sábado, 17 de octubre de 2009
Accion antimilitarista en Bilbao por el conflicto pesquero en Somalia
Correo Tortuga - KEM-MOC
Bilbo -
7 de octubre de 2009
Movimiento de Objeción de Conciencia -Grupo Antimilitarista de Bilbao (KEM-MOC)
E-mail: betxea@yahoo.es telefonoa: 609.469.599
COMUNICADO DE PRENSA
“Mares esquilmados por armadores militarizados. Arrantzaliak, nora zoize?”
“Ez hemen, ez Somalian: militarrik, ez!!”
Hoy, sábado, 17 de octubre, el Grupo Antimilitarista de Bilbao (K.E.M.-M.O.C.), hemos realizado una acción de calle para denunciar la militarización del conflicto pesquero en Somalia.
A las 12 horas de hoy, hemos “embarcado” en la ría de Bilbao 15 arrantzales junto al armador, patrón y otros componentes de las fuerzas vivas de Bermeo, rumbo a Somalia para iniciar una nueva marea de pesca. Junto a los arrantzales, y protegiendo los intereses económicos, también han embarcado las fuerzas militares, con un destacamento de aguerridos soldados. Todo ello, bajo la supervisión de Bermio Irratia y la producción de un making-off, para que tan magno evento conste en los gloriosos anales de la historia marina.
Con esta acción de calle, el Grupo Antimilitarista de Bilbao (K.E.M.-M.O.C.) queremos denunciar el papel del ejército en la resolución de conflictos. La petición de presencia militar para proteger intereses neocoloniales en África es la búsqueda de parchear el debate del empobrecimiento de los países africanos, y a su vez, militarizar un conflicto con la falsa apariencia de crear soluciones rápidas a problemas propios, sin importar las cuestiones de fondo.
Más de 800 barcos pesqueros extranjeros operan al mismo tiempo en aguas de Somalia, aprovechándose de la incapacidad del país de vigilar y controlar sus propias aguas y zonas de pesca. Los 800 barcos arrasan anualmente con peces y mariscos en aguas somalíes, obteniendo unos beneficios estimados en 450 millones de dólares. Así roban una fuente inestimable de proteína a una de las naciones más pobres del mundo y arruinan el sustento de vida legítimo de los pescadores.
Las marinas de guerra aliadas del mundo –con una flota superior a 40 buques de guerra, de ellos 10 asiáticos, árabes y de países africanos, así como de muchas naciones miembros de la OTAN y de la Unión Europea– intensificaron su cacería de pescadores-piratas somalíes, sin importar si realmente practican la piratería o la pesca normal en las aguas somalíes, en las que, para mayor INRI, los países poderosos llevan años vertiendo residuos tóxicos.
Si en Iraq era sangre por petróleo, en Somalia es militarización por pescado.
Es un acto de justicia denunciar el uso de la vía militar para robar los recursos naturales de un pueblo. Nuestra reflexión intenta trascender más allá de esta coyuntura y preguntarnos si es posible buscar una sociedad justa y en paz con el uso del ejército.
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