sábado, 2 de enero de 2010
[Bolivia] Entrevista con un superviviente de la masacre de Pando
01/01/2010
Piquete
Una entrevista realizada por el compañero José Antonio Gutiérrez D. y aparecida en el periódico "El Ciudadano", de Chile.
A mediados de noviembre, tuvimos ocasión de conversar con Cristian Domínguez, dirigente de la CSUTCB (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia) y sobreviviente de la masacre de Pando del pasado 11 de septiembre del 2008. Su testimonio da cuenta de primera mano de la masacre, la cual representó el clímax del horror sembrado por los “comités cívicos” al servicio de la oligarquía de la Media Luna boliviana (los departamentos del Este), en medio de una violenta campaña golpista, marcada por el racismo.
La masacre de Pando fue el momento culminante de ese campaña, desde la cual se comenzó a ver el declive sistemático de estos sectores fascistizados y racistas, como lo confirmaron los resultados de las recientes elecciones presidenciales.
Podemos hacer muchas lecturas del significado de la masacre y de las causas políticas que llevan al alzamiento generalizado de la derecha recalcitrante boliviana. Lo cierto, es que esta masacre es un escalofriante recordatorio de que ahí donde el pueblo baja la guardia o se confía, ahí es donde los elementos fascistizados asestan certeros golpes que contamos en sangre y muertos. Esta masacre es un recordatorio de la barbarie que ha regido por siglos nuestra región y la cual nuestra generación está llamada a desterrar definitivamente.
Cristian Domínguez es el Secretario de Defensa de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la CSUTCB de Pando.
Como sobreviviente de la masacre de Pando… ¿cómo se ha visto afectada su vida?
Básicamente es algo que no se puede olvidar. La pérdida no se repara ni con tratamientos psicológicos ni con nada. Así me siento.
Nos podría relatar lo que fue la masacre, ¿cómo se vivió?
Habría que decir primeramente el contexto de Bolivia para ubicar lo de Pando. Bolivia, por los cambios políticos que se han venido haciendo a través de las organizaciones del país y del mismo compañero Evo, tuvo una reacción de los fachos y derechistas que se encontraron con una reducción de su poder político. Y como ellos todavía tienen el poder económico y judicial, entonces desde ahí han hecho un parapeto y como siempre han gobernado en minoría, comprando conciencias, hicieron un trabajo de racismo y enfrentamiento de clases.
Pero es un grupo pequeño, en cada ciudad de la mal llamada media luna, y que yo llamo el cuarto menguante, contrataron jóvenes de universidades, de grupos culturales y jóvenes algunos de mal vivencia, aún cuando sean de familias acomodadas, y manejaron Santa Cruz, Sucre en la Constituyente; más luego estuvieron en Cochabamba, pudieron trasladarse durante el referendo a Beni y a Pando, básicamente Cobija, Riberalta y Trinidad. Ellos trasladaron como mil quinientos jóvenes en estas ciudades y comenzaron en cada ciudad, junto al Comité Cívico, a no dejar que el presidente o los ministros pudieran visitar las poblaciones.
Hasta que la población se molestó y los encaró. Es este el contexto de racismo, con una tónica que le dieron de llamar “naciones” a cosas como la “nación camba”, queriendo construir una raza especial que nunca ha existido, porque sólo busca identidad el que no le tiene. Y Santa Cruz sí la tiene. O es guaraní, o es guarayo, o es ayoreo, o es chiquitano, etc. Entonces básicamente los teóricos y doctrinarios de esta raza imaginaria tuvieron que darle un fondo racista y regionalista parta poderlos utilizar como carne de cañón a los jóvenes y decir que eso era una lucha justa en defensa del territorio oriental y amazónico.
¿Cómo les afectó este contexto de racismo y de reacción derechista antes de la masacre?
Como Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, convocamos para el día 19 de septiembre del 2008 a un ampliado departamental, donde firmaba el ejecutivo Isaac Ávalos, mi persona y otros compañeros, pues habíamos tenido once años de trabajo de saneamiento de tierras en Pando y teníamos planes de cerrarlos el dos de agosto.
Justamente el cinco de agosto los cívicos hicieron tomas de las oficinas del Inra, el instituto de la reforma agraria, y otras oficinas estatales. Los compañeros de las comunidades se encontraron preocupados que en esa oficina estaban nuestros títulos de nuestros territorios y esa es la única herencia que podemos dejar segura para nuestros hijos. Y nos presionaron entonces a los dirigentes departamentales y a mí como representante nacional, para que convoquemos más bien entre los días 12, 13 y 14 de septiembre al ampliado. De tal manera que esta convocatoria se adelantó.
Pero quiero aclarar aquí que fuera de los temas a tratar, el único que no tenía que ver era lo siguiente: en la Amazonía, todo desplazamiento lo hacemos con nuestras armas de bajo calibre, como rifles calibre 22 y escopetas por los peligros propios de los caminos, donde hay animales salvajes. Pero para esta reunión que andaríamos en movilidades, hemos pedido que dejaran todo armamento y desplazarnos así sin nada.
De dos carreteras teníamos que juntarnos en un punto de encuentro para marchar a pie. Este punto era el pueblo de Porvenir, a distancia de 30 kilómetros de la capital departamental de Cobija. El encuentro estaba programado para las seis de la mañana, para así poder comer algo y continuar a pie, marchando.
A las tres de la mañana, el grupo que venía en la carretera Filadelfia-Porvenir, ya había sido interceptado y hubo refriegas. Los representantes de la prefectura de Pando y los unionistas del Comité Cívico habían cavado una zanja de tres metros de ancho y unos cuatro de profundidad, para que no pasara nadie. Lo mismo se repitió en la carretera Puerto Rico–Porvenir, con la diferencia que en esta carretera tuvieron una refriega de puños. Y estos señores fueron vencidos por las mujeres, ni siquiera por los hombres, que eran un grupo mayor.
Y rellenamos entonces la zanja, pasamos dos movilidades y apareció entonces una camioneta con un ingeniero japonés de apellido Yoshiro que se tira a chocar contra uno de los camiones, de capacidad de 4.000 kilos que traía mucha gente adentro. Entonces él se estrella contra el camión, ocasionando su desmayo del golpe. Nadie lo tocó, ni se abrió la puerta siquiera, no lo auxiliamos, porque era un peligro. Si se hubiera muerto nos decían que lo habíamos matado. Y sus propios compañeros del Comité Cívico y la prefectura lo recogieron con ambulancias de la movilidad. Ahora la pregunta está ¿en qué momento aparece muerto? Porque después dijeron que nosotros lo habíamos matado, nos han acusado hasta ahora.
Ahora hay que introducir otro tema para regresar a lo mismo. Yo me pregunto ¿por qué había diez medios de comunicación, a las tres de la mañana, antes de que nosotros lleguemos a Porvenir, y antes de llegar a las zanjas que estaban dos kilómetros antes? ¿Y por qué la policía también estaba allí? Si esto no era una emboscada ¿por qué estaban los medios? Hay complicidad de los medios que grabaron todo desde antes que lleguemos, y ellos están escondiendo material que es de testimonio.
Ahora, continuando con los hechos, entre la muerte del accidente de Yoshiro, hasta que empieza la masacre misma, han pasado más de tres horas donde la policía nos trancó la carretera para que no pasemos y para que negociemos nosotros nuestro retorno. Y nosotros, ¿qué teníamos que negociar? Nada. Íbamos de ida a nuestra Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Pando a reunirnos y resolver como campesinos.
Entonces la policía nos ha distraído y ha dado momento a que los unionistas, prefectura y cívicos traigan más gente armada a Porvenir. Y cuando ya estuvieron en condiciones, se apartó la policía, y delante de la policía empezaron a disparar contra mujeres, niños, carros y comenzaron a quemar nuestras cosas, y mucha gente comenzó a dispersarse, y así nos mataron, peor que a perros.
Éramos cerca de 1.800 personas, y varios de los compañeros no les quedó más que enfrentarse a puños con estos que disparaban y esos han sido heridos. Pero los muertos tienen bala directa a la frente o al corazón, y eso solamente han podido hacerlo francotiradores: esos son los muertos. Y acá tiene que ver mucho la policía forense y de balística en sus informes.
Un centenar de compañeros se lanzó hacia el río Tahuamanu, que tiene entre ocho y dos metros de profundidad, y un ancho de 100 ó 150 metros. El largarse al río en esa circunstancia de desesperación es muy peligroso, así sea el mejor nadador. Entonces creemos que muchos de los desparecidos están ahogados, y otros fueron acribillados desde el barranco, porque hay videos que muestra gente disparando al río. Acá hay pirañas, cocodrilos y anacondas, un herido hubiera sido devorado por los peces.
Otros compañeros tuvimos más suerte y con un poco más de resistencia pudimos huir por carretera o bosque, y algunos nos salvamos porque el bosque es muy espinoso, tiene tacuara, como bambú. Nos hemos arrastrado muchos metros en ese espinal, porque no se puede caminar, para que los que nos perseguían con perros y armas no nos puedan alcanzar. Y esa es la historia de cientos y cientos de personas.
La persecución había empezado a las 11 y siguió hasta la noche; a eso de las 4 de la tarde me armé de valor y salí a la carretera y encontré once compañeros mal heridos y pude hacer un grupo de heridos y encontré otros compañeros con diversas heridas, heridos de armas, golpes, espinas, con ropas rasgadas, y logramos dormir juntos un grupo en el bosque. Un compañero que fue herido de bala a la altura del ombligo tenía bastante miedo que muriera de infección pero le dimos tratamiento con resinas y yerbas de la selva y le hemos podido salvar la vida hasta que llegamos después de tres días a La Paz.
¿Cuál fue el saldo de muertos de la masacre?
Hubo 16 muertos, pero todavía hay más de 40 desaparecidos que aún no sabemos donde están. En ese momento teníamos más de 140 desaparecidos: algunos huyeron a Brasil y regresaron, pero de estos otros no se sabe. Se habla de una fosa común donde fueron tirados con volqueta, pero aún no hemos podido realizar la revisión de esta fosa común en la propiedad privada donde sospechamos que se encuentra.
¿Que pasó con el juicio al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, por la responsabilidad de la prefectura en la masacre?
Ellos nos cogieron quince compañeros de rehenes ese día en Porvenir, y el hermano de Leopoldo Fernández les mete una querella como criminales, después que en el Comité Cívico los han molido a golpes y llevado a la policía. Lo curioso es que el mismo comandante de policía hace una querella criminal contra los compañeros y en menos de 24 horas los tienen presos y en cárcel. La justificación que nos dieron es que estaban ahí para salvarles la vida, pero nos tomó seis meses sacarlos de la cárcel y demostrar que ellos eran las víctimas y no los victimarios.
Lo vincularon esto al juicio a Leopoldo Fernández porque querían soltar a estos compañeros a condición de que soltaran a Leopoldo Fernández… eso ha tenido un costo económico muy alto para nosotros. Ahora, Leopoldo Fernández está preso por un esfuerzo muy grande del gobierno y del presidente Evo Morales porque la justicia, los magistrados, fueron puestos políticamente en la época que Leopoldo Fernández era presidente de la cámara de senadores y cuando él estuvo de presidente interino de Bolivia el 2005.
Ahorita el hombre es candidato a vicepresidente, como estrategia para liberarlo. Creemos que en este momento, el manejo de la justicia es corrupto, porque así lo han demostrado las acciones del poder judicial y su juicio no sería justo y cabal. Entonces, tenemos mucho deseo de que este juicio sea llevado adelante cuando haya un cambio en el sistema de elección de magistrados, que va a ser con votación de la ciudadanía para elegir a los magistrados de la justicia desde el próximo año según la constitución política del Estado.
Dentro de sus estrategias, lo han llevado como candidato a vicepresidente de una agrupación donde se aglutina la derecha en este momento con el señor Manfred Reyes Villa. Claro que es una buena coalición porque demuestra lo que verdaderamente son ellos: pillos, sinvergüenzas, ladrones del Estado, y descarados.
Lo de Pando fue la culminación de una escalada de violencia de clase que asoló Santa Cruz, Sucre, Cochabamba y luego Pando…
Bueno, el efecto real de esta escalada fue más bien levantar la conciencia verdadera del pueblo para rechazar esta manera de estropear al ser humano, la vida, los derechos de los ciudadanos, y fue una oportunidad para demostrar lo que ellos son. Y una oportunidad para el gobierno de desbaratar y desenmascarar todo este trabajo que habían venido haciéndolo con dinero de aporte de mucha gente buena que no sabía lo que se hacía con su plata y con algún aporte internacional… el Comité Cívico recibía cooperación incluso de algunos gobiernos e instituciones.
Empecé diciendo que ahora son un cuarto menguante, no una media luna: y espero que pronto vengan a ser nueva luna, porque ya políticamente no tienen proyección, sus mejores exponentes ya están en la cárcel por crímenes graves y tienen juicios de responsabilidades por todo este racismo y división que quisieron hacer con el país.
Gracias a Dios en Bolivia estamos viviendo un momento de calma, estamos viviendo un momento de una fiesta democrática en las elecciones del 6 de diciembre, donde se garantiza que hasta un masacrador del pueblo de Pando pueda ser candidato a vicepresidente desde la cárcel. Yo creo que no ha habido otro gobierno que pueda permitir esto que ahora se está dando.
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