viernes, 23 de octubre de 2009

Michele Sisson... Una Embajadora “Original”


Hussein Assi
Al-Manar
21/10/2009

Michele Sisson no es una embajadora “ordinaria” ni “tradicional”. Sisson, la embajadora estadounidense en Líbano, es una embajadora “original” por excelencia. Ella no es una embajadora “ordinaria” en Beirut. Ciertamente, es la “estrella” de los embajadores en un país en el que todos los temas internos se convierten en internacionales; en un país en el que la embajadora estadounidense se convierte en la “gobernante de hecho.”

Según los observadores en el país de los “milagros” y las “maravillas”, la “estrella” de los embajadores podría ser “homenajeada” por varios motivos: su excesiva actividad y dinamismo y un esfuerzo sin precedentes para inmiscuirse en los asuntos del país. Ciertamente, la más famosa embajadora en Líbano merece ser homenajeada por sus múltiples “logros” y “talentos.” Siendo muy activa y dinámica, Sisson se ha distinguido por sus visitas diarias, tanto a nivel político como social. Sisson no deja que un evento social transcurra sin hacer gala de su “preciosa” presencia y, en algunas ocasiones, de su valioso patrocinazgo. Algunos políticos libaneses han tenido la oportunidad de unirse al club de fans de Sisson. Dichos políticos parecen “tener la suerte” de recibir a Sisson más de una vez al mes o incluso una vez por semana. Durante la crisis del gabinete, Sisson pareció ser una de las figuras más “influyentes”. Al principio, ella realizó todos los esfuerzos posibles para impedir la formación del gabinete bajo la fórmula 15-10-5 o al menos impedir la participación de Hezbollah en él. Para lograr este objetivo, ella realizó visitas a varios altos responsables libaneses pero no consiguió ningún resultado. Tras el nuevo nombramiento de Saad Hariri como primer ministro designado, Sisson cambió su “estrategia”. En esta ocasión, ella decidió visitar a los que “sueñan” con un asiento en el gobierno y les pidió que obstruyeran el proceso de formación del gabinete hasta que recibieran un puesto en el mismo.Las propias palabras de Sisson son suficientes para tener una idea sobre la “misión” que la “estrella de los embajadores” cree que estaba realizando en Líbano. “EEUU cree que el proceso de formación del gabinete debe quedar completado tan pronto como sea posible, según la Constitución libanesa y en armonía con el resultado de las elecciones parlamentarias que tuvieron lugar en junio,” dijo Sisson hace unos pocos días tras encontrarse con el primer ministro designado, justo como hicieron los diputados libaneses, que se reunieron con él en el marco de las consultas para la formación del gobierno. Sisson utilizó el verbo “deber” al referirse a la necesidad de formar gobierno tan pronto como sea posible. Ella no utilizó el verbo “desear” o incluso “esperar”, sino que prefirió utilizar un tono de obligación, enviando así un mensaje a sus “amigos” en Líbano a los que recordó sus “deberes” hacia ella. Sisson fue incluso más allá cuando decidió determinar la forma del gobierno que su país desea: “un gobierno que respete los resultados de las elecciones parlamentarias,” un eslogan que fue inmediatamente adoptado por algunas figuras de la mayoría gubernamental y que significa la exclusión de la oposición nacional del gobierno. Es interesante finalmente recordar cuál es la “misión” de un embajador en el diccionario diplomático. Embajadores son normalmente las personas acreditadas ante un gobierno extranjero o una organización internacional para servir como representantes de su país y para construir relaciones diplomáticas, económicas y culturales con la nación donde están actuando. Según esta definición, no hay posibilidad de contradecir la “originalidad” de Michele Sisson, que, sin duda, es una embajadora de un tipo distinto.

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