miércoles, 5 de mayo de 2010

Cruce de acusaciones entre Ahmadinejad y Clinton en la cumbre nuclear de la ONU

Según el diario español El País:
Ahmadineyad reta con proseguir su programa nuclear
El presidente iraní asegura que no producirá armas atómicas y se niega al control internacional


ANTONIO CAÑO - Nueva York - 03/05/2010
Para ELPAIS

Sin concesiones ni gestos conciliadores, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha ocupado personalmente la tribuna de Naciones Unidas para advertirle al mundo de que no va a detener la investigación de energía nuclear y que no va a aceptar el control de la ONU, a la que considera un mero instrumento al servicio de Estados Unidos. Con su desafío, el líder iraní pone en primer plano una crisis que puede amenazar la estabilidad internacional y potencia el riesgo de una carrera armamentista en Oriente Próximo.

En la apertura de la conferencia para la revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), en Nueva York, Ahmadineyad, el único jefe de Estado que ha tomado la palabra, ha desmentido las sospechas de que su país esté intentando fabricar armas nucleares y ha asegurado que está siendo víctima de una campaña de intoxicación de parte de Estados Unidos y de sus aliados sin que exista "ni una sola prueba" que respalde sus acusaciones.

Las palabras del presidente iraní, que provocaron que Estados Unidos y otras delegaciones, entre ellas la de Francia, abandonaran el salón de la Asamblea General, han decepcionado a la Administración norteamericana y al propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que unos minutos antes se había dirigido al mismo foro para afirmar que "Irán tiene la responsabilidad de clarificar las dudas y las preocupaciones sobre su programa nuclear".

Estados Unidos, que debía responder en la ONU por medio de un discurso de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ve frustrada así cualquier posibilidad de resolver este conflicto a través del diálogo. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha declarado que Ahmadineyad había "perdido la oportunidad de aceptar sus obligaciones con la comunidad internacional".

Basado en el principio de "energía nuclear para todos y armas nucleares para nadie", el presidente iraní ha defendido su derecho a desarrollar un programa nuclear y le ha negado a Estados Unidos o a cualquiera la autoridad para inspeccionar ese programa. Tampoco a la ONU o a su Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), de las que ha dicho que están siendo "explotadas" por el Gobierno norteamericano para satisfacer su estrategia.

"El OIEA presiona a países que no tenemos armas nucleares bajo la excusa de la no proliferación mientras que es complaciente con los países que sí tienen armas nucleares y que quieren conservarlas para mantener su superioridad sobre los demás", ha manifestado. "Su único propósito", ha afirmado, "es asegurarse que se mantiene el actual monopolio".

Según Ahmadineyad, su país "no necesita armas nucleares" ni representa ningún peligro para el mundo. "La única amenaza procede", ha dicho, "del único país que ha usado hasta ahora el arma nuclear y que sigue amenazando con utilizarlas contra mi nación y otras".

Sin expectativas

Aunque el Gobierno norteamericano no había depositado grandes expectativas en este discurso, quedaba un hilo de esperanza de que Ahmadineyad llegara a Nueva York con algún tipo de oferta para negociar. No ha sido así. Su única propuesta, aunque largamente expuesta en un plan de 11 puntos, fue la de la completa destrucción de los arsenales nucleares de Estados Unidos.

No parece quedar ya más salida que la del enfrentamiento. Primero, con sanciones económicas. Después, si estas no funcionan, como creen muchos, la Administración norteamericana mantiene sobre la mesa todas las opciones posibles para asegurarse de que Irán, cuyo Gobierno aboga por la destrucción de Israel, no se hace con armamento atómico.

Esta conferencia va a ser una buena oportunidad para que Estados Unidos genere consenso internacional sobre esa causa. Varios países influyentes implicados en el desarrollo nuclear con fines pacíficos, como Brasil, Egipto o Turquía, no están muy convencidos de presionar a Irán mientras se evitan medidas contra Israel, que no es firmante del TNP y posee, aunque no de forma reconocida, armamento atómico.

Francia es actualmente el principal impulsor en el Consejo de Seguridad de una resolución con nuevas sanciones económicas para aislar al régimen iraní. Rusia y China, otros dos países con derecho a veto, han evolucionado en las últimas semanas en dirección favorable a esas sanciones, pero pretenden eliminar aquellas que puedan perjudicar a los ciudadanos iraníes. Estados Unidos, por su parte, intenta un equilibrio entre unas sanciones lo suficientemente duras como para ser eficaces y un respaldo mayoritario -unánime, a ser posible- en el Consejo de Seguridad.

Con el fin de dar la mayor legitimidad posible a su posición, Hillary Clinton tenía previsto anunciar en su discurso las cifras exactas de su arsenal nuclear, mantenido hasta ahora en secreto -excepto las que están incluidas en los acuerdos con Rusia-, así como nuevos fondos para la misión de la OIEA. Fuentes diplomáticas en la ONU estiman que la votación de esas sanciones se producirá, probablemente, tras la clausura de esta conferencia, el 28 de mayo.
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Cruce de acusaciones entre Ahmadinejad y Clinton

ELMUNDO.ES/AMÉRICA

Ricard González | Washington
Actualizado lunes 03/05/2010 13:52 horas

El lunes por la mañana se inició en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York la conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que establece las normas a nivel internacional para la producción de energía nuclear. Uno de los centros de interés de la conferencia, de aproximadamente un mes de duración, es el programa nuclear iraní, y la posible carrera nuclear que podría desencadenar en Oriente Medio.

Precisamente, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, fue uno de los primeros oradores en dirigirse a los asistentes. Como es habitual en él, Ahmadinejad utilizó un tono desafiante en su intervención, y acusó a "ciertas potencias nucleares de manipular el Consejo de Seguridad, y a la Agencia Internacional de la Energía Atómica", y de utilizar "falsos pretextos" para presionar a países que quieren desarrollar su "derecho" a producir energía nuclear, como es el caso de Irán. En el momento en que pronunciaba estas palabras, los representantes de Francia, Reino Unido, y los EEUU han abandonado la sala.

El presidente iraní ha recordado que uno de los objetivos del TNP es que las potencias nucleares se desarmen y ha acusado a estos países de ser los que realmente están violando el tratado.

Según Ahmadinejad, algunas potencias, y en concreto los EEUU, pretenden mantener sus arsenales nucleares como "herramienta para dominar a otros países". Por esta razón, ha solicitado que se establezca un calendario vinculante para eliminación de las armas nucleares en el mundo.

La respuesta de los EEUU no se ha hecho esperar, y ha sido contundente. Desde la misma tarima, Hillary Clinton ha acusado a Irán de hacer "lo que sea para desviar la atención de su historial, e intentar escapar a sus responsabilidades". Clinton calificó las palabras de Ahmadinejad de "las mismas gastadas acusaciones", y afirmó que Irán es "pone en peligro el futuro del régimen de no proliferación".

Para Clinton, es necesario que introducir en los estatutos del TNP la existencia de "castigos automáticos" contra aquellos que no cumplan, en lugar de requerir la acción del Consejo de Seguridad.

Asimismo, el Pentágono reveló que hasta septiembre de 2009 su arsenal nuclear se componía de 5.113 cabezas nucleares, indicó un alto funcionarios.

De acuerdo con sus estatutos, el Tratato de No Proliferación Nuclear se revisa de forma periódica cada cinco años. Este año, la conferencia presenta un mayor interés a causa de la tensión que ha generado el programa nuclear iraní, y por los esfuerzos que lleva a cabo Washington para convencer a la comunidad internacional de que endurezca el régimen de sanciones contra Teherán.

Puesto que Irán es uno de los 189 Estados signatarios del tratado, y es necesario que todo ellos aprueben cualquier propuesta de modificación del mismo, parece prácticamente imposible que en las próximas cuatro semanas se llegue a un acuerdo. "Es más difícil que cambiar la Constitución de los EEUU", declaró recientemente Gary Samore, el principal asesor del presidente Obama en temas nucleares.
El arsenal israelí, sobre la mesa

El TNP permite a los países firmantes la producción de energía nuclear, siempre y cuando renuncien a utilizarla con fines militares. Para hacer cumplir este requisito, el tratado incluye un mecanismo de supervisión a través de inspectores internacionales. Sin embargo, muchos expertos consideran que es fácil esconder a los inspectores un programa nuclear militar secreto, y consideran necesario cambiar el TNP para hacerlo más estricto.

Ante la imposibilidad de revisar el tratado, y el riesgo del inicio de una carrera armamentística en Oriente Medio espoleada por Irán, los EEUU están intentando llegar a acuerdos con varios Estados aliados de la región para colaborar, y así poder controlar, el desarrollo de programas nucleares. El primero en firmar este tipo de acuerdo han sido los Emiratos Árabes Unidos.

No obstante, algunos países de la región, capitaneados por Egipto, tienen una agenda diferente para la reunión: impulsar un Oriente Medio libre de armas nucleares. Estos países pretenden poner sobre la mesa el arsenal nuclear de Israel, que como no es un Estado signatario del TNP, sus limitaciones no le han constreñido a desarrollar su propio programa nuclear militar.

En su discurso, el presidente iraní criticó la "doble moral" que supone imponer sanciones a Irán por la existencia de un supuesto programa militar, que ha negado, mientras "la entidad sionista goza del apoyo y la asistencia de los EEUU y sus aliados" para poseer un potente arsenal nuclear, a pesar de ser una amenaza contra los pueblos de la región.

Además del Ahmadinejad, está previsto que participen en la reunión de este lunes la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Lady Ashton.

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