viernes, 5 de febrero de 2010
Carne de cañón para el ejército español
4 de febrero de 2010
Cuatro meses de soldado, y a Afganistán
El 57% de los militares muertos en ataques en misiones tenía menos de 22 años - Los extranjeros son el 7% de la tropa, pero un 43% de los fallecidos.
NATALIA JUNQUERA
¿Está preparado militar y psicológicamente un chico de 18 años para enfrentarse a una emboscada talibán? El repaso al perfil de los militares del Ejército español fallecidos o heridos en atentados en la misión que la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha definido como "la más dura, arriesgada y compleja", Afganistán, o en la de Líbano, muestra que casi el 57% de los fallecidos tenía entre 18 y 21 años, cuando este tramo de edad sólo representa al 10,5% de la tropa. Y que el 42,9% de los militares muertos en atentados en estos dos países eran extranjeros, cuando el porcentaje de presencia de inmigrantes en tropa y marinería es del 6,7%.
La última víctima mortal, John Felipe Romero Meneses, tenía nacionalidad colombiana y 21 años. Entre los seis heridos que viajaban con él en el BMR afectado por la explosión, hay otros dos colombianos, de 23 y 19 años. También eran de este país tres de los seis fallecidos en el peor atentado a las tropas, en Líbano, en 2007. Jonhatan Galea García, víctima del mismo ataque tenía sólo 18 años. Y Juan Paz Soler, que resultó herido, 19.
La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) cree que debería abrirse un debate sobre el perfil de los militares que acuden a las misiones. "Tenemos dudas de que gente que acaba de entrar en las Fuerzas Armadas esté preparada para estar en Afganistán", asegura Mariano Casado, secretario general de la AUME. "Desde la asociación creemos que el debate, más que en cuestiones tácticas sobre tipos de vehículos, debería estar aquí: en la sobrecarga del sistema de rotaciones. ¿Está preparado el Ejército para sostener rotaciones de 3.000 militares en misiones cada cuatro meses? A nosotros nos da la impresión de que esa sobrecarga está provocando que cada vez acudan a gente más inexperta. Un chaval puede ingresar en el Ejército con 18 años, pasar tres meses en los CEFOR o CIMOV [centros de formación], ser destinado a una unidad y si a ésta le toca salir de misión, estar en Afganistán un mes después. Es decir, con 18 años de edad y sólo cuatro meses de preparación".
Para aprovechar la experiencia y ahorrar costes, los mandos estudian ampliar de cuatro a seis meses el tiempo de permanencia de los militares en la zona de operaciones, aunque son conscientes del sacrificio para las familias.
En cuanto a los extranjeros, su presencia sigue siendo muy importante en las unidades de élite, las que acuden a las misiones. "Esto ocurre porque al principio tenían limitado el acceso a esas unidades: la Brigada Paracaidista, la Legión... y porque ahora, dado que suelen tener una formación inferior, tienen menos posibilidades de poder escoger un destino, digamos más cómodo", explica Casado. "Creemos que es un poco injusto que si a los seis años no han conseguido la nacionalidad española se les expulse del Ejército porque a las misiones en las que mueren, van como uno más".
Diario El País
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