viernes, 19 de febrero de 2010
El embajador israelí llamado a comparecer en el Foreign Office,
Londres califica de "escándalo" el uso de sus pasaportes en la planificación del asesinato del dirigente palestino Mahmud al Mabhuh en Dubai en enero pasado.
El embajador israelí comparece en el Foreign Office, pero no aporta nada nuevo
Foto: El embajador Prosor sale ayer del ministerio. - AFP
IÑIGO SÁENZ DE UGARTE - CORRESPONSAL - 19/02/2010 08:00
Fue la típica llamada a consultas a un embajador en la que este debe aportar unas explicaciones que no tiene. El embajador israelí, Ron Prosor, pasó 15 minutos en el despacho de un alto cargo del Foreign Office para dar su versión sobre el uso de pasaportes británicos falsificados en el asesinato en Dubai de un dirigente de Hamás.
"A pesar de mi disposición a colaborar en la petición, no he podido aportar nuevos datos sobre el asunto", dijo el diplomático a la salida de la reunión. Lo único relevante es que el embajador tuvo que aparecer ante la prensa. El Foreign Office no le dejó salir en coche desde los subterráneos del ministerio.
Fue un pequeño detalle con el que poner de manifiesto el malestar británico por la probable participación del Mosad en el atentado de Dubai. Sin embargo, las declaraciones públicas de las autoridades británicas habían sido hasta ayer muy discretas, sin atreverse en ningún caso a acusar directamente a Israel.
Para intentar desmentir esa impresión, el ministro de Exteriores, David Miliband dijo ayer que el uso de pasaportes es "un escándalo" que el Gobierno se está tomando muy en serio. "Lo que se ha dejado claro [en la reunión] es que esperamos que Israel coopere en la investigación [ordenada por Gordon Brown] y que muestre la misma seriedad en ella que nosotros estamos adoptando", dijo el ministro.
El Gobierno no se ha atrevido a precisar qué ocurriría si, como es previsible, las autoridades israelíes se niegan a asumir ninguna responsabilidad en los hechos de Dubai o si mantienen una política de ambigüedad calculada.
Las únicas advertencias conocidas son, de momento, anónimas. Una fuente del Foreign Office explicó al The Daily Telegraph que Israel se arriesga a poner en peligro la colaboración entre los servicios de inteligencia de ambos países: "Gran Bretaña ha cortado en el pasado las relaciones con el Mosad y volverá a hacerlo si se descubre que Israel ha actuado en contra de los intereses británicos".
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