viernes, 5 de febrero de 2010

Venezuela: se complican relaciones con Washington


Miguel Lozano
6 de febrero de 2010
Caracas(PL)

Las relaciones de Venezuela y Estados Unidos tienden a complicarse hoy luego de un informe de inteligencia norteamericano y una ofensiva diplomática que el presidente Hugo Chávez considera parte de un plan para desestabilizar el país. Es algo bien delicado y una señal muy poderosa del imperio y su resolución de continuar atacando a Venezuela, alertó esta semana Chávez en relación con un informe al senado de su país del director de Inteligencia estadounidense, Dennis Blair.

Las acusaciones contra el gobierno venezolano incluyen limitaciones a la libertad de expresión, hostigar y reprimir a opositores y alianzas anti-estadounidenses con Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Para Chávez, el informe ratifica denuncias sobre la existencia de proyectos para derrocarlo con planes que irían desde golpe de Estado, como el de Honduras, hasta el magnicidio para luego llamar a elecciones e instaurar un gobierno de derecha.

La ofensiva incluye, en opinión de las autoridades, un virulento ataque contra Venezuela también esta semana del representante de Canadá en la Organización de Estados Americanos (OEA), Pierre Giroux, en una de las reuniones de ese organismo.

Según Chávez, el gobierno de Canadá participa con Washington en el apoyo de una agenda violenta de la oposición, que en los últimos días protagonizó incidentes callejeros.

Como punta de lanza, las autoridades venezolanas consideran que la oposición está manipulando a sectores estudiantiles para "calentar las calles", crear el caos y promover con la violencia sus candidatos a las elecciones parlamentarias del próximo septiembre.

El intento más reciente se registró el pasado 4 de febrero cuando una manifestación pretendió recorrer una ruta que coincidía en cuatro puntos con una marcha de partidarios del presidente Chávez.

Ante la posibilidad de enfrentamientos, la Alcaldía de Caracas no autorizó la ruta y pidió a los organizadores una variante, pero los grupos opositores decidieron concentrarse sin permiso y tratar de llegar a la Asamblea Nacional.

La convocatoria, que en opinión del alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, era en realidad una provocación, concluyó con ataques a las fuerzas del orden, uno de cuyos funcionarios resultó herido por un objeto contundente.

En relación con la concentración ilegal e intento de marcha no autorizada, Chávez denunció que es parte de las acciones que intenta realizar focos subversivos de fascistas y no de verdaderos estudiantes.

Ante estas acciones y los preparativos para los comicios, el mandatario pidió a sus seguidores no dejarse provocar y tomar las calles como expresión de un activismo político permanente, llamado que tuvo su expresión en una gigantesca manifestación de apoyo en Caracas el 4 de febrero.

Esa es una de las razones por la que no podemos abandonar las calles, hay un contraataque imperial y la oposición se siente protegida, alertó.

Paralelamente voceros opositores reforzaron la batalla mediática con intentos de culpar al gobierno por problemas energéticos provocados por la sequía, resultado del fenómeno climático El Niño, en un país que depende en 70 por ciento de hidroeléctricas.

De tal forma, la ayuda que brindan en este sector Cuba, Brasil y Argentina se convirtió en centro de ataques con el argumento que se trata de una injerencia extranjera, sobre todo en el caso cubano.

El ministro de Electricidad, Alí Rodríguez, explicó que el apoyo cubano se basa en la experiencia técnica en materia de ahorro y eficiencia energética, mientras expertos brasileños rehabilitan las turbinas de la represa El Guri, la mayor del país.

Argentina, en tanto, prepara proyectos para el mejor aprovechamiento del Río Caroní, al tiempo que Rusia y otros países ofrecieron plantas termoeléctricas.

En un país polarizado previo al nuevo proceso electoral, ni siquiera el fenómeno El Niño parece ser ajeno al tema político, complicado por la activa participación de elementos foráneos como denuncian las autoridades.

La esencia de la injerencia, denuncia Chávez, es la apetencia por el petróleo y un intento por detener la marcha de gobiernos progresistas en América Latina, enfoque que en opinión de las autoridades no varió con el cambio de gobierno en Estados Unidos.

lgo/ml

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Islam y altermundialismo


Yafar Abdellah

¿Es que no vais a combatir por la causa de Dios y de los hombres, mujeres y niños oprimidos que dicen: «¡Señor nuestro! Sácanos de este país de gentes opresoras y tráenos a alguien que, de Tu parte, nos proteja y auxilie.»
Sagrado Corán, 4:75

Cuando se habla de ideas que revolucionan totalmente a una sociedad, se enuncia solamente el hecho de que, en el seno de la vieja sociedad se han formado los elementos de una nueva y que la disolución de las viejas ideas marcha a la par con la disolución de las antiguas relaciones sociales.
El Manifiesto comunista

En Tu Nombre ¡Oh, la Justicia!

De las ruinas y la descomposición del viejo mundo, un nuevo mundo está naciendo.
El viejo mundo agonizante, basado en la lógica del beneficio usurero, se resiste a ceder su puesto a este nuevo mundo que nace cargado de fe en valores transcendentes, dispuesto a satisfacer simultáneamente las necesidades materiales, intelectuales y espirituales de la humanidad.
El nuevo mundo rescata con sus tiernas manos las viejas banderas de la justicia social, única garante de la verdadera libertad y de la felicidad humana, pero solamente quienes conciban al ser humano como un todo compuesto de tres dimensiones, material, intelectual y espiritual, podrán construir una sociedad capaz de satisfacer el conjunto de las necesidades humanas.
El viejo mundo usurero y totalitario pretende arrastrar a la humanidad a una guerra de destrucción total antes que permitir que el poder escape de sus manos ensangrentadas por siglos de opresión y tiranía.
Tratando de frenar su inevitable desaparición del escenario de la historia, inventa y alimenta grupos y atentados terroristas que le suministren la coartada necesaria para justificar su violencia belicista.
Precedido de sus mentiras, invade países y saquea los restos de la economía mundial antes de hundirse en el negro pozo del olvido.
El nuevo mundo, aun desde sus primeros e imprecisos pasos, extiende sus brazos solidarios a todos los pueblos del mundo y balbucea sus primeras palabras de hermandad antiimperialista, entendiendo su fe en un Dios de Verdad y Misericordia como un compromiso inevitable con la justicia, la defensa de los débiles, los explotados y oprimidos y la construcción de una sociedad mundial, justa, libre, solidaria y fraternal.

El triunfo de la revolución islámica en Irán, a principios del año 1978, proyectó al escenario mundial a una nueva fuerza revolucionaria que hunde sus raíces en la creencia en un Dios único y todopoderoso, un Dios de bondad y justicia, defensor de la verdad, del bien, de la justicia social y de la hermandad entre los pueblos y las gentes y que hace públicamente del Sagrado Corán su programa de partido.

Gracias a su fe en ese Dios todopoderoso, esas nuevas fuerzas revolucionarias dirigidas y guiadas por Imam Jomeini, fueron capaces de enfrentarse simultáneamente a todos los poderes imperialistas de la época y salir victoriosos de todas sus batallas.

Desde entonces, la fuerza expansiva de sus ideas no ha dejado de crecer y difundirse por todo el mundo, primero entre la oprimida comunidad islámica mundial y posteriormente entre todas las capas y pueblos oprimidos, alimentando sus ansias de liberación y precipitando la crisis de los grandes imperios en decadencia, primero de la agonizante Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y ahora de todo el bloque capitalista.

Para enfrentarse a ese nuevo fantasma, que esta vez no sólo recorre Europa sino el mundo entero, se reunieron en Santa Alianza todas las fuerzas reaccionarias de izquierda y derecha, la extinta Unión Soviética y los EE.UU., Francia e Inglaterra, Alemania y Francia, China y Japón, las monarquías petroleras y los gobiernos títeres de los países islámicos.

Durante más de ocho años la naciente revolución islámica fue combatida por una coalición mundial silenciosa que, tras el tirano Saddam, invadía Irán con sus ejércitos y sus armas más sofisticadas para terminar con una revolución que, en palabras de Kisinger: «Si no la frenamos ahora, la veremos extenderse desde Bangla Desh a Marraquesh.», y que durante los últimos treinta años ha venido siendo combatida sin éxito en todos sus frentes y mediante todos los recursos, militares, económicos y propagandísticos.

Para frenar ese movimiento revolucionario armado de fe en Dios y de los valores transcendentes que emanan del Sagrado Corán, los tiranos del mundo no han dudado en provocarse auto atentados terroristas con los que alimentar el espectro de ese nuevo fantasma que amenaza a la auto denominada «sociedad libre y democrática»: el fantasma del Islam.

La CIA y el Mosad han entrenado y entrenan grupos terroristas formados por ideólogos a sueldo de los imperialistas y por fanáticos ignorantes reclutados entre el lumpen del mundo islámico y entre las capas más ignorantes, empobrecidas e indignadas de la oprimida comunidad islámica, para organizar células terroristas con las que alimentar la ecuación Islam= Terrorismo.

Con el pretexto de combatir ese terrorismo islámico autofabricado, pero en realidad para tratar de impedir su desaparición como fuerza hegemónica, por un lado invaden países islámicos como Iraq, Afganistán, Palestina, Líbano y Sudán o Etiopía.

Por otro, a través de sus principales agentes en el mundo islámico, las corruptas monarquías petroleras, gastan enormes sumas en propaganda sectaria impregnada de odio y mentiras contra los musulmanes revolucionarios; utilizan su control sobre los centros sagrados de peregrinación del Islam, Meca y Medina, para tratar de imponer a la comunidad musulmana su corrupto poder e impedir el despertar de los pueblos islámicos oprimidos por gobernantes vendidos al Imperio, reprimiendo a sangre y fuego las manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino y de rechazo al sionismo e imperialismo y multiplican las actividades de los agentes wahabitas, infiltrados en el cuerpo de la comunidad islámica disfrazados de musulmanes, con el único objetivo de dividir a los musulmanes y de combatir al movimiento islámico revolucionario inspirado en la verdaderas enseñanzas del Corán, deformando su interpretación con lecturas aberrantes que justifiquen una violencia sectaria y un rigorismo totalitario, completamente alejado de la flexible y unificadora filosofía presente en el texto sagrado, mientras se abrazan y se congratulan entre bastidores con sus amos sionistas.

Y, aun por otro, amenazan con el uso de bombas atómicas a los países que como la nueva Rusia y China ponen en peligro sus ansias de Imperio Universal y apuntan hacia el establecimiento del diálogo y la colaboración con los nuevos Estados revolucionarias emergentes y con los países oprimidos, agitando desvergonzadamente el fantasma del holocausto atómico con el que someterlos y someter a la opinión pública de sus propios países, que se opone abierta y públicamente a sus planes belicistas y a la continuidad de un sistema injusto, represor y depredador, militarista y violento, destructor de la convivencia entre los pueblos, de los recursos de la humanidad y de las propias condiciones de vida del planeta.

Por su parte los pueblos oprimidos del mundo, en particular América Latina, aprovechan la oportunidad que les brinda la total atención y empleo de recursos que sus despóticos amos han de prestar a la creciente y triunfante revolución islámica en Oriente Medio, para conquistar nuevos espacios de libertad, inimaginables hasta la llegada triunfante de la revolución islámica.

Con Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Paraguay a la cabeza, el continente americano comienza por fin a liberarse de la opresión imperialista y encuentra en la revolución islámica sus aliados naturales para defenderse contra un mismo enemigo agresor y militarista y para avanzar en la construcción de un mundo nuevo, basado en la justicia social y en el reparto equitativo de la riqueza, la sanidad, la educación, el habitat y el trabajo.

No encontramos, pues, asistiendo a un momento crucial en la historia de la humanidad: mientras el viejo sistema, basado en la lógica del beneficio industrial y financiero, y en última instancia, de la usura y el engaño, colapsa y se desmorona, nuevas fuerzas revolucionarias, que incorporan abiertamente al programa de la resistencia social una nueva dimensión espiritual de la que éste, al menos explícitamente, carecía, hacen su aparición triunfante en la arena internacional.

Desde el triunfo de la revolución islámica en Irán, estamos asistiendo a la última fase del enfrentamiento entre el viejo mundo que se resiste a desaparecer y el nuevo mundo que puja por surgir.

El viejo mundo, como un invierno que llega a su fin, en sus intentos desesperados por no desaparecer, parece dispuesto a destruir el mundo en una guerra nuclear antes que ceder el poder que ha detentado durante siglos.
Las fuerzas de una nueva primavera se extienden y coordinan, aun de forma tímida y primaria, pero imparables y decididas.
Los ejércitos del proyecto sionista de dominación totalitaria mundial son derrotados por la naciente resistencia en el sur del Líbano y en Palestina y se debaten impotentes en Iraq y Afganistán.
Sin lugar a dudas, el viejo poder imperial agoniza y muere, pero en su caída amenaza con arrastrar a toda la humanidad al caos y la destrucción.
Para impedirlo es necesario y urgente que las fuerzas del nuevo mundo que nace se organicen y comiencen a llenar el vacío que deja la caída de los viejos imperios con nuevas formas de acción directa, de organización social y de estructuras acordes con los ideales de justicia social y hermandad que propugna.

Si las fuerzas nacientes de la revolución islámica quieren jugar el papel que les corresponde en la creación de ese nuevo mundo, los musulmanes revolucionarios deberemos entender con claridad que el Islam no es una religión más y la última de ellas, sino la religión eterna del Único Dios. Que no existen muchas religiones y el Islam es la última de ellas, sino que sólo existe una religión a la que Dios ha denominado genéricamente Islam y musulmanes a quienes se someten voluntariamente a Sus mandamientos y orientaciones desde el principio de los tiempos.

Pero cuando Jesús sintió la falta de fe de ellos, dijo: « ¿Quiénes serán mis partidarios [en la defensa de la causa que lleva] hacia Dios? »
Los apóstoles dijeron: « Nosotros somos los partidarios de Dios. Hemos creído en Dios. Testifica, pues, que nosotros somos musulmanes [a Él sometidos] 3:52

Y cuando inspiré a los apóstoles para que tuvieran fe en Mí y en Mi Mensajero y dijeron: « Creemos. Sé testigo de que nos sometemos a Ti, de que somos musulmanes. » 5:111

¡Y esforzaos por Dios con un esfuerzo verdadero por Él!
Él os ha elegido y no ha puesto en la religión, la creencia de vuestro padre Abraham, ninguna dificultad para vosotros. Él os ha llamado musulmanes anteriormente y en éste (mensaje), para que sea el Mensajero testigo sobre vosotros y seáis vosotros testigos sobre la gente.
Por tanto, haced la oración, dad el impuesto purificador de la riqueza y aferraos a Dios. Él es vuestro Señor y Protector. Un excelente Protector y un excelente Defensor. 22:78

Aquellos a quienes Nosotros dimos la escritura ante del él (antes del Corán), creen en él y cuando se les recitan, dicen: “Creemos en él. Ciertamente, es la Verdad que proviene de nuestro Señor. Ciertamente, nosotros éramos musulmanes desde antes de él. ” 28:52 y 53

Y Abraham se lo encomendó a sus hijos y también Jacob:
« ¡Oh hijos míos! ¡Ciertamente, Dios ha escogido para vosotros la religión, no muráis sin ser musulmanes! 2:132

Decid: « Creemos en Dios y en lo que nos fue revelado y en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las Tribus, y en lo que fue dado a Moisés y a Jesús, y en lo que fue dado a los profetas por su Señor. No hacemos diferencias entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él. (wa nahnu la hu muslimún)» 2:136


Abraham no era judío ni era cristiano, sino que era un buscador de la Verdad, sometido a Dios [ muslim ] y no era de los politeístas. 3:67

Di: «Creemos en Dios y en la revelación que fue hecha descender para nosotros y en la que fue hecha descender para Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las Tribus, y en lo que le fue dado a Moisés y a Jesús y a los profetas procedente de su Señor. No hacemos diferencias entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él. » 3:84

Y ¿Quién posee mejores creencias que quien inclina su rostro en señal de sometimiento a Dios y es bueno y sigue la creencia de Abraham, el buscador de la Verdad? 4:125

En verdad, Nosotros te hemos enviado la revelación [ ¡Oh Muhammad! ], tal como enviamos la revelación a Noé y a los profetas que vinieron tras él. Y enviamos la revelación a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las Tribus [ de los Hijos de Israel ], y a Jesús, Job, Jonás, Aarón y a Salomón. Y a David le otorgamos los Salmos. 4:163

Di: « En verdad, mi Señor me ha guiado a un camino recto, a una creencia auténtica, la creencia de Abraham, el buscador de la Verdad. No fue de los que adoran otros dioses junto a Dios. » 6:161

¡Y esforzaos por Dios con un esfuerzo verdadero por Él!
Él os ha elegido y no ha puesto en la religión, la creencia de vuestro padre Abraham, ninguna dificultad para vosotros.
Él os ha llamado musulmanes anteriormente y en éste, para que sea el Mensajero testigo sobre vosotros y seáis vosotros testigos sobre la gente.
Por tanto, haced la oración, dad el impuesto purificador de la riqueza y aferraos a Dios. Él es vuestro Señor y Protector. Un excelente Protector y un excelente Defensor. 22:78

Él ha establecido para vosotros los mandatos de la fe que ya había encomendado a Noé y que también Nosotros te hemos revelado a ti, y lo que habíamos encomendado a Abraham, Moisés y Jesús: «Estableced la creencia y no os dividáis por causa de ella.»
A los idólatras les resulta difícil aquello a lo que tú les convocas.
Dios escoge para Sí a quien Él quiere y guía a Él a quien se vuelve con arrepentimiento. 42:13

Y a Él pertenecen quienes están en los cielos y en la Tierra. Todos están sometidos a Él. 30:26


Debemos entender claramente que, puesto que sólo hay un Dios, sólo hay un mensaje divino para la humanidad, el mismo desde el principio de los tiempos y que el Sagrado Corán es el final de ese mensaje, que viene a eliminar las adulteraciones y omisiones de los mensajes anteriores y a completarlos definitivamente, el fin de un único y mismo mensaje liberador y guía de Dios para la humanidad.

En verdad, los creyentes, tanto judíos, como cristianos o sabeos, quienes crean en Dios y en el Último Día y actúen rectamente, tendrán su recompensa junto a su Señor. No tendrán que temer y no estarán tristes .2:62

En verdad, los creyentes, los judíos, los sabeos y los cristianos, quienes crean en Dios y en Último Día y obren rectamente, no tendrán por qué temer y no estarán tristes. 5:69

Y no seáis de los idólatras, de esos que escinden su religión haciendo partidos, cada partido contento de lo que posee. 30:31 y 32

Los musulmanes revolucionarios debemos, pues, llamar a nuestros hermanos musulmanes y a todos los creyentes a trabajar unidos por nuestra fe común, que nos compromete ante Dios y nos obliga a luchar por la creación de un mundo que responda a Sus parámetros de justicia y de defensa de los pobres y oprimidos, tal como, entre otros, lo entienden los seguidores de la teología de la liberación.

Nuestra tarea fundamental no es convertir a las personas al Islam, eso es algo que está en manos de Dios, nuestra tarea es responder al llamado divino para defender a los débiles y los oprimidos y para construir un mundo basado en la justicia social y comprometernos en ese camino con todos aquellos, musulmanes y no musulmanes, creyentes y no creyentes que estén implicados en esa misma tarea, aportando nuestras elaboraciones y puntos de vista y trabajando codo con codo y sin reservas con ellos, para construir ese mundo nuevo mejor que decimos es posible.

Por tanto los musulmanes revolucionarios tenemos ante nosotros varias tareas:

1. Liberar a nuestras creencias de deformaciones reduccionistas que pretender presentar el Islam como una religión más y que desde fuera y desde dentro del Islam lo presentan como una religión alternativa que pretende fagocitarse al resto de las creencias religiosas y no religiosas, y defender el carácter genérico del término Islam como el sometimiento voluntario y absoluto ante nuestro Creador y Señor que los hombres y mujeres han manifestado desde el principio de los tiempos, presentando al Sagrado Corán no como un texto opuesto a las Escrituras Sagradas anteriores, sino como lo que es: la palabra eterna de Dios, libre de adulteraciones y el texto final del único y eterno mensaje de Dios para toda la humanidad a lo largo de todos los tiempos.

Para ello deberemos redefinirnos en términos universales, no como una religión y una espiritualidad alternativa, sino como continuidad y realidad viva y final del único mensaje que el Dios único ha enviado eternamente a la humanidad, para guiarla y enseñarla a hacer buen uso de la libertad en la que Él nos ha creado.

2. Organizar nuestra actividad de manera militante, utilizando las mezquitas no sólo como centros de adoración, sino como lugares desde los cuales realizar nuestra reflexión, análisis y debate, y planificar y desarrollar nuestra labor social y nuestra lucha por un mundo mejor, tal y como Dios manda.

3. Asumirnos como motor de ese cambio universal, como ideólogos y vanguardia militante del movimiento altermundista y asumir el papel fundamental que debemos jugar en la organización de las fuerzas llamadas a construir un nuevo mundo, sentando las bases de una nueva forma de organización social, basada más en la acción directa y en la hermandad, la iniciativa y la creatividad de los pueblos y de las personas que en la autoridad coercitiva e incluso planificadora de los Estados.
Es decir, concibiendo la verdadera democracia no como una delegación del poder personal de cada uno en políticos profesionales, que, además, traicionan sistemáticamente sus promesas y nuestras esperanzas, sino creando organizaciones de base que asuman la responsabilidad de desarrollar las políticas económicas, sociales, asistenciales, culturales, sanitarias, médicas, culturales y educativas que queremos y necesitamos, dejando de pedírselas a y de esperarlas de gobiernos que jamás responderán a nuestras demandas porque su poder es el resultado de una apropiación violenta e injusta desde sus orígenes.

4. Desde esa asunción teórica y militante, debemos materializar, en la práctica un triple llamamiento:

a) Por un lado, al conjunto de la comunidad islámica.
b) Por otro, a todos los creyentes en el Dios único de las distintas religiones y creencias
c) Y por otro, a todas las personas y fuerzas que, no poseyendo fe en ese Dios único, son capaces de discernir entre la verdad y la falsedad, entre la justicia y la opresión, entre la distribución equitativa de la riqueza y la apropiación indebida, injusta y usurera, toman partido por la causa de los oprimidos y los explotados y están dispuestos a aportar su grano de arena en la construcción de un mundo nuevo, basado en valores humanos y no en valores bolsísticos.

Un llamamiento para llenar de manera directa, activa y creativa el vacío que dejan las fuerzas en extinción del viejo mundo que desaparece.

Allí donde existan estructuras altermundistas, como los foros sociales en las ciudades, deberemos incorporarnos a ellos, aportando nuestras ideas teóricas y nuestro esfuerzo práctico y crearlos allá donde no existan, sin pretender por ello adueñarnos de ellos, lo cual, no sólo limitaría su capacidad de convocatoria y su eficacia, sino que, además, desdeciría el verdadero espíritu de defensa del interés común que debe presidir nuestra actividad social.

Deberemos ponernos como meta dotar al movimiento altermundista de una organización permanente a escala local, que piense en términos globales y actué de forma continuada y no esporádica en el plano local, y que se coordine a escala provincial, nacional e internacional con todo el movimiento altermundista.

El movimiento altermundista de base, no debe disolverse en aquellos países en los que existan gobiernos revolucionarios.
Los contactos, acuerdos y colaboraciones que los gobiernos revolucionarios de distintos países establezcan entre sí, tanto para fortalecer el frente común antiimperialista como para avanzar en la construcción de sus propias, sociedades, deben contar con bases revolucionarias organizadas de manera autónoma y que desarrollan su propia practica autónoma de construcción social.
Y las organizaciones altermundistas podrán colaborar con esos gobiernos revolucionarios tanto en el plano de la reflexión teórica como en la práctica, si son sinceros, y criticar de manera positiva sus errores y, por supuesto, sus desviaciones y procesos de burocratización, sin disolverse en las estructuras gubernamentales y sus partidos, ya que los partidos, incluidos los partidos revolucionarios, tienden a anteponer sus propios intereses partidarios a los del conjunto de la población.

De la misma manera, los musulmanes revolucionarios no deberemos disolvernos dentro del movimiento altermundista.
Si no queremos tener en él una presencia exclusivamente testimonial, nuestra participación en los foros sociales deberá estar soportada en nuestra propia organización y actividad social directa como musulmanes revolucionarios.
Deber ser, por tanto, nuestra tarea prioritaria fortalecer nuestra organización con la incorporación de nuevos y antiguos musulmanes atraídos por la revolución islámica y educarles en la necesidad de concebir nuestra fe también en su dimensión social y no únicamente espiritual, generando una moral de trabajo voluntario que vertebre y dé sentido a nuestra organización como musulmanes revolucionarios.

Hemos de desarrollar en nuestras organizaciones y mezquitas un debate de cuáles son las necesidades de la sociedad en la que vivimos y la manera de comenzar a cubrirlas, convocando, por ejemplo, a maestros y profesores a teorizar sobre métodos y objetivos de la enseñanza y la educación, definiciones de los conceptos de educación, formación y enseñanza, elaboración de programas alternativos de educación y puesta en práctica de los mismos en nuestras escuelas, creación de escuelas y colegios de nuevo tipo, orientados a enseñar a los niños y jóvenes a pensar por ellos mismos y que desarrollen un nuevo modelo educativo y nuevos criterios y métodos pedagógicos, que hagan de ellos un modelo educativo atractivo para musulmanes y no musulmanes.
Y de la misma manera deberemos obrar en otras áreas, como la sanidad, la creación de riqueza y puestos de trabajo, la iniciativa empresarial, cooperativa, alimentación, ocio…

El mensaje del Islam no puede expandirse en el vacío. Debemos bajar al terreno de la práctica en el que contrastar la validez y la verdad de nuestras ideas y teorías.
Sólo en la práctica podremos agrupar y unificar a nuestros hermanos musulmanes.
Sólo ofreciendo un marco social que de una respuesta islámica a las necesidades de los musulmanes que viven en sociedades no islámicas en todos los terrenos: especialmente en el del ocio y la educación de los jóvenes, podremos atraer a nuestros hermanos musulmanes a la unidad de acción superadora de las diferencias ideológicas o sectarias o simplemente de la adaptación acomodaticia y miope al entorno social laicista en el que viven.
Además, sólo en la práctica podremos aparecer como una referencia capaz de atraer a las personas buscadoras de otras creencias a la unidad de acción.

Para que el movimiento altermundista y nuestras propias organizaciones de musulmanes revolucionarios puedan llevar adelante esa tarea, deberán plantearse desde el principio su independencia económica, de manera que no terminen siendo instrumentos a sueldo de los gobiernos y partidos gobernantes, más o menos revolucionarios, para que, la aparición de deformaciones burocráticas y/o partidistas de los mismos, no le impidan al movimiento de base cumplir su función crítica, creadora y constructiva.

La experiencia de las revoluciones del siglo veinte nos ha enseñado que los partidos y las organizaciones revolucionarias, tras la toma del poder, tienden a generar una capa burocrática que termina convirtiéndose en una nueva aristocracia, poseedora de intereses propios, de privilegios y de poderes particulares y opuestos al bien común.
Al mismo tiempo, mientras existan los Estados nacionales, éstos seguirán generando sus propias razones de Estado que les llevarán a anteponer sus intereses nacionales chovinistas a los intereses generales de la humanidad.
En nuestras organizaciones y en nuestra participación en el movimiento altermundista deberemos generar una conciencia general de que responsabilidad significa servicio y de que el ejercicio de la autoridad política, social, cultural, religiosa o de cualquier otro tipo, no puede jamás ser fuente de privilegios y enriquecimiento personales, sino todo lo contrario, una carga añadida a la responsabilidad personal, un servicio desinteresado a la comunidad, que encuentre su única y mejor satisfacción y recompensa en la misma realización del trabajo bien realizado.

Solamente las personas que respondan a ese perfil deberán ser elegidas para los cargos de responsabilidad y coordinación.
La búsqueda de privilegios deberá ser argumento suficiente para retirar la confianza y los cargos de responsabilidad a las personas que los pretendan.

Deberemos, por tanto, realizar un llamamiento general, primero a nuestros propios hermanos musulmanes, y en función del éxito de nuestra convocatoria entre ellos, al resto de las personas y fuerzas interesadas en la construcción del nuevo mundo, a la militancia activa y organizada de todos aquellos dispuestos a aportar su grano de arena en la construcción del mismo, de manera que podamos llegar a cubrir todas aquellas necesidades que hoy tienen las amplias masas de la población en los terrenos de habitat, laboral, sanitario, educativo, cultural, artístico, intelectual y espiritual.

Ese proceso no puede limitarse al plano del debate teórico únicamente, deberá ser una combinación creativa de teoría y práctica permanente, de manera que ambas se enriquezcan mutuamente de forma continua, permitiéndonos aprovechar y rentabilizar los aciertos y corregir los errores de análisis y de práctica en todo momento.

El proceso a desarrollar no es, ni puede ser seguramente, un modelo cerrado, ya que ha de ser resultado de una labor de debate teórico permanente sobre el mundo que queremos construir y cómo hacerlo y debe huir de modelos rígidos que maten la creatividad de las personas.
Pero debe aprender de los errores y aciertos del pasado para, así, tener en cuenta todas las iniciativas que impulsen los valores fundamentales de la justicia social, la hermandad, la libertad y la felicidad personales y considerar como negativos, y por lo tanto descartables, todos aquellos elementos que se opongan a estos valores.

El llamamiento debe ir dirigido a todas las capas y clases de la humanidad, de manera que todo individuo dispuesto a colaborar en la construcción del nuevo mundo, pueda incorporarse a ello y aportar algo de su tiempo, de su conocimiento y de sus medios a la creación y funcionamiento de nuevos marcos y estructuras productivas, sanitarias, educativas, culturales, artísticas, de ocio, intelectuales, espirituales,… basadas en estos valores, dejando abandonadas a su suerte a las clases políticas, actores voluntarios de una comedia escrita por el capital sionista y ocupadas en un juego de obtención de privilegios y beneficios personales cada vez más divorciado de la realidad y que no tiene, ni nunca tuvo, en cuenta las verdaderas necesidades y deseos de la inmensa mayoría.

Dejar abandonadas a su suerte a las clases políticas y ocuparse de llenar el creciente vacío social que el viejo poder deja en su proceso de extinción.
Áreas como la sanidad y la educación necesitan urgentemente ser atendidas de manera efectiva, eficaz y amorosa. Para ello se necesita también y principalmente del esfuerzo voluntario y creativo de profesionales concienciados e imaginativos.
Nuevos conceptos productivos y distributivos deben ser concebidos e impulsados por comerciantes y productores que utilicen su experiencia y conocimientos en estos temas para crear nuevas fuentes de riqueza orientadas a satisfacer la demanda y las necesidades de una nueva sociedad, centrada en proporcionar una cobertura general en todos los terrenos y un reparto general de la riqueza y no en la producción irracional y descontrolada de supuestos bienes, contaminantes, depredadores, fomentadores del caos social, la basura, la polución ambiental, la extinción de los recursos naturales y de las especies vivas y, en última instancia, innecesarios por irracionales y generadores de más desgracia y sufrimiento, desequilibrio físico, psíquico y espiritual que de bienestar y felicidad.

Los recursos generados por las nuevas actividades deberán ir encaminados a facilitar y mejorar las condiciones de vida generales, no al enriquecimiento material de unos pocos, sino al enriquecimiento intelectual y espiritual de la mayoría. No hacia la construcción de una sociedad cada vez más sofisticada y desequilibrada, sino de un mundo cada vez más feliz y de una vida sencilla, no consumista, y en contacto directo con la belleza y favores de la naturaleza.
Una sociedad que recupere las aguas, los ríos y los mares, las tierras y los bosques. Que recupere el respeto sagrado hacia la creación, que aprenda a vivir de manera menos complicada y que devuelva al tiempo la dimensión de eternidad que le pertenece, en las antípodas del frenesí y la fugacidad a las que el desquiciamiento actual le ha avocado y que nos permita a la especie humana recuperar el equilibrio, la sensatez, la tranquilidad y la armonía que tanto necesitamos y de la que hoy carecemos.

Los musulmanes revolucionarios, al impulsar y participar en las nuevas estructuras y actividades, deberemos fundamentar nuestra labor de difusión de nuestras ideas en el ejemplo ético y moral personal, más que en la propaganda teórica y abandonar toda actitud falsamente moralista que tienda a excomulgar aquellas tendencias que dentro del movimiento revolucionario no contemplen la dimensión espiritual de los seres humanos, o que no la contemplen de la misma manera que nosotros.
No deberemos permitir que los deseables e inevitables debates intelectuales que aparezcan vengan marcados por el sectarismo, el chovinismo, el racismo, el sexismo o cualquier otra forma de exclusivismo que fomente la división y la ruptura de los lazos fundamentales de hermandad y amor entre los seres humanos.

Los escritores, los poetas, los músicos, los artistas y las fuerzas creativas tienen un papel fundamental en la construcción del nuevo mundo.
Las ideas destructoras y negativas deben ser combatidas con ideas creativas y creadoras y nunca con la fuerza.
La sociedad que nace debe aborrecer de las medidas represivas y coercitivas. Responder a las ideas con ideas, a las palabras con palabras, a los escritos con escritos.
Deberá prohibirse el recurso a la violencia en todas sus manifestaciones, especialmente en contra de las ideas opuestas. De esa manera se acabará eficazmente con los violentos y la violencia. El nuevo mundo debe prohibir el uso de la fuerza, excepto para impedir a los violentos el uso de la violencia como manera de imponerse al resto, y aun así, de manera comedida.
Defenderá la erradicación absoluta de cualquier forma de tortura física o psicológica y se abordará la solución de comportamientos sociales patológicos con un espíritu basado en el amor, la comprensión, la moderación, la tolerancia y el bien.
En el cuerpo social, como en los cuerpos físicos, toda fuerza ejercida en una determinada dirección y con una determinada intensidad, genera una resistencia de la misma intensidad y de sentido contrario. Teniendo esto en cuenta, debemos diseñar una sociedad lo menos coercitiva posible.

Como musulmanes revolucionarios no propondremos la expropiación de los medios de producción por el Estado, modelo que ya ha demostrado que solamente sirve para fortalecer la aparición de una nueva clase burocrática, frenar la creatividad y la iniciativa personal y fomentar el parasitismo laboral y la pérdida del entusiasmo revolucionario, sino un reordenamiento social basado en la justicia y en la distribución equitativa de la riqueza.
No propugnaremos una revolución violenta contra el orden establecido, pues la violencia no genera más que violencia, sino una transformación creadora de la sociedad a partir de una práctica directa basada en valores humanos.
Eso no quiere decir que adoptaremos una actitud pacifista a ultranza. Defenderemos el derecho a defenderse de los oprimidos allí donde sean atacados. El derecho a la defensa armada de quienes son víctimas de la violencia armada del Estado, de los pueblos oprimidos por la violencia armada y de los pueblos y las naciones agredidas o invadidas militarmente, mientras dure esa agresión o invasión.

El modelo social que el Sagrado Corán propugna, tanto en sentido general como en sus particularidades, será el referente de nuestra acción y reflexión y la fuente de las propuestas que los musulmanes revolucionarios llevemos a los organismos de debate y acción del conjunto de las fuerzas activas de la sociedad.

Los musulmanes revolucionarios, en nuestra participación en el movimiento altermundista, no pretenderemos establecer una sociedad basada en el gobierno islámico, sino de contribuir con nuestros valores, y con una práctica ética consecuente con ellos, a la construcción de una nueva sociedad en la que todos quepan y todos participen.
Una sociedad orientada al bien, cuando la inmensa mayoría lo reconozca como bien y alejada del mal, cuando la inmensa mayoría lo reconozca como mal, y limitaremos al ámbito de nuestra comunidad espiritual y de nuestra vida personal la práctica de valores éticos y morales más estrictos, en conformidad con las orientaciones y mandatos coránicos.
No una nueva sociedad totalitaria y uniformizada, sino una sociedad hermanada en la justicia, el bien colectivo y la libertad respetuosa de los semejantes.
No una sociedad coercitiva, sino una sociedad tolerante, que proteja el espacio publico de la corrupción y el escándalo, pero que respete el espacio privado como un entorno sagrado e inviolable.
Una sociedad con valores espirituales, pero no dogmática e inquisitorial. Una sociedad que otorgue su derecho a la dimensión espiritual de los seres humanos, pero que no trate de imponérsela a nadie.

Dios ha creado al ser humano en una condición tal que le lleva a amar y buscar de manera natural y espontánea el bien, la belleza, el conocimiento y lo transcendente.

Para educar a la sociedad en esos valores no es necesario crear mecanismos impositivos, es suficiente con proporcionar a las personas, y en especial a las nuevas generaciones, un marco de confianza, de tranquilidad y de amor, que no coarte ni deforme la naturaleza esencial en la que hemos sido creados y en la que las ideas puedan fluir con entera libertad y creatividad.
El intelecto y raciocinio con los que Dios nos ha creado son instrumentos suficientes para permitirnos, siempre y cuando disfrutemos de libertad, distinguir las ideas y actitudes buenas y constructivas de las malas y corruptoras.
Una sociedad volcada al bien no es aquella que impone su verdad, sino aquella que facilita los medios para que cada uno la encuentre.

Él es Quien ha creado los cielos y la Tierra con la Verdad. 6:73

La Verdad procede de tu Señor, por tanto, no seas de los que dudan.2:147

Y ellos dirán: «¡Alabado sea Dios, que ha hecho realidad Su promesa y nos hizo heredar la Tierra para que nos establezcamos en el Jardín donde queramos!» ¡Qué buena la recompensa de los que actuaron bien!
39:74

Qom
6 de Enero del 2009
9 de Muharram del 1430



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Los errores del determinismo demográfico: el caso de las pensiones


Publicado en la revista digital SISTEMA
5 de febrero de 2010
Vicenç Navarro

Este artículo cuestiona el determinismo demográfico que argumenta que la transición demográfica hace inviable el sistema público de pensiones. El artículo señala que tal argumento ignora los cambios que han ocurrido y continuaran ocurriendo en la fuerza laboral, en la masa salarial, en la productividad laboral, y en la creación de riqueza que permitirán un aumento considerable de los ingresos al estado. El artículo señala que la viabilidad de las pensiones no es un tema demográfico, o económico sino político.

En el debate que se ha generado en España, a partir de las propuestas hechas por el gobierno español para garantizar la sostenibilidad de las pensiones públicas, se están utilizando argumentos (por parte de aquellos que cuestionan la viabilidad del sistemas actual de reparto) que deben ser cuestionados, pues responden más a criterios ideológicos que científicos. Tales argumentos, por cierto, se reproducen no sólo en círculos liberales sino también en algunos forums de centroizquierda y, en ocasiones, de izquierda.
Uno de ellos es que la transición demográfica, con un número creciente de ancianos por una parte, y un número decreciente de gente joven por otra, hace inviable el sistema de pensiones. Tal argumento ignora, sin embargo, que en los sistemas de reparto el dato más importante para analizar su viabilidad no es ancianos versus jóvenes, sino beneficiarios (es decir, pensionistas) versus cotizantes a la Seguridad Social. Esta observación se les escapa a aquellos que constantemente atribuyen a la transición demográfica la “crisis” de las pensiones. En un país, como el nuestro, donde el paro ha sido históricamente muy elevado (actualmente un 18.94% de la población activa) y donde el porcentaje de la mujer incorporada al mercado de trabajo es todavía bajo (54%), sorprende que se diga que el problema radica (o radicará) en la escasez de personas que pueden trabajar. Si a las personas en paro, así como a las que trabajan a tiempo parcial y que desearían trabajar a tiempo completo, sumamos las mujeres que estarían en el mercado de trabajo en caso que su participación en tal mercado fuera semejante a la de las mujeres suecas (un 87%), tendríamos cerca de 10 millones de trabajadores (y cotizantes a la seguridad social) más. No hay, ni ahora ni en el futuro, un déficit de personas en España que puedan trabajar. Y que deberían trabajar, pues es lo que desean.
Otro argumento que utilizan los que recurren al argumento demográfico, para apoyar sus tesis de insostenibilidad de las pensiones, es que el número de trabajadores cotizantes por pensionistas está disminuyendo y ello creará un problema. El informe del Gobierno sobre las pensiones utiliza este argumento para apoyar su recomendación de que se retrase la edad de jubilación, de 65 a 67 años. Los trabajadores cotizantes –dice el informe- no podrán sostener a los pensionistas cuyo número casi se doblará en treinta años. Tal informe introduce sus recomendaciones con un cuadro en el que se muestra como el número de pensionistas aumentará de 8 millones en 2010, a 15 millones en 2040, concluyéndose que tenemos un problema grave pues el número decreciente de cotizantes por pensionista hace inviable la continuación de esta situación, a no ser que se reduzcan considerablemente los beneficios. Este argumento se ha convertido en un dogma. Y como dogma se reproduce a base de fe (e ideología) en lugar de evidencia empírica.
Como describí en mi artículo en PÚBLICO (“Una vez más, las pensiones”, 04.02.10) este argumento es semejante al que hicieron los alarmistas malthusianos al ver el descenso de la población que trabajaba en agricultura. Decían tales autores que el descenso de la población que trabajaba en el campo conduciría a un descenso de la producción de alimentos y al hambre de la población. Pues bien, el porcentaje de la población en España que trabajaba en la agricultura ha pasado de ser un 30% en 1970, a un 4% en 2008 y no hay escasez de alimentos. En realidad el crecimiento de la productividad en agricultura ha sido tal que un trabajador en el campo hace el mismo trabajo que antes hacían veinte trabajadores.
Las tesis que indican que la reducción del número de trabajadores hace peligrar la viabilidad del sistema de pensiones ignoran el enorme crecimiento de la productividad y por lo tanto de los salarios y de sus contribuciones, bien sean como impuestos, bien sean como cotizaciones sociales. Permítanme que repita lo que escribí en otro texto “Las pensiones son viables”, Julio-Agosto 2009, a raíz del documento escrito por el Banco de España y la Comisión Europea (ambos de clara orientación liberal) que alertaban que en el año 2060, España se gastaría el 15.1% del PIB en pensiones un porcentaje –decía el informe- alarmante. Cito de nuevo mi respuesta: “Supongamos que el crecimiento anual de la productividad es un 1,5%, un crecimiento que incluso el Banco de España admite como razonable. En este caso, el valor del PIB español en 2060 será 2,23 veces mayor que el PIB del año 2007. Ello quiere decir que si consideramos el valor del PIB del año 2007 como 100, el del año 2060 será de 223. Pues bien, el número de recursos para los no pensionistas en el año 2007 fue de 100 menos 8,4 (8,4 es la cantidad que nos gastamos aquel año en pensionistas), es decir, 91,6. En el año 2060 los recursos a los pensionistas serán el 15,1% de 223, es decir 33, y para los no pensionistas será 223 menos 33, es decir, 192, una cantidad que es más del doble de la existente en el año 2007, 91,6. Debido al crecimiento de la productividad, en el año 2060 habrá más recursos para los no pensionistas que hoy, y ello a pesar de que el porcentaje del PIB dedicado a pensiones es superior en el año 2060 que en el 2007. Los que alarman innecesariamente a la población olvidan un hecho muy elemental. Hace cincuenta años, España dedicaba a las pensiones sólo un 3% del PIB. Hoy es un 8%, más del doble que cincuenta años atrás. Y la sociedad tiene muchos más fondos para los no pensionistas de los que había entonces, aún cuando el porcentaje del PIB en pensiones sea mucho mayor ahora que entonces. Por cierto, ya hace cincuenta años, cuando España se gastaba un 3% del PIB en pensiones, había voces liberales que decían que en cincuenta años se doblaría o triplicaría tal porcentaje, arruinando el país. Pues bien, estamos cincuenta años más tarde, y el país tiene más recursos para los no pensionistas que existían entonces, aún cuando el porcentaje del PIB dedicado a pensiones se ha doblado (En estos datos, por cierto, se ha incluido ya el impacto de la inflación).”
Cuando el informe del gobierno español indica que la población pensionista casi se doblará en treinta años, se está ignorando que en treinta años el PIB de España será varias veces superior (mucho más del doble) del existente ahora.

LONGEVIDAD DE LOS INDIVIDUOS Y ESPERANZA PROMEDIO DE VIDA DE UNA POBLACIÓN SON DOS CONCEPTOS DISTINTOS
Otro argumento que se utiliza por parte de los deterministas demográficos es que la esperanza de vida está aumentando cuatro años cada veinticinco, con lo cual la extensión del periodo de las pensiones hará insostenible el sistema. Tal afirmación es consecuencia de un desconocimiento de lo que es y cómo se calcula la esperanza de vida. El hecho de que la esperanza de vida promedio de la población española haya aumentado de 76 años a 80 en el periodo 1980-2005 no quiere decir (como erróneamente se asume) que un español promedio viva cuatro años más (ver explicación detallada en “Las Pensiones son viables” VIEJO TOPO, julio-agosto 2009), quiere decir que sumando los años de vida de todos los ciudadanos y residentes y dividiéndolo por el número de ciudadanos y residentes, el promedio de vida es cuatro años más en 2005 que en 1980. Pero ello se debe a que la mortalidad infantil y la mortalidad de los grupos etarios más jóvenes, ha bajado mucho. Tal aumento promedio de años de vida no significa que, como asumen aquellos autores, los ancianos vivan cuatro años más. Ni que decir tiene que los ancianos viven más (2.6 años) que hace veinticinco años, pero no las cantidades que se utilizan.
El punto de mayor relevancia es que la longevidad (años de vida que cada persona tendrá) depende de la clase social del individuo. España es uno de los países de la UE-15 con mayores desigualdades. Existe un gradiente de longevidad entre nuestros ciudadanos dependiendo de su clase social. Una persona en el cinco por ciento de renta superior vive en España diez años más que un trabajador no cualificado con más de cinco años en paro (el promedio de la UE-15 es siete años). Es profundamente injusto que las clases populares (clases trabajadoras y clases medias), que viven menos años, tengan que trabajar dos años más para sostener las pensiones de las clases más pudientes que les sobrevivirán muchos años. Esto es lo que en realidad se está proponiendo cuando se pide el retraso obligatorio de la jubilación.

REFORMAS NECESARIAS
Que las pensiones basadas en un sistema de reparto sea viable, no quiere decir que no debieran hacerse reformas, algunas de las cuales aparecen en el informe del gobierno, el cual tiene también propuestas que son aconsejables. Una de ellas es facilitar el retraso voluntario de la jubilación. La situación actual es excesivamente traumática para aquellos sectores de la población que gozan mientras trabajan (este grupo es una minoría), y que pasan de un 100% de actividad laboral a 0%, en cuestión de horas, a partir del día D, hora H en que se jubilan. Es un paso traumático e innecesario. Sectores amplios de la población anciana pueden ofrecer gran rendimiento y su exclusión del mercado de trabajo es, además de una enorme ineficiencia económica, una carga a la Seguridad Social, pues pasan de ser cotizantes a beneficiarios en un momento en que pueden (y desean) continuar siendo cotizantes. En EE.UU., la jubilación es un derecho, no una obligación. Por ley, como Catedrático Universitario, por ejemplo, nadie me puede jubilar de la Universidad, siempre y cuando produzca al nivel de expectativas que la Universidad exige a su profesorado.

La jubilación debe ser, a partir de 65 años, voluntaria, garantizando un retiro digno. Y ahí está el segundo tema. Las pensiones en España tienen que mejorarse, no sólo las no-contributivas sino también las contributivas. El hecho de que representen un porcentaje elevado del salario en el momento de la jubilación no significa que las pensiones sean satisfactorias, pues el salario real promedio es muy bajo.
El tercer tipo de intervención es el aumento de las cotizaciones sociales, evitando las exclusiones que están ocurriendo en colectivos que ven reducidas sus contribuciones por encima de cierto nivel de salarios. También debieran eliminarse aquellas funciones que se han atribuido a la Seguridad Social que no le corresponden, tal como facilitar la reducción de las plantillas en las empresas, una situación que ha alcanzado unas dimensiones, a todas luces, exageradas.

El cuarto tipo de intervenciones son aquellas encaminadas a facilitar la producción de buen empleo, facilitando la educación y formación de los jóvenes (empezando ya con los infantes), para garantizar una mayor calidad de conocimientos, mayores capacidades resolutivas de la población y, por lo tanto, mayor productividad, mejores salarios y mayores cotizaciones sociales e impuestos. Ello requiere un mayor intervencionismo público en la educación, en la formación laboral y en la producción de empleo.
El quinto tipo de intervenciones incluye el desarrollo del cuarto pilar del bienestar que debiera incluir, como ya señalé en su día (“El cuarto pilar del bienestar”. PÚBLICO, 15.10.09), el derecho universal a las escuelas de infancia, además de los servicios domiciliarios a las personas con dependencias que ayuden a facilitar la integración de las mujeres al mercado de trabajo (cambiando a su vez los valores del varón para corresponsabilizarse en las tareas familiares).
El sexto tipo de intervenciones es el facilitar el mantenimiento del trabajador en edad de prejubilación en sus puestos de trabajo, ofreciendo ayudas públicas en formación y reciclaje profesional y mantenimiento de sus puestos de trabajo.
El séptimo es la reforma fiscal, haciéndola más progresista y eliminando el fraude fiscal, aumentando los recursos públicos que debieran absorber los costes de la jubilación de algunos colectivos, como los hoy beneficiarios de pensiones no contributivas. En este aspecto, las cotizaciones sociales debieran complementarse con fondos públicos, pues no hay nada escrito en ninguna Biblia económica que diga que las pensiones deban pagarse con cotizaciones sociales basadas en los mercados laborales. En otros países, como Dinamarca, la mayoría de fondos son públicos, procedentes de los impuestos generales.
Con estas reformas señaladas en este artículo, las pensiones están más que garantizadas en España.

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Global Research revela interés de EEUU por recursos naturales de Haití


05-02-2010
Cuba Debate

Según publica hoy el sitio web Global Research “Estados Unidos busca hace décadas apropiarse de los recursos petrolíferos de Haití para cuando sus reservas en el Medio Oriente se acaben”.


Ante los cuestionamientos internacionales surgidos por la presencia de casi 15 mil soldados estadounidenses en la nación caribeña luego del terremoto que la asoló el pasado 12 de enero, hacen más vigentes de nunca lo publicado por primera vez en octubre 2009 por el mencionado portal.

El artículo se sustenta en un estudio del doctor Georges Michel, publicado en marzo de 2004, sobre la historia de las exploraciones y las reservas del carburante en el territorio antillano.

El propósito norteamericano sobre el petróleo haitiano, según afirma el texto, afloró cuando fuerzas especiales de la ONU invadieron y ocuparon Haití en el 2004, y sacaron del poder al mandatario Jean Bertrand Aristide, enviado posteriormente a Sudáfrica.

En el estudio del doctor Michel se señala que la acción tuvo el objetivo de facilitar la ocupación y dominio de los recursos nacionales por largo tiempo y que no protegió los derechos de los haitianos ni su seguridad.

Leopoldo Espaillat, ex presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, dijo que investigaciones geológicas realizadas en suelo haitiano, indican que dicha nación comparte con su país el yacimiento de oro sin explotar más grande del mundo.

Haiti también posee reservas de iridio, un mineral poco conocido y escaso que es vital para la construcción de naves espaciales.

Actualmente Estados Unidos dispone junto a sus tropas en el terreno de varios buques, entre ellos un portaviones nuclear y un barco-hospital.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2010/02/04/interes-de-eeuu-por-recursos-naturales-de-haiti/

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Toca a Yemen y quémate: Cayendo en la trampa de al Qaeda



05-02-2010
Patrick Cockburn
CounterPunch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Somos los awaleq

Nacidos en la inclemencia

Somos los clavos que penetran la roca

Somos las chispas del infierno

El que nos desafíe se quemará

Es un canto tribal de la poderosa tribu awaleq de Yemen en el que desafían al mundo. Su tono airado da una idea de la vida yemení y debería hacer reflexionar a los que en EE.UU. sugieren despreocupadamente una mayor participación estadounidense en Yemen después del intento de destruir un avión estadounidense por un estudiante nigeriano que dice que recibió entrenamiento en ese país.


Yemen ha sido siempre un sitio peligroso. Maravillosamente bello, el montañoso norte del país es un paraíso para guerrillas con aldeas bien protegidas y pueblos aferrados a cada cima. Los yemeníes son excepcionalmente hospitalarios, aunque esto tiene sus límites. Por ejemplo, la tribu Kazam al este de Adén es generosa con los extranjeros de paso, pero considera que las leyes de la hospitalidad desaparecen en cuanto el extranjero abandona su territorio tribal, momento en el que se convierte en “una buena espalda para dispararle”.

Las tribus awaleq y kazam no son supervivencias exóticas al margen de la sociedad yemení, sino que ambas son políticamente importantes e influyentes. La fuerza del gobierno central en la capital Sanaa es limitada y generalmente evita confrontaciones directas con tribus, clanes y familias poderosas. Casi todos tienen un fusil, usualmente por lo menos un fusil de asalto AK-47, pero los miembros de las tribus a menudo tienen su propio armamento más pesado.

Siempre me ha encantado el país. Es físicamente muy bello, con aldeas de piedra situadas en lo alto de las montañas, en cuyas laderas hay cientos de terrazas, lo que hace que la zona parezca un paisaje toscano exagerado. Los yemeníes son inteligentes, graciosos, sociales y democráticos, infinitamente preferibles como compañía a los playboy arrogantes e ignorantes de los Estados petroleros árabes en el resto de la Península Arábiga.

Es en mucho un país de acción directa. Una vez, mientras me encontraba en el país, un ingeniero chino fue secuestrado mientras conducía por la ruta principal entre Sanaa y Adén. Los motivos de los secuestradores eran peculiares. Resultó que provenían de una tribu apicultora (Yemen es famoso por su miel) cuyas abejas vivían en colmenas dentro de troncos huecos colocados sobre pilotes de metal para protegerlas de las hormigas.

La policía había incursionado en la aldea de la tribu y había descalabrado y dañado colmenas, por las que los propietarios demandaban compensación. El gobierno había tardado en pagar, de modo que los miembros de la tribu habían decidido llamar la atención sobre su problema secuestrando al primer extranjero que pasara por la carretera principal y resultó ser el ingeniero chino.

Yemen es un mosaico de autoridades conflictivas, aunque esa autoridad puede estar limitada a unas pocas aldeas. Las mayores comunidades incluyen a los chiíes en el norte del país cerca de Saadam, con los cuales el gobierno ha estado librando una feroz mini-guerra civil. La unificación del Norte y del Sur de Yemen en 1990 nunca se ha consolidado totalmente y el gobierno está preocupado por el secesionismo del Sur. Su capacidad de sobornar a sus oponentes también está amenazada ya que sus ingresos petroleros caen a medida que se agotan sus pocos campos petrolíferos.

Es el país fascinante pero peligroso en el cual el presidente Barack Obama planifica un aumento de la participación política y militar de EE.UU. Los militares estadounidenses y yemeníes realizarán operaciones conjuntas. Habrá ataques de drones estadounidenses contra aldeas en las que se supone que al Qaeda tiene bases. Hay un uso nefasto por políticos y comentaristas estadounidenses de la frase “Estado fallido” en relación con Yemen, como si esto legitimara de alguna manera la intervención extranjera. Es extraordinario que la elite política estadounidense nunca haya asumido que sus mayores derrotas han sido precisamente en semejantes “Estados fallidos” como en el Líbano en 1982 cuando resultaron muertos 240 marines; Somalia a comienzos de los años noventa cuando el cuerpo de un piloto de helicóptero fue arrastrado por las calles; Iraq después del derrocamiento de Sadam Hussein; y Afganistán después de la supuesta caída de los talibanes.

Yemen tiene todos los ingredientes explosivos del Líbano, Somalia, Iraq y Afganistán. Pero el archibelicista senador Joe Lieberman, presidente del Comité de Seguridad del Senado, confirmó dichosamente esta semana que los Boinas Verdes y las Fuerzas Especiales de EE.UU. ya se encuentran en ese país. Citó con aprobación a un funcionario estadounidense en Sanaa que le dijo que “Iraq fue la guerra de ayer. Afganistán es la guerra de hoy. Y si no se actúa de modo preventivo, Yemen será la guerra de mañana.” En la práctica, los ataques preventivos probablemente acercarán aún más un enmarañamiento militar de EE.UU. en Yemen.

EE.UU. se enmarañará porque el gobierno yemení quiere manipular la intervención de EE.UU. para sus propios intereses y para preservar su languideciente autoridad. Desde hace tiempo trata de presentar a los rebeldes chiíes en el norte de Yemen como instrumentos iraníes a fin de obtener apoyo estadounidense y saudí. Al Qaeda en la península arábiga (AQAP) probablemente no tiene más que unos pocos cientos de activistas en el Líbano, pero el gobierno del perdurable presidente yemení Ali Abdulah Saleh presenta a sus diferentes oponentes como vinculados de una u otra manera a al Qaeda.

En Yemen EE.UU. intervendrá a favor de un sector en un país que siempre está en peligro de deslizarse hacia una guerra civil. Ha sucedido antes. En Iraq, EE.UU. apoyó a los árabes chiíes y a los kurdos contra los árabes suníes. En Afganistán es aliado de los tayikos, uzbecos y hazaras contra la comunidad pastuna. Sean cuales sean las intenciones de Washington, su participación en estos conflictos civiles desestabiliza el país ,porque un lado es etiquetado como el partidario traidor de un invasor extranjero. Las antipatías comunales y nacionalistas se combinan para crear una mezcla letal.

A pesar de las lealtades sectarias, étnicas y tribales en los países en los que EE.UU. ha intervenido en Oriente Próximo, usualmente existe un fuerte sentido de identidad nacional. Los yemeníes son altamente conscientes de su propia nacionalidad y de su identidad como árabes. Uno de los motivos por los que el país es tan terriblemente pobre, con la mitad de sus 22 millones de habitantes que tratan de vivir con 2 dólares al día, es que en 1990 se negó a unirse a la guerra contra Iraq y Arabia Saudí, consecuentemente, expulsó a 850.000 trabajadores yemeníes.

Es extraordinario ver cómo EE.UU. comienza a cometer los mismos errores en Yemen que previamente cometió en Afganistán e Iraq. Lo que hace beneficia en gran parte a al Qaeda. La verdadera fuerza de al Qaeda no es su capacidad de ‘entrenar’ a un fanático estudiante nigeriano a coser explosivos bajo sus calzoncillos, sino que puede provocar una reacción exagerada de EE.UU. a cada ataque abortado. Los dirigentes de al Qaeda admitieron en los días del 11-S que el objetivo de tales operaciones es provocar a EE.UU. para que cometa intervenciones militares directas en países musulmanes. Es una fórmula que funcionó durante el presidente George W Bush y todavía parece funcionar bajo el presidente Barack Obama.

En Yemen, EE.UU. está cayendo en el trampa de al Qaeda. Una vez que esté allí enfrentará el mismo dilema que en Iraq y Afganistán. Resultó imposible salirse de esos conflictos porque el desprestigio sería demasiado grande. Tal como Washington salvó a bancos y gigantes de los seguros de la bancarrota en 2008 porque eran “demasiado grandes para fracasar” esas guerras se hicieron demasiado importantes para perderlas, porque afectarían la afirmación estadounidense de que es la única superpotencia.

En Iraq, EE.UU. está saliendo con más facilidad de lo que pareció posible en un momento dado porque Washington ha persuadido a los estadounidenses de que ha logrado un éxito inexistente. La salida final de EE.UU. de Afganistán terminará por ajustarse a líneas muy similares. Pero el peligro de reivindicar victorias ficticias es que semejantes distorsiones de la historia imposibilitan que EE.UU. aprenda de errores pasados y en lugar de hacerlo los repita interviniendo en otros países como Yemen.

Patrick Cockburn es autor de "Muqtada: Muqtada Al-Sadr, the Shia Revival, and the Struggle for Iraq" y de “The Occupation: War, resistance and daily life in Iraq”

Fuente: http://www.counterpunch.org/patrick12312009.html

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Frank Mintz. Holocaustos y manipuladores (homenaje al historiador Howard Zinn)


2 de febrero de 2010

El diario argentino Clarín publicó el 01.02.10 un breve editorial “La memoria del Holocausto judío” cuyo titular desmiente el alcance supuestamente señalado. Escribe el o la editorialista: “En todo el mundo se recuerda a lo largo de esta semana un nuevo aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz, con el que se conmemora el fin del Holocausto. Las Naciones Unidas instituyeron hace cinco años aquella fecha de 1945 como Día mundial de la Memoria […]. Concierne, en tal sentido, a todo el pueblo judío, que fue víctima de una política de exterminio sistemático por parte del régimen nazi, con millones de muertos en los campos de concentración. Concierne, además, a los líderes de los países europeos, cuyas sociedades sufrieron dos guerras mundiales y decenas de millones de muertes. Concierne, también, a todas las sociedades y líderes del mundo […]

El recuerdo y memoria de los crímenes de la Segunda Guerra sigue teniendo una necesaria actualidad frente a las prédicas que relativizan hechos históricos y justifican los exterminios.”

Enmarcar el holocausto en Europa y a los únicos judíos (con el olvido de los gitanos, negros, homosexuales, discapacitados) equivale a un sistemático olvido de la realidad latinoamericana. Es un agravio a la ética defendida en las líneas por el diario y pisoteada entre las líneas por lo que es el día a día argentino (ver el asesinato de un cacique diaguita en octubre de 2009 y la situación de los Kom de Formosa en enero de 2010) y de su historia de holocaustos (exterminio de los pueblos onas y tehuelche de Patagonia a fines del siglo XIX). Sin contar el genocidio de los pobres con las carencias sanitarias y escolares (noticias de hoy del vencimiento de miles de medicamentos en un galpón porteño).

Howard Zinn, fallecido el 28 de enero pasado, escribió “Un concientización más amplia” (A larger consciousness) el 10 de octubre de 1999 que es un resumen de una charla que dio el historiador a petición de un grupo de judíos de Boston. Elegí los párrafos más interesantes para mí.

[…] aquella noche hablé del holocausto, pero no el de la segunda guerra mundial, de los seis millones de judíos. Estábamos a mediados de los 1980 y el gobierno de Estados Unidos estaba apoyando a los gobiernos de los escuadrones de la muerte en América Central, así que hablé de la muerte de cientos de miles de campesinos en Guatemala y El Salvador, víctimas de la política estadounidense. Mi idea era que no se debía encerrar con alambre de espino el recuerdo del Holocausto judío, reducirlo moralmente a un ghetto, mantenerlo aislado de otros genocidios de la historia. Me parecía que recordar lo que les había ocurrido a los judíos no servía para mucho a menos que suscitara indignación, ira, acción contra todas las atrocidades, en cualquier parte del mundo.

Unos días después en el periódico del campus había una carta de un miembro de la facultad que me había oído la charla, un refugiado judío que había huido a Argentina [Jack Fuchs, ver su enfoque mezquino y además con pocos recuerdos de sus vivencias, en Dilemas de la memoria (la vida después de Auschwitz), Buenos Aires, 2006] desde Europa y después a Estados Unidos. Se oponía enérgicamente a que yo hubiera ampliado la cuestión moral de los judíos de Europa en la década de 1940 a pueblos de otras partes del mundo en nuestra época. […] Algunos judíos han utilizado el Holocausto como un medio de preservar una identidad única que ellos ven amenazada por los matrimonios mixtos y la asimilación. Desde la guerra de 1967 los sionistas han utilizado el Holocausto para justificar una mayor expansión israelí por tierra palestina y para construir apoyo para un atribulado Israel (más atribulado, como había predicho David Ben-Gurrión, desde que ocupó Cisjordania y Gaza). Y los políticos no judíos han utilizado el Holocausto para construir apoyo político entre un grupo numéricamente pequeño pero influyente de votantes judíos […]

Cuando los judíos se vuelven hacia su interior para concentrarse en su propia historia y apartan la vista de las terribles experiencias de los demás, de manera terriblemente irónica están haciendo exactamente lo mismo que hizo el resto de mundo, con lo que permitió que se produjera el genocidio. […] Elie Wiesel, presidente de la Comisión del presidente Carter sobre el Holocausto, se negó a incluir en la descripción del Holocausto el asesinato por parte de Hitler de millones de personas no judías. Según él, eso hubiera sido falsificar la realidad en nombre de un universalismo equivocado. […]

Construir un muro en torno a la excepcionalidad del Holocausto judío es abandonar la idea de que la humanidad es toda una, de que todos, sea cual sea nuestro color, nacionalidad o religión, merecemos los derechos iguales a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Lo que les ocurrió a los judíos bajo Hitler es único en los detalles pero comparte características universales con muchos otros acontecimientos en la historia de la humanidad: el tráfico de esclavos atlántico, el genocidio de los americanos originarios, la injurias y muertes de millones de trabajadores, víctimas del espíritu del capitalismo que sitúa el beneficio por encima de la vida humana. […lo importante es] crear una solidaridad más amplia contra quienes tienen la riqueza y el poder, contra los perpetradores y contra los horrores que están teniendo lugar de nuestro tiempo. (Traducción con pocos retoques de Beatriz Morales Bastos)

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Carne de cañón para el ejército español


4 de febrero de 2010
Cuatro meses de soldado, y a Afganistán
El 57% de los militares muertos en ataques en misiones tenía menos de 22 años - Los extranjeros son el 7% de la tropa, pero un 43% de los fallecidos.

NATALIA JUNQUERA

¿Está preparado militar y psicológicamente un chico de 18 años para enfrentarse a una emboscada talibán? El repaso al perfil de los militares del Ejército español fallecidos o heridos en atentados en la misión que la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha definido como "la más dura, arriesgada y compleja", Afganistán, o en la de Líbano, muestra que casi el 57% de los fallecidos tenía entre 18 y 21 años, cuando este tramo de edad sólo representa al 10,5% de la tropa. Y que el 42,9% de los militares muertos en atentados en estos dos países eran extranjeros, cuando el porcentaje de presencia de inmigrantes en tropa y marinería es del 6,7%.

La última víctima mortal, John Felipe Romero Meneses, tenía nacionalidad colombiana y 21 años. Entre los seis heridos que viajaban con él en el BMR afectado por la explosión, hay otros dos colombianos, de 23 y 19 años. También eran de este país tres de los seis fallecidos en el peor atentado a las tropas, en Líbano, en 2007. Jonhatan Galea García, víctima del mismo ataque tenía sólo 18 años. Y Juan Paz Soler, que resultó herido, 19.

La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) cree que debería abrirse un debate sobre el perfil de los militares que acuden a las misiones. "Tenemos dudas de que gente que acaba de entrar en las Fuerzas Armadas esté preparada para estar en Afganistán", asegura Mariano Casado, secretario general de la AUME. "Desde la asociación creemos que el debate, más que en cuestiones tácticas sobre tipos de vehículos, debería estar aquí: en la sobrecarga del sistema de rotaciones. ¿Está preparado el Ejército para sostener rotaciones de 3.000 militares en misiones cada cuatro meses? A nosotros nos da la impresión de que esa sobrecarga está provocando que cada vez acudan a gente más inexperta. Un chaval puede ingresar en el Ejército con 18 años, pasar tres meses en los CEFOR o CIMOV [centros de formación], ser destinado a una unidad y si a ésta le toca salir de misión, estar en Afganistán un mes después. Es decir, con 18 años de edad y sólo cuatro meses de preparación".

Para aprovechar la experiencia y ahorrar costes, los mandos estudian ampliar de cuatro a seis meses el tiempo de permanencia de los militares en la zona de operaciones, aunque son conscientes del sacrificio para las familias.

En cuanto a los extranjeros, su presencia sigue siendo muy importante en las unidades de élite, las que acuden a las misiones. "Esto ocurre porque al principio tenían limitado el acceso a esas unidades: la Brigada Paracaidista, la Legión... y porque ahora, dado que suelen tener una formación inferior, tienen menos posibilidades de poder escoger un destino, digamos más cómodo", explica Casado. "Creemos que es un poco injusto que si a los seis años no han conseguido la nacionalidad española se les expulse del Ejército porque a las misiones en las que mueren, van como uno más".

Diario El País

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El paso atrás de Obama ante la esperada reforma sanitaria


EL GOBIERNO RENUNCIA A PROPORCIONAR UN PLAN PÚBLICO DE SALUD PARA TODA LA POBLACIÓN

La promesa del presidente de los EE UU de reformar la sanidad, en el único país industrializado del mundo sin cobertura universal, se desvanece. El “Yes, we can” retrocede ante el poder de las aseguradoras médicas.

Alsi Canales
San Francisco (EE UU)
4 de febrero de 2010.
Elaboración: DIAGONAL

La reforma del sistema sanitario estadounidense fue un punto central en la campaña electoral de Barack Obama. En noviembre de 2009, la Cámara de Representantes aprobó una versión del anteproyecto de ley para una reforma, que fue seguida por la aprobación de la versión del Senado el pasado 24 de diciembre, en esta cámara los demócratas acaban de perder la mayoría absoluta. Si bien no se conocerá el proyecto definitivo hasta que finalice la negociación entre ambas cámaras (que ahora deberán armonizar ambos textos en uno sólo o ponerse de acuerdo en aprobar una de las dos versiones), la posibilidad de un plan público de salud para el pueblo estadounidense ya ha quedado descartada, lo que podría explicar parcialmente la decepción de buena parte de las bases y votantes del partido demócrata. La sanidad universal, promesa electoral de Obama muy aclamada por buena parte de los medios de comunicación, se convertirá finalmente en una obligación jurídica de comprar un producto privado: la ciudadanía deberá adquirir uno de los seguros médicos que ofrecen muchas de las compañías aseguradoras que operan en el país. Todo ello a pesar de que Obama y el vicepresidente Biden se expresaron en contra de esta medida hace un año. A partir de ahora, quien no obtenga una póliza médica recibirá una multa.

El Gobierno de EE UU ha renunciado también, como explica el catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas Vincenç Navarro, a la medida muy popular de financiar la reforma con los impuestos sobre los grupos más pudientes. Gana terreno, por el contrario, la propuesta republicana de que la expansión de la cobertura a las personas sin prestaciones médicas se realice a base de aumentar los impuestos de los trabajadores que tenían un aseguramiento colectivo, lo que penaliza a los colectivos de trabajadores mejor organizados.

Enemigos de lo público
En el único país industrializado del mundo que sigue sin contar con una asistencia sanitaria universal, los conservadores y las aseguradoras, que con la reforma verán ampliado su mercado, se han opuesto de manera ferviente a la opción pública, que temen pueda servir de ‘caballo de Troya’ para sustituir el modelo actual de pagadores múltiples por un modelo de pagador único (single-payer), un seguro social universal. Este último, que viene siendo reivindicado desde hace tiempo por diferentes asociaciones de profesionales médicos y colectivos de los movimientos sociales, ha pasado a ser un tema del que los políticos han evitado hablar durante los meses que ha durado el debate de la reforma sanitaria. En mayo de 2009, ocho activistas fueron detenidos durante una vista que celebraba la Comisión Financiera del Senado sobre la reforma sanitaria. Esta vista incluía un panel de invitados de 41 expertos, entre los cuales no se encontraba ningún representante de las asociaciones médicas que defienden el sistema de pagador único, a pesar de que habían solicitado una invitación de forma insistente. El suceso ha pasado a ser conocido como el caso de Baucus 8.

La OMS, en su Informe sobre la salud en el mundo 2000 - Mejorar el desempeño de los sistemas de salud, dice que los objetivos de los sistemas sanitarios deben ser la buena salud, la receptividad ante las expectativas de la población y una contribución financiera justa. Sin embargo, en EE UU cada año mueren 100.000 personas por no poder sufragar los gastos de los servicios sanitarios, según un estudio de la Universidad de Harvard. Unos 47 millones de estadounidenses carecen de cobertura médica por ser rechazada por las compañías aseguradoras, por no poder pagar una póliza privada o por no cumplir con suficientes requisitos para entrar en uno de los programas médicos que ofrece el Estado a determinados grupos. Un dato más: la bancarrota por el alto precio de las facturas médicas conforma la primera causa de quiebra personal.

A la hora de intentar explicar el motivo de estos datos en el país que es considerado primera potencia económica, la mayoría de expertos no dudan en señalar hacia el poder de las compañías de seguros privados, que mueven un negocio de 400.000 millones de dólares al año. Las mismas compañías que controlan el sistema sanitario invierten también grandes sumas de dinero para financiar las campañas electorales de los candidatos (seis millones de dólares en el caso de la campaña de Barack Obama). Hace unos días aparecía en los titulares de varios medios de comunicación la decisión del Tribunal Supremo de eliminar restricciones en la financiación privada de las elecciones, por lo que no resulta difícil interpretar que la influencia de este sector seguirá creciendo, no sólo en la financiación de las carreras políticas sino además ejerciendo presión como potentes lobbies.
LAS POSIBILIDADES DE TENER COBERTURA SANITARIA EN ESTADOS UNIDOS

Si eres ’pobre’
Si puedes demostrar, según los requisitos del Estado, muy bajos ingresos los planes públicos principales son Medicare y Medicaid: para personas mayores de 65 años (con suficiente historial laboral), personas con alguna discapacidad, indígenas y nativos de Alaska, en algunos casos.

Como empleado
Seguro privado costeado (total o parcialmente) por el empleador: para personas empleadas por cuenta ajena, según la antigüedad en el puesto y el tipo de contrato. No todos los empleadores lo ofrecen. Suele tratarse de una cobertura general (con ‘agujeros’ según las necesidades de cada persona) y se cancela al perder el empleo.

Autónomo
Seguro privado abonado de forma individual: para trabajadores autónomos y personas que no entren en las categorías anteriores. La póliza aseguradora debe antes valorar y aprobar si el posible cliente es aceptable, según su edad, sexo e historial clínico, entre otros requisitos.

ENTREVISTA // CLAUDIA CHAUFAN, DEL GRUPO DE MÉDICOS PARA UN PROGRAMA NACIONAL DE SALUD
“Los políticos clave en la reforma han recibido millones de los lobbies”

Más de 17.000 profesionales de la salud defienden desde 1989 en Médicos para un Programa Nacional de Salud un seguro social universal y público.

Claudia Chaufan es médica, socióloga y vicepresidenta de la Alianza de Médicos de California, la división californiana del grupo Médicos para un Programa Nacional de Salud (Physicians for a National Health Program), una organización de 17.000 médicos, estudiantes y profesionales de la salud que desde 1989 defienden un seguro de salud universal, público y sin fines de lucro.

DIAGONAL: ¿Cómo se explica que el gasto en sanidad de EE UU duplique el de otros países industrializados y, sin embargo, esté a la cola de estos en la media de esperanza de vida y cuente con los índices más altos en mortalidad infantil?
CLAUDIA CHAUFAN: El sistema actual es un modelo de pagadores múltiples con fines de lucro: es decir, se dan servicios médicos a través de las compañías aseguradoras. El motivo principal por el que hay un gasto en salud tan elevado son los gastos administrativos excesivos y la burocracia. Cada paciente tiene un tipo de seguro distinto. Cada seguro conforma un grupo de papeles diferentes y cada médico debe negociar con cada aseguradora para poder justificar lo que recomendó a cada paciente. Todo este papeleo es lo que llamamos gasto administrativo. El sistema estadounidense gasta de 30 a 40 centavos por dólar moviendo papel. Otro motivo es que aquí se pagan los precios más altos del mundo por unos servicios que en otras partes cuestan mucho menos. Los médicos y hospitales se han convertido en empresarios. Algunas personas tienen un seguro privado a través de sus empleadores. Otras compran un seguro de forma individual. El 62% de la gente que se declara en bancarrota lo hace por culpa de los servicios médicos. Lo más interesante es que de ese 62% que se declara en quiebra, el 78% tiene un seguro de salud. El problema es que el seguro no cubre suficientes necesidades porque está lleno de agujeros.

D.: ¿Qué es lo que impide que se pueda implantar el modelo de asistencia sanitaria universal, de un pagador único y público, conocido como sistema single-payer?
C.CH.: Hay que seguir el trayecto que recorre el dinero y ver dónde va a parar el de las aseguradoras y las compañías farmacéuticas: a los bolsillos de los legisladores, de los senadores y del presidente. Obama era un activista comunitario que defendía el modelo de pagador único. Cuando consiguió el Senado, la Cámara de Representantes y la Casa Blanca, cambió de idea. Entre otros motivos, porque las corporaciones multinacionales le han dado dinero, a él y a los legisladores de su partido. Y los políticos clave en todo este debate de reforma sanitaria, nombrados por el presidente para, por ejemplo, presidir los comités donde se decide el destino de millones de personas, como el senador Max Baucus, han recibido sumas millonarias del lobby medico- farmacológico. Y en este país todo esto es legal.

D.: ¿Se puede entonces decir que los anteproyectos de ley que se han aprobado hasta ahora beneficiarán más a las compañías aseguradoras que a la población?
C.CH.: Totalmente. Esto no es un derecho a la salud. Esto es venderse a las compañías aseguradoras porque les garantizan millones de clientes. Quien no quiera o pueda comprar una póliza tendrá que pagar una multa. Dicen que darán subsidios a quien no pueda comprar un seguro, pero esos subsidios vendrán de los impuestos. Lo van a sacar de un bolsillo para dártelo en el otro. Además, habrá que probar que se es suficientemente pobre para no poder pagarlo. Habrá que ir a un tribunal, con un abogado, para demostrar que no se puede pagar. ¿Pero si no tienes dinero para pagar un seguro, cómo vas a pagar a un abogado? Es maquiavélico. Te pone entre la espada y la pared.
Lo interesante es que los políticos en este país han convencido a muchos, aunque no tantos como la prensa oficial quiere hacerte creer, de que los problemas sociales se resuelven yendo de compras, como si lo que faltase fuese competitividad. Además, las personas empleadas por cuenta ajena no podrán elegir su seguro sino que tendrán que conformarse con el seguro que escoja el empleador, con las características de la cobertura que elija éste, que es la situación que ya se estaba dando. Y si pierden el empleo, se quedarán sin ese seguro médico y tendrán que salir de compras.
La propuesta de los demócratas ha sido mantener el sistema cuya base es el seguro de salud con fines de lucro para cubrir necesidades básicas. Obama dice que al final lo han dejado así para que te puedas quedar con tu plan si te gusta. Lo que no dijo es que si no te gusta, tendrás que quedártelo igual. No hay elección. Esa explicación no me convence. Se trata de un paso atrás en el derecho a la salud: las aseguradoras tienen un poder económico, ergo, un poder político, extraordinario en este país.
“El aborto ha quedado fuera de los cambios”

D.: ¿Cómo afecta que no se lleve a cabo esta reforma del sistema sanitario a la salud y los derechos de las mujeres?
C.CH.: Dentro de las reformas y cambios que se están introduciendo, el aborto ha quedado explícitamente fuera de ellas. Las mujeres, durante la época reproductiva, tenemos más gastos que los hombres. Ahora, por ley, las aseguradoras no podrán cobrar más por ser mujer. Pero los gastos que no entren en el paquete básico se los tendrán que costear las mujeres de todos modos. El hecho de que una necesidad no entre en el paquete no significa que no vaya a existir esa necesidad. Las mujeres siempre salen mal paradas con estas cosas, sobre todo las mujeres pobres, porque las mujeres de una cierta condición económica nunca dejaron de practicar una interrupción voluntaria del embarazo o atender sus necesidades, sean las que fueren. Este país tiene un índice de embarazos no deseados mucho más elevado que el europeo porque prohíbe que el dinero público se destine a programas de educación sexual, a menos que sólo hablen de abstinencia.

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Davos y las pensiones


04-02-2010
Juan Francisco Martín Seco
Público

Fue precisamente en Davos, hace más de una década, cuando Tietmeyer, entonces gobernador del poderoso Bundesbank, decretó el fin de la soberanía popular. “Los mercados serán los gendarmes de los poderes políticos”, dijo. Era el grito de guerra de un nuevo capitalismo triunfante que, fundamentado en la libre circulación de capitales, se postulaba sin límites ni barreras y que exigía que todo se rindiese a la lógica del mercado.

Se ha visto a dónde nos ha conducido tal sistema: al borde del abismo. El año pasado, en febrero, las fuerzas económicas y sus satélites acudieron también a Davos, aunque en esta ocasión fueron humildemente, recubiertos todos ellos con el sayal de penitente y dispuestos a implorar al sector público que los protegiese del caos. Pero ha bastado un año, sólo un año, para que vuelvan a las andadas y, una vez salvados, sin importarles un ápice los cadáveres que dejan atrás, han regresado desafiantes a la ciudad de los Alpes dispuestos a plantar cara a los gobiernos, a imponerlos sus condiciones y a impedir cualquier regulación.

Como manifestación de su poder, han sentado en el banquillo de los acusados a tres países, no del Tercer Mundo sino de la Unión Europea –España, Grecia y Lituania–, escogiendo como fiscal al presidente del Banco Central Europeo y como jueces, a las agencias de calificación, las mismas que contribuyeron a la crisis dando la máxima valoración al papel basura que infectó la economía internacional. Y lo peor es que, al menos en el caso España, su estrategia ha tenido éxito, porque el Gobierno –tras caer inocentemente en la trampa de comparecer en tal foro– se ha apresurado a dar un giro a la derecha y a asumir las tesis de las fuerzas más conservadoras.

El Gobierno presenta un plan para realizar fuertes recortes del gasto en un presupuesto que apenas lleva un mes en vigor. Poco importa que la economía española se encuentre aún lejos de salir de la crisis y que estas medidas contradigan los planes de estímulo y obstaculicen la recuperación. De nada vale que el stock de deuda pública sea de los más bajos de la Unión Europea y que nuestras dificultades provengan del endeudamiento privado y no del público. No cuenta que nuestro déficit se haya originado fundamentalmente por la contracción de la recaudación, causada en parte por la baja actividad y en parte por una política fiscal que durante estos últimos 12 años ha desarmado los tributos progresivos. Qué más da que la congelación de la oferta pública de empleo lo único que consiga sea incrementar el enorme paro existente. Es igual, los mercados han hablado y hay que obedecer.

El Gobierno ha asumido la tesis de la derecha de que el sistema público de pensiones es inviable y hay que reducir, por tanto, las prestaciones. Resulta lo mismo que las proyecciones demográficas sean todas cuestionables. De nada vale afirmar que en ninguna parte esté dicho que sean únicamente los trabajadores los que tengan que sostener con sus cotizaciones las pensiones, como si los otros impuestos no contasen, principalmente los que se giran sobre las sociedades y las rentas de capital. Es igual, los mercados se han manifestado y hay que inclinarse ante ellos.

Juan Francisco Martín Seco es economista

Fuente: http://blogs.publico.es/delconsejoeditorial

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