martes, 9 de marzo de 2010

"Capitalismo: una historia de Amor" de Michael Moore


Luchemos por un final feliz

Carlos Martínez
Rebelión

Michael Moore es de sobra conocido por todos nosotros, su carrera empezó con el documental "Roger y yo" que trataba sobre el desmantelamiento de la industria automovilística en EE.UU. Moore fue un joven que tuvo el coraje y la valía para llevar a las pantallas del cine el drama de una familia obrera de EE.UU. Veinte años después, el discurso del cineasta se ha radicalizado, basta con leer a los críticos de cine de los grandes medios a los que ya no les "hacen gracia" los documentales de Moore. ¿El motivo? El documentalista no se esta limitando a denunciar las injusticias "del sistema", ha ido más allá. En primer lugar, "el sistema" ya tiene nombre: capitalismo. Moore no sólo es un notario de efectos desastrosos de nuestro sistema económico sino que incorpora a sus obras un análisis sobre las causas de las injusticias sociales. Y, para disgusto de aquéllos que se definen de "izquierda moderada", propone soluciones.

Repasemos con detalle las "acusaciones" contra el último documental de Moore. La ciudadanía se encuentra bombardeada continuamente con supuesta información que relacionan todos los males de Cuba con el socialismo pero ninguno de estos analistas relacionan el paro, la miseria, los desahucios o la falta de asistencia médica con el capitalismo.

El aparato transmisor de ideología evita siempre y en todo caso este término. La élite dominante acogió con entusiasmo la teoría del "Fin de la historia" de Fukuyama, según esta tesis la humanidad había finalizado su "iter" histórico, con la consecuencia de que ya no se puede hablar de clases sociales, izquierda y derecha o capitalismo y socialismo.

Lo cierto es que el capital ha tenido éxito y muchos son los trabajadores que rechazan las anteriores distinciones definiéndose como "clase media" y "apolítico" aún en situaciones de paro laboral y quiebra económica. Pues bien, el filme de Michael Moore puede servir para poner nombre y apellidos al sistema económico y a los especuladores que han causado la ruina de muchas familias.

"Capitalismo, una historia de amor" llega a ser abrumador en cuando a los datos que ofrece al espectador sobre las causas del crack financiero, no limitándose a los más inmediatos sino que contextualiza históricamente la situación actual del capitalismo estadounidense. Desde luego, no sería necesario visionar el documental para tener el convencimiento de que lo que causó la crisis no fueron los salarios de los trabajadores, la rigidez del mercado laboral o las pensiones.

Michael Moore nos muestra cómo la cúpula de "Wall Street" consiguió desregular los mercados financieros para tener plena libertad en sus operaciones especulativas y cómo esta élite financiera ejerce el poder real sobre el poder político. Y en este punto, Michael Moore, llega a las mismas conclusiones que Carlos Fernández Liría y Luis Alegre (a los que no creo que haya leido), estableciendo que el capitalismo es totalmente incompatible con la democracia.

¿Alguien puede defender en la coyuntura histórica que vivimos que el poder político no está supeditado al económico? Un ejemplo esclarecedor es la campaña especulativa del capital financiero contra los gobiernos de España y Grecia. El gobierno español tuvo que cambiar su línea política recortando derechos sociales y gasto público, explicando estos plantes a los inversores antes que al parlamento o el pueblo español.

Cuando un cineasta es así de comprometido con los más desfavorecidos es lapidado mediáticamente sin compasión, como al actor Willy Toledo. Pero, además, si el director propone alternativas, tales como constitución de cooperativas, ocupación de fábricas, oposición a las privatizaciones de servicios públicos, se le sataniza directamente, aplicándole los tópicos sin contenidos a los que estamos habituados: radical, dogmático, trasnochado...

Aún así, teniendo en cuenta la situación coyuntural de la izquierda transformadora en EE.UU. y Europa: acoso mediático, judicial, debilidad política y sindical, lo más valioso del documental es el llamamiento a organizarnos. No se me ocurre un final mejor.

http://carlosmartinez.info/content/view/223/1/

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