viernes, 12 de febrero de 2010

¡Boicot a “Ariel” y a las demás universidades israelíes!


TODAS las instituciones académicas israelíes son cómplices de la ocupación y del apartheid

PACBI
Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
12-02-2010

En respuesta a la reciente decisión del gobierno israelí de mejorar el estatus del llamado Centro Universitario de Samaria Ariel (AUCS, en sus siglas en inglés) al de universidad, la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI, en sus siglas en inglés) reitera su llamamiento a un boicot al AUCS y a todas las demás instituciones académicas debido a su complicidad en el mantenimiento de la ocupación, colonización y apartheid israelíes contra el pueblo palestino.
Al tiempo que la PACBI saluda las recientes protestas contra la decisión de reconocer como universidad al AUCS (situado en la cuarta mayor colonia judía en los territorios palestinos ocupados), advierte contra los intentos de desviar el movimiento de boicot basado en el conjunto de los derechos sancionados por Naciones Unidas que plasma el Llamamiento palestino a boicotear a Israel hacia centrar selectivamente este movimiento en un subconjunto de estos derechos.

Académicos, periodistas y otras personas pertenecientes a la “izquierda” sionista que durante años se han opuesto al boicot académico defienden ahora con entusiasmo un boicot exclusivamente al Colegio Universitario Ariel por estar construido sobre territorio palestino ocupado. Sin embargo, esto reduce el alcance del boicot académico reduciéndolo a un boicot a las instituciones de los asentamientos al tiempo que exonera a la academia israelí en general, que es exactamente igual de cómplice, si no más, que Ariel en mantener y justificar el aparato colonial y de apartheid israelí. Pero incluso en el caso de que el boicot se aplicara sólo a las universidades construidas sobre territorio palestino ocupado, ¿cómo es que el hecho de que el campus de la Universidad Hebrea Mount Scopus se asiente sobre tierra palestina ocupada en Jerusalén oriental no ha provocado una condena igual a la de Ariel?

Todas las universidades israelíes están profundamente vinculadas a la clase dirigente militar y de seguridad, y desempeñan un papel indispensable, tanto directo como indirecto, en perpetuar las violaciones del derecho internacional y de los derechos fundamentales de los palestinos que desde hace décadas comete Israel. Ninguna universidad israelí ni ningún sindicato académico ha adoptado nunca una postura pública en contra de la ocupación y no digamos ya en contra del sistema de apartheid de Israel, o en contra de la negación de los derechos de los refugiados palestinos. Las universidades israelíes son profundamente cómplices al desarrollar avanzados sistemas de armamento y doctrinas militares que se han desplegado en los recientes crímenes de guerra cometidos por parte de Israel en Gaza [1], al justificar la actual colonización de la tierra palestina y la gradual limpieza étnica de los palestinos originarios [2], al proporcionar una justificación moral a los asesinatos extra-judiciales y a los ataques indiscriminados contra civiles [3], al discriminar sistemáticamente a los estudiantes “no judíos” en el sistema de admisión [a las instituciones académicas], en las condiciones para obtener plaza a las residencias universitarias, en la ayuda financiera, etc., y con muchas otras violaciones implícitas y explícitas de los derechos humanos y del derecho internacional [4].

Mientras la campaña de boicot, desinversión y sanciones a Israel (BDS) adquiere impulso globalmente, está emergiendo una cantidad cada vez mayor de voces israelíes en apoyo a esta estrategia como el camino más eficaz y no violento para provocar un cambio hacia la justicias y la paz duradera. Es bienvenido y bien conocido el apoyo por parte de artistas y académicos israelíes a acciones de boicot específicas durante los últimos años. Después de la guerra de agresión de Israel contra Gaza, varios académicos y figuras culturales israelíes declararon su apoyo a la campaña de BDS [5]. Sin embargo, mucho antes de la masacre de Gaza israelíes defensores incondicionales de los derechos palestinos, como Rachel Giora, Ilan Pappe, Haim Bresheeth, Oren Ben-Dor, Anat Matar y la difunta Tanya Reinhart habrían abrazado la campaña de BDS y la habían defendido frente a los israelíes críticos, particularmente los llamados “izquierdistas” de la academia [6]. El recién formado grupo Boycott! Supporting the Palestinian BDS Call from Within (¡Boicot! Apoyar el llamamiento palestino al BDS desde dentro) [7] es particularmente encomiable ya que acepta incondicionalmente la campaña BDS tal como lo define y orienta el Comité Nacional Palestino de BDS (BNC, en sus siglas en inglés) y, por lo consiguiente, es considerado por éste como un compañero de confianza y de principios en el movimiento.

Estas voces emergentes desde dentro de la sociedad israelí señalan el crecimiento de llamamiento de la campaña de BDS y el reconocimiento de su poder para llevar a cabo un cambio real hacia la paz justa. Sin embargo, es crucial insistir en que los principios del movimiento de BDS derivan tanto de las demandas del Llamamiento Palestino al BDS firmado por más de 170 organizaciones de la sociedad civil palestina en julio de 2005 [8] como, en los campos académico y cultural, del Llamamiento Palestino al Boicot Académico y Cultural a Israel, emitido un año antes en julio de 2004 [9]. Ambos Llamamientos, el llamamiento al BDS y el de la PACBI, representan las declaraciones estratégicas más autorizadas y con mayor apoyo que en décadas han salido de Palestina; todas las facciones políticas, sindicatos, organizaciones de estudiantes y de mujeres, y grupos de refugiados a través de todo el mundo árabe han apoyado y suscrito estos llamamientos. Ambos llamamientos ponen de relieve la creencia preponderante palestina de que la forma más eficaz de solidaridad con el pueblo palestino es la acción directa con el objetivo de acabar con el régimen colonial y de apartheid de Israel del mismo modo que se abolió el régimen de apartheid en Sudáfrica, aislando a Israel internacionalmente por medio del boicot y de sanciones, obligándole a acatar el derecho internacional y a respetar los derechos de los palestinos.

Desde que se formularon estos llamamientos se ha insistido mucho en definir los principios del movimiento de boicot. Arraigado en valores y principios universales, la campaña de BDS rechaza categóricamente toda forma de racismo, de discriminación y de opresión colonial. La PACBI también ha traducido los principios consagrados en su Llamamiento a una directrices prácticas para implementar el boicot académico y cultural a Israel [10]. Al mismo tiempo, el movimiento de boicot palestino ha sido claro en relación a cuáles son los puntos centrales y objetivos del movimiento de BDS.

En este sentido la importancia del Llamamiento al BDS de 2005 radica en su enfoque global del sistema colonial y de apartheid israelí en su conjunto, y de su subyugación del pueblo palestino, ya sea como ciudadanos de segunda clase dentro de Israel, como sujetos bajo su ocupación militar o como refugiados desposeídos. Esto fue resumido en las concisas exigencias destacadas en el Llamamiento palestino al BDS de que Israel reconozca el derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación y acate totalmente el derecho internacional respetando, protegiendo y promoviendo el derecho al retorno de todos los refugiados palestinos, acabando con la ocupación de todas las tierras palestinas y árabes, y reconociendo la total igualdad a todos los ciudadanos palestinos de Israel. En este sentido el Llamamiento refuta de forma efectiva la sistemática fragmentación por parte de Israel del pueblo palestino y la reducción de la lucha por la libertad y la autodeterminación a un interminable juego de regateo sobre la tierra en las ocupadas Cisjordania y Gaza.

Entender Israel como un Estado de apartheid es fundamental para las tres demandas del movimiento palestino. Israel encaja en la definición de Naciones Unidas de apartheid no sólo en Cisjordania y Gaza; se define a sí mismo como un Estado judío, no un Estado para todos sus ciudadanos. Lo que es más importante, las leyes, políticas y prácticas israelíes discriminan abiertamente a los ciudadanos palestinos (esto es, “no judíos”) del Estado. El racismo y la discriminación institucionalizados y que todo lo invaden son particularmente evidentes en los dominios vitales de la propiedad y uso de la tierra, la educación, la empleo, el acceso a los servicios públicos y la planificación urbana. El carácter de apartheid ha formado parte de la concepción de Israel desde sus origen [11].

El Estado de Israel se estableció 1948 desplazando por la fuerza de su patria a la inmensa mayoría de la población de Palestina. Hoy se prohíbe a estos refugiados palestinos volver a sus casas y a sus tierras de las que fueron expulsado. En cambio, cualquier persona de cualquier parte del mundo que afirme ser de ascendencia judía puede convertirse en ciudadano y nacional israelí según la llamada Ley del Retorno. Además, la brutal guerra de Israel contra Gaza no fue una guerra anormal, sino que representa el ejemplo más reciente de las sistemáticas políticas de limpieza étnica y de opresión colonial que Israel ha estado llevando a cabo contra el pueblo palestino durante más de seis décadas. Durante este reciente ataque militar Israel mató a más de 1.440 palestinos de los que 431 eran niños e hirió a otros 5380 [12]. Israel sometió a la asediada población de Gaza a tres semanas de implacable terrorismo de Estado.

A pesar de la claridad con la que el movimiento palestino de BDS ha enunciado los objetivos de la lucha palestina, algunos israelíes y otros defensores del boicot han tratado de limitar su alcance. Han tratado de limitar los objetivos del movimiento de BDS restringiéndolo geopolíticamente y reduciéndolo a un llamamiento a acabar con la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza. Esta “interpretación” del BDS es extremadamente peligrosa ya que intenta apropiarse del derecho de redefinir los términos de la lucha en Palestina y de imponer una agenda política ideológicamente sospechosa que permite a Israel librarse de las acusaciones de apartheid y de practicar la forma más perniciosa de racismo y de discriminación en todo el territorio que está bajo su control.

Algunos israelíes también basan su apoyo al BDS en una razón puramente utilitaria, la de “salvar a Israel de sí mismo”, en vez de en una solidaridad basada en principios con los palestinos. Sin embargo, esta perspectiva “pragmática” centrada en Israel reproduce una actitud colonial de superioridad en la que ni si quiera se reconoce a la población originaria y sus inalienables derechos y luchas por la libertad. Según esta perspectiva, lo que importa son los propios intereses de Israel, su imagen internacional y su futuro. Sin embargo, si una persona está comprometida en preservar el carácter de Israel para el futuro sin cuestionar sus leyes y políticas coloniales y de apartheid, ¿cómo se puede contar con ella en un movimiento de BDS global dirigido por palestinos?

Por lo que se refiere a los objetivos elegidos para las acciones de BDS, la fuerza del movimiento de BDS radica en que éste no impone objetivos o tácticas específicas a los grupos de solidaridad del mundo. Basándose en el principio de sensibilidad por el contexto y respeto de la autonomía e integridad de los grupos democráticos internacionales que apoyan los derechos palestinos, la dirigencia colectiva del BDS palestino siempre ha creído que las personas de conciencia y los grupos que defienden los derechos humanos son quienes mejor conocen sus respectivas situaciones y los más capaces de decidir las vías adecuadas para construir el movimiento de BDS en sus respectivos contexto. A veces el centrarse tácticamente en productos procedentes sólo de los asentamientos puede ser la mejor manera de que progrese la campaña. Otras veces pueden ser resoluciones de los sindicatos locales apoyando el BDS u objetivos de boicot cultural, etc. Pero incluso en el caso de que alguien sólo se sintiera concernido por la ocupación israelí y no por su negación de los derechos de los refugiados o por su sistema de apartheid, esto no puede justificar centrarse únicamente en boicotear sólo los “productos de los asentamientos”, como si las colonias de Israel fueran en sí las culpables del colonialismo y no el Estado que las estableció y que hace posible su crecimiento. En ningún otro contexto de boicot en el mundo nadie pide boicotear una manifestación de las violaciones del derecho internacional por parte de un Estado, sino al Estado en sí. Después de todo, según el derecho internacional los Estados son las entidades legales que se supone que son responsables de los crímenes y violaciones que cometen.

En todo caso, nunca es a los activistas o a los académicos israelíes, independientemente de cuáles sean sus principios, a quienes corresponde establecer los parámetros de referencia y las prioridades del movimiento, en particular para los activistas del mundo entero. Con demasiada frecuencia miembros de la izquierda sionista se han negado a reconocer el Llamamiento de BDS surgido de la aplastante mayoría de las organizaciones de la sociedad civil palestina y a su ancla y grupo dirigente, el Comité Nacional Palestino de BDS, BNC [13]. Al hacerlo no están respetando las aspiraciones del pueblo palestino ni nuestro derecho a definir los objetivos de nuestra lucha. Por otra parte, en respuesta a la insistencia de la izquierda sionista de centrarse en los síntomas del sistema israelí de represión colonial y pedir sólo acabar con la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, vale la pena hacer hincapié en que en el apartheid sudafricano habría sido absurdo centrarse sólo en los bantustanes. La lucha contra los bantustanes fue una parte intrínseca de la lucha para acabar con el sistema de apartheid como estructura de dominación según la cual la minoría blanca subyugaba y oprimía a la población negra sudafricana.

Como personas que vivimos bajo el apartheid y exiliados de su tierra, es a los palestinos y a sus organizaciones de masas a quienes nos corresponde establecer sus prioridades y estrategias para lograr nuestros derechos según el derecho internacional. El apoyo israelí es una parte bienvenida y necesaria de este movimiento. Pero este apoyo se debe tender en el espíritu de la auténtica solidaridad, como en el caso de Boycott From Within, respetando los deseos y aspiraciones del propio pueblo palestino.

[1] Véase, por ejemplo, las siguientes pruebas incriminatorias de la asociación de la Universidad de Tel Aviv con industrias israelíes de armamento: http://www.electronicintifada.net/downloads/pdf/090708-soas-palestine-society.pdf

[2] http://www.pacbi.org/etemplate.php?id=63

[3] http://www.haaretz.com/hasen/spages/1062127.html and Reuven Pedatzur, The Israeli Army House Philosopher, Haaretz, 24 de febrero de 2004.

[4] http://www.alternativenews.org/images/stories/downloads/Economy_of_the_occupation_23-24.pdf

[5] Véase, por ejemplo, el artículo de Neve Gordon sobre el BDS en: http://www.latimes.com/news/opinion/commentary/la-oe-gordon20-2009aug20,0,1126906.story y el de Udi Aloni: http://www.kibush.co.il/show_file.asp?num=37582

[6] Véase, por ejemplo, la carta de Tanya Reinhart al académico israelí Baruch Kimmerling en: http://www.mediamonitors.net/tanya13.html

[7] http://www.boycottisrael.info

[8] http://bdsmovement.net/?q=node/52

[9] http://www.pacbi.org/etemplate.php?id=869

[10] http://www.pacbi.org/etemplate.php?id=1047 y http://www.pacbi.org/etemplate.php?id=1107 [traducido al castellano en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=89015]

[11] Para más información sobre el régimen de ocupación, colonización y apartheid de Israel, véase este importe documento estratégico del BNC: http://bdsmovement.net/files/English-BNC_Position_Paper-Durban_Review.pdf [traducción al castellano: http://www.nodo50.org/csca/agenda08/palestina/pdf/BNC-PAPERforDurbanReview-SPANISH.pdf]

[12] http://www.ochaopt.org/gazacrisis/index.php?section=3

[13] Por ejemplo, el rotundo rechazo de Uri Avnery del Llamamiento Palestino de BDS y del Comité Nacional Palestino de BDS: http://zope.gush-shalom.org/home/en/channels/avnery/1252168050

Enlace con el original: http://pacbi.org/etemplate.php?id=1175

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