viernes, 17 de julio de 2009

Israel intensifica las acciones racistas en la Palestina ocupada


17-07-2009
Rebelión
Palestine Return Centre (PRC)
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

El Centro Palestino del Retorno (PRC, en sus siglas en inglés) expresa su profunda preocupación por las prácticas israelíes en los territorios palestinos ocupados. El derecho internacional, las resoluciones de la ONU, el Tribunal Internacional de Justicia, la Cuarta Convención de Ginebra y otras muchas Cartas están siendo clara y repetidamente violadas por Israel que se encuentra con un lamentable silencio por parte tanto de la comunidad internacional como del mundo árabe y musulmán.

Con la llegada del nuevo gobierno israelí se están cometiendo más practicas racistas contra los palestinos. Es total la judaización de Jerusalén por medio de la limpieza étnica que expulsa por la fuerza a los palestinos. En un esfuerzo por negar la cultura e historia palestina, el gobierno israelí decidió ayer [13 de julio] cambiar al hebreo los nombres de las ciudades árabes.
Cuando el gobierno de Netanyahu llegó la poder se emitieron más de 1.600 órdenes de demolición en Jerusalén. Cientos de ellas se llevaron a cabo, lo que provocó el desplazamiento de miles de palestinos. De forma repugnante, algunos constructores israelíes ofrecieron servicios inmobiliarios en las fincas demolidas con reducción de precios sólo para judíos.
Fuentes palestinas en Jerusalén afirmaron que más de 80 casas habían recibido órdenes de demolición en el barrio de Al Bustan, una zona que se ha planificado convertirla en jardines sólo para israelíes.
Las decisiones hechas públicas ayer por el derechista ministro israelí de Transporte, Yitsrael katz, son un aprueba muy clara de la escalada israelí en relación a la creación de un Estado israelí judío. El objetivo de la decisión es cambiar los nombres que tienen siglos de antigüedad de las ciudades árabes por nombres hebreos. El PRC considera que ésta es una medida hacia otros pasos peligrosos para borrar la identidad palestina.
En Cisjordania continúan tanto la construcción de asentamientos como la confiscación de tierras y la construcción del Muro del 'apartheid’.
El Centro Israelí de Información para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados , "B'Tselem", informó de que el número de colonos en Cisjordania había aumentado a 289.600 desde que Israel accedió al plan de paz de la hoja de ruta, que exige que congelen todas las formas de asentamientos. Se calcula que el número de asentamientos ha aumentado un 37% en 6 años.
Según en derecho internacional, estos asentamientos son ilegales ya que se establecieron en tierras ocupadas en 1967. A diferencia con las posturas oficiales estadounidenses y europeas, el gobierno israelí no ha clarificado su postura y ha continuado construyendo más asentamientos bajo el pretexto del crecimiento natural de los asentamientos judíos.
Además, el Muro del 'apartheid’ sigue invadiendo y robando más tierra palestina a través de toda Cisjordania a pesar del hecho de que es ilegal según el Tribunal Internacional de Justicia. El hecho de que los sucesivos gobiernos israelíes hayan seguido construyendo este muro en contra de la opinión mundial demuestra que no es sólo una cuestión de política interna de partido entre extremistas y moderados, sino una política fundamental que demuestra el fanatismo de Knesset [el parlamento israelí].
Dada la opresión y los sufrimientos que rutinariamente se infligen a los palestinos ocupados, es absolutamente evidente que existe una política de apartheid que está siendo practicada por Israel. El PRC pide que haya una verdadera presión internacional para acabar con la rutina de las prácticas de violencia e intimidación, y obligar a Israel a pasar de ser un Estado canalla a ser uno que respete el derecho internacional básico.Enlace con el original: http://www.prc.org.uk/

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Estados Unidos en América Latina: De nuevo aislado y desprestigiado


17-07-2009
Toni Solo
tortillaconsal.com

Los últimos asesinatos de dirigentes regionales de la Unificación Democrática en Honduras indica que Honduras podría volver atrás hacia los años siniestros del tiempo de la guerra sucia de Álvarez Martínez, supervisado por John Negroponte.

Desde Managua, Robert Callahan, el compinche de Negroponte en su promoción en Honduras en aquel tiempo del Estado de Seguridad Nacional, observa los acontecimientos. El domingo 19 de julio marca el treinta aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista sobre la dictadura somocista. Es un buen momento para hacer inventario:

La situación actual en Honduras

Este último fin de semana, en el norte de Honduras, personas desconocidas asesinaron a dos dirigentes regionales de la Unificación Democrática. Las circunstancias de los asesinatos hicieron recordar el tiempo de la guerra sucia en Honduras de los años 1980s. El domingo, el régimen usurpador expulsó del país a dos equipos de periodistas venezolanos. Eso deja a Honduras sin ningún medio internacional comprometido en asegurar una cobertura justa de la masiva resistencia del movimiento popular al golpe de Estado.

Sólo quedan algunas estaciones de radio independientes que siguen trasmitiendo información confiable de lo que pasa – Radio Globo, Radio Progreso y Radio Es-lo-de-menos. Casi todos los medios principales del país pertenecen a los golpistas. El Canal 11 de Jaime Rosenthal intenta mantener una especie de neutralidad.

Radio Globo y Radio Progreso fueron tomados por los militares por un tiempo poco después del golpe. Pero ahora siguen transmitiendo, a pesar del hostigamiento de las fuerzas golpistas de inseguridad. De igual manera, el periódico alternativo el Libertador ha estado bajo vigilancia constante de parte de los militares y la policía. Jhonny José Lagos, su editor, está bajo constante amenaza de ser detenido.

Después de dos semanas, el régimen golpista levantó el toque de queda, pero el estado de excepción queda vigente. Entonces los militares y la policía hacen lo que quieren, libre (¿s?) de debido proceso y de las protecciones legales fundamentales. El Comité de la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras informó la semana pasada que hay por lo menos 400 personas todavía detenidas en el país.

Con los dos asesinatos del fin de semana se eleva a 5 el total de las personas asesinadas por las fuerzas de seguridad, incluyendo el asesinato a sangre fría de Isis Obed Murillo. El padre de Murillo es un activista ambiental del departamento conflictivo de Olancho. Cuando éĺ denunció públicamente el asesinato de su hijo, fue arrestado bajo pretextos falsos y llevado a la cárcel en Olancho.

Aunque se haya levantado formalmente el toque de queda, el ejército y la policía siguen con las detenciones. Casi no ha salido información sobre la gran cantidad de jóvenes, y hasta niños, reclutados forzosamente por los militares en los barrios marginales y comunidades rurales. Varios alcaldes en lugares como Concepción del Norte y Trinidad, en la zona de Santa Bárbara o Tocoa, en el departamento de Atlántida, aparentemente siguen incomunicados. Podría ser que fueran detenidos o quizás estén en la clandestinidad, como parece ser el caso del alcalde de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país.

El movimiento popular ha organizado acciones a nivel nacional con protestas bajo el liderazgo de los sindicatos, organizaciones comunitarias de base, centrales de campesinos y otras. El sistema de educación pública está cerrado por una huelga nacional de maestros. Se bloquean las carreteras principales del país para para la actividad comercial y así mantener la presión económica sobre la oligarquía golpista.

Los golpistas emboscaron y expulsaron al Presidente Manuel Zelaya a punta de fusiles para, dijeron, salvaguardar la Constitución. Ahora, en la tercera semana del golpe, los usurpadores mantienen suprimidas las garantías de la misma Constitución que juraron proteger. Radio Globo ha reportado que el-golpista-a-sueldo Roberto Carmona ha visitado Tegucigalpa para reunirse con los golpistas. Billy Joya, antiguo dirigente de los escuadrones de la muerte, ha sido nombrado como asesor del usurpador-en-jefe, Roberto Micheletti.

La diplomacia regional de Estados Unidos

Esta es la panorámica actual en lo que fue el patio-más-favorecido por John Negroponte, el gerente de los escuadrones de muerte en Honduras en los 1980s. No fue un mero capricho de Condoleezza Rice, Negroponte y sus compinches del régimen Bush, enviar a Robert Callahan, uno de sus más destacados tenientes, como embajador a Managua. Tampoco queda Callahan en aquel puesto debido a pura inercia de parte de la administración de Barack Obama. Callahan es un consejero para tiempos de guerra. Se mandó a Managua para sustituir al peluche Paul Trivelli para desestabilizar mejor el gobierno del FSLN. Si uno considera los currículums de los embajadores estadounidenses en la región, todos, en algún momento, han terminado un curso de estudio en una u otra de las academias militares de su país.

La biografía del Departamento de Estado para Robert Callahan nos informa que él dio clases por dos años en el Colegio Nacional de Guerra en Washington. La nota biográfica de Hugo Llorens nos informa que éste recibió una Maestría de Ciencias en Estudios de Seguridad Nacional del Colegio nacional de Guerra en 1997. Como nota de pie es de interés que Llorens se integró al servicio diplomático desde el banco Chase Manhattan. El embajador estadounidense en Guatemala, Stephen McFarland es graduado del Colegio de Guerra Aérea de su país.

Temporalmente al frente de la embajada de Estados Unidos en El Salvador, en este momento, está Robert Blau como encargado interino. La biografía de Blau dice, “fue anteriormente Director-Diputado de Asuntos Cubanos en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, después de estar dos años en la Sección de Intereses Estadounidense en La Habana como Consejero para Asuntos Políticos y Económicos. En aquel puesto ganó el Premio por Excelencia James Clement Dunn por motivo de su apoyo a la oposición democrática cubana.”

En cada país de la región, Estados Unidos ha asignado estos clones - altamente experimentados, calificados y profundamente motivados ideológicamente. Cada uno tiene conocimientos exhaustivos de lo que es la desestabilización. Nada de esto es nuevo. Es de conocimiento común en América Latina.

La gente de quién el Presidente Obama depende por asesoría en América Latina comparte características muy parecidas. Arturo Valenzuela, miembro del muy poderoso Consejo por Asuntos Extranjeros, fue Asistente Especial del Presidente para Asuntos de Seguridad Nacional y Director Superior de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional durante la segunda administración de Bill Clinton. Dan Restrepo, el más importante asesor de Barack Obama en asuntos latinoamericanos, ha sido Director del Programa de las Américas de la importante fábrica de sueños de producción masiva de propaganda y políticas, el Centro para el Progreso Americano.

Una visita al sitio web de esta entidad revela otra línea de producción robótica de realidad virtual, vomitando las variedades de análisis falsos, auto-exculpatorios y vacíos que han sido la marca característica de las esferas más altas de la vida intelectual ortodoxa estadounidense, incluyendo al Presidente Obama. Esta es la misma clase intelectual que cantó tan agresivamente alabando su sistema de consumo capitalista – ahora en la caída estrepitosa más sensacional de los últimos setenta años. Y, ahora que el declive imperial ya no se puede negar, el enjambre de individuos que constituye esta clase estrella podrida, ha empezado asumir un vocabulario de conciliación y de diálogo.

Pero no importa cuánto esfuerzo hacen para llevar de una manera convincente sus máscaras de amabilidad. Su arrogancia, su hubris (¿hibris?), su fanático loco amor para el poder militar se derrama por todos lados. La aspiración de Barack Obama de recuperar para Estados Unidos el liderazgo en América Latina implica no solamente mantener la presencia militar estadounidense en la región, sino de aumentarlo decisivamente. Por ejemplo, en Colombia la administración de Barack Obama está negociando no una base militar, sino cinco más.

Continuidad de las políticas en que se debe creer

El golpe en Honduras hace bien claro que a los seis meses de la administración del Presidente Obama el patrón de desestabilización de parte del gobierno estadounidense, tan obvio bajo el régimen de George Bush, sigue igual de feroz y sucio como antes aunque, posiblemente, con mayores posibilidades de poder negarlo oficialmente. Como candidato presidencial antes de noviembre 2008, Barack Obama insistió que como Presidente él recuperaría el liderazgo – léase dominio - de Estados Unidos en el continente.

Aquella bola de nieve no sobrevivió ni dos microsegundos en el infierno del golpe de Estado en Honduras. La verdad fue que los países del ALBA asumieron el liderazgo del continente. La reacción instantánea de Venezuela, Cuba y Nicaragua hizo aparecer a Hillary Clinton y Barack Obama como los fraudes de doble cara que son.

El gobierno estadounidense insiste en preferir su propia propaganda que reconocer los hechos. Su política en América Latina se basa en una confección de realidad virtual – reproducida mecánicamente innumerables veces por los medios corporativos internacionales – dónde los gobiernos de Estados Unidos están comprometidos a promover la democracia. Si uno puede lograr escapar de la jaula mental de aquella propaganda del Departamento de Estado, aunque sea por un momento, se descubre que esta política de “promoción de la democracia” ocupa las herramientas de la intervención neocolonial para alimentar las fuerzas anti-democráticas en toda América Latina.

Uno ve esta realidad en el caso de los separatistas asesinos de Bolivia, en las oligarquías amargadas de Venezuela, Ecuador o Perú y también en sus contrapartes golpistas de América Central. En México y en Colombia, la ayuda militar estadounidense apoya regímenes altamente corruptos y comprometidos con la represión generalizada y salvaje de los pueblos indígenas, de defensores de derechos humanos, sindicalistas y dirigentes de las organizaciones comunitarias. La credibilidad de Estados Unidos entre las grandes mayorías en América Latina está por el suelo.

La idea-timo clave que acompaña la falsa “promoción de democracia” de los gobiernos estadounidenses es otro mito sin credibilidad, la prosperidad derivada del mercado libre. La realidad innegable ahora es que el capitalismo corporativo ha destruido la economía. Ha creado el desempleo masivo y un estancamiento recalcitrante. Las dos van a durar quizás por una década o más. La misma clase intelectual que supervisaba esa catástrofe hasta ahora, todavía, aun en medio del colapso categórico de su sistema, sigue proclamando a América Latina los beneficios milagrosos de la prosperidad del mercado libre.

El corolario falso de la idea evidentemente absurda que el gobierno estadounidense promueva la democracia es que sus opositores, como Venezuela, por supuesto hagan lo contrario. Entonces el gobierno de Venezuela y sus aliados son proyectados como malévolos o a lo mejor cómicamente ineptos que actúan para negar la libertad y la prosperidad a los pueblos de la región. Por supuesto, la mirada más breve de los hechos muestra la absoluta deshonestidad de aquella propaganda.

La maquinaria de deuda y ayuda de Estados Unidos y sus aliados en América Latina ha fallado completamente en suministrar la seguridad energética y alimentaria, en reducir significativamente el analfabetismo, garantizar una atención adecuada de salud o de mejorar radicalmente el acceso al crédito para las mayorías excluidas. En cambio, sólo desde 2004, en cinco años, Venezuela, Cuba y sus aliados han logrado cambios dramáticos en todas esas áreas. Por ejemplo, en junio UNESCO confirmó que Nicaragua ahora es libre de analfabetismo. Sin embargo, todavía, fraudes deshonestos como Barack Obama, Hillary Clinton, Dan Restrepo, Thomas Shannon, y Arturo Valenzuela siguen repitiendo su propaganda totalmente inverosímil.

Como clase política sus homólogos en la economía doméstica han traicionado el futuro bienestar del pueblo de los Estados Unidos por muchos años en adelante. Aquella clase y sus representantes son iguales de falsos y torcidos en la política extranjera. No importa dónde se metan, se equivocan constantemente porque parten de premisas obtusas, torpes y equivocadas. En América Latina se ha demostrado la idiotez de aquellas premisas una vez tras vez. El ejemplo más contundente es la adhesión de 20 países con más de 110 millones de habitantes a las iniciativas de Petrocaribe y el ALBA impulsados por Venezuela en base a una agenda de solidaridad e integración soberana.

En cuanto a la izquierda neocolonial norteamericana, sobre Nicaragua e Irán ellos repitieron la falsa línea imperialista, alegando masivo fraude electoral. Con respecto a Honduras, han dejado caer el tema del golpe igual de rápido que los principales medios corporativos. En la práctica, a un nivel fundamental, la izquierda norteamericana es casi completamente irrelevante para los esfuerzos de las mayorías empobrecidas en América Latina de realizar cambios decisivos.

América Central – falsificando los hechos

Muchos escritores han notado el contraste chocante entre la bulla mediática-política alrededor del asesinato de una joven mujer en Terán y la indiferencia total al asesinato de Isis Obed Murillo en Tegucigalpa. Uno podría hacer el contraste también entre el reportaje de abusos de derechos humanos en Irán y la falta de reportaje habitual de los asesinatos y violaciones cometidos por las fuerzas de los gobiernos de México y de Colombia. Para muchas personas en América Latina, la yuxtaposición de los hechos en Irán con los acontecimientos en Honduras ha sido muy convincente y totalmente desfavorable, tanto al gobierno de Estados Unidos como a los medios corporativos en general. Los reportajes distorsionados y parciales de CNN probablemente abrieron los ojos para mucha gente que antes no reflexionaban sobre lo que miraron en aquel canal.

En Estados Unidos y sus países aliados, casi todo el comentario sobre el golpe en Honduras, de todas partes del espectro político, giró alrededor de dos términos impuestos por los poderosos intereses que apoyan el golpe. Primero, casi todo el comentario describió al Presidente Manuel Zelaya como “izquierdista”. Segundo, casi todo el comentario insistió sobre el tema irrelevante de la re-elección como si fuera algún tipo de explicación congruente del golpe.

Veremos. Manuel Zelaya jamás ha hablado de nacionalizar los medios de producción en Honduras. Sería totalmente tendencioso describir a él como socialista. Cuando Manuel Zelaya necesitaba apoyo para manejar los graves problemas de seguridad energética de Honduras fue el primero a pedir apoyo al gobierno de George W. Bush. Bush desinfló toda esperanza de una respuesta útil. El caso del Presidente Manuel Zelaya es otro más en que la política extranjera incompetente de Estados Unidos busca un cliché exculpatorio para justificar su fracaso.

La trayectoria de Manuel Zelaya, en términos de política pública desde su tiempo como un funcionario gubernamental con responsabilidad en la reconstrucción después de Huracán Mitch, ha sido de buscar cómo mejorar las condiciones de la mayoría empobrecida de su país. EL caso de Manuel Zelaya demuestra que ahora hemos alcanzado un punto en que una amplia gama de opinión, desde la derecha hasta la izquierda, piensa que acciones comprometidas para reducir la pobreza son de izquierda. Garantizar los derechos fundamentales a la salud y la educación ahora es de izquierda.

Asegurar el acceso a créditos baratos para las mayorías empobrecidas ahora es de izquierda. Preocuparse por cómo estimular la producción agrícola de pequeños y medianos productores ahora es de izquierda. Garantizar la seguridad energética y alimentaria ahora es de izquierda. Sin embargo, ni una de aquellas políticas estaría fuera de lugar en cualquier programa de gobierno en Norte América o Europa.

El tipo de lógica que refleje de una manera tan inútil el adjetivo “izquierdista”, como si fuera aplicable a un político como Manuel Zelaya, ahueca las palabras. Las convierte en cascarones vacíos. Aquellos cascarones se ocupan por timadores como Barack Obama para confundir su público. Un uso tan corrupto del lenguaje reduce las posibilidades de comprensión a unas avenidas de miras estrechas, cuidadosa, nítida y engañosamente arregladas por los progenitores de la propaganda mediática corporativa, como los funcionarios del Centro para el Progreso Americano.

A pesar de la retórica eufórica usada por Manuel Zelaya, de vez en cuando, para alentar o quizás para seducir una parte de su audiencia nacional, en la práctica sus decisiones han sido de un nacionalista céntrico-quizás-
socialdemócrata muy parecido a Ramón Villeda Morales, otro presidente hondureño reformista derrocado por un golpe de Estado en 1963. Si uno ubica al Presidente Manuel Zelaya en una perspectiva que incluye su propia biografía política y, además, la historia relevante de los últimos cincuenta años, que se le describa como “izquierdista” se parece a la barata, poco seria etiqueta desechable que es.

De igual manera, el tema de la reelección siempre ha sido completamente incongruente. Si el Presidente Zelaya quisiera participar en otra elección presidencial, lo más pronto que lo podría hacer será en 2013, aun si una posible futura Asamblea Constituyente hubiera logrado cambiar las normas electorales correspondientes. Sin embargo, la gran mayoría de escritores han insistido en tratar el tema de la reelección como si fuera un motivo del golpe, más allá de un pretexto descarado, transparentemente deshonesto.

Fue la combinación de aquellos dos términos en el sentido de “izquierdista busca reelección” que ha permitido a los medios corporativos y muchos medios supuestamente progresistas de minimizar la importancia del golpe en Honduras. Se logró de esa manera – entre otras – disfrazar la ferocidad y profundidad de la ruptura de las normas democráticas en Honduras. Lo que ha sido un tremendo choque moral y emocional para la mayoría de la gente en América Latina se ve con mucho mayor tranquilidad desde afuera. En los medios corporativos los golpistas han hecho casi aceptable su idiótico argumento que una consulta no vinculante podría ser anti-democrática – una estupidez pasmosa.

La administración de Barack Obama ha quedado atrás en la reacción continental de las mayorías que rechazan los términos falsos de los medios corporativos y sus acompañantes progresistas. El motivo por qué han quedado atrás es que el gobierno estadounidense apoya los objetivos de los golpistas. Esos objetivos son varios e interconectados.

Uno es de impedir la participación democrática de la mayoría empobrecida en la toma de decisiones que afectan sus oportunidades de tener una vida mejor. Su participación acabaría con el dominio completo de los recursos de Honduras por su oligarquía corrupta. Permitiría la redistribución necesaria de recursos a favor de las mayorías. Otro objetivo del golpe es de defender la ocupación militar del país que es una absoluta necesidad que acompaña la toma feudal del país por su oligarquía tiránica.

Los fines desconocidos por sus comienzos

Anoche, Manuel Zelaya dio un ultimátum a los golpistas. Al hacer eso desenmascaró el juego desleal de Barack Obama e Hillary Clinton con respecto a la farsa del diálogo mediado por el Presidente Oscar Arias en Costa Rica. Las actividades del domingo 19 de julio en Managua podrían incluir declaraciones muy importantes para el futuro de América Central. Como Fidel escribió en el título de su reciente reflexión – o muere el golpe o mueren las constituciones. Como otros han observado, no hace sentido tener elecciones nacionales si se puede instalar gobiernos de facto así no más.

Desde su inicio hasta su termino, todavía a ser decidido, el golpe de Estado en Honduras se ha mostrado un momento definitivo e histórico. La condena lenta y tibia de parte del gobierno estadounidense apenas esconde su apoyo para los objetivos del golpe. Han sido los gobiernos del ALBA que han galvanizado los demás gobiernos de la región para tomar medidas contundentes contra los golpistas en Honduras. Dentro del país el golpe ha provocado una resistencia no vista desde la gran huelga de 1954. Sea cual fuere el resultado de los acontecimientos en Honduras, si el Presidente Obama no rectifica su política actual, lo más probable es que Estados Unidos vaya a terminar aún más aislado y con todavía menos prestigio que en el tiempo de George W. Bush.

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Entre la retórica y la acción: La credibilidad de Obama está en juego


17-07-2009
Khalid Amayred
Islam on line
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

En su muy celebrado discurso al mundo musulmán pronunciado en El Cairo el 4 de junio el presidente Obama prometió solucionar las relaciones con el mundo musulmán.

Entre otras cosas, declaró lo siguiente: “Estados Unidos no acepta la legitimidad de los continuos asentamientos israelíes. Esta construcción viola los acuerdos previos y mina los esfuerzos para lograr la paz. Es el momento de que se detengan esos asentamientos”.

También señaló que “Israel también debe estar a la altura de sus obligaciones para asegurar que los palestinos pueden vivir, trabajar y desarrollar su sociedad. Y del mismo modo que devasta a las familias palestinas, la crisis humanitaria en Gaza no debe servir a la seguridad de Israel, ni tampoco la falta de oportunidades en Cisjordania”.

Hoy, más de cinco semanas después del discurso de Obama en El Cairo, parece que no ha habido cambios sustanciales o muy pocos en la forma que tiene Estados Unidos de relacionarse con el mundo musulmán y sus principales agravios.

Animar a Israel desobedecer

En Palestina, principal punto de discusión entre el mundo musulmán y Estados Unidos, Israel continúa con su manifiestamente criminal bloqueo del millón y medio de habitantes de Gaza. Esto ocurre a pesar de que del lado palestino han cesado casi por completo los actos beligerantes contra Israel.

Además, Hamás, a quien a Israel le encanta demonizar y deshumanizar con fines de relaciones públicas, ha estado haciendo unos esfuerzos formidables para impedir que algunos grupos escindidos de resistencia disparen proyectiles contra los asentamientos israelíes desde las fronteras.

A pesar de todo, el régimen israelí sigue prohibiendo la entrada de gran variedad de productos en Gaza sin razones legítimas, excepto, quizá, satisfacer los instintos sádicos y caníbales de Israel.

Más concretamente, Israel está impidiendo de forma contundente que llegue a Gaza la ayuda humanitaria internacional y además está capturando barcos en ruta a Gaza. Israel maltrata, detiene y encarcela a los activistas pacifistas cuyo único crimen es su valentía moral de ofrecer a los niños de Gaza muertos de hambre algo de leche en polvo y medicinas que necesitan desesperadamente.

En un desafío total de los llamamientos de la administración Obama a congelar la expansión de los asentamientos judíos el gobierno israelí continúa construyendo miles de viviendas en Cisjordania. Y ello para los supremacistas judíos a los que se les ha inculcado la creencia de que los no judíos en la ocupada Palestina son menos que seres humanos completos cuyos derechos humanos no se pueden comparar con los de la raza superior, el “Pueblo Elegido”.

En realidad Israel no estaría matando de hambre a los gazatíes ni mutilando Cisjordania si pensara por lo más mínimo que Obama iba en serio cuando habló de actuar en su discurso al mundo musulmán.

De hecho, Israel puede estar muy justificado por no tomar en serio a Obama y su administración. Estados Unidos ha estado diciendo ad nauseam que Israel es un Estado soberano y que Washington no está en posición de dictar a Israel lo que tiene que hacer.

Además, se ha informado de que Estados Unidos tienen planes de vender a Israel varios escuadrones de super-avanzados aviones sigilosos F-35, que permitirán al Estado sionista consolidar aún más su ventaja militar en toda la región.

De ahí que uno esté inducido a preguntar si la ilimitada, sin restricciones e incondicional ayuda militar estadounidense a Israel servirá alguna vez al objetivo declarado del presidente Obama en Oriente Medio, a saber, hacer que Israel acabe con su ocupación de 42 años de Cisjordania, Gaza y Jerusalén este para preparar el camino para la creación de un Estado palestino viable.

De hecho, no hace falta ser un gran experto en las relaciones entre Estados Unidos e Israel para darse cuanta de que al suministrar a Israel la más puntera tecnología estadounidense de muerte Estados Unidos en realidad está autorizando y envalentonando a Israel para decir un gran “No” a cualquier propuesta de paz estadounidense.

Esto es tan cierto ahora como hace 37 años cuando Estados Unidos suministró a Israel cientos de modernos aviones Skyhawk y Phantom que animaron a Israel a rechazar de plano la iniciativa estadounidense de paz conocida como el plan Rogers (del nombre del secretario de Estado estadounidense William Rogers) en 1969. Hay otras muchas contradicciones flagrantes entre lo que Obama y lo que hace Estados Unidos.

Bombardear sistemáticamente a musulmanes

En Afganistán las fuerzas dirigidas por Estados Unidos masacran rutinariamente a civiles bajo el pretexto de luchar contra las guerrillas talibán que están combatiendo para liberar su país de la ocupación occidental de facto.

No se dispone de cifras exactas de las víctimas, pero se cree que miles de hombres, mujeres y niños inocentes, incluyendo muchas familias enteras, han muerto a causa de los bombardeos aéreos indiscriminados de las frágiles casas en las aldeas de estas personas inocentes.

No hay ni que decirlo, los bombardeos se efectúan deliberadamente y siempre que alguna voz solitaria critica los prolongados ataques oímos las mismas desvergonzadas excusas de los altos cargos estadounidenses y europeos.

Siguen afirmando que no hay guerras sin víctimas civiles y que las guerrillas talibán (y no los verdaderos asesinos) tienen la culpa ya que operan en medio de zonas civiles.

Es como si estos altos cargos y portavoces carentes de ética estuvieran leyendo el manual hasbara (relaciones públicas en hebreo) de un portavoz israelí.

Es verdad que rutinariamente oímos a los altos cargos occidentales expresar su “pesar” y “lamentar” estas atrocidades.

Sin embargo, en cuanto oímos estas declaraciones mojigatas nos encontramos con nuevos informes de otras atrocidades contra cientos de afganos inocentes, lo que verdaderamente pone de relieve la hipocresía, falsedad y criminalidad estadounidense.

Normalmente Estados Unidos y sus principales aliados occidentales tratan de mitigar estos crímenes señalando que con frecuencia los horribles crímenes se cometen en completa coordinación con el gobierno afgano.

Pues bien, resulta que el gobierno afgano es un Judenrat (“Consejo judío” en alemán) que trabaja en coordinación con las fuerzas de la OTAN para ocupar este mísero país musulmán.

¿Qué se puede decir de un gobierno que conspira con ocupantes extranjeros en contra de sus propios ciudadanos, un gobierno que coordina con invasores extranjeros los asesinatos de su pueblo?

Otra excusa que a menudo presentan las fuerzas de la OTAN para atenuar la brutalidad de estos crímenes casi diarios es que los asesinatos son “errores”.

Los errores ocurren unas pocas veces y no se suelen repetir, pero cuando los “errores” ocurren cientos de veces y se repiten regular y constantemente eso significa que constituyen una política.

El mismo modelo se está repitiendo en el vecino Pakistán donde los depredadores estadounidenses UAV atacan y asesinan rutinariamente a civiles pakistaníes inocentes.

Y como en Afganistán, se repiten las mismas excusas, las mismas justificaciones y las mismas mentiras como si el derramamiento de sangre musulmana fuera una condición sine qua non para alcanzar los objetivos políticos estadounidenses en esta parte del mundo.

Larga vida a las dictaduras

Otro punto más: está muy claro que una de las principales razones de la animadversión musulmana por Estados Unidos es el hecho de que éste apoye abiertamente regímenes tiránicos en Oriente Medio y el norte de África.

Hablamos de gobiernos virulentamente autoritarios que niegan a sus pueblos los derechos humanos y las libertades civiles más básicas, incluyendo el derecho a elegir libremente a sus gobernantes, así como el derecho a la libertad de expresión.

Huelga decir que estos feudos de tiranía y opresión no habrían sobrevivido tanto tiempo de no ser por el respaldo, el apoyo y el aliento efectivos de Estados Unidos.

En efecto, Estados Unidos emite con frecuencia comunicados insinceros reprendiendo a estos países por “ir demasiado lejos”. Sin embargo, estos comunicados no generan cambio alguno.

Es verdad que no se puede esperar que Washington actúe como el reformista político del mundo.

Con todo, cientos de millones de musulmanes, especialmente en Oriente Medio, tiene derecho a esperar que Estados Unidos reconsidere su apoyo crónico a regímenes indudablemente criminales que no sólo atormentan a sus ciudadanos, sino también ayudan a generar hostilidad hacia Estados Unidos por todo el mundo musulmán.

Cuando el presidente Obama habló en El Cairo el mes pasado muchos musulmanes le otorgaron el beneficio de la duda pensado que sus palabras podrían marcar el comienzo de una nueva era en las relaciones estadounidense-musulmanas.

Pensaron que la nueva administración era sincera respecto a acabar con décadas de hostilidad estadounidense hacia las causas musulmanas, como en Palestina.

Sin embargo, ahora parece que se confirma la visión pesimista.

Con seguridad todavía hay musulmanes que piensan que Obama es sincero y que actuará por las promesas que hizo en El Cairo.

No obstante, mientras Israel siga adelante con su campaña de limpieza étnica de Palestina, con el consentimiento estadounidense aunque sólo sea adoptando la política de no acción, no existe la posibilidad real de un verdadero acercamiento entre Estados Unidos y los 1.500 millones de musulmanes del mundo.

Lo mismo se puede decir respecto a la beligerante implicación estadounidense en otras partes del mundo, como Afganistán y Pakistán.

En pocas palabras, Estados Unidos simplemente no puede continuar derramando sangre musulmana inocente y animando a Israel a liquidar la causa palestina por medio de la construcción de colonias sólo para judíos sobre tierra palestina robada mientras afirma ser sincero acerca de buscar unas buenas relaciones con los musulmanes.

Khalid Amayred es un periodista que vive en Palestina. En 1993 obtuvo su doctorado en periodismo en la Universidad de Illinois del sur. Desde los años noventa ha estado trabajando y escribiendo para varios medios como Aljazeera.net, Al-Ahram Weekly, Islamic Republic News Agency (IRNA), y Middle East International. Se le puede contactar en politics.indepth@iolteam.com

Enlace con el original: http://www.islamonline.net/servlet/Satellite?c=Article_C&cid=1246346341202&pagename=Zone-English-Muslim_Affairs%2FMAELayout

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El club de asesinos: Matando la esperanza, sembrando el terror


17-07-2009
Manuel García, Jr.
CounterPunch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

En junio de 2009, Leon Panetta, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) – la Guardia Pretoriana de EE.UU. que guía el curso del Imperio del Área del Dólar – anuló un programa para asesinar a dirigentes de al-Qaeda, que había sido iniciado por el vicepresidente Richard (Dick) Cheney en 2001 después de los ataques del 11-S, un programa que Cheney había ordenado fuera mantenido en secreto ante el Congreso de EE.UU. (1)

¿Por qué dar a conocer esa cancelación, y ahora? Porque la ventilación de un poco de ropa interior sucia podría distraer a algunas mentes simples con síndrome de déficit de atención del inevitable hedor de cosas mucho peores que se pudren después de haber sido apresuradamente enterradas. ¿Sufrió una metástasis ese programa hacia una enfermedad mucho más amplia que consumió a Benazir Bhutto, y a otros dirigentes políticos extranjeros? (2)

El concepto de un Programa Phoenix contra dirigentes de al-Qaeda refleja la inelegancia banal y la grandiosa ambición de las mentes pequeñas que inventan los proyectos nacionales de inteligencia de EE.UU. Como los bombardeos aéreos y los ataques con misiles desde aviones teledirigidos mataban a demasiados inocentes (causa de preocupación, pero insuficiente para detener la práctica), se necesitaba un instrumento más “quirúrgico”, un club de asesinos.

El club de asesinos es una idea popular perenne en la política. En la novela de Alejandro Dumas “Los Tres Mosqueteros”, el cardenal Richelieu envía a la femme fatale Milady de Winter para asegurar que el duque de Buckingham permanezca en Inglaterra en lugar de llevar a las fuerzas inglesas a socorrer a los rebeldes hugonotes en La Rochelle en el sitio de esa ciudad en 1627-1628 por las fuerzas católicas de Luis XIII, Rey de Francia. El histórico duque de Buckingham fue asesinado el 23 de agosto de 1628, apuñalado.

Entre 1968 y 1972, durante la Guerra de Vietnam, el Programa Phoenix de EE.UU., contra el Partido Comunista en Vietnam del Sur, “neutralizó” a 81.740 miembros del Frente de Liberación Nacional, de los cuales 26.369 fueron asesinados. El problema fue que la mala inteligencia, la dependencia de mentirosos y de alcahuetes con conflictos, y de burócratas corruptos que repletaban sus cuotas de asesinatos y encubrían sus desfalcos, llevaron a que mucha gente sin importancia política fue victimizada, abusada, torturada y asesinada. La red de resistencia al régimen títere en Vietnam del Sur había crecido como reacción a, y fue mantenida por, la continua presencia del imperialismo francés y estadounidense en Vietnam, y esto comenzó mucho antes y llegó mucho más lejos que el esfuerzo de eliminación del Programa Phoenix.

Una película muy original sobre dicho concepto: “El club de asesinos” (1969), se basa en una novela incompleta de Jack London, y tiene lugar en Europa durante la Primera Guerra Mundial. El encanto de esta película reside enteramente en el decoro de sus personajes principales, y en el grado de honor que muestran al ajustarse a las reglas de su juego. El contemporáneo Programa Phoenix mostró que la política real era mucho más sucia que esta comedia. La película de 1972 de la novela de 1969 “El Padrino” se acercaba más a la suciedad y malevolencia de programas como Phoenix, pero aunque fue presentada con una grandeza homérica se concentraba en la escala relativamente pequeña de la violencia ciudadana de una familia de criminales, en comparación con las vastas campañas de la guerra oculta internacional. (3) (4)

El club de asesinos de la CIA de Cheney fue concebido como una copia estadounidense del programa israelí de asesinato selectivo de dirigentes palestinos y otros enemigos. Este tipo de programa es dirigido por la agencia de espionaje de un país, que cuando es necesario llama a los militares para suministrar el poder de fuego para un asesinato, sea por unidades de comando, bombardeo aéreo o ataques con misiles. Aparte de toda consideración moral (que nunca entra en juego), el aspecto políticamente corrosivo de ese programa encubierto de asesinato es que una camarilla de “inteligencia” que no tiene que rendir cuentas y que está bien protegida – libre de toda restricción democrática, política o legal – conduce una guerra no declarada y no reconocida en el extranjero, convirtiendo así a sus propios ciudadanos en enemigos involuntarios – y en objetivos – de gran parte del resto del mundo. El que Cheney haya dado órdenes a la CIA para que mantuviera secreto su programa ante el Congreso de EE.UU. - ¡y fue obedecido! – muestra que la Guardia Pretoriana estadounidense es tan peligrosamente descontrolada como su modelo romano. (5)

La CIA no sirve los intereses del pueblo estadounidense, sino lo esquilma a través del subsidio que financia la ambición profesional de sus burócratas encubiertos, que se involucran en crímenes e intrigas internacionales que degradan la paz, la justicia y el honor en general, y avivan resentimientos bien justificados en el extranjero, que degradan la base psicológica de una seguridad efectiva a largo plazo: la buena voluntad. Será necesaria una increíble revolución de democracia popular en EE.UU. para recuperar el control de la CIA y abolirla por completo (como Constantino el Grande hizo con la Guardia Pretoriana en el año 312, hasta el punto de arrasar su fortaleza en Roma y destruir las lápidas sepulcrales de sus muertos). Un evento semejante parece ser tan imposible desde el punto de vista lógico y político como gloriosamente edificante.

Irónicamente, aunque la muerte es permanente, el asesinato no termina las ideas que motivan a los enemigos designados circunstancialmente por el Estado. Matar gente no mata las ideas. Las campañas de asesinato pueden eliminar la intelectualidad y a los seguidores de la dirección de un movimiento por los derechos de una minoría y la justicia social, pero ya que esas campañas sólo pueden atascar y frustrar los movimientos de liberación y no satisfacerlos, los asesinatos sólo prolongan y endurecen la resistencia al imperialismo y a la dominación. Al eliminar a los primeros dirigentes, más educados, moderados y políticamente orientados, los asesinatos abren el camino a militantes impacientes, cuyo recurso a la brutalidad despiadada es a menudo justificada y apoyada con demasiada facilidad por sus partidarios a falta de un compromiso honesto de los poderes dominantes (sean imperialistas extranjeros o regímenes autoritarios internos). Al degenerar las luchas por la liberación desde el punto de vista intelectual, militar y humanista, disminuyen las perspectivas para una solución estable negociada porque han sido asesinados los dirigentes populares con aptitudes políticas demostradas – aquellos que personifican las ideas de la lucha; los militantes ambiciosos toman el control de la guerra, sean rebeldes, insurgentes o agentes del gobierno; y atrocidades son cometidas por desesperación por movimientos de liberación frustrados y radicalizados (o ahora “fundamentalistas”) , debidas a la soberbia desmedida de las fuerzas imperialistas o autoritarias, una razón ciega para la venganza.

Victoria Brittain explica esas consecuencias en su desgarradora y detallada obra erudita sobre los asesinatos cometidos por Estados occidentales, cometidos en África y Palestina sobre todo durante las décadas de los sesenta, los setenta, y los ochenta, pero que se extiende hasta años recientes, intitulada "They Had To Die: Assassination Against Liberation" [Tenían que morir: asesinato contra liberación](2006). (6)

EE.UU. apoyó al régimen del apartheid en Sudáfrica durante su guerra fronteriza de 1966 a 1989 contra Angola, Namibia y Zambia (y Zimbabue), y permitió que ex oficiales militares de EE.UU. actuaran como asesinos mercenarios independientes para la Fuerza de Defensa Sudafricana (SADF) [El ejército sudafricano]. Aunque es técnicamente ilegal que ciudadanos estadounidenses actúen como mercenarios y trabajen como asesinos para gobiernos extranjeros, ese tecnicismo fue convenientemente ignorado en los casos en los que el éxito de un “acuerdo de negocios privado” servía el interés político del Departamento de Estado y de la CIA (que primero “guiñaban un ojo” y luego pedían informes). Ex miembros de las fuerzas armadas de EE.UU. con experiencia en el combate o entrenamiento superior como miembros de unidades de elite de comandos (por ejemplo, Fuerzas Especiales, Rangers del Ejército) podían ganar lo suficiente para financiar un retiro muy confortable e inmediato, mucho más de lo que hubiera sido probable durante cualquier período en las fuerzas armadas de EE.UU., con sólo una o dos operaciones clandestinas para la SADF. Los agentes estadounidenses y europeos que liquidaban a los objetivos descritos por Victoria Brittain eran simplemente mano de obra políticamente desechable (algunos fueron capturados y ejecutados), aunque bien entrenados gracias a las inversiones previas de dineros públicos. (7)

Sudáfrica perdió su guerra fronteriza de modo que las tropas extranjeras (los cubanos que ayudaron a Angola, y los sudafricanos que la invadieron) abandonaron Angola en 1988, Namibia logró su independencia en 1989, y la agitación en Sudáfrica contra el Estado del apartheid aumentó desde 1990 hasta que el apartheid fue eliminado en 1994.

El mercado ad hoc para fuerzas mercenarias fue sistematizado después de la Guerra Fronteriza sudafricana, y en la actualidad el público está familiarizado con compañías militares privadas (PMC) como Blackwater USA (ahora Xe) y DynCorp International, gracias a sus “hazañas” en Iraq, Afganistán y Colombia. Hoy en día las PMC pueden suministrar una serie de servicios de no-combate que apoyan a las fuerzas militares tradicionales, tecnología especializada para ataques armados (por ejemplo, helicópteros artillados); así como labores clásicas de mercenarios como ser protección personal, y el suministro de unidades de infantería de tamaño pequeño hasta moderado. El negocio de las PMC llega a ahora a unos 100.000 millones de dólares por año, extrayendo personal de las filas de numerosas fuerzas especiales nacionales (“el dinero habla y la mierda camina”) y alentando el crecimiento de las PMC en numerosos países. Siempre hay demanda para servicios bélicos, y el “milagro del libre mercado” asegura una reacción corporativa competitiva a esa demanda del mercado.

Actualmente, las PMC son las Pinkerton de la globalización. Y, sin duda se puede asumir que los asesinatos siguen siendo un negocio lucrativo. No solucionan nada; es el equivalente de tirar basura tóxica histórica a media noche sobre nuestro futuro colectivo.

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Manuel Garcia, Jr., ex físico en Lawrence Livermore Nuclear Laboratory. Para contactos, escriba a mango@idiom.com

Notas.

[1] CIA Had Plan To Assassinate Qaeda Leaders

http://www.nytimes.com/2009/07/14/us/14intel.html?hp

[2] CIA Linked To Bhutto's Murder?

http://www.youtube.com/watch?v=zgeq1CuJb0w

[3] The Assassination Bureau

http://www.imdb.com/title/tt0064045/

[4] John Stockwell, "The Third World War"

http://www.youtube.com/watch?v=Z9VxnCBD9W4

[5] John Stockwell, from "The Praetorian Guard"

http://www.thirdworldtraveler.com/Stockwell/JStockwell_quotations.html

[6] Victoria Brittain, "They Had To Die: Assassination Against Liberation"

http://rac.sagepub.com/cgi/content/abstract/48/1/60

[7] John Stockwell,

[Chief of the CIA's Angola Task Force during its 1975 covert operations]

http://www.thirdworldtraveler.com/Stockwell/John_Stockwell.html

http://www.counterpunch.org/garcia07152009.html


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Marina israelí en el Canal de Suez se prepara para posible ataque a Irán


Times Online
Dos buques de guerra porta misiles israelíes han cruzado el Canal de Suez diez días después de que lo hiciera un submarino capaz de lanzar un misil nuclear, en preparación para un posible ataque contra las instalaciones nucleares de Irán.

El despliegue en el Mar Rojo, confirmadao por funcionarios israelíes, fue una clara señal de que Israel es capaz de poner su fuerza de ataque ante Irán en un corto plazo. La noticia llegó antes de la realización de ejercicios de larga distancia de las fuerzas aéreas israelíes en los Estados Unidos a finales de este mes y la prueba de un misil de escudo antimisiles de EE.UU. en la serie de misiles en el Océano Pacífico. Israel ha reforzado los lazos con las naciones árabes,asustándoles con la idea de un Irán con armas nucleares. En particular, las relaciones con Egipto han crecido cada vez más fuerte este año por la "desconfianza mutua compartida de Irán", según un diplomático israelí. Los buques de guerra israelíes pasarían probablemente por el Canal de Suez en caso de un ataque iraní. "Esta es una preparación que deben tomarse en serio. Israel debe invertir tiempo en prepararse para la complejidad de un ataque a Irán. Estas maniobras son un mensaje a Irán de que Israel hará un seguimiento de sus amenazas ", según un funcionario de defensa israelí. Se cree que los submarinos de Israel, equipados con misiles, y su flota de aviones, podrían ser utilizado para atacar a más de una docena de objetivos relacionados con la energía nuclear a más de 800 millas de Israel. Ahmed Aboul Gheit, Ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, dice explícitamente que su Gobierno permitió el paso de buques israelíes , y un almirante israelí dijo que los ejercicios se producían "regularmente, con la plena cooperación de los egipcios". Dos barcos israelíes porta misiles Sarre y un submarino clase Delfín serían los que habrían pasado a través de Suez. Israel tiene seis submarinos clase Delfín, tres de los cuales se cree que llevar misiles nucleares. Israel también pondrá pronto a prueba un interceptor de misiles Arrow, del rango de misiles que EE.UU. tiene en el Océano Pacífico. El sistema está diseñado para defender a Israel de ataques con misiles balísticos de Irán y Siria. EL Teniente general Patrick O'Reilly, director de la Defensa de Misiles de la Agencia del Pentágono, dijo que Israel realiza pruebas en contra de un objetivo con una gama de más de 630 millas (1.000 km) - demasiado lejos para la prueba anterior Arrow situados en el Mediterráneo oriental. La fuerza aérea israelí, mientras tanto, envia aviones de combate F16 C a participar en los ejercicios en la base de la Fuerza Aérea Nellis en Nevada este mes. Aviones de transporte Hércules C130 de Israel también competirán en el 2009 en la competencia de Rodeo en base McChord de la Fuerza Aérea en Washington. "No es por casualidad que Israel está realizando maniobras de largo alcance de manera pública. Esto no es una operación secreta. Esto es algo que se ha publicado y que será un escaparate de la capacidad de Israel", dijo un oficial israelí de defensa. Añadió que en el pasado, Israel ha llevado a cabo varias maniobras encubiertas de largo alcance. Hace un año, aviones israelíes volaron sobre Grecia en uno de esos ejercicios, mientras que en mayo, surgieron informes de aviones de las fuerzas aéreas israelíes sobre Gibraltar. Un ataque israelí contra un convoy de armas en Sudán con destino a los militantes en la Franja de Gaza a principios de este año también se ve como un ensayo para golpear a los convoyes en movimiento. Los ejercicios vienen en un momento en que los diplomáticos occidentales están ofreciendo apoyo a un ataque israelí a Irán a cambio de concesiones de Israel sobre la formación de un Estado palestino. Se está de acuerdo en que sería realista un ataque israelí sobre Irán "en este año", dijo un funcionario británico. Los diplomáticos dijeron que Israel había ofrecido concesiones sobre la solución política, las reivindicaciones de tierras palestinas y las cuestiones con los Estados árabes vecinos, a fin de facilitar un posible ataque sobre Irán. "Israel ha elegido poner fin a la amenaza iraní sobre sus asentamientos", dijo un alto diplomático europeo.

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Soldados israelíes denuncian las atrocidades sionistas en Gaza


Publicado por Neike el 16 de julio de 2009 a las 23:47

«... es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, la que
los convierte en fieras sedientas de sangre que están dispuestas a
degollar, a asesinar, a destruir hasta la última imagen de un
revolucionario, de un partidario de un régimen que haya
caído bajo su bota o que luche por su libertad»

Comandante Che Guevara

FUENTE: El Periódico de Catalunya

«Dejad las pesadillas y los espantos para después, ahora disparad», recomendaba un comandante israelí a su batallón poco antes de la invasión terrestre de la franja de Gaza, el pasado diciembre. Así lo recuerda uno de los 30 soldados que han prestado testimonio a la oenegé Breaking The Silence (Rompiendo el Silencio). Todos participaron en la operación Plomo Fundido, todos ellos dispararon. Ahora hablan de desproporcionalidad, del empleo de escudos humanos, de la muerte de civiles. Han llegado las pesadillas.

«Nos repetían que era una guerra y que no hay restricciones para abrir fuego en una guerra», relata uno de los soldados. Coinciden con él los demás entrevistados, que relatan que las reglas de combate eran: «Dispara si quieres, si tienes miedo. Si ves a alguien, dispara». Un reservista resume: «Se quería llevar a cabo una operación con el menor número posible de bajas en el Ejército, sin preguntarse siquiera cuál sería el precio para el otro bando»

Los testimonios recogidos hablan de reglas de combate imprecisas que dejaban un enorme margen de acción. Dicen que nadie les habló del objetivo de la ofensiva, solo de la misión concreta que debían cumplir. Relatan intensos bombardeos: «Diez bombas nuestras por cada una de ellos»


Seis meses y más de 1.400 muertos después, sus palabras aparecen recogidas en los vídeos y libros que Breaking The Silence publicó ayer. Sus testimonios constituyen una colección de entrevistas que duele especialmente en los grandes despachos del Ejército y el Gobierno israelí. Esta vez no es una organización de derechos humanos, como ya han hecho Amnistía Internacional o Human Rights Watch, la que pide cuentas por la muerte de centenares de civiles en los 22 días de ofensiva, en los que se registraron nueve bajas de soldados israelís. No es una comisión internacional la que investiga el respeto de las leyes de guerra. Son sus propios soldados los que han decidido hablar.

«No es apropiado hacer críticas públicas de las Fuerzas de Defensa Israelís», aseguraba ayer el ministro de Defensa, Ehud Barak, que pedía que las acusaciones se dirigieran a él y al Ejecutivo. Los portavoces militares lamentaban por su parte que se emplearan testimonios anónimos sin dar al Ejército la oportunidad de contrastar los hechos relatados. En un duro comunicado, el Ejército israelí calificó el informe de «difamatorio y calumnioso»

«Como siempre tiran balones fuera», comentaba poco después a este diario Yehuda Shaul, uno de los fundadores de Breaking The Silence. Es cierto que solo uno de los testigos, un reservista llamado Amir, ha decidido dar la cara, pero Shaul afirma que han contrastado todos los testimonios con al menos otro testigo y se declara dispuesto a que un comité investigador internacional les entreviste»


Shaul es un soldado veterano que lleva cinco años dedicado a denunciar los abusos que él mismo y sus compañeros cometieron. Y, aún así, se sorprendió ante los relatos de Gaza. «Incluso durante la segunda intifada nos decían que tuviéramos cuidado con los civiles, nos ponían límites, aunque solo fuera en teoría»

El dirigente de Breaking the Silence apunta al oscuro papel de los consejeros religiosos castrenses. «Dios te protege, todo lo que hagas está santificado», aseguraba un rabino a uno de los soldados. En otro batallón se escuchó a un religioso decir que «esta vez no habría que rendir cuentas por los pecados»

Pero los soldados entrevistados no parecen ser capaces de pasar página tan fácilmente. Uno de ellos aún recuerda el grito de un viejo palestino al que acribillaron por caminar de noche sin que mediara ni un disparo disuasorio. En todos ellos aparece la sensación de haber sobrepasado demasiadas fronteras: «En los entrenamientos aprendes que no se debe usar fósforo blanco. Ves en las películas las consecuencias que tiene en las personas. Y de pronto reconoces que nosotros también estamos haciéndolo. No es lo que esperaba ver, hasta ese momento me habían enseñado que pertenecía al Ejército más moral del mundo»

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Perú: Gabinete de guerra


16 de julio de 2009
Alberto Ampuero (especial para ARGENPRESS.info)

El presidente Alan García bendijo su tercer Gabinete ministerial desde que ganó las presidenciales de 2006. No es para menos. Está en juego su puesto de mejor garante del modelo neoliberal en el país.

A diferencia de los gabinetes anteriores, “La prioridad de este gabinete será poner orden”, dijo.

La duplicación de los conflictos sociales de un año a otro (132 en el 2008 a 273 en lo que va del 2009) es alarmante. No solo aumentaron, sino que se hicieron más agresivos, señaló Perú-Cámaras.

Son conflictos entre empresas y comunidades, con gobiernos regionales y con el Gobierno Central.

A veces se piensa que detrás de los conflictos existe un actor único que manipula todo y no es así. En el Perú hay líderes y grupos radicales, pero ellos no crean las situaciones, las capitalizan. No es exacto atribuir a los radicales la generación del conflicto. El motivo de la protesta es algo real, concreto, afirmó Rolando Luque, de Defensoría del Pueblo.

El temor está en su avance

El impresionante despliegue militar y policial durante la Jornada Nacional de Protesta del 8,9 y 10 de julio, y el pago de 20 nuevos soles otorgados a los trabajadores para que no participen en el paro, demuestra el temor del Presidente y sus aliados a la articulación de los movimientos sociales, cuyas plataformas como parte de un proceso histórico se van integrando poco a poco, apunta Mario Huamán , secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP)

El nuevo premier, Javier Velásquez Quesquén, dijo tener el arma eficaz para curar los males. “Vamos a fomentar el diálogo, con plazos y resultados, respetando el principio de autoridad y del orden”, dijo

Las comunidades indias desconfían del mandatario y de su nuevo equipo. Existen 32 mesas de diálogo que se instalaron después del estallido de la violencia de Bagua, pero la mayoría de los conflictos no se soluciona y retorna.

Los partidos de derecha prefieren esperar. “Nosotros —el Partido Popular Cristiano y Unidad Nacional— vamos a mantenernos con absoluta independencia del Gobierno y en la oposición selectiva al Gobierno, declaró Lourdes Flores Nano, presidenta del PPC.

Mientras el sector de centro-derecha (Castañeda, Toledo), insta al soberbio gobierno aprista a reconocer que no están representando al ciudadano cabalmente y que esa es la primera causa de los conflictos. Piden reducirlos y evitar que se repitan una y otra vez estableciendo canales de diálogo que ayuden acercar el Estado a la población.

“El Gobierno no puede exponer al país a esta polarización”, advirtió el diario conservador El Comercio.

Habida cuenta de la grave crisis económica y del aumento de la polarización social, lo último que quiere la derecha peruana en su conjunto, es un peligroso malestar interno estimulado por los discursos confrontacionales del presidente.

Es evidente que el Gobierno ya no tiene la capacidad de convocatoria luego de la crisis de Bagua y se ha refugiado en su propio partido, declaró Lourdes Flores.

Alan García recurrió a un militante del partido para recomponer su gabinete. El nuevo premier Velásquez Quesquén viene de ser presidente del Congreso y su conducción ha sido duramente criticada por su manejo autoritario. De hecho, se negó a derogar las leyes que motivaron la rebelión de los indígenas amazónicos y castigó a siete legisladores de la oposición que se declararon en huelga de hambre en apoyo a los nativos. Velásquez ha acusado reiteradamente al presidente venezolano, Hugo Chávez, de promover las protestas sociales en el Perú.

Además de dirigentes del oficialismo, el nuevo gabinete está formado por políticos vinculados con el fujimorismo y la derecha y por empresarios ligados a grandes grupos de poder económico, lo que ratifica las alianzas que ha sustentado García desde su inicio.

"El país espera orden e inclusión social", dice García. Pero si no hay cambios en la política económica del gobierno, el paisaje puede resultar así.

Que será un gabinete para poner orden (ante las protestas) y de olvido a la inclusión social.

Que van a afirmar el modelo de desarrollo económico actual.

Que el crecimiento de las protestas sociales, relacionadas con falta de empleo, bajos salarios, establecimiento de leyes que amenazan la propiedad de tierras y los recursos naturales de las comunidades indígenas andinas y amazónicas, así como los reclamos ambientalistas de poblaciones afectadas por la minería, impulsarán al gobierno a imponer mano dura antes que aceptar la atención de las demandas. Ya que si antes podian hacer concesiones ante los disturbios populares, hoy no están realmente dispuestos a someter sus políticas y poder a las demandas populares

Aquí están de acuerdo todos

“Me parece fundamental que en esta etapa el Gobierno muestre orden, autoridad y flexibilidad. No hay que seguir bajando la valla y cediendo en negociaciones sino tener claridad hasta dónde se puede ceder y en qué cosas se puede decir “no” con toda claridad”, afirmó Lourdes Flores

“Y si hay que ser duro para exigir que se cumpla con la ley, por respeto a los ciudadanos que quieren vivir en paz, pues habrá que ser duro”, completó el nuevo ministro de Defensa, Rafael Rey.

Alberto Ampuero es periodista peruano.

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Lo que debe demandarse a Estados Unidos


17-07-2009
Fidel Castro Ruz
Cubadebate

La reunión de Costa Rica no conducía ni podía conducir a la paz. El pueblo de Honduras no está en guerra, solo los golpistas usan las armas contra él. A ellos habría que demandarles el cese de su guerra contra el pueblo. Tal reunión entre Zelaya y los golpistas solo serviría para desmoralizar al Presidente Constitucional y desgastar las energías del pueblo hondureño.

La opinión pública mundial conoce lo ocurrido en ese país a través de las imágenes difundidas por la televisión internacional, fundamentalmente Telesur, que sin perder un segundo transmitió fielmente cada uno de los hechos ocurridos en Honduras, los discursos pronunciados y los acuerdos unánimes de los organismos internacionales contra el golpe.

El mundo pudo apreciar los golpes que se descargaban sobre hombres y mujeres, los miles de gases lacrimógenos lanzados contra la multitud, los groseros gestos con armas de guerra y disparos para intimidar, herir o asesinar a ciudadanos.

Es absolutamente falsa la idea de que el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, ignorara o desalentara el golpe. Lo conocía, al igual que los asesores militares norteamericanos, que no cesaron un minuto de entrenar a las tropas hondureñas.

Hoy se conoce que la idea de promover una gestión de paz a partir de Costa Rica surgió en las oficinas del Departamento de Estado, para contribuir a la consolidación del golpe militar.

El golpe fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de George W. Bush y habían sido promovidos por él.

Todos, sin excepción, tienen un grueso expediente de actividades contra Cuba. Hugo Llorens, embajador en Honduras desde mediados del 2008, es cubano americano. Forma parte del grupo de agresivos embajadores de Estados Unidos en Centroamérica, constituido por Robert Blau, embajador en El Salvador; Stephen McFarland, en Guatemala, y Robert Callahan, en Nicaragua, nombrados todos por Bush en los meses de julio y agosto del 2008.

Los cuatro siguen la línea de Otto Reich y John Negroponte, que junto a Oliver North fueron responsables de la guerra sucia contra Nicaragua y de los escuadrones de la muerte en Centroamérica, que costaron a los pueblos de la región decenas de miles de vidas.

Negroponte fue representante de Bush en las Naciones Unidas, Zar de la inteligencia norteamericana, y finalmente subsecretario de Estado. Tanto él como Otto Reich, por diversas vías, estuvieron detrás del golpe de Honduras.

La base de Soto Cano en ese país, sede de la “Fuerza de Tarea Conjunta Bravo” perteneciente a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, es el punto de apoyo principal del golpe de Estado en Honduras.

Estados Unidos tiene el tenebroso plan de crear cinco bases militares más alrededor de Venezuela, con el pretexto de sustituir la de Manta en Ecuador.

La disparatada aventura del golpe de Estado en Honduras ha creado una situación realmente complicada en Centroamérica que no se resuelve con trampas, engaños y mentiras.

Cada día se conocen nuevos detalles de la implicación de Estados Unidos en esa acción, que tendrá también seria repercusión en toda América Latina.

La idea de una iniciativa de paz a partir de Costa Rica fue transmitida al Presidente de ese país desde el Departamento de Estado cuando Obama estaba en Moscú y declaraba, en una universidad rusa, que el único Presidente de Honduras era Manuel Zelaya.

Los golpistas estaban en apuros. La iniciativa transmitida a Costa Rica buscaba el objetivo de salvarlos. Es obvio que cada día de retraso tiene un costo para el Presidente Constitucional y tiende a diluir el extraordinario apoyo internacional que ha recibido. La maniobra yanki no incrementa las posibilidades de paz, sino todo lo contrario, las disminuye, y el peligro de violencia crece, ya que los pueblos de nuestra América no se resignarán jamás al destino que les tienen programado.

Con la reunión de Costa Rica se cuestiona la autoridad de la ONU, la OEA y demás instituciones que comprometieron su apoyo al pueblo de Honduras.

Cuando Micheletti, Presidente de facto, proclamó ayer que está dispuesto a renunciar a su cargo si Zelaya renunciaba, sabía ya que el Departamento de Estado y los militares golpistas habían acordado sustituirlo y enviarlo de nuevo al Congreso como parte de la maniobra.

Lo único correcto en este momento es demandar del gobierno de Estados Unidos que cese su intervención, deje de prestar apoyo militar a los golpistas y retire de Honduras su Fuerza de Tarea.

Lo que se pretende exigir al pueblo de Honduras en nombre de la paz, es la negación de todos los principios por los cuales lucharon todas las naciones de este hemisferio.

“El respeto al derecho ajeno es la paz”, dijo Juárez.

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El estado de golpe: El caso de Núria Pòrtulas, equiparar disidencia con delincuencia


17-07-2009
David Fernández
Vilaweb

Ayer, a las 10.30, técnica y aparentemente, Núria Pòrtulas se sentó en el banquillo de los acusados de la madriguera de excepción de la Audiencia Nacional española. No solamente ella. Cerca de ella, de manera imperceptible pero real, comparecían también, bien incómodamente, todo el Departamento de Interior, la División de Información de los Mossos d'Esquadra y Joan Saura mismo. Porque, al mismo tiempo y conjuntamente, se juzgaba un determinado modo, nefasto y perverso, de entender el antiterrorismo y de equiparar disidencia con delincuencia.

Cuando entre acometidas policíacas y seis detenciones, Núria se sentó para afrontar una petición fiscal de cinco años por 'colaboración' con una banda armada inexistente, Saura también ponía un pie en el tribunal especial. Porque era el momento, dos años y medio después, de poder desmontar la fantasía policíaca que ha construido el caso y la cobertura política, re llenita de medias verdades y de mentiras enteras, de los que la han amparado. Empezaba a hundirse la causa sumarísima que sacudió las comarcas de la circunscripción de Gerona en febrero de 2007 y, tal vez, todo se ha empezado a disolver como un «terrón de azúcar que se te escapa entre los manos», como reconoció a Joan Delort mismo hace bien poco en relación con el pretendido jihadismo del Raval.

De entrada, ya era así antes de empezar, porque el ministerio fiscal mismo pedía la pena mínima prevista por el código penal y reconocía la falta de toda prueba más allá de carteles y adhesivos. De salida, ya veremos qué pasa: como se libra de esta Núria, cómo se libran de esta Saura y compañía y su velo de espeso silencio. Pero queda claro que los invisibles que ajustan los hilos y se entusiasmen con la chapucera guerra preventiva decidieron llevar a Núria al TOP que es todavía la Audiencia Nacional española, porque es el único espacio paradisiaco del viejo sueño parapolicíaco donde se puede condenar sin pruebas.

Y sin embargo, antes del partido judicial, ya se acumulaban los cúmulos de despropósitos acumulados en los informes redactados desde algún despacho de los bocados. Cuatro ejes construyendo una acusación espuria que late entre Kafka y el absurdo de Ionescu. Primera supuesta prueba: la acusada 'es de ideología anarquista'; descubrimiento inútil, Núria nunca se ha escondido y ya lo sabíamos antes de empezar. Segunda: que además de identificarse con las ideas libertarias en el país de Ferrer i Guardia, del Noi del Sucre y de Puig Antich, ejerce consecuentemente. Es decir, que los mozos han demostrado al detalle todas las protestas públicas en que ha participado, en un atestado que cambia de nuevo los roles de acusadores y acusados: porque la única cosa que demuestran es hasta qué extremos ha llegado el control social en nuestro país, que Núria llevaba el megáfono en una manifestación (¡oooh!) y que son totalmente incapaces de acreditar una sola ilicitud penal. ¡Ayer lo volvieron a demostrar, rehuyendo deliberadamente que los delitos de base ideológica, propios del derecho penal de enemigo hitleriano que juzga aquello que eres y no aquello que haces, es el ADN de las repúblicas bananeras. En el caso que comentamos, para ser precisos, de las monarquías bananeras.

Más. Tercera hipótesis que los tumbará: no hay ninguna banda armada. La excusa aducida era que Núria había participado en campañas de solidaridad por la liberación de Joan Surroche, encarcelado en Italia por la quema de trenes implicados en la deportación de inmigrantes. La justicia italiana mismo, en la ópera bufa de la democracia berlusconiana, lo ha absuelto. Por lo tanto, la hipotética banda armada unipersonal ya se ha desvanecido. No existe. ¡Venga ya!

El cuarto cebo, en fin, es el más dramáticamente tragicómico: la sospecha, sospechosamente sin pruebas, que Núria se disponía a hacer «un paso más». Como conversación de bar de carretera entre mozos de la división de información con tres gintonics de más, pase. Como indicio judicial sometido a contradicción es ridículo, a menos que se les acuda citar como perita a la pitonisa Aramis Fuster, que a estas alturas me merece mucha más confianza que los mossos que desfilaron ayer por la Audiencia Nacional española para intentar probar aquello que no puede probarse. Porque el salto al vacío finalmente, no la ha hecho Núria: lo han hecho los mossos precipitándose al abismo de detener sin pruebas. Y después llega el juicio y resulta de que las pruebas todavía no han aparecido. Caray. Que se lo hagan mirar, mejor hoy que mañana. ¡Porque, si hay que funcionar sobre la base de la expansión difusa de la sospecha permanente contra determinadas ideas, tendrían que empeñarse en ampliar aún más las cárceles! O se les harán pequeñas. Afortunadamente, y lo saben, hay unos cuantos en este rincón de mundo que continúan ejerciendo el derecho fundamental de pensar, de disentir y de actuar. A plena luz y a cara descubierta.

Dos procesos, pues, y uno tercero todavía más insondable. Lo que nos interpela directamente, a nosotros mismos: como no nos podemos permitir el lujo de callar o estas cosas continuarán pasando; como no tendríamos que perder nunca la capacidad de indignación contra atropellos insoportables; como nos deseducan mirando a otra lado; y como la clase política es experta a esconder a la cabeza bajo el ala. De la conjunción de los tres procesos prospera, finalmente, el debate sobre modelos sociales y modelos policíacos. La batalla que dirime las tensiones permanentes entre la libertad sacrificada en el altar de la seguridad y los costes imposibles de los derechos civiles de la guerra preventiva con los correspondientes estragos siniestros. Si la condenan, continuaremos diciendo que nos vuelan culpables y que no somos en absoluto inocentes. Si lo absuelven, como anhelamos muchos, habrá que continuar desmenuzando la ley del silencio de la impunidad.

13 de julio de 2009, pues: nosotros y Núria y su pequeño Guantánamo local. Y ellos. Los invisibles de la división de información. Y la factura pagada anticipadamente por Núria: detenida incomunicada el 7 de febrero de 2007, encarcelada 120 días en la estepa castellana por cortesía de la policía autonómica y desde ayer con lo desaparece de Dàmocles que dirime la supervivencia de la libertad concreta o la losa de la victoria del miedo y de la (in)seguridad.

Quizás funcionar así no sea en absoluto un golpe de estado. Pero es el estado de golpe. Con toda la artillería para transformarnos, de ciudadanos libres a súbditos sumisos. En el caso que comentamos, además, con la vieja manía, menudeada y enquistada, condensada en una parábola cínica pero oportuna: la que dice que el poder es como un violín. Se coge con la izquierda y se toca con la derecha. Éste es el drama y el fraude. De veras.

Por eso tengo ganas de leer la sentencia pronto. Ganas del día siguiente. De un día siguiente en libertad para Núria. Para decir a Saura: ¿y ahora qué, rey? ¿Y ahora qué?


Publicado en catalán en Vilaweb el 14 de julio de 2009 http://www.vilaweb.cat/www/mailobert?id=3609157


Traducción de Joan Tafalla (Espai Marx).



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