viernes, 8 de enero de 2010
Una Delegación Militar Israelí Cancela el viaje al RU por Temor a un Arresto
Al-Manar
05/01/2010
Israel canceló la visita de una delegación militar al Reino Unido la pasada semana después de que las autoridades británicas no pudieran prometer que los oficiales del ejército de ocupación israelí no serían arrestados.
La delegación incluía a algunos oficiales israelíes invitados al Reino Unido por el Ejército británico.
El diario israelí Yedioth Ahronoth informó el martes que el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores había contactado con el gobierno británico con el fin de asegurarse de que los oficiales -un coronel, un teniente coronel y un mayor- podrían permanecer en suelo británico sin miedo a ser arrestados por crímenes de guerra.
El gobierno británico fue incapaz de realizar tal promesa y, de este modo, la visita de la delegación fue cancelada.
El incidente ha sido tratado con gran severidad por los responsables del gobierno israelí.
El viceministro israelí, Daniel Ayalon, dijo: “Si no tomamos las medidas de seguridad apropiadas y si la ley británica continúa sin cambiarse, los oficiales y responsables israelíes no podrán viajar al Reino Unido, lo que dañará las buenas relaciones entre los dos países, que compartes valores e intereses comunes. Los británicos deben recordar que estas visitas sirven a ambos países.”
Israel está presionando al gobierno británico y ha señalado que espera un cambio en las leyes británicas que impida cualquier posible arresto. Los israelíes también afirman que existen otros incidentes que pueden poner en peligro las relaciones entre ambos países, incluyendo el boicot comercial y académico a Israel adoptado por agentes sociales británicos.
Hace varias semanas una orden de arresto fue emitida en el Reino Unido en contra de la presidenta de la oposición israelí, Tzipi Livni, por su responsabilidad, como miembro destacado del gobierno israelí de ese momento, en la comisión de crímenes de guerra cometidos durante la ofensiva israelí contra Gaza de diciembre de 2008 y enero de 2009, en la que más de 1.400 palestinos, 420 de ellos niños, fueron asesinados y 5.300 resultaron heridos.
Tras el incidente, las autoridades británicas declararon que planeaban un cambio significativo en las leyes que requeriría la aprobación del fiscal general a cualquier orden de detención de sospechosos de crímenes de guerra.
El primer ministro británico, Gordon Brown, habló a Livni después del incidente, le dijo que se oponía con fuerza a la orden de arresto dirigida contra ella y subrayó que ella era bienvenida en el Reino Unido en cualquier momento y que planeaba trabajar para cambiar la actual situación legal.
El ministro de Exteriores británico, David Miliband, también comentó el asunto y dijo que su gobierno actuaría con rapidez para cambiar la situación.
Por su parte, el Consejo Musulmán del Reino Unido ha expresado su pesar por las declaraciones de Miliband. En una carta dirigida al ministro de Exteriores, el secretario general del Consejo, Mohammad Abdul Bari, dijo: “Pareces estar dirigiendo el gobierno hacia una aplicación selectiva de la ley internacional. Esto no responde, con seguridad, al mejor interés de nuestro país y añadirá nuevas dimensiones a la política de doble rasero que muchos ven que nuestro gobierno aplica en su política hacia Oriente Medio.”
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