martes, 29 de septiembre de 2009

Guatemala: Someten a esclavitud a niños y niñas guatemaltecos en México


28 de septiembre de 2009
José Pelicó Pérez (CERIGUA)
Niños y niñas de Guatemala son comprados en este país y llevados a varias ciudades de Chiapas, México, para someterlos a actividades inhumanas y de acuerdo a sus capacidades físicas.
La Auxiliatura de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Coatepeque, Quetzaltenango, con jurisdicción en el sur y la fronteriza marquense con territorio mexicano, iniciará la verificación de la denuncia y se formularán las respectivas recomendaciones a las autoridades guatemaltecas.

De acuerdo con información de entidades humanitarias, de la prensa de San Marcos y del vecino país, facilitadas a Cerigua, la presidencia municipal de Tapachula promovió una reunión entre autoridades y líderes humanitarios, para dar a conocer esta situación y rescatar a las y los menores esclavizados.
Durante la actividad, el vicecónsul de Guatemala en Tapachula, Estuardo Figueroa Rodas, expresó que los tratantes de personas llegan a las comunidades de este país, colindantes con México, con el fin de comprar niños y niñas para explotarlos laboralmente en varios municipios de ese estado.
Actividades, como venta de dulces y cigarrillos, limpiabotas, limpiaparabrisas y disfrazados como payasitos o malabaristas en las esquinas, llevan a cabo obligatoriamente los infantes, que también son inducidos al consumo de droga y a la prostitución en ciudades como Tuxtla Gutiérrez, Huixtla y Tapachula, refiere la información.
La maldad de los tratantes de personas es tan extrema que también compran a niños con capacidades diferentes, pero a precios menores que los demás, a quienes también obligan a realizar tareas de recolección de dinero, señaló el vicecónsul.
En la reunión estuvieron presentes diplomáticos, funcionarios, religiosos y organizaciones internacionales que defienden los derechos humanos, quienes escucharon y testificaron cómo los infantes son sometidos a tratos inhumanos y son llamados niños canguro, por la faena que los obligan a cumplir.
Los “propietarios” de los menores les imponen una tarifa que deben cumplir diariamente, de lo contrario son castigados con crueldad, indicó el vicecónsul guatemalteco Estuardo Figueroa Rodas, quien pidió a las autoridades que ataquen ese fenómeno, que persigan y combatan a los tratantes de personas.

Leer más...

Erdogan: Dirigid la Atención hacia las Armas Nucleares de Israel, No a Irán


28/09/2009
Al Manar

El primer ministro turco ha condenado la insistencia de los países occidentales en el programa nuclear de Irán y ha señalado que el mundo debería dirigir, en lugar de ello, su atención hacia las armas nucleares de Israel. El periódico turco Radikal escribió el domingo que los fuertes comentarios de Recep Tayyip Erdogan contra el programa nuclear de Israel eran similares a su postura adoptada en Davos en enero cuando abandonó un debate con el presidente israelí, Shimon Peres.

Erdogan dijo a los periodistas en Nueva York que el programa nuclear de Irán no está dirigido a “fines militares.” Él señaló que Israel tiene “armas nucleares” y ha utilizado “bombas de fósforo” contra los palestinos en la Franja de Gaza. “¿Por qué todo esto no está en la agenda? Siempre está Irán,” dijo Erdogan. “Si sólo Irán está en la agenda mundial, entonces podemos ser negligentes con respecto a otros temas, como el conflicto de Gaza, que deberían ser abordados,” señaló. A su llegada al aeropuerto de Estambul, procedente de Nueva York, él dijo que durante sus encuentros en la Asamblea General de la ONU y la cumbre de líderes del G-20 en Pittsburg, no había estado en la agenda ninguna opción militar contra Irán. Turquía ha exigido también cuidado en lo que se refiere a la imposición de nuevas sanciones contra Irán y ha señalado que éstas no serían útiles. Se espera que Erdogan visite Teherán el próximo mes para discutir el programa nuclear de Irán con el presidente Mahmud Ahmadinyad. “Yo haré mi viaje a Irán a finales de octubre. Discutiremos problemas regionales, incluyendo el tema nuclear,” dijo Erdogan a la agencia de noticias turca Anatolia. El primer ministro turco excluyó cualquier intento de imponer sanciones contra la industria iraní del gas, señalando que las sanciones serían especialmente problemáticas para su vecino Turquía.

Leer más...

Histórica presentación de Muammar Gadafi en la ONU


A pesar de llevar varias décadas en el poder de Libia, este miércoles se presentó por primera vez en la Asamblea General.

El líder libio, Muammar Gadafi, arremetió este miércoles, en su primera intervención ante la ONU, contra el poder “antidemocrático” del Consejo de Seguridad del organismo, al que instó a transferir sus poderes a la Asamblea General, en la que están representados todos los miembros de la organización.

En un discurso largo y crítico, el líder libio acusó a los cinco miembros permanentes del máximo órgano (EE.UU., Rusia, China, Francia y Reino Unido) de ser los responsables de numerosos conflictos tras la Segunda Guerra Mundial que han causado “millones de muertos”. “Estos países recurren a la guerra y disfrutan del poder de veto. Empezaron guerras que costaron la vida a millones de personas”, aseguró Gadafi en su intervención, durante la que mostró y leyó en varias ocasiones una pequeña copia de la Carta de Naciones Unidas.
Resaltó que los principios de paz e igualdad entre naciones que promulga el preámbulo se “contradice” con el funcionamiento del organismo, al que calificó de “antidemocrático” por dejar las decisiones sobre seguridad y paz en manos del Consejo de Seguridad.
El líder libio resaltó la necesidad de transformar la arquitectura de los organismos multilaterales, a los que calificó de “hipócritas”, por considerar que favorecen a los más poderosos en detrimento de los débiles. “¿Cómo nos podemos sentir felices si el poder está en manos de una decena de países?”, se preguntó el mandatario africano, que se expresó en contra de reformar el Consejo de Seguridad aumentando el número de sus miembros permanentes.
En su lugar, apostó por dar carácter vinculante a las resoluciones de la Asamblea General y trasladar a este foro los poderes del Consejo, que es el único órgano con la capacidad de autorizar el uso de la fuerza. Opinó, sin embargo, que “Latinoamérica debería de tener un sitio permanente” en ese órgano de la ONU.
“El poder del Consejo de Seguridad se debe trasladar a la Asamblea General y debe convertirse en una simple herramienta para implementar resoluciones”, afirmó el líder libio, que se retrasó al iniciar su intervención, de casi 100 minutos, saltándose el protocolo de la cámara al entrar y al salir de ella.
El mandatario, ataviado con el traje tradicional libio que llevaba siluetado el mapa de África en el pecho, utilizó también su larga intervención ante la Asamblea para sugerir que el virus H1N1 podría haberse fabricado en “laboratorios militares” o por las farmacéuticas para vender vacunas.

Pese a sus ataques a los países occidentales, incluido EE.UU., el líder libio tuvo palabras de agradecimiento hacia el presidente estadounidense, Barack Obama, a quien calificó de “nuestro hermano”. No obstante, subrayó que había tenido problemas con Washington para obtener visados para su delegación, y relató que su médico personal no había logrado ese documento para entrar en EE.UU. El líder libio intervino en la Asamblea después de que lo hiciera Obama, que estuvo acompañado de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, y de su embajadora ante la ONU, Susan Rice, que no se quedaron a escuchar a Gadafi.
Gadafi, además, propuso aliviar a Estados Unidos de albergar en su territorio a Naciones Unidas y que la organización multilateral, que tiene su sede central en Nueva York desde hace más de sesenta años, se traslade a otro lugar del mundo.
Tras sus críticas al Consejo de Seguridad, a los países occidentales y a EE.UU., en particular, pidió que sean llevados ante los tribunales de justicia “quienes han cometido crímenes en masa contra los iraquíes” y que se abra una investigación sobre la guerra de Afganistán.
También pidió que se averigue quien asesinó al presidente John F. Kennedy o que se excarcele al ex hombre fuerte de Panamá Manuel Antonio Noriega, además de asegurar que no tiene “nada contra los judíos”, y que un día “ellos pueden necesitar a los árabes”.

Leer más...

Intervención de Hugo Chávez Frías ante la 64° Asamblea General de las Naciones Unidas


25 DE SEPTIEMBRE DE 2009
por Hugo Chávez Frías

Señor Presidente,
estimados amigos,amigas,jefes de Estado,jefes de gobierno,
cancilleres y demás amigos y amigas,ciudadaños del mundo que se congregan aquí como todos los años, en esta reunión de tanta importancia para el mundo.
Me da mucho gusto volver a Nueva York, volver a Naciones Unidas después de varios años, y agradezco mucho toda la cooperación, toda la manera como han recibido a nuestra delegación.

Estuvimos anoche, por cierto, en el teatro Lincoln viendo una película. Una película hecha por Oliver Stone en estos últimos meses o a lo largo de este año. Una película cuyo título mueve ya a reflexionar, a pensar. Esa película se llama "Al sur de la frontera". Allí ustedes podrán ver al presidente Evo Morales masticando coca junto a Stone, y, como dice el presidente Morales: "La coca no es cocaína". Ahí podrán ver a Cristina, la presidenta argentina, y el carro del general Perón, y sus reflexiones sobre lo que hoy acontece en Suramérica, en América Latina. Ahí podrán ustedes ver a Lula, el presidente del Brasil, en la Guajira venezolana inspeccionando junto con nosotros núcleos productivos que estamos levantando con lo pueblos indígenas de le Guajira, explotados durante siglos. Ahí podrán ver ustedes también el presidente Fernando Lugo, obispo, teólogo de la liberación y, como el mismo lo dice, viviendo ahora en la residencia que ocupó durante muchos años Stroessner, y cómo un obispo ahora llegó a Presidente. Ahí podrán ver a Rafael Correa, el presidente ecuatoriano, en La Habana junto con el presidente Raúl Castro. Podrán ver a Fidel. Podrán ver incluso a Obama en Trinidad conversando con un grupo de nosotros, con la maño extendida y la sonrisa abierta.
Creo que es una interesante película, de las tantas que ha hecho ese gran cineasta de Estados Unidos, que es Oliver Stone. Ya había hecho una de Fidel... idos de Fidel!: "Loocking for Fidel" y "El Comandante".
En esa película, Señor Presidente, hay muchos códigos, muchos códigos que pudieran ayudarnos e descifrar los enigmas del tiempo que vivimos. Anoche, después de la película, nos quedamos un rato conversando con un grupo de personas de Estados Unidos y de otras partes del mundo. Y fue muy aleccionador ese contacto, y muy sintomático de la importancia que tiene lo que llama Fidel Castro "la batalla de las ideas". Una Señora se me acerco, una Señora ya de unos 50 y tantos años, y me dijo: "Yo estoy muy feliz...". Ella medio habla español, es norteAméricana y muy blanca, la típica ciudadana, pues, nacida por estas tierras, y me dijo: "Yo estoy muy feliz...". Yo le pregunto por qué: "Porque ahora me doy cuenta, después de haber visto esta película. Yo pensé que usted era malo, muy malo...". Esa persona es víctima del bombardeo mediático, del bombardeo ideológico que cae de manera inclemente sobre este país, sobre Estados Unidos y sobre el mundo, tratando de invertir la realidad, de poner el mundo al revés, como dice Eduardo Galeano.
"Al sur de la frontera" se llama esa película. Yo me valgo de esa ocasión y de ese titulo, "Al sur de la frontera", para decir que allá, al sur de la frontera hay una Revolución. Hay una Revolución en Suramérica, hay una Revolución en América Latina, hay una Revolución en el Caribe. Es necesario que el mundo lo vea, lo asuma y lo acepte, porque es una realidad que no va a cambiar. Además, habría que decir, Señor Presidente, que es una Revolución que trasciende lo ideológico, una Revolución hasta geográfica, geopolítica. Es una Revolución de los tiempos, es histórica, tiene raíces muy profundas. Es una Revolución moral, espiritual, total. Es la Revolución necesaria, así lo creemos nosotros. Es grande esa Revolución, es una gran Revolución, y va a seguir creciendo a medida que pasen los días, a medida que pasen los meses, a medida que pasen los años. Es grande. ¿Por que es grande? Es grande por el tiempo que carga por dentro, son siglos, sin siglos que se convirtieron en un solo tiempo; es grande por el espacio que abarca... Yahya Yammeh, te espero allá, en Margarita, presidente de Gambia, ponte el aparatico aquí. Okey. iViva el África!’
Yo no voy a hablar más que Gaddafi...
Gaddafi hablo por todos...
Ese aplauso es para Gaddafi y su discurso. Tampoco voy a hablar menos que Obama, ni que Lula... Pasen, pasen los que están llegando.
Bueno, esa Revolución es grande por el tiempo, decía yo. El tiempo acumulado, tiempo acumulado. Son siglos acumulados de batalla, de lucha, de esperanza, de sufrimiento de millones y de millones de seres humanos de la América Latina y del Caribe. Es una Revolución grande en el espacio que va ocupando. Es grande la Revolución por las profundidades en las que se hunde. Es grande esa Revolución por las masas de pueblo que se suman a ella. Nadie pretenda frenarla, nadie. Nadie podrá frenarla. Ayer lo dijo el presidente Morales, ese gran compañero, ese gran líder indígena, aymara, Evo Morales, y lo dice también en la película. Que no se vayan a perder "Al sur de la frontera". Me dijo anoche Oliver Stone que ya estaban presionando para que no la viera el pueblo de Estados Unidos, iVaya, que la libertad de expresión! ¿Dónde anda, pues? Es apenas una película, ¿Quién va a tener miedo a una película? Pero ya empezaron las presiones de los monopolios que manejan el cine y las salas de cine. Todo eso son monopolios, presionan... pero la película va a correr por ahí. Afortunadamente estamos en la era de la informática, las telecomunicaciones. Ya no depende de las salas de cine que manejen los monopolios.
Lo dice Evo en la película, hablando con Oliver Stone y recordando la frase que lanzo un gran Líder aymara —su tatara-tatarabuelo— que fue asesinado, como millones fueron asesinados, por la invasión española, portuguesa, inglesa, europea, pues, a este continente. ¿Saben ustedes...? Yo se que lo saben: cuando llegaron los barcos europeos a estas tierras de América vivían cerca de 90 millones de aborígenes, 200 años después quedaban cuatro millones, cuatro: ¡Uno de los mas grandes genocidios que en la historia han sido! El genocidio del continente, del Abya Yala, como la llamaban y la siguen llamando nuestros aborígenes.
Pues Evo repite la frase de aquel líder aymara que descuartizaron, le amarraron un caballo en este brazo, otro caballo en este, otro caballo en una pierna y otro caballo en la otra y halaron y halaron y halaron y el indio morfa y lanzo una profecía: "Hoy muero —dijo Tupac Catari— hoy muero pero algún día regresare hecho millones". ¡Ha regresado Tupac Catari! Somos millones, somos millones y nada ni nadie podrá detener...
Nada ni nadie podra detener la gran Revolución suramericana, latinoamericana y caribeña. Yo creo que el mundo debería apoyarla. Estados Unidos debería apoyar esa Revolución, Europa debería apoyar esa Revolución porque esa Revolución —no se han dado cuenta algunos hermanas y hermanos— es el inicio del camino a la salvación de este planeta, a la salvación de la especie humana amenazada por el capitalismo, por el imperialismo, por la guerra, por el hambre. Es la Revolución necesaria, "el Nuevo Mundo" nos llamaron desde hace siglos, si. El mundo nuevo, pudiéramos llamarlo hoy invirtiendo los factores, el mundo nuevo esta naciendo.
Bueno, Señor Presidente, esta prendida la luz verde todavía.
No, llevo apenas dos minutos; además van llegando, van llegando, van llegando. Bienvenidos, estaban almorzando, el trafico... Nueva York es duro a esta hora.
Hace ñaños —estábamos recordándolo ayer en la noche— me invitaron a una reunión, una conversación, un grupo grande de Líderes; y mas que grande importante, grandes por ellos mismos. Líderes sindicalistas estadounidenses, un grupo de sindicatos. Por ahí están, están quejándose algunos trabajadores de una fábrica de galletas, que no les pagan, tienen una huelga y me dijo uno de ellos: "¿Por que usted no compra esa empresa?". Le dije: bueno a ver, a ver: ¿y la volvemos empresa socialista? Pudiera ser, si Obama me autoriza yo... esa empresa se pudiera comprar y volverla... dársela a los trabajadores, que ellos hagan las galletas, que ellos distribuyan las galletas, que no sigan explotándolos dos o tres capitalistas; ¿ven? Eso es el socialismo, ese es el camino a la salvación de este planeta: el socialismo.
Ayer me preguntaba algún periodista no se donde, por allí, después de la película hubo un dialogo allí, como un foro, y me preguntaban: "Bueno, ¿Usted defiende el socialismo y como, si fracaso la Unión Soviética?". La respuesta es muy sencilla: la Unión Soviética se desvió desde temprano y nunca hubo socialismo en la Unión Soviética, ¡En verdad nunca hubo socialismo en la Unión Soviética!; este siglo, el XXI, será el siglo del socialismo. El socialismo, la especie humana. Bueno, Einstein... han leído ustedes, seguramente, a Albert Einstein y fue Einstein por cierto el que convenció a aquel presidente norteamericano de que fabricara la bomba atómica, que iniciara las investigaciones antes de que los nazis lo hicieran. Después Einstein se arrepintió, cuando vio el desastre de Hiroshima, el desastre de Nagasaki.
Pero Albert Einstein, después de muchos años, científico profundo, de los mas grandes científicos que han vivido en esta Tierra concluyo —y esta escrito de su puno y letra— ¿Por que socialismo? Einstein concluyo que el único camino para que la especie humana pueda- vivir en este planeta es el socialismo; el capitalismo es el camino de extinción de la especie humana, nosotros como especie apenas tenemos... ¿que?, 150 millones de años, por ahí anda Fidel, tiene las cifras muy claras, pero cuando la vida nació aquí, hace mas de 3 mil millones de años, que la vida nació en este planeta, solo ustedes anótenlo por ahí y piénsenlo, pensemos, usemos esto: la vida nació aquí en el planeta hace mas de 3 mil millones de años, pero nosotros, la especie humana apareció hace menos de 300 millones de años, ni siquiera el 0,01 por ciento del tiempo, del tiempo en que ha habido vida en este planeta. ¿Ahora que? ¿Llegamos aquí para acabar este planeta? ¿Lo vamos a acabar?
Ayer oíamos aquí a Obama, pasando por Lula, Sarkozy, Gaddafi, Cristina, todos clamando por un cambio. ¿Cual es el cambio? En el capitalismo no hay cambio posible, no nos caigamos a mentiras, solo por el socialismo lograremos los cambios verdaderos y la revolución que hay en América Latina tiene de todo, y tiene una profunda carga socialista, socialista como decía Mariategui, el gran pensador peruano, es un socialismo indoamericano, es un socialismo nuestroAméricano es un socialismo martiano, es un socialismo bolivariano, es un socialismo nuevo, no es calco ni es copia de nada, no hay catálogos para hacer el socialismo, hay que inventarlo, es creación heroica, dice el mismo Mariategui.
Pero recordábamos ayer que un presidente norteamericano, es decir, más bien estadounidense, poco antes de que lo asesinaran había dicho, y esta escrito, fue un discurso ante el Congreso de los Estados Unidos. Dijo John Kennedy: "Allá en el Sur hay una Revolución. Y la causa principal es el hambre". A los pocos días lo asesinaron. No era un revolucionario John Kennedy, pero era inteligente, era inteligente, como inteligente creo que es el presidente Obama. ¡Ojalá pueda! ¡Dios libre a Obama de las balas que mataron a Kennedy! ¡Ojalá Obama logre virar, virar, virar de verdad!
Lograr un viraje. Ayer hablo aquí... ¡Ya no huele a azufre aquí! ¡Ya no huele a azufre, no huele, no huele!
No, huele más bien a otra cosa, huele a esperanza y hay que poner el corazón a la esperanza.
Nosotros no podemos acabar con este planeta, hermanos.
Bueno Kennedy lo había dicho: hay una Revolución en el Sur. Y también agrego: "Los que le cierran el camino a las Revoluciones pacíficas, al mismo tiempo le están abriendo el camino a las Revoluciones violentas". Eso lo dijo John Kennedy, ustedes podrán conseguirlo por internet, que ahora se consigue todo por internet. Los que le cierran o pretenden cerrar el camino.
María Fernanda Espinosa —un beso, embajadora—, ecuatoriana hermana, tenía días que no te veía. Desde aquí saludamos a Correa, al presidente Correa, ella fue canciller de Ecuador comenzando la Revolución Ciudadana, allá va la Revolución Ciudadana con Correa al frente, el pueblo ecuatoriano, el pueblo de Manuela Sáenz, también de Bolívar, de Eloy Alfaro: pueblo enorme. Y pueblo grande en Bolivia y en toda esa tierra.
Bueno, pretenden algunos cerrarle el paso a nuestra pacifica Revolución, allá viene otra mujer valiente, Patricia Roda, la canciller de Honduras, pido un aplauso para esa valiente mujer centroamericana, del pueblo de Morazán.
¡Viva Honduras! ¡Viva Morazán!
¡Que viva la dignidad de los pueblos!
A la una de la tarde en punto yo estaba preparando estas notas, me falta poco Señor presidente. No me vaya a lanzar un zapatazo alguien aquí.
El canciller cubano se quito el zapato para lanzarlo. Anoche cargaba Danny Glover unos zapatos que son como de goma, si me vas a lanzar lánzame uno de los de Danny Glover.
Fíjate, hable con Manuel Zelaya a la una en punto, recuerdo que era la una en punto y terminamos a las trece y trece.
Bueno allá esta, mientras nosotros estamos aquí, compañeros, compañeras del mundo; allá esta un presidente firme, digno, que logró —con un pequeño grupo de casi mártires— burlar la vigilancia de los golpistas, la represión; y le llego a la plaza Morazán, en Tegucigalpa, a los golpistas que tienen tomadas todas las carreteras, ¡todas! ¡todas! Tienen un ejercito completo, es decir, es como si hubieran invadido Honduras pero es su propio ejercito. ¡Que indignidad! Desde aquí les hago un llamado —yo que soy soldado, pero soy soldado Revolucionario— a los soldados de Honduras! ¡A los hijos de Morazán! Que no sigan reprimiendo a ese pueblo inocente.
Bueno, mientras estamos aquí esta Manuel Zelaya, el presidente de Honduras, en la embajada de Brasil, que le ha dado refugio. La embajada esta rodeada, según me dijo el mismo Presidente, por mas de 200 soldados, desalojaron a plomo, ¡a plomo!, ¡de la manera mas brutal!, ¡es la era de las cavernas que pretende volver! ¡No volveran! ¡Esos golpistas serán barridos por el viento de la historia nueva! ¡Tengan ustedes la seguridad! ¡No se impondrá el golpe de Estado ni las fuerzas retrogradas, ni en Honduras ni en ningún otro país de esta América! ¡Ahí está un pueblo que tiene ya noventa días en las calles resistiendo!
Resistiendo y resistiendo. Bueno, allá esta un presidente firme con un grupo de compatriotas, con su esposa, la primera dama; no les dejan pasar comida, les cortan el agua a cada rato, tienen una cisterna que alguien trajo. Esta madrugada consiguieron en una casa vecina, en el techo de una casa vecina, equipos de intercepción telefónica —me dijo el Presidente— de marca Israelí, de ultima generación. Israel reconoció a ese Gobierno golpista, creo que es el único Gobierno en este mundo que lo ha reconocido. Tienen equipos de perturbación dirigidos a la mente, tratando de causar pánico en las pocas personas que están dentro de la embajada de Brasil; amenazan con incursionar en la embajada de Brasil.
Ayer me dijo el Presidente: "Hugo —al menos que el sepa— tres muertos mas", ahí, en las inmediaciones de la embajada de Brasil, y el Presidente llamando al dialogo para retomar el camino de la democracia. Desde aquí vaya nuestra mas grande solidaridad al pueblo de Honduras y al presidente Zelaya, y pedimos que se cumpla la resolución de Naciones Unidas, la resolución de la Organización de Estados Americanos.
Ahora, el Gobierno de Estados Unidos —cosa rara— no ha reconocido que hubo un golpe de Estado militar. Esto me lo explico hoy el presidente Zelaya: hay ahí una pugna entre el Departamento de Estado y el Pentágono.
Ayer venia leyendo un libro de Juan Bosch, ese insigne y gran dominicano derrocado por el imperio, aquel buen libro que se llama El Pentagonismo... Yo recomiendo ese libro. El Pentágono, ahí está la cueva imperial. El Pentágono no quiere a Obama, no lo quiere. No quiere cambios. Quieren dominar al mundo con sus bases militares, sus amenazas, sus bombas, sus soldados invasores. El Pentágono esta detrás del golpe de Honduras.
Al presidente Zelaya lo sacaron de su casa, de su cama una madrugada, el 28 de junio. Lo montaron a un avión soldados hondureños, comandados desde la base militar que Estados Unidos tiene en Palmerola. El avión despego de Tegucigalpa y aterrizo en la base de Palmerola. Ahí tuvieron al Presidente un tiempo determinado y de ahí decidieron llevarlo a Costa Rica. Los militares norteamericanos que están en Honduras sabían del golpe y lo apoyan, y apoyan a los militares de Honduras. He Ahí las contradicciones en Obama y más allá de Obama.
A veces uno dice: ¿Será que hay dos Obama, el que hablo aquí ayer y otro, un doble?, ¿El que apoya el golpe en Honduras o el que permite que sus militares apoyen el golpe de Honduras? Preguntas que dejo para reflexión. ¿Habrá dos Obama o habrá un Obama? Ojalá se imponga el que ayer vimos aquí y el que oímos aquí. ¡Ojalá! El mundo lo necesita, el mundo clama por eso.
Bien, ahora ¿Cual es el fondo del golpe en Honduras?
Tiene que ver con todo lo que estamos hablando aquí. Es la Revolución del Sur, es una Revolución que ya no es la Revolución aquella de las columnas guerrilleras, heroicas de la Sierra Maestra, heroicas de allá arriba, en la montaña alta de Bolivia donde andaba Ernesto Guevara, el Che. No, ya no es ese tipo de Revolución. Esta Revolución es otra, ya no brota en las montañas con focos guerrilleros, no; brota de las ciudades, de las masas. Es una Revolución de masas, pero es pacifica y quiere seguir siendo pacifica; es democrática, profundamente democrática.
No le tengan miedo a la democracia... y estoy parafraseando a Noam Chomsky en otro maravilloso trabajo que yo no conocía, conseguí ese libro en Madrid hace pocos días. Fui a visitar a mi amigo, el Rey de España, sobre todo porque viene una cumbre, ahora en Portugal, iberoamericana, y le dije: "Bueno, yo voy a ir si no me mandas a callar, porque...". El me dijo: "No, no, no te voy a mandar a callar...". "Bueno, entonces voy". Somos grandes amigos del rey don Juan Carlos. Después fui a una librería, La Casa del Libro, en Madrid, se las recomiendo; ahí conseguí el libro de Chomsky El miedo a la democracia. Leamos ese libro, El miedo a la democracia.
Las elites les tienen miedo a los pueblos, les tienen miedo a la verdadera democracia a la que Abraham Lincoln, ese otro mártir, definió muy clarito con tres conceptos, democracia: gobierno del pueblo, gobierno por el pueblo y gobierno para el pueblo. No es el gobierno de la burguesía, el gobierno de la elite, y cuando surgen los pueblos entonces sueltan a los gorilas. Eso es lo que ha pasado en Honduras, y es lo que paso en Venezuela en el 2002, y fue lo que paso en Brasil con Joao Goulart, y lo que paso en Dominicana.
¿Por qué no le permitieron durante el siglo XX al pueblo de América latina y Caribe construir su propio destino? No nos lo permitieron. Este siglo es el siglo nuestro. Este siglo en América Latina y el Caribe nosotros construiremos nuestro propio camino, ¡Y nadie podrá evitarlo!, pero nadie podrá evitarlo.
El imperialismo, el imperialismo, el imperialismo. Tiene que acabarse el imperialismo. Uno se pregunta a veces... yo una vez le preguntaba a Lula que seria de América hoy, la Latina, la nuestra, si Estados Unidos, los gobiernos de Estados Unidos no hubiesen metido sus garras en Nuestra América para imponer un modelo, cercenando a sangre y fuego la esperanza y la lucha de muchos pueblos, de millones, apagando las luces del amanecer.
Yo nacía en 1954, Fidel estaba preso ya, y en Guatemala estaban cayendo bombas. Invadieron Guatemala: Jacobo Arbenz Guzman; y así... Bahía de Cochinos... solo que allá se estrellaron, y ahí esta Cuba Revolucionaria, Cuba digna pero bloqueada... Obama: levanta el bloqueo a Cuba, ¿que vas a esperar?, se consecuente con lo que estás diciendo.
Obama dijo ayer —aquí lo tengo anotado—, Obama dijo ayer —aquí tengo anotado a Lula que hablo antes que Obama, y después anote lo de Obama—, que no se le puede imponer a ningún pueblo sistema político alguno, que hay que respetar a cada pueblo y su soberanía. Bueno.
Bueno, es el miedo a la democracia, porque tal cual ocurrió en Honduras, es el miedo al ALBA, a la Alianza Bolivariana que surge como mecanismo de integración nuevo, novedoso, solidario y que hemos conformado la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, los gobiernos y países de Cuba, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y Granadinas. Nos atacan, pretenden detenernos... ¡pues no lo van a lograr!
El Mercosur, la Unasur, todo esto esta naciendo y es parte de la Revolución geográfica, geopolítica, histórica, la gran Revolución latinoamericana.
Bien, en ese mismo orden, señor Presidente, están las siete bases militares que Estados Unidos va a instalar en Colombia. Obama dijo ayer, aquí lo tengo, Obama habló de cuatro pilares —ustedes lo recuerdan—, bueno, vamos a cumplir eso: yo le tomo la palabra, le tomamos la palabra al Presidente de los Estados Unidos: no proliferación nuclear, de acuerdo; comiencen ustedes destruyendo todas las armas nucleares que tienen, ¡destrúyanlas, pues!, ¡háganlo!
El segundo pilar de Obama es... el primero era no proliferación, el segundo: promover la paz. Bueno, presidente Obama, busquemos la paz en Colombia, en la querida y hermana Colombia, en Colombia hay una guerra civil, ¡ah!
Yo recuerdo que se lo comente delante de Lula a Obama, allá en Trinidad y Tobago, en la Cumbre de las Américas: busquemos la paz en Colombia, si se logro la paz en Centroamérica, se logro la paz en Guatemala. Yo, cuando era militar activo, estuve en Guatemala: era guerra lo que había, era guerra, miles y miles de muertos, desaparecidos. Y en El Salvador, Nicaragua. Y ahí esta Daniel Ortega de nuevo en el Gobierno, después de casi 20 años, lo ha traído de nuevo el pueblo sandinista.
Lo que es del cura va para la iglesia. Ahí esta el Farabundo Martí y el pueblo de El Salvador: llevaron al presidente Funes a la presidencia de esa república hermana. Si se logro la paz —Ahí esta el presidente Arias, por aquí lo estoy viendo—, si se logro la paz en Centroamérica, ¿Por qué —¡Dios mío!— no se podrá lograr la paz en Colombia? Es una de las cosas que yo mas quiero y anhelo en mi vida, porque yo soy venezolano pero me siento colombiano, la Colombia de Bolívar, la Colombia de Miranda, nuestra Colombia.
¡Ah!, y entonces el presidente Obama, ¿Será que piensa buscar la paz, su segundo pilar, con siete bases militares mas en Colombia? Esas siete bases militares son una amenaza no solo para la paz posible en Colombia, sino para la paz en Suramérica; razón tenemos los gobiernos de América del Sur para haber expresado cada uno con su estilo y con su intensidad nuestra gran preocupación por la instalación de esas siete bases militares gringas en territorio colombiano; aquí lo denuncio y lo señalo, y le pido a Obama, al presidente Obama que reflexione y que imponga sus pilares, promovamos la paz.
Naciones Unidas pudiera designar una comisión de paz en Colombia, Venezuela está a la orden para cooperar, como estoy seguro todos los países que queremos paz, no queremos mas guerra entre nosotros. Bueno, voy a pasar esta página, y esta otra.
Fíjense, hay otro tema que Fidel toca en las reflexiones del 21 de septiembre, ¿ven? Y que tiene que ver con el cambio climático, yo voy a tomar dos minutos, Presidente, para insistir en este tema, hay gente que cree que no, que ésta es una preocupación metafísica de unos intelectuales. No, no, no: estamos acabando el planeta, estamos acabando, como dice un buen periodista venezolano: "Esta nave espacial donde viajamos nosotros". Esta es como una nave espacial, y estamos acabándola.
Vean lo que dice Fidel aquí, voy a leer, permítame Presidente, Fidel dice, en la reflexión llamada Una especie en peligro de extinción, del pasado 21 de septiembre, dice, voy a leer aquí:
"En la conferencia internacional sobre el medio ambiente convocada por la Organización de Naciones Unidas en Rio de Janeiro —eso fue en 1992, porque yo estaba preso, lo recuerdo clarito— afirmé como jefe entonces del Estado cubano lo siguiente: una especie está en peligro de extinción: el hombre. Cuando pronuncie y fundamente aquellas palabras recibidas y aplaudidas por los jefes de Estado allí presentes, incluido el presidente de Estados Unidos, un Bush menos tenebroso que su hijo George W., estos creían disponer todavía de varios siglos para enfrentar el problema. Yo mismo no lo veía en fecha tan cercana como 60 u 80 años. Hoy se trata de un peligro realmente inminente y sus efectos son ya visibles, la temperatura promedio ha crecido 0,8° centígrados desde 1980, —estos son datos científicos— según el Instituto de Estudios Espaciales de la NASA". ¡0,8° en los últimos 30 años!
Sigo leyendo a Fidel:
"Las ultimas dos décadas del siglo XX fueron las mas calurosas en cientos de años, la temperatura de Alaska, el oeste canadiense y el este de Rusia han subido a un ritmo que duplica al promedio mundial, el hielo del Ártico esta desapareciendo rápidamente y la región puede experimentar su primer verano completamente libre de hielo tan pronto como en el año 2040. Los efectos son visibles en las masas de hielo de mas de dos kilometres de altura que se derriten en Groenlandia, los glaciares de Suramérica, desde Ecuador hasta el Cabo de Hornos, fuentes fundamentales de agua y la gigantesca capa de hielo que cubre la extensa zona Antártida.
Las actuales concentraciones de dióxido de carbono han alcanzado el equivalente a 380 partes por millón, cifra que supera el rango natural de los últimos 650 mil años".
Estamos acabando el planeta, démonos cuenta, tomemos conciencia y actuemos, como ayer reclamaba el presidente Lula.
Lula decía: "Para el cambio climático no hay voluntad, los países mas desarrollados no quieren tomar decisiones".
Obama dijo que sí, que ahora sí Estados Unidos va a tomar decisiones. Hazlo, Presidente, hazlo, pero pasa de las palabras a los hechos, salvemos al planeta, salvemos la especie humana.
Ojala de la cumbre próxima que hay en Dinamarca, en diciembre, salgan decisiones pero verdaderamente contundentes.
Venezuela esta a la orden para sumarse a esas decisiones, y hace un llamado, hacemos un llamado desde Venezuela para tomar decisiones, cada quien proporcionalmente a sus responsabilidades.
Ahora, ¿Cuál es la causa fundamental de la contaminación? El hiperconsumo, el hiperconsumo. Estamos consumiendo las reservas de petróleo y de gas, de hidrocarburos que se acumularon durante miles de años, las estamos consumiendo en un siglo, en menos de un siglo.
Pues bien, y esto tiene que ver con la economía, no voy a leer esto, Presidente, no.
Solo voy a referirme al informe Stiglitz, yo invito a que se analice, invito a que se analice. Ayer oíamos al Presidente de Francia. Gracias a el existe este informe y esta comisión. Pero fíjense nada más que esto, nada más que esto: el informe tiene 12 recomendaciones de la Comision Stiglitz, evaluémoslas porque creo que apuntan hacia el fondo, aun cuando no cuestionan el modelo capitalista, nosotros los socialistas lo cuestionamos; pero bien, discutamos, busquemos soluciones de consenso para la coyuntura y luego para el mediano y largo plazo.
Aquí dice el informe por ejemplo, en sus recomendaciones:
"1.- Referirse a los ingresos y al consume para evaluar el bienestar material.
2.- Privilegiar el punto de vista de las familias.
3.- Tomar en cuenta el patrimonio.
4.- Otorgar una mayor importancia a la distribución del ingreso, mas allá de los promedios.
5.- Ampliar los indicadores a las actividades no comerciales. Aquí dice, por ejemplo: "...ciertos servicios tales como cuidado de los niños, el aseo del hogar, trabajos de albañilería, plomería y carpintería, etc., solo figuran en las cuentas nacionales si son efectuadas por un asalariado". Ustedes saben que se refiere a la manera de contabilizar el producto interno bruto, que son mecanismos meramente capitalistas. Por aquí dice el informe lo siguiente, y es cierto: "El producto interne bruto sube con el trafico, pues mientras la angustia de la población sube, mientras la infelicidad de los transeúntes y los mismos pasajeros en el trafico sube, mientras se pierde tiempo valioso en el trafico, el PIB sube".
Aquí dice el punto 12: "Establecer una batería de indicadores vinculados al medio ambiente, al cambio climático...", hablando de la economía, pues, hablando de la economía. Este informe aparece en buena hora. Tomémoslo y sobre todo los gobiernos, y sobre todo los gobiernos de los países mas desarrollados... creo que hoy están en Pittsburgh reunidos. No los Piratas de Pittsburgh, sino... ojala que no sean. No, no son los piratas, son los presidentes de los países del Grupo de los 20 discutiendo. Mañana le preguntaré a Lula y a Cristina como quedó la reunión, porque ellos van por Caracas mañana, por Margarita a la Cumbre de África con América del Sur.
La economía, la economía, la economía. Nosotros decimos socialismo, pero discutamos, discutamos los indicadores, discutamos los modos, discutamos las maneras de producción. Como decía ayer el presidente Obama en su cuarto pilar: "Necesitamos una economía al servicio del ser humano". Bueno, Obama, eso se llama socialismo. Obama: vente para el socialismo, te invitamos al "eje del mal", Obama, vente para "el eje del mal", y vamos a construir una economía de verdad al servicio del ser humano. Eso no es en el capitalismo. En el capitalismo es imposible. El capitalismo beneficia a una minoría y excluye a la mayoría, y además destroza el ambiente, destroza la vida. Ese es el capitalismo.
Buen bien, finalmente, Presidente... yo creo que llegue a diez minutos ya...
Lula, Lula, finalmente, voy a terminar con Lula, con una frase de Lula ayer, el primer orador de esta Asamblea General: "No hay voluntad política", dijo Lula, ya lo comente. Yo agregaría..., porque conozco a Lula y exactamente se lo que el nos dijo: esta llamando a todos a que incrementemos la voluntad política. Nosotros, a diferencia de otros espacios de gobierno que dudan, que no quieren cambios a pesar de la crisis terrible que vivimos, nosotros en el sur de América tenemos una gran voluntad política — hablo por Venezuela y se que también por Suramérica, por América Latina— , una grandísima voluntad política para el cambio verdadero.
Recomiendo este libro de Istvan Meszaros, un gran filosofo y pensador húngaro, profesor en Londres desde hace mucho años en varias universidades, Mas allá del capital. Hacia una teoría de la transición. Creo que es uno de los más grandes escritos del siglo XX, una renovación de la teoría socialista. Por aquí dice Meszaros en una de sus interesantes paginas esta frase que es tomada de ese otro grande que se llamo Karl Marx... no le tengamos miedo a Karl Marx, ese fue Einstein de la política. Lo satanizaron. ¿Cuanta razón en cuantas cosas tiene Karl Marx? Tomando a Marx dice Meszaros en este libro lo siguiente: "Las crisis son entonces la conminación general, que apunta mas allá de la presuposición, y el apremio que conduce hacia la adopción de una forma histórica nueva". Necesitamos eso: una forma histórica nueva. Hace años se esta hablando de un nuevo orden, y lo que tenemos es el viejo orden moribundo.
Necesitamos que nazca el nuevo orden, la forma histórica nueva, una forma política nueva, una forma mundial nueva. Ayer Gaddafi lo dijo aquí, una nueva institucionalidad, una nueva economía, una nueva sociedad; pero verdaderamente nueva, un mundo nuevo, pues.
Ahora yo creo que dijo Lula también ayer, y termino a las 10 y 10 de la mañana: "Tenemos que ser los parteros de la historia". De acuerdo, y yo agregaría al compañero Lula: el parto ya comenzó. No es un parto futuro, el parto esta presente. Seamos como dijo el compañero Lula, parteros y parteras de la nueva historia. Por encima de los sepultureros, pujemos en este planeta para que nazca esa nueva historia, ese tiempo nuevo, ese mundo pluripolar libre y nuevo, esa economía al servicio de los humanos y no de las minorías, ese mundo de paz, pues.
Yo, cristiano al fin, lo dijo Cristo un día, cuando dijo: "Mi reino no es de este mundo", será del mundo futuro, el reino del amor, entre nosotros donde realmente vivamos como hermanos y como hermanas.
Fíjense que el domingo pasado hubo en La Habana (y voy a guardar los libritos. Los guarde y voy a terminar), en La Habana, en la Plaza de la Revolución hubo un gran concierto, el Concierto por la Paz, y Ahí fueron desde Miguel Bose, Juanes, Olga Tafion, cantores cubanos, y estaba allí Silvio Rodríguez, el gran Silvio. Le cantaron al mundo. Algunos se volvieron locos aquí, en Miami, y salieron a destrozar los discos de Juanes, ese gran colombiano, solo por el hecho de que fue a cantar a la Plaza de la Revolución. Hasta donde llega la locura de algunos... Afortunadamente esa es una minoría. Bueno, Ahí Silvio con su guitarra lo canto seguramente, "La era esta pariendo un corazón". Y en su canción "Cita con Ángeles" él termina diciendo así: "Tun tun tun tun, tun, seamos un tilín mejores y un poco menos egoístas".
¡Saludos!
Muchas gracias, Presidente.

Leer más...

El general Beg acusa a Blackwater de haber asesinado a Hariri y Bhutto por orden de Washington


En una entrevista transmitida el 20 de septiembre de 2009 a través de la televisión pakistaní, el general Mirza Islam Beg acusó a Estados Unidos de haber ordenado los asesinatos de la primera ministro pakistaní Benazir Bhutto y del ex primer ministro libanés Rafic Hariri.

El general pakistaní precisó que ambas operaciones fueron ejecutadas por la firma privada Blackwater (que actualmente responde al nombre de Xe).
El general Beg fue jefe del Estado Mayor interarmas pakistaní de 1988 a 1991. Sirvió en aquel momento bajo las órdenes del presidente Ghulam Ishaq Khan y de la primera ministro Benazir Bhutto, que cumplía por entonces su primer mandato a la cabeza del gobierno pakistaní (Ver foto).
Junto a Mumtaz Bhutto, Elahi Bux Soomro y el general Gul, el general Beg se ha esforzado por dar a conocer en Pakistán los análisis de Thierry Meyssan sobre los hechos del 11 de septiembre y se mantiene muy activo en la vida política como presidente de la Foundation for Research on International Environment National Development and Security.

Leer más...

Irán pide a Occidente no interferir en los asuntos de la AIEA


28 de septiembre de 2009

El vocero del Ministerio del Exterior de Irán, Hassan Qashqavi, pidió a los países occidentales que no interfieran en los asuntos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), reportó la agencia semioficial de noticias Fars.

Qashqavi protestó en contra de las "falsas declaraciones hechas recientemente por un número de líderes occidentales sobre el programa nuclear pacífico del país" y llamó a Occidente a "detener la interferencia en las tareas y responsabilidades del vigilante nuclear de la ONU", dijo el reporte.
"Los gobiernos occidentales deberían haber cumplido sus promesas en relación con la AIEA, y deberían haber dado pasos reales hacia la resolución de las preocupaciones globales a través del desmantelamiento real de sus reservas nucleares en lugar de adoptar accesos superficiales y controversiales", dijo Qashqavi, citado en el reporte.
"Las actividades de Irán sobre el uso de tecnología nuclear son completamente transparentes y se realizan según el marco de la AIEA", dijo Qashqavi.
Añadió que "Irán ha construido una (nueva) planta nuclear de enriquecimiento de combustible nuclear dentro del marco de su derecho inalienable de usar energía nuclear de manera pacífica y en regla con los esfuerzos para diversificar sus fuentes de energía para abastecer las crecientes necesidades".
Las declaraciones de Qashqavi vienen después del descontento de algunos países occidentales por el anuncio del viernes en Austria de que Irán está construyendo una nueva instalación nuclear, su segunda instalación de enriquecimiento de uranio.
Las cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania, tienen programado reunirse con Irán la próxima semana para discutir el programa de enriquecimiento de uranio del país de Medio Oriente.

Leer más...

Estados Unidos: El pentágono se opone a establecer un programa para retirar tropas de Afganistán


28 de septiembre de 2009

El Pentágono se opone a establecer un programa para retirar a las tropas de EEUU de Afganistán ya que el presidente de EEUU, Barack Obama, está analizando una decisión referente a aumentar el número de tropas en ese lugar.

El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, dijo a CNN durante una entrevista que establecer esos programas o trazar una estrategia de salida sería un "error estratégico" que podría alentar a al Qaeda y al Talibán.

"La realidad es, una derrota en Afganistán sería un enorme revés para EEUU", dijo, sugiriendo que una salida prematura sería percibida por los extremistas como una victoria sobre EEUU, similar al retiro anterior de la Unión Soviética de ese país en 1989.

"El Talibán y al Qaeda, en lo que a ellos respecta, derrotaron a una superpotencia. Si ellos vieran que derrotan a una segunda, considero que tendría consecuencias catastróficas en términos de dar energía a un movimiento extremista, el reclutamiento de al Qaeda, sus operaciones, recabar fondos y así sucesivamente", dijo Gates.

La administración Obama está volviendo a pensar su estrategia en Afganistán después de la elección afgana del mes pasado.

Como resultado, el Pentágono ha aplazado una petición de Stanley McChrystal, máximo comandante de EEUU y la OTAN en Afganistán, solicitando tropas adicionales.

Algunos legisladores demócratas se opusieron a aumentar la guerra.

Los senadores Demócratas, Ruus Feingold y Dianne Feinstein, llamaron a establecer un programa para retirar a las tropas.

Según los planes que Obama anunció a principios de año, el número de tropas estadounidenses en Afganistán aumentará a 68.000 para finales de año.

Sin embargo, varios comandantes militares y analistas argumentan que el número sigue siendo pequeño para alcanzar los objetivos de EEUU.

Obama dijo que no decidirá si enviará más tropas hasta que tenga "absoluta claridad sobre cuál será la estrategia".

Leer más...

Honduras: El gobierno de facto anuncia que en 10 días la embajada de Brasil perderá su estatus diplomático


28 de septiembre de 2009

En conferencia de prensa, el de facto canciller Carlos López Contreras, dijo que "el privilegio (de Brasil) de tener una misión en Honduras se acaba en 10 días por reciprocidad, pero eso no es un elemento como para decir que el señor Zelaya se queda en la calle o que queda abierto para una intervención para capturarlo".

El depuesto presidente, Manuel Zelaya, se encuentra refugiado en la embajada desde el lunes que regresó a Honduras de forma sorpresiva.

Desde allí ha llamado a sus partidarios a que lleguen a la capital desde el interior del país y que mantengan viva la resistencia contra el golpe de Estado.

Contreras dijo que no se trata de un ultimátum, sino de un plazo de cortesía.

"Las relaciones están rotas desde el sábado, que se emitió el comunicado, pero se da un periodo moderado de cortesía internacional para que los funcionarios puedan entregar sus credenciales para marcharse", dijo López.

En cadena nacional el sábado, la cancillería pidió que los países que decidieron romper relaciones o mantener embajadas concurrentes como el caso de Argentina, España, México y Venezuela, deberán negociar con la cancillería el restablecimiento de las misiones o de lo contrario no serán reconocidas.

Y los que tengan embajadas concurrentes, deberán entregar las credenciales diplomáticas de sus misiones.

Contreras aclaró que no están pensando en ingresar a la embajada donde se encuentra Zelaya.

López dijo que "fue Brasil el que rompió con el actual gobierno al desconocerlo".

Agregó que "simplemente lo que estamos haciendo es reciprocarlo, no es posible que nuestra representación la cierre, la desconozca y nosotros dejemos abierto indefinidamente una situación de personal de Brasil en Honduras".


El gobierno restringe garantías por 45 días


El gobierno de facto de Honduras, suspendió por 45 días las garantías constitucionales de sus ciudadanos, según un decreto publicado el sábado en el Diario oficial La Gaceta.

Las medidas implican restringir la libre circulación, conforme a los parámetros establecidos en los comunicados de prensa del interino gobierno, se dijo la noche del domingo en cadena nacional.

Además se suspende toda reunión pública no autorizada por las autoridades policiales o militares.

El decreto ordena la suspensión de los medios de comunicación que ofendan la dignidad humana, a los funcionarios públicos.

Asimismo los que atenten contra la ley, y las resoluciones gubernamentales o de cualquier modo atenten contra la paz y el orden público.

La policía está autorizada al desalojo de toda instalación pública que haya sido tomado por manifestantes o se encuentren personas en su interior realizando actividades prohibidas por la ley.

Establece la detención de "toda persona encontrada fuera del horario de circulación establecido o que se presuma como sospechoso de causar daños a las personas o sus bienes.

Desde que el depuesto presidente Manuel Zelaya ingresó a Honduras, se refugió en la embajada de Brasil, que permanece acordonada por militares.

Ayer, se impidió el ingreso a Honduras de una misión de la OEA y el canciller de facto Carlos Contreras dijo en rueda de prensa que la embajada brasileña podría perder su estatus en 10 días


El encargado de negocios de Brasil abandona embajada en Tegucigalpa

El encargado de negocios de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Francisco Catunda, abandonó la legación diplomática, donde se encuentra el depuesto presidente, Manuel Zelaya desde el lunes.

Catunda fue sustituido por Lineu Pupo, representante brasileño ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

En tanto el embajador brasileño ante Honduras, Brian Michael Neele, continúa en su país y no está previsto que regrese a Tegucigalpa.

Al abandonar la sede diplomática, Catunda dijo que "es absurdo lo que está ocurriendo en la capital de Honduras".

Además, confirmó que han recibido ataques con gases tóxicos que han afectado la salud de todos refugiados.

Catunda fustigó el cerco policial impuesto por militares y policías frente a la embajada, luego de reprimir y dispersar la mañana del martes a simpatizantes de Zelaya.

"Impusieron innumerables dificultades para dejarme salir con la excusa de que lo hacían para garantizar la seguridad de la embajada y del presidente depuesto Zelaya", afirmó.

"Es el único sitio que yo sé en todo el mundo donde hay una embajada sitiada", declaró al salir de la legación. Catunda permaneció en la embajada desde el lunes que Zelaya se refugió, al ingresar a Honduras de forma sorpresiva.

Leer más...

Bolivia: Evo Morales anuncia nacionalización de hidroeléctricas


28 de septiembre de 2009

El mandatario boliviano Evo Morales ratificó su decisión de nacionalizar las plantas hidroeléctricas de Corani, administrada por un grupo francés, y Santa Isabel, ambas en la localidad Colomi-Cochabamba, con el objetivo de garantizar el suministro de energía eléctrica a la población.

"El gobierno busca garantizar un derecho humano en Bolivia (...) Por lo tanto, compañeros y compañeros, las plantas hidroeléctricas de Corani y Santa Isabel van tener que pasar al control del Estado boliviano.
"El Estado va ser dueño de esas plantas hidroeléctricas que han sido privatizadas en gobiernos neoliberales", afirmó durante un acto político de proclamación en Oruro realizado el viernes.
Estas dos recuperaciones forman parte de la política de nacionalización que ejecuta la administración de Evo Morales, que comenzó con hidrocarburos y les planteó nuevas reglas para que los ingresos sean compartidos equitativamente y que la transnacional no se lleve la mayor parte, como sucedía con otros gobiernos de derecha.
Después se recuperaron las concesiones mineras de Huanuni para que sean administradas bajo la tutela de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
Luego fue la empresa de telecomunicaciones Entel, que estaba en manos de capitales italianos.
Se prevé la recuperación de los ferrocarriles y plantas hidroeléctricas.
Corani forma parte, junto a Valle Hermoso y Guaracachi, del sistema central de generación de energía eléctrica que fue privatizado en el periodo 1993-1997, durante la administración del presidente de derecha Gonzalo Sánchez de Lozada.
Por vía de un decreto supremo expedido a principios de septiembre, la recientemente reconstituida Empresa Nacional de Energía (ENDE), asumirá el 47,2 por ciento de las acciones de Corani, el 48,8 por ciento de Guaracachi (Santa Cruz) y el 49,8 por ciento de Valle Hermoso (Cochabamba).
Inversiones Ecoenergy Bolivia SA, subsidiaria del francés GDF Suez, controla Corani, enclavada en el central Chapare, en tanto que la británica Rurelec PCL gerencia Guaracachi, lo mismo que la compañía nacional The Bolivian Generatings Group, filial de Panamerican Bolivia, Valle Hermoso.
Morales anunció también que con las futuras plantas hidroeléctricas que su administración proyecta construir en Cachuela Esperanza (La Paz-Pando), Misicuni (Cochabamba), El Bala (Beni) o en Tahuamanu (Pando), Bolivia se convertirá en el centro energético de la región con un fuerte perfil exportador.
Por lo tanto, la energía eléctrica va ser "barata", y generará más ingresos para el Estado, ya que se podrá exportar tal recurso.
"Miren, entre Cachuela Esperanza y El Bala (...) por lo menos ahí tenemos 2.500 megavatios, si en Bolivia consumimos en este momento 1.000 megawatios, realmente tenemos para exportar.
"Con razón algunos expertos en energía me dicen, ustedes podrían estar exportando energía mejor que el petróleo, mejor que el gas", indicó.
Morales explicó que como presidente está obligado a pensar de dónde el Estado puede obtener más ingresos económicos para atender las demandas del pueblo boliviano.
"Es una tarea como cualquier padre de familia, de dónde va a tener que ganar plata para atender al hijo", subrayó.

Leer más...

Las 25 noticias más censuradas en 2008/2009


28 de septiembre de 2009
Tricia Boreta - Peter Phillips (PROJECT CENSORED)
Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)


La ilustración de la tapa de este año de Proyecto Censurado se titula “No Noticias”. La imagen simboliza la situación de hoy en los medios en Estados Unidos, donde los periódicos están colapsando porque han perdido su contenido. En los treinta y tres años de Proyecto Censurado no habíamos visto una ausencia tan completa de noticias reales como lo evidencia la industria mediática posterior al 11 de septiembre 2001.

Mentiras, engaño, propaganda, noticias incompletas y censura abierta son todo lo que hoy ofrecen a diario los medios corporativos de EEUU. Ya no podemos aprender más sobre esto. Los medios corporativos son inútiles para los trabajadores y la democracia. Las noticias reales deben buscarse en otra parte, pues no se encontrarán en la gran prensa corporativa.


La visión de Proyecto Censurado respecto a las noticias más encubiertas de este año revela el surgimiento de un poder corporativo militarizado que controla gobiernos y recursos no sólo en el extranjero, sino también en casa, en EEUU.


A pesar del nuevo rostro que exhibe el imperio con Obama, las historias de este año muestran una proliferación de batallas entre las fuerzas de los pueblos, todavía desunidas, contra las industrias transnacionales. Desde la compra del Congreso de EEUU y el nombramiento de corruptos corporativos para llenar cargos federales clave, a la explotación y subyugación acelerada de Palestina, Sudán, Somalia, Haití, Nueva Orleáns, Appalachia y la Amazonía, así como Nigeria, Iraq, Afganistán y Paquistán, que son los nuevos blancos de la agresión imperial en desarrollo. Y está creciendo una resistencia mundial masiva.


La selección de las noticias “top” de Proyecto Censurado Proyecten se ha ampliado grandemente este año para incluir a investigadores y estudiantes universitarios a través de la nación. Veintiocho profesores, desde Nueva York a California, han incorporado activamente el plan de estudios y los procedimientos de investigación de Proyecto Censurado en sus salas de clase. Las noticias rescatadas por este libro representan el trabajo de centenares de estudiantes y de profesores.


*) Introducción al capítulo I del libro “Censored 2010”, que contiene las 25 noticias “top” más censuradas por la gran prensa de EEUU.

Leer más...

La era del exceso energético o la vida después de la era del petróleo



29-09-2009
Michael T. Klare
Sin Permiso
El debate actual gira en torno a una cuestión básica: si ya hemos alcanzado el pico de la producción de petróleo o si ello no ocurrirá, como mínimo, hasta la próxima década. De una cosa no hay dudas: estamos pasando de una era basada en petróleo como principal fuente de energía a otra en la que una proporción cada vez mayor de los insumos energéticos provendrán de energías alternativas, sobre todo, de energías renovables derivadas del sol, el viento o las olas. Ahora bien: ajústense los cinturones, porque será un viaje turbulento y bajo condiciones extremas.

Sería ideal, naturalmente, si el paso del petróleo a sus sucesores más amigables en términos ecológicos se produjera suavemente, a través de un macro-sistema, bien coordinado e interconectado, de instalaciones de energía eólica, solar, mareomotriz, geotérmica y otras renovables. Desafortunadamente, es poco probable que esto ocurra. Lo más seguro es que antes atravesemos una era caracterizada por un excesivo recurso a las últimas y menos atractivas reservas de petróleo y carbón, así como a hidrocarburos “poco convencionales” pero altamente contaminantes, como las arenas bituminosas de Canadá y otras alternativas fósiles muy poco atractivas.
No hay dudas de que a Barack Obama y a varios miembros del Congreso les gustaría acelerar el salto de la dependencia del petróleo a otras alternativas no contaminantes. Como el propio presidente dijo en enero, “nos comprometemos con la búsqueda firme, centrada y pragmática de unos Estados Unidos libres de la dependencia [del petróleo] y dotados de un nuevo modelo energético y económico que ponga a trabajar a millones de nuestros conciudadanos”. Ciertamente, de los 787.000 millones de dólares del paquete de estímulos que firmó en el mes de febrero, 11.000 millones se destinaron a la modernización de la red eléctrica nacional, 14.000 millones a incentivos fiscales a las empresas que inviertan en energías renovables, 6.000 millones a programas estatales de mejora energética, y miles de millones más a investigación en materia de energías renovables. A estas medidas podrían sumársele otras similares en caso de que el Congreso apruebe el proyecto de ley sobre cambio climático. La versión del mismo que acaba de votar la Cámara de Representantes, por ejemplo, obliga a que en 2020 el 20% de la producción eléctrica de los Estados Unidos provenga de energías renovables.
Pero también hay malas noticias. Incluso si estas iniciativas prosperan, e inmediatamente se aprueban otras parecidas, todavía llevaría décadas reducir sustancialmente la dependencia estadounidense del petróleo y de otras energías contaminantes no renovables. Tal es nuestra demanda de energía y tan arraigados están los actuales sistemas de distribución de combustibles que consumimos que, salvo una sorpresa inesperada, lo que tenemos por delante son años en una tierra de nadie entre la era del petróleo y un eventual florecimiento de las energías renovables. A este ínterin podríamos llamarlo, por ponerle un nombre, era del exceso energético. Y lo más seguro es que, en todos los aspectos imaginables, desde los que tienen que ver con los precios hasta los vinculados al cambio climático, sean tiempos difíciles.

Es inútil engañarse pensando en que esta nueva y sombría era traerá consigo muchas más turbinas eólicas, placas solares y vehículos híbridos. Es posible que la mayoría de nuevos edificios vengan equipados con paneles solares y que se construyan más trenes ligeros. Pero lo más probable es que, en materia de transportes, nuestra civilización siga dependiendo en lo fundamental de aviones, barcos, camiones y coches movidos por petróleo. Y lo mismo puede aplicarse al carbón en relación con la energía eléctrica. Buena parte de las infraestructuras para la producción y distribución de energía permanecerán intactas, incluso aunque las actuales fuentes de petróleo, carbón y gas natural comiencen a agotarse. Todo ello tendrá una consecuencia: nos forzará a confiar en fuentes fósiles hasta ahora no exploradas, mucho menos deseables y con frecuencia bastante menos accesibles.
En las recientes proyecciones del Departamento de Energía sobre los niveles futuros de consumo energético en los Estados Unidos pueden verse algunos indicadores que anticipan esta combinación de combustibles en la nueva era. Según el Panorama Anual de la Energía para 2009 elaborado por el Departamento, se calcula que los Estados Unidos consumirán unos 114 cuatrillones de unidades termales británicas (UTB) de energía en 2030. De este total, un 37% provendrá del petróleo y otros líquidos disueltos en el petróleo; un 23% del carbón; un 22% del gas natural; un 8% de la energía nuclear; un 3% de la energía hidráulica y sólo un 7% de la energía eólica y solar, de la biomasa y de otras fuentes renovables.
Está claro que ninguno de estos datos permite prever un dramático abandono del petróleo y otros combustibles fósiles. Teniendo en cuenta la tendencia actual, el Departamento de Energía también prevé que incluso dentro de dos décadas, en 2030, el petróleo, el gas natural y el carbón aún representarán el 82% del consumo primario de energía en los Estados Unidos, sólo dos puntos menos que en 2009 (No es descartable, desde luego, que un cambio dramático en las prioridades nacionales e internacionales pueda conducir a un mayor crecimiento de las energías renovables en las próximas décadas. Pero a estas alturas, un escenario así es más una esperanza remota que un dato fiable).
Aunque los combustibles de origen fósil seguirán siendo dominantes en 2030, la naturaleza de algunos de ellos, y la manera de adquirirlos, experimentarán cambios profundos. Actualmente, la mayor parte de nuestro petróleo y de nuestro gas natural proviene de fuentes “convencionales”: vastas reservas subterráneas halladas en tierras o costas poco profundas y relativamente accesibles. Estas reservas se pueden explotar de manera sencilla con tecnología conocida, sobre todo a través de versiones más o menos modernas de los enormes pozos petroleros que se hicieron famosos con la película There Will be Blood (Pozos de ambición, en castellano), estrenada de 2007.
Como fuente de consumo global, sin embargo, la mayor parte de estos pozos están a punto de agotarse. Ello forzará a la industria energética a recurrir cada vez más a plataformas marinas que permitan buscar petróleo y gas a mayor profundidad, a arenas bituminosas, a petróleo y gas proveniente del Ártico y a gas extraído de rocas esquistosas a partir de técnicas altamente costosas y ambientalmente riesgosas.
Según el Departamento de Energía, en el año 2030 estas fuentes no convencionales proporcionarán el 13% de la oferta mundial de petróleo (en comparación con apenas un 4% en 2007). Una tendencia similar se señala en materia de gas natural, sobre todo en los Estados Unidos, donde se calcula que el porcentaje de energía proveniente de fuentes no convencionales pero no renovables crecerá de un 47% a un 56% en el mismo período.
La importancia de estas fuentes de aprovisionamiento es evidente para cualquiera que siga los periódicos especializados en el mercado de la industria petrolera o que simplemente lea de manera regular las páginas de negocios del Wall Street Journal. Al margen de ello, no se han dejado de anunciar grandes descubrimientos de nuevas reservas de gas y petróleo en sitios accesibles a las técnicas clásicas de perforación y conectados a mercados clave a través de tuberías o de rutas de comercialización ya existentes (o fuera de zonas de guerra activas, como Iraq, la región del Delta del Níger o Nigeria). Sin embargo, aunque los anuncios están ahí, prácticamente todos tienen que ver con reservas que se encuentran en el Ártico, en Siberia o en aguas muy profundas del Atlántico o del Golfo de México.
Hace poco, por ejemplo, la prensa anunció a bombo y platillo grandes descubrimientos en el Golfo de México y en las costas de Brasil que en principio permitirían dar algo de oxigeno suplementario a la era del petróleo. El 2 de septiembre, la petrolera BP (la ex British Petroleum) anunció que había encontrado un yacimiento gigantesco en el Golfo de México, a unos 400 kilómetros al sudeste de Houston. Se calcula que cuando de aquí a unos años comience la explotación, la prospección Tiber puede llegar a producir cientos de miles de barriles de crudo por día, lo que reforzaría el status de BP como gran productor en zonas marinas. “Esto es grandioso”, comentó Chris Ruppel, un alto analista en materia de energía del Execution LLC, un banco de inversiones de Londres. “Las mejoras tecnológicas nos están permitiendo liberar recursos que nadie había descubierto o que resultaban demasiado costosos de explotar desde un punto de vista económico”.
Con todo, si alguien concluyera que este yacimiento podría engrosar rápida o fácilmente los insumos de petróleo del país, se equivocaría por completo. Para comenzar, está situado a unos 10.600 metros de profundidad –más que la altura del Monte Everest, como apuntó un periodista del New York Times- y bastante por debajo del suelo del Golfo. Para llegar hasta el petróleo, los ingenieros de BP deberán perforar kilómetros de roca, sal y arena comprimida, y deberán recurrir para ello a un equipo muy costoso y sofisticado. Para poner las cosas aún más difíciles, Tiber se encuentra justo en medio de una zona del Golfo regularmente azotada por tormentas masivas y temporadas de huracanes. Cualquier perforadora, pues, que pretenda operar en la zona, deberá estar diseñada para resistir vientos y olas huracanados y para permanecer inactiva durante semanas cada vez que los operadores se vean forzados a evacuar la zona.
En el caso del yacimiento de Tupi, el otro gran descubrimiento de los últimos años, la situación es similar. Situado a unos 320 kilómetros al este de Río de Janeiro en las profundidades del Océano Atlántico, Tupi ha sido a menudo descrito como el más grande yacimiento de petróleo descubierto en 40 años. Se calcula que podría albergar entre 5.000 y 8.000 millones de barriles de petróleo recuperable, una cantidad que catapultaría a Brasil a la primera línea de productores de petróleo. Siempre, claro, que los brasileños pudieran superar su propia desalentadora lista de obstáculos: el yacimiento de Tipi tiene encima unos 2500 metros de agua de mar y unos 4.000 metros de roca, arena y sal. Para acceder a él hacen falta tecnologías de perforación novísimas y super-sofisticadas. El coste estimado de toda la operación rondaría entre los 70.000 y los 120.000 millones de dólares y exigiría años de dedicado esfuerzo.
Si se consideran los elevados costes potenciales que comporta la recuperación de ésta últimas reservas de petróleo, no sorprende que las arenas bituminosas de Canadá sean la otra gran baza que el negocio del petróleo está dispuesto a jugar. No se trata de petróleo en sentido convencional, sino de una mezcla de arcilla, arena, agua y bitume (una forma muy pesada y densa de petróleo) cuya extracción exige la utilización de técnicas de perforación propias de la minería y cuya utilización como combustible líquido utilizable requiere un intenso tratamiento previo. En realidad, el que las grandes empresas energéticas se hayan disputado a codazos la compra de licencias para minar bitumen en la región de Athabasca o en el norte de Alberta sólo se explica por su convencimiento de que el petróleo convencional y fácilmente accesible se está agotando.
El minado de arenas bituminosas y su conversión en combustibles líquidos utilizables es un proceso costoso y pleno de dificultades. La urgencia por recurrir a él, en realidad, dice bastante sobre el peculiar estado de dependencia energética en que nos encontramos. Los depósitos situados en la superficie pueden extraerse mediante minería a cielo abierto, pero los que se encuentran en zonas muy profundas del subsuelo exigen la utilización de vapor, primero, para separar el bitumen de la arena, y luego para extraer el bitumen. El proceso global consume enormes cantidades de agua y de gas natural (necesarios, precisamente, para convertir el agua en vapor). Una parte del agua utilizada proviene del propio yacimiento y se reaprovecha, pero una cantidad importante suele ir a dar a la red de abastecimiento de agua de Alberta del Norte, lo que ha generado el temor entre grupos ambientalistas acerca de una posible contaminación a gran escala.
A estos inconvenientes pueden sumárseles otros, como el intenso proceso de deforestación que la minería a cielo abierto implica o el alto consumo de un bien preciado como el gas natural requerido para extraer el bitumen. Sin embargo, la demanda de productos derivados del petróleo que nuestra civilización ha desarrollado es tal que el objetivo es que las arenas bituminosas generen unos 4,2 millones de barriles de combustible por día –tres veces la cantidad que producen hoy- en 2030, incluso si ello supone devastar zonas enteras de Alberta, consumir cantidades ingentes de gas natural, potenciar la contaminación extensiva y sabotear los esfuerzos de Canadá para disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Al norte de Alberta es posible hallar otra fuente adicional de energía excesiva: gas y petróleo del Ártico. Si hace tiempo ya era difícil sobrevivir en la región, mucho menos se esperaba que produjera energía. Sin embargo, en la medida en que el calentamiento global ha facilitado a las empresas el acceso a las latitudes del Norte, el Ártico se ha convertido en objeto de una nueva fiebre petrolera. La compañía estatal noruega StatoilHydro gestiona actualmente el más importante yacimiento de gas natural del círculo ártico. Un sinnúmero de empresas de diferentes lugares del mundo, a su vez, tienen en mente realizar exploraciones en territorios árticos de Canadá, Groenlandia (administrados por Dinamarca), Rusia y los Estados Unidos. Hasta las perforaciones en las costas de Alaska podrían estar pronto a la orden del día.
No será sencillo, empero, obtener petróleo y gas natural del Ártico. Incluso si el calentamiento global eleva las temperaturas y reduce el espesor de la capa de hielo polar, las condiciones para la actividad petrolífera en invierno continuarán siendo en extremo complicadas y riesgosas. Las tormentas feroces y los cambios bruscos de temperaturas continuarán siendo moneda corriente. Todo ello supondrá un alto riesgo para cualquier grupo humano desprovisto de los correspondientes equipos de seguridad y un evidente obstáculo para el transporte de energía.
Nada de esto, en cualquier caso, ha conseguido disuadir a unas empresas que, ante el panorama de la inminente caída de los insumos petroleros, están totalmente dispuestas a zambullirse en aguas heladas. “Sin perjuicio de las condiciones adversas, el interés en las reservas de gas y de petróleo en el extremo norte no ha hecho sino aumentar”, constata Brian Baskin en el Wall Street Journal. “Prácticamente todos los productores ven el subsuelo del Ártico como la próxima gran fuente de recursos”. Lo que resulta cierto para el petróleo, lo es también para el gas natural y el carbón: la mayoría de los depósitos convencionales accesibles se están agotando rápidamente. Lo que queda son, básicamente, fuentes “no convencionales”.
Los productores estadounidenses de gas natural, por ejemplo, han registrado un significativo aumento de la producción local, lo que ha provocado una disminución de precios considerable. Según el Departamento de Energía, se calcula que la producción de gas de los Estados Unidos pasará de los 20 billones de pies cúbicos en 2009 a los 24 billones en 2030. Una auténtica bendición para los consumidores norteamericanos, cuya calefacción doméstica y cuya electricidad dependen en buena medida del gas natural. En todo caso, el propio Departamento de Estado ha señalado también que “la mayor contribución al crecimiento de la producción de gas natural en los Estados Unidos ha provenido del gas natural no convencional, ya que la subida de precios y las mejoras en las tecnologías de perforación han proporcionado los incentivos económicos necesarios para la explotación de recursos más costosos”.
La mayor parte del gas no convencional en los Estados Unidos se obtiene de arenas compactas, pero hay un porcentaje cada vez mayor que se extrae de rocas esquistosas a través de un proceso conocido como de fractura hidráulica. En virtud del mismo, se fuerza la entrada de agua en formaciones subterráneas de esquisto con el propósito de partir la roca y liberar el gas. Las cantidades de agua empleadas en este proceso son cuantiosas, y los ambientalistas temen que parte de la misma, lastrada de contaminantes, pueda acabar en las redes de suministro de agua potable. Por otro lado, hay muchas zonas en las que el agua como tal es un recurso escaso, de manera que la desviación de cantidades considerables para la extracción de gas bien puede disminuir las cantidades disponibles para agricultura, preservación del hábitat y consumo humano. Con todo, se calcula que la producción de gas proveniente de esquisto saltará de los dos billones de pies cúbicos anuales en 2009 a los cuatro billones en 2030.
El panorama en materia de carbón es más o menos similar. Muchos ambientalistas han denunciado la quema de carbón, ya que genera más gases de efecto invernadero por BTU producida que cualquier otro combustible fósil. No obstante, la industria nacional de la electricidad continúa recurriendo al carbón porque sigue siendo relativamente barato y disponible. Lo cierto, en todo caso, es que las fuentes más productivas de antracita y carbón bituminoso –las que contienen el mayor potencial de energía- están exhaustas. Por tanto, y al igual que ocurre con el petróleo, lo que queda son sólo las fuentes menos productivas y vastos depósitos de un carbón con bajo contenido bituminoso, muy poco atractivo y altamente contaminante, en la zona de Wyoming.
Para acceder a lo que resta del más valioso carbón bituminoso de los Apalaches, las compañías mineras recurren cada vez más a una técnica conocida como de remoción de la superficie de la montaña. John M. Broder, del New York Times, ha descrito este proceso como una “voladura de la superficie de las montañas en la que los restos de roca son arrojados a los valles y corrientes de agua”. No por casualidad, esta técnica ha sido fuertemente objetada por los ambientalistas y residentes de la zona rural de Kentucky del oeste de Virgina, cuyas fuentes de agua resultan amenazadas por el vertido de restos de roca, polvo y una variedad de contaminantes. En cambio, recibió el decidido apoyo de la Administración Bush, que en diciembre de 2008 aprobó una normativa que permitía ampliar extensivamente su uso. El Presidente Obama se ha comprometido a derogar esta normativa, pero para favorecer la utilización de “carbón limpio” como parte de una estrategia energética de transición. Queda por ver hasta donde podrá ceñir las bridas a la industria del carbón.
En definitiva: no nos engañemos. Estamos lejos de entrar (al menos todavía) a la tan proclamada era de las energías renovables. Ese día glorioso llegará, eventualmente. Pero no hasta avanzado el siglo y no sin que la búsqueda febril de viejas formas de energía haya causado una considerable cantidad de daño al planeta.
Mientras tanto, la era del exceso energético se caracterizará por una dependencia cada vez mayor de las fuentes menos accesibles y deseables de petróleo, carbón y gas natural. A lo largo de este período seguramente asistiremos a una intensa lucha en torno a las consecuencias ambientales del recurso a fuentes tan poco atractivas de energía. Las grandes empresas del petróleo y del carbón crecerán aún más, al tiempo que los relativamente moderados precios actuales del combustible y de la energía crecerán, principalmente como consecuencia de los elevados costes del proceso de extracción de petróleo, gas y carbón en áreas de difícil acceso.
Sólo hay una cosa, desafortunadamente, segura: la era del exceso energético acarreará intensas batallas geopolíticas por el control de las fuentes remanentes entre los mayores productores y consumidores de energía, como los Estados Unidos, China, la Unión Europea, Rusia, India y Japón. Rusia y Noruega, por ejemplo, ya tienen abierto un contencioso fronterizo en el mar de Barents, una promisoria fuente de gas natural en el extremo norte. China y Japón, por su parte, han tenido desencuentros similares en torno al Mar de China Oriental, un área que alberga otro gran yacimiento gasífero. Todos los países del Ártico –Canadá, Dinamarca, Noruega, Rusia y los Estados Unidos- han reclamado sus derechos sobre porciones muchas veces coincidentes del Océano Ártico, lo que ha generado inéditas disputas fronterizas en estas zonas ricas en energía.
Ninguna de estas disputas ha derivado aún en un conflicto violento, pero ya han tenido lugar algunos despliegues de buques y aviones de guerra y es posible que los ánimos se caldeen a medida que aumente la consciencia del valor de los recursos en juego. No hay que olvidar, al mismo tiempo, que de hecho ya existen algunos puntos calientes ligados a la lucha por la energía en Nigeria, Oriente Medio y la Cuenca del Caspio. En la era de los límites energéticos que se avecina, por fin, tampoco pueden descartarse conflictos en torno a las cada vez más apetecibles zonas en las que la energía es simplemente accesible.
Para muchos de nosotros, la vida en la era del exceso energético no será fácil. Los precios de la energía aumentarán, los peligros ambientales se multiplicarán, cantidades cada vez mayores de dióxido de carbono irán a parar a la atmósfera y el riesgo de conflictos crecerá. Sólo tenemos dos opciones para acortar esta complicada era y mitigar su impacto. Las dos son absolutamente obvias, lo cual, desafortunadamente, no hace más fácil su puesta en práctica: acelerar de manera drástica el desarrollo de fuentes de energía renovable y disminuir sensiblemente nuestra dependencia de los combustibles fósiles, reorganizando nuestras vidas y nuestra civilización de manera que tengamos que recurrir menos a ellos en todo lo que hagamos.
Puede que esto suene demasiado sencillo, pero intenten decírselo a los que gobiernan el mundo. A las grandes empresas de la energía. Lo último que hay que perder es la esperanza, y hay que trabajar por ello. Pero mientras tanto, mantengan ajustados los cinturones de seguridad. El viaje en montaña rusa está a punto de comenzar.
Michael T. Klare es profesor de estudios de Paz y Seguridad Mundial en el Hampshire College. Su último libro es Rising Powers, Shrinking Planet: The New Geopolitics of Energy (Metropolitan Books).
Traducción para http://www.sinpermiso.info/: Xavier Layret
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2788

Leer más...

Guerra, drogas y política, elementos del mundo bipolar


Conferencia magistral de Noam Chomsky en la Sala Nezahualcóyotl (México D.F.)

28-09-2009
Noam Chomsky
La Jornada

¿Qué lecciones nos han dejado dos décadas de una realidad mundial unipolar?

Noam Chomsky disertó el pasado lunes largamente sobre esta pregunta y dejó en oídos del auditorio ideas sorprendentes, en una conferencia magistral en la Sala Nezahualcóyotl, transmitida en vivo por TV Unam y 12 televisoras públicas y universitarias que se enlazaron para enviar la señal a Aguascalientes, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tlaxcala, Yucatán, Durango y Nuevo León, además de por La Jornada on line.

Ideas sorprendentes como la de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, descrito como una mercancía con una mercadotecnia tan exitosa, que el año pasado mereció el primer lugar en campañas promocionales por parte de la industria de la publicidad. Más famoso que las computadoras Apple. Tan vendible como una pasta de dientes o un fármaco.

O la idea de que la invasión estadunidense a Panamá, en 1989, hoy apenas una nota a pie de página para muchos, fue en realidad la señal de que Wa-shington iniciaba, a través de la ficción de la guerra contra las drogas, una nueva etapa de dominación, cuando apenas habían pasado algunas semanas de la caída del Muro de Berlín.

O bien, un dato puntual, asombroso: la preocupación manifestada en 1990, en un taller de desarrollo de estrategias para América Latina en el Pentágono, de que una eventual apertura democrática en México osara desafiar a Estados Unidos. La solución propuesta fue imponer a nuestro país un tratado que lo atara de manos con las reformas neoliberales. La propuesta se materializó en el Tratado de Libre Comercio (TLC), que entró en vigor en 1994.

Así, la reseña de Chomsky de las dos últimas dos décadas llegó al momento actual, al proceso de remilitarización de América Latina con siete nuevas bases en Colombia y la reactivación de la Cuarta Flota de su armada.

Todo, para aterrizar en la visión de un continente, el nuestro, que pese a todo comienza a liberarse por sí solo de este yugo, con gobiernos que desafían las directrices de Washington, pero sobre todo con movimientos populares de masas de gran significación.

Congruente con esta importancia que Chomsky da a los procesos sociales y a su constante llamado a visibilizar a sus protagonistas, al concluir su conferencia magistral y una entrevista con TV Unam, el académico todavía tuvo fuerzas para encontrarse brevemente con Trinidad Ramírez, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, esposa del preso político Ignacio del Valle, la cual agradeció al conferencista que fuera firmante de la segunda campaña por la libertad de 11 presos, le regaló su paliacate rojo y, por supuesto, también su machete.

Blanche Petrich

A continuación se reproducen las palabras de Noam Chomsky en la sala Nezahualcóyotl:

Al pensar en cuestiones internacionales, es útil tener presentes varios principios de generalidad e importancia considerables. El primero es la máxima de Tucídides: Los fuertes hacen lo que quieren, y los débiles sufren como es menester. Esto tiene un importante corolario: todo Estado poderoso descansa en especialistas en apologética, cuya tarea es mostrar que lo que hacen los fuertes es noble y justo y lo que sufren los débiles es su culpa. En el Occidente contemporáneo a estos especialistas se les llama intelectuales y, con excepciones marginales, cumplen su tarea asignada con habilidad y sentimientos de superioridad moral, pese a lo disparatado de sus alegatos. Su práctica se remonta a los orígenes de la historia de la que tenemos registro.

Los principales arquitectos

Un segundo punto, que no hay que olvidar, lo expresó Adam Smith. Él se refería a Inglaterra, la potencia más grande de su tiempo, pero sus observaciones son generalizables. Smith observaba que los principales arquitectos de políticas públicas en Inglaterra eran los comerciantes y los fabricantes, quienes se aseguraban de que sus intereses fueran bien servidos por tales políticas, por gravoso que fuera el efecto en otros –incluido el pueblo de Inglaterra– y pese a la severidad que tuvieran para quienes sufren la salvaje injusticia de los europeos en otras partes.

Smith fue una de esas raras figuras que se apartaron de la práctica normal de retratar a Inglaterra como una potencia angelical, única en la historia del mundo, dedicada sin egoísmo al bienestar de los bárbaros. Un ejemplo revelador, en estos términos exactos, es un ensayo clásico de John Stuart Mill, uno de los más decentes e inteligentes intelectuales occidentales, en el que explicaba por qué Inglaterra tenía que culminar su conquista de la India en aras de los más puros fines humanitarios. Lo escribió justo en el momento de mayores atrocidades de Inglaterra en la India, cuando el verdadero fin de una mayor conquista era permitir a Inglaterra apoderarse del monopolio del opio y establecer la más extraordinaria empresa de narcotráfico en la historia mundial, y así obligar a China, con lanchas cañoneras y venenos, a aceptar las mercancías de fabricación británicas, que China no quería.

La plegaria de Mill es la norma cultural. La máxima de Smith es la norma histórica.

Hoy, los principales arquitectos de las políticas públicas no son los comerciantes y los fabricantes, sino las instituciones financieras y las corporaciones trasnacionales.

Una refinada versión actual de la máxima de Smith es la teoría de la inversión en política, desarrollada por el economista político Thomas Ferguson, la cual considera que las elecciones son la ocasión para que grupos de inversionistas se unan con el fin de controlar el Estado, en esencia comprando las elecciones.

Como muestra Ferguson, esta teoría es un mecanismo muy bueno para predecir políticas públicas durante un periodo largo.

Entonces, para lo ocurrido en 2008 debimos haber anticipado que los intereses de las industrias financieras tendrían prioridad para el gobierno de Obama. Fueron sus principales provedoras de fondos y se inclinaron mucho más por Obama que por McCain. Y así resultó ser. El semanario de negocios Business Week se ufana ahora de que la industria de las aseguradoras ganó la batalla por la atención a la salud, y de que las instituciones financieras que crearon la crisis actual emergen incólumes y aun fortalecidas, tras un enorme rescate público –lo que acomoda el escenario para la siguiente crisis–, apuntan los editores. Y añaden que otras corporaciones aprendieron valiosas lecciones de estos triunfos y ahora organizan grandes campañas para frenar la aprobación de cualquier medida relacionada con energía y conservación (por suave que sea), con pleno conocimiento de que frenar esas medidas negará a sus nietos cualquier posibilidad de supervivencia decente. Por supuesto, no es que sean malas personas, ni son ignorantes. Ocurre que las decisiones son imperativos institucionales. Quienes deciden no seguir las reglas son excluidos, a veces en formas muy notables.

Las elecciones en Estados Unidos son montajes espectaculares (extravaganzas), conducidos por la enorme industria de las relaciones públicas que floreció hace un siglo en los países más libres del mundo, Inglaterra y Estados Unidos, donde las luchas populares habían ganado la suficiente libertad para que el público ya no tan fácilmente fuera controlado por la fuerza. Entonces, los arquitectos de las políticas públicas se dieron cuenta de que iba a ser necesario controlar las actitudes y las opiniones. Uno de los elementos de la tarea era controlar las elecciones.

Estados Unidos no es una democracia guiada como Irán, donde los candidatos requieren la aprobación de los clérigos imperantes. En sociedades libres, como Estados Unidos, son las concentraciones de capital las que aprueban candidatos y, entre quienes pasan por el filtro, los resultados terminan casi siempre determinados por los gastos de campaña.

Los operadores políticos están siempre muy conscientes de que con frecuencia el público disiente profundamente, en algunos puntos, de los arquitectos de las políticas públicas. Entonces, las campañas electorales evitan ahondar en cualquier punto y favorecen las consignas, las florituras de oratoria, las personalidades y el chismorreo. Cada año la industria de la publicidad otorga un premio a la mejor campaña promocional del año. En 2008 el premio se lo llevó la campaña de Obama, derrotando incluso a las computadoras Apple. Los ejecutivos estaban eufóricos. Se ufanaban abiertamente de que éste era su éxito más grande desde que comenzaron a promocionar candidatos cual si fueran pasta de dientes o fármacos que asocian con estilos de vida, técnicas que cobraron fuerza durante el periodo neoliberal, primero que nada con Reagan.

En los cursos de economía, uno aprende que los mercados se basan en consumidores informados que eligen racionalmente sus opciones. Pero quien mire un anuncio de televisión sabe que las empresas destinan enormes recursos a crear consumidores uniformados que eligen irracionalmente sus opciones. Los mismos dispositivos utilizados para derruir mercados se adaptan al objetivo de socavar la democracia, creando votantes desinformados que tomarán decisiones irracionales a partir de una limitada serie de opciones compatibles con los intereses de los dos partidos, que a lo sumo son facciones competidoras de un solo partido empresarial.

Tanto en el mundo de los negocios como en el político, los arquitectos de las políticas públicas son constantemente hostiles con los mercados y con la democracia, excepto cuando buscan ventajas temporales. Por supuesto, la retórica puede decir otra cosa, pero los hechos son bastante claros.

La máxima de Adam Smith tiene algunas excepciones, que son muy instructivas. Un ejemplo contemporáneo importante son las políticas de Washington hacia Cuba desde que ésta obtuvo su independencia, hace 50 años. Estados Unidos es una sociedad que goza de una libertad poco común, así que contamos con buen acceso a los registros internos que revelan el pensamiento y los planes de los arquitectos de las políticas públicas. A los pocos meses de la independencia de Cuba, el gobierno de Eisenhower formuló planes secretos para derrocar al régimen e inició programas de guerra económica y de terrorismo, cuya escala fue aumentada bruscamente por Kennedy, y que continúan en varias formas hasta nuestros días. Desde el inicio, la intención explícita fue castigar lo suficiente al pueblo cubano para que derrocara al régimen criminal. Su crimen era haber logrado desafiar políticas estadunidenses que databan de la década de 1820, cuando la doctrina Monroe declaró la intención estadunidense de dominar el hemisferio occidental sin tolerar interferencia alguna de fuera ni de dentro.

Aunque las políticas bipartidistas hacia Cuba concuerdan con la máxima de Tucídides, entran en conflicto con el principio de Adam Smith, y como tales nos brindan una mirada especial sobre cómo se configuran las políticas. Durante décadas, el pueblo estadunidense ha favorecido la normalización de relaciones con Cuba. Desatender la voluntad de la población es normal, pero en este caso es más interesante que sectores poderosos del mundo de los negocios favorezcan también la normalización: las agroempresas, las corporaciones farmacéuticas y de energía, y otros que comúnmente fijan los marcos de trabajo básicos para la construcción de políticas. En este caso sus intereses son atropellados por un principio de los asuntos internacionales que no recibe el reconocimiento apropiado en los tratados académicos en la materia: podríamos llamarlo el principio de la Mafia. El Padrino no tolera que nadie lo desafíe y se salga con la suya, ni siquiera el pequeño tendero que no puede pagarle protección. Es muy peligroso. Debe, por tanto, erradicarse brutalmente, de tal modo que otros entiendan que desobedecer no es opción. Que alguien logre desafiar al Amo puede volverse un virus que disemine el contagio, por tomar prestado el término usado por Kissinger cuando se preparaba a derrocar el gobierno de Allende.

Ésa ha sido una doctrina principal en la política exterior estadunidense durante el periodo de su dominio global y, por supuesto, tiene muchos precedentes. Otro ejemplo, que no tengo tiempo de revisar aquí, es la política estadunidense hacia Irán a partir de 1979.

Tomó su tiempo cumplir los objetivos plasmados en la doctrina Monroe, y algunos de éstos siguen topándose con muchos impedimentos. El fin último perdura y es incuestionable. Adquirió mucho mayor significación cuando, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en una potencia global dominante y desplazó a su rival británico. La justificación se ha analizado con lucidez.

Por ejemplo, cuando Wa-shington se preparaba para derrocar al gobierno de Allende, el Consejo de Seguridad Nacional puntualizó que si Estados Unidos no lograba controlar América Latina, no podría esperar consolidar un orden en ninguna parte del mundo, es decir, imponer con eficacia su dominio sobre el planeta. La credibilidad de la Casa Blanca se vería socavada, como lo expresó Henry Kissinger. Otros también podrían intentar salirse con la suya en el desafío si el virus chileno no era destruido antes de que diseminara el contagio. Por tanto, la democracia parlamentaria en Chile tuvo que irse, y así ocurrió el primer 11 de septiembre, en 1973, que está borrado de la historia en Occidente, aunque en términos de consecuencias para Chile y más allá sobrepase, por mucho, los terribles crímenes del 11 de septiembre de 2001.

Aunque las máximas de Tucídides y Smith, y el principio de la Mafia, no dan cuenta de todas las decisiones de política exterior, cubren una gama bastante amplia, como también lo hace el corolario referente al papel de los intelectuales. No son el final de la sabiduría, pero se encaminan a él.

Con el contexto proporcionado hasta el momento, miremos el momento unipolar, que es el tópico de gran cantidad de discusiones académicas y populares desde que se colapsó la Unión Soviética, hace 20 años, dejando a Estados Unidos como la única superpotencia global en vez de ser sólo la primera superpotencia, como antes. Aprendemos mucho acerca de la naturaleza de la guerra fría, y del desarrollo de los acontecimientos desde entonces, mirando cómo reacciona Washington a la desaparición de su enemigo global, esa conspiración monolítica y despiadada para apoderarse del mundo, como la describía Kennedy.

Unas semanas después de la caída del Muro de Berlín, Estados Unidos invadió Panamá. El propósito era secuestrar a un delincuente menor, que fue llevado a Florida y sentenciado por crímenes que había cometido, en gran medida, mientras cobraba en la CIA. De valioso amigo se convirtió en demonio malvado por intentar adoptar una actitud desafiante y salirse con la suya, al andarse con pies de plomo en el apoyo a las guerras terroristas de Reagan en Nicaragua.

La invasión mató a varios miles de personas pobres en Panamá, según fuentes panameñas, y reinstauró el dominio de los banqueros y narcotraficantes ligados a Estados Unidos. Fue apenas algo más que una nota de pie de página en la historia, pero en algunos aspectos rompió la tendencia. Uno de ellos fue que se hizo necesario contar con un nuevo pretexto, y éste llegó rápido: la amenaza de narcotraficantes de origen latino que buscan destruir a Estados Unidos. Richard Nixon ya había declarado la guerra contra las drogas, pero ésta asumió un nuevo y significativo papel durante el momento unipolar.

Sofisticación tecnológica en el tercer mundo

La necesidad de un nuevo pretexto guió también la reacción oficial en Washington ante el colapso de la superpotencia enemiga. El gobierno de Bush padre trazó el nuevo rumbo a los pocos meses: en resumidas cuentas, todo se mantendrá bastante igual, pero tendremos nuevos pretextos. Todavía requerimos de un enorme sistema militar, pero ahora hay un nuevo justificante: la sofisticación tecnológica de las potencias del tercer mundo. Tenemos que mantener la base industrial de defensa, eufemismo para describir la industria de alta tecnología apoyada por el Estado. Debemos mantener fuerzas de intervención dirigidas a las regiones ricas en energéticos de Medio Oriente, donde no haríamos responsable al Kremlin de las amenazas significativas a nuestros intereses, a diferencia de las décadas de engaño cuando eso ocurría.

Todo lo anterior pasó muy en silencio, apenas si se notó. Pero para quienes confían en entender el mundo, es bastante ilustrativo.

Como pretexto para una intervención, fue útil invocar una guerra a las drogas, pero como pretexto es muy estrecho. Se necesitaba uno de más arrastre. Rápidamente las elites se volcaron a la tarea y cumplieron su misión. Declararon una revolución normativa que confería a Estados Unidos el derecho a una intervención por razones humanitarias escogida por definición, por la más noble de las razones.

Para expresarlo con sutileza, ni las víctimas tradicionales se inmutaron. Las conferencias de alto nivel en el Sur global condenaron con amargura “el así llamado ‘derecho’ a una intervención humanitaria”. Era necesario un refinamiento adicional, por lo que se diseñó el concepto de responsabilidad de proteger. Quienes prestan atención a la historia no se sorprenderán al descubrir que las potencias occidentales ejercen su responsabilidad de proteger de modo muy selectivo, en adherencia estricta a las tres máximas descritas. Los hechos perturban de tan obvios, y requieren considerable agilidad de las clases intelectuales: otra reveladora historia que debo dejar de lado.

Conforme el momento unipolar se iluminó, otra cuestión que se puso al frente fue el destino de la OTAN. La justificación tradicional para la organización era la defensa contra las agresiones soviéticas. Al desaparecer la Unión Soviética se evaporó el pretexto. Las almas ingenuas, que tienen fe en las doctrinas del momento, habrían esperado que la OTAN desapareciera también; por el contrario, se expandió con rapidez. Los detalles revelan mucho acerca de la guerra fría y de lo que siguió. A nivel más general revelan cómo se forman y ejecutan las políticas de los estados.

A medida que se colapsó la Unión Soviética, Mijail Gorbachov hizo una pasmosa concesión: permitió que una Alemania unificada se uniera a una alianza militar hostil encabezada por la superpotencia global, pese a que Alemania por sí sola casi había destruido Rusia en dos ocasiones durante el siglo XX. Sin embargo, fue un quid pro quo, un esto por aquello, una reciprocidad. El gobierno de Bush prometió a Gorbachov que la OTAN no se extendería a Alemania oriental, y que desde luego no llegaría más al oriente. También le aseguró al mandatario soviético que la organización se transformaría en un ente más político. Gorbachov propuso también una zona libre de armas nucleares desde el Ártico al Mar Negro, un paso hacia una zona de paz que eliminara cualquier amenaza a Europa occidental u oriental. Tal propuesta se pasó por alto sin consideración alguna.

Poco después llegó Bill Clinton al cargo. Muy pronto se desvanecieron los compromisos de Washington. No es necesario abundar sobre la promesa de que la OTAN se convertiría en un ente más político. Clinton expandió la organización hacia el este, y Bush fue más allá. En apariencia Barack Obama intenta continuar la expansión.

Un día antes del primer viaje de Barack Obama a Rusia, su asistente especial en Seguridad Nacional y Asuntos Eurasiáticos informó a la prensa: No vamos a dar seguridades a los rusos, ni a darles ni intercambiar nada con ellos respecto de la expansión de la OTAN o la defensa con misiles.

Se refería a los programas de defensa con misiles estadunidenses en Europa oriental y a la posibilidad de convertir en miembros de la OTAN a dos vecinos de Rusia, Ucrania y Georgia. Ambos pasos eran vistos por los analistas occidentales como serias amenazas a la seguridad rusa, por lo que, de igual modo, podían inflamar las tensiones internacionales.

Ahora, la jurisdicción de la OTAN es todavía más amplia. El asesor de Seguridad Nacional de Obama, el comandante de Marina James Jones, hace llamados a que la organización se amplíe al sur y también al este, de modo que se refuerce el control estadunidense sobre las reservas energéticas de Medio Oriente. El general Jones también aboga por una fuerza de respuesta de OTAN, que confiera a la alianza militar encabezada por Estados Unidos mucho mayor capacidad y flexibilidad para efectuar acciones con rapidez y en distancias muy largas, objetivo que ahora Washington se empeña en lograr en Afganistán.

El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, informó a la conferencia de la organización que las tropas de la alianza tienen que custodiar los ductos de crudo y gas que van directamente a Occidente y, de modo más general, proteger las rutas marinas utilizadas por los buques cisternas y otras cruciales infraestructuras del sistema energético. Dicha decisión expresa de forma más explícita las políticas posteriores a la guerra fría: remodelar la OTAN para volverla una fuerza de intervención global encabezada por Estados Unidos, cuya preocupación especial sea el control de los energéticos. Supuestamente, la tarea incluye la protección de un ducto de 7 mil 600 millones de dólares que conduciría gas natural de Turkmenistán a Pakistán e India, pasando por la provincia de Kandahar, en Afganistán, donde están desplegadas las tropas canadienses. La meta es bloquear la posibilidad de que un ducto alterno brinde a Pakistán e India gas procedente de Irán, y disminuir la dominación rusa de las exportaciones energéticas de Asia central, según informó la prensa canadiense, bosquejando con realismo algunos de los contornos del nuevo gran juego en el que la fuerza de intervención internacional encabezada por Estados Unidos va a ser un jugador principal.

Desde los primeros días posteriores a la guerra fría, se entendía que Europa occidental podría optar por un curso independiente, tal vez con una visión gaullista de Europa, del Atlántico a los Urales. En este caso el problema no es un virus que pueda diseminar el contagio, sino una pandemia que podría desmantelar todo el sistema de control global. Se supone que, al menos en parte, la OTAN intenta contrarrestar esa seria amenaza. La expansión actual de la alianza, y los ambiciosos objetivos de la nueva organización, dan nuevo empuje a esos fines.
Los acontecimientos continúan atravesando el momento unipolar, adhiriéndose bien a los principios que rigen los asuntos internacionales. Más en específico, las políticas se conforman muy cerca de las doctrinas del orden mundial formuladas por los planificadores estadunidenses de alto nivel durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1939, reconocieron que, fuera cual fuese el resultado de la guerra, Estados Unidos se convertiría en una potencia global y desplazaría a Gran Bretaña. En concordancia, desarrollaron planes para que Estados Unidos ejerciera control sobre una porción sustancial del planeta. Esta gran área, como le llaman, habría de comprender por lo menos el hemisferio occidental, el antiguo imperio británico, el Lejano Oriente y los recursos energéticos de Asia occidental. En esta gran área, Estados Unidos habría de mantener un poder incuestionable, una supremacía militar y económica, y actuaría para garantizar los límites de cualquier ejercicio de soberanía por parte de estados que pudieran interferir con sus designios globales. Al principio los planificadores pensaron que Alemania predominaría en Europa, pero conforme Rusia comenzó a demoler la Wermacht (las fuerzas armadas nazis), la visión se hizo más y más expansiva, y se buscó que la gran área incorporara la mayor extensión de Eurasia que fuera posible, por lo menos Europa occidental, el corazón económico de Eurasia.

Se desarrollaron planes detallados y racionales para la organización global, y a cada región se le asignó lo que se le llamó su función. Al Sur en general se le asignó un papel de servicio: proporcionar recursos, mano de obra barata, mercados, oportunidades de inversión y más tarde otros servicios, tales como recibir la exportación de desperdicios y contaminación. En ese entonces, Estados Unidos no estaba tan interesado en África, así que la pasó a Europa para que explotara su reconstrucción a partir de la destrucción de la guerra. Uno podría imaginar relaciones diferentes entre África y Europa a la luz de la historia, pero no se tuvieron en cuenta. En contraste, se reconoció que las reservas de petróleo de Medio Oriente eran una estupenda fuente de poder estratégico y uno de los premios materiales más grandes en la historia del mundo: la más importante de las áreas estratégicas del mundo, para ponerlo en palabras de Eisenhower. Y los planificadores se daban cuenta de que el control del crudo de Medio Oriente proporcionaría a Estados Unidos el control sustancial del mundo.

Quienes consideran significativas las continuidades de la historia tal vez recuerden que los planificadores de Truman hacían eco de las doctrinas de los demócratas jacksonianos al momento de la anexión de Texas y de la conquista de medio México, un siglo antes. Tales predecesores anticiparon que las conquistas proporcionarían a Estados Unidos un virtual monopolio del algodón, el combustible de la primera revolución industrial: Ese monopolio, ahora asegurado, pone a todas las naciones a nuestros pies, declaró el presidente Tyler. En esa forma, Estados Unidos podría esquivar el disuasivo británico, el mayor problema de esa época, y ganar influencia internacional sin precedente.

Concepciones semejantes guiaron a Washington en su política petrolera. De acuerdo con ella –explicaba el Consejo de Seguridad Nacional de Eisenhower–, Estados Unidos debe respaldar regímenes rudos y brutales y bloquear la democracia y el desarrollo, aunque eso provoque una campaña de odio contra nosotros, como observó el presidente Eisenhower 50 años antes de que George W. Bush preguntara en tono plañidero por qué nos odian y concluyera que debía ser porque odiaban nuestra libertad.

Con respecto a América Latina, los planificadores posteriores a la Segunda Guerra Mundial concluyeron que la primera amenaza a los intereses estadunidenses la representan los regímenes radicales y nacionalistas que apelan a las masas de población y buscan satisfacer la demanda popular de mejoramiento inmediato de los bajos estándares de vida de las masas y el desarrollo a favor de las necesidades internas del país. Estas tendencias entran en conflicto con las demanda de un clima económico y político que propicie la inversión privada, con la adecuada repatriación de las ganancias y la protección de nuestras materias primas. Gran parte de la historia subsiguiente fluye de estas concepciones que nadie cuestiona.

TLC, cura recomendada

En el caso especial de México, el taller de desarrollo de estrategias para América Latina, celebrado en el Pentágono en 1990, halló que las relaciones Estados Unidos-México eran extraordinariamente positivas, y que no las perturbaba ni el robo de elecciones, ni la violencia de Estado, ni la tortura o el escandaloso trato dado o obreros y campesinos, ni otros detalles menores. Los participantes en el taller sí vieron una nube en el horizonte: la amenaza de “una ‘apertura a la democracia’ en México”, la cual, temían, podría poner en el cargo a un gobierno más interesado en desafiar a Estados Unidos sobre bases económicas y nacionalistas. La cura recomendada fue un tratado Estados Unidos-México que encerrara al vecino en su interior y proponerle las reformas neoliberales de la década de 1980, que ataran de manos a los actuales y futuros gobiernos mexicanos en materia de políticas económicas.

En resumen, el TLCAN, impuesto puntualmente por el Poder Ejecutivo en oposición a la voluntad popular.

Y al momento en que el TLCAN entraba en vigor, en 1994, el presidente Clinton instituía también la Operación Guardián, que militarizó la frontera mexicana. Él la explicó así: no entregaremos nuestras fronteras a quienes desean explotar nuestra historia de compasión y justicia. No mencionó nada acerca de la compasión y la justicia que inspiraron la imposición de tales fronteras, ni explicó cómo el gran sacerdote de la globalización neoliberal entendía la observación de Adam Smith de que la libre circulación de mano de obra es la piedra fundacional del libre comercio.

La elección del tiempo para implantar la Operación Guardián no fue para nada accidental. Los analistas racionales anticiparon que abrir México a una avalancha de exportaciones agroindustriales altamente subsidiadas tarde o temprano socavaría la agricultura mexicana, y que las empresas mexicanas no aguantarían la competencia con las enormes corporaciones apoyadas por el Estado que, conforme al tratado, deberían operar libremente en México. Una consecuencia probable sería la huída de muchas personas a Estados Unidos junto con quienes huyen de los países de Centroamérica, arrasados por el terrorismo reaganita. La militarización de la frontera fue un remedio natural.

Las actitudes populares hacia quienes huyen de sus países –conocidos como extranjeros ilegales– son complejas. Prestan servicios valiosos en su calidad de mano de obra superbarata y fácilmente explotable. En Estados Unidos las agroempresas, la construcción y otras industrias descansan sustancialmente en ellos, y ellos contribuyen a la riqueza de las comunidades en que residen. Por otra parte, despiertan tradicionales sentimientos antimigrantes, persistente y extraño rasgo en esta sociedad de migrantes que arrastra una historia de vergonzoso trato hacia ellos. Hace pocas semanas, los hermanos Kennedy fueron vitoreados como héroes estadunidenses. Pero a fines del siglo XIX los letreros de ni perros ni irlandeses no los habrían dejado entrar a los restaurantes de Boston. Hoy los emprendedores asiáticos son una fulgurante innovación en el sector de alta tecnología. Hace un siglo, acciones racistas de exclusión impedían el acceso de asiáticos, porque se les consideraba amenazas a la pureza de la sociedad estadunidense.

Sean cuales fueren la historia y las realidades económicas, los inmigrantes han sido siempre percibidos por los pobres y los trabajadores como una amenaza a sus empleos, sus modos de vida y su subsistencia. Es importante tener en cuenta que la gente que hoy protesta con furia ha recibido agravios reales. Es víctima de los programas de manejo financiero de la economía y de globalización neoliberal, diseñados para transferir la producción hacia fuera y poner a los trabajadores a competir unos con otros a escala mundial, bajando los salarios y las prestaciones, mientras se protege de las fuerzas del mercado a los profesionales con estudios. Los efectos han sido severos desde los años de Reagan, y con frecuencia se manifiestan de modos feos y extremos, como muestran las primeras planas de los diarios en los días que corren. Los dos partidos políticos compiten por ver cuál de ellos puede proclamar en forma más ferviente su dedicación a la sádica doctrina de que se debe negar la atención a la salud a los extranjeros ilegales. Su postura es consistente con el principio, establecido por la Suprema Corte, de que, de acuerdo con la ley, esas criaturas no son personas, y por tanto no son sujetos de los derechos concedidos a las personas. En este mismo momento la Suprema Corte considera la cuestión de si las corporaciones deben poder comprar elecciones abiertamente en lugar de hacerlo de modos más indirectos: asunto constitucional complejo, porque las cortes han determinado que, a diferencia de los inmigrantes indocumentados, las corporaciones son personas reales, de acuerdo con la ley, y así, de hecho, tienen derechos que rebasan los de las personas de carne y hueso, incluidos los derechos consagrados por los tan mal nombrados acuerdos de libre comercio. Estas reveladoras coincidencias no me provocan comentario alguno. La ley es en verdad un asunto solemne y majestuoso.

El espectro de la planificación es estrecho, pero permite alguna variación. El gobierno de Bush II fue tan lejos, que llegó al extremo del militarismo agresivo y ejerció un arrogante desprecio, inclusive hacia sus aliados. Fue condenado duramente por estas prácticas, aun dentro de las corrientes principales de opinión. El segundo periodo de Bush fue más moderado. Algunas de sus figuras más extremistas fueron expulsadas: Rumsfeld, Wolfowitz, Douglas Feith y otros. A Cheney no lo pudieron quitar porque él era la administración. Las políticas comenzaron a retornar más hacia la norma. Al llegar Obama al cargo, Condoleeza Rice predecía que seguiría las políticas del segundo periodo de Bush, y eso es en gran medida lo que ha ocurrido, más allá del estilo retórico diferente, que parece haber encantado a buena parte del mundo… tal vez por el descanso que significa que Bush se haya ido.

En el punto más candente de la crisis de los misiles cubanos, un asesor de alto rango del gobierno de Kennedy expresó muy bien algo que hoy es una diferencia básica entre George Bush y Barack Obama. Los planificadores de Kennedy tomaban decisiones que literalmente amenazaban a Gran Bretaña con la aniquilación, pero sin informar a los británicos.

En ese punto, el asesor definió la relación especial con el Reino Unido. “Gran Bretaña –dijo– es nuestro teniente”; el término más de moda hoy sería socio. Gran Bretaña, por supuesto, prefiere el término en boga. Bush y sus cohortes se dirigían al mundo tratando a todos como nuestros tenientes. Así, al anunciar la invasión de Irak, informaron a Naciones Unidas que podía obedecer las órdenes estadunidenses, o volverse irrelevante. Es natural que una desvergonzada arrogancia así levante hostilidades.

Obama adopta un curso de acción diferente. Con afabilidad saluda a los líderes y pueblos del mundo como socios y únicamente en privado continúa tratándolos como tenientes, como subordinados. Los líderes extranjeros prefieren con mucho esta postura, y el público en ocasiones queda hipnotizado por ella. Pero es sabio atender a los hechos, y no a la retórica o a las conductas agradables. Porque es común que los hechos cuenten una historia diferente. En este caso también.

Tecnología de la destrucción

El actual sistema mundial permanece unipolar en una sola dimensión: el ámbito de la fuerza. Estados Unidos gasta casi lo mismo que el resto del mundo junto en fuerza militar, y está mucho más avanzado en la tecnología de la destrucción. Está solo también en la posesión de cientos de bases militares por todo el mundo, y en la ocupación de dos países situados en cruciales regiones productoras de energéticos. En estas regiones está estableciendo, además, enormes megaembajadas; cada una de ellas es en realidad es una ciudad dentro de otra: clara indicación de futuras intenciones. En Bagdad se calcula que los costos de la megaembajada asciendan de mil 500 millones de dólares este año a mil 800 millones en los años venideros. Se desconocen los costos de sus contrapartes en Pakistán y Afganistán, como también se desconoce el destino de las enormes bases militares que Estados Unidos instaló en Irak.

El sistema global de bases se comienza a extender ahora por América Latina. Estados Unidos ha sido expulsado de sus bases en Sudamérica; el caso más reciente es el de la base de Manta, en Ecuador, pero recientemente logró arreglos para utilizar siete nuevas bases militares en Colombia, y se supone que intenta mantener la base de Palmerola, en Honduras, que jugó un papel central en las guerras terroristas de Reagan. La Cuarta Flota estadunidense, desbandada en los años 50 del siglo XX, fue reactivada en 2008, poco después de la invasión colombiana a Ecuador. Su responsabilidad cubre el Caribe, Centro y Sudamérica, y las aguas circundantes. La Marina incluye, entre sus variadas operaciones, acciones contra el tráfico ilícito, maniobras simuladas de cooperación en seguridad, interacciones ejército-ejército y entrenamiento bilateral y multilateral. Es entendible que la reactivación de la flota provoque protestas y preocupación de gobiernos como el de Brasil, el de Venezuela y otros.

La preocupación de los sudamericanos se ha incrementado por un documento de abril de 2009, producido por el comando de movilidad aérea estadunidense (US Air Mobility Command), que propone que la base de Palanquero, en Colombia, pueda convertirse en el sitio de seguridad cooperativa desde el cual puedan ejecutarse operaciones de movilidad. El informe anota que, desde Palanquero, casi medio continente puede ser cubierto con un C-17 (un aerotransporte militar) sin recargar combustible. Esto podría formar parte de una estrategia global en ruta, que ayude a lograr una estrategia regional de combate y con la movilidad de los trayectos hacia África. Por ahora, la estrategia para situar la base en Palanquero debe ser suficiente para fijar el alcance de la movilidad aérea en el continente sudamericano, concluye el documento, pero prosigue explorando opciones para extender el sistema a África con bases adicionales, todo como parte de un sistema global de vigilancia, control e intervención.

Estos planes forman parte de una política más general de militarización de América Latina. El entrenamiento de oficiales latinoamericanos se ha incrementado abruptamente en los últimos 10 años, mucho más allá de los niveles de la guerra fría.

La policía es entrenada en tácticas de infantería ligera. Su misión es combatir pandillas de jóvenes y populismo radical, término este último que debe de entenderse muy bien en América Latina.

El pretexto es la guerra contra las drogas, pero es difícil tomar eso muy en serio, aun si aceptáramos la extraordinaria suposición de que Estados Unidos tiene derecho a encabezar una guerra en tierras extranjeras. Las razones son bien conocidas, y fueron expresadas una vez más a fines de febrero por la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, encabezada por los ex presidentes Cardoso, Zedillo y Gaviria. Su informe concluye que la guerra al narcotráfico ha sido un fracaso total y demanda un drástico cambio de política, que se aleje de las medidas de fuerza en los ámbitos interno y externo e intente medidas menos costosas y más efectivas.

Los estudios llevados a cabo por el gobierno estadunidense, y otras investigaciones, han mostrado que la forma más efectiva y menos costosa de controlar el uso de drogas es la prevención, el tratamiento y la educación. Han mostrado además que los métodos más costosos y menos eficaces son las operaciones fuera del propio país, tales como las fumigaciones y la persecución violenta. El hecho de que se privilegien consistentemente los métodos menos eficaces y más costosos sobre los mejores es suficiente para mostrarnos que los objetivos de la guerra contra las drogas no son los que se anuncian. Para determinar los objetivos reales, podemos adoptar el principio jurídico de que las consecuencias previsibles constituyen prueba de la intención. Y las consecuencias no son oscuras: subyace en los programas una contrainsurgencia en el extranjero y una forma de limpieza social en lo interno, enviando enormes números de personas superfluas, casi todas hombres negros, a las penitenciarías, fenómeno que condujo ya a la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, por mucho, desde que se iniciaron los programas, hace 30 años.

Aunque el mundo es unipolar en la dimensión militar, no siempre ha sido así en la dimensión económica. A principios de la década de 1970, el mundo se había vuelto económicamente tripolar, con centros comparables en Norteamérica, Europa y el noreste asiático. Ahora la economía global se ha vuelto aún más diversa, en particular tras el rápido crecimiento de las economías asiáticas que desafiaron las reglas del neoliberal Consenso de Washington.

También América Latina comienza a liberarse por sí sola de este yugo. Los esfuerzos estadunidenses por militarizarla son una respuesta a estos procesos, particularmente en Sudamérica, la cual por vez primera desde las conquistas europeas comienza a enfrentar los problemas fundamentales que han plagado el continente. He ahí el inicio de movimientos encaminados a la integración de países que tradicionalmente se orientaban hacia Occidente, no uno hacia el otro, y también un impulso por diversificar las relaciones económicas y otras relaciones internacionales. Están también, por último, algunos esfuerzos serios por dar respuesta a la patología latinoamericana de que son los estrechos sectores acaudalados los que gobiernan en medio de un mar de miseria, quedando los ricos libres de responsabilidades, excepto la de enriquecerse a sí mismos. Esto último es muy diferente de Asia oriental, como se puede medir observando la fuga de capitales. En Asia oriental tales fugas se han controlado con mucha fuerza. En Corea del Sur, por ejemplo, durante su periodo de rápido crecimiento, la exportación de capitales podía acarrear la pena de muerte.

Estos procesos en América Latina, en ocasiones encabezados por impresionantes movimientos populares de masas, son de gran significación. No es sorpresivo que provoquen amargas reacciones entre las elites tradicionales, respaldadas por la superpotencia hemisférica. Las barreras son formidables, pero, si logran remontarse, los resultados van a cambiar en forma significativa el curso de la historia latinoamericana, y sus impactos más allá de ella no serán pequeños.

Traducción: Ramón Vera Herrera

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/09/22/index.php?section=politica&article=003n1pol


Leer más...