jueves, 11 de marzo de 2010

Zapatero elogia a Marruecos mientras el dictador Mohamed VI niega todo derecho al Sahara



Se invaden países con el pretexto de su “falta de democracia” y luego se coleguea con Marruecos, Colombia o Guinea Ecuatorial

Martes.9 de marzo de 2010
Macarena Gutiérrez

Mohamed VI califica de «artificial» la causa saharaui. La UE exige a Marruecos derechos humanos y más libertad.

GRANADA- La lluvia torrencial que ayer cayó sobre Granada obligó a cancelar el paseo programado por la Alhambra de los asistentes a la cumbre UE-Marruecos. Zapatero fue de los pocos que no se mojó. Y no porque llevara paraguas, sino porque de los tres actores participantes en el encuentro fue el menos contundente a la hora de hablar.

El primero en dar un golpe sobre la mesa fue Mohamed VI. Aunque era el gran ausente de la primera cumbre entre los 27 y un país árabe, envió un mensaje a través de su primer ministro.

Y por si el buen clima de la cita había confundido a alguno, el Rey quiso dejar claro que el «diferendo artificial» (así rebautizó al contencioso del Sahara) sólo tiene una salida, y es el archiconocido plan de autonomía bajo soberanía marroquí. El monarca reiteró su compromiso en la construcción del Magreb «siempre que respete la integridad territorial de los Estados y las reglas de buena vecindad».

El premier marroquí, Abbas El Fassi, echó de motu proprio balones fuera y exigió que se vigile el respeto de los derechos humanos en Tinduf (Argelia), donde viven más de 350.000 refugiados saharauis. El Fassi sentenció, por último, que «el 85 por ciento de la población (del Sahara) se considera marroquí».

En su turno, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, plantó cierta cara al régimen alauí. En un tono mucho más firme que el de la declaración final conjunta (donde se insta a Marruecos a continuar su proceso de reformas), Van Rompuy declaró que espera «avances» en el respeto «a las libertades y los derechos humanos».

Contrariamente a lo que había manifestado Zapatero, un asesor del ex primer ministro belga aseguró a los periodistas que el conflicto del Sahara y las reformas democráticas centraron buena parte de las discusiones.

La UE, señaló Van Rompuy, espera «una mejora en la situación de los derechos humanos en el Sahara y en la de sus defensores». En este sentido, Bruselas no quita ojo a Rabat y «sigue de cerca» la situación en la zona, dijo.

Mientras, Zapatero se limitó a asegurar que la solución debe pasar «por la vía del entendimiento» y en el marco de la ONU. Antes de la reunión, fuentes diplomáticas habían insistido en que el «tema» de la cumbre no era el respeto a las libertades ni Granada el «foro adecuado» porque no era un «encuentro bilateral». Zapatero no comentó las palabras del rey marroquí y volvió sobre el discurso habitual de que España tiene un «diálogo franco, positivo y constructivo» con Marruecos sobre la materia. Aminatu Haidar comentó poco después que «no me ha sorprendido» la actitud del presidente del Gobierno y aseguró que de la UE espera «más hechos y menos palabras».


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