viernes, 8 de enero de 2010

El influjo del cine yanqui


7 de enero de 2010
Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info)

Observad el número de películas que ofrece la programación de las televisiones públicas y privadas un día tras otro. Ayer, día de Reyes, concretamente, 26 yanquis y dos españolas si no he contado mal, más las series de estoy lo otro... No incluyo las de la programación de las cadenas de pago. Ni una sola inglesa, francesa, alemana o italiana. Y por supuesto ni una sola de ninguna otra nacionalidad ni europea ni asiática. Lo mismo puede decirse de la música en todos los establecimientos y espacios públicos...

Las siempre renuentes aproximaciones de España a Europa, las obstaculiza y puentea el cine "americano". El influjo que ejerce en este país la bazofia estadounidense que entra por la rendija que hay debajo de una puerta como el aceite derramado, impregna las conciencias y el sentido de todo un pueblo lustro tras lustro, década tras década. Ellos lo saben, y por eso dan por descontado que pueden contar con adeptos sin fin. El caso es que España, por unas u otras razones, se pasa su historia de espaldas al Continente.


¿Cree que a esta España que discute sobre lo divino y lo humano puede caberle en la cabeza otra cosa que no sean ideas y tics salidas del imperio? La mentalidad que se va forjando en las generaciones que se suceden no está compuesta más que de un tercio de pobre cultura carpetovetónica e ibera y dos tercios de contracultura "americana". Desde todos los gobiernos, sean de derechas o de izquierdas, pasando por los enseñantes, hasta los periodistas y los profesionales de toda laya... aquí nadie tiene en el seso otra cosa que serrín imperial. No es posible siquiera dialogar con alguien en esta repulsiva España sin tener que partir de la necia idea de que todo lo que viene del degradado país de la barra y las estrellas es lo verdadero, lo bueno, lo imitable... Todo, menos lo único que debiera: su federalismo.


Es mucho más fuerte la imagen que va entrando día a día, gota a gota, en el magín de la infancia, de la juventud y de la madurez de millones y millones de hispanos, que todos los planes de escolaridad y de enseñanza juntos. No en balde sabemos por ese famoso proverbio chino que una imagen vale más que mil palabras. Si esto es así ¿qué podremos decir sobre cuánto no valdrán millones de imágenes al lado de millones de palabras?


España se equivoca. Pero, como he dicho en artículos anteriores, los gobiernos del país, sea el central o sean autonómicos, están aprisionados en las redes que, tras la segunda guerra mundial, han ido tendiendo al mundo los "americanos". Se ve palpablemente que aquellos no pueden desprenderse de ellas y prefieren la comodidad de dejarse violar que resistirse a la penetración. Y luego dirán las castas superiores sociales y políticas que en España hay libertad... Libertad, sí, pero llaman libertad a dejarse sodomizar por el nefasto imperio de los yanquis. ¿Dónde quedó la gesta de Zapatero cuando no se levantó al paso de la bandera del jodido imperio para someterse después al nuevo César?


Pero ¿puede un pueblo entero estar equivocado? Lo está, pero es porque a sus gobernantes les falta el atrevimiento de mantener relaciones diplomáticas con el imperio, sin entregarse incondicionalmente a él. Unos, la derecha, porque sacan partido personal de ello, y los otros, la izquierda venida a menos, porque, sobrados de temperamento, padecen la proverbial falta de carácter del español. Y esto del cine a espuertas, es sencillamente una vergüenza.


Mientras el cine yanqui persista en las carteleras y en las parrillas de televisión de todas clases aunque cada vez se les preste menos atención por hastío, aquí no habrá cambios significativos en la manera de entender la vida, la filosofía colectiva y el cosmos por parte de la población hispana. Será inútil todo esfuerzo en contrario, y sólo quien tenga una vigorosa personalidad resistirá el embate de la memez americana, del triunfalismo americano, del Bien y del Mal que van saliendo de las think tanks, es decir, de las fábricas de ideas americanas.

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