lunes, 11 de mayo de 2009
Panamá: Resultados de las elecciones
11 de mayo de 2009
PARTIDO ALTERNATIVA POPULAR
El Comité Ejecutivo del Partido Alternativa Popular adelanta un primer balance de las elecciones recién pasadas, el cual deberá ser completado por un Directorio Político Nacional que debe convocarse en un término perentorio.
Los resultados del voto presidencial: Con el 97.71 % de las mesas escrutadas, equivalentes al 98.39 % de los votos emitidos tenemos que: Ricardo Martinelli obtuvo 938,446 votos ó 60.11 %; Balbina Herrera obtuvo 586,181 votos ó 37.55 %; Guillermo Endara obtuvo 36,630 votos ó 2.35 %; se emitieron 18,403 votos en blanco ó 1.14 % y 30,018 votos nulos para 1.86%. La suma de votos nulos y blancos totaliza 3.0%. El índice de participación se mantuvo en los límites históricos de 73.99%.
Interpretación del respaldo logrado por Martinelli: El techo histórico de 60% a favor de Martinelli, debe ser interpretado como un masivo VOTO CASTIGO al gobierno del PRD, pero también al régimen “partidocrático” (PRD-Panameñismo) y confirma la ruptura de las masas con los pilares del régimen surgido en la invasión de 1989. Nos parece unilateral o simplista interpretar como un “voto a la derecha”. Si bien lo es en el marco de la geopolítica continental, hay ciertas consideraciones nacionales que matizan en algo esta caracterización: Primero porque la elección no se dirimió contra un candidato de la izquierda (Balbina no lo es), sino entre dos variantes de la derecha. Segundo, aunque la cúpula de la “Alianza por el Cambio” es representante directa del gran capital y políticamente derechista, la campaña de Martinelli levantó una serie de reivindicaciones legítimamente sentidas por el pueblo contra el gobierno y el régimen. Por ello, algunos califican a Martinelli como “populista de derecha”. En ausencia de una alternativa de izquierdas en las papeletas la gente expresó su deseo de “cambio” a través de Martinelli. Si Jované hubiera podido participar seguramente habríamos disputado un porcentaje de esos electores. El Voto Protesta (Blancos y Nulos) se mantuvo en los márgenes históricos y, si bien expresa el electorado más consciente y orgánico de la izquierda, no fue el camino por el cual se expresó el descontento popular. Aunque la suma de ambos (3%) fue ligeramente mayor a lo obtenido por Endara (2.3%).
El PRD es el gran perdedor: Aunque el poco más de medio millón de votos obtenidos por Balbina está cercano al número de afiliados del PRD, el resultado electoral implica una derrota en toda la línea: no sólo no ganaron la presidencia, sino que tampoco obtuvieron la alcaldía de Panamá, ni salieron electos a diputados los principales dirigentes de su Comité Ejecutivo. El voto castigo lo fue no sólo a la candidata y al partido, sino también al gobierno. Cargaron con el estigma de la corrupción, la incapacidad para resolver problemas clave, como el transporte y la seguridad, además de la polarización social producida por la inflación galopante, pese a 5 años de crecimiento económico y un uso clientelista de los ingresos del canal y la continuidad de la política neoliberal. Por supuesto, puso su grano de arena en la derrota las pugnas internas, no sólo entre la fracción de Balbina y Navarro, sino el papel del propio presidente Torrijos que parecía apostar a perder para seguir controlando al partido. Se abre una crisis interna por la conducción de ese partido. Pero se equivocan quienes, desde el exterior creen erradamente que el PRD es un partido de "izquierda", por el contrario, es el partido más neoliberal de Panamá.
El otro perdedor es el régimen “partidocrático”: Desde fines del gobierno de Mireya Moscoso y sobre todo a partir de la huelga en defensa de la Caja de Seguro Social, en 2005, empezó un proceso masivo de ruptura con el régimen bipartidista (PRD-Panameñsimo). Las acusaciones de financiamientos ilegales por ambos bandos, los escándalos de las candidaturas a la alcaldía (de Velásquez y Vallarino) y la manera antidemocrática en que se impidió la postulación de Jované, terminó de evidenciar ante la ciudadanía la corrupción con que se maneja el sistema político electoral panameño. Un mandato indirecto que se desprende de la votación, es la necesidad de una reforma completa del sistema electoral, la cual no puede quedar en manos de los partidos repudiados por la población. Reforma electoral que debe salir del control del Consejo de Partidos Políticos y de los Magistrados del Tribunal Electoral. Debe darse una amplia participación popular y de la sociedad civil. La ciudadanía exige control público de las donaciones a las campañas, quitar las trabas a la libre postulación, disminución de la cuota de adherentes para inscribir partidos, etc.
El acierto de la campaña “Jované Presidente”: Fue un acierto del Partido Alternativa Popular proponer y concretar, junto a nuestros aliados del Partido del Pueblo e independientes, la candidatura por libre postulación del Prof. Juan Jované. Esto permitió que por primera vez, desde 1984, la izquierda panameña tuviera una expresión política directa en el proceso electoral. Que el Tribunal Electoral nos impidiera inscribir la candidatura no fue óbice para la gira nacional exitosa, las diversas tribunas, además de espacio en los medios de comunicación. El fallo favorable que obtuvimos de la Corte Suprema de Justicia, a cuatro días de la elección, fue una victoria no sólo jurídica, sino política y moral que ayuda a abrir camino real para este proyecto. Hemos roto el mito de que los sectores populares y la izquierda panameña tenían que limitarse a simples contestatarios en la lucha social. Hemos demostrado que somos capaces de ofrecer al país un proyecto distinto al neoliberalismo y la corrupción.
La tarea inmediata, construir el proyecto político popular: El éxito obtenido por la campaña “Jované Presidente” debe reflejarse en la concreción de un gran proyecto político popular y de izquierdas que empiece a actuar desde ahora como oposición al gobierno empresarial de Martinelli y a los neoliberales del PRD. La forma que este proyecto tendrá está en discusión con nuestros aliados. Sin embargo, el PAP ha propuesto aprovechar el espacio logrado con nuestro partido en formación, para que cobijemos en su seno esta alianza encabezada por Jované. Sea ésta u otra la alternativa que se adopte, la tarea inmediata es reunir a los equipos del PAP en todo el país para hacer el balance de la campaña y organizar.
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