lunes, 24 de mayo de 2010

La estrategia nuclear israelí

Central nuclear de Dimona

Traducción: Mariam Alami

Los secretos nucleares del Estado israelí están muy bien atados al establecimiento militar que juega un papel importantísimo en las decisiones políticas del gobierno, el Ejército sionista, en la mentalidad y la ideología sionistas, es el salvador de la patria usurpada a los palestinos. el Ejército que gobierna Israel con sus hombres vestidos de civiles tras una larga vida militar (como es el caso de Sharon y Barak) hace casi imposible saber el grado de desarrollo al que ha llegado el programa nuclear israelí.
Sin embargo, hay suficiente creencia en la existencia de un deposito de reserva nuclear israelí con la intención de tener una estrategia nuclear de terror respecto a los países vecinos.

Se ha dicho que Israel ha sido siempre un país nuclear. Desde la fundación del Estado en 1948 sobre las ruinas de Palestina, los primeros planes para el programa de investigación nuclear se han llevado a cabo. La Comisión de Energía Atómica Israelí fue fundada en 1952 y fue, significativamente, incluida en el Ministerio de Defensa. No se escribieron términos de referencia para la Comisión. Los científicos israelíes fueron enviados fuera del país para ser entrenados y se firmó un acuerdo con Francia en 1953 de cooperación atómica y otro con Estados Unidos en 1954. Además un reactor de investigación fue comprado a Estados Unidos

Capacidad para producir armas nucleares
En 1957, Israel y Francia concluyeron un acuerdo confidencial cuyo resultado fue la construcción, para el Ministerio de Defensa, de un gran reactor de investigación en el norte de Neguev. A finales de 1964 la capacidad del reactor Diomna fue desarrollada y comenzó a producir 8 kilogramos de plutonio al año: suficiente para la fisión entre una y dos armas después de reprocesar el plutonio. Algunos informes indican que en aquella época fue acordado un aumento en la cooperación israelo-francesa, a raíz del cual se acordó también llevar a cabo una prueba de una bomba atómica diseñada conjuntamente en el suelo de pruebas del que disponía en el Sahara. Ha habido también informes de una prueba subterránea en Neguev, en 1963.

En este sentido, habiendo establecido un sistema de producción estable para material escindible de plutonio, una planta de producción fue necesaria para una rápida conversión del grado mineral de las armas. Existe entre los observadores un acuerdo de que Israel no construyó dicha planta. La razón de este acuerdo parece ser debido a que Israel tuvo éxito adquiriendo ilegalmente un género importante de uranio enriquecido. Los informes de la CIA han revelado que Israel obtuvo grandes cantidades de uranio enriquecido de forma clandestina. Una crónica del The New York Times - publicada en 1996 - relacionada con esta polémica recordó la pérdida en 1965 de 382 libras de uranio altamente enriquecido de la Cooperación de Energía y Materiales Nucleares en Apollo, Pensylvania (EE.UU.).

Cabe decir que guardar pistas del combustible nuclear es siempre difícil; no obstante de las 382 libras perdidas, la Comisión de Investigación llegó a la conclusión de que por lo menos 206 libras no pueden ser acreditadas como "perdidas en las cañerías". Esto es suficiente para 14 bombas. Por esto podemos entender que si Israel consiguió obtener material para armas nucleares en 1965 (año en el que desapareció el material en Pensylvania) esto podría explicar el porqué no se construyó ninguna planta de producción de plutonio.

Postura nuclear.

El primer ministro israelí, Ekhol en 1966, el presidente Katzir en 1974 y el primer ministro Rabin en 1975 declararon que Israel no sería la primera en introducir armas nucleares en Oriente Medio. Esta no fue más que una medida de táctica militar con la que Israel intentaba incrementar la incertidumbre de sus vecinos respecto a su poder nuclear. Un informe elaborado en noviembre de 1976 tras una sesión de información de la CIA afirmaba que el arsenal de Israel de 13 armas fue preparado para su posible uso al comienzo de la guerra de 1973. El ministro de defensa Moshe Dyan fue citado en el informe justificando la opción nuclear de Israel: "Israel no tiene elección, con nuestros recursos humanos no podemos físicamente seguir adquiriendo ni más tanques ni más aviones". La disponibilidad de armas nucleares en manos de Israel indica que en caso de estar en una situación de derrota la política israelí de " no uso prioritario" es retórica.

Varios informes militares revelan que las cabezas nucleares israelíes podrían estar hechas a medida para mísiles Jericó, Lance y Hlarpon; las bombas nucleares podrían ser tiradas por aviones F-4E, Kfir-C2s, Fiss e incluso por Skyhawks A-4. Para el mismo fin Israel intentó adquirir mísiles Pershing de los Estados Unidos en 1975, pero se retiró la petición al provocar una considerable polémica en Washington. Ciertamente, Jericó, Lance y Pershing tienen mayor eficacia militar en un papel de uso nuclear que en uno convencional.

Hay poca duda en que Israel es un Estado con armamento nuclear. Esto podría ser usado si hubiera un peligro inminente de ser derrotado militarmente. Es improbable que la estrategia israelí sobre posesión de armas nucleares cambie, los dirigentes sionistas siguen con el juego de ambigüedad de no afirmar ni desmentir esta creencia en la tenencia de armas nucleares.

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