Al-Manar
26/02/2010
El bloque islámico en las Naciones Unidas hizo un llamamiento el jueves en favor de una acción internacional dirigida a obligar a Israel a anular su decisión de renovar dos sitios sagrados en la Cisjordania ocupada.
El embajador de Siria, Bashar Yaafari, que habló por cuenta de los embajadores de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), condenó la “ilegalidad e ilegitimidad” de la decisión israelí a la que calificó de “nula.”
Los embajadores islámicos pidieron a los organismos de la ONU que “adopten todas las medidas urgentes y necesarias para obligar a Israel a anular su decisión” y pidieron al Consejo de Seguridad, la Asamblea General y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que “asuman su responsabilidad.”
El primer ministro, Benyamin Netanyahu, provocó una ola de indignación a principios de semana cuando dijo que esperaba incluir la Tumba de Raquel en Belén y la Tumba de los Patriarcas en el Al Jalil (Hebrón) ocupado en un así llamado “plan de restauración de la herencia nacional.”
Los dos sitios son reverenciados por judíos y musulmanes y la Tumba de los Patriarcas es donde se cree que está enterrado el Profeta Abraham.
Entretanto, las protestas palestinas en Al Jalil en contra de la mencionada provocación israelí podrían quedar fuera de control el viernes, advirtieron responsables de la Autoridad Palestina el jueves por la noche. Se esperaba que el primer ministro palestino, Salam Fayyad, llegara a la ciudad el viernes por la tarde.
Tras cuatro días de choques y disturbios en la ciudad cisjordana, se espera una confrontación más intensa tras las oraciones musulmanas del viernes.
Las organizaciones palestinas han declarado un día de protestas populares en todos los territorios, particularmente en Belén y Al Jalil. Los musulmanes también conmemoran hoy el nacimiento del Profeta Muhammad y el 16 aniversario de la masacre de Baruch Goldstein en la Cueva de los Patriarcas, que causó la muerte a 29 palestinos. La combinación de eventos puede llevar a una escalada, pero los responsables de la AP señalaron que la lucha sería popular y no violenta.
Mientras las tensiones crecen, las fuerzas de seguridad israelíes también se están preparando para un aumento de la violencia. La policía en el Jerusalén ocupado incrementará su despliegue alrededor del Noble Santuario y la Tumba de Raquel poco antes de la festividad judía del Purim. Un cierre completo ha sido impuesto en Cisjordania durante la duración de las fiestas.
Sin embargo, los responsables israelíes estiman que la Autoridad Palestina intentará mantener las protestas bajo control.
Por su parte, un líder de Fatah en Al Jalil acusó a Israel de intentar arruinar todos los esfuerzos para reanudar el proceso diplomático.
En una conversación con Ynet, el parlamentario palestino Abu Ali Yatta dijo que el designar a la Cueva de los Patriarcas como un sitio de la herencia nacional israelí era un intento de Israel de distraer la atención con respecto a los problemas domésticos y aliviar la presión sobre el gobierno del Jerusalén ocupado para que reanude las conversaciones de paz.
“Es típico de los israelíes que cada vez que lleva el tiempo de reanudar las negociaciones produzcan una crisis con el fin de aliviar la presión que sufren y distraer la atención,” señaló. “En una ocasión es el programa nuclear de Irán; en otra es la cuestión de estos sitios y todo ello está dirigido a comprar tiempo y evadir la presión internacional dirigida a resolver el conflicto mediante el establecimiento de un estado palestino.”
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