia

14-11-2009
Habla Honduras
Andrés Pavón, titular del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH) denunció ante medios nacionales e internacionales la existencia de un macabro plan militar para disfrazar soldados y hacerlos pasar por miembros de un supuesto comando armado de la Resistencia, que el día 29 de Noviembre procederá a efectuar una operación militar de asesinato en masa en contrade miembros de la Unión Cívica Democrática, con el fín de provocar repulsión violenta en Honduras y pérdida de apoyo al Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado a nivel internacional.

Según el Sr. Pavón, oficiales militares leales al pueblo hondureño le han hecho llegar confidencialmente la información correspondiente al maquiavélico plan, tras señalarle que el mismo es dirigido por fuerzas oscuras dentro de las facciones golpistas que se niegan a aceptar instancia alguna en la cual tengan que dar explicaciones y enfrentar las consecuencias de la ruptura barbárica del órden constitucional, el estado de derecho, y la vigencia de las protecciones legales a los Derechos Humanos en la nación.

A través de dicha masacre se pretende tambien crear un clima de venganza por parte de la Unión Cívica Democrática y empresarios que apoyan el golpe en contra de los miembros de la Resistencia, para que estos contraten a sus propios sicarios y procedan a asesinar al pueblo hondureño. El objetivo final de esta espantosa operación sería echar a perder las elecciones nacionales y perpetuar a la dictadura militar en el poder, pues la cúpula militar presumiblemente ha percibido que los políticos golpistas los están dejando sólos, y les preocupa que aún el nuevo gobierno surgido de las elecciones no sea capaz de protegerlos, y se vea obligado a usarlos ante las instancias internacionales el próximo año como chivo expiatorio para calmar el clamor de justicia que con toda seguridad habrá de ser la nueva consigna popular al comienzo del nuevo gobierno.

No es ningún secreto que el último mes a los miembros de la cúpula militar se les ha visto desvelados y nerviosos, presumiblemente por que no ven una salida clara a su atribulada situación, y es probable que en estos momentos se encuentren buscando opciones extraordinarias que les aseguren la mayor probabilidad de evitar enfrentar las consecuencias de acciones que han sido vistas como terroristas por parte de amplios segmentos de la nación hondureña.

El Sr. Andrés Pavón hizo un llamado a todos los gobiernos del mundo y a todas las instancias internacionales y nacionales a mantenerse alerta y proceder a rechazar de manera categórica todos los intentos de provocaracciones terroristas que puedan servir para desviar el conflicto actual hacia una potencial guerra civil en Honduras.

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¿Quién inventó a Chávez?


3 de noviembre de 2009
Martín Almada
Desde Colombia.
Especial para ARGENPRESS CULTURAL

En la historia de los pueblos y de los hombres existen fechas que por su trascendencia se vuelven imborrables. Así parafraseando al notable escritor paraguayo Augusto Roa Bastos en su genial obra "El trueno entre las hojas" un “día un trueno cayó en Venezuela y se quedó entre las hojas, un joven militar comió esas hojas y empezó a rugir como el trueno en su cuartel reclamando justicia social llegando al extremo de declarar la guerra al capitalismo productor de hambre y cosechador de pobreza.

Fue el fallido golpe de 1992 y que le costó 2 años de cárcel”.
“¿Quién inventó a Chávez?” es una obra de Modesto Emilio Guerrero que nos lleva por el vericueto de la historia social y política venezolana de lucha, fracasos y sobre todo de esperanzas.
Nos pinta su infancia y su adolescencia en los llanos de Barinas preñada de penurias económicas en un ambiente familiar eminentemente rural donde el papel de la mujer juega un rol importante en su vida sin olvidar el influjo de la leyenda de su bisabuelo, Maisanta, el ignorado Robin Hood venezolano.
El autor nos da una visión panorámica del proceso de desarrollo de las ideas políticas de Chávez, sobre todo el proceso de transformación que sufrió el líder militar como respuesta a la cambiante realidad social y económica de su país. Se señalan 3 etapas: lucha económica, lucha política y lucha ideológica.
Venezuela es un país que no ha saldado sus cuentas con el pasado porque la clase dominante borró de la historia oficial los nombres de los campesinos, obreros y estudiantes que lucharon contra la barbarie capitalista. "Borraron todo vestigio de la Venezuela rural, levantisca y anti oligárquica". Para dicha clase cada lucha debía comenzar de nuevo, separadas de las otras luchas para que no haya MEMORIA. Chávez justamente por el derecho a la MEMORIA reivindicó al "último hombre a caballo", primer caudillo campesino, MAISANTA, su bisabuelo, su primera fuente de inspiración revolucionaria sin olvidar a Simón Bolívar y Simón Rodríguez.
Según, el autor también fue muy fuerte en la vida política inicial del joven militar la presencia de un "viejo sabio comunista", crítico al modelo, José Esteban Ruiz-Guevara. Es decir, Chávez bebió primero de las aguas del marxismo latinoamericano para entrar de lleno en las fuentes europeas que dio paso a su transformación radical contra el imperialismo norteamericano.
Según el autor, Chávez está demostrando con los hechos que es viable lo que Allende pretendió llevar a Chile en la década del 70 a la construcción de la sociedad socialista por la vía pacífica utilizando el recurso de la propia democracia burguesa, electoralmente. Cabe aclarar que el sueño de Allende no fracasó sino se interpuso en su camino el imperio norteamericano siendo Henry Kissinger, entonces Secretario de Estado .Este preparó el ascenso de Pinochet y creó la OPERACIÓN CONDOR, pacto criminal entre los militares de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, que dejó un saldo de más de 100.000 víctimas, entre trabajadores, docentes, estudiantes, artistas, periodistas y profesionales de las más diversas disciplinas, apuntó no solo a su desaparición física sino con ella a la destrucción de las distintas expresiones de luchas sociales, políticas, educativas, culturales. Así el imperio, supuestamente defensor de la "civilización occidental y cristiana", tronchó de un "cañonazo" a la clase pensante de América Latina, su capital social, delito imperdonable y que por ser una violación a los derechos humanos es imprescriptible.
Este es un libro escrito por un periodista; lo dice el estilo ameno y con pasión latinoamericana recorriendo la historia de Venezuela en el contexto mundial que arranca con la colonización española, revolución francesa, revolución bolchevique, la revolución sandinista, cubana, etc. llegando hasta nuestros días en plena construcción del Socialismo del Siglo XXI.
Para realizar este caleidoscópico desfile de personajes y de acontecimientos históricos que influyeron vigorosamente sobre la personalidad del militar venezolano y que determinaron su pensamiento político el autor ha debido acudir a numerosas fuentes de izquierda y derecha. Por ello esta obra es una síntesis del esfuerzo compartido con una impronta peculiar del autor que hizo la investigación tomando distancia de los hechos, es decir, desde Buenos Aires.
Lo admirable de este libro es el hecho de transformar la polémica en un fecundo diálogo rescatando el pasado y con proyección de un futuro esperanzador. En este contexto nos presenta la egregia figura de Chávez idealista, revolucionario que simboliza la rebeldía y dignidad venezolana.
Finalmente, en “¿Quién inventó a Chávez?” comparto plenamente el criterio sustentando por el autor que Chávez es "es una construcción particular de su generación de pertenencia, con sus defectos y virtudes, pero con todos los valores y marcas."
Cuando asumió el mandato presidencial dijo al pueblo venezolano “yo tengo la presidencia, pero el poder lo tienen ustedes”, se convirtió así en el CORONEL DE HOMBRES LIBRES, odiado por las burguesía y el imperio pero amado por su pueblo y los pueblos libres del mundo.

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Israel Atónito por la “Infiltración” de Hezbollah en su Inteligencia


Mohamad Shmaysani
Al-Manar
14/11/2009

Una oleada de tormentosas cuestiones están apareciendo acerca de la eficacia de los aparatos militar y de seguridad israelíes después de que el periódico Yedioth Aharonoth desvelara un documento que demuestra el nivel de conocimiento que Hezbollah tiene de las actividades, despliegues y tácticas israelíes en el norte de la Palestina ocupada.

El popular periódico israelí revela que Hezbollah conoce todos los detalles relativos al Ejército israelí, en particular la Brigada 91, que se encuentra desplegada en el norte. El tema más apremiante para el Mando Israelí es saber si Hezbollah ha podido infiltrarse en los sensibles servicios de seguridad, lo cual podría haberle permitido adquirir documentos y datos. “Expertos israelíes y militares que sirvieron en el norte han dicho que los datos reunidos por Hezbollah y que aparecen en el documento eran altamente sensibles y que una parte de él ha sido clonado por Hezbollah de documentos secretos pertenecientes a la Brigada 91. Ellos detallan la naturaleza del despliegue del Ejército israelí en el norte. Aquellos que ven los documentos comprueban que han sido copiados página a página de documentos secretos israelíes. Hezbollah podría haber reunidos los datos por medio de espías o infiltrándose en el lado israelí para sacar fotos,” dijo Ronen Bergman, un agente israelí experto en temas de inteligencia a la televisión israelí el jueves. Yedioth dijo que el documento de 150 páginas “muestra hasta el extremo en que la inteligencia de Hezbollah ha logrado penetrar en el Ejército israelí, y prueba que Hezbollah tiene suficientes fuentes de información” incluso acerca de las actividades aéreas y navales, incluyendo las que atañen a los aviones no tripulados. “No hay duda en que Hezbollah conoce las armas utilizadas en cada jeep de cada patrulla. Ellos conocen incluso el diámetro de cada mortero que va en el jeep y la hora de cada patrulla, incluyendo documentos que son normalmente enviados por el jefe de la división al jefe de la brigada. De hecho ellos tienen información que no puede ser conocida a través de la observación con binoculares, así que ¿cómo la obtuvieron?”, se preguntó un comentarista del Canal 10 israelí. El antiguo jefe de Seguridad Nacional de Israel, Giyora Eiland, admitió -después del discurso del secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, del miércoles- que Israel indudablemente fracasará en cualquier guerra futura. Él añadió que el resultado no será diferente de la guerra de 2006 “porque las capacidades de Israel y Hezbollah han mejorado de forma paralela.” “Si la Tercera Guerra de Líbano se inicia mañana, no será diferente de la Segunda Guerra de Líbano a pesar de todas las mejoras en el Ejército. Israel no puede ganar a una organización que posee miles de misiles en el otro lado de la frontera. Si queremos ganar, la guerra debería ser librada contra el gobierno libanés y su infraestructura, de la que Hezbollah se ha convertido en parte,” dijo Eiland en la televisión israelí. Sayyed Nasrallah advirtió a Israel el miércoles que no había punto en la Palestina ocupada por los sionistas que los misiles de la Resistencia no pueden alcanzar. Su Eminencia también prometió aplastar a cualquier fuerza israelí que ponga pie en Líbano, con independencia de su tamaño y equipo. El martes, el jefe del Estado Mayor del Ejército de ocupación israelí, Gabi Ashkenazi, advirtió también que Hezbollah está armado en la actualidad con decenas de miles de cohetes y misiles, algunos de los cuales pueden alcanzar la ciudad de Dimona -donde se halla la planta israelí que fabrica armas nucleares-, Tel Aviv y el Jerusalén ocupado. “Algunos de ellos tienen un alcanza de 300 kilómetros y otros de 325,” dijo Ashkenazi, que añadió que tales misiles estaban preparados para ser utilizados.” “Nasrallah lee todos nuestros periódicos, lee todos los detalles y los memoriza. Podemos decir que es el único líder árabe que es consciente de lo que está teniendo lugar en Israel. Su enfoque era muy preciso cuando habló del pez venenoso y, de hecho, él se ha aprovechado de este caso en los medios para decir que Hezbollah muerde y gana, y de este modo, esta imagen (del pez) se adapta bien a Hezbollah,” dijo Tseva Yehezkeli, una experta israelí en temas árabes, a la televisión israelí.

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