lunes, 12 de octubre de 2009

Irán de nuevo: ¿están todos "blofeando"?


12-10-2009
Immanuel Wallerstein
La Jornada

Irán retorna al primer plano de la diplomacia pública. El presidente Obama, junto con el primer ministro Gordon Brown, del Reino Unido, y el presidente Nicolas Sarkozy, de Francia, sostuvieron una conferencia de prensa donde pareciera que le dieron a Irán otro ultimátum: o se conforma a sus demandas, lo que ellos llaman las demandas de la comunidad internacional, para diciembre de este año, o enfrentará nuevas sanciones. Obama dijo que Irán está rompiendo la regla que todas las naciones deben seguir.

La ocasión inmediata fue el hecho de que Irán anunció –o desde el punto de vista de los tres líderes occidentales, Irán admitió– que está construyendo unas instalaciones cerca de Qom donde habrá 3 mil centrifugadoras para enriquecer uranio. Según Obama, esto significa muy poca cantidad para el propósito ostensible –la generación de electricidad– pero tiene el tamaño adecuado para producir material para cabezas nucleares. Ergo, Irán miente acerca de sus intenciones.

Parece que la inteligencia occidental descubrió la existencia de la construcción hace algún tiempo y siente que ahora esto está verificado convincentemente. El punto de vista occidental es que Irán anunció la existencia de la construcción porque ya estaba consciente de que la inteligencia occidental la había descubierto y estaba a punto de revelar el punto al mundo. El presidente Ahmadinejad dice que, bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), el requisito es que Irán debe anunciar la existencia de una construcción así con seis meses de anticipación a ponerla en funcionamiento, y por eso fue que lo anunciaron hasta ahora.

En cualquier caso, Obama está haciendo grande la cosa, y está usando este hecho en que todos concuerdan (la construcción de una planta) como base para obtener nuevas sanciones de Naciones Unidas contra Irán. Parece claro que Obama confía en que este nuevo hecho será suficiente para persuadir a Rusia y a China de dar su respaldo o por lo menos no oponerse a la resolución de nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En efecto, la derecha estadunidense y los israelíes están diciendo se los dijimos. Desde su visión Irán ha estado mintiendo siempre, miente ahora, y como tal debe ser castigado seriamente. Es obvio que no piensan solamente en meras sanciones sino en bombardear la planta (y sin duda otras plantas nucleares conocidas). Así que, ¿estamos al borde de futuras sanciones?; o aun más, ¿de bombardear Irán, sea por Estados Unidos o Israel con el apoyo tácito de Estados Unidos? Es posible, pero en realidad no lo creo. Pienso que lo que está ocurriendo es un gigantesco blofeo de todos y cada uno.

Empezamos por Irán. Siempre he estado de acuerdo con la derecha estadunidense y los israelíes en que Irán intenta lograr el estatus de una potencia nuclear. Mi diferencia con ellos simplemente es que esto me parece normal, inevitable y no es para nada un desastre geopolítico.

Desde el punto de vista de Irán, hay tres potencias nucleares en las inmediaciones –India, Pakistán e Israel– que no sólo nunca han firmado el TNP sino que de hecho tienen armas nucleares, muchas armas nucleares. Sin embargo a ellos no se les acusa de violar las normas de la comunidad internacional. Entonces los iraníes dicen: ¿por qué la toman contra Irán? A diferencia de estos otros países vecinos sí firmó el TNP y hasta ahora nunca ha violado sus disposiciones específicas. No obstante, ahora se le denuncia públicamente por una violación de las normas internacionales mucho menor que la de los otros tres países. El presidente Lula de Brasil señala que Brasil también está enriqueciendo uranio y no ve nada de malo en que Irán lo haga.

¿Por qué hizo Obama su anuncio justo ahora si ya sabía desde hace algún tiempo que Irán construía esta planta? Él alega que primero quería estar absolutamente seguro de la calidad de sus informaciones de inteligencia. Pero es claro también que anunciarlo en este mismo momento es bastante útil en casa. Obama está siendo atacado por la derecha estadunidense por sus propuestas en atención a la salud y por su aparente vacilación en enviar más tropas a Afganistán. Hablarle duro a Irán protege un poco su flanco derecho y puede fortalecer su mano en lo político, para estas otras cuestiones.

Lo mismo podría decirse de Irán. Ahmadinejad, como Obama, atraviesa algunas dificultades políticas internas. Hablarle duro a Occidente es obviamente algo que le permite consolidar un sentimiento nacionalista en torno a su régimen islámico, especialmente si Occidente lo obliga a hablar duro también.

Rusia y China siempre han argumentado que podrían ser contraproducentes sanciones más duras. Ambos países tienen intereses económicos y geopolíticos en mantener sus razonables buenas relaciones con Irán. Por supuesto, tampoco quieren ir tan lejos en antagonizar a Estados Unidos. Así que es probable que continúen moviéndose con cautela, lentitud y ambigüedad. En septiembre, el presidente Medvediev de Rusia puede decirle alguna frase a Obama, que es crítica hacia Irán, una que haga sonreír a Obama. Pero eso no significa que Rusia vote por un resolutivo de sanciones en verdad serias en diciembre. Por una cuestión, los rusos (y los chinos) realmente no creen que más sanciones sean efectivas en cambiar la postura básica de Irán, y muchos analistas serios del mundo occidental tampoco lo creen.

Y en cuanto a las acciones militares, consideren lo siguiente: Obama enfrenta la exigencia del general Stanley McChrystal de que haya una escalamiento significativo del compromiso militar estadunidense en Afganistán. El grado en que el secretario de Defensa Robert Gates dé su respaldo a esto es todavía incierto. Hay ya oposición significativa entre los políticos demócratas. Y el público estadunidense parece estar dudoso en extremo. Obama reflexiona sobre la estrategia de largo plazo.

Pienso que Obama cederá, al menos parcialmente, y autorizará más tropas. Pienso que es en extremo improbable que haya un incremento semejante en tropas procedentes de otros países de la OTAN. De hecho, es bastante más probable que haya más retiradas de su parte. Dada la situación en Afganistán, ¿quién en Estados Unidos va a apoyar una acción militar real contra Irán? ¿Obama? ¿El Estado Mayor Conjunto? ¿El público estadunidense? Yo diría que tal acción militar es improbable en extremo. Y a los israelíes, cualesquiera que sean sus ansiedades y deseos, no se les concederán los necesarios derechos de sobrevuelo.

Entonces, ¿adónde nos deja esto? Al mundo lo deja en un empantanamiento. Muchas palabras y poca acción. ¿Es esto lo que Ahmadinejad quiere? Es probable. ¿Lo denunciarán la derecha estadunidense y los israelíes? Es probable. ¿Puede Obama hacer algo para cambiar la situación? No veo qué. Este momento será visto por los futuros historiadores como una pieza de evidencia más de la caída de la influencia geopolítica de Estados Unidos. Lo que los futuros historiadores dirán también es que Irán, al desafiar las resoluciones del Consejo de seguridad de Naciones Unidas, actúa igual que lo han hecho durante los últimos 50 años un gran número de países. Ni más ni menos. La promoción no es lo mismo que la realidad.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/10/11/index.php?section=opinion&article=034a1mun


Traducción: Ramón Vera Herrera


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Berlusconi y la sociedad italiana


12-10-2009
Guillermo Almeyra
La Jornada

Silvio Berlusconi, como dicen los italianos, posiblemente è cotto (o sea, está ya cocinado), pero el verdadero problema no es él sino las condiciones sociales y las relaciones de fuerza que lo han hecho posible y le han dado una sólida mayoría que le permitió ser primer ministro en cuatro ocasiones y, por otra parte, la recomposición del bloque político-social del bloque de la derecha que lo está marginando tal como una corriente de agua fuerte margina un desecho flotante.

Porque es cierto que el individuo es un corrupto que hizo su fortuna con la mafia y con el poder, es un pervertido y amoral y, además, un payaso, pero lo era también cuando los poderes fácticos, arrastrando detrás de sí media Italia, votaron por él y en cuatro ocasiones le dieron el cargo máximo del Estado. A Berlusconi no lo están minando tanto sus escándalos financieros (que no son nuevos ni recién conocidos) ni su vida de emperador del Bajo Imperio romano constelada de prostitutas, proxenetas y de amantes menores de edad, ni sus relaciones con la mafia. Esos escándalos no sorprenden a los italianos, que los conocieron ya hace decenios con los democristianos y con el gobierno del socialista Bettino Craxi, con el cual comenzó a hacerse rico el actual candidato a la cárcel; es más, incluso un importante sector popular vota por Berlusconi no a pesar de dichos escándalos sino precisamente por ellos, porque de ellos se beneficia, como se beneficia con la mafia y la camorra, y porque su código moral no los condena. Lo que los franceses elegantemente llaman affaires de cu (es decir, el uso libertino del culo propio y de los ajenos) tampoco escandalizan a millones de machistas y de misóginos, y de machismo y misoginia están llenas la gran prensa popular y las principales revistas ilustradas mientras la pornografía adorna todos los kioscos de periódicos y en los colegios todos los días hay casos de alumnos que filman estupros de sus compañeras o coitos para colgarlos en Internet.

El racismo y la xenofobia han envenenado ya la mente de millones de italianos e incluso de obreros y no faltan cotidianamente los más odiosos crímenes racistas contra inmigrados ni el tratamiento racista de las noticias en los diarios serios. La mafia fue siempre un puntal de un padre de la patria tres veces pimer ministro y 11 veces ministro, el democristiano Giulio Andreotti, a quien también sostuvo en su momento el Partido Comunista italiano.

Por lo tanto, aunque media Italia repudia a Berlusconi, sobre todo por su política racista, antiobrera, favorecedora del gran capital, y encuentra en sus robos y su corrupción motivos para querer sacárselo de encima, no es solamente ese repudio lo que está acabando con la carrera política de Il Cavaliere. Porque 200 mil personas que manifiestan contra él en Roma no ocultan el hecho de que esa misma ciudad tiene un alcalde fascista, culpable de matonismo y terrorismo en el pasado, que fue elegido por mayoría popular en una elección muy reñida y concurrida.

¿Por qué entonces Berlusconi se está esfumando como el gato de Alicia en el país de las maravillas? En primer lugar, porque ya no sirve ni al gran capital, que está ligado al capital financiero internacional, ni al Vaticano. El primero habla violentamente en su contra mediante el Financial Times, The Wall Street Journal, The New York Times, pero también, en Italia, por el grupo empresarial que edita La Repubblica y el segundo le ha retirado el apoyo y le cava la tierra bajo los pies mediante el órgano oficial de la curia, Avvenire. Por su parte la Confindustria (la organización de los grandes empresarios) también lo ha abandonado. El aventurero ha causado demasiados daños a la economía italiana y ha aislado a la Italia del establishment de la Europa capitalista, que es indispensable para sacarla del desastre. También ha espantado a la curia, que está demasiado empantanada en los casos del cura Maciel y de la pederastia en los colegios católicos de todos los países como para permitir que el hijo dilecto de la Iglesia, el que ostenta sus siete tías monjas, aparezca desnudo en las tapas de las revistas rodeado de prostitutas bastante baratas. Por lo tanto, Berlusconi está herido por el fuego amigo, es decir, por una disputa interburguesa y por la lucha sorda que combate contra él, en la mayoría y en el gobierno, el fascista Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados, que aspira a sustituirlo. Fini, con el apoyo de los democristianos de derecha, del Vaticano, de la gran industria y de los financieros, busca crear un gran partido del orden, de tipo democristiano de derecha, que establezca reglas del juego capitalista y una ficción de moralidad y de normalidad indispensable tanto para los negocios como para la dominación.

Ante Berlusconi –si éste se viese obligado a huir al extranjero para no ser encarcelado como le sucedió a su padrino Bettino Craxi, también popular y aparentemente poderoso primer ministro– no aparece la sombra de una opción de izquierda, por moderada que sea, porque tal izquierda no existe: lo más probable es un gobierno de derecha ultraconservadora y clerical que blanquee el prostíbulo actual. Eso, de todos modos, llevaría a nuevas elecciones que podrían reservar sorpresas para los conspiradores, ya que Fini no tiene la popularidad de Berlusconi y el centralismo nacionalista de los fascistas choca con el cuasisecesionismo regionalista y antitaliano de la Liga Norte. Pero a favor de la derecha juega el factor de que Italia, por su papel secundario en Europa, la fragilidad de su economía, por el peso del Vaticano, y por la complicidad de Togliatti y el Partido Comunista italiano con los valores capitalistas, jamás tiró a la basura la putrefacta placenta del fascismo.

http://www.jornada.unam.mx/2009/10/11/index.php?section=opinion&article=030a1pol

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Premio Nobel al bombardeo humanitario y al golpe democrático


12-10-2009
John Brown
iohannesmaurus.blogspot.com

[Antichristus]


I sta pre dixerunt mei predicatores,

viri mei nominis et iuris cultores.

Hec mea gloria, quam diu predixere,


qua fruentur mecum, quicumque meruere,

Post eorum casum, quos vanitas illusit,

PAX ET SECURITAS universa conclusit."
(Esto predijeron mis predicadores/hombres que hablaban en mi nombre y cultivaban el derecho/Esta gloria mia que hace tiempo predijeron/de la que conmigo disfrutan quienes la mercecieron/tras la caida de aquellos que la vanidad engañara/ha establecido la PAZ y LA JUSTICIA universales)
Ludus de Antichristo ca 1160




Acaba de saltar -como se dice- la noticia: Barack Obama recibirá el premio Nobel de la Paz. Viene así a unirse a la lista de galardonados que incluye algunos turbios personajes o genocidas declarados como Kissinger o Menahem Begin. El mérito del presidente norteamericano: haber dado un nuevo impulso a la diplomacia en las relaciones internacionales y haber sostenido el maltrecho sistema de las Naciones Unidas.

Para quien crea aún que las Naciones Unidas son un instrumento de paz, baste recordar las sanciones de esta organización sufridas por Iraq y que dieron como resultado más de un millón de muertos entre la población civil por falta de suministros médicos y sanitarios fundamentales como el cloro para depurar el agua, medicamentos y material quirúrgico esenciales. La catástrofe social y sanitaria se vio complementada por los bombardeos casi diarios de Iraq con bombas de uranio empobrecido. Los iraquíes no lo olvidaron y, poco después de la invasión americana que sellaba la destrucción de su país, trataron la sede de las Naciones Unidas como un objetivo de guerra.

Las Naciones Unidas también han legitimado -a costa de una flagrante violación de su propia Carta- la invasión y ocupación de Afganistán que Barack Obama perpetúa. Los ataques diarios contra la población civil afgana suman ya miles de víctimas. Todo esto se combina además con una singular instauración de la democracia en la que la OTAN, bajo mandato de las Naciones Unidas, puso en el poder a Hamid Karzai, personaje tan grotesco en el vestir -luciendo sus prendas de corte orientalista "clean" que nadie jamás vistió por aquellas latitudes- como corrupto en su actuación política. El masivo fraude electoral en las últimas elecciones que revalidaron en su cargo a Karzai fue tapado por las Naciones Unidas, la UE, la OTAN y Obama. Occidente en Afganistán no reacciona de la misma manera que en Irán y no ha tenido la brillante idea de organizar allí una de esas revoluciones de colores que le permiten acabar con gobiernos o regímenes molestos.

Es que la de Afganistán es la guerra colonial de los progres, como la de Iraq fue la de los "conservadores". Desde el principio fue saludada por destacados progresistas como una indispensable y bienvenida actuación contra el obscurantismo de los talibanes y hubo incluso quien consideró que tenía objetivos "feministas" como la liberación de la mujer afgana de los férreos lazos de la variante local del patriarcado. Habrá aún quien recuerde las declaraciones de la vicepresidenta de Attac, Susan George a la radio estatal sueca en las que afirmaba explícitamente su apoyo a la guerra y al propio George W. Bush en nombre de la liberación de la mujer y de la lucha contra el integrismo:

"Me equivoqué cuando critiqué los
bombardeos americanos sobre Afganistan.
(...) Valía la pena llevarlos a a cabo para
desembarazarse de los Taliban ... Me gustaria
darle las gracias a George Bush. Ha demostrado
que era posible alcanzar a los terroristas y
sus recursos." "Svenska Dagbladet", Estocolmo,
citado por "Courrier international" (n° 585, 17-23 enero 2002).

Si bien la autora de las declaraciones las desmintió, pude comprobar en la radio sueca que había afirmado textualmente la barbaridad que se le había atribuido. No es, sin embargo, la única personalidad de la izquierda que apoye esta guerra, pues casi toda la izquierda europea lo ha hecho. Zapatero, después de sacar las tropas españolas de Iraq, aumentó los efectivos de la misión colonial afgana. Obama -que no termina de retirarse de Iraq- parece estar haciendo algo parecido.

En Honduras también se está ilustrando Obama por su defensa muy peculiar de la democracia, haciendo todo lo posible mediante su doble juego para que el gobierno golpista llegue hasta las próximas elecciones sin restablecer formalmente en su cargo al presidente Zelaya. Toda una labor de duplicidad que permite seguir siendo progre sin dejar de apoyar un golpe de Estado.

Del mismo modo, y volviendo a Irán, también parece Obama estar preparando un posible ataque contra Irán, tan injustificado como el ataque contra Iraq de su predecesor, pero, esta vez sí, con todas las bendiciones de las Naciones Unidas. La campaña de intoxicación de la "opinión pública", esto es del conjunto de las opiniones privadas de los individuos atomizados sometidos a los medios de propaganda/comunicación, puede que resulte aún más convincente.

La gran diferencia entre Obama y Bush es que Obama bombardea en nombre de la paz y da golpes de Estado condenando a posteriori a sus ejecutores. En ello cumple la recomendación de Maquiavelo. También parece seguir otra recomendación del mismo Florentino cuando este afirmaba: " Siendo siempre necesario que un príncipe sepa usar bien la condición de bestia, debe entre las bestias elegir la zorra y el león, porque el león no se defiende de los ardides y la zorra no se defiende de los lobos. Hay que ser por consiguiente zorra y conocer los ardides y león para amedrentar a los lobos ." (Maquiavelo, El Príncipe, XVIII). El premio Nobel de la paz premia este año a la zorra astuta que sabe ocultar su naturaleza de león. ¿Dónde está aquí la paz?

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Kuwait: Israel es un obstáculo a un Oriente Próximo libre de armas nucleares


Mientras, el Premio Nobel Israeli en quimica llama a la liberación de todos los prisioneros de Hamas, independientemente de un acuerdo sobre Gilad Shalit.

12-10-2009
Press TV
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Kuwait se ha quejado por la negativa ‘obstinada’ de Israel a firmar al Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, y sostiene que esa actitud puede provocar una carrera de armas nucleares.

“Israel ha seguido siendo el único Estado que rechaza obstinadamente el TNP y la inspección internacional de sus instalaciones nucleares,” dijo el jefe de la misión permanente de Kuwait en Naciones Unidas, el primer secretario Salah Hamdan Al-Seif, en una declaración dirigida a la comisión de desarme de armas y seguridad de la Asamblea General de la ONU.

La intransigencia de Israel al respecto constituye un obstáculo mayor para los esfuerzos por “internacionalizar” el tratado, según una cita de Al-Seif en Kuwait Times del domingo.

Agregó que Israel no permite que inspectores internacionales visiten sus instalaciones nucleares, obligando a otras naciones a almacenar o fabricar esas armas letales.

La firme posición israelí es una fuente de preocupación porque obstruye los esfuerzos por lograr un Oriente Próximo libre de armas nucleares, señaló el funcionario kuwaití.

La mayoría de los expertos estima que Israel tiene entre 100 y 200 ojivas nucleares, basándose sobre todo en información filtrada al periódico Sunday Times en los años ochenta por Mordechai Vanunu, antiguo trabajador en el reactor nuclear Dimona de ese país.

Israel, que ha iniciado varias guerras en la región en su historia de 60 años de ocupación mantiene una política de deliberada ambigüedad sobre su programa de armas nucleares.

Mientras tanto, un informe de The Washington Times del 2 de octubre reveló que el presidente de EE.UU., Barack Obama, prometió a Tel Aviv que no presionará al régimen para que rinda cuentas por su presunto arsenal nuclear o que firme el TNP.

En una reunión con el presidente Obama, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu obtuvo su garantía de que la Casa Blanca mantendrá su acuerdo secreto de 4 décadas que permite que Israel tenga un arsenal nuclear sin abrirlo a inspecciones internacionales, informó The Washington Times el viernes, citando a funcionarios familiarizados con el tema.

http://www.presstv.ir/detail.aspx?id=108364§ionid=351020205
12-10-2009



Premio Nobel Israeli en quimica, llama a la liberación de todos los prisioneros de Hamas independientemente de un acuerdo sobre Gilad Shalit.


Haaretz




12-10-2009



Premio Nobel Israeli en quimica, llama a la liberación de todos los prisioneros de Hamas independientemente de un acuerdo sobre Gilad Shalit.


Haaretz




El premio Nobel israelí de química, Profesora Ada Yonath el sábado dijo que todos los prisioneros cautivos en Israel deben ser liberados con el fin de devolver a Gilad Shalit a casa.

“En primer lugar, no entiendo porque los encarcelamos en Israel”, dijo la profesora a la radio del ejercito el sábado. Ada añadió que “todos los prisioneros deben retornar a Palestina, independientemente de un acuerdo para la liberación de Gilad Shalit”.

Yonath fue entrevistada en el programa semanal de la radio sobre sus ideas generales respecto al conflicto de Medio Oriente, donde llamó a un “cambio en el status quo” , agrego que manteniendo cautivos a palestinos incentivamos y perpetuamos la motivación para dañar a Israel y sus ciudadanos.

“Si mantenemos prisioneros a palestinos por años sin fin, el resentimiento de sus familias contra Israel crecerá, estamos generando activamente terroristas¨, sugirió la Premio Nobel.

Tambien agregó que un cese de encarcelamiento de palestinos daría como resultado el fin de los secuestros de los soldados. “Una vez que no tengamos prisioneros que liberar no tendrán motivo para secuestrar soldados”

Yonath describió la vida de muchos palestinos “sin esperanza de futuro”, y dijo que “en un estado de tal desesperación los palestinos tienen todas las razones para saltar a la oportunidad de mejorar sus perspectivas de una mejor vida después de la muerte".

Traducido por Ivan Vanney





“En primer lugar, no entiendo porque los encarcelamos en Israel”, dijo la profesora a la radio del ejercito el sábado. Ada añadió que “todos los prisioneros deben retornar a Palestina, independientemente de un acuerdo para la liberación de Gilad Shalit”.

Yonath fue entrevistada en el programa semanal de la radio sobre sus ideas generales respecto al conflicto de Medio Oriente, donde llamó a un “cambio en el status quo” , agrego que manteniendo cautivos a palestinos incentivamos y perpetuamos la motivación para dañar a Israel y sus ciudadanos.

“Si mantenemos prisioneros a palestinos por años sin fin, el resentimiento de sus familias contra Israel crecerá, estamos generando activamente terroristas¨, sugirió la Premio Nobel.

Tambien agregó que un cese de encarcelamiento de palestinos daría como resultado el fin de los secuestros de los soldados. “Una vez que no tengamos prisioneros que liberar no tendrán motivo para secuestrar soldados”

Yonath describió la vida de muchos palestinos “sin esperanza de futuro”, y dijo que “en un estado de tal desesperación los palestinos tienen todas las razones para saltar a la oportunidad de mejorar sus perspectivas de una mejor vida después de la muerte".

Traducido por Ivan Vanney

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Las diez plagas que afligen a Jerusalén oriental


12-10-2009
Meir Margalit
Rebelión
Traducido para Rebelión por S. Seguí

Los recientes disturbios en Jerusalén oriental seguramente no han sorprendido a nadie que siga la situación en la ciudad y que esté atento a las voces que surgen de ella. Las acusaciones de que son un pequeño grupo de provocadores en busca de su propio beneficio político quienes están detrás de los disturbios muestran que las personas que apoyan esas acusaciones no saben prácticamente nada sobre la verdadera situación sobre el terreno. Si estuvieran familiarizados con los hechos que ocurren en el patio trasero de la ciudad, sabrían que la erupción era previsible y que sólo su momento era desconocido.



Mucho ha cambiado Jerusalén oriental en la última década, hasta el punto de llegar a la actual situación intolerable. Cuando Teddy Kollek era alcalde de Jerusalén los ciudadanos árabes estaban en desventaja, pero su honor era defendido escrupulosamente. Sentían que, al menos, recibían un trato civilizado. Recientemente, sin embargo, varias iniciativas han hecho la vida de estos ciudadanos insoportable, y, todavía peor, sienten que su honor está siendo pisoteado. Diez plagas infligen a los ciudadanos árabes de Jerusalén oriental, siendo imposible clasificarlas por su gravedad.
Primera plaga: la opción de construir legalmente una casa se ha vuelto casi imposible. Aquí, las dificultades se han ido acumulando durante años: la demostración de propiedad, la falta de infraestructuras, los porcentajes mínimos de construcción, la reducción de las zonas permitidas para la construcción, son todos aspectos que se han agravado debido a la migración de decenas de familias al otro lado del muro de separación, que arriesgan con ello la pérdida de sus documentos de identidad israelíes.
Segunda plaga: el muro de separación, que no sólo ha creado una ola de migración interna, sino que ha separado a los migrantes de sus familias, parientes y seres queridos. Todo se ha vuelto muy complicado, y una visita a la familia que en el pasado suponía un corto trayecto de unos minutos se ha convertido en un viaje a lo desconocido, en el que nadie puede adivinar cuánto tiempo tardará en llegar al destino o regresar de él. Todo depende del humor del soldado de servicio en el puesto de control.
Tercera plaga: al unísono con la cuarta, el Ministerio del Interior ha intensificado la campaña de confiscación de tarjetas de identidad de las personas que según él viven más allá de las fronteras municipales. Muchas se encuentran con que un buen día su condición de ciudadanos ha sido revocada sin su conocimiento, y deben contratar los servicios de un abogado para recuperarla.
Cuarta plaga: el Ministerio del Interior sigue impidiendo que los residentes de Jerusalén oriental se reúnan con sus familias o cónyuges, con lo que se ven obligados a vivir en la ciudad sin permiso, casi clandestinos, por temor a ser detenidos por la policía.
Quinta plaga: los colonos están fuera de todo control, y están tratando de hacerse con el último trozo de tierra en la mitad oriental de la ciudad. Su irritación se ha intensificado con los rumores y las noticias acerca de un proceso político que está tomando forma. Muy recientemente, sin ningún escrúpulo, han expulsado a familias enteras de sus hogares, imponiendo el miedo por todas partes.
Sexta plaga: la destrucción de casas, que amenaza a miles de familias. No se trata de que el municipio sea capaz de derribar un número tan grande de viviendas, sino de que ninguna de los miles de familias que recibieron la notificación de demolición sabe a quién le tocará, y cuándo van a ser ellos los afectados. En esta situación, la familia vive en tiempo prestado, y el estrés es una forma de tortura.
Séptima plaga: la crisis económica ha provocado un desastre en la ciudad oriental, y cerca del 70% de todas las familias vive ahora por debajo del nivel de pobreza. En la ausencia de perspectivas para mejorar la situación, tienen muy poco que perder.
Octava plaga: la actitud humillante de la policía de fronteras, que actúa sin ningún tipo de traba y de modo cada vez más violento, brutal y exaltado. Sus soldados desprecian todo lo que parezca árabe, y ofenden la sensibilidad más profunda de los ciudadanos árabes.
Novena plaga: las excavaciones arqueológicas que el Estado está llevando a cabo cerca del Monte del Templo, tanto en el aparcamiento Givati como en la calle El Wad, están generando enorme preocupación entre quienes creen que están destinadas a causar el derrumbe de las mezquitas. Es una creencia alimentada por su conocimiento "íntimo" de los colonos que están llevando a cabo las obras y el programa nacional-mesiánico que los impulsa. Puede que no sea cierto, pero en Jerusalén oriental un sentimiento o un rumor pueden desencadenar una conflagración.
Décima plaga: el bajo nivel de los servicios municipales, que afecta desde la recogida de basuras al sistema educativo, lo que determina su situación de inferioridad. Cada vez que los ciudadanos árabes cruzan a la parte occidental de la ciudad y ver cuán grande es la brecha entre su propio nivel de vida y la de sus vecinos judíos, dicha inferioridad queda grabada aún más en su conciencia.
Al parecer, la mayoría de los israelíes prefieren no saber lo que está sucediendo en Jerusalén oriental, pero los líderes de la ciudad harían bien en replantearse sus políticas antes de la gran explosión, de la que hemos visto un corto tráiler en los últimos días.
El Dr. Meir Margalit es miembro del Consejo Municipal de Jerusalén, dentro del grupo municipal Meretz, movimiento político sionista que se autodefine como sionista de izquierdas, pacifista, verde y partidario del establecimiento de dos Estados en Palestina..
S. Seguí es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los autores, el traductor y la fuente.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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Declaración Pública de la Federación Palestina de Chile


En relación al aplazamiento de la votación en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU con respecto al informe Goldstone, acerca de los crímenes de guerra israelíes en Gaza

www.palestinalibre.org

Condenamos de la manera más enérgica las presiones ejercidas por el gobierno de los Estados Unidos sobre los miembros de la Comisión, con el fin de lograr, una vez más, tender un manto de impunidad sobre los crímenes israelíes contra el pueblo palestino. Creemos que con esta actitud, el Presidente Obama ha terminado por matar cualquier posibilidad de erigirse como un mediador objetivo y serio para el logro de una paz justa (..)

Con respecto al aplazamiento de la votación, en el seno de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU con sede en Ginebra, con respecto al informe Goldstone, acerca de los crímenes de guerra israelíes en Gaza, para que fuera analizado en la Asamblea General de la misma entidad, lo que hubiera determinado, sin duda una condena mundial a Israel y el inicio de acciones legales en contra de los las autoridades de Israel, los chilenos de origen palestino, representados por la Federación Palestina de Chile, venimos a declarar públicamente lo siguiente:

1. Condenamos de la manera más enérgica las presiones ejercidas por el gobierno de los Estados Unidos sobre los miembros de la Comisión, con el fin de lograr, una vez más, tender un manto de impunidad sobre los crímenes israelíes contra el pueblo palestino. Creemos que con esta actitud, el Presidente Obama ha terminado por matar cualquier posibilidad de erigirse como un mediador objetivo y serio para el logro de una paz justa y duradera en la región, abrazando, no solo la posición israelí como propia, sino que convirtiéndose también en cómplice de todas las violaciones a los derechos humanos de los palestinos, de todos los asesinatos, en fin, de la política de exterminio físico y político del pueblo palestino que Israel viene practicando de manera sistemática y permanente durante los últimos 60 años.

2. Condenamos y rechazamos también la actitud colaboracionista y cómplice adoptada por la Autoridad Nacional Palestina que, al retirar su apoyo al informe, sometiéndose así al chantaje y a las presiones norteamericanas, ha perdido todo derecho a seguir dirigiendo los destinos de la causa palestina y del pueblo palestino, convirtiéndose de manera clara e incuestionable en la extensión de la ocupación israelí en los territorios ocupados.

3. Hacemos un llamado a la sociedad civil palestina, a las organizaciones políticas y sociales del pueblo palestino a tomar en sus manos los destinos de nuestro pueblo, a descartar cualquier tipo de negociación mientras no existan garantías reales y voluntad de paz por parte de Israel; a fortalecer la resistencia y a reconstruir la unidad y la democracia palestina luchando por el desmantelamaniento de la ANP y por la refundación de un movimiento de liberación nacional palestino de carácter democrático, unitario y comprometido de manera inequívoca con los derechos nacionales inalienables del pueblo palestino que incluyen el retorno, la autoderterminación y el establecimiento de un estado palestino laico, democrático e independiente en Palestina, con Jerusalén por capital.

4. Hacemos un llamado a la comunidad internacional y a todos los gobiernos dignos del mundo a romper el silencio cómplice, a terminar con la teoría del empate y enviar una señal potente al estado de Israel para que cese la ocupación militar de Palestina y se someta finalmente al imperio de la razón y al derecho internacional, respetando las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la Cuestión de Palestina y los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas en Tierra Santa.

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Londres, 1898; Kabul, 2009: La guerra de los mundos


12-10-2009
Tom Engelhardt
Tom Dispatch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Un párrafo común y corriente en un artículo en mi periódico local me llamó la atención hace poco. Llevaba el título “Casa Blanca cree que Karzai será reelegido,” pero a medio camino Helene Cooper y Mark Landler del New York Times se volvían a la “opción de redespliegue” del comandante de la Guerra Afgana, general Stanley McChrystal. El monótono párrafo en cuestión era el siguiente: “La opción del redespliegue requiere que se transfiera soldados de áreas escasamente pobladas e ingobernables del campo a áreas urbanas, incluidas Kandahar y Kabul. ‘Será mejor dejar a los Predator’ muchas áreas rurales, dijo un funcionario del gobierno, refiriéndose a los aviones drones [sin tripulación].”



En otras palabras, EEUU podrá ser representado ahora en el campo afgano, como ya lo es en las áreas tribales al lado paquistaní de la frontera, sobre todo por vehículos aéreos sin tripulación Predator y sus primos aún más poderosos, los Reaper, nombres tomados directamente de una película de ciencia ficción sobre implacables alienígenas. Si uno fuera un aldeano afgano en alguna parte despoblada de ese país donde EEUU ha establecido pequeñas bases – dos de las cuales fueron casi capturadas recientemente – éstas habrán desaparecido y “América” estará volando por los aires. Estamos hablando de aviones sin seres humanos en ellos, escudriñando incansablemente el suelo con sus cámaras durante hasta 22 horas de una vez. Lanzados desde Afganistán, pero conducidos por pilotos a miles de kilómetros de distancia en el Oeste de EEUU, están armados con entre dos y cuatro misiles Hellfire o el equivalente en bombas de 250 kilos.

Ver la Tierra desde los cielos, es el punto de vista clásico del ser superior o dios con el poder definitivo de vida o muerte. Zeus, el dios de los dioses griego, utilizaba relámpagos para abatir seres humanos que lo ofendían. Nosotros utilizamos misiles y bombas. Zeus tenía la sapiencia de un dios. Nosotros tenemos “inteligencia,” a menudo falible (o de ajuste de cuentas). Su arma preferida destruía a un individuo. Las nuestras eliminan a cualquiera que esté cercano.

Él tomaba sus decisiones desde el Monte Olimpo; nosotros tomamos las nuestras desde sitios como la Base Creech de la Fuerza Aérea en las afueras de Las Vegas, y la Base Davis-Monthan de la Fuerza Aérea en Tucson, Arizona. Aquellos sobre los cuales tomamos decisiones de vida o muerte, mientras se escabullen abajo o siguen su camino lo mejor que pueden, no tienen – como los seres enfrentados a los dioses – ni recurso ni apelación. Vistos desde las pantallas son, para nosotros, figuras distantes, granulosas, apenas mayores que hormigas. Es lo que significa la palabra implacable.

Calmando a los niños

Y nada de esto nos parece extraño. Al contrario, representa una política razonable. Comentarios como el antes citado son ahora comunes. En el Washington Post, por ejemplo, Rajiv Chandrasekaran registró recientemente los pensamientos de un oficial estadounidense anónimo en Afganistán: “Si no vienen más fuerzas para montar operaciones de contrainsurgencia en esas partes de la provincia, concluyó, fracasará todo el esfuerzo de EEUU por estabilizar Kandahar – y por extensión, el resto de Afganistán. ‘Igual podríamos hacer nuestras maletas e irnos a casa… y dejar sólo unos pocos Predator volando para liquidar a los sujetos de al-Qaeda que vuelvan.’”

También sabemos que, en el debate en Washington sobre qué hacer ahora en la Guerra Afgana, el vicepresidente Joe Biden ha salido del lado del “contraterrorismo.” Quiere poner más énfasis en esos drones y en fuerzas de operaciones especiales, y concentrarse más en Pakistán (aunque sin reducir los niveles de las tropas en Afganistán). Al mismo tiempo, el Pentágono ha creado un programa de Especialistas Afganos y una Célula de Coordinación Pakistán-Afganistán, dos unidades concentradas en la mejora del rendimiento militar en el teatro de operaciones Af-Pak durante los próximos tres a cinco años. Todo esto representa la norma para dirigentes militares y civiles que, sean cuales sean sus diferencias, creen que guerras que continúan durante años sin fin a miles de kilómetros del país son el sine qua non de la seguridad estadounidense.

Y nada de esto nos parece menos que razonable, especialmente ante el tan publicitado “éxito” del programa de asesinatos con drones en la eliminación de personajes dirigentes de los talibanes y de al-Qaeda. Lo que nos parece extraño, sin embargo, es que la gente del lugar, sea en Pakistán o Afganistán, considere que todo esto es horroroso. Un reciente sondeo estadounidense en Pakistán resultó en que “un 76% de los encuestados se oponían a que Pakistán se asociara a EEUU en los ataques con misiles contra extremistas por aviones drone estadounidenses.”

Pero entonces, de nuevo, damos por sentado que gente de semejantes países atrasados son tipos extraños, quisquillosos. No como nosotros. En la reciente reseña biográfica de George Packer en New Yorker sobre

Richard Holbrooke, el representante especial del presidente para Afganistán y Pakistán, hubo algunas líneas clásicas que lo reflejan.

Packer describe a Holbrooke durante una visita relámpago a Afganistán como sigue: “Parecía menos un emisario de visita que un procónsul inspeccionando una vasta operación sobre la cual tiene gran parte de la autoridad.” Cuando ese mismo procónsul sale del empobrecido y deshecho Afganistán (donde la embajada de EE.UU. tuvo que desmentir en una ocasión que había iniciado una “discusión a gritos” con el presidente afgano Hamid Karzai) y llega a Pakistán, un país díscolo, perturbado, inquieto, verdaderamente importante, se guarda su procónsul y, según Packer, se convierte en el engatusador jefe de Washington. Como escribe Packer: “Por momentos, cuando escuché cómo hablaba con dirigentes paquistaní, adoptó el tono solícito de alguien que reconforta a un amigo inestable. ‘Es como tratar con niños abusados psicológicamente,’ dijo un miembro de su equipo. ‘No hay que concentrarse en los gritos y la violencia – simplemente los abrazas más fuerte.’”

De modo que, si los campesinos afganos y paquistaníes en las tierras montañosas de la frontera no son más que hormigas o conejos, los dirigentes paquistaníes son “niños.” Poco importa que Holbrooke tenga él mismo la reputación de ser egotista y un gritón que insiste en salirse con la suya. (Entre diplomáticos, en los años noventa, cuando estaba negociando en la antigua Yugoslavia, el chiste era: ¿Cuál es el sitio más peligroso en los Balcanes? La respuesta: Entre Dick Holbrooke y una cámara.)

Packard informa sobre la desilusión de Holbrooke con la cantidad de ayuda que el Congreso está aflojando para Pakistán (7.500 millones de dólares) y, para aumentar sus frustraciones, lo siguiente: “Debido a la sensibilidad de Pakistán respecto a su soberanía, no pudo persuadir a sus militares de que aceptaran que helicópteros estadounidenses llevaran ayuda a los refugiados,” quienes habían sido desplazados del Valle Swat por los talibanes y una ofensiva militar paquistaní.

Pensemos en eso durante un momento, especialmente ya que es un lugar común en la información estadounidense sobre la región y por lo tanto refleja el pensamiento oficial sobre el tema. Karen DeYoung y Pamela Constable, por ejemplo, escriben en un artículo en Washington Post: “Los paquistaníes, que son extremadamente sensibles en cuando a su soberanía nacional, se oponen a permitir tropas extranjeras sobre su suelo y han protestado contra ataques estadounidenses con misiles lanzados desde aviones sin tripulación contra presuntos objetivos talibanes y de al-Qaeda dentro de Pakistán.” Es más, invirtamos la situación.

Imaginemos que, después del próximo Katrina, helicópteros militares paquistaníes basados en un portaaviones paquistaní en el Golfo de México se estuvieran preparando para entregar suministros a Nueva Orleans, Por cierto, también tenemos que imaginar, como mínimo, que los paquistaníes estén construyendo una embajada-fortaleza de 750.000 millones de dólares en Washington D.C. (que será protegida por contratistas privados paquistaníes armados), y que drones paquistaníes estuvieran sobrevolando regularmente las montañas de la Sierra Nevada, lanzando misiles contra residencias en las pequeñas localidades en tierra, que los paquistaníes estuvieran ofreciendo miles de millones de dólares de ayuda desesperadamente necesitada a un gobierno estadounidense incapacitado y a sus fuerzas armadas, a cambio de que no se quejen demasiado de cualquier cosa que quieran hacer en EEUU, que altos funcionarios militares y civiles paquistaníes pasen constantemente por Washington exigiendo “cooperación,” y finalmente que periodistas paquistaníes que cubren todo eso informen regularmente sobre una “extrema sensibilidad estadounidense respecto a la soberanía nacional”, tal como lo ilustra un extraña falta de disposición a aceptar ayuda paquistaní entregada en helicópteros militares paquistaníes. Ahí está de nuevo, ya sabes, esos estadounidenses: inflamables como niños mimados.

Semejantes inversiones son, evidentemente, inconcebibles, y por lo tanto, casi imposibles de imaginar. Si actualmente, un helicóptero militar paquistaní se acercara a la costa de EEUU con cualquier cosa a bordo y se negara a volver atrás, sería indudablemente derribado. Y después hablan de susceptibilidad estadounidense.

Pero se nos ocurre una pregunta: “¿Por qué parece que estadounidenses como Holbrooke se sienten tan en casa cuando están tan lejos? ¿Por qué, por ejemplo, los portavoces militares de EEUU se refieren tan regularmente a nuestros enemigos indígenas en Iraq como “fuerzas antiiraquíes,” y en Afganistán a fuerzas antiafganas?” ¿Por qué hablan nuestros militares en Iraq de los vecinos iraquíes como de “fuerzas extranjeras” sin incluir jamás a nuestras propias fuerzas armadas en esa categoría?

Por resistente que Washington se muestre a un pensamiento semejante, lo obvio ha estado cruzando recientemente algunas mentes influyentes. En medio del debate sobre opciones para la guerra – más tropas, más entrenamiento de los militares y de la policía afgana, más ataques con drones en Pakistán, y algunas versiones que combinan todo lo mencionado, pero ciertamente no una retirada del país – se ha hecho más común la preocupación de que el despliegue de hasta 40.000 soldados estadounidenses más podría crear una “huella” estadounidense demasiado grande. Como escribieron Peter Baker y Thom Shanker de New York Times en un artículo sobre Robert Gates, el secretario de defensa “ha declarado repetidamente su preocupación de que más tropas harían que los estadounidenses aparecieran cada vez más como ocupantes.”

Después de casi ocho años de guerra, recién ahora sale a la superficie el peligro de que podríamos “aparecer cada vez más como ocupantes.” Ya que “ocupante” es un rol que los estadounidenses simplemente no pueden imaginar que lleguen a ocupar, consideremos en su lugar una fantasía alternativa, que tal vez sea más fácil de imaginar: ¿Y si resultara que nosotros somos los marcianos?

Aplastando a los conejos

La primera invasión marciana de este planeta – aterrizaron cerca de la ciudad de Woking en Inglaterra y, antes de terminar su tarea, habían destruido Londres – tuvo lugar en 1898, gracias a los tasmanianos, y si no pensáis que valga la pena considerarlo más de un siglo después, volved a pensar. De hecho: general McChrystal, procónsul Holbrooke del presidente Obama, mientras hacéis vuestra reevaluación de la Guerra Afgana, tengo un libro que os puede servir.

Tal vez tenía 12 años cuando lo leí por primera vez – bajo las sábanas, con una linterna, cuando supuestamente debía estar dormido - ¡y me dio un miedo! Incluso ahora, cuando los argumentos sobre invasiones extraterrestres están por doquier, tengo la idea de que podría hacer mismo en vuestro caso. Hablo, claro está, de la Guerra de los Mundos de H.G.Wells. Si lo recordáis, el otro Welles, Orson, lo volvió a presentar con mucho éxito en una versión por radio en 1938 en la cual los marcianos ficticios aterrizaron en Nueva Jersey, y muchos neoyorquinos perfectamente reales se inquietaron. (La versión cinematográfica de Steven Spielberg de 2005, la segunda película hecha del clásico de Wells, tenía toda la pirotecnia moderna que era de esperar, pero nada del impacto del libro.)

En los días en los que Wells escribió su libro, las novelas sobre invasiones ya eran algo común en Inglaterra, y la parte del invasor implacable e inhumano era normalmente interpretada por los alemanes. Wells, por otra parte, creó casi solo el género del invasor extraterrestre, y armó sus inteligentes monstruos del moribundo planeta Marte con gas tóxico y un rayo de calor parecido a un láser, y luego les colocó gigantescos trípodes andantes (imaginad, tanques elevados sin orugas) – prefigurando todo el armamento de las futuras guerras mundiales (e incluso de guerras más allá de la nuestra).

Sin embargo, nada en el libro – ni los armamentos, ni siquiera la destrucción – es más aterrador que la actitud de los marcianos (“intelectos vastos y fríos y poco compasivos”), porque se trata de una de las mayores novelas de inversión de roles de todos los tiempos. Son implacables exactamente porque ven a los ingleses como si vieran conejos, o como los colonizadores ingleses en Australia ciertamente veían a los tasmanianos, un pueblo al que casi exterminaron sin el menor remordimiento. De hecho, es donde evidentemente comenzó La Guerra de los Mundos. Parece que el hermano de Wells, Frank, mencionó un día la exterminación de los tasmanianos y así lanzó la idea para un libro que sigue siendo impreso 111 años después. Evidentemente, la pregunta que se hizo Wells fue: ¿Y si alguien llegara a Inglaterra con la misma idea del inglés superior que los ingleses habían tenido sobre los tasmanianos, y la especie de armamento y tecnología avanzada capaz de convertir esa actitud en una funesta realidad?

Como su anónimo personaje central comenta en las primeras páginas de la novela: “Los tasmanianos, a pesar de su parecido humano fueron totalmente eliminados en una guerra de exterminio librada por inmigrantes europeos, en el espacio de cincuenta años. ¿Somos tales apóstoles de la misericordia como para poder quejarnos si los marcianos hicieran la guerra con el mismo espíritu?”

Los marcianos (en realidad ingleses transformados) avanzan por el campo inglés y hacia Londres, quemando todo lo que está a la vista en una versión de lo que, en el siglo siguiente, llegaría a ser conocido como guerra total – es decir una guerra que no es lanzada sólo contra los guerreros, sino contra la población civil. Al mismo tiempo cosechan humanos y se alimentan de su sangre. En el siglo siguiente, ciertamente hubo marcianos en masa en este planeta, más que dispuestos a alimentarse de la sangre de sus habitantes.

General McChrystal, presidente Obama, procónsul Holbrooke: La Guerra de los Mundos, por viejo que sea, ofrece un raro ejemplo de cómo imaginarnos desde el punto de vista de ellos. Os insto a estudiarlo con la intensidad que ahora aplicáis a las estratégicas de contrainsurgencia y de contraterrorismo. Después de todo, a nuestro modo, podríamos ser considerados los marcianos del Siglo XXI y (¡cuán típico!) ni siquiera lo sabemos.

A diferencia de los marcianos de Wells, que llegaron a este planeta sin un departamento de propaganda o el menor interés por los “corazones y mentes” ingleses, aterrizamos hablando en un juego de amistad hacia la gente, y nunca hemos dejado de hacerlo, incluso si gran parte del palabreo ha sido hecha para consumo interior. Y sin embargo, durante los primeros ocho años de nuestra Guerra Afgana, como admitió recientemente el general McChrystal en su informe de 66 páginas al secretario de defensa, difícilmente podríamos haber mostrado una ignorancia más profunda del mundo afgano, o una falta de interés más marciana por saber algo al respecto, incluso mientras estábamos aniquilando a los afganos.

Ahora, el Pentágono trata de corregir eso, estableciendo una nueva unidad de inteligencia “para suministrar a los funcionarios militares y civiles en Afganistán un análisis detallado de la dinámica tribal, política y religiosa del país.” Sin embargo, como señala Robert Dreyfuss de Dreyfuss Report en Nation, esta unidad estará basada en un centro en Tampa Florida; es decir que estudiaremos a los afganos, como los antropólogos pueden haber estudiado una vez a los isleños de Trobriand. Luego procesaremos esa información a miles de kilómetros de distancia, tal como lo hacen nuestros “pilotos”.

En su lugar, tal vez sea hora de estudiarnos a nosotros mismos. ¿Y si desde un punto de vista afgano, somos realmente los marcianos de Wells? Entonces, no es asunto de contrainsurgencia contra contraterrorismo, o de más tropas estadounidenses contra más tropas afganas entrenadas por EEUU, o incluso de construcción de la nación contra estabilización. ¿Y si – y es un pensamiento no-estadounidense – no hubiera una solución estadounidense para Afganistán? ¿Y si ninguna alternativa, o combinación de alternativas, funciona? ¿Y si lo único que los marcianos pueden hacer efectivamente es destruir – o irse? (Hay que recordar que incluso los extraterrestres de Wells terminaron por abandonar su ocupación de Inglaterra final e involuntariamente. Murieron, gracias a bacterias contra las cuales no poseían inmunidad.)

¿Qué pasará si los afganos nunca llegan a ver a esos Predator – nuestro equivalente combinado de los “trípodes” y los rayos de la muerte marcianos – como sus protectores? Después de todo, nuestros drones representan lo tecnológicamente avanzado, lo alienígena y lo mortífero junto con, como escribiera recientemente el columnista del Toronto Sun, Eric Margolis, toda la panoplia de nuestros “bombarderos pesados B-1, los F-15, F-16, F-18, los helicópteros artillados Apache y AC-130, la artillería pesada, los tanques, radares, drones asesinos, bombas de racimo, fósforo blanco, cohetes, y vigilancia espacial.” Incluso nuestra propaganda, lanzada desde el aire (como si viniera de otro universo), puede matar. Recientemente, una niña afgana murió, después de ser golpeada por una caja de panfletos propagandísticos, lanzada desde un avión británico, que “no se abrió a tiempo.” Su corazón y su mente habrán sido silenciados, pero indudablemente ni los de sus padres, sus parientes y otros que la conocieron, lo han sido.

Lo que sigue es un breve intercambio de palabras, como informara un blog del New York Times sobre un “encuentro” alienígena en otro país. Un mayor del ejército de EE.UU., Guy Parmeter, lo tuvo cerca de Samara en la provincia Salahuddin de Iraq en 2004 (“Me hizo pensar: ¿cómo nos perciben, quiénes somos para ellos?”):

Mayor Guy Parmeter: “¿Ha visto a algún combatiente extranjero?”

Campesino iraquí: “Sí, a usted.”

A veces se necesitan 66 páginas para informar sobre una guerra. A veces una novela de hace un siglo puede lograrlo. A veces puedes escribir tomos enteros sobre los “errores” cometidos en, y la “tragedia” de una guerra estadounidense de contrainsurgencia en un país distante. A veces bastará un simple “sí, a usted”.

………..

Tom Engelhardt dirige Tomdispatch.com del Nation Institute. Es cofundador del American Empire Project (http://www.americanempireproject.com/). Es autor de The End of Victory Culture (University of Massachussetts Press), una historia de la Guerra Fría y después, así como una novela The Last Days of Publishing. También editó The World According to TomDispatch: America in the New Age of Empire (Verso, 2008), una colección de algunos de los mejores artículos de su sitio y una historia alternativa de los demenciales años de Bush.

[Nota sobre fuentes y recursos: Pensé que valdría la pena mencionar varios sitios en la red que leo ávidamente y en los que me baso para escribir artículos como éste, comenzando con el invaluable trabajo de Robert Dreyfuss en su blog Dreyfuss Report en la revista Nation. Sobre Irán, Afganistán e Iraq no hay que perdérselo. Además existen mis antiguos favoritos: Antiwar.com (y los resúmenes regulares de noticias de Jason Ditz en ese sitio). El sitio en Internet Informed Comment de Juan Cole – una lectura obligatoria, pero últimamente ha estado produciendo columnas notables día tras día; y War in Context, otro sitio indispensable en Internet. También considero de interés especial en asuntos militares el blog de Noah Shachtman en http://www.wired.com/dangerroom/Danger Room en Wired magazine. Sobre la Guerra Afgana, hay que ver Rethink Afghanistan de Robert Greenwald (y su impresionante nueva película del mismo nombre, así como el

Af-Pak Channel y su boletín de noticias "daily brief". Finalmente, un pequeño saludo a Michael Maddox, quien en una carta al New York Times, atrajo a mi atención la conversación del mayor Parmeter.]

Copyright 2009 Tom Engelhardt

Fuente: http://www.tomdispatch.com/post/175124/are_we_the_martians_of_the_twenty_first_century_

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