Mostrando entradas con la etiqueta colonialismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta colonialismo. Mostrar todas las entradas

viernes, 21 de mayo de 2010

Rompamos el Silencio.


Madrid. Del 17 al 20 de Mayo de 2010.
Sigue las semana de lucha social 2010 en:
Centro de medios (centrodemedios.org)
Preámbulo
Santiago Alba Rico
12 de mayo de 2010

"La gran aventura del espíritu": la UE y la muerte

El petroleo está en el Golfo Pérsico y en Venezuela. El hierro en Australia, Rusia, China e India. El gas en Rusia y Argelia. El coltán en el Congo. El carbón bituminoso y la antracita en China, EEUU, India, Suráfrica, Indonesia. La plata en Perú. El cobre en Chile. El oro en Sudáfrica, en Zimbabwe y en la India. Los fosfatos en Sáhara Occidental, en China, en EEUU, en Túnez. ¿Qué tiene Europa? Lo más importante: el ingenio, el conocimiento, la ambición, la visión, la “gran aventura del espíritu” de la que hablaba Frantz Fanon en 1961.

Pero, ¿de dónde sale todo eso? ¿De dónde se extraen tantas maravillas intelectuales?

Las clases medias de los países pobres siguen fascinadas por esa gran aventura europea y quieren aprender.

- Queremos también lo que vosotros tenéis: vuestra riqueza, vuestros mercados, vuestra moral superior, vuestra democracia.

- Todo eso sólo puede existir -y cuán necesario es que exista- a condición de que no se generalice.

- ¿Y por qué vosotros? ¿Por qué no tenemos también nosotros el mismo derecho?

- Porque nosotros nos lo hemos ganado. Porque nosotros hemos robado más y durante más tiempo, hemos matado más y durante más tiempo, hemos sometido a más pueblos y durante más tiempo. Eso es lo que tenéis que aprender de nosotros. Ese es el único camino.

Ese es el camino, decía Fanon en la conclusión a Los condenados de la tierra, que no se debe recorrer de nuevo: “Dejemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo”. Y añadía: “Hace siglos que Europa ha detenido el progreso de los demás hombres y los ha sometido a sus designios y a su gloria; hace siglos que en nombre de una pretendida aventura espiritual ahoga a casi toda la humanidad”.

Fanon escribía esto en pleno proceso de descolonización, cuando los pueblos sometidos del llamado Tercer Mundo trataban de sacudirse el yugo europeo. Pero esa “aventura espiritual”, derrotada militarmente en la batalla anti-colonial, cristalizó enseguida en un formato menos explícitamente belicoso; se materializó en la UE, proyecto de inspiración estadounidense, proyecto también de “pacificación” de la violencia destructiva del viejo continente, que sin embargo acabó por recoger, prolongar y renovar el empuje avasallador, ahora bajo otras formas, del imperialismo clásico europeo. Europa, es verdad, tenía también otra historia -de Espartaco a la Comuna de París, de Sócrates a Zola, de los rebeldes de Münster a los internacionalistas de la guerra en España, de Bartolomé de Las casas a la primavera de Praga- pero fue la “gran aventura espiritual” de Colón y Cromer, de la Compañía de Indias y las Encomiendas, de Rhodes y Weyler y Bugeaud y Rothschild y Ferdinand de Lesseps (y un largo etcétera de militares y millonarios) la que, en sucesivos pasos, de 1951 a 2002, terminó por apoderarse de su política económica y exterior. Esa Europa solidaria y socialista que el antifascista Spinelli adelantaba en 1941 -desde una cárcel fascista- en su Manifiesto de Ventotene se asemeja más a una nueva Santa Alianza, una unión elitista y cupular orientada a reprimir la disensión interna y conjurar, mediante bancos y ejércitos, las amenazas externas.

Hoy, cuando sobre algunos de los países de UE se cierne de nuevo la sombra del Tercer Mundo, cuando el número de europeos que se benefician de la “gran aventura espiritual” empieza a encoger vertiginosamente, cuando la descomposición y la violencia amenazan con volver dentro de nuestras fronteras, conviene saber a quién debemos “nuestra riqueza, nuestros mercados, nuestra moral superior y nuestra democracia” y a quién se las hemos hecho pagar, y se las seguimos haciendo pagar, en otros lugares del mundo. El coste es alto, como lo demuestra este dossier de Rompamos el silencio, y lleva también, sobre todo en Latinoamérica, nombres españoles: Aguas de Barcelona, Pescanova, Telefónica, Banco de Santander, BBVA, Unión Fenosa, Iberdrola, Repsol, Endesa.

Mientras se celebra en Madrid la cumbre UE-Latinoamérica, y aprovechando la presidencia española de la UE, es fundamental recordar una vez más por qué la “riqueza” europea es incompatible con la riqueza en general, los “mercados” europeos son incompatibles con los pueblos del mundo, nuestra “moral superior” europea es completamente inmoral y nuestra “democracia” europea es cada vez más difícil de conciliar no sólo con la participación, la igualdad, la solidaridad y la justicia: también sencillamente con la vida. La UE financia la muerte y la destrucción en distintos rincones del mundo. Sólo impidiendo esta danza siniestra podremos protegernos también a nosotros mismos y rescatar esa otra historia de Europa, silenciada, reprimida, enterrada en las cunetas, que, lejos de las “grandes aventuras del espíritu”, trata aún de construir una auténtica comunidad de pueblos.

Leer más...

domingo, 9 de agosto de 2009

Mohammed VI y el torpe movimiento del Alfil


Nueva coyuntura política en el conflicto saharaui–marroquí

José Antonio Monje
Rebelión
09-08-2009

Después de algunos meses de estancamiento táctico, de prolongados silencios y movimientos circulares, la partida de ajedrez iniciada en el Magreb desde 1975 muestra ahora cambios importantes.

Durante una de las más recientes jugadas, a cargo de Estados Unidos de Norteamérica, Marruecos ha perdido una torre y el Polisario puede avanzar con relativa soltura unos pocos pero decisivos pasos. Se trata de una situación inesperada pues anteriormente el desequilibrio de fuerzas casi siempre se mostró favorable al régimen alauí. La visita oficial de Christopher Ross a Marruecos y la posterior carta de Barack Hussein Obama a Mohamed VI han sido los elementos clave en este reciente cambio de contrapesos. A diferencia del discurso belicista al que nos tenía acostumbrados George W. Bush, la misiva de Obama habla del buen deseo del gobierno norteamericano de alcanzar una solución “que responda a las necesidades de la población en términos de una gobernanza transparente, de confianza en el Estado de derecho y de una justicia equitativa”. Estas novedosas expresiones han despertado gran expectativa en la comunidad internacional y, de manera muy especial, en muchas de las organizaciones que apoyan a la causa saharaui.Sin embargo, para no pecar de ingenuidad (actitud que tanto en el deporte ciencia como en política sería un error letal), ante esta nueva situación cabe preguntarnos: ¿por qué el fiel aliado de Marruecos hoy muestra este revés tan poco usual?, ¿este cambio en la coyuntura tiene que ver algo con el inicio de la supuesta nueva era de “democracia”, “libertad” y “solidaridad” propugnada por el reciente gobierno norteamericano, ese mismo gobierno que ha decidido incrementar el número de tropas destinadas a Afganistán, seguir hostigando a Irán y no actuar en consecuencia contra el golpe de Estado perpetrado impunemente en Honduras?, ¿o tal vez el nuevo posicionamiento está más relacionado con la reciente preocupación de buena parte de la diplomacia estadounidense, encabezada por Susan Rice, cuando afirma que si volviera a estallar un conflicto en el Sahara Occidental tal escenario traería un inmanejable clima de desestabilización política donde el mayor beneficiado sería Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI)?En este perverso juego múltiple, el siguiente movimiento correspondía a Marruecos. Y, para beneplácito del Polisario, en esta oportunidad el monarca alauí cometió un grave error. En un intento por evitar nuevas pérdidas de posición, ganada durante mucho tiempo a través de la implementación de una estrategia de desgaste y de intenso lobby internacional, se decide cumplir con la amenaza lanzada desde hace dos años y regionalizar las mal llamadas “provincias del sur”. Una jugada que puede ser vista como muy arriesgada, desesperada y hasta imprudente pues, más allá de su utilidad coyuntural, la regionalización de Marruecos vista como proceso político en sí misma se convierte para su rey en un arma de doble filo. Por una parte, si la comunidad internacional (especialmente Estados Unidos, Francia y España) se mantiene silente e inmóvil frente a este atropello, permitiría la consumación de la ocupación ilegal del territorio saharaui, cerrando toda posibilidad de futura negociación desde la postura de la autodeterminación. Pero por otra parte, si ante la decisión unilateral de consagrar el irrespeto por la legalidad internacional a través de la regionalización del territorio saharaui, la comunidad de las naciones (o por lo menos la parte más honorable de ella) reaccione como corresponde y exije el cumplimiento de las normas mínimas de convivencia entre estos dos Estados, siguiendo simplemente la lógica de las numerosas resoluciones de Naciones Unidas emitidas al respecto, este posicionamiento internacional desautorizaría a Marruecos para proponer más soluciones arbitrarias en las próximas rondas de negociaciones con las autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).El riesgo de la jugada marroquí no queda allí. Existe otro peligro adicional de esta decisión para el monarca alauí. Si la experiencia descentralizadora se hace extensiva de manera progresiva al verdadero territorio marroquí, las fuerzas democráticas de la sociedad civil cobrarían una fuerza tal que podría poner en riesgo su poder absolutista a muy corto plazo. El fortalecimiento organizativo por el que están pasando las agrupaciones de estudiantes universitarios, activistas de derechos humanos, agricultores y minorías étnicas, a pesar de los esfuerzos realizados por los medios de comunicación nacionales para ocultarlo, ha dejado de ser un secreto hace ya mucho tiempo.El próximo movimiento corresponde al Frente Polisario. Y antes de hacerlo, es necesario que haga un exhaustivo balance estratégico. La mera presión política ejercida desde la advertencia del eventual retorno a las armas ya no es un factor decisivo ni para Marruecos, ni para la comunidad internacional ni mucho menos para el AFRICOM. Por tanto, como parte de este análisis se debe medir en su real dimensión, entre otras muchas cosas importantes, la actual ambigüedad de la posición política estadounidense, la lógica de actuación de AQMI y la reacción de la Iniciativa Transahariana de Lucha contra el Terrorismo (TSCTI), la complicidad manifiesta del gobierno español con la alternativa de autonomía y las reacciones de la comunidad internacional, tanto a nivel de gobiernos como de la propia sociedad civil. El lugar más adecuado para realizar esta decisiva jugada será la reunión preparatoria de la quinta ronda de negociaciones, la misma que se llevará a cabo dentro de pocos días en Viena. En esta reunión, como parte del establecimiento del nuevo marco de discusión, debe evidenciarse el despropósito mostrado por la decisión del monarca marroquí y solicitar, en honor a la justicia, que todos los actores directamente involucrados con este conflicto manifiesten su desacuerdo y tomen cartas en el asunto de manera efectiva. De otra manera, podrían verse seriamente bloqueadas dichas negociaciones y el alcance de una solución ajustada a derecho para el Sahara.
José Antonio Monje.
Coordinador de la Delegación Mundubat en la RASD

Leer más...

viernes, 24 de julio de 2009

Palestina, provincia de Eurasia


por Tiberio Graziani*
19 de julio de 2009

La Palestina está situada en el Medio Oriente y mientras tanto ésta exista, la «Cuestión Palestina» parece ser un asunto medio-oriental. En realidad, observa el geopolítico Tiberio Graziani, la colonización judía de Palestina es una decisión de las grandes potencias, una manera de resolver sus problemáticas y sus ambiciones. De esta manera, la paz en el mundo en esta región se está jugando sin la participación de la misma Palestina.

Es propio del rito publicitario y político de la literatura académica europea y estadounidense introducir en el debate científico y político concerniente a regiones extraoccidentales definiciones inexactas que, además de expresar una presunta superioridad occidental, condiciona con prejuicios el análisis y las pesquisas.

Lo que la historiografía y la literatura de las políticas contemporáneas definen sin propiedad como “cuestiones palestinas” en referencia a los aún no solucionados acontecimientos de Oriente Medio y que enfrenta a las poblaciones palestina y judía, son en realidad un aglomerado de cuestiones políticas y geopolítica, especificas de Occidente.

Un ejemplo de esta actitud intelectualmente poco honesta nos lo da la así llamada “Cuestión de Oriente” hija de aquella “Palestina” donde las finalidades políticas y de poder sustituyen el análisis objetivo y de la realidad.

En un arco de tiempo que corre desde la guerra rusa-turca de 1768-1774 hasta los primeros años del novecientos, las cancillerías europeas, y la británica en particular, utilizaban la expresión “La cuestión de Oriente” para indicar la política que los diferente gobiernos tenían con el imperio Otomano. El debate de la “Cuestión de Oriente” y de todas las acciones necesarias para “resolverla” escondían un preciso diseño estratégico: extender la influencia del Viejo Continente sobre algunos territorios otomanos.

Palestina: una cuestión toda “occidental”
Las potencias europeas con Gran Bretaña a la cabeza apuntaban a deshacer desde adentro la fortaleza otomana. Esto ocurría aprovechando las tensiones internas o sosteniendo, por ejemplo, el sentimiento nacionalista en Bulgaria, Rumania y la península balcánica (Albania, Serbia, Montenegro, Grecia), verdadero “talón de Aquiles” del imperio, y hasta interviniendo en las disputas entre Estambul y sus gobernadores y los virreyes, como en el caso del Egipto de Mehmet Alí, las Potencias europeas consiguieron, en el transcurso de un siglo, erosionar gran parte del “exterior cercano” del edificio geopolítico otomano.

La Cuestión de Oriente se solucionó, como es sabido, sólo al terminar la primera guerra mundial. Con la disolución del imperio y su partición entre las potencias victoriosas fue nítido que La Cuestión de Oriente era en primer lugar una “cuestión del expansionismo ingles” en el cercano y medio Oriente; La expresión indicaba un viejo proyecto británico: la eliminación del imperio otomano.

También Palestina es una cuestión toda occidental. Comprende, y oculta, cuanto menos cinco “sub-cuestiones”, que por orden metodológico podemos dividir en dos grupos, uno histórico, con fechas que van del 1881 a 1948 y uno contemporáneo que va desde la auto proclamación del estado sionista, acontecida el 14 de mayo de 1948, hasta a nuestros días.

Las dos cuestiones históricas se refieren a:
una “cuestión hebraica” o del “sionismo pre-estatal [1], relativa a las primera inmigraciones y asentamientos de judíos provenientes de Europa (1881 -1903);
una cuestión inglesa, relativa a la penetración económica, politica y militar de Gran Bretaña en el Cercano Oriente (1922-1948).

Mientras que las contemporáneas se refieren a:
una cuestión sionista —fundada sobre el mito laico y religioso de la tierra prometida— que engloba los siguientes tres ámbitos:
a) la política demográfica actuada (Actual) [2] con las continuas corrientes de bolsones inmigratorios (1904-2009);
b) la construcción del aparado estatal y del complejo militar/industrial israelí. [3];
c) las relaciones de los vértices del Estado hebreo con las organizaciones internacionales pro-israelíes presentes en Europa y, de especial manera, en EEUU [4].
una cuestión israelí relativa:
a) la construcción de la identidad “nacional” israelí y una “religión” civil nacional que gira en torno al holocausto [5];
b) la consolidación del aparado cultural, estatal y del complejo industrial/militar israelí,
c) la limpieza étnica en contra de a población palestina [6]; d) el expansionismo del estado hebreo, estratégicamente puesto a realizar, según el deseo de uno de los padre fundadores, Ben Gurión, “el gran Israel, desde el Nilo al Eufrates.
una cuestión estadounidense relativa a la penetración económica, política y militar de Estados Unidos en el Mediterráneo y en el Oriente Medio, consolidada en su "special relationship" con Tel Aviv [7].

En términos geopolíticos, la expresión “Cuestión Palestina” esconde también, como aquella de Oriente, un proyecto bien definido: la eliminación y expulsión de los palestinos de su tierra como condición para la existencia del Estado de Israel.

Palestina provincia deI Imperio Otomano
Por un largo período histórico que cubre por entero la Edad Moderna y parte de la contemporánea, Palestina no constituye un específico caso geopolítico. De hecho, por casi cuatro siglos es parte del Imperio Otomano luego que en 1517 fue sustraída a los mamelucos. Hasta la Declaración de Balfour de 1917, Palestina es una provincia que gracias a la estabilidad de Estambul asegura a todo el imperio un gran desarrollo económico, social y cultural.

En éste considerable arco de tiempo, las únicas tensiones que le atañen y dignas de ser citadas no duran más de diez años, exactamente desde 1831 a 1840, cuando Palestina cae bajo el control egipcio a causa de una controversia surgida entre el sultán Mahumud II y el pachá Mehmet Alí de Egipto. La disputa relativa a los territorios de Siria (incluyendo Palestina, Transjordania, Líbano y Siria) que el futuro soberano de Egipto reclamaba como compensación por haber prestado ayuda a la Sublime Puerta cuando la guerra contra de Grecia (1821), se recompuso en 1840 luego de la muerte del sultán, gracias a la intermediación de Prusia, Austria, Rusia y Gran Bretaña en la Convención de Londres.

Inmigración judía
Por tanto sería justo, en un análisis geopolítico correcto de la Palestina contemporánea, comenzar por los Acuerdos Sykes-Picot, 6 de mayo de 1916; de la declaración Balfour, 2 de noviembre de 1917, y el Tratado de Sèvres, 10 de agosto de 1920. Es necesario, sin embargo, recordar como incidió de manera fundamental el rol de los flujos inmigratorios y de los asentamientos que atañen a la población judía al final del siglo XIX para determinar las sucesivas tensiones locales y parte de la actual práctica expansionista del Estado sionista.

En 1880 la comunidad hebrea en Palestina es poco consistente, con apenas 24.000 individuos. Pero a partir de ese año un considerable flujo de judíos se dirige hacía Palestina. La creciente inmigración, la compra de tierras y edificios por parte de la comunidad judía europea, en un específico territorio del Imperio Otomano preocupan a la Sublime Puerta al punto de decidir, en noviembre de 1881, dictar algunas medidas restrictivas relativas a los nuevos asentamientos judíos en el territorio.

Las normas contemplaban que los judíos inmigrantes podían establecerse en todo el territorio del Imperio, excepto en Palestina. La finalidad era no crear desequilibrios demográficos locales y no constituir un potencial elemento de tensión en una provincia otomana, considerada delicada por su significado simbólico y religioso para los creyentes de las tres religiones monoteístas. No obstante, sostenida por algunos países europeos la creciente afirmación del sionismo como movimiento internacional organizado y la ineficiencia administrativa en ejercer un riguroso control, el flujo inmigratorio en Palestina anuló las normas migratorias existentes. En el lapso de treinta años, desde 1880 a 1908, la población judía creció de 24.000 a 80.000 individuos, o sea: como señala el historiador Robert Mantran [8]. del cinco al 10% de toda la población palestina.

La inmigración judía en Palestina continúa de manera sorprendente bajo el mandato inglés (1922-1948), intensificándose desde 1948 hasta nuestros días. Actualmente la población judía en Palestina se estima entorno a los seis millones de personas.

La tan temida subversión demográfica prevista por la Sublime Puerta se ha vuelto realidad con consecuencias catastróficas para las poblaciones locales: los palestinos autóctonos se ven progresivamente privados de sus propias tierra y expulsados del neo Estado judío.

En el 1951, según fuentes de la ONU (General Progress Report and Supplementary Report of the United Nations Conciliation Commission for Palestine) el número de palestinos expulsados sumaban las 711.000 personas, hoy la cifra de los palestinos en condición de prófugos es de alrededor de 4.600.000 individuos [9].

Palestina en el sistema bipolar
En los últimos años del mandato británico, en el nuevo cuadro geopolítico que se formó a consecuencia de las victorias de la segunda guerra mundial, Palestina se transforma en un objetivo estratégico tanto de EEUU como de la URSS. Wáshington y Moscú [10] –por razones diferentes pero con la misma finalidad– sostienen la consolidación y la expansión del nuevo Estado sionista. Los colosos mundiales entienden que por medio del “dispositivo” israelí pueden extender su propia influencia en Oriente Próximo.

Stalin estima en un primer tiempo, más o menos a partir de diciembre de 1947 y hasta septiembre /octubre del año siguiente, que un Estado judío virtualmente “socialista” y antes de nada antibritánico puesto en el Mediterráneo, puede ser útil a las finalidades de la revolución mundial en general y a la URSS en particular. Pero, en un lapso breve el Kremlin cambia de opinión. El cambio de la URSS en sus relaciones con el Estado judío se manifiesta en los últimos meses del 1948, cuando la primera embajadora de Israel, Golda Meir, visita Moscú. Las relaciones entre Moscú y Tel Aviv se deterioraron aún más en los años posteriores –hasta la ruptura definitiva en 1953 [11].

Para Stalin, entonces, el apuntalamiento de Estado judío en Palestina en perjuicio de los árabes demostraba ser lo que efectivamente es: una estrategia de "containment" y un aumento de la influencia estadounidense en el Mediterráneo y en Oriente Próximo.

También Estados Unidos considera a Palestina, por su posición geográfica, una importante base estratégica para controlar junto a Grecia y Turquía, adherente de la OTAN desde 1952, la parte oriental del Mediterráneo y Oriente Próximo . Por este motivo Washington estima a Israel el aliado más fiel de toda la región.

El apoyo incondicional estadounidense al Estado hebreo muestra evidentes finalidades de volver rehenes de un estado de tensión permanente a la comunidades árabes, pero principalmente a Egipto, Siria y Jordania. Una condición de tensión que será utilizada maquiavélicamente para la conquista de nuevos territorios del Estado de Israel en junio de 1967, luego de que las discusiones diplomáticas fracasaron.

A pesar de que Israel es un aliado de Washington desde 1950, a principios de la guerra de Corea, será con la crisis de Suez en 1956 y su participación en la guerra contra Nasser que el Estado israelí se consagra como "partner" insustituible de Estados unidos en Oriente Próximo. A partir de entonces las cuestiones geopolíticas palestinas tienen una dimensión siempre más relevante en el ámbito de la política exterior estadounidense y en as doctrinas geopolíticas que se determinan.

Los EEUU apoyan el proyecto expansionista y neocolonialista de Estado judío y consecuentemente la política de expulsión de los habitantes no judíos que las autoridades israelíes persiguen con constancia y determinación desde 1948.

Al finalizar los años ’50, “Israel es integrada en secreto a una alianza geopolítica pro estadounidense que comprende a Irán, Turquía y Etiopía” [12].

Una nítida manifestación del apoyo de EEUU a Tel Aviv tuvo lugar durante la Guerra de los seis días, cuando israelíes y árabes se enfrentaron militarmente.

La estrecha relación que ata a Washington y Tel Aviv se refuerza por todo el periodo de la Guerra Fría. En este arco de tiempo la resistencia de los palestinos, representados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) cruza fases alternas que no consiguen una solución definitiva. El así llamado “proceso de paz” patrocinado por Estados Unidos se convierte en una broma para los palestinos, cuyas condiciones empeoran cada vez más.

Palestina en el instante unipolar
Con la caída del muro de Berlín y el colapso soviético, Estados Unidos, ya única potencia a nivel planetario, imponen un nuevo orden global que prevé en primer lugar la organización del Cercano y Medio Oriente. Las etapas principales del nuevo orden son:
la Guerra de Golfo (1990- 1991)
la ocupación de Afganistán (2002)
y la agresión a Irak (2003).

Sucesivamente los estrategas neocon de Washington insertan al Oriente Próximo y Medio en el ámbito de un proyecto más ambicioso denominado Gran Medio Oriente. Este proyecto, que repropone algunas líneas estratégicas hechas públicas en 1975, en el ámbito de los acuerdos de Helsinki, prevé la “balcanización” de una vasta área desde Marruecos hasta las regiones euroasiáticas, es decir: su reorganización a lo largo de las fronteras étnico-confesionales.

Con este proyecto geopolítico, Washington pretende contener la nueva Rusia de Putin, apropiarse de las reservas energéticas en Asia central y mantener la región rehén de un estado de tensión permanente –en el cuadro de una doctrina de choque de civilizaciones–- a gran parte de los pueblos euro-asiáticos. Referidos a este cuadro, para Palestina está prevista la solución llamada de “dos Estados”, uno israelí, que ocuparía la casi totalidad del territorio palestino y uno –con soberanía limitada y sin recursos hídricos– atendido por la Autoridad Nacional Palestina.

Tal solución, de realizarse, haría formalmente oficial el proceso de “bantustanización” ya ejercido en el lejano 1948, con la consecuencia de agudizar mucho más las tensiones entre las poblaciones palestinas y el Estado colonial hebreo.

En términos reales el diseño estratégico de Tel Aviv parece más bien apuntar a la expulsión total de las poblaciones no judías residentes en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Los palestinos expulsados, según este proyecto, deberían formar parte de una Confederación jordano-palestina. [13]

La era multipolar: Palestina provincia de Eurasia
En el nuevo sistema multipolar, excluyendo la hipótesis de una acción militar llevada a cabo por Israel y Estados Unidos contra Irán, los proyectos de expulsión y ampliación de la franja de Gaza y Cisjordania para afirmar la soberanía de Tel Aviv serían de difícil implementación y no podrían realizarse sin tener en cuenta los actores principales de las áreas en cuestión como Turquía, Jordania, Siria, Egipto e Irán.

Tampoco se pueden ignorar países "globales", como Rusia y China. Moscú y Pekín tienen todo el interés en contener la expansión de Israel y su afirmación en Oriente Próximo. Un Israel militar y económicamente fuerte constituiría a medio plazo para las dos potencias euroasiáticas una real amenaza estratégica por la estrechez de las relaciones entre Tel Aviv y Washington y por la influencia del "lobby" israelí en la formación y conducción de la política exterior de Estados Unidos.

De hecho, Israel está completamente identificado en convalidar con firmeza el proyecto del “Nuevo Gran Oriente", que asegura el dominio de EEUU en toda el área con la ambición de transformarse en la única potencia regional.

Por esta razón, el Estado judío, pone obstáculos y perturba las relaciones que con mucha paciencia la Federación Rusa y la Republica China, tejen teniendo en cuenta los planes de una integración euroasiática con otros actores regionales, en particular con la Turquía de Erdogan, el Irán de Ahmadinejad y la Siria de Bashar al Asad. La consolidación y el ulterior desarrollo de tales relaciones señalarían puntos a favor de la seguridad y defensa regional, y encaminarían un real y promisorio inicio para las soluciones de las cuestiones surgidas por la creación del Estado judío, o sea: para el regreso de Palestina como provincia de Eurasia en un concepto geopolítico unitario.

Tiberio Graziani

Director de Eurasia –Rivista di studi geopolitici– y de la colección Quaderni di geopolitica (Edizioni all’insegna del Veltro), Parma, Italia. Cofundador del Istituto Enrico Mattei di Alti Studi per il Vicino e Medio Oriente, Ha dictado cursos y seminarios de geopolítica en universidades y centros de investigación y análisis. Docente del Istituto per il Commercio Estero (Ministerio de Asuntos Exteriores italiano), dictando cursos en distintos países, como Uzbekistán, Argentina, India, China, Libia.


Los artículos de esta autora o autor
Enviar un mensaje




Traducción para Surysur de Luigi Lovecchio, director de Los Buenos Vecinos.


--------------------------------------------------------------------------------


[1] Eli Barnavi, Storia d’Israele, Bompiani, Milano 2005, p. 138.

[2] Fréderic Encel, François Thual, Géopolitique d’Israël, Édition du Seuil, Paris, 2006, pp. 23-25.

[3] Diana Carminati, Alfredo Tradardi (a cura di), Boicottare Israele, Derive Approdi, Roma 2005.

[4] John J. Mearsheimer, Stephen M. Walt, La Israel Lobby e la politica estera americana, Mondadori, Milano 2007 (Hay versión española, El lobby israelí, Taurus, 2007).

[5] Según Bruno Guigue, la “resurrección del holocausto” que se manifestó en la segunda mitad de los años setenta del siglo pasado, constituyó un acontecimiento cultural de importancia fundamental para reforzar los ya estrechos vínculos entre Washington y Tel Aviv e influir ulteriormente en la opinión pública estadounidense a favor de Israel. Aux origines du conflit israélo-arabe. L’invisible remords de l’Occident, L’Harmattan, Paris 2008, p. 135-139. Para Norman Finkelstein, controvertido autor de L’ industria dell’Olocausto. Lo sfruttamento della sofferenza degli ebrei, Rizzoli, Milano 2004 (hay traducción española en Siglo XXI de España Editores: La Industria Del Holocausto. Reflexiones Sobre La Explotación Del Sufrimiento Judío), en cambio, el tema del holocausto se convirtió en un instrumento de presión y propaganda en apoyo de Israel inmediatamente después del conflicto árabe-israelí de 1967.

[6] Ilan Pappe, La pulizia etnica dei palestinesi, Fazi Editore, Roma 2008 (Hay traducción española: La limpieza étnica de Palestina, Crítica, 2008).

[7] Para el orientalista francés de origen hebreo, Maxime Rodinson (1915-2004), el asentamiento de la colonia judeo-sionista y la formación del estado de Israel de 1948 son el resultado ‘de un proceso que se inserta perfectamente en el gran movimiento de la expansión euro-americana de los siglos XIX y XX para poblar o dominar económica y políticamente a otros pueblos’, cita extraída de Serge Cordellier (editor), Le dictionnaire historique et géopolitique du 20e siécle, La Découverte, Paris 2007, p. 574. Para profundizar en el pensamiento de M. Rodinson respecto a la cuestión palestina, véase su Israele e il rifiuto arabo, Einaudi, Milano 1969.

[8] Robert Mantran, Storia dell’impero ottomano, Argo, Lecce 2000, p. 588.

[9] Datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, consultables en el sitio oficial de internet.

[10] Los EEUU reconocen a Israel de facto, a penas ‘diez minutos después de la proclamación del Estado, cuando en Washington había pasado la media noche ’, (cfr. Leonid Mlecin, Perché Stalin creò Israele, Sandro Teti editore, Roma 2008, p. 128), el reconocimiento de jure tendrá lugar en enero de 1949. Moscú reconoce al estado sionista el 18 de mayo, cuatro días después de la autoproclamación de la nueva entidad estatal.

[11] Sobre las complejas relaciones entre Stalin, el movimiento sionista e Israel remitimos a Leonid Mlecin, op.cit.

[12] Aymeric Chauprade, Chronique du choc des civilisations, Éditions Chronique-Dargaud s.a., Pèrigueux 2009, p. 143.

[13] Benny Morris, Due popoli, una terra, Rizzoli, Milano 2009, pp. 190-197.



Leer más...

jueves, 16 de julio de 2009

El triunfo de la Impunidad


Familia Couso Permuy
15 julio 2009)

Podríamos hacer un análisis jurídico del archivo que la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha perpetrado sobre el caso de José Couso, pero, a estas alturas, queda bastante claro que en este cierre judicial no hay nada jurídico y sí mucho de sumisión y crimen.

Vivimos en un mundo “Orweliano”, 1984 ya está aquí. La guerra es la paz. El crimen es la democracia. La justicia es la impunidad. No hay más que leer la gran prensa. Que en el transcurso de un año mueran doce millones de niños y niñas por desnutrición debe ser una anomalía de la naturaleza. Que más de un millón y medio de personas fallezcan en Iraq en el espacio de seis años debe ser un viento de democracia. Que más de 300 periodistas hayan sido asesinados, también en Iraq, quizás sea producto de una epidemia que afecta a los reporteros en la cuna de la civilización.

Todo es normal, no pasa nada.

“Los Estados Unidos de América son una Democracia, incluso con más tradición y arraigo que la nuestra...” dicen en la sentencia los magistrados de la Sala de lo Penal. Sí, quizás ese sea nuestro problema, que no hemos aprendido las lecciones de la democracia estadounidense. No hemos comprendido Guantánamo, la detención indefinida, la ausencia de la presunción de inocencia. No nos quedan todavía claro las mentiras de las armas de destrucción masiva, el uso del uranio falsamente empobrecido, la partición confesional de Iraq. No hemos arraigado el apoyo a golpes de estado, la desestabilización de países díscolos, la creación de escuadrones de la muerte.

Nos consta que el concepto de “democracia” de MUCHOS magistrados a lo largo de la historia les ha llevado a vestir las togas de los tribunales nazis, firmar las sentencias de muerte del franquismo, bendecir y ocultar los planes de las desapariciones del “Plan Cóndor”, permitir las cárceles secretas o el GULAG de Guantánamo.

Su concepto de Justicia se basa en el arte de la genuflexión a los poderosos. Son las togas negras de la Impunidad. Los garantes de la protección de los criminales de guerra mientras vistan uniformes estadounidenses o israelíes.

Cuando observábamos vuestra indolencia en la vista del pasado siete de julio y os veíamos bostezar y dormitar ante los alegatos de nuestras acusaciones, podíamos percibir con claridad la sombra de muerte que proyectaba vuestra permisividad con los asesinos. Son los amigos de la impunidad, quienes desde los tribunales pervierten el concepto de Justicia transmutándola en amparo de la injusticia.

Mañana quizás estaréis de vacaciones. Nosotros, un día más, como hacen las gentes de Iraq, de Palestina o las familias de los desaparecidos y asesinados, os dedicaremos nuestro más sincero desprecio para encarar un nuevo día de lucha contra la impunidad. Una nueva jornada para combatir vuestro concepto de democracia bastarda que protege a los criminales y castiga a los asesinados.

Familia Couso Permuy: María Isabel Permuy López, Sabela Couso, Javier Couso, David Couso y Bárbara Couso

Leer más...

martes, 14 de julio de 2009

La demanda territorial del pueblo Mapuche


Por JUAN CATRILLANCA ANTIL
GIZOL LOGKO

Como Pueblo Mapuche, representamos en este documento el pensamiento y la demanda de distintos territorios y comunidades de nuestro Meli Wixan Mapu (Territorio Mapuche)

También nos interesa que en el mundo se sepa que entre los Estados de Chile y Argentina existe un Pueblo Nación llamado Mapuche, un Pueblo Ancestral que surgió hace millones de años y que tiene una matriz cultural propia a diferencia de casi la totalidad de los Estados Nacionales que constituyen un modelo distinto y ajeno para nosotros.

Desde nuestra Cosmovisión, los antepasados construyeron un modo armónico de convivencia y de relación con todos los elementos de la naturaleza, somos directos herederos de una cultura que supo vivir como una gran familia, que esta compuesta por el universo en su totalidad, por el Puel. Lafken. Willi y Piku Mapu, ademas de las dimensiones Nag Mapu, Minche Mapu y Wenu Mapu (es decir, junto con todo el Territorio Mapuche unido al Cosmos y nuestro sistema de creencias) y nosotros como CHE en y desde la tierra solo somos un integrante más de ese conjunto.Así hemos sabido constituirnos como Pueblo Nación, con una Historia, una Cultura, una Lengua, un Territorio, un Sistema Social, un Sistema Religioso y una Conciencia de Identidad Colectiva.

Somos diferentes, ocupamos este territorio desde mucho antes de la llegada de los españoles, y por ende de la reciente formación del Estado Chileno (200 años atrás); nos hemos desarrollado, complementándonos y siguiendo un ritmo de vida establecido por el cosmos y que nos ha permitido mantener un equilibrio con la naturaleza. Pero desde hace ya más de 500 años, hemos debido luchar permanentemente para poder existir. Parece increíble que exista una sociedad que se autodenomine “desarrollada” y “moderna” que pretenda exterminar todas aquellas formas de vida que represente un respeto a la naturaleza, lo que ha hecho que nuestra historia esté regada por la sangre de nuestros antepasados, quienes lucharon y entregaron sus vidas para defender nuestra gente y nuestra Tierra.

Hoy junto con seguir luchando, vemos cómo el Estado Chileno impone a nuestro Pueblo y a su propia sociedad, un sistema de vida que desde su formación solo ha provocado, miseria, dolor destrucción. Un sistema en donde todos los valores de solidaridad, respeto y armonía son aniquilados, sembrando el odio y la destrucción; y han acabado con miles de especies animales y vegetales, incluso han cabado con Pueblos y Culturas completas; han contaminado nuestra tierra, el agua, el aire, el suelo hasta asfixiarla. Todo lo cual, se vuelve más siniestro cuando observamos que solo lo hacen para obtener papeles (a los que llaman dinero) a los cuales han entregado más valor que a sus propias vidas, solo buscan obtener grandes riquezas materiales mediante la destrucción y contaminación del medio ambiente en nuestra tierra.

Por todo lo anterior, defenderemos como sea posible nuestra cultura y los derechos que nos asisten, a traves del ejercicio de la autonomía y autodeterminación como Pueblo, como derechos hoy consagrados en la legislación internacional. Por lo que exigimos a las máximas autoridades actuales del Estado Chileno que se respete este derecho fundamental, el que nuestro Pueblo ejerció en el pasado, primero con la corona española luego con el propio Estado Chileno, a modo de ejemplo. Recordaremos que en el Parlamento General de Tapihue celebrado el 7 de enero de 1825 entre el Estado Chileno y el Pueblo Mapuche, se estableció en su artículo Nº19 lo siguiente:

“ Haciendo memoria de los robos escandalosos que antiguamente se hacían de una y otra parte, queda desde luego establecido, que el chileno que pase a robar a la Tierra, y sea aprehendido, será castigado por el cacique bajo cuyo poder cayere; así como lo será con arreglo a las leyes del país el natural que se pillase en robos de este lado del Bío Bío, que es la línea divisoria de estos nuevos aliados hermanos.”

En virtud de esto y mucho más, es que como Pueblo Mapuche no buscamos conversar con ninguna figura artificial del Estado como la de un “Comisionado de Asuntos Indígenas” que en nada a aportado a dialogo verdadero en el último tiempo, más bien, reiteramos nuestras demandas (tantas veces no escuchadas) directamente a la Jefa del Estado, la actual presidenta de Chile. Lo cual debe suponer el retiro inmediato de la propuesta de Reconocimiento Constitucional hacia los pueblos indígenas del Parlamento Chileno que cercena y no reconoce nuestros derechos.

En ese contexto, nuestras demandas puntuales para establecer dialogo real y soluciones concretas son las siguientes


1.- Derechos Territoriales.

a) Devolución del Territorio Mapuche desde el río Bíobío al Sur, a partir del reconocimiento explicito que el Estado hace sobre su existencia en el Tratado de Tapihue de (1825) Art. 19

b) Fin a los Mega- Proyectos dentro del Territorio Mapuche ( represas, hidroeléctricas, carreteras, aeropuertos, mineras, forestales, pesqueras, vertederos, etc.) y todas aquellas instalaciones empresariales instaladas en Territorio Mapuche que contaminan nuestro medio ambiente.

2.- Derechos Político / Jurídico.

a) Derogación de la racista ley Nº 18.314 (antiterrorista) y todas aquellas leyes que afectan nuestra existencia como Pueblo, especialmente del ámbito de los recursos naturales (agua, aire,. ecosistemas,wigkul. etc.)


b) Libertad inmediata a todos los presos políticos Mapuche, encarcelados por recuperar nuestro territorio.

c) Indemnización a todos los presos políticos Mapuche y familiares de nuestros hermanos(a) asesinado y desaparecidos (clandestinos) en la lucha por la recuperación de nuestro territorio Mapuche desde 1990.

d) Desmilitarización del Territorio Mapuche en su totalidad. Es decir, retiro inmediato de la policía militar chilena del entorno de nuestras comunidades que cuidan los intereses de latifundistas y forestales.

e) Reconocimiento al derecho a la autonomía y la autodeterminación para la búsqueda de mecanismos de representación propia e interlocución con el Estado.


Finalmente, planteamos que para la materialización de estas demandas, nuestro planteamiento busca interlocución directa y urgente con la Jefe del Estado de Chile sin intermediario alguno que dificulte la adecuada búsqueda de mecanismos de solución a un conflicto que los Mapuche no iniciamos y del cual hoy somos victimas



JULIO/2009

Leer más...

domingo, 21 de junio de 2009

Saqueo sofisticado de África


21-06-2009
Una excusa para el expolio y el sometimiento tecnológico grotesca e insultante
Saqueo sofisticado
Alexis Figueredo
Rebelión
... Siempre había habido un aspirante a hacedor de lluvia en el poblado.
Hermann Hesse

El diario digital nos informa que "África ofrecerá previsión meteorológica a través del móvil".

Nos explica la nota que "La Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció una asociación entre el sector público y el privado que mejorará el monitoreo del estado del tiempo en África, en momentos en que aumentan los impactos del cambio climático. En la iniciativa participan el Foro Humanitario Mundial, el fabricante de equipos Ericsson, el proveedor de telefonía móvil Zain e instituciones académicas." Al leer la noticia, me llamó la atención el hecho de que la compañía Ericcson, esté involucrada en este "humanitario" proyecto que pretende "fomentar la divulgación de la información del estado del tiempo vía telefonía móvil a usuarios y comunidades, incluidos los granjeros y pescadores de zonas remotas." Esta misma Ericcson, junto a otras multinacionales como Nokia, Siemens, Sony, Bayer, Intel, Hitachi, IBM y muchas otras, han estado involucradas directamente y por muchos años, en el saqueo de minerales como el Coltán en las Provincias del este de Congo Kinshasa, donde se encuentra el 80% de las reservas mundiales de este -muy añorado- mineral que, entre otras cosas, sirve de materia prima para nuevas tecnologías fundamentalmente de aparatos electrónicos, centrales atómicas y espaciales, misiles balísticos, videos juegos, fibra óptica y, lo más importante y relacionado con este asunto: las baterias de los minicelulares de bolsillos. [1]Lo que menos necesitan los granjeros y pescadores en Africa, es un teléfono móvil. Esta excusa para el expolio y el sometimiento tecnológico resulta grotesca e insultante. Y lo más indignante es que, en tan desfachatado proyecto, se encuentre el Foro Humanitario Mundial y se use, además, el caritativo pretexto de "los impactos del cambio climático". Esta es otra prueba fehaciente de la capacidad del poderoso lobby corporativo que extiende sus tentáculos hasta los rincones más vírgenes del mundo.Realmente me indigna la explotación y el latrocinio del continente africano, pero más aún, me duele la domesticación -tecnología mediante- de millones de seres humanos que hoy en día -precisamente por estar alejado de tanta mierda animada-, logran mantener sus almas vírgenes. La gran mayoría de los africanos no desea la servidumbre del éxito; ya es suficiente con la subyugación histórica que han padecido por siglos, y el alto costo que han tenido que pagar por su nobleza y por haber nacido en un rico y extenso Continente. Africa necesita y desea mantener intacto su noble primitivismo; los tiempos donde el parte meteorológico era patrimonio de la sabiduría y la espiritualidad. "Sobre la tumba de los 2000 niños y campesinos africanos que mueren por día en el Congo, podemos, distraídos, seguir usando nuestros celulares". [1]: Ramiro de Altube, La fiebre del coltán: El imperialismo continúa.

Leer más...

jueves, 21 de mayo de 2009

36 años del inicio de la lucha armada del Frente Polisario


Andoni BERRIOTXOA
La «paz», tierra minada para el pueblo saharaui
Llevan esperando 36 años, 18 de ellos marcados por movimientos diplomáticos que siguen sin dar su fruto, la independencia. El Frente Polisario realizó el 20 de mayo de 1973 su primera acción armada para reclamar justicia y un país que es suyo. De los saharauis.

Tal día como hoy, allá por 1973, un grupo armado revolucionario, al mando de Brahim Gali -ex delegado del Polisario en el Estado español, actualmente delegado en Argelia- y El Uali -primer presidente de la RASD hasta su muerte en 1976 en acto de guerra- atacó el fuerte Janquet Quesat en el entonces Sahara español, dando así comienzo a uno de los conflictos armados más largos de la reciente historia africana. Aquel grupo de 17 hombres, armados con fusiles de principios de siglo, hizo tambalear las políticas colonizadoras del gobierno del entonces presidente franquista Arias Navarro.

El pueblo saharaui sufría desde hacía décadas las políticas represivas dictadas desde Madrid. Al mando del general Pérez de Lema, gobernador de El Aaiún, eran frecuentes los interrogatorios y torturas a todo aquel que apoyara o simpatizara con las tesis de Basiri, padre del nacionalismo saharaui, «desaparecido» cuando estaba detenido. Un país rico en recursos naturales como es Sahara Occidental, gracias principalmente a las minas de fosfato de Boukra (la mina más grande a cielo abierto del mundo) siempre tuvo pretendientes colonizadores entre sus vecinos, como Mauritania y Marruecos, que reclamaban las tierras del Sahara bajo pretextos históricos.

Tras la muerte de Franco, y la negativa a conceder autonomía o independencia alguna al pueblo saharaui por parte española, Marruecos mandó a más de 350.000 civiles y más de 27.000 militares a ocupar parte del territorio de Sahara Occidental, que bajo las leyes de la ONU y varios informes del tribunal de La Haya correspondía a los saharauis. Está invasión, conocida como la Marcha Verde, hizo que los saharauis tuvieran que huir desierto adentro escapándose del fosforo blanco y el napalm que lanzaban los aviones marroquíes, y poner rumbo hacia la ciudad de Tinduf (Argelia) donde hoy día viven alrededor de 250.000 personas en campamentos de refugiados. Por su parte Mauritania invadió el tercio sur del territorio, hasta que el Frente Polisario lo venciera en 1979, pero quedando estas últimas tierras bajo poder marroquí. Se consumó así una (otra) traición del Estado español a los saharauis, dando lugar a más de 36 años de conflicto armado.

El muro de la vergüenza

Hasta el alto el fuego firmado en 1991, Marruecos fue construyendo un muro que atraviesa enteramente de norte a sur el Sahara Occidental, en total más de 1.800 kilómetros. Aún a día de hoy sigue reforzándolo y ampliándolo, violando partes del tratado de paz. Al este quedan los territorios liberados por el ejército del Polisario, al oeste los territorios ocupados por el reino alauita. Este muro, que fue construido con ayuda de EEUU, Estado francés y Arabia Saudí, tiene como fin, proteger sus intereses económicos en el Magreb, como las minas de fosfato de Boukra, pero divide a la población saharaui en dos, vulnerando así sus derechos humanos y convirtiendo la parte ocupada en la cárcel al aire libre más grande del mundo.

Dentro del muro, atrincherados, están los soldados del ejército marroquí, vigilando constantemente lo que acontece al otro lado del muro, en tierra controlada por el Polisario. Toda una red de alambradas de espino impide el paso a menos de 50 metros. En el espacio entre el muro y la alambrada hay enterradas entre tres y diez millones de minas según los últimos cálculos de la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental). Con esa cantidad de minas, Sahara Occidental se convierte en uno de los países más minados del mundo. Estas minas, fabricadas en EEUU, Rusia, Estado francés y español, pueden permanecer activadas hasta 30 años y, exceptuando las minas anticarro, están diseñadas para mutilar. A día de hoy aún explosionan minas enterradas en los primeros años de la contienda, convirtiendo a los pastores nómadas que habitan los territorios liberados en una de las sociedades más mutiladas del mundo.

Desde hace dos años se suceden manifestaciones pacificas al denominado Muro de la Vergüenza. Este año 2009 organizado por la Asociación de Mujeres Saharauis se realizó una marcha-protesta a la parte norte del muro. Según el cómputo del Polisario, un millar de personas hicieron una cadena humana frente a dicho muro. Solidarios españoles, italianos, vascos y algún que otro francés bajo consignas como «¡Mohammed VI culpable, España responsable!» avanzaron por el inhóspito desierto hasta que miembros de la seguridad saharaui detuvieron la marcha a una distancia prudente del muro, pero siempre bajo la amenazante vigilancia militar marroquí. Fue entonces cuando grupos exaltados de jóvenes saltaron la barrera de seguridad y se dirigieron corriendo hacia el muro lanzando piedras y utilizando como hondas los turbantes que vestían. Gritando «¡Sahara para los saharauis!», derribaron los postes que sustentaban el alambre de espino que separa la tierra plagada de minas. Los miembros de seguridad, poniendo en riesgo sus vidas, perseguían a las personas que se internaban en terreno minado.

Más de uno estuvo a menos de cinco metros de las posiciones marroquíes. La situación se descontroló aún más cuando, atrincherado en sus posiciones, el Ejército alauita comenzó a disparar al aire con ánimo de disolver la manifestación, momento que provocó escenas de pánico. Algunos jóvenes seguían lanzando piedras y los miembros de seguridad, impotentes ante aquella avalancha y apoyados por varios coches que con altavoces pedían calma, y la inmediata retirada del terreno, tuvieron que llamar a los desactivadores de minas de la ONU, previendo lo que podía ocurrir.

No tardó mucho en consumarse la tragedia. El joven saharaui Brahim Hosein Labeid, de 16 años, activó una mina al pisarla, cuando se disponía a lanzar una piedra al muro. Perdió la pierna derecha. Rápidamente, los médicos de la ONU que se encontraban en las inmediaciones lo atendieron aplicándole un torniquete para parar la hemorragia, librándole así una muerte segura por desangramiento. Otros tres jóvenes que se encontraban junto a él fueron heridos, quedando uno de ellos ciego.

Situación actual

Tras 18 años de alto el fuego esperando a un referéndum que otorgaría la independencia al Sahara, las cosas no han cambiado mucho. Marruecos sigue enviando sistemáticamente a civiles (colonos) bajo promesas de trabajo seguro, dificultando aún más la labor de la Minurso, para realizar un censo electoral para el referéndum. La población saharaui en los territorios ocupados ve mermados sus derechos día a día, obligando a muchos de ellos a ingresar en el Ejército de las fuerzas ocupantes ante la imposibilidad de encontrar otro trabajo.

El otro camino que les queda es el de la inmigración sin papeles hacia las islas Canarias en patera. La población de refugiados de los campamentos de Tinduf sigue aumentando (ya van por la cuarta generación) esperando a un referéndum que día a día se ve más lejos. El Estado francés apoya a Marruecos y desoye los tratados internacionales (entre ellos el de no proliferación de minas). Las multinacionales sacan enormes beneficios de la situación actual, tanto que hay empresas de EEUU extrayendo petróleo en pozos recientemente descubiertos, bajo licencias de investigación expedidas por Mohammed VI. La industria armamentística mundial (incluyendo la española) hace su agosto manteniendo al Ejército armado, dentro de un muro que, según estimaciones recientes del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), cuesta tres millones de dólares al día a las arcas del estado de las fuerzas ocupantes.

Mientras, desoyendo cualquier tratado para una correcta descolonización de los territorios, una de las grandes partes en este tinglado que forma el problema saharaui, el Estado español, con Zapatero y Moratinos al frente, sigue vendiendo armas a Marruecos, emulando a Pilatos mira a otra parte, no haciendo más que agravar una situación ya de por sí insostenible.

Leer más...