miércoles, 20 de enero de 2010

Bolivia: Preparan la ceremonia ancestral para la investidura de Evo Morales


18 de enero de 2010

El templo indígena de Tiwanaku será de nuevo escenario para la ceremonia de asunción del presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando reciba el bastón de mando y la energía de los ancestros andinos.

En las ruinas de Tiwanaku se concentra el saber y dominio de la ciencia, además ampara a las bellas artes, según historiadores y "yatiris" (sabios aymaras), lo cual marca la importancia del acto cultural y democrático que organizan el gobierno boliviano y autoridades originarias.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad el centro espiritual y político de la cultura tiwanacota.

Tiwanaku se localiza a 71 kilómetros de la ciudad de La Paz.

El viaje por carretera asfaltada dura aproximadamente una hora y media. Los turistas que visitan el lugar quedan maravillados y no se cansan de captar imágenes.

Para el juramento de Morales ante los dioses de la mitología andina, se prevé que lleguen al lugar entre 40.000 y 50.000 personas de todo el país e invitados especiales de diferentes partes del mundo.

El ministro boliviano de Cultura, Pablo Groux, explicó que el acto tiene como objetivo un sometimiento a la fe ancestral para la purificación del espíritu y la recepción de energía renovada, la reivindicación de la cultura boliviana y el fortalecimiento del turismo.

El presidente Morales, el primer indígena en llegar a la presidencia de Bolivia desde su fundación en 1825, protagonizó el 21 de enero de 2006 un ritual tiwanacota, cuando llegó al poder por primera vez.

Este acto se repetirá el 21 de enero de este año, tras su reelección el 6 de diciembre de 2009 con 64,22 por ciento de los votos, lo cual le permitió contar también con dos tercios del total de los miembros de la Asamblea Plurinacional.

"Tiwanaku, capital de la cultura tiwanacota, la más longeva de Sudamérica y que tuvo su apogeo de unos 15 siglos hasta el año 1100 o 1200, será otra vez el centro ceremonial para que el presidente Morales reciba de los sacerdotes aymaras energía positiva renovada y poderes telúricos", explicó el ministro de Cultura.

Morales, de la etnia aymara, la más numerosa de un total de 36 pueblos en Bolivia, aplica en su gobierno una política estatista con fuerte contenido indígena.

Sacerdotes indígenas, llamados también "amautas" (sabios), investirán a Evo Morales como presidente de los pueblos originarios de Bolivia y una niña será la encargada de darle el bastón de mando presidencial.

El mandatario se trasladará después a la pirámide de Akapana (cruz andina) donde pedirá un deseo en cada punto cardinal.

Despliegue de seguridad y vestimenta

Por la solemnidad del acto el 21 de enero se desplegarán cuatro tipos de seguridad, a cargo de la Policía Sindical Originaria, la Policía Militar, la Policía Nacional y la Policía Patrimonial.

El valor cultural y la trascendencia política que el ejecutivo boliviano le dio a este acontecimiento se refleja incluso en la vestimenta.

Los distintos colores en el atuendo que lucirá el presidente Evo Morales en el centro ceremonial de Tiwanaku tienen una simbología y un significado basado en un ritual ancestral, el cual fue practicado durante la civilización tiwanacota.

El encargado de la indumentaria del presidente boliviano, el investigador Jorge Miranda, dijo que el ritual es espiritual y no tiene nada que ver con pragmatismos, sino con la unión que se tiene con los ancestros y la naturaleza, una visión de los pueblos prehispánicos.

Morales vestirá un ropaje elaborado con fibra de llama por los "amautas" en Tiwanaku.

La túnica, llamada "unk’u", será de color blanco con tonos grises y oscuros.

Morales utilizará un atuendo blanco y negro tejido de lana de llama que contiene elementos de la simbología andina, para imbuirlo de prosperidad, sabiduría y éxito en su gestión, según la concepción de los sabios aymaras.

La vestimenta ceremonial incluye un gorro de cuatro puntas llamado "juch’u", usado por los sacerdotes tiwanacotas durante sus rituales.

Estos cuatro puntos se refieren a los puntos cardinales y tienen como objetivo unir a toda Bolivia.

El acto se desarrollará en la pirámide Akapana y en el templo de Kalasasaya.

Ambas estructuras líticas son las edificaciones más grandes construidas en la antigüedad por los primeros habitantes de Tiwanaku.

En el rito ancestral, los amautas entregarán al presidente boliviano, a través de una niña aymara, el bastón de mando con dos cabezas, que representan al cóndor y al puma, animales considerados sagrados para la cultura tiwanacota.

También se prevé la tradicional ceremonia de purificación y energía, cuyo procedimiento constituye un secreto ancestral.

El acto comenzará con el encendido del fuego sagrado en la cima de la pirámide Akapana y concluirá en la escalinata principal del templo de Kalasasaya, desde donde el mandatario dará su mensaje y recibirá el mandato de los pueblos indígenas y originarios.

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