miércoles, 17 de junio de 2009

La guerra afgana de Obama, los medios estadounidenses y las Naciones Unidas


Nueva métrica de víctimas civiles

Marc W. Herold
Rebelión
16-06-2009
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


ENEKO ( Periódico Diagonal)
En lo que va transcurrido de 2009, siete de cada diez civiles asesinados por la maquinaria bélica de Obama y la OTAN eran mujeres y niños. El régimen de Obama ha fracasado claramente en la métrica de las víctimas civiles.

Hay un acuerdo tácito entre la administración Obama , los medios de comunicación corporativos estadounidenses, los liberales estadounidenses más progresistas y la Misión de Ayuda de las Naciones Unidas para Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés). Todos sueñan, en mayor o menor medida , con un futuro paraíso democrático social para Afganistán donde florezcan los colegios para niñas y los pequeños campesinos se dediquen a exportar granadas [1] . En los medios se debate cómo alcanzar ese objetivo . Durante los últimos cinco meses , ha habido mucho alboroto acerca de si el enfoque de Obama en relación a Afganistán difiere o no del de su predecesor.
En lo que no hay ninguna duda es en que Afganistán se ha convertido en la guerra de Obama [2] . Las palabras son importan tes : esta es la guerra de Obama y el incremento militar de Obama . Él ha puesto en marcha un incremento del número de fuerzas ocupantes estadounidenses, aumentándolas en un 50% para poder alcanzar el nivel de 55.000 soldados a mediados del presente verano (incluyendo un fuerte contingente de 1.000 efectivos de las Fuerzas Especiales). Al igual que hizo Bush, sigue utilizando los servicios de mercenarios y ampliando también el contingente de éstos . Los datos del Pentágono indican que los contratistas de la seguridad privada que trabajan para el Pentágono aumentaron en un 29% durante el prime r trimestre de 2009 [3] .
El debate se centra en ver hasta qué grado el enfoque de Obama se decanta por el contraterrorismo (CT, por sus siglas en inglés) o por la contrainsurgencia (COIN, por sus siglas en inglés). Algo fundamental en esta última es la métrica de las víctimas civiles , y a h í es donde los medios estadounidenses, por comisión, y la UNAMA, por omisión, entran en la desplegada tragedia afgana. Muchos elementos de la izquierda estadounidense, como habían anteriormente proclamado que la guerra de Afganistán era la “buena guerra” y se habían sentido embriagados ante la construcción de la nación del imperialismo humanitario, están sufriendo ahora un trastorno bipolar convirtiéndola en irrelevante.
Con el despido del General McKiernan y la entrada del General McChrystal (junto con la c reciente influencia del aficionado a la contrainsurgencia Kilcullen ), Obama parece inclinarse hacia el enfoque COIN en Afganistán. Dicho de otro modo, el enfoque se centra más en la población que en el ejército. El General McChrystal afirmó en un testimonio ofrecido en el Congreso que “la medida de la eficacia aliada y estadounidense vendría dada por el ‘ número de afganos a quienes se protegiera de la violencia ’ , no por el número de enemigos muertos” [4] . Dijo también: “Estamos en un momento crítico. Puede que sea ‘ el ’ momento crítico. Esta es una lucha para conseguir el apoyo del pueblo afgano. Queremos actuar de forma que reduzcamos las víctimas y los daños, aunque eso haga más difícil nuestra tarea ; es fundamental para nuestra credibilidad. No exagero al hablar de mi compromiso con la importancia de este concepto… Señores, creo que la percepción creada en las víctimas civiles es una de las cosas más peligrosas a las que nos enfrentamos en Afganistán, especialmente en relación a l pueblo afgano y más concretamente con los pastunes [5] .
Por tanto, su enfoque es clási ca mente COIN en vez de dedicarse enérgicamente a combatir a los talibanes y a sus aliados (centrándose en el ejército). Naturalmente , la estrategia COIN , si bien puede tener éxito al proporcionar una buena inteligencia procesable, permite desarrollar mejor la lucha militar contra los “insurgentes”. Esta estrategia cuenta tanto con el favor del Kabul de Karzai (hacia quién fluirán aún más dineros) como de las capitales europeas , donde el enfoque centrado en el aspecto militar es inaceptable. La “nueva” estrategia estadounidense puesta en marcha no es nueva en absoluto, supone construir el aparato militar y policial afgano, presionar a la OTAN para que asuma un papel mayor, emplear “ataques de precisión” para evitar víctimas civiles, etc. Todo esto se intentó hacer ya con Bush y fracasó. ¿Por qué tendría que ser diferente con Obama? Pero lo que es nuevo es la métrica de las víctimas civiles afganas. Esto apareció muy bien expuesto en un editorial del Boston Globe:
McChrystal y el comandante número dos en Afganistán, el Teniente General David Rodríguez, deben tener un principio absolutamente prioritario en su cuadernillo de jugadas para su guerra de guerrillas: proteger a la población civil. Los talibanes están cosechando beneficios de una dinámica que debería resultar ya familiar de otras guerras de guerrillas. Cuando los combatientes talibanes tienden una emboscada, las fuerzas estadounidenses se sienten con frecuencia obligadas a pedir refuerzos de ataques aéreos o fuego de artillería. Y muy a menudo, como ocurrió la pasada semana, inocentes campesinos afganos acaban muertos o heridos. La inevitable consecuencia es que se extiende la ira contra el ejército extranjero. Por esto es por lo que el Presidente afgano Hamid Karzai se lamentó una y otra vez la pasada semana durante una visita a Washington. Rogó a los estadounidenses que pararan de matar civiles afganos. Lo que Karzai sabe , y lo que McChrystal debe meterse en la cabeza , es que casi todos los afganos desprecian y tem e n a los talibanes. Pero no hay estrategia estadounidense que pueda derrotar a los talibanes a menos que los extranjeros se conviertan en protectores – y no en destructores- de las familias afganas [6] .
Un editorial del New York Times del 8 de junio añadía:
Proteger a los civiles afganos y ampliar el espacio seguro en el que puedan discurrir sus vidas y medios de subsistencia, son los principios que deben constituirse ahora en el objetivo central de las operaciones del ejército estadounidense en Afganistán [7] .
Como apuntaba Jeff Huber, la métrica de McChrystal para ganar –la cifra de afganos protegidos de la violencia- es absurda. ¿Cuántos afganos hay que proteger para identificar la victoria? ¿Quién va a protegerles? [8] ¿El General McChrystal, que era el jefe del Mando de Operaciones Especiales Conjuntas reservadas, implicado en las mayores carnicerías por todo Afganistán? Es decir, bajo la métrica de McChrystal, será imposible saber cuándo hemos ganado. Esa es una invitación a la guerra sin fin.
Aunque no es mi propósito aquí criticar la viabilidad de ese “proteger a los civiles” y si esa ha sido en algún momento la política estadounidense –precisamente me expresé totalmente en sentido contrario en diciembre de 2001 [9] -, es necesario decir unas cuantas cosas: Para proteger a la población civil se necesita una prolongada y masiva presencia de EEUU y la OTAN por todo el país, como he explicado en otro sitio, que requeriría de alrededor de 400.000 soldados extranjeros [10] . El objetivo del incremento de Obama es obvio: dar a los afganos espacio suficiente para reconstruir sus vidas [11] , pero es demasiado poco y demasiado tarde [12] . Para establecer esa presencia es necesario limpiar de talibanes y sus aliados muchas zonas, pero si una gran parte de los talibanes son vecinos de esas regiones, entonces esa limpieza debe asumir la forma de un traslado de la población a pueblos estratégicos fortificados (como en Vietnam) [13] . Además, esa limpieza, al desarrollarse con una muy escasa inteligencia procesable sobre el terreno, cuestión ésta que se ha admitido, forzará a matar a muchos inocentes (como, según demuestro más adelante, ha ocurrido “precisamente” en la era Obama ). Es decir, que EEUU y la OTAN están atrapados en un a Catch - 22 imposible de ganar .
La métrica de las víctimas civiles tiene dos dimensiones: una sobre el terreno , en Afganistán , y otra en cómo se informa sobre la guerra de Obama fuera de Afganistán. En el Afganistán de hoy las noticias sobre los civiles asesinados por las acciones de EEUU y la OTAN corren como la pólvora. Las fuerzas extranjeras se lamentan constantemente de la eficacia de la supuesta propaganda talibán. La presencia de tecnología de teléfonos celulares ha facilitado en gran medida esa difusión. No hay forma de impedir que se extienda esa información por todo Afganistán [14] .
Las cosas parecen muy diferentes en lo que se refiere a cómo se está informando sobre la guerra afgana de Obama en el exterior de Afganistán. Dada la n ue va métrica de víctimas civiles, el gobierno estadounidense está haciendo todo lo posible por controlar las noticias que salen de Afganistán. Como es ampliamente sabido, los medios corporativos estadounidenses (no los de derechas) tienen una “historia de amor” con la administración Obama [15] . R esulta obvio en cuanto se refiere a política exterior, el Pentágono y, sobre todo, a Asia Central.
No es ningún secreto que Obama se ha apoderado del movimiento pacifista estadounidense [16] . Por ejemplo, el think tank liberal de John Modesta, Center For the American Progress (CAP, por sus siglas en inglés), apoya firmemente la escalada o incremento en Afganistán y en Pakistán. MoveOn .org está hoy al servicio , como animador a tiempo completo , de la agenda pol ítica de Obama y, en el mejor de los casos, guarda silencio acerca del incremento de Obama. Mucho más importante es que los medios corporativos dominantes se mantienen en gran medida silenciosos sobre la continua devastación que la guerra afgana de Obama está perpetrando entre los civiles afganos. Sólo cuando se produce un ataque catastrófico , como ocurrió en Farah a primeros de mayo de 2009, en el que perecieron entre 97-147 civiles bajo las bombas de “precisión” estadounidenses, sale a relucir alguna cosa . Un periódico británico (no el Washington Post ni similares) publicó una foto de lo que sucede sobre el terreno cuando una bomba de una tonelada explota (véase abajo) [17] . Un bombardero arrojó dos bombas de ese tipo sobre una serie de pueblos en la provincia de Farah el 5 de mayo, con resultados devastadores [18] . ¿Es ésa la supuesta precisión? El radio de alcance efectivo de una de esas bombas respecto a las víctimas (es decir, que morirá el 50% de las personas expuestas dentro de ese ámbito) es de al menos 400 metros desde el punto de impacto.
Los hechos sobre e l terreno revelan que con Obama, desde el mes de enero , se están lanzando muchas más bombas contra las relaciones públicas de la administración. Rolfsen informa en The Navy Times que:
La Fuerza Aérea , la Marina y otros aviones de combate de la coalición arrojaron un número record de bombas sobre Afganistán durante el mes de abril, según muestran las cifras de la Central de las Fuerzas Aéreas. Durante el pasado mes, los aviones de combate lanzaron 438 bombas, la cifra más alta hasta ahora. Abril fue también el cuarto mes consecutivo que registró un aumento en las bombas lanzadas, tras e l descenso que comenzó en julio del pasado año. Todas esas bombas se arrojaron en 2.110 salidas en acciones de apoyo aéreo cercano. El número actual de ataques aéreos es más alto porque las cifras del AFC ent no incluyen los ataques de helicóptero ni de artillería. Las cifras tampoco incluyen los ametrallamientos ni los lanzamientos de pequeños misiles [19] .
Ya puede uno buscar información en la prensa dominante estadounidense , que será en vano, acerca de todas esas bombas arrojadas en Afganistán. Tenemos de nuevo aquí , formando parte de la propaganda bélica de EEUU, los típicos recuentos de cuerpos enemigos de la era Vietnam [20] . Pero aún se escribe menos sobre los resultados concretos –como no sean las prolíficas referencias a los “combatientes eliminados”- de todos esos bombardeos. Eso es todo lo que puede esperarse de unos medios corporativos que van en gran medida a remolque del Pentágono y del régimen de Obama. Naturalmente que hay excepciones, como por ejemplo los independientes informes de l pe riodista freelance Chris Sands, de Gran Bretaña, que lleva trabajando desde 2005 en Afganistán de forma independiente [21] . Por desgracia, por cada Chris Sands hay docenas como Jason Straziuoso ( Associated Press ), Lara Logan ( CBS 60 Minutes ) o Laura King ( Los Angeles Times ) que sirven de megáfonos de la versión de los hechos del Pentágono.
En el “ Airpower Summary ” del 31 de enero de 2009 del ejército estadounidense se afirmaba que “en la zona de Musa Qala, un avión de la coalición había bombardeado con munición guiada de precisión unas instalaciones de las fuerzas anti-afganas. Un comandante de tierra de la coalición había ordenado el ataque después de que las fuerzas enemigas empezaran a disparar cont r a su unidad co n pequeñas armas de fuego y lanzagranadas”. ¿Qué fue lo que se dijo sobre esto desde el terreno ? Cuatro meses después del ataque aéreo estadounidense, el periodista independiente Chris Sands, informó acerca de lo ocurrido aquel fatídico día. Entrevistó a una niña de trece años, Ghrana, en un centro de rehabilitación de Kabul. Caminando con muletas, Ghrana le contó a Sands lo que realmente había sucedido en Musa Qala cuando los aviones de combate estadounidenses “bombardearon unas instalaciones anti-afganas” matando e hiriendo a muchos. Sands escribió:
La niña no parecía enfadada ni especialmente triste cuando describió lo ocurrido una mañana durante un viaje a la casa de su hermana en la provincia sur-occidental de Helmand. “No oí disparos , no oí nada. De repente vi que varias bombas de color rojo caían del avión”, dijo. Nueve de sus familiares murieron, incluida su madre. Ghrana perdió la pierna derecha y gran parte del brazo izquierdo. En la jerga militar, ella y su familia fueron todos daños colaterales, una desafortunada pero inevitable consecuencia de la guerra. Cada día que pasa, a ellos se unen otros hombres, mujeres y niños atrapados en una lucha que muchos afganos describen como la más brutal en la historia de su país… Puede que nunca tengamos claras cuáles fueron exactamente las razones por las que Ghrana y su familia fuero n bombardeados en el distrito de Musa Qala hace tres meses y medio. La niña insiste en que en aquel momento no había talibanes en la zona y que no había ninguna razón para que confundieran a su familia con insurgentes.
Cualesquiera que fueran los hechos que llevaron al bombardeo, los resultados fueron devastadores. En una remota y violenta zona de uno de los países más pobres del mundo, ella debe tratar ahora de encontrar un tratamiento médico decente para poder reconstruir su vida. Mientras tanto, los familiares que le quedan rezan por el día en que las tropas extranjeras se retiren de una vez de su país. “Será para nosotros como si fuera el E id ”, dijo su tío, Ahmed Abed, un educado hombre de 32 años que se trajo a su sobrina a Kabul. “Los estadounidenses saben quién es talibán y quién es inocente, pero les trae sin cuidado. Les importa un comino q ue seas un talibán o una niña. Son unos dementes. Es como si estuvieran ciegos. Disparan contra todo aquel que ven delante de su cara. Nunca se preocupan por quién pueda ser. Puedo aceptar que los aviones cometan errores, pero con mis propios ojos les he visto dispara ndo desde un vehículo contra una mujer en la calle”. La rabia del Sr. Abed es común entre los pastunes, el mayor grupo étnico de Afganistán. Mayoría en el sur y en el este, muchos de ellos sentían una natural desconfianza hacia la ocupación. Ahora , con sus hogares en ruinas y sus futuros más inciertos que nunca, se muestran total y absolutamente hostiles [22] .
No se informó de esa atrocidad hasta que el Sr. Sands escribió su artículo en The National, el diario de los Emiratos Árabes Unidos, proporcionando pruebas de que la s cifras citadas en el Proyecto para el Memorial de las Víctimas Afganas refleja una importante estimación a la baja de las verdaderas tasas de mortalidad que las fuerzas extranjeras de EEUU y la OTAN están perpetrando entre los inocentes civiles afganos.
Otra excepción es Dexter Filkins , del New York Times , quien en febrero pasado escribió un artículo titulado “ En 2008, l as víctimas civiles afganas aumentaron en un 40%” [23] . En un reportaje publicado en febrero, el Sr. Filkins confió en las cifras totales que le proporcionó UNAMA, pero las complementó con un valioso detalle por caso s . El informe de UNAMA era verdaderamente un saludable antídoto a la propaganda de la OTAN , que en enero de 2009 afirmaba alegremente que durante 2008 sólo habían muerto 973 civiles y que , de esas muertes, sólo 97 estaban causad as por el fuego de las fuerzas internacionales.
Pero, ¿en verdad podemos confiar en esas cifras de UNAMA? Al parecer, UNAMA va a publicar este mes nuevas cifras para 2009 [24] . La misma UNAMA concede que no se compromete con el “recuento de cuerpos” en Afganistán. Las razones citadas incluyen la inaccesibilidad de muchas de las zonas de conflicto y la carencia de adecuados recursos humanos para poder realizar ese trabajo [25] . Más escepticismo produce que UNAMA se niegue a publicar datos desagregados que permitirían verificar los hechos. En efecto, se nos pide que creamos en las cifras de UNAMA. Pero, esas cantidades responden a un recuento basado en la fe.
La Tabla y gráfico inferiores presentan la evolución de la matriz de la muerte para los civiles afganos entre 2005-2009. Las filas representan los recuentos: Herold; la UNAMA de Naciones Unidas; Human Rights Watch (HRW , por sus siglas en inglés ); el Monitor de los Derechos en Afganistán (ARM, por sus siglas en inglés); y el Embajador afgano en Australia (sólo hay cifras del 2008 ) [26] . Los datos de Naciones Unidas se refieren a las muertes causadas por todas las fuerzas pro-gubernamentales. Para poder compararlas, he asumido que el 15% de las muertes de civiles fueron causadas por fuerzas afganas, teniendo en cuenta las cifras () revisadas.
Para poder comprender mejor la evolución en el tiempo, el gráfico inferior presenta medias mensuales por año de los afganos que perecieron a manos de EEUU y sus aliados de la OTAN. Lo que aparece d e forma clara es que 2009 ha sido para los civiles afganos tan letal como el pico más alto de 2007. La cifra media mensual para 2009 es de 90 civiles inocentes asesinados; si sólo consideramos las semanas de Obama (21 de enero-31 de mayo), la cifra sube a 96 (idéntica a la peor media mensual para 2007). Es decir, si tomamos en cuenta los estándares históricos, el régimen de Obama fracasa en la métrica de proteger a los civiles inocentes de morir a manos de las fuerzas ocupantes estadounidenses y de la OTAN.

Disponemos ya de las cifras para el año 2008 elaboradas por la UNAMA, la OTAN y Herold. Mientras que la UNAMA proporciona cifras totales de víctimas civiles, mi propio trabajo se centra sólo en los afganos inocentes asesinados por las acciones de EEUU y la OTAN. Las cifras de la OTAN son pura propaganda.
No se pueden comparar de forma estricta l as recopilaciones. La UNAMA incluye también a los civiles que perecieron a manos de las fuerzas afganas. Es decir, uno puede asumir sin temor a equivocarse que la UNAMA refleja sólo el 70% de las cifras recopiladas por Herold [27] . Esto sirve para reducir la culpabilidad de EEUU y la OTAN y mejorar la “actuación” de ambos en relación con la métrica de afganos protegidos de la violencia.
¿Cómo debería uno valorar la guerra afgana de Obama teniendo en cuenta la métrica de víctimas civiles? Los medios y la izquierda estadounidenses se muestra n silenciosos en gran medida (la izquierda ha decidido ignorar los datos que he proporcionado [28] , eligiendo en su lugar confiar en los recuentos hechos por Human Rights Watch y la UNAMA). Apenas llega a calar el incremento previamente mencionado en los ataques aéreos estadounidenses. La Tabla siguiente presenta los datos de los civiles asesinados por acciones de EEUU y la OTAN recopilados para 2009 por el Proyecto para el Memorial de las Víctimas Afganas:
Debería indicarse que las cifras de muertos relativas a los seis meses que van de enero a junio de 2008 (inclusive) fueron de 278 -343. Comparando esto con los datos para cinco meses de la última fila del cuadro superior, se muestra claramente que incluso bajo los estándares de la administración Bush , el régimen de Obama se preocupa menos por el bienestar de los civiles afganos, al menos en cuanto a emprender una “guerra limpia”, que es en la métrica de las víctimas civiles donde Obama fracasa.
¿Qué hay acerca de la demografía de los muertos afganos? Como llevo largo tiempo manteniendo, mucho más de la mitad de los civiles afganos asesinados por las fuerzas de EEUU y la OTAN eran mujeres y niños. De los civiles asesinados de los que se conoce la demografía (70% del universo de las muertes), alrededor del 70% fueron mujeres y niños durante los meses de la administración Obama (21 de enero-31 de mayo) [29] .
Al matar de forma desproporcionada a mujeres y niños civiles, el régimen de Obama ha fracasado claramente en la métrica de las víctimas civiles.
Uno lee con frecuencia determinados comentarios (que no aportan pruebas) exponiendo que los ataques aéreos son más letales para los civiles que los ataques por tierra. Mi base de datos permite probar esa hipótesis. Los datos revelan claramente que los actuales ataques aéreos de EEUU y la OTAN en Afganistán son 4-5 veces más letales que los ataques por tierra.
Conclusión
La administración Obama heredó una guerra en Afganistán, no obstante, disponía de alternativas. Algunos, como por ejemplo Gilles Dorronsoro, sostenían que la misma presencia de fuerzas extranjeras servía para inflamar el conflicto y que lo que había que hacer era reducir las acciones militares, recoger y marcharse [30] . En lugar de hacerlo, el equipo de Obama, que incluye a muchos integrantes del anterior régimen de Bush, decidió combatir la “buena guerra” en Afganistán. Durante los últimos cinco meses, el conflicto se ha agravado aún más y las perspectivas son más de lo mismo.
En cuanto a la métrica anunciada de proteger a los civiles afganos, el equipo de Obama ha fracasado de forma miserable superando a su predecesor. L a diferencia está en las relaciones públicas , que empezaron con las palabras de Michael Stewart: “Operación Redefinición”. Uno puede redefinir tanto como quiera, pero la realidad es que la vida diaria de los afganos se ha deteriorado sobremanera, como aquí se documenta. Desde que llegó al poder y asumió el puesto de Comandante-en-Jefe, Obama y sus aliados de la OTAN han matado al menos a unos 338-419 civiles afganos (comparados con los 278-343 durante la época de Bush a lo largo de los primeros seis meses de 2008 ) . Y a demás se ha proseguido con los mortíferos ataques de los teledirigidos de la CIA dentro de Pakistán. Ha habido sesenta ataques de teledirigidos estadounidenses a través de la frontera sobre Pakistán entre el 14 de enero de 2006 y el 8 de abril de 2009.
Sólo diez de esos ataques pudieron alcanzar sus actuales objetivos, matando a 14 dirigentes buscados de Al-Qaida, junto a los que perecieron 687 inocentes civiles pakistaníes. El porcentaje de éxito de los ataques con aviones Predator estadounidenses no supera el seis por cien [31] .
La aritmética sencilla muestra que, en sus ochenta días en el poder, Obama ha logrado aumentar la tasa media mensual letal conseguida por Bush en los ataques con teledirigidos , de 32 , en 2008 , a 45 por mes ( en febrero-marzo 2009).
El equipo de Obama podría bien encabezar las palabras del agente de inteligencia pakistaní “Coronel Imán”, quien después de entrenar se en la base de las Fuerzas Especiales en Fort Bragg, pasó a supervisar los campos de entrenamiento para yihadistas (incluido el Mullah Omar) durante los últimos años de la década de 1970 y los ochenta. Iman dijo a Christina Lamb (otra excelente periodista británica independiente) que dejó Afganistán a finales de 2001 y que no ha vuelto, pero
“ En cualquier momento puedo volver por mis viejas rutas y ni los estadounidenses podrían pararme, pero no es necesario”, dijo. “Tengo a mis amigos deambulando por allí. A veces me llaman porque les gusta o í r mi voz. Estoy muy contento con la situación actual porque veo que los estadounidenses están atrapados allí . Los talibanes no ganarán pero al final el enemigo se cansará, como le pasó a los rusos” [32] .
El antiguo jefe del puesto de la CIA en Kabul, Graham Fuller, es categórico al afirmar que las políticas de Obama están agravando la situación en Afganistán y en Pakistán :
Sólo la retirada de las botas estadounidenses y de la OTAN del territorio podrá permitir que se tranquilice el proceso de emociones casi desesperadas dentro de Pakistán y que la región empiece a enfriarse. Pakistán tiene experiencia de gobierno y , en circunstancias normales, puede muy bien lidiar con sus propios islamistas y miembros tribales; hasta hace muy poco, los islamistas pakistaníes tenían una de las tasas más bajas de éxito electoral del mundo musulmán. Pero las políticas estadounidenses han hecho ahora que el nacionalismo local, la xenofobia y el islamismo se combinen de forma demencial . Mientras Washington exige que Pakistán rescate las fracasadas políticas estadounidenses en Afganistán, Islamabad ya no puede controlar más su crisis interna [33] .

Enlace con versión en inglés publicada en el portal de la Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán :
http://www.rawa.org/temp/runews/2009/06/12/obamas-afghan-war-the-us-media-and-the-united-nations-the-new-metric-of-civilian-casualties.html


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[1] Barry Newhouse, “Afghanistan Promotes Crop More Profitable Than Poppy,” VOA News ( 3 de diciembre de 2008) , en http://www.voanews.com/english/archive/2008-12/2008-12-03-voa28.cfm?CFID=220129668&CFTOKEN=54857634&jsessionid=0030d4274705b99d6c2d3a285c43195e5a2d
[2] Este ensayo se elabora a partir de anteriores trabajos: “America’s Afghan War: The Real World versus Obama’s Marketed Imagery ,” RAWA News (12 de abril 2009), en: http://www.rawa.org/temp/runews/2009/04/12/americaand-8217-s-afghan-war-the-real-world-versus-obamaand-8217-s-marketed-imagery.html (Traducción al español en: http://rebelion.org/noticia.php?id=83924 ), y en “ What do Obama’s First 100 Days Mean to Common Afghans?” Global Research (1 de mayo de 2009) , en: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=13357 (Traducción al español en: http://rebelion.org/noticia.php?id=84654 )
[3] Como se discute en el artículo de Michael Winship, “ The Privatization of ‘Obama’s War’ ,” Online Journal ( 8 de junio de 2009), en: http://onlinejournal.com/artman/publish/printer_4774.shtml
[4] Al Pessin: “ New Commander Pledges to Protect Afghan Civilians in ‘Winnable War’ ,” VOA News ( 2 de junio de 2009) , en: t http://www.voanews.com/english/2009-06-02-voa76.cfm
[5] Noah Schachtman: “New Top General Could Mean Changes for Afghan Airstrikes,” Wired.com ( 5 de junio de 2009) , en: http://www.wired.com/dangerroom/2009/06/new-top-general-could-mean-changes-for-afghan-airstrikes/
[6] “ New Strategy, New Commander ,” Boston Globe ( 13 de mayo de 2009) , en: http://www.boston.com/bostonglobe/editorial_opinion/editorials/articles/2009/05/13/new_strategy_new_commander/
[7] “ Editorial Measuring Success in Afghanistan ,” New York Times ( 8 de junio de 2009) , en: http://www.nytimes.com/2009/06/08/opinion/08mon1.html?hpw
[8] Jeff Huber, “ Our McMan in Bananastan ,” Antiwar.com (8 de junio de 2009), en: http://original.antiwar.com/huber/2009/06/08/our-mcman-in-bananastan/
[9] Donde escribí: “Creo que la polémica es m ás profunda y que la raza es un elemento que entra en el cálculo. Los sacrificados civiles afganos no son ‘blancos’, mientras que sí lo son un abrumador número de los pilotos y tropas terrestres de elite. Esta `realidad’ sirve para ampliar la ratio positiva beneficio-coste de estar sacrificando a esos más oscuros afganos [o indochinos o iraqu íes anteriormente] en aras a ahorrar en el futuro ciudadanos-soldados estadounidenses . Lo que quiero expresar es que cuando el “otro” no es blanco, la escala de violencia que el gobierno e stadounidense utiliza para conseguir sus objetivos de estado a un mínimo coste no conoce límites . Véase mi “ A Dossier on Civilian Victims of United States ’ Aerial Bombing of Afghanistan : A Comprehensive Accounting [revised],” Cursor.org (Mar zo de 2002) , en: http://cursor.org/sto r ies/ c ivilian_deaths.htm
[10] Véase mi: “ What do Obama’s First 100 Days Mean to Common Afghans ?” op. cit. Traducción al español en: http://rebelion.org/noticia.php?id=84654
[11] by the defence editor of the London Times, Michael Evans, “The Yanks and Their Firepower are coming…’ but not to destroy the Taliban,” Times (May 12, 2009) at http://www.timesonline.co.uk/tol/comment/columnists/guest_contributors/article6269130.ece
[12] Véase “ America’s Afghan War ,” op. cit y Ken Fireman: “Obama’s Afghan Troop-Surge Plan May Prove Too Much, Too Late,” Bloomberg.com ( 23 de diciembre de 2008) , en: http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=washingtonstory&sid=a_G.w1Vgsork
[13] Philip Smucker describe la dificultad que para las tropas ocupantes estadounidenses supone aislar a quienes habitan los pueblos de los talibanes en: “ US Soldiers’ Limited Options Limited to Protect Afghans from Taliban ,” McClatchy Newspapers ( 25 de mayo de 2009) , en: http://www.commondreams.org/headline/2009/05/25-3
[14] Véase Jason Motlagh: “ After Gunfire, U.S., Taliban Swing PR Cudgel ,” ABC News (16 de mayo de 2009), en: http://abcnews.go.com/print?id=7601482
[15] Por otra parte, es más fácil encontra r críticas agudas en Europa, v éase el excelente análisis de Alejandro Pozo Marin: “ Alliance of Barbarities. Afghanistan 2001-2008 10 Reasons to Question (and Rethink) Foreign Involvement ” ( Barcelona : J.M. Delas Centre for Peace Studies – Justice and Peace, diciembre de 2008), 44 pág. En: http://www.centredelas.org/attachmen t s/442_Afganistan_en.pdf
[16] bien analizado por Justin Raimundo en: “ ‘Progressive’ Warmongers ,” Antiwar.com (7 de abril de 2009), en: http://original.antiwar.com/justin/2009/04/07/progressive-warmongers/
[17] Chris Hughes: “ We Witness the Dangers Our Troops Face in Afghanistan Minefield ,” The Daily Mirror ( 1 de junio de 2009) , en: http://www.mirror.co.uk/news/top-stories/2009/06/01/a-walk-into-the-valley-of-death-115875-21405430/ )
[18] Bruce Rolfsen : “ Record Bombs Dropped in Afghanistan in April ,” The Navy Times ( 4 de mayo de 2009) , en: http://www.navytimes.com/news/2009/05/airforce_april_airstrike_050409w/
[19] Bruce Rolfsen: “ Record Bombs Dropped in Afghanistan in April ,” The Navy Times ( 4 de mayo de 2009) , en: http://www.navytimes.com/news/2009/05/airforce_april_airstrike_050409w/
[20] Mic hael M. Phillips: “ Army Deploys Old Tactic in PR War ,” Wall Street Journal ( 1 de junio de 2009) , en: http://online.wsj.com/article/SB124380078921270039.html
[21] Véase, por ejemplo, su “ Afghanistan: Chaos Central ,” Counterpunch (25 de febrero de 2009) , en: http://www.counterpunch.org/sands02252009.html
[22] Chris Sands: “ Afghan Anger Grows at Slaughter of the Innocents ,” The National ( 19 de mayo de 2 009) , en: http://www.thenational.ae/article/20090520/FOREIGN/705199920/1117
[23] en The New York Times (18 de febrero de 2009), en : http://www.nytimes.com/2009/02/19/world/asia/19afghan.html?_r=1
[24] Men cionado por Adam B. Ellick en: “ Uncertainty Clouds British Report of Taliban Leader’s Death ,” New York Times ( 3 de junio de 2009)
[25] La Unidad de Derechos Humanos de la UNAMA cuenta con alrededor de seis personas para cada una de las ocho oficinas regionales de la misión. La unidad recoge los datos sobre las víctimas civiles a partir de las fuentes de que dispone e intenta verificar los datos. Véase: “ Afghanistan: UN Trying to Verify Civilian Casualties with Limited Resources ,” IRIN NEWS ( 20 de septiembre de 2007) , en: http://www.irinnews.org/Report.aspx?ReportId=74396
[26] De Brendan Nicholson : “ Australian Troops Kill 5 Afghan Children ,” The Age ( 14 de febrero de 200 9)
[27] En 2008, el punto medio de las cifras de Herold es de 939. Si asumimos que el 20% de las muertes causadas por fuerzas pro-gubernamentales fueron perpetradas por fuerzas afganas, entonces la cifra ajustada de UNAMA es de 662 (que es más o menos el 70% de 939) .
[28] Por ejemplo, por Dave Markland y Tom Engelhart, véase Dave Markland: “ Afghanistan Past & Present ,” ZNews (9 de junio de 2009), en: http://www.e-ariana.com/ariana/eariana.nsf/allPrintDocs/0550EC82594E0D75872575D000664F41?OpenDocument
[29] Esta cifra es casi totalmente idéntica a la de (72%) los primeros ocho meses de 2008, v éase Marc Herold : “ Truth as Collateral Damage. Civilian deaths from US/NATO air strikes in Afghanistan are not accidents or mistakes – they are calculated and predicted,” The Guardian (22 de octubre de 2008) , en: http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2008/oct/22/afghanistan-nato/print
[30] Gilles Dorronsoro: “ Focus and Exit: An Alternative Strategy for the Afghan War ,” Carnegie Endowment for International Peace report ( Enero 2009) , en: http://carnegieendowment.org/files/afghan_war-strategy.pdf
[31] “ 60 Drone Hits Kill 14 Al-Qaeda Men, 687 Civilians ,” The News ( 10 de abril de 2009) , en: http://www.thenews.com.pk/print3.asp?id=21440
[32] Christina Lamb: “ The Taliban Will ‘Never be Defeated’ ,” Times ( 7 de junio de 200 9) , en: http://www.timesonline.co.uk/tol/news/world/asia/article6445981.ece
[33] Graham E. Fuller: “ Obama’s Policies Making Situation Worse in Afghanistan and Pakistan ,” The Huffington Post ( 11 de mayo de 2009) , en: http://www.huffingtonpost.com/graham-e-fuller/global-viewpoint-obamas-p_b_201355.html

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