martes, 5 de enero de 2010

Conversación de Dios con su Profeta en la noche de la Ascensión a los Cielos



(Lailatul Mi’ray).

" ¡Gloria a Quien una noche hizo viajar a Su siervo (el Profeta Muhammad) desde la Mezquita Inviolable hasta la Mezquita más lejana (e.d.: desde La Meca hasta Jerusalén), aquélla cuyos alrededores hemos bendecido, para mostrarle parte de Nuestros Signos!. Verdaderamente Él es Quien todo lo oye y Quien todo lo ve." (Corán, Cap 17, aleya 1)

Breve introducción: Este viaje nocturno (en el cual Dios ordenó las cinco oraciones), fue posterior al fallecimiento de Abu Talib, que ocurrió en el décimo año de la misión del Profeta. .

El Mensajero de Dios quiso irse a dormir una noche tras realizar sus oraciones. De pronto llegó a sus oídos la voz del ángel Gabriel (p.), el ángel de la Revelación. Le dijo :"Esta noche realizarás un viaje extraordinario y soy el encargado de acompañarte. Recorreras los cielos en una montura extraordinaria llamada Buraq."

El Profeta comenzó su viaje en la casa de Umm Haní, hermana del Imam Alí. Arribó primero a Bait ul Muqaddas (la Casa Sagrada, como se conoce a Jesusalén, en Palestina), que el Corán denomina Masyid ul Aqsa (La Mezquita Lejana). Descendió de su montura extraordinaria, recorrió la mezquita y visitó el lugar del nacimiento de Jesús (p.) (Bait ul Lahm). Recorrió también las casas donde vivieron algunos Profetas, y en algunas de ellas rezó dos ciclos.

Luego comenzó la segunda parte de su viaje.
Se elevó al cielo, observó las estrellas y el universo elevado, conversó con otros Profetas y con los ángeles, conoció los lugares de recompensa y castigo. Pudo observar los distintos niveles paradisíacos e infernales. Continuó su ascención hasta llegar a Sidrat ul Muntaha (el loto de la linde), al que encontró lleno de luz y majestad. Allí culminó el viaje.

Regresó por el mismo camino: descendió en la Mezquita de Jerusalén, y desde allí hasta la Meca... Finalmente descendió al alba en casa de Umm Haní, quien fue la primera persona que supo de su viaje. ....

La Tradición:
En los libros de hadices figura un detallado relato del Príncipe de los Creyentes , el Imam Ali (p.), quien transmite del Profeta del Islam, Muhammad (b.p.) y del cual expondremos algunos párrafos.

En los comienzos del relato el Profeta (b.p.) preguntó a Dios: “Oh Señor Mío, cuales son las prácticas más meritorias ante ti?”
Respondió Dios Altísimo: “No existe nada más meritorio ante Mí que el encomendarse a Mí y la satisfacción con aquello que Yo les otorgué. ¡Oh Muhammad! Mi Amor abarcará a todos aquellos que por Mí se aman, y quienes por Mí sienten afecto los unos a los otros, y quienes por Mí establecen lazos de amistad. Y Mi Amor hacia quienes se encomiendan a Mí es Mi obligación, y no existe frente a Mi amor ningún límite ni frontera ni fin…
Oh Ahmad! No seas como los niños a quienes les gustan los oropeles y cuando les dan una comida dulce y agradable se enorgullecen y olvidan todo.

El Profeta rogó: “¡Oh Dios mío! Oriéntame hacia una acción que provoque mi aproximación a Tí.
Y Dios le respondió: “Coloca la noche como el día y el día como la noche”,
“¿De qué modo?”, dijo el Profeta.
Le contestó Dios: “De tal manera que tu sueño sea la oración y jamás llenes tu estómago por completo…”
“Oh Ahmad! Mi amor es amor hacia los pobres y los desposeídos. Acércate a ellos, participa en sus reuniones para que Yo me acerque a ti. Aparta de ti a los ricos amantes del mundo y evita participar en sus reuniones…”
“Oh Ahmad! Detesta los oropeles del mundo y a los mundanos, y ama la otra vida y a los que la buscan.”
Dijo el Profeta: “Oh Dios mío, preséntame a los mundanos y a los que aman la otra vida.”
Dios les contestó: “Los mundanos son quienes comen mucho, se ríen mucho y duermen mucho. Se encolerizan reiteradamente y pocas veces están conformes, no piden perdón frente a sus maldades ni aceptan las disculpas de quienes se las ofrecen. Son perezosos en la adoración a Dios, y valientes con los pecados, tienen ilusiones desmedidas y lejanas; y aunque se les acerque su hora nunca piensan en la rendición de cuentas por sus actos. Su beneficio para el prójimo es escaso, son individuos charlatanes, desprovistos del sentido de la responsabilidad y amantes de la gula.”
“Los mundanos no agradecen a Dios por sus mercedes ni son pacientes frente a las calamidades. Desvalorizan los grandes servicios de otros (destacando los pocos propios), se alaban por una obra que no han realizado y exigen aquello que no les corresponde.
Continuamente hablan de sus deseos, señalan los defectos y ocultan las bondades de la gente.”
Preguntó el Profeta: “¿Quedan aún más defectos de los mundanos?”
Dijo Dios: “Oh Ahmad! Otro de sus defectos es que son ignorantes y torpes, no son humildes frente al maestro de quien han aprendido la ciencia, se consideran inteligentes pero desde el punto de vista de los poseedores de conocimiento, son unos ignorantes y necios…”

En relación a quienes aman la otra vida -ahl ul ajira-:
“Ellos son personas pudorosas, de poca ignorancia, que benefician mucho a los demás, y la gente está tranquila con ellos mientras que ellos en sí mismos están apenados, vigilan continuamente sus acciones y por eso se atribulan a sí mismos, sus ojos duermen mientras sus corazones están despiertos, sus ojos lloran y sus corazones continuamente recuerdan a Dios. Cuando los demás son registrados en la lista de los negligentes, ellos están anotados entre los atentos. Cuando comienzan a aprovechar las mercedes divinas, alaban a Dios y al final le agradecen. Sus súplicas con aceptadas y sus ruegos escuchados. Los ángeles se alegran por su existencia; la gente desatenta desde el punto de vista de ellos, está muerta, y Dios es el Viviente, Subsistente y Generoso…”
“La gente muere una sola vez, pero ellos en su lucha contra su ego y en oposición a su concupiscencia mueren cada día setenta veces y recobran una nueva vida.
Cuando se paran frente a Mí para adorarme, se asemejan a solidas construcciones y a diques de acero. En sus corazones no existe la mas mínima atención hacia las criaturas.”
“Juro por Mi Majestuosidad y Esplendor que les otorgaré una vida inmaculada y al final de ésta seré Yo mismo quien tomaré sus almas, abriré las puertas del cielo frente al vuelo de sus espíritus, descorreré todos los velos frente a ellos, y ordenaré al Paraíso que se engalane para ellos…”
“Oh Ahmad! La adoración consta de diez partes, nueve de ellas consisten en ir en busca de lo lícito. Cuando tu comida y bebida sean licitas, tu estarás bajo Mi Protección y Apoyo.
¡Oh Ahmad! ¿Acaso sabes qué vida es más deleitable y perdurable?
Él dijo: “Oh Dios mío, no”.
Dijo Dios: “La vida placentera es aquella cuyo dueño no está desatento de Mí ni por un solo instante. No olvida Mis mercedes, no es inconsciente frente a su deber para Conmigo, y día y noche busca mi complacencia.”
“La vida duradera es aquella cuyo dueño actúa para su salvación. El mundo le parece pequeño y la otra vida inmensa.
Considera más importante Mi Complacencia que la suya propia y continuamente busca Satisfacerme.
Considera grande Mi Derecho y tiene siempre presente Mi Conocimiento y Mi Vigilancia frente a él.”
“Me recuerda frente a cada falta y desobediencia, y purifica su corazón de todo lo que Me Desagrada. Aborrece a Shaitan y a sus tentaciones, y no deje que Iblis le domine, no le abre el paso hacia su ser.”
“Cuando haga esto, daré lugar en su corazón a un amor especial, de manera que todo su ser Me pertenezca, durante su trabajo y su ocio, en su tristeza y su dolor, o mientras habla. Esto es lo que otorgaré a los que amo. Abriré los ojos y los oídos de su corazón. Así, con su corazón oirá las verdades invisibles y observara Mi Majestuosidad y Esplendor…”

“Oh Ahmad! Si un siervo realizara la oración de todos los habitantes de los cielos y de la tierra, y ayunara el ayuno de todos los habitantes de los cielos y de la tierra, y no comiera al igual que los ángeles, ni vistiera ropa ostentosa, pero hubiera en su corazón una partícula de adoración al mundo, o pidiera cargos, o amara el adorno del mundo, no se acercará a Mí en la otra vida inmortal, y le arrebataré Mi Amor en su corazón.
Mi misericordia y saludos sean para ti, walhamdulillahi rabbil´alamin.”

Publicado por Centro Islámico Marplatense para Islam en Mar del Plata el 1/04/2010 08:41:00 PM

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