viernes, 7 de agosto de 2009

Cronicas desde Palestina II


Segunda cronica enviada por las amigas internacionalistas desde Palestina, esta acompañada de fotos
Kaos. Internacional Para Kaos en la Red 6-8-2009

Susya es una comunidad formada por pocas familias en total unas 400 personas cerca de Hebrón, que fueron desplazadas de su pueblo original donde vivían en cuevas en1986, el lugar donde viven ahora está muy cerca de una colonia declarada ilegal por la ley internacional. Han sufrido varias expulsiones y han reclamado su derecho a permanecer allí donde tenían sus tierras de cultivo y de pasto para el ganado, la Corte Israelí les permitió permanecer en la zona de la que habían sido expulsados pero les denegó el permiso de construir con lo cual se ven abocados a vivir en tiendas.

La zona cuenta con pozos de agua subterránea cuyo acceso tienen prohibido l@s palestin@s y se ven forzados a llevarla en un camión cisterna, debido a la escasez de agua prácticamente no pueden cultivar y muchas familias han tenido que vender parte de su ganado. La carretera que conduce a Yatta en unos diez minutos les está prohibida a l@s palestin@s, incluso en caso de emergencia médica tienen que acceder por otra carretera y les cuesta llegar de una media hora a tres cuartos de hora cuando por la ruta directa a Yatta son unos pocos kilómetros. En la zona de Susya no hay servicios sanitarios, ni escuela, muchas familias solo disponen de un tractor como medio de transporte, las condiciones de vida son durísimas, esto hace que algunas familias vivan separadas, por ejemplo la madre o hermana mayor con los niños, ancianos o enfermos en un pueblo con acceso a servicio sanitario y escuela, y el resto de la familia en Susya haciéndose cargo del ganado.


Se trata de la estrategia utilizada por Israel para continuar con su limpieza étnica en este caso haciendo las condiciones de vida de l@s palestin@s insufribles para forzarles al exilio.


Un compañero y yo tratando de ir de Yatta a Susya caminando nos perdimos, así que fuimos a preguntar a la casa más cercana, a pesar de que no hablaban inglés conseguimos explicar a una familia palestina que nos habíamos perdido, nos ofrecieron una taza de té, el padre nos preguntó algo que al principio no entendimos, finalmente me di cuenta de que nos estaba preguntando si éramos israelíes, la familia creyó que éramos israelíes y a pesar de ello...

Continuamos nuestro camino y llegamos a una carretera, un todoterreno frenó de forma brusca, era un colono, comenzó a gritarnos en inglés “fuera de aquí, aquí no hay sitio para vosotros, esto es Israel es para los israelíes”. Nos llamó nazis, continuó diciendo que había que matar a todos los árabes. La mayoría de los colonos van armados así que retomamos el camino de donde veníamos hasta asegurarnos de que se marchaba, si esto nos sucedió a nosotros imaginaos si hubiera sido un@ palestin@, insisto en que se trata de colonias ilegales, insisto en que esto ocurre en Cisjordania, en Susya las familias requieren acompañamiento internacional porque están sometidas a un constante acoso de estos colonos y soldados. La colonia está muy cerca del lugar y también han instalado una base militar y varios puestos de soldados.

Este año cuando llegué a Susya las ovejas ya no iban a pastar al mismo lugar, los colonos con su acoso, amenazas y agresiones han conseguido reducir todavía más la tierra que pertenece a l@s palestin@s, siento una enorme impotencia, el año pasado los colonos venían cada mañana cuando llevábamos el ganado a pastar, este año no necesitan madrugar porque han conseguido que los palestinos se retiren, han conseguido que el gobierno de Israel ponga nuevos puestos de soldados que hacen el trabajo por ellos. Son como termitas, me resisto a trasladar una visión derrotista, pero los simples hechos me obligan, cada vez oigo más frases por parte de palestinos como: “dentro de un tiempo no existirá Palestina”, o “los palestinos terminarán desapareciendo como los indios en Norteamérica”, la limpieza étnica se esta produciendo ahora, en este mismo momento y la comunidad internacional continúa del lado del aniquilador. Los soldados dicen cosas como que donde estamos es Israel y que los palestinos simplemente son visitantes, cada día les acorralan más y más y percibo que en Susya de alguna manera la ocupación y el ejército han conseguido pasar a formar parte de su paisaje.


El primer día que acompañamos a los pastores, Hisham (nombre inventado) pastoreaba mientras tocaba su flauta, era un placer oírle, hasta que los soldados acudieron y silenciaron la música, impidieron que las ovejas pastaran en su campo, la magia dejó paso a la dura realidad cotidiana. Hisham se resistió a retirar a las ovejas y el soldado le gritó, yo le pregunté a Hisham que qué le estaba diciendo, Hisham con lagrimas de impotencia y rabia asomándole en los ojos, me dijo que el soldado le había amenazado con disparar a su perro, a las ovejas y a él si no se retiraba, también le había pedido que dejásemos de hacer fotos y grabar, no quieren testigos, los soldados no contestan a nuestras preguntas, dicen hablar solo hebreo. Aún así, no me resisto a decirles que esta es tierra palestina, que no tienen derecho a echar a los pastores de sus propios pastos, que son ellos los que sobran porque están ocupando militar e ilegalmente la tierra que pertenece a l@s palestin@s. Llegó un momento en el que uno de los soldados encontró todo el incidente divertido y comenzó a reírse de la situación de Hisham.

Con esta acción hemos ganado tiempo para que las ovejas de Hisham pasten y hemos documentado lo que aquí ocurre permanentemente, pero finalmente Hisham se retira, como lo hacen el resto de pastores cada día.

Esta es una realidad quizá más desconocida, la de la gente del campo y humilde. Me acuerdo de mi abuela también pastora, luchadora, a quien los "guardias" le hacían la vida imposible en la dictadura que le toco vivir.

Cuando los palestin@s nos agradecen nuestra ayuda, les intento transmitir que lo que sucede en su tierra es una agresión a la dignidad, a la libertad y a la justicia de los pueblos, y los pueblos debemos responder juntos, es la única manera de ganarles la batalla.


Dormimos en una tienda que tiene un agujero provocado por el fuego, el fuego que prendieron no hace mucho unos colonos por la noche. La familia nos cuenta que muchas veces vienen con la cara tapada, matan ganado, rompen sus ropas, o como en aquella ocasión intentan prender fuego a la tienda.
Veo estampas que se me hacen inasumibles, dos niños pastoreando y los soldados armados impidiéndoselo, me pregunto qué pasará por la cabeza de estos niños, que a pesar de todo no pierden la sonrisa. Los soldados casi siempre son muy jóvenes, hijos de esta sociedad enferma basada en la estructura militar, el colonialismo y el sionismo. Algunos son altaneros, arrogantes, violentos, otros, sobre todo los provenientes de países árabes, se les vislumbra un halo de mala conciencia, algunos porque no sostienen la mirada, otros porque tratan de convencer o mas bien de autoconvencerse de que no maltratan a l@s palestin@s.

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EL CASO DE SHEIKH JARRAH

Sheik Jarrah es un barrio de Jerusalén Este construido en 1956 por Naciones unidas y el gobierno jordano para alojar a los refugiados palestinos de la guerra de 1948. Sin embargo con el comienzo de la ocupación israelí del este de Jerusalén tras la guerra de 1967, los colonos comenzaron a reclamar la propiedad de la tierra donde fue construido Sheik Jarrah. Los colonos reclaman ser los dueños de esa tierra porque se la compraron a los anteriores dueños otomanos en 1800. En 1972, los colonos lograron lo que reclamaban con el Registro Israelí de Tierras.

Las 28 familias de Sheik Jarrah se enfrentan al desalojo de sus casas. En noviembre de 2008, la familia al-Kurd fue desalojada violentamente, dos semanas después Mamad al-Kurd murió de un ataque al corazón inducido por el estrés.

En 2004 Nadav Shargai de Haaretz (medio de comunicación israelí) informó de que “Un proceso de judaización ha comenzado. La limpieza de la población árabe se hará progresivamente mediante procedimientos legales”

Es indignante que Naciones Unidas no haga nada.

El 2 de agosto de 2009 a las 5:30 de la mañana fuerzas israelíes desalojaron a las familias Hanoun y al-Ghawe.

La policía entró en la casa de la familia Hannoun rompiendo una ventana y bruscamente sacó de la casa a Maher Hanoun, su mujer Nadia y sus tres hijos. La policía separó violentamente a la familia de los activistas internacionales e israelíes que estaban en su casa. De la misma forma procedió en la casa de la familia al-Ghawe.

Los colonos llegaron con un camión y sacaron las propiedades de las dos familias de sus respectivas casas. Las personas que presenciaron lo ocurrido fueron forzadas a permanecer alejadas de las casas al otro lado de la calle.

Testigos presenciales han declarado que las fuerzas israelíes golpearon a un palestino que trató de intervenir cuando la policía gritaba a una anciana palestina. Entre los detenidos hay al menos un activista israelí y siete internacionales.

Maher Hannoun declaró: “A pesar de la condena de la comunidad internacional a los desalojos en el barrio de Sheik Jarrah, el gobierno israelí continúa con su propósito de limpieza étnica en el este de Jerusalén. Mi familia y yo somos refugiados del 48 y ahora nos hemos convertido de nuevo en refugiados. Hemos sido obligados a abandonar nuestras casas para hacer sitio a los colonos en contra de la ley internacional. Los residentes hemos presentado en el juicio documentos de la etapa otomana que descartan las reclamaciones de propiedad sobre las tierras y casas de Sheik Jarrah de las asociaciones de colonos, pero la injusta política de judaización hace que nuestras pruebas legales sean irrelevantes”

Jody McIntyre, activista solidaria británica

“Me desperté con el sonido de un ladrillo rompiendo una ventana, me levanté inmediatamente y fui empujada por las fuerzas israelíes, no me dejaron coger mi silla de ruedas, fueron violentos con todos nosotros. La injusta política del gobierno israelí no está solo escrita en documentos, afecta a familias reales. El gobierno ha convertido a estas dos familias en “sin techo” y su único crimen es ser palestinos en un sistema racista”


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