lunes, 21 de diciembre de 2009

De lo que no se informa en España sobre EEUU


22-12-2009
Vicenç Navarro
Sistema Digital

El sesgo conservador de los mayores medios de información y persuasión del país se muestra en la cobertura sesgada e insuficiente (cuando no meramente incompetente) de la realidad estadounidense. Tales medios dan una visión idealizada de aquel país, sin percatarse de los enormes cambios que están ocurriendo en él, en respuesta al gran deterioro de la calidad de las instituciones políticas representativas, consecuencia de la enorme influencia política que el poder económico y financiero están teniendo.

El maridaje de la clase empresarial con la clase política (que a nivel popular se define como “Washington”) explica la enorme hostilidad de las clases populares hacia Washington, como muestra de que todos los candidatos en las últimas elecciones a la presidencia de EEUU tuvieron que presentarse como “anti-Washington”.

Esta enorme influencia se realiza a costa de la capacidad de decisión de la población sobre sus instituciones representativas.
Una imagen errónea y extendida en los medios de mayor difusión en España es que el escaso desarrollo del estado del bienestar en EEUU –donde no existe un sistema nacional de salud que garantice el derecho de acceso a los servicios sanitarios- se debe a la actitud del americano medio en contra de la intervención del Estado en su vida cotidiana.

Un ejemplo de ello son los artículos de Antonio Caño, corresponsal de EL PAÍS, que explica las enormes dificultades que atraviesa la reforma sanitaria en el Congreso de EEUU por “la voluntad de la media de los ciudadanos de EEUU” (16.12.09), a los que definió en otro artículo como “congénitamente adversos al Estado” (01.11.09). Estas afirmaciones, muy representativas de la cobertura mediática que se hace de EEUU, por parte de los mayores medios de información de España, idealizan el escasamente democrático sistema político de aquel país, representando al Congreso de EEUU como la voz del ciudadano medio (ver mi artículo “La reforma sanitaria de Obama”. PÚBLICO 17.12.09).

No sé si es incompetencia o manipulación. Pero los datos muestran claramente lo errónea que es tal afirmación. En realidad, la mayoría de la población estadounidense apoya la existencia de tal sistema sanitario público, que cubra atención sanitaria de toda la población. Y la mayoría es consciente de que si no existe la universalización de tales derechos se debe al excesivo poder de la “Corporate Class”, la expresión popular utilizada para definir la clase empresarial del mundo de las grandes Corporaciones.

Veámos los datos (todos ellos ignorados o desconocidos por parte de los mayores medios de difusión de nuestro país):

• Existen más estadounidenses a favor de la expansión de los servicios públicos que de su reducción. Los primeros son el doble que los segundos (National Elections Survey 2004).
• El 71% de la población piensa que los impuestos de sociedades (Corporate Taxes) son demasiado bajos (Gallup Poll, abril 2007)
• El 77% cree que existe excesiva concentración de poder en muy poca compañías (Pew Survey 2004)
• El 84% cree que las grandes empresas tienen excesiva influencia en Washington (Harris Poll 2007).
• El 62% se queja de que los beneficios de las grandes empresas son excesivos (Pew Survey 2004).
• Sólo un 38% cree que las grandes empresas sirven a los intereses generales de la población (Harris Poll 2007).
• Y según el Rasmussen Report de este año 2009, nada menos que dos terceras partes de la población creen que las grandes empresas y el Gobierno federal trabajan juntos en contra de los intereses de la población (People’s Interest 2009).

Lo que también es interesante es ver cuáles son las grandes empresas que se llevan la Palma de Oro en este elevado nivel de impopularidad.

El porcentaje de la población que cree que las empresas son “honestas”, “trustworthy” (que se puede confiar en ellas) es sólo un 3% en el caso de las industrias del tabaco, un 3% en el caso de las industrias del petróleo, un 5% en el caso de las compañías de seguro sanitario privado, un 10% en el caso de las compañías de seguro de vida, un 11% en el caso de la industria farmacéutica, un 11% en el caso de las compañías aéreas y un 12% en el caso de las compañías alimentarias (Harris Poll, Nov. 2007).
La gran mayoría de la población no les tiene confianza.

Los siguientes datos también confirman que las enormes desigualdades sociales existentes en EEUU no se basan en un deseo popular. Veámos:

• El 66% de estadounidenses piensa que los impuestos de las rentas superiores son demasiado bajas (Gallup Poll, Abril 2007).
• El 59% tiene una visión favorable y positiva hacia los sindicatos; solo un 29% lo tiene negativo (Gallup Poll. 2006).
• El 64% (lo cual quiere decir dos terceras partes de la población) considera que “las injusticias sociales y las desigualdades que sufren son el mayor problema moral del país”. Sólo un 16% cree que el aborto, y un 12% cree que el matrimonio homosexual son problemas morales. Estos datos muestran lo erróneo de creerse que estos últimos valores conservadores (que constantemente se muestran como centrales en la cultura política de EEUU) tienen gran importancia para la población.
• Sólo un 29% favorece la expansión del gasto público en Defensa. En contraste, el 79% favorece la expansión del gasto público sanitario, el 69% en gasto público educativo y el 69% en pensiones públicas (Chicago Council of Foreign Relations. Global Views in America. 2004).
• Un 64% estaría dispuesto a pagar más impuestos para garantizar que toda persona que necesita servicios sanitarios pueda obtenerlos (CNN. Opinion Research Poll, Mayo 2007).
• Un 69% considera que es responsabilidad del gobierno federal garantizar la universalización del derecho de acceso a los servicios sanitarios (Gallup Poll, 2006.)
• Según el CBS/New York Times Poll de Enero de 2009, un 59% apoya un aseguramiento público sanitario donde el gobierno financie y gestione el aseguramiento (lo que en EEUU se llama “Single Payer”).
• Un 65% apoya la inclusión en la reforma sanitaria que se está debatiendo en el Congreso, de una opción pública semejante al Medical Care –el programa que cubre la mayoría de los gastos sanitarios para los ancianos- que compita con las compañías de seguro privadas en el aseguramiento de la población (CBS/NEW YORK TIMES, septiembre, 2009).
• Un 71% cree que el sistema sanitario en EEUU debiera reconstruirse de nuevo, mientras que solo un 24% cree que lo que hace falta son reformas menores (Pew Research Center 2009).

Hasta aquí la opinión popular, brevemente resumida en el excelente artículo de Paul Street “To save the capitalist system” publicado en la REVISTA Z (diciembre 2009).
Pues bien, cuando usted analiza las políticas públicas desarrolladas estos últimos años vemos que (incluso durante la Administración Obama) no responden a esta opinión popular.

Todo lo contrario, muchas de ellas son opuestas a las deseadas. Y en otras, como la incorporación de la opción pública en la reforma sanitaria, se ha tergiversado este deseo de manera tal que la opción pública no entrará en pleno derecho, compitiendo con las compañías privadas para poder proveer el aseguramiento, tal como la población desea, sino que, en el caso improbable de aceptarse por el Congreso, se permitirá que cubra sólo a las personas pobres y enfermos crónicos que los aseguradores privados no quieren.

Esta es la realidad de EEUU, uno de los países con una democracia más limitada, consecuencia del enorme poder que Corporate America tiene en la vida política en el país.

La americanización de la vida política de Europa y España llevará a resultados semejantes en este lado del Atlántico. A la luz de estos y muchos otros datos, presentar la democracia estadounidense como responsable y sensible a la voz popular es, como dije al principio, mera incompetencia o manipulación.
La voz popular influencia pero no determina el quehacer público de EEUU.
Es el gran mundo empresarial el que tiene mayor peso en las decisiones últimas, tal como ha demostrado claramente la reforma sanitaria. De ahí que lo que el Congreso de EEUU apruebe será muy diferente de lo que la mayoría de la población desea.

Vicenç Navarro es catedrático de ciencia política en la UPF de Barcelona.Fuente: http://www.fundacionsistema.com/News/ItemDetail.aspx?id=2042

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El shock climático


21-12-2009
Samuel
Quilombo

El eslogan "salvar la Tierra" nunca me ha parecido el más apropiado a la hora de abordar la crisis medioambiental y, en particular, el cambio climático. La Naturaleza no es una entelequia estática, un objeto separado de nosotros que podemos destruir pero también preservar en un estado ideal de armonía y equilibrio. El animal humano se desenvuelve socialmente en un sistema dinámico, impredecible, no lineal, en continua transformación: la biosfera, la esfera de la vida en la Tierra, que a su vez mantiene relaciones muy complejas con otros sistemas igualmente dinámicos y no lineales como la atmósfera o -grandes olvidados- los océanos.

El incremento de la temperatura global a la que ha contribuido la actividad industrial de los últimos siglos podría no acabar, pese a todo, con la vida sobre la Tierra, pero sí transformarla de manera importante en un corto espacio de tiempo -en términos geológicos- y provocar una pérdida irreversible de biodiversidad, representando el cambio más radical desde el final de la era glacial (que posibilitó el nacimiento de la agricultura). Existe una narración apocalíptica, al estilo de '2012', que sólo ayuda a alimentar el cinismo de quienes están satisfechos con la manera en que evoluciona nuestro entorno. Pero no hace falta caer en semejantes simplificaciones para reconocer la encrucijada en la que nos encontramos.

Un problema político

El calentamiento global tiene una incidencia directa en la manera en la que cohabitamos este mundo y en el modo en el que interactuamos con otros sistemas y ecosistemas, en el modo en que participamos en el común y en la manera en que lo producimos. Su importancia sólo se entiende desde la (bio)política. Unos países y grupos sociales tienen más responsabilidad que otros en el cambio climático, y son también determinadas áreas geográficas y determinadas comunidades las que se verán más perjudicadas que otras por los efectos negativos del incremento global de las temperaturas. Y los factores antropogenéticos que influyen en el clima, especialmente la contaminación de la atmósfera con gases de efecto invernadero, se corresponden en lo fundamental con un modo de producción, fuerte consumidor de combustibles fósiles, que no es otro que el del capitalismo industrial (y, no lo olvidemos, el de su primo hermano el socialismo soviético).

Cambio climático y crisis económica no son, pues, dos temas diferentes de la agenda política mundial, sino dos aspectos del mismo problema. Lo que invita a la confusión es que ambas crisis corresponden a tiempos y escalas diversas, y son abordados desde culturas académicas que la Modernidad ha diferenciado entre ciencias y humanidades: una visión biológica y geológica domina en el primer caso, mientras que la perspectiva social se impone en el segundo. El clima y su relación con la biosfera obliga a borrar la frontera entre ambas culturas.

Así pues, si la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, cuya decimoquinta edición se celebra estos días en Copenhague (Dinamarca), es tan relevante -más allá de los resultados concretos a los que se lleguen en la última reunión- es porque tiene implicaciones políticas, ideológicas, ecológicas y económicas de primer orden, como finalmente han terminado por reconocer las elites transnacionales de Davos, tras décadas de luchas por parte de los movimientos ecologistas. Lo que está en discusión es, a corto plazo, la evolución del capitalismo postindustrial; a medio plazo, el planteamiento de un escenario postcapitalista; y a largo plazo, el futuro mismo de la especie humana.

En esta situación, podemos distinguir, simplificando, tres argumentaciones, una vez descartadas las negacionistas: por un lado están quienes, aceptando la necesidad de actuar políticamente, pretenden modificar lo menos posible el modelo neoliberal; por otro lado hay quienes promueven un "new deal" que incluya reformas económicas supuestamente "verdes" pero que tendrían en realidad efectos medioambientales y redistributivos perversos y podrían acelerar las políticas de acumulación por desposesión (adquisición de tierras para agrocarburantes, por ejemplo); y, finalmente, encontramos a los que sostienen que sólo una modificación profunda y progresiva de nuestra manera de vivir, tanto en lo que se refiere a la democracia como al modo de producción y consumo, puede afrontar la cuestión del cambio climático de manera justa (muchos emplean la expresión "green new deal" en este sentido). Cada uno de estos grupos es bastante heterogéneo.

Cuánto cuesta contaminar

Una herencia del primer planteamiento es el mercado de derechos de emisiones de CO2 que creó el Protocolo de Kioto a instancias de los Estados Unidos de Bill Clinton, Al Gore y Lawrence Summers, y que se considera la principal herramienta en la "lucha contra el cambio climático". El comercio (trade) de derechos de emisión es un sistema por el cual los gobiernos o entidades supranacionales asignan a las empresas cuotas para sus emisiones de gases de efecto invernadero en función de los límites (cap) máximos de contaminación fijados para un determinado período (de ahí que se conozca al sistema como cap and trade). Cada "derecho" autoriza al titular a emitir una tonelada de CO2.

Para entender mejor su funcionamiento, veamos qué sucede en la Unión Europea. En virtud de Kioto, a la UE se le ha asignado una cantidad autorizada de emisión de CO2 y de otros gases de efecto invernadero (equivalentes en dióxido de carbono). Esos derechos de emisión para el período 2008-2012 se establecieron en 1997 en relación con los niveles de 1990, afectados de un porcentaje de reducción del 8 % con respecto a ese año. Esa es la cantidad que Europa puede contaminar. Si, por las razones que sea, las empresas de la UE no pueden llegar a cumplir con sus compromisos de reducción, entonces tienen la posibilidad de comprar a otro país, como Rusia, permisos de emisión que dicho país no ha necesitado usar (gracias, dicho sea de paso, al colapso de la economía soviética, el mayor recorte de emisiones que se ha dado en la era industrial). Para poner en funcionamiento este sistema, la UE creó, además, un régimen comunitario de comercio de emisiones propio (ETS por su siglas en inglés) que se articula en torno a planes nacionales de asignación (que en el futuro será reemplazado por una asignación única comunitaria). Otros países desarrollados han instaurado sistemas cap and trade similares.

Este mercado refleja un notable esfuerzo por "endogeneizar" o internalizar las externalidades negativas de la actividad económica, en este caso mediante la atribución de un precio no a la propiedad de una mercancía, sino al derecho de uso de un bien común como es la atmósfera. Hay otras maneras de hacerlo, vía impuestos por ejemplo, opción que los Estados descartaron en una época en la que el neoliberalismo se presentaba como la única alternativa posible. Hasta entonces lo que se había hecho era o bien "exogeneizar" estas externalidades -deslocalizando industrias contaminantes- o mantener la posibilidad de extraer constantemente externalidades positivas sin tener en cuenta el coste de las negativas. Por esta razón, los partidarios del comercio de derechos ven en el desarrollo de este mercado un avance. En realidad, más que un mercado "libre" se trata de un mercado fuertemente administrado por los Estados e instancias supranacionales, pues las asignaciones de derechos que hacen los gobiernos sobredeterminan el juego de la oferta y la demanda y por tanto los precios. Los socialdemócratas sostienen que ahora hay reglas donde antes no las había, y es cierto. Lo que es discutible son las consecuencias que imponen dichas reglas.

En la práctica este esquema no ha servido por el momento para incentivar las reducciones de emisiones y contribuir a mitigar el calentamiento global. Ante la presión de las empresas industriales y debido a las dificultades para calcular estas externalidades, se otorgaron de forma gratuita más derechos de lo que necesitaban las empresas que contaminan. En la UE esto generó, sobre todo en la primera fase de la implantación del ETS, un excedente de permisos que se han vendido a otras empresas contaminantes y que así evitan tener que reducir sus emisiones de gases. Como el número de permisos se calcula de acuerdo con los niveles existentes de contaminación, resulta que quienes han contaminado más en el pasado son los que reciben las mayores ayudas. Este factor, junto con la crisis económica actual, ha contribuido al desplome de los precios de los derechos de emisiones (carbon crunch), lo que a su vez desincentiva las reducciones previstas al disponer las empresas de excedentes de derechos que pueden "titulizar" y vender en los mercados secundarios.

Otro mecanismo flexible es el mecanismo de compensación de carbono del Mecanismo de Desarrollo Limpio, que gestiona Naciones Unidas, por el cual los países más industrializados pueden invertir en proyectos de reducción de emisiones en los países menos desarrollados y de esta manera superar los límites de contaminación (al obtener una especie de crédito). La supuesta reducción en la emisión se calcula sobre la hipótesis de cuántos gases de efecto invernadero hubieran entrado en la atmósfera en ausencia del proyecto (1). Un cálculo, como mínimo, aventurado, que queda en manos de empresas consultoras, y que según la red Carbon Watch incrementa -en lugar de reducir- las emisiones globales debido a las numerosas lagunas que existen en su regulación. De nuevo, se trata de asignar un precio mediante la creación de un mercado y de concebir las finanzas como una forma de gobernanza de la vida y de atrapar el futuro en el presente.

Cuestión de tiempos

Antes he sugerido la idea de diferentes temporalidades y escalas que se entrecruzan a la hora de abordar el cambio climático. La referencia a la especie humana nos sitúa en un tiempo muy largo, geológico. El marco temporal de la política era hasta hace poco mucho más estrecho, y si bien en ocasiones podemos retrotraernos en la discusión a los albores de la contemporaneidad, con el surgimiento del capitalismo, difícilmente escapamos al corto plazo de la longevidad humana. En este marco la especie humana se encuentra polarizada en divisiones sociales múltiples que dan lugar a interacciones y conflictos.

La perspectiva ecologista obliga por tanto a superponer todas estas temporalidades, lo que no resulta nada fácil. Esto se puede comprobar en el agrio debate que se está dando en el citado tercer grupo, el de los que privilegian una transformación hacia una sociedad más justa y sostenible, y que corre el riesgo de reproducir una falsa alternativa entre reforma y revolución o peor, entre ecología y economía. En el último número de la revista digital Turbulence (2) , Frieder Otto Wolf, ecosocialista alemán, y Tadzio Mueller, editor de la revista y miembro de la Climate Justice Action Network (ahora detenido en Copenhague), discrepan sobre el alcance de un posible consenso global sobre el clima. Mientras Otto Wolf sostiene que hay que "secuestrar el acuerdo" entre la constelación de fuerzas realmente existentes, en lugar de rechazarlo a la espera de un mundo no capitalista, Mueller estima que es necesaria la construcción de sujetos antagonistas, lo que "sólo se puede hacer marcando una clara oposición a las propuestas que están sobre la mesa".

En este punto puede ser de utilidad la referencia de Immanuel Wallerstein sobre el malentendido que surge al enfatizar tiempos políticos diferentes, ya sea el corto, el medio, o el largo plazo (3). Otto Wolf se centraría en la agenda política de corto plazo (la "emergencia climática", aunque con un ojo sobre el largo plazo), mientras que Mueller insiste en lo que Wallerstein denomina la agenda política de medio plazo, que corresponde, como mencioné antes, a las estrategias de superación del capitalismo. Si en el corto plazo, la estrategia es la del compromiso y la elección del mal menor, en el medio plazo no cabe compromiso alguno, sino la lenta construcción de los movimientos, de otra sociedad.

En un reciente ensayo (4), el historiador bengalí Dipesh Chakrabarty pretende superar esta disyuntiva, precisamente con una reflexión sobre las temporalidades históricas. Chakrabarty se pregunta si hablar de especie humana acaso no sirve para enmascarar la realidad de la producción capitalista y la lógica de la dominación imperial. Un término tan inclusivo oculta la responsabilidad específica de los países más ricos y de las clases dirigentes de los países más pobres. Dicho de otro modo: "¿Por qué no podría bastar la narrativa del capitalismo -y por tanto su crítica- como marco para interrogarse acerca de la historia del cambio climático y comprender sus consecuencias?"

Chakrabarty se responde a sí mismo argumentando que cualquiera que sea el modelo socioeconómico,

"no podemos permitirnos desestabilizar las condiciones (tales como el rango de temperatura en el que existe el planeta) que funcionan como parámetros fronterizos de la existencia humana. Estos parámetros son independientes del capitalismo o del socialismo. Han permanecido estables durante mucho más tiempo que las historias de estas instituciones y han permitido a los seres humanos llegar a ser la especie dominante sobre la Tierra. Desafortunadamente, ahora nos hemos convertido en un agente geológico que perturba estas condiciones paramétricas que necesitamos para nuestra propia existencia.

Con esto no quiero negar el papel histórico que los más ricos, y especialmente las naciones occidentales del mundo, han jugado al emitir gases de efecto invernadero. Pensar como especie no implica resistir las políticas de la "responsabilidad común pero diferenciada" que China, India y otros países en desarrollo desean seguir cuando se trata de reducir sus propias emisiones. Si responsabilizamos a los que son culpables retrospectivamente - es decir, culpar a Occidente por sus acciones pasadas- o aquellos que son culpables prospectivamente (China acaba de superar a los Estados Unidos como el principal emisor absoluto de dióxido de carbono, aunque no per cápita) es una pregunta que sin duda está vinculada a las historias del capitalismo y de la modernización. Pero el descubrimiento científico del hecho de que los seres humanos se han convertido en este proceso en un agente geológico apunta hacia una catástrofe compartida en la que todos hemos caído "



Y concluye:



"Por tanto resulta imposible entender el calentamiento global como una crisis sin comprometer las propuestas que avanzan estos científicos. Pero al mismo tiempo, la historia del capital, la historia contingente de nuestra caída en el Antropoceno, no puede negarse mediante el recurso a la idea de la especie, porque el Antropoceno no hubiera sido posible, ni siquiera como teoría, sin la historia de la industrialización. ¿Cómo podemos mantener las dos ideas juntas mientras pensamos la historia del mundo desde la Ilustración? ¿Cómo nos relacionamos con una historia universal de la vida -esto es, con un pensamiento universal- mientras retenemos lo que tiene un valor obvio en nuestra sospecha postcolonial de lo universal? La crisis del cambio climático reclama pensar simultáneamente en ambos registros, mezclando las cronologías inmiscibles de las historias del capital y de la especie. Esta combinación amplía, sin embargo, de diversas maneras, la misma idea de la comprensión histórica."

Chakrabarty piensa como historiador, pero lo mismo podría aplicarse al terreno político.

Evitar el shock

Volviendo a Copenhague y lo que venga, luchar porque los acuerdos que se deriven de este proceso sean mínimamente "aceptables" no excluye que este juicio de conformidad opere siempre dentro de una agenda política de medio plazo (una o dos generaciones), de transición del vigente modelo económico y político a otro diferente.

Los gobiernos y las corporaciones también abordan la problemática de los tiempos, pero por medio de las finanzas. Al insistir en esta vía existe el riesgo de que el "shock" climático (5) presente nuevas oportunidades para la explotación y la acumulación, por medio de mecanismos como la deuda (6) o a través de la normativa del comercio internacional (7). Los movimientos sociales que se han desarrollado en torno al Foro Social Mundial han demostrado cómo la deuda externa ha servido, bajo el neoliberalismo, para transferir ingentes recursos a los países desarrollados e imponer modelos de desarrollo basados en grandes inversiones "sucias" enfocadas a la exportación. Estas inversiones por lo general implican fuertes emisiones de carbono (desde la industria extractiva minera hasta la producción masiva de celulosa o de soja transgénica), sin tener en cuenta la deuda ecológica y climática que los países más avanzados habrían contraído con el sur ni los formidables procesos de privatización que traen consigo.

A su vez, las reglas de la Organización Mundial de Comercio dificultan, cuando no contradicen abiertamente, la aplicación de los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente. El último capítulo es el energético, donde en nombre de la seguridad en el aprovisionamiento se promueve la extracción de combustibles fósiles (gas natural) y se desempolvan viejos planes nucleares. Propuestas que tienen mucho que ver con sistemas centralizados de producción y distribución de la energía que necesitan crear una demanda siempre en aumento.

Muchas de las propuestas que se están debatiendo continúan en la línea de la monetarización y la creación de títulos de propiedad o equivalentes para aprovechar los bienes comunes. El programa REDD de Naciones Unidas, creado a raíz de una propuesta del Banco Mundial, parte de la premisa de que sólo asignando un valor monetario a los bosques se puede evitar la deforestación, sin que a este respecto se tenga en cuenta ni los conflictos no resueltos sobre los derechos sobre la tierra ni la distinción entre plantaciones privadas y tierras comunitarias. Otras propuestas se basan también en el mercado: dudosos esquemas de certificación a menudo controlados por transnacionales, producción masiva de biocarbón, liberalización de bienes y servicios medioambientales, etc.

Por tanto, no se puede discutir acerca de los sumideros de carbono o del biocarbón, en relación con el cambio climático, con independencia de la cuestión de la propiedad y las formas de organización, locales y globales, de la especie humana. En sí mismo, el biocarbón (la producción de carbón de manera artificial a partir de la biomasa) no es ni bueno ni malo. Por un lado, históricamente se ha usado como fuente de energía y como fertilizante natural en la agricultura. Sin embargo, cuando se propone como "solución" para mitigar el cambio climático, desde una concepción de mercado, se acaba considerando una producción a gran escala que inevitablemente requiere dedicar millones de hectáreas a la producción de biomasa (mediante plantaciones privadas de árboles genéticamente modificados), desplazando otros usos de la tierra y generando fuertes impactos en la producción de alimentos y en la biodiversidad, como se ha comprobado con la producción masiva de agrocarburantes.

Para evitar una burbuja "verde" y sus posibles "shocks" habrá que continuar cambiando la manera de pensar y actuar políticamente, dejando de priorizar la escala global y sus representantes como el único nivel aceptable de la acción política, superando las dicotomías público/privado, economía/ecología. Dejar, en definitiva, de considerar lo común únicamente desde lo público o lo privado, o como algo que afecta únicamente a bienes naturales considerados externos a nosotros, como el clima, para pasar a la producción democrática del común.

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(1) En este apartado me baso sobre todo en el excelente informe "Carbon trading: how it works and why it fails", publicado por la Fundación Dag Hammarskjöld (Critical currents n. 7, noviembre de 2009) y elaborado por Tamra Gilbertson y Oscar Reyes, dentro del proyecto Carbon Trade Watch del Transnational Institute.

(2) "Green New Deal: Dead end or pathway beyond capitalism", Turbulence, nº 5.


(3) "Remembering André Gunder Frank", Immanuel Wallerstein (Monthly Review, abril de 2008).

(4) "The climate of history: four theses", Dipesh Chakrabarty, Eurozine (30 de octubre de 2009).

(5) Analogía con la "doctrina del shock" de Naomi Klein, empleado por Slavoj Zizek, según el relato de James Burguess en "Everybody's gone green", New Statesman (24 de noviembre de 2009).

(6) "The climate debt crisis: why paying our dues is essential for tackling climate change", Jubilee Debt Campaign & World Development Movement (noviembre de 2009).


(7) "Change trade, not our climate", Ronnie Hall, Our world is not for sale (OWINFS) network (6 de octubre de 2009).


Fuente:http://www.javierortiz.net/voz/samuel

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Mottaki Visita Líbano


Al-Manar
21/12/2009

El ministro de Exteriores iraní, Manouchehr Mottaki, dijo durante una visita de un día a Beirut el lunes que el viaje del primer ministro Saad Hariri a Damasco consolida la estabilidad y la calma en la región. “Líbano ha demostrado a través de la rápida formación del gobierno que tiene la capacidad de tener una buena posición en la región y a nivel internacional,” dijo Mottaki durante una conferencia de prensa en el Palacio de Bustros tras las conversaciones con su homólogo libanés Ali al Sami.

El responsable iraní alabó también la “inteligencia” de los responsables libaneses, que trabajan en interés de la nación. Mottaki se reunió también con el presidente Michel Suleiman en el Palacio de Baabda y más tarde celebró conversaciones con Hariri en el Gran Serrallo. Las fuentes dijeron que los temas regionales y otros de interés mutuo serán discutidos durante las conversaciones de Mottaki con responsables libaneses. El viceministro de Exteriores de Irán para los países árabes y de Asia Central le está acompañando durante su visita a Líbano. Ésta es la primera visita oficial de Mottaki a Líbano desde el nuevo gobierno libanés tomó posesión del cargo el pasado mes.

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Entrevista con Frei Betto, Premio ALBA de las letras


No hay futuro para la humanidad fuera del socialismo

21-12-2009
Nirma Acosta
La Jiribilla

Frei Betto ha regresado a La Habana. Esta vez, invitado a recibir el Premio ALBA de las Letras [I] durante la inauguración de la primera Casa del ALBA que tuvo lugar en Cuba como parte de las acciones por la celebración de la VIII Cumbre de esta alianza continental.
El escritor y teólogo brasileño [II] tiene más de 50 títulos publicados —ficción, ensayo, memorias, epistolarios— y una intensa labor periodística, pero es una referencia indiscutible su Bautismo de sangre [III] , resultado de la investigación y las vivencias juveniles que narra la participación de un grupo de frailes de la Orden de Santo Domingo en la lucha contra la dictadura militar en Brasil [IV] .

En 1973, luego de permanecer cuatro años en prisión como consecuencia de su relación con Acción Libertadora Nacional (ALN) liderada por Carlos Marighella, comienza las indagaciones que quedan recogidas en el texto y luego en un filme de Helvecio Ratton [V] . Tardó, según cuenta, unos diez años en escribir esta historia. “Me dolió describir con detalles, la pasión de frei Tito de Alentar Lima, llevado al suicidio en 1974, a sus 28 años, debido a las torturas sufridas en las dependencias del 2º Ejército, en Sao Paulo.”
El fraile dominico ha sido reconocido en dos ocasiones con el Premio Jabuti, uno de los más importantes de su país; fue Jurado del Premio de Ensayo Pensar a Contracorriente y entre sus obras sobresalen, además, De las catacumbas, 1988: La noche en que Jesús nació, La mosca azul, Calendario del poder, Trece cuentos diabólicos y uno angélico, Uala, o amor y El vencedor, entre muchos otros títulos. Visitó la Isla por primera vez en 1981 para ser jurado del Premio Casa de las Américas, y en varias ocasiones ha recalcado que desde muy joven tenía admiración por el proceso revolucionario. “Para mí Cuba era un paradigma”, asegura. No obstante, su encuentro literario con los cubanos fue varias décadas después, en 1985, con la publicación de Fidel y la religión, un libro que ha acopiado elogios y reseñas de lectores de distintos idiomas e ideologías y por el que le distinguieran como Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. Desde entonces ha mantenido una entrañable relación con la Isla y con Fidel [VI] , a quien reconoce como un “ejemplo de hombre nuevo”.

La primera edición de Fidel y la religión va a cumplir 25 años en 2010. Fue un libro revelador y sigue siendo recurrente al hablar con usted volver a la importancia de ese texto. ¿Qué valores le concede hoy luego de haber sido releído por distintas generaciones y en coyunturas diferentes?
Mi primer encuentro con Fidel fue en julio de 1980, en Managua, durante el primer aniversario de la Revolución Sandinista; en 1981 vine por primera vez a Cuba y ahí se estableció una amistad muy fuerte; en 1985 tuve la oportunidad de hacer el libro. Se han publicado más de un millón de ejemplares en Cuba, y calculo más tres millones en todo el mundo, en 32 países y 23 lenguas. Es un libro que tuvo un impacto muy fuerte porque quitó el prejuicio de los comunistas y el miedo de los cristianos, creó puentes en dos orillas de un mismo río. El proceso cubano es muy singular pero hasta ese momento, sobre todo en relación con la iglesia católica, no había puentes, había dificultad de diálogo, sospechas recíprocas. Había una característica en Cuba que fue fruto de la general del proceso socialista en el mundo, la declaración del Partido del estado como ateo. En Cuba esto cambió, son laicos como conviene en la modernidad. El libro tuvo un impacto tremendo porque los cristianos, los creyentes ―no solamente de la religión cristiana sino de otras denominaciones también― históricamente han participado en los procesos revolucionarios, no como un conjunto de iglesias, pero aquí mismo en Cuba están el Padre Sardiñas, José Antonio Saco, Varela. Mucha gente luchaba desde su fe, y en este momento de la entrevista con Fidel era mucho más fuerte por el proceso sandinista, el salvadoreño, los procesos liberadores revolucionarios o no; por ejemplo, en Brasil, las comunidades eclesiales de base eran muy activas en la lucha contra la dictadura. Entonces el libro fue una especie de sacramentalización, porque Fidel fue el primer dirigente comunista que manifestó una visión positiva de la religión, demostrando que la religión no era ontológicamente el “opio del pueblo”, que dependía de la visión religiosa, eso vale para la religión y para cualquier otro aspecto en la vida, vale para la enseñanza, para la medicina...
Hoy, a la luz de los 25 años del libro, es importante subrayar que América Latina vive una primavera democrática y la figura paternal de ese proceso es Fidel; el ejemplo de Cuba y el ejemplo de Fidel han permitido desarrollar en nuestros pueblos una conciencia crítica hacia las dictaduras militares primero y hacia los gobiernos mesiánicos neoliberales después; hoy la mayoría de la gente en nuestros países de América Latina vota por candidatos democráticos populares que no vienen de las oligarquías, incluso que muchos son creyentes y revolucionarios como Lula, Lugo, Correa, Evo, Daniel Ortega, el propio Chávez que es un hombre espiritualista; todo eso es fruto de la visión muy aguda de Fidel de que como decía aquí en Cuba una vez Monseñor Méndez de Arceu, no había incompatibilidad entre cristianismo y revolución; pero en ese momento tampoco había identificación. Las ideas de Fidel en este sentido eran muy revolucionarias y partían sobre todo de su experiencia política.
En un nuevo contexto para América Latina se le concede a Frei Betto el Premio ALBA de las Letras. ¿Qué compromisos entraña este reconocimiento no sólo a la obra sino al quehacer de quien ha estado consecuentemente del lado de los desposeídos?
El premio no es propiamente para mí como autor, como escritor, es el reconocimiento de una literatura que procura dar voz y voto a la gente que no lo tiene, una literatura que se encuentra en toda la historia literaria de América Latina: Pablo Neruda, Jorge Amado, Nicolás Guillén, Juan Rulfo, una literatura que tiene como personaje central a los desposeídos, a los pobres, a la gente marginada del continente; es un premio que demuestra que la literatura sí tiene una función social, claro que cuando escribimos ficción no pensamos en transformar nuestra literatura en un mensaje, la ficción no es ni de izquierda ni de derecha, debe ser bella, pero el autor sí tiene que definirse y cuando uno define su obra de alguna manera refleja sus compromisos, su sensibilidad, su ideología, su fe; por eso mi obra literaria, sobre todo la parte ficcional, está muy centrada en este mundo de la gente que es víctima del sistema capitalista.

En este nuevo proceso integrador de América Latina reaparece un golpe de Estado, esta vez en Honduras. ¿Qué reflexiones trae a quien ha vivido la experiencia y sufrido las consecuencias de una dictadura?
América Latina vive su mejor momento desde hace años. En Honduras, es una lástima, se rompió ese proceso de conquistas democráticas de América Latina y ahora vemos que Obama no difiere mucho de Bush, o sea, Obama al reconocer a Micheletti, al legitimar las últimas elecciones, abre precedentes, estimula a los sectores más de derecha de nuestro continente a repetir golpes de Estado por ahí. Hay un chiste en Brasil que dice: ¿por qué nunca hubo un golpe de Estado en los Estados Unidos ?, ¿porque en Washington no hay embajada de los Estados Unidos ?
Internet además de una ventana al conocimiento se ha convertido en un nuevo espacio de batallas. ¿Qué significados —y usos— debemos darle a esta nueva tecnología?
Hay que aprovechar todos los medios, y la Internet tiene la ventaja de ser un medio muy rápido, muy universal. Es sorprendente la cantidad de personas que accede en todas partes del mundo a los textos que se colocan en Internet, y la Internet refleja las contradicciones sociales, ideológicas y culturales que hay en el mundo; nosotros tenemos que aprovechar y transformar la Internet en una trinchera de utopías, de ideales, de principios, de ética, de sueños de este otro mundo posible del cual el Foro Social Mundial tanto habla. Nuestra misión es utilizar todos los medios, no solamente la Internet, pero la Internet tiene una función muy importante.
Algunos medios construyen las realidades que les interesan sobre Cuba. Las noticas sobre la Isla no escapan de las tergiversaciones y silenciamientos como precio a pagar por haber llevado adelante desde 1959 un proyecto independiente de las reglas impuestas por el imperio. ¿Cuál es para Ud. esa verdad “otra” que no suele publicarse?
Vivimos en un mundo unipolar, hegemonizado por el capitalismo, por el carácter neoliberal del capitalismo, y tenemos que de un lado aprender a convivir con eso y de otro guardar el pesimismo para días mejores, o sea, seguir luchando, sabiendo que, en especial en América Latina, los procesos políticos han avanzado muchísimo en los últimos diez años, desde que Chávez llegó al poder en el 98; entender también que para la gente que vive en países capitalistas como yo, no es fácil mirar una realidad socialista como la de Cuba por otros espejuelos que no sean los del sistema capitalista, la gente hace una transposición automática de lo que ellos viven en sus países como clase dominante. Por ejemplo, hace poco en una conferencia en Brasilia un señor me dijo que en Cuba no había libertad. Y yo le pregunto: ¿cómo que no hay libertad? Y me dice: Sí, en Cuba la gente no puede salir al exterior, moverse y no sé cuántas cosas más. Yo le digo: Usted tiene un ama de casa, una señora que va a hacer la limpieza todas las semanas. ¿Cuántas veces esa señora ha ido al exterior? Otras preguntas: ¿Esa señora tiene hijos? ¿Usted está seguro de que ese hijo va a llegar a la universidad?, pues yo estoy seguro de que no. ¿Esa señora tiene cultura? ¿Cuál es su grado de escolaridad? ¿Cuando está enferma, esa señora tiene médico, tiene hospital? Esa señora es la mayoría del pueblo de Brasil; en Cuba la gente tiene todo eso, y cuando un cubano individual o comunitariamente, un grupo de ballet, un evento científico, necesita ir al exterior va. Lo que no hay en Cuba es turismo como lujo individual y evasión de divisas. Nunca había pensado desde esta óptica, me lo han dicho después. Es así, la gente hace esas comparaciones sin percibir que mira a Cuba como si los Derechos Humanos fueran los derechos a ser burgués. ¿Cuánta gente es burguesa? Una minoría en todo el mundo.

¿Sigue creyendo en el socialismo como alternativa?
No hay futuro para la humanidad fuera del socialismo, estoy convencido, o sea, compartir los bienes de la tierra y los frutos del trabajo humano. El socialismo es la única manera de crear un marco civilizatorio verdaderamente humano, digno y feliz.
¿Qué es Cuba para Frei Betto?
Soy apasionado por Cuba, tengo una relación entrañable con todo lo que significa la cubanidad, y para mí Cuba es un acto de amor. Notas:
[I] La tercera edición de los Premios ALBA de las Letras y las Artes se otorgó al escritor y pensador brasileño Frei Betto y al pintor argentino León Ferrari, concedidos por la Fundación Cultural de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), a creadores vivos que hayan consagrado su vida y obra a engrandecer el patrimonio cultural de América Latina y el Caribe con aportes originales en los géneros literarios y las manifestaciones artísticas. [II] Carlos Alberto Libânio Christo nació el 25 de agosto de 1944, en Belo Horizonte, Minas Gerais. Es considerado uno de los máximos exponentes de la teología de la liberación. [III] Batismo de sangue fue reconocido en 1982 con el Premio Jabuti, de la Cámara Brasilera del Libro y con el Premio Juca Pato, en 1985. [IV] El golpe de Estado en Brasil tuvo lugar con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos la noche del 31 de marzo de 1964. Tras el golpe, comenzó en Brasil una dictadura militar que duró hasta la elección de Tancredo Neves en 1985. [v] Helvecio Ratton, director de cine, guionista y productor brasileño. Como consecuencia de la dictadura militar en Brasil, se exilió en Chile en los años 70. Llevó al cine Batismo de sangue en el año 2006. [VI] En el año 2000, Frei Betto fue reconocido con la Medalla de Solidaridad otorgada por el gobierno cubano.
Fuente: http://www.lajiribilla.cu/2009/n450_12/450_21.html

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El papel del Pentágono en la catástrofe global: estragos climáticos más crímenes de guerra





21-12-2009
Sara Flounders
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Al evaluar la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en Copenhague – con más de 15.000 participantes de 192 países, y más de 100 jefes de Estado, así como 100.000 manifestantes en las calles – es importante preguntar: ¿Cómo es posible que el peor contaminador de dióxido de carbono y otras emisiones tóxicas en el planeta no sea objeto de ninguna discusión en la conferencia o de propuestas de restricciones?

En todo caso, el Pentágono es el mayor utilizador institucional de productos de petróleo y de energía. Y, no obstante, el Pentágono tiene una exención general en todos los acuerdos climáticos internacionales.

Las guerras del Pentágono en Iraq y Afganistán; sus operaciones secretas en Pakistán; su equipamiento en más de 1.000 bases estadounidenses en todo el mundo; sus 6.000 instalaciones en EE.UU.; todas las operaciones de la OTAN; sus portaaviones, aviones jet, ensayos, entrenamiento y ventas de y con armas, no serán tomados en cuenta respecto a los límites de gases invernadero de EE.UU. o incluidos en algún cómputo.

El 17 de febrero de 2007, Energy Bulletin detalló el consumo de petróleo de EE.UU. sólo para los aviones, barcos, vehículos terrestres e instalaciones que lo convierte en el mayor consumidor de petróleo del mundo. En aquel entonces, la Armada de EE.UU. tenía 295 barcos de combate y apoyo y unos 4.000 aviones en condiciones de servicio.

El Ejército de EE.UU. tenía 28.000 vehículos blindados, 140.000 vehículos de alta movilidad de uso múltiple, más de 4.000 helicópteros de combate, varios cientos de aviones de ala fija y un parque móvil de 187.493 vehículos. Con la excepción de 80 submarinos y portaaviones nucleares, que propagan contaminación nuclear, todos los vehículos utilizan petróleo.

Incluso según el CIA World Factbook de 2006, sólo 35 países (de 210 en el mundo) consumen más petróleo por día que el Pentágono.
Las fuerzas armadas de EE.UU. usan oficialmente 320.000 barriles de petróleo por día. Sin embargo, este total no incluye el combustible consumido por contratistas o el combustible consumido en instalaciones alquiladas y privatizadas. Tampoco incluye la enorme cantidad de energía y recursos utilizados para producir y mantener su equipamiento letal o las bombas, granadas o misiles que emplea.

Steve Kretzmann, director de Oil Change International, informa que: “La guerra de Iraq produjo por lo menos 141 millones de toneladas métricas de equivalente de dióxido de carbono (MMTCO2e) desde marzo de 2003 hasta diciembre de 2007…

La guerra emite más de un 60% del dióxido de carbono de todos los países… Esta información no es fácilmente accesible… porque las emisiones militares en el extranjero están exentas de los requerimientos nacionales de información bajo la ley de EE.UU. y la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático.” (http://www.naomiklein.org/, 10 de diciembre). La mayoría de los científicos culpan las emisiones de dióxido de carbono por los gases invernadero y el cambio climático.
Bryan Farrell dice en su nuevo libro “The Green Zone: The Environmental Costs of Militarism,” que el “mayor ataque contra el entorno, contra todos nosotros en el globo, viene de una agencia… las Fuerzas Armadas de EE.UU.”

¿Cómo logró el Pentágono la exención de los acuerdos climáticos? Durante las negociaciones de los Acuerdos de Kioto, EE.UU. exigió como condición para su firma que todas sus operaciones militares en el mundo y todas las operaciones en las que participa con la ONU y/o con la OTAN fueran totalmente exentas de la medida de reducciones.
Después de obtener esa gigantesca concesión, el gobierno de Bush se negó a firmar los acuerdos.

En un artículo del 18 de mayo de 1998, intitulado “Temas de seguridad nacional y de política militar involucrados en el tratado de Kioto,” el doctor Jeffrey Salmon describió la posición del Pentágono.
Cita el informe anual de 1997 al Congreso del entonces secretario de defensa William Cohen: “El departamento de defensa recomienda enérgicamente que EE.UU. insista en una cláusula de seguridad nacional en el protocolo de cambio climático que se está negociando.” http://www.marshall.org/)

Según Salmon, esa cláusula de seguridad nacional fue propuesta en un borrador que especificaba “una exención militar total de límites de emisiones de gases invernadero.
El borrador incluye operaciones multilaterales, como son actividades aprobadas por la OTAN y la ONU, pero también incluye acciones relacionadas muy ampliamente con la seguridad nacional, que parece incluir todas las formas de acciones militares unilaterales y el entrenamiento para tales acciones.”

Salmon también citó al subsecretario de Estado Stuart Eizenstat, quien dirigió la delegación de EE.UU. en Kioto. Eizenstat informó que “el departamento de defensa y los militares uniformados que estuvieron junto a mí en Kioto obtuvieron todos los requerimientos que dijeron que querían. Es decir autodefensa, mantenimiento de la paz, ayuda humanitaria.”

Aunque EE.UU. ya había recibido esas garantías en las negociaciones, el Congreso de EE.UU. aprobó una cláusula explícita garantizando la exención militar de EE.UU. Inter Press Service informó el 21 de mayo en 1998: “Los legisladores de EE.UU., en su más reciente golpe contra los esfuerzos internacionales para contener el calentamiento global, eximieron hoy las operaciones militares de EE.UU. del acuerdo de Kioto que especifica compromisos vinculantes para reducir emisiones de ‘gases invernadero’.
La Cámara de Representantes aprobó una enmienda a la ley de autorización militar del próximo año que ‘prohíbe la restricción de las fuerzas armadas bajo el Protocolo de Kioto.’”

Actualmente, en Copenhague, siguen valiendo los mismos acuerdos y líneas directivas sobre gases invernadero. Sin embargo, es extremadamente difícil encontrar la más mínima mención de esta manifiesta omisión.

Según la periodista ecológica Johanna Peace, las actividades militares seguirán siendo eximidas de una orden ejecutiva firmada por el presidente Barack Obama que prevé que las agencias federales reduzcan sus emisiones de gases invernadero hasta 2020.
Peace señala que: “Las fuerzas armadas representan un 80% de las necesidades de energía del gobierno federal.” (solveclimate.com, 1 de septiembre)
La exclusión general de las operaciones globales del Pentágono hace que las emisiones de dióxido de carbono de EE.UU. parezcan ser mucho menores de lo que son en realidad. Sin embargo, incluso sin contar el Pentágono, EE.UU. tiene las mayores emisiones de dióxido de carbono del mundo.

Más que emisiones

Aparte de emitir dióxido de carbono, las operaciones militares de EE.UU. liberan otros materiales altamente tóxicos y radioactivos al aire, el agua y el suelo.
Armas estadounidenses hechas de uranio empobrecido han descargado decenas de miles de kilos de micro partículas de desechos radioactivos y altamente tóxicos por todo Oriente Próximo, Asia Central y los Balcanes.

EE.UU. vende minas terrestres y bombas de racimo que son una causa mayor de explosiones retardadas, de mutilación y de incapacitación especialmente de campesinos y gente del campo en África, Asia y Latinoamérica. Por ejemplo, Israel lanzó más de un millón de bombas de racimo suministradas por EE.UU. en el Líbano durante su invasión de 2006.

La guerra de EE.UU. en Vietnam dejó grandes áreas tan contaminadas con el herbicida Agente Naranja que actualmente, más de 35 años después, la contaminación con dioxina es entre 300 y 400 veces mayor que los niveles “seguros”. Una tercera generación está sufriendo defectos de nacimientos y altas tasas de cáncer resultantes de esa contaminación.

La guerra de 1991 de EE.UU. en Iraq, seguida por 13 años de crueles sanciones, la invasión de 2003 y la ocupación subsiguiente, han transformado la región – que tiene una historia de 5.000 años como granero de Oriente Próximo – en una catástrofe ecológica.
La tierra arable y fértil de Iraq se ha convertido en un páramo desértico en el cual el menor viento provoca una tormenta de arena.
Iraq, que era exportador de alimentos, importa ahora un 80% de su alimento. El ministro de agricultura iraquí estima que un 90% de la tierra sufre una severa desertificación.

Guerra ecológica en el interior de EE.UU.
Además, el departamento de defensa se ha opuesto rutinariamente a órdenes de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) de limpiar bases estadounidenses contaminadas. (Washington Post, 30 de junio de 2008).

Las bases militares del Pentágono lideran la lista de los sitios más contaminados del Superfund, y los contaminantes son absorbidos por los acuíferos de agua potable y el suelo.
El Pentágono también se ha opuesto a esfuerzos de la EPA por establecer nuevos estándares de contaminación para dos productos químicos que se encuentran ampliamente en instalaciones militares: perclorato, encontrado en el propergol de cohetes y misiles; y tricloroetileno, un desengrasador para partes de metal.

El tricloroetileno es el contaminante del agua más generalizado en el país, y es absorbido por acuíferos en California, Nueva York, Texas, Florida y otros sitios. Más de 1.000 instalaciones militares en EE.UU. están contaminadas con el producto. Las comunidades más pobres, especialmente comunidades de color, son las más severamente impactadas por este envenenamiento.

Las pruebas estadounidenses de armas nucleares en el sudoeste y en las islas del sur del Pacífico han contaminado con radiación millones de hectáreas de tierra y agua. Montañas de desechos radioactivos y tóxicos de uranio han sido abandonadas en tierras indígenas en el sudoeste. Más de 1.000 minas de uranio han sido abandonadas en reservaciones navajo en Arizona y Nuevo México.

En todo el mundo, en bases antiguas y activas en Puerto Rico, las Filipinas, Corea del Sur, Vietnam, Laos, Camboya, Japón, Nicaragua, Panamá y la antigua Yugoslavia, barriles corroídos de productos químicos y disolventes y millones de proyectiles son criminalmente abandonados por el Pentágono.
La mejor manera de limpiar dramáticamente el entorno es cerrar el Pentágono. Lo que se necesita para combatir el cambio climático es un completo cambio de sistema.

Sara Flounders es codirectora del International Action Center.
International Action Center – 18.12.109
Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=16609

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Subasta al martillo del petróleo iraquí


21-12-2009
Pepe Escobar
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El ex Vicepresidente estadounidense Dick Cheney, el ex Ministro de Defensa Donald Rumsfeld y todo un surtido de neocons estadounidenses van a disponer de mucho tiempo para poder dedicarse a cuidar su apoplejía. Una de las razones clave para desencadenar la guerra contra Iraq en 2003 fue la de hacerse con el control de sus preciosos campos petrolíferos, configurando así un gran acuerdo para el nuevo gran juego en Eurasia –el frente energético- y restringiendo el acceso de Europa y Asia a los asombrosos 115.000 millones de barriles de probadas reservas de petróleo de Iraq.

Washington, después de gastar al menos 3.000 billones de dólares y matar a más de un millón de iraquíes, ha conseguido lo siguiente: que en Bagdad, los pasados días 11 y 12 de diciembre, su sueño de oleoductos quedara definitivamente enterrado en la segunda ronda de licitaciones para explotar una serie de inmensos y enormemente rentables campos petrolíferos.
Las ofertas, supervisadas por el Ministerio del Petróleo, se presentaron en un programa-concurso de televisión en directo. En vez del “American Idol”, los iraquíes vieron el “Ídolo del Petróleo”. En un ambiente vocinglero parecido a un bazar de alfombras, el ministro jugó a “esto son lentejas, si quieres las tomas o si no, carretera y manta”, obligando a 44 corporaciones extranjeras de las grandes del petróleo a reducir al máximo la tasa que cobran por cada barril que extraen en Iraq y sometiéndolas a contratos de veinte años. A esas multinacionales no se les dio una porción de la producción petrolera iraquí; se les va a pagar una tasa de dos dólares por barril cuando aumenten la producción por encima de un nivel mutuamente acordado.
Sin embargo, para las grandes petroleras, la posibilidad de conseguir una rendija de todos esos campos megagigantes bajo control chií al sudeste de Iraq –la mayor concentración de ese tipo del mundo- llevó a todos los jugadores a gritar: “Llueve petróleo!” Una vez que pagas la entrada, ya estás dentro del teatro. Y qué teatro… El gobierno iraquí puede terminar pagando a las grandes petroleras hasta 50.000 millones de dólares por sus conocimientos técnicos. Todos esos acuerdos de “servicio” eludirán al parlamento iraquí, que podría descabalar todos esos planes. Y las grandes petroleras conseguirán aún dos dólares por cada barril extra de crudo que extraigan por encima del objetivo mínimo de producción.
En junio, Iraq celebró su primera subasta petrolera, ofreciendo a las compañías extranjeras la oportunidad de aumentar la producción en los campos que ya estaban en funcionamiento. En esta última subasta, era la primera vez que las firmas extranjeras podían pujar por campos sin explotar. De los diez grupos de campos disponibles, se concedieron siete.
Ganar-ganar para Rusia y China
Cheney y Rumsfeld jamás imaginaron que el guión iba a desarrollarse de esa manera. En vez de que las grandes petroleras de EEUU se llevaran la parte del león, los competidores estratégicos Rusia y China resultaron ser los grandes ganadores. El “premio de consolación” de Dick Cheney fue que la alianza EXXON-MOBIL-SHELL consiguiera la fase 1 de Qurna Oeste a primeros de noviembre. EXXON-MOBIL era la favorita para llevarse también Rumaila (17.800 millones de barriles de reservas). Pero una alianza BP-CNPC (China National Petroleum Corporation) se lo llevó al final porque, a diferencia de EXXON-MOBIL, estuvieron de acuerdo en reducir su tarifa a los 2 dólares que exigía el Ministerio del Petróleo.
CNPC (50%), junto con sus socios de TOTAL, de Francia (25%), y PETRONAS, de Malasia (25%), fueron también los grandes ganadores de Halfaya (4.100 millones de barriles de reservas, con una proyectada producción de 535.000 barriles por día –bpd-), al sudeste de Amara.
De nuevo PETRONAS, con el 60%, y la Japan Petroleum Exploration Company (JAPEX), con el 40%, invertirán la friolera de 7.000 millones de dólares para desarrollar el campo de Gharaf (unas reservas de alrededor de 860 millones de barriles, con una proyectada producción de 230.000 bpd). La puja fue feroz. Los perdedores fueron una oferta conjunta turco-india, un consorcio kazajo/surcoreano/italiano y PERTAMINA, de Indonesia.
Una alianza entre PETRONAS-SHELL consiguió el muy codiciado campo de Majnun (con reservas de más de 12.000 millones de barriles, con una proyectada producción de 1,8 millones de bpd), cerca de la frontera iraní. La rusa LUKOIL (85%), con un socio minoritario, STATOIL (15%), consiguió la fase 2 del inmenso Qurna Oeste (situado a 65 kilómetros al noroeste de Basora, que cuenta con alrededor de 12.000 millones de reservas y una proyectada producción de 1,8 millones de bpd), que en teoría ya se le había concedido bajo Saddam. Cuando Saddam anuló ese contrato con LUKOIL, se culpó a las sanciones de Naciones Unidas instigadas por EEUU, aunque Saddam culpó a la misma LUKOIL.
La fase 1 de Qurna Oeste (8.700 millones de barriles de reservas, con un proyecto para aumentar la producción desde 300.000 bpd a 2,3 millones bpd antes de 2016) la ganó en noviembre la anteriormente mencionada alianza entre EXXON MOBIL-SHELL. Los perdedores fueron TOTAL, de Francia, un consorcio de PETRONAS, PERTAMINA Y PETROVIETNAM, y una alianza entre BP-CNPC:
GAZPROM (40%), con sus socios minoritarios TPAO, KOGAS y PETRONAS, consiguió Badra (con una proyectada producción de 170.000 bpd). A diferencia de la loca carrera para conseguir los campos del sur, nadie pujó por el campo de Bagdad Este, por razones obvias: está situado en una zona virtual de guerra [1].
¡Qué vienen los chiíes!
Iraq nacionalizó su industria petrolera en 1972. Ahora las grandes petroleras vuelven para vengarse. El Ministro de Petróleo iraquí, Hussain al-Shahristani, no tuvo inconveniente en admitir las ambiciones de Iraq diciendo: “Nuestro objetivo principal es aumentar nuestra producción de petróleo de 2,4 millones de barriles por día a más de 4 millones en los próximos cinco años”. Iraq está en estos momentos exportando menos petróleo que durante el régimen de Saddam, pero persigue exportar 7 millones de barriles diarios en 2016. Shahristani insiste también en que “nuestro país tendrá un control total sobre la producción”.
Eso puede ser enormemente cuestionable.
De momento, el gobierno del Primer Ministro Nuri al-Maliki en Bagdad es, obviamente, un ganador. En la actualidad, Iraq recoge sólo 60.000 millones de dólares al año en ingresos del petróleo. Eso no es suficiente para reconstruir un país destruido por la guerra Irán-Iraq de la década de 1980, las sanciones de las Naciones Unidas y la ocupación estadounidense. Puede decirse que la industria petrolera iraquí no tendría suficientes fondos, equipamiento y técnicos para ponerse en pie de nuevo por sí misma.
Que con más ingresos del petróleo, Bagdad pueda imponer ley y orden –empezando por el capital- y equipar completamente a sus 275.000 soldados más las fuerzas policiales, esa es ya otra cuestión. Nadie sabe con seguridad quién controlará Iraq en el futuro próximo, con elecciones parlamentarias a la vista en marzo del próximo año. Es posible que un nuevo gobierno se vea tentado a volver a negociar esos contratos, o incluso a invalidarlos.
En los próximos años, si Iraq llega a alcanzar el objetivo de producir al menos cuatro millones de barriles al día, es lógico plantearse si eso no incidiría sustancialmente en el precio del petróleo, aunque impedirá que se dispare fuera de toda proporción. China está importando ahora alrededor de cuatro millones de barriles diarios, y esta cifra seguirá aumentando. China, por sí sola, es capaz de devorar cualquier aumento de la producción en el mercado global del petróleo.
Lo que se verá finalmente en los primeros años de la década del 2010 será la aparición de un Iraq relativamente rico, bajo control chií y con relaciones amistosas con Irán y el Hizbollah del Líbano. En lo esencial, el Islam chií seguirá en alza. Las autocracias y dictaduras del Golfo amigas de EEUU gritarán de nuevo: “¡Que vuelve la media luna chií!”. Los think tank estadounidenses pueden verse tentados a definir a Maliki como el nuevo Saddam. La única diferencia es que para entonces, Cheney y compañía estarán a salvo instalados cómodamente en el basurero de la historia.
Nota:
Para ver qué compañías consiguieron qué de forma detallada, pínchese: http://www.iraqoilreport.com/oil/production-exports/complete-round-2-results-3371/
Pepe Escobar es autor de “Globalistan: How the Globalizad World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a shapshot of Baghdad during the surge”. Acaba de publicarse su nuevo libro “Obama does Globalistan” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com
Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/KL16Ak02.html

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¿A qué juega el Banco de España?


21-12-2009
Juan Torres López
Sistema Digital

Uno de los lugares comunes más generalizados respecto a la economía española reciente es el que afirma que el Banco de España ha desempeñado con brillantez y eficacia su labor de control y supervisión bancarios.
O incluso que la economía española y su sistema financiero han soportado en mejor medida los impactos de la crisis gracias al celo especial que ha tenido a la hora de vigilar a los bancos.

Se olvida que el mayor celo que ahora ha debido aplicar el Banco de España frente a la banca española es consecuencia de la falta de vigilancia y del desacierto con que se la supervisó en años anteriores, cuando en España se sufrió una crisis bancaria extraordinariamente costosa y en cuyos lodos quizá estemos moviéndonos todavía.

Una crisis en la que el BdE actuó más bien como cómplice de los intereses bancarios privados que como defensor de los públicos, como indica el elevadísimo coste que tuvimos que soportar los contribuyentes, la desigual generosidad con que se trató a los responsables de los desaguisados, y el inmenso provecho que de ella sacaron los bancos y los banqueros que ahora se encuentran a la cabeza del ranking bancario, además de tantos funcionarios y directivos que tan casualmente terminaron por incorporarse a sus nóminas.

Más adelante, el Banco de España ha ido manteniendo constantemente la doctrina, o mejor habría que decir la creencia, de la estabilidad presupuestaria y de la deflación salarial como estrategia competitiva. Un prejuicio ideológico que ha incrementado nuestro déficit social, que ha impedido que la economía española cuente con el capital colectivo imprescindible para impulsar la innovación y el cambio de modelo productivo y que, al hacer que aumenten las desigualdades, multiplica el endeudamiento y favorece la generación de fondos especulativos. En el ámbito de la economía real, y al igual que en otros países, el Banco de España ha sido un factor activo principal, si no determinante, en la creación de las condiciones estructurales que han provocado la crisis actual. ¿Cómo desvincular al Banco de España, cómo no hacerlo corresponsable, al aplicar estas políticas, de la multiplicación de la deuda privada en España, mucho más rentable para los bancos que la pública y mucho menos rentable para la sociedad que la privada?

Además, el Banco de España, como el europeo y tantos otros, ha fracasado estrepitosamente en el encargo de combatir la inflación. La política deflacionista mencionada ha limitado el crecimiento potencial de las economías pero no ha sido capaz de evitar la subida más peligrosa de los precios. ¿Cómo calificar su empeño en ahogar el crecimiento de la actividad dificultando así la creación de empleo y forzando la precarización del que se creaba con la excusa de la inflación, mientras dejaba subir a la estratosfera los precios de la vivienda?

¿Qué tipo de lucha contra la inflación es la que frena la actividad económica para que no suba el precio de las cebollas y, sin embargo, deja que se disparen los precios inmobiliarios que consumen la gran parte de las rentas, para enriquecer así a los grandes empresarios y, sobre todo, a la banca?

También se quiere hacer creer que la supervisión del Banco de España ha sido providencial para evitar la crisis en España. Pero tampoco creo que sea verdad. Las políticas deflacionistas son procíclicas por definición, frenan el crecimiento y anticipan el declive cuando se aplican en la expansión y dificultan la recuperación cuando se adoptan (como ya empiezan a demandar también desde el Banco de España) en la salida de las crisis.

Ni siquiera su supervisión financiera ni el control establecidos durante la crisis han sido los adecuados. Para haberlo sido deberían haberse efectuado de consuno con el resto de los bancos centrales europeos. Y, sobre todo, el Banco de España debiera haber sido capaz de evitar no solo la contaminación por las hipotecas subprime sino nuestra auténtica basura financiera: la que procede de la burbuja inmobiliaria que, sin embargo, permitió que se desarrollara. Hasta el propio presidente de la Confederación de la Cajas de Ahorros españolas, Alfonso Quintás, ha reconocido que se podría haber evitado si el Banco de España hubiera llevado a cabo otra política (EL PAÍS 06/12/2009).

Ya en plena crisis, la tan cacareada bondad del supervisor se está centrando realmente en aspectos muy indeseables y peligrosos a medio y largo plazo: dejar inalteradas las normas y pautas fundamentales de comportamiento bancario y, por el contrario, ocultar las pérdidas del sector mediante argucias contables que estarían prohibidas si no viviésemos en un mundo en el que a los banqueros se les conceden los privilegios que no tiene ningún otro ciudadano. Y lo que es peor, jugando con fuego y bajo cuerda (como el propio Quintás ha reconocido) para debilitar el espacio público de las cajas y así permitir que el capital privado se quede con el botín (me parece que nunca mejor dicha aquí esta palabra), a costa de desestabilizar el sector financiero en su conjunto e incluso haciendo un flaco favor a las entidades bancarias más consolidadas.

¿Cómo se puede considerar eficaz la actuación de un banco central que a pesar de que se están proporcionando cantidades gigantescas de recursos a la banca privada no consigue que ésta financie a la economía? ¿Qué otra función más importante que la de impedir esto podría tener cuando la economía se viene abajo por falta de financiación? ¿Y qué intereses se puede decir que defiende un banco central que, en esta situación, mira a otro lado, se hace el tonto sobre este asunto y simplemente se dedica a impartir doctrina liberal al gobierno, a los sindicatos y a la sociedad en general tratando solo de conseguir que los trabajadores acepten salarios más bajos y peores condiciones de empleo en beneficio del gran capital?

Para que se pudiera considerar que el Banco de España defiende los intereses públicos y no solo los de los más ricos y que hace frente con eficacia a la crisis tendría que hacer otras cosas muy distintas: acabar con la mentira que suponen las normas contables que autoriza, poner en claro la verdadera situación de la banca (y no solo la de las cajas a las que usa como chivos expiatorios para capitalizar a la banca privada) y establecer las condiciones precisas para que los responsables de su descapitalización carguen con sus responsabilidades. Y, por supuesto, tomar medidas ejecutivas para garantizar el flujo de financiación a la economía y evitar la aparición en el futuro de nuevas burbujas y la continua acumulación de riesgo (que posiblemente ni siquiera se ha detenido). En definitiva, no utilizar la crisis para que los bancos más grandes (con la excusa de que son los que comportan riesgo sistémico y que son tan grandes que no pueden caer) terminen por ser más grandes todavía y más privilegiados, pero también más peligrosos. Y, sobre todo, defender políticas que no empobrezcan a los más desfavorecidos y enriquezcan a los más ricos, creando al mismo tiempo cada vez más inestabilidad financiera. En cualquier caso, es imposible considerar que el Banco de España está defendiendo los intereses de todos los ciudadanos cuando sus directivos aparecen como simples conmilitones de la rama más radical de la patronal y de la derecha, con quienes comparte siempre la música y la letra de las propuestas económicas. El Banco de España se reputa independiente pero nunca se ha visto una coincidencia más expresa entre sus posiciones y los de la derecha económica y política. Tanto así, que ésta última incluso puede replegarse para dejar que sean sus “técnicos” y la patronal quienes actúen como mascarón de proa contra al gobierno. Estos lo debilitan y, mientras, el Partido Popular puede dedicarse tranquilamente a ganar posiciones desde la retaguardia.

No cabe esperar que cambie la posición corporativa del banco, una institución en la que la cooptación es la norma y en donde la pluralidad de pensamiento no se sabe ni lo que es. Pero cuando el banco central se convierte en un ariete contra el gobierno, al menos cabría pensar que su Gobernador tendría una mínima coherencia y que presentaría su dimisión al ejecutivo que lo propuso para el puesto.

Juan Torres López es catedrático de economía aplicada en la Universidad de Sevilla.
Fuente: http://www.fundacionsistema.com/News/ItemDetail.aspx?id=2045

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Europa acoge a Israel, a pesar de los titulares


"Israel es un estado miembro de la UE en todo menos en el nombre..."

21-12-2009
David Cronin
Terraviva.org
Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

Bruselas (IPS). Las relaciones entre Israel y la Unión Europea fueron tensas durante la mayoría de 2009, si creemos los titulares de los periódicos. La semana pasada, un tribunal británico provocó feroces críticas de políticos israelíes después de emitir una orden de arresto contra Tzipi Livni, la ex ministra israelí de Exteriores, tras una denuncia por haber autorizado crímenes de guerra en Gaza.
Unos meses antes, Ikea, Volvo y otras empresas de Suecia, que en la actualidad preside la Unión Europea, fueron el blanco de una campaña de boicot de los consumidores en Israel a causa de un artículo en un diario sensacionalista de Estocolmo sobre el presunto robo de órganos de palestinos muertos por las tropas israelíes; y a varios ministros de Exteriores de la Unión, como Bernard Kouchner de Francia y Micheál Martin de Irlanda, las autoridades israelíes les han denegado el permiso para entrar en Gaza.

Sin embargo, en realidad la tensión ha sido superficial. Aunque puede que haya habido un intercambio verbal airado en el frente diplomático, los lazos políticos y económicos de la UE con Israel se han fortalecido durante los últimos años hasta tal punto que Javier Solana, quien el pasado noviembre renunció como jefe de la política exterior de la Unión, ha comentado que Israel es un Estado miembro de la UE en todo menos en el nombre.

Quizás la ilustración más tangible de esta mejora de las relaciones fue la firma de un acuerdo agrícola, el mes pasado, por el que el 80 por ciento de los productos frescos de Israel y el 95 por ciento de sus alimentos procesados pueden exportarse a la UE sin incurrir en gravámenes comerciales. Un acuerdo de cooperación entre Europol, la oficina de policía de la UE, e Israel también se ha concluido (aunque todavía falta el visto bueno formal de los gobiernos de la Unión). Esto a pesar de numerosos informes de organizaciones de derechos humanos que denuncian que en Israel se tortura rutinariamente a los detenidos y a pesar de las leyes vigentes desde 1998 que obligan a Europol a no admitir pruebas obtenidos por métodos crueles.

La integración efectiva de Israel en la UE coincide con una marcada renuencia por parte del la Unión para denunciar los actos de agresión contra los palestinos. Aunque algunos representantes de la UE, a título personal, han descrito el bloqueo de Gaza como un acto de "castigo colectivo" a un millón y medio de civiles, el bloque de los 27 miembros no ha emitida ninguna declaración que critique el bloqueo como contrario al derecho humanitario internacional.

Además, todos los países más poblados de la UE: Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, España y Polonia, se opusieron al Informe Goldstone o se abstuvieron cuando se sometió a consideración en la Asamblea General de la ONU en noviembre. (En este informe, el juez sudafricano retirado Richard Goldstone y sus compañeros de investigación hallaron que no había ningún objetivo militar justificable detrás de casi todos los ataques a civiles a Gaza llevados a cabo por Israel a finales de 2008 y principios de este año).

Leila Shahid, la enviada de la Autoridad Palestina en Bruselas, dice que los países más grandes de la UE son "cómplices por su silencio" de las fechorías de Israel. "La razón de ser de los Estados más grandes –entre ellos Francia, España y Gran Bretaña- es la de ser garantes del derecho internacional", dijo a IPS. "Estar callado es ser cómplice del crimen".

Dries Van Agt, Primer Ministro de Holanda de 1977 a 1982, dijo esta semana que estaba "avergonzado" de lo que llamó el "espantoso mal servicio al derecho internacional" de Europa. Bajo un "acuerdo de asociación" que entró en vigor en 2000, todas las preferencias comerciales otorgadas a Israel por la UE están nominalmente condicionadas al respeto de los derechos humanos. Sin embargo, Van Agt expresó su frustración porque la Unión, principal socio comercial de Israel, no está dispuesta a revocar esas preferencias para insistir en una mejora en el trato a los palestinos.

"Europa fracasa miserablemente en su política hacia Israel y Palestina", dijo. “Si es tan vital para la economía de Israel el acceso abierto a este gran mercado, ¿por qué la UE ni siquiera considera la posibilidad de utilizar este poder para influir en Israel?" Van Agt habó en una reunión del Tribunal Rusell sobre Palestina el jueves. Inspirado por una investigación de la guerra de Vietnam lanzada por el intelectual británico Bertrand Russell en la década de los 60, este Tribunal examina la conducta de Israel en la reciente ofensiva contra Gaza.

Maysa Zorob, de la organización palestina de derechos humanos Al-Haq, dijo que el enfoque de la UE de "negocios como de costumbre", equivale a pasar por alto las políticas de Israel en la Franja de Gaza. Señaló que la Unión ni siquiera ha planteado a Israel su responsabilidad por el daño infligido a infraestructuras palestinas construidas o mantenidas con ayuda de la UE. Los daños en proyectos financiados por la UE durante el bombardeo israelí sobre Gaza hace un año, se estiman en más de 12 millones de euros (17 millones de dólares).

Una explicación empleada como argumento por diplomáticos de la UE para su rechazo a pedir responsabilidades a Israel es que al hacerlo se pueden poner en peligro los esfuerzos para iniciar nuevas conversaciones de paz entre Israel y la Autoridad Palestina. Nathalie Stanus de la Red Euro-Mediterránea de Derechos Humanos dijo que esta actitud es estrecha de miras puesto que los principios básicos de justicia deben respetarse si se quiere lograr una paz duradera. "Sin responsabilidad, no creemos que pueda haber un proceso de paz viable," dijo.

Fuente: http://ipsterraviva.net/Europe/article.aspx?id=8170



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Bikaf¡Ya basta!


21-12-2009
Ariadna Jové Marti
Rebelión

Así se despide, bikaf, ya basta. Terminó el dormir fuera de casa. Terminaron las frías noches en vela, andando de un lugar para otro, esperando el Uaden de la primera plegaria del alba. Basta de huir. Llega el momento de tomar la decisión y pronunciar, hoy.

Ahora ya está en la cárcel. Solo él sabe lo que le está pasando. Él y los soldados en un espacio cerrado, cárcel, centro de interrogación, en una habitación aislado, en una sala de tortura. Nadie puede darle voz, nadie puede ponerle palabras para denunciarlo. Él y los soldados que lo tienen, cada viernes al manifestarse contra la ocupación israelí, en el punto de mira de sus M-16’s. Los mismos soldados que le dispararon en la pierna hace sólo unos meses. Los mismos que asesinaron a sus dos vecinos. Los mismos que asesinaron a su padre. Los mismos soldados, diferentes rostros del mismo ejército ocupante.

Nació en Ni’lin, un pueblo de 5.000 habitantes situado al oeste de la región de Ramallah, cerca de la línea verde de 1967, hijo de refugiados palestinos después de la guerra de los Seis Días. Hizo los primeros pasos entre hermanos, primos, tíos, padres y abuelos, fue a la escuela del pueblo, caminando cada día con la mochila llena de libros escritos por la Autoridad Palestina. Libros que desaparecen a medida que Israel roba y anexiona territorio. Libros que pintan Palestina sin fronteras internas, libros que no conocen el West Bank ni la franja de Gaza. Libros sin muros ni vallas eléctricas de apartheid, sin asentamientos ilegales ni check points.





Después de la escuela, estos niños pasan las tardes en la calle, rodeados de grandes y pequeños, escuchando por diferentes voces las mismas historias. Escuchando día tras día como Israel les roba las tierras, como Israel les corta los olivos, como Israel les tortura, como Israel les asesina, como el ejército hace y deshace, como los soldados atacan y disparan, como sus hermanos y amigos son heridos y mutilados. Orejas y ojos que escuchan y ven las historias de los mayores, de aquellos que se manifiestan en contra de la ocupación israelí y la construcción del muro de apartheid, de aquellos que se reúnen y luchan para echar al ejército ocupante. Niños que ven asesinar a sus padres, familiares y amigos una y otra vez, a medida que pasan los años. Niños que viven amontonados en campos de refugiados o en pueblos como Ni’lin que poco a poco quedan aislados y están obligados a abandonar, sin trabajo ni distracciones, sin posibilidad de emigrar, sin libertad.

Niños que se convierten de un día para otro en adultos, cuerpos de niños adultos. Niños adultos que son atacados por los soldados con cualquier armamento ilegal, cada día nuevos peligros que han de acostumbrarse a esquivar.

Y un día como cualquier otro el ejército israelí les persigue para encarcelarlos. Los días pasan, durante las horas de sol se encaran contra los soldados y esquivan la muerte para echarlos, para que los 730 quilómetros de muro que les ahoga se construyan más lentamente. Por las noches, estos niños adultos no duermen, no viven, mantienen los ojos abiertos a cada minuto para que el ejército no les sorprenda, los secuestre y los arreste en espacios más estrechos, más claustrofóbicos. Niños adultos fugitivos que viven encarcelados y ahogándose en pueblos-prisión. No importa donde estén ni donde quieran escapar, el ejército controla y bloquea las carreteras, no hay salida ni a donde ir.

Pueblos-prisión. Ciudades-prisión.

Y es así como un día, alguno de estos niños adultos se plantea que las piedras se desvanecen en el aire. Poco a poco deciden cambiarlas por botellas llenas de pintura de colores para lanzarlas contra los jeeps del ejército, botellas que con el tiempo, se convierten en cocteles molotov. Y mientras unos lanzan piedras y botellas de colores, los otros reprimen salvaje y violentamente. El ejército practica y se entrena con civiles palestinos desarmados, disparando munición real con M-16’s y asesinando personas por la espalda.

Cuando el cuerpo no puede resistir más y enferma, cuando las fuerzas se agotan y el huir se hace cada día más pesado e imposible, cuando después de no dormir durante meses el cansancio gana, el ejército israelí les encarcela. Les busca por las noches dentro de sus camas, invadiendo el pueblo y sus casas, agrediendo a sus familias y hogares, robando el aceite de oliva y destrozando el mobiliario, para acabar secuestrándoles. Niños que pasan meses en la cárcel, maltratados, torturados, solos y aislados de sus familias y de aquellos a los que aman. Niños que son secuestrados en cárceles israelís durante un periodo de tiempo desconocido, perdiendo la mayor parte de ellos el curso escolar, influyendo en su trayectoria académica. Después de unos meses o años, saldrán de estas cárceles israelíes y seguirán encarcelados dentro de los pueblos-prisión y estos seguirán rodeados y amurallados, dentro de una cárcel quilométrica que llaman West Bank.

Estos niños adultos poco a poco se sienten morir en vida, se sienten morir por dentro y sus corazones se convierten en bomba. Es así como estos niños adultos han dejado de ir a la escuela para dedicarse a la resistencia. La resistencia adquiere nombre y colores políticos, colores que ya estaban sembrados por sus familiares muchos años antes. Llega un momento en que la vida y la muerte son lo mismo. La vida es un sin vivir. No vivir ni fuera ni dentro de la resistencia, porque sin resistencia hay extinción. La resistencia florece par ganarle tiempo a la batalla de la extinción. Porque después de no vivir durante años o de vivir encarcelado en diversas y diferentes celdas, después de haber visto como les robaban todo lo que tenían se dan cuenta de que el camino ya está hecho. Estos niños adultos pasaran a ser adultos que empuñaran un arma para luchar con la resistencia en contra de la ocupación y el apartheid israelí, como cuando de pequeños luchaban lanzando piedras con la muclea. Y un día, sin avisar a nadie se convertirán en mártires luchando por la libertad del pueblo palestino.

Una historia concreta que se repite sucesivamente para todos los niños del West Bank i Gaza. Le ha llegado la hora a Mohammed, este chico delgado, zurdo y de 19 años. Ayer era el turno de sus dos hermanos mayores. Mañana será el turno de su hermano pequeño. Muchas de las palabras escritas aquí son suyas, fueron pronunciadas entre gritos de rabia y solidaridad con el pueblo de Gaza, ahora hace casi un año, cuando Israel bombardeaba la Franja de Gaza y asesinaba a 1.400 personas. Hoy, Mohammed está secuestrado en una cárcel israelí. Le esperaremos para terminar de escribir la historia de todos los jóvenes palestinos, aunque solo podrá hacerlo si las palabras no se le han enquistado en los huesos y se han convertido en un peso perenne y ya jamás podrán ser pronunciadas.

A día de hoy, el estado de Israel tiene secuestrados aproximadamente 11.000 civiles palestinos en sus cárceles, en los 31 recintos penitenciarios (21 cárceles, 5 centros de detención, 4 centros de interrogación y un centro de interrogación del servicio secreto de inteligencia israelí) de la Palestina histórica. Aproximadamente 1.000 de estos presos políticos esta en detención administrativa (349 de ellos menores de edad y 75 mujeres) es decir, sin tener derecho a ser juzgados, sin tener cargos. Más de 100 de estas detenciones administrativas fueron realizadas antes del 2006. En los últimos 19 meses, 90 jóvenes han sido secuestrados por el estado de Israel en el pueblo de Ni’lin, el más joven, un niño de 13 años. Desde septiembre del año 2.000, más de 2.500 niños han sido encarcelados por el estado de Israel, a día de hoy, 340 siguen secuestrados.

Solo un soldado Israelí está secuestrado en la franja de Gaza.

Todo esto lo sabe cuando sale de casa con la cabeza alta, una camiseta amarilla y una bolsa de plástico donde lleva el pijama que le acompañará las largas y dolorosas noches que le esperan en la cárcel. Semanas y meses esperando un juicio, esperando la sentencia militar. Lo sabe y piensa en ello al cruzar la puerta amarilla y el cartel que dice, Bienvenidos a la cárcel de Ofer. Se entrega para después ser más libre, para tener más espacio donde respirar, para poder dormir.

Aunque no sabe cuándo volverá a casa, al cruzar la puerta se despide con un Bikaf, ya basta de huir.


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Sheij Qassem: la Resistencia se ha Convertido en una Cultura


Al-Manar
20/12/2009

El vicesecretario general de Hezbollah, Sheij Naim Qassem, dijo el viernes que la Resistencia no es “sólo un fenómeno pasajero” y señaló que Líbano tiene derecho a ser un estado fuerte y defenderse por medio de ella.

Hablando en un encuentro con motivo de la fiesta de Ashura y convocado por Hezbollah en el complejo de Sayyed Al Shuhada, en el sur de Beirut. Sheij Qassem dijo que la Resistencia es un derecho porque busca la independencia y la libertad y Dios nos creó libres, no esclavos de EEUU o Israel.

“Yo pregunté a los periodistas extranjeros que realizaron algunas entrevistas con nosotros: ¿Cómo aceptáis la existencia de Israel y la ocupación israelí cuando afirmáis que defendéis los derechos humanos, las libertades y la dignidad?.

“Ninguno de ellos tenía una respuesta que dar, pero su contestación fue: “Ésa es la voluntad internacional”. Sin embargo, si la voluntad internacional fuera injusta y se alineara con la falsedad, la desviación y la corrupción; si las decisiones internacionales fueran injusta y opresivas, y llevaran a que otros se apoderaran de nuestros derechos y dignidad y el futuro de nuestras próximas generaciones injustamente, entonces estas decisiones no tienen valor para nosotros.”

“¿Qué ha hecho la voluntad internacional para la recuperación de Palestina? Se ha aliado contra Palestina y los palestinos. Palestina ha sido masticada gradualmente hasta que la ocupación la ha cubierto desde al mar hasta el río. Si cualquier otro grupo en el mundo (distinto a los sionistas) intentara, no tomar una tierra como Palestina sino un diminuto metro cuadrado, todo el mundo se levantaría en armas y los ejércitos de todo el planeta se movilizarían para devolver este metro cuadrado a sus propietarios”.
El vicesecretario general de Hezbollah concluyó su discurso señalando que la Resistencia se ha convertido en una cultura, una visión y un yihad. “Si Líbano no fuera fuerte debido a sus Resistencia, Pueblo y Ejército, no sería tomado en cuenta ni recibiría ningún respeto. Israel ha atacado Líbano una y otra vez intentando convertir al país en otro objetivo de la ocupación israelí y someterlo políticamente para empujarlo en la dirección que quiere. Tenemos el derecho a ser fuertes, a poseer armas y a adoptar las medidas que sean necesarias para reforzarnos con el fin de hacer frente a Israel.”



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La Batalla de Copenhague


Las Líneas de Chávez

21-12-2009
Hugo Rafael Chávez Frías
VTV

I
Copenhague fue el escenario de una batalla histórica en el marco de la XV Conferencia del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Mejor dicho: en la bella y nevada capital de Dinamarca, comenzó una batalla que no concluyó el viernes 18 de diciembre de 2009. Quiero reiterarlo: Copenhague fue apenas el comienzo de la batalla decisiva por la salvación del planeta. Batalla en el terreno de las ideas y en el de la praxis.
El brasileño Leonardo Boff, gran teólogo de la liberación y una de las voces más autorizadas en materia ecológica, en un artículo medular, titulado Lo que está en juego en Copenhague, dejó escritas estas palabras plenas de lucidez y valentía: ¿Qué podríamos esperar de Copenhague? Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar. Y un propósito simple: Vamos a cambiar de rumbo. A eso fuimos, precisamente, a Copenhague: a batallar por un cambio de rumbo en nombre de Venezuela y en nombre de la Alianza Bolivariana. Y más aún: en defensa de la causa de la humanidad y, para decirlo con el Presidente Evo Morales, en defensa de los derechos de la Pachamama, de la Madre Tierra.
Sabiamente lo dijo el mismo Evo, quien junto a este servidor, le tocó asumir la vocería de la Alianza Bolivariana: Aquí está en debate, si vamos a vivir o vamos a morir.
Todas las miradas del mundo se concentraron en Copenhague: la XV Conferencia sobre el Cambio Climático nos permitió calibrar de qué fibra estamos hechos, dónde habita la esperanza y qué podemos hacer para fundar lo que el Libertador Simón Bolívar definiera como el equilibrio del universo; un equilibrio que nunca podrá alcanzarse dentro del sistema-mundo capitalista.
II
Antes de nuestra llegada a Copenhague, el bloque africano, respaldado por el Grupo de los 77, se había encargado de denunciar que los países ricos estaban desentendiéndose del Protocolo de Kyoto, esto es, del único instrumento internacional que existe para luchar contra el calentamiento global: el único que impone sanciones a los Estados industrializados y protege a los países en desarrollo.
Necesario es reconocer que la batalla ya se había iniciado en las calles de Copenhague, con la juventud en la vanguardia protestando y proponiendo: pude ver y sentir, desde mi arribo a la capital danesa el 16 de diciembre, la fuerza histórica de otro mundo que, para la juventud, ya no sólo es posible sino que es absolutamente necesario.
III
En Copenhague, desde un principio, las cartas quedaron sobre la mesa a la vista de todos. De un lado, las cartas de la mezquindad y la insensatez brutal del capitalismo que no da su brazo a torcer en defensa de su lógica: la lógica del capital, que sólo deja muerte y destrucción a su paso cada vez más acelerado.
Del otro lado, las cartas del reclamo de los Pueblos por la dignidad humana, la salvación del planeta y por un cambio radical, no del clima, sino del sistema-mundo que nos ha colocado al borde de una catástrofe ecológica y social sin precedentes.
De un lado, los triunfadores de una civilización mercantil y utilitaria, esto es, los "civilizados" que desde hace mucho tiempo se olvidaron del ser, para apostar ciegamente a un tener, cada vez más insaciable.
Del otro lado, los "bárbaros" que seguimos empeñados en creer, y en luchar por ello, que, cambiando radicalmente de lógica, se puede maximizar el bienestar humano, minimizando los impactos ambientales y ecológicos; que sostenemos la imposibilidad de defender los derechos humanos, como lo planteara el compañero Evo Morales, si no se defienden antes los derechos de la Madre Tierra; que actuamos con el firme propósito de dejarles planeta y porvenir a nuestras descendencias.
No me cansaré de repetirlo a los cuatro vientos: la única alternativa posible y viable es el socialismo. Lo dije en cada una de mis intervenciones ante todos los representantes del mundo congregados en Copenhague, la cita mundial más importante en los últimos doscientos años: no hay otro camino, si queremos detener esta carrera desalmada y envilecida que sólo nos promete la aniquilación total.
¿Por qué le temen tanto los civilizados a un proyecto que aspira la construcción de la felicidad compartida? Le temen, hablemos claro, porque la felicidad compartida no genera ganancia. De allí la lucidez meridiana de aquella gran consigna de la protesta callejera de Copenhague que hoy habla por millones: "Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado".
Los "civilizados" no toman las medidas que deben tomar, porque eso, sencillamente, los obligaría a cambiar radicalmente su voraz modelo de vida, signado por el confort egoísta y eso no habita en sus fríos corazones, que sólo palpitan al ritmo del dinero.
Por eso, el imperio llegó a última hora, el 18 de diciembre, a ofrecer migajas a manera de chantaje y así lavar la culpabilidad marcada en su rostro. Frente a esta estrategia del bolsillo lleno, se escuchó por Dinamarca la voz clara y valiente de la pensadora hindú Vandana Shiva diciendo una gran verdad: "Creo que es hora de que Estados Unidos deje de verse a sí mismo como donante y comience a reconocerse como contaminador: un contaminador debe pagar una compensación por los daños y debe pagar su deuda ecológica. No se trata de caridad. Se trata de justicia".Debo decirlo: en Copenhague se acabó definitivamente la ilusión Obama. Quedó confirmado en su condición de jefe del imperio y "Premio Nóbel de la Guerra". El enigma de los dos Obama ha quedado resuelto.
El viernes 18 llegaba a su fin sin un acuerdo democráticamente consensuado: Obama montaba tinglado aparte, en una nueva violación de los procedimientos de la ONU, por lo que nos vimos obligados a impugnar cualquiera resolución que no pase por el respeto a la vigencia del Protocolo de Kyoto. Respetar y potenciar Kyoto es nuestra divisa.
No fue posible un acuerdo en Copenhague por la falta de voluntad política de los países ricos: los poderosos del mundo, los hiperdesarrollados, que no quieren ceder en sus patrones de producción y consumo tan insensatos como suicidas. "El mundo a la mierda, si se atreven a amenazar mis privilegios y mi estilo de vida", es lo que parecen reiterar con su conducta: ésta es la dura verdad que no quieren oír de quienes sí actuamos bajo el imperativo histórico y categórico de cambiar de rumbo.
Copenhague no es un fin, lo reitero, sino un comienzo: se han abierto las puertas para un debate universal sobre cómo salvar al planeta, a la vida en el planeta. La batalla continúa.
IV
Nos tocó conmemorar el 179 aniversario de la desaparición física de nuestro Libertador en un acto del más hondo contenido revolucionario: me refiero al Encuentro de la Alianza Bolivariana con los movimientos sociales de Dinamarca el 17 diciembre. Allí pude sentir, una vez más, que Bolívar ya no sólo es bandera venezolana y nuestro americana, sino que es cada vez más, líder universal. Es su herencia viva y combatiente, encarnada hoy en la Alianza Bolivariana, que se está haciendo mundo: la herencia que nos llevó a Copenhague a dar la batalla por la Patria Grande, que es, al mismo tiempo, darla por la causa de la humanidad.
En realidad y en verdad: ¡Bolívar vive! En Copenhague confirmé que está más vivo que nunca.Y ahora sí Vencerá.¡Ahora sí Venceremos!Hugo Chávez Frías
Fuente: http://www.vtv.gob.ve/art%C3%ADculos/opini%C3%B3n/27610

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