Francia, la Checoslovaquia comunista y los mercados negros, abastecieron secretamente de una gran cantidad de armas a los europeos sionistas enquistados en Palestina. Nadie estaba al margen de las maniobras, todos estaban atentos, aunque, partícipes distraídos, presagiando la conspiración del silencio.
Fueron tiempos apresurados. La organización terrorista Haganah, comandada por David Ben Gurion, el 6 de abril del ‘48, lanzó su Operación Naasón para despejar la carretera hacia Jerusalem y lograr la caída de Palestina. La valiosa colina de Deir Yassin a 2.600 pies de altura al oeste de Jerusalem, fue su estratégico propósito.
Los operativos fueron múltiples y devastadores. La Haganah llevó adelante su plan Yiftah (Jefte), con el objetivo de establecer el terror en la mayor cantidad de las aldeas y las ciudades árabes, como: Jerusalem, Galilea, Haifa, Jaffa, Safad, Nazareth y Tiberiades. Seguido por su irónico operativo Matateh (escoba).
Sus demoledores avances entrelazados con los distintos planes terroristas y el plan Dalet ‘D’, barrieron con sus 13 campañas de terror a la población palestina. Vaciando las regiones y el sector occidental de Jerusalem. Las soñadas líneas divisorias marcadas en los mapas de la ONU, para la injusta partición de Palestina en 1947 (sin el consentimiento palestino), fue una romántica decisión internacional desechada por los sionistas.
De las memorias del sionista Yizthak Rabin, sobresalió: "Caminábamos al aire libre acompañados por David Ben Gurion. Yigal Allon (jefe de la banda Palmaj), le preguntó, ¿Qué debemos hacer con la población árabe (palestina)? Ben Gurion meneó sus manos en un gesto, como diciendo expulsarlos fuera, fuera”. (‘Memorias de Ytzhak Rabin’ versión censurada, publicada en el New Yor Times, el 23 de Octubre de 1979, de la ‘Descripción de Rabin sobre la conquista de ciudad palestina Lydda, después de la conclusión del Plan Dalet’).
Luego de asesinar al comandante de la precaria valiente resistencia palestina Abd al-Kadir al-Hussein (del tronco familiar de Yasser Arafat), en Castel, aldea en los suburbios de Jerusalem, los terroristas sionistas despejaron el camino de Jerusalem vía Deir Yassin, con un doble objetivo: romper la moral árabe y crear pánico en la población palestina .
Ese mismo día 9 de abril de 1948, con operaciones simultaneas, los grupos terroristas del Irgún Zvai Leumi, liderado por Menahem Beguin (premio Nobel de la Paz 1978!!) y la banda Stern (Lehi), se ocultaron en el asentamiento ilegal judío de Guivat Sha’ul e invadieron a las cuatro de la madrugada a la aldea de Deir Yassin, cercana a Castel y Jerusalem.
No hubo piedad. La peor de las barbaries fueron descargadas sobre la pacifica población campesina que dormía. Entraron casa por casa y más de dos centenares de palestinos fueron masacrados, mutilados, saqueados, vejados y arrojados en fosas comunes. Indefensos con miradas desesperadas y gritos de muerte y dolor desgarraron el indiferente cielo.
Jaques Renier, delegado de la Cruz Roja Internacional para Palestina, al forzar su entrada prohibida por las fuerzas sionistas, detectó que la mayoría de los muertos eran mujeres, niños y ancianos. En el macabro escenario encontró mujeres de avanzado embarazo con sus vientres abiertos a filo de cuchilla.
Al día siguiente del barrido étnico en Deir Yassin, camiones de las bandas sionistas con altoparlantes recorrieron las calles de Jerusalem, extorsionando a los palestinos para abandonar sus hogares: “Si no os marcháis tendréis el mismo fin que la gente de Deir Yassin”. Tan pronto “llegó a sus oídos que las mujeres habían sido violadas y muertas en Deir Yassín, los palestinos huyeron aterrorizados” (Israel and the Arabs: the 50 Year Conflict, BBC).
La espuria actitud en su lucha interior por el poder colonial, le jugó una mala pasada a Ben Gurión. Trató de diferenciarse con la masacre y conservar en el exterior la ‘imagen respetable’ de la Haganah, como una organización progresista devenida del socialismo europeo-sionista. Beguin, desenmascaró la farsa de su camarada, publicando una carta de la Haganah: “Sé que planean un ataque a Deir Yassin. Quisiera señalar que la captura de Deir Yassin y su ocupación forma parte de nuestro plan general. No tengo ninguna objeción en que lleven a cabo la operación si son capaces de apoderarse de la ciudad… Si fuerzas extranjeras, es decir, árabes, penetran en el lugar, esto estaría en contra de nuestro plan de establecer ahí un campo de aviación”. (Diario Ha-Haskif, abril 11 de 1948) .
El razonamiento xenófobo, también fue parte curricular de la historia del terrorismo sionista. Con su partitura herodiana, Menahem Beguin, confirmó: “No sólo la matanza era justificada, sino que, no hubiera habido Estado de Israel sin la victoria de Deir Yassin”. ("La Revuelta: la Historia del Irgún", Menahem Beguin) .
En el ocupado predio de la colina de Deir Yassin, hoy se encuentra el hospital israelí de enfermos mentales Kfar Shaul y apenas a 1.400 metros, en Har Hazicaron (nombre de la zona desde 1948), se erigió en 1953 el Yad Vashem (Museo del Holocausto). Lugar de vista obligada de los lideres mundiales, donde Israel, ejerce con poca ética el slogan de ‘no olvidar ni perdonar’ el sufrimiento judío en la Europa Nazi. Soslayando, que Yad Vashem se edificó sobre los cimientos del soterrado Holocausto palestino de Deir Yassin.
No fue la ultima de las masacres sionistas. Luego de 1948, se recuerdan las de: Sharfat (7/2/’51); Belén (6/1/’52); Qabiya (14/10/’53); Deir Ayub (3/11/’54); Gaza (28/2/’55); Qalquilleh (10/10/’56); Kafar Kassem (29/10/’56); Jerusalem, Ribera Occidental y Gaza (5/6/’67); Gaza y Ribera Occidental (8/12/’87); Rishon Le-Zion (20/5/’90) Jerusalem (8/10/’90); Hebrón (24/2/’94); Jerusalem (28/9/2000); Jenin (3/4/’02); Gaza (27/12/’08), entre otras tantas.
Luego de 61 años de Deir Yassin, el principio de la caída de Palestina, las masacres continúan.
(*) –El autor es ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina y Analista Internacional sobre Cuestión Palestina
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