lunes, 17 de agosto de 2009

¿Qué pasa con los centros de menores?


En los centros de menores cerrados se producen malos tratos de todo tipo: físicos, psicológicos e incluso ambientales

No a O'Belen
16-8-2009
www.kaosenlared.net/noticia/que-pasa-con-centros-menores

Recientemente la llamada opinión pública se ha visto sacudida al presentar el Defensor del Pueblo su Informe sobre centros de protección de menores con trastornos de conducta y en situación de dificultad social, en el que se denuncia la terrible situación que viven los menores en los llamados centros terapéuticos.

Lo mismo ocurre en los centros de reforma. Los centros de reforma están destinados al cumplimiento de medidas judiciales, es decir, donde se interna a los menores condenados por haber cometido algún delito. En los centros terapéuticos se interna a aquellos menores a los que se diagnostica un trastorno de conducta, menores que no han cometido ningún delito pero que son psiquiatrizados. En estos centros se interna a niños incluso menores de 10 años, y que al estar en situación de protección, no tienen un tiempo definido de internamiento, pudiendo estar encerrados hasta la mayoría de edad.

Así, antes de profundizar en la institucionalización de los niños, convertidos al instante en menores, es necesario puntualizar brevemente algunas ideas: en primer lugar es necesario reiterar la muy dudosa capacidad de los psicólogos para etiquetar a los niños que se encuentran en situación de pobreza. son diagnósticos de escasísima base científica que sirven a intereses de índole muy distinta a los que luego haremos referencia.

Asumida la ausencia de base científica, nos ocupamos a continuación de otro equívoco socialmente aceptado: el concepto de delincuencia juvenil no es más que un equívoco rentable formado a base de extrapolaciones injustas, atribuciones erróneas y sobre todo estudios interesados a cargo de instituciones determinadas encargadas de garantizar la estructura social efectivamente existente.

Si nos ceñimos a la realidad y dejamos de lado eufemismos, buenas intenciones y neolenguas de las leyes escritas pensando siempre en el bien posterior del menor, sólo podemos decir que ambos tipos de centros no son sino cárceles para niños (estando además los terapéuticos en un limbo jurídico), cumpliendo exactamente la misma función que tienen las prisiones para adultos: venganza institucionalizada y ocultamiento de las consecuencias de la exclusión social generada por el sistema socioeconómico capitalista. Las consecuencias sobre el individuo encarcelado son igualmente destructivas.

Malos tratos en los centros de menores

En los centros de menores se producen malos tratos de todo tipo; físicos, psicológicos e incluso ambientales.

La propia estructura arquitectónica de los centros es maltratdora o contenedora como aseguran los inventores del nuevo lenguaje sobre menores. Todas las instalaciones se diseñan pensando en la vigilancia y las medidas de seguridad, no en su habitabilidad. Las habitaciones son celdas, generalmente con graves problemas de ventilación debido a las ventanas de seguridad. Las celdas de aislamiento, "mazmorras medievales" según Múgica, son indescriptibles. Todas las dependencias se rigen por la seguridad, todo a base de puertas metálicas, ventanas de seguridad, cerrojos y demás. Los espacios de los que disponen los menores son mínimos, y su libertad de movimientos es nula. Incluso para ir al baño se abren y cierran puertas, cerrojos, controles, etc.

El mobiliario, muy limitado, suele estar bastante deteriorado y es de tipo carcelario (camastros de metal amarrados al suelo, lavabos metálicos, etc). Las carencias materiales son la norma, al igual que los problemas de climatización (frío/calor).

En definitiva, los centros son físicamente hostiles e inhóspitos. La estancia en ellos es sensorialmente muy desagradable, a todos los niveles. Y debemos recordar que estos centros son instituciones totales, de donde los chavales no pueden salir, quedando mucho tiempo todo su mundo reducido al interior del centro. Por tanto, su mundo físico se limita a un entorno hostil, desagradable, incómodo, despersonalizador... y no pueden cambiar esta situación. Estas condiciones ambientales generan por sí solas un continuo malestar, elevados niveles de ansiedad y como dicen los propios chavales, mucho "agobio".

Este agobio se vuelve insoportable al estar la vida en el centro totalmente regulada por la normativa interna (la escrita y la no escrita, una especie de "tradición de centro"). Aunque existen variaciones entre la de un centro y otro, todas son muy similares. Estas delirantes normativas, cuya aplicación es capaz de desquiciar al adulto más estable, se basan en una durísima y absurda disciplina cuya única finalidad es anular por completo la resistencia y la voluntad del menor. El menor ni siquiera puede decidir cuándo ir al baño, cuándo beber agua o cuando y sobre qué temas hablar con sus compañeros. En algunos centros esta situación es llevada hasta la psicosis permanente, llegando a prohibirse todo contacto físico del menor con los demás menores o con los trabajadores del centro. Incluso se llega a sancionar la "comunicación visual no autorizada" como manera de prevenir que los menores "preparen algo".

Este ambiente terriblemente opresor convierte la existencia del menor en un esfuerzo continuo por evitar ser sancionado. Algo prácticamente imposible, ya que aunque mantenga una constante alerta, el acoso y derribo "educativo" de los trabajadores le llevarán a perder los nervios en alguna ocasión, empezando así el ritual sancionador, llevando al menor a un auténtico infierno.

Aislamiento

El abanico de posibles sanciones es amplio (sobre todo en los centros terapéuticos, donde la falta total de control externo posibilita que todo tipo de vejaciones se cuelen como medidas educativas creativas). Pero sin duda la estrella es la separación de grupo. Bajo este eufemismo se esconden las penas de aislamiento, que pueden durar hasta siete días consecutivos. Pero como las sanciones se pueden ir acumulando, los periodos de aislamiento se encadenan y el menor puede llegar a pasarse meses en aislamiento. Para un menor es muy fácil terminar en esta situación, ya que un insulto, una mala contestación, la negativa a obedecer una orden, eructar o "mirar de manera desafiante" conlleva separación de grupo.

El aislamiento es una tortura, un atentado directo contra la dignidad y la salud mental de cualquier persona, más para un niño. De hecho, es relativamente frecuente que durante el aislamiento se produzcan conductas autolíticas, y se dispara el riesgo de suicidio. Este hecho es tan evidente que Naciones Unidas prohibe el aislamiento en el caso de los menores de edad.

Medicación

Otro tema controvertido es la medicación. En los centros terapéuticos y en algunos de reforma, los chavales están literalmente drogados, obligados a ingerir de manera crónica altas dosis de psicofármacos (generando graves problemas a los menores, también a largo plazo). Incluso esta medicación se llega a utilizar como sanción. A todo lo anterior, por tanto, se suma una nueva forma de anulación personal, sibilina pero muy poderosa: la camisa de fuerza química. Muchas veces personal sin formación sanitaria suministra esta medicación, pero generalmente ésta es supervisada por psiquiatras. En realidad esto no tiene gran importancia, Mengele también era médico. Todo esto se hace no sólo vulnerando una vez más la normativa internacional, sino que también se viola la propia legislación española (Ley de Autonomía del Paciente).

Malos tratos físicos

El maltrato físico también es habitual, normalmente camuflado en las llamadas contenciones físicas realizadas por vigilantes de seguridad y/o educadores. Durante estas contenciones, de las que se abusa constantemente siendo muchas veces utilizadas como forma de vejar, someter y agredir al niño, se pueden producir lesiones, ya que suelen realizarse con mucha violencia. Y aunque no sea un fenómeno generalizado, también se producen agresiones físicas directas, en ocasiones auténticas palizas, que por supuesto quedan impunes. Se recurre de manera habitual también a la llamada contención mecánica, que no es más que el engrilletamiento de los niños, llegando en algunos centros a pasar horas e incluso días atados a la cama.


Otras barbaridades educativas

Muchas otras vulneraciones de derechos básicos se cometen en nombre de la normativa. Perder el tiempo de ocio es tan habitual o más que la separación de grupo (además, conlleva que el menor esté separado del grupo mientras los demás menores realizan actividades de ocio). Y aunque el menor no sea sancionado, da relativamente lo mismo, ya que el tiempo libre es muy escaso (el resto del tiempo se emplea en actividades sin ningún tipo de valor real), y siempre está supervisado. Generalmente consiste en estar sentado en una sala viendo la televisión o escuchando música, y se verá o escuchará lo que decida el educador. Y si el educador decide que se juega al parchís, pues se tiene que jugar al parchís. Un ocio controlado, supervisado y siempre en una habitación. Dentro del ocio no se contempla la posibilidad de practicar deporte, ya que esta es una actividad del centro, obligatoria para todos. Salvo los sancionados, que no harán ningún tipo de ejercicio físico (con el aumento de la ansiedad que esto conlleva, y más a estas edades).

En ocasiones se utilizan formas encubiertas de maltrato físico, como obligar a realizar ejercicio hasta la extenuación. Se permiten los registros con desnudo integral, y en algunas ocasiones se ha denunciado que los menores son obligados a realizar flexiones mientras se encuentran completamente desnudos en presencia del personal del centro.

A todo esto hay que sumar el trato despectivo, humillante, los insultos, la violencia verbal, los continuos gritos y amenazas, etc, que son el pan nuestro de cada día.

El acceso a la cultura se mutila en nombre de la educación, ya que el equipo del centro también se convierte en tribunal inquisidor que decide incluso qué lecturas, películas o tipo de música pueden ser contraproducentes para el supuesto proceso educativo que se está llevando a cabo con el menor. Es tan lamentable que podemos ver a educadores escuchando determinadas canciones para discernir sobre su idoneidad para los menores. Por supuesto todo tipo de material político está vetado.

Las comunicaciones del menor con el exterior están muy limitadas, tanto las visitas como las llamadas telefónicas (contraviniendo una vez más las indicaciones de Naciones Unidas). Sólo las personas previamente autorizadas podrán comunicar con el menor, y por regla general sólo se autoriza a familiares directos (pareja, amigos, etc. suelen quedar así excluídos del mundo del menor durante su encierro). Esto es especialmente grave en los centros terapéuticos, donde al no haber control judicial, la decisión sobre las comunicaciones recae exclusivamente en el equipo directivo del propio centro. En teoría la correspondencia es libre, pero no es infrecuente que sea leída y/o retenida si lo consideran oportuno.

En cuanto a la formación, en teoría importante para esa entelequia que llaman reinserción, poco hay que decir, salvo que existe más en el papel que en la realidad. El modelo de escuela que ya fracasó con el menor antes de su encierro, difícilmente va a funcionar entre rejas. Y más ante la falta de medios de todo tipo. En los centros terapéuticos muchas veces los niños no están escolarizados (recordemos que hablamos de criaturas incluso de ocho añitos). En cualquier caso, sólo parece garantizarse, en reforma, la Educación Secundaria Obligatoria, y para menores de dieciséis años. En general, el acceso del menor a la cultura (fundamental para su desarrollo) se considera una pérdida de tiempo. Y la formación laboral se suele limitar a la explotación del menor, al que se le encomiendan las labores de mantenimiento del centro que deberían desarrollar los inexistentes equipos de mantemiento profesionales. En algunos centros la explotación laboral es más directa, al realizar éstos trabajos de manufactura de productos que se venderán en el mercado y cuyos beneficios económicos obviamente nunca repercutirán en los chavales.

Consecuencias

El paso de los chavales por estos centros de aniquilación personal no resuelve ninguno de los problemas reales que tenían antes de ser privados de libertad, y que no eran pocos.

No podemos olvidar el perfil de estos muchachos. Aunque últimamente se esfuercen en tergiversar la realidad y tratar de convencernos de que los menores internados en centros son jóvenes de clase media, descontrolados porque nunca han tenido límites en casa sino que han sido colmados de caprichos y parabienes y por eso se han convertido en "pequeños dictadores", la verdad es bien distinta. Sin olvidar que cada niño es especial, único e irrepetible, es fácil encontrar un hilo conductor en la vida de la mayoría de estos chicos: la pobreza y la exclusión social. Provienen de barrios marginales, nacidos en el seno de familias con muchas carencias de todo tipo, donde el paro crónico de los progenitores y sus consecuencias psicosociales son la tónica general, donde con frecuencia asoman el abuso del alcohol y otras drogas. Casi invariablemente, estos chicos son también víctimas del fracaso escolar (del que no está demás recordar que no son culpables), lo que determinará que sus recursos cognitivos sean generalmente limitados a la hora de resolver problemas de la vida diaria.

En definitiva, niños que desde la cuna han vivido en un ambiente hostil y estimularmente empobrecido, con la violencia social añadida que supone su situación de exclusión social (recordar aquí que la condición de excluido es un hecho pasivo, no se elige sino que viene impuesta). Estos poderosos condicionantes llevan al niño a ir adquiriendo unos patrones de conducta y pensamiento que le permiten sobrevivir con normalidad en este ambiente anormalizado, pero que choca con los patrones ideales de conducta y pensamiento de los no excluidos.

Las relaciones que el niño establece con el medio van generando una estructura de personalidad determinada en la que podemos reconocer ciertos rasgos identitarios (siempre teniendo en cuenta que cada niño es único e irrepetible). Dentro de estos rasgos sobresalen algunos de especial relevancia:

Comenzamos por un rasgo cuya relevancia obliga a dejarlo aquí sistematizado:la confusión de rasgos de su perfil psicológico y fisiológico que denotan un evidente retraso, y de características que dejan entrever una biografía en la que el niño ha debido hacerse cargo de responsabilidades anticipadamente. En definitiva, no se trata de un crecimiento acelerado o excesivamente lento sino, más exactamente, de una distorsión completa de su desarrollo a todos los niveles: fisiológico, cognitivo y emocional fundamentalmente.

La capacidad de digerir el sufrimiento y la soledad. Si tuviéramos que buscar un origen desde el que fundamentar un estudio de la personalidad de los adolescentes que nos ocupan, quizá fuera la soledad su piedra angular. Una soledad que muchos de ellos cuando comienzan a madurar asumen como innegociable, imposible de eliminar. A esta soledad va siempre adherida la fuerza interior para digerir dolores de cualquier índole, como si ellos fueran un ingrediente necesario para construir el día a día; conviven con él quizá porque les falta la estima necesaria para acudir al adulto más cercano y quejarse, pero esto sólo se explica desde la certeza aprendida de que sus dolores nunca son lo primero para nadie a su alrededor. Cobra aquí especial relevancia la crueldad de la ausencia de figuras de referencia dentro de los educadores, tal y como trataremos más adelante.

Desatención selectiva: han desarrollado mecanismos psíquicos para desatender todo aquello que no les resulta adaptativamente útil desde su situación de excluidos. Tienen una espectacular habilidad para reconocer situaciones o ambientes cercanos a la clandestinidad, están sobreadaptados a situaciones de tensión o de conflicto, pero, a la vez, se muestran incapaces de seguir el discurso del maestro durante una clase entera o demuestran una indiferencia total hacia todo lo relacionado con los aprendizajes inútiles desde su condición de excluido.

Otro rasgo de singular relevancia es la actitud defensiva y la agresividad como mecanismo de defensa. Para comprender porqué saltan instintivamente estos resortes incluso cuando desde nuestra perspectiva están injustificados, exponemos la cadena causal que los genera: primero son las condiciones de explotación y la falta de calidad de vida; como consecuencia el desequilibrio vivencial entre satisfacciones y frustraciones, y cuando esto es muy frecuente, la consiguiente vivencia de la realidad como intolerable; luego la necesidad de poner en juego mecanismos de defensa basados en una aparente dureza emocional.

Extrema dependencia o falta de autonomía. Podemos asumir la autonomía como el rasgo fundamental de la madurez del sujeto. Esta autonomía, que nos permite sentirnos a un tiempo solos y dueños de nuestro proyecto vital, es justamente aquello que hemos logrado merced a un proceso de maduración cognitiva y afectiva que a estos niños les ha sido negada desde siempre: las relaciones que los adultos han generado con ellos y que los centros reproducen sistemáticamente han estado basadas en la dominación y en el abuso y nunca han logrado un espacio en el que establecerse y ser respetados, en ninguna de las esferas de su vida. Para ser autónomo es necesario haberse sentido antes a salvo en algún lugar y en algún momento y esto es justamente aquello de lo que estos niños adolecen.

Tomando como punto de referencia estos rasgos identitarios que el contexto ha generado se produce su catalogación de delincuente juvenil que puede ir acompañada de un diagnóstico psiquiátrico sobrevenido.

Llegados a este punto en el que prevalece la etiqueta social sobre su condición de persona, pasa de ser un niño en peligro a un menor peligroso y por tanto pasa a ser objeto de represión. Y llega al centro de menores. Y allí su vida se convierte en un continuo sinsentido. Porque le han dado el cambiazo: aunque siga llevando muy adentro el paro familiar, el alcoholismo paterno y la desesperación de sus hermanitos, sus problemas pasan a ser los que le marcan en la vida cotidiana del centro. No tiene que preocuparse por tener para comer, sino por evitar el aislamiento y ganarse el privilegio de poder hablar por teléfono con su madre. Ya no tiene que enfrentarse a los problemas reales que le planteaba su dura condición vital, porque ya no tiene vida propia, sino que debe defenderse como pueda de los constantes ataques del centro hacia su condición de persona. Su mundo real desaparece poco a poco de su mente, ya que su mundo pasa a ser la mentira del centro de reeducación (¿qué es eso de reeducar?). Se van debilitando poco a poco sus vínculos sociales, porque ahora vive en la sociedad artificial del centro, con reglas y formas ajenas a la vida real. "Lo de fuera" poco a poco se convierte en algo ajeno al niño.

Cuando recupere su libertad, el chaval tendrá totalmente destruída la poca autoestima que tenía antes de ser preso. Tendrá serias dificultades para relacionarse de nuevo con la gente "de fuera", incluso con los suyos, ya que separar de la sociedad no sólo impide aprender a socializarse correctamente, sino que merma las habilidades previamente adquiridas por el chaval. Muchos de ellos además sufrirán un fuerte estrés postraumático, y mucho tiempo después de estar libre seguirá escuchando los cerrojos al cerrar los ojos. Su afectividad estará embotada, aturdida, descontrolada, y tardará mucho tiempo en recuperarla, si es que alguna vez lo consigue. En resumen, aunque físicamente esté en libertad, su mente puede que siga encarcelada. Y la libertad vigilada posterior al encierro afianzará esta sensación de seguir preso de alguna manera.

Pero cuando el menor recupere su libertad, el paro familiar seguirá presente, al igual que el alcoholismo y todas las carencias de su barrio. Sólo que posiblemente algunos de los suyos ya no estén, o ya no estén para él. Su situación vital será la misma que la anterior a su ingreso en el centro, pero su capacidad de adaptación a esa realidad será menor, y sus lazos sociales estarán más deteriorados. Muchos terminarán en la cárcel, algunos encontrarán una muerte prematura, otros conseguirán salir adelante pero a pesar de y no gracias a su estancia en los centros de menores. Aun así, estos supervivientes, dignos de admiración, también habrán sufrido un gran daño interior, que de una forma u otra les acompañará durante toda su vida.

Comentarios

un educador17-08-2009 13:08

El artículo sólo se queda en la superficie, y no va a la raíz del problema: la privatización de los servicios sociales. La mayoría de estos servicios se han dejado en manos de "asociaciones" ( que al final son simplemente empresas privadas), cuyo principal objetivo es llenarse los bolsillos de dinero publico. La mayoria de estas "asociaciones" tienen una indiscutible relación con el poder politico (PP) y clerical (opus dei y demas chusma), cuya "etica" es de dudosa honorabilidad. La degradacion de estos servicios es paralela e inseparable a su privatizacion, y la precarizacion laboral del colectivo de educadores es otra de sus consecuencias. Criminalizar a los educadores (el eslabon más débil de los trabajadores de los centros), es un discurso "muy facil", y me gustaria ver al autor del articulo currando en un sitio de estos. En todo caso el autor se sorprenderia de la dificil tarea de los educadores, que luchan dia a dia contra viento y marea, y tratan dentro de sus posibilidades de inculcar a estos/as chavales valores progresistas y avanzados (luego tambien hay algunos "educadores" que son basura humana, que mala gente hay en todas partes). En todo caso el autor tiene razón en que la politica general de los centros es basicamente carcelaria (politica dictada por las "asociaciones"), no tienen supervision alguna por parte de las instituciones, y la cosa va de mal en peor...pobres menores

#2.- Réplica de uno de los autores...

Colectivo No a O´Belen17-08-2009 14:37


Prácticamente en todo estoy de acuerdo...de hecho, lo que ha aparecido publicado es la primera parte del articulo (es un artículo mucho más amplio, tiene otras dos partes, una de ellas precisamente para explicar el porqué de esta situación...en cuya raíz obviamente está la privatización).

Solo aclarar que los autores del artículo lo hemos escrito sabiendo lo que es currar en centros de menores, porque somos educadores, ya con varios años de experiencia laboral en todo tipo de centros.

En el fondo, estamos deacuerdo. Un saludo!


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"Nunca habrá dos estados"


Entrevista a Ilán Pappé, historiador israelí

18-08-2009
Antonio Pita
Agencia EFE

Cuando el historiador israelí Ilán Pappé dice que "nunca habrá dos estados", uno israelí y otro palestino, no lo hace con pesimismo, sino desde la triste convicción de que el "proyecto colonial sionista" no tiene marcha atrás.

Azote de la historiografía oficial del Estado judío, Pappé (Haifa, 1954) no escatima en términos controvertidos ("racismo", "limpieza étnica") ni se esconde en la corrección política ("Soy un historiador anti-sionista y un activista en favor de la paz") para analizar el pasado y presente de su país en una entrevista con Efe.

Hace dos años, harto de presiones y amenazas, Pappé hizo las maletas y cambió la universidad de su Haifa natal por la dirección del Departamento de Historia de Exeter (Inglaterra).

La pasada semana regresó a la zona para pronunciar una conferencia patrocinada por la cooperación española en la localidad árabe de Anata, en Cisjordania, en la que desgranó esa "otra Historia" que, dice, "la sociedad israelí aún no está preparada para escuchar".

"La gente rompe el espejo cuando no le gusta lo que ve en él. Yo soy el espejo que no gusta a los israelíes, lo que no significa que lo que ven no esté ahí", ilustra.

Pappé es uno de los fervientes partidarios de que el mundo imponga sanciones a Israel y boicotee sus productos, eventos y universidades para "enviar un mensaje a su sociedad y Gobierno, que tanto quieren formar parte de Occidente, de que en las presentes circunstancias no pueden esperar ser vistos como una nación civilizada".

"Dentro de Israel se ve muy poca esperanza de cambio. Y las cosas van a peor. Por eso hace falta presión desde fuera, aunque no se sepa si va a funcionar. Hay que intentarlo por el bien de la gente que está aquí", argumenta.

El autor de "La limpieza étnica de Palestina" e "Historia de la Palestina moderna: un territorio, dos pueblos" rechaza que un boicot a Israel pueda ser contraproducente y enrocar al Estado judío en un "el mundo nos odia" ante una medida que recordase a las que tomó el Tercer Reich contra los judíos alemanes.

"La sociedad israelí ya no puede encerrarse más. Ya está en la peor cara de su historia en cuanto a entender lo que pasa alrededor. El boicot sólo puede ser para bien. Quizás un golpe como éste abra sus ojos", opina.

Pappé considera imprescindible convencer a la comunidad internacional de que el proyecto sionista es tan colonial como lo fue la Sudáfrica del Apartheid.

De hecho, uno de las empresas que tiene entre manos es la edición de un ensayo comparativo entre ambos paradigmas que está revelando "muchas similitudes".

"En algunos casos los palestinos están siendo tratados mucho mejor que los africanos en la Sudáfrica del apartheid, pero en otros es bastante peor aquí. En ambos casos hay un proyecto colonial, pero si bien en Sudáfrica todo el mundo lo veía como tal, en Israel todavía estamos peleando para convencer de ello a la comunidad internacional", afirma.

Hijo de judíos alemanes que escaparon del nazismo, Pappé critica, en cambio, otra frecuente comparación de Israel: con la Alemania de Hitler.

"No creo que sea riguroso política o históricamente, porque los nazis practicaron un genocidio e Israel practica lo que podríamos denominar limpieza étnica, que es diferente", distingue.

"Los nazis -prosigue- fueron un caso único y ninguna equiparación con ellos ayuda a entender la situación. No lo juzgo como israelí, ése no es mi problema, sino como historiador profesional y activista en favor de la paz. Creo, de hecho, que esa comparación mina la causa palestina".

Una causa que, a su juicio, no pasa por reclamar la creación de un Estado en Gaza y Cisjordania, sino el establecimiento de una sola nación secular multi-étnica en la Palestina histórica.

"En Ramala, Naplusa o Anata no hay independencia. Todo es parte de Israel en diferentes sistemas legales. Nunca habrá dos estados, porque el único Estado ya está. Por eso sólo se puede soñar con un régimen diferente. Es una utopía, pero la única por la que merece la pena luchar", concluye.

¿No es demasiado tarde, tras décadas de odio acumulado, para la convivencia de judíos y árabes en un solo país?: "Yo creo que es justo al revés", responde con decisión, "la solución de un Estado ya es una realidad: Israel, que lo controla todo".

Tomado de:http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=17434


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Hillary Clinton Confirma que Estados Unidos manipuló la «revolución verde» en Irán


17,8,2009

Los artículos de James Petras y Thierry Meyssan publicados por la Red Voltaire, que denunciaban la «revolución verde» en Irán como una manipulación estadounidense tendiente a desestabilizar el país, tuvieron amplia repercusión en el mundo entero y desataron numerosas polémicas. Numerosos medios de prensa se indignaron ante aquellos análisis que, por su «antiamericanismo primario», no eran capaces de apreciar el valor del grandioso levantamiento de los iraníes que luchaban por su libertad. En Estados Unidos, el Departamento de Estado negó tener conocimiento de ningún tipo de injerencia (En la foto, los manifestantes de Teherán portan letreros… en inglés). Basándose en la declaración del Departamento de Estado, la oposición republicana criticó duramente la pasividad de la administración Obama.

Sin embargo, durante una entrevista concedida el 9 de agosto de 2009 a Farred Zacharia, en CNN, la secretaria de Estado Hillary Clinton confirmó lo que sus funcionarios habían negado hasta entonces: Estados Unidos desempeñó un papel muy importante en la supuesta «revolución verde» en Irán y fabricó falsos mensajes de iraníes divulgados a través de Twitter.
Veamos la transcripción de la pregunta y la respuesta de Hillary Clinton:
— Fareed Zakaria: Sobre Irán, como usted sabe, mucha gente dice que el presidente y usted misma han estado lentos en cuanto a condenar lo que parece haber sido unas elecciones fraudulentas; demasiado lentos en ofrecer apoyo a la gente de abajo porque ustedes querían preservar la opción de la negociación con Irán. ¿Pueden ustedes negociar realmente con Irán en esta situación? 
Yo entiendo que, en general, se negocie con todo tipo de regímenes. Pero, en la práctica, ahora, con Ahmadinejad entronizado en una atmósfera de mucho conflicto, ¿ustedes no van a legitimarlo negociando con él? — Hillary Clinton: Déjeme responder a la primera parte de su pregunta sobre nuestra reacción. Había otro aspecto muy importante. Nosotros no queríamos vernos entre las protestas y manifestaciones legítimas del pueblo iraní y el poder. Y sabíamos que si nosotros interveníamos demasiado pronto, demasiado fuerte, la atención hubiera podido desviarse y el poder hubiera tratado de utilizarnos para unificar el país en contra de los que protestaban. Era una decisión difícil de tomar, pero, retrospectivamente, yo creo que salimos bastante bien. Dicho esto, entre bambalinas, nosotros hicimos mucho. Como usted sabe, la juventud…, uno de nuestros jóvenes del Departamento de Estado recibió un Twitter «Continúen», a pesar de que ellos habían planificado una parada técnica. Así que nosotros hicimos mucho por reforzar a los que protestaban sin mostrarnos. Y seguimos hablando con ellos y apoyando a la oposición.

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Aún Elogia a Bassil y Pregunta a Hariri si Controla su Grupo o No


17/08/2009

El líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aún, celebró una rueda de prensa el lunes para responder a las acusaciones que han sido lanzadas contra él recientemente. Aún señaló que la mayoría está tratando de ocultar su fracaso “culpándonos a nosotros del retraso en la formación del gabinete.”

Las fuerzas del 14 de Marzo insisten en no nombrar a los “perdedores” en las elecciones parlamentarias de 2009, alegando que la insistencia de Aún en nombrar a su yerno Yibran Bassil ministro en el nuevo gobierno está dirigida bloquear su formación en un momento en el que este proceso ha entrado ya en su séptima semana.

“Razones de índole externa son las que están detrás del bloqueo en la formación del gabinete, tales como las declaraciones realizadas por responsables norteamericanos e israelíes,” dijo Aún, que añadió que las injerencias extranjeras, como las de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y del secretario de Estado Adjunto para los Temas del Cercano Oriente, Jeffrey Feltman, continuaban.

“La guerra global pre-electoral y post-electoral contra nosotros persiste,” dijo Aún.
Aún respondió a la campaña política del 14 de Marzo contra el MPL alabando a Bassil por sus logros en el anterior gobierno como ministro de Telecomunicaciones, señalando que él estaba orgulloso de que él fuera su yerno, además de ministro y luchador. “Bassil acabó con una mafia que estaba vendiendo tarjetas prepago en el mercado negro, tarjetas oro y otras. Él también puso fin al sobreprecio de las llamadas internacionales, las escuchas ilegales y el funcionamiento de una red de Internet ilegal en Baruk, que estaba vinculda a Israel, así como otras prácticas ilegales,” dijo Aún.
“Los usuarios de teléfonos móviles se incrementaron de 1.200.000 a 2.200.000 durante su mandato. Él ha logrado unos beneficios de 5.000 millones de libras libanesas hasta ahora.” “Bassil creó también el Call Center, que incrementó las rentas estatales en unos 400.000 millones de libras libanesas,” recordó el líder del MPL. “De este modo, (el antiguo ministro de Telecomunicaciones) Marwan Hamadeh tiene el derecho de llamar a Basil el “yerno de la obstrucción”, ya que él obstruyó los robos y puso al descubierto los chanchullos ocultos”, dijo Aún, que añadió que la campaña del 14 de Marzo contra Bassil iba dirigida a ocultar sus propias mentiras y sus problemas en lo tocante a la formación del gabinete.
“Queremos un ministerio soberano además del Ministerio de Telecomunicaciones, que no pensamos ceder,” señaló Aún.

Con respecto a la fórmula del gabinete, Aún indicó que el líder del Partido Socialista Progresista, Walid Yumblatt, destruyó la fórmula 15-10-5 cuando él se separó del campo del 14 de Marzo. Aún dijo que tras la retirada de Yumblatt, “ya no hay una mayoría en el país... No importa cómo se forme el gobierno, la mayoría se convertirá en una minoría.” “Haced las cuentas y veréis que la fórmula se ha convertido en 12-10-5-3,” lo que concede a la mayoría 12 ministros, a la oposición 10, al presidente 5 y a Yumblatt 3.

Aún señaló, por otra parte, que los poderes del presidente deberían ser reforzados. “Se le debería otorgar la facultad de intervenir en todos los ministerios en lugar de concederle una cuota ministerial. De hecho, todo el gabinete debería ser la cuota del presidente.” “Yo estoy más preocupado por la unidad nacional que por la formación del gobierno. No permitiremos que se instiguen las divisiones en Líbano o que se forme un gabinete sobre una base errónea,” dijo Aún. “La mayoría tiene que respetar nuestra representación popular a través de la formación del gobierno sobre la base de la proporcionalidad,” añadió.

Refiriéndose a Saad Hariri, Aún señaló que no existe nada (en la ley) llamado un primer ministro designado, sino más bien un diputado designado. Él se interrogó también sobre los viajes al extranjero de Hariri. “¿Qué hizo Hariri durante su viaje a Arabia Saudí? ¿Adónde fue y con quién se reunió? Yo no lo sé,” dijo Aún. El General excluyó implícitamente un encuentro con Hariri en un futuro inmediato. “Antes del encuentro con Hariri necesito preguntarle: “¿Controla él su grupo parlamentario o no? Porque, si lo hace, entonces él debe ser considerado responsable por la campaña contra nosotros lanzada por los miembros de su grupo.” Aún alabó también al ministro del Interior, Ziad Barud, pero criticó la actuación del Ministerio del Interior como institución diciendo que Barud era en efecto el ministro, pero los instrumentos necesarios para dirigir el Ministerio no estaban en sus manos.

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España: Extranjeros golpeados desde arriba y abajo




15-08-2009

Tito Drago
IPS
Los inmigrantes reciben en España golpes desde las altas instituciones del Estado y también de empresarios de pequeña y mediana escala que no sólo abusan de ellos, sino que también los maltratan físicamente.

Desde el gobierno no sólo se endurece la legislación sobre los inmigrantes, sino que éstos continúan acosados por las fuerzas policiales.

"En las bocas (salidas) del ‘metro’ (tres subterráneo), locutorios, restaurantes o discotecas nos persiguen, pidiéndonos documentos y deteniendo a quienes no los llevan encima", afirmó Irma Pérez, presidenta de la Federación de Asociaciones de Paraguayos en España.

Pérez encabezó a los representantes de cuatro asociaciones que denunciaron esta semana ante la justicia el acoso policial, práctica que fue negada por el ministro del Interior, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.

Los inmigrantes sufren también en manos de sus empleadores, algunos de los cuales llegan a vejarlos. Un caso se produjo el 25 de septiembre, en la isla Santa Cruz de Tenerife, donde Luis Beltrán Larrosa, un trabajador de nacionalidad uruguaya y sin permiso de residencia sufrió un ataque cardíaco, ante lo cual el empresario lo arrastró a la calle y lo abandonó en el suelo.

Su hijo, Pablo Larrosa, denunció el hecho ante la justicia y relató a Radio Club Tenerife que numerosos vecinos presenciaron el hecho, llamaron al hospital y vieron como el equipo médico lo encontró con vida y lo auxilió, pero sin lograr evitar su muerte por infarto. Los médicos pudieron constatar, añadió, que la víctima presentaba hematomas en su cuerpo.

Otra situación vejatoria se produjo en los primeros días de junio en la ciudad de Gandia, ubicada sobre la costa norte del mar Mediterráneo, donde un inmigrante que labora sin contrato sufrió un accidente en su trabajo y perdió un brazo. El empresario tiró el brazo en un contenedor de basura y dejó al herido abandonado en la calle.

Una situación que también preocupa en extremo a las asociaciones defensoras de los inmigrantes es el mal trato que reciben en los centros de internamiento para extranjeros, dependientes del Ministerio del Interior, donde son alojados los llamados "sin papeles" antes de concretar su expulsión del país, que puede tardar meses.

Para tener una idea del rigor que se aplica a los "sin papeles" es bueno tener presente que España se convirtió en 2008 en el país de la Unión Europea (UE) que concede menos visados de asilo y refugio, ya que sólo atendió a 16 por ciento de los solicitantes y de éstos finalmente sólo concedió el estatuto de refugiado a siete por ciento, que equivale a unas 160 personas.

Esto en un país en el que, según el censo 2008 del oficial Instituto Nacional de Estadísticas. 11,3 por ciento de la población es de nacionalidad extranjera, con una tasa de inmigración que en este siglo es cuatro veces mayores que la media de Estados Unidos y ocho más que en Francia, ocupando en la actualidad el decimoquinto lugar por cantidad de inmigrantes en la UE, o sea solo 0,99 por ciento del total del bloque.

La cantidad de extranjeros censados en España llegó el año pasado a 5.220.600 personas, 11,3 por ciento del total de la población del país, y al término del primer semestre de 2009 subió a 5.598.691, es decir 12 por ciento del total.

La organización no gubernamental Amnistía Internacional, en su informe anual 2008, destacó que la tortura y malos tratos a manos de quienes deben "hacer cumplir la ley" continuaron "siendo frecuentes" en España, donde se mantiene "la detención en régimen de incomunicación".

Esta organización humanitaria con sede en Londres sostiene que España se encuentra en el mismo nivel que Kazajistán, Ucrania, Turquía, Rusia y Uzbekistán con su falta de respuesta judicial a las denuncias de torturas y malos tratos de los inmigrantes detenidos y acusa al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de no responder a esas denuncias.

Al término de las vacaciones de este mes, el gobierno llevará al parlamento el debate sobre la reforma de la Ley de Extranjería propuesta por el Ministerio de Trabajo e Inmigración y que, entre otras cosas, incluiría la ampliación del tiempo de reclusión en centro de internamiento de los "sin papeles" de 40 a 60 días.

Además se endurecerán las condiciones para el reagrupamiento familiar, aumentando de tres a cinco años el tiempo de residencia en España del inmigrante que quiera traer a este país a su familia.

También se seguirá adelante con el fortalecimiento de las fronteras, tanto por acuerdos bilaterales con países como con el aumento de las dotaciones de las fuerzas y equipos de seguridad, tanto terrestres como marítimos, para impedir el ingreso de inmigrantes sin papeles.

Ante esta situación, las organizaciones de inmigrantes responden movilizándose.

"Iremos desde Barcelona a Madrid caminando para defender a los inmigrantes que llegan a nuestro país y cuyos derechos no son respetados", dijo a IPS Hugo Colacho, presidente de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes del Vallés, ubicada en Barcelona, capital de la Comunidad Autónoma de Cataluña, una de las 17 que integran España.

Colacho añadió que el proyecto impulsado por su Federación consiste en atravesar esos 700 kilómetros en 28 días, acompañados de miles de personas, pertenecientes a organizaciones que apoyan y defienden a los inmigrantes.

Entre ellas están el Consejo de Entidades de Inmigración, América España Solidaridad y Cooperación, SOS Racismo y la Federación de Asociaciones de Paraguayos residentes en España cuyos representantes participarán el 28 de octubre en Madrid en una Asamblea General de Asociaciones de Inmigrantes de todo el país.

Sobre la situación de los inmigrantes también se pronunció con claridad la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española de la Iglesia Católica, tras una reunión realizada el 25 y 26 de junio en Madrid.

Los obispos expresaron "una seria preocupación ante las propuestas legales que, emanadas de las Directivas europeas, puedan en su caso, afectar a la dignidad de los hermanos emigrantes y sus familias y a las personas e instituciones que promueven su integración en nuestra sociedad".

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=93006

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Sayyed Nasrallah: Bombardead Beirut o Dahiye y Bombardearemos Tel Aviv


http://www.almanar.com.lb/NewsSite/NewsDetails.aspx?id=99265&searchText=Sayyed Hassan&language=es

14/08/2009

Hezbollah conmemoró los tres años de la Divina Victoria sobre Israel el viernes en el Suburbio del Sur de Beirut. Entre las figuras políticas que acudieron al acto estuvieron el presidente Michel Suleiman, el presidente del Parlamento Nabih Berri, el primer ministro designado Saad Hariri, el diputado Michel Aún y el diputado Walid Yumblatt además de líderes de partidos, ministros, diputados y embajadores.

Decenas de miles de personas acudieron también a la ceremonia y dieron la bienvenida con ovaciones y lágrimas al secretario general de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, que pronunció un discurso a través de una pantalla gigante.

Sayyed Nasrallah dio la bienvenida a la multitud y rindió tributo a los mártires, a los heridos y a aquellos cuyos hogares y propiedades fueron destruidos durante la guerra de Israel contra Líbano en 2006.

“Mucho se ha dicho acerca de esta guerra, sus causas, motivos y contexto así como sobre su curso y lecciones. Habrá siempre mucho que decir porque lo que vivimos fue algo épico y un milagro realizado en Líbano y por el pueblo libanés. Una de las principales lecciones que deben ser extraídas es: ¿Qué hubiera pasado si la Resistencia hubiera sido derrotada en Líbano. Me gustaría dar prioridad (en mi discurso) a las actuales amenazas israelíes y a la próxima fase. Me gustaría comenzar leyendo un pequeño texto de (el primer ministro israelí Benyamin) Netanyahu con respecto a la Guerra de Julio. Él hizo esta declaración poco después de la guerra y antes de convertirse en primer ministro.

“La Guerra de los Seis Días permitió a Israel sobrevivir y hacer acuerdos de paz. La guerra de 1967 señaló la transformación de un estado con muchos interrogantes sobre su futuro en un estado imbatible que se expandió su anchura de 12 kilómetros hasta los 70. Fuimos capaces de controlar dos montañas y los judíos ya no iban a ser arrojados al mar. Los árabes sintieron que tenían que reconocer a Israel y luego firmamos tratados de paz con Egipto y Jordania y teníamos indicaciones de que podíamos lograr la reconciliación con los palestinos. Sin embargo, desde la retirada unilateral de Líbano en 2000 y la retirada unilateral de la Franja de Gaza, y hoy, desde la Segunda Guerra de Líbano, el escenario ha cambiado dramáticamente. Es evidente que Israel hoy ya no es un estado imbatible y los interrogantes -tanto de amigos como de los enemigos- acerca de la supervivencia del estado de Israel se han vuelto a plantear.”

En las pasadas semanas, ha habido un alboroto mediático y político en Israel, que se ha visto alimentado por algunas posturas norteamericanas y occidentales, particularmente del Reino Unido. No creemos que estas amenazas y todo este tumulto indiquen una inminente guerra israelí contra Líbano. Estas amenazas tienen otros objetivos, incluyendo la guerra psicológica. Este alboroto está dirigido, según los informes israelíes, a influir en los esfuerzos de formación del gobierno libanés a través de advertencias en contra de la participación de Hezbollah en el mismo. Esta claro que los israelíes se irritarán si un gobierno de unidad nacional es formado en Líbano. Otro objetivo detrás de esta campaña es el de intentar fomentar de nuevo la discordia en Líbano. Esto es algo que los israelíes han dicho abiertamente, pero la atmósfera general en Líbano es positiva, con excepción de ciertas voces. Un tercer objetivo es el de presionar para que se cambie el mandato de la UNIFIL. El incidente de la ciudad de Jirbet Selem ocurrió poco antes de que el secretario general de la ONU publicara el informe acerca de la implementación de la Resolución 1701.

Los norteamericanos y los israelíes plantearon el tema del cambio del mandato de la UNIFIL. La UNIFIL tiene una misión en el Sur de Líbano que es la de respaldar al Ejército libanés y otras fuerzas legítimas y, por lo tanto, la UNIFIL no puede establecer puntos de control o asaltar viviendas. Israelíes y norteamericanos quisieron enmendar su mandato para transformar esta fuerza en una fuerza multinacional como se sugirió en 2006. Este objetivo ha fracasado debido a la postura oficial de Líbano, que ha rechazado con firmeza cualquier enmienda a este respecto.

Otro objetivo es reabrir el tema de las armas de la Resistencia y su poder. Ellos incitaron a la comunidad internacional a presionar a Líbano, Siria e Irán y amenazaron a la región con una guerra. No vamos a realizar comentarios sobre las armas de la Resistencia, pero me gustaría decir a nuestro querido pueblo libanés que su preciosa tierra se encuentra junto a una entidad agresiva y avariciosa. En un mundo gobernado por la ley de la jungla, y no el Derecho Internacional, uno debe aprovechar todas las experiencias anteriores para no ser vendido en el mercado internacional de la política cuando se pague el precio adecuado. Los ciudadanos están protegidos por su unidad, voluntad y determinación de vivir con dignidad.”

Sayyed Nasrallah dijo que aquellos que evalúan y estudian la Guerra de Julio deben “averiguar de lo que estamos hechos antes de investigar acerca de las armas, las formaciones de combate, las estrategias y las tácticas.”

“En uno de los discursos del Imam Musa Sadr al pueblo del Sur de Líbano, mediante el cual él les pidió que resistieran las agresiones israelíes, él dijo: “Lucharemos contra vosotros con piedras y con nuestros dientes... En última instancia, aquellos que tienen la determinación pueden luchar y ganar...” Aquí repito mis palabras con mucha más confianza que antes. Del mismo modo que os prometí antes la victoria, os la prometo ahora de nuevo, Dios mediante.”

El secretario general de Hezbollah señaló que la guerra psicológica de Israel conlleva un efecto negativo para la entidad sionista. “Shaul Mofaz dijo que Hezbollah se ha convertido ahora en tres veces más fuerte de lo que era en 2006. Él está buscando apoyos (contra nosotros) en el mundo, pero ¿qué mensaje está transmitiendo a los que viven en su entidad? Ehud Barak ha afirmado que el arsenal de misiles de Hezbollah ha crecido y que hoy tenemos la capacidad de atacar Tel Viv o cualquier otro punto de Israel. Por un lado, él está instigando la comunidad internacional contra nosotros. Por otro, sin embargo, está diciendo a toda la población israelí: en la próxima guerra, debéis huir todos, no sólo los residentes en Keryat Shmona y Haifa. En las pasadas semanas, Netanyahu se retractó de sus amenazas y dijo que todo había sido una tormenta mediática. ¿Por qué lo hizo? Porque los israelíes expresaron su resentimiento por los efectos de tales declaraciones y los turistas comenzaron a huir del norte de Israel.”

Sayyed Nasrallah excluyó una guerra inminente, pero dijo que en el caso de que Israel lance una agresión, existen dos opciones. “La primera es la de rendirnos, desarmarnos y convertirnos en seres débiles; eso está fuera de cuestión. La segunda opción es la estar preparados y consolidar nuestros factores del poder para impedir la guerra o, en el caso de que ella nos sea impuesta, para que podamos ganarla. ¿Podemos impedir una guerra israelí contra Líbano? Sí, podemos. ¿Podemos hacer que Israel deje de pensar en lanzar una guerra contra Líbano? Sí, podemos, siempre que mantengamos una fuerza creíble de disuasión.

En Israel, ya no es fácil tomar la decisión de ir a la guerra contra Líbano. El objetivo de cualquier guerra futura será el de eliminar a la Resistencia, pero ¿pueden el actual ejército israelí y el gobierno israelí iniciar una guerra para erradicar a la Resistencia en Líbano? Realmente no pueden. Hemos estado oyendo acerca de la doctrina de Dahiye (el suburbio del Sur de Beirut) o la estrategia de Dahiye. Sin embargo, es nuestro derecho decir a los israelíes que si bombardeáis Dahiyeh o Beirut, nosotros bombardearemos Tel Aviv. Tenemos la capacidad de atacar cualquier ciudad o punto de vuestra entidad. Realizad tantas maniobras como queráis; desarrollar el blindaje de vuestros tanques y entrenad a vuestras brigadas; ellas serán aniquiladas en nuestras ciudades, pueblos, valles y colinas. Habrá nuevas sorpresas, así que pensadlo un millón de veces antes de iniciar una guerra contra nosotros.”

Sayyed Nasrallah abordó el tema de los agentes del Mossad en Líbano. Él dijo que Israel no puede hacer nada sin los espías que reúnen información. “En nombre de los mártires, pido a las fuerzas de seguridad que completen lo que han comenzado. Lo que ha sido logrado recientemente no es suficiente. No hay ciudades y localidades libres de espías en Líbano. Hemos oído algo acerca de tolerancia y la indulgencia con respecto al colaboracionismo. Esto es inaceptable y las instituciones del Estado son las responsables de abordar este tema con resolución.”

Su Eminencia subrayó que la guerra de 2006 arruinó el más peligroso complot norteamericano-israelí en la región. “Desde el 14 de Agosto de 2006, ya no hemos oído nada sobre “un nuevo Oriente Medio”. Nuestra actual situación a nivel doméstico y regional es mejor que la existía en 2006.” Sayyed Nasrallah rindió tribunto a los mártires y el sufrimiento de sus familias y subrayó que “la unidad en Líbano, Palestina e Iraq es nuestro factor de poder. Nuestra fuerza descansa en nuestra resistencia y el futuro será nuestro; lo iremos diseñando con nuestras propias manos, con la sangre de nuestros mártires y con nuestra fe y creencias. Ésta es la lección de aquella histórica victoria.”

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Embajador Israelí Rechaza Informe de la ONU sobre los Derechos Humanos en Gaza


16/08/2009 El último informe de Naciones Unidas crítico con Israel ha sido escrito únicamente para “apaciguar al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que está controlado por los árabes”, afirmó el embajador de Israel ante la ONU en Ginebra el sábado.

Él habló con el Jerusalem Post por teléfono un día después de que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, presentara un informe sobre lo que ella calificó de “graves violaciones de los derechos humanos en los Territorios Ocupados palestinos, particularmente debidos a los recientes ataques militares israelíes contra la Franja de Gaza.”

El informe de 34 páginas fue redactado a petición del Consejo de Derechos Humanos en una sesión especial celebrada en enero en la entidad sionista.

El informe será presentado al Consejo el 29 de septiembre, junto con otro separado que ha sido elaborado por el jurista sudafricano Richard Goldstone.

Leshno Yaar dijo que el informe de Pillay fue “escrito por los palestinos en Ramallah” y había sido “revisado por abogados palestinos en Ginebra con el fin de satisfacer a los diplomáticos palestinos en el Consejo de Derechos Humanos.”

“En lo que a Israel concierne, confiamos en nuestros militares y en nuestro sistema legal y vamos a ignorar este informe,” dijo Leshno Yaar.

En su informe, Pillay señala que “existen evidencias significativas que indican que graves violaciones de la ley humanitaria internacional así como de los derechos humanos tuvieron lugar durante las operaciones militares realizadas entre el 27 de diciembre de 2008 y el 19 de enero de 2009.”

Ella acusó también a Israel de causar daño a civiles desarmados y violar las leyes de la guerra con su “bloqueo” de la Franja de Gaza.

Pillay señaló que el cierre israelí de los puntos de cruce de Gaza a todos los bienes humanitarios equivale a un castigo colectivo contra los civiles, que está prohibido por las Convenciones de Ginebra que rigen las leyes de la guerra y la ocupación de territorios extranjeros.

Ella citó las Convenciones que establecen que “ninguna persona puede ser castigada por un delito que no ha cometido personalmente. Los castigos colectivos o cualesquiera medidas de intimidación o terrorismo similares están prohibidos.”

Pillay pidió a Israel que suavice tales restricciones de forma inmediata “con vistas a un completo levantamiento del bloqueo y de las otras limitaciones.”

Ella realizó también un llamamiento a Israel para que “detenga la expansión de los asentamientos, que son ilegales” y para castigar a todos los colonos que atacan a los palestinos. También mostró su preocupación por el hecho de que Israel haya ignorado el fallo del Tribunal Internacional de Justicia de 2004 con respecto al Muro del Apartheid, que declaraba que la construcción de esta barrera en Cisjordania era ilegal.

Ella hizo un llamamiento asimismo para que los israelíes y los palestinos reciban permisos de construcción de “forma no discriminatoria en Jerusalén Este y Cisjordania.”


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Israel, Entre lo Amargo y lo Más Difícil


14/08/2009

El creciente poder de Hezbollah tras la guerra de Julio de 2006 ha sido una de las principales preocupaciones de Israel mientras que los efectos de la así llamada “Segunda Guerra de Líbano”, que fue lanzada para aplastar a la Resistencia Islámica, se han vuelto en contra de Israel y han tenido devastadoras repercusiones para Tel Aviv.

Los altos escalones políticos y militares israelíes así como los organismos de inteligencia reconocieron la derrota incluso antes de que el Informe de la Comisión Winograd fuera elaborado. Israel también admitió que Hezbollah ha logrado en los tres pasados años construir un sistema de misiles masivo, avanzado y poderoso, cuyo alcance cubre cada palmo de la Palestina ocupada con una significativa capacidad destructiva.

“Desde la Segunda Guerra de Líbano, Hezbollah ha triplicado el número de sus misiles, que pueden alcanzar ahora ciudades como Beersheva y Dimona,” dijo el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak.

“Entre los misiles de Hezbollah hay algunos pesados, tales como el Fateh -110, que está equipado con un sistema de guía, posee un alcance de 250 kilómetros y lleva una cabeza de 500 kilos. Tal misil es capaz de alcanzar y destruir de forma muy certera bloques de edificios. De este modo, la capacidad del Ejército israelí para desplegar reservas de soldados y dirigir las operaciones de la Fuerza Aérea Israelí (FAI) se verá extremadamente complicada. Esto es por lo que en cualquier futura confrontación veremos a la Fuerza Aérea retirarse hacia el Sur para evitar tales misiles,” dijo Alon Bin David, un experto militar israelí, a la televisión de Israel.

“Tenemos que preguntarnos: ¿Estamos preparados para aceptar el creciente poder de Hezbollah o vamos a tomar la iniciativa para contrarrestarlo? Esto último es problemático teniendo en cuenta que cuando Hezbollah decide algo, nadie puede ponerse en su camino,” dijo Ami Dror, antiguo jefe del Departamento de Investigación de la Inteligencia Militar israelí, en una entrevista televisiva.

El sistema de misiles de Hezbollah ha sido la principal preocuapción de Israel, pero no su peor pesadilla. Ha habido especulaciones en Israel de que Hezbollah posee ahora efectivos sistemas de defensa antiaérea, lo que, de ser verdad, podría privar a Israel de su principal elemento de superioridad: su fuerza aérea.

Israel ha transmitido una dura advertencia a Siria para que no transferiera baterías de defensa antiaérea a Hezbollah. Existe una seria preocupación en Israel de que tales sistemas podrían llegar a las manos de la organización libanesa y restringir las operaciones de reconocimiento de la FAI sobre Líbano,” dijo Ehud Yaari, un experto israelí en temas árabes, a la televisión israelí.

La confusión en Israel ha sido evidente incluso aunque las instituciones de seguridad israelíes no han estado ahorrando esfuerzos para estudiar cada posible opción dirigida a contrarrestar la “creciente fuerza de Hezbollah.” Esto indica que las recientes amenazas de los líderes israelíes sólo reflejan el estado de estupefación de Tel Aviv a la hora de escoger entre lo amargo y lo más difícil.

Hezbollah ha advertido a Israel que ha estado preparándose a todos los niveles para hacer frente a cualquier futura agresión, con más combatientes entrenados y más sorpresas.



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Chiismo Afrocolombiano en Buenaventura


Más de 6.700 millones de habitantes tiene el planeta. Una cifra que, día a día, aumenta, así como el número de musulmanes que habitan en el mundo: 1.400 millones. Parece haber un pedazo de ellos en cada rincón de la tierra.

Una realidad de la que Colombia no es ajena, pues en el país existen más de 15 mil profesos del Islam. Y, pese a lo que podría pensarse, viven en zonas tan importantes como Buenaventura. Allí, en el puerto de mayor importancia de Colombia sobre el Océano Pacífico, se halla una de las comunidades musulmanas más significativas del país.

Es tan relevante que no sólo es la tercera más grande (después de Maicao y Bogotá), sino que su existencia se remonta a casi cuatro décadas. La comunidad musulmana de Buenaventura se diferencia de las restantes en Colombia y en América Latina porque está constituida totalmente por conversos al Islam o por sus descendientes, es decir, está conformada por nativos. Y como si esto no fuera suficiente, es la única comunidad predominantemente chiíta en el país, ya que en el resto de lugares el sunismo es la tendencia imperante (ver El Islam y el chiísmo).

Además de estas interesantes características, esta comunidad se diferencia por ser la única colectividad musulmana del continente constituida, en su totalidad, por afrodescendientes. Debido a esto, la mezcla de elementos étnicos y religiosos hace del chiísmo de Buenaventura un caso singular y atrayente.

Pese a todo, esta comunidad no ha sido objeto de un estudio profundo, salvo algunas anotaciones casi anecdóticas hechas por parte de investigadores de la afrocolombianidad. Por esta razón, investigadores del Centro de Estudios Teológicos y de las Religiones de la Universidad del Rosario emprendieron un viaje hacia Buenaventura y Cali para buscar y hallar datos, historias, y las raíces de esta comunidad musulmana afrocolombiana en el Pacífico.

El propósito de este recorrido fue observar sus formas de organización, las instituciones y las estructuras sociales que han creado en torno a su fe común. De igual manera, buscó entender las complejas relaciones que se dan entre el factor étnico y la vivencia religiosa en un contexto nacional problemático, caracterizado por la pobreza y el conflicto.
Arribo a tierras portuarias

Todo empezó en los años sesenta del siglo XX. El Islam llegó a Buenaventura debido a la relación que existía entre el “orgullo negro” y el elemento religioso, por eso el mensaje de la Nación del Islam (ver recuadro) caló con fuerza.

Este mensaje se transmitió gracias a la llegada de marineros que trabajaban en los barcos provenientes de Estados Unidos y que pertenecían al movimiento religioso. Había uno de ellos que se erigía como una figura especial: Esteban Mustafá Meléndez, un afroamericano de origen panameño que se dedicó (durante todo el tiempo que permanecía en el puerto colombiano) a predicar acerca de la necesidad de reivindicar los derechos de los afrodescendientes.

Este mensaje logró cierto éxito y por eso, en 1970, se desarrollaron las primeras reuniones de musulmanes colombianos. De esta forma, se generó una mezcla fuerte: la dinámica del movimiento musulmán junto a la ideología del orgullo negro, lo cual les permitió a los líderes lograr la simpatía de la población del puerto, que por ese entonces no gozaba de una buena calidad de vida. Por ello, el Islam, junto con Mustafá, entró con fuerza, como una fuente de esperanza.

Fue tan importante la presencia de este hombre que, aún hoy, algunos miembros de la comunidad recuerdan que “él siempre llegaba en el barco [...], daba charlas de un día, de unas horas; traía regalos y, nuevamente, se iba.

Les preguntaba si se habían reunido y decía que cuando volviera, quería verlos unidos. Así los fue concientizando, decía: la religión de ustedes es el Islam”. Unos años más adelante, por fin, se crearon las bases de la que sería la comunidad musulmana más antigua del país. Arrancó con más de doscientos integrantes. Establecida en 1974, la Comunidad Islámica de Colombia fue la primera organización de musulmanes en lograr reconocimiento legal. Sin embargo, esto no significó una mejora sustancial en su nivel de vida. La falta de líderes preparados y el debilitamiento de las relaciones con Estados Unidos (cuando Meléndez se jubiló), llevaron a la primera crisis de esta agrupación.

Todo era tan precario y el nivel educativo tan bajo que, en ese entonces, quien supiera leer en inglés se convertía, casi automáticamente, en líder espiritual. Si bien algunos llegaron a viajar a Estados Unidos en busca del “verdadero Islam”, otros buscaron nuevas fuentes de conocimiento que les permitieran continuar con su nueva religiosidad, la cual se negaban a perder tan fácilmente.

Así, durante los años ochenta, algunos buscaron relacionarse con las comunidades de musulmanes sunitas de otros lugares del país o del exterior. Empero, el apoyo recibido fue prácticamente nulo. La situación marginal de Buenaventura, unida a la desconfianza que producía el haber pertenecido al movimiento de la Nación del Islam, les cerró muchas puertas. Por esta razón, cuando desde Irán se recibieron las primeras muestras de ayuda, la comunidad decidió enfocarse en esta dirección.

El apoyo iraní se cristalizó en becas ofrecidas para que algunas personas realizaran estudios de profundización en Islam. Uno de estos individuos fue Carlos Valencia Potes, quien se hizo musulmán a los 18 años y adoptó el nombre islámico de Munir. Luego de finalizar sus estudios secundarios, obtuvo, a los 22 años, una de las becas para estudiar Islam en Argentina.
Un año después, fue seleccionado para irse a la ciudad universitaria islámica de Qom, en Irán, donde recibió varios años de formación en recitación coránica y sharia (Ley islámica), tras lo cual inició un ciclo universitario. Concluyó sus estudios islámicos en 2000; entonces, regresó a Colombia y asumió la dirección de la comunidad, lo cual fortaleció el proceso de conversión definitiva de ésta al chiísmo. Bajo la dirección reciente del sheij Munir Valencia, la comunidad ha logrado consolidarse, prueba de ello es la existencia de sus principales instituciones: la mezquita y la Institución Educativa Silvia Zaynab.
Construyendo historia

Cabe anotar que antes de la consecución de estas sedes propias, la comunidad debió enfrentarse a una constante migración debido a la discriminación y la insolvencia económica, pero en la actualidad, los tiempos son más amables.

La mezquita, denominada Centro Cultural Islámico La Ciudad del Profeta, está ubicada sobre la Avenida Rockefeller, una de las más importantes de la ciudad. Fue construida en el año 2000 y actualmente posee una sala de oración, una biblioteca, cocina y, además, funciona como sede de una emisora musulmana virtual.

El Instituto Silvia Zaynab, por su parte, ofrece educación desde el pre-escolar hasta básica secundaria a la población de bajos recursos. Si bien el colegio existe desde 1981, la periodicidad en el pago de la pensión, unida a la paulatina disminución en el número de musulmanes, llevó a su cierre a finales de los noventa. Fue en ese momento cuando el sheij Munir se hizo cargo de la comunidad y, entonces, la institución logró reabrir sus puertas. Así, en medio de ese trasegar, ha logrado pasar de 45 estudiantes en el año 2000 a 148 en 2008.
Aunque la orientación del colegio es religiosa, sólo un 60% de sus alumnos son musulmanes. El resto de los escolares aprende sobre las bases del Islam sin que éste sea considerado como un asunto nocivo por parte de sus familias. Pese a que sigue siendo una institución privada, la matrícula no es pagada por los padres de familia sino por el Gobierno de la ciudad, gracias a un convenio firmado con la Secretaría de Educación de Buenaventura. A pesar de haber ganado algunos espacios, aún no se posee un cementerio islámico, por lo cual los musulmanes son enterrados, según el rito indicado, en cementerios convencionales.
Negritudes e Islam: una pareja indisoluble

Aunque el grueso de la comunidad, que actualmente es cercana a los 300 miembros, se considera chiíta, también se encuentran rezagos de los ideales de la Nación del Islam, pues algunos miembros adoptaron tibiamente el chiísmo o lo rechazaron totalmente. Asimismo, unos pocos siguen siendo suníes. No obstante, ajena a la filiación religiosa, en Buenaventura se vive una fuerte relación entre religión y orgullo étnico.

Aunque el sheij Munir ha sido uno de los que han buscado que el Islam no se restrinja a una cuestión étnica, es clara la asociación entre la elevación de los derechos de las negritudes y la figura de Malcolm X como ícono (ver La Nación
del Islam). De hecho, en los hogares de muchos musulmanes, así como en la mezquita y en el colegio, los cuadros con las imágenes del Ayatollah Jomeini, líder de la Revolución Islámica Iraní y la de Malcolm X, suelen estar una al lado de la otra.
El impacto de las posturas de la comunidad islámica de Buenaventura se muestra con fuerza especialmente en Cali. Allí, la colectividad musulmana cuenta con unos 150 individuos, de los cuales un 40% es chiíta. En efecto, el factor étnico llega a ser tan importante para la comunidad de Buenaventura que se ha tendido a la separación respecto a los musulmanes suníes (población de Buenaventura radicada en Cali).
A pesar de lo anterior, las relación es entre ambos grupos (suníes reunidos en torno a la mezquita an-Noor y chiítas en torno a la mezquita al-Kauzar), son cordiales y ambos reconocen su legitimidad.
De esta forma se vive el Islam en Buenaventura, un lugar en el que, pese a sus ideales, no existe ninguna ruptura con el entorno social ni se ha creado una comunidad con espíritu de gueto. No existe una diferenciación económica o social entre musulmanes y no musulmanes. Por el contrario, la conciencia de compartir unos mismos problemas con el resto de la comunidad afrocolombiana en el Pacífico ha hecho que el Islam se convierta en una forma más de tender puentes en procura de resolver problemas comunes.
En esa medida, el Islam, tal como es vivido cotidianamente en Buenaventura, tiene que ver más con las realidades y sentimientos del puerto, que con los grandes centros del Islam a nivel internacional, de los cuales, sin embargo, no se desliga. En el plano nacional, al haberse convertido en una forma válida de entender la herencia cultural colombiana y el legado africano, esta comunidad ha llegado a convertirse en un elemento más del complejo universo social colombiano.

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La amazonia brasileña en el umbral de una nueva era


El costo ambiental de un desarrollo arcaico

15-08-2009
Marina Silva
Informe-Dipló

La Amazonia brasileña se encuentra en una situación límite. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva debe decidir si desea liderar la transición hacia nuevos parámetros de desarrollo global o prefiere continuar avalando la sobreexplotación de los activos sociales y ambientales en beneficio de una minoría.

Varios estudios recientes han expuesto diferentes facetas del modelo económico arcaico y predatorio que todavía predomina en la Amazonia brasileña. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años por el gobierno federal, las administraciones estatales y municipales, y la sociedad civil –lo que dio como resultado una reducción continua de los índices de deforestación desde 2005–, el hecho es que el 17% del bosque tropical brasileño ya ha sido consumido; y los mecanismos y prácticas que destruyen la biodiversidad, perjudican los servicios ambientales (1), generan conflictos sociales, empobrecen la cultura, marginan poblaciones, agravan el calentamiento global y comprometen la imagen de Brasil, continúan vigentes.

La edición de junio de 2009 de la revista Science (2) incluye un estudio sobre el tema, firmado por investigadores del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), que bautiza este modelo como “boom-colapso”, en alusión al efecto “sube y baja” que caracteriza la economía de la región: grandes ganancias financieras para un pequeño grupo al principio, seguidos de pérdidas y perjuicios para la sociedad en general.

Los investigadores constataron que, en el corto plazo, mejoran los indicadores socioeconómicos, como por ejemplo el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Sin embargo, los beneficios duran alrededor de una década y media, agotándose cuando se terminan la explotación de madera y la productividad de la ganadería. En ese momento, entonces, los municipios pasan a presentar índices de calidad de vida parecidos a los del período anterior a la deforestación, con una diferencia fundamental: perdieron la oportunidad de hacer un uso adecuado de los activos naturales y de crear una economía sostenible con una distribución de la renta más ecuánime. Sumado a eso, heredan suelos degradados, desempleo, concentración agraria, éxodo rural, miseria urbana y, por supuesto, el fin de los bosques y de los recursos naturales disponibles.

El año pasado se publicaron asimismo otros importantes trabajos realizados por Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que describen las prácticas deletéreas de poderosos grupos empresariales y sus negocios globales, lo que causó un fuerte impacto en la opinión pública.

En octubre de 2008, la ONG Repórter Brasil redactó una lista de las empresas establecidas en San Pablo que se benefician con el avance predatorio de la actividad agropecuaria y maderera ilegal sobre el bosque, además de mantener relaciones comerciales con propietarios e inversores rurales que explotan el trabajo esclavo. La divulgación del trabajo, titulado “Conexiones sustentables San Pablo-Amazonia: quién se beneficia con la destrucción de la Amazonia” (3), dio como resultado la firma de tres pactos empresariales para el control de las cadenas productivas de la madera, la ganadería y la soja oriundas de la Amazonia.

La organización Amigos de la Tierra-Amazonia Brasileña publicó, en abril de 2008, el informe “La hora de la cuenta – Ganadería, Amazonia y coyuntura” (4), en el que explica que la Amazonia se consolidó como una importante región productora de carne debido a la instalación de megafrigoríficos, financiados con recursos públicos subsidiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil del orden de los 6.000 millones de reales en 2008, un récord histórico. De ese monto, casi nada se destinó al aumento de la productividad y la recuperación de tierras degradadas o abandonadas. El informe muestra incluso que uno de los factores centrales para la viabilidad de la ganadería en las principales regiones productoras de la Amazonia es la invasión y la posesión ilegal de tierras públicas, acompañada de deforestación irregular.

A comienzos de este mes, Greenpeace Brasil divulgó por su parte, después de tres años de estudios, el informe “La farra del buey” (5). Allí, la organización ambientalista revela que la destrucción de la Amazonia se debe mayoritariamente al sector ganadero, responsable de una de cada ocho hectáreas de bosques tropicales destruidas en el planeta. Ese trabajo analiza las fuertes inversiones gubernamentales destinadas a ese sector, con el objetivo de consolidar el liderazgo de Brasil en la exportación de carne bovina y duplicar su participación para alcanzar los dos tercios del mercado mundial de aquí a 2018. El informe hace también una lista de varias empresas nacionales e internacionales que se abastecen de productos de esa cadena productiva ilegal y antiética, y acusa al BNDES de contribuir a la devastación ambiental, en la medida en que financia a los frigoríficos sin exigir contrapartidas ambientales.

La novedad que introdujo el estudio de Greenpeace fue su sociedad con el Ministerio Público Federal para iniciar acciones civiles públicas en el Estado de Pará contra los frigoríficos y las redes de venta minorista citados en el texto. La medida generó diferentes reacciones: grandes cadenas minoristas, como Wal-Mart, Carrefour y Pão de Açúcar, suspendieron las compras a los frigoríficos involucrados, exigiendo a los proveedores trazabilidad y garantías socioambientales confiables para los productos provenientes de la Amazonia. Las entidades ruralistas ya intentaron descalificar el estudio e intimidar a sus autores con procesos judiciales, en lugar de adoptar técnicas productivas sustentables que favorezcan la ganancia de productividad, trazabilidad y recuperación de las áreas degradadas.

A pesar de las evidencias recabadas en los estudios citados y de importantes resultados alcanzados en el ámbito del Programa de Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia, la ideología y las fuerzas que sustentan el modelo predatorio continúan en plena forma debido, especialmente, a la postura equivocada de algunos sectores del gobierno federal y del Congreso Nacional. Teniendo en cuenta las urgencias de nuestro tiempo –sintetizadas por la confluencia del agravamiento del calentamiento global y la situación dramática de las poblaciones pobres en todo el planeta– la persistencia de un patrón de desarrollo arcaico en Brasil –país clave para iniciar el viraje necesario hacia un modelo de base sustentable– es muy preocupante.

Desde los ministerios que definen políticas vitales para la Amazonia llegan discursos y medidas que aumentan esa preocupación, al converger en el desmantelamiento de la legislación ambiental y la defensa de facilidades económicas para sectores que especulan con tierras en la región (6), y al negarse a asimilar métodos que eviten nuevas deforestaciones. Esos sectores fueron premiados recientemente con una regularización agraria que distribuyó más de 60 millones de hectáreas de tierras públicas, buena parte de ellas a personas y grupos que las invadieron y promovieron su deforestación a gran escala. O sea, las autoridades responsables de las políticas de desarrollo tratan a los bosques como un obstáculo y no como un beneficio para la nueva economía del siglo XXI.



La voz del pueblo



Tal postura, no obstante, está siendo confrontada por las constantes alertas tanto de respetados formadores de opinión como de la propia sociedad. En una investigación realizada por el Instituto DataFolha en mayo pasado, el 96% de la población brasileña defendió la legislación ambiental y dio un mensaje claro a los productores rurales: pide respetar los límites establecidos por la ley para la protección de bosques, ríos, suelos y biodiversidad (7). Ya no se acepta la justificación de la producción de alimentos a costa de la destrucción ambiental.

Se ha llegado así, a un umbral. El gobierno brasileño necesita hacer una elección clara: liderar una transición que convierta a Brasil en una referencia mundial en la búsqueda de nuevos parámetros de desarrollo, o seguir siendo fiador del pasado, garantizando sobrevida a una concepción de mundo ya superada, que se basa en otorgar privilegios y permitir la sobreexplotación de los activos sociales y ambientales para usufructo de algunos pocos, sin medir las consecuencias.

La investigación de Datafolha mostró que los brasileños quieren empleo, renta y acceso a bienes de consumo, pero no a cualquier precio. Quieren también seguridad ambiental, compromiso ético y visión a largo plazo para crear hoy las condiciones para un salto civilizatorio indeclinable.

En la Amazonia ese dilema se plantea de varias maneras. La explotación ganadera y maderera irregular es sólo uno de los aspectos. Otro, de igual importancia, es la puesta en marcha de obras de infraestructura. El conocimiento acumulado sobre las debilidades del bioma amazónico recomienda cuidados especiales en ese tipo de proyectos, comenzando por el imprescindible proceso de licenciamiento ambiental, hecho en forma y tiempo adecuados. Frente a eso, las maniobras para evitar o flexibilizar los procedimientos exigidos por la legislación con el objetivo de acelerar la aprobación de las obras, como se intenta, por ejemplo, con la ruta BR 319, son inaceptables. La historia enseña que, realizadas en discrepancia con las contingencias ambientales, esas obras son inductoras de procesos económicos y sociales que pueden redundar en verdaderas catástrofes sociales, culturales, ecológicas y económicas en toda el área de influencia del emprendimiento, en vez de generar los beneficios esperados.

Brasil vive un momento crucial, que exige, para que sea posible prosperar, elecciones valientes en pos de un cambio de rumbo y de patrones. Las alternativas ya existen, tienen fuerte base tecnológica, una concepción política e institucional innovadora y sectores de punta dispuestos a superar sus límites adoptándolas. Se trata de un desafío que no es sólo de los brasileños. Se impone a toda la comunidad global. Evidentemente, el país que detenta un patrimonio tan significativo como la Amazonia tiene una misión especial que cumplir.

Una misión domesticadora, en términos del siglo XXI. Si antes, en la historia de la humanidad, domesticar significaba dominar, sojuzgar e imponer, hoy quiere decir tener la capacidad de reinventar la civilización, sumando el ambiente natural como parámetro para la superación de los excesos y equívocos de la sociedad de consumo, en una perspectiva anticipatoria de la sociedad sustentable que se pretende consolidar.

Brasil es candidato natural a ser una gran nación para navegar el futuro y no puede continuar preso de las peores amarras de su historia, sin utilizar plenamente lo que ésta le ofrece como herramienta liberadora: los excepcionales recursos naturales y la igualmente excepcional diversidad social y cultural. A lo largo de las últimas décadas, esta opción ya fue realizada por crecientes contingentes sociales en los espacios académicos, comunitarios, empresariales, de organizaciones de la sociedad civil y en nichos de excelencia del sector público. De esa nueva cultura han emanado continuas demostraciones de que dar el salto cualitativo es posible y viable. Falta la opción decidida de aquellos que tienen mucho poder en el proceso decisorio del país y en la implementación de grandes políticas, es decir, los gobernantes y los sectores empresariales de peso.



Marina Silva es senadora de la República Federativa del Brasil por el Estado de Acre en representación del Partido de los Trabajadores (PT), fue ministra de Medio Ambiente (2003-2008).

Traducción: Claudia Solans

Notas:



1 Los servicios ambientales son funciones ecológicas y procesos que aseguran el equilibrio de los ecosistemas y posibilitan la supervivencia y el bienestar de todas las especies en el planeta.

2 Science, Vol. 324, Nº 5.933, Nueva York, junio de 2009.

3 www.reporterbrasil.org.br/documentos/conexoes_sustentaveis.pdf

4 www.amazonia.org.br/arquivos/308285.pdf

5 www.greenpeace.org.br/gado/FARRAweb-alterada.pdf

6 Véase Dario Pignotti, “Polémica diplomacia del cárbono”, en el dossier “Amazonia, el espacio geoestratégico del siglo XXI”, Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, Buenos Aires, agosto de 2009.

7 http://datafolha.folha.uol.com.br/po/ver_po.php?session=891



M.S.

© LMD ed. Brasil

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El decrecimiento ya no parece una locura


Una idea cada vez más vigente en Francia

Eric Dupin
Informe-Dipló
Traducción: Lucía Vera
15-08-2009

La crisis ecológica impuso poco a poco la necesidad de definir el progreso humano de un modo distinto al que imponen el productivismo y la confianza ciega en el avance de las ciencias y las técnicas. En Francia, crecen los adeptos al decrecimiento, tanto cerca de los partidos de la derecha antiliberal como entre el gran público.

Había que ver el aire desconcertado de François Fillon, ese 14 de octubre de 2008, en que Yves Cochet defendía la tesis del decrecimiento desde lo alto de la tribuna de la Asamblea Nacional de Francia. Al diagnosticar una “crisis antropológica”, el diputado Verde de París afirmaba, en medio de las exclamaciones de la derecha, que “ahora la búsqueda del crecimiento resulta antieconómica, antisocial y antiecológica”. Su llamado a una “sociedad sobria” no tenía posibilidad alguna de ganar la adhesión del hemiciclo. Sin embargo, la provocadora idea del “decrecimiento” logró dar inicio al debate público.
La recesión también entró en ese debate. Seguramente el decrecimiento “no tiene nada que ver con la inversa aritmética del crecimiento”, como lo señala Cochet (1), el único político francés de envergadura que defiende esta idea. De todas maneras, el cuestionamiento del crecimiento aparece como una consecuencia lógica de la doble crisis económica y ecológica que sacude al planeta. Súbitamente, se escucha a los pensadores del decrecimiento de manera más atenta. “Soy mucho más solicitado”, se regocija Serge Latouche, uno de los pioneros. “Las salas están llenas en nuestros debates”, dice también Paul Ariès, otro intelectual de referencia de esta corriente de pensamiento.
La propia palabra “decrecimiento” es cada vez más utilizada, incluso fuera de los restringidos círculos de la ecología radical. “En un momento en que los adeptos al decrecimiento ven que sus argumentos son apoyados por la realidad, ¿existe acaso una alternativa entre el decrecimiento súbito o implícito, como es la recesión actual, y el decrecimiento conducido?”, se interrogaba durante la campaña europea Nicolas Hulot, quien, sin embargo, es usualmente calificado de “ecotartufo” por los objetores del crecimiento (2). En su carácter de puntal de Europe Ecologie, el animador declaraba dudar del “crecimiento verde” y pensaba más bien en un “crecimiento selectivo acompañado de un decrecimiento elegido”. “Sólo el decrecimiento salvará al planeta”, expresó el fotógrafo Yann Arthus-Bertrand, cuya película Home, ampliamente financiada por el grupo de productos de lujo Pinault Printemps Redoute (PPR), parece haber contribuido al éxito electoral primaveral de los ecologistas (3).
Algunos partidarios del decrecimiento están convencidos de que la crisis actual constituye una formidable oportunidad para su causa. “¡Que la crisis se agrave!”, exclamó Latouche, retomando el título de una obra del banquero arrepentido François Partant. “Es una buena noticia: la crisis finalmente llegó y es una ocasión para que la humanidad pueda recuperarse”, explicaba ese partidario de la “pedagogía de las catástrofes”, desarrollada en otro tiempo por el escritor Denis de Rougemont (4).
Sin llegar tan lejos, Cochet piensa también que sólo al chocar con los límites de la biosfera la humanidad se verá obligada a volverse razonable. “Ya no habrá más crecimiento por razones objetivas. El decrecimiento es nuestro destino obligado”, previene el diputado ecologista, “geólogo político y un profundo materialista”. Entonces no queda más que esperar que la crisis acelere la toma de conciencia y “preparar un decrecimiento que sea democrático y equitativo”.
Pero este punto de vista optimista está lejos de ser compartido por todos. “No estamos para nada de acuerdo con esta pedagogía de las catástrofes”, se diferencia Vincent Cheynet. El jefe de Redacción del diario La Décroissance piensa que, “si bien la crisis ofrece una oportunidad de interrogarse y cuestionarse, también hay riesgos de que engendre crispaciones y fenómenos de miedo”. “Una crisis importante sería la peor de las situaciones”, piensa Cheynet. “La crisis es una ocasión para recordar que el crecimiento ya no es posible; pero en esos períodos las personas tienden a replegarse sobre sus intereses particulares”, observa Jean-Luc Pasquines, animador del Movimiento de los Objetores del Crecimiento (MOC). Ariès señala, además, la ambivalencia de la crisis: “Por un lado, lleva el sentimiento de urgencia ecológica cada vez más lejos, ya que el momento se presta para la defensa del poder de compra y de los empleos. (…) Pero también muestra que vivimos sobre mentiras desde hace décadas (5)”. La inquietud le disputa un lugar a la esperanza entre aquellos que dudan que la recesión pavimente el camino hacia el decrecimiento.

Tímida entrada a la política

El nuevo impacto del tema contrasta con la gran debilidad de las fuerzas políticas que lo invocan. El Partido por el Decrecimiento (PPLD) fue creado en 2006 por Cheynet, ex publicitario y fundador de la asociación Casseurs du pub para que “la urgencia fuera a la conquista de las instituciones”. Sin embargo, los conflictos entre las personas le impidieron existir realmente. “Crear un partido político es muy difícil en ambientes bastante anárquicos”, suspira Cheynet, que no se lleva demasiado bien con todos los “partidarios del decrecimiento”. Nuevos equipos intentaron relanzar recientemente el PPLD. Al mismo tiempo que afirma que el partido atrae “a personas más jóvenes que vienen del mundo asociativo”, su portavoz, Vincent Liegey, reconoce “estamos tanteando un poco”. El PPLD se niega a reivindicar alguna cantidad de adherentes. “No queremos convertirnos en un partido masivo, no buscamos ni adherentes ni electores”, dice curiosamente Rémy Cardinal, otro portavoz de este micropartido.
El Movimiento de los Objetores del Crecimiento se lanzó en 2007. Reúne a unas doscientas personas y a una decena de representantes electos locales en una red muy descentralizada. Como agrupa a militantes experimentados, –como Pasquines, quien fue vocero del PPLD, o Christian Stunt, ex miembro de los Amigos de la Tierra y de los Verdes–, el movimiento se felicita, según dice Stunt, por la adhesión de “muchas mujeres y jóvenes” sus filas.
Al crear juntos la Asociación de Objetores del Crecimiento (ADOC-Francia), el MOC y el PPLD han emprendido un proceso de acercamiento. Ambos movimientos se presentaron en las últimas elecciones europeas bajo el lema “Europe Décroissance” (“Por el decrecimiento de Europa”). Por no disponer de “ningún recurso” y al querer “hacer política de otra manera”, no presentaron boletas para la votación sino que le pidieron a sus electores que las imprimieran ellos mismos, desde de su sitio de Internet. El resultado era previsible: Pasquines, cabeza de lista en la Región Parisina, obtuvo el 0,04% de los votos computados.
Las ideas del decrecimiento tienen un eco sin parangón con estas cifras. “Estoy contra la creación de un partido, en cualquier caso es prematuro”, afirma Latouche. La cantidad de lectores del mensual La Décroissance, fundado por Cheynet en 2004, revela el impacto de esta corriente. Se difunden 20.000 ejemplares –13.000 de ellos en kioscos– y hace uso de un tono polémico cuyas principales víctimas son los “ecotartufos” del “capitalismo verde” y el “desarrollo sostenible”, sometidos a fuertes burlas. Cheynet lo asume: “Estamos en una lógica de disenso que participa en la vivificación de la democracia”.
La revista ecologista Silence, que difunde 6.000 ejemplares desde 1982, publicó en 1993, sin ningún éxito, un primer dossier sobre el decrecimiento, que contenía extractos del libro fundador del inventor del concepto, Nicholas Georgescu-Roegen. Las cosas fueron distintas en el segundo intento, en 2002, cuando surgió el concepto en un coloquio realizado en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por la asociación Línea de Horizonte–Los amigos de François Partant, y en el que participaron 700 personas, entre las cuales estuvieron José Bové, Ivan Illitch y Latouche. El número tuvo un gran éxito; Silence dedicó luego varias entregas a los distintos aspectos de ese proyecto. “El decrecimiento es, tal vez, el tema del siglo XXI, pero no sé nada sobre eso”, atempera Michel Bernard, uno de los animadores de la revista, con base en Lyon, al igual que La Décroissance.
Desde 2008, esta corriente de pensamiento dispone también de una publicación intelectual bien elaborada: Entropía. Dirigida por Jean-Claude Besson-Girard, esta “revista teórica y política del decrecimiento”, explora con una loable apertura de espíritu los numerosos problemas que plantea la perspectiva del decrecimiento (6).
Este grupo mantiene vínculos más o menos informales con toda una serie de organizaciones, como las redes ant-inucleares o anti-OGM (Organismos Genéticamente Modificados), el movimiento internacional “Slow Food” (7) o “Slow Cities” y, por supuesto, con todas las asociaciones antipublicitarias: los militantes del decrecimiento prefieren con frecuencia la acción asociativa concreta. La revista Silence privilegia el relato de experiencias que prefiguran la sociedad a construir. “Las ganas de cambiar las cosas pasan por la realización de alternativas”, señala Guillaume Gamblin, uno de sus animadores.
Stunt encarna bien esa militancia anclada en lo concreto. Viejo militante de la ecología política, hoy adhiere al MOC. Pero este guardia forestal jubilado, cuyos hijos producen “cereales al estilo antiguo”, sigue trabajando sobre el tema del “bosque campesino de proximidad”. Practica el decrecimiento: vive en una casa que él mismo ha construido con materiales locales, sin conexión a la red eléctrica, pero que funciona con energía solar. Stunt se siente como en casa en la región francesa de las Cévennes, “donde centenas de personas viven de esa misma manera”. Miembro de la asociación de Habitantes de Viviendas Efímeras o Móviles (Halem), Stunt relata cómo, en abril pasado, una manifestación bloqueó la alcaldía de Saint-Jean-du-Gard que había desmontado una tienda de tipo mongol instalada sin autorización. “Así nos hacemos cargo de la defensa de personas que viven en casas rodantes después de haber sido expulsadas, y que son, frecuentemente, jóvenes de la región parisina”, agrega. La asociación Derecho a la Vivienda (DAL) le ha propuesto a su asociación integrar el Consejo de Administración.

Anticapitalismo y antiproductivismo

Las ideas sobre el decrecimiento no son de ayer. Estuvieron incluso más extendidas en los años 1970 que hoy. Podemos recordar el cómic alegremente antiproductivista de Gébé L’An 01 (El año 01), publicado desde los 70 en Politique Hebdo (8). Y de su consigna un tanto subversiva: “Paramos todo”. El mensual La Gueule Ouverte (La boca abierta) (1972-1980), que anunciaba muy simplemente “el fin del mundo”, destilaba durante esa década una reflexión anticipada sobre el decrecimiento.
Hace unos treinta años, el cuestionamiento al productivismo estaba limitado a un espacio ideológico cerrado. No penetraba en la izquierda, dominada todavía por el Partido Comunista (PC) y por un marxismo ingenuamente “progresista”. Aunque hoy esta corriente es más marginal, también dialoga con facilidad con una izquierda que ha perdido sus certidumbres. Con la crisis medioambiental y el cuestionamiento del valor trabajo, la idea de un casamiento entre anticapitalismo y antiproductivismo avanza.
“El decrecimiento expresa, con un vocabulario nuevo, viejas cuestiones planteadas al movimiento obrero –sostiene Paul Ariès, quien fue comunista en su juventud–. Yo mismo he llegado aquí por la crítica de la alienación. ‘El derecho a la pereza’, ‘vivir y trabajar en la misma región’…: ¡la izquierda no siempre tomó el camino del productivismo!”
La evolución de Jean-Luc Mélenchon es sintomática de la influencia que adquirieron las ideas del decrecimiento en el seno de la izquierda. El fundador del Partido de Izquierda (PG), proveniente de una estricta tradición marxista, que fue en primer lugar militante trotskista lambertista, y después socialista, saluda hoy “la potencia de interrogación” de los partidarios del decrecimiento. “Hay que pensar nuestro modo de vida de otra manera y preguntarse, por ejemplo, si debemos ir cada vez más rápido”, afirma, antes de criticar “el productivismo que insinúa la idea de que todo lo que es deseable debe volverse necesario”. A él se unió Franck Pupunat, animador del pequeño grupo Utopía, cercano a algunas tesis del decrecimiento, y que agrupa adherentes de varios partidos de izquierda. Ariès también acaba de sumarse a ellos.
El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) también dialoga con los “partidarios del decrecimiento”. Algunas negociaciones, que finalmente fracasaron, habían estudiado la posibilidad de confiar a un militante del decrecimiento el primer lugar en la lista presentada por el NPA y el PG en las elecciones europeas de la región sudeste, donde esta corriente está más consolidada. Representantes de ambos partidos participaron en la “Contre-Grenelle de l’environnement” (Contra-consulta sobre el medioambiente), que tuvo lugar en Lyon, en mayo pasado, para denunciar las ilusiones del “desarrollo sostenible”.
Paradójicamente, las ideas sobre decrecimiento ya no se encuentran entre los Verdes. Cochet se siente muy aislado dentro de su partido. Sin embargo, algunas de sus posiciones no lo ayudan a ser escuchado. El diputado ecologista de París provocó un escándalo, en abril de 2009, al proponer una disminución del monto de las prestaciones familiares a partir del tercer niño, a causa de que un nuevo recién nacido tendría “un costo ecológico comparable a 620 trayectos París-Nueva York”. Él se considera un “neo-malthusiano”, aun cuando admite que su razonamiento es “tal vez demasiado científico”.

“Vivir mejor con menos”

La sed de respetabilidad de los Verdes y el peso de sus representantes electos los han alejado de la tesis de formación ecologista que temen que puedan asustar a los electores. Dominique Voynet habría pensado incluso en cambiar el nombre de su partido por el de “Partido del desarrollo sostenible”. En diciembre de 2008, por primera vez, la moción del congreso del partido hizo referencia al “decrecimiento”, pero limitándolo al de la “huella ecológica”. El programa de las listas de Europe Ecologie retomó la misma fórmula, pero agregándole la disminución “del consumo cuantitativo de carne”. En cuanto al Partido Socialista (PS), la ausencia de curiosidad intelectual de sus dirigentes parece protegerlo de cualquier contacto con estas ideas.
¿El decrecimiento es algo más que un eslogan? Ariès habla de “palabra-obús” destinada a quebrantar el productivismo, y Cheynet alaba la capacidad de ese vocablo para “interpelar” a la sociedad. Pero la gran debilidad de este estandarte consiste en no decir nada sobre el futuro deseado. Ningún “objetor del crecimiento” preconiza una simple disminución de la producción en una sociedad con equilibrios que no han cambiado, disminución que podría agravar la pobreza. Latouche concede que los menos favorecidos, especialmente en África, necesitan elevar su nivel de vida material, aun cuando no deberían imitar el modo de vida occidental.
Antes que nada, este espacio se debate entre profundas divergencias filosóficas. Cheynet tiene posiciones republicanas y universalistas, mientras que el africanista Latouche es un declarado “relativista cultural”. “Mi perspectiva es claramente republicana, democrática y humanista”, declara el dueño de La Décroissance, que estuvo comprometido con el Centro en su juventud. “El Estado-nación está superado y tampoco es deseable”, replica Latouche, a quien “no le gusta la palabra universal”. Ariès se ubica del lado de las posiciones republicanas, al tiempo que trabaja con los católicos de izquierda de la revista Golias. Pierre Rabhi, una figura del decrecimiento que intentó ser candidato en la elección presidencial de 2002, representa, por su parte, una corriente espiritualista.
Aunque este espacio está mayoritariamente inclinado hacia la izquierda, su crítica radical al productivismo puede alimentar interpretaciones de inspiraciones muy diferentes. Políticamente, como lo reconoce Cheynet, van “desde la extrema derecha a la extrema izquierda”. Así, el pensador de la “Nueva Derecha”, Alain de Benoist, publicó en 2007 una obra titulada Demain, la décroissance! Penser l’ecologie jusqu’au bout (Mañana, ¡el decrecimiento! Pensar la ecología a fondo).
La relación con la democracia también lo divide. Se oponen a quienes quieren dedicarse a las instituciones y presentarse a elecciones, como Cheynet, y quienes privilegian la democracia directa o el mandato imperativo. “La desconfianza en relación a la democracia representativa es muy fuerte en estos ambientes”, observa el investigador Fabrice Flipo. “Se requiere un refuerzo de la democracia directa, pero también de la democracia representativa”, matiza Ariès. Latouche expresa esta ambigüedad de otro modo: “Creo ser profundamente democrático”, afirma antes de agregar inmediatamente: “Pero no sé muy bien qué es la democracia”. Pocos partidarios del decrecimiento se arriesgan a precisar a qué se parecería la sociedad a la que aspiran. Sin embargo, en 2002 Cheynet intentó ese ejercicio (9). En “una economía sana (...) el transporte aéreo y los vehículos con motor de explosión estarían condenados a desaparecer (...), reemplazados por barcos a vela, la bicicleta, el tren y la tracción animal”. Se buscaría también “el final de los grandes supermercados, en beneficio de los comercios de proximidad y de los mercados; el final de los productos manufacturados poco caros, en beneficio de objetos producidos localmente”. Aunque la relocalización de las producciones es una idea compartida por todas las corrientes del decrecimiento, muchas de las cuales incluso presentan la idea de instituir monedas locales, no todo el mundo está de acuerdo en llegar tan lejos. Por otra parte, resulta difícil ver cómo semejante programa podría convencer a una mayoría de electores. Latouche prefiere insistir con el método de elaboración de una “sociedad autónoma” donde rijan las ocho “R”: “Revaluar, Reconceptualizar, Reestructurar, Redistribuir, Relocalizar, Reducir, Reutilizar, Reciclar” (10). Al mismo tiempo que sueña con una sociedad de pequeñas ciudades federadas, aboga en favor de arbitrajes: “El compromiso que debe encontrarse entre la autonomía, casi total pero muy frugal, entre el cazador-recolector y la tecno-alienación, también casi total de nuestros contemporáneos, es un problema político”. Algunos objetores del crecimiento evitan estas delicadas cuestiones refugiándose en acciones individuales de “sobriedad voluntaria”. Otros creen en las virtudes ejemplares de las iniciativas locales, como la de las “Ciudades en transición”, que agrupan a cerca de ciento treinta comunas –mayoritariamente en Gran Bretaña– comprometidas con el decrecimiento energético y la relocalización. Pero al decrecimiento le sigue faltando una definición política positiva tan movilizadora como lo fue el socialismo en su momento. “Tenemos dificultades para inventar un nuevo relato para el imaginario colectivo”, deplora Cochet. “¿Qué utopía movilizadora?” se interroga, para responder a la pregunta “¿cómo vivir mejor con menos?” La fórmula “menos bienes, más vínculos”, sin duda no basta. “Ampliar la gratuidad de los bienes de los cuales hacemos un buen uso y prohibir aquellos de los que se hace un mal uso”, preconiza Ariès, precisando que la definición de esos usos será producto de una deliberación política. Y agrega: “El objetivo es reducir las desigualdades sociales”. En realidad, el decrecimiento afectará primero e inevitablemente, a los más ricos, tanto a nivel planetario como en cada país. Finalmente, lo que en estos debates se transparenta como una filigrana es la cuestión filosófica de la “buena vida”. El desarrollo económico dictado por la dinámica propia del progreso técnico, debería ser sustituido por una lógica de arbitraje democrático. El filósofo Patrick Viveret, que se interesa en los cuestionamientos fundadores del decrecimiento, aunque sin adherir a sus respuestas, rechaza “la prohibición de plantear la felicidad como una cuestión política”, con el pretexto de que eso fue lo que los totalitarismos se arriesgaron a hacer: “Si rechazamos plantear democráticamente la cuestión de un mejor bienestar, ¿en nombre de qué fundar un pensamiento crítico del modo de desarrollo actual?” Liberales o socialistas, los progresistas tienen en común la búsqueda del aumento de las riquezas materiales, reduciendo la cuestión de la felicidad a un asunto privado. Si la finalidad de la organización de las sociedades humanas, confrontadas a los límites físicos de la naturaleza, escapara a ese presupuesto materialista, se abriría un vertiginoso espacio de indeterminación política.

1 Las citas sin referencias provienen de entrevistas con el autor.
2 Nicolas Hulot, “L’enjeu crucial des élections européennes“, Le Monde, París, 15-5-09.
3 Michel Guerrin y Nathaniel Herzberg, “Arthus-Bertrand, l’image de marque”, Le Monde, París, 4-6-09.
4 Serge Latouche, “Que la crise s’aggrave!”, Politis, París, 13-11-08.
5 Laure Nouhalat, “Rendre la décroissance désirable”, entrevista de Paul Ariès, Libération, París, 2-5-09.
6 Para una crítica radical de esta corriente de pensamiento, véase especialmente los Cahiers marxistes, N° 235, Bruselas, mayo-junio de 2007 y “La décroissance, un point de vue parfaitement réactionnaire”, Lutte de classe, N° 121, París, julio de 2009.
7 Véase Carlo Petrini, “Por una gastronomía militante”, Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, Buenos Aires, agosto de 2006.
8 Gébé, L’An 01, cómic reeditado por la Association, París, 2004, y film epónimo (con Jacques Doillon), MK2, 2006.
9 Bruno Clémentin y Vincent Cheynet, “La décroissance soutenable“, Silence, Lyon, febrero de 2002.
10 Serge Latouche, “Pour une société autonome”, Entropia , n° 5, Malaucène, otoño boreal de 2008.

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