Doctrina militar de EE.UU., defensa de misiles en Europa y expansión de la OTAN
27-11-2009
Mahdi Darius Nazemroaya
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Se acerca el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín ¿pero ha terminado realmente la Guerra Fría y es realmente una reliquia histórica de un pasado no demasiado distante?
Puede que la Unión Soviética ya no exista y que el Pacto de Varsovia haya sido disuelto hace tiempo, pero muchos residuos de la Guerra Fría siguen existiendo, como el conflicto en la península coreana dividida, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y finalmente el problema de la defensa de misiles.
En los últimos años las relaciones entre la OTAN y la Federación Rusa se han tensado y han sido descritas en términos que recuerdan la Guerra Fría. Uno de los principales impulsos para la reanudación de las tensiones de la Guerra Fría ha sido el proyecto de escudo de misiles de EE.UU. en el continente europeo. Los rusos no han mantenido en secreto su opinión de que el escudo de defensa de misiles es, sobre todo, una amenaza para ellos.
La idea de un proyecto de escudo de misiles no es nueva. Durante la Guerra Fría, la idea fue inaugurada por Ronald Reagan como parte de una grandiosa estrategia para desplegar misiles, instalaciones técnicas y bases militares por todo el mundo y en el espacio, lo que llevó a que el proyecto se llamara “Guerra de las Galaxias.”
Desde su inauguración, el Pentágono ha gastado miles de millones de dólares en investigación y estudio para el proyecto. Aunque el gobierno de EE.UU. ha afirmado que el propósito declarado de establecer un escudo de misiles es proteger a EE.UU. y Europa contra la amenaza de hipotéticos ataques con misiles balísticos norcoreanos o iraníes, el Kremlin considera el proyecto de escudo de misiles como una seria amenaza para la seguridad nacional de Madre Rusia. Moscú insiste en calificar las justificaciones para desplegar el escudo de misiles de simple pretexto para aproximarse a Rusia.
¿Cuál es el fundamento para esos puntos de vista y ansiedades rusas? La hostilidad rusa hacia el programa de EE.UU. se basa en objetivos estratégicos de larga data de EE.UU. Esos objetivos incluyen la doctrina militar de dominación de espectro completo, una política de primer ataque nuclear reactualizada que ahora incluye el concepto de primacía nuclear, y la expansión de la OTAN hasta las fronteras de Rusia –a pesar de las garantías de la OTAN de que no se expandiría más allá de las fronteras de Alemania.
La política nuclear de EE.UU. ha cambiado radicalmente desde la Guerra Fría. En 2001, el Estudio de Postura Nuclear (NPR, por sus siglas en inglés) de EE.UU. reconoció que Rusia era un objetivo para posibles ataques nucleares de las fuerzas armadas de EE.UU. El NPR de 2001 puede recapitularse en el siguiente resumen:
Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética era la principal amenaza nuclear para EE.UU. El fin de la Unión Soviética alejó la planificación de armas nucleares de EE.UU. y la alejó del objetivo Rusia. Sin embargo, Rusia sigue siendo la única nación que puede previsiblemente destruir EE.UU. por el tamaño de su arsenal nuclear. Además, la inseguridad sobre el curso futuro de la política exterior rusa lleva a EE.UU. a mantener una masiva reserva de armas nucleares. Por esos motivos, Rusia sigue ocupando un sitio en la lista de objetivos potenciales de las armas nucleares estadounidenses. Además, el nuevo NPR enumera explícitamente a otros seis países como objetivos: Corea del Norte, Irán, Iraq, Siria, Libia y China. Esta lista de objetivos refleja la planificación de gobiernos anteriores. [1]
Rusia es un objetivo nuclear para el Pentágono porque es la principal nación capaz de desafiar en lo militar a EE.UU., pero no es sólo eso lo que ha puesto a Moscú los nervios de punta. En 2001, EE.UU. anunció que se retiraría unilateralmente del Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM), que estableció límites legales a la cantidad de misiles balísticos de EE.UU. y Rusia.
Fue también una de las recomendaciones de Dick Cheney y del think tank neoconservador denominado Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC) en su manuscrito “Rebuilding America’s Defenses: Strategies, Forces, and Resources For a New Century [Reconstruyendo las defensas de EE.UU.: Estrategias, Fuerzas y Recursos para un Nuevo Siglo].” En el documento del PNAC, publicado en septiembre de 2000, se declara categóricamente que EE.UU. debe “DESARROLLAR Y DESPLEGAR DEFENSAS GLOBALES DE MISILES para defender el interior de EE.UU. y a los aliados de EE.UU. y para proveer una base segura para la proyección del poder de EE.UU. en el mundo.” [22]
A la retirada unilateral de EE.UU. del Tratado ABM siguieron más anuncios de cambios en la doctrina militar de EE.UU., que primero fue acentuada por el NPR, luego por la Doctrina para Operaciones Nucleares Conjuntas (DJNO) y después CONPLAN 8022-02 que hizo que los ataques nucleares ofensivos fueran opciones disponibles para la guerra tanto preventiva como convencional. [3]
A los ojos de Rusia el proyecto de escudo de misiles tiene que ver con el establecimiento de la primacía nuclear de EE.UU. Una vez establecido el escudo de misiles, Rusia no podría reaccionar ante un primer ataque nuclear de EE.UU. y el arsenal nuclear del Kremlin sería virtualmente inútil. En otras palabras, EE.UU. eliminaría la amenaza de la “destrucción mutuamente asegurada” (MAD), que estuvo presente durante la Guerra Fría, al eliminar la amenaza de una reacción nuclear de Moscú. Esto también imposibilitaría toda represalia rusa ante un “primer ataque” nuclear estadounidense.
Durante la Guerra Fría la posibilidad de represalias nucleares o un “segundo ataque” y MAD fueron ampliamente considerados como los factores que habían impedido una guerra nuclear global entre EE.UU. y los soviéticos. La primacía nuclear, sin embargo, cambia todo esto y altera la capacidad rusa de tomar represalias, lo que el Kremlin considera que deja a Rusia y sus aliados expuestos a la posible hostilidad de EE.UU. y de la OTAN.
La OTAN sigue existiendo aunque la Guerra Fría ha terminado. La expansión de la OTAN hacia el este y el giro de la organización que ha pasado de ser un pacto defensivo a una organización intervencionista han inquietado a Rusia. La naturaleza estratégica de la defensa de misiles estadounidense, que altera la paridad nuclear entre Rusia y EE.UU., se complica aún más por la OTAN. Moscú se siente amenazada por las características militares ofensivas que la OTAN ha adoptado desde el fin de la Guerra Fría, que han llevado a la OTAN de la intervención en la antigua Yugoslavia a los combates en Afganistán, y a misiones tanto de seguridad y de entrenamiento en Oriente Próximo y África. A este respecto, el cáustico discurso de Vladimir Putin sobre seguridad global no debería causar un choque. Putin acusó a EE.UU. de buscar el objetivo de establecer un mundo unipolar mediante el poderío militar:
Hoy estamos presenciando una híper fuerza –fuerza militar– casi descontrolada, en las relaciones internacionales, fuerza que está llevando al mundo hacia un abismo de conflictos permanentes. Como resultado no tenemos suficiente fuerza para encontrar una solución exhaustiva a ninguno de esos conflictos. El encuentro de un arreglo político también se hace imposible.
Vemos un desdén cada vez mayor por los principios básicos del derecho internacional. Y las normas legales independientes se acercan, de hecho, cada vez más al sistema legal de un solo Estado. Un Estado y, por cierto, antes que nada, EE.UU., ha excedido sus fronteras nacionales de todas las maneras posibles. [4]
Putin también aludió a la expansión de la OTAN diciendo que apunta contra Rusia:
Pienso que es obvio que la expansión de la OTAN no tiene ninguna relación con la modernización de [la OTAN] en sí o con garantizar la seguridad en Europa. Al contrario, representa una seria provocación que reduce el nivel de confianza mutua. Y tenemos derecho a preguntar: ¿Contra quién se proponen esa expansión? ¿Y qué pasó con las garantías que nuestros socios occidentales dieron después de la disolución del Pacto de Varsovia? ¿Dónde quedaron esas declaraciones en la actualidad? Nadie siquiera las recuerda. Pero me permitiré recordar a esta audiencia lo que se dijo. Quisiera citar el discurso del Secretario General de la OTAN, señor Woerner, en Bruselas el 17 de mayo de 1990. Dijo entonces que: “El hecho de que estamos dispuestos a no colocar un ejército de la OTAN fuera de territorio alemán da a la Unión Soviética una firme garantía de seguridad”. ¿Dónde quedaron esas garantías? [5]
El temor a la amenaza de una guerra es muy real entre los planificadores rusos. El Kremlin cree que la Federación Rusia está siendo cercada simultáneamente por la OTAN, una cantidad creciente de bases militares, y finalmente misiles estadounidenses.
¿Llega a ser concebible la idea de una guerra entre Rusia y EE.UU. y la OTAN?
La guerra en 2008 entre Georgia y Rusia en el Cáucaso presenta una posibilidad semejante. La Guerra Ruso-Georgiana ha sido también llamada una guerra por encargo por funcionarios rusos. El Kremlin ha declarado que Mikheil Saakashvili, el dirigente de Georgia, representa intereses estadounidenses en la antigua Unión Soviética. En este sentido, Moscú ve a Georgia como un testaferro o Estado cliente de EE.UU. [6]
Las sospechas rusas se corroboraron todavía más cuando EE.UU. declaró durante la Guerra Ruso-Georgiana que el Cáucaso es un área vital para los intereses estratégicos estadounidenses. No es por casualidad que Georgia sea uno de los Estados que se militarizan más rápido en el mundo y uno de los mayores receptores de ayuda militar de EE.UU. De máxima importancia respecto a la guerra entre Rusia y Georgia por Osetia del Sur es que Rusia dijo que no habría tomado otras medidas incluso si Georgia fuera miembro de la OTAN. Esto basta para demostrar que la amenaza de una guerra más amplia que involucre a Rusia y a EE.UU. no es sólo una ilusión.
¿Apretó realmente un botón de reposición en las relaciones ruso-estadounidenses el gobierno de Obama con su anuncio en 2009 de una detención de los planes estadounidenses de defensa de misiles en Europa Oriental?
El celebrado anuncio del presidente Barack Obama del 17 de septiembre de que EE.UU. eliminará los componentes del escudo de misiles estacionado cerca de la frontera rusa en la República Checa y en Polonia es engañoso. Poco después del anuncio de Obama, EE.UU. lanzó dos satélites experimentales de defensa de misiles al espacio desde Cape Canaveral, Florida. [7]
Lo que realmente anunció Obama no fue la eliminación del escudo de misiles, sino un escudo de misiles mucho más amplio y efectivo según planes revisados que incluirán despliegues navales a bordo de barcos equipados con el sistema Aegis. [8] En realidad, el despliegue del escudo de misiles está siendo expandido en Europa y más allá, desde Turquía y el Mediterráneo al Mar Báltico.
La respuesta de un funcionario polaco a la revisión de planes de Obama sólo da cuerpo a los temores rusos. “Nunca estuvimos realmente amenazados por un ataque de misiles de largo alcance desde Irán, informó a TVP INFO Television Slawomir Nowak máximo asesor del primer ministro polaco Donald Tusk poco después del anuncio de Obama. [9]
¿Era por lo tanto la seguridad de Polonia, entre otros, contra la amenaza de un misil iraní el verdadero motivo para el escudo de misiles? El Kremlin diría que no. Para Moscú era obvio que los responsables de la política de EE.UU. correlacionaban el despliegue de defensas globales de misiles no con una amenaza iraní o norcoreana, sino en palabras del PNAC como medio para “suministrar una base segura para la proyección del poder de EE.UU. en el mundo.” [10]
¿Ha terminado realmente la Guerra Fría? Tal vez la respuesta resida en preparativos militares conjuntos de Rusia y Belarús y los juegos de guerra bilaterales que realizaron para preparar sus fuerzas armadas para un ataque de la OTAN, incluida una invasión por tierra, mar y aire. [11]
Referencias:
[1] Charles D. Ferguson, Nuclear Posture Review (Nuclear Threat Initiative, August 2002):
[2] The Project for a New American Century (PNAC), Rebuilding America’s Defenses: Strategy, Forces, and Resources (PNAC, septiembre 2000), p.v.
[3] William Arkin, “Not Just A Last Resort?: A Global Strike Plan, With a Nuclear Option,” The Washington Post, 15 de mayo de 2005:
[4] Vladimir Putin, Speech and the Following Discussion at the Munich Conference on Security Policy (Address, Munich Conference on Security Policy, Munich, Bavaria: 10 de febrero de 2007).
[5] Ibíd.
[6] Ian Traynor, “Putin accuses US of starting Georgia crises as election ploy,” The Guardian, 29 de agosto de 2008:
[7] “US sends 2 missile defense satellites into orbit,” Associated Press (AP), 25 de septiembre de 2009.
[8] Ian Sample, “US missile system’s track record: test, delays, failed launches, missed targets,” The Guardian, 17 de septiembre de 2009:
[9] Gareth Jones, “Poland sees merit in new Obama missile plan: aide,” Reuters, 24 de septiembre de 2009:
[10] PNAC, “Rebuilng America’s Defenses,” Op. cit.
[11] Lucian Kim, “Russian Paratroopers Stage War Games Simulating NATO Attack,” Bloomberg, 27 de septiembre de 2009:
Mahdi Darius Nazemroaya es Asociado Investigador del Centro de Investigación sobre la Globalización (CRG) que se especializa en temas geopolíticos y estratégicos.
Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=16221
No hay comentarios:
Publicar un comentario